1.1. CS Rol N°112.396 2020 1

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Santiago, siete de diciembre de dos mil veintiuno.

VIS TO:
En estos autos, tramitados ante el Tercer Juzgado Civil de Temuco,
bajo el Rol N°1359-18, sobre juicio ejecutivo de obligaci ón de dar,
cuaderno de tercería, caratulados “BANCO SANTANDER CHILE /
MUEBLES Y SERVICIOS GOA LIMITADA”, por sentencia de fecha
diecisiete de mayo de dos mil diecinueve, se acogi ó la tercer ía de prelaci ón,
deducida por Jessica Barahona Bustos y Alberto Compayante Novoa,
omitiéndose pronunciamiento sobre la de pago, deducida en subsidio.
La ejecutante dedujo recurso de apelaci ón en contra del fallo y la
Corte de Apelaciones de esa ciudad, por resoluci ón de veintitr és de julio de
dos mi veinte, la confirmó.
En contra de esta última resolución, el ejecutante dedujo recurso de
casación en el fondo, para cuyo conocimiento se trajeron los autos en
relación.
CONS IDE RA ND O:
PRIME RO : Que el recurrente, fundamentando su solicitud de
nulidad sustancial, expresa que el fallo cuestionado, al confirmar la decisi ón
de primer grado y dar lugar a la tercería de prelaci ón interpuesta, ha
incurrido en error de derecho consistente en la infracci ón a lo dispuesto en
los artículos 19, 1698 y 2478 del Código Civil.
Comienza con una reseña de los antecedentes del proceso, para luego
apuntar a que el error de derecho se producir ía en el razonamiento que
condujo a los juzgadores a la decisión de admitir la tercería de prelaci ón.
En su libelo expuso que, para gozar de la preferencia invocada, los
terceristas debían acreditar la insuficiencia de otros bienes del deudor sobre
los cuales hacer valer su crédito, pues solo en ese caso éste prefiere al del
acreedor hipotecario. Tal carga probatoria recaía en los terceristas porque,

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en su calidad de demandantes, debían demostrar los hechos fundantes de su
preferencia. Así lo ha resuelto, además, la jurisprudencia reciente de la esta
Corte Suprema.
Por ende, al no haberse aportado por los terceristas probanza alguna
para acreditar la existencia de otros bienes del deudor sobre los cuales
hacerse pago, correspondía entonces desestimar la tercería.
En virtud de lo expuesto, al haberse invertido la carga probatoria,
concluye solicitando que se invalide la sentencia impugnada, dictando otra
de reemplazo que rechace la tercería de prelación.
SEGUNDO : Que para una acertada resolución del recurso resulta
conveniente dejar constancia de los siguientes antecedentes del proceso:
a.- Jessica Barahona Bustos y Alberto Compayante Novoa
comparecen en estos autos e interponen tercería de prelaci ón y en subsidio
de pago, en contra del ejecutante Banco Santander Chile y del ejecutado
Muebles y Servicios Goa Ltda.
Fundando su pretensión, expusieron ser acreedores de la ejecutada,
invocando al efecto la sentencia dictada por el Juzgado de Letras del
Trabajo de Temuco el 8 de octubre de 2018 en causa Rit O-696-2018,
mediante la cual se condenó a Muebles y Servicios Goa Limitada al pago
de una suma total de $17.397.605, por concepto de remuneraciones e
indemnizaciones laborales, más $1.600.000 a título de costas judiciales.
Añade que, de conformidad con lo dispuesto en los numerales 1, 5 y
8 del artículo 2472 del Código Civil, tales prestaciones pertenecen a la
primera clase de créditos y gozan de preferencia para su pago.
En virtud de lo expuesto, solicita se declare su derecho preferente al
pago de $18.997.605, con el producto del inmueble embargado a la
ejecutada, más intereses, reajustes y costas.

