Distribución Oncilla
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REVISTA LATINOAMERICANA DE CONSERVACIÓN
LATIN AMERICAN JOURNAL OF CONSERVATION
ISSN 2027-3851
VOLÚMEN 2
NÚMERO 1
ENERO – JUNIO
2011
Fotografías
Portada: Cristian A. Cruz-Rodríguez
Trasera: Superior: Beth Polidoro
Segunda: José F. González-Maya
Tercera y cuarta: Cristian A. Cruz-Rodríguez
Signatura
R Revista Latinoamericana de Conservación -
Latin American Journal of Conservation. ProCAT Colombia /
Internacional
Vol. 2 Num.1 (2011). Bogotá, Colombia.
ISSN 2027-3851
ISSN 2027-3851
EDITORIAL
Abstract
Conservation biology is a growing discipline that makes use of a variety of scientific fields to propose solutions and promote
the sustainable use, management and preservation of the world’s natural resources. From its perspective, the evolution of the
ecological sciences and the changes of old paradigms have transformed the understanding of ecological systems as static to
the conceptualization of ecosystems and biodiversity as complex dynamics. Therefore, there is a need to understand the
interaction of systems and units at larger scales. Here, we propose that there is a need for integrated landscape
management in Latin America, focusing on understanding the use of ecosystems, the interactions between natural and human
systems, and proposing integrated approaches for managing this interface. We also urge the standardization of information
management systems to support decision making and the implementation of integrated trans-boundary landscape
management to confront the threats facing some of the most important Latin American biomes.
Key words: conservation biology, connectivity, decision-making, landscape ecology, Latin America, planning.
Palabras clave: biología de la conservación, conectividad, ecología de paisaje, Latinoamérica, planificación, toma de
decisiones,
La biología de la conservación es una disciplina que se últimos años (Pickett et al. 1997, Poiani & Richter
vale de los avances en otras ciencias para generar 2000). En ella se amalgaman herramientas
cambios en el corto plazo y proponer soluciones a los conceptuales y teóricas derivadas de una amplia
problemas más urgentes que afectan a la gama de disciplinas científicas tradicionales e
biodiversidad. Así, los avances en ciencias como la innovadoras, puras o aplicadas, que le ha permitido
ecología, generalmente han conducido a cambios en evolucionar hacia una disciplina experimental más
los paradigmas y accionar de la biología de la proactiva con un enfoque en los patrones y procesos a
conservación, generando aproximaciones escalas múltiples (Poiani & Richter 2000).
dramáticamente diferentes, especialmente en los
*Autor para correspondencia: [email protected] Algunos cambios importantes a partir de los modelos
[email protected] conservacionistas anteriores consisten en considerar al
[email protected] ser humano como parte integral de los ecosistemas, a
[email protected]
Aceptado/Accepted: 12 de junio de 2010
1
Editorial: gestión integral de paisajes en Latinoamérica
aceptar las aspiraciones de las poblaciones locales en dinámica de los paisajes, y su funcionalidad, y el
hacer uso de los recursos naturales, así como la cumplimiento de metas de conservación a nivel de
necesidad de enfocar esfuerzos de conservación por biodiversidad (genes, especies y sistemas) de alto
parte de los gestores dentro de una perspectiva más impacto, requieren de una visión a gran escala que
amplia, la del paisaje como escenario que responde a incorpore todos los elementos, variables y dinámicas
las necesidades espaciales de los organismos (Meine que ocurren a nivel de paisaje, asegurando así que la
et al. 2006). conservación absoluta, representada por las áreas
protegidas, esté articulada con el manejo, gestión y
Cambios radicales como el paso de la concepción de apropiación de las zonas fuera de éstas, y por ende
los sistemas ecológicos como unidades estáticas a su se entienda al paisaje como la unidad básica de
entendimiento como sistemas dinámicos y cambiantes, manejo.
han generado modificaciones y ampliaciones a los
principales paradigmas científicos del tema, El establecimiento de muchas de las áreas
principalmente estimulando visiones más amplias y a protegidas en Latinoamérica, y en general la
múltiples escalas dentro de contextos de ecosistemas y relativamente reciente formación de los sistemas
paisajes, y los mecanismos ecológicos subyacentes, no nacionales, ha sido un proceso rápido que en la
sólo a nivel de riqueza o rareza de especies (Poiani & mayoría de los casos ha estado más orientada por
Richter 2000). voluntad política, coyunturas territoriales, presión
internacional y razones sentimentales y de
Estos cambios también se han producido a nivel percepción, que por la implementación de un
geográfico. En las últimas décadas, la visión de escala mecanismo de planificación sistemática. Aunque éste
y la ecología del paisaje, han evolucionado tanto en no es el caso exclusivo de los países
términos de teoría como de aplicación, pasando de latinoamericanos, esto sí ha representado un reto
ser una disciplina regional a una disciplina de alcance mayor para los modernos sistemas e instituciones que
e inherencia global (Wu & Hobbs 2002). En el trópico, deben dedicarse a llenar vacíos, corregir errores y
y especialmente en Latinoamérica, el enfoque de mitigar las principales amenazas con el fin de lograr
paisaje es un abordaje relativamente reciente, pero representatividad, no pudiéndose dedicar solamente
que ha encontrado una relevancia fundamental en la a la gestión como tal de las áreas ya designadas.
planificación, manejo y conservación de su Por esta razón, el avance y aplicación de nuevos
biodiversidad, aunque todavía carece de un mayor enfoques y la generación de información de más y
desarrollo de su fundamento teórico y de evidencia de mejor resolución de la biodiversidad, su manejo
empírica que sustente las decisiones que se derivan de adecuado y su componente espacial, ha hecho cada
él. La gestión de la biodiversidad a escala de paisaje vez más notable la necesidad de pensar en la
en Latinoamérica en la actualidad ha tomado una integralidad del paisaje, y en la implementación de
mayor relevancia, siendo incluso incorporado en la medidas que involucren los agro-paisajes en la
legislación de muchos de nuestros países (i.e. Planes de gestión general de los territorios y en especial el
Ordenamiento y Manejo de Cuenca en Colombia). manejo e integración adecuada de las zonas de
amortiguamiento (ZAM) de las áreas protegidas en
Evidencias recientes sugieren que los enfoques de contextos de sostenibilidad (Chassot et al. 2005,
paisaje son necesarios en vista de que a pesar de la González-Maya et al. 2010).
funcionalidad, obligatoriedad y necesidad de contar
con áreas protegidas (la principal herramienta de La ecología de paisaje reconoce la complejidad de la
conservación implementada hasta el momento), éstas dinámica del paisaje (Urban et al. 1987), prioriza el
no pueden necesariamente garantizar la conservación estudio de patrones espaciales dentro del mosaico de
del más amplio espectro de la biodiversidad en un paisaje con el fin de entender el efecto de los
muchas regiones del planeta (Chassot et al. 2002, patrones espaciales sobre los procesos ecológicos, la
Chassot et al. 2003, Daily et al. 2003, González- estructura de las comunidades (Levin & Paine 1974,
Maya et al. 2010). Por ende, el entendimiento de la Wiens 1976), así como los cambios temporales entre
2
González-Maya et al. / Rev. Lat. Cons. Vol. 2 (1): 1 – 6
la matriz y los fragmentos dentro del paisaje (Forman incluyendo la ampliación, reducción o rediseño de
& Godron 1986; Turner 1989, Legendre & Fortin algunas de ellas dentro de una perspectiva global
1989, Hansson et al. 1995). Esta disciplina también es integral (Brandon 2002). La conectividad también se
relevante para el estudio de la función ecológica de considera un elemento fundamental del paisaje y se
fragmentos de hábitat, así como para el manejo de manifiesta en las redes de conectividad, las cuales
hábitats en ambientes que han sufrido de las acciones existen o se restablecen entre los fragmentos de
antropogénicas, debido a que siempre cumplen una ecosistemas que fueron separados por factores
función ecológica amplia dentro del paisaje. Además, antropogénicos, permitiendo el libre movimiento de los
implica la aceptación intrínseca del ser humano como organismos de un fragmento al otro (Forman &
componente del paisaje mismo (Barrett & Bohlen Godron 1986, Dobson et al. 1999). La idea
1991, Bennett 2004). Para la realidad subyacente de las redes ecológicas es la identificación
Latinoamericana estos lineamientos parecen ser una de la diversidad biológica y de los recursos naturales
aproximación fundamental al incorporar la en el paisaje, guiados por principios de planificación
perspectiva histórica y actual, así como el componente de la conservación combinada con información sobre
humano en el entendimiento de los procesos del las necesidades de llenar vacíos de conservación para
paisaje, considerando sobretodo el arraigo y preservar comunidades naturales. Considerando los
pertenencia de los habitantes latinoamericanos con un sistemas de áreas protegidas, en la mayoría de casos
fuerte trasfondo indígena sobre el territorio. inconclusas en la región, que requieren lograr sus
metas de representatividad, el enfoque de
La conservación de la biodiversidad a escala de conservación recomendado aquí asegura la adecuada
paisaje requiere de la identificación y protección de interacción de los elementos del paisaje con miras a
los procesos ecológicos asociados a ecosistemas y mantener los atributos y objetos de conservación de un
especies focales (Chassot et al. 2004), condición sin la territorio dado, integrando las áreas no protegidas en
cual no se podrá considerar un área funcional de el perpetuación y viabilidad al largo plazo de los
conservación. En este sentido, estas áreas representan atributos de interés o de los elementos más frágiles,
un dominio geográfico en el cual se mantienen las como demuestra la evidencia empírica y la realidad
especies, los ecosistemas y los procesos ecológicos de muchas especies (Payán & González-Maya 2011,
asociados dentro de su rango natural de variabilidad. Roberts 2011; este número)
Éstas responden a varias características (Poiani &
Richter 2000): el tamaño, la configuración y otros Para Latinoamérica, la necesidad de integrar los
parámetros de diseño relacionados con las especies, análisis de patrones a escala de paisaje con los
ecosistemas y procesos ecológicos asociados; el procesos ecológicos y la conservación y
mantenimiento a largo plazo (100-500 años) de los sostenibilidad de un paisaje dado (Wu & Hobbs
patrones y procesos bióticos y abióticos dentro del 2002) es fundamental dadas las condiciones,
rango natural de su variabilidad; el reconocimiento necesidades y en general limitantes de índole
intrínseco del factor humano como influencia sobre la político, económico, institucional, y sobre todo, los
funcionalidad de las áreas; y la necesidad potencial requerimientos de desarrollo, que se logren articular
de algún tipo de manejo ecológico para mantener la con los objetivos de conservación. Para la región,
funcionalidad. también es importante considerar que el manejo
integral de unidades de paisaje puede rebasar
Entre las áreas funcionales de conservación se fronteras nacionales. Es por esto que se precisa de
encuentran los paisajes de conservación (Poiani & la acción coordinada entre las organizaciones
Richter 2000). Estos tienen por finalidad conservar un encargadas de la recolección, almacenamiento,
abanico de especies y de ecosistemas dentro de su análisis, diseminación de datos, información,
rango natural de variabilidad en todas las escalas conocimiento y aprendizaje, para así, modular las
inferiores a la escala regional, es decir gruesa, acciones de desarrollo para que estas sean
intermedia y local. Por tal motivo, existe la posibilidad sustentables.
de adecuar el sistema existente de áreas silvestres
protegidas a las necesidades de conservación,
3
Editorial: gestión integral de paisajes en Latinoamérica
El incremento exponencial en la oferta de datos, gestión de la iniciativa, de acuerdo con las pautas
hace imperante el empleo de estándares para el del manejo adaptativo.
manejo de información ambiental, organizaciones
que han adoptado estas iniciativas (e.g. GEOSS, Gracias al enfoque de la ecología de paisaje, el
Red de Conocimiento para BioComplejidad) indican diseño de un paisaje funcional de conservación para
que es un buen momento para pensar globalmente, las áreas silvestres protegidas y sus zonas de
compartiendo datos, información y conocimiento amortiguamiento permite identificar áreas
para aprender lecciones y no repetir errores prioritarias de hábitats naturales y promover la
(Andelman et al. 2004). Esto requiere de la conservación de la conectividad ecológica, tomando
participación no sólo de personal académico, sino en cuenta la continuidad de los ecosistemas y los
de los financiadores y donantes, de las agencias factores socioeconómicos que influyen sobre la
que efectúan estudios de impacto ambiental, de las decisión de manejo del suelo. Resalta la necesidad
entidades gubernamentales o ciudadanas que de contar con un sistema de áreas silvestres
generan y consumen estos datos y sobre todo esta protegidas representativo de las diferentes
información en forma de indicadores para la toma unidades de ecosistema presentes en el paisaje, con
de decisiones (Espinel et al. 2003). Las herramientas elementos de conservación absoluta suficientemente
de planificación sistemática de la conservación a extensos para garantizar procesos ecológicos a
escala de paisaje como el análisis de vacíos de largo plazo.
conservación y el establecimiento de rutas de
conectividad o corredores biológicos, presentan Un ejemplo exitoso de gestión integral del paisaje
muchas ventajas que en la práctica no siempre son que toma en cuenta los elementos de gestión y
adoptadas por los gestores de la conservación en manejo adaptativo anteriormente mencionados, y
Latinoamérica, lo que indica de nuevo, la necesidad que ha servido de modelo en el ámbito regional es
de una interacción mayor entre académicos, el Corredor Biológico San Juan-La Selva en el norte
científicos y gestores del territorio. de Costa Rica (Chassot & Monge 2008, Villate et al.
2008). Sin embargo, es claro que muchos otros
La crisis de la implementación, por ende, se debe ejemplos pueden mostrar claramente la pertinencia
muchas veces a la falta de modelos operacionales y éxito de este tipo de iniciativas y cómo la gestión
para la conservación efectiva. A nivel de integrada de paisajes puede convertirse en la mejor
ecosistema, el contar con una base de datos y más eficiente herramienta para el manejo y
suficientemente completa para orientar el diseño, el conservación de paisajes tropical y en general
plan estratégico y la toma de decisiones, es integrando las necesidades y requerimientos de
primordial para el establecimiento de un paisaje conservación con aquellos intereses de orden
funcional de conservación. Subsecuentemente, la socioeconómico e incluso político.
participación de la mayor cantidad de actores
locales posibles y de la sociedad civil en general En términos generales, la gestión integral en
aparece importante, siempre y cuando se refiere a Latinoamérica parece ser una necesidad en vista de
un esquema ordenado, representativo y funcional los avances recientes, las experiencias exitosas y el
donde exista un equilibrio entre los representantes bagaje teórico-conceptual que abarca este enfoque
de los sectores integrados con un nivel de poder de y que indica la pertinencia de un enfoque amplio
decisión común. Esta alianza debe mantenerse que promueva la sostenibilidad y conservación, en
continuamente abierta para aceptar nuevos actores países donde las necesidades sociales y la urgencia
o aliados en su seno durante todas las etapas de de medidas de conservación son cada vez más
prioritarias.
Agradecimientos
Un agradecimiento especial a G Monge-Arias por los comentarios en versiones preliminares de este manuscrito. A los editores,
autores y revisores de este número por su apoyo, trabajo y aporte a la construcción de la revista y al avance de las ciencias de
la conservación en Latinoamérica.
4
González-Maya et al. / Rev. Lat. Cons. Vol. 2 (1): 1 – 6
Dobson A, Ralls K, Foster M, Soulé ME, Simberloff D, Doak Urban D, O’Neill RV & Shugart HH. 1987. Landscape
D, Estes JA, Mills LS, Mattson D, Dirzo R, Arita H, Ryan ecology. BioScience 37(2): 119-127.
S, Norse EA, Noss RF & Johns D. 1999. Corridors:
reconnecting fragmented landscapes. In Soulé ME & Villate R, Canet-Desanti L, Chassot O. & Monge G. 2008.
Terborgh J (eds.). Continental conservation: scientific El Corredor Biológico San Juan-La Selva: una
foundations of regional reserve networks. Island iniciativa exitosa de conservación. Asociación para la
Press. Washington, DC, EUA: 129-170. Conservación de la Naturaleza. San José, Costa Rica.
94 pp.
5
Editorial: gestión integral de paisajes en Latinoamérica
Wiens JA. 1976. Population responses to patchy Wu J & Hobbs R. 2002. Key issues and research priorities
environments. Annual Review of Ecology and in landscape ecology: an idiosyncratic synthesis.
Systematics 7: 81-120. Landscape Ecology 17: 355-365.
