Universidad Latina de Panamá

Facultad de Ciencias de la Educación y Desarrollo Humano

Lic. Psicología

Desarrollo Psicosocial en la niñez media (Proyecto Final,

examen)

Estudiantes: Jon Toruño 8-1019-634

Ambar Lizardi 150919311

Yolanda Serrano 1-733-2214

Isis Ureña 8-1015-2167

Carlos Camaño 8-1016-2025

Materia: Psicólogia del desarrollo humano I

Docente: Stephany Zambrano

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 Índice
Introducción – página 3
Desarrollo psicosocial en la niñez media: concepto- página 4
El yo en su desarrollo – página 5
El niño en la familia – página 6
El niño en su grupo de pares – página 14
Salud mental- pagina 17
Anexo- página 20
Conclusión- página 23
Bibliografía – página 24

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 Introducción

La niñez media, que abarca aproximadamente desde los 6 hasta los

12 años de edad, es un periodo de importante desarrollo psicosocial
en la vida de un niño. Durante esta etapa, los niños experimentan
cambios significativos en su autoconcepto, su capacidad para
interactuar con su familia y amigos, y su salud mental. En esta
monografía, se examinará en detalle el desarrollo psicosocial en la
niñez media, incluyendo la evolución del yo en desarrollo del niño,
su relación con la familia y el grupo de pares, y su bienestar
psicológico. Se analizarán los principales factores que influyen en el
desarrollo psicosocial del niño, y se presentarán investigaciones y
teorías relevantes en cada uno de los temas tratados. En resumen,
este trabajo tiene como objetivo proporcionar una comprensión
profunda y amplia del desarrollo psicosocial en la niñez media, lo
que permitirá una mejor comprensión de las necesidades y desafíos
que enfrentan los niños en esta etapa crucial de sus vidas.

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 Desarrollo psicosocial en la niñez
media

El desarrollo psicosocial en la niñez media se refiere a los cambios

y progresos que experimentan los niños en sus aspectos
emocionales, cognitivos y sociales durante esta etapa de su vida. A
medida que los niños crecen, comienzan a desarrollar una
comprensión más profunda de sí mismos, su entorno y las
relaciones que tienen con los demás.
Uno de los aspectos más importantes del desarrollo psicosocial en
la niñez media es la evolución del yo en desarrollo. Los niños
comienzan a desarrollar un sentido más completo de quiénes son y
cómo encajan en el mundo que los rodea. Esto incluye una mayor
conciencia de sus habilidades, intereses y valores, así como una
mayor capacidad para reflexionar sobre sus propias emociones y
pensamientos.
Otro aspecto importante del desarrollo psicosocial en la niñez media
es la relación que los niños tienen con su familia. Durante esta
etapa, los niños comienzan a depender menos de sus padres y a
establecer relaciones más independientes con ellos. A su vez, los
padres juegan un papel importante en ayudar a los niños a
desarrollar un sentido de autonomía y autoestima positiva.
Además, el grupo de pares se vuelve cada vez más importante para
los niños en la niñez media. Los niños comienzan a buscar la
aprobación de sus amigos y a establecer vínculos más profundos
con ellos. Esto puede ser un momento emocionante y desafiante
para los niños, ya que aprenden a navegar las complejidades de las
relaciones sociales.
Finalmente, la salud mental es un aspecto fundamental del
desarrollo psicosocial en la niñez media. Los niños pueden
experimentar una variedad de emociones y desafíos en esta etapa,
y es importante que se sientan apoyados y cuidados. Los padres,
los profesionales de la salud y otros adultos en la vida del niño
pueden desempeñar un papel importante en la promoción de la

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salud mental positiva y la prevención de problemas emocionales y
conductuales.

