John Snow
John Snow
John Snow
La existencia del clera asitico no puede ser seguida definitivamente, ms atrs del ao de1769 Se necesitara mucho tiempo para relatar los avances del clera sobre diferentes partes del mundo, en algunas de las cuales provocaban gran devastacin, en tanto que pasaba ligeramente sobre otras, e incluso dejaba algunas sin tocar y al menos que este relato pueda ser acompaado de una descripcin de las condiciones fsicas de los lugares, y de los hbitos de la gente, lo cual me es imposible, el mismo sera de poca utilidad. Sin embargo, existen ciertas circunstancias, relacionadas con la progresin del clera, que pueden ser establecidas como reglas generales. Se disemina a travs de los caminos de mayor movimiento, nunca tan rpido como lo hacen las personas, sino casi siempre ms despacio. Cuando cruza hacia una isla o continente virgen, se le observa primero en los puertos martimos. Jams ataca a los tripulantes de barcos que dejan pases libres del clera hacia pases donde es prevalente, sino cuando han entrado a puerto o arribado a sus costas. Su camino exacto entre un pueblo y otro no siempre puede ser trazado pero nunca ha aparecido en sitios a los que no haya podido ser llevado por el trnsito de personas. Hay tambin innumerables ejemplos que prueban convincentemente la transmisin del clera a partir de casos individuales o nicos. Ejemplos libres de toda fuente de error, como se ver despus. Acud para tomar informes sobre la muerte de la seora Gore, esposa de un obrero, en New Leigham Road, Streatham. Supe que uno de sus hijos haba vivido y trabajado en Chelsea, de donde viaj a su casa aquejado de una enfermedad intestinal, de la cual muri en uno o dos das, el 18 de agosto. Su madre, quien la haba atendido, empez a estar enferma al siguiente da y muri uno ms tarde, el 20 de agosto. No se registraron otras defunciones por clera en ninguno de los distritos metropolitanos hasta despus del 26 de agosto, en un lugar situado a dos o tres millas de donde viva la seora Gore, cercano a Brixton, Norwood, o Lower Tooting. Los siguientes ejemplos se tomaron del interesante trabajo del doctor Simpson, de York, intitulado "Observaciones sobre el clera asitico": "Los primeros casos de una serie ocurrieron en Moor Monkton, aldea agrcola sana, situada a seis millas al noroeste de York. Cuando se manifest el primer caso, la enfermedad no era conocida en las cercanas; ni tampoco, para ser exactos, en ningn lugar situado a una distancia de treinta millas."
1
"John Barnes, agricultor de 39 aos, principi a estar seriamente enfermo el 28 de diciembre de 1832; dos das antes sufra de diarrea acompaada de calambres. Fue visitado e interrogado por el doctor George Hopps (un respetable cirujano de Redhouse) al cual acompa su hermano, el seor J, Hopps, del poblado de York, quienes le encontraron al borde del colapso. Este experto mdico identific rpidamente el cuadro como clera asitico; dio especial atencin a la investigacin de esta enfermedad e inmediatamente busc alguna probable fuente de contagio, sin lograr encontrarla. Al siguiente volvi a visitar al enfermo y lo encontr muerto; la esposa del seor Barnes, Matthew Metcalfe y Benjamn Muscroft, quienes visitaron a Barner el da anterior enfermaron, pero continuaron trabajando y se recuperaron. John Foster, Ann Dunn y la viuda Creyki, estuvieron en contacto con los pacientes arriba sealados y slo presentaron sntomas leves de la enfermedad. En tanto, el mdico trataba en vano de precisar la forma como la enfermedad se haba presentado; el misterio continuaba, hasta que un hijo del fallecido John Barnes lleg al pueblo. Este joven estaba como aprendiz de zapatero con su to, quien viva en Leeds; inform al mdico que la esposa de su to, (hermana de su padre) haba muerto de clera 15 das antes y, como ella no tena hijos, sus ropas fueron enviadas a Monkton como carga comn. Estas ropas no haban sido lavadas; Barnes abri la caja por la tarde y al da siguiente cay enfermo de clera". "Durante la