Deporte para La PAZ SP - 1

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Deporte para la paz


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Beatriz Elena Mejía Restrepo


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1
Deporte para la paz. Una herramienta de transformación social
Todos los derechos reservados
© Beatriz Elena Mejía Restrepo
Nancy Giraldo Osorio
2017

ISBN: 978-958-8592-58-9

AGRADECIMIENTOS

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)


Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia (APC-Colombia)
Comisión Nacional Colombiana para la Cooperación con UNESCO
Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia
Coldeportes

Agradecimientos especiales a:
Líderes deportivos en territorio
Líderes comunitarios de apoyo

Fotografías:
David J. Ricardo
Sergio Salazar Pinzón
Grupo Internacional de Paz

Autoras:
Beatriz Elena Mejía Restrepo
Nancy Giraldo Osorio

Traducción versión en inglés:


Decoding S.A.S.

Corrección de estilo, diagramación, impresión y acabados:


Ediciones Ántropos Ltda.
www.edicionesantropos.com

Medellín, Diciembre 2017

Impreso y hecho en Colombia

Los textos que aquí se publican son de exclusiva responsabilidad de sus autoras y no expresan necesariamente el pensamiento ni la
posición de Unesco o el Gobierno de Colombia.

Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de las autoras

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1SFTFOUBDJØO.................................................................................................................. 5

1SJNFSB1BSUFDeporte para la paz


Introducción ............................................................................................................. 7

Artículo invitado:
Necesidades humanas, pandillas y deporte
Por Diana Bonar ............................................................................................................. 12

Estrategia 7P ......................................................................................................... 15

4FHVOEB1BSUF%FTBSSPMMPPQFSBUJWP
.J7JEBFTVO%JBNBOUF.......................................... 25

Aspectos metodológicos .................................................................................... 30

Jugadas más allá del campo de juego ........................................................... 31

Estructura de un tarjetón .................................................................................... 33


El trabajo con la imagen en los tarjetones .................................................. 35
Un Hit por mi comunidad ................................................................................... 40

3FGFSFODJBT ................................................................................................. 47
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1SFTFOUBDJØO

L a presente publicación es una guía para públicos diversos, interesados en el


deporte como herramienta de transformación social, desde la perspectiva
del sector Deporte para el Desarrollo y la Paz (SDP, por sus siglas en inglés).
En su primera parte, pretende aportar a la comprensión de los alcances y
oportunidades que éste representa para las comunidades, en términos de
desarrollo de capacidades individuales y colectivas, el posicionamiento de
modelos adecuados de identificación y la satisfacción de necesidades humanas, siempre
que es dirigido hacia los propósitos de prevención de violencia, reconciliación y restable-
cimiento del tejido social de territorios afectados por el conflicto armado. Allí se plantea
cómo, en contextos sociales con historia de conflicto, el deporte social comunitario
trasciende la idea de alternativa de ocio saludable para convertirse en un mecanismo
necesario para desarrollar capacidades en las comunidades, que les permita responder
de manera asertiva a las amenazas del entorno, especialmente a niños, niñas y jóvenes, y
construir escenarios de convivencia que aporten al bienestar colectivo y la paz. De otra
parte, sugiere la necesidad de imprimir intencionalidad a la práctica deportiva, toda vez
que ésta constituye un medio para alcanzar resultados en materia de desarrollo y no un
fin en sí mismo, en lo que se denominará en adelante prácticas deportivas orientadas.
Para ampliar la comprensión de la aplicabilidad de estos conceptos, se ilustra la Estrategia
7P, del Grupo Internacional de Paz.
La segunda parte contiene una orientación metodológica, con una utilidad específica
para entrenadores y entrenadoras de diferentes contextos sociales que facilitan un espacio
deportivo al servicio de la comunidad, incluyendo un modelo de abordaje del Programa
Mi Vida es un Diamante, que emplea el béisbol como herramienta de prevención de
reclutamiento de niños, niñas y jóvenes por parte de grupos armados ilegales y bandas
criminales. Éste, evidencia la operativización de la Estrategia 7P y entrega ejemplos con-
cretos del cómo desarrollar un proceso deportivo con enfoque de desarrollo y paz en la
cotidianidad de un entrenamiento.
Grupo Internacional de Paz –GIP–, quien presenta esta estrategia, es una
organización comprometida con la transformación social para la construcción de
paz en Colombia y otros países de América Latina, que emplea mecanismos
innovadores para fortalecer las capacidades de las personas, las comuni-
dades y la sociedad y romper el ciclo de violencia armada y criminalidad.
Desde el 2010, el deporte ha sido uno de sus mejores aliados en esta búsqueda. Esta
organización trabaja conjuntamente con organismos internacionales, gobierno

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

nacional, entes territoriales, tercer sector, academia, sector empresarial y comunidades, en


propuestas que buscan incidir favorablemente en los procesos de consolidación de la paz
en el territorio, bajo las perspectivas de prevención, reconciliación y restablecimiento de
comunidades afectadas. Sus acciones se caracterizan por su riguroso contenido metodo-
lógico, orientado hacia el desarrollo de capacidades individuales y colectivas que permitan
responder de manera asertiva a las amenazas de los entornos con historia de conflicto
armado y violencia; lo que se traduce en la Estrategia 7P y sus programas derivados.
Esta estrategia incorpora el enfoque de garantías y protección de derechos de la infancia
promovidos por UNICEF. Frente a los abordajes de prevención de violencia asociada al
uso de sustancias psicoactivas, ha diseñado sus contenidos bajo los lineamientos inter-
nacionales de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Así mismo
acoge los principios de la Justicia Restaurativa promovidos por esta misma entidad y sus
acciones responden a la política nacional en Colombia para la prevención de reclutamiento
y uso de niños, niñas y adolescentes por parte de grupos armados al margen de la ley y
grupos delictivos organizados. En el caso del trabajo con excombatientes en proceso de
reintegración en Colombia, se articula con el Gobierno Nacional a través de la Agencia
para la Reincorporación y Normalización –ARN–. En el deporte específico del fútbol,
trabaja de la mano del Programa Sectorial Deporte para el Desarrollo de la Agencia Ale-
mana de Cooperación Internacional –GIZ–, haciendo las adaptaciones específicas a cada
contexto social e integrándola a la Estrategia 7P.
En el año 2017, el Grupo InternacionaI de Paz fue galardonado en la ciudad de
New York con el premio Beyond Sport, en la categoría Deporte para la Paz y la Justicia
Social, uno de los premios más importantes a nivel internacional en el sector Deporte
para el Desarrollo. En el 2016 fue uno de los tres nominados a este mismo premio en la
ciudad de Londres, en la categoría Deporte para la Resolución de Conflictos Sociales. Su
programa Mi Vida es un Diamante fue mencionado como ejemplo de contribución del
deporte a la paz en el mundo, por el entonces Secretario General de las Naciones Unidas,
Ban Ki Moon, en la Asamblea Extraordinaria del año 2015. Su Programa Camino al Ring
obtuvo el reconocimiento internacional del Cinturón de Oro de la Asociación Mundial
de Boxeo, en la Convención Mundial de Boxeo del 2017, por su aporte a la transforma-
ción social. En ese mismo año, el Gobierno Colombiano le otorgó el reconocimiento en
la categoría de Espacios de Reconciliación por su aporte al proceso de paz en el país y fue
seleccionado en la convocatoria internacional de la UNESCO en París, lo cual permitió
publicar la presente guía.
Esta publicación es un esfuerzo conjunto con UNESCO, en el marco de los programas
de participación bienal 2016-2017 y cuenta con el apoyo de la Agencia Presidencial de
Cooperación Internacional de Colombia –APC–, el Ministerio de Relaciones Exteriores
y Coldeportes. Es importante aclarar que lo aquí publicado no compromete a dichas or-
ganizaciones y se refiere específicamente al contexto social en Colombia, que podrá ser
adaptado en países con contextos de conflicto y posconflicto.

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Deporte para la paz
*OUSPEVDDJØO

E n Colombia, a lo largo y ancho del territorio, las dinámicas del conflicto


han afectado a las comunidades en todas sus dimensiones, con especial
destrucción de vínculos y lazos sociales, la confianza, la integración y el
respeto por el otro. El círculo de violencia ha afectado principalmente
a niños, niñas y adolescentes que por décadas han sido expuestos a los
riesgos del conflicto social que dejó en el país el 12% de la población
como víctimas directas. Hijos e hijas de padres inmersos en la guerra como militantes
de grupos guerrilleros, paramilitares y militares o víctimas del accionar de los grupos
armados al margen de la ley, hoy son vulnerables a repetir ciclos de violencia, si no se
generan procesos de reintegración y reparación social que favorezca la restauración de
derechos en los miembros de comunidades que han sido marcados por años de sucesivas
formas de violencia.
La seguridad, que tanto preocupa a los gobiernos, es solo un indicador de una sociedad
sana. Mas allá de los mecanismos de control, en el subsuelo de una urbe o un territorio
rural inseguro se esconden las heridas sin sanar de una sociedad, y con éstas, nuevas
generaciones que heredan las secuelas de las emociones sin resolver de sus padres y que
carecen de herramientas para responder asertivamente a las situaciones de su entorno,
generando en éstos una condición de desesperanza, al considerarse sin medios prácticos
para cambiar su situación de vida. Los jóvenes han sido “cantera” de los grupos armados
ilegales y principales víctimas del reclutamiento por parte de estos actores. Este riesgo se
cataliza si se tiene en cuenta que la adolescencia es una etapa caracterizada por la búsque-
da del reconocimiento y la identificación con un grupo. Las circunstancias se hacen más
complejas si consideramos el alto posicionamiento de liderazgos negativos, referentes de
vida a los que los y las niñas y jóvenes buscan emular, y el expansivo fenómeno de
desintegración social mediado por la violencia que produjo la fragmentación de
las relaciones sociales y la anulación del desarrollo pleno del individuo de acuer-
do con sus deseos, intereses y determinaciones. Estos ciclos de violencia,
produjeron una alteración en los patrones culturales en comunidades
afectadas, favoreciendo el uso de formas nocivas para alcanzar los propósitos,
incidiendo sobre la vida de los habitantes, sus relaciones y los espacios públicos
para su socialización.

