Las Caras de La Pobreza (Arancibia)

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CUADERNOS DE LECTURA

Nº 4. LAS CARAS DE LA POBREZA

Luís Arancibia
Manos Unidas es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), católica y de
voluntarios, cuyo fin es la lucha contra el hambre, la pobreza, el subdesarrollo y las causas que
lo provocan. Desde su creación en 1960, todo su trabajo se ha centrado en dos actividades
complementarias:

 Sensibilización de la población española para que conozca y sea consciente de la realidad


de los países en vías de desarrollo.

 Apoyo y financiación de proyectos en África, América, Asia y Oceanía para colaborar con el
desarrollo de los pueblos del Sur.

Está presente en todo el territorio nacional, a través de 71 Delegaciones.

Sus fondos proceden de las cuotas de socios, una colecta anual en parroquias, aportaciones de
colegios, empresas, donativos esporádicos, etc.

Luís Arancibia es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales. Coordinador de Educación


para el Desarrollo en el Comité Ejecutivo de Manos Unidas. Presidente de la Coordinadora
Nacional de ONGDs.

Esta ponencia fue realizada en mayo de 1997 para el curso “Familia y pobreza: desafíos y
realizaciones” del Instituto Universitario “Matrimonio y familia” de la Universidad Pontificia de
Comillas (Madrid)

Octubre, 1997
Cuaderno de lectura Nº 4. Las Caras de la Pobreza

Contenidos

EL CONCEPTO DE POBREZA .........................................................................................................4


HABLAR DE POBREZA ES HABLAR DE POBRES .............................................................................................................. 4
LA POBREZA ES MÁS QUE ESCASEZ ECONÓMICA ........................................................................................................ 5
AMPLIANDO EL CONCEPTO Y LOS INDICADORES DE POBREZA .................................................................................. 6
LA REALIDAD DE LA POBREZA A NIVEL MUNDIAL ...................................................................7
MAGNITUD DE LA POBREZA........................................................................................................................................... 7
EL ROSTRO DE LOS POBRES DEL MUNDO ..................................................................................................................... 8
La pobreza tiene rostro de mujer .............................................................................................................................. 8
Es rural .................................................................................................................................................................................. 9
Es indígena.......................................................................................................................................................................... 9
Afecta sobre todo a los niños y a los ancianos ..................................................................................................10
LA GEOGRAFÍA DE LA POBREZA ...................................................................................................................................11
LA POBREZA EN UN MUNDO DE DESIGUALDADES.................................................................12
LAS ACCIONES EMPRENDIDAS PARA MODIFICAR ESTA SITUACIÓN ...................................14
ALGUNAS PROPUESTAS PARA AVANZAR A FAVOR DE LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA
.......................................................................................................................................................16
EL CAMBIO INDIVIDUAL EN EL PRINCIPIO DE TODO ..................................................................................................16
LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA ...............................................................................................................................17
LAS TRANSFORMACIONES EN EL ÁMBITO ESTRUCTURAL..........................................................................................17

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las Caras de la Pobreza

El concepto de Pobreza

EL CONCEPTO DE POBREZA

“Invito a los cristianos a entrar en el


corazón mismo de la acción social y
política, llegando así a las raíces del
mal y transformando los corazones al
mismo tiempo que las estructuras de la
sociedad moderna”

Pablo VI

La pobreza es un concepto muy amplio y complejo que excede la simple carencia de recursos
económicos y afecta a la totalidad de la persona y la comunidad desde distintas perspectivas. Es,
por lo tanto, una realidad que comprende muchos más y más variados aspectos de lo que
habitualmente se nos presenta.

Hablar de pobreza es hablar de pobres

En primer lugar, hablar de pobreza es hablar de personas


concretas, de pobres, de excluidos. La pobreza no es una
realidad abstracta, descarnada, teórica, sino que nos
remite a historias personales, trayectorias frustradas y
expectativas incumplidas de hombres y mujeres concretos
que poseen un rostro, un nombre y una vida para ser
planificada. La generalización y la abstracción son
imprescindibles a la hora de realizar análisis sociales, pero
debemos evitar la pérdida de referencia con las
realidades concretas y cotidianas que estos conceptos y
cifras representan. En un tiempo donde el lenguaje se ha
vuelto aséptico y representativo de una cultura que
rehuye los compromisos, es útil recuperar el término
pobres (o incluso pobreza) aunque resulte políticamente
incorrecto.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las Caras de la Pobreza

El concepto de Pobreza

La pobreza es más que escasez económica

La pobreza, como decíamos arriba, es una realidad mucho más compleja que la escasez de
recursos económicos, aunque está íntimamente vinculada con el desigual reparto de los bienes.

