Visita Domiciliaria

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VISITA DOMICILIARIA.

IDENTIFICACIÓN DE LOS VISITADORES AL INICIO DE LA


MISMA.

CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN

VIII-P-2aS-91

VISITA DOMICILIARIA. IDENTIFICACIÓN DE LOS VISITADORES AL INICIO DE LA MISMA.- El


artículo 44, fracción III, del Código Fiscal de la Federación, establece que al iniciarse la visita en el
domicilio fiscal los visitadores se deben identificar ante la persona con quien se entienda la
diligencia, sin embargo, debe aceptarse la realización de ciertos actos preparatorios previos a esa
identificación, como lo es el requerimiento de la presencia del destinatario de la orden, pues es
ante él que se deben identificar y no ante cualquier persona. Lo anterior quiere decir que el
requerimiento de la presencia del representante legal necesariamente debe ser previo a la entrega
de la orden y a la identificación de los visitadores, y que la visita domiciliaria no se entiende iniciada
con dicho requerimiento. Así, la identificación inicial no se refiere a que sea el primer hecho que
tenga lugar con motivo de la visita, sino a que conste plenamente en el acta de inicio respectiva y
de manera previa a que materialmente comience la revisión, con la totalidad de los requisitos que
se han establecido para tal efecto.

 PRECEDENTES:

VII-P-2aS-450

Juicio Contencioso Administrativo Núm. 11981/12-17-10-12/1014/13-S2-06-03.- Resuelto por la


Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal   y Administrativa, en
sesión de 8 de octubre de 2013, por unanimidad de 4 votos a favor.- Magistrado Ponente: Alfredo
Salgado Loyo.- Secretario: Lic. Ernesto Christian Grandini Ochoa.

(Tesis aprobada en sesión de 22 de octubre de 2013)

R.T.F.J.F.A. Séptima Época. Año IV. No. 32. Marzo 2014. p. 625

VIII-P-2aS-22

Juicio Contencioso Administrativo Núm. 18794/15-17-14-9/825/16-S2-08-04.- Resuelto por la


Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en sesión de
4 de octubre de 2016, por unanimidad de 4 votos a favor.- Magistrado Ponente: Víctor Martín
Orduña Muñoz.- Secretario: Lic. Juan Manuel Ángel Sánchez.

(Tesis aprobada en sesión de 4 de octubre de 2016)    R.T.F.J.A. Octava Época. Año II. No. 6.
Enero 2017. p. 305

REITERACIÓN QUE SE PUBLICA: VIII-P-2aS-91

Juicio Contencioso Administrativo Núm. 448/16-25- 01-7-OT/335/17-S2-09-04.- Resuelto por la


Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en sesión de
9 de mayo de 2017, por unanimidad de 5 votos a favor.- Magistrado Ponente: Alfredo Salgado
Loyo.- Secretario: Lic. Enrique Camarena Huezca.       (Tesis aprobada en sesión de 9 de mayo de
2017)
VISITA DOMICILIARIA. EL VISITADOR DEBE IDENTIFICARSE ANTES DE ENTRAR AL
DOMICILIO, EN ATENCIÓN AL DERECHO HUMANO A LA INVIOLABILIDAD DE ÉSTE.

