Admin,+283 303.Santa+Monica+Puebla 30
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E
l monasterio de Santa Mónica es un referente esencial en la memoria his-
tórica de Puebla, primero como un espacio que materializó un proyecto es-
pecífico encaminado a proporcionar una alternativa de vida, realización y
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trascendencia a las mujeres; en este sentido aún mantiene vigente esa voca-
ción de forma sorprendente a pesar de los avatares que aquí narraremos. En
segundo lugar, porque el inmueble que lo albergó durante casi dos siglos y medio expresa,
a través de su perfil museístico y pese a lo desafortunado del reciente guión, un rostro del
paradigma de una sociedad multisecular que oscila entre la fe y la laicidad. El inmueble, en
su perfil arquitectónico, se mantiene a pesar de ciertos desatinos recientes de intervención
y la acechanza del gobierno local sobre su acervo y el espacio vecino, un todo que alguna
vez fue parte de esta gran casa religiosa.
En razón de ello quiero centrar la atención en un periodo poco conocido de la histo-
ria del monacato poblano, el decimonónico, y particularmente la etapa de inestabilidad
en la vida conventual provocada por la persecución de los regímenes políticos sobre las
instituciones eclesiásticas.1 El año de inicio corresponde a un momento toral en la vida
espiritual del monasterio, y el de conclusión cuando por fin una nueva generación de
religiosas encuentra la paz en una nueva casa. Expondremos inicialmente el contexto
político y jurídico de la ciudad y del estado de Puebla que incidieron en la vida de los mo-
* Centro inah Puebla.
1 Agradezco al doctor fray Roberto Jaramillo Escutia, osa, la invitación que me hizo hace algún tiempo para
integrarme a las pesquisas acerca del monasterio de Santa Mónica y, desde luego, a la generosidad de la comu-
nidad de agustinas recoletas en Puebla, con quienes hemos compartido muchas experiencias. Este texto forma
parte de un estudio mucho más amplio que algún día verá el término.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
nasterios; a continuación abordamos aspectos que a la Presidencia y la implantación de un gobierno
tocan a todas las comunidades de religiosas en Pue- centralista.3
bla, y finalmente el caso específico del monasterio Durante el siglo xix se expidieron leyes, en un
de Santa Mónica. tono cada vez más alto, que fueron desde la exac-
El monasterio de Santa Mónica fue erigido canó- ción de recursos económicos y afectación de los bie-
nicamente el 20 de mayo de 1688, por iniciativa del nes hasta la supresión de los monasterios. Los ban-
obispo Manuel Fernández de Santa Cruz, quedando dos en disputa, liberales y conservadores, exigieron
dotado para que en él profesaran doncellas pobres, préstamos forzosos a las instituciones eclesiásticas,
de manera que la falta de dote no fuese impedi- de manera que tanto los anticlericales como los que
mento para acceder a este monasterio. Quedaron arengaban al grito de “religión y fueros” dispusieron
bajo filiación diocesana y observando la Regla de de los bienes eclesiásticos, lo cual impactó defini-
San Agustín, a manera de las agustinas recoletas.2 tivamente en los monasterios femeninos.4 Las Le-
Del convento de Puebla, en el siglo xvii como en el yes de Reforma dieron la puntilla contra los bienes
xx, provino la fundación de otras casas en territorio de las corporaciones eclesiásticas y dinamitaron la
mexicano. existencia de la vida religiosa en México; después
de su aplicación decenas de conventos y monas-
Época de vientos contrarios terios fueron destruidos físicamente o reducidos a
una mínima expresión. La ciudad de Puebla, donde
A partir de 1833 se enunciaron las primeras dispo- la Iglesia era omnipresente, acusó el embate del li-
siciones del México independiente que fueron tipi- beralismo, además de los efectos por la guerra con-
ficadas como anticlericales. Valentín Gómez Farías, tra la invasión francesa; durante la segunda mitad
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como vicepresidente de México, buscó aplicar un del siglo xix la fisonomía simbólica de la ciudad ini-
proyecto de reforma. Aquel año las dos cámaras ha- ció una transformación desacralizadora, y el discur-
bían promulgado el Patronato Nacional, y en razón so social de los poblanos adquirió nuevos matices,
del mismo Gómez se negó a aceptar las bulas de un proceso que se extendió hasta la época posrevo-
nombramiento del obispo de Yucatán, secularizó lucionaria del siglo xx, como ya lo he analizado en
las misiones de California, prohibió que los párro- otro trabajo.5
cos recibieran directamente las obvenciones, fijan- Al mismo tiempo, el gobierno eclesiástico de la
do un salario para los curas, y el 6 de noviembre añeja diócesis Tlaxcala-Puebla entró en un periodo
derogó la coacción civil para el cumplimiento de
3 Marta Eugenia García Ugarte, Liberalismo e Iglesia católica en
los votos monásticos. La suerte de estas leyes duró
México, 1824-1855, México, Imdosoc, 1999, pp. 49-55.
poco, llegando a su fin con el retorno de Santa Anna 4 Ejemplos en otras partes del país, véase Elisa Speckman Gue-
rra, “Las órdenes femeninas en el siglo xix: el caso de las domi-
2 Sobre la etapa fundación y la etapa novohispana del monaste- nicas”, en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea, vol. 18,
rio, véase Teófilo Aparicio López, El Convento de Santa Mónica. México, 1998, pp. 15-40; disponible en http://www.historicas.