enfermedad de la seora Barnes, su madre, (quien viva en Tockwith, comunidad sana a cinco millas de Moore Monkton), fue llamada para que la atendiera. Lleg a casa de su hija y permaneci dos das cuidndola y lavando ropa blanca, despus de lo cual regres a Tockwith en aparente buen estado de salud pero en el camino enferm y cay en colapso. Fue transportada a su casa y colocada en cama al lado de su esposo; este y una hija que viva con ellos adquirieron la enfermedad y los tres murieron en el curso de dos das. Otro caso ms ocurri en el poblado de Tockwith, pero no fue fatal." "Un pintor procedente de Hull, comunidad donde prevaleca el clera, de nombre y edad desconocidos, lleg al poblado de Pokclington y se aloj en la casa de Samuel Wride; enferm el mismo da de su llegada (8 de septiembre) y muri al siguiente. Samuel Wride fue atacado por clera el 11 de septiembre y muri enseguida" Revisando las publicaciones y trabajos mdico sobre el clera se puede integrar fcilmente un gran volumen de casos similares a los mencionado anteriormente. Por esta vez los ejemplos sealados son suficientes para demostrar que el clera puede transmitirse de una persona enferma a una sana, ya que es imposible que ni siquiera la dcima parte de estos casos pudieron seguir uno a otro por mera coincidencia y sin ninguna relacin de causa y efecto. Adems de los hechos arriba mencionados que demuestran que el clera se transmite de persona a persona, existen otro que muestran primero, que el convivir con un enfermo en la misma habitacin y atenderlo, no expone a la persona necesariamente a la accin del veneno mrbido, y segundo, que no siempre es requisito indispensable que la persona se acerque mucho al enfermo para ser atacada, ya que la materia mrbida puede transmitirse a distancia. Si se acepta que el clera es una enfermedad contagiosa o transmisible, esta debe propagarse a travs de efluvios que emanan del enfermo hacia el aire que lo rodea y que penetran en los pulmones de quienes los inhalan. Esta suposicin ha producido opiniones muy contradictorias respecto al padecimiento. Sin embargo, a travs de una pequea reflexin podemos ver que no tenemos derecho a limitar las vas por las cuales una enfermedad pueda propagarse, pues las enfermedades transmisibles de las que tenemos un conocimiento correcto, se diseminan de muy diferentes formas, tal como ocurre con el prurito y otras enfermedades de la piel, la sfilis y las parasitosis intestinales, todas las cuales tienen formas de propagacin diferente unas de las otras. Considerando la patologa del clera, es posible encontrar la manera como se transmite. Si se iniciara con fiebre o cualquier otro sntoma general, no podramos obtener ninguna pista sobre la va de entrada al organismo de la sustancia mrbida; podra ser que ingresara por el tracto digestivo, los pulmones o en alguna otra forma; pero este punto debera estar determinado por circunstancias no relacionadas con la patologa de la enfermedad. Por todo lo que he podido aprender sobre el clera, tanto a travs de observacin personal, como por las descripciones de otros autores, puedo afirmar que el clera se inicia invariablemente con trastornos en el aparato digestivo que a menudo son precedidos de solo un pequeo malestar general, que hace al paciente no darse cuenta del peligro que corre ni consultar o pedir consejo sobre su estado de salud, hasta que la enfermedad ya est muy avanzada. En verdad, unos pocos casos presentan desvanecimiento, debilidad intensa y abatimiento general antes de que las descargas gastrointestinales aparezcan, pero no hay duda de que estos sntomas dependen de la exudacin de la membrana mucosa, que es abundantemente evacuada enseguida. En todos los casos, el clera que atend, la prdida de fluidos del estmago y el intestino fue suficiente para producir el colapso; debe tomarse en cuenta el estado general previo del paciente, junto con brusca aparicin de la prdida y la circunstancia de que los proceso de absorcin parecen haberse suspendido.