Citar como: González-Maya JF, Chassot O, Espinel A & Cepeda AA. 2011. Sobre la necesidad y pertinencia de la
gestión integral de paisajes en Latinoamérica. Revista Latinoamericana de Conservación 2(1): 1-6
6
Anuncios / Rev. Lat. Cons. Vol. 2 (1): 7
ANUNCIOS
7
Tropical forest fragments and Wood Thrush
Original contribution
Abstract
Decades of forest loss throughout Central America have dramatically reduced the amount of forest habitat available for
Neotropical-Nearctic migratory songbirds. Forest fragments compose the dominant form of forest habitat across lowland
Central America; yet little is known about the relative use of fragments or the minimum patch size required by wintering
migrant songbirds. From results of playback surveys, area-based density estimates, and population modeling for a declining
species of migrant, the Wood Thrush (Hylocichla mustelina), I compared the relative occupancy of forest fragments (0.5 ha to
all surveyed forest fragments that were 1 ha. Mean densities were highest in large, continuous forests of La Selva. When
< 400 ha) and continuous forest of adjacent La Selva Biological Reserve (La Selva) for this species. Wood Thrushes occupied
compared along a fragment class size gradient, no difference in Wood Thrush densities was detected across three fragment
size classes. Using a classified Landsat-TM image, mean density estimates and home range data, I estimated that a majority
of this Wood Thrush population wintered in forest fragments outside of protected reserves. Results suggest Wood Thrushes
use and winter in forest patches several orders of magnitude smaller than what is necessary for breeding Wood Thrushes in
temperate areas. This research joins a number of recent studies demonstrating the role of tropical forest fragments in
maintaining biodiversity in agricultural landscapes, but is the first study to show the conservation value of small fragments as
potentially important winter habitat for Wood Thrushes across Central America lowlands.
Key words: conservation, Costa Rica, fragmentation, Hylocichla mustelina, Nearctic-Neotropical migrant songbirds, tropical
forest.
Valor de conservación de los fragmentos de bosque para el Zorzal de Bosque (Hylocichla mustelina) de zonas bajas del
Caribe de Costa Rica
Resumen
Décadas de pérdida del bosque en América Central ha reducido dramáticamente la disponibilidad de hábitat para las
aves migratorias cantoras Neotropicales y Neárticas. Los bosques en zonas bajas de Centroamérica se componen
mayoritariamente de fragmentos y se conoce poco sobre el uso relativo de estos o sobre el tamaño mínimo de los parches
requerido por estas aves para hibernar. Con los resultados de los muestreos con grabaciones del Zorzal del Bosque
(Hylocichla mustelina), de estimaciones de densidades y de modelación de poblaciones de especies migratorias en declive, se
comparó la ocupación relativa de esta especies en fragmentos de bosque (0,5 a < 400 ha) y en el bosque continuo que
colinda con la Reserva Biológica La Selva (La Selva). El Zorzal del Bosque ocupó todo los fragmentos estudiados mayores a
1 ha. Las densidades promedio fueron mayores en el bosque continuo de La Selva. Al comparar el gradiente de tamaños a
lo largo de los fragmentos, no se encontró diferencias en las densidades de Zorzales de Bosque calculadas en las tres clases
de tamaño de fragmentos. Con ayuda de una imagen Landsat-TM clasificada, estimaciones de densidades promedio y
datos de rango de hogar, se estimó que la mayoría de individuos de esta población de Zorzal de Bosque hibernan en
fragmentos de bosque fuera de áreas protegidas. Los resultados sugieren que los Zorzales de Bosque usan e hibernan en
parches con varios órdenes de magnitud menor a lo que requieren para la cría en zonas templadas. Este estudio se suma a
investigaciones recientes que demuestran el papel de los fragmentos de bosque tropical para mantener la biodiversidad en
paisajes agrícolas, pero es el primer estudio que muestra la importancia de la conservación de fragmentos pequeños como
hábitat potencial importante para la hibernación de Zorzales de Bosque en tierras bajas de América Central.
Palabras Clave: aves cantoras neárticas-neotropicales, bosque tropical, conservación, Costa Rica, fragmentación, Hylocichla
mustelina.
*Author for correspondence: [email protected]
Editor: Amancay A Cepeda
Recibido/Received: March 23 2010
8 Aceptado/Accepted: April 28 2011
Roberts/ LAJoC Vol. 2 (1): 8-17
9
Tropical forest fragments and Wood Thrush
2) to investigate how widespread Wood Thrush are in the study area as well. Nearly half of the fragments
small and medium sized fragments across the (12/25) were randomly chosen from available
landscape, and 3) to establish baseline data on fragments in the Río Frío area of Sarapiquí using a 1
densities across different forest patch sizes and by 1 km2 classification based on high-resolution
compare these densities to a large, intact forest area imagery (Brenes 2003). The remaining fragments
where Wood Thrush are known to winter in large were chosen systematically and opportunistically to
numbers. cover a range of class sizes distributed across the
landscape. All fragments, whether chosen randomly or
Methods systematically, met the criteria stated above.
Fragments were generally surrounded by pasture on
Study area at least two sides and tropical agricultural crops.
My study was conducted in the Sarapiquí region of
Costa Rica. Surveys for Wood Thrushes were
conducted in 25 forest fragments, ranging in size from
0.5 ha to 373 ha, and within primary forests of La
Selva Biological Station proper (hereafter "La Selva";
10°26’N, 83°59’W; Figure 1), a 1,611 ha private
forest reserve owned and operated by Organization
for Tropical Studies (OTS). La Selva is contiguous with
Braulio Carrillo National Park, which covers over
47,571 ha (La Selva, OTS GIS Database), which
forms the largest area of protected forests from
lowland to high elevation forests in the Sarapiquí
region of Costa Rica. Average annual precipitation in
the region is approximately 4,000 mm and mean
monthly temperatures range from 24.7ºC in January
to 27.1ºC in August, consistent with a tropical wet-
forest life zone (Holdridge 1947, McDade &
Hartshorn 1994).
10
Roberts/ LAJoC Vol. 2 (1): 8-17
subsequent conspecifics, I stopped the tape recorder radius of 60 m was obtained from putting survey data
and recorded an azimuth direction and distance to the into program DISTANCE (Thomas et al. 2004), which
bird at the location of first detection. I then continued uses detection distances from point transects (in this
the broadcast for the remainder of the 2 min study, playback surveys) to obtain an effective area
playback survey. I then turned the recorder off and (Lancia et al. 2005). I tested for differences in density
continued to listen and to observe for another minute. across the three fragment size classes using a Kruskall-
Additionally, if one or more Wood Thrushes Wallis nonparametric ANOVA (SAS Institute, Inc.
responded and kept calling aggressively, I stopped 2006).
the broadcast and tallied all individual Wood Thrush
responses. I placed playback stations 100 m from the Within La Selva, I conducted 120 playback surveys
forest edge, except for the smallest fragments, where distributed at 150 m intervals from randomly chosen
I positioned the point(s) within core areas of the points along trails throughout primary forest habitat.
fragment, and 150 m apart at all sites, to allow In addition to calculating densities from playback
detection without double counting. surveys, I also estimated Wood Thrush population size
for the primary forest area of La Selva (La Selva
Model explanation below; 850 ha) and for the
Atlantic lowland region of Costa Rica (143,300 ha).
Separate GIS-based models were developed for
each area. Each of the models required both a
determination of the extent of native forests, either
primary forest within La Selva or all closed canopy
forests at the regional scale.
La Selva Model
To determine the overall area of primary forest within
La Selva, I used a vegetation classification available
from the La Selva GIS laboratory (OTS, La Selva).
Area calculations were made using ArcView 3.3 (ESRI
Figure 2. Distribution of forest fragment sizes surveyed for
2002). Approximately 850 ha of primary forest
Wood Thrushes.
(excluding inundated swamp forest) exist within the
I conducted a total of 210 playback surveys across biological reserve and I used this calculation in model
the 25 forest fragments, with the number of survey projections. Although there are additional forest types
points within each of three fragment classes varying within La Selva, primary forest makes up the dominant
between 55 and 80 (Table 1). Each fragment was type. For a related but separate study, I conducted
surveyed between 0630 h and 1100 h on sunny or telemetry on Wood Thrush in the primary forest of La
partly cloudy days, except for three fragments that Selva (Roberts 2007) and therefore chose to conduct
were surveyed between 1400-1600 h, due to playback surveys in primary forest only to allow for a
logistical constraints. No surveys were conducted in comparison of the La Selva population estimate.
rainy or windy conditions. Wood thrushes responded
to playback during all times of the day (Roberts pers. I developed two separate models for population
obs.); however, by conducting a majority of the estimation at La Selva to utilize distinct datasets and
surveys in the morning hours, I minimized any possible compare two field methods used for population
effect of time of day on survey results. The number of estimation. No baseline data exist for this important
playback stations varied in small fragments population of Wood Thrushes that can serve as a
depending on the size. In forest fragments 33 ha in
“control” for future studies. Wood Thrushes prefer
late-successional forests as winter habitat, as this
size, I completed 10 to 20 points per fragment, and
habitat within La Selva has been shown previously to
estimated densities within a 60 m radius circle, or the
support large numbers of overwintering Wood
effective area surveyed (1.13 ha). The effective area
Thrushes (Blake & Loiselle 2001). The first estimate
11
Tropical forest fragments and Wood Thrush
was based on a GIS extrapolation model of data 20 years in age) below 600 m elevation from a
from playback surveys using the 60 m radius effective 143,300 ha area of a land use classification layer
survey area, as discussed previously. I placed a 60 m derived from 2001 Landsat TM data (Sesnie et al.
radius circular buffer around each of the points along 2008). The minimum mapping unit for this layer is 1
a GIS layer of trail signposts available from La ha. Even though Wood Thrushes winter up to 1,000 m
Selva’s GIS laboratory (OTS, La Selva) and joined this in elevation, most individuals winter below 600 m
layer with the forest layer (Figure 3). Once I had (Blake & Loiselle 2000). All of the telemetry data and
calculated an estimate of the number of birds within playback stations were conducted in forest fragments
the total effective survey area, I extrapolated this below 600 m (Roberts 2007).
estimate to the entire 850 ha area of primary forest
with in La Selva proper. The three spatial layers used in the analysis were the
outline of forest reserves, including the extent of La
Selva and Braulio Carrillo National Park (Figure 1),
and the land use classification. To estimate the
proportion of the wintering Wood Thrush population
outside of the forest reserve network, I calculated the
overall amount of late-successional forest both in the
forest reserves (La Selva and Braulio Carrillo) and
outside the reserves using Spatial Analyst extension
for ArcGIS 9.1 (ESRI 2005). I then determined the
amount of late-successional forest outside the reserves.
12
Roberts/ LAJoC Vol. 2 (1): 8-17
Results
Table 1. Results of Wood Thrush playback surveys Figure 4. Wood Thrush densities plotted against fragment
conducted in Sarapiquí, Costa Rica across forest fragments size obtained by using playback surveys across forest
of different classes. La Selva Biological Station survey fragments and continuous forests (850 ha +) in lowland
results included for comparison with fragment results. Costa Rica during January and February 2005.
Estimated
Percentage of Density
Fragment Size Regional Modeling
Points w/
(Total number of Points)
Wood Thrush ( x ± s.e.)
(birds/ha)
Based on the 2001 land use classification, 59,274 ha
Large of late successional forests were available within the
68 0.60 ± 0.09
(>200 ha; n=80) delineated landscape of 143,300 ha, with a
Medium relatively small area, 9,811 ha, occurring within
64 0.57 ± 0.10
(33 to 156 ha; n=55)
protected reserves (including La Selva and Braulio
Small
55 0.71 ± 0.16 Carrillo below 600 m). Using a coarse modeling
(0.5 to 20 ha); n=75)
La Selva approach estimating a conservative estimate of 0.98
72 1.3
(Continuous forest; n= 120) Wood Thrush per hectare of late successional forest,
the model predicted that 83% of this population
POPULATION MODELING winters outside of protected reserves. A comparison of
population estimates obtained from home range
La Selva Continuous Forest Model estimates and playback model results are presented
Wood Thrush population estimates for La Selva’s in Table 2.
primary forest differed depending on model
approach. Using the playback survey extrapolation Table 2. A large proportion of Wood Thrush winter outside
approach, I estimated that 1,104 Wood Thrushes of protected forest reserves in lowland Costa Rica as shown
wintered in La Selva's 850 ha of primary forest (1.3 from two different population estimates calculated for an
birds ha-1), whereas using the Mean Home Range area of late-successional forests within a 1,433 km2 region
Model approach, I estimated 834 Wood Thrushes of Sarapiquí.
wintered over the same area (0.98 birds ha-1). I used Regional Population Within Outside
Estimate Reserves Reserves
both estimated values in the two regional population
Amount of Late
estimates. The first value, 1.3 birds ha-1, was used to 9,811 49,463
Successional Forest (ha)
compare with fragmented playback densities (mean Wood Thrush Population
17 % 83 %
for all fragments is 0.63 birds ha-1) and the second Mean Home Range
(0.98 (0.98
value of 0.98 birds ha-1 for the regional home range (Telemetry model;
birds/ha) birds/ha)
Roberts 2007)
model (Tables 1 and 2). Wood Thrush Population
71 %
Densities 29 %
(0.63
(Playback surveys; this (1.3 birds/ha)
birds/ha)
study)
13
Tropical forest fragments and Wood Thrush
14
Roberts/ LAJoC Vol. 2 (1): 8-17
Panamá), may have lower densities, a pattern areas with low forest cover in agricultural and human
observed for other species of migrants that winter modified tropical landscapes. Small and medium sized
across the same latitude gradient (Greenberg & fragments make up a dominant form of forest habitat
Lumpkin 1991). Lower densities and a lack of severe in lowland Central America. A large proportion of this
weather events in lowland Costa Rica might house Wood Thrush population in lowland Caribbean Costa
Wood Thrush populations with lower proportions of Rica is predicted to winter outside of protected
floaters. reserves in these fragments on private lands. These
results also join a growing body of research showing
How long-distance migrant songbirds select winter the importance of smaller fragments in the Sarapiquí
habitat is not well understood. Migrating birds may region of Costa Rica to the protection of tropical
be attracted to settling in the region at a coarse scale, biodiversity, including amphibians (Bell & Donnelly
assessing suitable forest cover. Once on the ground, 2006), bats, birds, and insects - particularly
competition with conspecifics and social dominance butterflies, beetles and ants (Harvey et al. 2006,
hierarchy or competition with resident birds may force Meisel 2006, Roberts 2007).
Wood Thrushes to keep moving until they finally settle
in small, isolated fragments (Fretwell 1972, Townsend Despite having a relatively high proportion of land
et al. 2010). Once settled, territorial behavior and (20 - 25%) in protected status (Boza 1993), Costa
adequate food resources and cover provided by Rica’s system of parks is skewed to higher elevation
forests may inhibit local movements (Roberts 2007), at habitats (Powell et al. 2000). Moreover, cessation of
least to a point. If competition for space and resources deforestation outside of protected areas required
is too severe, subordinate birds may be forced to passage of a national forest protection law and
wander (Winker et al. 1995, Winker 1998). Again, implementation of a system of environmental service
more research is needed to determine how payments or financial incentives to increase public
widespread non-territorial winter movements are in support for conservation while working to alleviate
this lowland Costa Rica population. poverty in rural areas (Chomitz et al. 1999). However,
the law does not protect fragments < 2 ha. Other
Population Modeling barriers to conserving small and medium forest
That most of the population being estimated wintered fragments include low economic incentive to
outside of protected reserves underscores the participate in environmental service schemes (Morse
importance of forest fragments on private lands to the 2007). The transaction costs associated with
long-term conservation of wintering Wood Thrush. The enrollment in the environmental service payment
population estimates for La Selva’s primary forest and programs intended to maintain forests on private
at the regional scale provide critical baseline data lands are often too high for landowners with smaller
that could serve as a starting point for monitoring land farms that may have small forest fragments < 10 ha
use change impacts on Wood Thrushes in this dynamic in size (Morse et al. 2009). Targeted payments
tropical landscape. These estimates for the proportion programs that provide additional economic incentives
of the population wintering outside protected reserves or enrollment fee waivers for farmers with land that
are likely conservative because Wood Thrushes may houses smaller forest fragments may benefit both
use other forested habitat, such as riparian forests or rural livelihoods and wildlife that depend on
forest plantations, but these habitats were not remaining natural habitats embedded within ever-
addressed in this study. changing tropical agricultural landscapes (Chomitz
2007).
Conservation Implications
This is the first study to determine that Wood Thrushes
will use tropical forest fragments as small as 1 ha in
Acknowledgements
This research was financially supported by NSF-IGERT Grant No. 0114304 to the University of Idaho, and with
assistance from Steve and Barbara Roberts. While in Costa Rica, logistical support was provided by La Selva
15
Tropical forest fragments and Wood Thrush
Biological Station, Tirimbina Biological Station, CATIE and FUNDECOR. I thank C. Dolph, T. Pitz, D. Martínez, and
M. Ramírez for field assistance. La Selva GIS lab managers A. Trabucco and M. Snyder provided GIS support.
Thanks to S. Sesnie for providing a current land use classification layer for my analyses. E. O. Garton, C. A.
Harvey, J. M. Scott, N. A. Bosque-Pérez, M. Hayes, G. Sadoti, K. Winker and two anonymous reviewers made
excellent suggestions on ways to improve the manuscript. I am especially grateful to the private landowners in
Costa Rica for access to their farms. This research was conducted with permission from MINAE (Permit No. 30851),
and USFWS (subpermit No. 0982-CL), and an ACUC permit from University of Idaho to E.O. Garton.