Trescientos años de vida fecunda y generosa, Puebla, ed. particu- unam.mx/moderna/ehmc/ehmc18/232.html, consultado el 9 de
lar, 1988, pp. 19-46; Alonso de Villerino, Esclarecido solar de las junio 2014; Lissete Griselda Rivera Reynaldos, “La exclaustración
religiosas recoletas de Nuestro Padre San Agustín y vidas de las in- de las órdenes monásticas femeninas en la ciudad de Querétaro,
signes hijas de sus conventos, Madrid, Imprenta de Bernardo de 1863-1870”, en Tzintzun, núm. 25, enero-junio de 1997, pp. 19-32.
Villadiego, 1694, t. tercero, Libro XXXIV; Mariano Fernández de 5 Jesús Joel Peña Espinosa, “Desacralización de espacios y dis-
Echeverría y Veytia, Historia de la fundación de Puebla de los Án- curso anticatólico en Puebla: 1856-1934”, en F. Savarino y A. Mu-
geles, México, Altiplano, 1962; José Medel, El convento de Santa tolo (coords.), El anticlericalismo en México, itesm/Miguel Ángel
Mónica. Museo colonial, Puebla, Editorial Puebla, 1940. Porrúa/Cámara de Diputados, 2008, pp. 165-188.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
en ese documento Comonfort acusó directamente de Puebla, oficina que dependió directamente del
al clero, sentenció la fuerte sospecha de que la su- Ministerio de Justicia federal. Al proclamar esta de-
blevación se había financiado con los bienes ecle- cisión, Comonfort señaló que derivó de la negativa
siásticos y decretó la necesidad de dar una solución del clero a cumplir la ley del 31 de marzo, e insistió
de “alta política” que salvaguardara la paz y el orden que persistían las necesidades que en dicha norma
público, subrayando la obediencia y sumisión que se esgrimieron para dictar la intervención. La dis-
deben al gobierno.13 posición para crear la depositaría fue hecha pública
El proceso de intervención comenzó de inme- en Puebla el 4 de julio de 1856,16 donde debían in-
diato; el gobernador Francisco Ibarra trató de ejecu- gresar los productos de los bienes pertenecientes al
tarlo de manera prudente, sabedor de la situación clero de la diócesis.
local, pero pronto cambió de actitud.14 La oposición En medio de ese ambiente, el 25 de junio de
del clero a la intervención y las presiones de los po- 1856 tuvo lugar la promulgación de la Ley de Des-
líticos y militares que simpatizaban con el espíritu amortización de fincas rústicas y urbanas de las
de los liberales puros, instalados en el gobierno fe- corporaciones civiles y eclesiásticas, conocida como
deral, hicieron que cualquier cordialidad fuese des- Ley Lerdo; fue publicada en Puebla el 2 de julio del
echada. Comonfort sustituyó a Ibarra por el general mismo año. A partir de julio, la ley de intervención
Juan B. Traconis, decidido liberal, a quien encomen- y la de desamortización pesaban sobre los bienes
dó lo tocante a los bienes eclesiásticos. El 19 de abril de la Iglesia en Puebla. Comonfort otorgó facultades
Traconis publicó el reglamento sobre la mecánica extraordinarias al gobernador del estado de Puebla
del proceso interventor. El 11 de mayo se decretó para expedir cuanta disposición fuese necesaria con
la expulsión del obispo don Antonio Pelagio de La- tal de que se cumpliera de forma precisa y rápida la
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bastida y Dávalos, decisión que al parecer sorprendió ley de intervención, facultades de las cuales tam-
al mismo Comonfort y a Portilla, quien había he- bién gozaron los gobernadores de Veracruz, Oaxa-
cho indagaciones sobre las acusaciones contra el obispo ca, Estado de México, Guerrero, y el jefe político
y las había dado por infundadas. La noticia causó de Tlaxcala en virtud de la extensión de la dióce-
conmoción en la ciudad, pero la represión no sólo sis Tlaxcala-Puebla, y así ejecutar las disposiciones
estaba sobre la persona de monseñor Labastida; el emanadas del gobernador poblano en la materia
gobernador había hecho encarcelar a tres priores y referida.17
a cuatro sacerdotes diocesanos. Finalmente el Pre- El 21 de agosto se publicó en Puebla un decreto
sidente de la República aprobó la determinación del para que el clero de dicha diócesis pagara la suma
gobernador poblano.15 de un millón de pesos, repartidos entre todas las
En julio se dispuso la creación de una instancia corporaciones, exceptuando los colegios, hospitales,
burocrática que controlaría de manera absoluta los hospicios y parroquias notoriamente pobres. La dis-
ingresos de la Iglesia, la depositaría general de los bie- tribución se hizo de la forma que se muestra en la
nes intervenidos al venerable clero de la diócesis tabla 1.18
13 Archivo del Ayuntamiento de Puebla (aap), Leyes y decretos 16 aap, Leyes y decretos 17a, f. 238. Bando del gobernador Traconis
17a, f. 167. Bando de Francisco Ibarra del 1 de abril de 1856. que comunica el decreto de Comonfort del 20 de junio de 1856.
