Protocolo Ley 243
Protocolo Ley 243
Protocolo Ley 243
PROTOCOLO DE ACTUACIONES
DE INVESTIGACIÓN PARA LA
PERSECUCIÓN DE CASOS
PREVISTO EN LA LEY 243
CAPÍTULO II
LA TIPOLOGÍA DE LA VIOLENCIA EN RAZÓN DE GÉNERO A LA LUZ
DE LA LEY 348
CAPÍTULO III
EL DEBER DE INVESTIGACIÓN DESDE LA DEBIDA DILIGENCIA
1 Consideraciones previas
2 Los principios rectores para una debida diligencia en casos de violencia en
razón de género
3 Las garantías de la víctima desde el deber de la debida diligencia
3.1 La garantía de inicio de oficio y de manera eficaz de las investigaciones
3.2 La garantía de prohibición de revictimización
4 La denuncia. Criterios de actuación y marco institucional establecido
4.1 La denuncia ante la Policía Boliviana
4.1.1 Presentación directa de la denuncia o conocimiento por derivación de
instituciones públicas, privadas o particulares
4.1.2 Intervención policial preventiva o acción directa
4.2 Denuncia ante el Ministerio Público
5 Las instancias promotoras de denuncia y sus roles desde la debida diligencia
5.1 Los Servicios Legales Municipales Integrales SLIMs
5.2 Defensorías de la Niñez y Adolescencia
5.3 Los Servicios Integrados de Justicia Plurinacional SIJPLU
5.4 Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima SEPDAVI
6 Las Autoridades Indígena originaria campesinas
7 Otras instancias que deben denunciar hechos vinculados con violencia política
en razón a género
8 Organizaciones de la Sociedad Civil
CAPÍTULO IV
EL PRIMER CONTACTO, LA ATENCIÓN A VÍCTIMAS Y LAS MEDIDAS DE
PROTECCIÓN
CAPÍTULO V
LA INVESTIGACIÓN, SANCIÓN Y REPARACIÓN DE DAÑOS A LA LUZ
DEL DEBER DE LA DEBIDA DILIGENCIA
CAPÍTULO VI
LA PRUEBA
1. Introducción a la temática
2. La carga de la prueba en violencia en razón a género corresponde al
Ministerio Público
3. El anticipo de prueba y la utilización de mecanismos que eviten la
revictimización
4. Declaración de la víctima
5. Las pericias en la investigación desde la debida diligencia
6. Los certificados médicos
7. Criterios para el manejo diligente de la prueba
8. La violencia en razón de género, en especial la sexual como una forma de
tortura
8.1 Estándares internacionales que abordan la violencia en razón de género, en
especial la sexual, desde la tortura
8.2 Estándares internacionales sobre la tortura psicológica
8.3 Criterios de valoración de prueba en violencia sexual a la luz de los
estándares sobre tortura, tratos crueles e inhumanos
8.3.1 La declaración de la víctima de violencia sexual
8.3.2 Los exámenes médicos y las pericias en violencia sexual
8.4 La prohibición de aplicación del régimen de prescripción o de amnistía en
delitos de violencia sexual
8.5 En violencia sexual, la revictimización en la actividad probatoria es
considerada violencia institucional
CAPÍTULO VII
La readecuación competencial de acuerdo a la Ley 1173: Sus alcances desde el
acceso a la justicia y la debida diligencia.
CAJA DE HERRAMIENTAS
REFERENCIAS
Abreviaturas
Otro rasgo esencial que caracterizará al modelo de Estado, es la doctrina del bloque
de constitucionalidad, cuyo objetivo primordial es lograr que el Estado Plurinacional de
Bolivia cumpla sus obligaciones internacionales de respeto y garantía a derechos, entre
ellas las obligaciones reforzadas en relación a mujeres y grupos de atención prioritaria.
La doctrina del bloque de constitucionalidad será muy importante para cumplir con
los objetivos de este protocolo, ya que no solamente se seguirá una ruta de actuación en
base a la normativa interna, sino también, de acuerdo a los tratados internacionales sobre
derechos humanos y también en cuanto a estándares internacionales de protección a
derechos.
Estándares del Comité de Derechos del Niño que forman parte del
bloque de constitucionalidad boliviano
Observación General 11 del Comité de los Derechos del Niño (Los niños
indígenas y sus derechos en virtud de la Convención sobre los Derechos
del Niño); Observacón General 4 (La salud y el desarrollo de los
adolescentes en el contexto de la Convención sobre los Derechos del Niño).