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

La niñez y la juventud son etapas del desarrollo fundamentales para el posicionamiento


de puntos de referencia que favorezcan la toma de decisiones, orientada a una vida sana y,
en consecuencia, una sociedad más pacífica. Por el contrario, si este niño, niña o jóven se
desenvuelve cotidianamente en un ambiente que solo emite señales hostiles, no encontrará
vías para canalizar sus necesidades afectivas y espirituales hacia la construcción de un ser
social que entienda que el bienestar colectivo alimenta el bienestar individual y que éste
último redunda a favor del primero; por tanto, se identificará con un estilo de sociedad
individualista, donde las necesidades se satisfacen sin consideración de los efectos en sí
mismo y en los demás y buscará “seudo” satisfactores que le otorguen un placer inmediato
y efímero, que más adelante tendrá secuelas negativas en su bienestar. “Cuando las bases
del desarrollo de la identidad son deficitarias, se incrementan las conductas de riesgo que
buscan la satisfacción inmediata o la autoafirmación a través de acciones efímeras que dan
sensaciones de logro y reconocimiento, aún cuando éste sea de tipo negativo… En estas con-
diciones la juventud se hace vulnerable a la obtención de gratificaciones a través de conductas
indiscriminadas de corto alcance, inmediatas y accesibles”, Krauskopf, D. (1994).
No obstante, y aunque las estrategias preventivas dirigidas a individuos o a grupos
particulares cobran especial importancia, es indispensable generar dinámicas comunitarias
de integración alrededor de acciones que promuevan nuevos referentes y fortalezcan el
entorno protector de niños, niñas y jóvenes, de manera que ofrezcan condiciones para el
cambio y tengan un mayor impacto. En esta lógica, el deporte en su función social se con-
vierte en un medio a través del cual se crean y consolidan espacios para la sana discusión,
trámite adecuado de conflictos y visualización de oportunidades para generar cambios
de manera colectiva. Si hablamos de reconstrucción de un país, es necesario pensar en la
transformación de los patrones culturales en la comunidad a favor de la convivencia, lo
cual se logra en la medida en que en las prácticas se promuevan nuevas formas de socia-
lización, a través de la interiorización de principios que son trabajados tradicionalmente
en el deporte y que encuentran en éste una forma lúdica para incorporarlos a las prácti-
cas cotidianas. El deporte se asume, entonces, como un mecanismo privilegiado para la
formación del ser al servicio de nuevos y constructivos logros colectivos.

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Es indispensable, entonces, identificar el potencial que tiene el SDP en la consecución


de la paz, con el fin de que el alcance de las prácticas en el sector no sean inferiores. En la
bibliografía disponible es frecuente encontrar una asociación bien fundamentada entre
deporte y uso adecuado del tiempo libre. La posibilidad que tiene el deporte para cooptar
los espacios de ocio en niños, niñas y jóvenes y emplearlos para la promoción de hábitos
saludables, es indiscutible. Las acciones en esta dirección son en general justificadas por
la necesidad de protección a esta población, en tanto se piensa que al no usar adecua-
damente su tiempo está expuesta a los riesgos del entorno. Sin pretender desconocer las
bondades de este tipo de acciones en sociedades afectadas por el conflicto armado, este
enfoque es un tanto reduccionista y encuentra limitaciones en el hecho de que la violencia
no es un elemento externo, sino que, por el contrario, permea las formas más básicas de
socialización, incidiendo desde los entornos primarios como la familia y la escuela, hasta
en las formas más complejas de organización.
En este sentido, y considerando que el creciente Sector SDP se vale de múltiples
enfoques, la apuesta por incidir integralmente en la ruptura de ciclos intergeneraciona-
les de violencia se hace cada vez más necesaria en los proyectos y programas que usan
el deporte como medio de transformación social. No siendo suficiente con contener la
problemática, el deporte constituye una oportunidad para avanzar hacia la promoción
de un nuevo estilo de sociedad, pasando de la contención a la acción. Esto cobra especial
valor en las sociedades en transición o fase de posconflicto.
La relación entre deporte y capital social nos da indicios de cómo una comunidad
puede desarrollar habilidades para cooperar entre sí, a partir de la confianza mutua, las
normas y las redes que puede promover la práctica deportiva. Para una sociedad cuyo reto
es la consolidación de escenarios de paz, el deporte puede cumplir un papel activo, en la
medida que sirve potencialmente como medio para generar capital social en comunidades
fragmentadas, en las cuales éste puede no ser solo visto como vínculo entre semejantes
(bonding), sino como puente entre distintos (bridging)1. La reconciliación como elemento
fundamental en la fase de posconflicto se refuerza al valerse no solo de la práctica deportiva
misma, sino también en el entorno deportivo, a partir de la resignificación de los espacios
para el encuentro ciudadano, la redes sociales que se propician en el entorno inmediato
y la incidencia en los referentes y modelos de liderazgo imperantes en una comunidad.
No obstante, y entendiendo capital social como aquello que posibilita la cooperación
entre grupos, debe estar mediado por principios éticos que favorezcan escenarios de bienestar
en la comunidad, de manera que no sea funcional a prácticas generadoras de nuevas fracturas
sociales. Teniendo en cuenta que valores incluidos tradicionalmente en el discurso
del deporte como la disciplina, el trabajo en equipo, el liderazgo, la solidaridad,
son valores de los que se jactan ciertos grupos sociales que se unen para cooperar

1 Desde la perspectiva de Robert Putnam en “Bowling alone. The collapse and revival of American
Community”.

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

por una causa que no siempre es noble (como en el caso de los grupos armados ilegales y
bandas de narcotráfico), el deporte enfrenta el desafío de incidir en las raíces y no solo en
las flores (la manifestación) del árbol. La posibilidad que tiene para construir capital social
es una oportunidad que debe ser canalizada e intencionalmente dirigida. Esta dirección no
la otorga el deporte en sí mismo, pero éste presenta una oportunidad de alta incidencia.
Ahora, sobre el concepto de valores, es muy importante no equivocarnos, recono-
ciendo que el deporte puede trascender un pensamiento axiológico simplista y llevarnos
a cuestiones más complejas como las motivaciones y los paradigmas (entendidos como
arquetipos o puntos de referencia) que fundan las acciones y decisiones individuales y
colectivas. Surge entonces la pregunta de cómo el SDP puede incidir en estas decisiones.
El desarrollo de un pensamiento crítico es uno de los principales retos que deben encarar
las prácticas deportivas orientadas, en la medida en que favorece la desnaturalización de
prácticas cotidianas y abre las perspectivas conscientes del propio mundo, en el que las
acciones tienen un origen y una consecuencia para la vida propia y el entorno. Adicional-
mente, si bien es cierto que la acción humana es en gran parte racional, hay un contenido
de irracionalidad que no podemos desconocer cuando se trata de promover sociedades
más pacíficas. En este sentido, el deporte puede dotar al participante de elementos para
el reconocimiento de las emociones y la gestión adecuada de las mismas, señalando la
importancia de incluir en la práctica mecanismos conscientes, regulados y profesional-
mente dirigidos. La formación de estas capacidades personales favorecen la toma asertiva
de decisiones aun en medio de entornos hostiles, siempre y cuando la práctica se facilite

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intencionalmente para el cumplimiento de este objetivo social y no se le atribuya tal


bondad como característica inherente a la misma. Su eficacia dependerá de un número
de factores que deberán ser considerados, como la metodología empleada, el perfil y la
formación del entrenador y la adaptación a las condiciones del entorno.
Ahora bien, la práctica deportiva orientada puede valerse del entorno deportivo para
reforzar los contenidos pedagógicos y hacer extensivo su beneficio a otros miembros de
la comunidad, entendido como los espacios físicos y simbólicos asociados al deporte,
más allá de la ejecución de la actividad física como tal (entrenamiento o juego), en donde
pueden identificarse, por ejemplo, los escenarios deportivos comunitarios, los torneos
y campeonatos, las hinchadas, entre otros. Es allí donde el SDP no solo constituye una
oportunidad para el desarrollo de capacidades personales sino también de capacidades
comunitarias, ambas necesarias para la reconstrucción de tejido social en sociedades en
transición hacia la paz. Este tipo de espacios son altamente afectados en contextos de
conflicto armado, toda vez que se da una fractura en las relaciones sociales, mediada por
la desconfianza y la ruptura en la comunicación entre los miembros de la comunidad y
la cooptación de los espacios públicos por parte de los grupos armados ilegales.
Desde esta perspectiva y en medio de un acuerdo de paz, el país deberá apostarle a
iniciativas innovadoras pero naturalmente aceptadas en las comunidades, como aquéllas
que usan el deporte con un enfoque social como mecanismo que aporta a la garantía de no

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

repetición, en la medida en que proporciona una estructura en un ambiente sin estructura,


permite canalizar las emociones que inciden en la acción humana, promueve el uso de meca-
nismos institucionalizados de resolución de conflictos, y, en general, desarrolla capacidades
en los niños, niñas y jóvenes, para construir una sociedad futura más sana. La reflexión por
los alcances que potencialmente tiene el deporte es una invitación a trascender enfoques
tradicionales y re-pensar el papel de las organizaciones y líderes deportivos en territorios
afectados por la confrontación armada y principalmente en aquellos que tienen el reto de
la transición hacia la paz. El SDP tiene como principal desafío evidenciar los verdaderos
impactos que puede tener el deporte como motor de transformación social y lograr que los
gobiernos nacionales y transnacionales lo prioricen en sus agendas.

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(A continuación, un artículo de la experta invitada Diana Bonar. Este texto narra su experien-
cia como colaboradora de Figth For Peace y la apuesta de esta organización británica-brasilera
que usa los deportes de combate en la prevención de la violencia juvenil).


La favela Maré de Río de Janeiro es una zona plana de barrios marginales, dividida
en 17 comunidades diferentes y dominada por facciones rivales de drogas: una de
las favelas más afectadas por la violencia de la ciudad; y es donde trabajo, junto
con un equipo de 80 personas. En general voy con una amiga que me lleva, tiene un
auto negro y grande, y eso siempre me dio miedo de que fuésemos confundidas con
la policía. Como de costumbre, entramos a la favela Baixa do Sapateiro, y cruzamos

2 Coordinadora de Capacitación y Contenido para Fight For Peace, Especialista en Transformación de Conflictos
y Estudios de Paz. Este artículo se escribió con el apoyo de Patrick Ascroft, investigador de las favelas de Río.

