Cómo Se Redacta Una Competencia Educativa
Cómo Se Redacta Una Competencia Educativa
Cómo Se Redacta Una Competencia Educativa
Las acciones en una competencia deben ser medibles y observables ya sea de forma abierta
o encubierta. Es decir, si no las podemos ver o medir directamente, debemos poder hacerlo
por medio de un instrumento auxiliar.
El conocimiento tiene tres dimensiones: conocimiento conceptual [saber que]; conocimiento
procedimental [saber como] y actitud. La actitud, según Robert Mager está inmersa en todo lo
que hacemos y no se puede medir.
El contexto por su lado lo componen los recursos que tenemos a nuestro alcance para
ejecutar la acción, el lugar y las personas con quienes la ejecutamos.
La redacción de competencias es un tema que todavía no tiene un modelo especifico. Edward
Cipe recomienda redactar la competencia de la manera más escueta posible con el fin de no
dificultar su aplicación y aconseja también como ocurre con los estándares, proveer luego una
descripción de la misma.
Ejemplo:
Identifica los detalles importantes, las
ideas principales, ideas secundarias y secuencias lógicas en
textos funcionales y literarios.
[Competencia 3 del curso Idioma Español de Primero Básico Currículo Nacional Base de
Guatemala]
¿Cuáles son los detalles importantes de un texto? Por supuesto que los mismos
detalles importantes vienen a ser las “ideas principales”, ambos conceptos son
redundantes en esta competencia.
Si conozco las “ideas principales” por supuesto que también indirectamente puedo
ubicar las ideas secundarias.
¿Cuántas clases de textos escritos existen? Hay muchas clases pero las principales
son solamente estas dos: Textos funcionales y textos literarios.
Competencia simplificada:
Identifica ideas principales en textos escritos.
Acción requerida: identificar.
Condición: Tener a la mano un texto escrito.
Conocimiento necesario para identificar ideas principales: Saber leer, saber subrayar,
determinar lo más importante de un texto escrito.
Otros ejemplos:
Competencia incorrecta:
Administra el conflicto, las desaveniencias, confrontaciones y desacuerdos de cualquier tipo
en una variedad de situaciones relacionadas al recurso humano o los clientes externos, y
resuelve esos conflictos, desaveniencias, confrontaciones y desacuerdos de una manera
constructiva en concordancia con las políticas de la organización con el fin de minimizar
cualquier impacto negativo en los empleados, clientes o la organización.
Competencia correcta:
Administra y resuelve conflictos de una forma constructiva con el fin de minimizar los impactos
negativos personales.
Incorrecto: Habla y escribe de una forma clara, concisa, organizada y convincente de
acuerdo a la audiencia a la que se dirige.
Correcto: Escribe de una forma concisa, clara, organizada y convincente para la audiencia
hacia la que se dirige.
Hablar es una competencia separada de escribir.
Acción: Escribe.
Conocimiento necesario: Técnicas para escribir clro, conciso, organizado y tipos de
audiencia.
Contexto: Debe tener un mensaje para una audiencia.
Incorrecto: Conocimiento de Java y C++ así como sus aplicaciones para permitir a los
sitemas ejecutar funciones específicas.
Correcto: Utiliza lenguajes de programación [java y C++] para ejecutar funciones especificas
en un sistema digital.
Incorrecto: De una forma exitosa influencia, motiva y reta a los demás, se adapta a los
diferentes estilos de liderazgo en situaciones difíciles.
Correcto: Influencia, motiva y reta a los demás, adapta su estilo de liderazgo dependiendo de
la situación.
Acción: Influencia y adapta.
Conocimiento Estilos de liderazgo, conocimiento del estilo de liderazgo propio.
Contexto: Situación en la que es necesario aplicar el liderazgo.
En la siguiente entrada vamos a analizar con más detalle estos niveles porque nos servirán
para escribir los indicadores de logro o “resultados de aprendizaje”.