Un.n. Doc. CRC/GC/2003/4 (2003); Observación Genearal 13 del Comité
de los derechos del Niño (Derecho del niño a no ser objeto de ninguna
forma de violencia). 18 de abril de 2011; y, Observación General 15 del
Comité de los Derechos del Niño (Derecho del niño al disfrute del más alto
nivel posible de salud (artículo 24)).
1
FERRER MAC-GREGOR, Eduardo y PELAYO MÖLLER, Carlos María “Artículo 1. Obligación de Respetar los
Derechos”, en Convención Americana sobre Derechos Humanos. Comentario. Introducción General.
STEINER Christian y URIBE Patricia (editores). Fundación Konrad Adenauer Stiftung. Plural Editores. 2013.
P 46.
2
SAGÜÉS, Néstor Pedro, “Obligaciones internacionales y control de convencionalidad”. En Estudios
Constitucionales, año 8, No. 1, 2010, p. 118.
3
Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas de
26 de septiembre de 2006, parrs. 124 y 123. Esta Doctrina del Control de Convencionalidad, fue también
“…los jueces y tribunales internos están sujetos al
imperio de la ley, y por ello, están obligados a aplicar
las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico.
Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como la Convención Americana, sus
jueces, como parte del aparato del Estado, también
están sometidos a ella, lo que obliga a velar porque los
efectos de las disposiciones de la Convención no se
vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a
su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de
efectos jurídicos. En otras palabras, el poder judicial
debe ejercer una especie de control de
convencionalidad entre las normas jurídicas internas
que aplican en los casos concretos y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el
Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo
ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de
la Convención Americana4.
utilizada en las sentencias de fondo de los siguientes casos: La cantuta vs. Perú, parr. 173; Boyce y otros
vs. Barbados, parr. 78; Trabajadores cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Peru, parr. 158;
Fermín Ramirez y Raxcaco Reyes vs. Guatemala parr. 63, entre otros.
4
Caso Almonacid Arellano vs. Chile, parr. 123.
5
Caso Trabajadores Cesados del Congreso vs. Peru, parr. 158.
Además, debe precisarse que el principio del efecto útil de la Convención
elemento esencial para el desarrollo de la doctrina del control de convencionalidad,
atribuye a las autoridades judiciales y también administrativas el carácter de primeros
garantes y celadores del parámetro de convencionalidad, por tanto, los obliga a velar
porque la efectividad de la convención no se vea mermada o anulada por la aplicación de
leyes contrarias a las disposiciones, objeto y fin del Sistema Interamericano de protección
de Derechos Humanos, a cuyo efecto, encomienda a estas autoridades ejercer un control
de convencionalidad ex oficio.
Estas relaciones asimétricas de poder son aún más evidentes en la codificación penal
de Santa Cruz que entró en vigencia el 2 de abril de 1831 con una reforma parcial en
1834. Esta legislación se centra en la figura del pater familis que esta vinculado a vínculos
familares en el marco de una jerarquía y autoridad en relación a la mujer y sus demás
dependientes protegida por el Estado. Así, el artículo 503 señaló: “…el marido que
excediéndose en el derecho de corregir a su mujer que le concede el artículo 447 la mate
en el arrebato de su enojo, será castigado con arreglo al artículo precedente (cuatro a seis
años de presidio)”, esta misma disposición establece atenuantes, en caso de que esa
corrección del marido a la mujer hubiera sido por motivos de honorabilidad.
Este dominio absoluto del hombre sobre la mujer, naturalizado por la legislación
republicana, se advierte también en el artículo 459 que estableció: “El homicidio
voluntario que alguno cometa en la persona de su hija, nieta o descendiente en línea recta,
cuando la sorprenda en acto carnal con un hombre, o el que cometa entonces en el hombre
que yace con ella, será castigado con: un arresto de seis meses a dos años. Si la sorpresa
no fuere en acto carnal sino en otro deshonesto i aproximado a, preparatorio del primero,
será la pena de uno a cuatro años de reclusión, Si la sorpresa i muerte se hiciese en la
persona de su cónyuge, o en la que yace con él, la pena de homicidio en el primer caso
será el arresto de un mes a un año; i en el segundo el duplo de la misma pena”.
