Ecos de La Expedición Cayo Confites
Ecos de La Expedición Cayo Confites
Ecos de La Expedición Cayo Confites
CONTENIDO
0.1 OBJETIVOS....................................................................................................................................1
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................2
CAPITULO I:........................................................................................................................................3
1.1 LA AVALANCHA MEDIÁTICA DE CAYO CONFITES..........................................................................3
CAPITULO II:.......................................................................................................................................6
2.1 VERSIONES DEL FRACASO.............................................................................................................6
CAPITULO III.....................................................................................................................................10
3.1 LA CAUSA ANTITRUJILLISTA........................................................................................................10
CONCLUSIÓN....................................................................................................................................13
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................................14
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0.1 OBJETIVOS
0.1.1 General:
• Investigar y desarrollar detalles específicos de la expedición Cayo Confites
0.1.2 Específicos:
Concretizar la avalancha mediática de la expedición.
Dar a conocer las diferentes versiones de su fracaso.
Hablar sobre la causa antitrujillista que provoco el planeamiento de la
expedición.
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INTRODUCCIÓN
En este ensayo, concretizaremos esa avalancha mediática que fue la Expedición Cayo
Confites. Daremos a conocer las diferentes versiones de su fracaso, según sus
integrantes, gobiernos, historiadores y hasta el mismo Trujillo.
Por último, hablaremos sobre la causa antitrujillista que provoco el planeamiento de esta
expedición y las consecuencias que detono esta gesta tanto en el país, como a nivel
internacional.
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CAPITULO I:
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en el hospital militar varios días rompiendo la comunicación entre el y los expedicionarios
presos, pero se le dijo que todos habían sido puestos en libertad tal como había
prometido el general Pérez».
La liberación de los jefes del ELA dió inicio a una verdadera avalancha de
testimonios, comentarios y declaraciones sobre la expedición. Las más esperadas, sin
duda, fueron las de Juan Bosch debido a su anuncio previo de que serían sensacionales.
La realidad, sin embargo, se quedó por debajo de las expectativas. Desde su lecho
de enfermo, alimentado por venoclisis y visiblemente decaído, el líder dominicano no hizo
revelaciones trascendentales. Se dijo satisfecho por la liberación de los expedicionarios,
negó que existieran fricciones entre los dirigentes del movimiento en los últimos días y
afirmó que, con excepción del coronel Epifanio Hernández, los militares con los cuales
tuvieron trato se habían portado muy finamente. Lo más cerca que anduvo de una
información de primera plana fue cuando indicó como responsables del fracaso de la
expedición a «muchas figuras continentales.
Juan Rodríguez se reveló más locuaz. Desde el Hospital Militar, donde también se
hallaba recluido, dijo que había afrontado por sí solo los gastos de la expedición, aunque
admitió que muchos cubanos simpatizantes de la causa dominicana habían aportado
recursos y expresó que ignoraba si funcionarios del Gobierno habían contribuido a la
compra de armas. Reconoció que los barcos del ELA habían operado furtivamente en las
costas cubanas, con la cooperación de las autoridades navales y militares, pero desmintió
que la expedición hubiera tenido intenciones de actuar contra las elecciones en Cuba.
Entre las causas del fracaso señaló la demora y explicó las razones de esta:
«Los amigos. Las diversas opiniones. Los planes impracticables. Todo eso
contribuyó a retardar el movimiento. Teníamos un noventa por ciento de locos en
esta empresa. Mientras yo actué solo, las cosas iban bien... pero después vino el
desastre». Interrogado sobre el papel desempeñado por los Estados Unidos, declaró: «Yo
creo que efectivamente Estados Unidos tenía interés en que este movimiento abortara».
Por último, confesó que estaba muy apenado por todo lo ocurrido, pues no había venido a
Cuba «para hacer sufrir a los cubanos ni a proporcionarles disgustos y molestias».
