EPOC GUIA Entero
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y/o exacerbaciones) debido a anomalías de las vías aéreas (bronquitis, bronquiolitis) y/o alvéolos (enfisema) que provocan una
obstrucción persistente, a menudo progresiva, del flujo aéreo. La EPOC es una enfermedad definida espirométricamente por la
presencia de obstrucción poco reversible al flujo espiratorio.
La EPOC es una enfermedad común, prevenible y tratable, pero el subdiagnóstico generalizado y el diagnóstico erróneo hacen que
los pacientes no reciban tratamiento o reciban un tratamiento incorrecto. El diagnóstico apropiado y más temprano de la EPOC
puede tener un impacto muy significativo en la salud pública.
Agrupa a dos entidades clínicamente diferenciadas, bronquitis crónica y enfisema, que en la práctica suelen coexistir en el mismo
paciente. Comparten unas características comunes, como son la asociación con tabaco, clínica de disnea de esfuerzo progresiva e
hiperreactividad bronquial. Sin embargo, anatomopatológicamente están bien diferenciadas; la bronquitis crónica es una
enfermedad propia de vías aéreas, mientras que el enfisema afecta al parénquima pulmonar.
La EPOC resulta de interacciones gen(G)-ambiente(E) que ocurren a lo largo de la vida(T) del individuo (GETomics) que pueden
dañar los pulmones y/o alterar sus procesos normales de desarrollo/envejecimiento.
Las principales exposiciones ambientales que conducen a la EPOC son el tabaquismo y la inhalación de partículas tóxicas y gases
de la contaminación del aire intradomiciliario y ambiental exterior, pero también pueden contribuir otros factores ambientales
y del huésped (incluyendo el desarrollo pulmonar anormal y el envejecimiento acelerado de los pulmones). EL TABACO ES EL
PRINCIPAL FACTOR DE RIESGO, aunque sólo un 15% de los fumadores desarrollará una EPOC. El humo del tabaco produce una
inflamación crónica con acumulación de neutrófilos en el pulmón (aumento de la actividad elastasa y destrucción de las fibras
elásticas de la pared alveolar), hipertrofia e hiperplasia de las glándulas secretoras de moco, constricción del músculo liso
bronquial, inhibición de la función de los macrófagos, disminución de la movilidad ciliar y aumento de la resistencia de las vías
aéreas.
El factor de riesgo genético más relevante (aunque raro) para la EPOC identificado hasta la fecha son las mutaciones en el gen
SERPINA1 que conducen a la deficiencia de α-1 antitripsina → es una proteína que inhibe la elastasa de los neutrófilos, la tripsina
y otras enzimas; afecta tb al hígado con cirrosis, hepatitis crónica, hepatocarcinoma. Otras variantes genéticas también se han
asociado a reducción de la función pulmonar y riesgo de EPOC, pero el tamaño de su efecto individual es pequeño.
Es un concepto clínico y se define por tos y/o expectoración crónica al menos 3 meses al año durante al menos 2 años
consecutivos. No todo paciente con bronquitis crónica presenta EPOC en la espirometría, ni es inevitable su evolución a EPOC.
Jeanney: el tabaco produce alt del aparato mucociliar, con destrucción de los cilios, y como consecuencia de la necesidad de
aumentar la lubricación de la mucosa bronquial, se genera un fenómeno de hiperplasia de las cel calciformes con aumento de la
sec mucosa. El moco se deposita en la luz bronquial, siendo imposible eliminar sin un esfuerzo espiratorio abrupto. Si no se puede
eliminar puede predisponer a infecciones.
• Inspección: cianosis (FASCIE ABOTAGADA AZUL), esfuerzo espiratorio, tiraje intercostal, bradipnea, dedos en palillo de tambor
(hipoxemia e hipercapnia crónica, etc).
• Auscultación: sibilancias, roncus, estertores subcrepitantes o de burbuja (x obstrucción y x las secreciones).
Aumento de tamaño irreversible de los espacios aéreos distales al bronquiolo terminal, acompañado de la destrucción de sus
paredes sin fibrosis evidente. En su génesis intervienen enzimas elastolíticas (como la elastasa de los neutrófilos y de los
macrófagos alveolares).
Clínicamente, los enfisematosos tienen mayor sensibilidad a la disnea. Las complicaciones, como la IC derecha y la IR global,
aparecen en fases más avanzadas de la enfermedad.
1. CENTROACINAR (centrolobulillar): Afecta a la parte central (acino proximal):
bronquiolo respiratorio y conductos alveolares centrales. Es el tipo de enfisema
relacionado con el tabaco y a menudo se asocia a bronquitis crónica. Afecta
predominantemente a lóbulos superiores.
2. PARASEPTAL: Afecta a la parte distal del lobulillo: ductus y sacos alveolares de la
periferia del acino (en relación con bullas subpleurales fundamentalmente en
campos superiores). Es más frecuente en jóvenes, en quienes ocasiona
neumotórax espontáneo.
3. PANACINAR (panlobulillar). Se afecta todo el acino de forma uniforme. Es típico del
déficit de α1-antitripsina y afecta fundamentalmente a los lóbulos inferiores (MIR).
Los pacientes con EPOC normalmente se quejan de disnea, limitación de la actividad y/o tos con o sin producción de esputo y
pueden experimentar eventos respiratorios agudos caracterizados por un aumento de los síntomas respiratorios llamados
exacerbaciones que requieren medidas preventivas y terapéuticas específicas.
Los pacientes con EPOC con frecuencia presentan otras comorbilidades que influyen en su estado clínico y pronóstico y que,
además, requieren un tratamiento específico. Estas condiciones comórbidas pueden simular y/o agravar una exacerbación aguda.
Estos síntomas pueden variar de un día a otro y pueden preceder al desarrollo de la obstrucción del flujo aéreo por muchos años.