14 Antonio Carrión, Historia de la ciudad de Puebla de los Ángeles, 17 aap, Leyes y decretos 17a, f. 241. Bando del 4 de julio de 1856.
t. II, Puebla, Tipografía Salesiana de la Escuela de Artes y Ofi- 18 aap, Leyes y decretos 17a, f. 276. Bando de Juan B. Traconis
cios, 1897, p. 341. del 2 de septiembre de 1856. Puede verse también José de Men-
15 Ibidem, p. 440. dizábal, op. cit.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
sia.21 Ese mismo 1 de enero se dio a conocer en la El giro de tuerca por parte del gobierno estatal
ciudad la Ley de nacionalización de los bienes de no demoró, y en septiembre comenzaron a bajar las
la Iglesia que Juárez había promulgado en Veracruz campanas de varios templos; en 1863, con el argu-
en 1859. Dicha ley dispuso la supresión de las órde- mento de defender la ciudad del invasor francés, las
nes religiosas y la exclaustración de los religiosos. iglesias se convirtieron en edificios militares desig-
Una a una se fueron notificando a los angelopolita- nados emblemáticamente con membretes que adu-
nos las leyes dictadas por el nuevo régimen, como cían el carácter laico del estado.24 En 1867, instaura-
la secularización de hospitales, la libertad de los da la república liberal, se ejecutaron las leyes sobre
ministros de culto para ejercer cualquier profesión, los bienes eclesiásticos. Aunque gran parte de los
la ley de secularización de los cementerios, entre conventos no desaparecieron de manera absoluta,
cuyas normas estaba el que las bóvedas de los con- sí fueron reducidos físicamente a un área mínima
ventos de monjas quedaban bajo la inspección de y en algunos casos sólo quedaron los templos. Las
funcionarios gubernamentales.22 áreas cercenadas fueron lotificadas y rematadas al
En mayo el poder local ordenó que don Fran- mejor postor. Esta venta de lo que alguna vez fueron
cisco Irigoyen, gobernador de la mitra, y su se- conventos sucedió paulatinamente, mientras los in-
cretario salieran del estado, en razón de haber muebles no pudieron recuperarse de los estragos de
permitido la lectura de una carta pastoral en los las guerras, del abandono y de la rapiña, resultando
templos, la cual fue suscrita por el propio Irigoyen que al pasar a sus nuevos propietarios iban práctica-
y dirigida a toda la diócesis con fecha del 22 de mente como lotes llenos de escombro.25
abril de 1861. Hizo recuento de las tribulaciones
padecidas por la Iglesia mexicana en los últimos Embate a los monasterios angelopolitanos
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años, por las guerras y por las leyes anticlerica-
les, menciona las protestas de los obispos y los En mayo de 1855 se publicaron en el estado de Pue-
cabildos, la coartación hacia el culto divino y la bla las disposiciones del gobierno central, a través
cuestión de los bienes eclesiásticos. La autoridad del Ministerio de Justicia y Negocios Eclesiásticos,
eclesiástica poblana hacía un llamado a la feligre- para colaborar con el delegado apostólico, Clemen-
sía exhortándola a la caridad y la permanencia en te de Jesús Munguía, sobre diversos aspectos tocan-
la fe hasta el martirio, sin dejarse alucinar por la tes a la administración y gobierno de los conventos,
impiedad y las herejías propaladas por la prensa colegios y hospicios. Una de estas normas, promul-
y algunos libros. Invitaba a una resistencia pasiva gada por el delegado apostólico en México el 27 de
contra las leyes anticlericales.23 abril de 1855, reglamentaba la admisión a los novi-
ciados conforme al decreto de Pío IX de fecha del
21 Para datos generales del país, véase José Gutiérrez Casillas, 25 de enero de 1848, según el cual se requería de
Historia de la Iglesia en México, México, Porrúa, 1993, pp. 308-313.