6
Rafael Canedo, en un comentario al Código Civil boliviano señaló: “La mujer está destinada por la
naturaleza, a tener una sensibilidad dulce que anima la belleza de su sexo, y que tantas veces se enerva
por los más ligeros extravíos del corazón: ese ejercicio de la virtud: esa modestia tierna y encantadora
que sale triunfante en todos los peligros. Esa preeminencia del hombre, sobre la mujer, es la causa
determinante del deber de protección. La obediencia de la mujer, es un homenaje tributado al poder que
la protege: es una consecuencia necesaria de la sociedad conyugal, la cual no podría subsistir, sin el
principio de autoridad, o sin que uno de los esposos se subordine a la autoridad del otro... Al esposo le
corresponde, trabajar y obtener lo preciso, para dar subsistencia y habitación conveniente a su familia...
La mujer casada es incapaz de realizar acto alguno civil, susceptible de producir un efecto de derecho,
para, o contra ella”. Ver Protocolo para juzgar con perspectiva de género. TRIBUNAL SUPREMO DE
JUSTICIA. Estado Plurinacional de Bolivia, 2017, p 96.
El artículo 564 de este Código Penal, estableció además: “La mujer que cometa
adulterio perderá todos los derechos de la sociedad conyugal, i sufrirá una reclusión por
el tiempo que quiera el marido, con tal que no pase de seis años. El cómplice en el
adulterio, sufrirá igual tiempo de reclusión que la mujer, i será desterrado del pueblo
mientras viva el marido, a no ser que este consienta lo contrario” (sic).
El derecho al voto de las mujeres fue una lucha que iniciaron las mujeres con mayor
fuerza a raíz del impacto que tuvo la guerra del Chaco en la sociedad, porque las mujeres
ingresaron masivamente a la esfera pública, lo que permitió transformar la mentalidad
respecto al lugar que debía ocupar la mujer en Bolivia. Así, el Partido Liberal expresó su
apoyo al sufragio femenino en 1934 y un grupo feminista abrió un "Registro de Sufragio
Femenino" y envió un memorial al Congreso explicando que en la Constitución no se
excluía explícitamente a las mujeres del derecho al voto, y que por lo tanto el sufragio
femenino debía ser considerado7. En la postguerra surigieron otros grupos en defensa
de los derechos de las mujeres, que también formularon su solicitud para el
reconocimiento de derechos civiles y políticos8.
7
ALVAREZ GIMENEZ, María Elvira. MOVIMIENTO FEMINISTA Y DERECHO AL VOTO EN BOLIVIA (1920 -
1952). Rev. Fuent. Cong. [online]. 2011, vol.5, n.15 [citado 2019-11-02], pp. 5-16 . Disponible en:
<http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1997-
44852011000400003&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1997-4485.
8
Ibid. Surgió la Legión Femenina de Educación Popular América, compuesta por mujeres de diferentes
clases sociales, cuyo objetivo principal fue la lucha por los derechos políticos de la mujer; organización
que envió una carta al Presidente David Toro, con el fin de reclamar los derechos civiles y políticos para
la mujer. También la Unión de Mujeres Americanas (UMA) y la Unión Femenina Universitaria.
A raíz de dichos reclamos, el Presidente David Toro pronunció el Decreto el 24 de
octubre de 1936, estableciendo derechos civiles para la mujer tales como el derecho
a ejercer profesión y a ocupar funciones, cargos u empleos sin otro requisito que la
idoneidad, la independencia jurídica, la capacidad de actuar como testigo a los 21
años, etc.; decreto que, sin embargo, nunca entró en vigencia9. En la Convención
nacional de 1938, bajo la presidencia de Busch, que incorporó importantes
postulados del constitucionalismo social, se debatió el sufragio femenino, sin
embargo fue rechazado por 55 votos contra 31; hasta que en la Convención de 1945
se aprobó la reforma constitucional que otorgó el voto a las mujeres que sabían leer
y escribir, para las elecciones municipales10. Asimismo, la reforma constitucional de
1945 establece ciertos derechos civiles de importancia para la mujer, tales como la
igualdad jurídica de los cónyuges11, la igualdad jurídica de los hijos12, autorización de
investigación de la paternidad, entre otros; finalmente, por Decreto de 21 de julio de
1952, se proclamó una de las reformas más trascendentales, cual es el sufragio
universal, por el que las mujeres bolivianas obtuvieron el derecho al voto.
9
Ibid
10
El art. 46 de la Constitución reformada en 1945 señalaba: “Para la formación de las Municipalidades, se
reconoce el derecho de elección y elegibilidad a la mujer boliviana, en las mismas condiciones que al
hombre, con más el derecho ciudadano a que se refiere la segunda parte del art. 43 de esta Constitución”;
norma que hacía referencia que “la ciudadanía consiste en la admisibilidad a las funciones públicas, sin
otro requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas por la ley”.
