CAPÍTULO I y II DEL DIRECTORIO PARA LA CATEQUESIS

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

CAPÍTULO I: LA REVELACIÓN Y SU TRANSMISIÓN

1. JESUCRISTO, REVELADOR Y REVELACIÓN DEL PADRE

La revelación del plan providente de Dios

11. Todo lo que la Iglesia es y hace tiene su fundamento en Dios y en su Revelación. San Pablo: «Él
nos eligió en Cristo, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables
en su presencia por el amor. (Ef 1, 4-5).

Desde el comienzo de la creación, Dios nunca ha dejado de comunicar al


hombre su plan de salvación y de mostrarle los signos de su amor.

12. Dios manifestó y realizó su designio de una manera nueva y definitiva


en la persona del Hijo, enviado en nuestra carne.

La Revelación es iniciativa del amor de Dios y está orientada a la comunión: Por


esta Revelación, Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su
gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunicación consigo. La
Revelación se realiza con hechos y palabras (las obras confirman las palabras y
las palabras proclaman las obras). Jesucristo con su presencia personal, con
palabras y obras, señales y milagros, con su muerte y resurrección gloriosa,
con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación

13. Dios ha revelado su amor y abre una nueva vida ; vida sin pecado, vida de
hijos, vida en abundancia, vida eterna este anuncio es hermoso: «El perdón de
los pecados, la justicia, la santificación, la redención, la adopción de hijos de Dios,
la herencia del cielo, la familiaridad con el Hijo de Dios. ¿Qué noticia más bella que
ésta? Dios en la tierra y el hombre en el cielo». (JUAN CRISÓSTOMO

14. El anuncio cristiano comunica el plan divino, que es:


– un misterio de amor: las personas, amadas por Dios,
están llamadas a responderle.

– la revelación; de la verdad íntima de Dios como Trinidad y


de la vocación de la persona a una vida filial en Cristo.

– la ofrenda de salvación de Jesucristo, que conlleva la liberación del mal,


del pecado y de la muerte;

– la llamada a reunir a la humanidad en la Iglesia,


en este presente, pero, plenamente, al final de los tiempos.
Jesús anuncia el Evangelio de la salvación

15. Jesús anuncia la venida del Reino de Dios para cada persona,


invitando a la conversión. Es la plenitud de la Revelación: es la manifestación
plena de la misericordia de Dios y nos enseña que la ley fundamental
de la perfección humana y de la transformación del mundo es
el nuevo mandamiento el amor. El que sigue a Cristo, Hombre perfecto,
se perfecciona cada vez más en su propia dignidad de hombre.

16. El Señor, después de su muerte y resurrección dio el Espíritu Santo


para cumplir la obra de la salvación y envió a los discípulos a continuar su misión
en el mundo.

Términos del mandato misionero del Señor:


«proclamen» (Mc 16,15),
«hagan discípulos, bautícenlos y enséñenles» (Cf. Mt 28, 19-20),
«sean mis testigos» (Hch 1,8),
«hagan esto en memoria mía» (Lc 22, 19),
«ámense los unos a los otros» (Jn 15, 12).

Las líneas de la dinámica del anuncio combinan -el reconocimiento de la acción


de Dios en el interior de cada persona, el primado del Espíritu Santo y la apertura
universal a todo hombre.

La evangelización es una realidad «rica, compleja y dinámica» que incorpora


diferentes posibilidades: testimonio y anuncio, palabra y sacramento, cambio
interior y transformación social. Todas estas acciones se complementan y
se enriquecen mutuamente.

2. LA FE EN JESUCRISTO: RESPUESTA A DIOS QUE SE REVELA

17. Toda persona se encuentra a sí misma en Cristo… Y es la Palabra de Dios


la que llama a configurarse con Cristo. La persona está llamada a responder
y a entregarse acogiendo la buena noticia…

18. La fe cristiana es acogida del amor de Dios, adhesión sincera a su persona y


decisión libre de seguirlo. Este sí a Jesucristo implica dos dimensiones:
1) el abandono confiado en Dios
(fides qua) y
2) la aceptación de lo que nos ha revelado
(fides quae).

“Creer a” Jesús y “creer en” Jesús

“Creemos a” Jesús es aceptar su Palabra, su testimonio, porque él es veraz.