22 Luis G. Labastida, Colección de leyes, decretos, reglamentos, 24 Jesús Joel Peña Espinosa, op. cit., pp. 176-180.
circulares, órdenes y acuerdos relativos a la desamortización de los 25 A guisa de ejemplo pueden verse los estudios para el caso de
bienes de corporaciones civiles y religiosas y a la nacionalización de los edificios que fueron propiedad del convento y monasterios
los que administraron las últimas, México, 1893. dominicanos: Sandra Rosario Jiménez, “La desamortización de
23 Archivo del Venerable Cabildo Metropolitano de Puebla los bienes de la Orden de Predicadores en Puebla, 1856-1867”,
(avcm-p), Cartas y edictos pastorales del Arzobispado de Puebla, y Jorge Luis Morales Arciniega, “De conventos a ruinas: los
1825-1929, Carta pastoral que el Gobernador de la Mitra de Pue- espacios dominicanos en Puebla tras la desamortización (1856-
bla dirige a sus diocesanos, 22 de abril de 1862, Tip. de Tomás 1906)”, ambos en Anuario Dominicano, t. IV, vol. II, 2008, pp.
F. Neve, 15 p. 177-221 y 223-252.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
Pese a que la ley de nacionalización ordenaba ventos.33 Fueron distribuidas en casas de familiares
respetar los conventos existentes, el 5 de febrero de y de bienhechores.34 Al día siguiente apareció un
1861 el gobierno federal ordenó reducirlos reunien- bando en el cual se decretaba que la jefatura de ha-
do a las religiosas, por lo cual innumerables monjas cienda valuaría los conventos y se procedería a su
salieran de sus monasterios. La primera exclaustra- lotificación para rematarlos con base en una pos-
ción ocurrió el 23 de febrero de 1861. En la noche tura de 5%. Ordenaba la inmediata disolución de
sacaron a las monjas de algunos monasterios y fue- las comunidades que estaban en casas particulares,
ron colocadas en otros. Las de Santa Catalina fueron prometiendo la entrega a las religiosas de las escri-
reunidas con las de Santa Clara, sumándoseles el turas correspondientes a sus dotes. Ortega justificó
día 28 las clarisas de Atlixco; las de Santa Teresa con la medida por las exigencias de la guerra, la lucha
las de la Soledad; las de Santa Inés llevadas al con- en favor de la república y en pro de establecer la
vento de Santa Rosa, y las de la Santísima al de la reforma.35
Concepción. Las capuchinas y las del Corazón de Los edificios conventuales se destinarían para
Jesús se quedaron en sus respectivos monasterios. hospitales militares del Ejército de Oriente, pero la
Las de los Gozos, llamadas sacramentarias, parece orden precisaba que, una vez pasada la contingen-
que se disolvieron.30 Las religiosas de San Jerónimo cia militar, los conventos se dividirían en lotes para
permanecieron en su convento.31 rematarse y esos recursos aplicarlos a los inválidos
El 28 de octubre de 1862, el jefe del Ejército de y familias del mismo ejército.36 En 1863, a los po-
Oriente, Jesús G. Ortega, decretó que los capitales cos días de instalado el ejército francés, volvieron
destinados para el culto en los conventos de reli- a entrar a sus monasterios las monjas capuchinas,
giosas se convertían en redimibles, y la jefatura de la Soledad, Santa Rosa, San Gerónimo y el Cora-
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de hacienda los pondría inmediatamente en ven- zón de Jesús. Los otros siete, unos por vendidos y
ta, exceptuando los destinados para las dotes.32 otros por deteriorados, no estaban en disposición de
Asimismo, el gobierno de Puebla dispuso que los ser habitados, y por lo mismo las monjas de Santa
muebles y otros utensilios de los conventos desocu- Clara se fueron a San Roque, las de Santa Mónica
pados fueran trasladados al templo de Santa Teresa; permanecieron en la capilla de Jesús María, las de
simultáneamente se reunieron en la Academia de la Santísima a la casa de Recogidas, en la calle de la
Bellas Artes muchos cuadros de los mismos. Ape- Sacristía de Capuchinas, las de Santa Teresa a la es-
nas regresaban a sus inmuebles las monjas, cuando quina de Belén y Venado, y las de Santa Catalina a
el 10 de diciembre de 1862 se ordenó de nuevo la la calle de Molina número 7. Las de la Concepción
exclaustración, de manera que la noche de la Na- volvieron a su convento al año siguiente.37 Con la
vidad las sacaron a todas de sus respectivos con- política aplicada por Maximiliano varió muy poco
30 José de Mendizábal, op. cit. Cfr. Antonio Carrión, op. cit., 34 Archivo Histórico de Santa Mónica (ahsm), Secc. Gobierno,
p. 507. serie Correspondencia, Carta del 1 de enero de 1863. La cataloga-
31 Alicia Bazarte Martínez y Enrique Tovar Esquivel (comps.), ción de este fondo documental ha corrido a cargo de la maestra
El convento de San Jerónimo en Puebla de los Ángeles, cuarto cente- Cecilia Vázquez Ahumada. Agradezco a Patricia Ochoa, biblio-
nario de su fundación. Crónicas y testimonio, México, ed. privada. tecaria del Centro inah-Puebla, las facilidades para su consulta.
Según la crónica de sor María de los Ángeles Dimarías la prime- 35 aap, Leyes y decretos 24, f. 132. Bando de Jesús G. Ortega del
ra exclaustración de las jerónimas ocurrió en 1863. 26 de diciembre de 1862.