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17
Human perceptions case study of Saona island
Original contribution
Thomas H. White Jr.1, Arely Jhonson Camacho1, Toby Bloom2, Patricia Lancho Diéguez3 &
Rita Sellares3
1U.S. Fish and Wildlife Service, Puerto Rican Parrot Recovery Program, PO Box 1600, Río Grande, Puerto Rico 00745, FAX: 787-887-7512
2Humane Society International, 2100 L Street NW, Washington, DC 20037, USA.
3Fundación Dominicana de Estudios Marinos, Inc. (FUNDEMAR), Calle Sócrates Nolasco #6, Apto. 401, Ensanche Naco, Santo Domingo, República
Dominicana
Abstract
Globally, human populations have caused increased demands on natural resources and the endangerment of numerous
species, particularly on oceanic islands with limited resources. In such cases, attitudes and perceptions of resident human
populations regarding natural resources are often the deciding factor in the success or failure of local species conservation
efforts. As part of a proposed Hispaniolan Parrot (Amazona ventralis) conservation program on Saona island, Dominican
Republic, local residents were surveyed to determine their knowledge of basic parrot biology as well as their opinions and
attitudes regarding the importance of various aspects of parrot conservation. Comparative survey data were also collected
on residents’ opinions and attitudes regarding an ongoing Hawksbill Sea Turtle (Eretmochelys imbricata) conservation program
on Saona. The study found that residents differed by gender in their knowledge of parrot biology, and also differed by
gender in their opinions on the consumptive use of both parrots and sea turtles. Residents also differed in the underlying
basis for their opinions and perceptions of each species, with most opinions based on biological factors in the case of sea
turtles, as opposed to personal or philosophical reasons in the case of parrots. The sea turtle conservation program
apparently has influenced local perceptions toward sea turtles on Saona. Future parrot conservation efforts on Saona should
incorporate components of the ongoing sea turtle program, particularly those related to environmental education and direct
involvement of local residents in conservation activities.
Key words: Amazona ventralis, Caribbean, environmental education, Eretmochelys imbricata, survey
Percepciones de la conservación de especies amenazadas: caso de estudio isla Saona, República Dominicana
Resumen
Globalmente, y particularmente en las islas con limitados recursos, la población humana ha causado el incremento de la
demanda de recursos y ha amenazado a numerosas especies. En muchos casos, las actitudes y percepciones de los residentes
sobre los recursos naturales son elementos decisivos en el éxito o fracaso de los esfuerzos de conservación. Como parte de la
propuesta del Programa de Conservación de la Cotorra de La Española (Amazona ventralis) en la Isla Saona, República
Dominicana, se encuestó a los residentes para determinar su conocimiento sobre la biología de la cotorra, así como sus
opiniones y actitudes en relación con la importancia de varios aspectos de la conservación de la especie. También se
colectaron datos y opiniones de los residentes sobre el Programa de Conservación de la Tortuga Carey (Eretmochely
simbricata) que se lleva a cabo en Saona. El estudio evidenció que los habitantes difieren por género en su conocimiento
sobre la biología de las cotorras y en su opinión en cuanto al uso para el consumo de cotorras y tortugas. Los encuestados
también difirieron en la base para sus opiniones y percepciones para cada especie, la mayoría de las opiniones sobre las
tortugas se basan en factores biológicos, mientras que en el caso de las cotorras se basan es aspectos personales o
filosóficos. El programa de conservación de tortugas aparentemente ha influido localmente en las percepciones hacia las
tortugas marinas en la Isla Saona. Un proyecto futuro de conservación de la cotorra podría incorporar componentes del
proyecto actual de conservación de tortugas, particularmente aquellas relacionadas con la educación ambiental
involucrando directamente a los residentes de la localidad en las actividades de conservación.
Palabras Clave: Amazona ventralis, Caribe, educación ambiental, encuesta, Eretmochelys imbricata.
*Author for correspondence: [email protected]
Editor: Diego A Zárrate-Charry
18 Recibido/Received: September 20 2010
Aceptado/Accepted: Mayo 15 2011
White et al. / LAJoC Vol. 2 (1): 18 – 29
19
Human perceptions case study of Saona island
In planning future conservation efforts for the parrot turtles on Saona (Appendix 1), with some questions (n
on Saona, a survey was first conducted to assess the = 7) having an associated follow-up question
current knowledge level of local residents regarding depending on response to the primary question
the parrot and its basic biology, including their (Converse & Presser 1986). For example, if a
opinions and perceptions relating to its conservation respondent answered “yes” to the question: “Have you
importance, as well as opinions regarding the local seen parrots on Saona Island?” the follow-up question
practice of keeping wild parrots as pets. The was then: “In which area?” An additional 3 questions
objective of the survey was to acquire baseline asked specific demographic information of
information which could be used to develop a parrot respondents. In total, there were 28 distinct questions
conservation program on Saona Island. that were posed to all respondents, independent of
Understanding local beliefs, opinions, and perceptions follow-up questions. We used a combination of
can be invaluable for properly tailoring specific dichotomous (i.e., yes-no) questions, open-ended
conservation actions to local cultural realities (Infield questions, and ranking questions (Converse & Presser
1988, Lepp & Holland 2006, Holmes 2007, Larijani & 1986, Fowler 1995). Ranking questions were posed
Yeshodhara 2008, Hosseini et al. 2009, Ndenecho either with 3-level response options (e.g., more, less,
2009, Campbell 2010). For instance, Lepp & Holland the same) or with 5-point Likert scale response options
(2006) found that local attitudes towards resource (Fowler 1995). All questions and response options
conservation efforts differed depending on whether were in Spanish, and all interviewers were fluent in
such efforts were led by the government or by local said language. Most interviewers had previously
communities and hypothesized that community-based worked either on Saona Island or in Parque Nacional
efforts engendered more voluntary compliance and del Este, and were known personally to several
active participation than state-led efforts, a view residents. One co-author (AJC), who was also a
reiterated by Adams & Hutton (2007) and Ferse et al. Dominican national, proofread all questions to ensure
(2010). Further, because of the established sea turtle there were no potential misunderstandings or
conservation initiative on Saona, local opinions and unintended idiomatic nuances.
perceptions regarding the conservation of sea turtles
were also assessed relative to those regarding The survey was conducted during July 20-21, 2010 in
parrots. Differences in species-specific perceptions the village of Mano Juan, located on the south-central
could provide a potential, albeit partial, indicator of coast of Saona Island (18o 07’46” N; 68o 44’00” W;
the influence of the ongoing sea turtle conservation Figure 1). We used a systematic sampling design, with
education and active community involvement on local each interviewer (n = 5) assigned a specific sector of
beliefs and opinions (Infield 1988, Gillingham & Lee the village, and each day all adult (i.e., ≥ 15 years)
1999, Campbell 2010), thereby providing potentially residents encountered therein were interviewed.
useful insights for parrot conservation efforts. Thus, Interviews were conducted in residents’ homes,
the survey also included comparative questions (i.e., to gardens, places of business, or in village streets.
those of parrots) regarding sea turtle conservation Interviewers recorded all responses directly onto
and its importance, as well as opinions and standardized survey forms (Appendix 1). Because of
perceptions regarding consumptive use of sea turtles. the presence of occasional visitors and transient
We use the term “perceptions” herein to include the workers on the island, we first asked potential
suite of knowledge, opinions and attitudes held by respondents if they were a resident of Saona as a
persons relative to a given resource and its use and “pre-question” to ensure that only bona fide residents
conservation. of the island were interviewed. Further, to increase
likelihood of truthful responses, we did not ask
Materials and Methods respondents their name and also advised them that
their responses were confidential (Fowler 1995).
Survey questionnaire design and administration
20
White et al. / LAJoC Vol. 2 (1): 18 – 29
21
Human perceptions case study of Saona island
occupations differed (χ2 = 18.36; P < 0.001; df = 2) local parrot foods (rs = 0.29; P = 0.08) and the
by gender, with fishing or agriculture being the number of parrot chicks per nest (rs = 0.52; P <
primary occupation (46%) for males, while jobs 0.01), but not chick fledging dates (rs = 0.09; P =
related to tourism and “other” accounted in equal 0.62). On the other hand, there was no correlation
share for over 97% of female occupations. Tourism between female respondents’ knowledge of parrots’
was also an important source of male employment, as nesting on Saona and their knowledge of parrot foods
nearly 30% of male respondents indicated this as (rs = 0.02; P = 0.90), or number of chicks (rs = 0.16;
their primary occupation. P = 0.36), and only marginally so with fledging dates
(rs = 0.28; P = 0.09).
Perceptions regarding parrots
100 89 86 FEMALES
83 81
Overall, 63 respondents (86%) reported having seen MALES
80 65
parrots on Saona Island, with no difference (χ2 = 54
60
0.53; P = 0.47; df = 1) between males and females 44
40 31
(Figure 2). There was a positive relationship between 25 25
number of years lived on Saona and the sighting of 20
parrots by female residents (Z = 1.68; P = 0.09), 0
although the relationship was not quite significant for Seen Parrots Nest on Foods? #Chicks? Fledging
on Saona? Saona? Dates?
male residents (Z = 1.60; P = 0.11). Further, 84% of
all respondents claimed to have knowledge of parrots
Figure 2. Percentage of respondents by gender who
nesting on Saona, and again proportions did not
answered either affirmatively or correctly questions relating
differ (χ2 = 0.47; P = 0.49; df = 1) by gender (Fig. to Hispaniolan parrots on Saona Island, Dominican Republic.
2). There was also a significant positive relationship
between number of years lived on Saona and When asked about the trend of the parrot population
knowledge of parrots’ nesting for males (Z = 1.76; P on Saona over the past 10 years, most respondents
= 0.08), but not for females (Z = 1.19; P = 0.24). (49%) believed the population had increased, while
Regarding basic parrot biology, male and female 29% believed the population had declined and 22%
respondents did not differ (χ2 = 0.004; P = 0.95; df thought there had been no change, and in this regard
= 1) regarding knowledge of when parrot chicks male and female respondents did not differ (χ2 =
fledged. Seventy-five percent of both genders stated 4.10; P = 0.13; df = 2). No relationship was detected
that they did not know – or incorrectly stated – parrot between the number of years lived on Saona and
fledging dates. However, when asked about what residents’ opinions on parrot population trends for
parrots ate, male respondents were more either males (Z = 0.13; P = 0.89) or females (Z =
knowledgeable (χ2 = 4.12; P = 0.04; df = 1), with 0.44; P = 0.66). However, opinions on whether or not
54% of males correctly identifying local parrot foods, wild parrots should be kept as household pets
while only 31% of females did so (Fig. 2). Similarly, differed significantly (χ2 = 6.91; P < 0.01, df = 1)
more males (65%) than females (44%) (χ2 = 3.07; P between males and females, with 56% of females
= 0.08; df = 1) accurately stated the typical number advocating parrots as pets, compared to only 16% of
of parrot chicks per nest. Because of the observed males.
relationship between number of years lived on Saona
by males and knowledge of parrots’ nesting, and Among the underlying reasons given either for or
apparent gender-related differences in knowledge of against keeping wild parrots as pets, males and
parrot biology, we also computed partial correlation females did not differ (χ2 = 1.19; P = 0.28; df = 1),
coefficients (Sokal & Rohlf 1981) to control for the with 76% of females and 86% of males citing
effect of years of residency on male respondents’ personal/philosophical reasons, as opposed to
knowledge of parrot biology. Accordingly, male biological reasons, for their opinion (Figure 3). When
respondents who had knowledge of parrots’ nesting asked the relative importance (i.e., very, somewhat,
on Saona also were more likely to correctly identify not) of parrot conservation, all respondents of both
22
White et al. / LAJoC Vol. 2 (1): 18 – 29
genders stated that it was “very important”, although When asked about the population trend of Hawksbill
the underlying reasons differed (χ2 = 4.47; P = 0.04; Turtles on Saona over the past 10 years, most
df = 1) by gender, with more females (86%) than residents (59%) thought the population had increased,
males (64%) citing personal/philosophical, rather than while 29% believed the population had decreased
biological reasons for their opinion (Figure 3). and 12% thought there had been no change, and
However, males and females did not differ (χ2 = males and females did not differ (χ2 = 0.17; P =
0.05; P = 0.82; df = 1) regarding their opinions on 0.92; df = 2) in their perceptions. Further, there was
the best conservation measures for parrots; overall, no relationship between the number of years lived on
53% of respondents suggested active measures, while Saona and residents’ opinions on sea turtle population
47% suggested passive measures for parrot trends for either males (Z = -0.36; P = 0.72) or
conservation. Responding to the question of how they females (Z = -0.21; P = 0.83). Regarding
would feel if all parrots “disappeared” (i.e., became consumptive use of sea turtles, male and female
extinct), male and female respondents also did not respondents differed substantially (χ2 = 9.23; P <
differ (χ2 = 2.06; P = 0.56; df = 3), with 97% of 0.01; df = 1) in their opinions on the sale of jewelry
both genders indicating “sad” or “very sad” as their items made from hawksbill turtles. More females
response. Finally, when asked their opinion on the (22%) than males (0%) thought that such items should
merits of any potential parrot conservation project on be commercialized. However, when asked if they
Saona, 99% of all respondents indicated approval of approved of eating sea turtle eggs, there was no
such an idea. difference (χ2 = 1.18; P = 0.28; df = 1) between
male and female opinions, with most (93%)
100 disapproving of the practice.
90 Females
80 Males
70
Reasons underlying opinions on the sale of sea turtle
60 jewelry items did not differ (χ2 = 1.07; P = 0.30; df
50
= 1) between males and females, with most (76%)
40
30 citing biological, rather than personal/philosophical
20 reasons, for their position (Figure 3). Notwithstanding,
10
0
in those cases (n = 8) in which respondents did
approve of jewelry items, their underlying reasons
were all personal/philosophical, rather than
biological. There was also no difference between
Figure 3. Pairwise percentages of male and female genders (χ2 = 0.74; P = 0.39; df = 1) in the reasons
respondents whose opinions regarding various aspects of underlying opinions on consumption of sea turtle eggs,
parrot and sea turtle conservation were based on either with again most (91%) citing biological reasons for
Personal/Philosophical (P) reasons or Biological (B) reasons. their opinions (Figure 4). When asked the relative
importance of sea turtle conservation, 97% of both
Perceptions regarding hawksbill turtles genders opined that it was “very important”, and the
underlying reasons did not differ (χ2 = 1.80; P =
Overall, 56 respondents (77%) reported having seen 0.18; df = 1) by gender, with 52% of all respondents
hawksbill turtles on Saona Island and surrounding citing personal/philosophical and 48% citing
waters, although this differed by gender (χ2 = 9.68; biological reasons for their opinions (Figure 4).
P < 0.01; df = 1), with more males (92%) than Regarding opinions on the best conservation measures
females (61%) reporting sightings. As with parrot for hawksbill turtles, males and females did not differ
sightings, there was a significant positive relationship (χ2 = 1.21; P = 0.27; df = 1), with 55% of all
between turtle sightings and number of years lived on respondents suggesting active measures and 45%
Saona by female residents (Z = 2.73; P < 0.01) but suggesting passive measures. Responding to the
not for males (Z = -0.87; P = 0.38). question of how they would feel if all Hawksbill Turtles
“disappeared” (i.e., became extinct), males and
23
Human perceptions case study of Saona island
females also did not differ (χ2 = 4.80; P = 0.31; df respondents regarding hypothetical species extinction
= 4), with 97% of both genders indicating “sad” or were highly correlated across species among both
“very sad” as their response. Further, when asked if males (rs = 0.82; P < 0.001) and females (rs = 0.88,
they supported the ongoing sea turtle conservation P < 0.001). Extinction of either species generally
initiative on Saona, 99% of all respondents affirmed elicited the same response from individuals. Although
their support of said program. overall opinions regarding population trends did not
differ (χ2 = 2.58; P = 0.28; df = 2) by species,
100
female respondents who believed the population of
91 Phil Biol
90 82 one species was either increasing, decreasing or
76 75
80 stable tended to hold the same opinion regarding the
70 other species (rs = 0.39; P = 0.04), while males did
60 52
50
48 not show this tendency (rs = 0.20; P = 0.29).