La pobreza se manifiesta en múltiples aspectos: malnutrición, analfabetismo, alta mortalidad


infantil, entorno insalubre, desempleo…, y su erradicación exige una acción
integrada desde distintos ángulos.

Junto con ello, suele darse un fenómeno de baja autoestima personal, escasa dignidad
individual y colectiva, reducido nivel de organización comunitaria, pérdida de los valores e
identidad cultural, bajo conocimiento de los derechos humanos… Fenómenos que se dan con
más facilidad en un contexto de pobreza generalizada y que, a su vez, provocan la reproducción
de la misma. De lo que se carece, por tanto, no es sólo de recursos económicos, sino, en sentido
más global, de muchos recursos personales y colectivos que permiten una vida digna y otorgan
el espacio social necesario para participar en las dimensiones política, socio-económica y
cultural.

La lucha contra la pobreza no puede, por tanto, basarse exclusivamente en el crecimiento


económico, excluyendo las otras dimensiones que están en el corazón mismo de la pobreza. Sin
embargo, la gran mayoría de indicadores utilizados para medir la pobreza siguen siendo
fundamentalmente económicos; en términos absolutos, ha sido calculada por el Banco Mundial
fijando el umbral en ingresos inferiores a 375 US$ por año; el criterio de la pobreza relativa, por
otro lado, establece una relación entre pobreza y desigualdad interna de cada sociedad,
calculando un nivel mínimo de vida con arreglo a la comunidad en la que se vive (en Europa se
ha situado el umbral de pobreza relativa en la mitad del ingreso medio nacional). En ambos
casos, aunque útiles, se trata de indicadores que sólo recogen una de las dimensiones de la
pobreza y, en sentido inverso, del desarrollo.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las Caras de la Pobreza

El concepto de Pobreza

Ampliando el concepto y los indicadores de pobreza

El Informe 1996 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) insiste de
forma especial en este sentido, y lo apoya en ejemplos como el de Pakistán, país con un
crecimiento económico envidiable, pero donde el 61% de la población no llega a niveles
mínimos de salud, educación y nutrición. Ecuador y Marruecos tienen un ingreso medio por
persona similar (1.000 dólares), pero mientras el país americano ocupa el puesto 64 en el Índice
de Desarrollo Humano (IDH)1, para encontrar a Marruecos hay que bajar hasta el puesto 123.

El citado informe del PNUD acuña un término para expresar esta complejidad: POBREZA DE
CAPACIDAD, que refleja con más fidelidad las condiciones reales de vida de las personas.

Considera el PNUD que, más allá de la falta de ingresos, la pobreza consiste en la carencia de
tres capacidades básicas:

 La de una buena nutrición y salud, representada por la proporción de niños de menos de


cinco años que no alcanzan el peso normal.

 La falta de capacidad de una reproducción sana, es decir, la proporción de nacimientos sin la


asistencia de personal sanitario cualificado.

 La falta de capacidad para ser educado, expresado en términos de analfabetismo femenino.

Mirar la situación de los países comparando la pobreza de ingreso con la pobreza de capacidad
aporta datos interesantes: el 21% de los habitantes de los países considerados en desarrollo
viven por debajo de la línea de pobreza de ingreso, pero el 37% está afectado por la pobreza de
capacidad.

1
El Índice de Desarrollo Humano fue creado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) e incluye en su
composición tres indicadores: esperanza de vida, analfabetismo y nivel de vida digno.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

La realidad de la pobreza a nivel mundial

LA REALIDAD DE LA POBREZA A NIVEL MUNDIAL

Magnitud de la pobreza

De los cerca de 5.600 millones de habitantes del planeta, un tercio vive en un estado de pobreza
absoluto, con niveles de ingreso y consumo por debajo de los mínimos establecidos (360
dólares USA por persona y año). Una quinta parte de la población del planeta sufre hambre y
una cuarta parte carece de acceso a agua potable.

