Romero, D. 2013a-El Análisis Lingüístico en El Estructuralismo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

El análisis lingüístico en el estructuralismo

Daniel Romero
(En Pascual y Romero eds., 2013)

El Curso de Lingüística General estableció los fundamentos metodológicos para el análisis formal
de la estructura de una lengua. En el Curso se propone que los elementos lingüísticos pueden
establecer dos tipos de relaciones:
-Sintagmáticas, relaciones en presencia basadas en la linealidad del significante; un elemento lue-
go de otro en una relación sucesiva que no admite la superposición. Valen como ejemplo cualquier
oración o la estructura de una palabra compleja.
(1) El viento soplaba con fuerza.
(2) Des-alent-a-ban.
-Asociativas o paradigmáticas, en ausencia, fundadas en el valor lingüístico, un signo se opone a
otro por sus rasgos diferenciales, tanto los del significado como los del significante.
(3) Asumir – resumir – consumir
(4) Crepúsculo – aurora.
A las relaciones sintagmáticas y asociativas se les suman dos propiedades que definen a las len-
guas naturales, que están formadas por unidades discretas, separables, y que estas unidades se
articulan en dos niveles, la primera articulación es la de las unidades significativas, oraciones y
palabras, la segunda de las unidades distintivas, los sonidos, que no tienen significado por sí mis-
mos pero lo distinguen.
Con estos conceptos los investigadores formularon el método distribucional, un procedimiento
que permite delimitar elementos mediante la determinación de las relaciones que establecen en-
tre sí. Quienes más contribuyeron al desarrollo de esta metodología fueron los lingüistas estadou-
nidenses cuando describieron las lenguas de los pueblos nativos de América del Norte, aunque la
mejor exposición del método distribucional se encuentra en el artículo “Los niveles de análisis
lingüístico” expuesto por Émile Benveniste en 1962. 1

El método distribucional
Un lingüista estructuralista comienza reuniendo un corpus, un conjunto suficientemente amplio de
expresiones de la lengua que quiere describir. Trabaja con uno o varios informantes, hablantes
nativos de la lengua que se investiga; los informantes proporcionan el corpus y sirven como con-
trol de las modificaciones que introduce el lingüista en las expresiones, es decir, juzgan la buena o
mala formación.
El método utiliza dos operaciones, segmentación, fundamentada en las relaciones sintagmáticas, y
sustitución, fundamentada en las relaciones paradigmáticas.

1
Presentado en el 9th. International Congress of Linguists en 1962 en Cambridge, Mass., publicado en 1964
en Proceedings of the 9th International Congress of Linguists, 1964, Mouton & Co.
Tomaremos como ejemplo un corpus reducido de oraciones del papiamento 2, asumiendo que ya
se ha establecido el subsistema fonológico de la lengua.
a. /miabinikas/ Vine a casa
b. /mitabinikas/ Vengo a casa
c. /miabaikas/ Fui a casa
d. /mitabaikas/ Voy a casa
e. /boabinikas / Viniste a casa
f. /botabaikas / Fuiste a casa
Una primera segmentación permite aislar las siguientes unidades:
/mi/ - /bo/ - /ta/ - /a/ - /bini/ - /bai/ - /kas/
Se toman entonces otras expresiones del corpus y se sustituyen algunas de las unidades aisladas
por otras. Supongamos que el corpus contiene también:
g. /mitaskirbikarta/ Escribo cartas
El investigador propone las siguientes sustituciones y confronta con los informantes si son legíti-
mas y si producen diferencias de significado y obtiene las siguientes respuestas:
h. /botaskirbikarta/ Escribes cartas
i. /miaskirbikarta/ Escribí cartas
j. */miboskirbikarta/ mal formada
k. */ataskirbikarta/ mal formada
Consiguió aislar los siguientes constituyentes y determinar provisoriamente algunos de sus rasgos:
/mi/ flexión de 1ra. Persona o pronombre personal de 1ra. Persona
/bo/ flexión de 2da. Persona o pronombre personal de 2da. Persona
/ta/ flexión de tiempo presente.
/a/ flexión de tiempo pasado
/bibi/ Verbo “venir”
/bai/ Verbo “ir”
/kas/ Sustantivo “casa, hogar”
Además, el análisis de estos pocos datos permite formular algunas hipótesis que se utilizan en las
siguientes etapas del análisis, por ejemplo:
i) Las flexiones verbales son prefijos.
ii) El orden sintáctico predominante es S-V-O
iii) Si /mi/ y /bo/ son pronombres es una lengua de sujeto expreso.
La ejemplificación anterior muestra cómo funciona el método distribucional. Es un procedimiento
inductivo, que determina las unidades en base a los contextos en que pueden aparecer. La seg-
mentación da la forma y la sustitución la clase y función de cada elemento. Cada nivel de análisis
actúa como un operador, una unidad se discrimina solo cuando es posible integrarla en un nivel
superior. Cada unidad discreta entra en dos formas de relación, en relación distribucional, con
unidades de su mismo nivel, y en relación integrativa, con las de un nivel diferente. Es necesario
destacar que en ningún momento del análisis se recurre al significado, los informantes solo res-

