Existen tres géneros principales de discursos oratorios: el género judicial, el género deliberativo y el género demostrativo. Cada género tiene un objetivo y enfoque diferente. Además de estos tres géneros principales, existen siete especies que pueden estar presentes en cualquiera de los tres géneros. En la Edad Media, se añadieron tres artes relacionadas con la elaboración de sermones, cartas y poesía.
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Existen tres géneros principales de discursos oratorios: el género judicial, el género deliberativo y el género demostrativo. Cada género tiene un objetivo y enfoque diferente. Además de estos tres géneros principales, existen siete especies que pueden estar presentes en cualquiera de los tres géneros. En la Edad Media, se añadieron tres artes relacionadas con la elaboración de sermones, cartas y poesía.
Existen tres géneros principales de discursos oratorios: el género judicial, el género deliberativo y el género demostrativo. Cada género tiene un objetivo y enfoque diferente. Además de estos tres géneros principales, existen siete especies que pueden estar presentes en cualquiera de los tres géneros. En la Edad Media, se añadieron tres artes relacionadas con la elaboración de sermones, cartas y poesía.
Existen tres géneros principales de discursos oratorios: el género judicial, el género deliberativo y el género demostrativo. Cada género tiene un objetivo y enfoque diferente. Además de estos tres géneros principales, existen siete especies que pueden estar presentes en cualquiera de los tres géneros. En la Edad Media, se añadieron tres artes relacionadas con la elaboración de sermones, cartas y poesía.
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Universidad Paulo Freire
Técnicas de Oralidad & Litigación
Tema: Los géneros oratorios.
Nombre: Audrey Renata López Mendoza.
Docente: Orlando Carrión.
Managua 04/02/22 Los géneros oratorios. .
Existen tres géneros de discursos de oratoria: el genus iudiciale (género judicial), el
genus deliberativum (género deliberativo o forense) y el genus demonstrativum (género demostrativo o epidíctico). • El genus iudiciale es el que corresponde a las exposiciones realizadas ante un juez con el objetivo de acusar o defender, respecto de un asunto del pasado, una causa planteada en término de justicia frente a injusticia. Sus polos son acusación y defensa • El genus deliberativum es el que corresponde a los discursos pronunciados ante una asamblea; el orador pretende aconsejar o disuadir en términos de utilidad. Frente al género judicial, que se centra en acontecimientos pasados, el tema de los discursos deliberativos es cómo afrontar en el futuro un determinado asunto. • El genus demonstrativum se centra en individuos particulares a los que se trata de alabar o denostar ante un público; se ocupa de hechos pasados y se dirige a un público que no tiene capacidad para influir sobre los hechos, sino tan solo de asentir o disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador, alabándolos o vituperándolos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos son, pues, la alabanza o encomio y el denuesto o vituperio. Además de estos tres géneros, existen siete especies (εἲδη): la suasoria (προτρεπτικόν), disuasoria (ἀποτρεπτικόν), laudatoria (ἐγκωμιαστικόν), vituperadora (ψητικόν), acusatoria (κατηγορικόν), exculpatoria (ἀπολιγικόν) y la indagatoria (ἐξεταστικόν). Estas especies están presentes en los tres géneros. En el deliberativo, puesto que se busca convencer al auditoriο de una determinada tesis, las más frecuentes son la suasoria y la disuasoria. En el judicial, en el que hay que defenderse de acusaciones o realizarlas, predominan las especies acusatoria y exculpatoria y en el epidíctico, que sirve para reforzar los valores de una comunidad, la laudatoria y la vituperadora. Aunque predοminen más en determinados discursos, las siete especies están en los tres géneros. En un discurso deliberativo se puede utilizar la especie acusatoria y la vituperadora, por ejemplo, el político que propone una ley puede acusar a su rival de algo o hacerle un vituperio con el fin de desacreditarlo. De la misma manera, en el discurso judicial son frecuentes las especies vituperadora y laudatoria. Un caso muy conocido es el discurso de Cicerón Pro Archia Poeta en el que hay un extenso elogio de la poesía. En la Edad Media se añadieron a los anteriores las llamadas artes: ars praedicandi (sobre la técnica de elaborar sermones), ars dictandi (o ars dictaminis, sobre el arte de escribir cartas) y las ars poetriae (preceptos gramaticales, métricos y retóricos para escribir poesía).