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tolerancia», se confundiera con el carácter del movimiento y sugiriera al general Pérez
Dámera la «liquidación de la empresa». Estimó más posible aún que los Estados Unidos
decidieran mantener en Santo Domingo «un gobierno manso a la política del big stick a fin
de que se distanciase de las corrientes nacionalistas cubanas».
En tono parecido al del jefe del batallón Sandino, un manifiesto del Comité
Ejecutivo Nacional del Movimiento Socialista Revolucionario (MSR) aseguró que esta
organización no había sido creada, como le atribuían sus enemigos, para destruir las
instituciones del país. Soslayando su conocida ejecutoria, el MSR afirmó que no era
partidario del terrorismo individual, el cual había condenado debido a que no resolvía los
problemas de la liberación nacional y social de Cuba; por el contrario, se había
pronunciado por la unidad de todos los revolucionarios. Subrayó que el general Pérez
Dámera conocía del amparo oficial cubano a la expedición y de los armamentos que con
ese fin entraban en el país. Por consiguiente, presentar el movimiento como un golpe de
Estado tenía el propósito de «confundir a la opinión y propiciar una represión bárbara»,
pues el verdadero peligro de golpe de Estado se localizaba en la jefatura del Ejército.
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CAPITULO II:
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Versión #3: Blas Roca
El análisis más amplio que por la época se hizo sobre el fracaso de la expedición,
correspondió a Blas Roca, secretario general del Partido Socialista Popular. En un Blas
expuso «las causas reales» que habían determinado «la liquidación de la aventura de
Cayo Confites»:
“La actitud de las autoridades de los Estados Unidos, cuyas agencias oficiales
habían jugado con la carta de Trujillo y con la de sus enemigos.
Permitieron los preparativos invasores y, en cierta medida, los alentaron vendiendo
armas, aviones e implementos de guerra a sus organizadores; era probable, incluso, que
hubieran dado «ciertas garantías de neutralidad benevolente» cuando estallara el
conflicto. Luego facilitaron a Trujillo el modo de enterarse de dichos preparativos, lo que
este aprovechó para denunciar la invasión «comunista», incrementar el terror en el país,
prepararse para la guerra —mediante el reclutamiento militar obligatorio y la compra de
aviones, tanques, cañones, ametralladoras y otros medios bélicos a los Estados Unidos—
y movilizar a sus «amistades en el campo fascista. En tales condiciones, las autoridades
estadounidenses comenzaron a mostrarse hostiles a la invasión y a «presionar al
Gobierno y a las altas autoridades militares cubanas para que la detuvieran».
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Versión #7: La del gobierno Trujillista
Cuatro años después, el gobierno trujillista estableció las siguientes causas del fracaso de
la expedición:
1. La gran publicidad que le había dado a los planes de invasión, lo cual «le quitó su
clandestinidad originaria, puso al desnudo la conducta incorrecta del Gobierno de Cuba e
hizo cundir el desaliento y el derrotismo en las filas revolucionarias»
2. La heterogeneidad del Ejército invasor, la ausencia de disciplina militar de una gran
parte de sus componentes, la pluralidad de jefes, la presencia de «bandoleros de distintas
nacionalidades» y las condiciones penosas de la tropa «mientras los dirigentes se
gastaban la gran vida», provocaron «disensiones, riñas y motines que muchas veces
tuvieron que ser sofocados por la fuerza y al precio de sangre».
En resumen, fue tanta la presión pública ejercida por el Gobierno dominicano «con las
armas del derecho y la razón» y «tan escandalosa la actitud de los confabulados en Cayo
Confites», que el Gobierno cubano se vio en la «obligación moral» de simular un acto
represivo que «diera la impresión, aunque tardíamente, de que había cumplido sus
compromisos y convenios internacionales».
Versión #8: Jesús de Galíndez
Ese mismo año (1956) vio la luz La Era de Trujillo, libro en que Jesús de Galíndez
relacionó sumariamente las causas del fracaso de lo que denominó «invasión» de Cayo
Confites: «Por varias razones se dilató mucho más de lo previsto, y ninguno de los
gobiernos más o menos afectados pudieron ignorarla oficialmente por mucho
tiempo; el de Estados Unidos cortó la compra de material de guerra; el de Cuba tuvo
que ordenar el desbande de la expedición».