32 aap, Leyes y decretos 24, f. 111. Bando del Gral. Jesús G. Orte- 36 aap, Leyes y decretos 24, f. 133. Bando de Jesús G. Ortega del
ga del 28 de octubre de 1862. 2 de enero de 1863.
33 José de Mendizábal, op. cit. 37 José de Mendizábal, op. cit.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
orden económico manifiestan la débil estabilidad a la feligresía mediante una novena que comenzó
que existía para la vida material de la comunidad, el 29 de agosto, fiesta de San Agustín. Diariamente
lo cual seguramente impactaba en su vida religiosa. rezaban la Letanía de los Santos después de la misa
Las transformaciones del ambiente decimonóni- conventual.
co en México hicieron más difíciles las decisiones En el testero del coro alto se colocó debajo de
hacia un régimen de vida en clausura; sin embargo, un dosel carmesí un cuadro del Sagrado Corazón
las hubo y seguramente animadas por un auténtico de Jesús, cuya composición iconográfica colocaba
sentido de vocación, como el expresado por María a San Agustín ofreciendo a Jesús un cestillo con 24
de la Luz Luna y Pacheco, quien escribió: “El dia corazones, uno de ellos punzado de espinas y cer-
verdaderamente felis y dichoso 25, de Marzo de ca de la figura del Salvador, además una filacteria
1852. Hise mis solemnes botos con el mas grande que decía: “la que con paciencia sufriere mayores
placer y contento para mayor honrra y gloria de mi trabajos, estará más cerca del Santísimo Corazón
Divino Espocito y sea para bien de mi alma”.42 mas la que huyere de padecer y buscare descanso
Un momento coyuntural en la vida espiritual de se alejará también de este Corazón Divino”.43 Para
las agustinas recoletas poblanas sucedió el viernes los dos últimos días del referido novenario se dis-
7 de septiembre de 1827, cuando la comunidad eli- puso un retiro espiritual distribuyendo cada día a
gió como patrono y protector al Sagrado Corazón de la mitad de la comunidad, con velos en los rostros
Jesús, realizando el juramento solemne. Conforme y mortificaciones. Enmarcado en el jubileo circular
al acta suscrita para este patrocinio, en la introduc- de las 40 horas y delimitado por las fiestas de San
ción de esta devoción los oratorianos y jesuitas tu- Agustín y de la Natividad de María, en medio de
vieron un papel descollante. Entre su práctica reli- repiques, para celebrar el juramento hubo Te Deum,
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giosa habían adoptado la devoción de la comunión procesión, misa y sermón ante un espectacular mo-
en el primer viernes de cada mes desde la época numento construido en el interior del templo, todo
del obispo Álvarez Abreu, es decir, mediados del con pompa y solemnidad, dando una gran fiesta en
siglo xviii. Fue un milagro acontecido en julio de el exterior. El monumento estuvo conformado por
1826, en favor de la madre Teresa María del Cora- tres cuerpos; en el primero se colocó a San Agustín
zón de Jesús, monja del monasterio carmelita de y Santa Mónica, en el segundo a Nuestra Señora de
Nuestra Señora de la Soledad, que la devoción al la Consolación y San José, en el tercero un par de
Corazón de Jesús creció dentro de los monaste- ángeles que flanqueaban el remate donde se puso
rios angelopolitanos. Animadas por este suceso, la custodia. La misa y el Te Deum fueron acompa-
las “mónicas” sortearon las complicaciones que ñados por una orquesta que dio majestuosidad a las
imponían sus constituciones, como el hecho de celebraciones44 (figura 1).
no pedir limosnas, y una vez conseguida la licen- Este patronato jurado se conserva vigente hasta
cia del obispo Pérez Martínez, convinieron rea- la fecha como parte de la vida espiritual y el ciclo
lizar el juramento con un gran aparato celebra- devocional del monasterio, por lo cual es un hecho
tivo. En 1827 se prepararon espiritualmente con histórico primigenio en la praxis religiosa de las
su director de conciencia y después de convidó agustinas recoletas poblanas. Manteniendo la tradi-
ción de la comunión espiritual con el mundo ex-
41 ahsm, carp. A/18, doc. 11, fs. 24 r-25v.
42 ahsm, secc. Gobierno, caja 5, exp. 441. Respetamos la ortogra- 43 Lamentablemente el cuadro no ha podido ser localizado.
fía del documento. 44 ahsm, Libro del Sagrado Corazón de Jesús, fs. 11-17.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
y con ello contribuir al triunfo de la causa que con-
sideraba favorable a la vida religiosa.51 Dentro de su
destierro y clausura improvisada, aquellas mujeres
buscaban influir con sus rezos en favor de lo que
tenían por correcto; el mundo no les era ajeno.
