Reseña de La Bemba

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Emilia Jons Williams


Magalí Coppo
Escritura y Argumentación
19 de abril 2023

El análisis de un formato de encierro de las ideas políticas

Emilia Jons Williams

Sobre de Ipola, Emilio: 1 La Bemba (pp.15 a 60) de La Bemba: acerca del


rumor carcelario y otros ensayos (pp. 1 a 144), México 1982 y 2005, e Introducción
a la Bemba, 2005 (pp. 7 a 13)

El texto a analizar resulta ser uno de los tres artículos rescatados en una
unidad ensayista escrita por vez primera en méxico, en mayo de 1978, publicada
en 1882 y re-publicada en agosto de 2005 con una versión pulida y específicamente
editada para contar con la precisión textual que expone el tema a tratar. A partir de
las afirmaciones del sociólogo Emilio de Ipola, a cinco meses de haber sido liberado
de su encarcelamiento político durante la dictadura militar, realiza una exhibición de
las condiciones de este apresamiento y de cómo este genera un ambiente en el que
nace el fenómeno discursivo que ellos llaman las “bembas”.
Nos encontramos frente a un texto del género argumentativo/ dialógico-
narrativo cuya dualidad de propósitos complementarios entre sí, consisten, desde la
perspectiva del texto original, en un examen descriptivo en el que se busca
establecer las particularidades del funcionamiento de los rumores circulados en las
cárceles políticas, y desde la perspectiva de la introducción con su versión editada,
un testimonio ordenado analítico que busca distinguir las modalidades de la
vigilancia que fue específicamente programada para apresar las ideas de los
intelectuales. Tomando como materia prima para fundamentar el texto, se basa en
testimonios y discursos fragmentados con la finalidad de describir la producción,
circulación y recepción de las bembas llevadas a cabo en el espacio y tiempo del
entorno carcelario.
El autor del texto, Emilio de Ipola, nacido el 1 de febrero de 1939, posee un
doctorado en ciencias sociales en la Universidad de París y una licenciatura en
filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Es investigador superior del CONICET y
profesor en la Universidad de Buenos Aires.
El marco contextual que abarca el texto aplica a la dictadura militar argentina
de 1976, cuando se secuestraba predominadamente a personajes políticos con
ideas desviadas de las gubernamentales y se los almacenaba como prisioneros en
cárceles, sin ningún procesamiento legal que defendiera sus derechos. Se aplicaba
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esta “represión sistemática”(p. 19) con el objetivo de mantener bajo el telón de la


incertidumbre cualquier tipo de información referente al estado y constancia
carcelaria de los propios detenidos. La única forma de ejercer un verdadero poder
por sobre los intelectuales en función de desmantelar sus propuestas políticas era
“mantener a toda costa la más perfecta ignorancia” (p. 21) y así desinhibirlos de
cualquier conocimiento adicional con el que nutrieran su revelación contra el
gobierno.
Analizar la práctica de las bembas es importante, según el autor del libro,
debido a que su manera de circulación, emisión y producción debe ser atendido
como un fenómeno de “nomadismo discursivo”(p.17). Considera a este objeto de
estudio privilegiado en virtud de que su propósito de interés sólo logra ser
observado mediante una investigación experimental que pone a prueba la
inmunidad del investigador frente al sentido común. Por lo tanto considera, no solo
interesante, sino necesario el desarrollo de un estudio profesional de precisión
sociológica.
El proceso de investigación al que se somete el autor para escribir el texto,
se da al mismo tiempo que el proceso de investigación al que el autor es sometido
cuando lo detienen, si así es que se le puede llamar a la tortura. Lo que implicó su
vida cotidiana en esos 20 meses de apartamiento fue un espacio entre celdas
compartido con otros detenidos, patios de recreo, además de pabellones y
establecimientos carcelarios de más. Va recogiendo información noble con la que
aprende a recuperar un poco del control que la circunstancia le ha quitado, a partir
de relacionarse con sujetos como él mismo y acceder accidental pero
conscientemente, al margen de reglas de comportamiento establecidas sobre cómo
actuar frente a la presencia de una bemba.
La arquitectura del formato textual está claramente marcada, manteniendo
un nítido orden con respecto al tema que se quiere tratar, pero a excepción de esta
regla el escritor comienza por insertar el contexto del desarrollo puntual en el
mismo primer apartado (pp. 15 a 30). En él, se dedica a avanzar sobre las primeras
definiciones de bembas, que luego termina por establecer a lo largo del texto. Este
primer apartado sirve para establecer algunas características propias de las bembas
que recorren las cárceles políticas; como su carácter seductor y adictivo, no
obstante frágil y efímero, su dependencia circulatoria para seguir existiendo, la
manera en la que son reemplazadas al morir, su selectiva y desigual
desinformación con respecto a cada preso. En el también explicita el objetivo del
texto, las características del encierro y hace un importante señalamiento, que no ha
de ser pasado desapercibido, que es la enumeración de las medidas que son
llevadas a cabo para mantener la desinformación en todo momento; entre ellas
incluye las requisas periódicas, censura de libros y de medios de comunicación,
marchar con la cabeza mirando al suelo, prohibición de reuniones numerosas y de
comunicación con el personal, rotación de pabellones y de personal y la más
importante, la no concientización al respecto de estas reglas. A su vez, desarrolla
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sobre algunas interacciones entre los detenidos y el personal y así interpreta