La pobreza a nivel mundial constituye, como vemos, el fenómeno más significativo, el dato más
relevante de este mundo de finales de siglo. Cuando hablamos de pobreza a nivel mundial aún
hoy nos estamos refiriendo a las grandes mayorías del planeta. Lo habitual es la pobreza, con
mayor o menor severidad; nosotros seguimos siendo la excepción, la minoría. Y, contradiciendo
optimismos voluntaristas, la injusticia crece.

El Informe del PNUD señala que el crecimiento económico “ha fracasado para la cuarta parte de
la población mundial, en términos absolutos y relativos, de modo que 89 países están en peor
situación económica que hace 10 años”. La polarización económica se ha agudizado tanto entre
los países como en el interior de estos, de modo que “si se mantienen las tendencias actuales –
avisa el PNUD- la disparidad económica entre países industrializados y en desarrollo pasará de lo
injusto a lo inhumano”. Un dato escandaloso abona esta visión: la riqueza de 358
multimillonarios es superior a los ingresos anuales de los países donde vive casi la mitad de la
población mundial (45%).

La pobreza se manifiesta, como ya hemos indicado, en numerosas carencias, altamente


extendidas en el llamado Tercer Mundo:

 Carencias educativas (son 130 millones los niños en edad escolar primaria sin escolarizar)

 Carencias sanitarias (la tasa de mortalidad infantil en el Sur es del 97 por mil, seis veces
más alta que en los países del Norte)

 Bajas expectativas de vida (la esperanza de vida en África se espera que descienda de 62 a
47 años hasta el 2000)

 Malas condiciones de vivienda (existen 500 millones de personas sin hogar)

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

La realidad de la pobreza a nivel mundial

 Desempleo (800 millones de personas carecen de empleo)

 Carencia de infraestructuras básicas (1500 millones no tienen agua potable)…

El rostro de los pobres del mundo

La pobreza se concentra sobre todo en unos sectores determinados de población. Tiene un


rostro concreto, un perfil definido.

La pobreza tiene rostro de mujer

La mujer empobrecida padece desproporcionalmente los problemas sociales, económicos y


culturales que causan la pobreza y el subdesarrollo. Una cifra cada vez mayor de mujeres, no
sólo en el Sur, sufre sus consecuencias. Es la feminización de la pobreza.

El 70% de los pobres del mundo son mujeres. Este hecho está directamente relacionado, entre
otras cosas, con la discriminación que sufren en la educación (por cada 100 hombres que saben
leer y escribir, hay solo 69 mujeres), acceso al mercado de trabajo (53 mujeres empleadas por
cada 100 varones), salud o ingresos por sus ocupaciones. La UNESCO considera que las dos
terceras partes de los analfabetos del mundo son mujeres, y hay 18 países –Pakistán, Afganistán,
Yemen y Nepal encabezan la lista- en los que sólo una de cada ocho niñas van a la escuela.

Como ya dijimos, el PNUD mide la


pobreza de capacidad educativa en
términos de analfabetismo femenino. Y
no es arbitraria esta decisión, porque,
como señala el mismo organismo,
“como es bien sabido, la privación de las
mujeres afecta negativamente al
desarrollo humano de las familias y la
sociedad”. Cuando se habla de
feminización de la pobreza, por lo tanto,
no hablamos sólo de una injusticia, sino
de una fuente de injusticias por sus
enormes repercusiones sociales.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

La realidad de la pobreza a nivel mundial

Es rural

Más del 80% de los pobres se encuentran aún


en las zonas rurales, pese a que la pobreza
urbana ha sufrido un enorme crecimiento en
los últimos años. El 60% de la población rural
del África subsahariana y de América Latina
viven en la pobreza. Esta desigualdad se
refleja en aspectos muy concretos de la
calidad de vida. En Sierra Leona, el 90% de la
población urbana tiene acceso a instalaciones,
siquiera sea elementales, de salud, mientras
que entre la rural se reduce al 20%. El 77% de
los habitantes de las ciudades argentinas
disfrutan de agua potable, y en el campo no
llega al 30% los que cuentan con este bien
imprescindible.