40 Furthermore, female respondents who condoned the
24 25
30
18 sale of sea turtle jewelry products were likely to also
20 9 advocate keeping wild parrots as pets (rs = 0.49; P <
10
0
0.01) as well as to condone the eating of sea turtle
Pets Jewelry Eggs Parrot-Cons Turtle-Cons eggs (rs= 0.36; P = 0.04). Regarding residents’
recommendations of either active or passive
Figure 4. Total percentages of all respondents (male and
conservation measures, although categorical
female) whose opinions regarding parrots and sea turtles
were based on either Personal/Philosophical or Biological
proportions did not differ between species (χ2 =
reasons. 0.06; P = 0.80; df = 1), there was a greater
consistency amongst the specific active
Comparative perceptions regarding parrots versus recommendations for sea turtles than amongst those
hawksbill turtles for parrots. For example, 45% (n = 17) of all active
recommendations for sea turtles directly referenced
Respondents differed dramatically (χ2 = 79.93; P < the ongoing sea turtle conservation initiative as “the
0.001; df = 1) in the basis for their opinions on best way to protect and conserve” sea turtles on
consumptive use of sea turtles in general (i.e., jewelry Saona. Moreover, 17% (n = 6) of the active
and eggs) versus the “consumptive” use of wild parrots recommendations for parrots also suggested the
(i.e., household pets). Regarding consumptive use of ongoing sea turtle initiative as an appropriate model
sea turtles, 89% cited biological reasons for their for parrot conservation. Most other active
opinions (Figure 4), while the converse was true for conservation recommendations for parrots consisted of
wild parrots as pets, with 82% citing protection of nests and nesting habitat (30%) and
personal/philosophical reasons for their opinions. In increased public education (14%). However, because
fact, the comments most frequently expressed in the sea turtle conservation initiative also consists of
support of wild parrots as pets were “because they’re nest protection and public education, the actual
beautiful” and “because they talk”. Similarly, reasons proportion of such recommendations for parrots –
given by the few (n = 8) respondents in support of both direct and indirect – was 61% (n = 17).
turtle shell jewelry were mostly “because they’re
beautiful” (i.e., philosophical) and “because tourists Discussion
like them” (i.e., economic). Moreover, the basis for
overall opinions on the relative importance of sea Our results suggest a high level of local support for
turtle conservation versus that of parrots also differed not only the ongoing sea turtle conservation initiative,
(χ2 = 7.35; P < 0.01; df = 1), with 75% of but also for the idea of a similar conservation effort
respondents citing personal/philosophical reasons in for parrots on Saona Island. Residents of Saona in
the case of parrots, compared to only 52% citing such general demonstrated concern for the future of the
reasons for sea turtle conservation (Figure 4). Hispaniolan Parrot and the Hawksbill Turtle, as
Nevertheless, sentiments expressed by individual evidenced by their broad consensus on the importance
of both species’ conservation, as well as their
24
White et al. / LAJoC Vol. 2 (1): 18 – 29
sentiments regarding hypothetical extinction of either desirability” (Fowler 1995) via intentional evasiveness
species. These findings suggest that residents consider by some male respondents, given that nest-robbing
both species as inherently valuable. In this regard, our for parrot chicks is a traditional, albeit illegal, local
findings were consistent with those of other studies activity and those who are – or have been – engaged
which have reported high levels of local support for in such may not have wanted to arouse interviewers’
conservation of native species, at least in principle suspicions by appearing “too knowledgeable” of
(e.g., Infield 1988, Newmark et al. 1993, Gillingham parrot nesting biology. Indeed, men who had
& Lee 1999). In this study however, while men and knowledge of parrots’ nesting on Saona were also
women held very similar opinions on the overall those who most often correctly knew the number of
importance of species’ conservation, they differed chicks per nest.
substantially in terms of their specific opinions
regarding the “consumptive” use of both parrots and Campbell (2010) stated that the “Top 20 research
sea turtles. The fact that women were far more questions” for sea turtle conservation over the next
approving of having wild parrots as pets, as well as decade included “Are current conservation models
the commercialization of sea turtle jewelry items likely working?” In this context, our study suggests that the
reflects gender-related aesthetic considerations. This dramatic species-specific differences in the underlying
contention is supported by female respondents’ strong reasons either for or against consumptive use of sea
bias for personal/philosophical reasons underlying turtles and parrots may provide a partial indicator of
their opinions both on wild parrots as pets and for the influence of the ongoing sea turtle conservation
their approval of turtle shell jewelry. However, initiative on Saona. Since 2006, residents of Saona
economic factors may also influence female opinions have been systematically exposed to scientific
regarding turtle shell jewelry, given that these items – information regarding sea turtle ecology and the
although illegal – are purchased by some tourists. ecological effects of the local consumptive use of sea
Gillingham & Lee (1999) reported similar findings turtles. This educational campaign has consisted of
and attributed gender-related differences in rural workshops, summer camps for Saona schoolchildren,
conservation attitudes to differences in how wildlife- classroom activities, citizens’ active participation in sea
related costs and benefits were perceived in daily turtle conservation, and the establishment of a sea
life. In this case, the end-users of the resource (i.e., turtle educational center in the village of Mano Juan
pet parrots, jewelry) are primarily women, which may (León 2009). However, no such educational efforts
explain their greater approval of these items. have been conducted regarding parrots on Saona.
Accordingly, we found that most residents not only
In general, men were more knowledgeable than disapproved of the consumptive use of sea turtles, but
women regarding basic parrot biology on Saona. This also their stated rationale for said position was rooted
is not surprising, considering that nearly half of male primarily in biological concepts. This view contrasted
respondents reported fishing or agriculture as their markedly with attitudes and perceptions regarding
occupations, both of which pursuits may provide ample parrots, most of which were based on philosophical
opportunities to closely observe wild parrots, as well constructs such as aesthetics. In a similar study,
as sea turtles, either on or around the island. Balaguera-Reina & González-Maya (2010) found
Moreover, in traditional rural Dominican society, that few residents adjacent to a national park in
women – unlike men – seldom venture deep into Colombia recognized the ecological role of
forested areas where most parrots and their nests are crocodilians, and that most expressed their opinions of
encountered. Balaguera-Reina & González-Maya these species from an economic (i.e., anthropocentric)
(2010) reported similar gender-related differences in perspective. Vaske & Donnelly (1999) also reported
knowledge of crocodilians among residents of the similar findings and concluded that individuals with
Caribbean region of Colombia. Nevertheless, despite more biocentric belief systems were more likely to
their apparent greater biological knowledge of have positive conservation attitudes than those with
parrots, most men stated that they did not know when more anthropocentric (e.g., “personal/philosophical”)
parrot chicks fledged. This seemingly incongruous belief systems. While we recognize that we have no
finding may have resulted from an attempt at “social data on respondents’ perceptions of sea turtles before
25
Human perceptions case study of Saona island
the ongoing conservation initiative, our findings approve of items such as turtle shell jewelry, their
nevertheless strongly suggest that the current numbers are apparently far less than those who
perceptions of Saona residents relative to sea turtles approve of wild parrots as pets. Consequently,
are much more biocentric than those relative to continued efforts to sensitize female residents to the
parrots. local impact of the turtle shell jewelry trade are also
warranted; indeed, the growing numbers of foreign
However, one of the most significant potential effects tourists who visit Saona should also be included in sea
of the sea turtle initiative may be found in the turtle educational efforts, given the statements by at
comparison of respondents’ suggestions of the “best” least some residents that they approved of the
conservation measures for parrots and sea turtles. commerce in turtle shell jewelry “because tourists like
While conservation recommendations for parrots them”.
ranged broadly from the mundane (e.g., “leave them
alone”) to the insightful (e.g., “conduct a habitat In addition to parrot-oriented educational outreach,
study”), recommendations for sea turtles frequently efforts to assess the current status of parrot nesting
specified the ongoing initiative as the best habitat and threats thereto on Saona Island should
conservation measure. For parrot conservation, there also be an integral part of any future parrot
was no single unifying concept expressed as clearly conservation initiative. In fact, these efforts were also
and consistently as that for sea turtles. Indeed, several recommended by several residents during the
respondents even recommended adapting the sea interviews; results of which would provide not only
turtle initiative to the protection and conservation of valuable biological data, but also site-specific
parrots. This cross-species recommendation suggests a educational information which could increase the
degree of conceptual endorsement of the sea turtle relevance of any parrot conservation program to
initiative by numerous residents of Saona Island. local residents. Upon understanding that a situation
exists locally, as opposed to a more abstract “far
Conclusions away” context, residents often assign a greater
importance to the underlying causative issues (Liu &
Our findings suggest some potential avenues for Var 1986, Weaver & Lawton 2001, Kuvan & Akan
improving the conservation of both Hispaniolan 2005).
Parrots and Hawksbill Turtles on Saona Island. Given
the apparent success of the sea turtle initiative in Ndenecho (2009) stated: “There can be no meaningful
gaining local acceptance as a viable conservation conservation without the active involvement of local
effort, it may be possible to develop a similar people”, and Saona Island is no exception. Any
strategy on behalf of parrots on Saona. For conservation initiative for parrots on Saona Island
example, positive results could likely be achieved by must also actively involve local residents, just as the
dispelling some current misconceptions about parrots ongoing sea turtle initiative has demonstrated. In this
and disseminating accurate ecological information sense, the sea turtle initiative constitutes a valuable
about parrots and the adverse effects of the practice model on which to base parrot conservation efforts.
of nest-robbing to obtain household pets. In fact, a To this end, an adaptive management approach will
relevant model already exists in the recent efforts to be essential as additional information, both biological
combat the illegal trade in wild parrots in and around and sociological, is acquired during the initial
Parque Nacional Jaragua in southwestern Dominican development of a parrot conservation program. Local
Republic (see León & Garrido 2009). In particular, residents should be involved in all phases of program
creative and effective means to better inform female development; indeed, this study is the first step in that
residents of the ecological effects of the illegal pet direction. Importantly, residents must have a sense of
trade may help to reduce their acceptability of this local ownership or co-management of the program,
practice, and thereby reduce the local demand for and also perceive that some benefit has accrued to
wild parrot chicks. Such an approach has been an them from their efforts. Efforts to protect and
integral part of the ongoing sea turtle initiative (León promote the local wild parrot population for its
2009), and although some female residents still ecotourism potential amongst visiting tourists could
26
White et al. / LAJoC Vol. 2 (1): 18 – 29
present opportunities for tangible benefits to the local had success elsewhere (see Goodwin and Swingland
community. For example, interpretive trails, exhibits 1996, Stronza 2000, Báez 2002). Shifting the current
and handicrafts using the Hispaniolan Parrot in the wild parrot valuation paradigm from that of “a bird
wild as a focal species, with local residents as vendors in the hand” (i.e., household pets) to one of “two in the
and paid guides, could help diversify tourism- bush” (e.g., ecotourism) should become a conservation
generated revenue on Saona. This approach could priority to increase long-term viability of the species
foster a greater understanding of, and appreciation and its enjoyment by future generations on Saona
for, the Hispaniolan Parrot and its habitat on Saona Island.
by residents and visitors alike. Such strategies have
Acknowledgements
Funding and support for this study were provided by the senior author, Humane Society International, and the U.S.
Fish and Wildlife Service - Puerto Rican Parrot Recovery Program. Additional logistical support was provided by
the Bayahibe office of FUNDEMAR. We also thank Pelagio “Negro” Paulino for hospitality extended to us while
working on Saona Island, and especially all the residents of Mano Juan who graciously contributed their time and
opinions for the survey. Yolanda León provided the map used in Figure 1. Diego Zárrate-Charry and two
anonymous reviewers provided valuable comments that improved the manuscript.
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29
Genética de la conservación de A. geoffroyi en El Salvador.
Nota científica
Resumen
Una colección de individuos cautivos se puede utilizar para una variedad de propósitos de conservación, incluyendo la
formación de una población en cautiverio, con la intención de mantener una alta variación genética, así como evitar la
deriva genética. Se realizó una identificación genotípica de 18 individuos de Ateles geoffroyi (Kuhl 1820) en condiciones de
cautiverio, utilizando tres loci de microsatélites (loci 1118, 311 y P2BH6), constituyendo el primer estudio de este tipo en El
Salvador. Para la amplificación de los microsatélites y la posterior identificación de los genotipos se utilizó ADN nuclear
extraído de muestras sanguíneas y de folículo piloso. Aproximadamente el 89% de los individuos se identificó
genotípicamente, a pesar de una pérdida de información del 16% en el locus 1118 y del 22% en locus 311 al no producir
productos de PCR, probablemente debido a la existencia de mutaciones en la secuencia complementaria al cebador. Se
estimó una heterocigosidad esperada promedio alta (He) de 0,717, sin embargo, la heterocigosidad observada es
significativamente menor (F = 0,492). Las pruebas exactas calculadas confirman que la colección de individuos no se
encontraría en equilibrio Hardy-Weinberg (EHW) para ninguno de los tres loci estudiados. Basado en lo anterior, una
población compuesta por el acervo génico de los individuos muestreados no lograría mantener la diversidad observada si
permanece aislada de otras poblaciones, impidiendo su utilización con fines de conservación a largo plazo.
Palabras Clave: Ateles geoffroyi, conservación ex situ, diversidad genética, microsatélites.
On the conservation of Ateles geoffroyi (Primates, Atelidae) in El Salvador: genetic considerations for the establishment
of captive populations
Abstract
A collection of captive individuals can be used for a variety of conservation purposes, including the formation of captive
populations, with the intention of maintaining a high genetic variation and avoiding genetic drift. Consequently 18 A.
geoffroyi individuals kept in captivity were genotyped applying three microsatellite loci (loci 1118, 311 and P2BH6),
constituting the first study of genetic variation of this species in El Salvador. The amplification of the microsatellite fragments
and subsequent identification of the genotypes employed nuclear DNA extracted from blood samples and hair follicles.
Approximately 89% of the subjects were genotyped successfully, wherein an allelic dropout of 16% and 22% (loci 1118
and 311, respectively) occurred due probably to the presence of a mutation in the sequence of the flanking region. A high
average expected heterozygosity (He = 0.717) was calculated, however, the observed heterozygosity is significantly less (F
= 0.492). Computed exact tests confirm the collection of individuals would not be in Hardy-Weinberg equilibrium (HWE) for
any of the three loci studied. Therefore, a population comprised by the gene pool of the individuals sampled would not be
able to maintain constant allele frequencies if kept isolated from other populations, impeding its use in long term conservation
efforts.
Key words: Ateles geoffroyi, Ex situ conservation, genetic diversity, microsatellites.
30
Crespín/ RLC Vol. 2 (1): 30 – 37
31
Genética de la conservación de A. geoffroyi en El Salvador.
La extracción de las muestras de sangre fue de un Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). Al mismo
volumen de 3 cm3 por cada individuo. Para preservar tiempo se añadió Proteinasa K (rompe enlaces
las muestras sanguíneas se utilizaron tubos de vidrio proteínicos) a la solución, seguida de una incubación a
Vacutainer™ conteniendo K3 EDTA en el interior del 56°C durante siete horas. Posteriormente se llevó a
tubo como agente anticoagulante, con tapa de punto de ebullición (desactivando la Proteinasa K) y
seguridad HEMOGARD™ y tapón siliconado se utilizó el sobrenadante para la PCR.
hemorepelente. Las muestras sanguíneas se
almacenaron en un congelador con temperatura El genotipo de los 18 individuos fue determinado
estimada entre -18°C y -20°C hasta el momento de utilizando tres loci microsatelitales, dos con motivos de
su transporte al Laboratorio de Genética de la repetición dinucleótidos y trinucleótidos (loci 1118 y
Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica, 311, respectivamente) identificados en Monos
en donde fueron analizadas. Lanudos (Lagothrix lagotricha: Di Fiore & Fleischer
2004) y un locus con motivo de repetición dinucleótido
Tabla 1. Número de Identificación (ID), género y localidad (locus P2BH6) identificado en el Mono Titi León
de colecta para los 18 individuos de Ateles geoffroyi Dorado (Leontopithecus rosalia: Daudt-Grativol et al.
muestreados en este estudio. 2001). Las condiciones para la PCR fueron
ID Género Lugar modificadas a partir de las utilizadas en Di Fiore &
AG1 ♂ P. R. Montegrande, San Miguel Fleischer (2004) cambiando la cantidad y
AG2 ♂ P. R. Montegrande, San Miguel concentración de MgCl2. La amplificación se realizó
AG3 ♀ P. R. Montegrande, San Miguel mediante el uso de los siguientes cebadores 5´→3´:
AG4 ♀ P. R. Montegrande, San Miguel
el locus 1118 se amplificó usando los cebadores
AG5 ♂ P. R. Montegrande, San Miguel
Ascendente - TTTCTCCCTCTCAGATTACCAG, Reverso
AG6 ♀ P. R. Montegrande, San Miguel
- CCTTGAG-GTTTTTGGGTTCC; el locus 311 con los
AG7 ♀ P. R. Montegrande, San Miguel
cebadores Ascendente - CTTCCGAAAGCCATTTCTCC,
AG8 ♂ P. R. Montegrande, San Miguel
Reverso - TTAATGCCAGATGATTTTGG; y para el
AG9 ♀ LaGeo – C. G.de Berlín, Usulutan
locus P2BH6 los cebadores Ascendente –
AG10 ♂ LaGeo – C. G.de Berlín, Usulutan
TCTGTTTGAATCCCCAGTCC, Reverso –
AG11 ♀ LaGeo – C. G.de Berlín, Usulutan
GCAGTCCCTCAAGGTTTTCT.
