Legislacion de Enfermería
Legislacion de Enfermería
Legislacion de Enfermería
Capítulo I
Disposiciones Generales
Artículo 1. El objeto de la presente Ley será regular el ejercicio de la enfermería según estas
disposiciones, su Reglamento, las normas de ética profesional, los acuerdos, tratados, pactos y
convenciones suscritos por la República sobre la materia.
Artículo 2. A los efectos de esta Ley, se entiende por ejercicio de la enfermería, cualquier actividad
que propenda a:
2. La práctica de sus funciones en el cuidado del individuo, donde ésta se sustenta en una relación
de interacción humana y social entre el o la profesional de la enfermería y el o la paciente, la
familia y la comunidad. La esencia del cuidado de enfermería está en cuidar, rehabilitar, promover
la salud, prevenir y contribuir a una vida digna de la persona.
3. Ejercer sus funciones en los ámbitos de planificación y ejecución de los cuidados directos de
enfermería que le ofrece a las familias y a las comunidades.
Las funciones que determinan las competencias de los o las profesionales de la enfermería serán
las establecidas en el manual descriptivo de cargos, aprobado por el Ministerio con competencia
en materia de salud, así como en el Reglamento de la presente Ley.
Artículo 4. El ámbito de aplicación de esta Ley comprende además del ejercicio profesional de la
enfermería, las áreas de la docencia e investigación en todas las dependencias que presten
servicios de salud, ya sean públicas o privadas.
Capítulo II
b. Poseer título de Técnico Superior Universitario en Enfermería expedido por instituto o colegio
universitario reconocido, de acuerdo con las leyes especiales sobre la materia.
c. Poseer el título de Técnico Medio en Enfermería expedido por un centro o instituto educativo
medio y diversificado, de acuerdo con las leyes especiales sobre la materia.
2. Registrar el título correspondiente en las oficinas públicas que establezcan las leyes e inscribirlo
en el Ministerio con competencia en materia de salud.
Parágrafo Único: En caso de haber obtenido los títulos referidos en este artículo en una institución
educativa extranjera, éstos deberán ser revalidados en la República Bolivariana de Venezuela, de
acuerdo con lo establecido en las respectivas leyes de la República.
Artículo 6. Todo profesional calificado, de conformidad con lo establecido el artículo 5 de esta Ley,
está en el derecho de inscribirse y ser registrado en el Colegio de Enfermeras y Enfermeros de su
respectiva entidad federal.
Artículo 10. Los organismos empleadores, públicos o privados, cumplirán con todas las
disposiciones legales y acuerdos, nacionales e internacionales, sobre las condiciones de seguridad
en el medio ambiente de trabajo del personal de enfermería; en todo caso, siempre deberá
aplicarse las condiciones que más favorezcan a los trabajadores y a las trabajadoras. El
incumplimiento de esta normativa será objeto de sanción por parte de las leyes competentes en la
materia.
Capítulo III
Artículo 11. El uso de los títulos propios de los o las profesionales a que se contrae esta Ley,
comprende las denominaciones de enfermeros y enfermeras y quedan reservadas exclusivamente
para los o las profesionales a quienes la ley se refiere, debiéndose adicionar con la mayor precisión
posible cuando corresponda, la calificación de la especialidad, de forma tal que no haya posibilidad
de error o duda al respecto.
Artículo 12. La usurpación de funciones, títulos y honores a que se refiere esta Ley, será penada de
acuerdo con lo establecido en el Código Penal vigente.
Capítulo IV
Artículo 13. Sin perjuicio de lo que establezcan las disposiciones legales vigentes, los o las
profesionales de la enfermería están obligados a:
1. Respetar en toda circunstancia la vida y a la persona humana, como el deber principal del
enfermero o enfermera.
2. Asistir a los usuarios y usuarias, atendiendo sólo a las exigencias de su salud, sin discriminación
en la raza, el sexo, el credo, la condición social o política.
3. Actuar en forma acorde con las circunstancias y los conocimientos científicos que posean los
enfermos o las enfermas en estados de inconsciencia y de urgencia de la salud que pueden
constituir evidente peligro para la vida de éstos.
5. Proteger al o la paciente, mientras esté a su cuidado, de tratos humillantes o cualquier otro tipo
de ofensas a su dignidad como ser humano.
6. Ejercer su profesión con responsabilidad y eficacia cualquiera que sea su ámbito de acción.
7. Mantenerse actualizado con relación a los avances científicos, vinculados con el ejercicio
profesional de la enfermería.
2. Realizar todos los cursos que consideren necesarios para mayor capacitación y actualización
profesionales. Los organismos empleadores darán las facilidades para hacerlo, siempre y cuando
no se ponga en peligro la atención del usuario y usuarias.
3. Concursar para optar a cargos y ascensos según las normas establecidas por los organismos
competentes.
4. Asistir a eventos científicos, tales como, convenciones, congresos y otros, siempre y cuando, su
ausencia al centro de trabajo no ponga en peligro la atención a los usuarios y usuarias.
Artículo 15. Los o las profesionales de la enfermería pueden crear sociedades y asociaciones de
especialistas en determinadas ramas de la ciencia de enfermería.
Artículo 16. Los o las profesionales de la enfermería deberán ser notificados por el organismo
empleador de todas aquellas circunstancias que puedan ser peligrosas para su salud e incluso su
vida, cuando estén expuestas a riesgos mediante el contacto directo con enfermos o enfermas que
padezcan enfermedades contagiosas, mortales o incurables o estén expuestos directa o
indirectamente a sustancias nocivas, riesgos físicos, químicos, radioactivos, biológicos o
ergonómicos que puedan afectar su salud. En ningún caso, estas condiciones deberán significar la
negativa del personal a atenderlo, sino por el contrario debe utilizarse la información para adecuar
las condiciones de protección y por sobre todo en beneficio del paciente o la paciente y su familia.
Capítulo V
Artículo 17. Todo aquello que llegare a conocimiento del profesional de la enfermería con motivo
o en razón de su ejercicio, no podrá darse a conocer y constituye el secreto profesional. El secreto
profesional es inherente al ejercicio de la enfermería y se impone para la protección del enfermo o
enferma y la familia, el amparo y salvaguarda del honor de la profesión de la enfermería y de la
dignidad humana.
Artículo 19. No hay violación del secreto profesional en los siguientes casos:
1. Cuando la revelación se hace por mandato de la ley.
Artículo 20. El o la profesional de la enfermería debe guardar los secretos que se le confíen o de
los que tenga conocimiento en el ejercicio profesional, aún después de la muerte del enfermo, a
menos que éste antes de morir haya autorizado por escrito al mismo para que los revelara.
Capítulo VI
Artículo 22. Los honorarios de la práctica privada de los o las profesionales de la enfermería serán
regidos por el Reglamento de Honorarios Mínimos, establecidos para tal efecto, por la Federación
de Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela y el Ministerio con competencia en
materia de salud.
Artículo 23. Los o las profesionales de la enfermería tienen la obligación de informar al usuario del
monto de sus honorarios, antes de la realización de las acciones de enfermería y no podrá negarse
a suministrar al usuario las explicaciones que éste requiera concernientes al monto de los mismos.
Capítulo VII
1. Someter a los o las pacientes a procedimientos o técnicas que entrañen peligro a la salud sin su
consentimiento.
2. Ejecutar, propiciar, inducir o colaborar directa o indirectamente en prácticas que signifiquen
menoscabo de la dignidad humana.
5. Actuar bajo relación de dependencia técnica o profesional de quienes sólo estén capacitados
para ejercer la enfermería en el nivel auxiliar, a excepción de los casos previstos en esta Ley o en
su Reglamento.
2. Los o las profesionales de la enfermería que ejerzan la profesión durante la vigencia de medidas
de suspensión definitivamente firmes.
3. Los o las profesionales de la enfermería que actúen como cómplices o encubridores de personas
naturales que practiquen actos sancionados por nuestra legislación penal como delitos o faltas,
cuando se compruebe dicha complicidad o encubrimiento.
1. Quienes habiendo obtenido el título que los acredita como profesionales de la enfermería
realicen actos o gestiones profesionales, sin haber cumplido con todos los requisitos establecidos
en el artículo 5 de esta Ley.
2. Quienes sin poseer el título requerido por esta Ley, se anuncian como profesionales de la
enfermería, se atribuyan ese carácter, exhiban o usen insignias, emblemas, membretes de uso
privado o exclusivo para dicho profesional.
Capítulo VIII
De las Sanciones
Artículo 27. Sin perjuicio de la responsabilidad penal y civil en que se pudiera incurrir en el
ejercicio de la profesión de enfermería, las sanciones establecidas en esta Ley son:
1. De carácter disciplinario.
2. De carácter administrativo.
3. De carácter penal.
1. Amonestación escrita.
1. Multa de diez unidades tributarias (10 U.T.) a cincuenta unidades tributarias (50 U.T.).
Artículo 30. Las sanciones disciplinarias y las administrativas se aplicarán sin perjuicio de la
responsabilidad civil o penal a que haya lugar, como consecuencia de la acción, omisión, impericia,
imprudencia o negligencia en el ejercicio profesional.
Artículo 31. Son competentes para la aplicación de las sanciones disciplinarias, los Tribunales
Disciplinarios de los Colegios de Profesionales de la Enfermería, y de la Federación de Colegios de
Profesionales de la Enfermería, de acuerdo con las disposiciones previstas en esta Ley y en su
Reglamento.
Artículo 32. Son competentes para la aplicación de las sanciones administrativas, el Ministro con
competencia en materia de salud, o el funcionario a quien éste autorice expresamente mediante
resolución especial.
Artículo 34. A los reincidentes podrá imponérseles hasta el doble de la sanción prevista en el
artículo 29 de esta Ley.
Artículo 35. En los casos de presunto ejercicio ilegal de la enfermería, el Tribunal Disciplinario del
Colegio, en cuya jurisdicción se haya cometido el hecho, abrirá la averiguación de oficio o a
instancia de parte interesada, substanciará el expediente y remitirá copia del mismo a la
Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela para que decida sobre el
caso.