La mala distribución de la tierra, la escasez y


baja calidad de la misma, la imposibilidad de
acceso al sistema financiero, las dificultades
de almacenamiento… son algunos de los
factores (junto con la secular caída relativa de
los precios de los productos básicos) que
provocan esta situación.

Es indígena

La pobreza también tiene color de piel y está relacionada con la raza. No es casualidad que los
indios de Canadá tengan seis veces más probabilidades de morir que el resto de los
canadienses; o que en Perú su esperanza de vida sea 11 años menor que la de la minoría blanca
que detenta el poder; ni tampoco que en Australia la tasa de paro entre los aborígenes sea
cuatro veces mayor que la media nacional.

Una de las causas de la pobreza, e incluso de desaparición física para estos pueblos es la
privación de su hábitat, porque se les arrebatan sus tierras o porque se destruyen.
Las tierras son para los indígenas su medio de vida, no sólo porque les proporciona el alimento,
sino en el sentido mucho más amplio y literal de constituir el medio que hace posible su vida.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

La realidad de la pobreza a nivel mundial

El deterioro ambiental tan propio de nuestra cultura lleva la


pobreza y la muerte a estos pueblos. Según Naciones Unidas,
unos 50 millones de indígenas están seriamente amenazados
por la destrucción de zonas húmedas, especialmente en el
Sureste asiático. En la década de los 80 murieron por esta
causa más de 1.500 yanomamis en la Amazonía, lo que supone
el 15% del total.
Los 300 millones de indígenas que habitan en más de 70 países
sufren especialmente el fenómeno de la pobreza que en su
caso tiene repercusiones muy evidentes en el terreno de la
cultura; las tradiciones, lenguajes, organización social, valores
artísticos, formas de producción… suelen perderse como una
manifestación más de esta pobreza que no sólo afecta a la
dimensión económica. Los indígenas son siempre, como dice la
Comisión Independiente sobre los Derechos Humanitarios
Internacionales, “los más pobres entre los pobres”.

Afecta sobre todo a los niños y a los ancianos

Con relación a la edad, la pobreza también se manifiesta prioritariamente en los grupos de


población más débiles: los niños y los ancianos.

La infancia constituye el sector de población que sufre de manera más dramática las
consecuencias de la pobreza:

 Mala salud, 13 millones de niños menores de 5 años mueren a causa de


enfermedades fácilmente prevenibles, como la diarrea o el sarampión.

 Falta de educación, 130 millones sin escolarizar.

 Desnutrición, 200 millones de niños menores de cinco años.

 La explotación en el trabajo, unos 200 millones de niños entre 5 y 14 años son


obligados a trabajar en todo el mundo.

 La prostitución, en el Congreso de Estocolmo, celebrado en agosto, se dijo que un


millón de niños y adolescentes entran en ese “mercado” cada año.

 y otros muchos modos de violencia y explotación: “niños de la calle” asesinados


en “operaciones de limpieza”, esclavitud, reclutamiento obligatorio por ejércitos
regulares y guerrillas, etc.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

La realidad de la pobreza a nivel mundial

La geografía de la pobreza

Dentro de la pobreza generalizada que afecta a un tercio de la humanidad, hay algunas zonas
del planeta en las que ésta se presenta aún con mayor gravedad. Son los Países Menos
Avanzados, según Naciones Unidas, o los de renta baja, según las estadísticas del Banco
Mundial. La pobreza se concentra en algunas zonas del planeta:

 En África Subsahariana hay casi 400 millones de personas en pobreza absoluta, lo que
representa un 62% del total de la población.

 Asia Meridional y Oriental es la zona con un mayor número de personas pobres (casi 800
millones), que representan un 25% del total.

 América Latina posee más de 150 millones de personas que viven en la pobreza absoluta.
Estos representan el 35% del total de la población del continente.