11
El art. 131 de la CPE reformada en 1945, señala: “El matrimonio, la familia y la maternidad están bajo
la protección del Estado. Se establece la igualdad jurídica de los cónyuges”.
12
El art. 132 de la CPE sostiene “No se reconoce desigualdades entre los hijos, todos tienen los mismos
derechos y deberes. Es permitida la investigación de la paternidad conforme a ley”.
13
Ver Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009, párr. 164 y
14
Esta cultura de violencia fue identificad por la Corte IDH en el caso Campo Algodonero vs. México. En
este contexto, esta instancia señaló: “ Sin embargo, más allá de las cifras, sobre las cuales la Corte observa
no existe firmeza, es preocupante el hecho de que algunos de estos crímenes parecen presentar altos
grados de violencia, incluyendo sexual, y que en general han sido influenciados, tal como lo acepta el
Estado, por una cultura de discriminación contra la mujer, la cual, según diversas fuentes probatorias, ha
incidido tanto en los motivos como en la modalidad de los crímenes, así como en la respuesta de las
autoridades frente a éstos. En este sentido, cabe destacar las respuestas ineficientes y las actitudes
indiferentes documentadas en cuanto a la investigación de dichos crímenes, que parecen haber permitido
Además, esta cultura de discriminación, tiende a invisibilizar y naturalizar la
violencia15, e incide en la respuesta oportuna de los Estados para combatirla de manera
eficaz, afectando directamente a la plena vigencia del derecho a la igualdad sustantiva.
El derecho a la igualdad, tiene carácter de jus cogens y por ende es una norma
imperativa de derecho internacional general que no admite ningún acuerdo en contrario16,
que se haya perpetuado la violencia contra la mujer en Ciudad Juárez”. 14 Caso González y otras (“Campo
Algodonero”) Vs. México, op. cit., párr. 164.
15
La Corte IDH, en el caso Véliz Franco y otros vs. Guatemala, como consecuencia de esta cultura de
discriminación, identificó la invisibilización de la violencia contra la mujer en Guatemala, ya que entre
otros aspectos, este país no contaba con datos estadísticos oficiales respecto a los delitos por razón de
género.
16
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados en cuanto al concepto de jus cogens establece
lo siguiente: “5.3. Tratados que están en oposición con una norma imperativa de derecho internacional
general (“jus cogens”). Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración esté en oposición con
una norma imperativa de derecho internacional general. Para los efectos de la presente Convención, una
norma imperativa de derecho internacional general es una norma aceptada y reconocida por la
comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y
que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el
mismo carácter.
pero que además genera efectos erga omnes17, en este marco, ningún tratado internacional
y ningún acto o decisión de los Estados miembros del Sistema Interamericano y Universal
de protección a derechos pueden ser contrarias a este derecho.
17
La Corte Internacional de Justicia en el caso Barcelona Traction, estableció que la sobligaciones erga
omnes, se caracterizan por ser contraídas ante toda la comunidad internacional en el marco de una
aceptación uniforme. Ver Alicia Cebada Romero. “Los concpetos de obligación erga omnes, jus cogens y
violación grave a la luz del nuevo proyecto de la CDI sobre responsabilidad de los estados por hechos
ilícitos”. Revista Electrónica de studios internacionales, número 4, 202. Disponible en
http://reei.org/reei4/Cebada.pdf.
18
Recomendación General 25. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, párr.8.
En coherencia con lo señalado, las autoridades judiciales, fiscales y todo servidor
o servidora pública, para garantizar una igualdad sustantiva y el pleno ejercicio de
derechos de mujeres, antes de aplicar la norma o realizar una valoración probatoria o
cualquier acto procesal desde la igualdad formal, deberá identificar situaciones de
asimetría individual, múltiple o estructural19, para ello, será importante que en cada caso,
en base a una información contextual, se identifiquen los estereotipos o prejuicios en
razón a género que puedan generar asimetrías, para que así la decisión a ser asumida en
un problema jurídico concreto, consolide una real igualdad sustantiva, sin que ello
implique vulneración al derecho a la igualdad, pues el art. 4 de la Convención para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer establece:
Artículo 4 1 de la CEDAW.
La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de
carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto
entre el hombre y la mujer no se considerará discriminación en la
forma definida en la presente Convención, pero de ningún modo
entrañará, como consecuencia, el mantenimiento de normas
desiguales o separadas; estas medidas cesarán cuando se hayan
alcanzado los objetivos de igualdad de oportunidad y trato.
Existen varios tipos de estereotipos, entre ellos los de sexo, género y roles
sexuales. Estos estereotipos en todo proceso penal deben ser identificados para garantizar
así una igualdad material o sustantiva.
