Pensamiento Humano
Pensamiento Humano
Pensamiento Humano
EL PENSAMIENTO HUMANO
1.4.2 la atención.
1.5 La memoria
Esto último significa que los pensamientos siempre están “teñidos” por la
emocionalidad, no son ajenos a los sentimientos y las emociones, viéndose influidos
por ellos.
El concepto supone asociar una sola respuesta (palabra o acción) con diversos
estímulos (objetos o acontecimientos). Por ejemplo, el concepto perro, debe
aplicarse a muchos animales que varían en tamaño, color o forma del pelaje.
Los juicios suponen el establecimiento de una relación entre dos o más conceptos,
de este juicio se pueden deducir nuevos conceptos o nuevos juicios.
¿Qué es el pensamiento?
Menciona Pestalozzi (citado por Paul y Elder, 2005, p. 8) que “el pensamiento dirige
al hombre hacia el conocimiento. Puede ver, oír, leer y aprender lo que desee y
tanto cuanto desee; nunca sabrá nada de ello, excepto por aquello sobre lo cual
haya reflexionado; sobre aquello que, por haberlo pensado, lo ha hecho propiedad
de su propia mente”.
El concepto pensamiento tiene gran variedad de acepciones, según el campo de
estudio desde el cual se analice. De manera general, se refiere a todo lo que pasa
por nuestra mente en algún momento, ya sean recuerdos, ensoñaciones,
conjeturas, productos racionales del intelecto o los generados por nuestra
imaginación, lo que convierte al pensamiento en una actividad inherente a la mente
humana.
John Dewey (1859-1952), filósofo estadounidense, afirmó la existencia
del pensamiento reflexivo, el cual permite la organización de las ideas para llegar a
la solución de problemas o situaciones; es decir, este tipo de pensamiento siempre
está enfocado en un propósito y en la consecución de una meta.
Desde la perspectiva de la psicología, el pensamiento es un término relacionado
con la resolución de problemas, específicamente basado en la teoría del
aprendizaje; sostiene que ha de ser concebido como pieza fundamental en el
proceso por el cual un organismo se adapta a su entorno. Bolton (1976) rescata la
función primordial del pensamiento como capacidad mental en el día a día de los
individuos.
Nuestro pensamiento es una actividad mental que inevitablemente utiliza la
experiencia, la reflexión y la experimentación para brindarnos una respuesta a los
problemas que enfrentemos. El sujeto debe adquirir, a lo largo de su desarrollo, una
serie de reglas para poder llegar a la resolución de éstos. Ello involucra una
conformación social del pensamiento, pues es la convivencia con los otros lo que
permite que el nuevo individuo aprenda las pautas que le permitirán generar la
solución a futuros conceptos. Podemos deducir que aunque el pensamiento es un
proceso que involucra una capacidad mental propia, también se nutre de la
convivencia de los otros y la observación de los similares.
[Pensamiento y expresión] [imagen].
Operaciones mentales y habilidades cognitivas
Ahora revisaremos cómo el desarrollo del pensamiento se encuentra directamente
relacionado con nuestras operaciones mentales. Distintos autores han estudiado al
respecto. Algunos de ellos son Piaget y Inhelder (citados por Cisneros, Olave y
Rojas, 2013, p. 300) que mencionan que una operación mental es “la acción
interiorizada que modifica el objeto del conocimiento y que se va construyendo y
agrupando de un modo coherente en el intercambio constante entre pensamiento y
acción exterior”.
Reuven (citado por Cisneros, Olave y Rojas, 2013, p. 300) es otro autor que aborda
el tema y nos dice que las operaciones mentales son “el conjunto de acciones
interiorizadas, organizadas y coordinadas, en función de las cuales llevamos a cabo
la elaboración de la información que recibimos”. Menciona las siguientes:
Pulsa en las áreas que se marcan como sensibles para visualizar la información.
Con ello podemos afirmar que cada una de las actividades cognitivas que llevamos
a cabo en nuestro interior se realiza en función de una operación mental, la cual se
apoya en los procesos cognitivos que nos ayudan a incorporar nuevos
conocimientos.
Procesos cognitivos
Pulsa en las áreas que se marcan como sensibles para visualizar la información.
Los procesos cognitivos son transversales a las operaciones mentales; es decir, se
ponen en acción cuando éstas se activan para reconocer, organizar, clasificar y
analizar información.
Las operaciones mentales unidas de un modo coherente se organizan en
estructuras cognitivas o de conocimiento y representan la estructura mental de una
persona.
Por otro lado, las habilidades cognitivas son el conjunto de operaciones mentales
que tienen por objetivo integrar a la estructura cognitiva de la persona la información
adquirida a través de los sentidos e integrar una estructura de conocimiento.
Hartman y Sternberg (citado por Herrera, 2008) nos dicen que estas habilidades son
las obreras del conocimiento; son numerosas, variadas y de gran utilidad, a la hora
de trabajar en las distintas áreas de éste.
No existe un consenso sobre una clasificación de las habilidades cognitivas, pero
generalmente se retoma la siguiente: