Guia Del Proceso Enfermero en Nutricion Parenteral

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Guía del proceso enfermero en

nutrición parenteral
Coordinadora:
Magdalena Jiménez Sanz
Fresenius Kabi España, S.A.U.
Torre Mapfre - Vila Olímpica
C/ Marina, 16-18. 08005 Barcelona
Tel. 93 225 65 65 Fax 93 225 65 75
www.fresenius-kabi.es
Depósito legal:
ISBN:
Guía del proceso enfermero
en nutrición parenteral

Coordinadora:
Magdalena Jiménez Sanz
Autores:
Miembros del grupo de trabajo FINECUN

Isabel Calvo Viñuela Mercedes López-Pardo Martínez


Enfermera. Enfermera.
Experto en Nutrición Clínica I y II. Experto en Nutrición Clínica I y II. UNED
UNED (Madrid) Post graduada en Metodología de la
Profesora asociada en la Universidad Investigación en Ciencias de la Salud.
Alfonso X el Sabio. Profesor asociado de Nutrición en la
Miembro de la Comisión Nutrición Clínica. Facultad de Enfermería de Córdoba.
Hospital U. La Paz Servicio de Endocrinología y Nutrición.
Vicepresidenta de la Asociación de Hospital Universitario Reina Sofía
Diplomados en Enfermería en Nutrición y (Córdoba).
Dietética (ADENYD)
Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. Eva Pérez González
Hospital Universitario La Paz (Madrid). Enfermera.
Grado Superior en Dietética y Nutrición
Joaquina Díaz Gómez Master Universitario en Bioética
Enfermera. Profesora en la Escuela Universitaria de
Experto en Nutrición Clínica I, II y III. UNED Enfermería Cruz Roja de Sevilla.
(Madrid) Asistencial del Servicio Andaluz de Salud.
Colaboradora Docente de la Universidad
Autónoma de Madrid Jesús María Sola Villafranca
Autora del volumen Nutrición y Dietética Enfermero.
Obra Colección Enfermería S2. DAE. 2ª Asesor en Investigación (Santander)
Edición, 2009. Mª Rosario Tarrazo Espiñeira
Coordinadora del Boletín de la ADENYD Enfermera.
Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. Postgrado en Nutrición. Universidad de
Hospital Universitario La Paz (Madrid) Navarra
Magdalena Jiménez Sanz Unidad de Nutrición Artificial. Hospital San
Enfermera. Agustín (Avilés)
Experta Universitaria en Alimentación Carmen Urzola Castro
Humana y Tecnología de los Alimentos Enfermera Supervisora
Miembro de la Junta Directiva de la Experto en Alimentación, Dietética y
Sociedad Española de Nutrición Parenteral Nutrición Humana
y Enteral (SENPE) Miembro de la Junta Directiva de la
Miembro de la Junta Directiva de la ADENYD
ADENYD Unidad de Nutrición Clínica y Dietética.
Unidad de Nutrición y Dietética .Hospital Hospital General San Jorge (Huesca)
Universitario Marqués de Valdecilla
(Santander)
“El compromiso con el enfermo requiere de una actitud profesional y
esto equivale a responsabilidad. Ser responsable es ser competente,
y para ser competente hay que mantenerse actualizado”.

E. T. Lake
Jesús María Sola Villafranca
In Memoriam

Estarás, para siempre, en cada una de las páginas de este libro


Índice
Presentación7
Prólogo9
Introducción. La enfermería como bien intrínseco 11
Justificación. Lenguaje común enfermero 13
Nutrición y enfermería 19
El proceso enfermero aplicado a la Nutrición Artificial 27
Valoración de los pacientes con indicación de Nutrición
Artificial: Registro enfermero 31
Guía para la cumplimentación del registro enfermero 35
Nutrición parenteral y enfermería 51
Valoración de los pacientes con indicación de Nutrición
Parenteral Domiciliaria (NPD) 63
Guía para la cumplimentación del registro enfermero de
valoración de los pacientes con indicación de NPD 65
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con
nutrición parenteral en el hospital y al alta con np en el
domicilio72
Plan de cuidados estandarizados para adultos que
requieren NP y NPD 73
Agradecimientos109
Anexos111
Bibliografía167

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Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Presentación
La práctica clínica, entendida como el proceso de actuación médica en rela-
ción con la atención de la salud del paciente se basa en información clínica,
percepción, razonamientos, juicios y decisiones clínicas, los procedimientos
que se utilizan y las intervenciones que se aplican.

Hoy en día, la práctica de la nutrición clínica adquiere un papel cada vez más im-
portante y primordial en la asistencia sanitaria. Paulatinamente son más los pro-
fesionales implicados y el soporte nutricional especializado se ha convertido,
como es de lógica, en una acción multiprofesional y multidisciplinar que eng-
loba a diferentes profesionales sanitarios: médicos de diferentes especialidades,
enfermería, dietistas, farmacéuticos, preventivistas y bioquímicos, entre otros.

Para que ello sea eficiente no cabe duda que debemos manejar diferentes
herramientas, pero antes de llegar a su empleo en la rutina diaria debemos
tener un alto grado de formación para saber que hacemos, cuando y como
lo hacemos. En esta línea camina la Guía que tiene usted entre las manos.
El atento lector conseguirá, de una manera fácil, entender los fundamentos
e indicaciones de la nutrición parenteral; estará capacitado para detectar y
resolver problemas y, finalmente, conocerá las indicaciones y los límites de
una herramienta terapéutica con un claro beneficio clínico pero no exento de
complicaciones.

El esfuerzo, dedicación y conocimiento que se ha dedicado para realizar esta


obra no dudo que dará sus frutos en el muy amplio colectivo discente al que
va dirigido y no dudo que –con el tiempo– pueda ser adoptado como una
herramienta docente no solo en el mundo hospitalario sino también en el
recientemente creado Grado de Enfermería.

Quiero terminar felicitando a todos los autores por esta nueva e intensa Guía
que tendrá tanta utilidad en las generaciones de jóvenes graduados y la re-
comiendo especialmente a todos los profesionales que ejerzan su actividad
en el área de la Nutrición Artificial y en general a todos aquellos que quieran
saber más.

Profesor doctor Abelardo García de Lorenzo y Mateos


Presidente de la SENPE
Presidente de la Fundación SENPE

7
8
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Prólogo
Un buen estado nutricional es la base para una buena salud. Entre las catorce
necesidades que la persona debe satisfacer para estar sano, tal y como define
Virginia Henderson, se encuentra la de mantener una correcta alimentación.

Las causas que determinan una mala nutrición son muy diversas y pueden
ser tanto fisiopatológicas como emocionales. En cualquier caso, el hecho de
no ser autónomo para alimentarse correctamente, ya sea por falta de conoci-
mientos, fuerza o voluntad, es fuente de diversos sentimientos como baja au-
toestima, ansiedad o frustración; tanto para el paciente como para la familia.

Por lo tanto, esta situación debe abordarse desde un enfoque integral que
requiere considerar como sujeto de cuidados tanto al paciente como a la fa-
milia. Para ello se necesitan conocimientos expertos, y no sólo sobre nutrición.

Disponer de protocolos normalizados enfocados desde esta perspectiva, ela-


borados por enfermeras especializadas y en los que se definan qué cuidados
se han de brindar a los pacientes con problemas nutricionales es indispensa-
ble para conseguir la calidad en la atención. Estos cuidados deben de poder
integrarse en el plan del paciente por lo que han de ser consecuentes con el
método de trabajo enfermero y los lenguajes estandarizados.

Así se plantea el cuidado en esta publicación que se centra en las personas a


las que ha de nutrirse por vía intravenosa, lo que añade complejidad al proce-
so. No se habla solamente de cómo administrar la nutrición parenteral, se ha-
bla de cómo cuidar a las personas que necesitan nutrición parenteral porque
ya no pueden alimentarse ni siquiera con ayuda.

Se dan claves precisas sobre qué aspectos hemos de tener en cuenta para
valorar las necesidades de cuidados de estos pacientes. Se explora desde una
visión integral no sólo el grado de nutrición, sino lo que la falta de indepen-
dencia en cuanto a la satisfacción de esta necesidad significa para el paciente
y su familia.

La recomendación de intervenciones y actividades basadas en la mejor evi-


dencia científica disponible, así como la descripción de los protocolos de

9
Prólogo

administración de nutrición parenteral teniendo en cuenta las mejores prácti-


cas, aseguran la calidad de este trabajo.

La elaboración de esta Guía ha sido posible gracias al esfuerzo y dedicación


del grupo de trabajo “Fundamentar Intervenciones Enfermeras en Cuidados
Nutricionales” (FINECUN). Este grupo está formado por enfermeros expertos
en nutrición de distintas instituciones españolas y coordinado por Magdalena
Jiménez Sanz, quienes han puesto en este trabajo conocimiento e ilusión.

La utilización de las taxonomías NANDA, NOC Y NIC, además de estandarizar


el lenguaje, facilita su inclusión en los sistemas de información electrónicos,
posibilita la continuidad de los cuidados y permite la investigación en estu-
dios tanto individuales como multicéntricos.

Gracias al rigor del trabajo realizado disponemos de este manual que ha de


servir de guía para normalizar el cuidado a los pacientes con nutrición paren-
teral en cualquier ámbito, tanto en el domicilio como en el hospital.

Considero esta publicación un ejemplo de implicación profesional, compen-


dio de conocimiento y contribución al avance de la ciencia enfermera y a la
mejora de la calidad de los cuidados. Por todo esto deseo felicitar y animar a
los miembros del grupo FINECUN a que continúen su trabajo para determinar
los mejores cuidados para los pacientes que necesitan ayuda para alimentarse
y nutrirse adecuadamente.

Quiero agradecerles especialmente que me hayan encargado escribir este


prólogo. Es para mí un placer y lo considero un honor.

Rosario Fernández Florez


Responsable del Área Funcional de Enfermería del Proyecto EDESIS.
Dirección General de Calidad e Innovación en los Servicios Sanitarios.
Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado de Asturias

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Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Introducción
La enfermería como bien intrínseco

Desde los albores de la humanidad, el desarrollo y la supervivencia de nues-


tra especie han estado intrínsecamente ligados al desarrollo de la Enferme-
ría. Esta disciplina se consideró, desde siempre, una forma de servicio a la
comunidad entendida como un instinto de conservación y protección de la
salud. En este proceso evolutivo, todas las profesiones que hoy componen
el entramado sanitario, estaban íntimamente ligadas, por lo que todas las
funciones eran desarrolladas por una misma persona que poseía un área de
conocimiento común.

En la actualidad, cada profesión sanitaria se caracteriza por poseer una ho-


mogeneidad en su objeto de estudio y conocimiento, por la común tradición
histórica y por la existencia de comunidades científicas que profundizan en
su campo de acción. Cada profesión posee unas características propias que
la hacen única e indispensable para la comunidad. La esencia de la profesión
Enfermera, aquello que define claramente la razón de ser de esta profesión, es
la prestación de los cuidados enfermeros. En este sentido los cuidados, cons-
tituyen la aplicación práctica de los conocimientos y conforman el hecho di-
ferencial respecto a otras áreas de conocimiento.

Para propiciar cuidados de enfermería de calidad, el profesional debe tener


conocimiento, sensibilidad y empatía. En el contexto de la dinámica social
en la que actualmente se ejerce esta profesión, la aplicación de los cuidados
representa un desafío permanente para los profesionales enfermeros. Así,
ya no sólo la enfermería está centrada en el conocimiento y actualización
respecto a los aspectos meramente técnicos, sino también en la actitud del
profesional frente al paciente el cual, hoy día, posee una mayor formación e
información y en consecuencia demanda una atención más especializada y
de mayor calidad.

Hemos de tener también presente la función, extremadamente importan-


te, de la Enfermería en el mantenimiento de la salud de los miembros de la
comunidad; El binomio enfermería-paciente encuentra su grado máximo
de empatía cuando los cuidados que se prestan son de calidad y producen,
por una parte, satisfacción a los profesionales que los ejecutan, y por otra

11
Introducción. La enfermería como bien intrínseco

refuerzan el concepto de calidad al ser entendidos como tales por el pacien-


te. En este sentido, la situación actual de crecimiento profesional lleva vin-
culado un incremento en los niveles de exigencia y de responsabilidad a los
que debemos saber dar cumplida respuesta. Por ello consideramos que es
imprescindible adaptarnos a estos nuevos retos profesionales contribuyendo
a la implementación de los cuidados de enfermería. Para eso es imprescindi-
ble llegar a acuerdos con el fin de conseguir la utilización, de forma correcta
y ordenada, de una metodología cualitativa basada en aportaciones previas y
con miras a definir nuevas vías de actuación.

En este contexto parece adecuado señalar que las intervenciones enfermeras


deberán estar basadas en una filosofía común que se alimente del modelo
enfermero y del uso de la metodología propia de nuestra profesión. Aunque
nuestras actuaciones, en determinados aspectos, las podemos considerar
suficientemente desarrolladas, creemos que en otros debemos mejorar la
estructura de nuestras actividades. Este nuevo enfoque hace necesaria una
recogida de datos más exhaustiva de cada paciente, una valoración de los
posibles problemas de forma más individualizada y el desarrollo de planes de
cuidados estandarizados.

La posibilidad de desarrollar métodos y modelos de trabajo, así como el he-


cho de poder compartir nuestros conocimientos y experiencias profesionales
nos podrá ayudar, de forma significativa, en la consecución de actuaciones
comunes que indiscutiblemente han de redundar de forma positiva en nues-
tro quehacer diario dentro de las Unidades de Nutrición y Dietética (UNYD).

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Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Justificación
Lenguaje común enfermero

Actualmente existe gran interés en la enfermería por identificar, nombrar,


clasificar y evaluar todas las actuaciones que realiza en el cumplimiento de
su rol profesional para ofrecer unos cuidados de calidad. Actuaciones que le
permitan reconocerse y relacionarse dentro de los equipos de atención a la
salud y que favorezcan así un trabajo interdisciplinar y autónomo dentro de
dichos equipos.

El lenguaje de cada práctica profesional y los sistemas de clasificación son


fundamentales porque definen la profesión y marcan el alcance de la mis-
ma. La creación de un lenguaje común para la enfermería requiere desarro-
llar sistemas de clasificación que permitan la identificación, comprobación y
aplicación de términos y medidas comunes, tanto para los diagnósticos e in-
tervenciones enfermeras, como estructuras y procesos de administración de
cuidados enfermeros y resultados de los pacientes. Respuesta a esta demanda
nacen las Taxonomías enfermeras de la NANDA (North American Nursing Diag-
nosis Association), la clasificación de las intervenciones enfermeras (Nursing
Interventions Classification, NIC) y la clasificación de resultados enfermeros
(Nursing Outcomes Classification, NOC) con los objetivos básicos de agilizar la
comunicación, permitir la trasmisión sistemática de información, facilitar la
identificación de vacíos de conocimiento y como estos se relacionan entre sí.

Esto proporciona los componentes necesarios para la elaboración de los ele-


mentos del Conjunto Mínimo Básico de Datos de Enfermería. Se está consi-
guiendo un progreso considerable en cuanto al etiquetado y categorización
de todos los aspectos que engloba nuestro trabajo como enfermeros. Esta
taxonomía propicia el conocimiento de la efectividad de los cuidados enfer-
meros, que puedan incluirse en los sistemas de información electrónicos, faci-
litando el estudio y la enseñanza del razonamiento diagnóstico, y el desarrollo
de teorías, a medida que se analizan las vinculaciones entre las características
de los pacientes, los diagnósticos enfermeros y los resultados sensibles a la
práctica enfermera.

Una vez detectado e identificado el problema hay que planificar el resultado


deseado a alcanzar para conseguir una mejora o resolución de la situación.

13
Justificación. Lenguaje común enfermero

Los resultados servirán como criterio para juzgar el éxito de las intervenciones
escogidas. Los resultados tienen una lista de indicadores para evaluar el es-
tado del paciente en relación al resultado medido en una escala de Likert de
cinco puntos. Las intervenciones son las acciones que realizan las enfermeras,
tanto en cuidados directos como indirectos, para ayudar al paciente a avanzar
hacia el resultado deseado. Cada intervención tiene un conjunto de activida-
des (10-30) entre las que el profesional de enfermería elige las más adecuadas
para el paciente y la situación concreta.

En resumen, el desarrollo de las tres taxonomías requieren de la enfermera


un criterio claro que le permita la selección del diagnostico, de los resultados
y de las intervenciones más adecuada en cada caso. Proporciona beneficios
científicos y prácticos, permitiendo promover la investigación y el desarrollo
teórico, determinar la adecuación profesional y desarrollar documentación in-
formatizada de los cuidados enfermeros.

La taxonomía NANDA II es un lenguaje enfermero reconocido que cumple


los criterios establecidos por el The Committee for Nursing Practice Information
Infrastructure (CNPII) de la American Nurses Association. La utilidad de estar
incluido como un lenguaje enfermero reconocido, indica que el sistema de
clasificación es aceptado como soporte para la práctica enfermera y propor-
ciona una terminología clínicamente valida.

La taxonomía NANDA II clasifica, de forma sistemática, los diagnósticos enfer-


meros según determinadas reglas y procedimientos. En la edición de 2009-
2011 se registraron 214 diagnósticos enfermeros, estructurados en 13 domi-
nios, clases y conceptos diagnósticos, utilizados a nivel mundial.

Diagnósticos enfermeros. La NANDA en el año 1994 los define como:

“El diagnostico enfermero es un juicio clínico sobre la respuesta de un


individuo, familia o comunidad a problemas de salud reales o poten-
ciales o a procesos vitales. Los diagnósticos enfermeros proporcionan
la base para la selección de las intervenciones enfermeras para lograr
los resultados de los que la enfermera es responsable”.

Cada diagnóstico consta de un nombre o etiqueta, características definitorias


(signos y síntomas), factores relacionados (relación directa o indirecta con el

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Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

diagnóstico enfermero y factores etiológicos), y factores de riesgo (elementos


que aumentan la vulnerabilidad).

Taxonomía de las intervenciones enfermeras, NIC. Es la organización siste-


mática de las denominaciones de las intervenciones en función de las simili-
tudes de lo que puede considerarse como estructura conceptual.

Intervención de enfermería es todo tratamiento, basado en el conocimiento


y juicio clínico que realiza una enfermera para favorecer el resultado esperado
del paciente.

Actividades de enfermería son aquellas actividades o acciones específicas


que realiza la enfermera para llevar a cabo una intervención y que ayudan
al paciente/cliente a avanzar hacia el resultado deseado. Las actividades de
enfermería se traducen en una acción concreta. Para poner en práctica una
intervención se requiere una serie de actividades.

Al elegir una intervención se deben de tener en cuenta seis factores:


1. Resultados deseados en el paciente.
2. Características del diagnóstico enfermero.
3. Bases de investigación de la intervención.
4. Factibilidad de realizar la intervención.
5. Aceptación por el paciente.
6. Capacidad del profesional enfermero.

La taxonomía NIC incluye las intervenciones realizadas por los profesionales,


tanto independientes, derivadas del juicio clínico enfermero, como de cola-
boración con otros profesionales y de cuidados directos como indirectos.

Taxonomía de los resultados enfermeros, NOC. Un resultado dependiente


de enfermería es un estado, conducta o percepción individual, familia o co-
munitaria medido a lo largo de un continuo en respuesta a intervenciones
enfermera.

En resumen expresan los cambios conseguidos a través de acciones enferme-


ras estructuradas y se evalúan mediante diferentes escalas de medida.

En la elección de un resultado hay que tener en cuenta:


- La percepción de salud tanto por parte del paciente como del cuidador.

15
Justificación. Lenguaje común enfermero

- El diagnóstico o problema de salud con las características definitorias y fac-


tores relacionados o factores de riesgo.
- Las características del paciente y sus preferencias.
- Las opciones de tratamiento.

Las relaciones NANDA-NOC-NIC ayudan a elegir un resultado, facilitando así


la toma de decisiones clínicas y el razonamiento diagnóstico. Las relaciones
también ayudan en el desarrollo de planes de cuidados estandarizados para
poblaciones específicas y en los esfuerzos para informatizar los datos enfer-
meros en registros sanitarios electrónicos.

Para conseguir el potencial de tales sistemas de información se requiere con-


vertir los datos enfermeros invisibles en la actualidad, en otros visibles, agregar
los datos productivos que están estandarizados y utilizarlos para responder a
las preguntas con que se encuentra la profesión enfermera.

Ventajas del uso de datos normalizados


1. Potenciar la continuidad de los cuidados.
2. Conseguir una terminología común.
3. Facilitar la comunicación entre los profesionales y con los receptores de
los cuidados.
4. Mejorar el aprovechamiento de los recursos sanitarios.
5. Facilitar los trabajos de investigación.

Participación en los cuidados interdisciplinares


Los equipos de salud, están formados por varios profesionales que vierten en
el sistema sanitario sus conocimientos y capacidades con el doble objetivo
de mantener un buen estado de salud de la población, y de mejorarlo en
presencia de enfermedad. Dentro de este equipo multidisciplinar, el profe-
sional enfermero resulta una pieza clave, sobre todo teniendo en cuenta un
doble aspecto, primero que es, quizá, el profesional que le puede resultar más
cercano al paciente y segundo que, por ese motivo, puede aportar una visión
diferente al resto de los profesionales sanitarios.

16
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

El buen funcionamiento de los equipos de salud repercute en varios aspectos:


1. Aumentar la eficacia/seguridad de los tratamientos.
2. Conseguir una mejor calidad en los servicios sanitarios.
3. Conseguir abaratar los costes sanitarios.

Justificación del objetivo de esta obra


La idea de ofrecer la presente guía-manual como ayuda orientadora a los pro-
fesionales sanitarios acerca de la valoración nutricional y la nutrición parente-
ral supone el objetivo central, así como, la divulgación de conocimientos de
nutrición.

Nos ha parecido de interés contribuir a disipar las dudas concernientes a la


nutrición parenteral. Hemos revisado las recomendaciones basadas en las úl-
timas guías clínicas, los factores a tener en cuenta en la valoración nutricional
en el seguimiento y cuidado de los pacientes con este tipo de soporte nutri-
cional, y el material que se precisa. También ponemos de relieve el importante
papel que tiene, actualmente, la programación de una educación nutricional
adecuada, en cuanto a la nutrición parenteral domiciliaria se refiere.

Este manual-guía es el riguroso resultado del trabajo del grupo multicéntrico


de enfermeras que prestan sus servicios en las unidades de nutrición. Espera-
mos que sea un instrumento útil y práctico, un apoyo a los profesionales sani-
tarios, tanto de las unidades de hospitalización como de atención primaria y
en la formación de enfermería.

17
18
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Nutrición y enfermería
“Cualquier observador cuidadoso de la enfermedad estará de acuerdo
en que miles de pacientes son sometidos anualmente a padecer de
hambre en medio de la abundancia, por esto debemos prestar aten-
ción a los modos que les hagan posible la ingesta”.

Estas palabras que en 1859 escribió Florence Nightingale nos muestran, por
una parte, la importancia de la alimentación en las personas enfermas, y por
otra representaron el inició en el camino del soporte nutricional en enferme-
ría, que en la actualidad es una de las actuaciones profesionales más impor-
tantes en el cuidado de los pacientes. Esta práctica es considerada una espe-
cialización profesional destinada a recuperar o mantener el estado nutricional
óptimo para la salud de las personas que están desnutridas o tienen un riesgo
potencial de sufrir desnutrición. Desde mediados de los años 60 del siglo pa-
sado las actividades prácticas, científicas y de investigación en esta área se
han desarrollado de forma muy importante, siempre con el objetivo de su
aplicación en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Esta actividad
no sólo se centra, como ya hemos comentado, en el cuidado del enfermo,
sino que además se ha incluido en la formación de otros colegas y profesiona-
les del campo de la salud. Al mismo tiempo, se proporcionaron conocimien-
tos a los propios pacientes y a los cuidadores extrahospitalarios. El avance en
esta área junto con el cada vez más creciente número de profesionales que
estaban interesados en la nutrición llevó a la nucleación en grupos de traba-
jo, cuyos miembros forman un equipo multidisciplinar dedicado a mejorar
la atención al paciente. Los avances en el campo de la Nutrición Clínica y el
interés suscitado en este tema desembocaron en la formación de las socie-
dades científicas nacionales que se fueron asociando para formar entidades
supranacionales.

Una de ellas, la American Society for Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN)
se formó en 1976. Esta sociedad se originó como el foro de trabajo, discusión
e investigación común de los profesionales de la salud en EEUU interesados
en este tema y que con el paso del tiempo acoge a profesionales de otras mu-
chas nacionalidades. Esta sociedad edita, de forma periódica (la última en el
2007) una guía para enfermeras Standars of Practice for Nutrition Support Nurses
cuyo objetivo es actualizar la práctica enfermera en esta área.

19
Nutrición y enfermería

La Federación Latinoamericana de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y


Metabolismo (FELANPE) (1988). Un grupo de profesionales de enfermería
de varios países forman el Comité de Enfermeras FELANPE que en el 2005 se
propuso como objetivo “regularizar la práctica de enfermería en el soporte
nutricional” estableciendo estándares de enfermería y criterios de evalua-
ción de los mismos. Recientemente (2008) se llegó a un consenso dentro
del marco del XI congreso de FELANPE. Para ello se utilizó como documento
de partida la ya comentada guía ASPEN. El documento de consenso se pu-
blicó bajo el título Estándares para el Desempeño del Profesional de Enfermería
en Terapia Nutricional en el año 2010.

En Europa la European Society for Parenteral and Enteral Nutrition (ESPEN)


se fundó el año 1980 como grupo multidisciplinario que englobara a los
profesionales relacionados con su ámbito de intereses. Sociedad dedica-
da al estudio de los problemas metabólicos asociados con enfermedades
agudas y sus implicaciones nutricionales y de gestión. En 1997 tuvo lugar
el primer encuentro de enfermeras de la ESPEN y en 1999 se constituyó,
estatutariamente, como grupo de enfermeras. Este grupo se reúne en cada
congreso, teniendo como objetivos, entre otros; el estimular el intercambio
de experiencias, información y trabajo, formación de grupos “en red” entre
las enfermeras en Europa, apoyar actividades de educación, participar en
grupos de trabajo, elaboración de documentos y estimular a las enfermeras
para llevar a cabo proyectos de desarrollo e investigación.

En España la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE),


fundada en 1978 está contribuyendo de una forma clara al desarrollo del co-
nocimiento en el campo de la Nutrición Artificial y de sus materias asociadas
tales como la malnutrición, el metabolismo, situación dependiente, el aborda-
je a las vías enterales y parenterales y la nutrición artificial domiciliaria (grupo
NADYA). Entre los profesionales implicados de esta sociedad multiprofesional
y multidisciplinar están las enfermeras involucradas en diferentes grupos de
trabajo.