19
Una asimetría individual debe ser analizada en el contexto cultural, personal, familiar, social o laboral
de cada persona. La asimetría múltiple debe identificarse en base a varios criterios o condiciones que
pueda generar discriminaciones múltiples, por ejemplo mujer, migrante, con discapacidad. Estos tres
criterios ocasionan profundas asimetrías para el ejercicio pleno de derechos. Las asimetrías estructurales
emergen de estereotipos o prejuicios arraigados en una sociedad o en una cultura que generan relaciones
asimétricas de poder.
prácticas basadas en estereotipos de genero
socialmente dominantes y persistentes. En este
sentido, su creación y uso se convierte en una de las
causas y consecuencias de la violencia de género en
contra de la mujer, condiciones que se agravan
cuando se refleja, implícitamente o explícitamente,
en políticas y prácticas, particularmente en el
razonamiento y lenguaje de las autoridades
estatales20”
De la misma forma, existen estereotipos sobre los roles sexuales que se construyen a
partir de conductas o el comportamiento atribuidos y esperados para un hombre y para
una mujer25, por ejemplo, el criterio en virtud del cual las mujeres son las encargadas de
cuidar a los hijos, por lo que aquellas que salen a trabajar serían “malas madres”. También
existen estereotipos compuestos, que asignan conductas en base a roles de género, sexo
o roles sexuales atribuidos socialmente a los hombres y mujeres26, por ejemplo, la
vinculación de la virginidad de la mujer con un rol de buena esposa, desde este
estereotipo, los hombres buscan mujeres vírgenes para el matrimonio.
En base a lo señalado, los estereotipos no sólo afectan a mujeres, sino también a las
personas que incumplen los roles asignados por la sociedad, como es el caso de las
personas Gays, lesbianas, bi-sexuales, intersexuales y transexuales (LGBTI)27, como lo
ha28 entendido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al equiparar la
violencia contra la mujer definida en la Convención Belem do Pará con la violencia y
discriminación respecto a las personas LGBTI:
24
Protocolo para juzgar con perspectiva de género Bolivia. op. cit. p 178.
25
Protocolo para juzgar con perspectiva de género Bolivia. op. cit. p 178.
26
Protocolo para juzgar con perspectiva de género Bolivia. op. cit. p 178.
27
El término LGBTI fue asumido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que si bien
reconocer que puede resultar limitada por la complejidad y diversidad existente, señala que la “situación
de violencia motivada por el prejuicio basado en la percepción de que la orientación sexual, y/o identidad
o expresión de género de las personas LGBT desafían normas y roles de género tradicionales, o, en el caso
de las personas intersex, porque sus cuerpos difieren del estándar de corporalidad femenina y masculina.
Como esta violencia está basada en la percepción que otras personas tienen sobre las orientaciones,
identidades, expresiones y cuerpos, la violencia se manifiesta independientemente de que la persona que
es víctima de violencia se identifique como lesbiana, gay, bisexual, trans o intersex”. COMISIÓN
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, Violencia contra personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans
e Intersex en América, op. cit., p. 30.
28
ÓRGANO JUDICIAL, COMITÉ DE GÉNERO, Protocolo para juzgar con perspectiva de género, Chuquisaca,
2017, p. 83.
ESTÁNDAR INTERNACIONAL DE PROTECCIÓN A
DERECHOS
49. “Finalmente, la Comisión toma nota que la Convención de
Belém do Pará es el único instrumento interamericano que incluye
una definición de la violencia contra un grupo particular. La
Convención de Belém do Pará define “violencia contra la mujer”
como “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer,
tanto en el ámbito público como en el privado”. La Corte
Interamericana ha sostenido que la discriminación contra las
mujeres incluye “violencia basada en el género”, definida como
violencia dirigida contra la mujer porque es mujer o que la afecta
en forma desproporcionada.
50. Asimismo, la Corte Interamericana ha señalado que en los
patrones de asesinatos de mujeres, la violencia sólo puede ser
comprendida en el contexto de una “desigualdad de género
socialmente arraigada” influenciada por una “cultura de
discriminación contra las mujeres”. De igual manera, la CIDH
considera que las normas sociales tradicionales sobre género y
sexualidad y la discriminación generalizada por parte de la sociedad
hacia las orientaciones e identidades no normativas, y respecto de
personas cuyos cuerpos difieren del estándar socialmente aceptado
de los cuerpos masculinos y femeninos, incentiva la violencia
contra las personas LGBTI. Como se explicó anteriormente, la
violencia basada en el prejuicio necesita de un contexto social
permisivo”29
29
COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, Violencia contra personas Lesbianas, Gay,
Bisexuales, Trans e Intersex en América, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Noviembre
2015. Disponible en http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/ViolenciaPersonasLGBTI.pdf
razonamiento y el lenguaje de las autoridades estatales. (Cfr.