2
El papiamento es una lengua criolla hablada actualmente en Curazao, Aruba y la isla Bonaire, ex -colonias
holandesas.
ponden si una secuencia tiene significado o no, o si una sustitución produce o no diferencia de
significado, nunca se solicita una explicitación de qué significa una unidad en particular.
Los niveles de análisis y sus respectivas unidades son entonces los siguientes, con ejemplos del
español:
Fonológico fonemas /p/, /a/, /n/, /s/
Morfológico morfemas /in-/, /-s/, /sol/, /-ad/, /-o/, /tanx/, /-ble/, /-mos/
Léxico palabras insolados, buenos, intangibles, amamos.
Sintáctico oraciones Los niños están insolados. Leemos buenos libros.

Los límites de la metodología


Cabe en este punto la pregunta de si los mencionados son los únicos niveles posibles, pregunta
que más específicamente puede dividirse en dos: a) ¿es el fonema la unidad mínima de análisis? b)
¿es la oración la unidad mayor? Procederemos a responderlas por separado.
Fonemas
Supongamos que estamos investigando el subsistema fonológico del español e iniciamos el análisis
con tres expresiones, [bala], [mala], [pala]. Cualquier informante diría que se trata de palabras
diferentes porque tienen distinto significado. Concluiremos entonces en que la primera unidad de
cada expresión es un fonema, unidad distintiva: /b/, /m/, /p/. Esto es correcto, pero podríamos
preguntarnos en qué se diferencian estas unidades entre sí, más precisamente, ya conocemos su
clase y función porque pueden integrarse a una unidad del nivel superior, pero carecemos de una
justificación de su forma, las razones de su distribución en su propio nivel. Hemos aplicado la susti-
tución, pero sin segmentación previa.
Se identifican unidades cuando se las puede sustituir, pero para sustituir no siempre es necesario
segmentar. La necesidad de clasificar elementos lingüísticos con suficiente exhaustividad llevó a
los investigadores a analizar los fonemas como haces de rasgos distintivos3. Un rasgo distintivo es
una característica de un fonema que lo hace diferente de otro, pero no puede aislarse. Las prime-
ras clasificaciones de rasgos distintivos tomaron en cuenta rasgos referidos al aparato fonador, es
decir, qué órganos intervienen en su producción y de qué manera estos órganos se disponen para
producir un sonido.