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Subsidiariamente, y en virtud de los mismos antecedentes, deduce
tercería de pago solicitando se retenga la suma que corresponda a fin de
solucionar su crédito.
b.- El ejecutante, al evacuar el traslado conferido instó por el rechazo
de la tercería señalando, en primer término, que la tercerista solo acompa ña
una copia simple de una sentencia judicial, careciendo tal instrumento de
mérito ejecutivo.
Seguidamente, apuntó a que los créditos de los terceristas no gozan de
la preferencia ante los créditos hipotecarios, salvo que se acredite la
insuficiencia de otros bienes del deudor para cubrir los cr éditos de primera
clase, y de conformidad con el artículo 2478 del Código Civil, la carga
procesal de demostrar esa circunstancia recae en el acreedor de primera
clase.
No se ha sostenido que el bien embargado e hipotecado en favor del
deudor sea el único de propiedad de éste, ni que los otros no sean
suficientes para satisfacer los créditos de primera clase que se cobran.
Por lo tanto, para tener éxito en su tercería, los terceristas deber án
probar que no existen otros bienes del deudor. Pero adem ás, pone de relieve
que el recargo legal de la indemnización no goza de la preferencia del
artículo 2472 N°8 del Código Civil, debiendo, en cualquier caso, respetarse
la preferencia del ejecutante para el reintegro de las costas en este juicio.
Finalmente, alegó que las costas judiciales tienen preferencia de
primera clase en la medida de que se causen en interés general de los
acreedores y que los terceristas se hayan visto beneficiados en sus intereses,
mismos motivos por los cuales solicita el rechazo de la tercería de pago.
c.- La parte ejecutada no evacuó el traslado conferido en autos.

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d.- Por sentencia de primer grado, se acogió la tercería de prelaci ón
interpuesta, omitiéndose pronunciamiento en torno a la subsidiaria de pago,
decisión que fue apelada por la ejecutante.
e.- Conociendo del recurso interpuesto, por sentencia de segunda
instancia, se confirmó dicha decisión.
TERCERO: Que para dar lugar a la tercería de prelación, los
sentenciadores, considerando el título que la sustenta, esto es, sentencia que
da cuenta de créditos por remuneraciones e indemnizaciones legales de
origen laboral que caben dentro de los créditos privilegiados de primera
clase, previstos en el artículo 2472 N° 5 y 8 del C ódigo Civil, sostienen que
se dan por satisfechos los requisitos de toda tercer ía, a saber, calidad de
terceros de los demandantes, que hacen valer un crédito cierto, l íquido,
vencido y exigible que conste en un título ejecutivo en contra del ejecutado,
que aleguen para el derecho que reclaman alguna de las causales de
preferencia señaladas en la ley y, finalmente, la “no existencia de otros
bienes suficientes en qué hacer valer sus acreencias.” (sic)
CUARTO : Que en torno a los planteamientos del recurso, cabe
recordar que la tercería de prelación o de preferencia es la que tiene lugar
cuando interviene un tercero ajeno al juicio ejecutivo que, invocando la
calidad de acreedor del ejecutado, reclama mejor derecho para pagarse con
el producto de la realización de los bienes embargados por el ejecutante.
El objeto de esta tercería de prelaci ón, y por cierto tambi én de la
subsidiaria de pago, es que se reconozca al tercero la calidad de acreedor
privilegiado y hacer efectiva la preferencia en el pago sobre los bienes
embargados del deudor, con antelación a otro acreedor no privilegiado o
privilegiado en menor grado.