Artículo 36. Los o las profesionales de la enfermería que incurran en infracciones al Código de
Ética, al honor, a la verdad o a la disciplina profesional, serán sancionados de conformidad con lo
establecido en el Reglamento de esta Ley.
Artículo 37. Quines ejerzan la profesión de enfermería sin cumplir los requisitos establecidos en
esta Ley, serán sancionados de acuerdo con lo establecido sobre la materia, en el Código Penal y el
Reglamento de esta Ley que dicte el Ejecutivo Nacional, oída la opinión de la Federación de
Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela. Cuando el resultado de la investigación
concluya con la existencia de indicios de responsabilidad penal, el Tribunal Disciplinario deberá
remitir el expediente correspondiente a las autoridades competentes.
Artículo 38. Los o las profesionales de la enfermería que se nieguen a cancelar la multa prevista en
el artículo 29 de esta Ley, serán pasados al Tribunal Disciplinario respectivo, para que éste en un
término perentorio determine la sanción disciplinaria a aplicar.
Artículo 39. Quien sin ser profesional de la enfermería se anuncie como tal, se atribuya ese
carácter o quien ejerza la enfermería sin llenar los requisitos legales, será sancionado de
conformidad con lo establecido en la jurisdicción ordinaria penal.
Capítulo IX
Artículo 42. Son miembros de los Colegios de Profesionales de la Enfermería, los o las
profesionales de la enfermería cuyos títulos hayan sido debidamente inscritos en ellos, estén o no
ejerciendo la profesión.
Artículo 43. Son órganos de los Colegios de Profesionales de la Enfermería: la Asamblea, la Junta
Directiva y el Tribunal Disciplinario.
3. Velar por el cumplimiento del Código de Ética, por parte de sus miembros.
4. Defender los intereses gremiales y profesionales de sus miembros, ante cualquier amenaza,
maltrato o discriminación que por razones raciales, políticas, religiosas, sociales o de otra índole
sean objeto en el ejercicio de sus funciones.
5. Velar por los intereses generales y, en especial, por la dignidad, los derechos y el mejoramiento
de sus miembros.
6. Garantizar, junto a otras instancias oficiales competentes, la idoneidad y capacidad de los o las
profesionales en el ejercicio de sus funciones.
Artículo 47. Los Colegios de Profesionales de la Enfermería tienen como objetivos inmediatos y
concretos:
Artículo 48. Los Colegios de Profesionales de la Enfermería se constituyen para una duración
indefinida.
Artículo 49. Los Colegios de Profesionales de la Enfermería y sus Seccionales tratarán todos los
asuntos inherentes al ámbito de sus competencias, o los que le sean encomendados por los
órganos de la Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela.
Capítulo X
5. Cumplir y hacer cumplir las normas legales y reglamentarias aplicables a los Colegios de
Profesionales de la Enfermería.
Artículo 55. El Consejo Nacional es la autoridad jerárquica nacional. Sus decisiones tienen validez
cuando sean aprobadas por la mayoría de los miembros asistentes y estará integrado por los
miembros del Comité Ejecutivo de la Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería de
Venezuela, y los Presidentes o las Presidentas de las Juntas Directivas de los Colegios de
Profesionales de la Enfermería Estadales y el Presidente o la Presidenta del Tribunal Disciplinario
de la Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela.
Artículo 56. Los reglamentos, acuerdos y resoluciones que dicten los órganos de la Federación de
Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela son de carácter obligatorio para los
Colegios de Profesionales de la Enfermería y sus Seccionales.
Capítulo XI
Artículo 58. El Consejo Consultivo es un órgano asesor del Comité Ejecutivo y tiene la función de
evacuar las consultas presentadas por éste; lo integran los ex Presidentes o las ex Presidentas del
Comité Ejecutivo de la Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela, y
su Presidente o Presidenta será escogido del seno del mismo.
Capítulo XII
Artículo 61. Los miembros del Tribunal Disciplinario son electos o electas por votación directa,
secreta y uninominal en la misma forma y oportunidad en que sea electo el Comité Ejecutivo de la
Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela.
Capítulo XIII
Artículo 62. Se crearán las Redes Intersectoriales en todo el ámbito nacional, entre las estructuras
profesionales e instituciones, con la participación de las comunidades organizadas en los referente
al área de la prevención, tratamiento y rehabilitación en el área de la salud. El funcionamiento de
las mismas será normado por el reglamento respectivo.
Capítulo XIV
Disposiciones Transitorias
Primera. Los Licenciados o Licenciadas en enfermería, los o las técnicos medios mención
enfermería y los o las técnicos superiores en enfermería, podrán colegiarse en ejercicio del
derecho establecido en el artículo 105 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
en concordancia, con el artículo 6 de esta Ley. En un lapso de un año, quienes no se hayan inscrito
a partir de la entrada en vigencia de esta Ley.
Segunda. En tanto se implemente el Sistema de Seguridad Social previsto en la Ley Orgánica del
Sistema de Seguridad Social, permanecerá el Instituto Nacional de Previsión Social de los o las
profesionales de la enfermería, con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Tercer. Cumplido el lapso establecido en la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social para
dicha implementación, los Institutos existentes podrán integrarse al Sistema de Seguridad Social
como Institutos de Previsión Social de carácter complementario.
Cuarto. El Ejecutivo Nacional reglamentará la presente Ley en un plazo de ciento ochenta días
continuos contados a partir de su entrada en vigencia, entre tanto, la Federación, los colegios
federados y el Instituto de Previsión Social que ya existieren, se regirán por sus respectivos
reglamentos internos.
Legislación Argentina
EJERCICIO DE LA ENFERMERÍA
Ley Nº 24.004
Concepto y Alcances.
Personas comprendidas.
Derechos y obligaciones.
Registro y matriculación.
Autoridad de aplicación.
Régimen disciplinario.
ARTICULO 1º
ARTICULO 2º
ARTICULO 3º
ARTICULO 4º
— Queda prohibido a toda persona que no esté comprendida en la presente ley participar en las
actividades o realizar las acciones propias de la enfermería. Los que actuaren fuera de cada uno de
los niveles a que se refiere el artículo 3º de la presente ley serán pasibles de las sanciones
impuestas por esta ley, sin perjuicio de las que correspondieren por aplicación de las disposiciones
del Código Penal. Asimismo las instituciones y los responsables de la dirección, administración, o
conducción de las mismas, que contrataren para realizar las tareas propias de la enfermería a
personas que no reúnan los requisitos exigidos por la presente ley, o que directa o indirectamente
las obligaren a realizar tareas fuera de los límites de cada uno de los niveles antes mencionados,
serán pasibles de las sanciones previstas en la ley 17.132, sin perjuicio de la responsabilidad civil,
penal o administrativa que pudiere imputarse a las mencionadas instituciones y responsables.
Capítulo II De las personas comprendidas
ARTICULO 5º
— El ejercicio de la enfermería en el nivel profesional está reservado sólo a aquellas personas que
posean:
c) Título, diploma o certificado equivalente expedido por países extranjeros, el que deberá ser
revalidado de conformidad con la legislación vigente en la materia o los respectivos convenios de
reciprocidad.
ARTICULO 6º
— El ejercicio de la enfermería en el nivel auxiliar está reservado a aquellas personas que posean
el certificado de Auxiliar de Enfermería otorgado por instituciones nacionales, provinciales,
municipales o privadas reconocidas a tal efecto por autoridad competente. Asimismo podrán
ejercer como Auxiliares de Enfermería quienes tengan certificado equivalente otorgado por países
extranjeros, el que deberá ser reconocido o revalidado de conformidad con la Legislación vigente
en la materia.
ARTICULO 7º
— Para emplear el título de especialistas o anunciarse como tales, los enfermeros profesionales
deberán acreditar capacitación especializada de conformidad con lo que se determine por vía
reglamentaria.
ARTICULO 8º
— Los enfermeros profesionales de tránsito por el país contratados por instituciones públicas o
privadas, con finalidades de investigación, asesoramiento o docencia, durante la vigencia de sus
contratos estarán habilitados para el ejercicio de la profesión a tales fines, sin necesidad de
realizar la inscripción a que se refiere el ARTICULO 12 de la presente. Capítulo III De los derechos y
obligaciones
ARTICULO 9º
c) Negarse a realizar o colaborar en la ejecución de prácticas que entren en conflicto con sus
convicciones religiosas, morales o éticas, siempre que de ello no resulte un daño inmediato o
mediato en el paciente sometido a esa práctica;
d) Contar, cuando ejerzan su profesión bajo relación de dependencia laboral o en la función
pública, con adecuadas garantías que aseguren y faciliten el cabal cumplimiento de la obligación
de actualización permanente a que se refiere el inc.
ARTICULO 10.
a) Respetar en todas sus acciones la dignidad de la persona humana, sin distinción de ninguna
naturaleza;
c) Prestar la colaboración que le sea requerida por las autoridades sanitarias en caso de epidemias,
desastres u otras emergencias;
d) Ejercer las actividades de la enfermería dentro de los límites de competencia determinados por
esta ley y su reglamentación;
ARTICULO 11.
a) Someter a las personas a procedimientos o técnicas que entrañen peligro para la salud;
e) Publicar anuncios que induzcan a engaño del público. Particularmente les está prohibido a los
profesionales enfermeros actuar bajo relación de dependencia técnica o profesional de quienes
sólo estén habilitados para ejercer la enfermería en el nivel auxiliar. Capítulo IV Del registro y
matriculación
ARTICULO 12.
— Para el ejercicio de la enfermería, tanto en el nivel profesional como en el auxiliar, se deberán
inscribir previamente los títulos, diplomas o certificados habilitantes en la Subsecretaría de Salud
del Ministerio de Salud y Acción Social, la que autorizará el ejercicio de la respectiva actividad,
otorgando la matrícula y extendiendo la correspondiente credencial.
ARTICULO 13.
ARTICULO 14.
ARTICULO 15.
ARTICULO 16.
c) Vigilar y controlar que la enfermería, tanto en su nivel profesional como en el auxiliar, no sea
ejercida por personas carentes de títulos, diplomas o certificados habilitantes, o no se encuentren
matriculados;
d) Ejercer todas las demás funciones y atribuciones que la presente ley le otorga.
