Sexto Linfatico
Sexto Linfatico
Sexto Linfatico
sistema linfático está compuesto de vasos y órganos especializados cuya función es permitir el retorno de la
linfa desde los tejidos hacia el torrente sanguíneo.
El sistema linfático es considerado parte de los sistemas circulatorio e inmune. Las funciones del sistema linfático
complementan a las del torrente sanguíneo, ya que regula el balance de fluidos en el cuerpo y filtra los
patógenos para evitar que ingresen a la sangre.
Anatomía
El sistema linfático comienza con las redes capilares que recolectan el exceso de líquidos desde los tejidos.
Sistema linfático
La linfa viaja desde los tejidos a través de los vasos linfáticos más grandes hasta llegar a su punto de destino: el
torrente sanguíneo. En el camino, atraviesa órganos linfoides ocupados por células inmunitarias que controlan
si hay algún patógeno en la linfa entrante.
Linfa
La linfa es un líquido claro y de color amarillo claro presente en la mayoría de los tejidos del cuerpo. Se genera
como resultado de la filtración del plasma, el cual llega a los tejidos a través de los poros de la pared capilar
para aportarles nutrientes. Tras nutrir a las células, la mayor parte del líquido se reabsorbe en los vasos
sanguíneos, mientras que alrededor del 10% del líquido permanece en el tejido. Esa cantidad de líquido
residual en los tejidos se denomina líquido intersticial. Cuando el líquido intersticial es absorbido por los
capilares linfáticos, se convierte en linfa.
Tal como el plasma sanguíneo, la linfa está compuesta principalmente por agua. Otros de sus componentes
son proteínas, lípidos, glucosa, iones y células. Sin embargo, su composición varía según el lugar donde se
produzca. Por ejemplo, la linfa producida en el sistema gastrointestinal es rica en grasas. El cuerpo de un
individuo sano produce una media de 2 litros de linfa al día, pero esta cantidad puede variar mucho en
condiciones patológicas.
Capilares linfáticos
Los capilares linfáticos son los vasos linfáticos más pequeños del sistema. Estos recogen el líquido intersticial
proveniente de los tejidos y se organizan en redes denominadas plexos linfáticos. Los plexos convergen para
formar vasos linfáticos más grandes que transportan la linfa desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo.
Existen unos capilares linfáticos especiales denominados vasos linfáticos intestinales o lacteales, que absorben
nutrientes desde el intestino delgado.
Vasos linfáticos
Vaso linfático eferente
Vas lymphaticum efferens
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Sinónimos: Ninguno
Los vasos linfáticos, a veces simplemente llamados linfáticos, se dividen en dos grandes grupos: superficiales y
profundos. Los vasos linfáticos superficiales se ubican en la capa subcutánea de la piel, donde recogen la linfa
de las estructuras superficiales del cuerpo. Tienden a seguir el drenaje del sistema venoso para finalmente
drenar en los vasos linfáticos profundos. Los linfáticos profundos transportan la linfa desde los órganos
internos, y a diferencia de los superficiales, discurren en compañía de las arterias. Estas arterias se apoyan en
las paredes de los vasos linfáticos profundos, ejerciendo masaje y presión sobre ellos, ayudando así al flujo de
la linfa.
Durante su trayecto, los linfáticos superficiales y profundos pasan a través de los ganglios linfáticos que
controlan que la linfa no contenga patógenos potenciales. Los vasos linfáticos que llevan la linfa hacia el
ganglio linfático se conocen como aferentes, mientras que los que la alejan del ganglio se
denominan eferentes.
Los vasos eferentes tributan en los troncos linfáticos, que se nombran según la región del cuerpo de la cual
drenan la linfa. Hay cuatro troncos pares: lumbar, broncomediastínico, subclavio y yugular; y un tronco impar,
el tronco linfático intestinal, que drena la linfa de la mayoría de los órganos del tracto gastrointestinal. Este
conducto se abre en la cisterna del quilo (cisterna de Pecquet), una dilatación que existe aproximadamente a
nivel de L2, y que marca el origen del conducto torácico.
Los troncos linfáticos convergen para formar los dos conductos linfáticos: el conducto linfático derecho y el
conducto torácico.
El conducto linfático derecho recibe linfa de la extremidad superior derecha y del lado derecho de
la cabeza, cuello y tórax.
El conducto torácico es un vaso más voluminoso que recibe linfa del resto del cuerpo.
Los conductos linfáticos drenan la linfa hacia las venas subclavias derecha e izquierda, que a su vez tributan en
la vena cava superior.