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QUINTO: Que las causas de preferencia en nuestra legislaci ón, de
conformidad a lo previsto en el artículo 2470 del C ódigo Civil, son
solamente el privilegio y la hipoteca.
La hipoteca no es un privilegio, sino una causal de preferencia y
dicha disquisición no resulta menor, toda vez que la doctrina ha sostenido
que los privilegios no constituyen derecho real ni dan derecho a
persecución, por ser inherentes al crédito y no a su titular, en circunstancias
que la hipoteca, por su calidad de derecho real, confiere la facultad de
perseguir el bien hipotecado de manos de terceros poseedores, habi éndole
otorgado el legislador el carácter de preferencia con la finalidad de
fortalecer sus atributos como caución.
Así lo ha resuelto la doctrina en la materia. "Si la preferencia la
puede invocar el acreedor hipotecario aun cuando el inmueble se halle en
manos de un tercero, no es porque el derecho de preferencia en s í sea un
derecho real, sino porque tal carácter tiene la hipoteca lo que trae consigo
que el acreedor goce del derecho de persecución." (Manuel Somarriva
Undurraga, "Tratado De Las Cauciones", Editorial Contable Chilena
Limitada-Editores, 1981, Nº 455, página 461).
SEXTO : Que el artículo 2472 del Código Civil dispone -en lo
pertinente- que “La primera clase de créditos comprende los que nacen de
las causas que enseguida se enumeran: 1. Las costas judiciales que se causen
en interés general de los acreedores; 5. Las remuneraciones de los
trabajadores y las asignaciones familiares; 8. Las indemnizaciones legales y
convencionales de origen laboral que les corresponda a los trabajadores, que
estén devengadas a la fecha en que se hagan valer y hasta un límite de tres
ingresos mínimos mensuales por cada año de servicio y fracci ón superior a
seis meses por cada trabajador con un límite de diez años. Por el exceso, si
lo hubiere, se considerarán valistas.”

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Por su parte, el artículo 61 del Código del Trabajo estatuye que
“Gozan del privilegio del artículo 2472 del Código Civil, las remuneraciones
adeudadas a los trabajadores y sus asignaciones familiares, las imposiciones
o cotizaciones y demás aportes que corresponda percibir a los organismos o
entidades de previsión o de seguridad social, los impuestos fiscales
devengados de retención o recargo, y las indemnizaciones legales y
convencionales de origen laboral que corresponda a los trabajadores; todo
ello conforme al artículo 2473 y demás pertinentes del mismo Código.”
SÉPTIMO: Que, asentado lo anterior, el fallo que la Corte
recurrida se limitó a confirmar establece, en torno a la principal alegaci ón
de la recurrente, esto es, la necesidad de acreditar la inexistencia o
insuficiencia de otros bienes del ejecutado que permitan hacer frente a las
diversas acreencias, que “…la regla señalada en el artículo 2478 del Código
Civil que señala “…Los créditos de primera clase no se extenderán a las
fincas hipotecadas sino en el caso de no poder cubrirse en su totalidad con
otros bienes del deudor…”, es un hecho negativo, sin que existan
antecedentes en el proceso que permitan concluir que la ejecutada posean
otro u otros bienes suficientes para cubrir los créditos de orden laboral de
los terceristas. Es más, del solo examen del cuaderno de apremio consta del
Certificado de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar -acompa ñado por
el propio ejecutante a folio 65-, numerosos embargos respecto de la misma
propiedad, por diversos acreedores, de manera tal que ha de entenderse
cumplido este requisito especial referido al acreedor hipotecario, debiendo
acogerse la tercería.” (motivación novena del fallo de primer grado)
OCTAVO : Que, como se anticipó en el considerando primero
precedente, el objeto del recurso en análisis, si bien reconoce que el
privilegio para el cobro de las remuneraciones de los trabajadores y de las
indemnizaciones legales y convencionales de origen laboral devengadas se