ARTICULO 17.
ARTICULO 18.
— La Subsecretaría de Salud ejercerá el poder disciplinario a que se refiere el inciso b) del artículo
16 con independencia de la responsabilidad civil, penal o administrativa que pueda imputarse a los
matriculados.
ARTICULO 19.
a) Llamado de atención;
b) Apercibimiento;
c) Suspensión de la matrícula;
d) Cancelación de la matrícula.
ARTICULO 20.
ARTICULO 21.
ARTICULO 22.
— En ningún caso será imputable al profesional o auxiliar de enfermería que trabaje en relación
de dependencia el daño o perjuicio que pudieren provocar los accidentes o prestaciones
insuficientes que reconozcan como causa la falta de elementos indispensables para la atención de
pacientes, o la falta de personal adecuado en cantidad y/o calidad o inadecuadas condiciones de
los establecimientos. Capítulo VII Disposiciones transitorias
ARTICULO 23.
a) Deberán inscribirse dentro de los noventa (90) días de la entrada en vigencia de la presente en
un registro especial que, a tal efecto, abrirá la Subsecretaría de Salud.
b) Tendrán un plazo de hasta dos (2) años para obtener el certificado de auxiliar de enfermería, y
de hasta seis (6) años para obtener el título profesional habilitante, según sea el caso. Para la
realización de los estudios respectivos tendrán derecho al uso de licencias y franquicias horarias
con un régimen similar al que, por razones de estudio o para rendir exámenes, prevé el decreto
3413/79, salvo que otras normas estatutarias o convencionales aplicables a cada ámbito fueren
más favorables;
e) Se les respetarán sus remuneraciones y situación de revista y escalafonaria, aun cuando la
autoridad de aplicación les limitare sus funciones de conformidad con lo establecido en el inciso c).
Capítulo VIII
Disposiciones Varias
ARTICULO 24.
— A los efectos de la aplicación de normas vigentes que, para resguardo de la salud física o
psíquica, establecen especiales regímenes de reducción horaria, licencias, jubilación, condiciones
de trabajo y/o provisión de elementos de protección, considéranse insalubres las siguientes tareas
de la enfermería:
d) Las que se realizan en áreas afectadas por radiaciones, sean éstas ionizantes o no;
f) Las que se realizan en servicios de emergencia. La autoridad de aplicación queda facultada para
solicitar, de oficio o a pedido de parte interesada, ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
la ampliación de este listado.
ARTICULO 25.
ARTICULO 26.
— El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley en un plazo de ciento ochenta (180) días
corridos, contados a partir de su promulgación.
ARTICULO 27.
—artículos 58 a 61
— de la ley 17.132 y su reglamentación, así como toda otra norma legal, reglamentaria o
dispositiva que se oponga a la presente.
ARTICULO 28.
— Invitase a las provincias que lo estimen adecuado a adherir al régimen establecido por la
presente.
ARTICULO 29.
— ALBERTO R. PIERRI.
— EDUARDO MENEM.
— Hugo R. Flombaum.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES A LOS VEINTISEIS
DIAS DEL MES DE SETIEMBRE DEL AÑO MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y UNO.
Legislación Ecuador
CONGRESO NACIONAL
Que es deber del Estado garantizar la formación y defensa de los profesionales de la salud, entre
los cuales se encuentran la enfermeras y enfermeros;
Que es indispensable actualizar el marco jurídico que rige el ejercicio profesional de las
enfermeras y enfermeros del Ecuador permitiendo una aplicación correcta y adecuada de los
servicios profesionales que les corresponde; Que las enfermeras y enfermeros cumplen
actividades fundamentales en el campo de la salud; y, En ejercicio de sus facultades
constitucionales y legales expide la siguiente.
Artículos 1 a 5
ARTÍCULO 1
Esta Ley ampara y garantiza el ejercicio profesional de quienes hayan obtenido el título de
Enfermera o Enfermero, conferido por las universidades del país legalmente constituidas y de
quienes habiéndolo obtenido en el exterior lo revalidaren de conformidad con la Ley.
ARTÍCULO 2
ARTÍCULO 3
No se considerará ejercicio profesional la prestación de servicios, sin fines de lucro, de enfermeras
o enfermeros extranjeros, pertenecientes a equipos médicos que intervienen temporalmente bajo
la protección de convenios o acuerdos.
ARTÍCULO 4
Todas las instituciones, organismos y empresas de Derecho Público o de Derecho Privado, que
operen en el Ecuador y que tengan más de cien empleados y trabajadores, deberán contar
obligatoriamente con los servicios profesionales de por lo menos una enfermera o enfermero en
su departamento o dispensario médico. Esta disposición rige también para establecimientos
educacionales.
Todas las instituciones que brindan servicios de salud tendrán obligatoriamente el número de
enfermeras o enfermeros de conformidad con las necesidades institucionales y lo establecido por
los estándares de atención que para el efecto expide la Organización Mundial de la Salud.
Todo subcentro o dispensario de salud contará por lo menos con una enfermera o enfermero
profesional.
ARTÍCULO 5
Los profesionales enfermeras y enfermeros que se encuentran prestando sus servicios en los
organismos de salud que dependen de la administración pública estarán protegidos por la Ley de
Servicio Civil y Carrera Administrativa; los profesionales que presten sus servicios en instituciones
de salud privada estarán protegidos por el Código del Trabajo.
CAPÍTULO SEGUNDO
De la profesión
Artículos 6 y 7
ARTÍCULO 6
ARTÍCULO 7
CAPÍTULO TERCERO
Artículos 8 a 13
ARTÍCULO 8
En las instituciones de la salud públicas o privadas no se podrá contratar personal de enfermería
que no posea los respectivos títulos profesionales para el desempeño de las funciones detalladas
en el artículo 7 de esta Ley.
ARTÍCULO 9
En el sector público de la salud para llenar los cargos en los cuales se desempeñan funciones
relacionadas con los profesionales en enfermería se los hará mediante concursos públicos de
títulos y merecimientos; y, oposición.
ARTÍCULO 10
Todo lo relacionado con ascensos y promociones se regulará en la Ley de Escalafón y Sueldos de
las Enfermeras y Enfermeros del Ecuador.
ARTÍCULO 11
ARTÍCULO 12
El Ministerio de Salud Pública vigilará el cumplimiento de las obligaciones que esta Ley asigna a las
personas naturales o jurídicas, públicas o privadas en calidad de empleadores.
ARTÍCULO 13
Son obligaciones de las enfermeras y enfermeros amparados por la presente Ley, las siguientes:
Ejercer su profesión aplicando los principios éticos, morales y de respeto a los derechos humanos
del paciente;
Brindar cuidado directo de enfermería a los pacientes y usuarios, garantizando una atención
personalizada y de calidad;
Literal derogado por Ley publicada en Registro Oficial Suplemento 294 de 6 de Octubre del 2010.
Las enfermeras y enfermeros están obligados a prestar sus servicios de manera extraordinaria en
casos de catástrofes, emergencias, guerras y otras situaciones de gravedad que afecten al país; y,
CAPÍTULO CUARTO
Remuneraciones
Artículo 14
ARTÍCULO 14
En todos los organismos del Estado y las entidades de Derecho Público o de Derecho Privado con
finalidad social o pública, el sueldo de las enfermeras y enfermeros se regulará por la respectiva
Ley de Escalafón y Sueldos.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
PRIMERA.
Derógase la Ley de la Federación Ecuatoriana de Enfermeras y Enfermeros, publicada en el
Registro Oficial No. 654 de 4 de enero de 1984.
SEGUNDA.
En todos los organismos del Estado y las entidades de Derecho Público o de Derecho Privado con
finalidad social o pública, el sueldo de las enfermeras o enfermeros se regulará por los respectivos
presupuestos hasta que se reforme la Ley de Escalafón y Sueldos de las Enfermeras y Enfermeros
del Ecuador.
TERCERA.
CUARTA.
QUINTA.
El Presidente de la República dentro del plazo constitucional dictará el Reglamento de esta Ley.
DISPOSICION FINAL
Legislación Perú
Esta ley fue publicada en el diario oficial el Peruano el día Miércoles 29 de Junio del año 2005
Ley No 28561
Ha dado la ley siguiente: Ley que regula el Trabajo de los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de
Salud
Capítulo I
Disposiciones Generales
Artículo 1.
La presente Ley norma el ejercicio los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de Salud, en todas las
dependencias del sector público, así como en el sector privado, en lo que no sea contrario o
incompatible con el régimen laboral de la actividad privada.
Artículo 2.
-Los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de Salud participan dentro del equipo de Salud en
los procesos de promoción, recuperación y rehabilitación de la Salud, mediante el cuidado de
la persona, tomando en consideración el contexto social, cultural y económico en el que se
desenvuelve con el objetivo de contribuir a elevar su calidad de vida y lograr el bienestar de
la población.
Artículo 3.
-El trabajo de los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de Salud se rige por la Ley N. 26842, Ley
General de Salud, el Decreto Legislativo N. 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa
y Remuneraciones del Sector Publico, y la Ley N. 28175, Ley Marco del Empleo Público, y sus
reglamentos; y en el sector privado, por las normas que fueran aplicables.
Capítulo II
Artículo 4.
Artículo 5.
Los Auxiliares Asistenciales de Salud apoyan, según su competencia, en las funciones que realiza el
equipo de Salud conforme a la legislación vigente.
Capítulo III
Artículo 6.
- Derechos
b) Contar con un ambiente de trabajo que reúna las condiciones de bioseguridad suficiente
compatible con el nivel de complejidad y peligro a que se encuentren expuesto, adoptando las
medidas preventivas necesarias para cautelar su Salud.
e) Recibir orientación legal de parte de su empleador en los procesos judiciales iniciados como
consecuencia del debido ejercicio de sus funciones.
g) Someterse a exámenes médicos de Salud preventiva cada seis meses, de forma obligatoria y a
cargo del empleador.
Artículo 7.
- Obligaciones
Capítulo IV
Artículo 8.