Las enfermedades que se transmiten de persona a persona son ocasionadas por alguna sustancia que pasa del enfermo al sano, y que tiene la propiedad de crecer y multiplicarse en el organismo de la persona atacada. En la sfilis, la varicela y la viruela tenemos pruebas fsicas del aumento de esta sustancia mrbida, mientras que en otras enfermedades transmisibles la evidencia de este aumento, derivada de la extensin y gravedad del cuadro, es igualmente concluyente. Hemos visto que el clera se inicia como una enfermedad del tubo digestivo, as como que al iniciarse la enfermedad, la sangre no se encuentra bajo la accin de ningn veneno; por lo tanto, puede pensarse que el material o sustancia mrbida que lo produce penetra al organismo por el tubo digestivo, siendo deglutido accidentalmente por personas que no lo tragaran intencionalmente, y el aumento de esta sustancia mrbida o veneno debe llevarse a cabo dentro del estmago y el intestino. Parecera que cuando el mencionado veneno se produce en cantidad suficiente, acta como un irritante sobre la mucosa gastrointestinal; o lo que es ms probable, removiendo fluido de la sangre circulante de los capilares, por un mecanismo anlogo al que usan las clulas epiteliales de varios rganos al absorber las diferentes secreciones en el cuerpo sano. Ya que la sustancia mrbida del clera tiene su propia manera de producirse, debe tener una estructura semejante a la de una clula. No contradice este punto de vista el que el veneno del clera no pueda reconocerse por el microscopio, ya que tambin los materiales de la varicela y el chancro, pueden slo reconocerse por sus efectos, y no por sus propiedades fsicas. El tiempo transcurrido entre la entrada de la sustancia mrbida al organismo y el principio de la enfermedad, es llamado perodo de incubacin, que es en realidad perodo de reproduccin de la sustancia mrbida; as la enfermedad resulta de la accin de una pequea cantidad de veneno inicialmente introducida. En el clera este perodo de reproduccin o de incubacin es mucho ms corto que en otras enfermedades epidmicas o transmisibles. Es los casos mencionados vimos que generalmente es de 24 a 48 horas. Este perodo de incubacin tan corto, as como la cantidad de sustancia mrbida arrojada en las heces, hacen algunas veces que el clera se disemine con una rapidez no conocida en otras enfermedades. Los ejemplos en que cantidades pequeas de las deyecciones de los enfermos han sido tragadas son suficientemente numerosos para apoyar esta diseminacin de la enfermedad; al examinarlos, encontramos que la diseminacin aumenta cuando las facilidades para este modo de transmisin son mayores. Se encontr que nada favorece ms a la propagacin del clera que la carencia de aseo personal, ya sea por hbito o por carencia de agua, sin embargo estas circunstancias permanecieron inexplicadas por mucho tiempo. La ropa de cama casi siempre es mojada por las evacuaciones, pero como estas son desprovistas de su olor y color habitual, las manos de las personas que cuidan al enfermo se ensucian o contaminan sin que ellos se den cuenta; y al menos que sean muy escrupulosas en su aseo personal y laven sus manos antes de tomar alimentos, pueden tragar accidentalmente material evacuado o bien contaminar con l los alimentos que preparan y manejan para ser consumidos por el resto de la familia, que por pertenecer a la clase obrera muchas veces consume sus alimentos en el mismo cuarto del enfermo; y es as como surgen miles de ejemplos en esta clase de poblacin en los que un caso de clera en un miembro de la familia es seguido de ms casos, en tanto que el mdico y otras personas que slo visitaban a los enfermos generalmente escapan de la enfermedad, ya que es un deber que necesariamente obliga al lavado cuidadoso de las manos, as como porque los mdicos no tienen el hbito de consumir alimentos en tales ocasiones. Por