3
Benveniste propuso el término merisma, y en consecuencia un nivel merismático, pero tal proposición
nunca fue aceptada.
Si nos basamos en la ilustración, podemos inferir que /b/, /m/ y /p/ son oclusivos y bilabiales, se
emiten mediante un cierre completo de los labios; /b/ y /m/ se diferencian de /p/ porque en los
primeros vibran las cuerdas vocales, son sonoros, mientras que /p/ es sordo. Finalmente, /m/ es
un sonido nasal, en su pronunciación el velo del paladar permite el paso del aire hacia la cavidad
nasal, /b/ y /p/ son orales, el velo del paladar se levanta y la cavidad de resonancia es menor4.
Para una mejor comprensión, supongamos que tomamos las expresiones [sala] y [tala]. Ambas son
dento-alveolares, el ápice de la lengua se dirige a los alvéolos y dientes superiores, /t/ es un sonido
oclusivo porque la lengua se apoya e impide el paso del aire, /s/ es fricativo, los órganos no se
ponen en contacto y pasa el aire dando al sonido otra cualidad5.
Para mayor claridad abajo se incluye el subsistema fonológico de las consonantes del español.

4
Es un diferencia similar a la un violín y un contrabajo, la cavidad de resonancia más pequeña del violín hace
su sonido más agudo; lo mismo se aplica a los saxofones, cuyo tamaño se equipara con un sonido más grave
o agudo, de mayor a menor, barítono, tenor, alto y soprano.
5 Hay propuestas de formular los rasgos distintivos en términos acústicos, de acuerdo a las propiedades del
sonido y no a la manera en que se emite, por ejemplo, Jakobson R., G. Fant & M. Halle (1963). En Chomsky,
N. y M. Halle (1968) se vuelve a los rasgos articulatorios con el argumento de que dependen de característi-
cas anatómicas del aparato fonador, y esto los hace “físicamente controlables”.
De lo anterior inferimos que si bien en el nivel fonólogico encontramos unidades segmentables y
sustituibles, los fonemas, que están integradas por elementos que pueden sustituirse pero no
segmentarse, por lo tanto el nivel inferior al que llega el distribucionalismo es el fonológico.
La oración
Los niveles de análisis contienen unidades que se combinan para formar unidades del nivel inme-
diatamente superior. Cada nivel contiene un número finito de elementos que permite formar un
número mayor de elementos del nivel superior.
Por ejemplo, el español tiene diecisiete fonemas consonánticos y cinco vocálicos en la mayoría de
los dialectos6, lo cual forma un número mayor de morfemas también finito. Las combinaciones
posibles están restringidas, en este caso, por restricciones impuestas por los órganos del aparato
fonador, no hay lengua que tenga secuencias como */ptkg/ o */nkbb/, sin un sonido vocálico o
semivocálico es impronunciable.
En la morfología las posibles combinaciones de morfemas en palabras pueden obedecer a restric-
ciones fonológicas como el plural, que puede ser en /-s/ o /-es/, según la raíz termine vocal en o
consonante, como casa-s frente a árbol-es7, o a principios estrictamente gramaticales, es decir
dependientes de la función y el significado de los morfemas; pueden derivarse sustantivos de raí-
ces verbales mediante los morfemas /-ción/ y /-miento/, lo cual da las siguientes palabras:
conoci-miento pari-ción
estreñi-miento construc-ción