Las personas, particularmente aquellas con factores de riesgo de EPOC, que presenten estos síntomas deben ser examinadas para
buscar la(s) causa(s) subyacente(s). La obstrucción del flujo aéreo también puede estar presente sin disnea crónica y/o tos y
producción de esputo y viceversa.
Aunque la EPOC se define sobre la base de la obstrucción del flujo aéreo, en la práctica la decisión de buscar ayuda médica suele
estar determinada por el impacto de los síntomas sobre el estado funcional de un paciente. Una persona puede buscar atención
médica ya sea debido a síntomas respiratorios crónicos o por un episodio agudo y transitorio de síntomas respiratorios
exacerbados.
• Exposición del paciente a FDR, como el tabaquismo y la exposición ambiental (intradomiciliaria/ambiental exterior).
• Antecedentes médicos, incluyendo eventos precoces (prematuridad, bajo peso al nacer, tabaquismo materno durante el
embarazo, exposición pasiva al tabaquismo durante la infancia), asma, alergia, sinusitis o pólipos nasales; infecciones
respiratorias en la infancia; VIH; tuberculosis.
• Antecedentes familiares de EPOC u otra enfermedad respiratoria crónica.
• Patrón de desarrollo de los síntomas: la EPOC generalmente se desarrolla en la vida adulta y la mayoría de los pacientes son
conscientes de una mayor dificultad para respirar, “resfriados de invierno” más frecuentes o prolongados y cierta restricción
social durante varios años antes de buscar ayuda médica.
• Antec de exacerbaciones u hospitalizaciones previas por trastorno respiratorio. Los pacientes pueden ser conscientes del
empeoramiento periódico de los síntomas incluso si estos episodios no se han identificado como exacerbaciones de la EPOC.
• Presencia de comorbilidades, como cardiopatías, osteoporosis, trastornos musculoesqueléticos, ansiedad y depresión, y
neoplasias malignas que también pueden contribuir a la restricción de la actividad.
• Impacto de la enfermedad en la vida del paciente, incluyendo la limitación de la actividad, el trabajo perdido y el impacto
económico, el efecto en las rutinas familiares, los sentimientos de depresión o ansiedad, el bienestar y la actividad sexual.
• Apoyo social y familiar a disposición del paciente.
Debe considerase el diagnóstico de la EPOC en cualquier paciente que presente disnea, tos crónica o producción de esputo y/o
antecedentes de exposición a factores de riesgo de la enfermedad, pero la espirometría forzada que demuestra la presencia de un
FEV1/FVC post broncodilatador
En el contexto clínico apropiado, la presencia
de una limitación del flujo aéreo no
completamente reversible (es decir,
FEV1/FVC menor a 0,7 post broncodilatador)
medida por espirometría confirma el dx de
EPOC.
La espirometría forzada es la medida más reproducible y objetiva de la obstrucción del flujo aéreo. Es una prueba no invasiva,
reproducible, económica y fácilmente disponible. La medición espirométrica de buena calidad es posible en cualquier entorno de
atención médica y todos los trabajadores de la salud que atienden a personas con EPOC deben tener acceso a la espirometría. En
la tabla se resumen algunos de los factores necesarios para lograr resultados precisos con la prueba. A pesar de su buena
sensibilidad, la medición del flujo espiratorio máximo por sí sola no se puede usar de manera confiable como la única prueba de
diagnóstico debido a su débil especificidad. El criterio espirométrico para la obstrucción del flujo aéreo seleccionado por GOLD
sigue siendo una relación post broncodilatador de FEV1/FVC < 0,7) para definir la obstrucción del flujo aéreo puede dar lugar a un
sobrediagnóstico de EPOC en ancianos y a un subdiagnóstico en adultos jóvenes, especialmente en caso de enfermedad leve, en
comparación con el uso de un corte basado en el límite inferior de la normalidad (LIN) para FEV1/FVC.
CUESTIONARIOS
MULTIDIMENSIONALES: xq la EPOC
afecta a los pacientes más allá de la
disnea. Los cuestionarios específicos de
la enfermedad más completos sobre el
estado de salud, como el Cuestionario
Respiratorio Crónico (CRQ) y el
Cuestionario Respiratorio de St. George
(SGRQ) son demasiado complejos para
usar en la práctica habitual. En la practica
clínica → Prueba de Evaluación de la
EPOC (CAT™) y Cuestionario de Control
de la EPOC (CCQ).
• DEJAR DE FUMAR ES CLAVE → medida que mas impacta sobre la historia natural de la EPOC. Una proporción significativa de
pacientes con EPOC continúa fumando a pesar de saber que tiene la enfermedad, y este comportamiento tiene un impacto
negativo en el pronóstico y progresión de la enfermedad. El reemplazo de la nicotina y la farmacoterapia aumentan de manera
confiable las tasas de abstinencia del tabaquismo a largo plazo. Las prohibiciones legislativas de fumar y el asesoramiento
brindado por profesionales de la salud mejoran las tasas de abandono. Actualmente, no hay evidencia que respalde la
efectividad y la seguridad de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar.
• VACUNACION: las vacunas frente a la COVID-19 son altamente efectivas contra la infección por SARS-CoV-2 y las personas con
EPOC deben recibir la vacuna para la COVID-19 de acuerdo con las recomendaciones nacionales. La vacunación antigripal y
antineumocócica reduce la incidencia de infecciones de vías respiratorias bajas. El CDC recomienda la vacuna Tdap (dTaP/dTPa;
tos ferina, tétanos y difteria) en pacientes con EPOC que no fueron vacunados en la adolescencia, así como el uso rutinario de
la vacuna contra el herpes zóster en todos los pacientes con EPOC.
• La rehabilitación pulmonar con sus componentes básicos, incluyendo el entrenamiento físico combinado con la educación
específica de la enfermedad, mejora la capacidad de ejercicio, los síntomas y la calidad de vida en todos los estratos de
gravedad de la EPOC.