AG12 ♀ LaGeo – C. G.de Berlín, Usulutan
AG13 ♂ Finca San Ernesto, La Libertad
Las reacciones (volumen total de 25 µl) de PCR
AG14 ♀ Finca San Ernesto, La Libertad
consistían en 50 µg del ADN extraído, 2,5 µl de
AG15 ♂ Finca San Ernesto, La Libertad
buffer (10x Promega™ PCR buffer), 1,5 µl MgCl2
AG16 ♀ Finca San Ernesto, La Libertad
(2,0 mM) 2,0 dNTPs (10 mM, 2,5 mM cada dNTP), 2,4
AG17 ♂ Finca San Ernesto, La Libertad
AG18 ♀ Finca San Ernesto, La Libertad µl de cebadores (1,2 de cada uno a 10mM), y 0,065
P.R.= Parque Recreativo – C.G.= Central Geotérmica U de Promega ADN™ Polimerasa Taq más H2O hasta
alcanzar el volumen final. Todas las amplificaciones
Técnicas moleculares iniciaron con la desnaturalización de 15 min a 95°C,
Extracción y amplificación de ADN: Para extraer ADN seguido de 35 ciclos de 94°C durante 30 s, con una
a partir de sangre se centrifugaron 300 µl de sangre temperatura de anillamiento de 55°C durante 1 min y
y 900 µl de H2O entre tres a cuatro minutos, 30 s, y luego 1 min a 72°C (modificado de Di Fiore &
posteriormente se eliminó el sobrenadante para luego Fleischer 2004); con una extensión final de 60°C por
rehidratar la solución y proseguir con el protocolo 10 min, seguido por una disminución de temperatura
modificado de Wizard® Genomic DNA Purification hasta 22°C.
Kit. Por otra parte, la extracción de ADN a partir de
la raíz de los pelos se realizó mediante la resina La determinación del genotipo de los individuos se
Chelex-100, resina de carga negativa que después llevó a cabo estimando el tamaño de los alelos por
de lisis celular se une a los cationes de metal, medio de electroforesis capilar en un Analizador
incluyendo iones de magnesio (cofactor esencial de Genético ABI PRISM® 310 usando cebadores
enzimas que hidrolizan el ADN), permitiendo la ascendentes fluorocromados detectando la
32
Crespín/ RLC Vol. 2 (1): 30 – 37
fluorescencia emitida y comparándola con el AG14), los cuales, sin embargo, pueden ser
marcador estándar de peso molecular ROX™ de diferenciados por sexo (Tabla 1). Se presentaron
Applied Biosystems. deficiencias en la amplificación del 16% y 22% para
los loci 1118 y 311, respectivamente, en donde siete
Para determinar la longitud exacta de los fragmentos de las 18 muestras no amplificaron para un locus (tres
amplificados en pares de bases se utilizó el y cuatro muestras para los loci 1118 y 311,
programa Peak Scanner™, el cual se encargó de respectivamente; Tabla 2). Esto confiere una colección
crear electroferogramas para cada muestra. Una vez de genotipos únicos de 16 individuos para este grupo.
asignados en forma automatizada los tamaños en
pares de bases de cada muestra, se realizó la En total se logró observar un tercio de los genotipos,
interpretación manual de los electroferogramas para promediando 10,33 genotipos distintos observados
determinar el genotipo. entre un promedio de 30,33 genotipos posibles entre
los tres loci (Tabla 3), detectándose una clara
Análisis de datos sobreabundancia de genotipos homocigóticos y una
Se determinó el número de alelos presentes en cada deficiencia de heterocigotos (Tabla 4).
locus y el número de genotipos distintos observados y
esperados. La variación genética se calculó Tabla 2. Genotipos identificados en los tres loci de
empleando la aplicación GenAlEx 6.0© (Peakall & microsatélites estudiados de la colección de individuos de
Smouse 2006) de Microsoft Excel. Se estimó la Ateles geoffroyi muestreados.
heterocigosidad esperada (He) y se calculó la Muestra Locus 1118 Locus 311 Locus P2BH6
heterocigosidad observada (Ho), el número de alelos AG1 0 0 190 190 114 114
efectivos (Ae) y el índice de fijación (F). Con el fin de AG2 147 147 0 0 106 124
establecer la estabilidad genética de la futura AG3 0 0 193 193 108 114
población formada por la colección de individuos AG4 125 125 0 0 110 110
muestreados, se computó la desviación del Equilibrio AG5 145 153 0 0 114 114
Hardy-Weinberg (EHW) utilizando la prueba exacta AG6 125 153 190 190 124 124
de Fisher (1935) con un nivel de significancia AG7 125 153 193 193 104 122
determinado por el método de las cadenas de AG8 131 131 190 236 104 112
Markov (MC) usando el paquete de genética de AG9 147 147 190 190 114 122
poblaciones GENEPOP 4.0© (Raymond & Rousset AG10 125 131 190 190 120 124
1995). AG11 145 151 195 195 112 112
AG12 159 159 190 190 104 124
Resultados AG13 153 153 193 193 114 114
AG14 0 0 190 190 114 114
Genotipos observados AG15 125 155 190 190 104 120
Se identificaron los genotipos de 18 individuos de A. AG16 131 147 190 190 120 122
geoffroyi. Se obtuvo un nivel de identificación del AG17 145 147 190 190 104 114
89%, siendo posible diferenciar la mayoría de los AG18 151 151 0 0 104 114
individuos entre sí, a excepción de dos (AG01 y
33
Genética de la conservación de A. geoffroyi en El Salvador.
34
Crespín/ RLC Vol. 2 (1): 30 – 37
Según lo expuesto por Frankham et al. (2002), se La prueba exacta de Fisher practicada para evaluar
calculó que para especies no amenazadas, la las desviaciones del EHW indica que la colección de
heterocigosidad a menudo se encuentra entre 0,62 y individuos en su conjunto no cumple con sus condiciones
0,79 con un H promedio de 0,71, mientras que para en ninguno de los tres loci estudiados. Esto es de
especies amenazadas, la heterocigosidad oscila entre esperarse debido al distinto origen de los individuos
0,20 y 0,62 promediando un H de 0,42, por lo que la muestreados, ya que estos probablemente provienen
heterocigosidad esperada encontrada para esta de poblaciones y tropas distintas. Frente a esto,
investigación en general indica que la colección de resulta más plausible la segunda hipótesis planteada
individuos presenta una variación genética alta dado para explicar la gran diversidad detectada.
su estado de conservación, donde He para los loci
individuales 1118, 311 y P2BH6 es 0,849; 0,487; y Consideraciones genéticas para la conservación ex situ
0,816, respectivamente, con un promedio de 0,717; Con base en lo anterior se generan grandes
congruente con el Ae observado (Tabla 3). La He interrogantes debido al desafío que se presenta para
calculada en el presente estudio coincide con el lograr uno de los propósitos de la conservación ex
promedio calculado a partir de Frankham et al. situ, ser una reserva de diversidad genética,
(2002) para especies no amenazadas, lo que resulta minimizando su pérdida en una población en
contradictorio al considerar que A. geoffroyi se cautiverio a través del tiempo.
encuentra amenazada con peligro de extinción y los
resultados obtenidos muestran una variación genética Es claro que la colección de individuos utilizada no
más alta del rango esperado según trabajos constituye una unidad panmíctica, es decir, está
anteriores para especies amenazadas con peligro de fundada con una adquisición de individuos de distintos
extinción. Esto puede entenderse si, hasta hace orígenes. Entonces el utilizar el EHW en una colección
relativamente poco, las poblaciones de A. geoffroyi de individuos destinados a pie de cría como la
en El Salvador tuvieron números efectivos elevados y muestra estudiada, permite afirmar que habrá un
no ha sido hasta tiempos recientes que el tamaño cambio en las frecuencias alélicas a partir de las
demográfico de las mismas ha disminuido filiales futuras. Aún con las heterocigosidades altas,
notablemente, no habiendo transcurrido suficiente ciertos alelos se encuentran a frecuencias demasiado
tiempo para reflejarse en su diversidad genética. Por bajas como para que se logren mantener estables en
otro lado, estos altos niveles de diversidad también una población formada a partir de los individuos
pueden ser explicados por el distinto origen de los muestreados con reproducción al azar a lo largo del
individuos, los cuales probablemente provienen de tiempo. Es por esto que se recomienda un manejo
distintas poblaciones. Esta hipótesis supone entonces reproductivo de estos individuos de tal manera que se
que las poblaciones de Mono Araña se han minimice la pérdida de diversidad a través de un
diferenciado genéticamente a través del tiempo, efecto de deriva genética que se vería aumentada en
indicando un aislamiento prolongado entre ellas. una población de tamaño pequeño.
Ambas hipótesis pueden ser puestas a prueba a
través de un estudio genético de las poblaciones Realizando cruces dirigidos entre los individuos que
silvestres, permitiendo conocer la historia natural de la presenten los alelos de menor frecuencia, sería
especie y permitiendo además tomar decisiones que posible minimizar la pérdida de diversidad por
permitan conservar sus poblaciones. deriva genética mientras se aumenta el tamaño de la
población cautiva, permitiendo obtener individuos con
A pesar de la alta diversidad genética, al calcular el alta variación genética que puedan ayudar a
índice de fijación se observa una clara deficiencia de repoblar sitios donde las poblaciones de monos estén
heterocigotos, lo que nuevamente puede indicar la diezmadas. En virtud de lo anterior, surge la
presencia de alelos nulos no identificados o la necesidad de conocer el perfil génico de las
existencia del efecto Wahlund (Frankham et al. 2002, poblaciones silvestres, con lo que se posibilitaría
Hedrick 2005, Allendorf & Luikart 2007). inyecciones genéticas en las poblaciones silvestres con
el fin de conservar su diversidad genética, al mismo
tiempo que aumenta su tamaño.
35
Genética de la conservación de A. geoffroyi en El Salvador.
Habiéndose analizado únicamente tres marcadores especie que garantice un resultado óptimo en las
microsatelitales, este estudio debe considerarse posibles reintroducciones de la misma, así como
preliminar, resultando prioritario entonces aumentar el cualquier iniciativa destinada a conservar la
número de marcadores analizados. Evidente es, diversidad genética de las poblaciones silvestres.
además, la necesidad de determinar cuál es la causa Igualmente, es imperativo determinar las relaciones
exacta del significativo exceso de homocigotos filogenéticas de las poblaciones de A. geoffroyi de El
detectado y de conocer el perfil genético de las Salvador con la de otras poblaciones de otros países
poblaciones silvestres. Sin conocer esto resulta difícil el de Centroamérica para determinar si un manejo
éxito de iniciar un pie de cría en cautiverio de esta internacional es pertinente.
Agradecimientos
Se agradece al MARN (Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador) por otorgar el
permiso y facilitar la obtención de las muestras biológicas y a CITES (Convención sobre el comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) por extender los permisos requeridos. Al personal del
laboratorio donde se realizó el estudio, Laboratorio de Genética de la Escuela de Biología, Universidad de
Costa Rica, a cargo del Dr. Gustavo Gutiérrez-Espeleta, con agradecimiento especial por su asesoramiento
técnico; a Mary Blair por su valiosa ayuda en el análisis de las muestras. A David E. Uribe por sus comentarios y
sugerencias que ayudaron significativamente a mejorar este manuscrito.
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37
Jaguar en el nororiente antioqueño, Colombia
Nota científica
Resumen
A pesar de los esfuerzos de investigación y conservación sobre el Jaguar en los últimos años, aún hay áreas geográficas en
las que es prioritario establecer la existencia de poblaciones actuales. El nororiente de Antioquia, Colombia, es una de las
regiones para las cuales datos de presencia han empezado a ser obtenidos de manera metódica en años recientes. Aquí se
presenta el registro de una hembra con un subadulto en esta zona, logrado mediante el uso de cámaras-automáticas de
detección de movimiento (cámaras trampa); este registro, junto con otros anteriormente obtenidos, sugieren la presencia
histórica y actual de Jaguares en la región, más que ser una zona únicamente de paso y dispersión, podría mantener una
población residente de esta especie. Esta información indicaría que esta es una zona clave para la conservación del Jaguar
en el país.
Palabras Clave: conservación, distribución, Felidae, Magdalena Medio, población.
First videos of Jaguar (Panthera onca) with automatic cameras in northeastern Antioquia (Colombia) and evidences of a
possible population in the region
Abstract
Despite of the Jaguar’s research and conservation efforts in recent years, there are still areas that need and it is necessary to
establish the actual existence of current populations of the species. The Middle Magdalena Valley (northeastern Antioquia,
Colombia) is one of those regions where occurrence data have begun to be obtained in a methodical way in recent years.
Here we report the presence of a female Jaguar with a juvenile cub in this area, achieved by using automatic cameras of
motion detection (camera traps), this record along with others previously obtained indicate a historical and current presence
of Jaguars in this region, rather than being only a passing and dispersal zone, could be a zone with a possible resident
population of this species. All this information suggests this is a key area for Jaguar´s conservation.
Key words: conservation, distribution, Felidae, Magdalena Medio, population.
38
Arias et al. / RLC Vol. 2 (1): 28 – 44
y el cambio climático (Nowell & Jackson 1996, (trampas-cámara), técnica no-invasiva que no implica
Rodríguez-Mahecha et al. 2006, Escobar & Vásquez riesgos para los animales o para el investigador,
2007). Unido a esto, el Jaguar como una especie disminuyendo el sesgo y los problemas de
altamente sensible al desequilibrio ambiental, capturabilidad de las especies estudiadas (Maffei et
requiere de extensos bosques con buena calidad de al. 2002, Silver et al. 2004). A continuación discutimos
hábitat y abundancia de presas naturales, para las primeras evidencias visuales (videos) de la especie
evitar el fraccionamiento de sus poblaciones y reducir en la región del nororiente de Antioquia, al utilizar
la probabilidad de extinciones locales (Sanderson et simultáneamente las cámaras automáticas como
al. 2002, Crooks 2002, Hoogesteijn 2002, complemento a los otros métodos. Este resultado es
Scognamillo et al. 2003). Por ello, actualmente según parte de un proyecto que se está llevando a cabo en
la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, se esta región con el fin de recopilar información
considera a las poblaciones de Jaguar de Colombia detallada sobre los grandes felinos, Jaguar (Panthera
como “Casi amenazadas” (NT) y según la Lista Roja onca) y Puma (Puma concolor), y sus conflictos con
nacional las poblaciones del centro y norte del país humanos.
como “Vulnerables” (VU; Rodríguez-Mahecha et al.
2006, Caso et al. 2008). Materiales y métodos
39
Jaguar en el nororiente antioqueño, Colombia
existentes, los cuales son frecuentemente utilizados por duración de video de 60 seg. Cada episodio de
los felinos, para así maximizar la probabilidad de captura se tomó como un periodo continuo de
captura (Maffei et al. 2002). Se dispusieron muestreo de 24 horas durante cuatro días, definiendo
estaciones de muestreo con una cámara por estación, así unidades discretas de tiempo. Esta metodología se
cada cámara se sujetó a un árbol a una altura de utilizó como complemento a los registros (recientes e
aproximadamente 50 cm desde el suelo, la distancia históricos) obtenidos por medio de la búsqueda activa
promedio entre estaciones fue de 1,5 km, abarcando de evidencias (avistamientos, huellas, excretas y restos
un área total de 9 km2 aproximadamente en cada de individuos cazados) a manera de recorridos ad
localidad. Todas las cámaras se programaron con la libitum y de transectos de 2 km en senderos, bordes
siguiente configuración: resolución de alta calidad de de quebradas y caminos existentes y de recopilación
5 mp a todo color, sensor activo día/noche, modo de de evidencia indirecta (entrevistas estructuradas y
grabación en video, intervalo entre videos de 2 seg y revisión de reportes locales).
Figura 1. Registros actuales e históricos del Jaguar (Panthera onca) en el nororiente de Antioquia (Colombia).
40
Arias et al. / RLC Vol. 2 (1): 28 – 44
41
Jaguar en el nororiente antioqueño, Colombia
Agradecimientos
Agradecemos a Diana David y Natalia Góngora de CORANTIOQUIA por posibilitar las visitas a las zonas de estudio. Al
administrador de la Hacienda los Robles en la vereda la Culebra, a los propietarios de las Finca Ramón Negro en Remedios
y Finca Javas en la Ciénaga de Barbacoas en Yondó por la colaboración en campo. A Carlos A. Delgado-V., Juan F.
Acevedo, editores y revisores por sus comentarios al manuscrito y en especial agradecemos a Juan Camilo Restrepo y a
CORANTIOQUIA por el apoyo económico y logístico que posibilitan ésta investigación, así como a la Fundación Panthera
Colombia por su asesoría con el diseño de las encuestas. Estos videos pueden verse en la página web del Grupo de
Mastozoología de la Universidad de Antioquia (http://www.mastozoologiaudea.com/videos.php).
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Latinoamericana de Conservación 2(1): 38-44
44
Portillo-Reyes & Hernández/ RLC Vol. 2 (1): 45 – 50
Nota científica
Resumen
De acuerdo a la información histórica disponible para Honduras, el Jaguar se distribuía a lo largo del territorio nacional.
