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E.S.

T
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#109
GRADO:1 GRUPO:B

MATERIA:GEOGRAFIA

TEMA: PROYECTO 3

ALUMNO:ISMAEL DE
JESUS SANTOS AGUILAR
MAESTRA:PRICILA
QUEVEDO MARTÍNEZ
JOSE
Había una vez una laguna en la que los habitantes del pueblo solían pescar y nadar
durante los días cálidos de verano. Sin embargo, a medida que el pueblo crecía, la
actividad humana comenzó a afectar el ecosistema de la laguna. La gente arrojaba
basura y productos químicos a la superficie del agua, y algunos incluso la utilizaban
para lavar sus coches y maquinaria pesada.
Pero algo extraño comenzó a suceder en la laguna. Los peces y los animales
acuáticos comenzaron a desaparecer misteriosamente. Los lugareños decían que
escuchaban extraños sonidos procedentes de las profundidades de la laguna
durante la noche. Muchos atribuyeron estos sucesos a una leyenda que contaba la
existencia de un monstruo que rondaba las aguas.
Una noche, un grupo de amigos decidió desafiar la leyenda y se aventuraron en una
pequeña embarcación para demostrar que no había nada fuera de lo común en la
laguna. Sin embargo, mientras remaban, escucharon el sonido de una criatura
debajo de ellos. De repente, un enorme monstruo emergió de las profundidades de
la laguna y los atacó. Los amigos gritaron y trataron de escapar, pero el monstruo
los alcanzó rápidamente.
A partir de esa noche, la gente del pueblo comenzó a tomar en serio las advertencias
sobre el impacto de las actividades humanas en el ecosistema de la laguna.
Aprendieron a tratarla con más respeto y a acoger medidas para proteger y
recuperar su fauna y flora. Y aunque algunos todavía hablan sobre el monstruo en
las profundidades de la laguna, la gente logró crear un lugar más saludable para la
vida marina. Con el tiempo, los habitantes del pueblo trabajaron juntos para limpiar
la laguna y recuperar su flora y fauna. Aprendieron a tratarla con cuidado y a no
arrojar basura o productos químicos en ella. Se establecieron leyes y regulaciones
para proteger la laguna y su ecosistema.
Sin embargo, algunos años después de los sucesos del monstruo, una nueva ola
de actividad humana comenzó a afectar la laguna. Un grupo de empresarios
deseaban convertirla en una atracción turística y construyeron un hotel cerca de sus
orillas, a pesar de la oposición de muchos vecinos.
Pero las obras para construir el hotel causaron daño en el ecosistema de la laguna.
La tierra y el agua se contaminaron, y los hábitats de muchas especies acuáticas
fueron alterados. Los vecinos preocupados se unieron para protestar contra los
empresarios y tratar de detener los daños, pero la construcción del hotel siguió
adelante. Sin embargo, fue entonces cuando el monstruo volvió a aparecer en la
laguna. Esta vez, parecía más enojado y feroz que nunca. Los empresarios trataron
de minimizar la situación, pero la gente comenzó a hablar sobre la leyenda del
monstruo nuevamente, advirtiendo a los turistas de no acercarse demasiado. Los
empresarios comenzaron a preocuparse por el impacto negativo que esto tendría
en su negocio.

