Ensayo Sobre La Genealogia de Cristo de Leopoldo

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

FEDERACIÓN CONCILIO GENERAL DE LAS ASAMBLEAS


DE DIOS DE VENEZUELA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN CRISTIANA (MINEC)
INSTITUTO BÍBLICO JUAN ALFARO
MARACAY ESTADO ARAGUA

TEOLOGÍA DEL NUEVO TESTAMENTO


“ENSAYO SOBRE LA GENEALOGÍA DE JESÚS”

Nivel:
Licenciatura en Orientación Pastoral

Facilitadora: Alumno:
Prof. Marielvis Arévalo José Leopoldo Gutiérrez
C.I. V-9.262.145

Maracay, Mayo de 2.023


LA GENEALOGÍA DE JESÚS

En términos generales, la genealogía es un estudio que permite conocer el origen, la


ascendencia, la descendencia, las relaciones familiares, la procedencia de los nombres y
apellidos de un individuo. Está presente en varios fragmentos de la Biblia, principalmente en
el Antiguo Testamento. En cuanto a Jesús, a primera vista pareciera sencillo establecer y
entender su genealogía; sin embargo, existen diferencias entre la que presenta Mateo respecto
a la que presenta Lucas, que si no se detallan bien se podría aceptar que existe contradicción.
Por otro lado, las nuevas enseñanzas heréticas ministran con cierta sutileza que la sangre de
Cristo no fue del todo pura, ya que aparecen cuatro mujeres pecadoras y/o extranjeras en el
árbol genealógico que de manera descendente presenta Mateo, todo lo cual redunda en una
situación digna de ser considerada, y así se hace a continuación.
En cuanto a las diferencias que hay entre la genealogía de Lucas y la de Mateo, se tiene
que el relato de Mateo sigue el linaje de José, mientras que el de Lucas sigue el linaje de
María, aunque ambos comienzan con Jesús y luego van a José, no a María. Mateo informó del
linaje de Cristo de manera descendente desde Abraham hasta Jesús, y usó la expresión
“engendró”, y Lucas la trazó de forma ascendente desde Jesús hasta Adán, y usó la expresión
“hijo de”. Por otro lado, la genealogía de Lucas presenta a Jesús como el Hijo del Hombre,
descendiente de David por María, pero a través de la casa de Natán y no de Salomón. Sin
embargo, la realeza de Jesús viene por la línea masculina; es decir, por José y como hijo
nacido de María, Jesús, en principio, no tenía derecho legal alguno al trono, por ello ambos
linajes concluyen con José, a pesar que la consanguinidad se establece con María.
En este sentido, la genealogía de Jesús es una narración de la Biblia que conecta a
Jesús con los Reyes judíos. Tanto Mateo como Lucas tienen al Rey David como antepasado
común de Jesús, algo importante desde el punto de vista doctrinal y profético, en virtud del
Pacto Davídico y la línea mesiánica. Además, en medio de una larga lista de varones, el
evangelio de Mateo incluye en la genealogía de Jesús a cuatro mujeres del Antiguo
Testamento cuya aparición ocasiona una supuesta ruptura; ellas son: Tamar la mentirosa,
Rajab la ramera, Rut la moabita y Betsabé la adultera, mujeres inicialmente marginales dentro
de la historia de Israel, pero que fueron insertadas no solo en la congregación del pueblo de
Dios sino en la genealogía de Jesús, lo que anunciaba en el Antiguo Testamento la Gracia