La lista de estos países se incrementa. Cuando nació la denominación (1971) eran 24; en 1990 ya
había 71. Y las condiciones de vida se endurecen: a mediados de 1995 revelaban que los
ingresos medios por persona y las tasas de alfabetización evolucionaban a la baja. Tendencia
que no cambiará si no se modifican los datos económicos: la ayuda a los PMA (Países Menos
Adelantados) se redujo del 0,09% del Producto Nacional Bruto de los donantes al 0,07% en los
tres primeros años de la década; en el mismo período, la deuda externa ha aumentado de
114.000 millones de dólares a 127.000 millones, y las condiciones del comercio internacional
para estos países se han endurecido en términos absolutos y relativos.

Sin embargo, la pobreza se presenta cada vez más como un fenómeno que carece de
nacionalidad y desconoce las fronteras, incluso las que tradicionalmente han existido entre el
Norte y el Sur.

Porcentaje de población que vive con menos de 1 dólar al día

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

La pobreza en un mundo de desigualdades

LA POBREZA EN UN MUNDO DE DESIGUALDADES.

El fenómeno de la pobreza aparece íntimamente vinculado con la creciente desigualdad entre el


Norte y el Sur. En los últimos treinta años las diferencias entre los países ricos y pobres se han
duplicado2. Son muchas las voces que han señalado la íntima vinculación que existe entre la
pobreza persistente y la desigualdad creciente de nuestro mundo. El papa Pablo VI lo decía con
gran claridad al denunciar que “los ricos son cada vez más ricos a costa de los pobres que se
hacen cada vez más pobres”. Desde muchas perspectivas se ha puesto de manifiesto esta
relación, señalando que la pobreza y la riqueza son “dos caras de la misma moneda” y no
fenómenos independientes y aislados.

La pobreza y el subdesarrollo son realidades complejas, con múltiples y profundas causas que
nos remiten a la estructura misma de nuestro mundo. Hay que desterrar algunos prejuicios que
sitúan las razones de la pobreza en lugares equivocados:

2
El PNUD señaló en su famoso informe del año 92 que la diferencia entre el 20% de población más rica y el 20% más pobre había
pasado de 30 a 1 en 1960 a 60 a 1 treinta años después.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

La pobreza en un mundo de desigualdades

 La pobreza no está causada por el azar, el infortunio y, menos aún, los designios divinos,
que van en un sentido muy distinto. No es casualidad la existencia de desigualdades e
injusticias en nuestro mundo, sino que posee causas concretas.

 Tampoco es la pobreza fruto, fundamentalmente, de las situaciones o actitudes individuales.


No son, sobre todo, los elementos personales (carácter, aptitudes, personalidad…) los que
determinan la pobreza de los individuos. Aunque muchas veces la realidad de pobreza
incapacita a las personas para sacar lo mejor de ellas mismas, son de nuevo las causas
económicas, sociales y políticas las que generan y reproducen la pobreza y el subdesarrollo.

Las causas de la pobreza y el subdesarrollo nos remiten principalmente a lo que se han llamado
“estructuras de pecado” de nuestro mundo:

 Unas relaciones internacionales injustas tanto a nivel político, como comercial, financiero,
cultural, tecnológico…, marcadas por el dominio de unos sobre otros, la dependencia de
éstos últimos, el predominio de la competencia sobre la colaboración…

 Unas estructuras sociales, políticas y económicas en el interior de los propios países del Sur,
que reproducen, incluso con mayor virulencia, las desigualdades e injusticias que se dan a
nivel mundial.

 También cada uno de los individuos, en la medida que somos seres sociales, en tanto que
nos conformamos con las situaciones de injusticia alimentándolas positivamente o no
oponiéndonos de una forma eficaz a ellas, somos cómplices con nuestra indiferencia,
nuestro comportamientos, hábitos, conductas y valores, de la injusticia y desigualdad, pues,
como señalan los obispos españoles, “en esas estructuras operan e influyen personas
individuales con su propia responsabilidad”. Creemos que “en sus decisiones personales o
públicas todos deben tener en cuenta esta relación de alcance planetario, esta
interdependencia entre sus comportamientos y la miseria y el subdesarrollo de tantos
hombres y mujeres” (Solicitudo Rei Socialis).

