Los Síntomas de La Disfunción Visual en Los Niños
Los Síntomas de La Disfunción Visual en Los Niños
Los Síntomas de La Disfunción Visual en Los Niños
los niños
El desarrollo motor del niño le permite un mayor contacto con su entorno y
los objetos que se encuntran en él. Las observaciones de un niño pequeño
son polisensoriales o multisensoriales. El niño en su primera infancia no solo
ve los objetos, sino también los maneja: los mete en su boca, los tira, sacude,
golpea. La percepción multisensorial se transforma gradualmente en la
percepción monosensorial. Sobre todo es la percepción visual. Sin embargo,
todavía los niños en edad preescolar tocan con ganas los objetos que les
interesan.
La percepción visual participa en casi todas las actividades humanas. El nivel adecuado de la
percepción visual permite al niño aprender a leer, escribir, hacer ejercicios aritméticos y desarrollar
otras habilidades que se le exigen en la escuela.
Al principio la percepción tiene el carácter integral, o sea global. Mientras se desarrollan el analizador
visual y la agudeza visual que permite un funcionamiento más eficaz de los receptores mediante el
aumento de la gama de experiencias, la percepción del niño se vuelve más y más precisa. El niño
comienza a percibir no solo los rasgos muy característicos, como la forma general, el color o el
tamaño, sino también otros elementos que forman parte de un objeto dado. El desarrollo más
importante de esta función cae en un período comprendido entre 3,6 y 7,6 años de edad.
Los componentes esenciales de la percepción visual son: la memoria visual, o sea la capacidad de
registrar y todo lo que se observa y la coordinación ojo-mano, o sea la capacidad de armonizar los
movimientos de los ojos con los movimientos de todo el cuerpo o alguna de sus partes.
Los trastornos de la memoria visual causan que el niño no recuerde y no registre la información
recogida y transmitida, lo que a su vez afecta negativamente el desarrollo de su esfera cognitiva.
Los niños con dificultades de coordinación visomotora manifiestan las dificultades en:
Entre muchas causas se puede distinguir una que tiene el mayor impacto en el desarrollo de la
coordinación ojo-mano (asumiendo que no se han observado deterioros en la estructura biológica del
organismo de un niño), es decir, el descuido del entorno. Puede originarse de la estimulación
insuficiente del niño, la falta de proporcionarle la cantidad adecuada de estímulos, pero también de la
sobreprotección de parte de los padres - en cuestión de la sustitución al niño en las actividades de la
vida diaria o la limitación de la actividad física.
Al alcanzar tres años de edad el niño debría poseer las siguientes habilidades: montar sin ayuda las
que se componen de 2 partes, hacer una simple clasificación de acuerdo con color, el tamaño y el
criterio funcional (para qué sirve), por ejemplo para jugar o para comer.
Importante!
Hay que recordar que cada niño es una entidad individual y debe ser tratado también de forma
individual. Dentro de cada grupo de edad se pueden observar diferencias significativas en el
desarrollo de los niños.
El requisito básico e imprescindible para el funcionamiento del proceso de la percepción visual es el
analizador visual bien construido y que trabaja correctamente. El analizador se compone de: un
receptor, o sea el órgano del sentido que posee las terminaciones nerviosas; el nervio óptico, que es
la parte que lleva y la parte de corteza - responsable de recibir los estímulos visuales simples, pero
también de su procesamiento - análisis y síntesis. El foco central del analizador visual es la parte
occipital del cerebro, de modo que sus deterioros influyen en los trastornos de los procesos de
análisis y síntesis visual. El estímulo visual hace que las impresiones visuales en un niño se mueven
por el arco reflejo desde el receptor a través de los nervios conductores hacia los centros apropiados
de la corteza cerebral, estimulándola. Los trastornos de la percepción visual se relacionan
estrechamente con los trastornos quinestético-motores y los de la orientación espacial. Estos
trastornos se denominan deterioro de la coordinación ojo-mano.
dificultad en distinguir las partes de una totalidad y en integrar las partes particulares en una
totalidad.
dificultad en percibir las diferencias entre los objetos, imágenes y relaciones espaciales
similares, pero no idénticos, y las similitudes en los sistemas aparentemente diferentes,
dificultad en la cartografía gráfica y espacial de estructuras complejas de carácter abstracto
(formas geométricas, signos gráficos)
dificultad en entender y deducir basándose en el material pictórico.
Un niño con la alteración de la percepción visual no tiene ganas de jugar al bingo de imágenes,
armar rompecabezas, tiene dificultades en ordenar historietas, realiza dibujos esquemáticos con un
contenido pobre, tiene dificultades en programar el trabajo en la superficie, diferencia
inadecuadamente las formas gráficas, refleja dificultades en reconocer las relaciones espaciales. Los
niños afectados demuestran torpeza en los juegos y actividades de movimiento, tener dificultades en
programar el movimiento.
En mal funcionamiento del sentido de la vista también pueden influir los procesos de
integración sensorial perturbados.
Para que un niño pueda funcionar adecuadamente, todos los sentidos deben trabajar en armonía y
colaborar. El cerebro tiene que enfrentarse a la afluencia de los estímulos, integrar y procesarlos de
la manera correcta y se integran proceso, proporcionando al niño la información precisa sobre él
mismo y el mundo que lo rodea. Si el cerebro del niño no es capaz de enfrentarse al procesamiento
adecuado de estímulos, esto puede ser causado por los problemas de integración sensorial. Las
anomalias en el desarrollo de los sentidos pueden ser genéticos, surgir durante el embarazo y las
enfermedades de madre, aparecer durante el parto con complicaciones, relacionarse con la
prematuridad, la hipoxia fetal, o a veces el parto por cesárea. Un papel importante desempeña aquí
la puntuación de Apgar apropiada. En los niños con puntuaciones más bajas, los trastornos de
integración sensorial son mucho más comunes.
Los trastornos del sentido de la vista causados por la inadecuada organización de impresiones
entregadas al cerebro se revelan a través de:
En los niños con la eficiencia del analizador visual reducida a menudo aparecen problemas
emocionales secundarios. Como resultado de los fracasos experimentados se puede observar la
aparición de miedo, ansiedad y baja autoestima, que se relacionan con la convicción de que el niño
es peor que sus compañeros y no puede alcanzar su nivel en muchas situaciones.
Conseguimos mejorar las funciones afectadas y el analizador visual a través de introducir los
ejercicios de dificultad creciente. Empezamos con un material fácil, poco a poco aumentando
su nivel de dificultad, que depende del tipo de material utilizado para practicar.
En el trabajo con niños que sufren trastornos de la percepción visual utilizamos los
siguientes tipos de materiales didácticos:
Tipos de ejercicios:
Tipos de ejercicios:
(red: Jastrząb J., La escuela terapéutica de Toruń, Toruń 1997, Editorial Educativa AKAPIT)
Las dificultades en el desarrollo psicomotor que persisten hasta los 6 ó 7 años de edad, a pesar del
trabajo intensivo y el apoyo, pueden indicar la presencia de riesgo de dislexia del niño. El término
riesgo de dislexia significa la posibilidad de la aparición en un niño de edad escolar dificultades
específicas en la lectura y la escritura.