Las actividades de los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de Salud en el sector público se estructura
de conformidad con lo dispuesto en el Decreto Legislativo N. 276, Ley de Bases de la Carrera
Administrativa y Remuneraciones del Sector Publico, y de las normas que resulten aplicables. Los
requisitos para el ingreso a la carrera administrativa se encuentran igualmente regulados por la
misma norma.
En el sector privado, así como aquellas entidades públicas de régimen laboral privado, el ingreso y
las actividades de los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de Salud se regulan por la norma
correspondiente al régimen laboral de la actividad privada.
Capítulo V
Modalidad de trabajo
Artículo 9.
- Jornada
La jornada laboral de los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de Salud tienen una duración máxima
de treinta y seis horas semanales o su equivalente de ciento cincuenta horas mensuales,
incluyendo la jornada de guardia diurna o nocturna.
Artículo 10.
- Descansos remunerados
Artículo 11.
El tiempo de trabajo que exceda la jornada laboral establecida en el artículo 9 serán consideradas
como horas extraordinarias, debiendo remunerarse en la forma correspondiente.
El trabajo prestado en los días que corresponden al descanso semanal y a los días feriados no
laborables, sin descanso sustitutorio, se abona de acuerdo a los establecido en cada institución y
según el régimen laboral al que pertenecen.
Capítulo VI
Capacitación y especialización
Artículo 12.
- Capacitación
Los Técnicos y Auxiliares Asistenciales de Salud tiene el derecho y la obligación de capacitarse con
el creditaje académico necesario para su certificación en la forma y condiciones que establezca el
reglamento.
Las capacitaciones podrán ser realizadas durante la jornada laboral, sujetas a las condiciones que
establezca el reglamento.
Capítulo VII
PRIMERA.
-De la vigencia
SEGUNDA.
El personal integrante de las Fuerza Armadas y/o Policía nacional del Perú que ejerza la actividad
de Técnico o Auxiliar se regirá por lo dispuesto en la presente Ley y por las normas de la institución
a la que pertenecen.
TERCERA.
POR TANTO:
En Lima, a los veintisiete días del mes de Junio de dos mil cinco.
ANTERO FLORES-ARAOS E.
Legislación España
Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias
Ley 44/2003, de 21 de Noviembre
Exposición de Motivos I
La primera regulación de las profesiones sanitarias en España se produce mediado el siglo XIX,
pues ya el Reglamento para las Subdelegaciones de Sanidad Interior del Reino, de 24 de julio de
1848, determinaba que el ejercicio de las profesiones de Medicina, Farmacia y Veterinaria estaba
comprendido dentro del ramo de la Sanidad.
Por la Ley de 28 de noviembre de 1855, sobre el Servicio General de Sanidad, se instituyeron los
Jurados Médicos Provinciales de Calificación, que tenían por objeto prevenir, amonestar y calificar
las faltas que cometieran los profesionales en el ejercicio de sus facultades, así como regularizar
sus honorarios, reprimir los abusos y establecer una severa moral médica.
La entrada en vigor, ya a mediados del siglo XX, de otras leyes sanitarias, supuso el abandono del
sistema de ordenación seguido hasta entonces. La Ley de Bases de la Sanidad Nacional, de 25 de
noviembre de 1944, dedicó únicamente su base 12 a la organización profesional de médicos,
practicantes y odontólogos, con una única previsión, la de la existencia de corporaciones
profesionales.
La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, únicamente se refiere al ejercicio libre de las
profesiones sanitarias, sin afrontar su regulación, aunque prevé, como competencia del Estado, la
homologación de programas de formación postgraduada, perfeccionamiento y especialización de
personal sanitario, así como la homologación general de los puestos de trabajo de los servicios
sanitarios. Ello es así porque la Ley General de Sanidad es una norma de naturaleza
predominantemente organizativa, cuyo objetivo primordial es establecer la estructura y
funcionamiento del sistema sanitario público en el nuevo modelo político y territorial del Estado
que deriva de la Constitución de 1978.
Debido a ello, lo esencial del ejercicio de la medicina y del resto de las profesiones sanitarias, con
la sola excepción de la odontología y otras profesiones relacionadas con la salud dental, a las que
se refiere la Ley 10/1986, de 17 de marzo, queda deferido a otras disposiciones, ya sean las
reguladoras del sistema educativo, ya las de las relaciones con los pacientes, ya las relativas a los
derechos y deberes de los profesionales en cuanto tales o ya las que regulan las relaciones de
servicio de los profesionales con los centros o las instituciones y corporaciones públicas y privadas.
Esta situación de práctico vacío normativo, unida a la íntima conexión que el ejercicio de las
profesiones sanitarias tiene con el derecho a la protección de la salud, con el derecho a la vida y a
la integridad física, con el derecho a la intimidad personal y familiar, con el derecho a la dignidad
humana y con el derecho al libre desarrollo de la personalidad, aconseja el tratamiento legislativo
específico y diferenciado de las profesiones sanitarias.
No puede olvidarse, por otra parte, la normativa de las Comunidades Europeas, centrada en las
directivas sobre reconocimiento recíproco, entre los Estados miembros, de diplomas, certificados
y otros títulos relativos al ejercicio de las profesiones sanitarias que, en la medida que subordinan
el acceso a las actividades profesionales sanitarias a la posesión de los títulos que en las directivas
se precisan, introducen, indudablemente, una limitación al ejercicio profesional que ha de
establecerse, en nuestro derecho interno, por norma con rango formal de ley, tal y como exige el
artículo 36 de nuestra Constitución.
El contenido de la Ley, en esta materia, debe de centrarse en regular las condiciones de ejercicio y
los respectivos ámbitos profesionales, así como las medidas que garanticen la formación básica,
práctica y clínica de los profesionales.
En virtud de todo ello, esta Ley tiene por finalidad dotar al sistema sanitario de un marco legal que
contemple los diferentes instrumentos y recursos que hagan posible la mayor integración de los
profesionales en el servicio sanitario, en lo preventivo y en lo asistencial, tanto en su vertiente
pública como en la privada, facilitando la corresponsabilidad en el logro de los fines comunes y en
la mejora de la calidad de la atención sanitaria prestada a la población, garantizando, asimismo,
que todos los profesionales sanitarios cumplen con los niveles de competencia necesarios para
tratar de seguir salvaguardando el derecho a la protección de la salud.
II
El concepto de profesión es un concepto elusivo que ha sido desarrollado desde la sociología en
función de una serie de atributos como formación superior, autonomía y capacidad auto-
organizativa, código deontológico y espíritu de servicio, que se dan en mayor o menor medida en
los diferentes grupos ocupacionales que se reconocen como profesiones. A pesar de dichas
ambigüedades y considerando que nuestra organización política sólo se reconoce como profesión
existente aquella que está normada desde el Estado, los criterios a utilizar para determinar cuáles
son las profesiones sanitarias, se deben basar en la normativa preexistente. Esta normativa
corresponde a dos ámbitos: el educativo y el que regula las corporaciones colegiales. Por ello en
esta Ley se reconocen como profesiones sanitarias aquellas que la normativa universitaria
reconoce como titulaciones del ámbito de la salud, y que en la actualidad gozan de una
organización colegial reconocida por los poderes públicos.
Por otra parte, existe la necesidad de resolver, con pactos interprofesionales previos a cualquier
normativa reguladora, la cuestión de los ámbitos competenciales de las profesiones sanitarias
manteniendo la voluntad de reconocer simultáneamente los crecientes espacios competenciales
compartidos interprofesionalmente y los muy relevantes espacios específicos de cada profesión.
Por ello en esta Ley no se ha pretendido determinar las competencias de unas y otras profesiones
de una forma cerrada y concreta sino que establece las bases para que se produzcan estos pactos
entre profesiones, y que las praxis cotidianas de los profesionales en organizaciones
crecientemente multidisciplinares evolucionen de forma no conflictiva, sino cooperativa y
transparente.
III
Con el objetivo de cumplir los fines antes expuestos, así como el de mejor protección de la salud
conforme a lo previsto en el artículo 43 de la Constitución Española, esta Ley se estructura en un
título preliminar y en otros cinco títulos.
El título preliminar y el título I se dirigen a determinar los aspectos esenciales del ejercicio de las
profesiones sanitarias, estableciendo, de forma expresa, cuáles son tales profesiones, reservando
a los correspondientes titulados el ejercicio de las mismas, determinando los ámbitos funcionales
propios de cada una de ellas, y enumerando los derechos de los usuarios de sus servicios
profesionales.
El título II de la Ley regula la formación de los profesionales sanitarios, contemplando tanto la
formación pregraduada como la especializada y, lo que es una innovación normativa de singular
relevancia, la formación continuada. La exigencia de esta última, con carácter general, con efectos
en el reconocimiento del desarrollo profesional del personal de los servicios sanitarios, ha de tener
especial influencia en el propio desarrollo, consolidación, calidad y cohesión de nuestro sistema
sanitario.
El desarrollo profesional y su reconocimiento es objeto de regulación en el título III, que establece
sus principios generales, comunes y homologables en todo el Sistema Sanitario. Se sientan así las
bases de un sistema imprescindible para propiciar el desarrollo del Sistema Sanitario de acuerdo
con el principio de calidad asistencial y de mejora permanente de las prestaciones sanitarias,
sistema que viene siendo requerido por los propios profesionales, por los servicios autonómicos
de salud y por los servicios sanitarios de titularidad privada.
El ejercicio profesional en el ámbito privado se regula en el título IV de esta Ley, que establece,
como principio general, la aplicación a los servicios sanitarios de tal titularidad de los criterios que
se determinan en esta norma, con el fin de garantizar la máxima calidad de las prestaciones
sanitarias, sea cual sea la financiación de éstas.
La Ley se completa con el título V, relativo a la participación de los profesionales sanitarios en el
desarrollo, planificación y ordenación de las profesiones sanitarias, participación que se articula a
través de la Comisión Consultiva Profesional, en la que se encuentran representados todos los
estamentos profesionales.