“Creemos en” Jesús cuando


lo acogemos personalmente y nos confiamos a Él.

Creer comprende una doble referencia: a la persona y a la verdad; a la verdad por


confianza en la persona y a la persona porque ella misma es la verdad auténtica.

Es pues una adhesión del corazón, de la mente y de la acción.

19. La fe es un don de Dios y una virtud sobrenatural fruto de la gracia y


respuesta libre al Espíritu Santo, La fe no es irracional ni ciega. La luz de la razón y
la luz de la fe proceden ambas de Dios y no pueden contradecirse.

La fe y la razón son complementarias: La razón no permite a la fe caer en el


fideísmo o fundamentalismo y, solo la fe permite penetrar en el misterio,
favoreciendo su comprensión coherente.

20. La fe implica transformación existencial: metanoia Se manifiesta


en toda la existencia del cristiano: en su vida interior de adoración y acogida de la
voluntad divina; -en su participación activa en la misión de la Iglesia; -en su vida
matrimonial y familiar; en el ejercicio de la vida profesional; -en el desempeño de
las actividades económicas y sociales. Aceptar el don de la fe transforma en una
creatura nueva, en un nuevo ser: un ser filial en el Hijo.

21. La fe es un acto personal con carácter relacional y comunitario.

El cristiano nace del seno materno de la Iglesia. Su fe es una participación


en la fe eclesial. El acto personal de la fe hace suyo la fe de la Iglesia, pueblo de
Dios y sacramento universal de salvación.

3. LA TRANSMISIÓN DE LA REVELACIÓN EN LA FE DE LA IGLESIA

22. La revelación es para toda la humanidad. Dios quiere que todos se salven y
lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim 2,4). Jesucristo instituyó su Iglesia
sobre el fundamento de los Apóstoles. Ella realiza la misma misión que Jesús
recibió del Padre. La Iglesia es inseparable de la misión del Hijo y de la misión del
Espíritu Santo porque constituyen un solo plan de salvación.

Quiso Dios la Iglesia para que, todo lo que había revelado para la salvación de


los hombres, permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas
las generaciones

23. El Espíritu Santo, actúa en la Iglesia y en aquellos a los que ella acoge y
continúa fecundándola enviándola y sosteniéndola en la obra evangelizadora.

El mismo Espíritu siembra la semilla de la Palabra; despierta el deseo de obrar


bien; prepara la recepción del Evangelio y concede la fe. La Iglesia recibe esta
acción misteriosa del Espíritu; actúa como su instrumento vivo y dócil para guiar
hacia la verdad plena.

24. Los Apóstoles, fieles al mandato divino, con las obras y el testimonio, con la
predicación oral y los escritos inspirados por el Espíritu Santo, transmitieron
todo lo que recibieron «para que el Evangelio se conservara constantemente
íntegro y vivo. Los Apóstoles dejaron como sucesores suyos a los Obispos,
entregándoles su función de magisterio.

25. La transmisión del Evangelio según el mandato del Señor se realizó de dos
maneras:

1.- con la transmisión viva de la Palabra de Dios (también llamada


simplemente Tradición) y

2.- con la Sagrada Escritura, que es el mismo anuncio de la salvación puesto por
escrito».

Por esto, la Tradición y la Sagrada Escritura están estrechamente unidas y


relacionadas y ambas proceden de la misma fuente, la Revelación de Jesucristo.

26. La Tradición no es un mero conjunto de doctrinas, sino una experiencia de fe.

Ella crece, se consolida con los años, se desarrolla con el tiempo, se profundiza
con la edad.

El Magisterio de la Iglesia, sostenido por el Espíritu Santo y dotado del carisma de


la verdad, ejerce su oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios,
a la cual siempre sirve. El Magisterio cumple la tarea de guardar íntegramente
la Revelación, la Palabra de Dios contenida en la Tradición y la Sagrada Escritura y
asegura su continua transmisión. Este Magisterio no está sobre la Palabra de
Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado.

27. Mediante la obra del Espíritu Santo y bajo la guía del Magisterio, la Iglesia
transmite a todas las generaciones cuanto ha sido revelado en Cristo.

La Iglesia vive con la certeza de que su Señor, que habló en el pasado, no cesa de
comunicar hoy su Palabra en la Tradición viva de la Iglesia y en la Sagrada
Escritura. La Palabra de Dios se nos da en la Sagrada Escritura como testimonio
inspirado de la revelación que, junto con la Tradición viva de la Iglesia, es la regla
suprema de la fe y la fuente principal de la evangelización.