¿Qué es la Educación Basada en Competencias?
Publicado el 1 de Julio de 2010 por Jesús Alberto Rodríguez Salazar
PREGUNTA 1 DE 15
1. ¿Qué es la Educación Basada en Competencias (EBC)?
La Educación Basada en Competencias (EBC) surge como una concepción
formativa en el mundo del Trabajo. Su propósito está relacionado con la
productividad, en el sentido de lograr que los egresados de los procesos de
capacitación dentro de la empresa, se incorporen productivamente a su
actividad laboral, apenas concluyan el programa de capacitación. En otras
palabras, se busca minimizar, y eventualmente reducir a cero, el tiempo de
adaptación a la realidad de trabajo. Para ello, la referencia formativa, vale
decir la base curricular, es el trabajo mismo expresado según el análisis de
las funciones que se cumplen en el cargo, o bien la norma o
práctica operativa aplicable en el caso de actividades específicas.
En el caso, por ejemplo de un OPERADOR DE EQUIPO LIVIANO, o ANALISTA
DE OPERACIONES; para uno y otro cargo se dispone del análisis operacional
con la especificación de las competencias y las correspondientes prácticas
operativas. Luego para formar operadores de equipo liviano, se planifica la
formación con base en el perfil de competencias correspondiente.
Ahora bien, si en uno de los Operadores o de los Analistas se detecta un
problema de seguridad, eficiencia o de cualquier otra naturaleza, en una de
las competencias del perfil del cargo, y se determina que dicho problema se
resuelve por la vía de la capacitación, entonces se procede a trabajar
con dicha competencia y las respectivas normas o prácticas
operativas, siendo esta la forma como se procede con la satisfacción
de necesidades manifiestas de capacitación.
.
Por su parte, el mundo de la Educación, ante la necesidad de vincularse con
el mundo del Trabajo, toma el concepto de Educación Basada en
Competencias y procede a adaptarlo en concordancia con sus fines para
poder aplicarlo convenientemente. La adaptación pasa por exigencias
educativas, entre ellas, tomar muy en cuenta la integralidad, los contextos
disciplinares y otros contextos, lo actitudinal y lo valorativo y, quiza lo más
importante: QUE EL MUNDO DEL TRABAJO ES SOLO UNA PEQUEÑA PARTE
DEL MUNDO DEL HOMBRE y, por lo tanto, debe tenerse esto muy en cuenta
al tratar las competencias en el mundo de la Educación con miras a la
integralidad formativa.
Asimismo, para lograr un mejor enfoque laboral y que los egresados estén
mejor preparados para cumplir tanto con las tareas específicas de trabajo, en
su especialidad, como con las exigencias generales de interacción humana
propias del entorno laboral, se incluyen, respectivamente, competencias
duras y competencias blandas. De la experiencia se sabe, que en su mayoría
las vacantes se llenan por las competencias duras de los candidatos, o sea sus
competencias técnicas, y la rotación o separación ocurre, generalmente, por
fallas en las competencias blandas, sus competencias humanas o
relacionales.
Una formación tal, redundaría en un mínimo tiempo de adaptación del
trabajador a su puesto de trabajo.
Sin embargo, puede decirse que las adaptaciones hechas a las competencias,
desde el mundo de la Educación, pasan por dos momentos aplicativos y
en cada momento en su debida oportunidad, las competencias adoptan un
cauce propio.