Actualmente, se tiene conocimiento que su hábitat se limita a la franja del Caribe y la región de La Mosquitia hondureña,
desconociendo para toda esta región aspectos básicos de su ecología, incluyendo su abundancia. El objetivo del presente
estudio fue estimar la densidad de jaguares en el sitio llamado Tapalwas, al sureste de La Mosquitia hondureña, en un área
de 100 km2. El área de estudio está constituida por bosque latifoliado muy húmedo tropical y sabana de pino, en donde la
intervención humana se limita a actividades de cacería de subsistencia por el grupo indígena Miskito. Se utilizaron trampas
cámara de sensor activo en 20 estaciones, siguiendo el protocolo propuesto por WCS durante 60 días. A partir de un
esfuerzo de muestreo de 2400 noches trampa, se capturaron 16 especies de mamíferos, y un total de 49 fotos de Jaguar.
De éstas, se identificaron cuatro individuos (tres machos y una hembra), estimándose una densidad de 4,2 Jaguares / 100
km². La presencia de Pumas y Ocelotes dentro del área de estudio evidencian simpatrismo entre las tres especies, asumiendo
que este fenómeno obedece a la disponibilidad y abundancia de alimento. Estos resultados son críticos para la conservación
del Jaguar en el país.
Palabras Clave: captura-recaptura, Felidae, Miskito, Mesoamérica, simpatricidad.
Jaguar (Panthera onca) density in Honduras: first camera-trap study in Honduran Mosquitia.
Abstract
According to historical information available for Honduras, Jaguars were historically present across the country. At present its
distribution is limited to the Caribbean coastline and the region of La Mosquitia, without data on basic aspects of its ecology
including its abundance. The objective of the present study was to estimate Jaguar densities in Tapalwas, southeast of La
Mosquitia, in an area of 100 km² during sixty consecutive days. It is composed of broadleaf forest and pine savannahs,
where human activities are limited to subsistence hunting by Miskitos tribe. Twenty sites of camera traps were set following
WCS protocol. During 2400 trap nights, 16 mammal species were captured, with 49 Jaguar photographs. Of these, four
Jaguars were identified by their distinct spot patterns (three males and one female) estimating a population density of 4.2
Jaguars/100 km². The presence of pumas and ocelots in the area of study indicate that these three species are sympatric,
assuming this is due to the access and abundance of food. These results are critical for Jaguar conservation in Honduras.
Key words: capture-recapture, Felidae, Mesoamerica, Miskito, sympatricity.
amplias áreas de conservación del Jaguar que no bajo estatus legal: el Parque Nacional de Patuca y
cuentan con información básica sobre la especie, las Reservas de la Biosfera Tawahka y del Río
siendo este un dato fundamental para entender el Plátano, este último declarado como patrimonio
estado de conservación a lo largo de su distribución. mundial por la UNESCO (Castañeda 2007).
La mayoría de lugares donde se han estimado Actualmente en Honduras el Jaguar se encuentra
poblaciones de Jaguares están basados en protegido bajo la resolución número Gg-Apvs-003-
ocurrencias y supuestos de rangos hogareños (Schaller 98 del Instituto de Conservación Forestal (ICF). Pese a
& Crawshaw 1980, Rabinowitz & Nottingham 1986, los esfuerzos legales de proteger y mantener viable
Crawshaw & Quigley 1991, Aranda 1998), mientras su hábitat y su integridad física, el Jaguar aún se
que estimaciones robustas aún son escazas en el encuentra bajo un alto riesgo de desaparecer, debido
continente. a la alta actividad ganadera establecida en la parte
Caribe desde la bahía de Omoa, Tela, Ceiba, Trujillo,
En Honduras, el Jaguar se distribuía históricamente en así como la parte oeste de la región La Mosquitia en
más del 60% del territorio nacional a excepción de la donde el avance de la frontera agrícola se da a una
parte insular conocida como las islas de la Bahía velocidad mayor de 5.300 ha por año
(Pineda 2005). Actualmente, la pérdida de su hábitat, (PROBAP/AFE-COHDEFOR 2005), lo cual conlleva a
la competencia por presas con los humanos y su la pérdida de su hábitat, cacería y persecución por
cacería llevaron a esta especie a su extirpación del parte de ganaderos y en ocasiones por pobladores
sur, centro y occidente de Honduras, encontrándose locales inmigrantes que habitan cerca de sus
únicamente en las regiones de la costa del Caribe y territorios y que temen la pérdida de sus animales
La Mosquitia hondureña. Las estimaciones de domésticos y/o de sus pequeños niños, pudiéndose
abundancia y distribución actuales están basadas en convertir en presas fáciles de captura.
avistamientos directos de la especie, huellas y
hallazgos de cráneos, colmillos, pieles y otras El objetivo principal de este estudio fue la estimación
evidencias físicas del animal, realizadas por personas de la densidad de Jaguares en un sitio UCJ en La
que habitan en estas regiones (Cruz 2002, Estrada Mosquitia hondureña, que permita ser un punto de
2007), sin embargo, hasta ahora no se han partida para los procesos de conservación de la
desarrollado esfuerzos sistemáticos para documentar especie a nivel de país y la región mesoamericana.
su información ecológica más básica.
Materiales y métodos
Como una de las estrategias de conservación del
Jaguar a nivel regional, Wildlife Conservation Society Área de estudio
(WCS) inició una serie de censos a nivel La Mosquitia de Honduras se considera un bosque
mesoamericano, con el objetivo de producir los tropical muy húmedo, sin embargo, la región se divide
primeros datos poblacionales de esta especie, a fin en tres subregiones: el bosque húmedo del Atlántico,
de proponer en el corto plazo estrategias de las sabanas de pino y los bosques de manglares
conservación en los sitios llamados Unidades para la (Agudelo 1987). Dentro de ésta se encuentra el área
Conservación de Jaguar (UCJ), espacios identificados de estudio, Tapalwas, el cual es un bosque muy
con grandes masas boscosas y con poblaciones húmedo tropical, con formación rocosa cárstica, con
potencialmente estables para su residencia pendientes suaves de 5%-10%, temperaturas anuales
permanente y mantenimiento de sus poblaciones al de 30ºC y precipitaciones anuales de hasta 3000 mm
largo plazo (Sanderson et al. 2002). WCS ha (Zuñiga 1990). Se ubica específicamente en
reconocido a la región de La Mosquitia hondureña 14º38’00’’N y 84°26’00’’O, limita al norte con las
como una UCJ por ser el segundo bosque latifoliado montañas de Colón, al sur con el río Segovia y el
más extenso y continuo de la región mesoamericana, área protegida de Bosawas frontera con Nicaragua,
el cual se extiende hasta La Mosquitia nicaragüense. al oeste con la comunidad de Awasbila y al este con
Esta región es conocida como El Corazón del las sabanas de pino de Kakaopauni.
Corredor Mesoamericano, el cual abarca más de 1,5
millones de hectáreas e incluye tres áreas protegidas
46
Portillo-Reyes & Hernández/ RLC Vol. 2 (1): 45 – 50
La selección del sitio se realizó con base en registros Se imprimieron las fotos con Jaguares y se
previos de la presencia de Jaguares (Estrada 2007), identificaron los diferentes individuos capturados y los
sus características topográficas planas y su red de recapturados con base en su patrón de rosetas único
senderos antiguos usados por los antepasados (Figura 2). Los datos obtenidos fueron ordenados en
Miskitos, los cuales comunican las comunidades de las tablas de Excel para luego ser analizados por el
sabanas de pino con las comunidades indígenas programa CAPTURE (Rexstand & Burnham 1991), y se
Miskitas y Tawahkas cercanas al río Patuca. construyeron áreas buffer para calcular el área
efectiva de muestreo, asignándole a cada estación un
radio de 3,6 km, con el fin de cubrir un área total de
100 km², evitando dejar espacios entre cada una de
las estaciones con el objeto de cumplir con el supuesto
de que todo Jaguar tiene probabilidad de ser
fotografiado en al menos una de las estaciones del
área de muestreo (Silver et al. 2004).
Resultados
Se estimó un esfuerzo de muestreo de 2400 noches-
trampa, registrando 16 especies de mamíferos
distribuidos en doce familias, donde la Guatuza
(Dasyprocta punctata) fue la especie más abundante
Figura 1. Tapalwas, sitio del estudio mostrando las veinte (Tabla 1). Dentro de estas doce familias se encuentra
estaciones de trampas cámara en el contexto regional y la familia Felidae con tres de las cinco especies de
nacional. felinos de Honduras (Panthera onca, Puma concolor,
Métodos Leopardus pardalis). De acuerdo al total de imágenes
Para la estimación de la densidad absoluta del tomadas en los 60 días, 84 correspondieron a felinos,
Jaguar se utilizó el método de captura y recaptura 23 registran Ocelotes, 12 Pumas y 49 Jaguares. Al
(Maffei et al. 2004, Silver et al. 2004) utilizando analizar las imágenes de Jaguares, se identificaron
trampas cámara y bajo los lineamientos del protocolo cinco individuos de acuerdo al patrón de rosetas (3
propuesto por Silver (2004). Las cámaras utilizadas machos (Figura2), 1 hembra, 1 juvenil).
para el estudio fueron de fabricación Camtraker y
Deercam, empleando el sistema de detección pasivo.
Éstas fueron programadas para funcionar de manera
continua (día y noche) con intervalos de tres minutos
entre cada foto (programación del sensor 1-4-8)
durante los 60 días de estudio (Karanth & Nichols
1998) del 12 de enero al 13 de marzo de 2008,
para cumplir con el supuesto de una población
cerrada (Karanth & Nichols 1998, 2002).
47
Densidad del Jaguar en La Mosquitia Hondureña
confianza del 95% de 4-4 (perfil de intervalo 2,87 km de radio, para un área efectiva de Jaguares
probable 4-5). A partir de las distancias máximas de de 96 km2. Así, la estimación poblacional obtenida
movimientos de los Jaguares identificados, se estimó fue de 4,2 Jaguares/100 km².
una Máxima Distancia Media Recorrida promedio de
Tabla 1. Total de capturas y abundancia relativa de todas las especies de mamíferos capturadas según
familia para el estudio.
Nombre común en Abundancia
Nombre científico Familia Capturas
Honduras Relativa
Panthera onca Felidae Jaguar 15 6,25
Puma concolor Felidae Puma 10 4,17
Leopardus pardalis Felidae Ocelote 20 8,33
Tapirus bairdii Tapiridae Tapir 4 1,67
Tayassu pecari Tayassuidae Pecari 27 11,25
Tayassu tajacu Tayassuidae Quequeo 1 0,42
Mazama americana Cervidae Tilópo 1 0,42
Tamandua mexicana Myrmecophagidae Oso Hormiguero 2 0,83
Eira barbara Mustelidae Cadejo 2 0,83
Cuniculus paca Dasyproctidae Tepezcuintle 7 2,92
Dasyprocta punctata Dasyproctidae Guatuza 171 71,25
Nasua narica Procyonidae Pizotes 2 0,83
Dasypus novemcinctus Dasypodidae Armadillo/Cusuco 22 9,17
Mephitis macroura Mephitidae Zorrillo 1 0,42
Didelphis sp Didelphidae Tacuazín 7 2,92
Peromyscus sp Muridae Rata Silvestre 18 7,5
Según los registros de horas de las fotos obtenidas, especie social dominante dentro de la estructura
los Jaguares muestran actividad a lo largo de las 24 jerárquica de los felinos (Morse 1974, Persson 1985)
horas del día, al igual que los Pumas y Ocelotes por lo cual los Pumas y Ocelotes evitan a los
(Figura 3). Los patrones de actividad muestran una Jaguares. Esta relación espacial entre las especies de
sobreposición temporal amplia entre Jaguares, Pumas felinos capturados en el área, demuestran la
y Ocelotes. Las tres especies son activas día y noche, capacidad de convivencia tolerada probablemente
en donde frecuentan los mismos senderos por la disponibilidad de presas y la oportunidad de
monitoreados por trampas cámara, pero a diferentes captura de las mismas.
horas cada especie y en diferentes estaciones. 6
No de Individuos
5
4 Jaguar
Discusión
3 Puma
Este primer esfuerzo para estimar el número de 2 Ocelote
Jaguares en la región de La Mosquitia es de suma 1
importancia debido a que aporta los primeros datos 0
00:00- 04:00- 08:00- 12:00- 16:00- 20:00-
de densidad de esta especie para el país, lo cual 04:00 08:00 12:00 16:00 20:00 00:00
permitirá sentar la línea base para ser comparada Horas de actividad
con otras regiones de Honduras, así como tomar Figura 3. Gráfico en donde se observa la actividad del
decisiones de manejo y conservación para la especie. Jaguar a lo largo de las 24 horas del día de manera
Cabe mencionar que el área cubierta para el muestro continua y de igual forma el simpatrismo con Pumas y
no es representativa estadísticamente al área total de Ocelotes.
los ecosistemas y la región de La Mosquitia, sin
embargo, si representa una estimación confiable que Es de suma importancia realizar de manera
provee de información base para toda la región. sistemática y sostenible el censo de Jaguares en otros
puntos de la región La Mosquitia, en áreas
La información relacionada con la simpatricidad de intervenidas y no intervenidas, el cual nos permita
las especies corresponde a conducta de comparar poblaciones de la especie. Se requiere
territorialidad y jerarquía entre estas especies antes estudios más específicos de telemetría que generen
reportadas, en donde se asume que el Jaguar es la datos más exactos de rangos hogareños de hembras
48
Portillo-Reyes & Hernández/ RLC Vol. 2 (1): 45 – 50
y machos y sus patrones de conducta. Iniciar un siendo fuertemente reducidas en número y distribución
programa de educación que permita a los por la presión ejercida por dichas actividades
pobladores a convivir con estos grandes felinos e antropogénicas.
incorporarse a su conservación buscando los
beneficios mutuos de contar con Jaguares en esta En términos generales, los resultados del presente
región. Incentivar a la declaratoria de estas áreas estudio indican que aún existen poblaciones de
que aún se encuentran en estados prístinos y con Jaguar en relativo buen estado de conservación,
grandes extensiones territoriales aptos para la estando dentro del rango aproximado en
conservación de los Jaguares y otras especies únicas Mesoamérica (Salom 2005, González-Maya et al.
en la región mesoamericana 2008), lo que además puede indicar que la región
aún soporta poblaciones viables de esta especie y sus
En la actualidad, nuevos frentes de colonización presas. Es de suma importancia continuar estimando
avanzan en la región de La Mosquitia en búsqueda las poblaciones de Jaguar en la región de La
de tierras, especialmente en la región oeste de las Mosquitia hondureña para ir consolidando la base de
Reseravas de la Biosfera del Río Plátano y Tawahka, datos del censo de Jaguares para el país, como base
y el Parque Nacional Patuca, las áreas más fundamental para la conservación de la especies en
impactadas por la intervención humana. Muchas de el “Corazón del Corredor Mesoamericano”.
las especies de mamíferos han sido afectadas y están
Agradecimientos
Agradecemos a la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) por su apoyo y confianza para realizar este estudio, y
especialmente a Leonardo Maffei por sus comentarios y asistencia técnica. De igual manera a Jorge Iván Restrepo (IRBIO/Zamorano)
Luiggi y Kora Loddo, a la familia Green, a Juan Ramón Collart, a Cony Tinoco, AFE-COHDEFOR en Puerto Lempira por su colaboración en
los procesos de gestión dentro del área de estudio. Nuestro agradecimiento a la comunidad de Rus Rus, en especial a la familia
Manzanares por su hospitalidad y respaldo en el trabajo de campo. Al grupo GIBH-BALAM por su colaboración y apoyo en la revisión de
fotografías. Finalmente, a la bióloga María Eugenia Mondragón por la revisión y edición de este manuscrito. A los editores de la RLC por
su apoyo y trabajo en la publicación de esta nota científica.
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Densidad del Jaguar en La Mosquitia Hondureña
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Citar como: Portillo-Reyes H & Hernández J. 2011. Densidad del jaguar (Panthera onca) en Honduras: primer estudio con trampas-
cámara en La Mosquitia hondureña. Revista Latinoamericana de Conservación 2(1): 45-50
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Payán & González-Maya / RLC Vol. 2 (1): 51 – 59
Artículo original
Resumen
La Oncilla hace parte de los llamados tigrillos y es el felino más pequeño en Colombia. Este trabajo presenta el segundo
mapa de distribución de la especie en Colombia, aumentando su rango de presencia y proponiendo inferencias acerca de su
conservación. A partir de análisis descriptivos y de distribución potencial de la especies, se determinó que la especie se
distribuye en la tres cordilleras andinas, en un rango latitudinal de los 7°N a los 1°N y cinco áreas protegidas confirmadas
y 63 esperadas, convirtiendo a Colombia en un bastión para la conservación de la especie. Se estima que a nivel nacional
se mantienen poblaciones de la especie, pero las áreas protegidas no son necesariamente suficientes. Se recomienda
investigar la extensión y conectividad de la presencia en las cordilleras, sus parámetros básicos poblacionales y su
ocurrencia en el Amazonas y la diferenciación entre subespecies. Sólo 16 registros nuevos desde 1970 demuestran la rareza
de este gato, pero también su amplia distribución nacional.