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venidera en el Nuevo Testamento. Al estudiar la vida y la obra de estas cuatro mujeres se
observa abnegación, obediencia, lealtad y persistencia por preservar la línea mesiánica, aunque
quizás ellas no lo sabían.
Por otro lado, considerar la genealogía de Jesús es muy importante, ya que esto ayuda a
corroborar la exactitud histórica de la Biblia, confirma la existencia física de los personajes de
la Biblia, da a conocer las historias familiares, y se entiende que la Biblia está lejos de ser una
mera historia sino una auténtica verdad histórica. La genealogía de Jesús también confirma las
profecías acerca de su nacimiento y reinado futuro, ya que se profetizó que el Mesías vendría
del linaje de David (Isaías 11:1). Al registrar su linaje en las Escrituras, Dios confirma que
Jesús era descendiente de David (Mt 1:1-17 y Lc 3:23-38). En definitiva, la genealogía es otro
testimonio del cumplimiento de Jesucristo conforme a las profecías del Antiguo Testamento.
Dicho lo anterior, se observa entre ambos linajes diferencias y semejanzas marcadas.
Las diferencias se notan a simple vista en la longitud de cada una, siendo la de Lucas la más
larga; en el orden,  una  es descendente mientras que la de otra es ascendiente; el lapso entre
David y Jesús discrepa casi en todos los nombres, excepto Zorobabel y Salatiel; y Mateo omite
los ascendientes de Abraham, ya que este evangelio iba dirigido a los judíos especialmente,
mientras que la de Lucas es universal. En cuanto a sus semejanzas, los primeros catorce
nombres de Mateo, desde Abraham a David, aparecen también en Lucas; y Salatiel y
Zorobabel se encuentran en ambas listas, aunque algunos comentaristas concuerdan que son
personas distintas.
Para concluir y a manera de conciliar las presuntas contradicciones, la genealogía de
Jesús es muy importante debido a la profecía mesiánica, según la cual el futuro Libertador
sería la simiente de la mujer (Gn. 3:15), de Abraham (Gn. 22:18), de Judá (Gn. 49:10), y de
David (2 Sam. 7:12, 13). Las series genealógicas consideradas no incluyen a todos los
progenitores y descendientes en las respectivas genealogías, esto resulta claro en el relato de
Mateo, que presenta tres series de catorce ascendientes de Cristo, lo cual tiene un carácter
simbólico; pero también es obvio que entre Adán y Cristo no hubo sólo las generaciones
sugeridas por Lucas (77). Ni Mateo ni Lucas pretendieron ser exhaustivos, ni tiene sentido
alguno que lo fueran, pues lo único que querían demostrar, era el nacimiento de Cristo como
descendiente de David  y en cumplimiento de las promesas de Dios a Abraham, para lo cual
basta con señalar algunos eslabones mejores conocidos de tal genealogía.

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Además, si bien es claro que las series tienen diferente dirección, descendente y
ascendente, las dos indican una secuencia paralela de padres y de hijos, y, dado que la una
termina en José y la otra empieza con él, se da por sentado que ambas refieren la genealogía
del mismo. Sin embargo esto trae algunas dificultades, ya que discrepan la mayoría de los
nombres a partir de David, siendo imposible que de dos hijos de David, Salomón o Natán,
lleguen al mismo hombre que es José; esto conduce a pensar que en Lucas el padre tentativo
de José sería Elí, mientras que en Mateo sería Jacob.
En Mateo, se afirma  que cada uno  engendró al siguiente, sea de modo inmediato, o
por medio de sus propios hijos, nietos y descendientes, hasta que se llega a José, que no
engendró a Cristo. Por lo tanto, Mateo da la lista escalonada de algunos ascendientes
biológicos de José o bien los descendientes de Abraham, que lo son también legalmente, de
Cristo; por ello, la relación de José con Cristo en la genealogía de Mateo es sólo la de ser el
esposo de María, legal y no real, y por ese título, padre adoptivo, no padre biológico de Jesús.
Por otro lado Lucas afirma que Cristo es hijo de todos los que se
relacionan, exceptuado José, que sólo era su padre adoptivo. No dice  Lucas que José fuera
hijo de Elí, ni que Elí lo fuera de Matat, sino que Cristo era hijo de Elí, de Matat, de Leví, etc.
Lucas da una lista de los ascendientes biológicos de Cristo, mientras que Mateo da la
descendencia de Abraham, que pasa por Judá, por el Rey David, tomando el cauce por
Salomón hasta llegar a José, con esto se demuestra legalmente que el linaje de David era
heredado al Mesías; ya que José siendo el padre adoptivo de Jesús, le transfiere los títulos ante
la Ley y la sociedad de “Hijo de David”, toda la herencia que José recibe al ser del linaje de
David, pasa a Cristo legalmente.

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