El espíritu de las monjas, violentadas en su mo-
delo aspiracional de vida, desprovistas de lo que les
daba seguridad y expuestas a los ojos de la sociedad,
requirió de muchas atenciones. Se promovió entre
ellas componer o copiar versos que les infundieran
ánimo y, sobre todo, esperanza. Un ejemplo:
La mayoría de la comunidad de Santa Mónica Estas líneas expresan esa sensación de abando-
estaba en una casa donde había al menos la como- no, de ausencia del poder divino, del amado esposo,
didad de contar con un improvisado refectorio, su del patrono del monasterio. También los había de
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oratorio y aposentos, y ahí recibían la Eucaristía dia- un talante apologético y belicoso:
riamente a las cinco de la tarde.49 En su vida espiri-
tual estaba presente la necesidad de la oración para Viva la sangre de Jesús
desagraviar al Corazón de Jesús, a quien se tenía Venza la sangre de Jesús
por ofendido mediante las Leyes de Reforma y las Triunfe la sangre de Jesús
exclaustraciones.50 Sumado a esta situación, los ho- En virtud de la sangre Preciosa de
rrores de la guerra de intervención francesa y des- Jesús Nuestro Dios y Salvador, triunfen las
pués la toma por los liberales ponían la zozobra que Armas Católicas de los enemigos de la Religión.53
vivía toda la ciudad. En una carta, María Dolores
Sales expresó su esperanza porque el general Osollo Las hijas de Santa Mónica expresaban así su lectu-
tomara la ciudad y batiera a los liberales, por ello ra de las contradicciones que habían alterado su vida.
exhortaba a su destinataria para reforzar la oración En apoyo de su frágil vida material y su sólida vida
48 Este poema, que es mucho más extenso, ya había sido pu- espiritual recibieron en 1870 de Pío IX, mediante
blicado en unas estrofas por María Cecilia Vázquez Ahumada y el Breve Expositumnobis, la concesión especial de
Rosa María Garza Marcué, Exconvento de Santa Mónica, Puebla, disfrutar de los privilegios que tenían los altares
buap, 2000, p. 18.
49 ahsm, secc. Gobierno, serie Correspondencia, caja 1, exp. 27, 51 ahsm, secc. Gobierno, serie Correspondencia, caja 1, exp. 39,
Carta de Sor María del Refugio a la R. M. Sor María Dolores de Carta de María Dolores Sales a Teresita.
Santa Catalina. 52 Actualicé la ortografía y coloqué los signos de puntuación.
50 ahsm, secc. Gobierno, serie Correspondencia, caja 1, exp. 34, 53 ahsm, secc. Vida espiritual, serie Oraciones y poesías, caja 3,
Carta de María Francisca del Niño Jesús a Conchita. exp. 171.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
década del siglo xx fue difícil para el monasterio
agonizante; apenas un exiguo hilo de savia le nutrió
de nuevo. La situación de la menguada vida monás-
tica en Puebla es evidente cuando en los acuerdos
del I Sínodo Diocesano, realizado en 1906, se habla
de la inexistencia de ellos.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
Las lecturas particulares que hacían estas religiosas departamento contiguo a donde trasladó lo mejor
tenían el objetivo de acrisolar más su espíritu frente de sus muebles, en especial lo necesario para el cul-
a los sobresaltos cotidianos y el peregrinar por di- to divino, junto con vasos sagrados y ornamentos,
versas casas efímeramente. En 1930 Imelda y María así como el archivo; ahí dejó a sor Imelda para que
de la Luz leían las Cartas a Sor Margarita, supongo se encargara de custodiar el lugar con las religiosas
la escrita por Ambrosio de Valencina; María de los que había instalado.70
Dolores leía sobre las apariciones de la Virgen de La mañana del 18 de mayo, el juez de distrito
Guadalupe; Josefina los Trabajos de Jesús; Rosa Ma- y el agente del Ministerio Público federal iniciaron
ría las cartas escritas por un autor de apellido Rosas; las diligencias en la casa número 103 de la calle 18
Gracia apuraba el Manual Sagrado para Religiosas, Poniente. Según la nota periodística, llegó la policía
de Leonardo de Puerto Mauricio; Asunción revisa- secreta para efectuar la detención de unos señores
ba el Libro de las Profesas y Rosario se deleitaba que resultaron ser trabajadores de plomería; asimis-
con la Vida de San Agustín.69 Conocer sus lecturas mo llegó la policía federal y miembros del ejército
llama a la reflexión sobre la manera en que en esta para resguardar el edificio.71 El cateo de la casa se
pequeña y asustada comunidad vivía aquellos pa- extendió al número 101 de la misma calle y tomó
radigmas espirituales de principios del siglo xx para cerca de ocho horas. Concluida la intervención el
la vida consagrada, época de grandes debates en la juez 1o. de Distrito, Abemar Eboli Paniagua, dejó
Iglesia católica sobre cuestiones como la liturgia y un piquete de soldados custodiando el inmueble y
la exégesis. Imaginarlas leyendo estos libros coloca se fue a la ciudad de México. Por su parte, la priora
a las “mónicas” en una dimensión más profunda, refiere que al ingresar el inspector y los agentes las
