Caso Lotus
Caso Lotus
Caso Lotus
El hecho fue otorgado en 1926, una vez que Turquía procedió a comenzar un
juicio contra un habitante de nacionalidad francesa que estaba a cargo de un
buque francés que chocó con el barco carbonero Boz-Kourt en alta océano. El
Boz-Kourt que se partió en 2, se hundió y perecieron 8 habitantes turcos que iban
a bordo.
Esto ya que está establecido dentro del artículo 38 del Estatuto de la Corte
Mundial de Justicia, que los tratados en su designación de convenciones
mundiales sean estos mismos particulares en general, establecen que los estados
litigantes tienen que continuar las normas que han identificado al convenir el
respectivo consenso o acuerdo universal;
En esa situación, el Teniente Demons alegó que las Cortes turcas no tenían
jurisdicción; la Corte, no obstante, rechazó esta distinción. Al avanzar el proceso,
el 11 de septiembre, el Teniente Demons solicitó la independencia bajo fianza. El
13 de septiembre ésta se le concedió y se fijó una fianza de 6.000 libras turcas.
Frente a este caso el Tribunal aseguró que lo cual debía solucionar era si existía
alguna regla que había impedido a Turquía ejercer su jurisdicción y no, como
sostenía Francia, si el Estado demandado había actuado sobre la base de
cualquier criterio jurisdiccional identificado por el derecho universal. La queja se
empezó pues la devastación del Boz-Kourt terminó en el deceso de 8 pasajeros y
marinos turcos. Queda claro, en primera instancia, que estas secuelas de la
colisión conforman un componente sustancial para realizar el proceso criminal en
cuestión;
En este sentido, el Tribunal aseguró que, si bien el derecho universal prohíbe a los
Estados ejercer su jurisdicción en el territorio de otro Estado sin un permiso, ello
no equivale a mantener que además prohíbe el ejercicio de la jurisdicción en su
propio territorio respecto de casos que tengan sitio fuera de éste pues no hay una
regla general que lo prohíba;
Por otro lado, la CPJI aseguró que el derecho mundial deja a discreción de los
Estados qué principios jurisdiccionales adoptar. La Corte no debería entrar a tener
en cuenta la legalidad, de consenso al derecho turco, de la queja; en lo cual
concierne a la Corte, las cuestiones de derecho criminal que se relacionan con la
justificación de la queja y, consecuentemente, a la realidad de un nexus causalis
en medio de las actividades del Teniente Demons y el deceso de 8 habitantes
turcos, no son importantes a la materia. Más todavía, las condiciones exactas en
que estas personas perecieron no tienen la posibilidad de extraerse de los
documentos presentados a la Corte;
La CPJI justificó esta postura realizando alusión a nuestra naturaleza del derecho
universal, tomando en cuenta que hablamos de un ordenamiento que regula las
interrelaciones entre Estados independientes, la sentencia emitida ha sido objeto
de varias críticas ya que, en alta océano, según se argumentó, la jurisdicción
sobre sus navegantes corresponde al Estado de la bandera que enarbola el
buque, acorde a la costumbre mundial.
El Régimen francés protestó rápidamente en contra del arresto,
independientemente de toda cuestión acerca del artículo en que Turquía se basó
para justificar hablado arresto.
Los argumentos presentados por el régimen francés en el curso del proceso y que
se fundamentan en los principios que, a su juicio, gobiernan la navegación en alta
océano, demuestran que Francia contradiría el derecho de Turquía a juzgar al
Teniente Demons todavía una vez que esta queja estuviera basada en una
cláusula del Código Penal turco distinta del Artículo 6, en la que se suponga,
ejemplificando, que el delito en cuestión debería ser considerado, en función de
sus secuelas, como cometido en territorio turco.
El regimen francés alega que las cortes turcas, con el objetivo de obtener
jurisdicción, debieran ser capaces de aludir a un título de jurisdicción identificado
por el derecho mundial en favor de Turquía;