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 El yo en su desarrollo

Durante los años de la infancia media se desarrolla el concepto de

si mismo, que es esencial para el desarrollo social y de la
personalidad.
El autoconcepto es la imagen que cada persona tiene de sí misma y
se nos muestra de varias formas, como a través de nuestros
pensamientos, sentimientos y de la forma de relacionarnos con
otras personas. Conocernos, analizar como percibimos nuestra
forma de pensar, creencias y comportamientos. La autopercepción
está íntimamente relacionada con la autoestima.
Este proceso más intenso de autodescubrimiento tiene lugar
durante la preadolescencia, adolescencia y juventud, que es cuando
más se forma nuestra identidad, pero seguimos conociéndonos y
aprendiendo sobre nosotros durante toda la vida, de la misma
manera que seguimos evolucionando.
En el siglo XIX, el estadounidense William James, profesor de
Harvard y fundador de la psicología funcional, distinguía entre el
‘’mi’’, objeto de la experiencia, y el ‘’yo’’ observador.
Para Sigmund Freud, el ‘’yo’’, lo entendia como un ente intermedio
entre la biología de la persona y el mundo que lo rodea: la parte
consciente de la mente, que debe satisfacer los impulsos
inconscientes del ‘’ello’’, considerando las exigencia del mundo de
la conciencia, formado por normas sociales interiorizadas, al que
llama ‘’superyo’’. Para el padre del psicoanálisis, las funciones del
‘’yo’’ destacan
Actualmente y en el ámbito de la psicología social, destacan la
teoría de la autodiscrepancia, desarrollada por el director del Centro
de Ciencias de la Motivación de la Universidad de Columbia,
Edward T. Higgins y la de la auto complejidad, desarrollada por
Patricia Linville. En ambos casos el ‘yo’ está más relacionado con el
autoconocimiento, ya que se entiende como el conjunto de ideas
que tenemos sobre nosotros mismos.
En su teoría, Higgins plantea que encontramos el ‘yo’ real (cómo
soy), el ‘yo ideal’ (cómo querría ser), el yo que debería ser, el yo
potencial y el Yo futuro. La base de nuestro autoconcepto sería el
6
‘yo real’. La teoría de la auto complejidad sostiene que la identidad
depende los rasgos centrales de la personalidad, de la actividad
profesional, de las relaciones que mantenemos con el entorno y con
otras personas y de los roles sociales que vamos adquiriendo. La
auto complejidad se clasificaría por niveles y cuanto mayor sea
esta, mayor será la capacidad de resiliencia de una persona.

Autoestima, autoimagen y el yo ideal:

El yo ideal (entendido como quien quieres se, la autoimagen (o la
forma en la que cada uno se ve), y la autoestima (cuánto te
valoras), son las claves del autoconcepto tal y como lo entiende el
psicólogo humanista Carl Rogers. Para él, el autoconcepto no está
siempre alineado con la realidad: Si lo está, hablamos de un
autoconcepto congruente, mientras que si hay discrepancias, se
habla de incongruencias, que suelen tener su origen en la infancia.
Más recientemente aparece la psicología postracionalista, de la
mano de Vittorio Guidano, en la que el yo se concibe como entidad
en constante proceso de construcción que da sentido a las
experiencias que se van sucediendo en la vida. Entiende el ‘yo’
como la parte emocional y corporal de cada experiencia, más
inconsciente, y el ‘mi’ como la parte que genera significado a través
del lenguaje.

Crecimiento emocional y conducta prosocial:

El yo, el ser no es entregado al individuo por sus padres o por la
cultura. En su lugar, ellos mismos encuentran y construyen su
propio yo. Estudiar el yo en la infancia es difícil principalmente
porque los niños son incapaces de describir con el lenguaje sus
propias experiencias.
Independencia, no solo se desarrolla el sentido del yo durante el
segundo año, la independencia también se convierte en un tema
central en la vida del niño. Según las teoria del Mahler y Erickson,
se afirma que tienen implicaciones importantes para el desarrollo
del yo y de la independencia. Se cree que el niño pasa por un
proceso de separación y después de individualización. La

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separación implica el alejamiento del niño de la madre. La
individualización implica el desarrollo del yo.

El niño en la familia:

El desarrollo psicosocial en la niñez media es un proceso crucial en

la vida del niño, y la familia desempeña un papel importante en este
proceso. Durante la niñez media, los niños comienzan a desarrollar
una mayor independencia y autonomía, lo que puede afectar las
dinámicas familiares y la relación entre padres e hijos.
Los padres pueden apoyar el desarrollo psicosocial de sus hijos en
la niñez media al fomentar su independencia y autonomía de
manera adecuada. Esto incluye permitirles tomar decisiones
apropiadas para su edad, apoyar su creciente responsabilidad y
permitirles tener más libertad para explorar y experimentar.
Además, la comunicación abierta y efectiva entre padres e hijos es
esencial para el desarrollo psicosocial saludable en la niñez media.
Los padres deben estar disponibles para escuchar y discutir los
problemas de sus hijos, y ofrecer orientación y apoyo emocional
cuando sea necesario.
Sin embargo, los conflictos y la tensión familiar pueden ser
comunes durante esta etapa de la vida del niño. Los padres pueden
ayudar a reducir estos problemas al establecer límites claros y
consistentes, y alentar a sus hijos a expresar sus emociones de
manera saludable.