El derecho humano a la inviolabilidad del domicilio, establecido en el artículo 16 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos, permite la práctica de visitas domiciliarias, siempre y cuando se ajusten
a los lineamientos previstos en dicho precepto y en los ordenamientos legales, como lo estableció la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis 2a. III/2007. Ahora bien, entre dicha
prerrogativa y el ejercicio de las facultades de comprobación en materia fiscal a través de una visita
domiciliaria, debe existir un equilibrio, ya que no puede concebirse una revisión de esa naturaleza que no
cumpla con el derecho humano mencionado, toda vez que esa atribución de la autoridad tiene dos
momentos: 1) Cuando el visitador acude al domicilio a solicitar la entrada para realizar la visita, caso en el
cual deberá identificarse ante quien le permita la entrada, para que éste tenga la certeza de que se trata de
un funcionario autorizado para esos efectos; aspecto regulado por el artículo 16 citado y, 2) Una vez
identificado y dentro del domicilio, en uso de las facultades contenidas en el artículo 44 del Código Fiscal
de la Federación, procederá al inicio y desarrollo de la visita. Así, la entrada al domicilio y la realización de
la visita constituyen momentos distintos, el primero que, al consistir en la intromisión a aquél, con
abstracción de su finalidad, requiere que se salvaguarde el derecho humano a su inviolabilidad y, por tanto,
obliga al funcionario a identificarse ante quien le da el acceso y, el segundo, que se efectúa dentro del
domicilio. Con base en lo anterior, el habitante del domicilio tiene derecho a exigir que los visitadores
adscritos a cualquier autoridad hacendaria se identifiquen previo a ingresar y que soliciten la presencia del
interesado o de su representante legal, independientemente de que en términos de la fracción III del
artículo 44 mencionado lo realicen nuevamente al inicio propiamente de la visita y ante la persona con
quien se entienda la diligencia, la cual no necesariamente es la que les permite el acceso al domicilio.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 324/2014. Comercializadora de Lubricantes Industriales de Importación, S.A. de C.V. 30 de


octubre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Irma Leticia Flores Díaz. Secretario: Enrique Orozco
Moles.

Nota: La tesis aislada 2a. III/2007 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, enero de 2007, página 823, con el rubro: "VISITAS DOMICILIARIAS.
EL ARTÍCULO 46, ÚLTIMO PÁRRAFO, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, VIOLA LA
GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA (VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ENERO DE 2004)."

Esta tesis se publicó el viernes 17 de abril de 2015 a las 09:30 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
NOTIFICACIÓN AL REPRESENTANTE LEGAL DEL CONTRIBUYENTE PREVISTA EN EL
QUINTO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 42 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. OTORGA A
LAS AUTORIDADES FISCALIZADORAS LA POTESTAD DE REQUERIR AL CONTRIBUYENTE
QUE ATIENDA EL PROCEDIMIENTO FISCALIZADOR PARA QUE PROPORCIONE LA
INFORMACIÓN NECESARIA PARA SU PRÁCTICA.

Hechos: Los Tribunales Colegiados de Circuito contendientes llegaron a criterios divergentes, al


analizar si el artículo 42, quinto párrafo, del Código Fiscal de la Federación, faculta a las
autoridades fiscalizadoras requerir al contribuyente para que proporcione el nombre, el Registro
Federal de Contribuyentes (RFC), el correo electrónico y el teléfono fijo y/o móvil del representante
legal, de los integrantes del consejo de administración o dirección, así como los instrumentos
notariales en los que se haya modificado la escritura constitutiva; pues mientras uno de ellos
consideró que tal solicitud encuentra sustento en el artículo citado y no genera perjuicio alguno al
contribuyente; el otro tribunal determinó que dicho requerimiento excede el propósito de la orden
de revisión de gabinete.

Criterio jurídico: El Pleno en Materia Administrativa del Decimosexto Circuito determina que el
artículo 42, quinto párrafo, del Código Fiscal de la Federación, faculta a las autoridades
fiscalizadoras requerir al contribuyente para que proporcione el nombre, el Registro Federal de
Contribuyentes, el correo electrónico y el teléfono fijo y/o móvil del representante legal, de los
integrantes del consejo de administración o dirección, así como los instrumentos notariales en los
que se haya modificado la escritura constitutiva, con la finalidad de obtener la información
necesaria para practicar la notificación prevista en esa porción normativa.

Justificación: De conformidad con los criterios sustentados por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación al resolver las contradicciones de tesis 116/2008-SS y 124/2011, la
interpretación de los preceptos que regulan el ejercicio de las facultades de comprobación debe
encontrarse orientada a su operatividad, esto es, ha de otorgársele sentido a las normas de
manera que éstas puedan cumplir con su finalidad. Por ende, el quinto párrafo del  artículo 42 del
Código Fiscal de la Federación otorga la potestad a las autoridades exactoras para formular al
contribuyente el requerimiento del nombre, del Registro Federal de Contribuyentes, del correo
electrónico y del teléfono fijo y/o móvil del representante legal, de los integrantes del consejo de
administración o dirección, así como los instrumentos notariales en los que se haya modificado la
escritura constitutiva, pues esos datos son necesarios para practicar la notificación a que se refiere
ese precepto.