siendo mujeres de claustro, en fuga y en clandesti- encerraron en una sola habitación y le pidieron la
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nidad, pero sin alejarse de la realidad universal del llave del sagrario, fueron a la capilla y con un acto
catolicismo y esforzadas por mantener ese vínculo rápido abrió y ocultó el relicario en su pecho; el li-
que les daba fortaleza por el sentido de pertenencia que cenciado Siliceo le preguntó por el copón y ella le
adquirían. mostró que no había nada, entonces el interventor
subió al coro alto, lo cual aprovechó sor María Gua-
1934, la exclaustración definitiva dalupe para recoger las libretas con la contabilidad
de la casa histórica que había ocultado detrás del altar y las escondió
entre el hábito. Todavía uno de los agentes incau-
Fue el gobernador Mijares Palencia quien tornó más tó un documento con los arreglos del alumbrado
violenta la política antirreligiosa, y por sus órdenes, eléctrico hechos en la casa recién habilitada, don-
en 1934, se efectuaron las exclaustraciones en los de habían escondido sus muebles y vasos sagrados;
monasterios de Puebla. El viernes 18 de mayo tocó tras un forcejeo la religiosa arrancó la primera hoja
el turno al convento de Santa Mónica. Alertadas en donde estaba su nombre, dirección y datos impor-
secreto de lo que sucedería, desde el 1 de mayo em- tantes, la cual se tragó para evitar que le fuera arre-
pezó la priora a repartir a las monjas y habilitó un batada. Mientras, sor Consolación lograba tapar la
comunicación que había con dicho departamento,
cios enviada por Sor María de la Asunción al arzobispo, desde el
Convento de Santa Mónica el 21 de marzo de 1932. 70 amsm, Escritos de Sor María Guadalupe, 1a. libreta, f.s.n. [hoja
69 ahsm, secc. Gobierno, serie Piedad, caja 5, exp. 389, Biblio- 81r.], mayo de 1934.
teca. 71 Periódico La Opinión, 1a. plana, sábado 19 de mayo de 1934.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
La difamación como estrategia rios y la prensa afirmaron que el asunto era extraor-
gubernamental dinario, pues entre las paredes de la casa 101 y la
103 (ambas formaban parte del convento) se habían
El argumento enarbolado por el gobierno federal y encontrado 2,500 onzas de oro cuyo valor ascendía
estatal sobrepasaron los límites de las argucias le- a 22 millones de pesos. Además, dijo el periódico,
gales y construyeron relatos fantasiosos buscando se habían asegurado las escrituras de los bienes le-
crear un ambiente adverso a la vida que existía en gados al convento. Se aseguró que la distribución es-
las comunidades de religiosas. La prensa local de pacial del convento era un verdadero laberinto con
entonces, proclive a los regímenes en turno, hizo miles de secretos; vale la pena citar textualmente:
gala de un amarillismo combinado con las maneras
propias de los periodistas para informar en la dé- Abajo de la superficie de la tierra hay un templo edifi-
cada de los años treinta del siglo xx. Publicaron en cado especialmente para servir de capilla secretamen-
los titulares de primera plana: “Las joyas de Santa te, sin que pudieran advertirlo las personas ajenas al
Rosa”, “Valioso cargamento de incunables extraído secreto. En la hoja de una puerta doble se oprime un
del templo de Santa Rosa”, “Cuantioso tesoro ha sido botón eléctrico y en el acto se abre una entrada en el
encontrado”, “Tras un velo de misterio se ocultaban piso que conduce al templo subterráneo. La entrada a
las mil combinaciones del viejo convento de San- este santuario se hace así: en un cuadro en el que hay
ta Mónica”, “Toda una red de caminos secretos en un tapete se paran hasta cuatro personas y al opri-
Santa Mónica”. Sólo los encabezados expresan la in- mirse el timbre, el tapete baja al fondo del santuario
tención de producir interés morboso en la opinión subterráneo y dando el tiempo para que las personas
pública y colocar a las monjas como las millonarias se separen del cuadro, sube nuevamente colocándo-
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que se debían despojar lícitamente. se de tal modo que es imposible creer que es la parte
Hubo una estrategia gubernamental para ge- principal de la combinación. Esta combinación sólo
nerar ánimo adverso hacia las religiosas y favo- se ve en las películas de los barrios chinos, y como
rable a la política anticlerical del Estado. Acusar es lógico suponer es matemático el manejo, porque
una supuesta inmensa riqueza por parte del clero nunca falla.76
permitía al gobierno hacer un contraste con su
discurso demagógico aparentemente en favor de Todavía añadió que era tal el secreto de la exis-
las libertades y el progreso de los pueblos, sobre tencia del convento que ni siquiera los inquilinos
todo de los pobres. Estas versiones favorecieron de la vecindad se habían percatado de la presen-
la rapiña de los funcionarios que intervenían en cia de las monjas. Al día siguiente la fantasía creció