Atmósfera familiar:
El ambiente familiar es un factor crucial en el desarrollo psicosocial
de los niños en la niñez media. Según un estudio realizado por
Kaczynski, Lindahl, Malik y Laurenceau (2006) que involucró a 226
familias étnicamente diversas con hijos en edad escolar, se observó
una relación entre el conflicto matrimonial y la crianza ineficaz. Los
niños que estaban expuestos a la discordia de los padres y la mala
crianza tenían más probabilidades de mostrar altos niveles de

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conductas de internalización, como ansiedad, temor y depresión,
así como de conductas de externalización, como agresividad,
peleas, desobediencia y hostilidad.

Además, los padres pueden afectar la atmósfera familiar al manejar

la creciente necesidad de independencia y autonomía de los niños
en edad escolar. Es importante que los padres brinden un ambiente
seguro y de apoyo para que los niños desarrollen una autoestima
saludable y una mayor capacidad para establecer relaciones
saludables y satisfactorias con los demás.
Otro factor que puede contribuir a la atmósfera familiar es la
situación económica de la familia. La falta de recursos económicos
puede ser un factor estresante para la familia y puede afectar
negativamente el bienestar emocional de los niños. Además, el
trabajo de los padres puede tener un impacto en el tiempo que
pasan con sus hijos y en la calidad de la relación que tienen con
ellos.

Problemas de crianza: del control a la corregulación:

En la crianza, los padres pasan de controlar a corregular con sus
hijos en la etapa de niñez media. Durante esta etapa, los padres
supervisan mientras permiten que los niños tengan autorregulación
continua. Los padres utilizan menos la intervención directa y más la
conversación con sus hijos, y estos están más dispuestos a cumplir
los deseos de sus padres cuando reconocen que son justos y se
interesan por su bienestar. En cuanto a la disciplina, los padres
utilizan técnicas inductivas y disminuyen el uso del castigo físico a
medida que los niños crecen. La forma en que los padres e hijos
resuelven los conflictos es importante para la comprensión de las
reglas y normas por parte de los niños. Las diferencias culturales
son importantes en la crianza, y la crianza autoritaria no se asocia
con sentimientos maternales negativos o baja autoestima en los
niños en culturas que enfatizan la interdependencia familiar.

Efectos del trabajo de los padres:

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El trabajo de los padres puede tener un impacto significativo en el
desarrollo psicosocial de los niños durante la niñez media
(aproximadamente entre los 6 y 12 años). Algunos de los efectos
que se han encontrado en la investigación:

-Tiempo de calidad: La cantidad y calidad del tiempo que los padres

pasan con sus hijos es fundamental para su desarrollo. Los niños
que tienen padres que pasan mucho tiempo con ellos, que les
brindan apoyo emocional y que les ofrecen actividades
enriquecedoras, tienden a tener un mejor desarrollo psicosocial.
-Nivel socioeconómico: El nivel socioeconómico de la familia puede
influir en el desarrollo psicosocial de los niños. Los niños que crecen
en familias con recursos económicos limitados pueden estar
expuestos a más estrés, lo que puede afectar su bienestar
emocional y su capacidad para desarrollar habilidades sociales.
-Modelos a seguir: Los padres son los modelos a seguir más
importantes de los niños. Si los padres trabajan duro y tienen éxito
en sus trabajos, esto puede ser un ejemplo positivo para sus hijos.
Por otro lado, si los padres tienen trabajos estresantes y poco
satisfactorios, esto también puede tener un impacto negativo en el
desarrollo psicosocial de los niños.
-Comunicación: La comunicación entre los padres y los niños es
fundamental para su desarrollo emocional. Los niños que tienen
padres que se comunican bien con ellos y que les brindan apoyo
emocional tienden a tener una mejor salud mental y emocional.
-Estrés: Los padres que trabajan en trabajos estresantes pueden
transmitir ese estrés a sus hijos. Los niños pueden sentirse
ansiosos o preocupados si ven a sus padres estresados y esto
puede afectar su bienestar emocional y su capacidad para
desarrollar habilidades sociales.
Es importante tener en cuenta que el impacto del trabajo de los
padres en el desarrollo psicosocial de los niños puede variar según
el niño y la familia. Cada familia es única y los padres deben
encontrar un equilibrio que funcione para ellos y para sus hijos.