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la Franja de Gaza, para llegar a nuestro fuerte: Lucha por la paz. Esto fue en el 2015, y la
favela fue ocupada por el ejército. Recuerdo vívidamente a los jóvenes con sus uniformes de
camuflaje y cascos, en formación militar y sentados en la parte trasera de los camiones del
ejército, con pesados rifles colgados de sus hombros. No tenían más de 25 años, y me sentí
triste al verlos, sabiendo que no cambiarían nada.
En la siguiente esquina, a apenas 500 metros de distancia, había otro grupo de jóvenes
con fusiles y pistolas, pero estos jóvenes usaban bermudas, chancletas, y no tenían miedo. Y
sentí la misma tristeza que unos segundos antes. Ambos grupos respondían a una jerarquía
y eran rivales de una guerra injusta; cada individuo era víctima de un sistema que cuanto
más conozco, menos sentido tiene.
Fue un día tranquilo en el trabajo dentro de Fight for Peace, pero al salir tuvimos que
tomar la misma ruta. Cuando llegamos a la división entre territorios, los muchachos de
uniforme nos apuntaron con sus armas, usando las miras en sus rifles para perfeccionar su
objetivo. Mirando hacia atrás, vimos a los chicos de bermudas poniéndose nerviosos. Está-
bamos en el medio del campo de batalla. Sentí un sudor frío, mi corazón aceleró y mi boca
se secó. No había nada que pudiéramos hacer y ninguna forma de saber cómo reaccionar.
El callejón sin salida duró unos segundos, pero fue lo suficiente para tener una buena idea
de cómo debe sentirse vivir en la Maré.
Desde 2013 trabajo en la organización internacional Fight for Peace –FFP–, coordinando
la expansión de su metodología de prevención de la violencia en diferentes partes del Brasil.
Además del Brasil, la metodología Five Pillars se ha replicado en 25 países diferentes, con
un impacto notable similar en todos los territorios, a pesar de las diferencias significativas
en los contextos culturales y sociales, y las manifestaciones de violencia.
Estas son algunas de las razones por las cuales la metodología funciona: 1. Se basa en
las necesidades humanas, 2. El uso de boxeo y artes marciales, 3. El lema “campeones en la
vida, campeones en el ring” y 4. El entrenador-mentor.
Cuando digo “necesidades humanas” me refiero a algo muy importante y valioso que
los humanos compartimos, algo importante para cada persona en el mundo. Necesidades
que debemos cumplir para experimentar la dignidad humana. Por ejemplo, todos buscamos
satisfacer nuestras necesidades de pertenencia, de expresar una identidad, de vivienda, se-
guridad y afecto. Están profundamente enraizados en la naturaleza humana e intentaremos
cumplirlos consciente o inconscientemente. Están tan vivos en nuestro interior que, según
Marshall Rosemberg, “la violencia puede considerarse una expresión trágica de una necesidad
no satisfecha”. Es decir, hay varias maneras de elegir satisfacer estas necesidades, y
cuando un grupo es constantemente oprimido y se le impide manifestar su identidad,
es posible que este grupo busque usar la violencia como último recurso.
Si proviene de una familia de clase media, de una familia de apoyo que
invierte en su bienestar, es probable que tenga una buena gama de recur-
sos para desarrollar una estrategia saludable para satisfacer estas necesidades. Sin
embargo, un niño o niña de un barrio pobre, rodeado de crimen y violencia, con

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

pocas opciones de entretenimiento, educación de baja calidad y forzado a vivir en modo de


supervivencia, tendrá diferentes recursos. Este contexto también influye en tus estrategias
disponibles. En un barrio pobre donde los pandilleros se reúnen para vender drogas, usar
armas pesadas, ganar grandes sumas de dinero, todo se ve poderoso y genial: estas personas
tienen estatus, son vistas y respetadas por otros. Si tú eres ese niño o niña que carece de di-
rección y sentido en la vida, una pandilla puede ser la respuesta perfecta para satisfacer tus
necesidades. Al unirte a una pandilla tienes un objetivo, construyes tu identidad, perteneces
a un grupo, te sientes más seguro y te diviertes. Lo que hace FFP es trabajar en comunidades
violentas para ofrecer el espacio y las actividades que satisfacen estas necesidades, sin que
los jóvenes sientan que deben recurrir a la violencia. La metodología se puede adaptar a los
contextos y las culturas locales, precisamente porque estas necesidades son compartidas por
todos los humanos, sin importar en qué parte del mundo se encuentren.
En un contexto de violencia armada, es muy común que los jóvenes quieran aprender
a defenderse. Roberto, actual campeón brasileño, ingresó a FFP porque quería vengarse
del asesino de su padre, y fue el boxeo lo que inicialmente lo atrajo a la organización. Sin
embargo, fue la calidez que encontró en la gente de allí lo que lo hizo quedarse, el aspecto
de desarrollo humano de las actividades que contribuyeron a su transformación, y la figura
esencial del entrenador mentor que no le permitió darse por vencido. En todos los rincones
de Brasil en los que he estado, he escuchado historias como la de Roberto, y he sido testigo de
los cambios realizados a través de la participación en los deportes de combate. Los deportes
de combate actúan como un gancho, involucrando a los jóvenes con un lenguaje y energía
que ellos entienden.
Todas las habilidades que aprendemos en los deportes se pueden transferir a otros en-
tornos de la vida. Un pequeño porcentaje de personas se gana la vida a través del deporte,
por lo que FFP celebra los logros fuera del ring tanto como los que están dentro. Estamos
orgullosos de Carlos, ya que después de estar 15 años fuera del sistema educacional volvió a
estudiar y después de 7 años de dedicación terminó la escuela y entró a la universidad; ade-
más hoy es profesor en FFP, o Raissa, abriendo su propia escuela de mini judo con 19 años.
Y, finalmente, FFP entiende que el entrenador de deportes de combate es mucho más que
alguien que solo enseña las técnicas de un deporte. FFP entiende que el coach también debe
ser un educador de valores, un celebrante de las victorias, un hombro para los momentos
difíciles, un amigo y un ejemplo a seguir. Hay miles de excelentes entrenadores deportivos
en todo el mundo que podrían transformar cientos de miles de vidas asumiendo el rol de
mentores de sus alumnos. Es por esta razón que capacitamos a nuestros entrenadores para
que puedan construir un ambiente de aprendizaje en su propio país, con el fin de estimular
la creatividad, el respeto, la resolución de problemas y otras cualidades.
Durante cuatro años he vivido, presenciado, facilitado y luchado a través de esta trans-
formación y este camino hacia la construcción de la paz. Ya sabía que el deporte podía
brindar esperanza a individuos y comunidades, pero aprendí que cuando el deporte se ofrece
como parte de una estrategia más amplia y más humana, tiene un enorme potencial para
la transformación social.”

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M ás arriba se expuso la problemática de un país afectado históri-


camente por el conflicto armado y cómo el deporte puede ser
herramienta de transformación y contribuir en la reconstrucción
de una sociedad. Así, entonces, surge la Estrategia 7P, que toma
como punto de partida la experiencia de GIP y las metodologías
desarrolladas conjuntamente con sus aliados, para promover
procesos de construcción de paz y prevención social del delito, en cabeza de líderes
deportivos con iniciativas en sus comunidades, orientadas a jóvenes, a través de su for-
mación y acompañamiento en el uso del deporte como medio de transformación social y
construcción de paz, empleando distintas disciplinas. Se orienta hacia la transformación
de imaginarios y conductas asociadas con la ilegalidad y la violencia, la reconciliación
y la recuperación de espacios físicos para la convivencia. En ese sentido, el deporte,
como lenguaje universal, puede ser un poderoso vehículo para desarrollar capacidades
en las nuevas generaciones y sus comunidades, encontrar un reconocimiento funcional
y posicionar nuevos imaginarios en función de la convivencia, cuando se usa como
medio intencionado y no como simple fin.
Esta estrategia no está di-
señada para el uso exclusivo de
profesionales del área social o
entrenadores profesionales, sino
que está dirigida a entrenadores
comunitarios que, aunque en
muchos casos cuentan con las
bases para la enseñanza técnica
y táctica de los deportes, no
poseen las suficientes competen-
cias para convertir esos
espacios en experien-
cias pedagógicas de un
orden reflexivo
hacia la transfor-
mación social, y deseean
por sobre todo hacerlo.

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

Por ello el énfasis se hace sobre la relevancia de trabajar en la formación de formadores,


reconociendo su potencial como replicadores y agentes de cambio con sus respectivas
comunidades. Esta tiene un enfoque de sostenibilidad e instalación de capacidades en
las personas y las comunidades y busca cumplir su finalidad a partir de siete (7) pilares,
(cuatro metodológicos y tres operativos) que se desarrollan en ciclos de 3 años y que
están presentes de manera parcial o total en cada uno de sus programas.
Los pilares a saber son:

'PSNBDJØOEFMÓEFSFTEFQPSUJWPT
En la medida en que el objetivo de la estrategia 7P es desarrollar capacidades en las co-
munidades para que éstas puedan ser gestoras de sus propios procesos de construcción de
paz y prevenir la violencia asociada al conflicto armado, se busca dotar de herramientas a
los líderes deportivos, hombres y mujeres, para el desarrollo de actividades comunitarias
y deportivo-formativas. Lo hacen empleando el deporte como elemento de razonamiento
analógico que, al trasladar la simbología del campo de juego a la vida cotidiana, moviliza
indicadores sociales que permitan a los participantes y sus comunidades adquirir herra-
mientas para la toma de decisiones para el bienestar colectivo, el establecimiento de redes
comunitarias, la resolución pacífica de sus conflictos, el incremento de su capacidad de
perdón, el posicionamiento de modelos de identificación adecuados y el reconocimiento
y valoración del otro en su diversidad.

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5SFTDPNQPOFOUFT
a) Actividades de fusión deportivo-formativas: El entrenamiento se constituye en un
espacio de aprendizaje vivencial, en donde el escenario deportivo se convierte en
un laboratorio de preparación para los participantes que desarrollan capacidades
individuales y colectivas para la construcción de paz en su comunidad. Esto se logra
a través de la estimulación del razonamiento analógico, usando la simbología del
deporte para aplicarla a la cotidianidad.
Al igual que en los otros componentes, se emplea la metodología de aprendizaje
vivencial, por lo cual no se hacen clases en un aula sino que todos los contenidos
son trabajados en el espacio deportivo, antes, durante y después del entrenamiento.
Para el desarrollo de los tres momentos, el líder deportivo se apoya en una guía
o tarjetón (se detalla en la segunda parte de este texto) que él o ella misma elige
dentro de un compendio de actividades que se le suministran dentro de una caja
de herramientas (toolkit).

b) Mejoramiento y re-significación de espacios: El espacio público


(entorno cercano al campo de juego) como elemento que denota riesgo
en algunos territorios con estas características, es transformado por la comu-
nidad, para constituirse en un espacio seguro y promotor de convivencia

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

ciudadana. Se realiza mediante “mingas”, que son actividades masivas donde, una
vez identificadas las condiciones amenazantes para la convivencia, se implementan
acciones de mejoramiento físico, ambiental y social para recuperar el uso para el cual
fue creado y aportar al bienestar colectivo. Esta actividad es liderada por la misma
comunidad, con la guía del líder deportivo y los participantes, con la colaboración
de toda la comunidad. En muchos casos, la actividad consiste en adecuar un espacio
para viabilizar el desarrollo del entrenamiento, logrando apropiación por parte de
los participantes y la comunidad y mitigando los riesgos ambientales en el entorno.

c) Fortalecimiento del entorno protector: A través de encuentros vivenciales, padres,


madres, líderes, maestros y otros miembros de la comunidad, se integran en torno a
una situación o problemática común asociada a la herencia del conflicto armado, y
buscan alternativas de solución. El primer encuentro vivencial se hace con la cons-
trucción de la cartografía social por parte de la comunidad, en donde la o el líder
deportivo participa; la comunidad apoya el ejercicio de identificación de espacios
de riesgo, así como también ayuda a evidenciar elementos de conflicto o tensión que
puedan darse en la misma comunidad. Adicionalmente, en los encuentros se trabajan
las dimensiones sociales, a través de un ejercicio lúdico o vivencial, con el fin de que
estas sean principios aplicables en la solución del problema planteado.