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hace extensivo a las fincas hipotecadas, en aplicaci ón del art ículo 2478 de
Código Civil, aquello procede sólo a condición de que no sean cubiertos en
su totalidad con los otros bienes del patrimonio del deudor, circunstancia
que debe ser probada por el acreedor que lo invoque, seg ún lo previsto en
el artículo 1698 del Código Civil.
NOVE NO : Que de esta forma es posible afirmar que, si bien el
crédito que invocan los terceristas en el juicio ejecutivo est á amparado con
la preferencia consistente en el privilegio de primera clase previsto en los Nº
1, 5 y 8 del artículo 2472 del Código Civil, la carga de acreditar la carencia
de otros bienes que no sean la finca hipotecada para gozar de la preferencia
a que pretende extender su crédito, recae en los terceristas. En otras
palabras, son estos litigantes quienes deben demostrar la imposibilidad de
cubrir su crédito con otros bienes distintos del activo del patrimonio del
deudor, según lo dispuesto en el artículo 2478 del C ódigo Civil. As í lo ha
resuelto esta Corte en diversos fallos, como los roles 12.044-19 y 5.568-19,
entre otros.
D ÉCIMO: Que, en efecto, para que tenga lugar la excepci ón
prevista en el mencionado artículo 2478 Código Civil, que permite al
acreedor que goza de privilegio de primera clase ejercer su derecho sobre
un bien hipotecado, es preciso éste pruebe los presupuestos legales que la
hacen procedente.
Por tanto, quien alega el privilegio deberá acreditar el cumplimiento
de todos los requisitos que lo hacen procedente para que pueda concurrir,
con la preferencia que invoca, en el producto de la realizaci ón de un
inmueble hipotecado (y embargado). Entonces, al tenor del art ículo 2478 del
Código Civil, el que la condición consistente en que los cr éditos de primera
clase se extienden a las fincas hipotecadas, opera s ólo en caso de no poder

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cubrirse en su totalidad con los otros bienes del deudor, lo que constituye
un elemento de la acción de preferencia y pago que se han ejercido.
Corolario de lo anterior es que, conforme lo dispuesto en el art ículo
1698 del Código Civil, debe el acreedor que lo invoque, en este caso los
terceristas, acreditar que su crédito no puede ser cubierto, sea en su
totalidad o parcialmente, con “otros bienes del deudor”.
UND ÉC IMO : Que, de este modo, cuando los sentenciadores dieron
lugar a la tercería de prelación estimando satisfecha esta exigencia, sin que
conste que los terceristas dedicaron parte de su actividad probatoria al
respecto, incurrieron en error de derecho que influye sustancialmente en lo
dispositivo de la decisión, lo que justifica que el recurso de casaci ón en el
fondo sea acogido.
Por estas consideraciones, y visto lo dispuesto en las normas legales
citadas y en los artículos 764, 765, 767 y 805 del C ódigo de Procedimiento
Civil, se acog e el recurso de casación en el fondo, deducido por el
abogado Carlos Fuentes Quiroz, en representación del ejecutante Banco
Santander Chile y en contra de la sentencia de veintitr és de julio de dos mil
veinte, dictada por la Corte de Apelaciones de Temuco, la que se invalida y
se reemplaza por la que se dicta acto continuo, sin nueva vista, pero
separadamente.
Regístrese y notifíquese.
Redacción a cargo del Abogado Integrante don Diego Munita L.
Rol N° 112.396-20.-

Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sr.
Juan Fuentes B., Sr. Arturo Prado P., Sr. Mauricio Silva C. Sr. Ra úl Mera
M. (s) y Abogado Integrante Sr. Diego Munita L.

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No firman los Ministros Sr. Fuentes y Sr. Mera (s), no obstante haber
concurrido ambos a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar en
comisión de servicio el primero y haber terminado su periodo de suplencia
el segundo.

ARTURO JOSE PRADO PUGA MAURICIO ALONSO SILVA CANCINO


MINISTRO MINISTRO
Fecha: 07/12/2021 13:39:51 Fecha: 07/12/2021 13:39:52

DIEGO ANTONIO MUNITA LUCO


ABOGADO INTEGRANTE
Fecha: 07/12/2021 14:30:28

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null

En Santiago, a siete de diciembre de dos mil veintiuno, se incluyó en el


Estado Diario la resolución precedente.

Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser


validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la tramitación de la causa.
En aquellos documentos en que se visualiza la hora, esta
corresponde al horario establecido para Chile Continental. EXMTXHGZCS

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