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

Las acciones emprendidas para modificar esta situación

LAS ACCIONES EMPRENDIDAS PARA MODIFICAR ESTA


SITUACIÓN

Frente a esta realidad (que, como hemos visto, tiene causas identificables) se ha presentado la
cooperación al desarrollo como el instrumento que puede favorecer la erradicación de la
pobreza y el desarrollo armónico de los países del Sur. La cooperación para el desarrollo,
aunque relativamente reciente en España, existe desde hace varias décadas en otros países;
incluso podemos encontrarnos precedentes en siglos pasados. La consolidación de la
cooperación al desarrollo como una política activa y constante tiene lugar tras la II Guerra
Mundial.

Los factores que han ido manteniendo e impulsando esta vía de relación entre los países del
Norte y el Sur han sido, por orden cronológico, los procesos de independencia, sobre todo en
África; las reivindicaciones de los nuevos países y su papel en el escenario internacional a lo
largo de los años 70, con la petición de un nuevo Orden Económico Internacional y la
aprobación del 0,7%; a lo largo de la década siguiente, la importancia estratégica y en algunos
casos económica de estas áreas, y ya más recientemente, la internacionalización de la economía
y la aparición de problemas de orden global.

En el contexto amplio de las complejas relaciones entre el Norte y el Sur, la cooperación para el
desarrollo es un concepto ambiguo que abarca un conjunto muy variado de acciones, cuyo
objetivo principal es favorecer el desarrollo de los pueblos del Sur, derivándose, en principio,
beneficios para ambas partes.

La cooperación al desarrollo se presenta en la actualidad como un sector en crisis, en el sentido


etimológico del término:

 Los fondos son cada vez más escasos (en 1994, en los países de la OCDE, fueron 57.737
millones de dólares, equivalentes al 0,30% del PIB, que es el mínimo de los últimos 20 años).

 Son muchas las voces que cuestionan su utilidad, puesto que tras 50 años de
funcionamiento, se constata que muchos pueblos del Sur apenas han mejorado sus
condiciones de vida.

 Los gobiernos de los países donantes tienen un interés menor cada vez sobre lo que sucede
en estas áreas (y en especial a la gente más pobre).

 Se constata una desviación creciente entre los objetivos originarios de la cooperación (la
erradicación de la pobreza) y la práctica actual, que la convierte sobre todo en un
instrumento al servicio de los intereses del donante.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

Las acciones emprendidas para modificar esta situación

En nuestra opinión, estas décadas de experiencia ponen claramente de manifiesto tres


principios que deben ser tenidos en cuenta a la hora de valorar las iniciativas concretas de
cooperación emprendidas por un estado o por los propios ciudadanos:

I. La cooperación no es el problema, no
debe constituir el objeto de nuestro
trabajo. Este debe centrarse en el
desarrollo y la lucha contra la pobreza y
sus causas. La cooperación es un
instrumento, útil en ocasiones, pero
también hay otras herramientas. Dicho de
otra forma: lo más importante no es que
la cooperación sea de una u otra manera,
lo crucial es el desarrollo que se produce
como consecuencia de ésta.

II. La cooperación no es la solución, no


puede serlo frente a los problemas de
subdesarrollo económico y pobreza que
existen. Se trata de un objetivo imposible
por una cuestión de escala (los recursos
que necesita el desarrollo son mucho
mayores que los que puede aportar la
cooperación) y de alcance (las
modificaciones estructurales necesarias no
son responsabilidad de la cooperación).

Encontramos un ejemplo de esto último analizando las consecuencias de las políticas


de cooperación y las comerciales: la totalidad de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)
es equivalente a lo que los países del Sur pierden, en concepto de exportaciones,
como consecuencia del Acuerdo Multifibras que regula el comercio de productos
textiles y calzados. Sobre este acuerdo, por seguir con el ejemplo, la cooperación y
sus agentes no tienen capacidad de influir. La cooperación es una parte –ni mucho
menos la más importante- de un conjunto de relaciones mucho más amplio entre el
Norte y el Sur, por lo que no es, ni puede ser, un factor decisivo de desarrollo.

III. La cooperación es una contribución imprescindible en la tarea de erradicar la


pobreza. No puede solucionar los problemas del subdesarrollo y la desigualdad, pero
sí realiza una aportación decisiva y directa hacia muchas personas y poblaciones del
Sur en la tarea del desarrollo (local, pequeño o con minúsculas).