• En pacientes con hipoxemia crónica grave en reposo (PaO2 ≤55 mmHg o <60 mmHg si hay cor pulmonale o policitemia
secundaria), la oxigenoterapia a largo plazo mejora la supervivencia. En pacientes con EPOC estable y desaturación moderada
en reposo o inducida por el ejercicio, la oxigenoterapia a largo plazo no debe prescribirse de forma sistemática. Sin embargo,
es preciso tener en cuenta los factores específicos de cada paciente al evaluar la necesidad de oxigenoterapia.
• En pacientes con hipercapnia crónica grave y antecedentes de hospitalización por insuficiencia respiratoria aguda, la
ventilación no invasiva a largo plazo puede reducir la mortalidad y prevenir reingresos hospitalarios.
• En ciertos pacientes seleccionados que presentan un enfisema avanzado, refractario al tratamiento médico óptimo, la cirugía
o los tratamientos intervencionistas broncoscópicos pueden ser beneficiosos.
• Los cuidados paliativos son eficaces para controlar los síntomas en la EPOC avanzada.
El tratamiento farmacológico de la EPOC se emplea para reducir los síntomas, reducir la frecuencia y gravedad de las
exacerbaciones, y mejorar la tolerancia al ejercicio y el estado de salud. Los ensayos clínicos individuales no han sido lo
suficientemente concluyentes para demostrar que la farmacoterapia puede reducir la caída del FEV1. La diferencia entre los brazos
de tratamiento que contienen broncodilatadores de acción prolongada y los brazos de placebo fue de 4,9 ml/año. La diferencia
entre los brazos de tratamiento que contienen corticosteroides inhalados y los brazos de placebo fue de 7,3 ml/año. Aunque
debemos ser conscientes del beneficio potencial de la farmacoterapia para reducir la caída de la función pulmonar, se necesitan
más investigaciones para identificar los pacientes que tendrían mayor beneficio.
Las clases de medicamentos comúnmente utilizados para tratar la EPOC se presentan en la Tabla (pag 14). La elección dentro de
cada clase depende de la disponibilidad y el coste de la medicación y de la respuesta clínica favorable en contraposición con los
efectos adversos. Cada régimen de tratamiento debe individualizarse, ya que la relación entre la gravedad de los síntomas, la
limitación del flujo aéreo y la gravedad de las exacerbaciones puede diferir entre pacientes. La OMS ha definido un conjunto
mínimo de intervenciones para el manejo de la EPOC estable en atención primaria.
Fcos que mejoran el FEV1 y/o modifican otras variables espirométricas. Actúan alterando el tono del músculo liso de las vías aéreas
y las mejoras en el flujo espiratorio reflejan el ensanchamiento de las vías aéreas más que los cambios en la retracción elástica
pulmonar. Producen la relajación del músculo liso contraído de las vías respiratorias, y causan corrección inmediata de la
obstrucción de la vía respiratoria en individuos asmáticos. También previenen la broncoconstricción.
Tienden a reducir la hiperinflación dinámica en reposo y durante el ejercicio, y mejoran la tolerancia al ejercicio. El alcance de
estos cambios, especialmente en pacientes con EPOC grave y muy grave, no son fáciles de predecir a partir de los cambios del
FEV1 medido en reposo. Las curvas de dosis-respuesta del broncodilatador (cambio en el FEV1) son relativamente planas con
todas las clases de broncodilatadores. El aumento de la dosis de un agonista beta2 o un anticolinérgico en un orden de magnitud,
especialmente cuando se administra con un nebulizador, parece proporcionar un beneficio subjetivo en los episodios agudos
pero no son necesariamente útiles en la enfermedad estable. Los medicamentos broncodilatadores en la EPOC se administran
con mayor frecuencia de manera regular para prevenir o reducir los síntomas. La toxicidad también está relacionada con la dosis.
Por lo general, no se recomienda el uso regular de broncodilatadores de acción corta.
La acción principal de los agonistas beta2 consiste en relajar el músculo liso de las vías aéreas mediante la estimulación de los
receptores adrenérgicos beta2, lo cual aumenta el nivel de AMP cíclico y produce un antagonismo funcional frente a la
broncoconstricción.
SABA (agonistas beta2 de acción corta): efecto normalmente desaparece en 4 a 6 horas. El uso regular y según sea necesario de
SABA mejora el FEV1 y los síntomas.
• Fenoterol.
• Levalbuterol.
• Salbutamol (albuterol).
• Terbutalina.
LABA (agonistas beta2 de acción prolongada): muestran una duración de acción de 12 horas o más y no excluyen un beneficio
adicional de la terapia SABA según necesidad. El formoterol y el salmeterol son LABA administrados dos veces al día que
proporcionan una mejoría significativa del FEV1 y los volúmenes pulmonares, la disnea, el estado de salud, la frecuencia de
exacerbaciones y el número de hospitalizaciones, pero carecen de efecto sobre la mortalidad o la caída de la función pulmonar.
• El indacaterol es un LABA administrado una vez al día que mejora la dificultad respiratoria, el estado de salud y la frecuencia
de exacerbaciones. Algunos pacientes experimentan tos después de la inhalación de indacaterol.
• El oladaterol y el vilanterol son otros LABA administrados una vez al día que mejoran la función pulmonar y los síntomas
respiratorios.
• Arformoterol.
EFECTOS ADVERSOS
No son comunes con el tratamiento inhalado, pero son frecuentes con la administración oral o intravenosa. El temblor muscular
por estimulación de los receptores β en el músculo estriado es el efecto secundario más común. Puede haber taquicardia y
palpitaciones por estimulación cardiaca por vasodilatación periférica y por estimulación directa de los receptores β2 auriculares.
La hipopotasemia es un efecto secundario potencialmente nocivo y
• La estimulación de los receptores adrenérgicos beta2 puede producir taquicardia sinusal en reposo y existe la posibilidad de
que desencadene alteraciones del ritmo en pacientes susceptibles.
• El temblor somático exagerado resulta preocupante en algunos pacientes de edad avanzada tratados con dosis altas de
agonistas beta2, independientemente de la vía de administración. Efecto directo en los receptores del músculo estriado.