Un primer momento a finales del Siglo XX, cuando se introducen las
competencias en la Educación Básica. En esta primera adaptación, las
competencias son llevadas por el cauce que marca la integración de
conocimientos, habilidades, actitudes y valores, como visión de conjunto, y
se afianzan las competencias cognoscitivas, haciendo que los docentes se
formaran una idea, por lo demás equivocada, de que el cambio de los
objetivos a las competencias era un maquillaje y que solo era una cuestión de
nombre. Para citar algunos elementos que soportan este criterio, puede
observarse que a pesar de haberse establecido las competencias, la
formación sigue centrada en los conocimientos en desmedro de otros
dominios y siguen siendo más importantes los conocimientos que su
aplicación; la actuación docente sigue siendo centrada en la enseñanza en
lugar de centrarse en el aprendizaje; la evaluación sigue siendo normativa en
lugar de ser criterial y así, sucesivamente. En descargo de los docentes, es
necesario aclarar que no ha habido la necesaria sensibilización y
especialización para el cambio de objetivos a competencias, con la
consiguiente preparación en teoría y práctica, y así poder transitar
apropiadamente por dicha vía.
En este primer momento de las competencias, se toman los contenidos
conceptuales, procedimentales y actitudinales como base de formulación de
los indicadores.
El segundo momento adaptativo de las competencias al mundo de la
Educación ocurre para la Educación Superior a principios del Siglo XXI, con
las competencias según el Proyecto Tuning para la construcción del Espacio
Europeo para la Educación Superior y ALFA Tuning en América Latina y el
Caribe. En esta segunda adaptación de las competencias se toma como
referencia las competencias laborales, se proponen competencias genéricas,
para cualquier profesional universitario, y específicas por especialidades.
En este segundo momento, la base de formulación de los indicadores son los
pilares de la Educación, según la UNESCO: Conocer, hacer, ser y convivir.
En el caso venezolano, la aplicación de las competencias en Educación
ocurre en los años 90 de fines del sigo XX, en primer lugar, en los Programas
de Formación para el Trabajo y, en segundo lugar, en el subsistema de
Educación Básica, principalmente, Educación inicial y hasta el quinto grado de
Educación Primaria, faltando por implementar el resto de la Educación
Básica. En 2004 se dio a conocer el mandato ministerial para la elaboración
de perfiles por competencias en la Educación Superior y en 2009 se
oficializaron los Lineamientos Curriculares para el Programa Nacional de
Formación, tratado ampliamente con el enfoque de competencias.
En los ambientes educativos citados, la Educación Basada en Competencias
(EBC) cumple su propósito con base en diversos principios y características,
entre ellos se encuentran los siguientes:
Lo significativo del conocimiento no es su acumulación sino su
aplicación.
Los programas desarrollados por competencias deben centrar su
aplicación en situaciones de la vida real.
La actividad docente debe sustituir la enseñanza por el aprendizaje
como centro de su razón de ser.
Los aprendizajes deben lograrse por medio de la construcción
participativa del estudiante.
Los métodos didácticos deben dirigirse al fortalecimiento y
desarrollo de competencias.
Los saberes, en lugar de los contenidos, se dirigen a “lo que es
necesario aprender” en contraposición a “lo que es bueno saber”.
La evaluación pasa de ser normativa a criterial y sus resultados se
sustentan con evidencias de aprendizaje y el desempeño de los
estudiantes.
La evaluación es multifactorial: Diagnóstica, formativa y sumativa; y
se realiza a través de autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación
con resultados sobre una base individual en forma absoluta y no
comparativa.
La especificación de resultados de aprendizaje no se basa en
promedios sino en el nivel de logro de las competencias.
La enseñanza pasa de ser impartida a facilitada y mediada.
La planificación en vez de basarse en contenidos se basa en
indicadores y evidencias de aprendizaje.
El constructivismo constituye la principal guía de acción del
docente.
Desde el punto de vista del Curriculo universitario, los diseños de carreras
basados en competencias parten del perfil del egresado elaborado con base
en el quehacer profesional, el cual se especifica mediante áreas de
competencia. Las áreas de competencia agrupan a las competencias
profesionales a partir de las cuales se desagregan las unidades de
competencia con sus respectivas competencias e indicadores. A lo largo de
este proceso se van especificando los saberes teóricos, los saberes prácticos
y los saberes valorativos relacionados con el conocer, el hacer y el ser y
convivir, correspondientes a los pilares de la educación según la UNESCO.