Pobreza y crianza:
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La pobreza puede tener un impacto significativo en el desarrollo
psicosocial de los niños en la niñez media, y la crianza en este
contexto puede ser particularmente desafiante. Los niños que
crecen en familias pobres pueden estar expuestos a estrés y
privaciones materiales, lo que puede afectar su bienestar emocional
y su capacidad para desarrollar habilidades sociales. Los padres en
situación de pobreza pueden tener dificultades para brindar a sus
hijos una atención adecuada debido a las limitaciones económicas y
de tiempo, lo que puede afectar la calidad de la relación padre-hijo y
la capacidad de los padres para brindar apoyo emocional y
enriquecedor.

Estructura familiar:
Antes, la mayoría de los niños crecían con dos padres casados,
pero ahora solo dos de cada tres viven con dos padres biológicos,
adoptivos o con padrastros. Sin embargo, los niños que crecen con
dos padres felices y casados suelen experimentar un estándar de
vida más alto y una crianza más efectiva. La inestabilidad familiar
puede ser más perjudicial para los niños que el tipo particular de
familia en la que viven. La relación positiva y frecuente de un padre
con su hijo se relaciona directamente con el bienestar y el desarrollo
físico, cognitivo y social del niño. Desafortunadamente, más de 26%
de los niños estadounidenses vive en hogares sin padre y alrededor
del 13% nunca ha conocido a su padre.
Cuando los padres se divorcian:
El divorcio de los padres puede tener un impacto significativo en el
desarrollo psicosocial de los niños en la niñez media. Los niños en
esta etapa de la vida pueden experimentar sentimientos de
ansiedad, depresión, culpa y pérdida, así como tener dificultades
para adaptarse a los cambios en la estructura familiar y las nuevas
rutinas. Es importante que los padres brinden apoyo emocional y
continúen teniendo una presencia activa en la vida de sus hijos
durante y después del divorcio para ayudar a mitigar estos efectos
negativos. Además, los padres pueden considerar buscar ayuda
profesional para ayudar a sus hijos a procesar sus emociones y
ajustarse a la nueva situación familiar.
Familia monoparental:

