VIGILIA DE PENTECOSTÉS 2020 Pandemia
VIGILIA DE PENTECOSTÉS 2020 Pandemia
VIGILIA DE PENTECOSTÉS 2020 Pandemia
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
SOLEMINIDAD
Misa de la Vigilia
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VIGILIA DE PENTECOSTÉS
PRESENTACIÓN
Preparada con los textos litúrgicos alusivos al Espíritu Santo en los días después de la
Ascensión, más en la Liturgia de las Horas que en el Misal Romano y en el Leccionario y dotada
de una vigilia especial, la solemnidad de Pentecostés reviste en la liturgia un notable esplendor. A
ello contribuyen los textos eucológicos y la riqueza de las lecturas de la palabra de Dios.
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DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Solemnidad
MISA DE LA VIGILIA
MONICIÓN ANTES DE INICIAR LA CELEBRACIÓN.
“Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en lo alto
de un cerro; ni se enciende una vela para meterla debajo de la olla, sino para ponerla en el
candelero y que brille para todos los de la casa. Empiece así a brillar la luz de ustedes ante
los hombres; que vean el bien que hacen ustedes y glorifiquen a su Padre del cielo” (Mt 5,
14-16).
La Iglesia de Dios que peregrina en esta Diócesis de San Juan de los Lagos, ve
dirigidas a sí, con particular fuerza y urgencia, estas palabras del Señor. Empeñada, desde
hace varios años, en la labor pastoral organizada para responder al llamado del Evangelio
por un camino de constante conversión que la purifique y la haga limpia luz de Cristo
para todos. Se siente llamada a ser plenamente lo que ya es.
Nuestra comunidad parroquial unida a su Señor, unida en una misma fe, en un sólo
bautismo y en un sólo Dios y Padre a toda la Iglesia, quiere aguardar en vigilante espera
en esta noche el Don del Resucitado a su pueblo, el don del Espíritu Santo, que desde el
Padre nos enviará. Que nuestra oración y nuestra alabanza nos dispongan a recibirlo.
RITOS INICIALES
Se entona el canto de entrada.
Saludo
V. El Espíritu del Señor llena toda la tierra, Dios ha derramado su amor en nuestros
corazones. Hermanos en este domingo de Pentecostés, que la paz de Jesucristo resucitado
esté con todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.
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MONICIÓN DEL PRESIDENTE
Queridos hermanos y hermanas: saludo a todos ustedes que se unen a esta
celebración desde está plataforma digital para celebrar la vigilia de Pentecostés, para dar
gracias al Padre, origen de todo bien, que en Cristo ha hecho de nosotros un solo pueblo.
También hoy tenemos necesidad de la efusión del Espíritu Santo, por ello vamos a
renovar la consagración de nuestra a comunidad al Espíritu Santo, para que con el soplo
de su vida fecunde nuestros esfuerzos humanos y haga nuestros corazones disponibles y
generosos para comprometernos cada día más en el seguimiento de Cristo Jesús.
Acto penitencial
LITURGIA DE LA PALABRA
A continuación, el sacerdote introduce la liturgia de la palabra con la monición que propone el Misal
Romano.
Luego sigue la proclamación de todas las lecturas propuesta por el Leccionario como optativas.
MONICIÓN
Nos preparamos para la liturgia de la palabra, que le da sentido a esta Vigilia.
Así como en la noche de Pascua recordábamos la primera Pascua de los judíos
culminada en Cristo, ahora la Iglesia contempla la obra de Cristo, por medio de
su Espíritu que se dona plenamente a los bautizados. Gozosos escuchemos las
maravillas que ha hecho el Señor.
PRIMERA LECTURA
Lectura: Gn 11, 1-9.
Sal 32: Dichoso el pueblo que Dios escogió por suyo. Aleluya.
OREMOS
Te rogamos, Dios todopoderoso, que tu Iglesia siempre sea un pueblo santo, reunido en la
unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, para que así pueda mostrar al mundo el
misterio de tu santidad y de tu unidad y conducirlo a la perfección de tu amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
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SEGUNDA LECTURA
Lectura: Ex 19, 3-8. 16-20.
OREMOS
Dios nuestro, que en el monte Sinaí, en el resplandor del fuego diste a Moisés la ley
antigua, y que, en el día de hoy, con el fuego del Espíritu Santo, manifestaste la Nueva
Alianza, haz que nuestros corazones ardan con aquel Espíritu que infundiste de modo
admirable en los Apóstoles, y que el nuevo Israel, reunido de entre todos los pueblos,
reciba con alegría el mandamiento eterno de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
TERCERA LECTURA
Lectura: Ez 37, 1-14.