Todas las demás fuentes están al servicio de la Palabra de Dios.

Revelación y Evangelización

28. La Iglesia escuchando la Revelación, la transmite en su doctrina, en su vida y


en su culto perpetúa y transmite a todas las generaciones todo lo que ella es,
todo lo que cree. El mandato de evangelizar a todo el mundo constituye
su misión esencial. Evangelizar constituye la dicha y vocación de la Iglesia,
su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar. En esta su misión
la Iglesia comienza por evangelizar a la comunidad de sus creyentes que tiene
necesidad de escucharlo que debe creer y las razones para esperar.

29. Evangelizar no es, en primer lugar, llevar una doctrina; es, ante todo, hacer
presente y anunciar a Jesucristo.

30. La evangelización tiene como fin último la plenitud de la vida humana.

En el Occidente cristiano se utilizó el concepto de salvación…


en el Oriente cristiano divinización.

¿Por qué Dios se ha hecho hombre? «Para salvarnos», dice y repite Occidente.

«Para que el hombre llegue a ser Dios», afirma el Oriente.

Las dos expresiones son complementarias: Dios se ha hecho hombre para que el
hombre llegue a ser como Dios lo ha querido y creado, es decir, para que sea a
imagen del Hijo, hombre salvado del mal y de la muerte, para participar de la
misma naturaleza divina.

 
CAPÍTULO II: LA IDENTIDAD DE LA CATEQUESIS

1. NATURALEZA DE LA CATEQUESIS

55. La catequesis es n acto de naturaleza eclesial, nacido del mandato


misionero del Señor

56. .

Relación íntima entre kerygma (*) y catequesis

(*) verbo griego katechein significa resonar», «hacer resonar».

57. .
58. En el Nuevo Testamento
hay diferentes formulaciones del kerygma
Ejemplos:

Mt 1,23: «Jesús es el Hijo de Dios, el Emmanuel, el Dios con nosotros»


Mc 1,15: «el Reino de Dios está llegando: conviértanse y crean en la Buena
Noticia»
Jn 3,16: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único para que todo el
que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna»
Jn 10,10: «Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia»
Hch 10,38: «Jesús de Nazaret… pasó haciendo el bien y sanando a todos»
Rom 4,25: «Jesús Señor nuestro fue entregado por nuestros delitos y
resucitado para nuestra absolución»
1 co 12,3: «Jesús es el Señor»
1 co 15,3: «cristo murió por nuestros pecados»
Gál 2,20: «El Hijo de Dios. me amó y se entregó a sí mismo por mí»

59. Consecuencias de esta centralidad del kerygma

-que exprese el amor salvífico de Dios previo a la obligación moral y religiosa,


-que no imponga la verdad y
-que apele a la libertad,
-que posea unas notas de alegría, estímulo, vitalidad,
-y una integralidad armoniosa
-que no reduzca la predicación a unas pocas doctrinas
(a veces más filosóficas que evangélicas).

Los elementos que la catequesis:

el carácter de propuesta; la cualidad narrativa, afectiva y existencial; la


dimensión de testimonio de la fe; la actitud relacional; el tono salvífico.

60. El kerygma tiene un contenido ineludiblemente social (cfr Compendio la


Doctrina Social de la Iglesia)

El catecumenado, fuente de inspiración para la catequesis

61. El catecumenado se ofrece a los conversos no bautizados. Pero también


se puede hablar de catecumenado postbautismal o catequesis de iniciación a la
vida cristiana.

62. Con referencia a los sujetos:

Tres propuestas catecumenales:

1.- un catecumenado en sentido estricto para los no bautizados,


sean niños en edad escolar y adolescentes, o jóvenes y adultos;

2.- un catecumenado en sentido analógico para los bautizados


que no han completado los sacramentos de la iniciación cristiana;

3.- una catequesis de inspiración catecumenal para aquellos que han recibido


los sacramentos de iniciación cristiana, pero aún no están suficientemente
evangelizados o catequizados, o para aquellos que desean reanudar el camino de
la fe.