• Aunque puede ocurrir hipopotasemia, especialmente cuando el tratamiento se combina con diuréticos tiazídicos, y el
consumo de oxígeno puede aumentar en condiciones de reposo en pacientes con IC crónica, estos efectos metabólicos
disminuyen con el tiempo (es decir, muestran taquifilaxia). Se debe a la estimulación de la entrada de potasio al interior del
músculo por la estimulación de los receptores β2.
• Pueden ocurrir caídas leves en la presión parcial de oxígeno (PaO2) después de la administración de SABA y LABA, pero la
importancia clínica de estos cambios es incierta.
• A pesar de las preocupaciones relacionadas con el uso de agonistas beta2 en el tratamiento del asma, no se ha informado
ninguna asociación entre el uso de agonistas beta2 y la pérdida de la función pulmonar o aumento de la mortalidad en la
EPOC.
• Efecto metabólico(aumento de TAG, glucemia, lactato,etc)
Bloquean los efectos broncoconstrictores de la acetilcolina sobre los receptores muscarínicos M3 que se expresan en el músculo
liso de las vías aéreas.
ANTIMUSCARÍNICOS DE ACCIÓN CORTA (SAMA): tb bloquean el receptor neuronal inhibidor M2, que potencialmente puede
causar broncoconstricción inducida vagalmente.
• Bromuro de ipratropio.
• Bromuro de oxitropio.
ANTIMUSCARÍNICOS DE ACCIÓN PROLONGADA (LAMA): tienen una unión prolongada a los receptores muscarínicos M3, con una
disociación más rápida de los receptores muscarínicos M2, prolongando así la duración del efecto broncodilatador.
• Tiotropio.
• Aclidinio.
• Bromuro de glicopirronio (también conocido como glicopirrolato).
• Umeclidinio.
• Revefenacin.
Una revisión sistemática de ensayos controlados aleatorizados concluyó que el ipratropio, un antagonista muscarínico de acción
corta, por sí solo proporcionaba pequeños beneficios por encima de los producidos por los agonistas beta2 de acción corta en
términos de función pulmonar, estado de salud y necesidad de esteroides orales. Entre los LAMA, algunos se administran una vez
al día (tiotropio y umeclidinio), otros dos veces al día (aclidinio) y algunos están aprobados para una dosis diaria en algunos países
y dos veces al día en otros (glucopirrolato).
Los tratamientos con LAMA (tiotropio) mejoran los síntomas, incluyendo tos y expectoración, y el estado de salud. También
mejoran la efectividad de la rehabilitación pulmonar y reducen la frecuencia de exacerbaciones y hospitalizaciones relacionadas.
Los ensayos clínicos han mostrado un mayor efecto sobre la frecuencia de exacerbaciones con el tratamiento con LAMA (tiotropio)
en comparación con el tratamiento con LABA. Los LAMA tienen un efecto superior al de los LABA en la reducción de las
exacerbaciones (Evidencia A) y las hospitalizaciones.
Continúa habiendo una controversia respecto a los efectos exactos de los derivados de la xantina. Pueden actuar como inhibidores
no selectivos de la fosfodiesterasa, pero también se ha informado que tienen una serie de acciones no broncodilatadoras, cuya
importancia se cuestiona.
No se dispone de datos en EPOC sobre la duración de acción de las preparaciones de xantina convencionales, o incluso de liberación
lenta. La TEOFILINA, que es la metilxantina más comúnmente utilizada, es metabolizada por oxidasas de función mixta del
citocromo P450. La eliminación del fármaco disminuye con la edad. Muchas otras variables fisiológicas y fármacos modifican el
metabolismo de la teofilina.
La teofilina ejerce un pequeño efecto broncodilatador en la EPOC estable (Evidencia A), y esto se asocia con un modesto beneficio
sobre los síntomas (Nivel de evidencia B).
EFECTOS ADVERSOS: La toxicidad está relacionada con la dosis, y ello resulta especialmente problemático con los derivados de la
xantina, debido a que su margen terapéutico es bajo y la mayor parte del efecto beneficioso se produce solo cuando se alcanzan
dosis próximas a las tóxicas. Las metilxantinas son inhibidores no específicos de todos los subconjuntos de enzimas
fosfodiesterasas, lo que explica su amplia gama de efectos tóxicos. Los problemas incluyen arritmias auriculares y ventriculares
(que pueden resultar fatales) y convulsiones de gran mal (que pueden ocurrir independientemente de los antecedentes
epilépticos previos). Otros efectos secundarios incluyen dolor de cabeza, insomnio, náuseas y acidez estomacal, y estos pueden
ocurrir dentro del rango terapéutico de los niveles séricos de teofilina. Estos medicamentos tienen interacciones significativas con
medicamentos de uso común como la eritromicina (pero no la azitromicina), ciertos antibióticos de quinolona (ciprofloxacina, pero
no ofloxacina), alopurinol, cimetidina (pero no ranitidina), IRS (fluvoxamina) y el inhibidor de la 5-lipoxigenasa zileutón.
Puede aumentar el grado de broncodilatación con un menor riesgo de efectos secundarios en comparación con el aumento de la
dosis de un solo broncodilatador. Las combinaciones de SABA y SAMA son superiores en comparación con cualquiera de los
componentes individuales para mejorar el FEV1 y los síntomas. El tratamiento con formoterol y tiotropio en inhaladores separados
tiene un impacto mayor en el FEV1 que cualquiera de los componentes por separado. Existen numerosas combinaciones
disponibles de un LABA y LAMA en un solo inhalador. Estas combinaciones mejoran la función pulmonar en comparación con
placebo.
El tratamiento combinado con un LABA + LAMA mejora el FEV1 y reduce los síntomas en comparación con la monoterapia (A). El
tratamiento combinado con LABA + LAMA reduce las exacerbaciones en comparación con la monoterapia (B).