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La familia monoparental es aquella que está compuesta por uno de
los padres y los hijos. En este tipo de familia solo hay una cabeza
responsable de todos los asuntos relacionados con el grupo
familiar.
Este tipo de familias se pueden elegir de manera voluntaria,
actualmente es muy común ver mujeres u hombres que gozan de
una buena estabilidad emocional y económica; y deciden tener hijos
sin necesidad de tener una pareja o contraer matrimonio. Asimismo
la familia monoparental también se puede dar por un hecho no
deseado. Como por ejemplo un divorcio, pero finalmente en ambos
casos se acoge la misma consideración.
La vida en una familia que cohabita:
Las familias que cohabitan son similares en muchos sentidos a las
familias casadas, pero los padres suelen tener más carencias . Por
lo general su ingreso y educación son menores, informan de
relaciones malas y tienen más problemas de salud mental. En
consecuencia, no sorprende que los datos de una encuesta
nacional aplicada a 35 938 familias estadounidenses evidenciaron
peores resultados emocionales, conductuales y académicos de los
niños de seis a 11 años que vivían con padres biológicos
cohabitantes que de los que vivían con padres biológicos casados .
La diferencia entre los resultados se debía en gran medida a
diferencias en los recursos económicos, bienestar de los padres y
eficacia de la crianza . Además, las familias que cohabitan son más
propensas a la ruptura que las familias casadas. Aunque alrededor
de 40% de las madres solteras vive con el padre del niño en el
momento del parto, 25% de las parejas que cohabitan ya no está
junta un año más tarde y 31% se separa después de cinco años
Vivir en una familia reconstituida:
A la larga, la mayoría de los padres divorciados vuelven a casarse
y muchas madres solteras se casan con hombres que no son los
padres de sus hijos, con lo cual forman familias reconstituidas o
mezcladas. Quince por ciento de los niños estadounidenses viven
en familias mezcladas. El ajuste a un padrastro puede ser
estresante. La lealtad de un niño a un padre ausente o muerto
puede interferir con la formación de vínculos con un padrastro . Sin
embargo, algunos estudios han encontrado que la presencia de un
padrastro es beneficiosa para los niños, que suelen tener más
12
dificultades que las niñas para ajustarse al divorcio y para vivir con
una madre soltera.
Por otro lado, una niña puede sentir que el nuevo hombre en la
casa es una amenaza a su independencia y a su estrecha relación
con su madre. En un estudio longitudinal que se llevó a cabo en
Estados Unidos con una muestra adulta nacional representativa, las
madres que volvían a casarse o que formaban nuevas relaciones de
cohabitación por lo regular preferían una disciplina más suave que
las que permanecían solteras; además, sus hijos manifestaban
mejores relaciones con ellas. Por otro lado, la supervisión era mayor
en las familias estables con madres solteras.
La vida con padres homosexuales :
Se estima que nueve millones de niños y adolescentes
estadounidenses tienen por lo menos un padre homosexual , gay o
lesbiana. Algunos homosexuales crían a niños nacidos de
relaciones heterosexuales previas; otros conciben por medios
artificiales, usan madres sustitutas o adoptan niños Una cantidad
considerable de investigaciones ha examinado el desarrollo de los
hijos de gais y lesbianas, en especial la salud física y emocional,
inteligencia y ajuste, sentido del yo, juicio moral, y funcionamiento
social y sexual sin encontrar motivos especiales de preocupación
No existen diferencias consistentes entre los padres homosexuales
y heterosexuales
Familias adoptivas:
La adopción se encuentra en todas las culturas a lo largo de la
historia. No es una práctica sólo de las personas estériles, sino que
también ha permitido que personas solteras, viejas, parejas
homosexuales y gente que ya tiene hijos biológicos se conviertan
en padres adoptivos. En 2004, 1.5 millones de niños
estadounidenses menores de 18 años —cerca de 2.5%— vivían
con al menos un padre adoptivo. Se estima que el 60% de las
adopciones legales se concretan por padrastros o familiares, por lo
general, los abuelos . La adopción suele realizarse por medio de
organismos públicos o privados. Se supone que estas adopciones
son confidenciales, que no existe contacto entre la madre biológica
y los padres adoptivos, y que la identidad de la madre biológica se
mantiene en secreto. Sin embargo, en años recientes se han
incrementado de manera notable las adopciones independientes ,
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que se llevan a cabo mediante un acuerdo directo entre los padres
biológicos y los padres adoptivos. Muchas de ellas son adopciones
abiertas en las que ambas partes comparten información o tienen
contacto directo con el niño. Algunos estudios sugieren que los
riesgos supuestos de la adopción abierta, como el temor de que la
madre biológica que conoce el paradero de su hijo trate de
reclamarlo.
Adoptar un niño implica desafíos especiales: integrar al niño a la
familia, explicarle la adopción, ayudarlo a desarrollar un sentido
sano del yo y tal vez ayudarlo a encontrar y entrar en contacto con
los padres biológicos.
Relaciones entre hermanos:
En las áreas rurales remotas de Asia, África, Oceanía y Centro y
Sudamérica es común ver a las niñas mayores que cuidan a tres o
cuatro hermanos menores. En dichas comunidades, los hermanos
mayores tienen un importante papel definido por la cultura. Los
padres entrenan a sus hijos para que éstos enseñen a sus
hermanos y hermanas menores a recoger leña, acarrear agua,
atender a los animales y cultivar la comida. Los hermanos menores
absorben valores intangibles como el respeto a los mayores y a
colocar el bienestar del grupo por encima del bienestar personal
En las sociedades industrializadas como la estadounidense, los
padres por lo general tratan de no “cargar” a los hijos mayores con
el cuidado regular de sus hermanos. Los hermanos mayores
enseñan a sus hermanos más pequeños, pero, por lo regular, esta
tarea se lleva a cabo de manera informal y no como una parte
establecida del sistema social.

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 El niño en su grupo de pares

Durante todo lo que abarca la niñez media se van formando poco a

poco grupos de pares o semejantes, que se van estableciendo de
manera fluida y natural entre los niños que comparten ciertos
aspectos en su vida, ya sea si van juntos a la escuela, si comparten
el mismo vecindario o barriada, si son del mismo origen racial o
étnico y si son de posición socioeconómica similares. Todo esto
influye mucho en el desarrollo psicológico que posteriormente va
ocurriendo durante su crecimiento.

Efectos positivos y negativos de la relación con los pares:

Al interactuar con los grupos de pares del mismo sexo influyen en la
construcción de la identidad de género y autoconcepto en niños y
niñas. Un estudio realizado con niños de tercero a séptimo grado
encontró que la noción de ser característico del género y estar
contento con él aumentaba la autoestima y el bienestar, mientras
que sentirse presionado para conformarse a los estereotipos de
género disminuía el bienestar. Sin embargo, los grupos de pares
también pueden reforzar el prejuicio y la discriminación hacia
extraños, especialmente hacia miembros de ciertos grupos raciales
o étnicos. Estudios sugieren que el prejuicio y la discriminación
pueden ser muy dañinos, y que el contacto prolongado con grupos
diferentes puede reducir el prejuicio. El grupo de pares también
puede fomentar tendencias antisociales, especialmente en
preadolescentes que son muy susceptibles a la presión para
conformarse.