Caso Campo Algodonero Vs. México, párr. 401) (Cfr.
Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco Vs.
México párr. 213)
30
Caso Véliz Franco vs. Guatemala, p. 207.
31
Caso Rosendo Cantú vs. México p. 108.
32
Corte IDH. Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C No. 333.
En el Sistema Interamericano de Protección a Derechos, se tiene la Convención
Americana de Derechos Humanos (Arts. 1 y 2); el Protocolo Adicional a la Convención
Americana de Derechos Humanos “Protocolo de San Salvador” (Art. 3); la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
“Convención de Belm do Para” (Art. 6.a), entro otros.
33
Protocolo para juzgar con perspectiva de género. México. P 56. Este test argumentativo se encuentra
desarrollado en la SCP 0025/2018-S2.
referencia, además de las categorías sospechosas detalladas en dicha norma, a “otras” no
enumeradas; así también lo entendió la Corte IDH:34
Cualquier
Identidad Orientación
Sexo Género otra
de género sexual
condición
34
La Corte IDH, en la OC-24/17 estableció lo siguiente: “La Corte ha establecido, además, que los criterios
específicos en virtud de los cuales está prohibido discriminar, según el artículo 1.1 de la Convención
Americana, no constituyen un listado taxativo o limitativo sino meramente enunciativo. De este modo, la
Corte estima que la redacción de dicho artículo deja abiertos los criterios con la inclusión del término
“otra condición social” para incorporar así a otras categorías que no hubiesen sido explícitamente
indicadas, pero que tengan una entidad asimilable. En tal virtud, al momento de interpretar dicho
término, corresponde escoger la alternativa hermenéutica más favorable a la tutela de los derechos de la
persona humana, conforme a la aplicación del principio pro persona”, párr. 67.
En base a lo precisado, esta instancia estableció también: En este sentido, al interpretar la expresión
“cualquier otra condición social” del artículo 1.1. de la Convención, debe siempre elegirse la alternativa
más favorable para la tutela de los derechos protegidos por dicho tratado, según el principio del principio
pro homine”, párr. 70.
35
Corte IDH. OC 24/17, párr. 70.
término “otra condición social” para incorporar así otras categorías que no hubiesen sido
explícitamente indicadas36.
36
Ídem
Conforme a ello, el género constituye sujetos, establece paradigmas, e inferioriza a
quienes se feminizan o se apartan de los roles y estereotipos impuestos por el sistema
sexo/ género, por el cual, a decir de Gayle Rubin, “la sociedad transforma la sexualidad
biológica en productos de la actividad humana y en las cuales estas necesidades sexuales
transformadas son satisfechas”37, siendo un elemento definitorio de este sistema la
producción social y cultural de los roles de género, como consecuencia de un proceso de
atribución de significados sociales38 que asegura la subordinación de lo femenino a lo
masculino.
37
GAYLE Rubin,"El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo", 1996, p. 44
38
Águeda Gómez Suarez, “El sistema sexo/género y la etnicidad: sexualidades digitales y analógicas”.
Disponible en: https://www.google.com.mx/#q=sistema+sexo+g%C3%A9nero+definici%C3%B3
39
Heteronormativo: Cathy J. Cohen hace referencia a la heterosexualidad normativa como la práctica y
las instituciones “que legitiman y privilegian la heterosexualidad y las relaciones heterosexuales como
fundamentales y ‘naturales’ dentro de la sociedad”, Cit. en: Laguna Maqueda, Óscar Emilio Construcción
de las masculinidades y limitaciones a los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual,
Disponible en: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/mujer/article/viewFile/7481/7752
40
Esta clasificación se encuentra en el Protocolo para juzgar con perspectiva de género. Bolivia, p 143.
es el caso de las personas intersexuales41; o quienes se identifican con un género diferente
al que les fue asignado al nacer, como son las personas transgénero y transexuales,
históricamente discriminadas42; por ello, se impone la necesidad de reconocer esa
diversidad sexual y de género.
41
La persona transexual es aquella que se siente como pertenenciente al género opuesto al que se les
asignó al nacer y que opta por una intervención médica para adecuar su apariencia física-biológica a su
ealidad psíquica y social. La persona trans género, es un hombre o mujer cuya identidad de género no
corresponde con su sexo asignado al momento del nacimiento, sin que esto implique intervención médica
de modificación corporal.