El incremento gradual en la prescripción de nutrición clínica ha determinado


el consiguiente aumento en el manejo y cuidados del soporte nutricional.
Este hecho ha dado como resultado que se formasen en los hospitales UNYD
multidisciplinares. La enfermera junto con el resto de los profesionales debe
estar preparada para aceptar este reto, utilizando todas las herramientas a
su alcance. Así, se formaron las asociaciones y organizaciones de enfermería

20
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

que dedican sus esfuerzos al desarrollo y fomento de los cuidados en materia


de nutrición. Estas agrupaciones tienen como motivación principal unificar
criterios de actuación para realizar intervenciones enfermeras con argumen-
taciones ricas en contrastes y pareceres. En esta corriente de pensamiento
se funda, en 1988, la Asociación de Diplomados en Enfermería en Nutrición
y Dietética (ADENYD) con el objetivo principal de agrupar a las enfermeras
interesadas en la nutrición y la dietética. Recientemente se ha constituido
la asociación de enfermeras “Nutrición: Reunión Sur de Enfermeras” (NURSE)
(2008) que ha comenzado como grupo de trabajo de la Sociedad Andaluza
de Nutrición Clínica y Dietética (SANCYD).

La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética


(FESNAD) integra a un amplio número de sociedades científicas de gran pres-
tigio en el ámbito nacional, entre las que participan SENPE y ADENYD. En el
año 2005 se realizó su primer congreso nacional.

Como se ha comentado, la inquietud de los profesionales de enfermería en


España en el ámbito de la nutrición se ha traducido en la formación de dis-
tintas asociaciones y grupos de trabajo. Unificar criterios y normalizar las ac-
tuaciones son objetivos prioritarios de los mismos. Todos ellos defienden los
equipos multidisciplinarios y el trabajo en equipo como métodos obligatorios
para lograr un mayor grado de excelencia. En todos los modelos de Enferme-
ría aparece la nutrición como una de las necesidades básicas y prioritarias de
los pacientes. Además en las intervenciones enfermeras aparecen reflejadas
un buen número de actividades/actuaciones relacionadas con la nutrición.

Las enfermeras tenemos una función básica, que es inherente a nuestra pro-
fesión, y que resume la esencia de la misma que consiste básicamente en la
prestación de cuidados. Para ello es fundamental potenciar nuestro trabajo
bajo una clara perspectiva enfermera, y hemos de reconocer y utilizar todos
los recursos que tenemos a nuestro alcance; no sólo para perfeccionar aque-
llas parcelas que ya estamos cubriendo con nuestro trabajo diario, sino para
abrir nuevos caminos hacia aspectos menos conocidos y desarrollados de
nuestra labor como enfermeras, siempre con criterios y práctica basados en la
evidencia, que no es más que el conocimiento y desarrollo de nuestra propia
experiencia profesional, que tienen como objetivos:
1. Ayudar a crear una cultura del cambio.
2. Estudiar cuestiones relacionadas con la práctica.
3. Reunir esfuerzos dispersos en un común objetivo.

21
Nutrición y enfermería

4. Divulgar los principios e instrumentos de la Enfermería Basada en la Evi-


dencia (EBE).
5. Colaborar en actividades de investigación.
6. Compartir perspectivas y conocimientos.

Con respecto a la nutrición en los hospitales y ante el aumento de la demanda


de soporte nutricional en la sanidad actual surge la creación de las UNYD. Se
produce un gran desarrollo de la Nutrición Artificial, no sólo en las técnicas
que se emplean en la actualidad, sino también en el material y los productos
que actualmente se utilizan en la terapia nutricional de los pacientes subsi-
diarios de recibirla.

Estas Unidades están conformadas por un equipo multidisciplinar, siendo un


pilar fundamental dentro de ese equipo los profesionales enfermeros. Por
todo esto que venimos justificando es lo que nos ha unido y llevado a formar
un grupo de trabajo.

Tras el “boom” que la nutrición hospitalaria tuvo en sus inicios, pode-


mos decir que en la actualidad, y tal y como sucede en otros países,
el número de enfermeras dedicadas a estas tareas no sólo no se ha in-
crementado sino que se ha producido una reducción en su número, al
menos en las registradas como miembros de las sociedades científicas.
Como consecuencia de esta primera observación se está produciendo
un “envejecimiento” de las profesionales que continúan en este entor-
no. Sin embargo este “encanecimiento” profesional se traduce en una
mejora en la formación de sus profesionales con diversos grados de
especialización, maestría y doctorado. Respecto a la situación laboral,
la mayoría de los profesionales están destinados en unidades de nutri-
ción hospitalaria, aunque un gran número efectúan nutrición clínica
sin ser miembros de unidades especializadas.

En un estudio realizado por la ASPEN en 2002 se comprobó que el tiempo de-


dicado de forma específica al cuidado nutricional del enfermo se había incre-
mentado en valores totales incluyendo el trato directo y las actividades pre y
post-visita como rellenar formularios, actividades de formación e información
a pacientes, familiares, docencia, compañeros, estudiantes, etc.

También las enfermeras especializadas por sus años de trabajo en la nutrición


clínica han comenzado a dirigir su ejercicio profesional a áreas más específicas

22
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

centrando su práctica en situaciones más concretas como son la nutrición de


enfermos oncológicos, hepáticos, etc. Asimismo la diabetes y la obesidad han
abierto un nuevo campo de trabajo donde la educación nutricional enferme-
ra juega un gran papel. Finalmente la actividad docente de estas profesionales
es fundamental para seguir formando nuevos profesionales que continúen
implicados en la Nutrición Clínica desde el punto de vista enfermero.

Esperemos que al igual que en otros campos de la salud se proceda a con-


siderar las actividades profesionales de la enfermería en nutrición como un
pilar fundamental en el mantenimiento de la salud de la comunidad y en la
mejora de la calidad de vida de los pacientes para de esta manera recobrar
el nivel profesional que inicialmente ha tenido esta actividad.

FINECUN como grupo de trabajo


Este grupo lo formamos enfermeras que trabajamos, fundamentalmente, en
Unidades de Nutrición y Dietética Hospitalaria, y que nos hemos unido bajo
el auspicio de la SENPE.

Pretendemos “Fundamentar Intervenciones Enfermeras en Cuidados Nutri-


cionales” (FINECUN), utilizando un lenguaje enfermero propio, recordando
nuestra apasionante tarea de cuidadores, e intentando que los resultados que
alcancemos redunden en una excelencia de cuidados hacia los pacientes re-
ceptores de cuidados nutricionales. Creemos en la necesidad de aplicar una
sistematización tanto en los conocimientos como en la praxis de dichos cui-
dados fundamentada en el método científico enfermero.

Por todo ello comenzamos nuestra andadura en el campo de la Nutrición


Artificial. La primera tarea que nos planteamos es la de cuidar al paciente con
NP, y eso significa que hemos de saber desenvolvernos eficazmente ante las
posibles eventualidades que puedan surgir como consecuencia del trata-
miento nutricional. También hemos de considerar al paciente como un todo,
y saber hacernos cargo de sus necesidades integrales, que pueden ir desde
la toma de medidas encaminadas a la consecución del bienestar físico del
mismo, hasta la atención de aspectos psicológicos y emocionales que son
trascendentales en este tipo de pacientes.

23
Nutrición y enfermería

Para todo esto, además de ser perfectamente conocedoras de los aspectos


técnicos que conlleva la NP, debemos de conocer los nuevos avances que
surgen y para ello recurrimos a las diferentes fuentes de información, partien-
do de la base de que la enfermera debe de actualizar periódicamente sus
conocimientos para poder avanzar en el campo de la investigación y mejorar
así la calidad de los cuidados en su práctica profesional.

La metodología utilizada se basa en la incorporación del Proceso Enfermero


como método de trabajo; en el caso que nos ocupa, en la identificación de
los diagnósticos e intervenciones enfermeras en pacientes que reciben tra-
tamiento con nutrición parenteral tanto durante la hospitalización como en
domicilio. El desarrollo práctico lo podemos desglosar en dos aspectos:
• El organizativo en lo que va implícito la formación del grupo, la gestión,
la creación de una herramienta informática para facilitar la comunicación
del grupo, foros, etc.
• El científico que se basa en la búsqueda de la literatura publicada tanto
en fuentes primarias como secundarias, en los registros de bases electró-
nicas y análisis crítico de la documentación relacionada con la valoración
nutricional, Nutrición Artificial y cuidados de los pacientes con nutrición
parenteral (NP).

Comenzamos por La Sociedad Científica Española de Enfermería (SCELE) que


define la Enfermería Basada en la Evidencia (EBE), como la utilización cons-
ciente explícita y juiciosa de la mejor evidencia científica disponible a la hora
de tomar decisiones sobre el cuidado de los pacientes, procedente de investi-
gación valída y fiable. “La utilización de forma concienzuda, juiciosa y explícita
de las mejores pruebas disponibles, en la toma de decisiones sobre el cuidado
de los pacientes” (Sackt, 1996). Esta evidencia la podemos obtener a través
de la búsqueda de métodos más fiables para conseguir información científi-
camente comprobada y aplicable a la práctica, cuyo principal representante
son las revisiones sistemáticas. En esta línea hemos realizado búsquedas en
la Biblioteca Cochrane, que es una fuente de información electrónica creada
y producida por la “Colaboración Cochrane”, su objetivo es proporcionar de
forma rápida y simple las mejores evidencias necesarias para la toma de deci-
siones en la práctica.

Se buscó en Medline usando el motor de búsqueda en PubMed, principal-


mente nos hemos basado en los artículos de guías de práctica clínica, confe-
rencia de consenso para el desarrollo, buscando guías publicadas en revistas.

24
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Utilizamos el descriptor “Parenteral nutrition” como término principal de los


documentos (Major Topic). Limitamos los resultados obtenidos a 58.

En National Guideline Clearinghouse (Centro Nacional de Información y


Orientación) base de datos donde se recogen los criterios de práctica clínica.
Pertenece a la agencia para la investigación y calidad en los Estados Unidos
(Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ)). Anexo I.

Recopilación y análisis de los diferentes registros enfermeros (20), utilizados


en la actualidad en las UNYD, documentando las diferentes variables que se
recogen en los mismos, de acuerdo a criterios que se han tenido en cuenta
para hacerlos figurar. Esta sistemática nos ha permitido analizar las coinciden-
cias o ausencias y el por qué de su existencia o carencia.

25
26
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

El proceso enfermero aplicado a la


Nutrición Artificial

El proceso enfermero es un método sistematizado, encaminado a impartir


cuidados que se centran en el logro de objetivos de una forma eficiente. A
través del proceso enfermero se estructura, y ordenan cada uno de los cuida-
dos, para conseguir mejores resultados. Al mismo tiempo este proceso logra
definir nuestra labor como enfermeros.

El proceso enfermero presenta una doble vertiente, ya que se dirige tanto al


profesional que administra los cuidados, como al paciente que es el receptor
de los mismos.

Para las enfermeras:


1. Permite trabajar de forma ordenada, con idénticos criterios y el mismo
lenguaje.
2. Facilita la comunicación entre los profesionales.
3. Ayuda a los profesionales de enfermería a tomar decisiones.
4. Racionalizar el tiempo, el trabajo y los recursos.
5. Determinar el coste de los servicios enfermeros y permite planificar los
recursos necesarios.
6. Constituye un instrumento para evaluar la calidad de los cuidados.
7. Coordina los esfuerzos de todo el equipo de enfermería.
8. Ofrece un marco educativo.
9. Permite investigar con garantía de calidad.
10. Previene de acciones legales.

Respecto al paciente:
1. Permite proporcionarle cuidados integrales de forma individual y continua
asegurando la calidad de los mismos.
2. Está centrado en la respuesta del individuo y no en el tratamiento de la
enfermedad.
3. Fomenta el establecimiento de objetivos comunes.
4. Estimula la participación del paciente en las decisiones relativas a su pro-
pia salud.
5. Evita la reiteración de información.
6. Consigue una continuidad de los cuidados.

27
El proceso enfermero aplicado a la Nutrición Artificial

Pasos del proceso enfermero


Este sistema de planificación en la ejecución de los cuidados enfermeros está
compuesto por cinco pasos: valoración, diagnostico, planificación, ejecución
y evaluación.

Valoración

Consiste en una primera recogida y organización de los datos que conciernen


a la persona, familia y entorno. Son la base de las decisiones y actuaciones
posteriores.

La valoración recoge las respuestas del paciente, teniendo en cuenta que


pueden encontrarse modificadas por su situación personal y las circunstan-
cias de su enfermedad. También estima los datos evaluados por el profesional
enfermero como determinantes para la selección de aquellas actividades que
han de ser realizadas para conseguir el mayor bienestar y la recuperación de
la salud del paciente.

La forma de realizar la valoración ha de ser sistemática y organizada, siguiendo


una secuencia predeterminada. Para conseguirlo hemos elegido la estructura
de la NANDA Taxonomía II. En ella se establecen tres categorías o niveles de
clasificación de la información: los dominios, las clases y los diagnósticos en-
fermeros asociados.

Los dominios pueden ser entendidos como abstracciones, que recogen


áreas de funcionamiento y/o comportamiento de la persona. Son grandes
campos de estudio para la valoración, un término asociado a los Patrones Fun-
cionales en el consenso Gordon-NANDA en 1998.

Las clases son subdivisiones de los dominios que intentan explicar los fe-
nómenos de interés de los que se ocupa el dominio. Contienen conceptos
diagnósticos, definidos como elemento principal del diagnostico. En las cla-
ses se encuentran contenidos los conceptos diagnósticos y los diagnósticos
aprobados.

28
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Diagnósticos enfermeros

Con frecuencia se denominan respuestas humanas porque buscan reaccio-


nes a los cambios en la salud o en circunstancias vitales. Analiza los datos
obtenidos e identifica los problemas reales o potenciales que constituyen la
base del plan de cuidados. Es el juicio o conclusión que se produce como
resultado de la valoración enfermera. Los diagnósticos enfermeros son juicios
clínicos sobre respuestas humanas reales o potenciales, básicos para la toma
de decisiones.

Planificación

Después de la valoración del paciente e identificados los problemas de salud


y formulado el diagnóstico enfermero, hay que elegir los resultados e indica-
dores buscados en el paciente, para resolver los problemas de salud. Se desa-
rrollan estrategias para prevenir, minimizar o corregir los problemas, así como
para promocionar la salud. Determinar prioridades, estableciendo el orden en
que se deben ir cubriendo las necesidades, los resultados que esperamos ob-
tener y las intervenciones necesarias para lograr los objetivos marcados.

Ejecución
Realización de las intervenciones elegidas, que son aquellas actuaciones que
van dirigidas a ayudar al paciente al logro de los resultados esperados, po-
niendo en práctica las actividades necesarias.

Evaluación

Se examinan los resultados, determinando, si se han obtenido los objetivos


establecidos, si las intervenciones han sido efectivas, y si se han conseguido
las expectativas que nos habíamos marcado.

29
30
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Valoración de los pacientes con


indicación de Nutrición Artificial:
Registro enfermero

Introducción
En la actualidad, la información recogida en las Unidades de Nutrición por las
enfermeras no guarda homogeneidad y se encuentra dispersa en diferentes
documentos y registros.

Consideramos que es necesario adaptar dichos documentos adecuándolos


a los actuales sistemas de información, con la pretensión de facilitar la reco-
gida y la utilización de los datos obtenidos. Para ello, el registro adjunto reco-
ge y organiza todos aquellos aspectos del paciente que son necesarios para
realizar la evaluación inicial de los pacientes que han de recibir tratamiento
nutricional. Este registro no ha de ser considerado como una encuesta, sino
como un formulario que nos dará una idea clara de la situación del paciente
y que nos facilitará la posibilidad de adaptar planes de cuidados enfermeros
específicos e individualizados.

La valoración tiene como objetivo la recopilación más exacta y completa po-


sible de todos los datos necesarios para evaluar las necesidades de cuidado
de la persona que va ha necesitar nutrición artificial, con el fin de cubrir todos
los cuidados enfermeros que se determinen en cada paciente, de forma indi-
vidualizada.

Para la organización de los datos se utilizó un enfoque enfermero, en base a


los Dominios de la Taxonomía NANDA II, entendidos como abstracciones, que
recogen áreas de funcionamiento y/o comportamiento de la persona.

El formato y las características del registro de valoración pretenden dar res-


puestas a las necesidades de las enfermeras de las UNYD de forma específica
para los pacientes a los que se les ha indicado NA. La especificidad y sencillez
de los registros en la valoración inicial concreta de estos pacientes, ayudará a
agilizar su cumplimentación y facilitar la evaluación.

31
Valoración de los pacientes con indicación de Nutrición Artificial: Registro enfermero

Este formato estandarizado no se trata de una encuesta a cubrir o un impreso


a rellenar, pretende ser una guía que ayude a la enfermera en la recogida de
aquellos datos más significativos de los problemas de salud de la persona
para detectar sus necesidades de cuidados nutricionales.

Normas generales

1. Este registro de valoración es competencia de la enfermera de la UNYD


debe de cumplimentarse en el primer contacto con el paciente y a ser
posible antes de que reciba la nutrición artificial.

2. La recogida de datos se hará mediante entrevista, la fuente de estos datos


puede ser el propio paciente, su familia o personas de su entorno. Debe de
realizarse en un ambiente lo más relajado e íntimo posible, se pedirá a las
personas que están en la habitación que salgan, con el fin de respetar la
privacidad y el carácter confidencial de la información. Es aconsejable que
se quede el cuidador principal. Se procurará conseguir una acogida cáli-
da, un lenguaje adecuado, ni demasiado técnico, ni demasiado coloquial,
pero sí perfectamente entendible por parte del paciente. Las preguntas se
realizarán dando tiempo a contestar, sin añadir comentarios y sin dirigir las
respuestas. Se considerarán tanto las respuestas verbales y no verbales del
paciente y la coherencia entre ambas.

Al comenzar se identificará al paciente llamándole por su nombre, com-


probando la pulsera de identificación si es posible. Se le informará del ob-
jetivo de la entrevista, y realizaremos nuestra presentación.

3 Los datos de este registro se complementarán y verificarán con los datos


registrados en la historia clínica del paciente.

4 No se dejará ningún apartado sin cumplimentar, se hará constar sí, no o


no conocidas (NC) donde proceda.

32
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

33
Valoración de los pacientes con indicación de Nutrición Artificial: Registro enfermero

34
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Guía para la cumplimentación del


registro enfermero

Incluye un único ejemplar por ambas caras. Es un registro semiestructurado


con puntos cerrados y abiertos de forma que su cumplimentación resulta ágil
y clara.

Encabezamiento

1. Identificación del paciente


Etiqueta
La impresa del paciente al ingreso actual.
Manual
Se cumplimentará con letra de imprenta. Nº de historia, nombre y dos
apellidos, fecha de nacimiento.

2. Localización del paciente


Servicio, unidad y cama
Especificar aquí donde se realiza esta valoración y la cama que tiene ad-
judicada.
Fecha de inicio
Especificar la fecha en la que se realiza la valoración.
Sexo, edad
Poner una X, si es hombre en H o en M si es mujer, y anotar la edad actual
en años.

Datos generales

Enfermedades previas
Especificar las enfermedades anteriores crónicas y/o agudas (Intervenciones
quirúrgicas, etc.).

Enfermedad Actual
Especificar lo que motivó al paciente a acudir al hospital. Anotar la impresión
diagnóstica proporcionada por la unidad donde se encuentra el paciente.

35
Guía para la cumplimentación del registro enfermero

Alergias
En caso afirmativo se especificará a qué es alérgico, si por el contrario no los
presenta anotar NC.

Tabaco
Si tiene este hábito especificar cantidad/día. Si no lo presenta anotar No. Si lo
ha tenido anotar exfumador (EX).

Alcohol
Si tiene este hábito especificar gramos/día. Si no los presenta No. Si lo ha te-
nido anotar EX.

Fórmula cálculo etanol

Otros
Especificar otros hábitos nocivos y vía de administración.

Valoracion por dominios


Se incluyen diez apartados que nos permiten la valoración del paciente que
va a ser sometido al procedimiento terapéutico del soporte nutricional.
1. Promoción de la salud (D1).
2. Nutrición (D2).
3. Eliminación (D3).
4. Actividad y reposo (D4).
5. Percepción/cognición (D5).
6. Auto percepción (D6).
7. Rol y relaciones (D7).
8. Afrontamiento y tolerancia al estrés (D9).
9. Seguridad y protección (D11).
10. Confort (D12).

36
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Dentro de cada dominio hay puntos que suelen hacer referencia a la presen-
cia de signos o síntomas, seguido de los posibles factores relacionados más
habituales.

Cuando la pregunta va seguida de se debe de señalar con una X la casilla


que corresponda y en caso que se detecte una alteración se señalará con una
X la casilla del punto que se relacione.

1. Promoción de la salud. (D1)

“Toma de conciencia del bienestar o normalidad de las funciones y


estrategias usadas para mantener el control y fomentar el bienestar y
la normalidad del funcionamiento”.

Se valora cómo ha estado relacionado con la nutrición artificial.

Si es su primer contacto relacionado con la nutrición y si ha tenido algún tipo


de nutrición artificial en su domicilio, especificar cual (enteral, parenteral y/o
suplementos).

2. Nutrición (D2)

“Actividades de ingerir, asimilar y usar los nutrientes a fin de mantener


y reparar los tejidos y producir energía”.

Se valorará si la ingestión de nutrientes ha sido adecuada para la persona y


los problemas que puede tener ésta para realizar una alimentación completa;
valorándose también su estado nutricional.

Dieta habitual
Reseñar en este espacio la dieta que habitualmente tomó el paciente en los
últimos tres meses y/o antes del ingreso en el hospital. Si es normal (en el
cocinado y variada en nutrientes), si existen restricciones dietéticas (sin sal,
baja en calorías, proteínas, etc…), textura (blanda, triturada, con espesantes).

Intolerancias alimentarias
En caso afirmativo especificar. Anotar NC si no los presenta.

37
Guía para la cumplimentación del registro enfermero

Nº de comidas /día
Anotar el número de veces que ingiere alimentos al día en los últimos tres
meses, antes de ingresar en el hospital.

Alimentos que no consume


Especificar el grupo o los grupos de alimentos que no consume o que consu-
me muy poco y/o consistencia:
• Leche y derivados.
• Carne, pescado, huevos.
• Patatas, legumbres, frutos secos.
• Verduras, hortalizas.
• Frutas.
• Cereales.
• Grasas.
• Sólidos, líquidos, etc.
• Preferencias específicas como dieta vegetariana, no comer cerdo, etc.

Dieta actual
Es la que el paciente está tomando en el momento de la valoración, por ejem-
plo (según código de dietas de cada hospital):
• Absoluta.
• Líquida.
• Semiblanda.
• Blanda.
• Basal (normal).
• Consistencia modificada.
• Fácil masticación.
• Triturada.
• Terapéuticas (especificar).

Nutrición artificial
Anotar el tipo de nutrición artificial que está recibiendo:
• Suplementos.
• Nutrición Enteral.
• Nutrición Parenteral.
En su defecto anotar NO.

38
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Líquidos
Anotar la cantidad de líquidos recibidos tanto ingeridos como intravenosos
que han sido administrados en las últimas 24 horas.

Piel y mucosas, alteraciones de la coloración


Marcar mediante una X si presenta alguna de estas situaciones. Se valorará la
turgencia cutánea, piel ruborizada, sequedad de las mucosas, surcos lingua-
les, etc., y signo del pliegue cutáneo (Anexo II).

Dificultad para masticar y deglutir


Preguntar al paciente sobre cualquier dificultad durante la masticación de co-
midas de diferente textura y si tiene síntomas (estado dental, babeo, etc.,), que
indica alteración en la masticación, valorando el control de los labios y de la
lengua. Valorar la dificultad para deglutir, sin nauseas y sin aspiración, desde
líquidos y alimentos poco consistentes a texturas de comidas más densas ya
que el paciente las suele evitar si le ocasionan problemas de tos o disnea. Va-
lorar signos y síntomas de disfagia y especificar en el lugar correspondiente. Si
por el contrario no los presenta anotar NO.

Alteración del apetito


Marcar mediante una X si presenta alguna de estas situaciones y el tiempo
que esta teniendo esta situación.

Quimioterapia y radioterapia
Marcar mediante una X si el paciente esta recibiendo o ha recibido estos tra-
tamientos en el plazo de un mes.

Antropometría
Anotar la cifra correspondiente en cada apartado. Si la cifra obtenida, es por
estimación, dicha cifra irá precedida del signo de aproximación (≈). Todos los
parámetros habrá que compararlos con los estándares de la población de re-
ferencia (en función del sexo y de la edad) (Anexo III).

Valoración global subjetiva (VGS)

Es un método, validado en la mayor parte de la población. Destky y colabora-


dores definieron la metodología de la valoración clínica utilizada por Baker en
1982, para valorar el estado nutricional y la denominó VGS. La VGS puede ser

39
Guía para la cumplimentación del registro enfermero

utilizada para predecir qué pacientes requieren una intervención nutricional y


cuáles se beneficiarían de un soporte nutricional intensivo (Anexo IV).

Cambios de peso
Aumenta la importancia de la pérdida de peso si ha habido pérdida adicional
en los últimos quince días y disminuye si ha ganado peso en los últimos días.
Anotar la cifra correspondiente en cada apartado y se valorará la pérdida de
peso en los últimos 6 meses primero y si ha habido cambios en las últimas dos
semanas, marcando mediante una X, en aumento, sin cambios o pérdida. Si es
por estimación, la cifra irá precedida del signo de aproximación (≈).
El peso actual: se determina en el mismo momento de la valoración del in-
dividuo.
Peso habitual. Es el peso que normalmente tiene un individuo y que presenta
en situación de estabilidad sin que exista ninguna circunstancia actual (enfer-
medad, deshidratación, etc.) que lo modifique.
Peso perdido y tiempo. La pérdida de peso corporal es un indicador significa-
tivo de problemas en el estado nutricional. Es importante saber si las pérdidas
han ocurrido en los seis meses anteriores a la entrevista o en las dos últimas
semanas. La pérdida gradual de peso puede indicar una enfermedad crónica
o un cambio en la dieta. Pérdidas importantes en las dos últimas semanas, en
cambio suelen señalar un riego mayor de desnutrición.
Anotar las cifras que correspondan. El peso perdido respecto al habitual, y
determinar en cuanto tiempo se ha perdido. Obtener el porcentaje, aplicando
la siguiente fórmula:

Porcentaje de pérdida de peso

Anotar el valor obtenido y marcar mediante aspa el porcentaje al que se


aproxima.

Cambios en la ingesta dietética


Se valora en relación con la ingesta normal y habitual del paciente, durante
el último mes. Su importancia depende de la duración y de los cambios de
hábitos alimentarios tanto cualitativo como cuantitativo. Marcar mediante

40
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

una X (sí o no) lo que corresponda y especificar el tiempo en semanas. Marcar


el tipo de alimentación que ha estado realizando durante este tiempo.