Los vasos linfáticos no deben confundirse con los vasos sanguíneos. En primer lugar, el sistema linfático es una
vía unidireccional que comienza en los tejidos y se abre al sistema circulatorio en el otro extremo. En cambio,
las venas y arterias del sistema circulatorio están conectadas entre sí por capilares y, por lo tanto, la sangre
fluye en círculos. El sistema linfático no tiene una bomba que pueda regular la presión del flujo de la linfa
como tiene el sistema circulatorio (el corazón). En su lugar, la linfa fluye gracias a los movimientos del cuerpo,
la pulsación de las arterias y las contracciones de los músculos esqueléticos. Esto, sumado a las válvulas que
impiden el flujo retrógrado, es lo que permite el movimiento anterógrado de la linfa.
Los vasos linfáticos se encuentran en todo el cuerpo, pero ten en cuenta que algunos tejidos y órganos
carecen de ellos, por ejemplo, la epidermis, los cartílagos, la médula ósea y las estructuras del ojo.
Durante mucho tiempo se creyó que no había linfáticos en el sistema nervioso central, sin embargo ahora hay
evidencia convincente de que sí existen en algunos sitios. Un dato interesante: Paolo Mascagni, un anatomista
italiano, lo describió en detalle hace más de 200 años.
Ganglios linfáticos
Los ganglios linfáticos (linfonodos o nódulos linfáticos) son órganos linfáticos secundarios distribuidos por todo
el cuerpo, agrupados según las regiones corporales en las que se encuentran (por ejemplo, ganglios linfáticos
axilares, pélvicos, mediastínicos). Un humano adulto tiene un promedio de 450 ganglios linfáticos, la mayoría
de los cuales se encuentran en el abdomen.
En su interior, los ganglios linfáticos contienen linfocitos y otras células del sistema inmune, como macrófagos,
células plasmáticas y células dendríticas. Gracias a estas, los ganglios linfáticos sirven como un lugar de
filtración para la la linfa antes de llegar al sistema venoso. En caso de que se detecte una partícula extraña en
la linfa (por ejemplo, un microorganismo), se inicia la respuesta inmunitaria para evitar que la partícula dañina
se disemine por todo el cuerpo.
Consolida tus conocimientos sobre los ganglios linfáticos con nuestra unidad de estudio.
Linfocitos
Linfocito
Lymphocytus
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Sinónimos: Ninguno
Los linfocitos son una de las principales células inmunes del organismo. Se originan de las células madre de los
órganos linfáticos primarios y son responsables de la denominada inmunidad adquirida. Tras su maduración,
los linfocitos se distribuyen principalmente en los órganos linfáticos secundarios.
De acuerdo a su histología y características funcionales, los linfocitos se dividen en tres grandes grupos:
linfocitos B, linfocitos T y Linfocitos NK (asesinos naturales o natural killers). Su función principal es establecer
una respuesta inmunitaria específica frente a partículas extrañas (antígenos). Los linfocitos B destruyen los
antígenos de forma indirecta, produciendo anticuerpos específicos de antígeno que se adhieren a los
antígenos y los marcan para su destrucción. Por otro lado, los linfocitos T y los NK destruyen directamente las
células cancerosas o infectadas por virus.
Órganos linfáticos e inmunidad
De acuerdo a su función y estructura, los órganos linfáticos pueden dividirse en dos grupos; órganos linfáticos
primarios y secundarios.
Los órganos linfáticos primarios sirven como sitio de formación y desarrollo de linfocitos. Existen dos órganos
linfáticos primarios: la médula ósea y el timo. La médula ósea contiene las células madre de las cuales se
originan los linfocitos. Los linfocitos B se desarrollan completamente en la médula ósea y los linfocitos T
surgen de las células madre de la médula ósea, pero luego viajan al timo para completar su diferenciación.
El proceso de desarrollo de ambos tipos de linfocitos posee dos fases: la primera es una diferenciación y
proliferación independiente de antígeno, tras la cual los linfocitos están preparados para reconocer un vasto
número de antígenos. Luego, dentro de los órganos linfáticos secundarios, los linfocitos T y B sufren activación
dependiente de antígeno.