otro lado, el manejo del cadver (amortajarlo y acomodarlo), cuando era efectuado por mujeres de la clase obrera que tienen la costumbre de tomar y beber en tales ocasiones, enseguida eran atacadas por el clera, personas que slo asistan al funeral y que no tuvieron ningn contacto con el cadver, con frecuencia tambin contraan la enfermedad, tomando en consideracin estos puntos, es evidente la participacin de los alimentos preparados o manipulados que atendieron al paciente o que manejaron sus ropas personales o de cama. La diseminacin involuntaria de las evacuaciones en los casos ms graves de clera, tambin debe ayudar a su propagacin. El seor Baker, de Satines, quien en 1849 atendi 260 casos de clera y diarrea, principalmente entre gente pobre, me inform en una carta que me hizo favor de enviarme en diciembre del mismo ao, que "cuando los pacientes diseminaban involuntariamente sus heces, la propagacin se haca evidente". Esto sucede entre los pobre, donde una familia entera duerme, cocina, como y lava en un solo cuarto; tambin se observ que la enfermedad una vez introducida se propagaba y permaneca ms tiempo en las llamadas posadas comunes, en donde varias familias se hacinaban en un solo cuarto. Entre los vagabundos que viven en este mismo estado de aglomeracin, el clera alcanz su mayor gravedad en 1832; gracias a una medida del Parlamento para la regulacin de las posadas comunes, los casos fatales de clera disminuyeron en la ltima epidemia. Cuando al contrario el clera es introducido a casa de mejor clase, como sucede a menudo, se encontr que era difcil se propagara de un miembro a otro de la misma familia. Esto se debe al uso regular de palangana y toalla, as como al cocinar y comer en un cuarto separado del enfermo. La poblacin minera de la Gran Bretaa ha sufrido ms del clera que el resto dedicado a otras actividades; esta particularidad yo creo puede ser explicada por la manera ya sealad de transmitirse la enfermedad. La situacin de los excavadores es diferente a la de otros trabajadores por muchas circunstancias fundamentales; en todas las minas y, principalmente las de carbn, se carece de letrinas, el trabajador tiene que permanecer largo tiempo dentro de la mina estando obligado a llevar consigo la comida y comerla siempre sin lavarse las manos y sin cuchillo ni tenedor.
3
La siguiente es una respuesta a una pregunta que hice en una mina conectada con una carbonera cercana a Leeds: "nuestros carboneros descienden a las cinco de la maana para estar listos y empezar a trabajar a las seis y abandonan el tiro entre las tres y media y cuatro de la tarde, permaneciendo dentro de la mina un promedio de ocho a nueve horas. El minero lleva consigo su provisin de comida al descender, que consiste en pan y algunas veces carne y todos llevan una botella conteniendo un cuarto de "bebida". Temo que nuestros carboneros no estn mejor que otros con respecto a limpieza. El "tiro" es una inmensa letrina y por supuestos, el trabajador siempre consume sus vveres sin lavarse las manos. De esta manera es evidente que si el minero es atacado por el clera cuando est trabajando, la enfermedad se propaga a sus compaeros de trabajo con mayor facilidad que en otras ocupaciones. En Northum Berland, en el invierno de 1831-1832 he visto sacar de las minas a hombre atacados ocasionalmente mientras trabajaban y que despus de haber tenido grandes descargas gastrointestinales, estaban cercanos al colapso Si el clera no tuviera otras formas de transmisin que las que se han expuesto, forzosamente se limitara casi exclusivamente a las viviendas atestadas de un lugar, por falta de oportunidad para encontrar nuevas vctimas, pero existe a menudo una va abierta que le permite extenderse por s mismo, y atacar a las clases acomodadas de la comunidad; estoy refirindome al hecho de que las evacuaciones de los enfermos de clera se