Síntomas gastrointestinales
Se consideran importantes cuando persisten por más de dos semanas. Ayu-
dan a valorar las limitaciones para ingerir una dieta normal. Anotar mediante
una X síntomas que ha tenido el paciente en las últimas dos semanas y que le
han impedido comer adecuadamente.

Capacidad funcional
Evalúa el grado de capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Es la
relación entre la enfermedad y las necesidades nutricionales. Los efectos de la
desnutrición son más importantes cuando comprometen algunas funciones
elementales en la vida del paciente, ej. alteraciones en la boca, la presencia
de bajo peso de un paciente se acompaña de una limitación funcional que
puede afectar su capacidad para levantarse. Si la persona califica su actividad,
en general, como normal y sin limitaciones, en este caso se anotaría una X en
la casilla del sí, en caso de que manifestara alguna alteración se anotará NO y
se especifica el tiempo en semanas.
Se valora como trabajo reducido cuando su actividad no es totalmente nor-
mal, pero es capaz de mantenerse activo y llevar a cabo actividades bastante
normales; ambulatorio sin trabajar cuando no tiene ganas de hacer la mayo-
ría de las cosas pero pasa menos de la mitad del día en la cama o sentado, y
encamado cuando raramente está fuera de la cama. Anotar una X en lo que
corresponda.

Enfermedad y su relación con los requerimientos nutricionales


La valoración del estrés metabólico se determina mediante una serie de va-
riables conocidas (fiebre, duración de la fiebre, tratamiento esteroideo) cuya
presencia produce un incremento de las necesidades calóricas y proteicas de
la persona. El grado de estrés también está relacionado con el diagnóstico, el
estadio de la enfermedad, edad > 65, úlceras por decúbito, heridas abiertas o
fístula, hiperglucemias, etc.
Marca mediante una X la valoración correspondiente relacionándolo: no es-
trés con el ayuno, sin fiebre; estrés bajo con la cirugía selectiva; estrés mode-
rado trauma y estrés alto en pacientes con sepsis.

41
Guía para la cumplimentación del registro enfermero

Examen físico
El reconocimiento físico del paciente tiene como objetivo principal el detec-
tar signos y síntomas de déficit de nutrientes, vitaminas y minerales. Se utiliza
un sistema de técnicas de inspección, palpación, percusión y auscultación.
Una evaluación subjetiva en el aspecto de la composición corporal basada en
la pérdida de tejido graso, la pérdida de masa muscular y el estatus hídrico.
Incluye desde la valoración de la masa grasa subcutánea en el bíceps y tríceps
considerando normal si se palpan claras reservas, pérdidas moderadas si se
evidencian sin sentir las yemas de nuestros dedos índice y pulgar, y pérdidas
severas cuando sentimos nuestros dedos. La pérdida de masa muscular se
puede apreciar en las sienes donde se pueden apreciar desde la zona plana o
ligeramente abultada, hasta una depresión grande en la zona con un hueso
témporo-orbital muy prominente. La exploración de las escápulas que pue-
de ir desde estar ligeramente visible sin depresión a su alrededor hasta que
esté el hueso visible y prominente con depresiones severas a su alrededor. La
inspección y la palpación para detectar existencia de edemas, ascitis y deshi-
dratación.
Como se trata de una valoración subjetiva, cada aspecto del examen es cuan-
tificado por grado de diferencia, 0 = Normal; 1 = Leve corresponde a un défi-
cit ligero; 2 = Moderado a un déficit moderado y 3 = Severo a un déficit grave.
Las puntuaciones en estas categorías son utilizadas para establecer clínica-
mente el grado de la diferencia.

3. Eliminación (D 3)

“Secreción y excreción de los productos corporales de desecho”.

Se valoran los problemas de la persona en relación a la excreción de los pro-


ductos de desecho del sistema urinario y gastrointestinal, así como su patrón
de eliminación.

Hábito intestinal
Se refiere al que mantiene la persona en su domicilio. El nº de deposiciones,
se anota las veces que hace deposición si es al día se tacha semana y si es a la
semana se tacha día. Necesita ayuda: para el control de las deposiciones y en
incontinencia fecal. Marcar con una X donde proceda.

42
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Diuresis, drenajes, aspiración, ostomía


Anotar la cantidad de líquidos eliminados en cada apartado, si los hubiere, en
las últimas 24 horas.

4. Actividad y reposo (D 4)

“Producción, conservación, gasto o equilibrio de los recursos ener-


géticos”.

Se valoran las dificultades que tiene la persona para realizar actividades que
impiden movimiento y consumo de energía (moverse, autocuidados, etc.) así
como la percepción de la calidad y cantidad del sueño (Anexo V).

Autónomo
Si es autónomo para la vida diaria, marcar con una X si a pesar de su alteración
no precisa ayuda para movilizarse.

Dependiente
Habitual / Temporal en el momento en que se le valora y se señalara con
una X en la casilla correspondiente. Se anota el tipo de dificultad que le altere
la movilidad.

Deambula, cama/sillón, sueño


Marcar una X donde proceda, en el sueño se marcará donde lo considera el
paciente.

5. Percepción/cognición (Dominio 5)

“Sistema de procesamiento de la información humana incluyendo


la atención, orientación, sensación, percepción, cognición y comu-
nicación”.

Se valora como procesa el paciente la información y si se encuentra conscien-


te, orientado, desorientado, colaborador, etc. Marcar con una X las situacio-
nes que presente en el momento de la valoración.

43
Guía para la cumplimentación del registro enfermero

Dificultad para la comunicación


Anotar el tipo, si es fisiológica, afasia, disartria, traqueotomía, de idioma, de-
terioro cognitivo, minusvalía psíquica, etc.

Está informado sobre el tratamiento nutricional


Se considerará en caso de que le hayan explicado en concreto el tipo de nu-
trición que va a recibir.

6. Auto percepción (D 6)

“Conciencia del propio ser”.

Se valora el concepto que tiene la persona de sí misma explorando su estado


de ánimo, pensando en los problemas que puedan presentarse (como se ve
a si mismo).

Estado emocional
Se refiere al que el paciente manifiesta en el momento de la valoración, no
el que la enfermera observa, se le puede ayudar diciéndole: si está tranqui-
lo, nervioso, irritable, agitado, agresivo, preocupado, triste, y que él mismo
determine cuales son los que mejor definen su estado de ánimo en ese mo-
mento. Puede señalar más de uno.

7. Rol/relaciones (Dominio 7)

“Conexiones y asociaciones negativas y positivas entre personas o


grupos de personas y los medios por los que se demuestran tales co-
nexiones”.

Se valora el papel que tiene la persona dentro de su estructura familiar y los


problemas que pueden surgir con relación a la terapia nutricional.

Se hará constar si vive solo, acompañado y anotar el parentesco con el pa-


ciente. Si está o va a seguir institucionalizado anotar el lugar de residencia.
Anotar el cuidador principal identificar a la persona que va a cuidar del pa-
ciente.

44
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

8. Afrontamiento/tolerancia al estrés (D 9)

“Forma de hacer frente a los acontecimientos/procesos vitales”.

Se valora la forma en que la persona hace frente a su situación con respecto


a la nutrición artificial.

Si se observan signos de preocupación o no y cual es el grado de acepta-


ción previa al tratamiento nutricional, marcar bueno, regular o malo.

9. Seguridad/protección (D 11)

“Ausencia de peligro, lesión física, o trastorno del sistema inmunitario,


evitación de las pérdidas y preservación de la protección y seguridad”.

Se valoran aquellas situaciones o circunstancias que pueden estar asociadas


a catéteres, prótesis y lesiones que causen riesgo de infecciones nosoco-
miales.

Portador de sondas
Anotar si es portador o no de sondas el tipo de sonda y la fecha de coloca-
ción, si existe riesgo de aspiración.

Portador de vía central


Anotar si tiene vía central tipo, localización, y fecha de inserción.

Riesgo de deterioro de la integridad cutánea


Valorar si existe.

Heridas
Si tiene, anotar características y localización.

Úlceras
La localización y los grados o estadio de úlcera según su severidad (I-IV), res-
pectivamente (Anexo VI).

45
Guía para la cumplimentación del registro enfermero

10. Confort (D12)

“Sensación de bienestar o comodidad física, mental o social”.

Se valoran las causas que impiden con más frecuencia la sensación de bienes-
tar físico, como dolor y malestar.

Tiene dolor y/o malestar


Anotar si lo tiene o no. Localización del dolor como la zona de inserción del
catéter, del estoma para alimentación, en otros anotar los que pueden estar
relacionados con las formas de alimentación y creen disconfort en el paciente
como son sondas, nauseas, etc.

Diagnóstico nutricional (VGS)

A través del interrogatorio, la observación y los datos obtenidos se puede lle-


gar a un diagnostico subjetivo del estado nutricional y según la clasificación
de la VSG se identifica a los pacientes bien nutridos, moderadamente desnu-
tridos o con riesgo de desnutrición y gravemente desnutridos.

Seleccionar mediante una X uno de los diagnósticos, según la predominancia


de síntomas.

Bien nutrido
Sin pérdida de peso, sin déficit de ingesta. (La pérdida previa del 5%, del peso
habitual, siempre que este se haya incrementado posteriormente, y de forma
reciente).

Sospecha o malnutrición moderada


Pérdida de peso entre un 5-10%, reducción de ingesta en las últimas semanas.
Pérdida de tejido subcutáneo.

Malnutrición severa
Pérdida severa de peso mayor del 10%. Severa pérdida de masa muscular y
tejido subcutáneo. Edema.

46
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Requerimientos energéticos

“Requerimientos energéticos son la cantidad de energía necesaria,


aportada por los nutrientes, que debe de recibir el organismo en fun-
ción de la talla, peso, edad y nivel de actividad física, para mantener un
estado nutricional y desarrollarse correctamente”.

Ante la imposibilidad de realizar la medición, la estimación mediante las fór-


mulas de predicción del gasto energético constituye una herramienta de gran
utilidad en la clínica habitual aplicando factores de corrección según la situa-
ción del paciente.

Elegir uno de los métodos siguientes:

Ecuación 1:
Ecuación de Harris-Benedict:

Gasto energético en reposo (GER)

El gasto energético total (GET) se obtiene a partir de GER y aplicando los fac-
tores de corrección propuestos por Long.

GET = GER X Factor Actividad (FA) X Factor Enfermedad (FE)


Factor de Actividad (FA) Factor de Enfermedad (FE)

47
Guía para la cumplimentación del registro enfermero

Ecuación 2

Valores estándar de energía por kilogramo*

Ecuación 3
En los pacientes adultos desnutridos u obesos, se aplicará la fórmula sustitu-
yendo el peso del paciente por el peso ajustado.

Peso
ajustado

Peso ideal de
forma rápida

Observaciones

Apartado en abierto para completar información. Se indicará todo aquello que


no quede reflejado en los apartados correspondientes y que la enfermera/o
que realice la valoración considere importante hacer constar.

Diagnósticos enfermeros

“Un diagnóstico de enfermería es un juicio clínico sobre la respuesta


que da el individuo, la familia o la comunidad a problemas de salud o
procesos vitales reales o potenciales”.

48
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Algunos son:
• Complicación potencial: Desnutrición
• 00004 Riesgo de infección.
• 00146 Ansiedad.
• 00126 Conocimientos deficientes.
• 00062 Riesgo de cansancio del cuidador.

Nombre de la enfermera/o

Cumplimentar con letra de imprenta.

Firmado
Firma de la enfermera/o que cumplimenta la valoración.

49
50
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Nutrición parenteral y enfermería

La Nutrición parenteral
La NP es un procedimiento terapéutico invasivo de soporte nutricional,
que consiste en la administración de nutrientes (hidratos de carbono, lí-
pidos, nitrógeno, agua, electrolitos, oligoelementos y vitaminas) directa-
mente al organismo por la vía endovenosa (central, periférica, intradiálisis
peritoneal y fístula arteriovenosa) obviando con ello el proceso digestivo
y filtro hepático. La ASPEN (American Society for Parenteral and Enteral
Nutrition) define la NP como la administración de nutrientes por vía in-
travenosa. Cuando al enfermo se le administran todos los requerimientos
nutricionales se denomina nutrición parenteral total (NPT). La ASPEN la
denomina nutrición parenteral central, ya que debe ser administrada a
través de una vía central (vena de alto flujo próxima a la cava superior).
Cuando la fórmula de la NP no excede de los 800 mOsm/L se denomina
nutrición parenteral periférica (NPP) ya que se pueden administrar por una
vena mediana (basílica).

La NP requiere recursos materiales y humanos especializados, ya que su


preparación y utilización es compleja e implica riesgos para el paciente;
por ello, resulta imprescindible que tanto la técnica de preparación de la
mezcla garantice la esterilidad, estabilidad y la compatibilidad además de la
composición y las dosis establecidas, como los cuidados de enfermería que
precisan estos pacientes, estén completamente estructurados con el fin de
conseguir, no sólo el grado de efectividad que pretendemos, sino también
la inexistencia de complicaciones o la minimización de las mismas cuando
estas se presenten.

Podríamos considerar que la NP estaría indicada, en general, en aquellos pa-


cientes que no puedan o deban cubrir sus requerimientos nutricionales por
vía digestiva, con un doble fin, el de evitar la aparición de desnutrición o para
tratarla cuando ya haya hecho su aparición.

51
Nutrición parenteral y enfermería

Complicaciones de la NP
Las complicaciones en NP son muy variadas y se corresponden con distintos
orígenes. En su mayoría las complicaciones tienen una minima repercusión
clínica si se identifican y tratan precozmente (con un buen manejo y apor-
te adecuado de nutrientes), en otras ocasiones pueden tener consecuencias
clínicas importantes. Actualmente tenemos recomendaciones consensuadas,
guías clínicas, profesionales con experiencia que junto con los cuidados enfer-
meros protocolizados se contribuye a que la NP sea una terapéutica habitual
más segura.

Clasificación de las complicaciones

Las complicaciones las podemos clasificar en mecánicas, sépticas y metabó-


licas:

Complicaciones mecánicas

Inherentes a la colocación de la vía venosa y no derivadas directamente de la


NP. Pueden evitarse mediante una cuidadosa técnica de inserción del catéter
y un buen conocimiento de las vías centrales.

Malposición del catéter


La infusión de soluciones hipertónicas en el espacio pleural o pericárdico, es
una complicación indeseable. Para evitar esta complicación, es absolutamen-
te indispensable realizar una radiografía de control, para comprobar la correc-
ta disposición del catéter, previa al inicio de la perfusión de la NP. B (ASPEN,
AHRQ).

Neumotórax
Es la complicación más frecuente en la punción de un catéter en subclavia. Se
produce por punción pleural, por una práctica errónea y se detecta haciendo
una radiografía de tórax al paciente. En algunos casos hay que recurrir al dre-
naje pleural del mismo.

52
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Embolia gaseosa
Es una de las complicaciones más graves; se produce por la entrada de aire
a través de la vía venosa. Es una complicación infrecuente, pero muy grave
y cursa con dolor torácico, disnea, hipotensión, etc. Se puede prevenir con
información adecuada al paciente, sedación y la existencia de protocolos de
catéteres venosos centrales.

Complicaciones inmediatas
Las que se presentan en la colocación de catéteres centrales: neumotórax,
lesión arterial, hemotórax, embolismo, hemorragia, arritmias, taponamiento
cardiaco, lesión arterial o nerviosa.

Complicaciones tardías
Incapacidad de aspirar sangre, obstrucción, trombosis venosa, desconexión y
pérdida accidental.

Complicaciones infecciosas

Las infecciones asociadas al catéter son las complicaciones más frecuentes en


pacientes con NP, pudiéndose presentar bacteriemia o sepsis que obligue a la
suspensión de la misma.

La causa principal suele ser un inapropiado cuidado del catéter, por conta-
minación del punto de inserción, o una inadecuada manipulación de los sis-
temas y conexiones, la sepsis puede ser provocada, en raras ocasiones, por
la contaminación de las mezclas de nutrición parenteral. Hay que tener en
cuenta que también es relevante la localización del catéter, así por ejemplo, la
infusión de nutrición NP a través de vía femoral se asocia una mayor inciden-
cia de sepsis y trombosis.

La contaminación de los catéteres puede producirse principalmente por vía


intraluminal, extraluminal y hematógena.

Intraluminal
Por contaminación de la mezcla nutricional en el proceso de elaboración, y
por contaminación de las conexiones del catéter.

53
Nutrición parenteral y enfermería

Extraluminal
Por contaminación del punto de inserción del catéter, al fallar las medidas de
asepsia en la implantación, o ante cuidados y mantenimiento inadecuado del
mismo.

Hematógena
Cuando la colonización del catéter se produce por la diseminación de mi-
croorganismos, desde otro foco distal.

Complicaciones metabólicas

Cualquier complicación puede ser achacable tanto al cálculo (cualitativo y


cuantitativo) de la composición de nutrientes a administrar, complicaciones
por exceso como por defecto, también pueden estar relacionadas con la indi-
cación y con el método de administración.

Alteraciones hidroelectrolíticas
Se pueden evitar monitorizando el balance hídrico y los niveles sanguíneos
de los iones. Conocer las pérdidas extraordinarias que tiene el paciente es
fundamental para adecuar los aportes de líquidos y electrolitos, a las pérdidas.

Hiperglucemia
Debida a excesiva concentración de glucosa en las mezclas nutricionales,
cuando se produce un aumento rápido del flujo de la infusión o por situa-
ciones de estrés metabólico (sepsis, estrés quirúrgico, etc.), fármacos hiper-
glucemiantes como corticoides y octeótride. El análisis de la glucemia capilar
pautada y el aporte de insulina en presencia de hiperglucemia evitan el riesgo
de situación hiperosmolar no cetósica.

Hipoglucemia
Casi siempre debida a un descenso importante y rápido de la velocidad de in-
fusión o a una suspensión brusca de la misma. Se deben extremar las precau-
ciones en este sentido, en aquellos pacientes que sean diabéticos y en los que
estén recibiendo insulinoterapia por situación de hiperglucemia temporal.

Complicaciones relacionadas con los hidratos de carbono


El aporte de glucosa es la base del aporte calórico y pueden presentarse
con alguna frecuencia problemas de intolerancia a la glucosa, debe de ser

54
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

registrada diariamente ya que los niveles de glucosa sérica no deben de ex-


ceder de 200 mg/dl.

Síndrome de realimentación
Suele aparecer en pacientes con desnutrición severa y prolongada, con gran
catabolismo de la masa muscular y del compartimento graso.

Alteraciones hepáticas
La elevación de las enzimas hepáticas puede ser frecuente sobre todo en ni-
ños o en tratamiento de NP de larga duración. La causa puede ser multifac-
torial, podría deberse a un exceso de glucosa o de lípidos o a un déficit de
carnitina, colina, taurina o vitamina E, entre otros. Suele desaparecer con la
suspensión de la NP. La monitorización de las pruebas de función hepática
debe de ser rutinaria de forma semanal.

Enfermedad metabólica ósea


Se observa en pacientes con NP a largo plazo. Se manifiesta con dolores
óseos, mayor riesgo de fracturas e hipercalciuria intermitente.

Complicaciones relacionadas con el método de administración

La NP perfundida a una velocidad excesiva o en demasiada cantidad aumenta


la presión venosa, lo que puede producir una sobrecarga y una insuficiencia
cardiaca derecha, y si es izquierda un edema agudo de pulmón.

Una vez descritas parte de las complicaciones que pueden ocurrir durante la
administración de NP, queda patente la necesidad de poner todos los medios
a nuestro alcance, para conseguir minimizar al máximo los riesgos que implica
este tratamiento nutricional. Por ello es imprescindible que los profesionales
que nos dedicamos al cuidado de estos pacientes, nos mantengamos actua-
lizados y profundicemos acerca de nuestros conocimientos en este campo,
para conseguir rentabilizar los resultados.

En la búsqueda en el Instituto Joanna Briggs encontramos la pregunta ¿Cuál


es la mejor evidencia disponible para la seguridad y eficacia de la administra-
ción de nutrición parenteral total? En el que se había hecho una búsqueda
estructurada de la literatura y base de dato seleccionada de salud basados
en la evidencia médica. Se encontró un meta-análisis (11ensayos, nueve con

55
Nutrición parenteral y enfermería

seguimiento completo que permite un análisis por intención de tratar de


llevar a cabo). Dos peritajes, cuatro revisiones sistemáticas y tres directrices
basadas en la evidencia, concluyendo con las siguientes recomendaciones.

Recomendaciones de las mejores prácticas

• La introducción de “Equipos de Especialistas en Nutrición” para la prescrip-


ción y administración de la NPT (Grado B).
• Los pacientes con NP deben ser controlados para prevenir las complica-
ciones metabólicas relacionadas con la nutrición, las relacionadas con la
infección por catéter, los edemas, la inestabilidad del IMC, signos de reac-
ciones adversas asociadas a la NP y la compatibilidad con los medicamen-
tos parenterales. (Grado B).
• Los pacientes con NPT deben tener sus signos vitales controlados, en par-
ticular, en busca de signos de sepsis. (Grado B).
• Los pacientes deben ser monitorizados para detectar signos de sobrecarga
de líquidos, hiperglucemia o hipoglucemia, aumento de la urea, el fosfato
elevado, hiperpotasemia o hipopotasemia. (Grado B).
• Los equipos de administración de nutrición parenteral se deben cambiar
con técnicas asépticas y las precauciones asépticas cada 24 h. (Grado B).
Hadwen G. Total Parenteral Nutrition Administration.The Joanna Briggs Institute. 2010. http://es.connect.jbicon-
nectplus.org/ViewDocument.aspx?0=3632

• La NP debe ser administrada a través de una vía venosa central, o una línea
de inserción periférica venosa central (PICC línea) para las concentraciones
de glucosa > 10%. Las soluciones de dextrosa <10% puede ser dada por
una línea de periféricos estándar.
• Las transfusiones de sangre no deben ser inyectadas a través de un sistema
de goteo, al mismo tiempo que una solución de nutrientes.
• Designar un puerto exclusivamente para la administración de NPT si se uti-
liza un catéter multi-lumen.
• No acelerar la infusión de NP si va retrasada.
• Compruebe la compatibilidad y la administración de medicamentos con el
manual de procedimiento de la farmacia.

56
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

• Los pacientes con NP deben de pesarse al menos dos veces por semana.
• Los equipos de administración de NP se deben cambiar con técnicas asép-
ticas cada 24 h.
• Se recomienda un equipo de nutrición multidisciplinar.
Total Parenteral Nutrition The Joanna Briggs Institute. 2010. http://es.connect.jbiconnectplus.org/ViewDocu-
ment.aspx?0=3632

• El control de la infección es una medida preventiva clave para reducir la


bacteriemia relacionada con el catéter durante el tratamiento con NPT. Se
ha visto que la introducción de políticas que guíen la práctica para la estan-
darización de las infusiones, el cambio de las líneas y el cuidado de los sitios
de salida del catéter, es efectiva para reducir la incidencia de infección.
Fawcett. H. Nutritional support for hospital patients. Nursing Stand. 1995;9(48): 25-8.

Nutrición parenteral y Enfermería


A mediados de la década de los años sesenta se comenzó, en el hospital uni-
versitario de Pennsylvania, con la infusión intravenosa de diversos nutrientes
(glucosa, aminoácidos y posteriormente emulsiones grasas). Posteriormente
los problemas de administración de soluciones de carbohidratos más com-
plejos se solucionaron por medio de su entrada por la vena subclavia que
permitía la infusión de soluciones hipertónicas. Por las mismas fechas se pro-
cedió a enseñar a un grupo de enfermeras en estas técnicas, resultado de ello
fue el comienzo de la especialización enfermera en este campo. La primera
enfermera en ser formada y que actuó de catalizador y formadora de otras
compañeras fue Jo Ann Nallinger Grant (Mrs Grant) que debe ser considerada
la pionera de la especialidad en enfermería.

El trabajo de nucleación profesional llevado a cabo en la unidad de soporte


nutricional de Pennsylvania sirvió para que desde este centro se enviaran pro-
fesionales de enfermería allí formadas y otras que acudían de otros lugares
para recibir formación especializada y así comenzara la diseminación de las
técnicas de soporte nutricional. Ya a mediados de los años 70 las enfermeras
comenzaron a diseñar protocolos de actuación en este nuevo campo de tra-
bajo. Las escuelas de enfermería comenzaron a introducir en sus programas
docentes la enseñanza teórica y práctica de estas técnicas y se introdujeron,

57
Nutrición parenteral y enfermería

en los libros de texto profesional, capítulos escritos por enfermeras conoce-


doras de estos temas.

En la ASPEN está incluido un Comité de Enfermería que ha publicado guías


para el cuidado de los pacientes con NP para hacer partícipe al resto de pro-
fesionales de protocolos y de actuación que han demostrado eficacia y así
formar a otras enfermeras que aún no tienen esta formación específica.

Numerosos estudios han demostrado la importancia de los equipos hospita-


larios dedicados de forma específica a la nutrición clínica. Dentro de estos gru-
pos la enfermera juega un papel fundamental en los cuidados que estos tra-
tamientos deben llevar. En este sentido la eliminación de estos profesionales
en algunos equipos y su sustitución por otros no suficientemente capacitados
ha determinado un incremento de la mortalidad de los pacientes atendidos
(Aiken LH). Sólo la presencia de un profesional de enfermería reducía las infec-
ciones asociadas al catéter de un 33 a un 4% lo que representaba una reduc-
ción en la mortalidad en un 12-25% y una no menos importante reducción
en gasto económico (Centers for Disease Control and Prevention. Guidelines for
the prevention of intravascular catheter-related infections). En otro estudio mul-
ticéntrico (Smith CE), se demostró que cuando las enfermeras proporcionan
educación domiciliaria en NP a los enfermos y familiares no sólo se reducían
las infecciones por catéter, además se reeduca el riesgo de depresión en el
paciente y los reingresos hospitalarios. Estos cuidados enfermeros redujeron
las complicaciones y consiguieron incrementar la calidad de vida en los pa-
cientes.

Probablemente algunos de los condicionantes que delimitarán el ejercicio


de la enfermería en NP serán la diversidad de patologías que se benefician
de este procedimiento y la prescripción. Además el alto coste de la estancia
hospitalaria de estos pacientes determina que en el momento que es viable
su traslado al domicilio este se produzca. De esta forma los cuidados enferme-
ros pasan de la unidad de nutrición hospitalaria a los profesiones de referen-
cia, generalmente, de atención primaria o de residencias geriátricas, por ser
en estas últimas donde muchos enfermos mayores se encuentran alojados.
Dado que en la actualidad se está produciendo un gran incremento en las
personas que son dadas de alta hospitalaria de forma rápida o que desean ser
trasladas a su domicilio lo más pronto posible, la enfermera debe estar prepa-
rada para este nuevo cambio de tendencia.