Finalmente, todo este proceso conlleva al cumplimiento de lo que son las
competencias de acuerdo con la UNESCO:
Conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades
cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a
cabo adecuadamente un desempeño, una función, una actividad o una
tarea.
La
educación
basada en
competenci
as:
algunas nociones
que pueden facilitar el
cambio
Yolanda Argudín
El concepto de competencia
Si enfocamos las competencias desde el ámbito
de la economía global, se les puede interpretar
como un aspecto del behaviorismo
(conductismo). Sin embargo, si encauzamos las
competencias a partir del sello que caracteriza a
la Universidad Iberoamericana, el humanismo
cristiano, y las situamos dentro del pensamiento
crítico, pueden llegar a ser un avance muy
positivo en la educación.
Competencia indica capacidad y en el
presente siglo, dentro de un mundo globalizado,
nos guste o no, éste será un criterio importante
con el que todos seremos medidos. El proyecto de
la educación basada en competencias nace a
partir de las nuevas tecnologías, ya que éstas han
generado tal cúmulo de información que la vida
entera no nos alcanzaría, no sólo para leerla, sino
para al menos ojearla. De aquí que la época que
vivimos actualmente haya sido llamada la "edad
de la información".
La incertidumbre e inquietud se acrecientan a
medida que nos encaminamos hacia la transición
a una sociedad global, en la que sabemos que los
nuevos medios cambiarán nuestras vidas. Por ello
es muy importante que estemos preparados para
ofrecer a nuestros alumnos los instrumentos que
les permitirán enfrentar su propio futuro.
La sociedad de la información
Vivimos en una época en que la información
aplicada a las esferas de la producción está
revolucionando las condiciones de la economía,
el comercio, las bases de la política, la
comunicación mundial y la forma de vida y de
consumo de las personas. Este ciclo ha sido
llamado la "edad de la información" debido a que
es la información la que ahora rige en la
economía de todo el mundo.
La sociedad industrial se sustentaba en el uso
de los recursos clásicos de la economía; ahora, la
sociedad de la información se fundamenta en el
capital humano, reforzado por las nuevas
tecnologías. Hoy el conocimiento se renueva cada
cinco años y en ese lapso se genera más
información que en todos los cientos de años
previos; esta transformación conduce a que la
educación se plantee de manera diferente, puesto
que el desarrollo de las nuevas tecnologías ha
ampliado las fronteras y transfigurado el proceso
de enseñanzaaprendizaje.
Las competencias
El concepto de competencia tal como se entiende
en la educación resulta de las nuevas teorías
cognoscitivas, básicamente significa "saberes de
ejecución". Puesto que todo conocer implica un
saber, entonces, es posible decir que son
recíprocos competencias y saber: saber pensar,
saber interpretar, saber desempeñarse y saber
actuar en diferentes escenarios.
Chomsky (1985) a partir de las teorías del
lenguaje, instaura el concepto y
define competencias como la capacidad y
disposición para el desempeño y para la
interpretación. La educación basada en
competencias (Holland 1966-97) se centra en las
necesidades, estilos de aprendizaje y
potencialidades individuales para que el alumno
llegue a utilizar con pericia las habilidades
señaladas por el mundo laboral.
Las competencias son un conjunto de
conocimientos, habilidades y valores que
convergen y permiten llevar a cabo un
desempeño de manera eficaz, es decir, que el
alumno logre los objetivos de manera eficiente y
que obtenga el efecto deseado en el tiempo
estipulado y utilizando los mejores métodos y
recursos para su realización.
Los avances de la investigación de punta,
indican que la obtención de las metas radica en
los conocimiento de la disciplina, el desarrollo de
las habilidades, el crecimiento en hábitos
mentales y de conducta que se relacionen con los
valores universales y de la misma disciplina, así
como en la construcción de competencias de
desempeño.