Popularidad:

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La popularidad puede ser un factor importante en la vida de los
niños y puede tener consecuencias importantes para su desarrollo
social y psicológico. Es importante que los padres, maestros y otros
adultos ayuden a los niños a desarrollar habilidades sociales y
emocionales para que puedan relacionarse de manera saludable
con sus pares, aunque que una persona sea popular en esta etapa
de la vida no asegura que será un buen líder o que tendrá una
mayor facilidad para integrarse en la sociedad y al contrario si un
niño es impopular no asegura que este más adelante no desarrolle
las capacidades de adaptarse en sociedad y tomando en cuenta
esto uno no debe definir su vida por cuanta popularidad consiguió
durante esta etapa de niñez, ni quedarse atrapado en el pasado
solo debe seguir con su camino mejorando constantemente.

Amistad:
La amistad durante la infancia cumple un papel muy importante en
como los niños establecen y mantienen relaciones, también en el su
desarrollo más adelante. Normalmente los niños suelen buscar
amigos que compartan similitudes en la edad, sexo e intereses, y a
medida que uno va creciendo se va aprendiendo que las amistades
más sólidas implican un compromiso y un intercambio mutuo.
Aunque los niños tienden a elegir amigos de antecedentes étnicos
similares, también se destaca que las amistades interraciales o
interétnicas se han asociado con resultados positivos en el
desarrollo. Los niños aprenden a comunicarse y cooperar con sus
amigos, lo que les ayuda a resistir situaciones estresantes y a
aprender a resolver conflictos.

Agresión y acoso escolar:

Durante los primeros años escolares, la agresión suele ser
instrumental, lo que significa que se dirige a alcanzar un objetivo y
es común en el período preescolar. A medida que los niños crecen,
su agresión disminuye y se vuelve menos común, y cambia a una
forma más hostil, que busca dañar a otra persona.En los primeros
años escolares, la agresión va disminuyendo y cambiando de
forma, y a medida que los niños van creciendo la agresividad de la

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mayoría de los niños va en decadencia, esto pasa por que se
vuelven más empáticos y más capaces de comunicarse.
Agresores y Víctimas:
El acoso escolar puede estar motivado por diferentes factores,
como tendencias genéticas a la agresividad o influencias
medioambientales, como padres coercitivos o amigos antisociales.
Los agresores suelen ser niños que victimizan a sus compañeros,
mientras que las agresoras suelen tomar como blanco a otras niñas.
Los patrones de acoso escolar pueden establecerse desde edades
tempranas y evolucionar con la edad.Las víctimas del acoso escolar
suelen presentar características como ansiedad, depresión, baja
autoestima, dificultades en las habilidades de solución de
problemas sociales y en la integración social. También pueden vivir
en ambientes familiares estrictos y punitivos, tener pocos amigos o
ser provocadoras. Es importante destacar que existe un patrón
transaccional entre la conducta de internalización de la víctima y el
riesgo de acoso escolar a lo largo del tiempo.

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 Salud mental
La salud mental en los niños es tan importante como su salud física. Los niños
pueden experimentar problemas emocionales y psicológicos similares a los
adultos, como ansiedad, depresión, estrés y trastornos del comportamiento. Sin
embargo, a menudo es difícil para los niños expresar lo que sienten o identificar
sus emociones, lo que puede hacer que los problemas de salud mental sean
bastante difíciles de detectar en muchos casos.

Porque es importante la salud mental:

La salud mental es importante por varias razones. En primer lugar, una buena
salud mental es fundamental para el bienestar emocional, psicológico y social
de una persona. Permite a una persona sentirse bien consigo misma, tener
relaciones satisfactorias con los demás y disfrutar de la vida. Por otro lado, los
problemas de salud mental pueden afectar negativamente la calidad de vida de
una persona, limitando su capacidad para realizar tareas diarias, trabajar y
relacionarse con los demás.
Además, la salud mental es importante para la salud física. Los problemas de
salud mental pueden aumentar el riesgo de enfermedades físicas como
enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. De hecho, la depresión y la
ansiedad son dos de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.
Por último, la salud mental es importante para la sociedad en general. La falta
de atención a la salud mental puede resultar en una carga para el sistema de
salud y la economía, ya que puede aumentar los costos de atención médica,
disminuir la productividad y generar absentismo laboral. Además, los problemas
de salud mental pueden tener un impacto negativo en la familia, los amigos y la
comunidad en general.