58
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Diagnósticos, resultados e intervenciones


Las relaciones entre los resultados y las intervenciones para cada diagnóstico
pueden ayudar a los profesionales a elegir en cada intervención las activida-
des más adecuadas para los pacientes.

Nos centramos en desarrollar cada uno de los diagnósticos que hemos con-
siderado para la terapia con NP, el diagnóstico nos proporciona la base para
elegir las intervenciones enfermeras y conseguir los resultados esperados del
paciente.

Los resultados del paciente sirven como criterio para juzgar el éxito de una
intervención enfermera. El resultado esperado va con una lista de indicadores
para evaluar el estado del paciente en relación al resultado que esperamos.

Las intervenciones son las ejecutadas por las enfermeras, en los cuidados di-
rectos como en los indirectos y dirigidos tanto al paciente como a la familia y
o cuidadores.

Además de los diagnósticos que hemos considerado hay otro tipo de pro-
blema y que está englobado dentro de los problemas de colaboración que
podrían definirse como: juicio clínico sobre las respuestas a problemas actua-
les o potenciales de salud o del régimen terapéutico que es gestionado por
las enfermeras usando intervenciones prescritas por la enfermera o el médico
para minimizar las complicaciones del suceso (Carpenito L., 2008).

Los problemas de colaboración se refieren a las complicaciones potenciales


de la situación fisiopatológica del tratamiento prescrito o de las pruebas diag-
nosticas hechas.

La complicación potencial que hemos seleccionado es la desnutrición,


que es secundaria a la incapacidad del paciente para ingerir alimentos, ab-
sorber nutrientes, digerir alimentos, o por factores biológicos, económicos o
psicológicos entre otros (Tabla I).

Los criterios que hemos seguido para la selección de las intervenciones se


han realizado teniendo en cuenta las necesidades de cuidados del pacien-
te, desde una perspectiva integral, que consiste en la relación de la interven-
ción con el diagnostico enfermero, con los factores de riesgo del diagnóstico

59
Nutrición parenteral y enfermería

enfermero, con el resultado que el paciente ha de conseguir. Se ha tenido en


cuenta el modelo de cuidados de los hospitales: ayuda-sustitución y promo-
ción de la autonomía del paciente. Se ha considerado como sujeto de cuida-
dos la familia y el paciente.

Para seleccionar las actividades de cada intervención se han seguido los cri-
terios de elegir de cada intervención las actividades imprescindibles de la
práctica de los cuidados del paciente con NP, para conseguir el resultado es-
perado. Se han seleccionado las que contemplan a la familia-cuidador princi-
pal como agente de cuidados. Procurando que en las intervenciones consten
actividades de enseñanza y de autonomía del paciente (Tabla II, III y IV).

60
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

61
Nutrición parenteral y enfermería

62
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Valoración de los pacientes con


indicación de Nutrición Parenteral
Domiciliaria (NPD)

Introducción
En aquellos pacientes que reciben tratamiento con NP durante su ingreso en
el hospital y que, tras el alta han de continuar con la misma se han de tener
presentes las siguientes consideraciones.

En primer término, el equipo terapéutico, deberá informar adecuadamente


al paciente-familia de la relevancia que tiene para el paciente la continuidad
del tratamiento nutricional en el domicilio. En este punto se deberá informar
del apoyo que el paciente-familia recibirá por parte del equipo de atención
primaria (AP) y de la propia UNYD en todo lo referente al correcto desarrollo
y seguimiento de la NPD. Esta información ayudará a reducir la ansiedad y el
temor relacionados con dicho procedimiento y dará más seguridad al pacien-
te y su cuidador/a. Una vez tomada la decisión de alta hospitalaria se deberá
proceder a valorar al paciente, no sólo desde el punto de vista nutricional,
sino de forma integral para conseguir un mejor control del paciente con NPD.

El equipo de nutrición hospitalaria deberá valorar, de forma previa al alta, en-


tre otras consideraciones: estado nutricional, indicación, fórmula de elección,
grado de tolerancia de la NP, selección de vía, pauta de administración, eva-
luación del ambiente domiciliario y la repercusión de la NP en la calidad de
vida del paciente. Asimismo se debe valorar la necesidad de poder efectuar
controles del estado nutricional en el medio extrahospitalario.

Uno de los aspectos más importantes, previos al alta hospitalaria con NPD, es
la enseñanza y entrenamiento al paciente-familia en las técnicas de adminis-
tración y cuidados del catéter. Este aspecto es fundamental, dado que gran
parte del éxito o fracaso de esta terapia dependerá de la correcta transmisión,
por parte de los profesionales de la salud, de la información correcta y adapta-
da al receptor de la misma. De esta manera se conseguirá desarrollar las habi-
lidades y destrezas necesarias para prevenir, reconocer y resolver las posibles
complicaciones que se pudieran originar y consiguientemente minimizar los
riesgos que representa el uso de la NPD.

63
Valoración de los pacientes con indicación de Nutrición Parenteral Domiciliaria (NPD)

La NPD requiere un alto grado de coordinación entre el servicio hospitalario


de procedencia y el equipo de AP. Por este motivo, desde las UNYD las enfer-
meras deberán mantenerse en contacto con el equipo de AP para que éste
se encuentre plenamente respaldado ante posibles complicaciones o dudas
que, al respecto del tratamiento, puedan surgir. Esta comunicación se podrá
establecer a través del alta de enfermería, comunicación telefónica o por cita
personal si fuera necesaria. Esta toma de contacto con AP se debe realizar
unos días antes del alta del paciente para que dicho personal pueda ir progra-
mando su agenda de trabajo.

En este sentido, las enfermeras del grupo FINECUN, que por experiencia
profesional son conocedoras de la metodología e importancia de la NPD y,
considerando al paciente de forma holística, hemos elaborado el registro ad-
junto que consideramos debería cumplimentarse al alta hospitalaria a todo
paciente que continuará su tratamiento con NPD. Dicho registro, se enviará a
la enfermera de AP para su conocimiento.

Este registro es un recurso fundamental y eficaz para de transmisión de infor-


mación enfermera desde la UNYD a las unidades de seguimiento extrahos-
pitalarias. Este documento favorecerá la comprensión de la situación del
paciente al alta y ayudará en la continuación de los cuidados post-alta por
parte del equipo de AP ayudando a suavizar la, a veces, brusca transición en-
tre niveles asistenciales, por otra parte injustificable y además complicada de
entender por parte del paciente, familiares y cuidadores.

Estas consideraciones, creemos que pueden ayudar a garantizar la continuidad


de los cuidados de los pacientes con NPD, evitando con ellas un retroceso o
merma en su salud, en un intento de alcanzar la máxima calidad de vida del
paciente en su domicilio.

Normas generales:
1. La cumplimentación del registro de valoración al alta es competencia de
la enfermera de la UNYD.
2. Los datos del registro se obtendrán de la UNYD fruto del seguimiento del
paciente en el hospital.
3. No debe dejarse ningún apartado sin cumplimentar.
4. Dicho registro quedará en la historia del paciente y se entregará una copia
a la enfermera de AP.

64
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Guía para la cumplimentación del


registro enfermero de valoración de los
pacientes con indicación de NPD

Incluye un único ejemplar por ambas caras. Es un registro semiestructurado


de forma que su cumplimentación resulta ágil y clara.

Encabezamiento

1. Identificación del paciente (margen derecho)


Etiqueta. La impresa del paciente al ingreso actual.
Manual. Se cumplimentará con letra de imprenta. Nº de historia, nombre
y dos apellidos, fecha de nacimiento.

2. Datos del paciente


Hospital en el que está ingresado. Domicilio en el que va a estar y teléfono.

3. Datos del centro


Nombre del centro de AP que le corresponde para hacer el seguimiento,
nombre del médico y enfermera del centro de salud, teléfono de contacto
y correo electrónico.

Valoracion por dominios

Se incluyen 9 dominios que nos permiten la valoración del paciente, previo al


alta hospitalaria y que servirán de apoyo al personal de enfermería de AP para
conocer y familiarizarse con el paciente y poder continuar con el tratamiento
nutricional por vía parenteral. También contribuye a que el paciente se sienta
acogido y menos aislado.
1. Nutrición (D2).
2. Eliminación (D3).
3. Actividad y reposo (D4).
4. Percepción/cognición (D5).
5. Autopercepción (D6).
6. Rol y relaciones (D7).

65
Guía para la cumplimentación del registro enfermero de valoración de los pacientes con indicación de NPD

7. Afrontamiento y tolerancia al estrés (D9).


8. Seguridad y protección (D11).
9. Confort (D12).

Dentro de cada dominio hay puntos que suelen hacer referencia a la presen-
cia de signos o síntomas, seguido de los posibles factores relacionados más
habituales.

Cuando la pregunta va seguida de se debe señalar con una X la casilla


que corresponda y en caso que se detecte una alteración se señalará con una
X la casilla del punto que se relacione.

1. Nutrición (D2)

Valoración nutricional al alta hospitalaria


Son los datos antropométricos del paciente antes de darle el alta. Anotar la
cifra correspondiente en cada apartado. Si la cifra obtenida, es por estimación,
dicha cifra irá precedida del signo de aproximación (≈).

Ingesta oral
Anotar mediante una X lo que corresponda, en caso afirmativo se anotará el
tipo de dieta que puede tomar, por ejemplo: líquida, semiblanda, blanda, fácil
masticación, etc.

Nutrición enteral
En caso afirmativo, anotar la pauta establecida. Anotar la ingesta diaria de
líquidos totales tanto si son orales o por sonda.

Sensación de hambre y de sed


Marcar con una X lo que corresponda a cada situación.

Piel y mucosas
Marcar mediante una X si presenta alguna de estas situaciones: hidratadas,
secas, se valorará la turgencia cutánea, sequedad de las mucosas, surcos lin-
guales, signo del pliegue cutáneo, etc. Si presenta edemas anotar la zona:
maleolar, sacra, etc.

66
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Diagnostico nutricional
Se utilizará la VSG (Anexo IV). Señalar con una X según el resultado obtenido
en bien nutrido, sospecha o malnutrición moderada o malnutrición mo-
derada.

2. Eliminación (D 3)

Hábito intestinal
Anotar el nº de deposiciones. Las veces que hace deposición; si es al día se
tacha semana y si es a la semana se tacha día. Especificar las caracteristicas de
estas como por ejemplo, líquidas, semilíquidas, blandas, duras, si tiene incon-
tinencia, etc.

Ostomía
Anotar la cantidad de líquido que elimina y las características.

Micción
Anotar si es normal o tiene disuria o incontinencia. La cantidad de diuresis
de las últimas 24 h.

Nauseas y vómitos
Anotar si son frecuentes.

Medidas de ayuda
Anotar cualquier medida de ayuda que se esté proporcionando al paciente
relacionada con la eliminación.

3. Actividad y reposo (D 4)

Se valoran las dificultades que tiene la persona para realizar actividades que
impiden movimiento y consumo de energía (moverse, autocuidados, etc.), así
como la percepción de la calidad y cantidad del sueño.

Autónomo
Marcar con una X si, a pesar de su alteración, no precisa ayuda para movili-
zarse.

67
Guía para la cumplimentación del registro enfermero de valoración de los pacientes con indicación de NPD

Dependiente para
Realizar su higiene diaria, usar el WC, vestirse, hacer cosas en el domicilio, y /o
realizar las técnicas para la administración de NP. Anotar una X en las casillas
que corresponda.

Estado movilidad
Se señala con una X la movilidad que tiene el paciente. Se levanta de la cama
o está encamado, si sólo se mueve de la cama al sillón, si deambula por la casa,
si sale de casa para dar pequeños paseos o si puede trabajar.

Secuelas físicas que dificulten el proceso de la NP


Anotar si existen o no y si es afirmativo, anotar el tipo de secuela.

Actividades recreativas y de ocio


Anotar si está o no predispuesto a realizar alguna actividad.

Hábito de sueño
Anotar cómo viene realizando las horas de sueño, si tiene insomnio, si es dis-
continuo, continuo y el total de horas que suele dormir.

Medidas de ayuda
Anotar si recibe alguna medida de ayuda para dormir o no, en caso afirmativo
especificar.

4. Percepción/cognición (Dominio 5)

Se valora la actitud que tiene el paciente para colaborar en el proceso, si cono-


ce la necesidad del tratamiento y el alcance de su enfermedad, las dificultades
que se puede encontrar en el domicilio y si está dispuesto a afrontarlas.

Actitud ante el aprendizaje


La actitud del paciente durante el periodo de formación, si ha estado activo
tratando de implicarse, si lo ha dejado para que lo aprenda el cuidador, o si ha
colaborado en lo que ha podido.

Conoce la causa por la que necesita la NPD


Anotar con una X lo que corresponda.

68
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Conoce el alcance de su enfermedad


Anotar con una X lo que corresponda.

Dificultades que considera puede encontrar en su domicilio en relación a


la NPD
Anotar lo que el paciente piensa que pueda ser un problema una vez que ha
pasado el aprendizaje.

Presenta déficit de conocimientos al alta


Anotar lo que corresponda.

Le preocupa su aspecto/imagen (por el catéter)


Anotar sí o no, y si está triste, preocupado, irritable, tranquilo u otros motivos.

5. Rol/relaciones (Dominio 7)

Se valora la actividad profesional antes del ingreso y la situación familiar que


le apoya.

Profesión
A la que se ha dedicado. Si actualmente puede estar activo, continuar con
baja laboral o jubilado.

Con quien vive y quienes le apoyan


Cuidador principal y de apoyo.

6. Afrontamiento / tolerancia al estrés (D 9)

Se valora la sensación de malestar, inseguridad, preocupación, y si acepta su


situación.

Ansiedad
Si o no se detecta en los últimos días, agitación, nerviosismo, insomnio, dete-
rioro de la atención y la concentración.

Grados de aceptación de la NPD


Si se encuentra en una situación positiva buena ante el alta, si es regular o
mala. Señale lo que corresponda.

69
Guía para la cumplimentación del registro enfermero de valoración de los pacientes con indicación de NPD

7. Seguridad / protección (D 11)

Se valoran aquellas situaciones o circunstancias que pueden estar asociadas a


catéteres, prótesis o lesiones que causen riesgo de infecciones nosocomiales.

Portador de sondas
Anotar si es portador o no de sondas y el tipo de sonda.

Tipo de catéter
Anotar el tipo de catéter que corresponda, la fecha de colocación y la vía de
acceso.

Exploración punto de inserción


Valorar el punto de inserción y la temperatura del día del alta.

Riesgo de infección añadido


Anotar si hay sospecha de que pudiera tener alguna infección como riesgo de
deterioro de la integridad de la piel, ostomías, sondas, etc.

Riesgo de úlceras por presión


Anotar si tiene riesgo o no y si tiene úlceras anotar la localización y el grado.

8. Confort (D12)

Se valoran las causas que impiden con más frecuencia la sensación de bienes-
tar físico, como dolor y malestar.

Tiene dolor
Anotar si tiene dolor y el lugar donde lo siente, si tiene tratamiento y las me-
didas para controlarlo.

Características de la NP

Administración de la NP
Señalar la forma de administración; si es cíclica o continua, si es por el día o
por la noche, anotar la hora de comienzo. Las características como: la pauta a

70
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

seguir, volumen a infundir, los gramos de nitrógeno, el aporte calórico y otros


componentes añadidos como insulina, ranitidina, etc.

Control y seguimiento
Quién va a seguir al paciente en el domicilio. Esto es muy importante, para
seguir la evolución de su estado nutricional y poderle ayudar a resolver los
problemas que puedan plantearse.

Suministro de la NP
Anotar como conseguir la nutrición.

Teléfonos
De contacto, del centro, del médico y de la enfermera de referencia.

Observaciones

Apartado en abierto para completar información. Se indicará todo aquello que


no quede reflejado en los apartados correspondientes y que la enfermera/o
que realice la valoración considere importante hacer constar.

Nombre de la enfermera/o
Cumplimentar con letra de imprenta.

Firmado
Firma de la enfermera/o que cumplimente la valoración.
Fecha del día del alta hospitalaria.

71
Planificación de los cuidados para
los pacientes adultos con nutrición
parenteral en el hospital y al alta con
np en el domicilio
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Plan de cuidados estandarizados para


adultos que requieren NP y NPD

Lo que pretendemos es facilitar un plan de cuidados para los pacientes con


NP, con un lenguaje estandarizado que pueda registrarse en sistemas infor-
máticos.

Hemos seguido el modelo bifocal de Carpenito, por lo que hemos identifica-


do diagnósticos de enfermería (situaciones que la enfermera identifica y tra-
ta, de forma independiente) y complicaciones potenciales (tabla I) (vigilancia
que la enfermera establece para detectar su aparición y que para su solución
definitiva necesitan la intervención de otro profesional).

Hemos contemplado dos tipos de diagnósticos enfermeros:


Reales (aquellos que existen en el momento de la valoración, hay signos y sín-
tomas asociados) y de Riesgo (en el momento de la valoración no hay signos
y síntomas, pero si factores de riesgo).

Hemos utilizado para su formulación el formato PES: diagnóstico relacionado


con (r/c) factores relacionados o de riesgo, manifestado por (m/p) caracterís-
ticas definitorias.

Ejemplos:
Real: Ansiedad r/c incapacidad para alimentarse de forma natural (m/p) agi-
tación y nerviosismo.
De riesgo: Riesgo de infección, r/c procedimientos invasivos.

En la tabla II se resumen la propuesta para la planificación de los cuidados para


los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con NP en el domicilio.

Hemos seleccionado como imprescindibles los siguientes diagnósticos:

Pacientes hospitalizados con NP:


• Riesgo de Infección.
• Ansiedad.

73
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

Pacientes domiciliarios con NP:


• Riesgo de infección.
• Ansiedad.
• Conocimientos deficientes.
• Riesgo de cansancio del rol de cuidador.

Tabla I.

Población diana Pacientes con prescripción de nutrición parenteral

Complicación potencial Resultados Intervenciones

Desnutrición 1004. Estado nutricional. 1160. Monitorización nutricional


Definición: • Capacidad por la que los nutrientes pueden • Recogida y análisis de los datos del paciente
Trastorno en el estado cubrir las necesidades metabólicas. para evitar o minimizar el desequilibrio
nutricional del paciente, nutricional.
originado por un déficit 1006. Peso: masa corporal
de nutrientes, motivado, • Grado en el que el peso, el músculo y la 4130. Monitorización de líquidos
bien por un aumento en grasa corporal son congruentes con la talla, • Recogida y análisis de los datos del paciente
sus necesidades, o una la constitución, el sexo y la edad. para regular el equilibrio de líquidos.
disminución en el aporte o
absorción de los mismos. 1008. Estado nutricional: Ingestión 1200. Administración de NPT
alimentaria y de líquidos • Preparación y aporte de nutrientes de
• Cantidad de ingesta de líquidos durante un forma intravenosa y monitorización de la
periodo de 24 horas. capacidad de respuesta del paciente.

1005. Estado nutricional: determinaciones 2080. Manejo de líquidos/electrolitos


bioquímicas • Regular y prevenir las complicaciones deri-
• Componentes del líquido del organismo e vadas de niveles de líquidos y/o electrolitos
índices químicos del estado nutricional. alterados.

0601. Equilibrio hídrico


• Equilibrio del agua en los compartimentos
intra y extracelulares del organismo.

74
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Tabla II.

Población diana Pacientes con prescripción de nutrición parenteral hospitalaria/domiciliaria

Diagnóstico enfermero Resultados Intervenciones

0004. Riesgo de infección 1807. Conocimiento: Control de la 6550. Protección contra las
Definición: Infección infecciones
Aumento del riesgo de ser invadido • Grado de comprensión transmitida • Prevención y detección precoz de la
por microorganismos patógenos. sobre la prevención y control de la infección como paciente de riesgo.
infección.
R/c: 4220. Cuidados del catéter central
• Catéter central. 0703. Severidad de la infección insertado periféricamente
• Desnutrición. • Gravedad de la infección y síntomas • Inserción y mantenimiento de un
• Déficit de conocimientos para evitar asociados. catéter central insertado periféri-
la exposición a agentes patógenos. camente.
2440. Mantenimiento de dispositi-
vos de acceso venoso (DAV)
• Manejo del paciente con acceso
venoso prolongado mediante caté-
teres perforados o no perforados y
los implantados.
6540. Control de infecciones
• Minimizar el contagio y transmisión
de agentes infecciosos.

00146. ANSIEDAD 1302. Afrontamiento de problemas 5270. Apoyo emocional


Definición: • Acciones personales para controlar • Proporcionar seguridad, aceptación
Vaga sensación de malestar o los factores estresantes que ponen a y ánimo en momentos de tensión.
amenaza acompañada de una prueba los recursos del individuo.
5230. Aumentar el afrontamiento
respuesta autonómica (cuyo origen 1402. Autocontrol de la ansiedad
con frecuencia es desconocido para el • Ayudar al paciente a adaptarse a
individuo); Sentimiento de aprensión • Acciones personales para eliminar los factores estresantes, cambios
causado por la anticipación de un o reducir los sentimientos de o amenazas perceptibles que
peligro. Es una señal de alerta que aprensión, tensión o inquietud de interfieran en el cumplimiento de
advierte de un peligro inminente y una fuente no identificada. las exigencias y papeles de la vida
permite al individuo tomar medidas cotidiana.
1211. Nivel de ansiedad
para afrontarlo. • Gravedad de la aprensión, tensión 5820. Disminución de la ansiedad
R/c: o inquietud manifestada surgida de • Minimizar la aprensión, temor o
• Incapacidad para alimentarse de una fuente no identificable. presagios relacionados con una
forma natural. fuente no identificada de peligro por
• Conocimientos deficientes. adelantado.
• Alto grado de estrés.
M/p:
• Agitación, nerviosismo.
• Insomnio.
• Deterioro de la atención y la
concentración.

75
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

Tabla III

Población diana Pacientes con prescripción de nutrición parenteral hospitalaria/domiciliaria

Diagnóstico enfermero Resultados Intervenciones

00062. Riesgo de cansancio del 2210. Posible resistencia al cuidado 7040. Apoyo al cuidador principal
cuidador familiar • Suministro de la necesaria informa-
Definición: • Factores que fomentan la conti- ción, recomendación y apoyo para
El cuidador es vulnerable a la percep- nuación del cuidado familiar del facilitar los cuidados primarios al
ción de dificultad para desempeñar su enfermo durante un largo periodo paciente, por parte de una persona
rol de cuidador del familiar enfermo. de tiempo. distinta del profesional de cuidados
sanitarios.
R/c: 2202. Preparación del cuidador
• Factores fisiopatológicos. familiar domiciliario 5230. Aumentar el afrontamiento
• Factores de desarrollo. • Grado de preparación de un cuida- • Ayudar al paciente a adaptarse a
• Factores psicosociales. dor para asumir la responsabilidad los factores estresantes, cambios
de la asistencia sanitaria de un o amenazas perceptibles que
• Factores situacionales. miembro de la familia. interfieran en el cumplimiento de
M/p: las exigencias y papeles de la vida
• Falta de experiencia en brindar cotidiana.
cuidados y la duración de las
necesidades de cuidados. 7110. Fomento de la implicación
familiar
• Complejidad de las actividades que
debe de realizar. • Facilitar la participación de la
familia en el cuidado emocional y
físico del paciente.

76
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Tabla IV

Población diana Pacientes con prescripción de nutrición parenteral domiciliaria

Diagnóstico enfermero Resultados Intervenciones

00126. CONOCIMIENTOS DEFICIEN- 1814. Conocimiento: procedimiento 5520. Facilitar el aprendizaje


TES SOBRE EL PROCEDIMIENTO NPD terapéutico Fomentar la capacidad de procesar y
Definición: Grado de comprensión transmitida comprender la información.
Situación en que la persona carece sobre el procedimiento de la NPD.
de información cognitiva suficiente 5618. Enseñanza procedimiento/
o fidedigna sobre un tema específico 0309. Autocuidados: medicación tratamiento
relacionado con su salud. parenteral Preparación de un paciente para que
R/c: Capacidad para administrar medica- comprenda y se prepare mentalmente
ciones parenterales para cumplir los para un procedimiento o tratamiento
• La nueva situación de salud. objetivos terapéuticos independien- prescrito.
• Complejidad del tratamiento. temente con o sin mecanismos de
• Poca familiaridad con los recursos. ayuda. 5616. Enseñanza: medicamentos
prescritos
• Interpretación errónea de la 1806. Conocimiento: recursos
información. Preparación de un paciente para
sanitarios que tome de forma segura los
• Falta de interés en el aprendizaje. Grado de comprensión trasmitido medicamentos prescritos y observe
M/p sobre recursos sanitarios relevantes. sus efectos.
• Verbalización del problema.
0300. Autocuidados: actividades de
• Seguimiento inexacto de las la vida diaria (AVD)
instrucciones.
Capacidad para realizar la mayoría de
• Deficiencias en la realización del las tareas básicas y las actividades de
procedimiento. cuidado personal independientemen-
• Conductas inadecuadas. te con o sin mecanismos de ayuda.

77
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

Complicación potencial:
DESNUTRICIÓN
Carmen Urzola Castro

Resultados e indicadores

1) 1004. Estado nutricional

Indicadores
100401. Ingestión de nutrientes.
100405. Relación peso/talla.

2) 1006. Peso: masa corporal

Indicadores Evaluación
• 100601. Peso.
• 100602. Grosor del pliegue
cutáneo del tríceps.

3) 1008. Estado nutricional: ingestión alimentaria y de líquidos

Indicadores Evaluación
• 100803. Ingestión de líquidos
orales.
• 100805. Administración de
líquidos de NP.

78
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

4) 1005. Estado nutricional: determinaciones bioquímicas

Indicadores Evaluación
• 100501. Albúmina sérica.
• 00502. Prealbumina sérica.
• 100506. Recuento linfocitario.
• 100507. Glicemia.
• 100514. Creatinina sérica.

5) 0601. Equilibrio hídrico

Indicadores Evaluación
• 060107. Entradas y salidas diarias
equilibradas.
• 060117. Humedad de membranas
mucosas.

Intervenciones

1) 1160. Monitorización nutricional:


C (ASPEN), D (NICE), B (AHRQ).

Actividades

1.a) Vigilar las tendencias de pérdida y ganancia de peso.


• Pesar al paciente al inicio de la NP y cada 7-10 días.
• Determinar el peso corporal adecuado según la edad y altura.
• Utilizar la misma báscula , preferentemente por la mañana con intes-
tino y vejiga vacíos.

1.b) Observar si la piel está seca, descamada y con despigmentación.


• Realizar diariamente higiene adecuada de la piel.
• Observar después de la higiene diaria el estado de la piel.