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'VTJØOEFQPSUJWPGPSNBUJWB
Los espacios formativos dirigidos a los niños, niñas y adolescentes son los entrena-
mientos deportivos y no se hace necesario complementar con talleres adicionales u
otra actividad de formación, ya que, a través del aprendizaje vivencial, se desarrollan
los contenidos necesarios para movilizar los indicadores, a través de seis dimensiones
que adelante se detallan.

5SFTNPNFOUPTFOBDUJWJEBEFTEFQPSUJWPGPSNBUJWBT
En estos tres (3) momentos se fusionan los aspectos técnico-deportivos con los formativos,
de manera que se abra la sesión con un “estímulo” inconcluso (caso, historia, imagen, etc..)
que se asocia a las dimensiones sociales que se mencionan más abajo en este texto,
para luego pasar a la actividad central deportiva (entrenamiento). Una vez ésta
finaliza, se genera un espacio para la retroalimentación, donde se retoma el estímulo
inicial que los participantes deberán completar con los elementos vistos en
la actividad central deportiva. El líder deportivo después de escucharlos, les
hace aportes y devoluciones, dejándoles un reto o tarea en la comunidad, para
ser socializada en las sesiones deportivas de la semana siguiente.

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

"OBMPHÓBT
El método analógico es una herramienta fundamental para trabajar las dimensiones de
una manera vivencial y de fácil asociación con la cotidianidad, que crean un puente entre
las dinámicas del juego y la vida personal y de comunidad del deportista. Se emplea tanto
para las actividades deportivas como para las comunitarias.

%JNFOTJPOFTTPDJBMFT
Todos los contenidos trabajados en las estrategias incoporan las siguientes dimensiones:
a) Pensamiento crítico, b) bienestar colectivo, c) pensamiento creativo, d) educación
emocional, e) comunicación asertiva, f) empatía.
a) Pensamiento Crítico: Es la habilidad que permite preguntarse, replantearse y analizar
objetivamente una información, una situación o una experiencia existente de la for-
ma más objetiva posible para llegar a conclusiones propias sobre la realidad (OMS,
1993). El pensamiento crítico, está ligado entonces con la capacidad de razonar y
reflexionar en cuanto al hacer y al creer, buscando revisar, cuestionar y evaluar la
realidad (con base en evidencias, razones y suposiciones) con el fin de aportar a la
transformación activa de ésta (López, 2012). Para el Grupo Internacional de Paz
–GIP–, implica cuestionarse sobre diferentes aspectos de la realidad y la justicia,
analizando detenidamente la posición que se quiere asumir frente a éstas, al mismo
tiempo que se vuelve consciente de su rol activo en la construcción de paz en su

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#FBUSJ[&MFOB.FKÓB3FTUSFQPt/BODZ(JSBMEP0TPSJP

comunidad, siendo consecuentes con los objetivos planteados desde la organización.


Es desnaturalizar lo naturalizado y aprendido culturalmente, sin juicio propio.
b) Bienestar Colectivo: Según Barragán (1991), este concepto está relacionado con los
principios sociales que buscan la cooperación y la satisfacción de las necesidades co-
munes, teniendo la capacidad de discernimiento claro para orientar todas las acciones
individuales hacia el mejoramiento de las condiciones colectivas. Por su parte, Moix
(1986) planteó que el bienestar colectivo implica una conexión con la realidad social, y
busca generar al mismo tiempo, consciencia en cada miembro de la comunidad, sobre
su responsabilidad e influencia en la generación de un orden social compartido que
establece como finalidad que todos los miembros de la sociedad deben disponer de
los medios precisos para satisfacer aquellas demandas comúnmente aceptadas como
necesidades. Para GIP el bienestar colectivo implica anteponer el bien común sobre
el particular, dejando de lado los intereses individuales, respetando y tolerando al otro
con sus particularidades, para comenzar a trabajar como parte de un todo llamado
comunidad. GIP busca desarrollar en los participantes capacidades comunitarias, que
fomenten el compromiso social y la corresponsabilidad en la construcción de paz.
c) Pensamiento Creativo: Según la OMS (1993) citado en Mantilla (2007), es la habilidad
que permite buscar alternativas diferentes, de manera original, ayudando a realizar
una toma de decisiones adecuada, previendo situaciones y produciendo ideas, bus-
cando reestructurar lo conocido. El pensamiento creativo, contribuye en la solución
adecuada de problemas, pues permite ver la realidad desde perspectivas diferentes,
dando la posibilidad de explorar las alternativas disponibles de manera adaptativa y
flexible, cuestionando al mismo tiempo las acciones llevadas a cabo hasta el momento.
En GIP se asume como la capacidad que tienen las personas de generar diferentes
alternativas para enfrentar de manera adecuada riesgos, amenazas y situaciones
que se presentan en su entorno, haciendo uso de los recursos personales, sociales y
ambientales con los que cuenta. GIP pretende que sus participantes aprovechen de
manera recursiva los elementos personales y sociales que tienen a su alcance, para
la solución de situaciones que no favorezcan la convivencia en la comunidad.
d) Educación Emocional: Es la habilidad de reconocer las emociones y sentimientos
propios y ajenos, adquiriendo consciencia sobre la forma como éstos influyen en el
comportamiento individual y el bienestar colectivo, aprendiendo a manejar de manera
adecuada las emociones como la ira, la agresividad, el miedo, la tristeza, etc. (OMS,
1993). Según Bisquerra (2000), la educación emocional es un proceso continuo y
permanente, que busca el desarrollo integral del ser humano, con el fin de
capacitarlo para la vida y de esta manera aumentar el bienestar personal y
social. Algunos de los objetivos de la educación emocional, según Bisquerra
(2016) son: adquirir un mejor conocimiento de las propias emocio-
nes; identificar las emociones de los demás; desarrollar la habilidad
para regular las propias emociones; desarrollar la habilidad para generar
emociones positivas; adoptar una actitud positiva ante la vida, etc. La edu-

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

cación emocional ayuda a identificar, reconocer y aceptar las emociones propias y


ajenas, permitiendo una expresión sana y adecuada de éstas, con el fin de fortalecer
la confianza en sí mismo y en el otro, al mismo tiempo que aumenta el bienestar
personal y social. GIP es consciente que una parte vital en la construcción de paz
es el manejo adecuado de emociones, considera el esfuerzo y la disciplina que esto
implica y es por esto que a través de sus programas no busca que sus participantes
repriman sus emociones, sino que por el contrario encuentren alternativas sanas,
consigo mismos y con su entorno para expresarlas.
e) Comunicación Asertiva: Según Riso (1988) es aquella conducta que permite expresar
adecuadamente (sin distorsiones cognitivas o ansiedad) y combinando apropiada-
mente los componentes verbales y no verbales de la manera más efectiva posible,
ideas o sentimientos de oposición (decir no, expresar desacuerdos, hacer y recibir
críticas, defender derechos y expresar en general sentimientos negativos) y de afecto
(dar y recibir elogios, expresar sentimientos positivos en general), considerando sus
intereses y objetivos, y respetando al mismo tiempo el derecho del otro de hacerse
valer. GIP lo asume como la capacidad de expresar de manera clara y respetuosa
ideas, opiniones o sentimientos, tolerando las posibles diferencias que se puedan
percibir en el otro, teniendo en cuenta que éste es un ser diferente. Así mismo, implica

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considerar los factores que intervienen en la comunicación (tales como: contexto,


lenguaje corporal y verbal, etc.). En el Grupo Internacional de Paz se procura brin-
dar las herramientas necesarias para hacer de la comunicación una estrategia útil
en la resolución de conflictos y en la organización social para alcanzar objetivos que
beneficien a toda la comunidad.

f) Empatía: Según la OMS (1993), citado en Mantilla (2007), es la habilidad de ponerse


en el lugar de la otra persona en una situación muy diferente de la primera. Esta
habilidad ayuda a comprender mejor al otro y por tanto responder de forma conse-
cuente con las necesidades y circunstancias de la otra persona. Por su parte, Hoffman
(1987) plantea que la empatía es una reacción emocional compasiva y congruente
con el estado emocional del otro, la cual debe entenderse considerando su relación
con tres conceptos principales: La adopción de perspectiva (la cual hace referencia
a la tendencia a adoptar el punto de vista del otro); la simpatía (entendida como la
tendencia a preocuparse o sentir interés por el otro) y, finalmente, el malestar per-
sonal (el cual alude a la tendencia a sentirse intranquilo o incómodo en espacios
interpersonales tensos que implican a otros y sus necesidades). Para GIP, Es
un intento por comprender el mundo de la manera en que lo concibe el otro,
es entender que las demás personas viven una situación diferente a la
propia, que piensan, sienten y actúan diferente, y, de igual manera, que
esa diferencia no debe ser un factor segregador, sino que por el contrario
puede convertirse en un aspecto que facilite la identificación con el otro y su
realidad, generando así un vínculo positivo. Desde GIP, se busca que los

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

participantes puedan desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar del otro con el


fin de mejorar la convivencia tanto dentro como fuera del campo de juego.

