La Solución de Controversias en Los Modelos de Appri: Cláusulas Tradicionales Y Nuevas Tendencias
La Solución de Controversias en Los Modelos de Appri: Cláusulas Tradicionales Y Nuevas Tendencias
La Solución de Controversias en Los Modelos de Appri: Cláusulas Tradicionales Y Nuevas Tendencias
RESUMEN: El trabajo analiza las disposiciones que regulan la solución de controversias en los modelos de
APPRI articuladas en torno a dos mecanismos distintos, esto es, uno para las controversias que surjan
entre los Estados parte en el tratado y otro diferente para las controversias entre un inversor extranjero y
el Estado receptor de la inversión. Cada vez son más los Estados que incorporan en su modelo de APPRI
disposiciones procesales precisas y detalladas, en especial por lo que respecta a las cláusulas de solución
de controversias inversor-Estado. En este sentido, se aprecia una creciente tendencia entre los Estados por
introducir ciertos elementos de flexibilidad en las disposiciones procesales más típicas recogidas en los
modelos de APPRI, mientras que las innovaciones más significativas en esta materia provienen de los
modelos de los Estados norteamericanos, referidas sobre todo a la promoción de la transparencia y la
economía procesal en el arbitraje inversor-Estado.
ABSTRACT: This paper addresses those provisions in model BITs relating dispute settlement procedures,
particularly provisions under the following two mechanisms: on the one hand, mechanisms for the
settlement of disputes between contracting parties concerning the interpretation or application of the
BIT; on the other hand, mechanisms for investor-State dispute settlement. An increasing number of States
include in their model BITs precise and detailed procedural provisions, especially as to clauses for the
settlement of disputes between the investor and the host State. In this sense, the trend moves towards
States introducing flexibility in certain elements of the most common procedural provisions in model
BITS. Likewise, the most significant innovations may be appreciated in model BITs of North-American
States referring to the promotion of transparency and procedural economy in investor-State arbitration.
Fecha de recepción del original: 23 de octubre de 2012. Fecha de aceptación de la versión final: 7 de
diciembre de 2012.
∗
Profesor Contratado Doctor de Derecho internacional público y relaciones internacionales, Universidad
de Alicante ([email protected]).
www.reei.org
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
I. INTRODUCCIÓN
Los primeros precedentes en la práctica convencional en orden a abordar la cuestión de
la solución de las controversias relativas a inversiones extranjeras lo encontramos en los
“Tratados de amistad, comercio y navegación”, concluidos sobre todo tras la Segunda
Guerra mundial por las principales potencias comerciales con los países donde se
concentraban sus intereses económicos. En estos acuerdos se trataba la cuestión de la
solución de las controversias con gran uniformidad, si bien los mecanismos de solución
que contenían sus cláusulas sólo abarcaban las disputas relativas a la interpretación o
aplicación de las disposiciones del tratado, por lo general mediante el recurso a las
negociaciones diplomáticas.
Al igual que los Tratados de amistad, comercio y navegación, los modernos Acuerdos
para la promoción y la protección recíproca de las inversiones (a los que nos referimos,
como tratados bilaterales de inversiones o APPRI), también dedican algunas
disposiciones a la solución de controversias derivadas de la interpretación o aplicación
del acuerdo. Sin embargo, a diferencia de los primeros, los APPRI se dirigen de manera
específica a la protección y promoción de las inversiones extranjeras, por lo que la
solución de las controversias entre los inversores extranjeros y el Estado receptor de la
inversión es objeto de una regulación más elaborada, con el fin de dotar de seguridad
jurídica a las relaciones económicas y crear un foro predeterminado para la aplicación
del tratado en caso de disputa.
1
En este trabajo se examinan los modelos de APPRI más relevantes que exponemos conforme a un
criterio cronológico que toma como referencia la fecha de publicación más reciente y que incluye los
siguientes Estados: modelo de APPRI de los Estados Unidos de América (2012); Alemania (2008);
Colombia (2007); Noruega (2007); Francia (2006); Reino Unido (2005, enmendado en 2006); Canadá
(2004); India (2003); China (2003); Burundi (2002); Suecia (2002); Austria (2002); Tailandia (2002);
Finlandia (2001); Grecia (2001); Dinamarca (2000); Turquía (2000); Perú (2000); Sudáfrica (1998);
Malasia (1998); Croacia (1998); Países Bajos (1997); Suiza (1995); Chile (1994), que pueden consultarse
en http://ita.law.uvic.ca/investmenttreaties.htm. Los modelos de Irán (2001) y de Austria (2002) pueden
consultarse en http://www.cpa-pca.org.
-2-
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
2
BOE 13-9-1994.
3
La referencia a los modelos de los Estados norteamericanos abarca a los Estados parte en el TLCAN que
cuentan con un modelo propio, caso de Estados Unidos de América (2012) y de Canadá (2004). Aun
siendo parte en el TLCAN, México no ha elaborado un modelo de APPRI si bien la práctica arbitral
generada al calor de la experiencia del TLCAN ha tenido su reflejo en su práctica convencional. Buen
ejemplo es el detallado mecanismo de solución de controversias que diseña el Capítulo III del APPRI
entre México y España (2006) (BOE 3-4-2008 y BOE 19-5-2008)
4
BOE 17-3-1998.
5
Este modelo puede consultarse en http://www.iisd.org. El IIDS es una organización de carácter privado
canadiense que promueve la reflexión sobre nuevas políticas de desarrollo sostenible como la ejecución
de proyectos de cooperación internacional.
-3-
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
El recurso a las negociaciones y/o consultas suele ser la primera etapa del mecanismo de
solución de controversias, si bien cada modelo confiere a este mecanismo bilateral
6
PETERS, P., “Dispute Settlement Agreements in Investment Treaties”, Netherlands Yearbook of
International Law, vol. XXII (1991), 91-161, p. 102.
-4-
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
distinto alcance. Por ejemplo, el recurso a las negociaciones puede redactarse de manera
categórica, como hace el Art. 9 (1) del modelo del Reino Unido (versión enmendada), al
establecer la obligación de negociar que asumen las partes para resolver la
controversia7. Lo habitual es que las negociaciones se desenvuelvan en un marco
bilateral y flexible. Por ello, la cláusula del Art. 20 del borrador de modelo de APPRI
noruego resulta singular, ya que prevé el recurso a consultas “institucionalizadas” para
resolver de manera amistosa la controversia mediante una comisión mixta integrada por
representantes de ambas partes. Esta comisión mixta es un mecanismo ad hoc, entre
cuyas funciones se encuentran, entre otras, supervisar la implementación del acuerdo y
procurar resolver las disputas que puedan surgir de su interpretación o aplicación (Art.
23)8.
También es frecuente la cláusula que dispone que la negociación debe sustanciarse en
un plazo perentorio, usualmente seis meses9, pasados los cuales cualquiera de las partes
podrá activar el arbitraje ad hoc obligatorio. En cambio, otros modelos optan por una
mayor laxitud en la celebración de negociaciones u otros métodos alternativos de
solución10 (buenos oficios, mediación o conciliación), si bien la ausencia de plazos
temporales no releva a las partes de llevar a cabo un genuino esfuerzo por entablar
negociaciones antes de acudir al arbitraje, incluso cuando el mecanismo de solución de
controversias permite poner fin a las negociaciones mediante una solicitud unilateral de
arbitraje (Art. 48.2 del modelo de Canadá).
Para el caso en que las partes no pudieran alcanzar un acuerdo mediante negociaciones
u otro medio de solución en un plazo determinado, lo usual es que se disponga la
posibilidad de recurrir a un arbitraje ad hoc a petición de parte. Hasta ahora son muy
pocos los casos de arbitraje entre Estados cuyo fundamento reposa en un APPRI. El
primer caso de arbitraje interestatal fue iniciado por Perú frente a Chile en 2003
invocando la cláusula compromisoria contenida en el APPRI celebrado entre ambos
Estados, tras recibir noticia de arbitraje por parte de un inversor chileno que utilizó la
cláusula de solución de controversias inversor-Estado prevista en el mismo APPRI,
dando lugar al Caso Lucchetti c. Perú 11. Más recientemente, en 2011, Ecuador presentó
7
Según el cual: “Disputes between the Contracting Parties concerning the interpretation or application of
this Agreement should, if possible, be settled through the diplomatic channel”. Cursiva añadida.
8
El borrador de modelo noruego dedica toda la Sección 3 (arts. 13 a 22) a la solución de controversias
entre las partes contratantes, mientras que la Sección 4, dedicada a las disposiciones institucionales, se
ocupa en su único Art. 23 de crear la Comisión mixta y de regular sus funciones. Respecto a este
instrumento, ha de señalarse que en junio de 2009 se anunció que el Gobierno noruego había decidido
retirar este modelo. Por tanto, no sabemos qué pautas va a utilizar Noruega para sus negociaciones futuras
en materia de promoción y protección de inversiones extranjeras: vid.
http://www.iisd.org/itn/2009/06/08/norway-shelves-its-proposed-model-bilateral-investment-treaty/.
9
Art. 9.2 del modelo chileno; Art. 10.2 del modelo francés; Art. 9.2 del modelo suizo; Art. 10.2 del
modelo indio; Art. VIII del modelo turco; Art. X.2 del modelo colombiano; Art. 9.2 del modelo sueco;
Art. 10.2 del modelo finlandés; Art. 8 (2) del modelo sudafricano; Art. 11.2 del modelo croata.
10
Como un “razonable plazo de tiempo” (Art. 12.1 del modelo neerlandés); o que se resuelva “tan pronto
como sea posible” (Art. 9.1 del modelo alemán).