TÍTULO
PRELIMINAR
Normas Generales
Esta Ley regula los aspectos básicos de las profesiones sanitarias tituladas en lo que se refiere a su
ejercicio por cuenta propia o ajena, a la estructura general de la formación de los profesionales, al
desarrollo profesional de éstos y a su participación en la planificación y ordenación de las
profesiones sanitarias. Asimismo, establece los registros de profesionales que permitan hacer
efectivo los derechos de los ciudadanos respecto a las prestaciones sanitarias y la adecuada
planificación de los recursos humanos del sistema de salud.
Las disposiciones de esta Ley son aplicables tanto si la profesión se ejerce en los servicios
sanitarios públicos como en el ámbito de la sanidad privada.
1. De conformidad con el artículo 36 de la Constitución, y a los efectos de esta Ley, son profesiones
sanitarias, tituladas y reguladas, aquellas cuya formación pregraduada o especializada se dirige
específica y fundamentalmente a dotar a los interesados de los conocimientos, habilidades y
actitudes propias de la atención de salud, y que están organizadas en colegios profesionales
oficialmente reconocidos por los poderes públicos, de acuerdo con lo previsto en la normativa
específicamente aplicable.
De nivel Licenciado: las profesiones para cuyo ejercicio habilitan los títulos de Licenciado en
Medicina, en Farmacia, en Odontología y en Veterinaria y los títulos oficiales de especialista en
Ciencias de la Salud para Licenciados a que se refiere el título II de esta Ley.
De nivel Diplomado: las profesiones para cuyo ejercicio habilitan los títulos de Diplomado en
Enfermería, en Fisioterapia, en Terapia Ocupacional, en Podología, en Óptica y Optometría, en
Logopedia y en Nutrición Humana y Dietética y los títulos oficiales de especialista en Ciencias de la
Salud para tales Diplomados a que se refiere el título II de esta Ley.
3. Cuando así resulte necesario, por las características de la actividad, para mejorar la eficacia de
los servicios sanitarios o para adecuar la estructura preventiva o asistencial al progreso científico y
tecnológico, se podrá declarar formalmente el carácter de profesión sanitaria, titulada y regulada,
de una determinada actividad no prevista en el apartado anterior, mediante norma con rango de
ley.
1. De conformidad con el artículo 35.1 de la Constitución, son profesionales del área sanitaria de
formación profesional quienes ostentan los títulos de formación profesional de la familia
profesional sanidad, o los títulos o certificados equivalentes a los mismos.
2. Los profesionales del área sanitaria de formación profesional se estructuran en los siguientes
grupos:
De grado superior: quienes ostentan los títulos de Técnico Superior en Anatomía Patológica y
Citología, en Dietética, en Documentación Sanitaria, en Higiene Bucodental, en Imagen para el
Diagnóstico, en Laboratorio de Diagnóstico Clínico, en Ortoprotésica, en Prótesis Dentales, en
Radioterapia, en Salud Ambiental y en Audioprótesis.
De grado medio: quienes ostentan los títulos de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y
en Farmacia.
4. Los técnicos superiores y técnicos a los que se refiere este artículo ejercerán su actividad
profesional sanitaria de acuerdo con las normas reguladoras de la formación profesional, de sus
distintos niveles formativos y de su concreta titulación, en el marco del respeto a la competencia
profesional, responsabilidad y autonomía propias de las profesiones sanitarias contempladas en
los artículos 6 y 7 de esta Ley.
5. Las Administraciones sanitarias establecerán, en los casos en que resulte procedente, los
modelos para la integración e incorporación de los técnicos superiores y técnicos a que se refiere
este artículo y de sus actividades profesionales sanitarias a los centros y establecimientos
dependientes o adscritos a tales Administraciones, y regularán los sistemas de formación
continuada y de desarrollo de éstos.
TÍTULO I
2. El ejercicio de una profesión sanitaria, por cuenta propia o ajena, requerirá la posesión del
correspondiente título oficial que habilite expresamente para ello o, en su caso, de la certificación
prevista en el artículo 2.4, y se atendrá, en su caso, a lo previsto en ésta, en las demás leyes
aplicables y en las normas reguladoras de los colegios profesionales.
3. Los profesionales sanitarios desarrollan, entre otras, funciones en los ámbitos asistencial,
investigador, docente, de gestión clínica, de prevención y de información y educación sanitarias.
4. Corresponde a todas las profesiones sanitarias participar activamente en proyectos que puedan
beneficiar la salud y el bienestar de las personas en situaciones de salud y enfermedad,
especialmente en el campo de la prevención de enfermedades, de la educación sanitaria, de la
investigación y del intercambio de información con otros profesionales y con las autoridades
sanitarias, para mejor garantía de dichas finalidades.
5. Los profesionales tendrán como guía de su actuación el servicio a la sociedad, el interés y salud
del ciudadano a quien se le presta el servicio, el cumplimiento riguroso de las obligaciones
deontológicas, determinadas por las propias profesiones conforme a la legislación vigente, y de los
criterios de normo-praxis o, en su caso, los usos generales propios de su profesión.
6. Los profesionales sanitarios realizarán a lo largo de su vida profesional una formación
continuada, y acreditarán regularmente su competencia profesional.
7. El ejercicio de las profesiones sanitarias se llevará a cabo con plena autonomía técnica y
científica, sin más limitaciones que las establecidas en esta Ley y por los demás principios y valores
contenidos en el ordenamiento jurídico y deontológico, y de acuerdo con los siguientes principios:
Existirá formalización escrita de su trabajo reflejada en una historia clínica que deberá ser común
para cada centro y única para cada paciente atendido en él. La historia clínica tenderá a ser
soportada en medios electrónicos y a ser compartida entre profesionales, centros y niveles
asistenciales.
Se tenderá a la unificación de los criterios de actuación, que estarán basados en la evidencia
científica y en los medios disponibles y soportados en guías y protocolos de práctica clínica y
asistencial. Los protocolos deberán ser utilizados de forma orientativa, como guía de decisión para
todos los profesionales de un equipo, y serán regularmente actualizados con la participación de
aquellos que los deben aplicar.
La eficacia organizativa de los servicios, secciones y equipos, o unidades asistenciales equivalentes
sea cual sea su denominación, requerirá la existencia escrita de normas de funcionamiento interno
y la definición de objetivos y funciones tanto generales como específicas para cada miembro del
mismo, así como la cumplimentación por parte de los profesionales de la documentación
asistencial, informativa o estadística que determine el centro.
La continuidad asistencial de los pacientes, tanto la de aquellos que sean atendidos por distintos
profesionales y especialistas dentro del mismo centro como la de quienes lo sean en diferentes
niveles, requerirá en cada ámbito asistencial la existencia de procedimientos, protocolos de
elaboración conjunta e indicadores para asegurar esta finalidad.
Artículo 5. Principios generales de la relación entre los profesionales sanitarios y las personas
atendidas por ellos.
1. La relación entre los profesionales sanitarios y de las personas atendidas por ellos, se rige por
los siguientes principios generales:
Los profesionales tienen el deber de prestar una atención sanitaria técnica y profesional adecuada
a las necesidades de salud de las personas que atienden, de acuerdo con el estado de desarrollo
de los conocimientos científicos de cada momento y con los niveles de calidad y seguridad que se
establecen en esta Ley y el resto de normas legales y deontológicas aplicables.
Los profesionales tienen el deber de hacer un uso racional de los recursos diagnósticos y
terapéuticos a su cargo, tomando en consideración, entre otros, los costes de sus decisiones, y
evitando la sobreutilización, la infrautilización y la inadecuada utilización de los mismos.
Los pacientes tienen derecho a la libre elección del médico que debe atenderles. Tanto si el
ejercicio profesional se desarrolla en el sistema público como en el ámbito privado por cuenta
ajena, este derecho se ejercitará de acuerdo con una normativa explícita que debe ser
públicamente conocida y accesible. En esta situación el profesional puede ejercer el derecho de
renunciar a prestar atenciones sanitarias a dicha persona sólo si ello no conlleva desatención. En el
ejercicio en el sistema público o privado, dicha renuncia se ejercerá de acuerdo con
procedimientos regulares, establecidos y explícitos, y de ella deberá quedar constancia formal.
Los profesionales y los responsables de los centros sanitarios facilitarán a sus pacientes el
ejercicio del derecho a conocer el nombre, la titulación y la especialidad de los profesionales
sanitarios que les atienden, así como a conocer la categoría y función de éstos, si así estuvieran
definidas en su centro o institución.
Los pacientes tienen derecho a recibir información de acuerdo con lo establecido en la Ley
41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de los derechos y
obligaciones en materia de información y documentación clínica.
2. Para garantizar de forma efectiva y facilitar el ejercicio de los derechos a que se refiere el
apartado anterior, los colegios profesionales, consejos autonómicos y consejos generales, en sus
respectivos ámbitos territoriales, establecerán los registros públicos de profesionales que, de
acuerdo con los requerimientos de esta Ley, serán accesibles a la población y estarán a disposición
de las Administraciones sanitarias. Los indicados registros, respetando los principios de
confidencialidad de los datos personales contenidos en la normativa de aplicación, deberán
permitir conocer el nombre, titulación, especialidad, lugar de ejercicio y los otros datos que en
esta Ley se determinan como públicos.
Asimismo, podrán existir en los centros sanitarios y en las entidades de seguros que operan en el
ramo de la enfermedad, otros registros de profesionales de carácter complementario a los
anteriores, que sirvan a los fines indicados en el apartado anterior, conforme a lo previsto en los
artículos 8.4 y 43 de esta Ley.
Los criterios generales y requisitos mínimos de estos registros serán establecidos por las
Administraciones sanitarias dentro de los principios generales que determine el Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que podrá acordar la integración de los mismos al
del Sistema de Información Sanitaria del Sistema Nacional de Salud.
1. Corresponde, en general, a los Licenciados sanitarios, dentro del ámbito de actuación para el
que les faculta su correspondiente título, la prestación personal directa que sea necesaria en las
diferentes fases del proceso de atención integral de salud y, en su caso, la dirección y evaluación
del desarrollo global de dicho proceso, sin menoscabo de la competencia, responsabilidad y
autonomía propias de los distintos profesionales que intervienen en el mismo.
