El Teatro Anterior A 1939. Tendencias, Autores y Obras Principales.

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

Debido al aislamiento del país, la falta de interés del público y los empresarios en las tendencias

experimentales de Europa, no trascendieron las innovaciones de algunos autores, y triunfó el teatro


comercial, continuador del de finales del SXIX, frente al renovador. Tiene varias tendencias:
En primer lugar, La alta comedia, dirigida a la clase media elegante. Su máximo representante, Jacinto
Benavente, comenzó denunciando la opresión de la mujer en la sociedad burguesa en El nido ajeno, pero
continuó con el modelo de la comedia de salón; En Los intereses creados trata el tema de los intereses
económicos enfrentados al amor verdadero, criticando el ideal burgués.
En segundo lugar el teatro en verso, que defiende ideas tradicionales con leyendas y personajes históricos y
un lenguaje modernista superficial y sensorial. Eduardo Marquina:En Flandes se ha puesto el sol y
Francisco Villaespesa: Doña María de Padilla. Son de mayor interés los hermanos Machado con su obra
La Lola se va a los puertos sobre una bella “cantaora”, que desdeña a los señoritos y ama a un guitarrista.
Por último, el teatro cómico costumbrista, cuyo humor está basado en el lenguaje casticista de los personajes,
abordando problemas superficiales. Destaca Carlos Arniches, por sainetes de ambiente castizo madrileño
como ¡Que viene mi marido! y tragedias grotescas, que denuncian la realidad española como La señorita
de Trévelez. Los hermanos Álvarez Quintero presentan una Andalucía tópica y con problemas sentimentales,
mediante diálogos intrascendentes como El genio alegre. Por último, Pedro Muñoz Seca crea el astracán,
con humor de chiste fácil y situaciones descabelladas: La venganza de don Mendo.

El teatro renovador de algunos autores, influidos por escritores europeos y por el desarrollo de las
vanguardias, consta de obras rupturistas que en su mayoría no llegaron a representarse por no conectar con
el público.
Destacan autores de la Generación del 98 como Unamuno con Fedra, o Azorín con Lo invisible sobre la
angustia ante la muerte. Valle-Inclán, la máxima figura del teatro español del siglo XX, expresa su repulsa
ante la sociedad de la época mediante la evasión o el sarcasmo. Inicia influido del modernismo: El Marqués
de Bradomín, y continúa con un ciclo mítico, con Comedias bárbaras, sobre el ambiente rural gallego con
personajes violentos, y Divinas Palabras drama cima del autor sobre las deformidades sociales y morales,
hasta llegar a la etapa de los esperpentos: renovación de rasgos trágicos y grotescos y distorsionados,
anticipando técnicas cinematográficas (saltos en el tiempo, escenarios múltiples, etc.) que parecían
irrepresentables en su época. Busca una perspectiva distanciadora, crítica ácida de la España, de la época y
de sus instituciones Luces de Bohemia es su obra más representativa; cuenta las últimas horas de un poeta
pobre y ciego, Max Estrella, en una noche de invierno madrileño, en el ambiente habitual de violencia y caos,
que crítica de la realidad española.

La Segunda República apoyó el desarrollo del teatro en España mediante iniciativas como la de "La Barraca",
grupo teatral creado por Federico García Lorca. Comenzando el teatro vanguardista de Ramón Gómez de
la Serna de obras muy diferentes que casi no llegaron a representarse, “El teatro que no quiere ir al teatro”,
decía. Los medios seres.
Mientras, algunos miembros de la Generación del 27 hacen un teatro de vanguardia, depuran el teatro poético
y aproximan el teatro al pueblo. Destacan: Rafael Alberti, que evoluciona hacia el compromiso (El hombre
deshabitado); Miguel Hernández, con un teatro social con ecos de Lope (El labrador de más aire); Max
Aub, al estar exiliado, no se conoció en España (Los trasterrados); Pedro Salinas, (Judith y el tirano) o
Alejandro Casona. Por último, el más importante de su generación, Federico García Lorca influido por los
clásicos y el teatro vanguardista, supone una gran renovación porque, consigue elevar temas típicos de la
Andalucía de su época, a la categoría de conflictos universales del ser humano: el deseo enfrentado a la
realidad opresiva, la lucha contra las convenciones, el malestar del marginado, etc. Además, poetiza lo
cotidiano, a través de: personajes genéricos, fragmentos poéticos, alegorías y símbolos, música y elementos
populares, usando verso y prosa. Su primer teatro es poético, tiene éxito Mariana Pineda, sobre una heroína
andaluza. Le sigue una fase vanguardista con Así que pasen cinco años, El público, un drama abstracto
sobre los conflictos personales del autor y La comedia sin título del llamado “teatro imposible”. Termina con
las tragedias de la última etapa, tratando el sentido social, el ansia de libertad, de justicia y de realización
personal pretende unir lo estético y lo popular. La mujer protagonista simboliza los seres marginados y
oprimidos, como los gitanos o niños de su poesía. Llama “la Trilogía dramática de la vida española”, a las
tragedias: Bodas de Sangre, sobre el amor irrefrenable que desemboca en tragedia; Yerma, sobre la
esterilidad femenina, y La casa de Bernarda Alba, escrita el año de su asesinato, culminación de su teatro,
donde Bernarda e impone un luto de larga reclusión a sus hijas.

También podría gustarte