Sal 106, 2-3.4-5.6-7.8-9: Demos gracias al Señor, porque su misericordia es eterna. Aleluya.
OREMOS
Señor, Dios todopoderoso, que restauras al hombre caído y, una vez restaurado, lo
conservas, aumenta el número de los que son renovados por tu acción santificadora y haz
que todos los que reciben la purificación bautismal sean guiados siempre por tu
inspiración. Por Jesucristo nuestro señor.
R. Amén.
CUARTA LECTURA
Lectura: Jl 3,1-5.
Sal 103 1-2ª.24 y 25c, 27-28,29bc-30: Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.
OREMOS
Cumple, Señor, tu promesa y envíanos tu Espíritu Santo, para que podamos dar
testimonio ante el mundo, con nuestra vida, del Evangelio de Jesucristo, nuestro Señor.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
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ORACIÓN COLECTA
OREMOS
MONICIÓN
El apóstol S. Pablo nos está recordando que el Espíritu es el que mantiene la
unidad en medio de la diversidad que existe dentro de la comunidad eclesial.
El Espíritu es el mismo en todos y es el que mantiene el proyecto de unidad de
Dios manifestado en su Hijo Jesucristo.
QUINTA LECTURA
Lectura: Rom 8, 22-27
SECUENCIA
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO
Aleluya, aleluya.
EVANGELIO: Jn 7, 37-39
HOMILÍA
MONICIÓN
La solemnidad de Pentecostés renueva en toda la Iglesia el acontecimiento de
la efusión del Espíritu Santo. Renovaremos ahora la memoria de este don
pentecostal que hemos recibido en el sacramento de la confirmación.
A las invocaciones del presidente se responde “Envía Señor tu Espíritu que renueve la faz de la
tierra”, después confirmaremos con el Símbolo de los apóstoles la profesión de nuestra fe.
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PRESIDENTE
Hermanos y hermanas, en la Noche Santa de Pascua hemos renovado las promesas
bautismales. En esta vigilia de Pentecostés, recordamos el sacramento de la confirmación,
invocando el don del Espíritu para que confirme en todos nosotros el don y empeño de la
comunión y de la misión.
PRESIDENTE
Espíritu increado, fuerza primordial del universo, presencia santificadora de la Iglesia,
reaviva en nosotros los dones del bautismo y de la confirmación.
La asamblea responde:
“Envía Señor tu Espíritu que renueve la faz de la tierra”.
PRESIDENTE
Espíritu del Padre y del Hijo que descendiste sobre la Virgen, dando a los apóstoles,
anima a la Iglesia con el consuelo de tus siete sagrados dones.
La asamblea responde:
“Envía Señor tu Espíritu que renueve la faz de la tierra”.
MONICIÓN
Y ahora, después de haber invocado la presencia del Espíritu Santo, vamos a
consagrarnos a Él, para que nos llene de sus dones y nos ayude a dar fruto en
nuestra vida cristiana
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RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES
PRESIDENTE
V. ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro, que nació de santa María
Virgen, padeció, fue sepultado, ¿resucitó de entre los muertos y está sentado a la
derecha del Padre?
R. Sí, creo.
TODOS:
Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar, en
Jesucristo nuestro señor. Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos ahora al Espíritu Santo, el Padre de los pobres, el don de vida que fecunda
nuestra existencia y renueva el camino de la humanidad.
Escucha Señor nuestra oración, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la
llama de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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LITURGIA EUCARÍSTICA
PREFACIO DE PENTECOSTÉS
RITO DE LA COMUNIÓN
“TE DEUM”
MONICIÓN
El Te Deum es un himno antiguo probablemente es del siglo V que rezamos
con frecuencia en la Liturgia de las Horas y también se entona como acción de
gracias en ocasiones solemnes de la Iglesia, es por eso que en la Vigilia de esta
fiesta de Pentecostés se proclamará (o se entonará) solemnemente.
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Salva a tu pueblo, Señor, Dígnate, Señor, en este día
y bendice tu heredad. guardarnos del pecado.
Sé su pastor Ten piedad de nosotros, Señor,
y ensálzalo eternamente. ten piedad de nosotros.
RITOS CONCLUSIVOS
MONICIÓN
María Santísima, nuestra Madre, resplandece frente a nuestros ojos como
modelo de oración en el Cenáculo en espera del don del Espíritu y como
estrella de la nueva evangelización. Como Iglesia de Jesucristo expresémosle
nuestro amor de hijos.
O bien:
Canto final.
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