79
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

1.c) Observar si el pelo está seco, es fino y resulta fácil de arrancar.


• Realizar higiene adecuada del pelo.
• Observar cambio en el aspecto del pelo.
• Observar si aumenta la caída del pelo.

1.d) Observar las encías por si hubiera inflamación, estuvieran espon-


josas, cedidas o con hemorragia.
• Proporcionar una buena higiene bucal, como mínimo dos veces al día.
• Observar después de la higiene la cavidad bucal.

1.e) Observar si se producen nauseas y vómitos.


• Observar si se producen nauseas o vómitos relacionados con los olo-
res de las comidas.
• Valorar factores psicológicos y mentales relacionados con nauseas y
vómitos.

1.f) Vigilar las mediciones del pliegue cutáneo del tríceps, circunferen-
cia del brazo y circunferencia muscular braquial, al inicio y cada
7-10 días.
• Vigilar que las mediciones antropométricas las realiza personal entre-
nado.

1.g Vigilar niveles de albúmina y prealbúmina sérica.


• Realizar controles analíticos según protocolo.
• Interpretar los datos obtenidos.
• Registrar los datos analíticos obtenidos.

1.h) Comprobar niveles de linfocitos y electrolitos.


• Realizar controles analíticos según protocolo.
• Interpretar los datos obtenidos.
• Registrar los datos analíticos obtenidos.
• Controlar ingesta calórica y nutricional.
• Vigilar la correcta administración de la NP prescrita en 24 horas.
• Si el paciente ingiere alimentos o líquidos por vía oral registrar toda
la ingesta.

80
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

2) 4130. Monitorización de líquidos.


B (AHRQ).

Actividades

2.a) Vigilar el estado de hidratación.


• Vigilar membranas mucosas y lengua húmeda.
• Vigilar frecuencia cardiaca.
• Vigilar la presión sanguínea ortostática.
• Vigilar sensación de sed.

2.b) Balance de ingresos y egresos.


• Anotar todas las entradas y salidas de fluidos en 24 horas.
• Realizar balances de entrada y pérdidas de fluidos diariamente.

2.c) Observar color, olor y cantidad de orina.


• Observar aparición de orina de color oscuro.
• Observar disminución o aumento de la cantidad de orina.
• Observar cambios en el olor de la orina.

2.d) Mantener el ritmo del flujo intravenoso prescrito.


• Vigilar el ritmo de flujo intravenoso prescrito.
• Si por alguna causa se enlentece el ritmo de infusión, no debe acele-
rarse.
• Desechar el líquido sobrante a las 24 horas de haberse iniciado la per-
fusión de la NP.

2.e) Identificar posibles factores de riesgo de desequilibrio de líquidos.


• Observar signos y síntomas de infección.
• Observar la aparición de diarreas y vómitos.
• Observar aumento o disminución de diuresis en 24 horas.

81
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

3) 1200. Administración de NPT

Actividades

3.a) Ayudar en la inserción del catéter central.


• Seguir protocolo de técnica de inserción del catéter central. (Ane-
xo VII).
• Mantener técnica aséptica. B(ASPEN) , A(AHRQ).

3.b) Canalizar una vía central por inserción periférica (PICC). B (NICE).
• Seguir protocolo de técnica de inserción de catéter via periférica.
(Anexo VIII).
• Mantener técnica aséptica. B(ASPEN) , A(AHRQ).

3.c) Comprobar la correcta posición del catéter venoso central por Rx,
antes del inicio de la NP. B (ASPEN), (AHRQ).
• No debe iniciarse la NP hasta que se realice una placa de Rx de tórax al
paciente y se ha comprobado la correcta posición del catéter.

3.d) Evitar catéteres multilumen. A (AHRQ).


• En pacientes que sólo van a precisar NP el catéter será de una única
luz. C (ASPEN).
• En pacientes que reciban a la vez de la NP otro tipo de tratamiento
pueden indicarse catéteres de más de una luz, reservando siempre
una de ellas exclusivamente para la NP. B (NICE).
• Es necesario usar catéteres de vía central con el menor número de
luces posible para disminuir la frecuencia de infecciones. A (AHRQ).

3.e) Utilizar una bomba de infusión y mantener el ritmo constante.


• Observar que se mantiene el ritmo de perfusión marcado.
• Observar el correcto manejo y funcionamiento de la bomba de in-
fusión.
• Desechar el contenido de la mezcla sobrante transcurrido el tiempo
pautado de infusión.
• Observar signos de desequilibrio de volumen de líquidos por exceso
o por defecto.
• Mantener permeable la luz del acceso venoso.

82
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

3.f) Evitar desconexión del sistema.


• Utilizar circuitos cerrados.
• Técnica aséptica siempre que se manipule el catéter. B(ASPEN), A
(AHRQ).
• Las conexiones de los catéteres y reservorios deberán desinfectarse
antes de la administración de medicación y de la extracción de san-
gre. C (ASPEN, AHQR).
• Los apósitos para cubrir la salida del catéter deben cambiarse cuando
estén mojados, despegados o sucios, o al menos una vez a la semana.
• El catéter no debe sumergirse bajo el agua, el paciente podrá duchar-
se protegiendo el catéter y su conexión con apósitos impermeables.

3.g) Reducir al máximo el número de manipulaciones.


• El riesgo de contaminación aumenta a medida que aumenta el nú-
mero de manipulaciones.
• La manipulación del catéter venoso central se debe realizar con la
máxima asepsia y lo menos posible. B (ASPEN), A (AHRQ).

3.h) Evitar interrumpir bruscamente la NP. D (NICE).


• La interrupción brusca de la NP produce hipoglucemias.
• Si se ha producido una interrupción brusca de NP administrar suero
glucosado al 10%.
• Si el paciente toma alimentos por vía oral y se ha suspendido brusca-
mente la NP podrá tomar líquidos azucarados.

3.i) Control de signos vitales.


• Control de temperatura corporal, frecuencia cardiaca, frecuencia res-
piratoria y tensión arterial cada 8 horas.

3.j) Control de glucemia capilar cada 24 horas (en pacientes no diabé-


ticos) según pauta. B (ASPEN).
• Seguir protocolo establecido para el control de glucemia capilar.

83
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

4.) 2080. Manejo de líquidos / electrolitos

Actividades

4.a) Control de volumen perfundido de NP.


• Observar la correcta administración de la NP según pauta establecida.
• Registrar el volumen infundido en 24 horas y las incidencias en la ad-
ministración.
• Comprobar el correcto funcionamiento de la bomba de infusión.
• Comprobar la administración de otros líquidos.

4.b) Vigilar signos de hidratación.


• Realizar balances de entradas y pérdidas de fluidos diariamente.
• Observar disminución de la diuresis con aumento de la concentración
de orina.
• Observar pérdida súbita de peso.
• Observar aumento de la temperatura corporal.
• Observar aumento de frecuencia cardiaca.
• Observar disminución de la presión arterial.
• Observar disminución de la turgencia de la piel y lengua.
• Observar sequedad de piel y mucosas.
• Observar presencia de sed.

84
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Diagnóstico enfermero:
0004. RIESGO DE INFECCIÓN
Mª Rosario Tarrazo Espiñeira

Resultados e indicadores

1) 1807. Conocimiento: Control de la Infección

Indicadores Evaluación
• 180701. Descripción del modo de
transmisión.
• 180702. Descripción de los
factores que contribuyen
a la transmisión.
• 180703. Descripción de las
prácticas que reducen la
transmisión.
• 180704. Descripción de los signos
y síntomas.
• 180705. Descripción de los
procedimientos
identificación sistemática.
• 180706. Descripción de
procedimientos de
monitorización.

2.- 0703. Severidad de la infección

Indicadores Evaluación
• 070305. Supuración purulenta.
• 070307. Fiebre.
• 070308. Dolor/hipersensibilidad
• 070311. Malestar general.
• 070320. Colonización en el
hemocultivo.

85
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

Intervenciones

1) 6550. Protección contra las infecciones

Actividades

1.a) Observar los signos y síntomas de infección sistémica localizada.


IB (CDC).
• Observar la aparición de eritema.
• Observar la aparición de inflamación.
• Observar la aparición de supuración.
• Observar la aparición de dolor en el punto de entrada del catéter.

1.b) Mantener las normas de asepsia para el paciente de riesgo. IA (CDC).


• Limpieza de manos previo a cualquier manipulación del catéter, con
el fin de eliminar por arrastre la mayor cantidad de gérmenes transito-
rios y/o residentes en las manos. El lavado/limpieza se efectuará antes
y después del contacto con el paciente, y durante el procedimiento,
siempre que se considere que hubo o pudo haber una contamina-
ción accidental. (Anexo IX).
• Utilizar sistemas de barrera para realizar manipulaciones en el catéter
y apósito.

1.c) Controles de temperatura. IB (CDC).


• Diariamente, y según protocolo establecido en el centro, ya que es
uno de los elementos que nos pueden informar sobre la posible apa-
rición de infección debida al catéter.

1.d) Informar sobre la sospecha de infecciones al resto del equipo.


• Ante la aparición de signos locales.
• Ante la presencia de fiebre.

1.e) Informar sobre los resultados de cultivos positivos al resto del


equipo.
• Tanto de los hemocultivos, como de los resultados de conexiones
cuando se tomen muestras de las mismas y del resultado del catéter,
en caso de retirada del mismo.

86
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

1. f - Instruir al paciente y a la familia acerca de los signos y síntomas de


infección y de cuando debe de informar de ellos al cuidador res-
ponsable del control (IA).
• Será necesario proceder a la preparación del paciente/familia en las
técnicas y cuidados de la NP cuando se determine tratamiento domi-
ciliario. (Anexo X).
• Serán adiestrados en la observación y detección de complicaciones
locales que puedan relacionarse con la contaminación del catéter.
• Se ha de hacer hincapié en que, ante la eventual presencia de alguna
complicación, resulta imprescindible una comunicación inmediata al
profesional responsable del paciente.

1.g - Observar si se presentan cambios en el estado general del pacien-


te. IB (CDC).
• Presencia de dolor y/o incomodidad en la zona de inserción del ca-
téter.
• Deterioro de su estado general, presencia de fiebre, postración, etc.

2) 4220. Cuidados del catéter central insertado periféricamente

Actividades

2.a) Preparar el punto de inserción, con técnica aséptica. IA (CDC), B (AS-


PEN, AHRQ).
• Limpieza de piel con Clorhexidina acuosa al 2%. En concentraciones
al 0.5% la Clorhexidina no es más eficaz que las soluciones yodadas
al 10%.

2.b) Buena fijación a piel.


• Dispositivos de sujeción sin sutura, cuando ello sea posible. Es muy
importante que estos no se apliquen directamente sobre el punto de
inserción del catéter, para evitar la contaminación del mismo.

2.c) Aplicar apósito estéril, seco y sellado. IA (CDC).


• Se pueden utilizar indistintamente los apósitos de gasa o transparen-
tes, ya que parece que la tasa de colonización en ambos es muy simi-
lar. Si hay pérdidas de sangre en la zona de inserción del catéter pare-
ce ser preferible la utilización de apósitos de gasa. Los cambios han de

87
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

realizarse con la frecuencia que marquen los protocolos existentes en


los centros, aunque, en términos generales, los apósitos transparentes
se han de cambiar, al menos, cada siete días y los de gasa cada dos o
tres días. (Anexo XI).
• Así mismo el apósito ha de recambiarse siempre que esté sucio, hú-
medo o despegado.

2.d) Utilizar siempre técnicas asépticas en todo procedimiento relacio-


nado con el catéter y la administración de la NP. IA (CDC).
• Se procederá al lavado/limpieza de manos cada vez que haya que
realizar manipulaciones en las zonas de inserción, el apósito y las co-
nexiones del catéter.
• Se colocarán medidas barrera (guantes, mascarilla y bata estériles),
cuando haya que colocar/cambiar un catéter y se realicen manipula-
ciones en el mismo. La utilización de guantes no exime de hacer una
correcta limpieza de manos.

2.e) Reducir el número de manipulaciones. IA (CDC).


• Se realizará el menor número posible de manipulaciones diarias en el
catéter, para evitar/disminuir las posibilidades de contaminación del
mismo.
• Ha de evitarse, en la medida de lo posible, la utilización de llaves de
tres vías.
• Los sets de administración se cambiarán con una frecuencia no mayor
de 72 horas.

2.f) Evitar catéteres multilumen.


• Se intentará evitar este tipo de catéteres cuando sea factible. Cuan-
do hayan de ser utilizados han de extremarse las precauciones, sobre
todo, en la manipulación y protección de las conexiones.
• En el caso de que sean utilizados se designará un puerto de forma
exclusiva para la NP. II (CDC), B (NICE, AHRQ).

2.g) Instruir al paciente y la familia sobre la técnica de cambio de apó-


sito, si fuese preciso. IA (CDC).
• Se instruirán no solo en la técnica de cambio en si misma, sino en to-
dos aquellos aspectos que se relacionan con una utilización adecuada
de medios y técnicas asépticas. Estos cuidados irán dirigidos de forma
exclusiva a aquellos pacientes que sean candidatos a recibir NPD.

88
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

2.h) Enseñar al paciente y la familia a evitar infecciones, si fuese preci-


so. IA (CDC).

3) 2440. Mantenimiento de dispositivos de acceso venoso (DAV)

Actividades

3.a) Determinar el tipo de catéter a utilizar. IA (CDC).


• Se tendrá en cuenta el tipo de catéter a utilizar dependiendo de varias
circunstancias:
• Tiempo previsible de duración de la NP. En NP prolongada, sobre todo
en NPD, han de utilizarse preferentemente los catéteres de larga du-
ración.
• La existencia de mayor o menor disponibilidad de acceso venoso.

3.b) Observar signos de oclusión del catéter.


• Revisar volúmenes sobrantes de la perfusión que pudieran relacionar-
se con una disminución de flujo por reducción de la luz del catéter.
• Revisar el goteo en la cámara del equipo, que ha de ser homogéneo y
adaptado a la pauta establecida en la bomba de perfusión.
• Es fundamental la limpieza interna del catéter tras la administración
de la perfusión de la NP y el sellado del mismo con heparina en el caso
de discontinuidad de la solución de NP.
• Cuando se detecten signos de oclusión se determinará la utilización
de agentes fibrinolíticos de acuerdo a las normas establecidas en cada
centro.

3.c) Mantener las precauciones universales.


• Ya desarrolladas en otros apartados y que se relacionan con:
• Lavado de manos.
• Inserción del catéter.
• Cuidados generales del catéter.
• Pautas de administración de la NP.

3.d) Verificar las órdenes de las soluciones a infundir, si procede.


• Revisión de orden médica y comparación con la referencia en el eti-
quetado de la bolsa.

89
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

• Revisión de los datos de etiquetado de la bolsa (datos del paciente,


velocidad de flujo preestablecido, etc.).

3.e) Instruir al paciente y familia en la utilización del dispositivo.


• En pacientes que requieran NPD. La formación ha de realizarse en to-
dos los aspectos contemplados en la actividad 3.c.

4) 6540. Control de infecciones

Actividades

4.a) Utilizar jabones antibacterianos con agua o producto a base de al-


cohol sin agua. IA (CDC).
• Se utilizarán jabones antibacterianos (como Clorhexidina al 2% en so-
lución jabonosa, con un enjuague adecuado).
• Productos a base de alcohol según las recomendaciones del fabri-
cante.

4.b) Enseñar al paciente y personal la técnica correcta del lavado de


manos e higiene. IA (CDC) (Anexo IX).
• Limpieza húmeda de las manos: Se realizará cuando las manos estén
visiblemente sucias o contaminadas (sangre u otros fluidos corpo-
rales).
• Limpieza seca de manos: Se realizará cuando las manos no presenten
suciedad visible.

4.c) Lavar las manos antes y después de cada actividad de cuidados del
paciente. IA (CDC).
• Se procederá al lavado de manos antes y después de tener contacto
con el paciente y siempre que consideremos que pudo haber alguna
posible contaminación.

4.d) Usar guantes estériles. IA (CDC).


• Un escrupuloso lavado de manos en ningún momento exime del uso
de guantes estériles en las manipulaciones del catéter, apósito y co-
nexiones.

90
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

4.e) Mantener un ambiente aséptico óptimo durante la inserción de


vías centrales. IA (CDC), B(ASPEN), A(AHRQ).
• Preparación aséptica del material a utilizar.
• Utilización de productos de antisepsia adecuados, tanto para el lava-
do de manos del profesional que va a coger la vía central, como de la
persona que vaya a ayudar en el procedimiento.
• Uso de antisépticos adecuados para la limpieza de la piel del paciente.
• Proceder a la colocación de la vía con técnica aséptica y utilizando
sistemas barrera (bata, guantes, mascarilla, etc.).
• En los catéteres de larga duración, (catéteres venosos centrales tuneli-
zados y dispositivos intravasculares totalmente implantados), se hace
necesario un ambiente estéril como el de una sala quirúrgica.

4.f) Mantener un ambiente aséptico durante el cambio de los equipos


y bolsas de nutrición parenteral. (Anexo XII).
• Limpieza de manos según pautas descritas previamente.
• Preparación de campo estéril y utilización de medidas barrera (guan-
tes estériles, bata, mascarilla).
• Realización del procedimiento con técnica estéril y protocolizada.

4.g) Cambiar los catéteres, equipos y apósitos.


• Los catéteres periféricos cortos se cambiarán en intervalos de 72-96
horas para reducir, tanto el riesgo de infección como de flebitis. IB
(CDC).
• En el catéter central de acceso periférico (PICC), el catéter venoso
central (CVC) y los de larga duración parece no encontrarse ningu-
na ventaja entre realizar cambios programados o realizar el cambio
cuando se haga necesario. El recambio de un catéter venoso central
mediante técnica con guía parece adecuado en aquellos casos en
que el cambio se realiza por un mal funcionamiento del catéter, ya
que es menos agresivo para el paciente, se consigue economizar los
accesos y va unido a un menor riesgo de complicaciones; sin embar-
go no resulta adecuado cuando el recambio del catéter se realiza por
bacteriemia, por el alto riesgo de contaminación del nuevo catéter.
IB(CDC), A(ASPEN, AHRQ).
• Los equipos se recambiarán en períodos de tiempo no superiores a
las 72 horas, utilizando técnica aséptica. IA (CDC).
• Los apósitos se cambiarán, al menos cada siete días los transparentes
y cada dos o tres los de gasas. II (CDC).

91
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

Diagnóstico enfermero:
00146. ANSIEDAD
Eva Pérez González

Resultados e indicadores

1) 1302. Afrontamiento de problemas

Indicadores Evaluación
• 130208. Se adapta a los cambios.
• 130212. Utiliza estrategias de
superación efectivas.
• 130204. Refiere disminución del
estrés.
• 130205. Verbaliza aceptación de la
situación.

2) 1402. Autocontrol de la ansiedad

Indicadores
• 140204. Busca información para
disminuir la ansiedad.
• 140207. Utiliza técnicas de
relajación para reducir la
ansiedad.
• 140214. Refiere dormir de forma
adecuada.
• 140215. Refiere ausencia de
manifestaciones físicas de
ansiedad.
• 140216. Ausencia de
manifestaciones de una
conducta de ansiedad.
• 140217. Controla la respuesta de
ansiedad.

92
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

3.- 1211. Nivel de ansiedad:

Indicadores Evaluación
• 121108. Irritabilidad.
• 121112. Dificultades de
concentración.
• 121116. Aprensión verbalizada.
• 121123. Sudoración.
• 121129. Trastorno de los patrones
de sueño.
• 121117. Ansiedad verbalizada.

Intervenciones

1) 5270. Apoyo emocional

Actividades

1.a) Animar al paciente a que exprese los sentimientos de ansiedad, ira


o tristeza.
• Crear un clima idóneo para ello.

1.b) Proporcionar ayuda en la toma de decisiones.


• Valorar el conocimiento que posee el paciente sobre su proceso de
enfermedad.

1.c) No exigir demasiado funcionamiento cognoscitivo cuando este fa-


tigado.
• Dejar el adiestramiento para cuando esté relajado y tranquilo.

1.d) Favorecer la conversación o el llanto como medio para disminuir la


respuesta emocional.
• Crear un clima idóneo para ello.

93
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

2) 5230. Aumentar el afrontamiento

Actividades

2.a) Tratar de comprender la perspectiva del paciente sobre su nuevo


tratamiento con NPT.
• Revisar los conocimientos sobre NPT tras el alta hospitalaria.

2.b) Ayudar al paciente a desarrollar una valoración objetiva de la si-


tuación.
• Extraer datos objetivos y subjetivos propios de la idiosincrasia del pa-
ciente.

2.c) Animar al paciente a identificar sus puntos fuertes y sus capaci-


dades.
• Identificar aquellas conductas adecuadas para la recepción de los cui-
dados de la NPT.
• Reforzar el entrenamiento en las técnicas necesarias para lograr la ma-
yor autonomía posible.

2.d) Favorecer situaciones que fomenten la autonomía del paciente.


• Expresar la seguridad y confianza de la administración de la NPT.

2.e) Ayudar al paciente a identificar objetivos de la NPT a corto y largo


plazo.
• Causa que motivó su prescripción, duración de la misma, etc.

2.f) Animar la implicación familiar si procede.


• Explicar a la familia cómo reconocer y actuar en momentos de ansie-
dad del paciente.

2.g) Animar al paciente a evaluar su propio comportamiento.


• Expresar los signos que desencadenan las crisis y el autocontrol pos-
terior.

2.h) Fomentar un dominio gradual de la situación.


• Control de signos y síntomas de ansiedad.
• Aprendizaje eficaz y dominio de los autocuidados.

94
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

3) 5820. Disminución de la ansiedad

Actividades

3.a) Proporcionar información objetiva sobre diagnóstico, tratamiento


y pronóstico.
• Explicar todos los procedimientos, incluyendo las posibles sensacio-
nes que ha de experimentar.

3.b) Ayudar al paciente a realizar una descripción realista del suceso


que se avecina.
• Observaremos cómo se expresa, sobre qué contenidos y cómo orien-
tarle sobre terminología relacionada con NPT.

3.c) Animar la manifestación de sentimientos, percepciones y miedos.


• Utilizar un enfoque sereno que de seguridad.

3.d) Observar si hay signos verbales y no verbales de ansiedad.


• Repetición de gestos.
• Expresión de inquietud, irritabilidad, desasosiego.

3.e) Enseñar al paciente/cuidador a identificar los síntomas de la an-


siedad.
• Insomnio, irritabilidad, taquicardia, pensamientos negativos.

3.f) Establecer las expectativas del comportamiento del paciente.


• Controlar los signos y síntomas.

3.g) Escuchar con atención.


• Emplear la escucha activa, empatía.

3.h) Crear un ambiente que facilite la confianza.

3.i) Instruir sobre técnicas de relajación.


• Método de Jakobson o Técnica de la Relajación Progresiva. (Web).
• Instarle a realizar terapia individual programada en sesiones periódicas.

3.j) Administrar medicamentos que reduzcan la ansiedad si están


prescritos.

95
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

Diagnóstico enfermero:
00126 CONOCIMIENTOS DEFICIENTES:
SOBRE EL PROCEDIMIENTO DE NUTRICIÓN
PARENTERAL EN EL DOMICILIO
Joaquina Díaz Gómez, Mercedes López-Pardo Martínez

Resultados e indicadores

1) 1814. Conocimiento: procedimiento terapéutico

Indicadores Evaluación
• 181401. Descripción del
procedimiento
terapéutico, NPD.
• 181402. Explicación del propósito
de la NPD.
• 181403. Descripción de los pasos
del procedimiento.
• 181404. Descripción de cómo
funciona el dispositivo.
• 181405. Descripción de las
precauciones de la
actividad.
• 181407. Descripción de los
cuidados adecuados del
equipamiento.
• 181409. Descripción de las
acciones apropiadas
durante las
complicaciones.
• 181412. Descripción de
contraindicación para el
procedimiento.

96
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

2) 0309. Autocuidados: medicación parenteral

Indicadores Evaluación
• 030901. Identifica la medicación.
• 030902. Describe la dosis correcta.
• 030905. Describe las precauciones
de uso de la medicación.
• 030911. Administra
correctamente la
medicación.
• 030912. Almacena correctamente
la medicación.
• 030914. Mantiene la asepsia.
• 030915. Supervisa las zonas de
punción.

3) 1806. Conocimiento: recursos sanitarios

Indicadores Evaluación
• 180602. Descripción de cómo
contactar con la
enfermera de referencia.
• 180603. Descripción de las
medidas de urgencia.
• 180608. Descripción de cómo
contactar con los
servicios necesarios.

4) 0300. Autocuidados: actividades de la vida diaria (AVD)

Indicadores Evaluación
• 030002. Se viste.
• 030006. Higiene.
• 030008. Deambulación.

97
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

Intervenciones

1.- 5520. Facilitar el aprendizaje

Actividades

1.a) Observar la habilidad y disposición para aprender del paciente/


cuidador. (EBE).
• El aprendizaje es mejor cuando los usuarios están motivados y aten-
tos.

1.b) Identificar claramente los objetivos de la enseñanza en términos


mensurables/observables. (Anexo X).

1.c) Ajustar la instrucción al nivel de conocimientos y compresión del


paciente/cuidador.
• Evaluar los conocimientos que el paciente/cuidador tienen sobre las
actividades que han de realizar.
• Utilizar un lenguaje que sea fácilmente comprensible. (EBE).

1.d) Disponer un ambiente que induzca el aprendizaje.


• Elegir horarios en los que el paciente está acompañado, que haya me-
nos interferencias para que puedan centrarse en la información que
deben aprender. Si es posible, pactado con el paciente y cuidador.

1.e) Establecer la información en una secuencia lógica y dar el tiempo


adecuado para dominar el contenido.
• Repetir y reforzar la información con sesiones cortas. Las sesiones bre-
ves enfocan la atención en la información esencial.
• Iniciar el entrenamiento con las actividades que sean más sencillas
para aumentar su receptividad y seguridad. La comprensión de in-
formación anterior es esencial para la adquisición de nuevos conoci-
mientos.
• Realizar el adiestramiento con esquemas que ayuden a su compren-
sión y le enseñen a resolver los problemas básicos que puedan apa-
recer.

98
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

1.f) Relacionar la información con los deseos y necesidades personales


del paciente/cuidador siempre que sea posible.

1.g) Proporcionar materiales educativos para ilustrar la información


importante y/o compleja, asegurarse que está actualizado.
• Considerar el uso de nuevas tecnologías (EBE) para dar instrucciones
domiciliarias.
• Reforzar la enseñanza con la entrega de material impreso, cintas de
vídeo, direcciones de Internet a los que puedan acceder en otro mo-
mento. (EBE).
• Utilizar ayudas visuales y otros medios para captar múltiples sentidos
y maximizar el aprendizaje. (EBE).
• Hacer uso de unidades didácticas específicas.