Hasta la fecha, las exacerbaciones (p. ej., frecuencia de exacerbaciones, pacientes con al menos una exacerbación, tiempo
transcurrido hasta la primera exacerbación) representan el principal criterio de valoración clínicamente relevante utilizado para la
evaluación de la eficacia de los fármacos con efectos antiinflamatorios.
• Un GCI combinado con un LABA es más efectivo que los componentes individuales para mejorar la fx pulmonar y el estado de
salud y reducir las exacerbaciones en pacientes con exacerbaciones frecuentes y EPOC de moderada a muy grave (A).
• El tratamiento regular con GCI aumenta el riesgo de neumonía, especialmente en aquellos con enfermedad grave (A).
• Un recuento menor de eosinófilos en sangre periférica y esputo se asocia a mayor presencia de proteobacterias, en particular
Haemophilus, aumento de las infecciones bacterianas y neumonía.
• Independientemente del uso de GCI, existe evidencia de que un recuento de eosinófilos en sangre periférica menor al 2%
aumenta el riesgo de neumonía e inf bacterianas.
• La triple terapia inhalada de LABA + LAMA + GCI mejora la función pulmonar, los síntomas y el estado de salud, y reduce las
exacerbaciones, en comparación con LABA + GCI, LABA + LAMA o LAMA en monoterapia (A). Datos recientes sugieren un efecto
beneficioso de la triple terapia inhalada frente a las combinaciones de dosis fijas de LABA + LAMA sobre la mortalidad en
pacientes con EPOC sintomática con antecedentes de exacerbaciones frecuentes y/o graves.
• La terapia con un solo inhalador puede ser más conveniente y efectiva que múltiples inhaladores
Consideraciones generales preliminares: la evidencia in vitro sugiere que la inflamación asociada a la EPOC tiene una respuesta
limitada a los corticosteroides. Además, algunos fármacos, incluidos los agonistas beta2, la teofilina o los macrólidos, pueden
facilitar parcialmente la sensibilidad a los corticosteroides en la EPOC. La relevancia clínica de este efecto aún no se ha establecido
completamente. Los datos in vivo sugieren que la relación dosis-respuesta y la seguridad a largo plazo (>3 años) de los GCI en
pacientes con EPOC no están claras y requieren más investigación. Tanto los fumadores actuales como los exfumadores con EPOC
se benefician del uso de GCI en términos de función pulmonar y frecuencia de exacerbación, aunque la magnitud del efecto es
menor en los fumadores habituales o crónicos en comparación con los fumadores leves o exfumadores.
Eficacia de los GCI (solos): el tratamiento regular con GCI solos no modifica la disminución a largo plazo del FEV1 ni la mortalidad
en pacientes con EPOC. Los estudios y metanálisis que evalúan el efecto del tratamiento regular con GCI solos sobre la mortalidad
en pacientes con EPOC no han proporcionado evidencia concluyente de beneficio.
GCI en combinación con terapia broncodilatadora de acción prolongada: en pacientes con EPOC de moderada a muy grave y
exacerbaciones, un GCI combinado con un LABA es más eficaz que cualquiera de los componentes por sí solos para mejorar la
función pulmonar, el estado de salud y reducir las exacerbaciones. Los ensayos clínicos que se basaron en la mortalidad por todas
las causas como resultado principal no han podido demostrar un efecto estadísticamente significativo de la terapia combinada
sobre la supervivencia.
Recuento de eosinófilos en sangre: existe evidencia de que los recuentos de eosinófilos en sangre son más altos en pacientes con
EPOC. Los recuentos más altos de eosinófilos en sangre en pacientes con EPOC se asocian a un aumento en el número de
eosinófilos en los pulmones y la
presencia de niveles más altos de
marcadores de inflamación tipo 2
en las vías respiratorias. Estas
diferencias en la inflamación de las
vías respiratorias pueden explicar la
respuesta diferencial al tratamiento
con GCI según el recuento de
eosinófilos en sangre.
El umbral de un recuento de eosinófilos en sangre >300 células/μl identifica la parte superior de la relación continua entre
eosinófilos e GCI, y puede usarse para identificar a los pacientes con la mayor probabilidad de beneficio del tratamiento con GCI.
El efecto del tratamiento de los regímenes que contienen GCI (LABA +LAMA + GCI y LABA + GCI frente a LABA + LAMA) es mayor
en pacientes con alto riesgo de exacerbación (+ 2 exacerbaciones y/o una hospitalización en el año anterior).
Por lo tanto, el uso de los recuentos de eosinófilos en sangre para predecir los efectos de los GCI siempre debe combinarse con la
evaluación clínica del riesgo de exacerbación (como lo indica la historia previa de exacerbaciones). Otros factores (tabaquismo,
origen étnico, ubicación geográfica) podrían influir en la relación entre el efecto de los GCI y el recuento de eosinófilos en sangre,
pero aún queda por explorar.
No hay pruebas suficientes para recomendar que se utilicen eosinófilos en sangre para predecir el riesgo de exacerbaciones futuras
de forma individual en pacientes con EPOC.
EFECTOS ADVERSOS: existe evidencia de alta calidad de ensayos controlados aleatorizados (ECA) de que el uso de GCI se asocia a
una mayor prevalencia de candidiasis oral, voz ronca, hematomas en la piel y neumonía. Este riesgo excesivo se ha confirmado
en estudios de GCI que utilizan furoato de fluticasona, incluso a dosis bajas. Los pacientes con mayor riesgo de neumonía incluyen
aquellos que actualmente fuman, tienen mas de 55 años, tienen antec de exacerbaciones previas o neumonía, IMC menos a 25,
un grado deficiente de disnea MRC y/o limit grave del flujo aereo.