mezclan con el agua que se usa para beber y para el consumo domstico, ya sea atravesando el terreno los pozos o cisternas, o bien corriendo por canales que desaguan en ros de donde algunas veces poblaciones enteras se abastecen de agua. EL CLERA CERCA DE GOLDEN SQUARE El brote ms terrible de clera transcurrido en este reino, probablemente sea el que sucedi en la calle Broad (Golden Square) y las contiguas a esta, hace pocas semanas. A 250 yardas del lugar donde la calle Cambridge se une con la calle Broad, sucedieron 500 casos fatales de clera en el lapso de diez das. Esta mortalidad tan elevada en un rea tan pequea nunca haba ocurrido en el pas, ni an en tiempo de la peste; su aparicin fue rapidsima y gran numero de casos terminaron con la muerte en cuestin de horas. La mortalidad con toda seguridad hubiese sido ms grande si la poblacin no huye del lugar, los primeros en escapar fueron los que vivan en posadas, despus fueron los de las dems casas; abandonaron sus muebles y enseres que trasladar despus de encontrar un lugar donde colocarlo. Muchas casas fueron cerradas al morir sus propietarios y tambin gran nmero de comerciantes mandaron fuera a sus familiares; As, en menos de seis das despus de iniciado el brote, las calles ms atacadas estaban desiertas, con tan solo una cuarta parte de sus habitantes. Hubo unos pocos casos de clera en los ltimos das de agosto entre los vecinos de la calle Broad, el brote que se inici la noche entre el 31 de agosto y el 1. de septiembre fue, lo mismo que en otros ejemplos semejantes, slo un aumento violento en la enfermedad. Tan pronto me enter de la existencia y propagacin del clera pens en la contaminacin del agua en el pozo de bomba ms frecuentado en la calle Broad, que est situado cerca de la unin con la calle Cambridge; pero al examinar el agua en la tarde del 3 de septiembre, encontr tan pequeas impurezas de naturaleza orgnica, que rechac el llegar a una conclusin. Sin embargo, investigaciones posteriores me demostraron que no haba otras circunstancias o agentes comunes, que pudieran explicar el rpido incremento circunscrito a una localidad y su nodiseminacin a otras, excepto el agua de la bomba antes mencionada. Encontr tambin que la cantidad de impureza orgnica del agua, en forma de partculas blancas, visibles a simple vista cuando se examinaban de cerca, vari en los dos das siguientes; esto me hizo suponer que al iniciarse el brote, el agua estaba an ms impura. Me decid a solicitar permiso de la Oficina General de Registro, para elaborar una lista de todos los muertos por clera, en los subdistritos de Golden Square: calles Berwick, Sta. Ana y Soho, durante la semana que termin el 2 de septiembre, la que me fue proporcionada amablemente. En los tres subdistritos se registraron durante esa semana 84 muertes; de estas, slo seis ocurrieron en los cuatro primeros das de la semana y cuatro el jueves 31 de agosto; las restantes 79, el viernes y el sbado. As, tuve que considerar que el brote se haba iniciado el jueves e investigu cuidadosamente las 83 muertes ocurridas los tres ltimos das de la semana. Examinando el rea, encontr que casi todas las muertes haban ocurrido en las casas cercanas al pozo de la calle Broad, y que slo 10 muertes haban ocurrido en casas ms cercanas a los pozos de otras calles. En cinco de estos casos, los familiares del fallecido me informaron que siempre acarreaban el agua del pozo de la calle Broad, ya que as lo preferan, no obstante tener otros pozos ms cercanos a sus domicilios. Otros tres de estos casos fueron nios que asistan a una escuela cercana al pozo mencionado, en dos de ellos se confirm que tomaron de esta agua y los padres del tercero pensaron que su hijo tambin la tom. Las otras dos muertes ocurridas en el distrito lejano del pozo mencionado, representan la mortalidad por clera ocurrida antes de que el brote se iniciara.