11
Iniciado el procedimiento arbitral por el inversor chileno ante un tribunal arbitral constituido al amparo
de las reglas arbitrales CIADI, el 7 de agosto de 2003 Perú presentó ante dicho tribunal una solicitud de
-5-
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
ante la CPA una solicitud de arbitraje contra los Estados Unidos de América debido a
ciertas cuestiones en disputa surgidas del APPRI celebrado entre ambos Estados (1993),
y específicamente de la interpretación y la aplicación del párrafo 7 del Art. II de dicho
tratado, no resueltas mediante consultas. La solicitud de arbitraje interestatal tuvo como
fundamento la cláusula compromisoria prevista en el Art. II (1) del APPRI en cuestión,
sustanciándose el arbitraje conforme a las reglas CNUDMI. Este arbitraje plantea la
cuestión de si un Estado puede emitir una declaración unilateral acerca del significado
de una disposición de un APPRI y, ante el silencio del otro Estado o su negativa a
negociar sobre esa declaración, aquel puede acudir a un tribunal arbitral para que haga
una interpretación “autoritativa” del tratado12.
suspensión de los procedimientos alegando que la “solicitud de arbitraje de las Demandantes [estaba] (…)
siendo objeto de una controversia concurrente entre Estados”, interpretando que el arbitraje interestatal
debía tener prioridad frente al arbitraje inversor-Estado. El tribunal, tras escuchar los argumentos de
ambas partes referentes a la solicitud de suspensión formulada por Perú, concluyó que no se habían
cumplido las condiciones para suspender las actuaciones, declinando así la suspensión del procedimiento
arbitral solicitada por Perú: Empresas Lucchetti, S.A., y Lucchetti Perú, S.A. c. Perú (Caso CIADI Nº
ARB/03/4, Laudo sobre Jurisdicción de 7-2-2005, párs. 7-9).
12
Arbitraje según el Tratado entre los Estados Unidos de América y la República del Ecuador sobre
Promoción y Protección Recíproca de Inversiones y el Reglamento de Arbitraje de la CNUDMI (1976)
entre Ecuador y Estados Unidos, http://www.pca-cpa.org. En su contestación a la demanda EEUU alegó
que, insatisfecho con el resultado de un arbitraje de inversión entre dos inversionistas de EEUU contra
Ecuador (Chevron Corp. y Texaco Petroleum Co. c. Ecuador, CNDUMI, Laudo parcial de 30-3-2011, en
http://ita.law.uvic.ca/documents/ChevronTexacoEcuadorPartialAward.PDF.), Ecuador pretendía obligar a
Estados Unidos a someter el significado del Art. II (7) a un nuevo arbitraje ante un tribunal distinto.
Después de que el tribunal inversor-Estado dictó su laudo parcial sobre los fundamentos del caso,
Ecuador envió a EEUU una nota diplomática para señalar su desacuerdo con ciertos aspectos del laudo
parcial, en la que incluía la declaración unilateral de Ecuador sobre el significado correcto del Art. II (7).
La nota diplomática indicaba que, si EEUU no confirmaba el contenido de la declaración sobre la
interpretación unilateral de Ecuador acerca del Art. II (7), “se debe considerar que existe una controversia
no resuelta” entre ambos Estados en virtud del tratado. En cambio, para EEUU ninguna de las partes en el
tratado está obligada a aceptar la declaración unilateral de la otra parte acerca del significado de una
disposición del tratado, ni siquiera a responder a ella, so pena de ser llevada ante un tribunal arbitral, pues
ello desarticularía el fundamento de los mecanismos de solución de disputas inversor-Estado. Por lo tanto,
para EEUU no puede haber ninguna controversia de acuerdo con el Art. VII del tratado, ni esta
disposición crea una jurisdicción consultiva que permita que los inversores o los Estados puedan plantear
cuestiones legales a terceras partes para obtener interpretaciones “autoritativas”; ni tampoco establece un
mecanismo de apelación que permita recusar la corrección de un laudo desfavorable emitido por un
tribunal de inversiones constituido conforme al Art. VI del tratado.
13
Art. 13.1 del modelo iraní; Art. X.3 del modelo colombiano.
-6-
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
presidente es una garantía generalizada en los distintos textos bilaterales, también se han
incorporado otros elementos que afectan a la cualidad de árbitro, como exigir que los
árbitros posean una determinada cualificación técnica y/o una conducta personal que se
adecue a ciertos códigos éticos. Así, al calor de la influencia del Art. 2010.1 del
TLCAN, el Art. 48.5 del modelo canadiense exige, por un lado, que los árbitros sean
expertos o, al menos, tengan experiencia en materia de Derecho Internacional Público
(DI Público), comercio internacional o de DI de las Inversiones; y, por otro, que sean
independientes de las partes y cumplan con un código de conducta previamente
establecido14.
Para evitar que la actitud obstruccionista o dilatoria de cualquiera de las partes pudiera
obstaculizar ab initio el procedimiento arbitral, es habitual que se dispongan cláusulas
de salvaguardia destinadas a garantizar la selección de los árbitros y la constitución del
órgano arbitral ante cualquier eventualidad. En este sentido, existe una gran
uniformidad en los distintos modelos a través de una fórmula que ha tenido gran
acogida en las disposiciones de solución de controversias. En efecto, si una de las partes
no hubiera designado su árbitro en un plazo determinado, dicho árbitro será designado,
a petición de la otra parte contratante, por una autoridad internacional. El mismo
mecanismo se aplica si los dos árbitros no alcanzan un acuerdo para elegir al presidente
en un plazo determinado a partir de la designación de los dos primeros15.
-7-
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
antiguo que no sea nacional de ninguna de las partes contratantes16. En cambio, los
modelos de los Estados norteamericanos prefieren atribuir las labores designadoras al
Secretario General del CIADI, como hace el reciente modelo de APPRI estadounidense,
revisado en 201217. Menos frecuente es confiar la designación de los árbitros al
Secretario General de las Naciones Unidas o, si éste posee la nacionalidad de una de las
partes, al Secretario General adjunto más antiguo que no tenga la nacionalidad de
ninguna de ellas, opción que recoge el Art. 10 del modelo francés y que también fue
seguida por la política convencional española a comienzos de la década de los noventa,
preferentemente con los Estados ex socialistas18; o, incluso, al Secretario General de la
CPA, como prevé el Art. 20.7 del borrador de modelo noruego.
Los modelos suelen regular los aspectos concernientes al procedimiento arbitral con
gran uniformidad. No obstante, pese a la similitud de las cláusulas, algunos de sus
elementos difieren en relación con aspectos tales como las reglas de arbitraje; el derecho
aplicable al fondo; el plazo para la constitución del órgano arbitral; la forma de repartir
gastos y costes y la relación entre el arbitraje interestatal y el arbitraje de inversiones.
16
Art. 10 del modelo alemán; Art. 12.4 del modelo neerlandés; Art. 10 del modelo finés; Art. VIII del
modelo turco; Art. 9.4 del modelo suizo; Art. 9.4 del modelo chileno; Art. 25.4 del modelo chino; Art. 9.4
del modelo británico; Art. 10.4 del modelo danés; Art. 10.4 del modelo griego; Art. 13 del modelo iraní;
Art. 20 del modelo austriaco; Art. X.4 del modelo colombiano; Art. 11.4 del modelo croata; Art. 9.4 del
modelo de Burundi; Art. 9.4 del modelo de Perú; Art. 8 (4) del modelo sudafricano; Art. 8.4 del modelo
malayo.
17
Art. 37 del modelo estadounidense y Art. 48.4 del modelo canadiense.
18
En concreto, en el APPRI de primera generación concluido con la Unión Soviética, que muestra una
preferencia por el Secretario General de Naciones Unidas como autoridad nominadora (Art. 9.4), y que
todavía se encuentra en vigor para los siguientes Estados ex socialistas: Armenia, Azerbaiyán,
Bielorrusia, Georgia, Kirguizistán, Rusia, Tajikistán y Turkmenistán (BOE 17-12-1991). También se
recoge en el Art. 9.4 del APPRI celebrado con la República Checa y con Eslovaquia (BOE 7-2-1992); así
como el Art. 10.4 del APPRI celebrado con la República Dominicana (BOE 22-11-1996) y el Art. X.4 del
APPRI celebrado con Ecuador (BOE 10-4-1998).
19
“El tribunal arbitral deberá determinar su propio procedimiento”, dice el Art. 48.7 del modelo
canadiense; Art. 12.2 del modelo neerlandés; Art. 9.6 del modelo suizo; Art. 9.6 del modelo sueco; Art.
10.5 del modelo indio. Una variante de este sistema se recoge en el Art. VIII.5 del modelo turco que
dispone que, si el tribunal no acuerda con las partes las reglas de procedimiento tres meses después de la
elección de su presidente, podrá requerir al Presidente de la CIJ para que las determine teniendo en cuenta
las reglas de arbitraje generalmente admitidas.
20
Art. 37.1 del modelo estadounidense. Alternativa que recoge el Art. 27.3 (f) del Tratado sobre la Carta
de la Energía.
-8-
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
Facultativas de Arbitraje de la CPA para las controversias entre Dos Estados, como
prevén los Arts. 21.2 del modelo austriaco y 20.1 del modelo noruego.
Por lo general, los modelos de APPRI se ocupan de la asignación de los costes y gastos
del procedimiento arbitral mediante la siguiente regla básica: cada parte correrá con los
gastos del árbitro por ella designado y los relacionados con su representación en los
procedimientos arbitrales, si bien los demás gastos incluidos los honorarios del
presidente serán sufragados por partes iguales, a menos que el tribunal determine otra
cosa23. Junto a esta regla básica, es frecuente que el tribunal tenga la facultad de asignar
21
Art. 12.5 del modelo neerlandés.
22
Art. 9.6 del modelo chileno o Art. 21.1 del modelo austriaco. Sobre esta cuestión hay variaciones
terminológicas en los distintos modelos, pues mientras algunos se refieren únicamente a “las
disposiciones del Acuerdo y las reglas de DI aplicables” (Art. 30.1 del modelo estadounidense; Art. 11.6
del modelo croata), otros aluden “a las disposiciones del APPRI y los principios de derecho internacional
aplicables a la cuestión” (Art. X.5 del modelo colombiano); o “al acuerdo y los principios de Derecho
internacional” (Art. 8 (5) del modelo sudafricano; Art. 27 del modelo chino).