Versión #9: El excedente de guerra
En 1960, La Revolución Dominicana, órgano del Movimiento Obrero Dominicano en
Venezuela, señaló «otro móvil» en los sucesos de Cayo Confites: los Estados Unidos
tenían un gran excedente de guerra, por lo que era preciso «crear un clima de tensión
en el Caribe para vender todo ese hierro viejo a precio de oro». Y destacó que, sin
contar lo gastado en la expedición, Trujillo había desembolsado 20 millones de dólares del
dinero robado al pueblo dominicano para la compra de armas y pertrechos bélicos.
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la expedición de Cayo Confites hay un punto oscuro, y es el mensaje radial que
nos envió Rolando Masferrer cuando nosotros estábamos enrumbando hacia el
Canal de los Vientos para darle cumplimiento al nuevo plan de acción que
habíamos adoptado al salir de Cayo Winchos”.
Desliando todas las supuestas razones e interés de por medio, podemos discernir
desde fuera las siguientes:
1. Las denuncias de Trujillo. La astucia con que el Generalísimo combinó la
ventilación pública de las informaciones que obtenía sobre los preparativos
expedicionarios.
2. La traición del general Pérez Dámera. Aunque se carece de pruebas, los indicios
examinados la hacen evidente.
3. Las presiones del Gobierno de los Estados Unidos. Varias informaciones
analizadas en esta obra sugieren que las autoridades norteamericanas toleraron la
compra de armas, barcos, aviones y pertrechos bélicos por representantes del
movimiento antitrujillista.
4. El abandono del movimiento por el presidente Grau San Martín. Si bien es cierto
que brindó una ayuda considerable al proyecto antitrujillista, Grau cedió a las
presiones del Gobierno yanqui y terminó sofocándolo como este le había exigido.
5. Los problemas internos. Es cierto que en el seno de la expedición había
disgregación, contradicciones y enfrentamientos, los cuales no solo complicaron y
retrasaron su partida, sino que le auguraban grandes dificultades y contratiempos
en el futuro.
6. La conducta de Masferrer. El extraño e inexplicable comportamiento del jefe del
batallón Sandino desde la salida de Cayo Confites hasta la captura del buque
Aurora, lo señala a las claras como culpable de la liquidación del último reducto
expedicionario.
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CAPITULO III
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Trujillo, partió desde el antiguo aeropuerto rebelde de Cieneguilla, próximo a la ciudad de
Manzanillo; iba al mando de Enrique Jiménez Moya, excombatiente dominicano de la
Sierra Maestra y comandante en jefe del ELD, y debido al mal tiempo se vio obligado a
aterrizar en el aeropuerto militar de Constanza el 14 de junio de 1959.
Los dos grupos restantes acamparon en la península del Ramón, cerca del lugar donde
se habían acantonado los expedicionarios de Cayo Confites, partieron por vía marítima de
Punta Arenas, Antilla, y arribaron a la costa norte dominicana el 20 de junio: uno, a bordo
del yate Carmen Elsa y comandado por José Horacio Rodríguez, desembarcó en la playa
de Maimón; el otro, en el yate Tínima y dirigido por José Antonio Campos Navarro, lo hizo
en la playa de Estero Hondo.
A principios de julio, luego de heroicos combates contra el Ejército trujillista y en
desigualdad de condiciones, la expedición fue aniquilada. En su mayoría, los hombres
murieron en combate o asesinados; unos pocos fueron capturados y sometidos a crueles
torturas en las mazmorras del tirano
La acción de Constanza, Maimón y Estero Hondo tuvo un impacto enorme en la
conciencia del pueblo dominicano, pues «despertó la energía opositora latente contra el
régimen» de Trujillo.