Al revisar las muertes ocurridas en los alrededores del pozo Broad, me informaron que 61 de los que murieron tomaban agua del referido pozo, ya de una manera constante, u ocasionalmente. En seis casos no pude recoger ninguna informacin al respecto, ya que las personas conectadas a los fallecidos haban partido hacia otros lugares; y en otros seis casos me inform que las personas muertas no tomaron agua de ese pozo antes de enfermar. La investigacin demostr que no hubo aumento u otros brotes de clera en esta parte de Londres, excepto en las personas que tenan el hbito de tomar agua del pozo mencionado. En la tarde del jueves 7 de septiembre me entrevist con el Consejo de Guardias de la Feligresa de San Jaime, y les expuse y expliqu las circunstancias. Como resultado de lo que les dije, el manubrio de la bomba del pozo fue clausurado al da siguiente. Hay algunos hechos que pueden tomarse en cuenta para un pequeo nmero de los casos relatados, pues an cuando se cree que no tomaron agua del pozo de la calle Broad, pudieron haberlo hacho de muchas maneras sin que sus parientes o amigos se dieran cuenta, ya que el agua se us para mezclarla con otras sustancias en todos los establecimientos pblicos de los alrededores, como restaurantes y cafeteras. La encargada de una cafetera del barrio, frecuentada por mecnicos, me inform (el 6 de septiembre) que el agua del pozo fue servida durante la cena, ya que ella misma tuvo el cuidado de hacerlo para 9 de sus clientes que murieron. El agua del pozo tambin se vendi en varias tiendas pequeas mezclada con una cucharada de polvo efervescente con el nombre de "Sherbet"; pudo haberse distribuido tambin de varias otras maneras que yo ignoro. El pozo fue frecuentado mucho ms que de costumbre, y an ms que cualquier pozo de los otros barrios populosos de Londres. Algunos hechos apoyan lo expuesto por este brote de clera y deben ser mencionados. Una fbrica en la calle Polonia se encuentra rodeada en ms de sus tres cuartas partes por casas donde ocurrieron las defunciones por clera, pero a pesar de tener 535 operarios, solo cinco murieron de clera; otras muertes ocurrieron en personas admitidas despus de haber sido atacadas. La fbrica tiene un pozo en sus propios terrenos, adems del abastecimiento que les proporciona la Gran Unin de Abastecimientos de Agua; los operarios nunca mandan por agua al pozo Broad. Si la mortalidad en la fbrica hubiera sido igual a la de la calles inmediatas en su periferia, los trabajadores muertos hubieran sido ms de 100. Hay una fbrica de cerveza en la calle Broad, cerca del pozo, ninguno de cuyos trabajadores muri de clera; al enterarme de esto acud al seor Huggins, propietario de la fbrica, quien me inform tener cerca de 70 hombres trabajando en la cervecera, de los cuales ninguno sufri de clera cuando menos en forma severa, y solamente dos se sintieron levemente indispuestos cuando el padecimiento prevaleca. Los hombres eran dotados de una cantidad de licor de malta y el seor Huggins cree que no tomaban agua para nada y que tampoco usaban la proveniente de esa calle. Hay un pozo profundo en la cervecera, que adems consume agua del Ro Nuevo. En una fbrica de fulminantes en el nmero 37 de la calle Broad, donde trabajaban cerca de 200 empleados, existen dos toneles en los terrenos de la fbrica que siempre se surten con agua del pozo de esa calle y la toman loa que quieran; 18 trabajadores que la tomaban murieron de clera en sus propias casas, 16 hombres y dos mujeres. El doctor Fraser fue el primero en llamar mi atencin sobre los hechos siguientes, que son quizs los ms significativos en probar relacin entre el pozo de la calle Broad y el brote de clera. En la "Lista Semanal de Nacimientos y defunciones" de septiembre 9, hay registrada una defuncin ocurrida en el distrito de Hampstead: "en West End, el 2 de septiembre, la viuda de un trabajador (fabricante) de fulminantes, de 59 aos, sufri diarrea 2 horas y clera epidmico 16 horas. Un hijo de la seora, me inform que ella estuvo ausente del vecindario de la calle Broad por muchos meses, pero que le gustaba el agua del pozo de esa calle, la cual reciba en una botella grande que diariamente le llevaban en una carreta. Recibi agua del pozo el jueves 31 de agosto, la bebi por la tarde, el clera la atac la tarde del viernes y muri el sbado; stos datos se sacaron del registro de su muerte. Una sobrina que estaba de visita en casa de la seora, tambin tom de esa agua; despus regres a su casa que estaba situada en la parte alta y libre del clera en Islington; fue atacada de clera y tambin muri. En ese tiempo no haba clera en el West End ni en el distrito donde muri la sobrina. Junto con ellas, slo una criada tom de esa agua en West End (Hampstead) y no sufri molestias o cuando menos severamente. Hubo muchas personas que bebieron agua del pozo de Broad en el tiempo que ocurri el brote y que no fueron atacadas de clera, pero este hecho no disminuye la evidencia de la participacin del agua, por las razonas expuestas ampliamente en otra parte de este trabajo.