23
Art. 9.5 del modelo alemán; Art. 48.8 del modelo canadiense; Art. 10.5 del modelo indio; Art. VIII.7
del modelo turco; Art. 9.6 del modelo sueco; Art. 10.5 del modelo finlandés; Art. 23 del modelo
austriaco; Art. 10.7 del modelo croata. En cambio, el modelo colombiano establece que todos los gastos
del procedimiento se sufragarán por partes iguales (Art. X.6).
-9-
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
una mayor proporción de los gastos a una de las partes24; por ejemplo, si considera que
una parte ha contribuido con su conducta a retrasar el procedimiento arbitral
ocasionando una serie de gastos adicionales que deben correr de su cuenta. No obstante,
sorprende la detallada regulación del reparto de costes y gastos en el caso del arbitraje
interestatal en comparación con la nula atención que dedican a esta cuestión las
disposiciones procesales que regulan el arbitraje inversor-Estado.
La relación entre las disposiciones que regulan el arbitraje inversor-Estado y las que se
ocupan del arbitraje entre Estados se manifiesta en el tipo de cuestiones que pueden
someterse a ambos tipos de arbitraje, con el fin de evitar que estos métodos de solución
se solapen. Siguiendo la pauta que establece el Art. 27 del Convenio CIADI, que
dispone la exclusividad del arbitraje inversor-Estado frente a cualquier otro
procedimiento (incluido el arbitraje interestatal), el Art. 19.2 del modelo austriaco
recoge y precisa dicha exclusividad cuando prohíbe que las partes contratantes puedan
iniciar el arbitraje interestatal si la controversia relativa a la violación de los derechos
del inversor ha sido sometida previamente al arbitraje de inversiones, salvo en el caso
de que la otra parte no haya ejecutado o cumplido el laudo. Una disposición similar se
recoge en el Art. 11.7 del APPRI celebrado entre España y Uruguay, si bien la
prohibición en este tratado es más amplia pues el mandato de abstención se extiende a
iniciar cualquier “reclamación internacional”25.
Otros modelos tratan de impedir que los Estados puedan iniciar el arbitraje interestatal
si la controversia en cuestión ya ha sido sometida previamente al arbitraje inversor-
Estado y mientras está sub iudice. Así, el Art. VIII.8 del modelo turco dispone que:
Una cláusula de este tipo se recoge en el Art. X.8 del APPRI celebrado entre España y
Turquía (1995)26, y desde luego puede resultar útil para determinar la precedencia de
una u otra vía arbitral en caso de concurrencia de procedimientos arbitrales sobre la
misma controversia, como sucedió en el Caso Lucchetti c. Perú27.
24
Art. 37.3 del modelo estadounidense; Art. 48.4 del modelo canadiense; Art. VII.7 del modelo turco;
Art. 13.3 del modelo iraní; Art. 8.5 del modelo malayo.
25
BOE 27-5-1994. En concreto, el precepto establece que: “Las Partes Contratantes se abstendrán de
promover reclamaciones internacionales respecto a una controversia sometida a arbitraje o al Tribunal
competente de la Parte Contratante en cuyo territorio fue hecha la inversión, a menos que las partes en la
controversia no hayan ejecutado o cumplido con la sentencia o laudo pronunciado en esa controversia”.
26
BOE 24-3-1998.
27
Empresas Lucchetti, S.A.…, (Caso CIADI Nº ARB/03/4, Laudo sobre Jurisdicción de 7-2-2005, párs. 7-
9). G. SACERDOTI se pronunció hace tiempo de manera favorable a la precedencia de las cláusulas de
- 10 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
Otra alternativa consiste en excluir del arbitraje interestatal determinadas medidas que
afectan a sectores que el Estado considera de vital interés (medio ambiente, relaciones
laborales) como prevé el Art. 37.5 del modelo de APPRI estadounidense28, siguiendo un
esquema parecido al que establece el Art. 27 del Tratado sobre la Carta de la Energía29.
Siguiendo la tendencia de las cláusulas que buscan promover una mayor transparencia
en el arbitraje de inversiones, algunos modelos han optado por extender esta posibilidad
al mecanismo de solución de controversias entre Estados. Así, el Art. 37.4 del modelo
estadounidense admite que las obligaciones sobre transparencia procesal y la
participación de terceros en el procedimiento arbitral serán aplicables al arbitraje
interestatal, señalando al respecto que:
En consecuencia, este modelo nacional requiere que las partes contratantes pongan a
disposición del público ciertos documentos procesales, incluyendo la notificación de
arbitraje, las memorias, la transcripción de las audiencias y la sentencia arbitral.
solución de controversias inversor-Estado debido a su especialidad, señalando que: “In the view of the
specific function of the host State-foreign investor dispute settlement mechanism, that to provide a direct
impartial third-party settlement procedure for the aggrieved investor, this mechanism should, in our
opinion, prevail over the interestate arbitration when specific instances of treatment of an individual
investor are at issue”: “Bilateral Treaties and Multilateral Instruments on Investment Protection”, Recueil
des Cours, t. 269 (1997), 251-460, p. 436. La cursiva es añadida.
28
Este precepto excluye también del mecanismo general de solución de controversias entre las partes
contratantes las medidas que puedan afectar a los Artículos 12 (Inversiones y medio ambiente) y 13
(Inversiones y Derecho del trabajo).
29
En este sentido, puede verse el trabajo de WÄLDE, T.W., “Investment Arbitration Under the Energy
Charter Treaty – From Dispute Settlement to Treaty Implementation”, Arbitration International, vol. 12,
nº 4 (1996), 429-466, que explica la exclusión de las controversias medioambientales (Art. 6) del arbitraje
interestatal al entender que los negociadores del Tratado “did not wish to use this Treaty to operate
inadvertently as an avenue to facilitate environmental interventionism and allow status to sponsor
environmental complaints against other member status”, p. 440.
- 11 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
Otra de las innovaciones se refiere a los servicios financieros. Como los servicios
financieros son objeto de una especial regulación y suelen estar sometidos a
mecanismos de supervisión por agencias estatales especializadas, el modelo canadiense
dispone que cuando se trate de una controversia relativa a servicios financieros el
tribunal arbitral que conozca de la misma deberá poseer una cualificación específica en
este sector31.
Por otro lado, si bien la generalidad de los textos bilaterales suelen detallar en sus
disposiciones procesales que la decisión del tribunal arbitral será final y definitiva, no es
frecuente que contengan previsiones que aborden la situación en la que una de las partes
no acate o deje de cumplir el laudo arbitral. En este sentido, el Art. 48.9 del modelo
canadiense prevé que, tras la decisión del órgano arbitral, las partes deben acordar en un
plazo de 60 días la manera en la que se implementa la decisión arbitral. Si una de las
partes no cumple con el laudo, la otra parte tiene la facultad para compensar o suspender
beneficios económicos por un valor equivalente al otorgado por el órgano arbitral.
30
Art. 38 del modelo canadiense.
31
En concreto, el Art. 48.6 del modelo canadiense establece que:
“Where a Party claims a dispute involves measures relating to financial institutions, or to investors or
investments of such investors in financial institutions, then
(a) where the disputing Parties are in agreement, the arbitration shall, in addition to the criteria set
out in paragraph 5, have expertise or experience in financial services or practice, which may
include the regulation of financial institutions; or
(b) where the disputing Parties are not in agreement,
(i) each disputing Party may select arbitrators who meet the qualifications set out in
subparagraph (a), and if the complained against invokes Articles 14 (6) or 17, the chair of the
panel shall meet the qualifications set out in subparagraph (a).
- 12 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
“Any dispute concerning investment between an investor of one Contracting Party and
the other Contracting Party shall, is possible, be settled amicably” (cursiva añadida)34.
Siguiendo el enfoque del Art. 25.4 del Convenio CIADI, que permite a los Estados
partes discriminar las clases de controversias que aceptan someter al CIADI, otros
32
Vid. el Art. 7 del modelo francés; Art. 9 del modelo indio; Art. 10 del modelo alemán; Art. IX del
modelo colombiano; Art. 8 del modelo británico; o el Art. 10 del modelo griego.
33
Vid. los Arts. 23-36 del modelo estadounidense; y los Arts. 20-47 del modelo canadiense.
34
A tal fin, los modelos utilizan varias fórmulas que flexibilizan el concepto de controversia en materia
de inversiones, tales como “arising directy” (el Art. 9.1 del modelo finés) “concerning investments” (Art.
10 del modelo alemán); “with respect to investments” (Art. 8.1 del modelo suizo); “in connection with”
(Art. VII modelo turco); “any investment dispute” (Art. 10.1 del modelo croata). Por su parte, el Art. 7.1
del modelo de Malasia concibe el consentimiento al arbitraje (o a la conciliación) en el marco del CIADI
en términos muy genéricos, pues la sumisión al arbitraje se proyecta sobre las controversias que surjan en
relación con una obligación referente a una inversión o a una supuesta violación de cualquier derecho
conferido por el Acuerdo respecto a una inversión.
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[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
Por su parte, en los últimos años han surgido modelos que exigen, como condición
adicional, que el inversor haya sufrido una pérdida o daño a causa de la violación de una
obligación del tratado. Este enfoque requiere de tres elementos: primero, que se presente
una reclamación invocando un presunto incumplimiento de las obligaciones previstas en
el tratado; segundo, la existencia de una pérdida o daño para el inversor; y tercero, un
vínculo causal entre ambos35. La exigencia de esta condición supone una restricción que
puede afectar al accionista minoritario, que sólo podrá reclamar cuando exista una
pérdida o daño cierto.