42
Las discriminaciones por sexo, especialmente en relación a las personas trans-sexuales e intersex fueron
abordadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el Informe de 12 de noviembre de
2015, relativo a la Violencia contra Personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersex en America, op.
cit.
43
Principios de Yogyakarta. Preámbulo. Disponible en: http://yogyakartaprinciples.org/wp-
content/uploads/2016/08/principles_sp.pdf
44
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Violencia contra personas lesbianas, Gay, Bisexuales,
Trans e Intersex, op. cit. p 32.
convicciones45. En este escenario, los Principios de Yogyakarta definen a la orientación
sexual como: “…la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción
emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo
género, o de más de un género, así como a la capacidad de mantener relaciones íntimas y
sexuales con estas personas”46.
Sexo
En un sentido estricto, el término sexo se refiere a las
diferencias biológicas entre el hombre y la mujer, a sus
características fisiológicas, a la suma de las características
biológicas que define el espectro de las personas como
mujeres y hombres o a la construcción biológica que se
refiere a las características genéticas, hormonales,
anatómicas y fisiológicas sobre cuya base una persona es
clasificada como macho o hembra al nacer. En ese sentido,
puesto que este término únicamente establece
subdivisiones entre hombres y mujeres, no reconoce la
existencia de otras categorías que no encajan dentro del
binario mujer/hombre.
45
Corte IDH, Karen Atala Riffo e hijas vs. Chile, párr. 136.
46
Priincipios de Yogyakarta. Preámbulo. Disponible en: http://yogyakartaprinciples.org/wp-
content/uploads/2016/08/principles_sp.pdf.
dos, categorías rígidas, a saber masculino/hombre y
femenino/mujer. Tal sistema o modelo excluye a aquellos
que no se enmarcan dentro de las dos categorías (como las
personas trans o intersex)
Intersexualidad
Todas aquellas situaciones en las que la anatomía sexual
de la persona no se ajusta físicamente a los estándares
culturalmente definidos para el cuerpo femenino o
masculino. Una persona intersexual nace con una anatomía
sexual, órganos reproductivos o patrones cromosómicos
que no se ajustan a la definición típica del hombre o de la
mujer. Esto puede ser aparente al nacer o llegar a serlo con
los años. Una persona intersexual puede identificarse como
hombre o como mujer o como ninguna de las dos cosas. La
condición de intersexual no tiene que ver con la orientación
sexual o la identidad de género: las personas intersexuales
experimentan la misma gama de orientaciones sexuales e
identidades de género que las personas que no lo son.
Género
Se refiere a las identidades, las funciones y los atributos
construidos socialmente de la mujer y el hombre y al
significado social y cultural que se atribuye a esas
diferencias biológicas.
Identidad de Género
La identidad de género es la vivencia interna e individual
del género tal como cada persona la siente, la cual podría
corresponder o no con el sexo asignado al momento del
nacimiento.
Expresión de Género
Se entiende como la manifestación externa del género de
una persona, a través de su aspecto físico, la cual puede
incluir el modo de vestir, el peinado o la utilización de
artículos cosméticos, o a través de manerismos, de la forma
de hablar, de patrones de comportamiento personal, de
comportamiento o interacción social, de nombres o
referencias personales, entre otros. La expresión de género
de una persona puede o no corresponder con su identidad
de género auto-percibida.
Persona transexual
Las personas transexuales se sienten y se conciben a sí
mismas como pertenecientes al género opuesto que social
y culturalmente se asigna a su sexo biológico y optan por
una intervención médica –hormonal, quirúrgica o ambas–
para adecuar su apariencia física–biológica a su realidad
psíquica, espiritual y social.
Persona travesti
En términos generales, se podría decir que las personas
travestis son aquellas que manifiestan una expresión de
género –ya sea de manera permanente o transitoria–
mediante la utilización de prendas de vestir y actitudes del
género opuesto que social y culturalmente son asociadas al
sexo asignado al nacer. Ello puede incluir la modificación
o no de su cuerpo.
Persona cisgénero
Cuando la identidad de género de la persona corresponde
con el sexo asignado al nacer.
Orientación sexual
Se refiere a la atracción emocional, afectiva y sexual por
personas de un género diferente al suyo, o de su mismo
género, o de más de un género.
Gays
Se refiere a los hombres que se sienten emocional, afectiva
y sexualmente atraído por otros hombres, aunque el
término se puede utilizar para describir tanto a hombres
gays como a mujeres lesbianas (Opinión Consultiva
24/2017).
