Discapacidad en La Infancia
Discapacidad en La Infancia
Discapacidad en La Infancia
DISCAPACIDADES FÍSICAS
Se llaman discapacidades físicas orgánicas aquellas que afectan a la cabeza, la
columna vertebral y las extremidades inferiores y superiores; afectación de
órganos y vísceras a las que afectan a los aparatos respiratorio, cardiovascular,
digestivo y urinario y a los sistemas metabólico e inmunológico; y déficits de las
estructuras musculares relacionadas con el movimiento de las extremidades.
Daños cerebrales:
Daño Cerebral Adquirido (DCA). El DCA es una lesión repentina en el
cerebro. Aparece de forma abrupta y puede presentar una gran variedad de
secuelas; entre ellas, alteraciones físicas.
Parálisis cerebral. Se trata de una afectación crónica originada durante el
desarrollo cerebral del feto o el bebé. Produce graves efectos en la
motricidad, tales como la rigidez, agitación, convulsiones o incluso una
parálisis completa de la musculatura.
Daños en la médula espinal:
Lesión en la médula espinal. Una lesión en la médula espinal se produce
cuando recibe demasiada presión y/o se le corta el riego de sangre y
oxígeno, y a menudo causa una discapacidad física permanente. Puede
llevar a una disfunción motriz y sensorial.
Espina bífida. La espina bífida es una formación incompleta de la espina
dorsal en el útero. Aunque el rango de síntomas es variable, en los casos
graves puede conllevar discapacidades físicas como parálisis en las
piernas.
Esclerosis múltiple. El daño de la capa de mielina que recubre la médula
espinal puede ocasionar una gran diversidad de síntomas; entre ellos, la
pérdida de control motriz y la disfunción del sistema locomotor.
Daños en la musculatura:
Distrofia muscular. Se trata de un conjunto de trastornos que conducen a la
debilitación y la pérdida de masa muscular. Los síntomas pueden incluir
dificultad para caminar, para respirar o tragar, restricciones en la moción
conjunta y problemas en el corazón y otros órganos.
DISCAPACIDADES SENSORIALES
Corresponde a las personas con deficiencias visuales y auditivas, quienes
presentan problemas en la comunicación y el lenguaje. Los juegos y juguetes
educativos forman parte primordial del proceso de aprendizaje infantil, sobre todo
en niños afectados por algún tipo de discapacidad.
Ceguera o hipovisión con agudeza visual no superior a 3/10.
Sordera o pérdida auditiva mayor de 25 decibelios en ambos oídos.
Sordoceguera se caracteriza por la coexistencia de ambas discapacidades
sensoriales visuales y auditivas.
Discapacidad visual: En aquellas personas completamente ciegas o con un resto
de visión tan pequeño que no se puede corregir con lentes normales. Las causas
de discapacidad visual pueden ser, entre otras, factores genéticos, las
alteraciones visuales, consecuencia de cierta medicación, o contraer la rubéola
durante el embarazo.
Discapacidad auditiva: Se dañan los sistemas que permiten recibir las ondas de
sonido. Si no se reciben, no se pueden transformar en impulsos nerviosos y se
imposibilita la posterior transmisión de tales impulsos a la parte de la corteza
cerebral que los procesa. La pérdida de la audición o sordera puede ser de dos
tipos en relación con las estructuras dañadas.
DISCAPACIDADES INTELECTUALES
Se usa cuando una persona tiene ciertas limitaciones en su funcionamiento
mental y en destrezas tales como aquellas de la comunicación, cuidado personal y
destrezas sociales. Estas limitaciones causan que el niño aprenda y se desarrolle
más lentamente que un niño típico. Los niños con discapacidad intelectual pueden
tomar más tiempo para aprender a hablar, caminar, y aprender las destrezas para
su cuidado personal tales como vestirse o comer.
Leve
Se considera discapacidad intelectual leve o ligera a aquella que poseen las
personas con un Cociente Intelectual que se sitúa entre 50 y 70, correspondiendo
a dos desviaciones típicas por debajo de la media poblacional. La mayor parte de
personas con discapacidad intelectual (aproximadamente un 85%) se encuentran
en este nivel.
Moderado
En este grado de discapacidad intelectual las dificultades son mayores. A nivel
educativo suelen poder beneficiarse de formación laboral concreta, generalmente
de cara a realizar trabajos poco cualificados y con supervisión. Pueden tener
autonomía en el autocuidado y desplazamiento.
Las habilidades conceptuales de estos sujetos se desarrollan con gran lentitud,
habiendo una gran diferencia con respecto al grupo de iguales. Suelen necesitar
ayuda cuando las tareas a llevar a cabo exijan procesar conceptos complejos. Su
comunicación es eficiente en lo social, aunque poco compleja. El sujeto es capaz
de establecer relaciones con el entorno y hacer nuevos vínculos con personas
ajenas a la familia.