Los datos de los ECA han arrojado resultados variados con respecto al riesgo de disminución de la densidad ósea y fracturas con el
tratamiento con GCI, lo que puede deberse a diferencias en los diseños de los estudios y/o diferencias entre los compuestos de
GCI. Los resultados de los estudios observacionales sugieren que el tratamiento con GCI también podría estar asociado a un mayor
riesgo de diabetes/mal control de la diabetes, cataratas, e infección por micobacterias. Se ha encontrado un mayor riesgo de
tuberculosis tanto en estudios observacionales como en un metanálisis de ECA. En ausencia de datos de ECA sobre estos temas,
no es posible obtener conclusiones firmes.
RETIRADA DE GCI
Resultados controvertidos con respecto a las consecuencias sobre la función pulmonar, los síntomas y las exacerbaciones. Algunos
estudios han mostrado un aumento de las exacerbaciones y/o síntomas después de la retirada de GCI, mientras que otros no. Ha
habido evidencia de una disminución modesta en el FEV1 (aproximadamente 40 ml) con la retirada de GCI, que podría estar
asociada a un aumento del nivel de eosinófilos circulantes de base. Un estudio que examinó la retirada de GCI en un contexto de
tratamiento con doble broncodilatación demostró que tanto la pérdida de FEV1 como un aumento en la frecuencia de
exacerbaciones asociadas a la retirada de GCI fueron mayores entre los pacientes con un recuento de eosinófilos en sangre ≥300
células/μl en el basal. Las diferencias entre los estudios pueden relacionarse con diferencias en la metodología, incluyendo el uso
de medicación(es) con fármacos broncodilatadores de acción prolongada que pueden minimizar cualquier efecto de la retirada de
GCI.
( / / )
El aumento en el tratamiento inhalado a LABA más LAMA más GCI (triple terapia) puede ocurrir mediante varias estrategias y se
ha demostrado que mejora la función pulmonar, los resultados informados por el paciente y reduce las exacerbaciones en
comparación con LAMA solo, LABA + LAMA y LABA + GCI.
El uso a largo plazo de glucocorticoides orales tiene numerosos efectos secundarios (A) sin evidencia de beneficios (C).
Los glucocorticoides orales tienen numerosos efectos secundarios, incluyendo la miopatía por esteroides que puede contribuir a
producir debilidad muscular, disminución de la capacidad funcional e insuficiencia respiratoria en personas con EPOC muy grave.
Se ha demostrado que los glucocorticoides sistémicos para el tratamiento de las exacerbaciones agudas en pacientes
hospitalizados o durante las visitas a al departamento de emergencias reducen la tasa de fracaso del tratamiento, la tasa de recaída
y mejoran la función pulmonar y la disnea. Por el contrario, los estudios prospectivos sobre los efectos a largo plazo de los
glucocorticoides orales en la EPOC estable son limitados. Por lo tanto, aunque los glucocorticoides orales desempeñan un papel
en el tratamiento agudo de las exacerbaciones, no tienen ningún papel en el tratamiento diario crónico de la EPOC debido a la
falta de beneficio en comparación con una alta tasa de complicaciones sistémicas.
4 - 4
En los pacientes con bronquitis crónica, EPOC grave a muy grave y antecedentes de exacerbaciones: Un inhibidor de PDE4 mejora
la función pulmonar y reduce las exacerbaciones moderadas y graves (A). Un inhibidor de PDE4 mejora la función pulmonar y
reduce las exacerbaciones en los pacientes que están siendo tratados con combinaciones a dosis fijas de LABA + GCI (A)
La acción principal de los inhibidores de PDE4 es reducir la inflamación inhibiendo la degradación del AMP cíclico intracelular. El
ROFLUMILAST es un medicamento oral sin actividad broncodilatadora directa que se administra una vez al día. El roflumilast reduce
las exacerbaciones moderadas y graves tratadas con corticosteroides sistémicos en pacientes con bronquitis crónica, EPOC grave
o muy grave y antecedentes de exacerbaciones.
Los efectos sobre la función pulmonar también se observan cuando se añade roflumilast a broncodilatadores de acción prolongada
y en pacientes que no están controlados con combinaciones de dosis fija de LABA + GCI. Se ha informado que los efectos
beneficiosos de roflumilast son mayores en pacientes con antecedentes de hospitalización debido a exacerbación aguda. No se ha
realizado ningún estudio que compare directamente roflumilast con un corticosteroide inhalado.
EFECTOS ADVERSOS: los inhibidores de la PDE4 tienen más efectos adversos que los medicamentos inhalados para la EPOC. Los
más frecuentes son diarrea, náuseas, disminución del apetito, pérdida de peso, dolor abdominal, trastornos del sueño y dolor
de cabeza. Los efectos adversos han llevado a un aumento de las tasas de retirada de los ensayos clínicos. Los efectos adversos
parecen ocurrir temprano durante el tratamiento, son reversibles y disminuyen con el tiempo con la continuación del tratamiento.
En estudios controlados se ha observado una pérdida de peso inexplicada promedio de 2 kg y se recomienda controlar el peso
durante el tratamiento, además de evitar el tratamiento con roflumilast en pacientes con bajo peso. El roflumilast también debe
usarse con precaución en pacientes con depresión-
El tratamiento a largo plazo con azitromicina y eritromicina reduce las exacerbaciones a lo largo de un año (A). El tratamiento con
azitromicina se asocia con aumento de la incidencia de resistencia bacteriana (A) y a un deterioro en las pruebas de audición (B).
El uso regular de algunos antibióticos puede reducir la frecuencia de exacerbaciones. La azitromicina (250 mg/día o 500 mg tres
veces por semana) o la eritromicina (250 mg dos veces al día) durante un año en pacientes propensos a exacerbaciones redujeron
el riesgo de exacerbaciones en comparación con el tratamiento habitual. El uso de azitromicina se asoció a mayor incidencia de
resistencia bacteriana, prolongación del intervalo QTc y deterioro de las pruebas de audición. Un análisis post-hoc sugiere un
beneficio menor en fumadores activos. No hay datos que demuestren la eficacia o seguridad de tratamiento crónico con
azitromicina para prevenir las exacerbaciones de la EPOC más allá de un año de tratamiento. La terapia por pulsos con
moxifloxacina (400 mg/día durante 5 días cada 8 semanas) en pacientes con bronquitis crónica y exacerbaciones frecuentes no
tuvo un efecto beneficioso sobre la frecuencia de exacerbaciones en general.