Palabras Clave: Colombia, conservación, distribución, Leopardus tigrinus, Oncilla.
Geographic distribution of the Oncilla (Leopardus tigrinus) in Colombia and conservation implications
Abstract
The Oncilla is part of a group of three species of spotted cats commonly collectively called tigrillos in Spanish, and it’s the
smallest cat in the country. Using descriptive analyses and potential distribution modeling, the resulting distribution of Oncilla
spans through the three Andean mountain chains of Colombia between 7°N and 1°N, includes the five National Protected
Areas with confirmed records and 63 areas where it is expected to occur, making Colombia a stronghold for the conservation
of the species. The results indicate that the species still have minimum viable population at country level, but protected areas
are probably not enough to ensure the long term persistence. Conservation recommendations include the need for Andean
protected area connectivity as a requisite for long term conservation, research on basic ecology, surveys in the Amazon basin
and differentiation of sub-specific realms. These few new reports since 1970, indeed make the Oncilla a rare cat, but still
widely distribution in Colombia.
Key words: Colombia, conservation, distribution, Leopardus tigrinus, Oncilla.
51
Oncilla en Colombia
base, complementado por rayas negras bajando por Apéndice I de CITES, está listada como Vulnerable
el cuello y rosetas negras. La Oncilla hace parte de (VU – A3c) a nivel global por la UICN (Oliveira et al.
un grupo de felinos que colectiva y comúnmente se les 2008, IUCN 2011) y como Vulnerable (VU - A2cd) en
llama tigrillos. Las especies componentes de este Colombia por el Libro Rojo de Mamíferos (Rodríguez-
grupo son, en orden de masa corporal y talla M et al. 2006).
ascendente, el Margay, Tigrillo o Tigre Gallinero
(Leopardus wiedii) y el Ocelote o Tigrillo (Leopardus Los bosques tropicales de los Andes del norte se
pardalis). consideran uno de los ecosistemas con menores niveles
de conocimiento biológico (Stadtmuller 1987) y esto
Es difícil diferenciar estas especies entre sí en el es particularmente cierto para los mamíferos elusivos,
campo, pero con una observación detallada se puede es decir difíciles de estudiar y observar. La difusión
ver la diferencia de la composición, el largo y la del conocimiento de la mastofauna en Colombia ha
disposición del pelo entre la Oncilla y sus dos tenido no pocos obstáculos, uno de los cuales ha sido
congéneres de mayor masa. El pelo de la Oncilla es la unificación de los nombres comunes en español,
lanudo y menos grueso, lo que le ha dado el nombre debido a la ausencia de información y el
de Tigrillo Lanudo, y es claramente diferente al pelo desconocimiento de la diversidad biológica por parte
de los demás felinos colombianos que es liso y del público en general (Rodríguez-Mahecha et al.
orientado hacia atrás. Comparado con el Margay, la 1995). En particular para los tigrillos, dado su
Oncilla tiene ojos y orejas relativamente más grandes pequeño tamaño y similitud morfológica externa,
y el hocico es más corto (Eisenberg & Redford 1999), estos son erróneamente considerados como la misma
adicionalmente los premolares superiores diferencian especie (Rodríguez-Mahecha et al. 1995). Se propone
claramente el cráneo de ésta con el del Margay el uso del nombre Oncilla por ser distintivo, porque no
(Husson 1978). Los Margay tienen una cola que, en se comparte con otros nombres vernáculos del
pie, llega al suelo y hace una curva hacia arriba, por Margay o el Ocelote, por la similitud de la forma
su parte la cola del Ocelote en pie, apenas toca el presente en el país con la subespecie de
suelo con la punta (Emmons 1997). La cola de la Centroamérica (González-Maya & Schipper 2008,
Oncilla tiene una longitud intermedia entre las dos Oliveira et al. 2008) y porque tiene ya gran
especies mencionadas, en 13 especímenes medidos aceptación internacional.
por Redford & Eisenberg (1992) la cola medía el
56% de la longitud de cabeza y cuerpo. El desconocimiento de la ecología en general, y en
especial de la distribución puntual de la especie, hace
La Oncilla se encuentra distribuida desde Costa Rica que cualquier aporte sea muy valioso como
hasta el norte de Argentina (Eisenberg & Redford información base para la primera aproximación hacia
1999, González-Maya & Schipper 2008). Es común una idea del estado de conservación de ésta, y así
que la especie habite en bosques montanos y delinear estrategias de manejo y conservación de una
premontanos, pero existen recientes registros de forma apropiada a la situación del felino más
presencia en la Amazonía y otros ecosistemas de pequeño de Colombia y como base para la
tierras bajas (Eisenberg 1989, Oliveira 2004). En conservación de los ecosistemas y hábitats en los que
Colombia existe conocimiento de la presencia de la se encuentra. Esta necesidad de información básica
especie según Eisenberg (1989), quien elaboró un para la especie ya había sido identificada en el plan
mapa a partir de 11 especímenes en museos de acción de felinos de la UICN (Nowell & Jackson
norteamericanos, y varias listas de ocurrencia 1996). El presente documento presenta los registros
probable de la especie (Cuervo et al. 1986, Alberico disponibles de la Oncilla hasta la fecha, se realiza el
et al. 2000, Alberico & Rojas 2002). Como la primer mapa de presencia para este felino y se
mayoría de los carnívoros, la Oncilla se encuentra discuten sus implicaciones de conservación y manejo
amenazada por la pérdida y degradación del en Colombia.
hábitat y persecución humana por depredación a
animales domésticos, y como todos los felinos
manchados colombianos también se encuentra en el
52
Payán & González-Maya / RLC Vol. 2 (1): 51 – 59
53
Oncilla en Colombia
Figura 1. Registros y distribución geográfica de la Oncilla (Leopardus tigrinus), áreas protegidas y modelo de elevación
digital (con énfasis en áreas superiores a 2.000 msnm) en Colombia (recuadro inserto).
A partir del modelo de distribución potencial se estas áreas cubren en total 63.350 km2, 40.901 km2
estima que el área de distribución actual de la de éstas no se incluyen en la distribución estimada de
especie cubre aproximadamente 196.421 km2 dentro la especie. Del total de AP, 25 se clasifican dentro de
del territorio nacional, incluyendo 62 áreas la categoría II de UICN o Parque Nacional Natural en
protegidas correspondiente a aproximadamente Colombia (19.936 km2), 36 pertenecen a la categoría
22.448 km2 (11,4%) de las cuales cinco cuentan con VI o Reservas Forestales Protectoras Nacionales con
registros confirmados. Se debe resaltar que aunque 2.445 km2 y una a la categoría III, Santuario de
54
Payán & González-Maya / RLC Vol. 2 (1): 51 – 59
Fauna y Flora (66,82 km2). Las áreas protegidas que especie (0,01-0,05 ind/km2; Oliveira et al. 2008), se
cubren la mayor proporción del hábitat potencial de estimaría para el país entre 1.964 y 9.821 individuos
la especie son el PNN Paramillo (2.859 km2) y el PNN de la especie, de los cuales entre 225 y 1.123
El Cocuy (2.296,7 km2) por encima de 2.000 km2 de estarían dentro de AP. Para el caso de las áreas
la distrubución, mientras que los PNN Chiribiquete, protegidas de mayor cobertura (que incluyen más de
Cordillera de los Picachos, Sumapáz, Nevado del 1.000 km2), estas podrían albergar entre 151 y 756
Huila, Sierra de la Macarena, Farallones de Cali y individuos (promedios 16,79 ± 5,94 y 83,95±29,73;
Sierra Nevada de Santa Marta albergan entre 1.000 respectivamente), mientras que aquellas intermedias
y 2.000 km2 de su distribución. Por su parte, los PNN (entre 500 y 1.000 km2) entre 25 y 126 individuos
Las Hermosas, Puracé, Chingaza y Los Nevados (promedios 6,29 ± 6,99 y 31,4 ± 6,99;
contienen áreas entre los 500 y 1.000 km2 de la respectivamente) y las de menor cobertura (menos de
distribución, mientras que las restantes 49 AP 500 km2) entre 47 y 233 individuos (promedios
albergan menos de 500 km2 de la distribución total 0,95±1,17 y 4,76±5,86; respectivamente). En el caso
potencial de la especie. de las áreas confirmadas con registros, el área del
modelo dentro del PNN El Cocuy albergaría entre 23
De acuerdo a los estimativos más gruesos, utilizando y 115 individuos mientras que el PNN Sierra de la
la densidades más conservadoras estimadas para la Macarena entre 13 y 62 individuos.
55
Oncilla en Colombia
reales. Así, se recomienda contar con poblaciones real, se debe partir del principio precautorio de
efectivas de 500 individuos o más para la mantener el mayor número de individuos presentes y
supervivencia a largo plazo (Soule 1980). Los sobre eso priorizar las acciones de conservación de su
Números Efectivos (Ne) de una población son la hábitat y de investigación en requerimientos
cantidad de individuos reproductivamente viables y ecológicos básicos de la especie.
para calcular estos números se debe tener en cuenta
la fluctuación de las poblaciones y el sesgo Lo anterior señala la dirección que debe llevar la
reproductivo, entre otros (Spong et al. 2000). En conservación aplicada: hacia la conectividad. La
general, Ne se considera menor al tamaño actual de conectividad se logra aumentando los tamaños de las
la población (Payán 2001). Cinco estudios han áreas, implementando zonas de amortiguación con
calculado la tasa Ne:N para félidos (Ludlow & resultados de conservación efectivos, creando
Sunquist 1987, Seal & Lacy 1989, Dueck 1990, Smith corredores (biológicos o genéticos), e incluyendo un
& McDougal 1991, Eizirik et al. 2002) y el promedio manejo que contribuya a la conservación de áreas no
corregido es de 0,42, es decir que 42% de la protegidas. Las consecuencias de la conectividad son
población está reproduciéndose efectivamente. En la variadas, pero en el presente contexto aseguraran
estimación general basada en áreas protegidas y poblaciones de Oncillas saludables, con tamaños
observaciones directas, y usando la estimación más apropiados para su viabilidad a largo plazo.
baja y más alta de densidad (0,01 ind/km2 y 0,05
ind/km2), el Ne para el país estará entre 45 y 226 La conservación de especies requiere, además de la
individuos. Por su parte, a nivel de áreas protegidas, identificación de áreas importantes para estas, la
el PNN Serranía de la Macarena contaría con Ne identificación y cuantificación de amenazas hacia su
entre 26 y 132 individuos, mientras que el PNN El permanencia. Los felinos en general están
Cocuy contaría con un Ne entre 13 y 64 individuos. amenazados por la pérdida de hábitat llevada a
cabo por la deforestación, los monocultivos y la
A partir de los estimativos obtenidos por el modelo ganadería; además de la persecución en retaliación
de distribución el país contaría con un Ne entre 825 y por depredación a animales domésticos y por la
4.125 individuos. Así, dentro de las AP se podría competencia en la cacería de presas salvajes con los
albergar un Ne entre 94 y 472 individuos, donde las humanos (Payán & Almeida 2001, Payán 2004). La
áreas que albergan una mayor proporción de la cordillera Oriental, uno de las principales áreas de
distribución potencial podrían albergar un Ne entre distribución de la especie, tiene tan sólo el 49% de la
64 y 317 individuos. Estas estimaciones gruesas cobertura vegetal bien conservada (Armenteras et al.
resaltan dos grandes conclusiones: 1. es fundamental 2003) y el proceso de deforestación continua
evaluar las poblaciones en las principales áreas liderado por la agricultura. En el macizo de
protegidas y definir la extensión real de ocupación en Mamapacha, Boyacá, hay cacería de la especie por
éstas ya que la distribución potencial de la especie retaliación a depredación de aves de corral y es
puede indicar que las poblaciones en áreas precisamente en esta área donde se encuentra una
protegidas están altamente fragmentadas y por ende población confirmada carente de protección efectiva
su permanencia depende de las zonas no protegidas para la especie.
del país; y 2. el tamaño de las AP andinas están en el
límite de tamaño para asegurar la viabilidad a largo La totalidad de los registros encontrados se
plazo para las poblaciones de Oncillas que albergan. encuentran asociados geográficamente a las
montañas de los Andes y están distribuidos en las tres
Es importante recalcar que las diferencias entre los cordilleras colombianas. Los bosques tropicales
dos análisis generales aquí presentados plantea dos montanos de los Andes del norte son actualmente uno
escenarios diferentes para la especie en el país, pero de las prioridades globales de conservación debido a
ambos sombríos. A pesar de no contar con su riqueza biológica y a sus altos niveles de
información directa de la especie, y no tener endemismo (Olson & Dinerstein 1998), pero es
información básica sobre los parámetros preocupante el nivel de intervención humana para
poblacionales, estado del hábitat, y por ende, PMV estas zonas. Etter & Wyngaarden (1993) sugieren
56
Payán & González-Maya / RLC Vol. 2 (1): 51 – 59
que sólo el 27% de la cobertura original de estos parece sustentar la clara diferenciación a nivel de
ecosistemas permanece en Colombia. La alta subespecies con su homóloga amazónica (Oliveira et
densidad poblacional humana de los Andes al. 2008), basado en numerosos registros recientes en
colombianos es una de las razones más importantes esta región (Oliveira 2004), complementando así los
para sustentar la urgente necesidad de manejar y primeros reportes de tierras bajas del río Caquetá
conservar los parches remanentes de bosque montano (Eisenberg 1989), y según evidencia genética reciente
andino con objetivos de conservación (Fandiño & (Eizirik et al. sin publicar). Sin embargo, al parecer la
Ferreira 1998, Armenteras et al. 2003) y para el subespecie predominante en el país es la de alta
mantenimiento de su dinámica ecológica. montaña (L. t. oncilla), por lo que la mayoría de los
registros están asociados a la cordillera de los Andes.
La Oncilla ha sido descrita como una especie de
ocurrencia rara, lo cual se ve claramente reflejado en A nivel de paisaje, se sugiere, que los próximos
los resultados de este estudio, donde existen estudios deberían enfocarse a investigar la
únicamente 16 registros confiables de la especie distribución macro, estimar sus densidades
desde 1970 hasta el presente en Colombia, y poblacionales y afinar el conocimiento en cuanto a la
considerando los reportados por Eisenberg (1989), distribución y posible conectividad de la especie en la
tan sólo 27 registros de la especie en el país. Además cordillera Occidental y Central, donde no hay AP
de su rareza, su similitud con otras especies de tigrillos suficientemente grandes para asegurar una PMV
dificulta su identificación en campo y su diferenciación para la especie. Además, se sugiere evaluar
incluso por habitantes locales. intensivamente la presencia de la especie en la
cuenca amazónica, en otros ecosistemas de tierras
Previamente se creía que esta especie sólo habitaba bajas y al norte y sur de los 7°N y 1°N,
por encima de 1.500 msnm en Colombia (Gray 1867, respectivamente, a la vez que la validación a nivel
Melquist 1984, Alberico et al. 2000, Cuartas & Muñoz subespecífico de las poblaciones de zonas altas y
2003), y aquí se presentan cuatro registros entre bajas. Un mapa de distribución nacional completo es
1.500 y 2.000 msnm. Esta preferencia ecológica de una herramienta base que permite planificar y
la Oncilla por el bosque montano de niebla ya ha desarrollar medidas de manejo y conservación
sido notada anteriormente por Gardner (1971), ajustadas con la realidad de la distribución de la
Koford (1973) y Mondolfi (1986). Sin embargo, ésta especie en el país.
Agradecimientos
Un gran agradecimiento por el apoyo de fondos por parte del IAvH y el Cat Specialist Group/SSC. Agradecimientos
especiales a todos los que proporcionaron información y permitieron trabajar en diversas AP y fincas, especialmente N
Arango, D Rodríguez, A de Lima, E Velasco, C Lora, J Sinisterra y A Chirivi. AE Castillo y Y Muñoz de la colección del Museo
del IAvH por su colaboración. También a A Rodríguez-Bolaños por su ayuda en la revisión más actual de museos. Un fuerte
agradecimiento a JM Díaz, MP Quiceno y A Cepeda por su apoyo en la escritura del manuscrito y a los revisores por sus
aportes. Un agradecimiento a CONACYT México por la beca doctoral de JFGM (255983) y VB Arroyo por su apoyo en los
primeros acercamientos a este trabajo.
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59
Red de conectividad en el Caribe norte de Costa Rica
Artículo original
Resumen
Se analizó el grado de conectividad estructural entre 2.454 nodos de unidades de ecosistema natural de tamaño
equivalente o superior a 5 ha en el Caribe norte de Costa Rica para el 2005. El índice de conectividad integral (IIC) del
paisaje es 0,03 y el índice de probabilidad de conectividad (PC) es 0,14 para una probabilidad de dispersión de 88% con
un umbral de 500 m. Ambos índices indican un porcentaje de conectividad bajo en el paisaje del área de estudio. Los nodos
más importantes están ubicados en la zona fronteriza con Nicaragua y en la zona costera del Caribe. Se resalta la
importancia fundamental del Refugio Nacional de Vida Silvestre Maquenque en relación a todas las demás áreas silvestres
protegidas del área de estudio, ya que provee nodos de conectividad esenciales tanto hacia el sur como hacia el noroeste y
el este.