La educación basada en competencias se
refiere a una experiencia eminentemente práctica,
que necesariamente se enlaza a los conocimientos
para lograr un fin: el desempeño. En otras
palabras, la teoría y la experiencia práctica se
vinculan utilizando la teoría para aplicar el
conocimiento a la construcción o desempeño de
algo.
El desempeño
El desempeño es un fin que ha sido planificado y
requiere de los conocimientos y del desarrollo de
ciertas habilidades específicas, las cuales se
habrán elegido de acuerdo con el resultado que se
desee obtener. Este fin debe planificarse de tal
manera que admita que el educando tenga una
ejecución apropiada a las distintas situaciones y
pueda adaptarse a las cambiantes formas de la
organización del trabajo.
Por lo tanto, el desempeño debe realizarse de
acuerdo con los términos y criterios de las
exigencias de calidad que previamente se habrán
acordado o establecido para su presentación o
ejecución.
El resultado: desempeño
de la competencia
En el proceso educativo, las competencias se
construyen en la convergencia de los
conocimientos, las habilidades y los valores, para
lograr una meta que ha sido planificado y es un
resultado. El resultado es el desempeño de la
competencia.
La evaluación se describe como un resultado
de lo que el alumno está capacitado a desempeñar
o producir al finalizar una etapa. Determina que
el estudiante va a desempeñar o construir algo
específico y se basa en la comprobación de que el
alumno es capaz de construirlo o desempeñarlo.
Así, las competencias se construyen desde las
disciplinas, que son el marco de referencia del
aprendizaje, con los conocimientos, habilidades y
actitudes inherentes a cada competencia. Las
actitudes o comportamientos responden a los
valores y a las disciplinas.
La evaluación se basa en una demostración
del desempeño o en la elaboración de un
producto. Las competencias se construyen
durante el proceso de aprendizaje y también son
el resultado de este mismo.
La evaluación
En términos pedagógicos, centrar los resultados
en el desempeño implica modificar no sólo el
diseño curricular, sino las prácticas de enseñanza
y la evaluación, que tradicionalmente se había
centrado en la información que el estudiante
acumulaba. Ahora se proponen diferentes
esquemas con una diversificación de las
situaciones del aprendizaje y la evaluación, que
permiten al estudiante actuar de manera activa, de
tal forma que pueda resolver problemas, aprender
a aprender y ejercer, aplicando en forma práctica
sus conocimientos y habilidades, a diferentes
situaciones en diversos escenarios.
Otros aspectos que el currículum debe
contemplar son el aprendizaje como un proceso
permanente, la automotivación como forma de
aprendizaje y el trabajo en equipo. Debido a que
la estrategia fundamental es modificar el
currículum, cada curso deberá contribuir a que se
alcancen las metas de los programas y cada
programa deberá participar para que se alcancen
las metas que la universidad proponga.
Nuevos modelos
Actualmente las competencias son el eje de los
nuevos modelos de educación y se centran en el
desempeño. No se separa el saber del saber
hacer, el esfuerzo queda centrado en los
resultados del desempeño en los que se integra.
Las habilidades se componen de un conjunto
de acciones relacionadas, no se desarrollan
aisladamente, se asocian a los conocimientos y a
los valores y unos a otros se refuerzan, se
desarrollan en secuencias. Las habilidades
básicas se incrementarse antes que las avanzadas.
El cambio
El cambio deberá hacerse desde los programas
académicos y más importante aún, desde la
transformación de la manera de pensar de los
directivos, administradores, profesores y alumnos
en las instituciones a nivel superior.
El sello de la institución constituye el marco
de referencia, ya que toda institución tiene su
propio carácter, el proceso que establece el
cambio para la construcción de competencias se
inicia desde el análisis de la filosofía, misión y
sello de identidad: sólo así los alumnos serán
favorecidos con un modelo de aprendizaje que
combine las habilidades básicas, con los
conocimientos específicos.