Crisis y Pandemia
Crisis y Pandemia
Crisis y Pandemia
Uno de los procesos que se venían gestando es aquel del trabajo remoto, virtual. Esto,
ciertamente tuvo un impacto sobre la salud mental… ¿cómo afrontar las disrupciones
emocionales por la perdida de equilibrio? ¿cómo reacomodar la cotidianidad y la identidad?
¿cómo formar y mantener el lazo social que une en un proyecto?
Las crisis son episodios, irrupciones abruptas en un camino de supuesta normalidad que
desarticula la existencia de un mundo previsible, cómodo y estable, convirtiéndolo en un
mundo diferente que desorganiza rutinas, hábitos y formas de vivir. Episodio pandémico
→ crisis.
● Trabajo precario: como siempre, fue el sector más golpeado dado a que carecen
de acceso a los beneficios de un seguro y a licencias por enfermedad.
→ extrae toda la energía física y psíquica del sujeto, interviniendo en cada ámbito de la
vida social e individual: cuerpos, lenguaje, tiempo, atención, hábitos y saberes.
→ basado en la economía de plataformas tecnológicas y digitales (economía digital)
→ abre paso a un mundo competitivo que exige en las empresas ofrecer más servicios por
menor ganancia y, a las personas, a invertir más esfuerzo por menor salario
→ orientado a la generación de datos como una forma de generar riquezas y crecimiento
económico.
→ controla, extrae y produce mucha cantidad de datos, orientado a producir consumo a
gran escala.
→ nuevo modelo para generar empresas y negocios
Todo esto pone en jaque los procesos de identificación de los sujetos en relación al
producto generado dado que se convierte en un hecho inmaterial. Asimismo, se ven
afectados los procesos inteligentes como el lenguaje, la concentración, la memoria y la
producción de cultura y, como consecuencia, se ve afectado el rendimiento laboral. El
exceso de exposición a la pantalla, el poder de concentración, la acumulación y
capitalización de la experiencia son algunos de los causantes. Se provocan cambios en
CÓMO se procesa la información.
Esta nueva modalidad de trabajo hace trampa: presenta modelos en apariencia liberadores
que apuntan a la autorrealización pero que, en realidad, no lo son. Hay una explotación
voluntaria y apasionada, creyendo uno que se está realizando. Ya no hay una explotación
externa, sino que uno se somete a los imperativos interiores de tener que rendir más y
más y más. Explotación sin autoridad. Uno es amo y esclavo. Esta autoexplotación es
mucho más eficaz para el sistema.
El retorno
Aparecen nuevos empleos que requieren de capacidades técnicas que están fuera del
alcance de los jóvenes que hoy pretenden ingresar al mercado laboral. Hay una brecha
digital que alcanza a los jóvenes, adultos y adultos mayores
La mente como artefacto principal. Tecnopeones. La mano de obra dio lugar a la mente de
obra, automatizada y regida por esquemas digitales repetitivos, en serie y monótonos.
Esto compromete a los contratos psicológicos tradicionales: cambio del trabajo (qué y
cómo se hace), cambio del perfil del trabajador (del analógico al digitalizado y
automatizado), cambio del espacio de trabajo, cambio del tiempo, cambio de los
dispositivos de control, cambio de los vínculos, cambio del volúmen (más por menos),
cambio de las operaciones laborales (digitalizadas y robotizadas), cambio de la lógica
biopolítica (trabajamos por resultados, somos medidos por objetivos. Psicopolítica: control
de la psiquis).
Nuevo segmento de trabajadores que festejan la libertad del tiempo, de los espacios
físicos flexibles, donde se desarrollan profesionalmente y el jefe actúa de guía
profesional. Equilibrio armónico entre vida laboral y privada.