Ensayo Sobre El Examen Físico Del Abdomen
Ensayo Sobre El Examen Físico Del Abdomen
Ensayo Sobre El Examen Físico Del Abdomen
NOMBRE:
ASIGNATURA:
SEMIOLOGÍA
DOCENTE:
CURSO:
AÑO LECTIVO
INTRODUCCIÓN
Mediante la aparición de las nuevas técnicas rápidas y sencillas, como la ecografía, y de otras más
complejas, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) ha llevado
lentamente a examinar el abdomen en forma muy superficial y aun, en algunos casos, casi al
abandono de la semiología abdominal. También han favorecido esta actitud diversas publicaciones
que parecen demostrar que la sensibilidad y la especificidad del examen físico no lo hacen un
método muy fiable.
Sin embargo, hay hechos que no pueden desconocerse. Los métodos complementarios de
diagnóstico no siempre están disponibles, tienen índices de sensibilidad y especificidad que nunca
son del 100% y también son dependientes del operador. También es cierto que cuanto menos se
enseñan y practican las maniobras semiológicas, menores son las habilidades y peores los
resultados de quienes las realizan. Por supuesto, estas afirmaciones son igualmente aplicables a
todo el examen físico.
A continuación, se describirá, en algunos casos, más de un método de palpación para cada órgano.
A medida que transcurre el tiempo y se adquiere experiencia, el médico seleccionará la maniobra
con la que obtiene mejores resultados y aportara a un diagnóstico clínico acertado.
DESARROLLO
GENERALIDADES
Posición del paciente y el profesional de salud
- Para examinar el abdomen, el paciente debe estar en la camilla en decúbito dorsal (posición
supina), la cabeza sobre una almohada, las piernas extendidas y las manos a los lados del
cuerpo. Solo en pocas ocasiones es conveniente que tenga los muslos flexionados, pero
siempre, en estos casos, con una almohada bajo las rodillas. El médico se ubica a la derecha,
con una iluminación transversal que acentúe los desniveles.
División topográfica
Desde el punto de vista topográfico, el abdomen se divide en nueve regiones delimitadas por dos
líneas horizontales, la superior o subcostal, que pasa por la parte inferior de las décimas costillas,
y la inferior, a través de las crestas ilíacas, y dos líneas verticales que pasan por el punto medio
entre la espina ilíaca anterosuperior y la línea media. Así se delimitan, en los lados, los
hipocondrios, los flancos y las fosas ilíacas, y en el centro el epigastrio, la región umbilical y el
hipogastrio.
División topográfica del abdomen y contenido de cada una de las regiones
Esta nomenclatura es de uso habitual en nuestro medio. Otra división topográfica, más sencilla,
divide el abdomen en cuatro cuadrantes resultantes de dos líneas que pasan por el ombligo, una
vertical y otra horizontal.
1. Inspección
En primer lugar, en la inspección estática, se debe observar la forma del abdomen, que en
condiciones normales es plano en el parte superior y levemente abovedado en la inferior. Puede
encontrarse totalmente distendido (abdomen globoso) conservando el ombligo hacia adentro,
como ocurre en la obesidad o el gran meteorismo, o con el ombligo procidente, lo que indica ascitis
importante de rápido desarrollo.
Abdomen globoso con ombligo procidente por hernia umbilical y circulación colateral en un
paciente cirrótico con ascitis.
2. AUSCULTACIÓN
3. PERCUSIÓN
Se lo debe realizar con suavidad y dejando apoyado el dedo percutor en cada golpe (sin rebote),
que suele ser único, a diferencia del tórax donde se aplican dos golpes y se lo hace con rebote. Se
percute de arriba hacia abajo en forma radiada, comenzando desde el apéndice xifoides hasta el
hipogastrio y luego desde aquel hacia ambas fosas ilíacas. Su utilidad radica en delimitar órganos
macizos (hígado y bazo) o tumoraciones, que dan un sonido mate, del resto del abdomen, que
normalmente es timpánico. Su sonoridad no es homogénea, pues el timbre varía en los distintos
segmentos del intestino y según su contenido gaseoso.
La percusión del abdomen adquiere especial valor en presencia de distensión abdominal. El
incremento del contenido gaseoso genera aumento del timpanismo, mientras que la presencia de
líquido (ascitis), tumoraciones o visceromegalias dará matidez. El diagnóstico de ascitis se
completa con otras dos maniobras, la de la matidez desplazable y la de la onda ascítica.
4. PALPACIÓN
a) PALPACIÓN SUPERFICIAL
Incluye la maniobra conocida como mano de escultor de Merlo (Epónimos), la maniobra del
esfuerzo y la exploración de la tensión abdominal, de los puntos dolorosos abdominales y de la
presencia de hernias y eventraciones.
Maniobra de la mano de escultor de Merlo
Es la maniobra con la que comienza la palpación del abdomen; se realiza pasando la mano derecha
en forma plana sobre toda la superficie abdominal, y permite fundamentalmente la relajación de
la pared.