1.h) Repetir y resaltar la información más importante.


• Destacar los puntos críticos de cada una de las actividades, si fuera
necesario.
• Informar y adiestrar sobre los posibles peligros, signos de alarma y que
hacer ante ellos.

1.i) Realizar demostraciones y pedir al paciente/cuidador que las reali-


ce él.
• La formación teórica debemos reforzarla con demostraciones prácti-
cas de cada una de las actividades del procedimiento.
• Antes de que el paciente sea dado de alta, es recomendable que rea-
licen en el hospital las actividades en las que progresivamente sean
autónomos.

1.j) Registrar la respuesta al aprendizaje del paciente/cuidador.


• Dejar constancia en los registros enfermeros, de las actividades en las
que el paciente/cuidador son autónomos, así como de aquellas que
les resultan especialmente complicadas para dar continuidad en la
experiencia de aprendizaje.

1.k) Presentar al paciente personas que hayan pasado por experiencias


semejantes, si fuera posible.
• Es un refuerzo muy positivo el conocer y poder hablar con otras per-
sonas que hayan precisado NPD.

99
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

2) 5618. Enseñanza procedimiento/tratamiento

Actividades

2.a) Informar al paciente/cuidador acerca de la duración esperada de la


NPD.
• Consensuar en equipo la información que va a recibir el paciente y fa-
milia para evitar disparidad, tanto esta, como en otras informaciones.

2.b) Determinar las expectativas del tratamiento con NPD por parte del
paciente.
• El enfermero intentará corregir las expectativas irreales sobre el pro-
cedimiento y reforzará la información sobre aquellos puntos que le
ayuden a comprender cuál es el propósito del tratamiento con NPD.

2.c) Explicar el propósito del tratamiento con NPD.


• Explicar los componentes de la NP y como cubre las necesidades nu-
tricionales.
• Comentar que mejorará: su calidad de vida al poder salir del hospi-
tal, su estado nutricional, la cicatrización de las heridas, la respuesta a
otros tratamientos necesarios, etc.
• Explicar los riesgos de la hospitalización prolongada y de la desnutrición.
• Estas explicaciones son importantes para obtener el consentimiento
informado del paciente al tratamiento de acuerdo con la política del
centro.

2.d) Describir y explicar las actividades del procedimiento.


• Explicar las medidas de higiene en el domicilio y la elección del lugar
más adecuado para realizar el procedimiento.
• Describir la importancia de la higiene general, como realizarla y expli-
car la forma correcta de realizar la higiene de manos.
• Detallar los controles a realizar al recibir la bolsa de NP en el domicilio,
como almacenarla y manipularla.
• Enseñar técnica aséptica.
• Describir los cuidados y precauciones en el manejo del catéter.
• Explicar como realizar la administración y la retirada del NP.
• Describir las complicaciones que pueden aparecer, como prevenirlas
y resolverlas.
• Detallar los controles a realizar.

100
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

2.e) Explicar la necesidad de ciertos equipos (bombas, líneas de admi-


nistración) y sus funciones.
• Explicar el material necesario, manejo, precauciones, mantenimiento,
donde conseguirlo y como almacenarlo.

2.f) Dar tiempo al paciente/cuidador para que haga preguntas y discu-


ta sus inquietudes.
• Dedicar el tiempo necesario para facilitar el diálogo.
• Utilizar preguntas abiertas y estimular la comunicación bidireccional.
(EBE).

2.g) Resaltar los logros obtenidos y reconocer sus dificultades.


• Motivar al paciente y cuidador para que mantengan una actitud posi-
tiva ante el aprendizaje.
• Se puede inducir modificaciones ante actitudes negativas, resaltando
la importancia que la colaboración del paciente/cuidador han tenido
en la recuperación y valorando el esfuerzo realizado con palabras de
reconocimiento.

3) 5616. Enseñanza: medicamentos prescritos

Actividades

3.a) Informar al paciente acerca del propósito y acción de cada medica-


mento.
• Proporcionar información acerca de la acción, propósito y posibles
efectos secundarios.
• Programar con el paciente los horarios de administración.

3.b) Instruir al paciente acerca de la dosis, vía y duración de los efectos


de cada medicamento.
• Enseñar como realizar correctamente la administración si fuera nece-
sario.
• 3. c- Evaluar la capacidad del paciente para administrarse los medica-
mentos.
• 3. d- Enseñar al paciente a aliviar/prevenir ciertos efectos secundarios,
si es el caso.

101
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

• Indicarle que tiene que comprobar el fármaco prescrito, la dosis, vía y


caducidad del medicamento.

3.e) Enseñar al paciente a almacenar correctamente los medicamentos.


• Insistir en la necesidad de conservar los fármacos en un lugar cerrado,
limpio, seco, alejado de la luz y seguir las instrucciones del prospecto.

3.f) Instruir al paciente sobre el cuidado adecuado de los dispositivos


utilizados en la administración.
• Enseñar como manejar el material necesario, jeringas, agujas, como
cargar viales, ampollas, etc.
• Resaltar las interacciones entre fármacos y con la NP si fuera necesario
y forma de prevenirlas.

3.g) Revisar el conocimiento que el paciente / cuidador tiene de los dis-


tintos medicamentos.

3.h) Reforzar la información proporcionada por otros miembros del


equipo de cuidados, según corresponda.

102
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Diagnóstico enfermero:
00062. RIESGO DE CANSANCIO DEL ROL DE
CUIDADOR
Isabel Calvo Viñuela

Resultados e indicadores

1) 2210. Posible resistencia al cuidado familiar

Indicadores
• 221001. Relación satisfactoria
entre cuidador familiar
y destinatario de los
cuidados.
• 222002. Dominio de las
actividades de cuidados
directos en el proceso de
NPD.
• 221007. Recursos para suministrar
cuidados en NPD
• 221008. Descanso para el cuidador
familiar.
• 221009. Oportunidades del
cuidador familiar para
actividades de ocio.

103
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

2) 2202. Preparación del cuidador familiar domiciliario

Indicadores Evaluación
• 220201 Voluntad de asumir
el papel de cuidador
familiar: Salud emocional
del cuidador principal.
• 220207 Conocimiento de
los procedimientos
de tratamiento
recomendados.
• 220209 Conocimiento de
cuidados en el
seguimiento.
• 220210 Conocimiento de
cuidados urgentes.
• 220220 Conocimiento de
funcionamiento del
equipamiento.

Intervenciones

1) 7040. Apoyo al cuidador principal

Actividades

1.a) Enseñar al cuidador técnicas de cuidado para manejar la seguridad


del paciente
• Higiene de manos (Anexo IX).
• Cuidado y manejo del catéter (Anexos).
• Técnicas de asepsia.
• Administración y retirada de la NPT (Anexos).
• Almacenamiento, manejo y eliminación de material necesario (Anexos).
• Identificar, conocer cómo resolver las complicaciones que puedan surgir.

1.b) Determinar el nivel de conocimientos del cuidador.


• Higiene en domicilio del paciente y lavado de manos del cuidador.

104
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

• Repasar de forma lenta los pasos del funcionamiento del catéter cen-
tral y el sellado del mismo.
• Cambio de apósito.
• Conocimientos de la bomba volumétrica.
• Controles a realizar.

1.c) Determinar la aceptación del cuidador de su papel.


• Observar la existencia de problemas familiares que influyen en el pro-
ceso, forma en la que se vive la situación de la familia.

1.d) Estudiar junto con el cuidador los puntos fuertes y débiles.


• Repasar y comprobar los conocimientos erróneos reforzando los po-
sitivos.
• Llevar a cabo con destreza las técnicas y habilidades necesarias para
brindar los cuidados.
• Enseñar al cuidador técnicas de cuidado para mejorar la seguridad
del paciente.

1.e) Enseñar al cuidador las terapias del paciente de acuerdo con las
preferencias del paciente.
• Si el paciente prefiere la NPD nocturna o sin embargo prefiere conci-
liar el sueño.

1.f) Proporcionar ayuda sanitaria de seguimiento al cuidador.


• Facilitarle el teléfono de la Unidad de seguimiento y de la enfermera
responsable de su entrenamiento para que tenga más confianza.
• Contactar previamente al alta hospitalaria con la enfermera que le co-
rresponde de Atención Primaria (AP) para advertirle de su traslado al
domicilio con NPD.

1.g) Informar al cuidador sobre recursos de cuidados sanitarios y co-


munitarios.
• Avisarle de la forma de conseguir una ayuda, bien del estado o de
alguna asociación de voluntariado, para que pueda salir y dejarle con
otra persona.
• Mantener informados a cuidador, familia y persona cuidada de las op-
ciones disponibles para aprovechar los recursos humanos y materia-
les de que se dispone.

105
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

• Ayudar al cuidador a encontrar tiempo personal para identificar sus


propias necesidades.
• aprender las técnicas de manejo del estrés.
• Se recomienda ofrecer un soporte emocional básico a los cuidadores.
D(NICE).

1.h) Fomentar el autocuidado del cuidador


• Ayudar a que identifique sus propias necesidades y la forma de satis-
facerlas.

2) 5230. Aumentar el afrontamiento

Actividades

2.a) Ayudar al paciente a identificar sus puntos fuertes y sus capaci-


dades.
• Identificar aquellos cuidados que pueda realizar solo y que los realice
en el propio hospital.
• Reforzar el entrenamiento en las técnicas necesarias para lograr la ma-
yor autonomía posible.

2.b) Valorar la comprensión del paciente del proceso de su enfermedad.


• Conocer las expectativas sobre la NPT y la relación con su enfermedad.

2.c) Ayudar al paciente a adaptarse a los factores estresantes, cambios


o amenazas perceptibles que interfieran en el cumplimiento de las
exigencias y papeles de la vida cotidiana.

2.d) Fomentar un dominio gradual de la información.


• Contar en qué consiste el problema de salud del paciente.
• Expectativas a medio y largo plazo.

2.e) Alentar la aceptación de las limitaciones de los demás.

2.f) Favorecer situaciones que aumente la autonomía del paciente.


• Pactaremos objetivos y mejorarlos progresivamente.

106
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

2.g) Presentar al paciente a personas o grupos que hayan pasado por la


misma experiencia con éxito.
• Facilitarle el teléfono y el encuentro con otros pacientes con la misma
terapia nutricional.
• Discutir los beneficios de participar en un grupo de autoayuda y facili-
tar el contacto con los existentes en la comunidad. D(NICE).

3.- 7110. Fomento de la implicación familiar

Actividades

3.a) Facilitar la participación de la familia en el cuidado emocional y


físico del paciente.
• Percibir la situación y aceptación por parte de la familia.
• Involucrar a la familia en las transiciones de cuidados. (EBE).

3.b) Identificar el déficit de cuidados propios del paciente.

3.c) Identificar la disposición de la familia para implicarse con el pa-


ciente.
• Pactar períodos de descanso y distracción para el cuidador.

3.d) Favorecer los cuidados por parte de los miembros de la familia du-
rante la hospitalización, cuando sea posible.
• Demostrarles cada uno de los cuidados para poder implicarse.
• Una vez entrenado, será el cuidador quien realice los cuidados hasta
el alta, siempre que sea posible.

3.e) Proporcionar información a los miembros de la familia sobre el pa-


ciente de acuerdo con los deseos de éste.
• Contar en qué consiste el problema de salud de la persona cuidada.
• Expectativas a medio y largo plazo.
• Los servicios deben de estar centrados en las necesidades de los cui-
dadores. C (NICE).

107
Planificación de los cuidados para los pacientes adultos con NP en el hospital y al alta con np en el domicilio

3.f) Identificar la comprensión de la familia sobre los aspectos médicos


de la enfermedad (EBE).
• Observar si existen barreras en la comunicación, buscar apoyo para
compartir problemas.
• Observar la reacción de la persona de referencia, si muestra preocupa-
ción ante la enfermedad o manifiesta reacciones por la prolongación
de su enfermedad, que suele agotar la capacidad de apoyo en los
cuidadores de la propia familia.
• El paciente, los allegados deben contar con la suficiente información
sobre el tratamiento NPD. D (NICE).

3.g) Determinar el nivel de dependencia respecto a la familia que tiene


el paciente.
• Si sufre retraso mental, problemas psicológicos o cognitivos.

3.h) Reconocer y respetar los mecanismos de la familia para enfrentar-


se con los problemas.
• Proporcionar habilidades para la solución de problemas.
• Determinar conjuntamente con cuidador y familia los principales fac-
tores que generen tensión.

3.i) Apoyar al cuidador principal en el aprovechamiento de oportuni-


dades de servicios de relevo.
• Pactar períodos de descanso: necesidad de equipos o dispositivos de
ayuda.

108
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Agradecimientos
Agradecemos a los laboratorios Fresenius Kabi su inestimable ayuda, ya que
ha hecho posible que esta obra esté en tus manos.

A la SENPE su apoyo en nuestros inicios como grupo de trabajo.

Al Colegio de Enfermería de Cantabria por su acogida, proporcionándonos la


herramienta informática, imprescindible para la gestión de todo el proceso,
además de facilitarnos una comunicación ágil y fluida.

A los laboratorios Abbott Nutrition, que nos brindaron su valiosa colabora-


ción, facilitándonos la posibilidad de reunirnos siempre que lo precisamos
durante todo el tiempo que duró la gestación y realización de este proyecto.

A los compañeros que comenzaron con nosotros nuestra andadura y se que-


daron en el camino y que aportaron su grano (s) de arena para la realización
de este trabajo.

A nuestras familias por robarles el tiempo que les pertenecía.

A todas aquellas personas o entidades que de forma más o menos directa


nos apoyaron y ayudaron a finalizar, lo que en algún momento nos parecía
interminable.

Al profesor doctor Abelardo García de Lorenzo por la presentación de esta


obra y por el apoyo prestado.

Y especialmente a Rosario Fernández Flórez por su insustituible apoyo duran-


te todo el proceso, ayudándonos a corregir errores, y aclarándonos las dudas
que fueran surgiendo a medida que íbamos avanzando en nuestro proyecto.

109
Anexos
Anexos

anexo i
Recomendaciones: nutrición parenteral basadas en las guías
de práctica clínica 113
anexo ii
Examen físico para valorar el estado nutricional 119
anexo iii
Antropometría123
anexo iv
Valoración global subjetiva del estado nutricional 131
anexo v
Movilidad133
anexo vi
Escala de Braden: medición del riesgo de desarrollar úlceras
por presión 135
anexo vii
Catéteres venosos centrales 139
anexo viii
Acceso venoso central de inserción periferica (picc)145
anexo ix
Higiene de manos 149
anexo x
Secuencia del programa educativo de pacientes que
precisan nutrición parenteral domiciliaria (npd)153
anexo xi
Cambio de aposito del catéter de np157
anexo xii
Cambio de sistema de infusión y bolsa de np161
anexo xiii
Mapa de riesgos en nutrición parenteral 165

112
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo i
Recomendaciones: nutrición parenteral
basadas en las guías de práctica
clínica
Los niveles de evidencia para la práctica clínica que hemos encontrado
para aplicar en los cuidados de los pacientes con Nutrición Parenteral, son
de las guías de práctica clínica (GPC). Las guías representan una declara-
ción de buenas prácticas basadas en las evidencias más recientes, dispo-
nibles en el momento de su publicación. Las de mayor relevancia como
las publicadas en el 2002 por American Society for Parenteral and Enteral
Nutrition (ASPEN) [1], que cubren una mayor visión de situaciones dentro
del soporte nutricional y aplica los criterios de la Agency for Healthcare
Research and Quality (AHRQ). Las del National Institute of Clinical Exce-
llence (NICE) [2] británico responden a cuestiones relacionadas con la in-
dicación del soporte nutricional y las características de cada uno de ellos,
ya que el interés principal de estas guías es la malnutrición tanto en el
paciente hospitalizado como extrahospitalario. Las guías publicadas por
la European Society for Parenteral and Enteral Nutrition (ESPEN) son las de
más reciente publicación, dentro de las que cubren aspectos generales
del soporte nutricional. Estas guías se limitan a las recomendaciones so-
bre nutrición enteral. Para las recomendaciones en el uso de catéteres se
utilizan los criterios del Center for Disease Control and Prevention (CDC) [5]
es un centro de investigación, control y prevención de enfermedades in-
fecciosas situado en Atlanta. Tiene una gran relevancia a nivel de Estados
Unidos y Europa ya que marca las pautas a seguir en todo lo referente a la
infección y enfermedades trasmisibles.

La gradación de las recomendaciones en la diferentes GPC suele seguir el


esquema clásico A-D basado en los niveles de evidencia obtenidos de las
publicaciones. Las guías del NICE como las de ESPEN utilizan la escala SING
propuesta por la Scottish Intercollegiate Guidelines Network [3].

Los Grados de recomendaciones para la toma de decisiones utilizados en las


GPC de ASPEN, NICE y AHRQ sobre soporte nutricional son las utilizadas.

113
anexo i  Recomendaciones: nutrición parenteral basadas en las guías de práctica clínica

Grados y clasificación de las recomendaciones

Grado de
Definición
recomendación
A Adecuada evidencia científica para recomendar la intervención analizada.
B Cierta evidencia científica para recomendar la intervención analizada.
Insuficiente evidencia científica, por lo que la decisión de utilizar la intervención analizada debe
C
basarse en otros criterios.
D Recomendación basada en opiniones de expertos.

Cada recomendación del CDC es categorizada en base a la existencia de datos


científicos, racionalización teórica, aplicación e impacto económico.

Categoría Definición
Fuertemente recomendado para la implantación y ampliamente demostrado por estudios experi-
IA
mentales, clínicos o epidemiológicos bien diseñados.
Fuertemente recomendado para la implantación y soportado por algunos estudios experimentales,
IB
clínicos o epidemiológicos, así como por un sólido razonamiento teórico.
IC Requerido por las reglamentaciones, normas o estándares.
Sugerido para la implantación y soportado por estudios sugestivos clínicos o epidemiológicos, o por
II
algún razonamiento teórico.
Sin Representa un punto controvertido, en el que no existe prueba suficiente ni consenso en cuanto a
recomendación eficacia.

114
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Recomendaciones para pacientes con np


Recomendaciones para pacientes con NP según la actualización de guías y
consensos [4] ASPEN, NICE AHRQ Y CDC.

Recomendaciones ASPEN NICE AHRQ CDC


Debe realizarse la Valoración Nutricional (VN) por personal
C D B
entrenado.
Debe repetirse periódicamente. C D
Se recomienda en la VN emplear herramientas y parámetros
C D
validados.
En pacientes que no pueden recibir sus requerimientos
nutricionales con la alimentación oral está indicado un Soporte B
Nutricional Especializado (SNE).
En pacientes en los que es previsible una ingesta oral inadecuada
B
durante 7-14 días está indicado (SNE).
En pacientes con riesgo de malnutrición. (Pobre capacidad
absortiva y/o alta pérdida de nutrientes y/o aumento de
D
requerimientos nutricionales por causas como hipercatabolismo).
Esta indicado (SNE).
El inicio de la NP debe ser progresivo (< 50% de los requerimien-
D
tos calculados en las primeras 24-48 h.).
Debe de ser administrada la NP a través de un catéter cuyo
extremo distal esté situado en la vena cava superior o en la A A
aurícula derecha.
En el hospital, la NP puede administrarse también a través de un
catéter central de acceso periférico o por una luz exclusiva de un B B II
catéter central multilumen.
IB
Se recomienda utilizar catéteres de menor calibre y de una sola
C (Menor número de
luz.
luces posibles)
La administración de la NP a través de un catéter venoso perifé-
rico puede contemplarse en pacientes con NP de corta duración B
(< 14 días) si no se requiere una vía central por otros motivos.
Los catéteres de “corta duración” (< 30 días) no deben ser
B
tunelizados.
Debe hacerse control radiológico tras la inserción del catéter.
B B
venoso, salvo que esta se lleve a cabo con técnicas radiológicas.
La inserción del catéter debe hacerse en condiciones de asepsia. B A IA

115
anexo i  Recomendaciones: nutrición parenteral basadas en las guías de práctica clínica

Recomendaciones ASPEN NICE AHRQ CDC


IA
(Preferente Clor-
Debe utilizarse Clorhexidina al 2% para la preparación de la piel
B B hexidina, también
previa a la inserción del catéter.
incluye solución de
yodo o alcohol 70%)
Después de la aplicación del antiséptico se esperara dos minutos
IB
para la reinserción del catéter.
Cubrir con gasa estéril o apósito transparente semipermeable. A IA
IA
Antes de la extracción de muestras y de la administración de
(Hace referencia a los
medicación en la vía venosa , debe desinfectarse el punto de C C
puertos, no al punto
punción.
de punción)
No deben realizarse intercambios rutinarios del catéter “a través
A A IB
de guía”.
IB
Se recomienda el uso de catéteres impregnados con antiséptico (Cuando se prevea
B
en pacientes o entornos con riesgo infeccioso elevado. que el catéter va a
permanecer >5 días)
La mayor parte de los dispositivos de acceso venoso central se
C
pueden limpiar y cerrar de forma segura con solución salina.
Se recomienda tratamiento anticoagulante (heparina en “baja
B
dosis”) en pacientes con catéter de larga duración.
Retirar el catéter en cuanto sea posible. (Cuando no exista
A IA
indicación para su utilización).
Se recomienda que el catéter sea cuidado por un equipo
B IA
especializado.
Debe prestarse atención a las características fisicoquímicas de
las mezclas de NP para prevenir problemas relacionados con la B
estabilidad de las formulaciones.
La administración continua de la NP es el método de elección en
B
pacientes críticos.
La administración de la NP debe de ser preferiblemente con
C
bomba de infusión.
La administración cíclica de la NP puede contemplarse si se
administra a través de catéteres venosos periféricos y se amplia B
una rutina de cambio periódico de estos.
Debe considerarse un cambio gradual de NP continua a NP cíclica
D
en pacientes que requieran NP durante más de 2 semanas.
La NP debe suspenderse una vez que la nutrición oral o enteral
D
sean las adecuadas y el estado nutricional sea estable.

116
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Recomendaciones ASPEN NICE AHRQ CDC


La retirada de la NP debe ser progresiva. D
Los requerimientos nutricionales deben ser individualizados con-
siderando diferentes factores como la composición y la función B D
corporal, la situación fisiológica y patológica del paciente.
El calculo de requerimientos debe de ajustarse de acuerdo con la
D
evolución del paciente.
El control de la NP debe contemplar todos los aspectos (indicacio-
D
nes, vías, eficacia, complicaciones, etc.).
Debe hacerse por personal sanitario entrenado. D
El control debe hacerse de manera periódica. B D C
Las pruebas bioquímicas de función hepática deben realizarse en
A A
todos los pacientes con NP.
La glucemia debe controlarse estrechamente al inicio y siempre
B B
que se modifiquen las dosis de insulina.
Los valores de electrolitos séricos (Na, K, Cl) deben controlarse es-
B B
trechamente al inicio hasta que se mantengan en rango estable.
Los valores de triglicéridos séricos deben controlarse en los
pacientes que reciben infusiones lipídicas intravenosas, al inicio
C C
y si se modifica la cantidad aportada, hasta que se mantengan
en rango estable.
Es necesario controlar estrechamente los valores sanguíneos de
glucosa, fósforo, magnesio y potasio en los pacientes con factores B D B
de riesgo para presentar síndrome de realimentación.
Se recomienda el inicio progresivo del SNE en pacientes con
D
riesgo de presentar síndrome de realimentación.
Debe prestarse atención a la compatibilidad de nutrientes y
A B
fármacos en la bolsa de NP con el fin de evitar complicaciones.
La adición de fármacos a las bolsas de NP debe hacerse en un
B
entorno controlado.
La medicación que recibe el paciente debe revisarse para detectar
B
posibles efectos que afecten al estado metabólico-nutricional.
El paciente y los allegados deben contar con la suficiente infor-
D C
mación sobre el tratamiento con SNE.
Además de suministrar información de alta calidad, pacientes y
familias deberían ser informados sobre grupos de autoayuda y D
grupos de apoyo para su participación en tales programas.

La toma de decisiones compartidas (paciente, equipo de salud)


C
debería mejorar la concordancia y resultados clínicos.

117
anexo i  Recomendaciones: nutrición parenteral basadas en las guías de práctica clínica

Recomendaciones ASPEN NICE AHRQ CDC


Cuando los profesionales de la salud se dirijan a pacientes,
deberían emplear lenguaje sencillo. Si se usan términos técnicos D
deberán ser explicados al paciente.
En el cuidado de individuos con crisis de pánico, se deben ofrecer
los siguientes tipos de intervención teniendo en cuenta la
preferencia de la persona.
A
Las intervenciones que tienen pruebas para el efecto de mayor
duración en orden descendiente son: terapia psicológica, terapia
farmacológica, autoayuda.
Se recomienda ofrecer un soporte emocional básico a los
D
cuidadores.
Los servicios deben de estar centrados en las necesidades de los
C
cuidadores.
El paciente y los allegados deben contar con la suficiente infor-
D
mación sobre el tratamiento NPD.

Bibliografia
1. ASPEN Board of Directors and the Clinical Guidelines Task Force, Guidelines for the use
of parenteral and enteral nutrition in adult and pediatric patients. JPEN J Parenter Ente-
ral Nutr. 2002; 26 (Suppl 1):1SA-138SA.
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3. Scottish Intercollegiate Guidelines Network. SIGN guidelines an introduction to SIGN
methodology for the development of evidence based clinical guidelines. Edinburgh,
SIGN Publication Nº39, SIGN Secretariat, Royal COLLEGE OF physicians of Edinburgh;
1999.
4. Soporte nutricional en el paciente hospitalizado. Actualización de guías y consensos.
Juan Carlos Montejo González, Abelardo García de Lorenzo y Mateos. EDIKA MED. S.L.
2008.
5. Centers for Disease Control and Prevention. Guidelines for the prevention of intravascu-
lar catheter-related infections. MMWR 2002; 51 (No. RR-10): 1-29.