Problemas emocionales comunes:

En muchos casos los problemas emocionales o mentales no se les da
suficiente importancia como se le daría a una malestar físico pero son igual de
importantes para la salud del individuo.

Trastornos de conducta perturbadora:

El trastorno negativista desafiante (TND) es un trastorno del comportamiento
que se caracteriza por patrones recurrentes de comportamiento negativo, hostil
y desafiante hacia figuras de autoridad, como padres, maestros o supervisores.
Los síntomas del TND incluyen discusiones frecuentes con adultos, rechazo a
obedecer las reglas o solicitudes, comportamiento provocativo o molesto hacia
los demás, comportamiento vengativo, resentimiento y susceptibilidad
exagerada a las críticas.

El TND generalmente se diagnostica en la infancia o la adolescencia y puede

persistir hasta la edad adulta. Algunos niños con TND tambien pueden tener
Trastorno de conducta o TC algunos de los sintomas del TC pueden incluir
comportamiento destructivo hacia las personas y los animales, robos,
vandalismo, mentiras frecuentes, falta de empatía hacia los demás, ausencia
de remordimiento y problemas de conducta en la escuela.

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Fobia escolar y otros trastornos de ansiedad:
La fobia escolar es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo
intenso e irracional a asistir a la escuela. Las personas que experimentan la
fobia escolar pueden tener síntomas físicos, como dolor de estómago,
náuseas, sudoración excesiva y temblores, que pueden empeorar a medida
que se acerca la hora de ir a la escuela. Los niños y adolescentes con fobia
escolar pueden tener dificultades para separarse de sus padres o cuidadores, o
pueden experimentar ansiedad extrema cuando se les obliga a asistir a la
escuela.

La fobia escolar tiene dos causas principales:

Trastorno de ansiedad por la separación: El trastorno de ansiedad por la

separación es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo
intenso y persistente a separarse de las personas a las que se siente apegado,
como los padres o cuidadores.

Fobia social: La fobia social es un trastorno de ansiedad caracterizado por un

miedo intenso y persistente a las situaciones sociales o de desempeño en las
que el individuo puede sentirse avergonzado, humillado o juzgado
negativamente por los demás.

Trastorno de ansiedad generalizada: El trastorno de ansiedad generalizada es

un trastorno de ansiedad caracterizado por una preocupación excesiva e
incontrolable sobre cualquier tipo de eventos o actividades cotidianas.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): El trastorno obsesivo-compulsivo es un

trastorno de ansiedad que se caracteriza por pensamientos recurrentes e
intrusivos (obsesiones) y comportamientos repetitivos e irracionales
(compulsiones) destinados a reducir la ansiedad asociada con esas
obsesiones.

Depresión infantil:
La depresión infantil es un trastorno del estado de ánimo que afecta a niños y
adolescentes. Se caracteriza por un estado de ánimo triste, irritable o apático,
así como la pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban. Otros
síntomas pueden incluir cambios en el apetito o el sueño, fatiga, falta de
energía, dificultad para concentrarse y sentimientos de inutilidad o culpa.
La depresión infantil puede ser causada por factores biológicos, ambientales o
una combinación de ambos. La genética, el desequilibrio químico en el cerebro,
el estrés, la falta de apoyo social y problemas familiares pueden contribuir al
desarrollo de la depresión infantil.

Técnicas de tratamiento:
La psicoterapia individual en niños es una tecnica de tratamiento terapéutico
que se utiliza para tratar problemas emocionales, de comportamiento o de
relación en los niños. Durante la terapia, el terapeuta trabaja con el niño para
ayudarlo a identificar y expresar sus sentimientos, así como para desarrollar
estrategias para manejar los desafíos que enfrenta.

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La terapia familiar puede ayudar a los niños al proporcionar un ambiente
seguro y de apoyo para discutir y abordar los problemas que están
enfrentando. Los terapeutas familiares pueden trabajar con toda la familia para
identificar y cambiar patrones de comunicación y comportamiento
disfuncionales que pueden estar contribuyendo a los problemas del niño.