Palabras Clave: áreas protegidas, conectividad, conservación, Mesoamérica, vacíos de conservación
Abstract
We analyzed the degree of structural connectivity between 2.454 nodes of units of natural ecosystem equivalent or superior
to 5 ha in the northern Caribbean slope of Costa Rica for 2005. The index of integral connectivity (IIC) of the landscape is
0,03, and the index of connectivity probability (PC) is 0,14 for a dispersion probability of 88% with a 500 m threshold. Both
indices indicate a low percentage of connectivity in the landscape of the study area. The most important nodes are located in
the border zone with Nicaragua and on the coastal zone of the Caribbean. We emphasize the fundamental importance of
the Maquenque National Wildlife Refuge in relation to the other protected areas within the study area, since it provides
essential nodes of connectivity towards the south as much towards the northwest and the east.
Key words: conservation, connectivity, conservation gap analysis, Mesoamerica, protected areas.
de los corredores. Las estrategias de conservación corredores desde que apareció el concepto con la
basadas en los corredores consisten en optimizar el popularidad de la teoría de la biogeografía de las
ancho y la variedad de hábitat natural en los islas (McArthur & Wilson 1967) y el postulado de los
eslabones de paisaje para que el espectro entero de corredores como solución al aislamiento en incremento
especies nativas tenga la oportunidad de desplazarse de las áreas silvestres protegidas en la matriz del
entre áreas naturales dentro del paisaje (Noss 1991). paisaje (Beier & Noss 1998). Algunos autores
La conectividad se manifiesta también en las redes de (Simberloff & Cox 1987, Simberloff et al. 1992,
conectividad, las cuales existen o se restablecen entre Hobbs 1992) advierten sobre el costo de la inversión
los fragmentos de ecosistemas que fueron separados en los corredores, así como sobre el potencial riesgo
por factores antropogénicos (Forman & Godron de diseminación de especies exóticas en ecosistemas
1981, Bruinderink et al. 2003), permitiendo el libre naturales (Janzen 1986, Crooks & Suarez 2006) o de
movimiento de los organismos de un fragmento al otro enfermedades que pueden conducir especies a la
(Dobson et al. 1999). La idea subyacente de las redes extinción (Hess 1994, McCallum & Dobson 2006).
ecológicas es la identificación de la diversidad
biológica y de los recursos naturales en el paisaje, La teoría de la conectividad dentro de la ecología
guiados por principios de planificación de del paisaje y la biología de la conservación apunta a
conservación combinada con información sobre las que es probable que los eslabones de conectividad
necesidades de llenar vacíos de conservación para tengan la capacidad de mitigar hasta cierto punto los
preservar comunidades naturales (Hoctor et al. 2000). efectos colaterales del cambio climático sobre las
necesidades de desplazamiento de algunos
La conectividad provee dos funciones fundamentales. organismos en respuesta al aumento de las
En primer lugar permite regular los movimientos de los temperaturas anuales (Noss 1991, Hay 1991, Dobson
organismos, asegurando que las varias subdivisiones et al. 1999, Thomas et al. 2006).
de una población puedan mantener el equilibrio
genético (Soulé 1991, Britten & Baker 2002, Precisamente, el bosque tropical húmedo en el Caribe
Frankham 2006). En segundo lugar, la conectividad norte ha sufrido un fuerte proceso de fragmentación,
facilita la dispersión entre el rango hogareño de las y la conectividad ecológica del paisaje ha sido
especies y sus áreas de migración (Harrison 1992, seriamente reducida (Chassot et al. 2002, Sesnie et al.
Dobson et al. 1999). La conectividad estructural del 2009, Ramos & Finegan 2007, Morse et al. 2009).
paisaje es determinada por la distribución espacial
de los tipos de hábitats, la cual depende de la El objetivo de esta investigación fue el de analizar el
continuidad de hábitats, de la distancia entre los grado de conectividad estructural entre diferentes
elementos del paisaje y del tamaño de las brechas nodos y unidades de ecosistema natural en el Caribe
entre fragmentos (Theobald 2006). La conectividad norte de Costa Rica para el 2005; determinando
de orden conductual se relaciona con la respuesta cuáles de estos cumplen las funciones más importantes
comportamental de las especies frente a la estructura en relación a la conectividad que presentan y la
del paisaje (Benett 2004). La escala y el diseño de importancia e implicaciones que esto significa en
elementos de conectividad dependen de los objetivos términos de la movilidad para las especies de fauna
de manejo y debe de adaptarse a las especies locales.
focales para las cuales se pretende mantener o
restablecer el corredor (De Campos & Finegan 2002). Materiales y métodos
En especial, la definición de un umbral de dispersión
acorde a las necesidades de los organismos tiene Área de estudio
implicaciones importantes y no siempre corresponde El área de estudio abarca una porción importante de
con otros umbrales ecológicos (With 2002). También bosque tropical siempreverde latifoliado y latifoliado
estos dependen de los posibles cambios ecológicos pantanoso (World Bank & CCAD 2001, Vreugdenhill
inducidos por los inciertos impactos del cambio et al. 2002), con varios grados de intervención, así
climático (Pearson 2006, Chester & Hilty 2010). Una como, sistemas agropecuarios en la vertiente del
controversia anima el debate sobre la bondad de los Caribe norte de Costa Rica, con una extensión de
61
Red de conectividad en el Caribe norte de Costa Rica
8.138 km2 (Figura 1). En estos ecosistemas destacan conservación de hábitat (Opdam 2002, Pascual &
los bosques perhúmedos con alta riqueza de especies Saura 2006, Saura & Pascual 2007a). Se calculó la
de árboles, epifitas, palmeras y helechos distancia euclidiana (Urban & Keitt 2001) entre los
arborescentes, y bosques húmedos que reciben una bordes de todos los fragmentos iguales o superiores a
precipitación promedio entre 1.500 y 3.500 mm por 5 hectáreas (N=2.454), aplicando un umbral de
año (Hartshorn 2002, Chassot et al. 2006). dispersión arbitrario de 500 metros (Villard et al.
1999), a partir de una clasificación de cobertura del
suelo obtenida desde una imagen satelital
georeferenciada del 2005 producida por el United
States Landsat Thematic Mapper (Chassot et al.
2010).
62
Chassot et al. / RLC Vol. 2 (1): 60 - 70
norte y sur del paisaje para generar las diferentes 14% que dos animales ubicados en cualquier
rutas de conectividad, seleccionar las rutas principales fragmento de hábitat dentro del paisaje, con la
e identificar las áreas críticas de conectividad. capacidad de dispersarse en distancias iguales o
inferiores a 500 metros, puedan encontrarse. Por otra
Resultados parte, el cálculo del valor de Delta (dI) de cada
fragmento - derivado del análisis de conectividad -
Índices de conectividad permite priorizar los fragmentos más importantes en
En total se integraron 2.454 nodos de unidades de términos de conectividad global (Rae et al. 2007).
ecosistema natural de tamaño equivalente o superior Estos son los elementos más relevantes del paisaje en
a 5 ha para el 2005. Estos nodos generaron a su vez el mantenimiento de la conectividad, es decir los
un total de 3.827 conexiones. El índice de elementos cuya ausencia tiene impactos sobre la
conectividad integral (IIC) del paisaje es 0,03, y el conectividad entre fragmentos grandes de cobertura
índice de probabilidad de conectividad (PC) es 0,14 natural y sobre la calidad global del conjunto de
para una probabilidad de dispersión de 88% con un fragmentos de hábitat; por lo tanto, ofrecen una
umbral de 500 m. Ambos índices indican un representación espacial para la priorización de
porcentaje de conectividad bajo en el paisaje del acciones de manejo orientadas al mejoramiento de la
área de estudio (Moilanen & Hanski 2001). En este calidad del hábitat en el paisaje (Figura 2).
caso, el PC indica que existe una probabilidad del
Figura 2. Priorización de los nodos para el mantenimiento de la conectividad estructural del paisaje (dIIC– valores más altos
indican mayor priorización).
La importancia de un nodo específico refleja en 2006). Además, los nodos de mayor extensión
general las características intrínsecas del hábitat (en podrían mantener las fuentes internas de
este caso el área), y la posición topológica dentro de recolonización (Fahrig & Merriam 1994), y mantener
la red paisajística (por ejemplo, un nodo cumpliendo poblaciones grandes (Pickett & Thompson 1978).
la función de eslabón). Los nodos con los valores de
Delta (dIIC) más altos son los que revisten la mayor Los nodos de conectividad más importantes del
importancia para la conectividad entre fragmentos y paisaje corresponden a las áreas de mayor cobertura
dentro de los mismos fragmentos (Pascual & Saura boscosa y están ubicados en la porción oriental del
63
Red de conectividad en el Caribe norte de Costa Rica
Refugio Nacional de Vida Silvestre (RNVS) conectividad se encuentran entre las áreas silvestres
Maquenque, así como en el sector occidental del protegidas colindantes con el río San Juan y en la
mismo refugio y en la zona costera del Parque costa caribeña (Figura 3).
Nacional (PN) Tortuguero y del RNVS Barra del
Colorado. En general, los nodos de conectividad de El RNVSM Maquenque provee rutas de conectividad
mayor importancia (mediana, alta y muy alta) están hacia el noroeste, hacia el este y hacia el sur. En este
adecuadamente representados en el sistema de áreas sentido, la ubicación de Maquenque es estratégica en
protegidas (50,2%), a excepción de algunos sectores el contexto del paisaje. Se identificaron 18 áreas
al noroeste del RNVS Maquenque en la zona de críticas para la conectividad estructural sobre la base
Tiricias-Crucitas (distritos de Pocosol e Infiernito), al de los nodos o enlaces de mayor importancia
suroeste del RNVS Maquenque en la zona de San estructural dentro del área de estudio.
Marcos-Almendros-Castelmare (distrito de Cutris), al
sur del RNVS Maquenque entre las comunidades de De las 18 áreas críticas de conectividad, diez tienen
Sahino y Quebrada Grande (distrito de Tres Amigos), el potencial de mantener y fortalecer las rutas de
en otro sector un poco más al sur del RNVS conectividad entre el RNVSM Maquenque y el RNVS
Maquenque, en la ribera sur del río Toro, en un sector Barra del Colorado, en zonas de uso agropecuario
que se extiende entre las comunidades de Pangola y con muy baja densidad demográfica y suelos
Sardinal (distrito de río Cuarto), y al sur del PN pantanosos poco aptos para actividades productivas.
Tortuguero. El RNVS Corredor Fronterizo juega un Entre el RNVSM Maquenque y el PN Braulio Carrillo,
papel preponderante en el mantenimiento de la cuatro áreas críticas están ubicadas en el eje norte-
conectividad estructural. Se observa cómo los nodos sur, en zonas de uso agropecuario y sujetas al avance
más importantes están ubicados en la zona fronteriza de monocultivos intensivos (piña principalmente) en las
con Nicaragua y en toda la zona costera del Caribe. riberas de los ríos Toro, Sardinal y Sarapiquí, que
Por su orientación latitudinal, estos ofrecen la atraviesan el eje hacia el rumbo noreste. Finalmente,
capacidad de interceptar los corredores migratorios tres áreas críticas están ubicadas en el curso del río
de fauna norte-sur y de mantener los procesos de San Carlos, entre los dos bloques de conservación del
recolonización de los fragmentos de ecosistemas RNVSM Maquenque. Finalmente, un área crítica
naturales (Gutzwiller & Anderson 1992, Freemark et permite extender la conectividad entre el bloque
al. 2002). Se nota la importancia relativamente menor occidental de Maquenque y la zona de Coopevega
de la Zona Protectora La Selva y del PN Braulio al oeste.
Carillo (debido a su ubicación periférica al área de
estudio en elevaciones superiores), así como del sector La identificación de las rutas de conectividad y de las
occidental del RNVS Barra del Colorado en el áreas críticas de conectividad en el paisaje del área
mantenimiento de la conectividad estructural de las de estudio es congruente con seis de las siete áreas
unidades de ecosistema de las planicies del Caribe críticas que identificó Ramos (2004) en el territorio
norte. Finalmente, se resalta la importancia del Corredor Biológico San Juan-La Selva. De las 18
fundamental del RNVS Maquenque en relación a áreas críticas de conectividad, trece se encuentran en
todas las demás áreas silvestres protegidas, ya que el trayecto de cursos de agua importantes tales como
provee nodos de conectividad esenciales tanto hacia los ríos San Carlos, Toro Amarillo, Sarapiquí y
el sur como hacia el noroeste y el este. Sardinal, lo que indica un alto potencial para
implementar proyectos de restauración ecológica y
Red de conectividad estructural de protección de la vegetación ribereña. La zona
El análisis de las diferentes rutas de conectividad entre los refugios nacionales Maquenque y Barra del
originadas en los puntos geográficos extremos de los Colorado constituye un lugar de importancia
cinco nodos prioritarios para el mantenimiento de la estratégica para el mantenimiento y restablecimiento
conectividad estructural del paisaje durante el 2005, de la conectividad estructural del paisaje.
indica que la mayor parte de las propuestas de
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Chassot et al. / RLC Vol. 2 (1): 60 - 70
Figura 3. Rutas prioritarias de conectividad del paisaje para la zona norte de Costa Rica.
65
Red de conectividad en el Caribe norte de Costa Rica
prueba los procesos de sucesión ecológica, aunque se vientos (Harvey et al. 2004, Harvey & Chacón 2008,
reconozca vacíos importantes de información en el Harvey et al. 2008a) son sitios ideales para
manejo del paisaje en relación a los procesos y implementar proyectos de restauración ecológica
patrones ecológicos (Knight & Landres 2002). La combinados con la aplicación de Pagos por Servicios
restauración ecológica desempeña un papel Ambientales (PSA) en la modalidad de reforestación
importante, no solamente como una técnica de o sistemas agrosilvopastoriles.
recuperación de comunidades naturales, sino como un
método de investigación básica en ecología. La De la misma manera, especial atención podrá darse a
práctica de la restauración ecológica es un elemento la rehabilitación de los corredores ribereños o
clave de la conservación de la biodiversidad y las corredores fluviales. Los sistemas fluvioribereños están
culturas, puede ser el motor de desarrollo de una íntima y directamente relacionados con el ambiente
política socioeconómica respetuosa con el medio terrestre (Peterjohn & Correll 1984, Talley et al.
ambiente y contribuir a crear una cultura de 2006) y gozan de la interfase líquido-sólido,
colaboración entre comunidades, organizaciones y característica de las zonas más productivas de los
países. Existe una oportunidad de contribuir a la ecosistemas (Doppelt et al. 1993, Pringle 2006). La
restauración ecológica del paisaje mediante la vegetación de la ribera es un componente crítico de
siembra de especies forestales nativas en los espacios una cuenca, porque provee más del 95% de los
de terreno desprovistos de cobertura forestal (Hobbs nutrimentos que llegan a la red alimentaria de un río
1993), especialmente en las zonas de conexión crítica y a la carga de agua epirreica (epicontinental) e
como es el caso en el Corredor Biológico Fronterizo, hiporreica (corriente subterránea litoral). Aún bajo
en la orilla sur del río San Juan (Guindon & Palminteri condiciones extremas, de períodos extensos de clima
1996). Un proyecto de restauración ecológica de seco, estos corredores siempre mantienen una
mediana escala podría contribuir al desarrollo vegetación próspera. Se presentan como sistemas de
sostenible del área, mientras se restauran porciones gran valor para el resto del ambiente circundante
de fincas que sus dueños no explotan en este (Laurance 2004, Mata & Quevedo 2005). Es
momento y la implementación del proyecto se realice fundamental regular estrictamente cualquier variación
en conjunto con los propietarios y las comunidades que se quiera efectuar sobre el flujo normal de los
aledañas (Harvey et al. 2008b). Áreas de potrero y caños y arroyos o quebradas en el área de estudio
potreros arbolados en la matriz (Dunn 2000, Manning (Chassot et al. 2006).
et al. 2006), con cercas vivas y barreras rompe-
Agradecimientos
Esta investigación forma parte de una tesis doctoral del programa de Doctorado en Ciencias Naturales para el Desarrollo,
de la Universidad Nacional de Costa Rica / Instituto Tecnológico de Costa Rica / Universidad Nacional Estatal a Distancia /
Universidad Autónoma Chapingo / Universidad Nacional Autónoma de México / Universidad Nacional Autónoma de
Nicaragua, con el apoyo financiero e institucional del Centro Científico Tropical. Agradecemos a Vladimir Jiménez del
Centro Científico Tropical por el apoyo en SIG, así como a Adriana Baltodano y Juan Carlos Zamora del CATIE por el
apoyo técnico en la identificación de las rutas de conectividad.
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Capítulo de libro
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Book Chapter
Rodríguez M. 2002. Caiman crocodilus fuscus; pp.
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