El tratamiento regular con mucolíticos reduce el riesgo de exacerbaciones en poblaciones seleccionadas (B). Por el contrario, se ha
demostrado que la erdosteína puede tener un efecto significativo sobre las exacerbaciones (leves) independientemente del
tratamiento concomitante con GCI. Debido a la heterogeneidad de las poblaciones estudiadas, la dosificación del tratamiento y los
tratamientos concomitantes, los datos actualmente disponibles no permiten identificar con precisión la población diana potencial
para los agentes antioxidantes en la EPOC.
La EPOC es la tercera causa de muerte en todo el mundo. Todavía estamos aprendiendo sobre los mecanismos que causan la
muerte en pacientes con EPOC. Ha sido difícil demostrar los beneficios de las modalidades terapéuticas sobre la mortalidad en los
ECA, lo que requiere poblaciones grandes y/o una duración prolongada del seguimiento y/o poblaciones muy seleccionadas con
un riesgo de muerte alto pero prevenible durante el seguimiento. Además, el bajo número de eventos dificulta el análisis de la
mortalidad específica de la enfermedad (p. ej.,respiratoria o cardiovascular) en la mayoría de los ensayos.
TERAPIA FARMACOLOGICA
Estudios no lograron demostrar eficacia de una combinación LABA + GCI para reducir la mortalidad (resultado principal) de los
pacientes con EPOC en comparación con el placebo.
• Tratamiento sustitutivo de alfa 1 antitripsina por via EV puede retardar la progresión del enfisema
• Antitusígenos no tienen evidencia concluyente
• Los vasodilatadores no mejoran los resultados clínicos y pueden empeorar la oxigenación.
TERAPIA NO FARMACOLOGICA
• Dejar de fumar. También se debe abordar la reducción de la exposición personal total a polvos, humos y gases ocupacionales,
y a los contaminantes del aire doméstico y exterior.
• Rehabilitación pulmonar → “una intervención integral basada en una evaluación exhaustiva del paciente seguida de terapias
adaptadas al paciente que incluyen, entre otros, entrenamiento físico, educación, intervención de autogestión con el objetivo
de cambiar el comportamiento, diseñado para mejorar el estado físico y psicológico de las personas con enfermedades
respiratorias crónicas y promover la adherencia a largo plazo a comportamientos que mejoran la salud”.
- Mejora la disnea, el estado de salud y la tolerancia al ejercicio en los pacientes estables.
- Reduce las hospitalizaciones en los pacientes que han tenido exacerbaciones recientes (<o=4 sem tras la hospitalización
previa).
- Lleva a una reducción de los síntomas de ansiedad y depresión
• Oxigenoterapia a largo plazo
• Ventilación con presión positiva no invasiva
• Trasplante de pulmón y cirugía de reducción del volumen pulmonar
• Educación y autogestión→ una intervención de autogestión con comunicación con un profesional de la salud mejora el estado
de salud y reduce las hospitalizaciones y las visitas al departamento de emergencias.
CUIDADOS PALIATIVOS, TERMINALES Y CENTROS PARA PACIENTES TERMINALES EN LA EPOC
• Los opiacios, la estimulacion electrica neuromuscular, el O2 y los ventiladores que soplan aire en la cara pueden aliviar la
disnea.
• En px desnutridos, la suplementacion nutricional puede mejorar la fuerza de los musculos respiratorios y el estado gral de
salud.
• La fatiga se puede mejorar mediante la educacion para el autocontrol, la rehabilitacion pulmonar, el apoyo nutricinal y las
intervenciones mente-cuerpo.
OXIGENOTERAPIA: La administración de O2 a largo plazo aumenta la supervivencia en los pacientes con una hipoxemia arterial
crónica grave en reposo. En px con EPOC estable y desaturación arterial moderada en reposo o inducida con el ejercicio, la
prescripción de oxigenoterapia a largo plazo no aumenta el tiempo transcurrido hasta la muerte o la primera hospitalización, ni
aporta un beneficio sostenido en cuanto al estado de salud, la fx pulmonar o la distancia recorrrida en 6 minutos.
SOPORTE RESPIRATORIO→ la NPPV puede mejorar la supervivencia sin hospitalización en algunos px seleccionados tras una
hospitalización reciente, sobre toco en los que tienen hipercapnia diurna pronunciada persistente (PaCO2 >= 53 mmHg)
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO DE LA EPOC ESTABLE: Las terapias farmacológicas en la EPOC tienen como objetivo reducir los
síntomas, el riesgo y la gravedad de las exacerbaciones, mejorar el estado de salud y la tolerancia al ejercicio y, en algunos casos,
la supervivencia de los pacientes con EPOC. La elección dentro de cada clase depende de la disponibilidad del medicamento y la
respuestas y preferencias del paciente.
La mayoría de los medicamentos utilizados para tratar la EPOC se inhalan. Por lo tanto, el uso apropiado de los dispositivos
inhaladores es crucial para optimizar la relación riesgo-beneficio de la terapia inhalada. Alcanzar este objetivo requiere elegir el
dispositivo adecuado, proporcionar educación y seguimiento, verificar el uso del inhalador regularmente y, cuando sea necesario,
adaptar la educación y el dispositivo.
Para los pacientes que no pueden usar un MDI (con o sin espaciador/VHC), SMI o DPI, se debe considerar un nebulizador.
• Se prefieren los LABA y los LAMA a los fármacos de acción corta, excepto en los pacientes que presentan tan solo disnea
ocasional y en caso de alivio inmediato de síntomas en pacientes ya tratados con terapia de mantenimiento con
broncodilatadores de acción prolongada
• Cuando se inicia el tratamiento con broncodilatadores de acción prolongada, la opción preferida es una combinación de un
antagonista muscarínico de acción prolongada y un agonista beta2 de acción prolongada. En los pacientes con disnea
persistente cuando son tratados con un solo broncodilatador debe aumentarse el tratamiento a dos fármacos. La combinación
puede ser administrada como tratamiento mediante un inhalador único o múltiples inhaladores
• Se recomienda el empleo de broncodilatadores inhalados con preferencia a los broncodilatadores orales.