Maniobra del esfuerzo
Se utiliza para hacer diagnóstico diferencial de una tumoración, respecto de su localización parietal
o intraabdominal. Se indica al paciente que levante la cabeza o las piernas para contraer los
músculos rectos anteriores, de igual manera que lo solicitado durante la inspección. De este modo,
lo que está por delante de los músculos, se palpa mucho más fácilmente y suele ser móvil, y lo que
se encuentra en la cavidad se hace imposible de palpar.
Tensión abdominal
Se debe colocar la mano derecha de plano sobre el abdomen, paralela a la línea media, con los
dedos orientados hacia la cabeza del paciente. Se deprime la pared, con movimientos rítmicos de
flexión a nivel de las articulaciones metacarpofalángicas. Se comienza desde abajo hacia arriba,
inmediatamente por fuera de los rectos, y luego se compara la tensión en zonas simétricas de ambos
hemiabdómenes. La tensión normal es levemente mayor en el lado derecho que en el izquierdo, y
en la parte superior que en la inferior.
Hernias y eventraciones
Se llama hernia a la salida, en forma de “bulto” o protrusión, de un elemento anatomico a través
de un orificio de la pared que lo contiene. En el abdomen se designa con el nombre de hernia a la
salida del peritoneo parietal y del tejido celular preperitoneal, acompañado o no de vísceras
intraabdominales a través de un orificio de la pared anatómicamente constituido.
En la pared abdominal existen razones de orden anatómico y embriológico que disminuyen su
resistencia en determinados sitios; estos sitios constituyen las zonas herniógena.
b) PALPACIÓN PROFUNDA
Tiene por objeto reconocer las vísceras huecas (ciego, colon ascendente y sigmoide) y sólidas
(hígado, bazo y riñón) normales. Este examen incluye también la palpación del latido aórtico.
Permite el reconocimiento de las visceromegalias y las tumoraciones abdominales. Existen tres
maniobras accesorias de la palpación profunda:
1) Maniobra de Minkowsky: cuando una masa que desciende en inspiración puede ser
retenida en espiración, indica que no tiene contacto directo con el diafragma. Es útil para
el reconocimiento de los tumores retroperitoneales y el riñón.
COLON
Ciego: con la maniobra de deslizamiento en la fosa ilíaca derecha (FID) se palpa el ciego, elástico,
móvil e indoloro, a veces distendido por contenido hidroaéreo que se percibe con los pulpejos de
los dedos como un gorgoteo característico.
Frente a este hallazgo de hígado palpable, se definir las siguientes características morfológicas:
Forma: el hígado suele estar uniformemente agrandado de tamaño, pero a veces se palpa un
agrandamiento localizado debido a un tumor, un quiste o un absceso. Ya se señaló la importancia
de buscar siempre un agrandamiento localizado del lóbulo izquierdo.
Superficie: por lo general es lisa; a veces pueden palparse múltiples nódulos causados por
metástasis o una cirrosis macronodular. Se debe ser muy cauto, debido a la fácil confusión que
produce la grasa subcutánea.
Borde: normalmente es agudo. Todo aumento del contenido hepático, sea por congestión
sanguínea, bilis, infiltración amiloidea, etc., a la par de aumentar el tamaño del hígado transforma
su borde en romo y aumenta su consistencia.
Consistencia: en la cirrosis, con la fibrosis y retracción el hígado aumenta también su
consistencia, pero el borde se mantiene cortante. En la infiltración tumoral difusa, la consistencia
está muy aumentada (pétrea); a veces el hígado parece como encastrado en su celda. Por el
contrario, en el hígado graso, patología muy frecuente, la consistencia está disminuida.
Dolor: toda vez que la cápsula de Glisson se distiende en forma aguda, aparece dolor espontáneo,
y también a la palpación. Esto ocurre de manera difusa, sobre todo en la insuficiencia cardíaca
derecha aguda y en algunas hepatitis agudas.
VESÍCULA BILIAR
Antes de intentar palpar la vesícula, se debe mirar con luz oblicua tratando de observar una
formación ovoide que desciende en la inspiración (a veces se ve mejor de lo que se palpa). En
caso de que se palpe, hay que buscar su movilidad, que es amplia en sentido lateral, y apreciar su
grado de sensibilidad.
Siempre debe buscarse el dolor vesicular mediante la maniobra de Murphy, que consiste en
abrazar con ambas manos los dos hipocondrios y presionar suavemente con los pulgares debajo de
las costillas en su unión con el borde externo del músculo recto anterior. Se indica al paciente que
realice una inspiración profunda y la maniobra es positiva, signo de Murphy, cuando refiere dolor
o interrumpe la inspiración. Solo algunos pacientes con patología vesicular (litiasis) presentan este
signo, pero su hallazgo es muy sugestivo de inflamación (colecistitis).
Maniobra de Murphy