La terapia conductual es un enfoque terapéutico que se centra en cambiar el

comportamiento problemático de un niño a través de la modificación de
conducta. La terapia conductual para niños implica una serie de técnicas
específicas, incluyendo el refuerzo positivo, el modelado, la desensibilización
sistemática, y la terapia de juego. El refuerzo positivo implica recompensar los
comportamientos positivos y desalentar los comportamientos negativos. El
modelado implica que el terapeuta muestre al niño cómo comportarse de
manera más positiva y adaptativa. La desensibilización sistemática implica
exponer gradualmente al niño a situaciones temidas para ayudarles a superar
su ansiedad y miedo.

La terapia artística es un enfoque terapéutico que utiliza el arte y la creatividad

como herramientas para ayudar a las personas a explorar y expresar sus
emociones, pensamientos y sentimientos internos. Esta es especialmente
utilizada en niños que no poseen grandes habilidades verbales.

La terapia de juego es una forma de terapia conductual que utiliza juegos y

actividades para ayudar al niño a aprender habilidades sociales y emocionales,
a procesar emociones y a comunicar problemas. El terapeuta trabajará con el
niño haciendo comentarios casuales al niño para identificar los
comportamientos problemáticos y establecer objetivos terapéuticos específicos
para el niño.

La terapia farmacológica para niños es un enfoque terapéutico que utiliza

medicamentos para tratar problemas de salud mental en niños y adolescentes.
Los medicamentos que se prescriben en la terapia farmacológica están
diseñados para corregir desequilibrios químicos en el cerebro que pueden
causar síntomas de trastornos psicológicos. (En muchos casos puede llegar a
se riesgoso el uso de medicamentos asi que normalmente se recomienda el
uso de otros tratamientos)

Estrés y resiliencia:
Los niños enfrentan muchos eventos estresantes a lo largo de su vida, y la
mayoría aprende a manejarlos de manera efectiva. Sin embargo, cuando el
estrés es demasiado abrumador, puede tener un impacto significativo en su
salud mental y física. Es importante proporcionar un ambiente seguro y de
apoyo para ayudar a los niños a afrontar el estrés y brindarles las herramientas
necesarias para enfrentar los desafíos de la vida de manera efectiva.

20
 Anexo

1.Desarrollo psicosocial en la niñez media

"Desarrollo en la niñez media: El niño se encuentra en una etapa de

mayor independencia y exploración del mundo que lo rodea, pero
aún necesita apoyo y guía para navegar los desafíos emocionales y
sociales de esta etapa."

2. Víctimas y victimarios (bullying)

“El bullying puede tener graves consecuencias emocionales y

psicológicas en los niños afectados, y puede causar un impacto
negativo en su autoestima y en su desarrollo social”.
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 3. Familia homoparental

La imagen transmite amor, alegría y armonía, y muestra que el

amor y la felicidad pueden existir en cualquier tipo de familia.

4. Depresión infantil

Es importante prestar atención a las señales de tristeza y falta de

ánimo en los niños, para poder ayudarles a superar esta difícil etapa
de sus vidas.

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 5.Resiliencia

La imagen transmite la idea de que los niños tienen la capacidad de

ser resilientes y superar las dificultades que se les presentan.
También sugiere la importancia de apoyar y fomentar la resiliencia
en los niños.

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 Conclusión

En conclusión, la niñez media es una etapa crucial en el desarrollo

psicosocial de los niños, durante la cual se establecen las bases
para su identidad y relaciones interpersonales en el futuro. La
estructura familiar puede tener un impacto significativo en el
desarrollo de los niños, así como el bullying y la salud mental. Es
importante que los adultos estén atentos a las necesidades
emocionales de los niños y les brinden apoyo y orientación para
fomentar su resiliencia y bienestar emocional. En general, una
buena salud mental en la niñez media puede tener efectos positivos
duraderos en la vida de los niños, permitiéndoles enfrentar los
desafíos que se les presenten en el futuro y alcanzar su máximo
potencial.
También podemos concluir que, la estructura familiar en la niñez
media puede tener un impacto significativo en el desarrollo
emocional y psicosocial de los niños. La forma en que se
establecen y mantienen las relaciones familiares puede influir en la
autoestima, la identidad y las habilidades sociales de los niños. Es
importante que los padres brinden un ambiente seguro y amoroso
para sus hijos, fomentando una comunicación abierta y
estableciendo límites claros y consistentes. Además, es importante
reconocer que las estructuras familiares pueden variar, y que lo más
importante es el amor, la atención y el apoyo que los padres brindan
a sus hijos. En general, una estructura familiar sólida y amorosa
puede proporcionar una base sólida para el desarrollo emocional y
psicosocial de los niños en la niñez media.

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