2. Sin perjuicio de las funciones que, de acuerdo con su titulación y competencia específica
corresponda desarrollar a cada profesional sanitario ni de las que puedan desarrollar otros
profesionales, son funciones de cada una de las profesiones sanitarias de nivel de Licenciados las
siguientes:
3. Son, también, profesionales sanitarios de nivel Licenciado quienes se encuentren en posesión
de un título oficial de especialista en Ciencias de la Salud establecido, conforme a lo previsto en el
artículo 19.1 de esta Ley, para psicólogos, químicos, biólogos, bioquímicos u otros licenciados
universitarios no incluidos en el número anterior.
Estos profesionales desarrollarán las funciones que correspondan a su respectiva titulación, dentro
del marco general establecido en el artículo 16.3 de esta Ley.
4. Cuando una actividad profesional sea declarada formalmente como profesión sanitaria, titulada
y regulada, con nivel de Licenciado, en la correspondiente norma se enunciarán las funciones que
correspondan a la misma, dentro del marco general previsto en el apartado 1 de este artículo.
2. Sin perjuicio de las funciones que, de acuerdo con su titulación y competencia específica
corresponda desarrollar a cada profesional sanitario, ni de las que puedan desarrollar otros
profesionales, son funciones de cada una de las profesiones sanitarias de nivel Diplomado las
siguientes:
3. Cuando una actividad profesional sea declarada formalmente como profesión sanitaria, titulada
y regulada, con nivel de Diplomado, en la correspondiente norma se enunciarán las funciones que
correspondan a la misma, dentro del marco general previsto en el apartado 1 de este artículo.
2. Los profesionales podrán prestar servicios conjuntos en dos o más centros, aun cuando
mantengan su vinculación a uno solo de ellos, cuando se mantengan alianzas estratégicas o
proyectos de gestión compartida entre distintos establecimientos sanitarios. En este supuesto, los
nombramientos o contratos de nueva creación podrán vincularse al proyecto en su conjunto, sin
perjuicio de lo que establezca, en su caso, la normativa sobre incompatibilidades.
3. Los centros sanitarios revisarán, cada tres años como mínimo, que los profesionales sanitarios
de su plantilla cumplen los requisitos necesarios para ejercer la profesión conforme a lo previsto
en esta Ley y en las demás normas aplicables, entre ellos la titulación y demás diplomas,
certificados o credenciales profesionales de los mismos, en orden a determinar la continuidad de
la habilitación para seguir prestando servicios de atención al paciente. Los centros dispondrán de
un expediente personal de cada profesional, en el que se conservará su documentación y al que el
interesado tendrá derecho de acceso.
4. Para hacer posible la elección de médico que prevé el artículo 13 de la Ley 41/2002, de 14 de
noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en
materia de información y documentación clínica, y de acuerdo con lo establecido en el artículo 5.2
de esta Ley, los centros sanitarios dispondrán de un registro de su personal médico, del cual se
pondrá en conocimiento de los usuarios el nombre, titulación, especialidad, categoría y función de
los profesionales.
3. Cuando una actuación sanitaria se realice por un equipo de profesionales, se articulará de
forma jerarquizada o colegiada, en su caso, atendiendo a los criterios de conocimientos y
competencia, y en su caso al de titulación, de los profesionales que integran el equipo, en función
de la actividad concreta a desarrollar, de la confianza y conocimiento recíproco de las capacidades
de sus miembros, y de los principios de accesibilidad y continuidad asistencial de las personas
atendidas.
4. Dentro de un equipo de profesionales, será posible la delegación de actuaciones, siempre y
cuando estén previamente establecidas dentro del equipo las condiciones conforme a las cuales
dicha delegación o distribución de actuaciones pueda producirse.
Condición necesaria para la delegación o distribución del trabajo es la capacidad para realizarlo
por parte de quien recibe la delegación, capacidad que deberá ser objetivable, siempre que fuere
posible, con la oportuna acreditación.
5. Los equipos de profesionales, una vez constituidos y aprobados en el seno de organizaciones o
instituciones sanitarias serán reconocidos y apoyados y sus actuaciones facilitadas, por los órganos
directivos y gestores de las mismas. Los centros e instituciones serán responsables de la capacidad
de los profesionales para realizar una correcta actuación en las tareas y funciones que les sean
encomendadas en el proceso de distribución del trabajo en equipo.
1. Las Administraciones sanitarias, los servicios de salud o los órganos de gobierno de los centros y
establecimientos sanitarios, según corresponda, establecerán los medios y sistemas de acceso a
las funciones de gestión clínica, a través de procedimientos en los que habrán de tener
participación los propios profesionales.
Tales funciones podrán ser desempeñadas en función de criterios que acrediten los conocimientos
necesarios y la adecuada capacitación.
2. A los efectos de esta Ley tienen la consideración de funciones de gestión clínica las relativas a la
jefatura o coordinación de unidades y equipos sanitarios y asistenciales, las de tutorías y
organización de formación especializada, continuada y de investigación y las de participación en
comités internos o proyectos institucionales de los centros sanitarios dirigidos, entre otros, a
asegurar la calidad, seguridad, eficacia, eficiencia y ética asistencial, la continuidad y coordinación
entre niveles o el acogimiento, cuidados y bienestar de los pacientes.
3. El ejercicio de funciones de gestión clínica estará sometido a la evaluación del desempeño y de
los resultados. Tal evaluación tendrá carácter periódico y podrá determinar, en su caso, la
confirmación o remoción del interesado en dichas funciones, y tendrá efectos en la evaluación del
desarrollo profesional alcanzado.
4. El desempeño de funciones de gestión clínica será objeto del oportuno reconocimiento por
parte del centro, del servicio de salud y del conjunto del sistema sanitario, en la forma en que en
cada comunidad autónoma se determine.
Los titulares de los centros sanitarios y los servicios de salud podrán formalizar convenios y
conciertos con el Instituto de Salud Carlos III, con otros centros de investigación, públicos o
privados, y con otras instituciones que tengan interés en la investigación sanitaria, para el
desarrollo de programas de investigación, para la dotación de plazas vinculadas, o específicas de
investigador, en los establecimientos sanitarios, para la designación de tutores de la investigación
y para el establecimiento de sistemas específicos de formación de investigadores durante el
período inmediatamente posterior a la obtención del título de especialista.
3. Los servicios de salud, instituciones y centros sanitarios y las universidades podrán formalizar
los conciertos previstos en la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, en la Ley
14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad y en el artículo 14 de esta Ley, para asegurar la
docencia práctica de las enseñanzas sanitarias que así lo requieran, de acuerdo con las bases
generales que establezca el Gobierno para dicho régimen de conciertos, al amparo de lo
establecido en la disposición adicional séptima de dicha Ley Orgánica.
Los centros sanitarios acreditados para la formación especializada deberán contar con una
comisión de docencia y los jefes de estudios, coordinadores docentes y tutores de la formación
que resulten adecuados en función de su capacidad docente, en la forma que se prevé en el título
II de esta Ley.
Los centros sanitarios acreditados para desarrollar programas de formación continuada deberán
contar con los jefes de estudios, coordinadores docentes y tutores de la formación que resulten
adecuados en función de las actividades a desarrollar.
TÍTULO II
De la formación de los profesionales sanitarios
CAPÍTULO I.
NORMAS GENERALES
La colaboración permanente entre los organismos de las Administraciones públicas competentes
en materia de educación y de sanidad.
La concertación de las universidades y de los centros docentes de formación profesional y las
instituciones y centros sanitarios, a fin de garantizar la docencia práctica de las enseñanzas que así
lo requieran.
La disposición de toda la estructura del sistema sanitario para ser utilizada en la docencia
pregraduada, especializada y continuada de los profesionales.
La consideración de los centros y servicios sanitarios, también, como centros de investigación
científica y de formación de los profesionales, en la medida que reúnan las condiciones adecuadas
a tales fines.
La revisión permanente de las metodologías docentes y las enseñanzas en el campo sanitario para
la mejor adecuación de los conocimientos profesionales a la evolución científica y técnica y a las
necesidades sanitarias de la población.
1. La Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud informará, con carácter
preceptivo, los proyectos de reales decretos por los que, conforme a lo previsto en el artículo 34
de la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, se establezcan los títulos
oficiales y las directrices generales de sus correspondientes planes de estudios, cuando tales
títulos correspondan a profesiones sanitarias.
2. Cuando así se estime necesario, para conseguir una mayor adecuación de la formación de los
profesionales a las necesidades del sistema sanitario, a los avances científicos y técnicos, o a las
disposiciones de la Comunidad Europea, el Ministro de Sanidad y Consumo podrá, previo acuerdo
de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, instar al Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte para que inicie el trámite de establecimiento de nuevos títulos o de
revisión e incorporación de nuevas áreas de conocimiento en las directrices generales de los
planes de estudio que correspondan.
Artículo 14. Conciertos entre las universidades y los servicios de salud, instituciones y centros
sanitarios.
Las universidades podrán concertar con los servicios de salud, instituciones y centros sanitarios
que, en cada caso, resulten necesarios para garantizar la docencia práctica de las enseñanzas de
carácter sanitario que así lo requieran. Las instituciones y centros sanitarios concertados podrán
añadir a su denominación el adjetivo universitario.
2. La formación especializada en Ciencias de la Salud tiene como objeto dotar a los profesionales
de los conocimientos, técnicas, habilidades y actitudes propios de la correspondiente especialidad,
de forma simultánea a la progresiva asunción por el interesado de la responsabilidad inherente al
ejercicio autónomo de la misma.
2. El título de especialista tiene carácter oficial y validez en todo el territorio del Estado.
3. Sin perjuicio de las facultades que asisten a los profesionales sanitarios citados en los artículo
6.2 y 7.2 de esta Ley, ni de los derechos reconocidos, por norma legal o reglamentaria, a quienes
se encuentran habilitados para desempeñar plaza de especialista sin el correspondiente título, la
posesión del título de especialista será necesaria para utilizar de modo expreso la denominación
de especialista, para ejercer la profesión con tal carácter y para ocupar puestos de trabajo con tal
denominación en centros y establecimientos públicos y privados.