118
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo ii
Examen físico para valorar el estado
nutricional

Signos Posibles causas nutricionales


Cabello
• Débil, seco, sin brillo natural. • Deficiencia proteico-energética.
• Fino, aclarado, pérdida de mechones. • Deficiencia de zinc.
• Cambios del color, despigmentación, caída fácil. • Otras deficiencias nutricionales: manganeso cobre.
Ojos
• Pequeños cúmulos amarillentos alrededor de los ojos • Hiperlipidemia.
(xantelasma).
• Conjuntivas pálidas. • Deficiencia de hierro.
• Ceguera nocturna, sequedad (xerosis conjuntival), motas • Deficiencia de vitamina A.
grises triangulares sobre las membranas de los ojos.
• Párpados enrojecidos y con grietas. • Deficiencia de riboflavina.
• Parálisis de los músculos oculares. • Deficiencias de tiamina y fósforo.
Labios
• Enrojecimiento e hinchazón de la boca, grietas angulares • Deficiencias de niacina, riboflavina y/o piridoxina.
y cicatrices en las comisuras de los labios (queilosis
angular).
Encías
• Esponjosas, agrietadas, sangran con facilidad, enrojecidas. • Deficiencia de vitamina C.
• Gingivitis. • Deficiencias de vitamina A, niacina y riboflavina.
Lengua
• Superficie con papilas • Deficiencias de riboflavina, niacina, ácido fólico , vitami-
(pequeñas proyecciones). na B12, hierro, proteínas.
• Glositis • Deficiencias de riboflavina, niacina, ácido fólico, vitamina
(lengua color magenta y descarnada). B12, piridoxina.
Gusto
• Sentido del gusto disminuido (hipogeusia). • Deficiencia de zinc.
Olfato
• Sentido del olfato disminuido. • Deficiencia de zinc.
Dientes
• Manchas grisáceas en el esmalte. • Ingesta de flúor aumentada.
• Caída o pérdida anormal. • Generalmente nutrición deficiente.
• Esmalte erosionado. • Bulimia. Acciones purgativas.

119
anexo ii  Examen físico para valorar el estado nutricional

Signos Posibles causas nutricionales


Cara
• Cara de luna (redonda, hinchada). • Deficiencia de proteínas, tiamina.
• Palidez. • Deficiencia de hierro.
• Hiperpigmentación. • Deficiencia de niacina.
• Exfoliaciones de la piel alrededor de las fosas nasales • Deficiencia de vitamina A, zinc, ácidos grasos esenciales,
(seborrea nasolabial). riboflavina, piridoxina.
Cuello
• Engrosamiento del tiroides, síntomas de hipotiroidismo. • Deficiencia de yodo.
Uñas
• Fragilidad, presencia de bandas. • Deficiencia de proteínas.
• Coiloniquia (uña en forma de cuchara). • Deficiencia de hierro.
Piel
• Cicatrización lenta. • Deficiencia de zinc.
• Psoriasis, descamación. • Deficiencia de biotina.
• Manchas negras o azules debidas a hemorragias. • Deficiencias de vitaminas C y K.
• Seca, en mosaico, tacto de papel de lija, escamosa. • Deficiencia o exceso de vitamina A.
• Hinchada y oscura. • deficiencia de niacina.
• Ausencia de grasa bajo la piel o edema. • Deficiencia proteico-energética.
• Color amarillento. • Deficiencia o exceso de caroteno.
• Rubor. • Exceso de niacina.
• Palidez. • Deficiencias de cobre y hierro.
Gastrointestinales
• Anorexia. • Deficiencia de biotina.
• Diarrea. • Deficiencia de niacina y ácido fólico.
Sistema muscular
• Debilidad. • Deficiencia de fósforo o potasio.
• Deficiencia proteico-energética.
• Deficiencia de tiamina.

• La pantorrilla presenta dolor a la palpación, ausencia del • Deficiencia de piridoxina, vitamina B12, fósforo, tiamina.
reflejo rotuliano o neuropatía periférica.
• Contracción muscular. • Deficiencia de magnesio o piridoxina.
• Calambres. • Deficiencia de ácido pantoténico, bajo nivel de sodio en
la sangre.
• Dolor muscular. • Deficiencia de biotina.
Sistema óseo
• Desmineralización de los huesos. • Deficiencia de calcio, fósforo, vitamina D.
• Expansión epifisaria de la pierna y rodilla, piernas • Deficiencia de vitamina D.
arqueadas.

120
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Signos Posibles causas nutricionales


Sistema nervioso
• Falta de atención, indiferencia. • Deficiencia proteico-energética, deficiencias de tiamina,
vitamina B12.
• Neuropatía periférica. • Deficiencia de niacina.
• Demencia. • Deficiencia de piridoxina, tiamina, cromo.
• Entumecimiento, hormigueo. • Deficiencia de biotina, ácido pantoténico, vitamina B12.
• Depresión. • Deficiencia de biotina, zinc.

http://www.fresenius-kabi.es/nutricionenteral/pdf/manual_enteral/03.pdf

121
122
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo iii
Antropometría

La antropometría mide diversos aspectos de la composición corporal, mide el


tamaño y proporciones del cuerpo, su empleo permite establecer una valo-
ración somática. Su variación indica cambios en el estado nutricional. Se va-
loran en función de un intervalo de normalidad obtenido a partir de estudios
poblacionales o de la comparación con los valores obtenidos previamente en
la misma persona.

La enfermería a través del metido antropométrico dispone de una herramien-


ta de trabajo muy apropiada para valorar el estado nutricional de la población.

La talla

Métodos de obtención de la talla

1. Obtención directa

La talla se mide con la persona descalza, erguida y con los tobillos juntos. La
posición de la cabeza ha de ser aquella en la que el meato auditivo y el borde
inferior de la orbita de los ojos estén en un plano horizontal. El sujeto ha de
estar con los brazos relajados, y de espaldas al vástago vertical.

2. Estimación

a) Información recibida
La altura documentada recientemente o la referida por el paciente al pregun-
tarle directamente pueden ser factibles.

b) Observación
Tres observadores por cálculo visual anotaran el resultado y se hará la media.

123
anexo iii  Antropometría

c)Altura talón-rodilla
La talla en personas que no pueden mantenerse en
bipedestación se puede recurrir a fórmulas (método
de Chumlea: distancia talón-rodilla) que permiten
estimar la talla a partir de la altura talón-rodilla (se
mide manteniendo al paciente en decúbito supino,
la distancia en cm. entre el plano más superior de la
rodilla en flexión de 90º con la pierna y el plano plan-
tar formando 90º con la pierna, en una línea que une
las apófisis peronea.

• Para población adulta (aplicar la fórmula según el sexo).

Obtención de la talla

• Mayores de 60 años.
Este parámetro, a través de estas fórmulas permite estimar la talla en las
personas de 60 a 90 años.

Obtención de la talla > 60 año

124
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

d) La altura de la rodilla
Talla estimada a partir de la longitud de la ro-
dilla (LR)
Debe medirse en la pierna izquierda, si es posible
con el paciente sentado sin zapatos y con la rodi-
lla en ángulo recto. Mida la distancia entre la mano
situada encima de la rodilla y el suelo siguiendo la
línea recta que pasa por la prominencia del tobillo,
redondeando en 0,5 cm. Use la siguiente tabla para
convertir la altura de la rodilla (cm) en altura (m).

Varón
1,94 1,93 1,92 1,91 1,90 1,89 1,88 1,87 1,86 1,86 1,85 1,84 1,83 1,82 1,81
18-59
Varón
1,94 1,93 1,92 1,91 1,90 1,89 1,88 1,87 1,86 1,85 1,84 1,83 1,82 1,81 1,80
60-90
L.R.
65,0 64,5 64 63,5 63,0 62,5 62,0 61,5 61,0 60,5 60,0 59,5 59,0 58,5 58,0
(cm)
Mujer
1,89 1,88 1,87 1,87 1,86 1,85 1,84 1,83 1,82 1,81 1,80 1,79 1,78 1,77 1,76
18-59
Mujer
1,86 1,85 1,84 1,83 1,83 1,82 1,81 1,80 1,79 1,78 1,77 1,76 1,75 1,74 1,73
60-90
Varón
1,80 1,79 1,78 1,77 1,76 1,75 1,74 1,73 1,72 1,71 1,705 1,70 1,69 1,68 1,67
18-59
Varón
1,79 1,78 1,77 1,76 1,74 1,73 1,72 1,71 1,70 1,69 1,68 1,67 1,66 1,65 1,64
60-90
L.R.
57,5 57,0 56,5 56,0 55,5 55,0 54,5 54,0 53,5 53 52,5 52,0 51,5 51,0 50,5
(cm)
Mujer
1,75 1,74 1,735 1,73 1,72 1,71 1,70 1,69 1,68 1,67 1,66 1,65 1,64 1,63 1,62
18-59
Mujer
1,72 1,72 1,70 1,69 1,68 1,67 1,66 1,65 1,64 1,63 1,625 1,62 1,61 1,60 1,59
60-90
Varón
1,66 1,65 1,64 1,63 1,62 1,61 1,60 1,59 1,58 1,57 1,56 1,555 1,55 1,54 1,53
18-59
Varón
1,63 1,62 1,61 1,60 1,59 1,58 1,57 1,56 1,55 1,54 1,53 1,52 1,51 1,49 1,48
60-90
L.R.
50,0 49,5 49,0 48,5 48,0 47,5 47,0 46,5 46,0 45,5 45,0 44,5 44,0 43,5 43
(cm)
Mujer
1,61 1,60 1,59 1,58 1,58 1,57 1,56 1,55 1,54 1,53 1,52 1,51 1,50 1,49 1,48
18-59
Mujer
1,58 1,57 1,56 1,55 1,54 1,53 1,52 1,51 1,50 1,49 1,48 1,47 1,46 1,45 1,44
60-90

125
anexo iii  Antropometría

e) Longitud del antebrazo


Talla estimada a partir de la longitud del brazo
Es la medida más fácil y rápida de obtener para la
estimación de la altura mediante la distancia codo-
estiloides. Ponga el brazo izquierdo cruzando el pe-
cho con los dedos apuntando al hombro opuesto y
mida la longitud entre el codo y el punto medio más
prominente de la muñeca (apófisis estiloides).

Mida la longitud en centímetros redondeando en 0,5 cm. Utilizar la siguiente


tabla para convertir la longitud del antebrazo (LA) (cm) en altura (m).

Varón
1,94 1,93 1,91 1,89 1,87 1,85 1,84 1,82 1,80 1,78 1,76 1,75 1,73 1,71
< 65

Varón
1,87 1,86 1,84 1,82 1,81 1,79 1,78 1,76 1,75 1,73 1,71 1,70 1,68 1,67
> 65

L.A.
32,0 31,5 31,0 30,5 30,0 29,5 29,0 28,5 28,0 27,5 27,0 26,5 26,0 25,5
(cm)

Mujer
1,84 1,83 1,81 1,80 1,79 1,77 1,76 1,75 1,73 1,72 1,70 1,69 1,68 1,66
< 65

Mujer
1,84 1,83 1,81 1,79 1,78 1,76 1,75 1,73 1,71 1,70 1,68 1,66 1,65 1,63
> 65

Varon
1,69 1,67 1,66 1,64 1,62 1,60 1,58 1,57 1,55 1,53 1,51 1,49 1,48 1,46
< 65

Varón
1,65 1,63 1,62 1,60 1,59 1,57 1,56 1,54 1,52 1,51 1,49 1,48 1,46 1,45
> 65

L.A.
25,0 24,5 24,0 23,5 23,0 22,5 22,0 21,5 21,0 20,5 20,0 19,5 19,0 18,5
(cm)

Mujer
1,65 1,63 1,62 1,61 1,59 1,58 1,56 1,55 1,54 1,52 1,51 1,50 1,48 1,47
< 65

Mujer
1,61 1,60 1,58 1,56 1,55 1,53 1,52 1,50 1,48 1,47 1,45 1,44 1,42 1,40
> 65

126
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

El peso actual
El peso actual es el que se determina en el mismo momento de la valoración
del individuo.

Métodos de obtención del peso actual:

1. Obtención directa

El peso se obtiene subiendo al paciente a una balanza correctamente cali-


brada, descalzo y con ropa ligera. En personas que no pueden mantener la
bipedestación, pueden utilizarse grúas o sillones-basculas.

2. Estimación :

Cuando no se puede pesar al paciente obtendremos la información por:

a) Información recibida
El peso documentado recientemente o la referida por el paciente y/o familia-
res al preguntarle directamente pueden ser factibles.

b) Observación
Tres observadores por cálculo visual anotarán el resultado y se hará la media.

c) Utilizando las siguientes fórmulas


Que utilizan otros parámetros antropométricos como circunferencia del brazo
(CB), circunferencia pantorrilla (CP), pliegue cutáneo tricipital (PCT) y distancia
talón-rodilla TR.

Estimación indirecta del peso según Chunlea

127
anexo iii  Antropometría

Índice de masa corporal


El índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet es una medida que re-
laciona el peso (en kilogramos) dividido por la altura de la persona (metros al
cuadrado). Nos define el estado de nutrición de la persona.

Método de obtención del IMC:

1. Obtención directa

Cuando sus valores se determinan en el mismo momento de la valoración


del individuo.

2. Estimación del IMC:

Si la altura y el peso no pueden ser medidos u obtenidos, el IMC puede ser


estimado usando la circunferencia del brazo (CB).

Valoración nutricional en función del IMC


IMC= Peso (kg) / (altura (m))2

128
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Circunferencia del brazo (cb) o perí-


metro braquial (pb)
La CB es un método antropométrico
fácil y sencillo de obtener, aporta una
medición indirecta de la masa muscular
corporal y puede ser usada para estimar
el cambio en el peso en un tiempo de-
terminado, puede ser de gran utilidad
en pacientes crónicos.

Se obtiene en el brazo no dominante, midiendo con una cinta métrica, que se


coloca alrededor del brazo, en el punto medio entre el acromion y el olécranon.
• Doblar el codo hasta que forme un ángulo de 90º con el antebrazo.
• Con un metro, calcular y señalar el punto medio entre la distancia del acro-
mion al olécranon.
• Con el brazo relajado y extendido a lo largo del cuerpo rodearle con la cinta
métrica a la altura del punto señalado, sin forzar.
• En pacientes encamados, extender el brazo a lo largo del cuerpo con la
palma de la mano hacia arriba.
• Tomar tres mediciones y calcular la media.

Desnutrición Desnutrición Desnutrición


Sexo Normal leve moderada grave

Nos puede orientar que una CB < 23,5 cms se puede corresponder con un
IMC < 20 kg/m2 y si la CB > 32,0 cms es probable que el IMC sea > de 30 kg/m2.

Pliegue cutáneo tricipital


El PT es el más utilizado por su buena correlación con la masa grasa y acce-
sibilidad. Se mide en la parte posterior del brazo no dominante, en el punto
medio entre el olécranon y el acromion, con el brazo relajado y extendido, se
pellizca la grasa subcutánea 1 cm por encima del punto medio, separándolo
bien del músculo. Se aplica el calibrador, horizontal sobre el pliegue, sin soltar
el pellizco, a la altura del punto. Se recomienda hacer tres mediciones conse-
cutivas y tomar la media de las tres, en mm.

129
anexo iii Antropometría

Circunferencia muscular del brazo


La CMB es un indicador del compartimento proteico muscular. Se obtiene de
forma indirecta con la siguiente formula:

Las medidas obtenidas se comparan con las tablas de valores normales en


función del sexo y la edad.
La CB, el PT y CMB tienen como valores normales el del percentil 50 como
medida de referencia.
Se considera:

Bibliografia
1. Chumlea WC, Guo SS, Wholihan K, Cockram D, Kuczmarski RJ, Johnson CL. Stature pre-
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3. Chumlea WC, Roche AF, Steinbaugh ML.Estimating stature from Knee height for person
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4. Dudet ME. Estimación de la altura corporal en población española menor de 60 años.
Rev Esp Nutr Comunitaria 2004; 10(2):74-81.
5. Malnutrition Advisory Group (MAG) of the British Association for Parenteral and enteral
nutrition. The “MUST”.Explanatory Booklet. A Guide to the “malnutrition Universal. Scree-
ning Tool” for Adults. Edited on behalf of MAG by, Todorovic V, Russell C, Stratton R, Ward
J and Elia M. November 2003.

130
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo iv
Valoración global subjetiva del estado
nutricional

La VGS es un método clínico de valoración del estado nutricional de un pa-


ciente, que con la interpretación de unas preguntas simples y un examen fí-
sico rápido y minucioso se evalúan factores que afectan al estado nutricional.

A. Historia
1- Cambios de peso
Pérdida en los últimos 6 meses
Peso actual ______ kg Peso habitual ______ kg Peso perdido ______ kg
% Pérdida de peso ______ kg < 5%
< 5-10%
> 10%
Cambios en las 2 últimas semanas
Aumento de peso Sin cambios Pérdida de peso
2- Cambios en la ingesta dietética (> 2 semanas de duración)
Sin cambios
Cambios Duración ______________ semanas
Tipos: Ayuno
Líquidos hipocalóricos
Dieta líquida completa
Dieta sólida insuficiente
3- Síntomas gastrointestinales (comparando con la ingesta normal)
Ninguno Náuseas Vómitos Diarrea Anorexia
4- Capacidad funcional
Sin disfunción (capacidad total)
Cambios Duración ______________ semanas
Tipos: Trabajo reducido
Ambulatorio sin trabajar
Encamado
5- Enfermedad y su relación con los requerimientos nutricionales
Diagnostico primario (especifico) _________________________________________________
Requerimientos metabólicos (estrés)
Sin estrés Estrés bajo Estrés moderado Estrés alto

131
anexo iv  Valoración global subjetiva del estado nutricional

B. Examen fisico
Normal Déficit ligero Déficit moderado Déficit severo
Examen Físico
(0) (1) (2) (3)
Pérdida de grasa subcutánea
(tríceps, tórax)…
Pérdida de masa muscular
(cuadriceps, deltoides)
Edema maleolar
Edema sacro
Ascitis

C. Valoración
Seleccionar uno.
No se establece un método numérico para la evaluación de este test. Se valora en A, B o C según la predominancia de
síntomas con especial atención a las siguientes variables: pérdida de peso, cambios en la ingesta habitual, pérdida de
tejido subcutáneo y pérdida de masa muscular.
A = Bien nutrido
B = Sospecha o malnutrición moderada
5- 10% pérdida de peso en las últimas semanas
Reducción de la ingesta en las últimas semanas
Pérdida de tejido subcutáneo
C = Malnutrición severa
> 10% severa pérdida de peso
Severa pérdida de masa muscular y tejido subcutáneo
Edema

Reproducción autorizada por American Society for Parenteral and Enteral Nutrition (A.S.P.E.N.).
Journal of Parenteral and Enteral Nutrition. What is subjetive global assessment of nutritional
status. Detsky AS. Mctaughlin JR, Johnston N, et al, 1987 Vol 11,pag 9
Destky AS, McLaughlin RJ, Baker JP y cols. What is subjective global assessment of nutritio-
nal status? JPEN 1987, 11:8-13.

132
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo v
Movilidad

Capacidad para cambiar y controlar la posición del cuerpo.

Completamente inmóvil Muy limitada Ligeramente limitada Sin limitaciones


No realiza ni ligeros Realiza cambios mínimos y Realiza frecuentes aunque Realiza cambios mayores
cambios en la posición del ocasionales de la posición ligeros cambios en la y frecuentes en la posición
cuerpo o las extremidades del cuerpo o las extremi- posición del cuerpo o de sin asistencia.
sin asistencia. dades, pero es incapaz de las extremidades de forma
realizar de forma indepen- independiente.
diente, cambios frecuentes
y significativos.

133
134
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo vi
Escala de Braden: medición del riesgo
de desarrollar úlceras por presión
Percepción 1 Completamente 2 Muy limitada: 3 Ligeramente 4 Sin limitaciones:
sensorial limitada: • Reacciona solo ante limitada: • Responde a órdenes
Capacidad para • Al tener disminuido estímulos dolorosos. • Reacciona ante verbales. No presenta
reaccionar a el nivel de conciencia No puede comunicar ordenes verbales, déficit sensorial que
una molestia o estar sedado, el su malestar excepto pero no siempre pueda limitar su
relacionada con paciente no reacciona quejidos o agitación; puede comunicar capacidad de expre-
la presión ante estímulos do- o sus molestias o la sar o sentir dolor o
lorosos (quejándose, necesidad de que le malestar.
• Presenta un déficit
estremeciéndose o cambien de posición;
sensorial que limita la
amarrándose); o
capacidad de percibir
o dolor o molestias en • Presenta alguna difi-
• Capacidad limitada mas de la mitad del cultad sensorial que
de sentir dolor en cuerpo. limita la capacidad de
la mayor parte del sentir dolor o males-
cuerpo. tar en al menos una
de las extremidades.
Exposición a la 1 Constantemente 2 A menudo húmeda: 3 Ocasionalmente 4 Raramente húme-
humedad. húmeda: • La piel está a menu- húmeda: da:
Nivel de la • La piel se encuentra do, pero no siempre, • La piel está • La piel está general-
exposición constantemente húmeda. La ropa de ocasionalmente mente seca. La ropa
de la piel a la expuesta a la hume- cama se ha de cam- húmeda requiriendo de cama se cambia
humedad dad por sudoración, biar al menos una vez un cambio suplemen- de acuerdo con los
orina, etc. Se detecta en cada turno. tario de ropa de cama intervalos fijados
humedad cada vez aproximadamente para los cambios de
que se mueve o gira una vez al día. rutina.
al paciente.
Actividad 1 Encamado: 2 En silla: 3 Deambula 4 Deambula frecuen-
Nivel de • Paciente constante- • Paciente que no ocasionalmente: temente:
actividad física mente encamado. puede andar o con • Con o sin ayuda, • Deambula fuera
deambulación muy durante el día pero de la habitación al
limitada. No puede distancias muy menos dos veces al
sostenerse en su cortas. Pasa la mayor día y dentro de la
propio peso y/o parte de las horas habitación al menos
necesita ayuda para diurnas en la cama o dos horas durante las
pasar a una silla fija o silla de ruedas. horas de paseo.
de ruedas.

135
anexo vi  Escala de Braden: medición del riesgo de desarrollar úlceras por presión

Movilidad 1 Completamente 2 Muy limitada: 3 Ligeramente 4 Sin limitaciones:


Capacidad inmóvil: • Ocasionalmente limitado: • Efectúa frecuente-
para cambiar • Sin ayuda no puede efectúa ligeros cam- • Efectúa con frecuen- mente importantes
y controlar la realizar ningún cam- bios en la posición cia ligeros cambios en cambios de posición
posición del bio de la posición del del cuerpo o de las la posición del cuerpo sin ayuda.
cuerpo cuerpo o de alguna extremidades, pero o de las extremidades
extremidad. no es capaz de hacer por si solo.
cambios frecuentes
o significativos por
si solo.
Nutrición 1 Muy pobre: 2 Probablemente 3 Adecuada: 4 Excelente:
Patrón usual • Nunca ingiere una inadecuada: • Toma más de la mitad • Ingiere la mayor par-
de ingesta de comida completa. Ra- • Raramente come una de la mayoría de te de cada comida.
alimentos ramente toma más de comida completa y las comidas. Come Nunca rehúsa una
un tercio de cualquier generalmente come un total de cuatro comida.
alimento que se le solo la mitad de los servicios al día en • Habitualmente come
ofrezca. Diariamente alimentos que se le proteínas (carne o un total de 4 o más
come dos servicios ofrecen. La ingesta productos lácteos). servicios de carne y/o
o menos con aporte proteica incluye solo Ocasionalmente productos lácteos.
proteico (carne o tres servicios de puede reusar una
• Ocasionalmente
productos lácteos). carne o productos comida o tomará un
come entre horas. No
Bebe pocos líquidos. lácteos por día. suplemento dietético
requiere de suple-
No toma suplementos Ocasionalmente si se le ofrece;
mentos dietéticos.
dietéticos líquidos; toma un suplemento o
o dietético;
• Recibe nutrición por
• Está en ayunas y/o o sonda nasogástrica
dieta liquida o sueros • Recibe menos que o por vía parenteral
más de cinco días. la cantidad óptima cubriendo la mayoría
de una dieta liquida de sus necesidades
o por sonda naso- nutricionales.
gástrica.

136
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Roce y peligro 1 Problemas: 2 Problema potencial: 3 No existe problema Riesgo alto: < 12
de lesiones • Requiere de • Se mueve muy aparente:
Riesgo medio: 13-15
moderada y máxima débilmente o • Se mueve en la cama
asistencia para requiere de mínima y en la silla con in- Riesgo bajo: > 16
ser movido. Es asistencia. Durante dependencia y tiene
imposible levantarlo los movimientos, la suficiente fuerza
completamente sin piel probablemente muscular para levan-
que se produzca un roza contra parte de tarse completamente
deslizamiento entre las sábanas, silla, cuando se mueve.
las sabanas. Frecuen- sistemas de sujeción En todo momento
temente se desliza u otros objetos. La mantiene una buena
en la cama o en la mayor parte del posición en la cama
silla, requiriendo de tiempo mantiene o silla.
frecuentes reposi- relativamente una
cionamientos con buena posición en
máxima ayuda. La la silla o en la cama,
existencia de espas- aunque en ocasiones
ticidad, contracturas puede resbalar hacia
o agitación producen abajo.
un roce casi diario.

Manual de prevención y cuidados locales de úlceras por presión. Escala de Braden pag 37.
Servicio Cantabro de Salud (2005).
Escalas e instrumentos para la valoración en atención domiciliaria. Valencia: Generalitat Va-
lenciana. Conselleria de Sanitat, 2006.
Protocolo para la detección y prevención de las úlceras por presión. Oviedo.Consejería de
Salud y Servicios Sanitarios. Gobierno del Principado de Asturias, (2008).

137
138
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo vii
Catéteres venosos centrales

Los catéteres venosos centrales se utilizan para la canalización de venas de


grueso calibre, que permite acceder a la circulación venosa. La colocación del
catéter debe de hacerse por el personal entrenado específicamente para ello,
utilizando medidas de rigurosa asepsia y antisepsia.

Objetivo

Perfundir Nutrición Parenteral por un catéter venoso central.

Localización

La localización dependerá de las características del paciente y de la experien-


cia del que la va a canalizar.

Existen fundamentalmente los siguientes lugares de acceso venoso central:

Vena subclavia:
• Probablemente la más cómoda para el paciente por no intervenir con la
modalidad cervical, ni de los miembros superiores.
• Menor riesgo de infecciones.
• Buena localización para la NP.
• Riesgo de neumotórax al puncionar con la aguja.

Vena yugular interna:


• Menor riesgo de neumotórax.
• Más incomoda para el paciente.
• Mayor riesgo de infección.

Vena yugular externa:


• Trayecto que facilita la inserción.
• Dificultad de progresión del catéter hasta la vena cava.

139
anexo vii  Catéteres venosos centrales

Vena femoral:
• Fácil de realizar.
• Mayor riesgo de infección y tromboflebitis.
• Dificultad para la deambulación del paciente.

Vena axilar:
• Utilización si otras vías no son factibles.

Venas antecubitales: (acceso venoso central de inserción periférica (PICC)).


(Anexo VIII).
• En adultos se utilizan catéteres largos (60 – 70 cm).
• Pocas complicaciones.
• Comodidad para el paciente.

Técnica de inserción y fijación

Material necesario

• Equipo de catéter central, jeringas y agujas.