El modelo seguido tanto por Estados Unidos como por Canadá en relación con la
delimitación del alcance del consentimiento al arbitraje de inversiones responde a un
mismo patrón. Respecto al alcance ratione materiae, el Art. 24.1 del modelo
estadounidense señala que el arbitraje se aplica a las controversias no resueltas mediante
consultas y negociaciones que se refieran a tres supuestos: a) la violación de cualquier
obligación conforme a los Artículos 3 a 10 del tratado36; b) la violación de una licencia
de inversión; c) o el incumplimiento de un acuerdo de inversión. En cualquiera de las
tres situaciones, el inversor ha de demostrar que ha sufrido un daño o pérdida a causa
del incumplimiento del Estado. Más escueto es el modelo canadiense, cuyo Art. 22
restringe el arbitraje inversor-Estado a las controversias en las que un inversor reclame
que la otra parte contratante ha violado ciertas obligaciones establecidas en el tratado,
siempre que dicho incumplimiento haya causado al inversor una pérdida o daño en su
inversión, restricción que también se recoge en el Art. X.12 del modelo colombiano.
35
Véase el Art. 11 del modelo austriaco en virtud del cual: “This Part applies to disputes between a
Contracting Party and a investor of the other Contracting Party concerning an alleged breach of an
obligation of the former under this Agreement which causes loss or damage to the investor or his
investment”. Cursiva añadida. Véase también el Art. 15.1 del borrador del modelo noruego.
36
En concreto, ha de tratarse de un incumplimiento de las obligaciones de trato justo, cláusula de la
nación más favorecida (NMF), estándar mínimo de trato, expropiación, transferencia, ejecución de
requerimientos, gestión a cargo de consejos de dirección, y adopción de leyes y decisiones referentes a las
inversiones.
- 14 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
Casi todos los modelos de APPRI prevén cláusulas que condicionan la activación del
arbitraje inversor-Estado a la satisfacción previa de ciertas condiciones procesales37. En
efecto, los Estados también pueden establecer condiciones al consentimiento tales
como, por ejemplo, la prioridad de la solución amistosa de la controversia, el
agotamiento de los recursos internos, o la revisión administrativa del acto que pretende
ser impugnado en sede arbitral por el inversor extranjero.
37
Resulta excepcional la previsión del Art. 9 del modelo neerlandés, que prevé que las partes podrán
acudir directamente a los órganos del CIADI (conciliación/arbitraje), sin exigir el agotamiento de
negociaciones y/o consultas previas.
38
El “plazo de espera” para resolver la controversia de manera amistosa, normalmente a través de
negociaciones y consultas, oscila entre los 3 meses (Art. 8 (1) modelo del Reino Unido; Art. 9.2 del
modelo finés; Art. 7.3 (a) del modelo malayo) hasta el más común de 6 meses (Art. 24.2 del modelo
chino; Art. 10.2 del modelo alemán; Art. 8 del modelo suizo; Art. 9 del modelo indio; Art. 7 del modelo
francés; Art. 10.2 del modelo croata; Art. VII del modelo turco; Art. 24 (3) del modelo estadounidense;
Art. 26.1 (a) del modelo canadiense; Art. 12.2 del modelo iraní; Art. IX.4 del modelo colombiano, que
habla de 180 días). Por tanto, resulta excepcional el plazo de 60 días para llegar a un acuerdo amistoso
que prevé el Art. 12.2 del modelo austriaco.
39
SCHREUER, C., “Travelling the BIT Route, Of Waiting Periods, Umbrella Clauses and Forks in the
Road”, Journal of World Investment & Trade, vol. 5 (2004), n.2, 231-256, pp. 231-232.
40
Ronald S. Lauder c. República Checa (Caso CNUDMI, Laudo Final de 3-09-2001, pár. 187). A la
misma conclusión llegó el tribunal en el Caso SGS Société Générale de Surveillance c. Pakistán (Caso
CIADI Nº ARB/01/13, Laudo sobre Jurisdicción de 6-8-2003, pár. 80).
- 15 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
al entender que los plazos de espera no son “requisitos de procedimiento” sino una
condición de naturaleza jurisdiccional cuyo incumplimiento genera consecuencias
procesales a los efectos de establecer la competencia del tribunal arbitral. Así, en el
reciente Caso Murphy Exploration and Production Company International c. Ecuador,
el tribunal arbitral se pronunció respecto a la observancia del plazo de seis meses
concedido a las partes para resolver la controversia mediante consultas y negociaciones
antes de recurrir al arbitraje, señalando al respecto que:
“This Tribunal finds the requirement that the parties should seek resolve their dispute
through consultation and negotiation for a six-month period does not constitutes, as
Claimant and some tribunals have stated, `a procedural rule´ or a `directory and
procedural´ rule which can or cannot be satisfied by the concerned party. To the
contrary, it constitutes a fundamental requirement that Claimant must comply with,
compulsorily, before submitting a request for arbitration under the ICSID rules” 41.
41
Caso CIADI Nº ARB/08/04, Laudo sobre Jurisdicción de 15-12-2010, pár. 149. En el Caso Enron c.
Argentina el tribunal declaró que el plazo de espera de seis meses previsto en el APPRI entre Argentina y
Estados Unidos de América (1991) había sido satisfecho en el caso particular, si bien aprovechó para
subrayar que el plazo de espera era una condición de naturaleza jurisdiccional cuyo incumplimiento
podría determinar la falta de competencia del tribunal: Enron Corporation & Ponderosa Assets, L.P., c.
Argentina (Caso CIADI Nº ARB/01/03, Laudo sobre Jurisdicción de 14-1-2004, pár. 88).
42
Véase STEINGRUBER, A.M., Consent in International Arbitration, Oxford University Press, 2012, p.
196.
43
Vid. PASCUAL VIVES, F.J., “El arbitraje de inversiones en los recientes APPRI españoles”, Revista
Electrónica de Estudios Internacionales, nº 18 (2009), 1-30, p. 15.
44
Este procedimiento no se regula de manera completamente uniforme, pues en el Art. 25 del modelo
canadiense se establece que las consultas entre las partes deben celebrarse, salvo que medie otro acuerdo
entre ellas, durante los treinta días posteriores a la notificación de la intención de someter la controversia
a arbitraje, en la capital del Estado receptor de la inversión. El modelo estadounidense, por el contrario,
no impone tal límite en su Art. 24. En cambio, los dos modelos coinciden en exigir que, para solicitar el
arbitraje, transcurran al menos seis meses desde que tuvieron lugar los hechos que originaron la
controversia. Asimismo, también concuerdan al imponer un período mínimo de noventa días, entre la
notificación de la intención y la solicitud de arbitraje. Por último, el Art. 26 de ambos modelos establece
- 16 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
En general, los modelos favorecen el acceso a la vía arbitral sin condicionar el recurso
al arbitraje de inversiones al agotamiento previo de los recursos internos del Estado
receptor, evitando así la incertidumbre que genera en el inversor el recurso a la
jurisdicción interna del Estado receptor. Por ello, los modelos publicados en las dos
últimas décadas suelen disponer que, si la controversia no se resuelve mediante
negociaciones el inversor podrá someterla, a su discreción, al arbitraje ante cualquiera
de las instancias arbitrales dispuestas en el tratado, sin que sea necesario agotar los
recursos internos del Estado receptor (Art. 7 del modelo francés)47. Ello no obstante, los
Estados pueden conservar ciertas facultades para exigir que el inversor extranjero, antes
un límite temporal al consentimiento al arbitraje, pues prevé un plazo máximo de tres años para solicitar
el arbitraje, a contar desde que el inversor tuvo conocimiento del incumplimiento del APPRI.
Otros modelos también establecen límites temporales para iniciar el arbitraje, que oscilan entre los tres
años desde que el inversor conoció o pudo conocer la violación del tratado y el daño o pérdida ocasionada
(Art. 22 del modelo canadiense; Art. X.10 del modelo colombiano); o los cinco (Art. 12.2 del modelo
austriaco) o diez años (Art. 15.4 del borrador de modelo noruego) desde que el inversor conoció los
hechos que motivaron la controversia.
45
En primer lugar, el inversor debe comunicar a la otra parte contratante su intención de someter la
controversia a arbitraje dentro de ciertos plazos. Según el Art. 24.2 del modelo estadounidense, al menos
con 90 días de antelación a la presentación de la reclamación, el demandante deberá notificar por escrito
al demandado su intención de iniciar un arbitraje, especificando en su escrito los siguientes aspectos: el
nombre y la dirección del demandado y, en su caso, de la empresa en cuya representación actúa; para
cada reclamación, la disposición del tratado, la licencia de inversión o el acuerdo de inversión
supuestamente violado; los fundamentos fácticos y jurídicos de cada reclamación y el importe
aproximado de los daños reclamados. En segundo lugar, el inversor debe otorgar por escrito su
consentimiento al arbitraje haciendo expresa la renuncia a su derecho a iniciar o continuar los
procedimientos ante los tribunales internos, o a cualquier otro método de solución de controversias (Art.
26.2 (b) del modelo estadounidense; Art. 26.3 del modelo canadiense).
46
Esta exigencia de notificación escrita también se recoge en el Art. 9.1 del APPRI celebrado por España
con Perú (BOE 8-3-1996), y de manera más detallada en el Art. IX del APPRI celebrado con México. En
el Caso Renta 4 se realizaron algunas interesantes precisiones al deber de notificar de “forma detallada”
que corresponde al inversor extranjero. El tribunal arbitral encargado de resolver la fase de competencia
no atendió de los argumentos expresados por la Federación Rusa, que había objetado la idoneidad de la
comunicación presentada por los demandantes, pues la consideraba carente del suficiente detalle exigido
por el Art. 10.1 del APPRI celebrado con España, y precisó que, ante una notificación poco detallada de
la controversia, correspondía al Estado receptor requerir al inversor que precisara su contenido: “the
notion that the host State could simple cross its arms and disregard any communications which it deems
to be formally insufficient is hardly consonant with the attitude to be expected of a government which has
encouraged foreign investors”: Renta 4 S.V.S.A. y otros c. Rusia (Caso CCE Nº 24/2007, Laudo sobre
objeciones preliminares de 20-3-2009, pár. 151).