$JDMPUSJBOVBM
El proceso se planifica en una escala progresiva de tres (3) años. Durante el primer año se
hace énfasis en la capacitación teorico-práctica a los líderes deportivos y el fortalecimiento
a los procesos deportivo-formativos que llevan en sus territorios, con un acompañamiento
periódico de profesionales de las áreas sociales que visitan el territorio, para un refuerzo en
la implementación de la metodología tanto en el entrenamiento como en las actividades
comunitarias con enfoque de paz. El segundo año se centra en el acompañamiento en
el desarrollo de la estrategia y la formación que deberá hacer el líder deportivo a uno o
varios de los participantes, para que asuman como monitores y monitoras de apoyo en el
desarrollo metodológico, tanto en las actividades deportivas como en las comunitarias.
En este año, los líderes y sus comunidades empiezan a diseñar sus propias actividades
con mayor autonomía y a gestionar recursos internos en sus territorios para la puesta en
marcha de las mismas. El tercer año, es de consolidación de la estrategia, centrado en la
constitución de redes comunitarias, el posicionamiento de monitores deportivos como
nuevos líderes en el territorio y la evaluación y ajuste en el desarrollo.
Ahora bien, ¿cómo se vive la Estrategia 7P en una práctica deportiva? Este es el tema
de la segunda parte del presente texto, que usará la disciplina del béisbol en el programa
Mi Vida es un Diamante, para ejemplificarlo.

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#FBUSJ[&MFOB.FKÓB3FTUSFQPt/BODZ(JSBMEP0TPSJP

SEGUNDA PARTE

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.J7JEBFTVO%JBNBOUF
“Así como en el campo de juego
anoto las mejores jugadas,
así también en mi campo personal y
en el campo de la vida”
C.R.

E l programa Mi Vida es un Diamante –MVD– hace parte de la Estrategia 7P,


que, al encontrarse edificado sobre 7 pilares (tanto los operativos como los
metodológicos), constituyen las bases para la construcción de un proceso
de formación y acompañamiento a los líderes deportivos de béisbol, a su
equipo de participantes (niños, niñas, adolescentes) y a los miembros de la
comunidad, para el fortalecimiento y/o desarrollo de capacidades comuni-
tarias orientadas a la construcción de convivencia y transformación social en los territo-
rios, en un ciclo de tres años que les permite ir creciendo en autonomía e independencia.
Así mismo se movilizan las seis dimensiones sociales, las cuales tienen la facultad
de estimular capacidades necesarias para saber afrontar de manera asertiva situaciones
que se presentan en la comunidad y que afectan el bienestar integral; en este sentido,
así como un buen beisbolero al desarrollar pensamiento crítico para aprender a anti-
cipar una jugada, así mismo debe saber anticipar una “jugada en la vida” al someter a
reflexión las consecuencias que puede traer una acción o decisión que tome. En cuanto
al bienestar colectivo, se aprende a reconocer la importancia que tiene la fuerza grupal,
la comunidad como equipo, la cual constituye un espacio donde también se
pueden anotar los mejores hits para que no solo se beneficien unos cuantos,
sino que todos salgan beneficiados; esto a la vez favorece el desarrollo de la
comprensión empática al tener la capacidad de sentir cómo se siente el
otro y apoyarlo, tal como ocurre en el campo de juego con el short stop
quien apoya a segunda y tercera base, así también asumirse como short stop
en el campo de la vida, donde además se debe establecer una comunicación

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

asertiva aplicando ese lenguaje de señas tal como se hace a nivel deportivo, un lenguaje
que permita ofrecer respuestas adecuadas frente a propuestas inadecuadas.
Un buen beisbolero es quien propone ideas y soluciones a las situaciones presentadas
en el diamante, así mismo un buen beisbolero en ese diamante de la vida se torna pro-
positivo, sabiendo utilizar los recursos que hay en la comunidad para resolver diferentes
situaciones y de esta manera hacer uso de su pensamiento creativo, como facultad que
a la vez le favorece el desarrollo de una educación emocional que le permite considerar
y/o crear diferentes alternativas de comunicación a este nivel, al aprender a reconocer su
derecho a sentir y el derecho a expresar dicho sentir, pero sin hacer malos lanzamientos,
causando daño con lo que siente, sino aprendiendo a hacerle swing a las diferentes emo-
ciones, esto es la capacidad de establecer contacto con éstas, para así poder anotar carrera
por el perdón, la reconciliación y la convivencia.
Como se observa, el lenguaje analógico permite una yuxtaposición de los elementos
del campo de juego al campo de la vida, haciendo de ésta un partido de béisbol donde se
juegue siempre limpio. El mismo nombre del programa Mi Vida es un Diamante ya es
una analogía por sí misma, pues compara la vida con un diamante; no solo un diamante
como piedra preciosa sino también diamante que hace referencia a la forma del campo
de juego en el béisbol. En este orden de ideas, cada jugador posee varios diamantes donde
se juega el partido de la vida: diamante personal, diamante familiar, diamante escolar,
diamante deportivo, diamante comunitario, pero pueden llegar a ser más; y así como en
el diamante deportivo se entrena permanentemente para tener cada vez mejor desempe-

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ño, así también en los demás diamantes se debe estar entrenando constantemente para
un mejor desempeño personal, familiar, comunitario, etc., evitando incurrir en acciones
inadecuadas como la ilegalidad, por ejemplo, que son “jugadas” que impiden anotar
carrera en el juego de la vida.
Por tanto el béisbol se convierte en el instrumento sine qua non para llevar a cabo
esta estrategia 7P en mención, donde el mismo momento deportivo se fusiona con
elementos formativos, enriqueciendo así cada encuentro e invitando a trascenderlo
para ser aplicado más allá del campo de juego, a la vez que vincula a la comunidad
en actividades de apropiación de escenarios públicos para re-significar realidades y
reflexionar en torno a cómo vivir los espacios, dotándolos de sentido comunitario,
transformándolos así en un campo de juego también simbólico donde se pueden anotar
los mejores hits por la comunidad.
Es así como la Estrategia 7P, a través de sus diferentes pilares, opera el programa Mi
Vida es un Diamante, promoviendo la capacidad de reflexión crítica frente a situaciones
comunitarias y ampliando el espectro de posibilidades en los miembros de la comunidad.
El béisbol como herramienta de transformación social, nos ayuda a caminar hacia este
propósito, sabiendo aprovechar su contenido y dimensión que encierra.
Los diferentes símbolos que ofrece
este deporte en mención (posiciones,
jugadas, implementos, normas, si-
tuaciones de juego, etc.) permiten ser
relacionados con el plano de la vida,
con la cotidianidad del participante,
su cotidianidad familiar, comunitaria,
etc. y de esta manera extraer el poten-
cial que contiene, orientándolo para el
encuentro ciudadano y buenas prácticas
de convivencia.
Dada la gran cantidad de contenido
simbólico que alberga dicha modalidad
deportiva, es posible entonces realizar
construcciones isomorfas, establecien-
do paralelismos entre situaciones que
“Más allá del final, todo comienza de nuevo” se encuentran estructuradas de forma
(Serginaz). similar como lo son el campo
de juego (diamante) y el campo
de la vida. Como afirma Cassirer: “El hombre no vive solamente en un
puro universo físico, sino en un universo simbólico y el símbolo ocupa
mucho lugar en nuestras vidas; desde que nacemos hasta que morimos, es-
tamos rodeados de símbolos”, de esta manera el béisbol constituye un instrumento
susceptible de aplicación en la cotidianidad.

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

El diamante deportivo, es decir, el campo de béisbol y toda su dinámica, representa


una fotografía de la existencia y por medio del razonamiento analógico es posible trazar
estas correspondencias. Dicho diamante se puede concebir como una estructura de tipo
fractal (una réplica del todo), en el sentido que el todo y sus partes se asemejan a la vida
(a escala) y esto nos acerca a una comprensión más integral de la realidad; es un juego
en espiral donde el punto de inicio es la misma meta, encontrándose estos dos extremos
en home, donde cada “anotada de carrera” exige un nuevo comienzo, un eterno retorno,
así como lo plantea la misma existencia “el campo de la vida”, que constituye también un
recorrido en espiral permitiendo una interpretación sin fin. Esta espiral como una forma
de crecimiento, presente al “anotar carrera” una y otra vez, da lugar a nuevos niveles, a
nuevas realidades más complejas cada que se avanza de base en base, no agotándose su
significado. Al desentrañar el campo de juego de béisbol más allá del paisaje que ofre-
ce, se encuentra una interconexión de elementos que nos permite estudiar la realidad,
observándose allí todo un sistema dinámico no lineal, que consta de ciclos que a su vez
forman parte de ciclos más complejos.
En cada anotada de carrera en el béisbol, se figuran circuitos circulares, es decir,
circuitos que empiezan y terminan en sí mismos como un sistema de bucles, un proceso
circular que se asemeja a los procesos de la realidad donde desde un estado A (en béisbol
“home”) se parte de un estado de equilibrio que se rompe y que pronto intentará un re-equi-
libramiento (retornar al punto de partida, al equilibrio original: regresar al estado A).
Como se acaba de afirmar, cada vez que se anota una carrera, le sucede otra en una
espiral continua; no obstante en el “béisbol de la vida”, el mismo jugador es quien decide
si dicho movimiento en espiral lo direcciona en ascenso o en descenso, de acuerdo con

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las decisiones que tome, pues puede correr de base en base pero en sentido descendente
“anotando carrera”, en la ilegalidad, por ejemplo.
El béisbol es un deporte que no tiene cronómetro y se juega en sentido anti-horario
(en contra de las manecillas del reloj), tal como lo plantea la teoría del caos al afirmar
que el mundo no sigue estrictamente el modelo del reloj, previsible y determinado. El
juego encierra un orden, pero a la vez llega a ser impredecible, ya que nada está resuelto
hasta el último out y por ello se relaciona intrínsecamente con la realidad y todo lo que
se puede construir a partir de éste.
En efecto, el béisbol es un símbolo en sí mismo y los símbolos nos representan y
cumplen la función de unir. El “Rey de los Deportes”, como lo denominó el científico
Albert Einstein (al observar la complejidad del juego y valorar toda la dimensión que
contiene), se puede concebir como la intersección donde se junta el campo de juego con
el campo de la vida; es ese conector que va unido a la realidad y de donde se puede extraer
contenido permanente, dado su carácter inagotable, no quedándose en el terreno de lo
verbal sino que va hacia lo real.