• No se recomienda el uso de teofilina a menos que no se disponga o no se tenga acceso a un tratamiento broncodilatador a
largo plazo.
• Los pacientes con déficit hereditario grave de alfa-1 antitripsina y un enfisema establecido pueden ser candidatos a un
tratamiento sustitutivo de alfa-1 antitripsina
• No se puede recomendar el uso de antitusígenos
• Los fármacos autorizados para la hipertensión pulmonar primaria no se recomiendan en los pacientes con hipertensión
pulmonar secundaria a una EPOC
• Puede considerarse el empleo de dosis bajas de opioides orales y parenterales de acción prolongada para el tratamiento de
la disnea en los pacientes con EPOC que tienen una enfermedad grave.
El algoritmo de tratamiento
farmacológico de seguimiento se
puede aplicar a cualquier
paciente que ya esté en
tratamiento(s) de
mantenimiento,
independientemente del grupo
GOLD asignado al inicio del
tratamiento. Se debe evaluar la
necesidad de tratar
principalmente la
disnea/limitación al ejercicio o
prevenir las exacerbaciones.
Si se considera necesario un
cambio de tratamiento,
seleccione el algoritmo
correspondiente para disnea o
exacerbaciones; el algoritmo de
exacerbación también debe
usarse para pacientes que
requieren un cambio en el
tratamiento tanto para la disnea
como para las exacerbaciones.
1. Revise los síntomas (disnea)
y el riesgo de exacerbación
(antecedentes, recuento de
eosinófilos en sangre).
2. Evalúe la técnica y la
adherencia al inhalador, y el papel de las estrategias no farmacológicas (que se tratan más adelante en este capítulo).
3. Ajuste el tratamiento farmacológico, incluida la escalada o la desescalada. Se puede considerar apropiado cambiar el
dispositivo inhalador o los principios activos de la misma clase (por ejemplo, utilizando un broncodilatador de acción
prolongada diferente). Cualquier cambio en el tratamiento requiere una revisión posterior de la respuesta clínica, incluyendo
los efectos secundarios.
Disnea
Para pacientes con disnea persistente o limitación al ejercicio estando tratados con un broncodilatador en monoterapia se
recomienda el uso de dos broncodilatadores de acción prolongada.
Si la adición de un segundo broncodilatador de acción prolongada no mejora los síntomas, sugerimos considerar cambiar el
dispositivo inhalador o los principios activos. En todos los estadios, la disnea debida a otras causas (no EPOC) debe investigarse y
tratarse adecuadamente. Deben considerarse la técnica de inhalación y la adherencia como causas de una respuesta inadecuada
al tratamiento.
Exacerbaciones
Para pacientes con exacerbaciones persistentes en monoterapia con broncodilatadores, se recomienda escalar a LABA + LAMA.
Los recuentos de eosinófilos en sangre pueden identificar a los pacientes con una mayor probabilidad de una respuesta beneficiosa
a los GCI. Para pacientes que desarrollan exacerbaciones bajo monotratamiento con broncodilatadores de acción prolongada y
un recuento de eosinófilos en sangre ≥300 células/μ, se puede considerar la escalada a LABA + LAMA + GCI.
En pacientes que desarrollan más exacerbaciones con la terapia con LABA + LAMA, sugerimos dos vías alternativas. Se pueden
usar recuentos de eosinófilos en sangre <100 células/μl para predecir una baja probabilidad de una respuesta beneficiosa de los
GCI:
Escalada a LABA + LAMA + GCI. Se puede observar una respuesta beneficiosa después de la adición de GCI con recuentos de
eosinófilos en sangre ≥100 células/μl, con una mayor magnitud de respuesta más probable con recuentos de eosinófilos más altos.
En pacientes que desarrollan más exacerbaciones con la terapia LABA/GCI, recomendamos escalar a triple terapia agregando un
LAMA. Alternativamente, el tratamiento se puede cambiar a LABA/LAMA si ha habido una falta de respuesta al tratamiento con
GCI, o si los efectos secundarios con GCI justifican la interrupción.
En pacientes tratados con LABA + LAMA + GCI (o aquellos con eosinófilos en sangre <100 células/μl) que todavía tienen
exacerbaciones, se pueden considerar las siguientes opciones:
• Añadir roflumilast. Esto se puede considerar en pacientes con un FEV1 <50% del predicho y bronquitis crónica,
particularmente si han experimentado al menos una hospitalización por una exacerbación en el año anterior.
• Añadir un macrólido. La mejor evidencia disponible que existe es para el uso de azitromicina, especialmente en aquellos que
no son fumadores actuales. La consideración del desarrollo de organismos resistentes debe tenerse en cuenta en la toma de
decisiones.
• Retirar los GCI se puede considerar si ocurre desarrollo de neumonía o de cualquier otro efecto adverso considerable.
Si el recuento de eosinófilos en sangre es ≥300 células/μl, es más probable que la desescalada se asocie al desarrollo de
exacerbaciones. Considere cuidadosamente la dosis de GCI utilizada para reducir el potencial de efectos secundarios relacionados
con GCI que son más frecuentes a dosis más altas.
Pacientes bajo tratamiento con LABA + GCI
Si un paciente con EPOC y sin características de asma ha sido tratado, por cualquier motivo, con LABA + GCI y está bien controlado
en términos de síntomas y exacerbaciones, la continuación con LABA + GCI es una opción. Sin embargo, si el paciente tiene a) más
exacerbaciones, el tratamiento debe escalarse a LABA + LAMA + GCI; b) síntomas mayores, se debe considerar el cambio a LABA
+ LAMA.