PLENO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL DECIMOSEXTO CIRCUITO.

Contradicción de tesis 1/2021. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y Segundo,
ambos en Materia Administrativa del Décimo Sexto Circuito. 28 de septiembre de 2021. Unanimidad de seis
votos de los Magistrados Alberto Emilio Carmona, Ariel Alberto Rojas Caballero, Jorge Humberto Benítez
Pimienta, José Gerardo Mendoza Gutiérrez, Renata Giliola Suárez Téllez y Arturo Hernández Torres.
Ponente: Jorge Humberto Benítez Pimienta. Secretaria: Esthela Guadalupe Arredondo González.

Criterios contendientes

El sustentado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Décimo Sexto Circuito, al
resolver la revisión fiscal 169/2019, y el diverso sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Décimo Sexto Circuito, al resolver la revisión fiscal 72/2020.

Esta tesis se publicó el viernes 10 de diciembre de 2021 a las 10:22 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 13 de diciembre de 2021, para
los efectos previstos en el punto noveno del Acuerdo General Plenario 1/2021.
Cuando las autoridades fiscalizadoras ejercer sus facultades de comprobación con los
contribuyentes, y este se trate de una persona moral deberá realizarse a través de su
representante legal.

Dispone el Código Civil Federal que las personas morales obran y se obligan por medio de los
órganos que las representan ya sea por disposición de la ley o por sus escrituras constitutivas.

Artículo 27.- Las personas morales obran y se obligan por medio de los órganos que las
representan sea por disposición de la ley o conforme a las disposiciones relativas de sus
escrituras constitutivas y de sus estatutos.

Tratándose de las sociedades mercantiles, en el contrato social se señalan las facultades del
administrador o del órgano de administración. Dependiendo del tipo de sociedad mercantil de que
se trate, el órgano de administración podrá estar integrado sólo por socios o gerentes, o terceros
extraños a la sociedad y a su vez estos podrán designar a otro u otros que represente o
representen a la sociedad, para que actúe en nombre de ella para realizar determinados actos.

La designación de representantes legales de la sociedad será únicamente a través


de poderes que pueden ser generales o especiales (para actos específicos), o a través del contrato
de mandato, los cuales deberán ser otorgados o celebrados siguiendo las formalidades que
dispongan las leyes.

‘SOCIEDADES, REPRESENTACIÓN DE LAS. QUEDA COMPROBADA SI EN LA ESCRITURA


DE MANDATO EXHIBIDA CONSTA SU EXISTENCIA LEGAL Y LAS FACULTADES DE QUIEN
OTORGÓ EL PODER.-

El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis publicada en la página 50, del
tomo 217-228, Primera Parte, Séptima Época, del Semanario Judicial de la Federación, que
textualmente dice: La representación legal se acredita con el documento notarial que se exhiba en
el cual conste la existencia legal de la sociedad por quien se gestiona, así como la circunstancia de
que quien otorgó el poder se encuentra facultado por el órgano de la sociedad que tiene
competencia para ello; sin que sea obstáculo que en la escritura de mandato no se consignen los
nombres de las personas físicas o morales que constituyeron la sociedad, dado que dichos
requisitos sólo son exigibles tratándose del acta constitutiva de la susodicha sociedad, tal como se
desprende del texto del artículo 6o. de la Ley General de Sociedades Mercantiles.’.-En ese
contexto, si el apoderado demostró que su mandante fue designado como administrador único por
la asamblea general al momento de constituirse la empresa demandada Abaco Corporativo,
Sociedad Anónima de Capital Variable, con poder entre otros, para pleitos y cobranzas y con
facultades para delegar éstos, es inconcuso que al ser el órgano supremo de la sociedad quien
confirió aquel carácter y facultades, no se requiere para efectos de la ley laboral, exigir que se
cumplan los requisitos que pretende el inconforme, dado que el artículo 100 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles establece en lo conducente: ‘La asamblea general constitutiva se ocupará:
... IV. De hacer el nombramiento de los administradores y comisarios que hayan de funcionar
durante el plazo señalado por los estatutos, con la designación de quiénes de los primeros han de
usar la firma social.’.-A su vez los artículos 178 y 149 de la ley en cita, establecen: ‘Artículo 178. La
asamblea general de accionistas es el órgano supremo de la sociedad; podrá acordar y ratificar
todos los actos y operaciones de ésta y sus resoluciones serán cumplidas por la persona que ella
misma designe, o a falta de designación, por el administrador o por el consejo de
administración. ...’. ‘Artículo 149. El administrador o el consejo de administración y los gerentes
podrán, dentro de sus respectivas facultades, conferir poderes en nombre de la sociedad, los
cuales serán revocables en cualquier tiempo.’.
ACTAS NOTARIALES. SU EFICACIA PROBATORIA CUANDO COLISIONA CON OTRAS
PRUEBAS QUE OBREN EN EL JUICIO.