Pero por más que trataron, el monstruo no dejó de aparecer en la laguna,


aterrorizando a los turistas y causando grandes pérdidas económicas. Finalmente,
los empresarios se dieron cuenta de que debían tomar medidas para proteger la
laguna y su ecosistema, y comenzaron a trabajar con los vecinos para limpiar el
agua y restaurar el hábitat. Con el tiempo, la laguna volvió a ser un lugar hermoso
y saludable para la vida marina, y el monstruo ya no tenía necesidad de
manifestarse para hacerse escuchar.
Los vecinos del pueblo se dieron cuenta de que no podían dejar que el impacto
humano destruyera la laguna y su ecosistema. Aprendieron que la leyenda del
monstruo siempre estaría presente mientras la gente no trate la naturaleza con
respeto y cuidado, y que la única forma de mantener a raya esos monstruos sería
protegiendo el ecosistema y creando un ambiente saludable para que las especies
acuáticas puedan prosperar.
A medida que pasó el tiempo, otros monstruos comenzaron a aparecer en la laguna.
Se decía que había un monstruo de agua dulce con piel verde y una cola larga y
delgada, que se escondía entre los juncos y salía en las noches de luna llena.
También se hablaba de una enorme serpiente de agua con escamas ásperas y ojos
brillantes, que se decía que podía devorar a un hombre entero.
Algunos habitantes del pueblo creían que estos monstruos eran solo leyendas, pero
otros aseguraban haberlos visto con sus propios ojos. El temor se fue extendiendo
entre la gente y muchas veces se evitaba la laguna por completo.
Pero esta vez, los vecinos del pueblo no estaban dispuestos a dejar que los
monstruos tomaran el control. Decidieron unirse y trabajar juntos para proteger la
laguna, investigar sobre los monstruos y encontrar formas pacificas de convivir con
ellos sin dañar el ecosistema.
Con el tiempo, se descubrió que muchos de estos monstruos eran en realidad
especies de animales poco comunes que habitan en la laguna. A través de
campañas de concientización y educación, se logró que las personas
comprendieran la importancia de proteger el ecosistema y respetar a los habitantes
naturales de la laguna (incluyendo a estos misteriosos monstruos) en lugar de
temerles o cazarlos.
Y así la leyenda de los monstruos de la laguna se convirtió en una historia de éxito
de conservación. Los vecinos del pueblo aprendieron que para proteger a los
habitantes naturales de su hogar, debían comprenderlos y trabajar con ellos, en
lugar de enfrentarlos o temerlos.
Con el tiempo, la laguna se convirtió en un lugar de atracción turística para aquellos
que querían conocer más sobre la biodiversidad de la zona. Las empresas locales
comenzaron a ofrecer tours guiados para que los visitantes pudieran ver a los
monstruos de cerca, siempre respetando su hábitat natural. La gente del pueblo
comenzó a sentirse orgullosa de sus monstruos, y algunos incluso les dieron
nombres e historias personales. El monstruo de piel verde era conocido como
"Gruñón", mientras que la serpiente de agua era bautizada como "Sally". Los niños
del pueblo disfrutaban de contar historias de aventuras con estos personajes
fantásticos y así, la leyenda de los monstruos de la laguna se mantuvo viva en su
imaginación. Para el asombro de muchos, incluso los científicos comenzaron a
explorar la laguna para estudiar a estos extraños habitantes. Descubrieron que la
laguna era un ecosistema único, que albergaba una gran variedad de vida acuática
que no se encontraba en ningún otro lugar. Los monstruos, tal como la gente los
llamaba, resultaron ser especies raras y preciosas para la ciencia y el medio
ambiente. Al final, la leyenda de los monstruos de la laguna se convirtió en una
historia de conservación y respeto por la naturaleza. La gente del pueblo aprendió
que, si bien el mundo puede parecer misterioso y a veces aterrador, podemos
encontrar una belleza y una emoción en la exploración de cosas nuevas y
desconocidas. Y así, la leyenda de los monstruos de la laguna, una vez temida,
ahora se celebra como un tesoro de la naturaleza.
Con el tiempo, la laguna se convirtió en un santuario para la vida silvestre, y las
autoridades locales hicieron esfuerzos para protegerla y preservarla. Se prohibió la
pesca en la laguna y se implementaron medidas para asegurar que los visitantes no
dañaran el hábitat de los monstruos.
Para las personas del pueblo, la leyenda de los monstruos de la laguna se convirtió
en una parte integral de su identidad cultural, algo que encontraban fascinante y
único. Los puestos de souvenirs que vendían camisetas y recuerdos con la imagen
de los monstruos se popularizaron, generando un flujo constante de turistas que
querían ver estas extrañas criaturas.
Pero no todo era perfecto. Algunos vecinos del pueblo no estaban contentos con la
atención que atraían los monstruos, ya que atraían a mucha gente y tráfico a la zona
y podían ser una amenaza para la tranquilidad del lugar.
Pero en general, los monstruos de la laguna se convirtieron en una fuente de orgullo
para la gente del pueblo, y la leyenda de su existencia -y su conservación- se pasó
por generaciones. Al final, la leyenda de los monstruos de la laguna no solo atraía
turistas curiosos, sino que inspiraba un sentido de protección por la naturaleza del
lugar y un respeto hacia lo desconocido.

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