estas confiscaciones y clausuras, al tiempo que azuzada por la retórica febril que hablaba sobre los
aparecía como un “gran golpe” del gobierno revo- supuestos subterráneos del convento que “amerita-
lucionario. La prensa ayudó con la sumisión ab- ban la intervención de los arqueólogos”. Ni aun la
soluta a la política anticlerical reproduciendo las cripta donde se enterraba a las monjas permite sus-
versiones oficiales y con la falta de inteligencia tentar semejante elucubración, pero sí contribuyó
para dar a conocer la información incrementando a que en las décadas posteriores apuntalara estas
el fantaseo. fantasías. Casualmente la Procuraduría de Justicia
En el caso del monasterio de Santa Mónica, la
perversión rompió cualquier límite. Los funciona- 76 La Opinión, 1a. plana, lunes 21 de mayo de 1934.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943
El actual edificio monacal Santísimo pudo planear y decidir con mayor tran-
quilidad el futuro de la comunidad. Convencida de
El convento de Santa Mónica forma parte esencial que el edificio conventual que durante siglos había
de la historia angelopolitana y, desde luego, de la albergado al monasterio no podría volver a recibir-
historia de la Iglesia en Puebla. Desde la primera las, y ante lo estrecho de la casa en que vivían, deci-
religiosa que profesó en este convento hasta la ac- dió conseguir otro inmueble adecuado y así realizó
tualidad, son parte en el devenir de esta ciudad y las gestiones para adquirir el molino de San Fran-
han trascendido sus fronteras. Parte del inmueble cisco. La adquisición de este sitio tuvo lugar el 11 de
que durante mucho tiempo fue la morada de las octubre de 1941, y el 5 de agosto de 1943 se muda-
agustinas ahora está convertido en museo. El edi- ron a él.81 La posibilidad de adquirir este nuevo ho-
ficio donde actualmente habita la comunidad de gar contó con el apoyo de don Francisco Santillana,
agustinas recoletas también se integra en la añeja quien como apoderado de Esther M. Cuéllar realizó
historia de la ciudad y ha visto pasar cerca de cua- la transacción de compraventa con los anteriores
tro siglos y medio de acontecimientos y procesos; propietarios del inmueble.
forma parte también de su patrimonio edificado. El 11 de octubre de 1941, a las 9:30 de la mañana,
Se trata del molino de San Francisco. En la prime- se protocolizó la escritura del inmueble ubicado en
ra mitad del siglo xx pertenecía a la familia Lorenz, la avenida 12 Oriente, número 610. El señor Fran-
cuyo origen se ubica con el arribo de Maximilia- cisco Santillana asistió para comprar el edificio; los
no de Habsburgo.79 Álvaro Lorenz participó en vendedores fueron los señores Lorenz. La propie-
el gobierno de la ciudad de Puebla, formó parte dad era más grande, de modo que sólo se vendió
del cuerpo de regidores en las tres administracio- una fracción en forma de cuadrilátero; hacia la par-
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nes municipales de 1915, en la de 1916, y en el te sur estaban las casas que anteriormente fueron el
ayuntamiento que fungió de julio de 1920 a abril patio y dependencias principales del molino; estos
de 1921.80 La división del molino de San Francis- restos consistían en una crujía de tres pisos con su
co entre los herederos de Álvaro Lorenz ocurrió azotea enladrillada y algunas ventanas con rejas de
en 1936; se fraccionó en tres partes; una de ellas hierro; por el lado poniente estaba el portal en la
quedó marcada con el número 610 de la 12 Orien- planta baja y un piso sobre él con entrepisos de bó-
te, con una superficie de 5,500 m2 y un valor de vedas de rieles; por el lado sur (que hoy conforma
10,000 pesos. Ésta pasó a propiedad de Joaquín, la fachada principal del convento) estaba una cons-
Matilde, Ana y Alfredo en pago de parte de sus bie- trucción de dos pisos con pequeños departamentos
nes hereditarios. El siguiente paso en la propiedad con su zaguán al centro. Los vendedores se com-
de esta casa fue la venta a la señorita Esther M. prometieron —a costa suya— a construir los muros
Cuéllar. correspondientes a los linderos de esta propiedad
Transcurridos los difíciles años de la violenta (figura 8).
persecución, y ante nuevos aires políticos en la en- Así, el monasterio de Santa Mónica volvió a te-
tidad y en el país, la madre María Guadalupe del ner un hogar, y con ahínco se expandió hasta en-
79 Hugo Leicht, Las calles de Puebla, Puebla, jmmcmmp, 1987, gendrar otras casas monacales en diversos puntos
p. 230a.
80 aap, Libros de cabildo, núms. 181, 182a, 187, 188 y 189, donde 81Lope Cilleruelo, “Semblanza de la Madre María Guadalupe
se ubica la composición de las administraciones municipales de Vadillo”, en Archivo Agustiniano, vol. LXVIII, núm. 186, 1984. p.
los años referidos. 466; Teófilo Aparicio López, op. cit., p. 70.
Crisis, agonía y restauraCión del Monasterio de santa MóniCa de la Ciudad de Puebla, 1827-1943