1. Los títulos de especialista en Ciencias de la Salud serán expedidos por el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte.La obtención del título de especialista requiere:
Estar en posesión del título de Licenciado o Diplomado Universitario que, en cada caso, se exija.
Acceder al sistema de formación que corresponda, así como completar éste en su integridad de
acuerdo con los programas de formación que se establezcan, sin perjuicio de lo establecido en el
artículo 23 de esta Ley para el supuesto de nueva especialización.
Superar las evaluaciones que se determinen y depositar los derechos de expedición del
correspondiente título.
2. Las especialidades en Ciencias de la Salud se agruparán, cuando ello proceda, atendiendo a
criterios de troncalidad. Las especialidades del mismo tronco tendrán un período de formación
común de una duración mínima de dos años.
1. La formación de Especialistas en Ciencias de la Salud implicará tanto una formación teórica y
práctica como una participación personal y progresiva del especialista en formación en la actividad
y en las responsabilidades propias de la especialidad de que se trate.
En todo caso, los centros o unidades en los que se desarrolle la formación deberán estar
acreditados conforme a lo previsto en el artículo 26.
La actividad profesional de los residentes será planificada por los órganos de dirección
conjuntamente con las comisiones de docencia de los centros de forma tal que se incardine
totalmente en el funcionamiento ordinario, continuado y de urgencias del centro sanitario.
Los residentes deberán desarrollar, de forma programada y tutelada, las actividades previstas en
el programa, asumiendo de forma progresiva, según avancen en su formación, las actividades y
responsabilidad propia del ejercicio autónomo de la especialidad.
Las actividades de los residentes, que deberá figurar en el Libro de Residente, serán objeto de las
evaluaciones que reglamentariamente se determinen. En todo caso existirán evaluaciones anuales
y una evaluación final al término del período de formación.
Durante la residencia se establecerá una relación laboral especial entre el servicio de salud o el
centro y el especialista en formación. El Gobierno, atendiendo a las características específicas de la
actividad formativa y de la actividad asistencial que se desarrolla en los centros sanitarios, y de
acuerdo con los criterios que figuran en este capítulo y en la disposición adicional primera de esta
Ley, regulará la relación laboral especial de residencia.
4. Los principios establecidos en el número anterior y los demás que figuran en las secciones 1 y 2
de este capítulo, podrán ser adaptados por el Gobierno a las específicas características de la
formación especializada en Ciencias de la Salud de las profesiones previstas en los artículos 6.2,
párrafos b, c y d, 6.3 y 7 de esta Ley.
2. Los programas de formación serán elaborados por la Comisión Nacional de la Especialidad. Una
vez ratificados por el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y previo informe
de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud y del Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte, serán aprobados por el Ministerio de Sanidad y Consumo.
Una vez aprobados, los programas de formación se publicarán en el Boletín Oficial del Estado para
general conocimiento.
1. El acceso a la formación sanitaria especializada se efectuará a través de una convocatoria anual
de carácter nacional.
2. El Ministerio de Sanidad y Consumo, previo informe del Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte y de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, establecerá las
normas que regularán la convocatoria anual que, en todo caso, consistirá en una prueba o
conjunto de pruebas que evaluará conocimientos teóricos y prácticos y las habilidades clínicas y
comunicativas, así como en una valoración de los méritos académicos y, en su caso, profesionales,
de los aspirantes.
Las pruebas serán específicas para las distintas titulaciones académicas que puedan acceder a las
diferentes especialidades. Asimismo, podrán establecerse pruebas específicas por especialidades
troncales.
3. El acceso de las personas con discapacidad a la formación sanitaria especializada, siempre que
el grado de discapacidad sea compatible con el desempeño de las funciones correspondientes a la
especialidad a la que se opta, se inspirará en los principios de igualdad de oportunidades, no
discriminación y compensación de desventajas, procediéndose, en su caso, a la adaptación de las
pruebas a las necesidades especiales y singularidades de estas personas.
5. La oferta de plazas de la convocatoria anual se fijará, previos informes del Consejo Nacional de
Especialidades en Ciencias de la Salud y del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, por la
Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, atendiendo a las propuestas
realizadas por las comunidades autónomas, a las necesidades de especialistas del sistema sanitario
y a las disponibilidades presupuestarias.
Los Especialistas en Ciencias de la Salud con, al menos, cinco años de ejercicio profesional como
tales, podrán obtener un nuevo título de especialista, en especialidad del mismo tronco que la que
posean, por el procedimiento que se determine reglamentariamente, que en todo caso contendrá
una prueba para la evaluación de la competencia del aspirante en el campo de la nueva
especialidad.
No se podrá acceder al tercer y sucesivos títulos de especialista por este procedimiento hasta
transcurridos, al menos, ocho años desde la obtención del anterior.
1. El Gobierno, de acuerdo con el procedimiento señalado en el artículo 16.1, podrá establecer
Áreas de Capacitación Específica dentro de una o varias Especialidades en Ciencias de la Salud.
2. El Diploma de Área de Capacitación Específica tiene carácter oficial y validez en todo el
territorio del Estado. Se expedirá por el Ministerio de Sanidad y Consumo y su posesión será
necesaria para utilizar de modo expreso la denominación de especialista con capacitación
específica en el área. Podrá ser valorado como mérito para acceder a puestos de trabajo de alta
especialización en centros o establecimientos públicos y privados.
El acceso al indicado diploma podrá producirse mediante una formación programada, o a través
del ejercicio profesional específicamente orientado al área correspondiente, acompañado de
actividades docentes o discentes de formación continuada en dicha área, y, en todo caso, tras la
evaluación de la competencia profesional del interesado de acuerdo con los requerimientos
previstos en el artículo 29.
2. La Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud coordinará las auditorías, informes y
propuestas necesarios para acreditar los centros y unidades docentes y para evaluar el
funcionamiento y la calidad del sistema de formación, para lo cual podrá recabar la colaboración
de las agencias de calidad de las comunidades autónomas y de los servicios de inspección de éstas.
3. Corresponde al Ministerio de Sanidad y Consumo, a instancia de la entidad titular del centro,
previos informes de la comisión de docencia de éste y de la Consejería de Sanidad de la
Comunidad Autónoma, y de acuerdo con los informes y propuestas a que se refiere el apartado
anterior, resolver sobre las solicitudes de acreditación de centros y unidades docentes.
1. En cada centro sanitario o, en su caso, unidades docentes, acreditado para la formación de
especialistas existirá una comisión de docencia cuya misión será la de organizar la formación,
supervisar su aplicación práctica y controlar el cumplimiento de los objetivos que se especifican en
los programas.
La comisión de docencia tendrá también las funciones de facilitar la integración de las actividades
formativas y de los residentes con la actividad asistencial y ordinaria del centro, y la de planificar
su actividad profesional en el centro conjuntamente con los órganos de dirección de éste.
2. Las comunidades autónomas, dentro de los criterios generales que fije la Comisión de Recursos
Humanos del Sistema Nacional de Salud, determinarán la dependencia funcional, la composición y
las funciones de las comisiones de docencia. En todo caso, en las comisiones de docencia existirá
representación de los tutores de la formación y de los residentes.
1. Por cada una de las Especialidades en Ciencias de la Salud, y como órgano asesor de los
Ministerios de Educación, Cultura y Deporte y de Sanidad y Consumo en el campo de la
correspondiente especialidad, se constituirá una Comisión Nacional designada por el Ministerio de
Sanidad y Consumo con la siguiente composición:
Dos vocales propuestos por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, uno, al menos, de los
cuales deberá ostentar la condición de tutor de la formación en la correspondiente especialidad.
Cuatro vocales de entre los especialistas de reconocido prestigio que proponga la Comisión de
Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud.
Dos vocales en representación de los especialistas en formación, elegidos por éstos en la forma
que se determine reglamentariamente.
3. Todos los miembros de la comisión, salvo los previstos en el apartado 1.d, deberán encontrarse
en posesión del correspondiente título de especialista.
4. Los miembros de la comisión previstos en los párrafos a, b, c y e del apartado 1 de este artículo
serán designados para un período de cuatro años, y sólo podrán ser designados nuevamente para
otro período de igual duración.
No obstante, cesarán en sus funciones cuando así lo acuerde el departamento o comisión que los
propuso o la sociedad o corporación a la que representan.
5. El mandato de los miembros de la comisión previstos en el apartado 1.d de este artículo será de
dos años.
6. El Ministerio de Sanidad y Consumo, por resolución motivada y oída previamente la
correspondiente comisión, podrá acordar el cese de todos los miembros de la misma o de parte de
ellos, cuando la comisión no cumpla adecuadamente sus funciones.
Las que se señalan expresamente en esta Ley o se determinen en las disposiciones reglamentarias
dictadas en su desarrollo.
El Comité desarrollará las funciones que reglamentariamente se determinen y, en todo caso, las de
propuesta de los contenidos del programa de formación y las de evaluación de los especialistas
que aspiren a obtener el correspondiente Diploma del Área de Capacitación Específica.
Dos especialistas por cada uno de los títulos universitarios que tengan acceso directo a alguna
especialidad en Ciencias de la Salud, elegidos, para un período de dos años, uno por los miembros
de las Comisiones Nacionales que ostenten el título de que se trate, y otro por la organización
colegial de entre dichos miembros.
Dos representantes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
2. El Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud elegirá, de entre sus miembros, al
Presidente y al Vicepresidente.
3. El Consejo funcionará en Pleno o en las comisiones y grupos de trabajo que el propio Consejo
decida constituir. En todo caso, se constituirán las siguientes:
La Comisión Permanente, que tendrá las funciones que el Pleno del Consejo le delegue.
Una Comisión Delegada del Consejo por cada una de las titulaciones o agrupaciones de
especialidades que se determinen.
4. El Consejo aprobará su propio reglamento de régimen interior, que se adaptará a lo dispuesto
respecto a los órganos colegiados en la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. No obstante, el voto de cada uno de los
miembros del Consejo se ponderará en función de la composición concreta del mismo, atendiendo
a criterios de proporcionalidad respecto al número de especialistas representados.