El distrito en que ocurri el brote de clera cuenta con casas y calles de diferente calidad; la calle Polonia y la Great Pulteney cuentan con gran nmero de casas privadas ocupadas por una familia, en tanto que la calle Husband y Peter estn ocupadas en su mayora por irlandeses pobres. Las calles restantes son intermedias en cuanto a respetabilidad. La mortalidad fue igual en todas las clases y proporcional al nmero de quienes la integraban. En el cuadro 1 se muestra la cronologa de este terrible brote de clera.
CUADRO 1 Fecha Agosto 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 Septiembre 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 153 116 54 46 36 20 28 12 11 5 5 1 3 0 1 4 2 70 127 76 71 45 37 32 30 24 18 15 6 13 6 8 6 5 6 1 1 1 0 1 1 0 1 1 1 1 8 56 1 0 2 0 0 2 0 0 1 0 1 2 3 Nmero de casos fatales Muertes
3 0 0 2 1 1 1 1 1 1 0 0 0 45 616
2 3 0 0 2 3 0 0 2 0 2 1 0 0 616
Es casi seguro que slo algunos de los 56 casos que aparecen en el cuadro el 31 de agosto, se iniciaron en las ltimas horas de la tarde. La aparicin del brote fue extremadamente rpida (segn me inform un mdico que vive en el centro del distrito atacado), y comenz en la noche entre el 31 de agosto y el 1. de septiembre. Solo unos cuantos de quienes enfermaron durante los tres primeros das presentaron antecedentes de diarrea, y los mdicos que los atendieron me informaron que muy pocos se recuperaron. El 1. de septiembre, inmediatamente despus de iniciado el brote, fue el da en que hubo mayor nmero de casos (143); un da despus, bajaron a 116 y al siguiente a 54. Estudiando el cuadro vemos que el nmero de casos continu disminuyendo da tras da. El 8 de septiembre, da en que se cancel el manubrio de la bomba, se presentaron 12 casos; el da 9, 11; el 10, 5; el 11, 5; el 12 slo uno y despus de esto, nunca se presentaron ms de cuatro casos en el mismo da. A medida que la epidemia declinaba, las muertes diarias iban siendo ms numerosas que los nuevos casos, y ocurran en las personas que haban padecido fiebre por varios das. No hay duda de que la mortalidad disminuy como ya dije antes, al huir la poblacin tan pronto apareci el brote, no obstante, los ataques disminuyeron en tan gran medida, antes de que se dejara de usar agua, que era imposible determinar si el pozo segua conteniendo el veneno del clera en estado activo o bien, si por alguna causa se haba liberado de l. El pozo fue abierto e inspeccionado por el seor Farell, quien me inform que no encontraron agujeros o grietas en las paredes del mismo, por las causas de algunas impurezas hubiesen podido penetrar, as pues, por las condiciones fsicas encontradas no se puede determinar cmo se contamin el agua. Entiendo que el pozo tiene una profundidad de 28 a 30 pies, y que atraviesa por una capa de grava en su superficie y otra de arcilla en el fondo. El drenaje correa unas cuantas yardas del pozo y a 22 pies de profundidad. El agua del pozo, como ya lo dije antes, contena impurezas orgnicas en forma de partculas blancas visibles fcilmente cuando se inspeccionaba el agua de cerca. El doctor Hassall, quien era muy competente para examinar muestras de agua al microscopio, me comunic que dichas partculas no tenan estructura orgnica y pensaba provenan de la descomposicin de otra sustancia. Encontr en el agua un gran nmero de animalillos ovales muy