47
Art. 8.2 del modelo sueco; Art. VII.2 del modelo turco; Art. 10.2 del modelo alemán. Algunos modelos
prevén que la controversia se someta a los órganos del CIADI (conciliación/arbitraje), ya sea mediante
acuerdo de las partes (Art. 9 modelo neerlandés) o a elección del inversor (Art. 8.2 del modelo suizo).
- 17 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
Asimismo, en el contexto de las distintas opciones que ofrecen los modelos de APPRI
en materia de solución de controversias inversor-Estado, se advierte una progresiva
contracción del ámbito de aplicación de la “doctrina Maffezini” (que en un principio
permitía aplicar la cláusula de la nación más favorecida a las disposiciones procesales o
adjetivas de los APPRI, con el propósito de sortear las disposiciones que obligaban a
litigar en el foro antes de iniciar un arbitraje de inversión). Así, tanto en el Art. 4.3 del
modelo de China como del borrador de modelo noruego se expresa con claridad esta
restricción al disponer ambos preceptos que: “For greater certainty, treatment referred to
in paragraph (1) [Cláusula de la Nación Más Favorecida] does not encompass dispute
resolution mechanisms provided for in this Agreement or other International
Agreements”. También los modelos canadiense y estadounidense emplean una
redacción de la cláusula de NMF que pretende interpretar de manera restrictiva su
alcance y eludir así la invocación de la referida “doctrina Maffezini”49.
Una de las fórmulas que permiten acotar la elección de la sede arbitral es la cláusula de
opción irrevocable, denominada también fork in the road, que tiene por objeto investir
con carácter definitivo la elección del foro realizada por el inversor. Esta técnica ofrece
al inversor la posibilidad de someter la controversia al tribunal interno competente del
Estado huésped o al arbitraje internacional, si bien la relación entre los distintos
procedimientos – interno o internacional – se plantea en términos excluyentes. Es decir,
si el inversor elige acudir a los tribunales internos del Estado receptor decae en su
derecho a iniciar el arbitraje internacional y viceversa, por lo que la elección inicial de
una u otra vía será definitiva. El lenguaje empleado en el Art. IX.7 del modelo
colombiano deja claro la incompatibilidad entre ambos métodos de solución de
controversias cuando señala que:
“Once the investor has submitted the dispute to either a competent tribunal of the
Contracting Party in whose territory the investment has been admitted or any of the
arbitration mechanisms stated above, the choice of the procedure shall be final”50.
48
El modelo colombiano establece la obligación de agotar los recursos internos de naturaleza
administrativa de la parte contratante, si bien el agotamiento de esta vía nunca excederá de los seis meses
como condición para someter la controversia al arbitraje internacional o a los tribunales del Estado
huésped, a elección del inversor (Art. IX.1); y Art. 16.1 (b) del modelo de China.
49
Según el Art. 4 de ambos modelos la obligación de conceder un trato de NMF sólo se limitará a “lo
referente al establecimiento, adquisición, expansión, administración, conducción, operación, venta u otra
disposición de inversiones”.
50
Véase también el Art. 8.3 del modelo peruano; Art. 9 (2) del modelo de China; o el Art. 10 (2) (b) del
modelo croata, que establece que el consentimiento al arbitraje (o la conciliación) en el marco del CIADI,
o conforme a las normas CNUDMI, conlleva la renuncia implícita al agotamiento de los recursos internos
de naturaleza judicial o administrativa. Esta técnica también se recoge en la práctica convencional
- 18 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
Otra técnica que persigue el mismo efecto que la cláusula anterior condiciona el recurso
al arbitraje internacional a que el inversor extranjero renuncie expresamente a iniciar o
desista continuar el procedimiento ante los tribunales nacionales del Estado receptor.
Los modelos canadiense y estadounidense, por ejemplo, prevén esta renuncia expresa a
la jurisdicción estatal (“waiver”) en un enunciado que trae causa del Art. 1121.1.b) del
TLCAN. En efecto, el Art. 26.1 (e) del modelo canadiense establece como condición
previa al arbitraje que el inversor, ya sea actuando en su propio nombre o en
representación de una sociedad local constituida conforme al derecho interno de la otra
parte, renuncie a su derecho a iniciar o desista continuar su reclamación ante los
tribunales judiciales o administrativos previstos de conformidad con el derecho interno
de las partes, o ante cualquier otro procedimiento52. La renuncia a cualquier otro
procedimiento debe acompañar a la solicitud de iniciación de un procedimiento arbitral
y se ha de formalizar en un documento específico53, cuya ausencia determina incluso la
nulidad del consentimiento arbitral (Art. 26.5 del modelo canadiense)54.
Otros modelos configuran el arbitraje internacional como vía subsidiaria, una vez
agotados sin éxito por el inversor los recursos internos disponibles o cualquier otro
método convenido, exigiendo al tiempo la renuncia expresa a continuar el
procedimiento ante los tribunales nacionales. Por ejemplo, el Art. 15.3 del borrador de
modelo noruego prevé que las partes consientan de antemano que la controversia sea
sometida al arbitraje internacional conforme al CIADI, condicionado a que se cumplan
los siguientes requisitos: a) que las partes no logren un acuerdo en un plazo de 36 meses
española, precisamente en el APPRI celebrado entre España con Colombia (Art. 10.8) (BOE 12-9-2007);
China (Art. 9.2) (BOE 8-7-2008); Chile (Art. 10.2) (BOE 19-3-94) y Túnez (Art. 11.3) (BOE 20-7-94).
51
Enron Corp & Ponderosa Assets…, (Caso CIADI Nº ARB/01/03, Laudo sobre Jurisdicción de 14-1-
2004, párs. 97-98); Pan American Energy LLC, y BP Argentina Exploration Company c. Argentina (Caso
CIADI Nº ARB/03/13, Decisión sobre las Excepciones Preliminares de 27-7-2006, párs. 155-157); LG&E
c. Argentina (Caso CIADI Nº ARB/02/01, Laudo sobre Jurisdicción de 30-4-2004, párs. 75-76). En
consecuencia, el arbitraje internacional quedará vedado solamente cuando una “idéntica” controversia
haya sido sometida por las mismas partes ante los tribunales internos: SCHREUER, C., “Travelling the
BIT Route, Of Waiting Periods…”, loc. cit., p. 248.
52
Esta tendencia tiene reflejo en la práctica convencional de México, Estado también parte en el TLCAN,
como revela el Art. X.5 y 6 del APPRI celebrado con España.
53
“Art. 26.3. A consent and waiver required by this Article shall be in the form provided for in Annex
C.26, shall be delivered to the disputing Party and shall be included in the submission of a claim to
arbitration”.
54
Del mismo modo, el Art. 26.2 (b) del modelo estadounidense. Como señala A.R. PARRA, la práctica
convencional de Estados Unidos en materia de arbitraje se caracteriza por limitar el consentimiento al
arbitraje de inversiones a las controversias que no hayan sido sometidas a los tribunales internos para
evitar decisiones inconsistentes entre distintos tribunales pues “BIT´s of the United States take this
approach to avoid inconsistent decisions of the same dispute by local judicial or administrative tribunals
on the one hand and arbitral tribunals on the other hand”: “Provisions on the Settlement of Investment
Disputes in Modern Investment Laws, Bilateral Investment Treaties and Multilateral Instruments on
Investment”, ICSID Review Foreign Investment Law Journal, vol. 12, n. 2 (1997), 287-364, pp. 334-335.
- 19 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
desde que fue sometida a los tribunales internos, una vez agotados los recursos
administrativos; b) o bien no hubiera un recurso interno disponible; y c) el inversor
renuncie clara e inequívocamente al derecho a continuar con el procedimiento ante los
tribunales nacionales del Estado receptor. Por tanto, la vía del arbitraje internacional
resulta subsidiaria al agotamiento de los recursos internos, pues sólo se puede activar
después de haber expirado el plazo para resolver la controversia ante los tribunales
nacionales55. No obstante, no se advierten los beneficios de este tipo de cláusulas cuyo
principal efecto es alargar la solución de la controversia creando costes y gastos
adicionales a las partes.
Una vez que el inversor ha elegido el arbitraje de inversiones como foro para resolver la
controversia, surge la cuestión de saber si el arbitraje debería ser ad hoc o institucional
y, si se trata de este último, de la elección de la instancia que lo administre. En la última
década la tendencia en los modelos nacionales ha sido ofrecer a los inversores la
posibilidad de someter las controversias ante una diversidad de foros arbitrales. No
obstante, la instancia arbitral que los modelos ponen al servicio de los inversores
extranjeros se refiere habitualmente al arbitraje institucional conforme a las reglas del
CIADI, si bien casi todos ellos aluden igualmente al Reglamento del Mecanismo
Complementario para la administración de procedimientos por el Secretario del
CIADI56, alternativa aplicable cuando el Estado de la inversión no es parte del Convenio
CIADI o si el inversor es nacional de un Estado que no hubiera celebrado dicho
Convenio57. En menor medida, los modelos mencionan como posibles instancias
arbitrales las Reglas de Arbitraje de la CCI58 o las Reglas del Instituto de Arbitraje de la
Cámara de Comercio de Estocolmo (Art. 10 (2).4 del modelo alemán).
55
En rigor, se trata de la obligación de agotamiento de los recursos internos pues el plazo contemplado
(36 meses) se adecua al término medio que se suele necesitar para agotar todas las instancias internas.
56
Art. 8.2 del modelo suizo; Art. 8.2 (b) del modelo chileno; Art. 9 del modelo neerlandés; Art. 10.2 (b)
del modelo croata; Art. 9.2 (a) del modelo danés; Art. 9.2 (b) del modelo finés; Art. 8.2 del modelo sueco;
Art. 11 del modelo alemán; Art. 7 del modelo francés; Art. VII.2 (a) del modelo turco; Art. 8.2 (a) del
modelo británico; Art. 12.1 (c) del modelo austriaco; Art. 8.2 (b) del modelo peruano; Art. 27.1 (a) (b) del
modelo canadiense; Art. 8.3 (a) del modelo indonesio.
