Los Padres de La Iglesia y Las Religiones
Los Padres de La Iglesia y Las Religiones
Los Padres de La Iglesia y Las Religiones
José MORALES
Pamplona
ejemplos de «lo que ha sido bien dicho por los griegos», aunque
no se trate del conocimiento real que solo puede venir del Hijo de
Dios.
Clemente concede que «en todos los tiempos todas las perso-
nas de correcto pensar han poseído una percepción innata del
único y omnipotente Dios, y todos los hombres que no han per-
dido del todo sensibilidad para la Verdad han reconocido los
bienes eternos que les ha dispensado la Providencia divina»
(Strom. 5, 87, 2). «Los más distinguidos entre los griegos —añade
más adelante— rinden culto al mismo Dios que nosotros adora-
mos, aunque no lo hacen con perfecto conocimiento, dado que
no lo han aprendido de la tradición enseñada a través del Hijo»
(6, 39, 4).
El conocimiento religioso válido, aunque parcial, de los paga-
nos es un conocimiento racional. Clemente llama a la filosofía la
doctrina salvadora de Cristo. Pero el gnóstico auténtico es el cris-
tiano. Lo pagano y lo cristiano no se engloban dentro de un mis-
mo orden. Solo la revelación cristiana es la filosofía perfecta, y los
elementos de la filosofía precristiana son verdaderos en la medida
en que coinciden, o al menos se solapan lo suficiente, con la ver-
dad revelada (Strom. 6, 54, 1).
Para Clemente existe, desde luego, la posibilidad de que los
gentiles se salven, pero no dentro del dominio de la religión paga-
na propiamente dicha. Solo la filosofía coloca al griego —como la
Ley hacía con el judío— en vías de salvación. Cumple así una
función salvadora que podemos denominar propedéutica. «Antes
de la llegada de nuestro Señor, la filosofía fue necesaria para que
los paganos alcanzaran la justicia» (Strom. 1, 28, 1).
Pero la filosofía no sustituye a la fe ni libra al hombre de sus
pecados. Solo la fe conduce a la vida eterna (Strom. 6, 44, 4).
Clemente alude con frecuencia a mitos y cultos paganos, y lo
hace siempre en tono de condena y denuncia. Sus críticas son tan
severas como las que la Biblia dirige a la idolatría. Los mitos y
misterios del paganismo son engañosos (Prot. 2, 12, 1), inhuma-
nos (2, 17, 2), vergonzosos (20,1), origen de falsa piedad (2, 22,
3). Los dioses son como «demonios inhumanos que odian a la
humanidad» (Prot. 3, 42, 1).
En los últimos capítulos del Protreptikos, que es una vehemente
invitación a los griegos para que se hagan cristianos, se contiene una
406 JOSÉ MORALES
1. Cfr. P. HACKER, The Religions of the Gentils as viewed by Fathers of the Church,
ZMR 54 (1970) 264.
2. Cfr. A. LUNEAU, Pour aider au dialogue: les Péres et les religions non chrétiennes,
«Nouvelle Revue Thèologique» 89 (1967) 821-841.
LOS PADRES DE LA IGLESIA Y LAS RELIGIONES 407
11. Cfr. L. CAPÉRAN, Le problème du salut des Infidèles. Essai historique, Toulouse
1934, 83.
LOS PADRES DE LA IGLESIA Y LAS RELIGIONES 411
12. Cfr. J.P. BURNS, The Economy of Salvation: Two Patristic Traditions, «Theolo-
gical Studies» 37 (1976) 599 ss.
13. Cfr. Id. 606.
412 JOSÉ MORALES
14. Cfr. L.W. BARNARD, L’intolleranza negli apologisti cristiani con speciale riguar-
do a Firmico Materno, L’intolleranza cristiana nei confronti dei pagani, A cura di P.F.
Beatrice, Bologna 1990, 83 ss.
15. Cfr. A. MOULARD, Le libre arbitre et la grâce chez saint Jean Crysostome,
«L’Anneè thèologique» 10 (1949) 151-179.
LOS PADRES DE LA IGLESIA Y LAS RELIGIONES 413
18. Cfr. H. DE LUBAC, Le religioni umane secondo i Padri, Paradosso e Misterio del-
la Chiesa, Milano 1980, 1997, 163 ss.