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

"TQFDUPTNFUPEPMØHJDPT
La metodología del programa MVD concibe a los participantes más allá de seres com-
petitivos, permitiendo abordarlos de manera integral, no solo como máquinas de hacer
home runs o máquinas programadas para anotar hits. Es una metodología orientada
a la construcción de significados por parte de los participantes, así en las diferentes
sesiones que se desarrollan, se generan espacios de participación y creación desde el
aprender haciendo, aprender jugando, aprender sintiendo, evitando que dichos espacios
se conviertan en un “acumulado de información” sino que, por el contrario, permitan
desplegar potencialidades en los participantes y de esta manera aumentar la probabilidad
que dicho aprendizaje sea expandido a diferentes áreas, resultando así útil y aplicable y
en este sentido que aporte valor a sus vidas.
Por consiguiente se diseñan abordajes en el campo de juego y en la comunidad, que
permiten generar procesos de reflexión crítica y participación, basados en construcción
isomorfa, técnicas lúdico-formativas, casuística, y actividades aplicables a la cotidiani-
dad de los participantes. En estos espacios de construcción grupal se permean diferentes
aspectos, interrelacionando razón, emoción, acción, contexto y también se movilizan
los indicadores que han sido establecidos previamente en la matriz del marco lógico del
programa, a través de las dimensiones sociales mencionadas precedentemente.
El empleo del béisbol con el debido acompañamiento y orientación, permite que las
diferentes habilidades que se desarrollan durante el proceso, sean canalizadas adecuada-
mente aplicándolas en la construcción de convivencia. Por tanto el béisbol se constituye
en un medio empleado a favor de la transformación social.

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+VHBEBTNÈTBMMÈEFMDBNQPEFKVFHP
La metodología se implementa dentro de las actividades deportivo-formativas, como
también a nivel comunitario. En lo que respecta a las sesiones deportivo-formativas,
éstas presentan tres momentos donde el líder deportivo invita a los participantes a crear,
a construir, a convertirse en agentes activos de su propia transformación, como se expone
en la siguiente sinopsis:

1. APERTURA 2. ENTRENAMIENTO 3. RETROALIMENTACIÓN

Tiene como propósito generar un Este momento pretende identificar Es el momento de recolección: se
ambiente motivacional en los par- situaciones o momentos claves de propicia un espacio de reflexión
ticipantes, que permita la estimu- la sesión deportiva susceptibles de crítica donde se conectan los ele-
lación de su capacidad reflexiva, el ser trasladados, comparados, ex- mentos dados en la apertura con
cuestionamiento, análisis y comu- tendidos a realidades comunitarias. elementos del desarrollo de la acti-
nicación intra-personal. vidad, favoreciendo la construcción
de significados, la comunicación
(Se abre la sesión recogiendo un reto
interpersonal y el razonamiento
que se ha dejado previamente).
analógico en los participantes.
(Se deja un reto para aplicar en el
“béisbol comunitario”).

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

(3.1. Recoger el reto que se entregó previamente)


1. APERTURA
Para esto se puede utilizar: Caso/Situación/ Ejercicio/
Se estimula la reflexión en los participantes teniendo
Pregunta/Historia, etc.
en cuenta la articulación deportiva-formativa.
Cada una de éstos debe quedar incompleto,
Analogía (hacer COMPARACIONES
con el fin de dejar abierto el espacio de reflexión para
entre el béisbol y la vida)
retomarlo al final de la sesión.

2. ENTRENAMIENTO
Es el espacio central para el entrenamiento deportivo, En este momento se deben aprovechar 1 ó 2 oportu-
en donde se incluyen los componentes físicos, nidades, para realizar intervenciones que orienten a la
técnicos y tácticos. reflexión a través de analogías.

3. RETROALIMENTACIÓN
En este momento se traslada la sesión deportiva al
Estimular la participación para que sean los partici-
campo de la vida, de manera participativa y hacien-
pantes quienes completen la reflexión propuesta al
do uso de la analogía de la técnica deportiva vista
inicio y siempre utilizando analogías.
durante la sesión.

Los participantes se deben ir con un reto, para aplicar en la vida lo visto en la sesión
(luego se recoge en la siguiente semana: ver arriba 3.1)

Como se puede observar en la gráfica, se ilustra una sesión donde se fusiona lo depor-
tivo con lo formativo. Si bien se debe tener en cuenta que el deporte, en este caso el béisbol,
es el medio que se utiliza para convocar y abordar a los participantes y las comunidades,
el fin último es la generación de capacidades sociales que les permitan a los participantes
afrontar de manera asertiva las situaciones que se presenten en su entorno. Además, se
busca que éstos adquieran a través del abordaje deportivo-formativo, una mirada crítica
de su realidad, un sentido de solidaridad con su comunidad y potencialicen su creatividad
para la resolución de problemáticas personales, familiares, comunitarias.
Teniendo en cuenta que el deporte en sí mismo no garantiza el desarrollo de ca-
pacidades sociales en los participantes, se requiere entonces de un acompañamiento y
orientación que complemente la práctica deportiva y genere impactos positivos tanto
en la vida de los participantes como en sus entornos más cercanos. Se trata entonces de
un aprendizaje vivencial a través del béisbol, en donde se potencialicen las cualidades

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de los participantes, de tal manera que ellos puedan comenzar a liderar procesos de
transformación social y construcción de paz.
En la siguiente gráfica se pueden visualizar los tres momentos ya expuestos, lo cual
corresponde al pilar que lleva su mismo nombre: “Pilar Tres Momentos”.

CICLO METODOLÓGICO
3.1 ¿Cómo les fue con el reto comunitario?

1. Apertura
Comunidad
(Béisbol comunitario)

2. Entrenamiento

3. Retroalimentación

Reto Comunitario

&TUSVDUVSBEFVOUBSKFUØO
Como herramienta fundamental de las sesiones deportivo-formativas, se encuentran
los tarjetones, una estrategia que busca impactar en los participantes desde lo visual, lo
auditivo y desde lo práctico. A través del tarjetón el líder deportivo realiza la apertura del
encuentro deportivo- formativo y lo retoma nuevamente, para hacer la retroalimentación
una vez el encuentro finalice. Estos tarjetones se encuentran integrados en una “caja de
herramientas”: dispositivo conformado por un manual guía y un conjunto de tarjetones
debidamente sistematizados que contienen las temáticas a abordar en cada una
de las sesiones.
Con la aplicación de dichos tarjetones, se busca movilizar las diferentes
dimensiones sociales mencionadas precedentemente, a través de casos,
ejercicios, preguntas, frases, imágenes y demás estímulos que invitan a los
participantes a reflexionar sobre sus conductas y diversas situaciones comunes en
su entorno. Ejemplo de un tarjetón:

33
Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

20

¿QUÉ SE DEBE HACER PARA APUNTARLE


A LA ZONA DE STRIKE EN EL
CAMPO DE JUEGO DE LA VIDA?

Realice sus actividades deportivas y aproveche 1 ó 2


oportunidades para invitarlos a comparar lo que pasa en
el entrenamiento, con el béisbol de la vida.

Si hago una acción incorrecta, esta acción NO cae dentro de la zona de


strike sino que cae por fuera de ella y se convierte en una bola mala.
Debemos estar atentos para que todas nuestras acciones apunten a
la zona de strike de la comunidad o sea, donde se juega limpiamente,
apuntándole al perdón, a sembrar convivencia en lugar de violencia.
Y para tí ¿dónde queda la zona de strike en el béisbol de tu vida?
Comunicación Asertiva
20 Pensamiento crítico

El tarjetón se compone, como se puede observar, por dos lados o caras. El primer
lado es aquel que el líder deportivo muestra a los participantes al iniciar el encuentro,
mientras que el segundo lado contiene tres franjas que constituyen cada uno de los tres
momentos de la fusión deportivo-formativa. El tarjetón se utiliza uno por semana y se
debe planear con la debida anticipación teniendo en cuenta el tema deportivo a trabajar,
con la dimensión social, así los abordajes van conectados desde el inicio hasta el cierre,

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articulando lo deportivo con lo formativo. Ejemplo: si se va a trabajar en la semana la


dimensión “pensamiento creativo”, entonces la temática deportiva debe ir conectada
(articulada) con dicha dimensión.
En la parte inferior derecha (segundo lado) de cada tarjetón, se muestra la dimensión
o las dimensiones que se trabajan, resaltando con una estrella color amarillo la dimensión
principal, mientras que las otras dimensiones (en caso de haberlas) que aparecen debajo de
ésta, son para trabajarlas en otras sesiones de entrenamiento (pero con el mismo tarjetón,
cuando el líder así lo establezca de acuerdo con las necesidades formativas del grupo).
Cada uno de los tarjetones se encuentra numerado, para el caso del tarjetón de la
muestra es el número 20. Esto no quiere decir que se deban aplicar en orden secuencial,
sino que es el mismo líder deportivo quien establece en qué orden los ejecuta de acuerdo
con las necesidades y características de su contexto, teniendo en cuenta haber realizado
la planeación de actividades con la debida anticipación.
El líder deportivo cuenta con 73 tarjetones que le permiten orientar su entrenamiento
con sentido social, estimulando en los participantes la reflexión, el análisis, la capacidad
de proponer analogías comparando lo que ocurre en el escenario deportivo con el esce-
nario de la vida.

&MUSBCBKPDPOMBJNBHFOFOMPTUBSKFUPOFT
El uso de los tarjetones como herramienta pedagógica cobra vital importancia dentro de
los procesos formativo/deportivos ayudando a comprender, ofreciendo y reforzando la
información; lo anterior teniendo en cuenta que la imagen por sí sola siempre comunica,
cada una conlleva e implica un determinado mensaje, y a través de éste tiene lugar la
transmisión de diferentes ideas, valores y sentimientos; de igual manera permite generar
mayor recordación en los participantes, quienes como parte de sus procesos perceptivos
retienen y completan imágenes o escenas aparentemente incompletas como las que se
les ofrecen, más allá del campo de juego, es decir en el campo de la vida.
La información de carácter visual es el tipo de información que más consume el ciudadano
occidental (Acaso, 2006, p.14); por tanto es un elemento con el que los participantes del pro-
grama se conectan, permitiendo que se sientan cómodos con los tarjetones y de esta manera
disminuir sus defensas psicológicas frente al estímulo, potencializando su efecto. A esto se suma
que las imágenes tienen poder, pueden movilizar, aportar información, como se pretende
con el uso de los tarjetones: movilizar a los participantes desde una zona de confort
a la confrontación con su vida cotidiana, siendo protagonista de su propio proceso.
El tarjetón desempeña un papel activo ya que ante una imagen no
solo el participante escucha las indicaciones del líder deportivo, sino que
participa otorgándole su propio significado e interactúa con sus compañeros,
analizando entre todos las diferentes percepciones que les suscita la imagen, lo