57
Véase los Arts. 2.a) y 3.2 del Reglamento del Mecanismo Complementario para la administración de
procedimientos por el Secretario del CIADI.
58
Art. 12 (1) (iv) del modelo austriaco; Art. 10.2 (b) del modelo croata; Art. 9.2 (d) del modelo danés.
59
Art. 12.1 (c) (iii) del modelo austriaco; Art. 9.2 (c) del modelo danés; Art. VII.2 (b) del modelo turco;
Art. 8.2 del modelo sueco; Art. 9.2 (d) del modelo finés; Art. 3 (b) del modelo indonesio; Art. 27.1(c) del
modelo canadiense; Art. 8 (2) del modelo británico; Art. IX.4.b del modelo colombiano.
- 20 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
60
Vid. el Art. 24.3.d) del modelo estadounidense; el Art. 12 (1) (b) del modelo austriaco. El Art. 27.2.d)
del modelo canadiense permite que sea una Comisión bilateral constituida para gestionar la aplicación y
la interpretación del APPRI quien determine el recurso a otro procedimiento arbitral distinto.
61
Este precepto reproduce casi literalmente lo previsto en el Art. 1120 del TLCAN.
62
Art. 8 (2) del modelo suizo; Art. 8 (2) del modelo sueco; Art. 7.3 (b) del modelo malayo; Art. 7 (3) del
modelo sudafricano.
63
El Art. 9 del modelo indio contempla la posibilidad de acudir al arbitraje institucional (CIADI o
Mecanismo Complementario) o, de manera subsidiaria, a un arbitraje ad hoc conforme a las normas
CNUDMI, en el supuesto de que las partes no logren una solución bien a través de los tribunales internos,
o bien se hubiera sometido la controversia a una conciliación CNUDMI y este procedimiento culminara
sin acuerdo entre las partes.
64
Vid. Art. 28 del modelo canadiense; Art. 25 del modelo estadounidense; y el Art. 10 (2) del modelo
alemán.
- 21 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
también un acuerdo escrito entre las partes en los términos que exige el Mecanismo
Complementario, el Art. 1 de las normas CNUDMI y el Art. II de la Convención de
Nueva York de 1958. En efecto, dicho precepto dispone lo siguiente:
“The consent given by each Contracting Party in paragraph (2) and the submission of
the dispute an investor under the said paragraph shall constitute the written consent and
written agreement of the parties to the dispute to its submission for settlement for the
purposes of Chapter II of the Washington Convention (Jurisdiction of the Centre) and
for the purpose of the Additional Facility Rules, Article of the UNCITRAL Arbitration
Rules and Article II of the New York Convention”65.
En otros casos, los modelos de APPRI contienen una oferta general de sumisión
anticipada al arbitraje para cualquier controversia futura, como sucede con el Art. 7 del
modelo francés66; o con el consentimiento “irrevocable” a cualquiera de los órganos
arbitrales – incluido el CIADI – al que se refiere el Art. IX.6 del modelo colombiano o
el Art. 10.2 (b) del modelo croata67. Así las cosas, nos parece que el reconocimiento
expreso del consentimiento al arbitraje en los modelos de APPRI, tal y como se prevé
en los modelos elaborados por Francia, Colombia o Croacia, resulta una opción
adecuada para reforzar la protección y la seguridad jurídica de las inversiones y, por
tanto, debería generalizarse en la práctica de los Estados.
Entre los distintos foros que se barajan en el arbitraje de inversiones una de las
alternativas es someter la controversia a un arbitraje ad hoc. Ahora bien, el arbitraje ad
hoc se podría frustrar si las partes no se ponen de acuerdo respecto al número o a la
selección de los árbitros, lo que podría paralizar el procedimiento arbitral en sus
orígenes. Para evitar este riesgo, los modelos suelen remitir a reglas arbitrales
preexistentes, especialmente las normas de la CNUDMI o las Reglas Facultativas de
arbitraje de la CPA para las controversias entre Dos Partes de las que solo una es un
Estado (1992)68. La opción procesal más frecuente es remitir la organización del
arbitraje a las normas de la CNUDMI, puesto que estas reglas ofrecen flexibilidad al
inversor para modificar el procedimiento en determinados aspectos69. Así, por lo que
65
Véase también el Art. 9.5 del modelo danés.
66
El Art. 7 del modelo francés dispone que: “If this dispute has not been settled within a period of six
months from de date on which it occurred by one of the parties to the dispute, it shall be submitted at the
request of either party to the arbitration of the International Centre of the Settlement of Investment
Disputes (ICSID)” (cursiva añadida). Esta misma redacción se mantiene en el Art. 9 del modelo
neerlandés; el Art. 8 (2) del modelo sueco; o el Art. 8 (1) del modelo del Reino Unido (versión
enmendada), que contiene una oferta general para someterse a la conciliación o al arbitraje CIADI.
67
Véase asimismo los Artículos 8.3 del modelo de Burundi y 13 (2) del modelo austriaco, que disponen
que el consentimiento al arbitraje implica la renuncia automática a exigir el previo agotamiento de los
recursos internos de carácter administrativo o judicial.
68
Ambos instrumentos contienen un detallado procedimiento para designar a los árbitros cuando,
transcurrido un determinado plazo, no exista acuerdo entre las partes sobre la composición del órgano
arbitral (Arts. 5 a 8 de ambos textos).
69
En particular, es frecuente que se modifique lo referente a la autoridad nominadora que debe designar a
los árbitros, si las partes discrepan sobre esta cuestión. Por ejemplo, mientras el modelo que siguen ciertos
Estados nórdicos se remite a las reglas CNUDMI, pero confiando las funciones nominadoras al Secretario
General del CIADI (Art. 8 (2) (iii) del modelo sueco y Art. 9.2 (c) del modelo danés); el modelo de India
- 22 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
respecta a la elección del órgano arbitral, podemos sintetizar los distintos enfoques que
adoptan los modelos de la siguiente manera:
Por último, una tercera alternativa es la que trata de combinar los dos enfoques
anteriores a través de un mecanismo que, en principio, se remite a un catálogo de reglas
preexistentes si bien a continuación permite a las partes modificar ciertos aspectos de
las reglas en cuestión. Por ejemplo, el Art. 9 (3) (c) del modelo de India remite la
organización del arbitraje ad hoc a las normas CNUDMI, modificadas en lo relativo a la
designación del tribunal arbitral71. En cambio, el Art. 10.2 (c) del modelo croata deja
también modifica estas reglas, encomendando las funciones nominadoras al Presidente de la CIJ o, en su
defecto, al Vicepresidente (Art. 9 (3) (c).
70
Así, el Art. 30 del modelo canadiense dispone que, en el supuesto que las partes no designen a sus
árbitros en un plazo de 90 días, las funciones nominadoras corresponderán al Secretario General del
CIADI, que podrá nombrar a su discreción a los árbitros todavía no designados, teniendo en cuenta que el
presidente no podrá ser nacional de ninguna de las partes. De igual modo, el Art. 27 del modelo
estadounidense confía en esta misma autoridad las tareas nominadoras, aunque la elección del presidente
es libre y no se constriñe a las personas que no posean la nacionalidad de ninguna de las partes. Poco
frecuente es la previsión del Art. 12.5 del modelo iraní, que confiere las funciones designadoras al
Secretario General de la CPA.
71
[…] (3) The Arbitration procedure shall be as follow: […]
(c) to an ad hoc arbitral tribunal by either party to the dispute in accordance with the Arbitration Rules of
the United Nations Commission on International Trade Law, 1976, subject to the following modifications:
(i) The appointing authority under Article 7 of the Rules shall be the President, the Vice-
President or the next senior Judge of the International Court of Justice, who is not a national of
either Contracting Party. The third arbitrator shall not be a national of either Contracting party.
- 23 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
abierta esta cuestión, pues remite su regulación a las normas CNUDMI tal como fueron
modificadas en la última revisión aceptada por las partes en la controversia.
Son pocas las cláusulas que establecen que el órgano arbitral decidirá exclusivamente
conforme a las “disposiciones del Acuerdo”73, puesto que el enfoque general que siguen
los modelos especifica que el tribunal adoptará su decisión basándose en las
disposiciones del tratado y en las normas y/o principios de DI aplicables en las
relaciones entre las partes74. Menos habitual es que las cláusulas sobre el derecho
aplicable hagan referencia al derecho nacional del Estado receptor de la inversión, como
(ii) The parties shall appoint their respective arbitrators within two months.
[…]. Cursiva añadida. Esta modificación de las reglas CNUDMI que afecta a la autoridad nominadora
tiene su reflejo en la práctica convencional, tal y como se constata en el Art. 12.3 c) del APPRI celebrado
entre India y España (BOE 3-2-1999).
72
No obstante, cuando los modelos guardan silencio sobre el derecho aplicable, siempre que dispongan el
recurso al arbitraje CIADI o a las normas de la CNUDMI o a cualquier otro mecanismo arbitral, las
Reglas de Arbitraje de ambos instrumentos pueden ofrecer una guía al respecto. Por ejemplo, de
conformidad con el Art. 33.1 del Reglamento CNUDMI (cuyo contenido coincide con el Art. 33 de las
Reglas Facultativas de la CPA), se prevé que, a falta de acuerdo entre las partes sobre el derecho
aplicable, el tribunal deberá adoptar su decisión basándose en el derecho que determinen las normas de
conflicto que considere aplicable. En cuanto al arbitraje institucional, el Art. 42 (1) del Convenio CIADI
establece un orden de preferencia respecto al derecho aplicable. En primer lugar, el tribunal debe aplicar
las reglas acordadas por las partes. A falta de acuerdo, se aplicará el derecho nacional del Estado
contratante receptor de la inversión, incluidas sus reglas relativas a los conflictos de ley. Y, por último, el
tribunal aplicará las reglas y principios de DI generalmente admitidos. En cambio, conforme al Capítulo
XI del TLCAN, un tribunal arbitral está obligado a aplicar las disposiciones del TLCAN, las reglas de DI
aplicables y las interpretaciones que realice la Comisión de Libre Comercio del TLCAN (Art. 1131
TLCAN). Por tanto, un órgano arbitral constituido conforme a sus previsiones podría excederse en su
jurisdicción en caso de resolver una reclamación basándose únicamente en el derecho nacional.