Órganos linfáticos secundarios
Los órganos linfáticos secundarios son el bazo, las amígdalas (tonsilas), el apéndice, los ganglios linfáticos, el
tejido linfoide asociado a las mucosas (MALT) y el el tejido linfoide asociado a las mucosas gástricas (GALT). Al
terminar su maduración en los órganos linfáticos primarios, los linfocitos se ubican en zonas específicas de los
órganos linfáticos secundarios, donde se encuentran con los antígenos por primera vez y experimentan el
proceso de maduración final denominado activación dependiente de antígenos, mencionado anteriormente.
Revisa nuestro material de aprendizaje sobre ejemplos de los órganos linfáticos primarios y secundarios y pon
a prueba tu conocimiento con nuestros cuestionarios integrados.
Médula óseaExplora unidad de estudio
Funciones
El sistema linfático posee varias funciones cruciales para el mantenimiento de la homeostasis corporal, entre
las que se encuentran mantener el balance de fluidos del organismo, el transporte de macromoléculas y la
vigilancia inmunitaria.
El balance de fluidos se mantiene drenando el líquido que sobra tras el intercambio de sangre y nutrientes
entre los tejidos y los capilares (líquido intersticial). Si no se drena con regularidad, esta cantidad de líquido
puede acumularse y causar edemas (aumento de volumen por retención excesiva de líquidos). La linfa
también transporta macromoléculas, es decir, las moléculas que son demasiado grandes para difundirse a
través de la pared capilar, como, proteínas o lípidos, y en especial los quilomicrones, que son moléculas que
contienen productos grasos de la digestión. Debido a esto, el intestino delgado tiene un importante drenaje
linfático, ya que es el lugar desde donde se absorben los lípidos y las proteínas durante la digestión de los
alimentos.
Los órganos linfáticos albergan numerosas células del sistema inmunológico que vigilan el contenido de la linfa
cuando esta se dirige hacia el sistema venoso. Si se detecta una partícula extraña, estas células inician una
respuesta para destruir el patógeno y evitar la infección, diseminación y los daños subsecuentes. Un buen
ejemplo de la vida real ocurre cuando sufrimos algún tipo de infección de la vía respiratoria alta, entonces los
ganglios linfáticos de ciertas zonas de la cabeza y el cuello aumentan su volumen debido a que se encuentran
luchando con los patógenos de la infección. Este es un signo clínico importante, y es comúnmente conocido
como “ganglios inflamados”.
La función más conocida del sistema linfático es su papel en la regulación del balance de los fluidos
corporales, devolviendo el exceso de líquido y proteínas al sistema venoso.
La linfa ayuda a las macromoléculas que no pueden difundirse a través de la pared capilar a entrar en
la sangre, como las proteínas o los lípidos. Los quilomicrones son lipoproteínas sintetizadas en el
intestino delgado como producto de la digestión y son transportadas por el sistema linfático.
El sistema linfático también tiene un papel importante en la vigilancia inmunológica y en la lucha
contra los patógenos que se puedan encontrar en el cuerpo.
Fortalece lo que has aprendido en este artículo con el siguiente cuestionario:
Los linfáticos recogen las células cancerosas cuando penetran en la membrana basal del tejido alterado y se
reubican en el tejido conectivo subyacente. Desde aquí, las células cancerosas se introducen en los capilares y el
torrente linfático que las lleva al ganglio linfático más cercano. El primer ganglio linfático que drena el cáncer se
denomina ganglio centinela.
El examen patológico del ganglio centinela es muy importante para el pronóstico y la determinación de la etapa
o estadio del cáncer. Encontrar células tumorales sólo en el ganglio centinela, a menudo es un indicio de que el
tumor está en una fase temprana. Por otro lado, si el tumor ha afectado a ganglios linfáticos alejados del tumor
inicial, el tumor posiblemente se encuentre en una etapa más avanzad
El sistema linfático es una red de tejidos y órganos. Está formado principalmente por:
Linfa: Un líquido que contiene glóbulos blancos que defienden al cuerpo de los gérmenes
Vasos linfáticos: Son los vasos que transportan la linfa por todo el cuerpo, y son distintos a los vasos
sanguíneos
Ganglios linfáticos: Son glándulas que se encuentran por todos los vasos linfáticos
Junto al bazo, estos ganglios son donde los glóbulos blancos luchan contra las infecciones.
La médula ósea y el timo producen las células que se encuentran en la linfa. Ambos también son parte de este
sistema.
El sistema linfático elimina la infección y mantiene el equilibrio de los líquidos del cuerpo. Si no funciona en
forma adecuada, el líquido se acumula en los tejidos y causa una hinchazón llamada linfedema. Otros
problemas del sistema linfático pueden incluir infecciones, bloqueos y cáncer.