Filosofía
Filosofía
Filosofía
Definición
Etimología
La palabra filosofía deriva del griego φιλοσοφία y del latín philosophia, que al parecer fue acuñada
por Pitágoras en la Antigua Grecia, y significa ‘amor por la sabiduría’ o ‘amigo de la sabiduría’. Con
este término también se nombran las teorías y sistemas de pensamiento desarrollados por uno o
más autores dentro de este campo.
La filosofía se originó paralelamente tanto en Occidente como en Oriente. Sin embargo, presentan
diferencias en los métodos de pensamiento y percepción del mundo, del ser humano y de la
verdad.
La filosofía se caracteriza por abarcar diversas áreas de estudio, enfatizar el pensamiento crítico,
buscar respuestas lógicas a diversas preguntas y no aceptar verdades absolutas.
La filosofía sirve para que las personas se puedan hacer infinidad de preguntas acerca de la
realidad, la existencia y su sentido de ser.
Para lograr una respuesta se vale del pensamiento filosófico, que es aquel que conlleva a una serie
de análisis, reflexiones, pensamientos críticos y valerse de diversos argumentos. De esta manera,
se acerca al ser humano al conocimiento, a su búsqueda de la verdad, y se aleja de la ignorancia.
La filosofía también sirve para tomar una postura y formular una opinión o respuesta ante
situaciones, generalmente, de carácter político y social.
Características de la filosofía
Incentiva el saber crítico: en la búsqueda de la verdad, se replantea y vuelve a analizar las bases y
los argumentos de los conocimientos existentes.
Es sistemática: organiza de forma lógica y coherente los conocimientos o verdades que se tienen
sobre un tema en particular.
Ramas de la filosofía
Las ramas de la filosofía, también conocidas como disciplinas de la filosofía, abarcan las diferentes
áreas para estudiar, cuestionar y reflexionar sobre diversos temas relacionados con la filosofía:
Metafísica: estudia las nociones con las cuales el ser humano comprende el mundo que lo rodea.
Lógica: comenzó como una rama de la filosofía que se encargaba de estudiar nociones como las
demostraciones, las paradojas o la inferencia inválida. Sin embargo, desde hace un siglo se
considera también una rama de las matemáticas.
Filosofía política: estudia las interrelaciones entre los ciudadanos y los actores y sistemas políticos.
Filosofía del lenguaje: estudia el uso del lenguaje y su relación con el proceso de pensamiento e
interpretación del mundo a través de los significados.
Filosofía de la mente: estudia todos los procesos cognitivos y emocionales que tienen lugar en el
plano mental, como los pensamientos, deseos, fantasías y emociones.
La Filosofía surgió, según indican todos los manuales al uso, a partir del momento en que salimos
de la primitiva oscuridad en la que los seres humanos acudíamos a los mitos para explicar los
sucesos del universo y comenzamos a hacer uso de la Razón para dar respuesta tanto a esas
antiguas preguntas como a otras de nuevo cuño. Se trata del denominado “paso del mito al logos”.
1. La ruptura con el mito.- Ya se dijo que los mitos, en un momento dado, fueron
insuficientes para explicar el mundo e incluso resultaban poco creíbles. La propia técnica
que se manejaba hacia el s. VI adC en Grecia, necesitaba de elementos más tangibles que
describieran la realidad en otros términos que no fueran narraciones sobre dioses, seres
semimágicos, héroes o transmutaciones venidas de no se sabe dónde. Sin embargo, se
infiere que el mundo es inteligible (entendible, captable, alcanzable) y se interpreta como
naturaleza (physis) y, por tanto, como principio generador del que nace todo lo que
percibimos. Y tal principio (arché) tiene una causa natural y no divina.
2. Los hombres que rompieron con el mito.- No se piense que, en la Historia de la Filosofía,
todos los hombres cambiaron de modo de pensar automáticamente a partir de Tales de
Mileto. Eso sería muy ingenuo y poco cercano a la verdad. En general, todos los hombres
que participaron en los albores de la filosofía, eran aristócratas (algunos tenían lazos con
la realeza), individuos cultos y muy versados en las ciencias de entonces. Solían dominar la
escritura (aunque sabemos de ellos por un puñado de fragmentos y por otros filósofos
recopiladores), las matemáticas, predecían eclipses, el Teorema de Pitágoras se debe a
éste o a uno de sus discípulos, se enseñaban unos a otros (Tales a Anaximandro y éste a
Anaxímenes, o Sócrates a Platón y éste a Aristóteles) fundando escuelas o academias y,
casi todos, participaban en la vida pública y política de modo influyente. Precisamente, por
sus ideas novedosas, muchos fueron perseguidos o desterrados. Piénsese en estos
primeros filósofos como una élite crítica con el modo de pensar mítico y avezada en
conocimientos científicos y técnicos de la época, pero que pertenecían a clases pudientes,
con grandes propiedades y que mantenían esclavos. Es de este modo como podían viajar,
tener contactos con los mejores intelectos de entonces, leer, experimentar, inventar,
pensar en cómo organizar la polis y dedicarse a la especulación sobre el mundo y el
hombre. Aún así, teniendo en cuenta las circunstancias que les tocó vivir, nada les resta
mérito en su obra de cambiar el pensamiento.
3. El logos.- El significado del término tiene varias acepciones: estimación, aprecio, relación,
proporción, medida, razón de ser, causa, explicación, frase, enunciado, definición,
razonamiento o argumento. No obstante, para operar con el término en unas condiciones
expositivas generales, logos se enfrenta a mito por cuanto este último se manifiesta en un
lenguaje poético y literario (fantástico), con una retórica de tradición oral. En cambio, el
logos lo hace en forma de un discurso calculado, razonado, justificado y por escrito. La
forma discursiva se complementa con su fondo, pues el logos trata de encontrar el orden
del mundo y de las cosas (el kósmos) en el mismo devenir natural del universo.