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

Algunas propuestas para avanzar a favor de la erradicación de la pobreza

ALGUNAS PROPUESTAS PARA AVANZAR A FAVOR DE LA


ERRADICACIÓN DE LA POBREZA

Una vez que hemos visto la realidad, hemos presentado muy brevemente donde se sitúan las
causas de la pobreza y hemos analizado las respuestas que se han dado para afrontar el
problema de la pobreza, queremos presentar algunas propuestas y pistas que orienten el
trabajo futuro a favor de la erradicación de la pobreza y sus causas.

Tenemos, pese a todo, la certeza de que este mundo puede y debe ser transformado, que estamos
llamados a vivir de una forma distinta, en la que libertad e igualdad no sean solo conceptos
utópicos para casi todos. Somos conscientes de que todos tenemos un papel que jugar en la
transformación de nuestro mundo, que todos participamos de las injusticias con nuestros
comportamientos individuales y sociales y que todos podemos, de igual manera, participar en las
soluciones.

El cambio individual en el principio de todo

Si todos somos responsables de la pobreza creciente en este mundo globalizado e


interdependiente, todos podemos ser parte de la solución. El cambio personal, la modificación
de nuestros valores y principios; de nuestros pensamientos y convicciones y, sobre todo, de
nuestros comportamientos, hábitos y conductas, constituyen elementos mucho más decisivos
de lo que a veces creemos en la lucha contra toda forma de pobreza.

El primer paso suele ser romper la indiferencia, abrir los ojos y contemplar el sufrimiento de
tantos hombres y mujeres como algo propio, no ajeno. Nuestra acción surge del
convencimiento de que no podemos permanecer indiferentes frente al sufrimiento de tantos
hombres y mujeres y queremos hacer nuestros “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las
angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres” (Gaudium et Spes 1).
Después aparecen las preguntas, el análisis y el pensamiento que nos obligan a salir de los
sentimentalismos y la reacción inmediata, pero poco duradera. Por último, aparece la acción, el
compromiso, la transformación individual como consecuencia de lo anterior y como aliento para
nuevas acciones.

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Cuaderno de lectura Nº 4. Las caras de la Pobreza

Algunas propuestas para avanzar a favor de la erradicación de la pobreza

La sociedad civil organizada

La acción ciudadana no puede limitarse al campo individual. Las organizaciones de solidaridad y


cooperación con el Tercer Mundo cumplen un papel cada vez más relevante en nuestras
sociedades como cauces concretos de solidaridad, espacios de participación y agentes de
concienciación y transformación en el Norte.

En este sentido, construir una auténtica cultura de la solidaridad en España es cada vez más una
prioridad básica para muchas organizaciones (y en particular en este caso para MANOS
UNIDAS). Hacen suya así la petición que hace 30 años planteó el presidente de Tanzania, Julius
Nyerere, a una organización británica: “Tome todos y cada uno de los peniques que tiene previsto
destinar a Tanzania y gásteselos en el Reino Unido explicándoles a sus conciudadanos las
características de la pobreza y sus causas”.

Las transformaciones en el ámbito estructural

Hemos visto cómo las causas más profundas de la pobreza radican en las estructuras que
dominan nuestro mundo y que conforman unas relaciones a nivel internacional y nacional
marcadas por la dominación de unos sobre otros. La erradicación de la pobreza exige la
transformación también en el ámbito de las instituciones, las legislaciones, las políticas…, tanto a
nivel supranacional como al interior de cada Estado.
Esta tarea exige incrementar nuestra capacidad de análisis de la realidad y sobre todo nos
obliga a elaborar propuestas alternativas reales que impliquen mejoras en las condiciones de
vida de los pobres y faciliten su trabajo para salir de su situación. Sólo en la medida en que
seamos capaces de presentar diagnósticos y propuestas lúcidas y rigurosas tendremos una
capacidad de influir en los foros y espacios donde se definen algunas de estas políticas.

Las acciones de transformación social y política pueden resultar más complicadas o


insatisfactorias que las anteriores; los riesgos son mayores y los resultados pequeños, pero
como decía Pablo VI en la frase con la que iniciábamos el texto, debemos transformar las
estructuras al tiempo que los corazones, para construir un mundo más justo para todos.

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