63. El catecumenado es una verdadera escuela de formación para la vida cristiana.

Es un proceso estructurado en cuatro tiempos o períodos,

1.- en el precatecumenado : tiene lugar la primera evangelización.


2.- el tiempo del catecumenado: la catequesis integral; se accede a él con el rito
de la admisión, en el cual puede llevarse a cabo la “entrega de los Evangelios”;

3.- el tiempo de la purificación e iluminación: preparación más intensa para los


sacramentos de iniciación; se ingresa con el rito de la elección o de la inscripción
del nombre, prevé la “entrega del Símbolo” y la “entrega de la Oración del Señor”;

4.- con la celebración de los sacramentos de iniciación en la Vigilia Pascual


comienza el tiempo de la mistagogía con una profundización en los misterios de la
fe y en la inserción en la vida de la comunidad.

64. Los elementos principales del catecumenado

a. el carácter pascual
b. el carácter iniciático
c. El carácter litúrgico, ritual y simbólico
d. El carácter comunitario
e. El carácter de conversión permanente y de testimonio
f. El carácter progresivo de la experiencia formativa.

65. El itinerario catecumenal lleva al encuentro personal con Jesucristo a través


de la Palabra de Dios, la acción litúrgica y la caridad.

2. LA CATEQUESIS EN EL PROCESO DE LA EVANGELIZACIÓN

Primer anuncio y catequesis

66. .
67. El primer anuncio debe entenderse en sentido cronológico. se funda en aquel
vayan es tarea de todo cristiano. Es comunicar la alegría de haber encontrado al
Señor.

El primer anuncio y la catequesis


son complementarios.
68. .

Catequesis de iniciación cristiana

69. .
70. .
71. La catequesis de iniciación cristiana es una formación básica, esencial,
orgánica, sistemática e integral de la fe:
a.  básica y esencial: una profundización inicial de los misterios fundamentales de
la fe y los valores evangélicos fundamentales.
b. orgánica: en cuanto coherente y ordenada.
c. Sistemática: no improvisada u ocasional.
d. Integral: un aprendizaje de todos los componentes de la vida cristiana.

72. .
Catequesis y formación permanente a la vida cristiana

73. .
74. Al estar al servicio de la educación permanente en la fe, la catequesis está
relacionada con las diferentes dimensiones de la vida cristiana:
a. La Sagrada Escritura.
b. La liturgia y los sacramentos.
c. La caridad y el testimonio.

4. FINALIDAD DE LA CATEQUESIS

75. En el centro: el encuentro con Cristo.


76. Un encuentro personal y total: corazón, mente, sentidos.
77. Hasta llegar a sentir, pensar y actuar como Cristo.
78. .

5. TAREAS DE LA CATEQUESIS

79. Tareas imitando a Jesús que formaba a sus discípulos: les hacía conocer los
misterios del Reino, les enseñaba a orar, proponía las actitudes evangélicas,
los iniciaba en la vida de comunión con Él y entre ellos y en la misión.

Esta pedagogía de Jesús plasmó la vida de la comunidad cristiana: «asistían con


perseverancia a la enseñanza de los apóstoles, tenían sus bienes en común,
participaban en la fracción del pan y en las oraciones.

La catequesis persigue las siguientes tareas:

conduce al conocimiento de la fe; -inicia en la celebración del Misterio; forma a la


vida en Cristo; enseña a orar e introduce a la vida comunitaria.

Llevar al conocimiento de la fe
80. Conocer las verdades de la fe cristiana: La Sagrada Escritura y la Tradición.
El Credo (Símbolo de la fe)
Iniciar en la celebración del Misterio
81. Las celebraciones litúrgicas, a Santa Misa y el sacramento de la Eucaristía y
Los demás sacramentos.
82. La catequesis educa:
-en las actitudes que requieren las celebraciones
-en la escucha atenta de la Palabra de Dios,
-en la oración confiada, alabanza y acción de gracias,
-en la sensibilidad con respecto a los símbolos y signos,
-en la comprensión del año litúrgico,
-en el significado del domingo
-en las expresiones de fe de la piedad popular.

Formar en la vida en Cristo


83. Un estilo de vida filial con las disposiciones descritas en las Bienaventuranzas.
84. Tarea de educar en la formación de la conciencia moral en la ley de Cristo.
El Decálogo y las virtudes humanas y cristianas.
85. En la respuesta a la vocación: el propio papel en el plan de salvación.