pequeos a los que no dio importancia, excepto para probar que el agua contena materia orgnica en la que vivan. El agua tambin contena gran cantidad de cloruros que indicaban sin duda la gran impureza de los manantiales que surtan el pozo. El seor Eley, quien haca fulminantes en el nmero 37 de la calle Broad, me inform que desde haca dos das haba notado que el agua ola y saba mal. Esto como ya dije antes, es caracterstico del agua contaminada por el alcantarillado. Otra persona observ durante meses que se formaba una pelcula sobre la superficie del agua cuando se le mantena inerte durante algunas horas. Investigu con varias personas si haban notado algn cambio en el agua, relacionado con la aparicin de la epidemia, su contestacin fue negativa. Posteriormente encontr sobre este punto, una informacin importante proporcionada por el
7
seor Gould, eminente ornitlogo, que viva por el pozo Broad y habitualmente tomaba de su agua. Estaba fuera del pueblo cuando se inici la epidemia, regres a su casa el sbado por la maana (2 de septiembre) e inmediatamente mand por agua, sorprendindose al encontrar que ola mal a pesar que era transparente y recin sacada del pozo. Opt por no beberla. Su asistente el seor Prince que acarre el agua, tambin not que ola mal. Una criada del seor Gould que tomaba agua del pozo todos los das, bebi una buena cantidad el 31 de agosto, enferm de clera las primeras horas del 1. de septiembre y termin recuperndose. No puedo asegurar si las impurezas del agua provenan del alcantarillado o del drenaje que haba en el barrio. Fui informado por un eminente ingeniero que mientras una coladera en terreno arcilloso requiere ser vaciada para limpieza cada seis u ocho meses, un albaal en arena o grava puede permanecer sin vaciarse hasta veinte aos, ya que las materias solubles se filtran hacia el terreno que lo rodea. Como ya haban ocurrido algunas muertes por clera no muy lejos del pozo antes que apareciera el brote, es posible que las evacuaciones de estos enfermos hayan contaminado el agua y contribuyeran as con los otros hechos ya mencionados, a la aparicin de la epidemia. Algo muy importante con respecto al agua de este pozo, fue que casi todos quienes la beban pensaban que estaba pura, ya que en efecto contena menos impurezas aparentes que las aguas de otros pozos de la misma feligresa, que no participaron en la propagacin de la enfermedad. A raz de esta epidemia debemos concluir que la cantidad de materia mrbida necesaria para producir el clera es inconcebiblemente pequea y que los pozos de bombeo superficiales de una localidad no pueden ser desechados como sospechosos en un brote, cualquiera que sea la calidad que se reconozca a su agua. Lo ms probable es que el agua del pozo Broad se contamin con las evacuaciones de enfermos de clera y produjo as la terrible epidemia en la feligresa de San Jaime; no hay otra circunstancia que explique ms ampliamente lo sucedido, aun cuando puedan adoptarse varias hiptesis sobre la naturaleza y causas de la enfermedad Fuente: Extracto de estudios de Snow sobre el clera. E. Gurney Clark y Anna Gelman. En: Taller de Introduccin a la Investigacin Epidemiolgica, Vol. 2, Ejercicios del Colegio Mdico de Nueva York. Traduccin y adaptacin de Dionisio Aceves Sanos, Xochimilco, Mx., Universidad Nacional Autnoma Metropolitana, 1981.
10