Alegatos Amparo
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ALEGATOS
6. De lo anterior encontramos que nadie puede ser molestado, entre otras cosas,
en sus posesiones sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad
competente que funde y motive la causa legal del procedimiento.
7. Ahora bien, una vez expuesto lo anterior, es necesario advertir que el suscrito
goza del contenido de dichos preceptos y garantías constitucionales.
11.- Mediante escrito de fecha 22 de marzo del año 2022, Jhonathan y Ilaisha, de
apellidos García Romero ambas personas manifiestan tener la mayoría de edad por
lo que reclaman por propio derecho la pensión alimenticia decretada en convenio
judicial de fecha 8 de junio de 2009, siendo que estos al cumplir la mayoría de
edad y sin estar ejerciendo ninguna labor, arte, oficio, licenciatura y al tampoco
presentar un padecimiento que los imposibilite a realizar labores para su
subsistencia, da la consecuencia que se encuentran ilegitimados para
promover tal incidente, por lo que la autoridad ordenadora y ejecutora
desde un principio debió inadmitir el incidente planteado por estos.
12.- Ahora bien, se da el caso que mis hijos de nombre JHONATHAN e ILAISHA
DOMINIQUE ambos de apellidos GARCIA ROMERO han cumplido la mayoría de
edad y con ello obtienen la capacidad jurídica y facultad de ejercer sus propios
derechos como ciudadanos, puesto que los C.C. JHONATHAN e ILAISHA
DOMINIQUE ambos de apellidos GARCIA ROMERO hoy en día tienen la edad
de VEINTRES y VEINTIUNO años respectivamente.
Si bien es cierto que de conformidad con los artículos 234 y 239 del
Código Civil para el Estado de Veracruz los padres tienen la
obligación de dar alimentos a sus hijos, los cuales comprenden
además de la alimentación propiamente dicha, la habitación, el
vestido, la asistencia en casos de enfermedad y, tratándose de los
menores de edad, los gastos necesarios para su educación y para
proporcionarles algún oficio, arte o profesión lícitos y adecuados a
sus circunstancias personales, también lo es que esta obligación
puede cesar como ocurre en el caso previsto por el artículo 251,
fracción II, del código citado, que alude a la situación en que sus
descendientes dejan de necesitarlos, es decir, cuando los hijos
mayores de edad que no sufran ninguna discapacidad física o
mental están aptos para allegarse por sí mismos los medios para
subsistir. De manera que si son mayores de edad y gozan de
capacidad física y mental, deben demostrar que siguen
necesitando los alimentos de sus padres, por cursar estudios de
algún oficio, arte o profesión que a la postre les permitirá obtener
ingresos para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, existen
casos en los que la mayoría de edad del acreedor resulta excesiva,
entendida ésta como aquella que no guarda correlación con los
parámetros generales de estudios superiores previstos en las
normas aplicables para esa edad (mayores de veintitrés años). En
este sentido, si se tiene en cuenta lo señalado en los artículos 98,
100, 105 y 115 de la Ley Número 247 de Educación del Estado de
Veracruz, el grado profesional, por regla general, se inicia a los
dieciocho o diecinueve años de edad y concluye a los veintiuno o
veintitrés, esos datos constituyen una mera referencia genérica y
son aptos para evidenciar la correlación entre la enseñanza a los
intereses y aptitudes de los educandos, así como a las exigencias
del desarrollo de la comunidad a la que pertenezcan y a las del
Estado. Por tanto, en los juicios en que se demande la cancelación
de la pensión alimenticia conforme al artículo 251, fracción II, del
código invocado, en función de una excesiva mayoría de edad del
acreedor alimentario, y éste al contestar la demanda, expone que
la necesita por seguir estudiando, acorde con el artículo 228 del
Código de Procedimientos Civiles para esa entidad, al actor
únicamente le corresponde probar la edad del acreedor
alimentario, y a éste demostrar que se encuentra estudiando un
grado escolar acorde con su edad y, por ende, que tiene derecho a
seguir percibiendo la pensión decretada a su favor, atento a los
artículos 234 y 239 mencionados, en razón de que en esa hipótesis
el actor arroja sobre el demandado la carga de la prueba al no ser
susceptible para aquél acreditar el hecho negativo consistente en
que su descendiente no se encuentra estudiando.
PROTESTO LO NECESARIO.
CIUDAD DE MEXICO A LA FCEHA DE SU RESENTACION.