El auge de la oposición interna —en el que desempeñó un papel relevante el
«Movimiento Clandestino 14 de junio», creado al influjo de la gesta expedicionaria—
contribuyó a agudizar la crisis histórica, general y multicausal de la dictadura. El desplome
de esta, sin embargo, sobrevendría por efecto del conjunto de factores económicos y
supraestructurales, tanto internos como externos, que incidían en la situación; entre ellos,
y muy señaladamente, el temor del Gobierno de los Estados Unidos de que la crisis
dominicana desembocara en una revolución al estilo de la cubana.
El repudio al tirano de Quisqueya alcanzó una fuerza extraordinaria en América Latina,
donde connotados enemigos de la Revolución cubana —como Rómulo Betancourt y José
Figueres, presidentes de Venezuela y Costa Rica respectivamente, y Luis Muñoz Marín,
gobernador de Puerto Rico— persuadieron a los Estados Unidos para que se distanciara
de Trujillo
El punto clave de este viraje fue el atentado perpetrado en Caracas contra Betancourt el
24 de junio de 1960. Con las pruebas de que el magnicidio había sido preparado por
Trujillo, el Gobierno de Venezuela recurrió a la Organización de Estados Americanos
(OEA). En esa reunión, condenó «enérgicamente» la participación del gobierno de Trujillo
en tales actos y acordó, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 6º y 8º del TIAR,
aplicar las medidas siguientes:
a) Ruptura de relaciones diplomáticas de todos los Estados miembros de la OEA con la
República. Dominicana
b) Interrupción parcial de las relaciones económicas de dichos Estados con la República
Dominicana.
Así empezó la suspensión inmediata del comercio de armas e implementos de guerra de
toda clase y se empezó a estudiar la posibilidad y conveniencia de extender la suspensión
del comercio a otros artículos, y lo facultó para dejar sin efecto las medidas adoptadas
desde el momento en que el Gobierno de la República Dominicana hubiera dejado de
«constituir un peligro para la paz y seguridad del continente».
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Casi nueve meses después de las reuniones de consulta en Costa Rica, el 30 de mayo
de 1961, un grupo de hombres surgidos de las filas del trujillismo y de la oligarquía
dominicana, integrados en un «operativo directamente montado por la CIA», eliminaron a
balazos al Generalísimo en la periferia de Santo Domingo. La terrible pesadilla de la Era
de Trujillo había terminado. Muy pronto, la OEA y el Gobierno de los Estados Unidos se
reconciliarían con los herederos del dictador.
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CONCLUSIÓN
La expedición de Cayo Confites fue el más intenso esfuerzo de dar fin la dictadura
de Trujillo y al mismo tiempo, fue el punto de reunió de un grupo de protagonistas de la
historia latinoamericana.
Si, dejo huellas, huellas profundas en nuestra historia. De ahí surgieron nuevos
movimientos que hicieron eco de los abusos de la dictadura, los cuales poco a poco,
fueron escuchados por las diferentes naciones y entidades internacionales, hasta el punto
de que quienes apoyaban al caudillo, no pudieron seguir haciéndose de la vista gorda.
Con esto dejo ente dicho, que cayo confites no fue del todo un fracaso. De ahí,
salieron a la luz tanto los traidores, los que se vendían al mejor postor, como los
verdaderos patriotas, los que, aunque su primer intento de libertad fue una decepción, no
los desilusionó para seguir intentando conquistarla.
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BIBLIOGRAFÍA
https://es.wikipedia.org/wiki/Expedici%C3%B3n_de_Cayo_Confites#:~:text=La
%20expedici%C3%B3n%20de%20Cayo%20Confites,oc%C3%A9ano%20Atl%C3%A1ntico
%20llamado%20Cayo%20Confites.
https://www.ecured.cu/Expedici%C3%B3n_de_Cayo_Confites
http://www.latinamericanstudies.org/book/cayo-confites.pdf
https://acento.com.do/opinion/bosch-amanece-en-cayo-confites-8750235.html
https://hoy.com.do/cayo-confites-la-expedicion-que-nunca-llego/
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