Enseñar a orar

86. Tarea de educar para orar con Jesucristo y como Él; con los sentimientos de:


adoración, alabanza, acción de gracias, confianza filial, súplica, admiración Como
en el Padrenuestro.
87. Educación para la oración personal y para la oración litúrgica y comunitaria

Con las formas permanentes de oración:


bendición y adoración, petición, intercesión, acción de gracias y alabanza.
La lectura orante de la Sagrada Escritura, especialmente a través de la liturgia de
las horas y la lectio divina; la oración del corazón, llamada la oración de Jesús,
la veneración de la Santísima Virgen María y prácticas de devoción como
el santo Rosario, las súplicas, las procesiones, etc.

Introducir a la vida comunitaria

88. .
89. Tarea de desarrollar un sentido de pertenencia a la Iglesia; educar en el sentido
de comunión eclesial, promoviendo la aceptación del Magisterio, la comunión con
los pastores y el diálogo fraterno; formar en el sentido de corresponsabilidad para
la edificación de la Iglesia.

6. FUENTES DE LA CATEQUESIS

90. Las fuentes pueden ser formas de catequesis.


La Palabra de Dios, en la Sagrada Escritura y en la sagrada Tradición
91. .
92. .
El Magisterio
93. El Magisterio preserva, interpreta y transmite el depósito de la fe, es decir, el
contenido de la Revelación. El Romano Pontífice y los obispos en comunión con él
son los sujetos del Magisterio eclesial. Ellos tienen la responsabilidad primaria
de instruir al pueblo de Dios sobre los contenidos de la fe y de la moral cristiana,
así como de promover su anuncio en todo el mundo.
94. El Magisterio es una institución deseada positivamente por Cristo.

La liturgia
95. .
96. La liturgia es «el lugar privilegiado de la catequesis del pueblo de Dios»
La catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental…
97. El encuentro vivo y persuasivo con Cristo en la celebración de la Eucaristía…

98. La liturgia dominical y las fiestas del año litúrgico…

El testimonio de los santos y de los mártires

99. El ejemplo de la Virgen María y la vida de los santos y de los mártires que
dieron testimonios de vida y de muerte por el Señor.
100. Las apariciones de la Virgen María reconocidas por la Iglesia, las vidas y los
escritos de los santos y de los mártires son una verdadera fuente de catequesis.

La teología

101. La labor teológica penetra con inteligencia crítica los contenidos de la fe,
los profundiza y los ordena sistemáticamente, con el aporte de la razón.

En sus diversas especializaciones:


la teología fundamental,
la teología bíblica,
la teología dogmática,
la teología moral,
la teología espiritual.;
y más específicamente con la catequética,
la teología pastoral,
la teología de la evangelización,
la teología de la educación y
de la comunicación.
La cultura cristiana

102. La cultura cristiana nace de la conciencia de la centralidad de Jesucristo y


de su Evangelio, que transforma la vida de las personas.

Ha contribuido a la creación de una cultura nueva y original

Ha logrado preservar valores evangélicos, por ejemplo,


la originalidad de la persona humana,
la dignidad de la vida,
la libertad como condición de la vida humana,
la igualdad entre el hombre y la mujer,
la necesidad de «rechazar el mal y elegir el bien»,
la importancia de la compasión y de la solidaridad,
del consuelo, del perdón y de la misericordia,
la necesidad de la apertura a la trascendencia.
103. Es necesario el Evangelio libere energías de verdadera humanidad,
paz, justicia, cultura del encuentro.
104. La cultura ha sido capaz de interpretar según un nuevo espíritu las grandes
conquistas de la filosofía griega y de la jurisprudencia romana, para convertirlas
en patrimonio de toda la humanidad.

También ha dado forma


a la percepción de lo bueno, de lo justo, de lo verdadero y de lo bello,
suscitando la creación de obras —textos literarios y científicos,
composiciones musicales, obras maestras de arquitectura y pintura—,
que son un testimonio de la contribución de la fe cristiana
105. La catequesis podrá valerse del patrimonio cultural cristiano.

La belleza
106. .
107. .
108. Es necesario que toda catequesis preste especial atención
a la vía de la beleza (Via pulchritudinis).
109. La belleza está siempre impregnada de bondad y de verdad.

También podría gustarte