35
Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

que despierta el interés por aprender, por tomar la iniciativa, contribuyendo a enriquecer
diversos aspectos de la actividad emocional del participante. Como indica Abramowski
(2008), no existe un significado único frente a una imagen, sino que ésta renueva sus
poderes y sentidos completándose en la mirada de cada nuevo espectador. La imagen
es algo más que una representación icónica suelta: es una práctica social que se apoya en
esa representación pero no se agota en ella, y supone un trabajo o una operación social,
ya sea a través de la imaginación individual o colectiva (Dussel, Abramowski, Igarzábal,
Laguzzi, 2010, p.6).
A continuación se expone un cuadro que compendia la relación de cada tarjetón, con
la(s) dimensión(es) a que apunta(n) y su(s) correspondiente(s) indicador(es):

Nro. Dimensión Dimensión (es) Indicador (es)


tarjetón principal secundaria (s) (para efectos de medición)
1 Bienestar colectivo Establecimiento de redes comunitarias

2 Bienestar colectivo Establecimiento de redes comunitarias

3 Bienestar colectivo Establecimiento de redes comunitarias

4 Bienestar colectivo Establecimiento de redes comunitarias

5 Bienestar colectivo Establecimiento de redes comunitarias

6 Bienestar colectivo Establecimiento de redes comunitarias


E. redes comunitarias - T. decisiones – Perdón
7 Bienestar colectivo Pensamiento creativo
– Resolución de conflictos
E. redes comunitarias - T. decisiones – Perdón
8 Bienestar colectivo Pensamiento creativo
– Resolución de conflictos
E. redes comunitarias – Valoración de la diver-
9 Bienestar colectivo Empatía
sidad – Perdón
10 Bienestar colectivo Establecimiento de redes comunitarias
E. redes comunitarias - T. decisiones – Perdón –
11 Bienestar colectivo P. creativo - P. crítico
R. de conflictos – Modelos adecuados de identif.
E. redes comunitarias - T. decisiones – Perdón
12 Bienestar colectivo Pensamiento creativo
– Resolución de conflictos
E. redes comunitarias - T. decisiones – Perdón
13 Bienestar colectivo Pensamiento creativo
– Resolución de conflictos
Resolución de conflictos – Modelos adecuados
14 Comunicación asertiva
de identificación
Resolución de conflictos – Modelos adecuados
15 Comunicación asertiva
de identificación

36
#FBUSJ[&MFOB.FKÓB3FTUSFQPt/BODZ(JSBMEP0TPSJP

Nro. Dimensión Dimensión (es) Indicador (es)


tarjetón principal secundaria (s) (para efectos de medición)
Resolución de conflictos – Modelos adecuados
16 Comunicación asertiva
de identificación
Resolución de conflictos – Modelos adecuados
17 Comunicación asertiva
de identificación
Resolución de conflictos – Modelos adecuados
18 Comunicación asertiva
de identificación
19 Comunicación asertiva Resolución de conflictos
Resolución de conflictos – Modelos adecuados
20 Comunicación asertiva
de identificación
21 Educación emocional Bienestar colectivo Perdón – R. conflictos - E. redes comunitarias

22 Educación emocional Perdón – Resolución de conflictos


Perdón – R. conflictos – T. de decisiones – Mo-
23 Educación emocional Pensamiento crítico
delos adecuados de identificación
24 Educación emocional Pensamiento creativo Perdón – R. conflictos – Toma de decisiones

Perdón – R. conflictos – T. de decisiones – Mo-


25 Educación emocional Pensamiento crítico
delos adecuados de identificación
26 Educación emocional Pensamiento creativo Perdón – R. conflictos – Toma de decisiones

27 Educación emocional Perdón – Resolución de conflictos

28 Educación emocional Perdón – Resolución de conflictos

29 Educación emocional Perdón – Resolución de conflictos

30 Educación emocional Pensamiento creativo Perdón – R. conflictos – Toma de decisiones

Perdón – R. conflictos – Toma de decisiones –


31 Educación emocional Pensamiento crítico
Modelos adecuados de identificación
Perdón – R. conflictos – Valoración de la diver-
32 Educación emocional Empatía - P. crítico sidad - T. decisiones – E. redes comunitarias –
Modelos adecuados de identificación
33 Educación emocional Perdón – Resolución de conflictos

34 Empatía Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad

35 Empatía Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad

36 Empatía Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad

37
Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

Nro. Dimensión Dimensión (es) Indicador (es)


tarjetón principal secundaria (s) (para efectos de medición)
Perdón – E. redes comunitarias – V. diversidad
37 Empatía Ed. Emocional – P. crítico - R. conflictos –T. de decisiones – Modelos
adecuados de identificación
Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad
38 Empatía Educación emocional
– R. conflictos
Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad
39 Empatía P. creativo - P. crítico - T. decisiones – R. conflictos – Modelos
adecuados de identificación
Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad - T.
40 Empatía Ed. Emocional -P. creativo
decisiones – R. conflictos
41 Empatía Bienestar colectivo Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad

42 Empatía Bienestar colectivo Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad


Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad
43 Empatía Pensamiento creativo
- T. decisiones – R. conflictos
44 Empatía Bienestar colectivo Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad

45 Empatía Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad

46 Empatía Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad

47 Empatía Perdón - E. redes comunitarias - V. diversidad


T. decisiones – Perdón – R. conflictos - E. redes
48 Pensamiento creativo Bienestar colectivo
comunitarias
T. decisiones – Perdón – R. conflictos E. redes
49 Pensamiento creativo Bienestar colectivo
comunitarias
T. decisiones - Perdón – R. conflictos - E. redes
50 Pensamiento creativo Bienestar colectivo
comunitarias
T. decisiones – Perdón – R. conflictos – Modelos
51 Pensamiento creativo Pensamiento crítico
adecuados de identificación
52 Pensamiento creativo T. decisiones – Perdón – R. conflictos
T. decisiones – Perdón – R. conflictos - E. redes
53 Pensamiento creativo Bienestar colectivo
comunitarias
T. decisiones – Perdón – R. conflictos – Modelos
54 Pensamiento creativo Pensamiento crítico
adecuados de identificación
T. decisiones – Perdón – R. conflictos - E. redes
55 Pensamiento creativo Bienestar colectivo
comunitarias

38
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Nro. Dimensión Dimensión (es) Indicador (es)


tarjetón principal secundaria (s) (para efectos de medición)
T. decisiones – Perdón – R. conflictos – Modelos
56 Pensamiento creativo Pensamiento crítico
adecuados de identificación
T. decisiones – Perdón – R. conflictos – Modelos
57 Pensamiento creativo Pensamiento crítico
adecuados de identificación
T. decisiones – Perdón – R. conflictos - Modelos
58 Pensamiento creativo Pensamiento crítico
adecuados de identificación
T. decisiones – Perdón – R. conflictos - Modelos
59 Pensamiento creativo Pensamiento crítico
adecuados de identificación
60 Pensamiento creativo Educación emocional T. decisiones – Perdón – R. conflictos

61 Pensamiento creativo T. decisiones – Perdón – R. conflictos


T. decisiones – Perdón – R. conflictos - Modelos
62 Pensamiento creativo Pensamiento crítico
adecuados de identificación
T. decisiones - Modelos adecuados de identi-
63 Pensamiento crítico
ficación
T. decisiones - Modelos adecuados de identi-
64 Pensamiento crítico
ficación
T. decisiones - Modelos adecuados de identi-
65 Pensamiento crítico
ficación
T. decisiones - Modelos adecuados de identi-
66 Pensamiento crítico
ficación
T. decisiones - Modelos adecuados de identi-
67 Pensamiento crítico
ficación
68 Pensamiento crítico Pensamiento creativo T. decisiones - Modelos adecuados de ident.

69 Pensamiento crítico Pensamiento creativo T. decisiones - Modelos adecuados de ident.


T. decisiones – Modelos adecuados de identifi-
70 Pensamiento crítico Educación emocional
cación – Perdón
71 Pensamiento crítico Pensamiento creativo T. decisiones - Modelos adecuados de ident.

72 Pensamiento crítico T. decisiones - Modelos adecuados de ident.


T. decisiones - Modelos adecuados de ident. - E.
73 Pensamiento crítico Bienestar colectivo
redes comunitarias

39
Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

6O)JUQPSNJDPNVOJEBE
A nivel comunitario, Mi Vida es un Diamante no solo busca impactar la vida y el entor-
no más cercano de los participantes, sino también el ámbito comunitario, promoviendo
que los miembros se involucren con el programa de tal manera que generen un sentido
de pertenencia hacia él, que lo valoren, que lo hagan tan suyo para que en un momento
determinado sean ellos quienes gestionen y lideren su propio proceso.
La construcción de paz es un tema que involucra a todos los miembros de un territo-
rio y es precisamente éste el objetivo central del componente comunitario: potencializar
las capacidades no solo de los participantes sino también de la comunidad, para que de
manera articulada y con el béisbol como herramienta, puedan construir entornos de
convivencia que favorezca a todos los miembros.
El componente comunitario presenta una secuencia lógica de abordajes dirigidos
a la comunidad en general, son encuentros comunitarios llevados a cabo de manera
periódica. El encuentro inicial o de apertura consiste en la “Presentación del Programa
a la Comunidad”, dicha presentación se encuentra dirigida a la comunidad en general,
con el fin de dar a conocer el objetivo del programa, resaltar aspectos claves de éste,
características y demás información necesaria para que los miembros de la comunidad
se vinculen activamente en el proceso. El facilitador debe abrir este primer encuentro
de una manera atractiva, es por ello que se encuentra configurado de tal manera que

40
#FBUSJ[&MFOB.FKÓB3FTUSFQPt/BODZ(JSBMEP0TPSJP

los participantes, se vinculen desde el aprender sintiendo, aprender jugando, aprender


haciendo, evitando una reunión de orden magistral. Una vez realizada la presenta-
ción del programa, vienen los siguientes encuentros comunitarios periódicos, más las
actividades de extensión, es decir, minga y torneo carnaval.