porque se desinforma sistemáticamente a los presos políticos y esa relación tan
desapercibida entre el saber y el poder.
El segundo apartado (pp. 30 a 43) prosigue con la identificación de las
características de las bembas y avanzando en su definición. Pero lo más importante
que se rescata de el, son sus destinos y las condiciones en las que circulan. Entre
estas últimas, aparecen la necesidad de una verosimilitud y percepción lógica de la
información transmitida, un ámbito de carácter familiar resultante de cierta
convivencia, el desconocimiento de la fuente originaria y de cualquier huella que
lleve a ella, su carencia de garantías sólidas, el contrabalanceo entre las bembas
positivas y las negativas y una vida siempre breve, por más agitada que sea.
Las ideas principales que aparecen en el tercer apartado (pp. 42 a 54)
buscan detectar cautelosamente cómo difiere la recepción de las bembas
dependiendo de la heterogénea disponibilidad de personas y las circunstancias en
las que se le impone. De esta forma, divide de manera general las categorías en las
que pueden entrar cada detenido a partir de su posición y accionar político y como
varía la susceptibilidad de creencia dependiendo de estas clasificaciones. Los más
receptivos llegando a ser los sindicales no adherentes a ninguna organización, los
izquierdistas no militantes, los miembros del gobierno peronista derrocado, los
lejanos simpatizantes y los garrones (presos por error); y los menos receptivos, los
izquierdistas de militancia activa, los sindicalistas y los soplones (presos comunes).
En el cuarto apartado (pp.54 a 58) se ocupa meramente de describir las
características del proceso de circulación de las bembas y de explicar su lazo con el
proceso de producción. De ahí, nombra el proceso de modificación indirecta por el
cual pasan, al ser transmitidas numerosas veces y su productividad con respecto a
esto; la manera en la que se burla del espacio carcelario al transgredir sus
obstáculos cuando crea ciertos circuitos de comunicación clandestinos; menciona
cómo está información se ve expuesta a malentendidos por las simplificaciones con
las que se transmiten y, por último; como el circuito a veces incluye la participación
de agentes externos como la familia o de otros visitantes.
Por último, cierra el texto con una conclusión (pp. 58 a 60) destinada a
opinar argumentativamente con respecto a la capacidad de elogio de las bembas,
mostrando cómo su presencia no solo hace correr rumores sino que mantiene vivo
el espíritu de lo que es la desinformación personal y se apropia de un espacio al que
le fue robado la capacidad de reflexionar por mano propia.
De Ipola toma la decisión de nombrar minuciosamente el rango de
posibilidades en las que este fenómeno discursivo puede tomar lugar. Es
considerable resaltar el hecho de que mantenga siempre sus afirmaciones de
manera abierta y explique sus conceptos con la mayor generalidad posible mientras
al mismo tiempo intenta categorizar cada objeto a enlistar. Es muy precisa su
capacidad de asegurar que el texto no se manifieste de forma errónea o deje de
lado cualquier otra posibilidad que no haya nombrado o desconozca. Su modo de
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relatar las frustraciones cotidianas por las que pasaban como presos políticos,
genera una llegada mucho más humana (sin sacarle su matriz sociológica) de lo
que podría haber salido de un texto ensayístico de este carácter, de haber sido
compuesto por otra persona.
Al acercarnos a la conclusión, podemos rescatar cuál es la hipótesis que de
Ipola busca plantear. Expresa cómo es que las bembas influencian positiva o
negativamente la “degradación moral y psicológica que el sistema carcelario
provoca” (pp. 59) al proyectar las inquietudes que invaden una mente regida
puramente por interpretaciones carentes de hechos.
Es posible que el texto resulte a veces un tanto repetitivo, al remarcar
reiteradas veces ciertas especificidades, arrojandolas espaciadamente sobre todo el
texto, para determinar lo que es una Bemba, pero se hace pasar por una aclaración
de los hechos en distintas palabras, que nunca está de más acentuar. Quizás
incluso con un pequeño y simple manejo cauteloso de la cantidad de información
brindada, le de más precisión y así lo lleve directo al punto concreto de lo que se
quiere mencionar. Pero dentro de lo que fue el objetivo de analizar y describir las
particularidades pertinentes de la situación carcelaria y las bembas, conserva un
adecuado uso del material, al demostrar que es posible trazar las características de
un fenómeno social de este rango y, de esta manera, encontrarle un significado que
explique su importancia para la época. Con la ayuda de autores como Foucault,
Marx, Goffman y Lévi-Strauss dibuja una composición de caracteres con los que
delimita la singularidad del hecho. Su lectura es recomendable para los pertinentes
acercamientos que un ser puede realizar al interesarse por la dictadura militar
argentina y sus manifestaciones y efectos.
El autor constituye un hallazgo con respecto a la resistencia frente a la
exposición de desinformación que enfrentan los presos constantemente. La actitud
con la que los intelectuales afrontan la situación siempre va a implicar cierto efecto
de autoanálisis que dedican al mantenimiento de su cordura “civilizada”.
Desenmascara la importancia que se le da a la mera información, es una
declaración que motiva la impotencia de la autoridad cuando se está consciente de
que uno tiene el poder intelectual que podría incitar una resistencia que traspase
los límites del castigo y la violencia física.

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