6. El Consejo elegirá, de entre sus miembros, cuatro vocales de la Comisión Consultiva
Profesional.
1. Corresponde a los centros sanitarios acreditados para la formación de especialistas, respecto
de las comisiones de docencia constituidas en los mismos, y al Ministerio de Sanidad y Consumo,
respecto de las Comisiones Nacionales y del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la
Salud, facilitar el apoyo técnico y administrativo que resulte necesario para su funcionamiento.
2. Las funciones de secretario, con voz pero sin voto, de los órganos colegiados a que se refiere el
apartado anterior y de las comisiones y grupos de trabajo que, en su caso, se constituyan, serán
desempeñadas por quien designe la Dirección del centro o el Ministerio de Sanidad y Consumo,
según corresponda.
Artículo 32. Registros.
1. En el Registro Nacional de Especialistas en Formación serán inscritos éstos cuando comiencen
su formación especializada y en él se anotarán los resultados de sus evaluaciones anuales y final.
Los indicados registros tendrán carácter público en lo relativo a la identidad de los interesados, al
título o diploma que ostentan y a las fechas de su obtención, reconocimiento u homologación.
3. En el registro de centros acreditados para la formación de especialistas serán inscritos todos los
centros acreditados para impartir dicha formación.
4. Los registros a los que se refiere este artículo se gestionarán por el Ministerio de Sanidad y
Consumo, salvo el previsto en el primer párrafo del apartado 2, que se gestionará por el Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte, y se integrarán en el Sistema de Información Sanitaria del
Sistema Nacional de Salud, que hará públicos los datos agregados e integrados de los mismos, así
como los que resulten de su tratamiento estadístico, de acuerdo con los principios generales que
se establezcan por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Potenciar la capacidad de los profesionales para efectuar una valoración equilibrada del uso de los
recursos sanitarios en relación con el beneficio individual, social y colectivo que de tal uso pueda
derivarse.
Generalizar el conocimiento, por parte de los profesionales, de los aspectos científicos, técnicos,
éticos, legales, sociales y económicos del sistema sanitario.
Mejorar en los propios profesionales la percepción de su papel social, como agentes individuales
en un sistema general de atención de salud y de las exigencias éticas que ello comporta.
1. Con el fin de armonizar el ejercicio de las funciones que las Administraciones sanitarias públicas
y demás instituciones y organismos ostentan en materia de formación continuada, así como de
coordinar las actuaciones que se desarrollen en dicho campo, se constituye la Comisión de
Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias.
2. Formarán parte de la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias las
Administraciones públicas presentes en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Las de detección, análisis, estudio y valoración de las necesidades de los profesionales y del
sistema sanitario en materia de formación continuada, de acuerdo con las propuestas de los
órganos competentes de las comunidades autónomas, de las sociedades científicas y, en su caso,
de las organizaciones profesionales representadas en la Comisión Consultiva Profesional.
Las de propuesta de adopción de las medidas que se estimen precisas para planificar, armonizar y
coordinar la actuación de los diversos agentes que actúan en el ámbito de la formación continuada
de los profesionales sanitarios.
2. En cualquier momento las Administraciones públicas podrán auditar y evaluar los centros y las
actividades de formación continuada que hubieran acreditado.
3. Sólo podrán ser subvencionados con cargo a fondos públicos los centros y las actividades de
formación continuada que estén acreditados conforme a lo previsto en este artículo.
A partir de la entrada en vigor de esta Ley, sólo podrán ser tomadas en consideración en la carrera
de los profesionales sanitarios las actividades de formación continuada que hubieran sido
acreditadas. Las actividades de formación continuada de los profesionales sanitarios previas a la
entrada en vigor de la Ley y que no hubieran sido acreditadas serán objeto de consideración por
los comités encargados de valorar los méritos a dichos efectos.
4. El Ministerio de Sanidad y Consumo y los órganos competentes de las comunidades autónomas
podrán delegar las funciones de gestión y acreditación de la formación continuada, incluyendo la
expedición de certificaciones individuales, en otras corporaciones o instituciones de derecho
público, de conformidad con lo que dispone esta Ley y las normas en cada caso aplicables.
5. Las credenciales de los profesionales y sus revisiones no sustituirán los procedimientos de
formación, conocimientos y habilidades, que serán necesarios para determinar los mecanismos de
promoción y contratación.
1. Las Administraciones sanitarias públicas podrán expedir Diplomas de Acreditación y Diplomas
de Acreditación Avanzada, para certificar el nivel de formación alcanzado por un profesional en un
área funcional específica de una determinada profesión o especialidad, en función de las
actividades de formación continuada acreditada desarrolladas por el interesado en el área
funcional correspondiente.
Los Diplomas de Acreditación y los Diplomas de Acreditación Avanzada, que deberán expedirse
necesariamente de acuerdo con los requisitos, procedimiento y criterios establecidos conforme a
lo previsto en el artículo 34.4.e, tendrán efectos en todo el territorio nacional, sea cual sea la
Administración pública que expidió el diploma.
2. Las Administraciones sanitarias públicas establecerán los registros necesarios para la inscripción
de los Diplomas de Acreditación y de Acreditación Avanzada que expidan. Tales registros tendrán
carácter público en lo relativo a la identidad del interesado, al diploma o diplomas que ostente y a
la fecha de obtención de éstos.
3. Los Diplomas de Acreditación y los Diplomas de Acreditación Avanzada serán valorados como
mérito en los sistemas de provisión de plazas cuando así se prevea en la normativa
correspondiente.
TÍTULO III
Del desarrollo profesional y su reconocimiento
2. Sin perjuicio de las facultades y funciones para las que habilite el correspondiente título oficial,
el reconocimiento del desarrollo profesional será público y con atribución expresa del grado
alcanzado por cada profesional en el ejercicio del conjunto de funciones que le son propias.
3. Podrán acceder voluntariamente al sistema de desarrollo profesional los profesionales que
estén establecidos o presten sus servicios dentro del territorio del Estado.
1. Las Administraciones sanitarias regularán, para sus propios centros y establecimientos, el
reconocimiento del desarrollo profesional, dentro de los siguientes principios generales:
Las Administraciones sanitarias, no obstante, podrán establecer un grado inicial, previo a los
anteriormente indicados. La creación de este grado inicial deberá comportar su homologación de
acuerdo con lo previsto en el artículo 39 de esta Ley.
La obtención del primer grado, y el acceso a los superiores, requerirá la evaluación favorable de
los méritos del interesado, en relación a sus conocimientos, competencias, formación continuada
acreditada, actividad docente e investigación. La evaluación habrá de tener en cuenta también los
resultados de la actividad asistencial del interesado, la calidad de la misma y el cumplimiento de
los indicadores que para su valoración se hayan establecido, así como su implicación en la gestión
clínica definidas en el artículo 10 de esta Ley.
Para obtener el primer grado, será necesario acreditar cinco años de ejercicio profesional. La
evaluación para acceder a los grados superiores podrá solicitarse transcurridos, como mínimo,
cinco años desde la precedente evaluación positiva. En caso de evaluación negativa, el profesional
podrá solicitar una nueva evaluación transcurridos dos años desde ésta.
La evaluación se llevará a cabo por un comité específico creado en cada centro o institución. El
comité estará integrado, en su mayoría, por profesionales de la misma profesión sanitaria del
evaluado, y habrá de garantizarse la participación en el mismo de representantes del servicio o
unidad de pertenencia del profesional evaluado, así como de evaluadores externos designados por
agencias de calidad o sociedades científicas de su ámbito de competencia.
Dentro de cada servicio de salud, estos criterios generales del sistema de desarrollo profesional, y
su repercusión en la carrera, se acomodarán y adaptarán a las condiciones y características
organizativas, sanitarias y asistenciales del servicio de salud o de cada uno de sus centros, sin
detrimento de los derechos ya establecidos.
2. Los centros sanitarios privados en los que existan profesionales sanitarios que presten servicios
por cuenta ajena establecerán, en la medida en que lo permita la capacidad de cada centro,
procedimientos para el reconocimiento del desarrollo profesional y la carrera de los mismos, que
se adecuarán a los criterios fijados en este título.
3. Los profesionales sanitarios que desarrollen su actividad exclusivamente a través del ejercicio
profesional por cuenta propia podrán acceder voluntariamente a los procedimientos de
reconocimiento del desarrollo profesional, en la forma en que se determine por la
correspondiente Administración sanitaria. En todo caso, dichos profesionales deberán superar las
mismas evaluaciones que se establezcan para quienes presenten servicios por cuenta ajena en
centros sanitarios.
TÍTULO IV
Del ejercicio privado de las profesiones sanitarios
1. En el ámbito de la sanidad privada, los profesionales sanitarios podrán ejercer su actividad por
cuenta propia o ajena.
2. La prestación de servicios por cuenta propia o ajena podrá efectuarse mediante cualquiera de
las formas contractuales previstas en el ordenamiento jurídico.
3. Los servicios sanitarios de titularidad privada estarán dotados de elementos de control que
garanticen los niveles de calidad profesional y de evaluación establecidos en esta Ley de acuerdo
con los siguientes principios:
Marco de contratación estable, motivación para una mayor eficiencia y estímulos para el
rendimiento profesional.
Garantizar la responsabilidad civil profesional bien a través de entidad aseguradora, bien a través
de otras entidades financieras autorizadas a conceder avales o garantías.
1. Los profesionales sanitarios que presten su actividad en centros o servicios sanitarios privados
por cuenta ajena tienen derecho a ser informados de sus funciones, tareas y cometidos, así como
de los objetivos asignados a su unidad y centro sanitario y de los sistemas establecidos para la
evaluación del cumplimiento de los mismos.
4. La evaluación regular de competencias y los sistemas de control de calidad previstos en esta
Ley serán aplicados en los centros privados que empleen profesionales sanitarios mediante el
régimen de prestación de servicios por cuenta ajena. El sistema de desarrollo profesional se
articulará en estos centros conforme a lo establecido para los mismos en el título III de esta Ley.
Esta Ley entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Por tanto, Mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar
esta Ley.