73
Art. 9 (3) (c) (iv) del modelo indio. Una variante se recoge en el Art. 14.1 del borrador de modelo
noruego que se refiere a las disposiciones del tratado “interpretadas y aplicadas conforme a las reglas de
interpretación del Derecho internacional”.
74
Así, mientras algunos modelos disponen que el tribunal arbitral resolverá “in accordance with this
Agreement and applicable rules of international law” (Art. 40.1 del modelo canadiense); otros, como el
modelo colombiano (Art. X.12) se refiere a la posibilidad de decidir “on the general principles and
international customary law”.
- 24 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
prevé el Art. 13.3 del modelo tailandés, lo que permite a las partes contratantes
salvaguardar mejor los intereses esenciales de su política económica o energética75.
Tampoco es frecuente que la referencia al derecho nacional del Estado parte incluya sus
normas de conflicto de leyes, como prevé el Art. X.12 del modelo colombiano, que
regula con detalle la cuestión del derecho aplicable al señalar que:
“The dispute settlement mechanisms provided in this Agreement will be based on the
provisions of the present Agreement, the national law of the Contracting Party in whose
territory the investment has been made, including the rules related to conflict of laws,
on the general principles of law and international customary law”.
Incluso, el Art. 7 (4) del modelo sudafricano parece establecer un orden de preferencia
respecto al derecho aplicable que prioriza la aplicación del derecho nacional del Estado
de la inversión, incluyendo sus normas de conflicto de leyes.
75
Art. 13.1: “The arbitral tribunal established under this Article shall reach its decision on the basis of
national laws and regulations of the Contracting Party, which is a party to the dispute, the provisions of
the present Agreement, as well as applicable rules of international law”. La cursiva es nuestra. Ahora
bien, en caso de conflicto entre las disposiciones del APPRI y el derecho interno, distintos órganos
arbitrales han señalado que el Derecho internacional tiene prioridad sobre el derecho interno del Estado
receptor: Caso LG & E c. Argentina (Caso CIADI Nº ARB/02/1, Decisión sobre responsabilidad de 3-1-
2006, pár. 94); Caso Duke Energy c. Perú (Caso CIADI Nº ARB/03/28, Decisión sobre Jurisdicción de 1-
2-2006, pár. 162).
76
Por ejemplo, el Art. 16 (2) del modelo austriaco o también el Art. 8.6 del APPRI entre España y la
República Checa de 1990.
77
Véase DÍEZ-HOCHLEITNER, J., “El incierto futuro de los acuerdos bilaterales sobre protección de
inversiones celebrados por los Estados miembros de la Unión Europea”, Revista Española de Derecho
Europeo, n. 33 (2010), enero/marzo, 5-43, p. 40. Este autor justifica la aplicación del Derecho de la UE al
entender que, en primer lugar, y de acuerdo con el Art. 31.3 c) del Convenio de Viena de 1969, al
interpretar un tratado debe tenerse en cuenta “toda norma pertinente de Derecho Internacional aplicable
en las relaciones entre las partes”; y, en segundo lugar, porque al estar obligadas las dos partes en el
APPRI por el Derecho de la UE y siendo éste parte de sus respectivos derechos internos, no parece
razonable que un tribunal arbitral resuelva haciendo abstracción de este ordenamiento: ibíd.
- 25 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
- 26 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
Una vez el órgano arbitral emite el laudo arbitral, su decisión no sólo es definitiva y
obligatoria sino también ejecutable. Por lo que se refiere a la ejecución del laudo, el
enfoque predominante en la mayoría de los modelos establece que los Estados
contratantes se comprometen a reconocer y ejecutar el laudo en sus respectivos
territorios conforme su derecho interno (Art. VII.3 del modelo turco)81. Ahora bien, esta
previsión puede ser superflua en relación con los laudos dictados al amparo del
Convenio CIADI – cuya obligatoriedad se reconoce en virtud del Art. 54 de dicho
Convenio –, o que han de ejecutarse en el territorio de los Estados parte en el Convenio
sobre reconocimiento y ejecución de sentencias arbitrales extranjeras, de 10 de junio de
195882 (Convenio de Nueva York). Sin embargo, sí es relevante respecto los laudos que
no cuentan con aquella garantía, como los dictados por un tribunal arbitral constituido
conforme al Mecanismo complementario o a las normas de la CNUDMI, como
reconoce el Art. 8.4 del modelo sueco.
el Art. 48 (c) del modelo del IISD (que habla de una declaración interpretativa adoptada por la
“Conferencia de las Partes”).
80
“La interpretación que formulen las Partes Contratantes de común acuerdo sobre una disposición de
este Acuerdo será obligatoria para cualquier tribunal establecido de conformidad con el mismo”. Estas
interpretaciones conjuntas voluntarias – “acuerdos posteriores”, según el Art. 31.3 a) del Convenio de
Viena – pueden integrar el contexto en el cual debe interpretarse una determinada disposición del tratado.
81
Art. 8 (7) del modelo sueco; Art. 9.5 del modelo finés; Art. 7 (5) del modelo sudafricano; Art. 10.3 del
modelo croata; Art. 10 (3) del modelo alemán; Art. 8.4 del modelo de Perú; Art. 11.3 del modelo
tailandés.
82
BOE 11-7-1977.
83
Como señala C. JIMÉNEZ PIERNAS, la notable práctica arbitral en el caso de Argentina presenta
muchas incógnitas para los inversores extranjeros pues, en varias ocasiones, las trabas legales establecidas
por el gobierno argentino a la ejecución de los laudos arbitrales dictados en su contra, un comportamiento
que contraviene las obligaciones internacionales acordadas en el Convenio CIADI, ha relativizado los
efectos de un laudo favorable a los inversores: “La expropiación de YPF: análisis desde el Derecho
Internacional”, Real Instituo Elcano, ARI 31/2012, 1-9, p. 5.
- 27 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
al tribunal que declare que el incumplimiento del laudo es inconsistente con el tratado y
recomiende su ejecución a la parte incumplidora.
Algunos modelos incorporan otras garantías en orden a asegurar la ejecución del laudo.
La redacción empleada en ciertas disposiciones procesales manifiesta que el arbitraje
inversor-Estado tendrá lugar en el territorio de un Estado que sea parte en el Convenio
de Nueva York de 195884, y que las reclamaciones sometidas a arbitraje se considerarán
surgidas de una relación u operación comercial a los efectos del Art. 1 de este
Convenio85. Incluso, algunos textos bilaterales prevén una garantía adicional para
asegurar la ejecución del laudo al disponer que, durante el procedimiento arbitral o en la
ejecución del laudo, el Estado huésped no podrá plantear como objeción que el inversor
ha recibido una compensación en virtud de una garantía o contrato de seguro destinado
a cubrir todo o parte del daño sufrido86.
Por lo que respecta a la publicidad de la fase oral del procedimiento, que en el marco del
CIADI se hace depender de la voluntad de las partes y no del órgano arbitral, los
modelos de APPRI de Estados Unidos y Canadá, han invertido el alcance de esta regla y
84
Art. 10 (3) del modelo alemán; Art. 9.4 del modelo griego y Art. 9.4 del modelo danés.
85
Art. 45.7 del modelo canadiense; Art. 34.10 del modelo estadounidense, que dispone que: “A claim that
is submitted to arbitration under this Section shall be considered to arise out of a commercial relationship
or transaction for purposes of Article I of the New York Convention [and Article I of the Inter-American
Convention]. De igual modo, el Art. 14 del modelo austriaco. En la práctica convencional española sólo
el APPRI celebrado con México recoge una disposición de este tipo (Art. XVII.5).
86
Art. 10 (5) del modelo alemán; Art. 10 (5) del modelo griego; Art. 9.6 del modelo danés; Art. 10.4 del
modelo croata y Art. 9.4 del modelo finés. Esta garantía en la ejecución de las decisiones o fallos se
recoge en el Art. 11.6 del APPRI celebrado entre España y Kuwait (BOE 1-4-1998), que además dispone
que la parte contratante no alegará su inmunidad soberana como excepción a la ejecución del laudo.
87
En este sentido, a la hora de establecer mecanismos de solución de controversias inversor-Estado de
calidad en los futuros tratados bilaterales de inversión que suscriba la UE con terceros países, la Comisión
Europea destaca la transparencia procesal como uno de los principales retos, pues la UE debería
garantizar que la resolución de litigios entre el inversor y el Estado se realice con transparencia (por lo
que se refiere, entre otras cosas, a las peticiones de arbitraje, audiencias públicas, observaciones amicus
curiae o publicación de laudos): vid. Hacia una política global europea en materia de inversión
internacional, Doc. COM (2010) 343 final, p. 11.
- 28 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
Entre los países europeos, el borrador de modelo noruego regula con detalle el acceso
del público a todos los documentos procesales y los criterios que deben guiar al tribunal
88
El Art. 29 de este modelo dispone que: “1. Subject to paragraphs 2 and 4, the respondent shall, after
receiving the following documents, promptly transmit them to the non-disputing Party and make them
available to the public:
a) the notice of the intent;
b) the notice of arbitration;
c) pleadings, memorials, and briefs submitted to the tribunal by a disputing party and any written
submissions submitted pursuant to Article 28 (2) [Non-Disputing Party submissions] and (3)
[Amicus Submissions] and Article 33 [Consolidation];
d) minutes or transcripts of hearings of the tribunal, where available; and,
e) orders, awards, and decisions of the tribunal.
2. The tribunal shall conduct hearings open to the public and shall determine, in consultation with the
disputing parties, the appropriate logistical arrangements. However, any disputing party that intends to
use information designated as protected information in a hearing shall so advise the tribunal. The tribunal
shall make appropriate arrangements to protect the information from disclosure.
