Rosario de Navidad en Word
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Rosario de Navidad en Word
Ya se siente la brisa de pascuas. ¡¡¡Está llegando la “Noche Buena”!!! Jesús viene como un
pastor, a apacentarnos a congregarnos. por Él mismo, Él es paz». Así también, la paz, será lo
que los ángeles, de parte del padre anunciarán a todos los hombres de buena voluntad en la
Noche Buena. La paz es plenitud de amor, de felicidad y de vida. De ellos, brota el perdón
mutuo, la reconciliación, el aprecio y el cariño a los demás. Que estos misterios sean
nuestro «traje de fiesta» para celebrar la Noche Buena.
¡Pidamos a Dios que el Espíritu Santo, nos revista, de esta gracia que nos llene y que nos
capacite para recibir a Jesús, el Hijo que María viene a ofrecernos! para nuestra salvación.!
Ven Espíritu Santo
"Le damos la bienvenida al Santo Espíritu de la Navidad, quien baja a este planeta con la
misión de dar. Abrimos las puertas de nuestro corazón y de nuestro hogar, por ser nuestro
huésped privilegiado al festejo. Aceptamos y recibimos la concesión de abundante provisión
para nosotros, para nuestra familia, para nuestros amigos y para toda la humanidad. Ven
Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón
inmaculado de María tu amadísima esposa. Padre Eterno, venimos humildemente ante tu
Santa Presencia. Confesamos tu santidad y reconocemos que somos pecadores. En tu Santo
Nombre perdonamos a todos los que nos han ofendido y pedimos que nos perdones
nuestros pecados. Concédenos ser llenados de tu Gracia, Paz, Amor y del Gozo de Tu
Presencia con la Virgen María, con los ángeles y con los santos. Con toda la creación,
venimos a bendecirte, a alabarte, a agradecerte y a glorificar tu Santísimo Nombre. Te
pedimos por nuestros hermanos, los que no creen. Por los que dudan. Para que estas 365
oportunidades transformadas en días, sean la oportunidad para mover sus corazones
indiferentes y busquen a Dios. Aleluya
A María Santísima
A ti madre de pecadores, a ti recurro, Virgen tierna. Mi condenación eterna se impida por
tus dolores; de los grandes pecadores ser madre no te desdeñas y si por eso te empeñas,
yo soy el primer acreedor, pues de gran pecador te he dado bastantes señas. Hija sois,
Madre y Esposa de la Majestad Eterna. Reina compasiva y tierna sois mujer y sois piadosa:
y como tan poderosa ampara mi causa, Vos y sentenciando los dos, pues está con gracia
suma en vuestras manos, la pluma con que se echa la firma de Dios.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos,
Señor. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Credo de los apóstoles
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció
bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el
perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
Padrenuestro, las Avemarías Teologales y el Gloria
Padrenuestro…
Dios te Salve, María, Hija de Dios Padre la más poderosa; en tus manos encomiendo
nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María,
Madre de Dios, ruega Señora, por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Dios te Salve, María, Madre de Dios Hijo la más santa; en tus manos encomiendo nuestra
esperanza para que la alientes, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María,
Madre de Dios, ruega Señora por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Dios te Salve María, esposa de Dios Espíritu Santo la más amable; en tus manos
encomiendo nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
Gloria al Padre…
1er Misterio gozoso. La Encarnación del Hijo de Dios
Envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazareth, a una
joven prometida a un hombre de la estirpe de David, llamado José. La joven se
llamaba María, a quien saludó diciendo “Dios te Salve María, llena eres de
gracia, el Señor está contigo” Meditemos en la fidelidad que Dios tiene para
con los hombres y pensemos en su amor constante y sincero que siempre nos
acompañan. Recordemos que Dios nos ofrece sus bendiciones a cada uno, acerquémonos
pues con fe y humildad y pidámosle que nos ayude a ser fieles a Él. En este misterio,
oremos para que, al ver a Jesús recién nacido, recordemos que Él es Dios, a quien debemos
adorar.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria al Padre.
María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos gran
señora. No te olvides de nosotros en aquella última hora.
¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno. Lleva al Cielo a
todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.
Dulce y humilde Jesús: Haz mi corazón semejante al tuyo.
Inmaculado Corazón de María: Sed la salvación del alma mía
Reina y hermosura del Carmelo: Intercede por nosotros que recurrimos a Ti.
Infinitamente sea alabado: Mi Jesús Sacramentado.
Canto: María ven; llévame de la mano a Jesús y enséñame amarle, como
le amaste Tú (2)
Tú fuiste dócil, al Espíritu de Dios, y así en tu vientre, la Palabra
se encarnó.
María ven; llévame de la mano a Jesús y enséñame amarle,
como le amaste Tú
2do Misterio gozoso: La visita de Nuestra Señora para atender a su
pariente
Las Escrituras relatan: En cuanto oyó, el saludo de María, la criatura dio un salto en su
vientre. Entonces, su pariente le dijo ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu
vientre! Esto se dio porque donde está María, se encuentra Jesús; donde Ella se hace
presente, lleva siempre consigo (como entonces) a su Hijo bendito. En este misterio,
oremos para tener presente que Jesús, el Dios Hijo, también fue hombre, con pobrezas y
debilidades, menos con el pecado.
Un Padre Nuestro, diez Avemarías y un Gloria al Padre.
María, Madre de gracia, ... Amén.
¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, ... Amén.
Dulce y humilde Jesús: Haz mi corazón semejante al tuyo.
Oh María sin pecado concebida: Ruega por nosotros que recurrimos a ti
Reina y hermosura del Carmelo: Ruega por nosotros que recurrimos a ti.
Infinitamente sea alabado: Mi Jesús Sacramentado.
Canto: Tú te entregaste, Madre del Salvador, como la esclava,
la esclava del Señor.
María ven; llévame de la mano a Jesús y enséñame amarle, como le amaste Tú.
Oremos:
Madre Celestial: En esta Navidad, fiesta de la vida
y del amor, nosotros, los devotos de María
Santísima, queremos poner entre tus brazos, junto a
Jesús, a todos los niños del mundo que sufren y a
aquellos que nunca podrán reír ni cantar. Acógelos
con tu bondad y tu ternura, apriétalos contra tu
corazón de mamá. Bendícelos, y pide al Niño Jesús
que haya entre nosotros, personas capaces y
decididas que luchen con amor por los derechos de
todos los niños y niñas del mundo, incluyendo los
Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
habéis
Bajopreparado
tu amparopara nosVuestro Hijo santa
acogemos, una digna
Madre morada en Su
de Dios; noseno virginal,
deseches lasy
que también La habéis preservada de toda mancha para el honor de ese mismo
súplicas
Hijo, queOste rogamos,
dignaos, dirigimosdeenconcedernos
nuestras necesidades, antes
la gracia, por Su bien, líbranos
intercesión, de
de todo peligro, ¡oh Virgen siempre, gloriosa y bendita.
purificarnos de todo pecado, de preservarnos de toda recaída, y de ayudarnos
a Contigo
imitar Susvoyvirtudes, para y
Virgen pura, que alcancemos
en tu la felicidad
poder, vamos siemprede poseeros
confiados para
pues
siempre.
yendo Por nuestro
de Ti Señor Jesucristo.
amparados, Amén
nuestras almas volverán seguras. Dulce Madre,
no te alejes. ¡Tu vista de nosotros, no apartes! Ven con nosotros a todas
partes y solos nunca nos dejes. Y ya que nos proteges tanto como
verdadera madre, haz que nos bendigan el Padre, el Hijo, y el Espíritu