La eficacia privilegiada de que están investidas las actas notariales no se refiere a todo su
contenido, sino propiamente a la fecha y lugar, identidad del notario y de las personas que
intervienen, y al estado de cosas que documenten, es decir, al hecho de que determinadas
personas efectuaron una declaración ante la presencia del notario, sin que ello implique que la fe
pública cubra la veracidad intrínseca de la declaración, por lo que el estado de cosas de que se da
fe se limita a aquello que el fedatario público ve y oye o percibe por los sentidos, sin que alcance la
veracidad intrínseca de lo restante, por lo que cabe prueba en contrario respecto de todo aquel
contenido al que no se extiende la fe pública notarial. Así, para atribuir valor a las actas notariales
(prueba documental pública cuyo valor se encuentre tasado en la ley), cuando colisiona con otras
pruebas que obren en el juicio respectivo, debe distinguirse primero el ámbito de prueba tasada del
documento público (hecho ocurrido o estado de cosas narrado, fecha e identidad de quienes
intervienen) y, posteriormente, todo aquello que queda fuera del indicado ámbito de prueba tasada
(veracidad de lo que se narró ante la presencia del fedatario), pues estos últimos aspectos pueden
desvirtuarse mediante la valoración de una prueba en contrario. PRIMERA SALA
REPRESENTANTE LEGAL Y ADMINISTRADOR DE SOCIEDADES. DIFERENCIAS ENTRE
REPRESENTACIÓN FUNCIONAL U ORGÁNICA Y MANDATO.

El artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, en su párrafo primero, establece en