En el caso de la minga comunitaria, ésta tiene por objetivo re-significar espacios


comunitarios, uniendo esfuerzos y voluntades con el fin de mantenerlos en buen estado,
para que conserven los usos para los cuales fueron destinados y evitar que se conviertan
en espacios de malas prácticas. En efecto, la comunidad elige un espacio que puede ser
el diamante de juego de béisbol y con la debida antelación realiza la correspondiente ges-
tión de recursos, planeación y demás requisitos previos establecidos, para que en medio
de un compartir de alimentos tradicionales que sean propios de la región (por ejemplo
una sancochada, frijolada, etc.), se lleve a cabo el mejoramiento del lugar. Es la
misma comunidad quien gestiona y lidera dicha minga, apropiándose del espa-
cio, convirtiéndolo en suyo propio, plasmando allí su sello y fuerza grupal y de
esta manera embellecerlo tangible e intangiblemente quedando atractivo,
funcional y parte del patrimonio comunitario.
Para efectos de ilustración, se presenta a continuación el protocolo de dicha
minga, así:

41
Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

Título del encuentro Minga Comunitaria


Re-significar espacios comunitarios uniendo esfuerzos y voluntades, con el fin de
Objetivo mantenerlos en buen estado para que conserven los usos para los cuales fueron
destinados y evitar que se conviertan en espacios de malas prácticas.
Dimensiones a abordar Bienestar Colectivo, Pensamiento Creativo, Pensamiento Crítico.
Duración estimada 3 – 5 horas Número de Participantes 200 aprox.
Materiales y equipo requeridos
CANT. DESCRIPCIÓN CANT. DESCRIPCIÓN
Ollas 90 lt. Balde de pintura blanca o Azul clara en
2 1
aceite y/o tipo coraza, por 5 galones.
1 Recipiente plástico grande con tapa. 10 Palas.
2 Cucharones metálicos hondos. 5 Brochas grandes.
1 Cucharon metálico pando. 5 Brochas pequeñas.
1 Recipiente metálico o de barro. 20 Hojas de lija gruesa.
Material combustible para cocinar los Bandejas o baldes mezcladores de pintura.
2
alimentos.
1 Sonido. 200 Recortes o trozos de hojas.
200 Hidratación. 24 Bolsas plásticas (de Basura).
200 Vasos desechables. 1 Micrófono.
Kit de plato, cuchara, tenedor, etc. (cada Plumones o marcadores.
200 200
asistente lleva su kit).
Moldes de papel: bates, manillas, bolas, Pitas (tiras o cabuyas) para colgar los
200 200
cascos, diamantes (en papeles de colores). moldes.
De papel contac para forrar los implementos
de papel (después de escribir sobre ellos).
Rollo
Otra opción puede ser forrarlos con cristaflex
o vinipel (de acuerdo al presupuesto).

Desarrollo
Para efectos de una adecuada preparación para esta jornada, es importante tener
claridad en los siguientes aspectos:
Minga: trabajo colectivo hecho en favor de la comunidad; es una tradición precolom-
bina de trabajo comunitario o colectivo, voluntario, con fines de utilidad social o de
carácter recíproco. Ésta puede tener diferentes finalidades de utilidad comunitaria,
como la construcción o mejoramiento de espacios públicos o ir en beneficio de una
persona o familia.

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Para el caso del programa se busca en la minga comunitaria un espacio de encuentro


de los participantes, familias y comunidad en general, donde además de fortalecer
el sentido de pertenencia por su territorio, tiene como objetivo hacer buen uso y
re-significar ese espacio público (como se menciona en el objetivo).
Para esta actividad, el facilitador de manera previa ha seleccionado junto con la co-
munidad, el lugar en el cual se realizará el plan de recuperación o mejoramiento, ha
solicitado los permisos necesarios con la administración municipal y ha convocado y
solicitado apoyo a la comunidad en general (organizaciones, líderes, familias y NNAJ).
Una vez llevada a cabo la convocatoria, definición de fecha y sitio de encuentro, se
procede a dar inicio a la actividad.
Inicio (Sueño por la Convivencia) Duración: 30 minutos
El facilitador debe estar previamente en el sitio acordado para recibir a los convocados
y al momento de llegar éstos, les brinda un saludo de bienvenida, presentándoles el
verdadero sentido de la actividad como un espacio de encuentro, unidad y apropiación
de los espacios comunitarios.
Inicialmente socializa la metodología de trabajo, en la que presenta los equipos o
comités que deben conformarse para llevar a término la actividad así:
1. Comité de preparación de alimentos (se bautiza con una analogía)
2. Comité de recuperación o mejora de espacio (se bautiza con una analogía)
3. Comité de limpieza (se bautiza con una analogía)
4. Comité de actividades lúdico-recreativas (este comité se lleva a cabo sólo en el
caso de que el facilitador lo considere necesario)
5. Otros comités que el facilitador considere pertinentes
Cada uno de los comités deberá tener un nombre, el cual haga referencia a una ju-
gada, una posición o un implemento del béisbol, según lo deseen los miembros de
dicho comité. Además de esto, se debe tener en cuenta que cada uno de los comités
tendrá un distintivo, realizado por ellos de manera creativa, con el fin de que toda la
comunidad pueda reconocerlos fácilmente durante toda la actividad.
De manera libre el facilitador realiza la distribución de los comités, puede ser por
experiencia en la tarea, de acuerdo con los gustos o perfiles de los participantes, u
otros criterios; en cada equipo debe seleccionarse un encargado: Ampayer, lo
seleccionan los mismos integrantes y es él quien los lidera y reporta el avance
de las tareas realizadas. Cuando finalice la actividad, el Ampayer analizará
con su equipo los aspectos destacables (positivos y por mejorar), para
luego proceder a la evaluación final, siempre haciendo énfasis en la
importancia del trabajo en equipo.

43
Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

ANTES DEL MOMENTO CENTRAL:


Una vez estén conformados y nombrados los comités, el facilitador procede a darle a
todos los participantes una hoja de papel, en la cual deben escribir de manera anónima
lo que representa dicho lugar para ellos (el lugar de la minga). Luego deberán depo-
sitarlos en un recipiente metálico o de barro, con fuego, el cual, estará previamente
decorado con frases como “Yo realizo las mejores jugadas en mi comunidad”, “Un
buen beisbolista siempre le aporta a su equipo comunitario”, etc.. De esta manera cada
participante “jugador” pasará a dejar su papel en el recipiente.
Mientras se va consumiendo el fuego, el facilitador hará una reflexión, en la cual
enfatice sobre el rol y la importancia de cada uno de los “jugadores” en un equipo
comunitario, en la transformación del juego de la vida y en cómo con sus “jugadas”
contribuyen a brillar u a opacar el diamante comunitario.
Al finalizar la minga se hará una reinauguración del sitio, que se describirá en el
apartado final de esta ficha de trabajo.
Momento Central (Viviendo la Minga) Duración: 3 a 4 horas
Mejoramiento y/o Recuperación de Espacio Público: Esta actividad está encaminada
a la limpieza y mejoramiento de un espacio seleccionado previamente por el facilitador
y la comunidad, donde se cuente con el aval por parte de la administración municipal
para realizar la actividad; se debe seleccionar un lugar el cual pueda pintarse y que
requiera además de otras mejoras que estén al alcance de la realización de la gente
que participa. El equipo seleccionado para esta tarea se distribuye las funciones de
acuerdo a las necesidades del espacio.
La hidratación y alimentación serán entregadas por parte del equipo de alimentación,
quien define si lo hará grupal o por equipos.
Alimentación e Hidratación: En las mingas con la comunidad se plantea la posibilidad
de contar con implementos para la preparación de alimentos, se considera importante
ya que sirve además para fortalecer los lazos entre la comunidad y se plantea como la
oportunidad para retomar la preparación de alimentos típicos de la región, llevando
cada uno lo que esté a su alcance. El equipo asignado en esta actividad se encarga de
organizar la alimentación a preparar y también de su distribución y repartición. Cada
asistente debe llevar su propio kit o vajilla (plato, cuchara, tenedor, etc.).
Sonido: Debe encargarse a una persona del manejo de la música, contar con micró-
fono, el cual será utilizado por el facilitador, Líder Deportivo o el mismo encargado
del sonido, para estar transmitiendo mensajes que motiven la realización de las tareas,
además para reiterar la importancia de la actividad, el trabajo en equipo, el sentido de
pertenencia y los manejos de tiempos del evento (hora de hidratación, alimentación,
terminación, actividad de cierre); es importante además que se cuente con música
para motivar a los participantes.

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#FBUSJ[&MFOB.FKÓB3FTUSFQPt/BODZ(JSBMEP0TPSJP

Limpieza: Este equipo está encargado de recoger del lugar toda la basura y maleza
que se encuentre, puede conformarse por algunos menores de edad siempre y cuando
sean acompañados y apoyados de adultos responsables quienes deben tener muy en
cuenta que en la recolección de residuos, se pueden encontrar materiales de vidrio,
corto punzantes, tóxicos, etc.
Deben recoger los residuos generados en la actividad y estar al tanto de que cada
equipo deje el lugar en el cual trabajó, en completo orden. Se encargan además de
apoyar la recolección de los materiales de cada equipo al finalizar la tarea, hacer la
entrega poniéndolos a disposición del facilitador.
Actividades Lúdicas y Recreativas: Este comité se lleva a cabo sólo en el caso de que
el facilitador lo considere necesario. En caso tal, se selecciona un grupo pequeño de
personas que estarán encargados de movilizar actividades con los NNA muy peque-
ños que no puedan realizar tareas riesgosas para ellos. Deben por tanto llevar a cabo
actividades de coloreado, recreativas, etc.
Final: (Reinauguremos el Sitio con Nuestro Sello Comunitario) Duración. 30
minutos
Cada uno de los equipos realiza al interior del mismo, la evaluación del evento, en la
cual definen: ¿Aspectos positivos de la actividad?, ¿Qué le mejoraría?, ¿Qué aprendi-
zajes se llevan al terminar la actividad? El líder –Ampayer– de cada equipo socializa
los resultados en una plenaria organizada por el facilitador. Es necesario realizar una
buena documentación del evento con registro fotográfico y una narración.
Como acto de reinauguración del sitio, se reúnen todos los participantes en pleno,
conformando un gran círculo. El facilitador indica a los participantes que cada uno
tiene un sello propio que le permite hacer las mejores jugadas en su comunidad.
Luego a cada uno se le entrega un marcador y debe tomar un implemento de béisbol
de papel: hay varios, como bates, manillas, cascos, bolas, diamantes, etc. con el fin de
que cada uno construya el sello personal que desea dejar en este lugar, teniendo en
cuenta su posición en el béisbol comunitario. Ejemplo: “Yo como pitcher comunitario,
deseo dejar en este lugar mis lanzamientos de buenas acciones para que contribuyan
al bienestar de mi diamante comunitario”.
Luego cada uno de los símbolos, puede ser forrado en papel contac (u otro material
que proteja) y colgado alrededor del lugar, de tal manera que se evidencie que todos
han dejado en aquel lugar su sello personal. Al finalizar el facilitador pregunta
en general: “Y ahora ¿Qué significado tiene este sitio para mí? Generando de
esta manera un momento de reflexión comunitaria.

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Deporte para la paz
paz. Una herramienta de transformación social

46
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