6
La fricativa interdental sorda /θ/ y la lateral palatal /λ/ solo se dan en algunos dialectos de la Península
Ibérica.
7
Incluso en este aspecto interviene la arbitrariedad, las palabras terminadas en –is o en –es pasan al plural
con el alomorfo ǿ, p. ej. crisis o caries hay alternancias en otras terminadas en vocal como mani-es / maní-s
y sofá-s/ sofá-es.
Sin embargo, *conocición, *parimiento, *estreñición y *construcmiento son palabras inexistentes,
el sufijo /-ción/ se combina con raíces que por sus rasgos semánticos pueden producir un signifi-
cado de resultado y /-miento/ con las que dan significado de proceso.
No obstante que la combinación de morfemas en palabras es más libre que la de fonemas en mor-
femas, el número de elementos que contiene el léxico de una lengua particular es finito. Aun
cuando en la historia de una lengua se pierden y agregan palabras constantemente en un corte
sincrónico se puede establecer el contenido del léxico, como lo demuestra el hecho de que se
publican diccionarios, aunque deban renovarse con cierta periodicidad.
En sintaxis se estudia la combinación de palabras en oraciones, de acuerdo a principios semánticos
y estructurales. En el marco del estructuralismo no se llegó a caracterizar con mucha precisión los
criterios de buena o mala formación de las oraciones, pero investigaciones posteriores con otros
marcos teóricos han sistematizado los requisitos de gramaticalidad en términos tanto semánticos
como estructurales8. En síntesis, una oración resulta bien formada si semánticamente realiza una
función proposicional, un predicado con sus argumentos saturados, si los elementos se integran
cumpliendo determinadas funciones (núcleo, especificador, complemento o adjunto) y si pertene-
cen a la clase que puede desempeñar esas funciones. Además existen diferentes formas de con-
cordancia que contribuyen a establecer relaciones explícitas entre los constituyentes. En este sen-
tido la libertad combinatoria es mucho mayor, dado que con un número finito de elementos léxi-
cos todo hablante-oyente de una lengua puede potencialmente producir y comprender infinitas
expresiones, y, además formular juicios acerca de su buena o mala formación.
En este punto aparece el límite del método distribucional. Así como una oración es un conjunto de
palabras podríamos decir que un conjunto de oraciones forma una unidad mayor, un texto, pero
aparece una diferencia importante; ya se dijo que las palabras que forman una oración se ordenan
en una relación jerárquica que obedece a principios restrictivos semánticos y formales, y esto es
posible porque las palabras de una lengua pertenecen a un conjunto finito y se agrupan en clases
de acuerdo a principios también formales, por ejemplo, las flexiones9. Por otra parte las oraciones
también respetan principios de buena formación semánticos, el núcleo predicativo debe saturar
sus argumentos y no puede saturar más de los que requiere. Las oraciones son infinitas y, dada
esta propiedad, no se clasifican muy fácilmente, dado que no hay criterios formales que permitan
distinguir una oración de otra. La infinitud impide, además, establecer algún criterio semántico
que permita decidir qué tipo de oraciones debe contener un texto para considerarse aceptable, y
en qué número.
En consecuencia, el límite superior del análisis distribucional es el nivel sintáctico, debido a que la
oración puede segmentarse pero sustituir oraciones en un texto no da resultado alguno.

Síntesis
Los límites del método distribucional surgen de las dos operaciones básicas con que procede el
análisis. En el nivel fonológico se encuentran unidades, los rasgos distintivos, sustituibles pero no
segmentables, son solamente paradigmáticos; este es entonces el nivel inferior. En la sintaxis las

8
Por ejemplo, los principios de proyección extendido y de endocentricidad y el Criterio Temático del modelo
de Principios y Parámetros o las nociones de Atracción y cotejo de rasgos del Programa Minimalista.
9
Por ejemplo, en español los adjetivos flexionan en género y los verbos en tiempo, lo inverso no se da.
oraciones son segmentables pero no sustituibles, no se pueden integrar con pautas explícitas a un
nivel superior, son unidades solamente sintagmáticas y fijan el límite superior del análisis.
De lo expuesto se sigue que la metodología distribucional resulta adecuada para describir la es-
tructura de lenguas naturales, de hecho todos los enfoques teóricos surgidos posteriormente utili-
zan explícita o implícitamente alguna forma de distribucionalismo cuando encaran la descripción
de un fenómeno en una lengua particular. Por el contrario, con esta metodología no es posible
explicar suficientemente algunas propiedades del lenguaje, fundamentalmente la infinitud discre-
ta o creatividad. También puede mencionarse que su naturaleza inductiva y la dependencia de los
datos reunidos en un corpus le posibilita explicar una lengua-e, pero no siempre llega a una expli-
cación profunda y suficiente de una lengua-i.

Referencias
Benveniste, É. (1971) “Los niveles de análisis lingüístico”, en Benveniste (1971) Problemas de Lin-
güística General I, 118-130, México, S XXI Ed.
Jakobson R., G. Fant & M. Halle (1963) Preliminaries to Speech Analysis, Cambridge, Mass: MIT
Press.
Chomsky, N. y M. Halle (1968) The Sound Pattern of English. N.Y: Harper & Row

También podría gustarte