forma genérica que la representación de toda sociedad mercantil corresponderá a su
administrador o administradores, quienes podrán realizar todas las operaciones inherentes al
objeto de la sociedad, salvo lo que expresamente establezca la ley y el contrato social. Asimismo,
establece que el órgano de administración de las sociedades o la asamblea de socios, puede
otorgar poderes a personas ajenas a dicho órgano sin restricción de las facultades de éste. La
razón de que la ley admita que la administración tanto de una sociedad de responsabilidad
limitada como de una sociedad anónima pueda confiarse a personas no socias de las personas
morales, tiene la finalidad de dar elasticidad de organización y no cerrar el camino a necesidades
distintas que pueden manifestarse en la imposibilidad de los socios de asumir directamente los
cargos de administración, o en la conveniencia de acudir a especiales competencias y aptitudes de
personas extrañas. Así, se distingue entre representación funcional u orgánica, de la negocial u
otorgada por virtud de un mandato. Únicamente esta última es representación en sentido técnico,
en tanto que los administradores son orgánicamente los representantes de la sociedad, pero el
contrato social puede habilitar sólo a algunos para concretar la función. El cometido de todo
administrador es, naturalmente, el de administrar el patrimonio de la persona jurídica; es aquel a
quien se confía la realización de los fines de la sociedad; comprende todos los medios que sirven
para la consecución del objeto indicado en el acta constitutiva; por ello, se acumulan en él los
poderes de la capacidad jurídica que son fundamentalmente de formación y de declaración de la
voluntad del ente. Administración y representación corresponden precisamente a la aplicación de
estas dos prerrogativas del órgano. Por lo tanto, el nombramiento del órgano de administración
no confiere ningún mandato, aunque el artículo 142 de la referida ley, establezca que la
administración de la sociedad anónima estará a cargo de uno o varios mandatarios temporales, y
el 157 que los administradores tendrán la responsabilidad inherente a su mandato y la derivada de
las obligaciones que la ley y los estatutos les imponen. La representación y el mandato se
distinguen de una manera especial en una persona moral, dado que los representantes legales
de ésta son órganos para la formación y ejecución de la voluntad social y por ello en cierto
sentido son parte integrante de la misma persona moral y se identifican con ella, en tanto que
los mandatarios de la misma persona moral no forman parte de ésta, sino que son personas
extrañas a la persona moral en cuestión. Esta diferencia se basa en que el objeto de una sociedad
tiene dos dimensiones en contraste, a saber, un lado negativo, por cuanto los representantes
legales de ella no están facultados ni pueden realizar actos que sean contrarios o ajenos al objeto
social, y otro lado positivo, en virtud de que dichos representantes legales en principio están
facultados y pueden llevar a cabo todos los actos que se requieran para la realización del objeto
social. De este último aspecto se deriva la regla general de que los integrantes del órgano de
administración de la sociedad, como representantes de la sociedad, en principio están facultados y
pueden llevar a cabo todos los actos que requiera la realización del objeto social, salvo las
limitaciones que expresamente se les hayan impuesto, puesto que de conformidad con lo previsto
por el primer párrafo del artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, podrán realizar
todas las operaciones inherentes al objeto de la sociedad, salvo lo que expresamente establezca la
ley y el contrato social. En cambio, para los mandatarios, aun los de una sociedad, rige la regla
inversa, o sea, que sus facultades son sólo aquellas que expresamente se les hayan conferido para
realizar determinados actos. A diferencia de los deberes legales y sociales de los administradores
como órgano social, previstos por la ley o el acta constitutiva, o acuerdo de asamblea, las
obligaciones de los mandatarios están reguladas por los artículos 2566, 2568, 2569 y 2570 del
Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para toda la República en Materia
Federal. Los deberes de los administradores pueden agruparse en dos grandes categorías: deberes
que se reflejan en las relaciones internas, es decir, frente a los socios y a la sociedad, y deberes
que se reflejen en el exterior, frente a los acreedores y frente al público en general. La acción de
responsabilidad de la sociedad contra los administradores es de naturaleza social y corresponde a
las asambleas de las sociedades de responsabilidad limitada y anónima, porque tiene por objeto
reintegrar el capital social perdido por los abusos o mala gestión de los administradores. Luego,
cuando alguno de los administradores de una sociedad de responsabilidad limitada o anónima,
pretende fincar responsabilidad en contra de otros de la misma sociedad, es requisito que esa
responsabilidad sea exigida por la asamblea general de accionistas, la que designará la persona
que haya de ejercitar la acción correspondiente, como lo prevén los artículos 76 y 161 de la Ley
General de Sociedades Mercantiles. Por otra parte, la acción de responsabilidad civil contra los
representantes o mandatarios de una sociedad mercantil, por no ser éstos administradores de la
sociedad, según lo antes considerado, no está sujeta a la mencionada condición o requisito de
procedibilidad, sino que puede ejercitarse en cualquier tiempo, a falta de pacto en contrario, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 2569 del multicitado código sustantivo civil. En
consecuencia, si en un juicio una persona moral ejercita la acción de responsabilidad civil, contra
otra física o moral que fungió como su administrador o mandatario, no puede considerarse que la
acción está sujeta al requisito previo de que la asamblea de socios acuerde el ejercicio de la acción
conforme a lo previsto en los artículos 76 y 161 de la Ley General de Sociedades Mercantiles,
porque ese requisito sólo se surte cuando la acción se ejercita contra los administradores
orgánicos.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 5973/99. Estructuras Laminadas del Guadiana, S. de R.L. de C.V. y otra. 26 de
enero de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Álvaro
Vargas Ornelas.

Amparo directo 5983/99. Industria Química del Pacífico, S.A. de C.V. 26 de enero de 2001.
Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Álvaro Vargas Ornelas.

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