• Siempre utilizar catéteres del menor número de luces posible para evitar
contaminaciones, IB (CDC), o por una luz exclusiva de un catéter multilu-
men para NP, II (CDC).
• Mascarilla y gorro.
• Guantes, bata y paños estériles.
• Hoja de bisturí y sutura.
• Gasas estériles.
• Solución antiséptica.
• Anestésico local sin vasoconstrictor.
• Apósito transparente semipermeable o de gasa estériles.
• Solución salina.
• Tapón de bioseguridad y conector sin aguja.
• Contenedor de bioseguridad.
• Bolsas de desechos.

140
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Preparación del paciente

• Informar al paciente: motivo y técnica de punción.


• Colocarlo en posición decúbito supino (valorar Trendelenburg en yugula-
res y axilares).
• Monitorización electrocardiográficamente.

Procedimiento

Medidas de asepsia rigurosas:


• Lavado de manos con jabón antiséptico.
• Colocación de mascarilla, gorro, bata.
• Lavar la zona de inserción venosa con agua y jabón y secar.
• Desinfectar con Clorhexidina acuosa al 2% B (ASPEN) (AHRQ) o Clorhexi-
dina en base alcohólica al 0,5%, (como alternativa se podrá usar Povidona
yodada 10% y alcohol al 70%). IA (CDC).
• Respetar el tiempo de secado, dejar secar DOS minutos, (si abundante vello
no rasurar, cortarlo). IB (CDC).
• Evitar la palpación del lugar de inserción una vez desinfectado. IA (CDC).
• Ponerse los guantes estériles.

La inserción se realizará utilizando la técnica de Seldinger, en condiciones de


asepsia. IA (CDC).
• Evitar el corte quirúrgico en el punto de inserción.

Salinizar la vía o vías, con 5cc de suero salino y presión positiva, hasta la admi-
nistración de NP.

Poner tapón.

Fijación del catéter:


• Sutura estéril o tira adhesiva. Es fundamental la buena fijación del catéter
de forma que prevengan el movimiento dentro de la vena (puede provo-
car la lesión de la misma o bien el desplazamiento del catéter) siempre con
corbata y con tira adhesiva estéril.
• Tapar con apósito transparente semipermeable estéril, para permitir la vi-
sualización del punto de inserción sin manipulaciones, o con un apósito de
gasa estéril. IA (CDC).

141
anexo vii  Catéteres venosos centrales

Realizar radiografía de tórax de control, para valorar si la situación de la punta


del catéter es correcta y descartar la existencia de complicaciones. B (ASPEN)
(AHRQ).

Registro

Anotar en la historia clínica:


• Tipo de catéter.
• Localización.
• Fecha de colocación.

Mantenimiento de catéter

• Vigilar visualmente (apósito transparente) o al tacto (apósito gasa) la zona


de inserción una vez por turno, en busca de dolor, calor, eritema y/o cor-
dón venoso palpable. IB (CDC).
• Si aparece dolor, fiebre o bacteriemia sin foco inspeccionar visualmente la
inserción IB (CDC).
• No se cambia de forma rutinaria. IA (CDC).
• La duración del catéter está relacionada con una correcta técnica. IA (CDC).
• Los catéteres utilizados para NP no deben utilizarse para la administración
de otras sustancias. IB (CDC).
• No realizar el cambio de catéter a través de guía metálica con sospecha de
tener infección relacionada con el catéter. IB (CDC).
• En los catéteres multilumen se seleccionará una de las vías de acceso para
utilizarla únicamente para administración de NP. II (CDC).
• Descartar signos sistémicos de infección.
• Si la vía central no va a ser usada de forma continua habrá de ser salinizada
con 5 cc de salino y presión positiva, salvo indicación de heparinización.
• No utilizar antibióticos tópicos en la zona de inserción. IA (CDC).
• Animar al paciente a dirigirse al personal sanitario que le atienda ante cual-
quier cambio o disconfort en la zona de inserción del catéter. II (CDC).

142
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Bibliografía
1. Diaz Mendi AR, y col. Guía para la inserción y mantenimiento de catéteres.Servicio Cán-
tabro de Salud – Dirección de Gerencia. 2006, 28-33
2. Guía de Prevención de Infecciones Relacionadas con Catéteres Intravasculares. Versión
Española adaptada 2003, de Guidelines for thePrevention of Intravascular Catheter-
Related Infections 2002 C.D.C.-USA. 95-102
3. Jiménez Sanz M. Protocolo Unidad de Nutrición y Dietética. Hospital Universitario “Mar-
qués de Valdecilla” 2010 (Santander)

143
144
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo viii
Acceso venoso central de inserción
periferica (picc)

Canalización de una vía venosa central a través de la inserción en una vena


periférica mediante aguja y catéter.

Objetivo

Perfundir Nutrición Parenteral por un catéter venoso central.

Localización

Venas de primera elección:


• Basílica interna del brazo no dominante es la de primera elección por ser
de menor riesgo de infección y otras complicaciones, más confortable para
el paciente y fácil de insertar por enfermería, aunque tiene un porcentaje
alto de malposición, el extremo.
• Cefálica.

Técnica de inserción y fijación

Material necesario

• Equipo de catéter central. Hay varios tipos de catéteres de inserción perifé-


rica, se describe el procedimiento del catéter con fiador, protegido con una
camisa de plástico, aguja con protector y fijación de seguridad.
• Siempre utilizar catéteres del menor número de luces posible para evitar
contaminaciones, IB (CDC), o por una luz exclusiva de un catéter multilu-
men para NP, II (CDC).
• Mascarilla y gorro.
• Guantes, bata, y paños estériles.
• Hoja de bisturí y sutura.

145
anexo viii  Acceso venoso central de inserción periferica (picc)

• Gasas estériles.
• Solución antiséptica.
• Anestésico local sin vasoconstrictor.
• Apósito transparente semipermeable o de gasa estériles.
• Jeringa con solución salina.
• Tapón de bioseguridad y conector sin aguja.
• Contenedor de bioseguridad.
• Bolsas de desechos.

Preparación del paciente

• Informar al paciente: motivo y técnica de punción.


• Colocarlo en posición decúbito supino.
• Monitorización electrocardiográfica.

Procedimiento

Medidas de asepsia rigurosas:


• Lavado de manos con jabón antiséptico.
• Colocación de mascarilla, gorro y bata.
• Lavar la zona de inserción venosa con agua y jabón, y secar.
• Desinfectar con Clorhexidina acuosa al 2% B (ASPEN) (AHRQ) o Clorhexi-
dina en base alcohólica al 0,5%, (como alternativa se podrá usar Povidona
yodada 10% y alcohol al 70%). IA (CDC).
• Respetar el tiempo de secado, dejar secar DOS minutos. IB (CDC).
• Evitar la palpación del lugar de inserción una vez desinfectado. IA (CDC).
• Ponerse los guantes estériles.

Abordaje estéril, en condiciones de asepsia. IA (CDC).


• Sobre el campo estéril volcar el equipo y verificar que está en perfecto es-
tado.
• Quitar la protección de la aguja, comprobando que el catéter avance sin
problemas a través de ella.
• Insertar la aguja en la piel con el bisel hacia arriba en ángulo de 30º, hasta
canalizar y que la sangre fluya hacia el exterior rellenando el catéter. A con-
tinuación, canalizar un poco más.
• Retirar el compresor con ayuda de gasas estériles.

146
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

• Coger el catéter (lleva fiador) a través de la camisa protectora con los dedos
índice y pulgar, e introducir lentamente vigilando en el monitor la apari-
ción de extrasístoles o cambios de ritmo.
• Cuando el catéter llegue a la altura del hombro, girar la cabeza hacia el lado
de la punción para evitar que progrese hacia la vena yugular.
• Si hay dificultad en el avance nunca retirar el catéter hacia fuera dentro de
la aguja. No seguir canalizando y si refluye sangre, fijar.
• Una vez introducido el catéter, retirar la solapa que fija la camisa protectora
de la aguja del catéter, luego la camisa y seguidamente el fiador.
• Salinizar la vía o vías, con 5cc de suero salino y presión positiva, para lavar
el catéter.
• Poner tapón.
• Evitar el corte quirúrgico en el punto de inserción.

Fijación del catéter:


• Es fundamental la buena fijación del catéter de forma que prevengan el
movimiento dentro de la vena (puede provocar la lesión de la misma o
bien el desplazamiento del catéter) siempre con lazo de corbata y con tira
adhesiva estéril.
• Tapar con apósito transparente semipermeable estéril, para permitir la vi-
sualización del punto de inserción sin manipulaciones, o con un apósito de
gasa estéril. IA (CDC).

Realizar radiografía de tórax de control, para valorar si la situación de la punta


del catéter es correcta y descartar la existencia de complicaciones. B (ASPEN)
(AHRQ).

Registro

Anotar en la historia clínica:


• Tipo de catéter.
• Localización.
• Fecha de colocación.

147
anexo viii  Acceso venoso central de inserción periferica (picc)

Mantenimiento de catéter

• Vigilar visualmente (apósito transparente) o al tacto (apósito gasa) la zona


de inserción una vez por turno, en busca de dolor, calor, eritema y/o cor-
dón venoso palpable. IB (CDC).
• Si aparece dolor, fiebre o bacteriemia sin foco inspeccionar visualmente la
inserción. IB (CDC).
• No se cambiaran los catéteres PICC de forma rutinaria. IB (CDC).
• La duración del catéter está relacionada con una correcta técnica. IA (CDC).
• Los catéteres utilizados para NP no deben utilizarse para la administración
de otras sustancias. IB (CDC).
• No realizar el cambio de catéter a través de guía metálica con sospecha de
tener infección relacionada con el catéter. IB (CDC).
• En los catéteres multilumen se seleccionará una de las vías de acceso para
utilizarla únicamente para administración de NP. II (CDC).
• Descartar signos sistémicos de infección.
• Si la vía central no va a ser usada de forma continua habrá de ser salinizada
con 5 cc de salino y presión positiva, salvo indicación de heparinización.
• No utilizar antibióticos tópicos en la zona de inserción IA (CDC).
• Animar al paciente a dirigirse al personal sanitario que le atienda ante cual-
quier cambio o disconfort en la zona de inserción del catéter. II (CDC).

Bibliografía
1. Diaz Mendi AR, y col. Guía para la inserción y mantenimiento de catéteres.Servicio Cán-
tabro de Salud – Dirección de Gerencia. 2006, 28-33
2. Guía de Prevención de Infecciones Relacionadas con Catéteres Intravasculares. Versión
Española adaptada 2003, de Guidelines for thePrevention of Intravascular Catheter-
Related Infections 2002 C.D.C.-USA. 95-102
3. Jiménez Sanz M. Protocolo Unidad de Nutrición y Dietética. Hospital Universitario “Mar-
qués de Valdecilla” 2010 (Santander)

148
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo ix
Higiene de manos

“El lavado de mano constituye una de las medidas de eficacia probada


para evitar la contaminación o infección”
Eickoff (1980)

Objetivo

El objetivo del lavado de manos es prevenir la trasmisión de la infección.

Técnica de lavado de manos

Limpieza húmeda: Lavado higiénico con agua y jabón

Está indicado cuando las manos están evidentemente manchadas o conta-


minadas con material proteico, sangre u otros líquidos corporales, se reco-
mienda su lavado con agua y jabón no-antimicrobiano ó agua y un jabón
antimicrobiano. IA (CDC).

• Retirar previamente el reloj, anillos y pulseras.


• Humedecer las manos con agua tibia.
• Aplicar en la palma de la mano una dosis de jabón neutro.
• Distribuir el jabón frotando durante al menos 15” .
- Extender el producto palma sobre palma.
- Palmas sobre dorsos.
- Palma sobre palma, dedos entrelazados.
- Dorso de los dedos sobre palma.
- Frotado rotacional de los pulgares.
- Frotando de dedos sobre palmas.
• Aclara con agua abundante.
• Secar con toalla de papel desechable.
• Cerrar el grifo con el papel usado para secar.

149
anexo ix  Higiene de manos

Limpieza seca: desinfección de las manos con solución hidroalcohólica

Está indicada cuando no están manchadas de forma visible, se recomienda la


frotación de las manos con solución alcohólica antiséptica para descontami-
narlas. IA (CDC).

• Retirar previamente el reloj, anillos y pulsera.


• Aplicar sobre la palma de las manos, 3 dispensables de solución, mediante
dosificador.
• Humedecer bien las manos con la solución, friccionando una contra otra
durante 15-30 segundos siguiendo los mismos pasos que para el lavado
con agua y jabón descrito anteriormente.
• No secar las manos después de la aplicación de la solución alcohólica, dejar
que ésta se evapore por sí misma.
• La técnica de frotación es la misma que para el lavado higiénico o anti-
séptico, de manera que la solución alcanza todas las partes de la mano,
incluidos espacios interdigitales y pulgares.
• Después de cada frotación con solución alcohólica no es necesario y no se
recomienda lavarse con agua y jabón, porque puede producir dermatitis.
Sin embargo, dado que el personal siente una “acumulación” de emoliente
en sus manos después del uso repetido de los geles alcohólicos, ciertos
fabricantes recomiendan lavarse las manos con agua y jabón después de
usar 5-10 veces el gel.

Recomendaciones

• La utilización de guantes no excluye la realización del lavado de manos.


Lavarse siempre las manos al quitárselos.
• Tras la frotación con solución hidroalcohólica NO es necesario y NO se re-
comienda.
• lavarse con agua y jabón.
• Higiene de manos antes y después de insertar, palpar, colocar o cambiar el
catéter o un apósito.
• Descontaminar las manos antes de ponerse los guantes estériles cuando
se haya de insertar un catéter intravascular central.

150
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

BIBLIOGRAFIA
Fernandez Núñez ML, Sanz Salanova JÁ, Fariñas Alvarez MC. Higiene de manos en el medio
sanitario. Guía de prevención de la infección nasocomial. Edita: Servicio Cantabro de Salud.
Santander 2008.

151
152
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo x
Secuencia del programa educativo
de pacientes que precisan nutrición
parenteral domiciliaria (npd)

Evaluación
Objetivos del
Actividades enfermeras Enf.Nut (E.N)/ Fecha
paciente/familiar
Enf.Hosp (E.H)

1.- Comprender 1. Explicar en qué consiste la NP y sus fines. Si – No


y expresar por 2. Describir las características de la vía elegida para la adminis- Si – No
qué necesita la tración.
NP para nutrirse
adecuadamente 3. Entregar las INSTRUCIONES NPD. Si – No
4. Explicar las condiciones que ha de mantener en el domicilio Si – No
para el almacenamiento del material, la preparación y
administración de la NP.

2.- Conocer 1. Proporcionar el material que vaya a necesitar en el domicilio Si – No


el material y explicarle la forma correcta de manipularlo, para que lo
necesario para la maneje y se familiarice con él:
administración de a) Bomba volumétrica, sistema y botella de suero para prácti- Si – No
la NP y aprender cas.
a utilizarlo
correctamente b) Tapón catéter. Si – No
c) Jeringa y aguja. Si – No
d) Ampollas y viales. Si – No
e) Sistema de infusión alternativo. Si – No
2. Resaltar el concepto de “estéril” y la importancia que tiene en Si – No
el manejo del material y de la bolsa de NP.
3. Indicar dónde conseguir el material y la forma más adecuada Si – No
de almacenarlo y cómo eliminarlo.

3.- Describir la 1. Enumerar las condiciones que debe reunir el lugar y la Si – No


secuencia de la superficie de trabajo donde se van a realizar los preparativos, y
administración, la administración de la NP.
retirada de la NP, 2. Demostrar cómo realizar correctamente la higiene de manos. Si – No
heparinización
del catéter y 3. Describir las características que ha de reunir la bolsa de NP.
demostrar que 4. Señalar y justificar todas las acciones de cada una de las Si – No
su realización es secuencias. Si – No
correcta 5. Alertar sobre los puntos críticos (punzón y terminal del
sistema, conexión y desconexión del catéter) de cada una de Si – No
las secuencias.

153
anexo x  Secuencia del programa educativo de pacientes que precisan nutrición parenteral domiciliaria (npd)

Evaluación
Objetivos del
Actividades enfermeras Enf.Nut (E.N)/ Fecha
paciente/familiar
Enf.Hosp (E.H)

4.- Aprender 1. Enseñar un catéter de las características del que lleva colocado, Si – No
los cuidados si se dispone, para que se familiarice con él.
del catéter y 2. Explicar las causas de contaminación más frecuentes (en casa, Si – No
cómo realizarlos personas, material, manipulaciones.) y cómo evitarlas.
correctamente,
para evitar su 3. Describir y fundamentar los cuidados de higiene general y del Si – No
contaminación punto de inserción del catéter:
a) Momento más adecuado para cambiar el apósito. Si – No
b) Material que debe emplearse, dónde conseguirlo, cómo Si – No
almacenarlo y la forma más adecuada de manejarlo.
c) Cómo realizar la cura y fijación del apósito y del catéter. Si – No
4. Indicar el lugar adecuado para pinzar el catéter. Si – No
5. Explicar cuándo y cómo cambiar el tapón obturador y los Si – No
cuidados necesarios.
6. Si el catéter es implantado, explicar cómo pinchar la aguja y Si – No
sus precauciones.

5. Conocer 1. Explicar cómo y cuando es necesario controlar: Tª, glucemia, Si – No


los controles orina, sudoración.
necesarios
y realizarlos
correctamente

6.- Identificar, 1. Explicar cada uno de los problemas que pueden aparecer y Si – No
conocer, y como cómo resolverlos:
resolver las a) Rotura de la bolsa. Si – No
complicaciones
que puedan b) Rotura del catéter. Si – No
surgir, durante la c) Enrojecimiento o inflamación del punto de inserción del Si – No
administración de catéter.
la NPD
d) Fiebre. Si – No
e) Hipoglucemia. Si – No
f) Hiperglucemia. Si – No

Contactar con enfermera de At. Primaria, Hospitalización a Si – No


domicilio o Cuidados paliativos.

154
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

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155
156
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo xi
Cambio de aposito del catéter de np

Objetivos

1. Reducir al mínimo las complicaciones infecciosas derivadas de la presen-


cia de gérmenes y restos contaminantes en la vía de entrada del catéter.
2. Mantener la integridad de la piel en la zona de inserción.
3. Asegurar la fijación y oclusión del catéter evitando su desplazamiento.

Material necesario

• Paño estéril para colocación del material.


• Mascarilla, guantes, gasas, cinta adhesiva.
• Clorhexidina o Povidona yodada o alcohol.
• Hisopo (para la recogida de cultivo si fuera necesario).
• Apósito transparente semipermeable o de gasa estériles.

Preparación del paciente

• Explicarle el procedimiento al que se le va a someter.


• Colocarlo en posición semifowler, (yugular y subclavia).
• Pedirle que gire la cabeza hacia el lado opuesto a la situación del catéter
(para proteger la vía de entrada de los microorganismos nasofaríngeos).

Preparación de la enfermera/o

• Lavado de manos con jabón antiséptico. IA (CDC).


• Colocación de mascarilla.
• Revisión y colocación del material a utilizar con técnica aséptica.

157
anexo xi  Cambio de aposito del catéter de np

Frecuencia

• Cambiar el apósito cada dos días si son de gasa y cada siete días los semi-
permeables trasparentes. IB (CDC).
• Siempre que el apósito esté deteriorado. IB (CDC).

Procedimiento

Medidas de asepsia rigurosas:


• Lavado de manos con jabón antiséptico.
• Colocación de mascarilla.
• Retirar el apósito protector antiguo con guantes desechables.
• Evitar desplazamientos de catéter.
• Observar el aspecto del punto de inserción para detectar la existencia de
eritema, edemas, supuración, etc.
• Recoger cultivo con un hisopo si se observa cualquier alteración.
• Ponerse guantes estériles.
• Eliminar los restos de secreción de la zona de inserción con gasas empapa-
das en solución salina realizando círculos concéntricos desde el punto de
inserción hacia el exterior.
• Limpiar la zona externa del catéter de los restos que pudiera tener (desde
el punto de inserción hacia afuera).
• Desinfectar el punto de inserción con antiséptico utilizando clorhexidina
acuosa al 2% o clorhexidina en base al alcohólica al 0,5%, (como alternativa
se podrá utilizar Povidona yodada 10%, alcohol al 70%) IA (CDC). Aplicar
con la misma técnica de círculos concéntricos.
• Dejar que seque durante dos minutos. Respetar tiempo de secado.
IB (CDC).
• Evitar la palpación del lugar de inserción una vez desinfectado. IA (CDC).
• No introducir ningún tramo del catéter que se haya salido.
• Colocar el apósito estéril. Usar apósitos transparentes semipermeables ex-
cepto si está sudoroso o sangra el punto de punción que se usarán apó-
sitos de gasa cada 48h. Cada 7 días (transparentes). Si se moja, despega o
ensucia.
• Asegurar la máxima asepsia.
• Asegurar que las conexiones externas del catéter están bien conectadas.
• Después de concluido el procedimiento lavado de manos.

158
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Registros

• Anotar la fecha de cambio de apósito. II (CDC).

Complicaciones

• El catéter pude desplazarse al cambiar el apósito.


• Sepsis por catéter si el cambio no se hace con la técnica aséptica adecuada.
Enero 2011
Protocolo de la Unidad de Nutrición y Dietética
H. U. Marqués de Valdecilla

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159
160
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo xii
Cambio de sistema de infusión y bolsa
de np

Objetivos

1. Proporcionar un aporte nutricional adecuado y una frecuencia de perfu-


sión constante.
2. Evitar contaminación de la mezcla y del catéter mediante el empleo de
técnica aséptica.
3. Reducir los riesgos de embolismo aéreo.

Material necesario

• Bolsa con NP.


• Sistema de infusión estéril con filtros incorporados, para bomba de infu-
sión.
• Gasas estériles.
• Tapón de bioseguridad y conector sin aguja.

Preparación del paciente

• Explicarle el procedimiento.
• Posición decúbito supino.
• Enseñarle a hacer maniobra de Valsalva.

Comprobación de la bolsa

Antes de administrar NP comprobar. IB (CDC).

Los datos de la etiqueta de la bolsa deberán coincidir con:


• La prescripción.
• Identidad del paciente.

161
anexo xii  Cambio de sistema de infusión y bolsa de np

• La fecha de caducidad.
• Ritmo de goteo.

Observar la composición de la mezcla:


• La posible presencia de turbiedad, floculaciones, etc.
• Roturas del continente.

Almacenar bajo las condiciones propuestas por el servicio de Farmacia y/o


fabricante. II (CDC).

Procedimiento

• Lavado de manos previo a la manipulación, con jabón antiséptico.


IA (CDC).
• Conectar, con la llave cerrada, el equipo de gotero a la bolsa de NP.
• Purgar el equipo, eliminando todas las burbujas de aire sin retirar el tapón
protector del mismo sistema. Colgar en el palo de gotero.
• Cerrar la llave de infusión de la bolsa que se va a retirar y retirar de la bomba.
• Conectar la nueva bolsa con el sistema a la bomba de perfusión.
• Desconectar el equipo del catéter. Se tendrá cuidado de elevar ligeramen-
te la conexión para evitar su roce con la piel del paciente.
• Pedir al paciente que realice la maniobra de Valsalva.
• Conectar el nuevo equipo al catéter asegurando la conexión.
• Poner en marcha la bomba de infusión. Programar el ritmo en ml/h.
• Comprobación general del correcto funcionamiento del sistema.
• El sistema de gotero se cambiará diariamente al conectar la nueva
bolsa, el día que corresponda cambio de apósito se hará simultáneo.
IA (CDC).
• La frecuencia de perfusión debe mantenerse constante.
• Con el cambio de catéter se cambiará el sistema de infusión y la NP.

Registro

• Anotar la fecha y hora del cambio.

162
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

Complicaciones

• Sepsis secundaria a contaminación del catéter y de la mezcla de NP.


• Embolismo aéreo, especialmente en pacientes con presión venosa central
baja.
Enero2011
Protocolo de la Unidad de Nutrición y Dietética
H. U. Marqués de Valdecilla

163
164
Guía del proceso enfermero en nutrición parenteral

anexo xiii
Mapa de riesgos en nutrición parenteral

Efectos adversos (eas)


en np (Partiendo
Causas Prevención
de los diagnósticos
seleccionados)
Complicación • Aumento de las necesidades • Identificar pacientes de riesgo nutricional.
potencial: nutricionales. • Valoración nutricional del paciente.
Desnutrición • Disminución del aporte de • Instauración precoz de la NP en los pacientes
nutrientes. con indicación por su situación clínica y/o su
• Déficit de absorción de los patología.
nutrientes. • Control de parámetros bioquímicos y hemato-
• Retardo en la administración del lógicos.
soporte nutricional. • Realización de balance hídrico.
Riesgo de infección • Catéter central. • Protocolos de cuidados del catéter (técnicas
• Desnutrición. asépticas, frecuencia de cambios de apósito y de
líneas de administración, etc.).
• Conocimientos deficitarios del
paciente/cuidador (en la NPD). • Control de la temperatura.
• Revisión del punto de inserción del catéter.
• Lavado adecuado de manos.
• Utilización de protecciones en las conexiones
del catéter.
• En NPD instruir al paciente/cuidador en el
manejo y control del catéter y en la detección de
posibles signos de infección.
• Minimizar la utilización de catéter multilumen.
Ansiedad • Desconocimiento de los procedi- • Información necesaria sobre la NP y los procedi-
mientos (sobre todo en la NPD). mientos inherentes a la misma.
• Falta de información sobre el • Ofrecer apoyo emocional al paciente-familia.
proceso. • Resolver las dudas que plantee el propio paciente
• Por la propia hospitalización/ y/o el cuidador habitual, y que puedan ser fuente
patología. de estrés.
Riesgo de cansancio • Deficiencia formativa del cuidador. • Informar y educar convenientemente al cuidador
del rol de cuidador • Cuidados prolongados y que recaen habitual para darle seguridad en la administra-
durante largo tiempo en un mismo ción de los cuidados.
cuidador. • Recabar apoyo en otros miembros de la familia
para que sirvan de apoyo al cuidador.

165
anexo xiii  Mapa de riesgos en nutrición parenteral

Efectos adversos (eas)


en np (Partiendo
Causas Prevención
de los diagnósticos
seleccionados)
Conocimientos • Mala comprensión de los conoci- • Realizar evaluación de los conocimientos del
deficientes mientos recibidos. paciente y/o cuidador antes del alta del paciente.
• Mala transmisión de los conocimien- • Realizar evaluaciones periódicas del paciente y/o
tos al cuidador. cuidador tras el alta del paciente.
• Desinterés ante la información • Revisar todos los procedimientos utilizados en
recibida. busca de posibles fallos.
• Instar al paciente y/o cuidador a que solicite
información sobre aquellos aspectos que no
hayan quedado perfectamente claros .
• Dar la información de forma sencilla y con
lenguaje perfectamente comprensible.

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Ref. 0000 Ed.: 04/12

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