3. Nothing in this Section requires a respondent to disclose protected information or to furnish or allow
access to information that it may withhold in accordance with Article 18 [Essential Security Article] or
Article 19 [Disclosure of Information Article].
[...]”.
89
Este deber de transparencia se expresa así:
“1. Hearings held under this Section shall be open to the public. To the extent necessary to ensure the
protection of confidential information, including business confidential information, the Tribunal may hold
portions of hearings in camera.
2. The Tribunal shall establish procedures for the protection of confidential information and appropriate
logistical arrangements for open hearings, in consultation with the disputing parties.
3. All documents submitted to, or issued by, the Tribunal shall be publicly available, unless the disputing
parties otherwise agree, subject o the deletion of confidential information.
4. Notwithstanding paragraph 3, any Tribunal award under this Section shall be publicity available,
subject to the deletion of confidential information (…)”.
- 29 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
“1. All documents submitted to, or issued by, the Tribunal shall immediately be made
publicity available by the Tribunal.
2. When submitting information to the Tribunal, a Party to the dispute may designate
specific information as confidential if the information
i. is not generally known or accessible to the public
ii. if disclosed would cause or threaten to cause prejudice to an essential interest
of any individual or entity, or to the interest of a Party
Such information shall be treated as confidential and shall only be made
available to the parties to the dispute and to the other Party.
3. If another Party objects to the designation of information as confidential, the Tribunal
shall decide if the designation meets the above mentioned criteria. If the Tribunal
considers that the information does not meet the criteria, the Party submitting the
information may
i. wihdraw the information, or
ii. withdraw the designation of the information as confidential.
4. The Tribunal shall conduct hearings open to the public and shall determine, in
consultation with the disputing parties, the appropriate logistical arrangements”.
Este enfoque pone de relieve que las obligaciones de transparencia procesal favorecen la
legitimidad del arbitraje en todas sus fases. Sin embargo, también pueden incrementar la
carga de la prueba de las partes o condicionar la confidencialidad del procedimiento.
Por ejemplo, las partes en el arbitraje pueden encontrarse ante la tesitura de presentar
documentos o pruebas adicionales para responder a los argumentos introducidos en un
90
Vid. MUCHLINSKI, P. “Trends in International Investment Agreements: Review of the Model
Bilateral Investment Treaties of Norway, South Africa and the United States”, en K.P. Sauvant (ed.),
Yearbook of International Investment Law & Policy 2009/2010, Oxford University Press, 2010, pp. 41-
85.
- 30 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
En los últimos años los modelos de APPRI han incorporado en las cláusulas de solución
de controversias inversor-Estado un conjunto de disposiciones que abogan por la
promoción del principio de economía procesal en el arbitraje de inversiones.
- 31 -
[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
5. In the event that the respondent so request within 45 days after the tribunal is
constituted, the tribunal shall decide on an expedited basis an objection under paragraph
4 and any objection that the dispute is not within the tribunal´s competence. The
tribunal shall suspend any proceedings on the merits and issue a decision or award on
the objection(s), stating the grounds therefore, no later than 150 days after the date of
the request. However, if a disputing party request a hearing, the tribunal may take an
additional 30 days to issue the decision or award. Regardless of whether a hearing is
requested, a tribunal may, on a showing of extraordinary cause, delay issuing its
decision or award by additional brief period, which may not exceed 30 days”.
91
Como el Art. IX.7 del modelo colombiano o el Art. 8.3 del modelo peruano.
92
Para un análisis detallado de esta cuestión véase FERNÁNDEZ MASIÁ, E., “Presente y futuro de la
acumulación de procedimientos arbitrales en materia de inversiones extranjeras”, Revista Electrónica de
Estudios Internacionales, nº 11 (2006), 1-14, pp. 11-13. Una disposición similar se contiene en el Art.
XIV.1 del APPRI celebrado entre México y España.
- 32 -
La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
acumular los procedimientos pendientes ante tribunales arbitrales distintos que hayan
fundado su competencia en la cláusula de solución de controversias prevista en el
APPRI. La acumulación será posible siempre que las reclamaciones planteen cuestiones
en común de hecho o de derecho y hayan surgido de los mismos hechos o
circunstancias93. La solicitud de acumulación ha de ir dirigida al Secretario General del
CIADI y se transmitirá al resto de partes en los distintos procedimientos que se desee
acumular. El Secretario General tiene la posibilidad de rechazar la solicitud si la
considera infundada. Si por el contrario, estimase que ha de poner en marcha el
procedimiento, se cuenta con un plazo de entre treinta y sesenta días – según el modelo
aplicable – para la constitución del tribunal que estará formado por tres árbitros94. El
tribunal arbitral de acumulación tiene distintas posibilidades en cuanto a su decisión: en
primer lugar, puede asumir su jurisdicción y conocer conjuntamente de todas o parte de
las reclamaciones; en segundo lugar, puede solamente asumir y conocer alguna de las
reclamaciones, si su decisión pudiera contribuir a la resolución de las restantes e incluso
en algunos casos, instruir a alguno de los tribunales arbitrales constituidos previamente
para que sea éste el que asuma y conozca de la totalidad o parte de las reclamaciones95.
El procedimiento arbitral ante este tribunal de acumulación se sustancia de acuerdo a las
normas CNUDMI96. Cabe subrayar que la competencia de este tribunal tiene primacía
puesto que ningún otro tribunal podrá declararse competente y conocer de cualquier
reclamación mientras que no exista una decisión suya al respecto, de la misma forma
que también será posible suspender los procedimientos arbitrales previos mientras no
exista una decisión del tribunal en cuestión97.
93
Art. 32.2 del modelo canadiense; Art. 33.1 del modelo estadounidense, a cuyo tenor se dispone que: “1.
Where two or more claims have been submitted separately to arbitration under Article 24 (1) and the
claims have a question of law or fact in common and arise out of the same events or circumstances, any
disputing party may seek a consolidation order in accordance with the agreement of all the disputing
parties sought to be covered by the order or the terms of paragraphs 2 throught 10”.
2. A disputing party that seeks a consolidation other under this Article shall deliver, in writing, a request
to the Secretary-General [CIADI] and to all the disputing parties sought to be covered by the order and
shall in the request:
a) the names and addresses of all the disputing parties sought to be covered by the order;
b) the nature of the order sought; and
c) the grounds on which the order is sought.
3. Unless the Secretary-General finds within 30 days after receiving a request under paragraph 2 that the
request is manifestly unfounded, a tribunal shall be established under this Article.
[...]”.
94
El tribunal, formado por tres árbitros, será designado, salvo acuerdo de las partes, de la siguiente forma:
un árbitro por acuerdo de los demandantes, un árbitro por el demandado y el árbitro presidente que será
designado por el Secretario General del CIADI, y que no será nacional de ninguna de las partes. En caso
de falta de designación, se prevé que sea el Secretario General del CIADI quien los nombre: Art. 32.3 del
modelo canadiense; y Art. 33.3, 33.4 y 33.5 del modelo estadounidense.
95
Art. 32.3 del modelo canadiense; Art. 33.6 del modelo estadounidense.
96
Art. 32.1 del modelo canadiense y Art. 33.8 del modelo estadounidense, respectivamente.
97
Arts. 33.8 y 33.9 del modelo de Canadá; y Art. 33.9 y 10 del modelo de Estados Unidos.
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[24] REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (2012)
La práctica relacional estudiada pone de relieve que las disposiciones que regulan la
solución de controversias inversor-Estado en los modelos de APPRI emplean una
redacción cada vez más sofisticada. La mayoría de los modelos nacionales incorporan
las cláusulas de solución de controversias más típicas, instrumentadas a través de una
serie de disposiciones que regulan las siguientes cuestiones: alcance del mecanismo de
solución de controversias, condiciones procesales previas al arbitraje, elección de la
sede arbitral, derecho aplicable al fondo y obligación de las partes de reconocer y
ejecutar el laudo dictado. La regulación de otros aspectos de naturaleza procesal suele
abordarse por referencia a reglas preexistentes, como las reglas procesales del CIADI o
de la CNUDMI. Frente a esta regulación más tradicional, los modelos estadounidense y
canadiense han establecido un conjunto de reglas mucho más desarrollado y preciso en
las disposiciones procesales que acompañan a sus modelos nacionales.
2. De la misma forma, se aprecia una creciente disposición de los Estados por introducir
ciertos elementos de flexibilidad en los mecanismos de solución inversor-Estado cuya
finalidad es facilitar la realización del principio favor inversionis. Así, es un rasgo
común en las cláusulas de solución de controversias inversor-Estado ofrecer al inversor
la posibilidad de elegir entre varias reglas e instituciones arbitrales, dejando siempre la
opción de acudir a cualquier método alternativo pactado. Por lo que respecta a la sede
arbitral, la opción más común es el recurso al arbitraje institucional según las reglas del
CIADI o conforme su Mecanismo Complementario. Otra opción muy extendida es el
arbitraje ad hoc organizado conforme las reglas CNUDMI, mientras que el arbitraje
ante otras instancias es una alternativa prevista en pocos modelos. En cualquier caso,
todavía no se ha generalizado una cláusula de sumisión expresa al arbitraje inversor-
Estado, siendo escasos los modelos (Colombia, Croacia) que prevén el consentimiento
anticipado e irrevocable al arbitraje.
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La solución de controversias en los modelos de APPRI: Cláusulas tradicionales y nuevas tendencias
98
En efecto, si bien la actuación futura de la Unión en este ámbito debe inspirarse en los mejores
estándares posibles “un único modelo de acuerdo de inversión con terceros países no es evidentemente ni
viable ni deseable. La Unión tendrá que tener en cuenta cada contexto específico de negociación”: Doc.
COM (2010)343 final, p. 6. Véase asimismo la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del
Consejo por el que se establecen disposiciones transitorias sobre los acuerdos bilaterales de inversión
entre Estados miembros y terceros países, Doc. COM (2010)344 final.
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