Persona heterosexual
Mujeres que se sienten emocional, afectiva y sexualmente
atraídas por hombres; u hombres que se sienten emocional,
afectiva y sexualmente atraídos por mujeres.
Lesbiana
Es una mujer que es atraída emocional, afectiva y
sexualmente de manera perdurable por otras mujeres.
Homofobia y transfobia
La homofobia es un temor, un odio o una aversión
irracional hacia las personas lesbianas, gay o bisexual; la
transfobia denota un temor, un odio o una aversión
irracional hacia las personas trans. Dado que el término
“homofobia” es ampliamente conocido, a veces se emplea
de manera global para referirse al temor, el odio y la
aversión hacia las personas LGBTI en general.
Lesbofobia
Es un temor, un odio o una aversión irracional hacia las
personas lesbianas.
Bisexual
Persona que se siente emocional, afectiva y sexualmente
atraída por personas del mismo sexo o de un sexo distinto.
LGBTI
Lesbiana, Gay, Bisexual, Trans o Transgénero e Intersex.
Las siglas LGBTI se utilizan para describir a los diversos
grupos de personas que no se ajustan a las nociones
convencionales o tradicionales de los roles de género
masculinos y femeninos.
47
La Corte IDH, en la OC 18 de 17 de septiembre de 2003, emitida en virtud de la consulta mexicana sobre
la Condición Jurídica y derechos de los migrantes indocumentados, señaló: “…este Tribunal considera que
el principio de igualdad ante la ley, igual protección ante la ley y no discriminación, pertenece al jus
cogens, puesto que sobre él descansa todo el andamiaje jurídico del orden público nacional e
internacional y es un principio fundamental que permea todo ordenamiento jurídico. Hoy día no se admite
de sexo, género, orientación sexual, identidad de género u otro criterio prohibido de
discriminación genere un trato diferenciado arbitrario, será contrario al derecho a la
igualdad sustantiva.
11 La perspectiva de género
Cisnormatividad
Idea o expectativa de acuerdo a la cual, todas las personas
son cisgénero, y que aquellas personas a las que se les
asignó el sexo masculino al nacer siempre crecen para ser
hombres y aquellas a las que se les asignó el sexo o
femenino al nacer siempre crecen para ser mujeres (OC-
24/17 párr. 32).
Heteronormatividad
Sesgo cultural a favor de las relaciones heterosexuales, las
cuales son consideradas normales, naturales e ideales y son
preferidas por sobre relaciones del mismo sexo o del
ningún acto jurídico que entre en conflicto con dicho principio fundamental, no se admiten tratos
discriminatorios en perjuicio de ninguna persona, por motivos de género, raza, color, idioma, religión o
convicción, opinión política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, nacionalidad, edad, situación
económica, patrimonio, estado civil, nacimiento o cualquier otra condición. Este principio (igualdad y no
discriminación) forma parte del derecho internacional general. En la actual etapa de la evolución del
derecho internacional, el principio fundamental de igualdad y no discriminación ha ingresado en el
dominio del jus cogens”, párr. 101.
mismo género. Ese concepto apela a reglas jurídicas,
religiosas, sociales, y culturales que obligan a las personas
a actuar conforme a patrones heterosexuales dominantes e
imperantes (OC-24/17 párr. 32).
48
Protocolo para juzgar con perspectiva de género. México, op. cit P 77.
SCP 0064/2018-S2 de 15 de marzo de 2018
“Independientemente de la conformación del Tribunal, ya sea por
varones o por mujeres, sus integrantes están obligados a aplicar una
perspectiva de género, en el marco de las obligaciones internacionales
asumidas por el Estado Boliviano, nuestra Constitución Política del
Estado y las normas internas; en ese sentido, el Tribunal Supremo de
Justicia, por Acuerdo de Sala Plena 126/2016 de 22 de noviembre,
aprobó el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, que
contiene los estándares internacionales e internos que tienen que ser
cumplidos de manera obligatoria por jueces, juezas y tribunales”.
Por ejemplo, la Corte IDH, en Campo Algodonero vs. México, en el caso de la muerte
de mujeres en Ciudad Juárez de miles de mujeres, identificó un contexto de
discriminación sistémica contra la mujer, en este escenario, afirma que muchos de los
casos demuestran que el género de la víctima parece haber sido un factor significativo del
crimen, que influyó tanto en el motivo y el contexto del crimen como en la forma de
violencia a la que fueron sometidas las mujeres víctimas de violencia en este escenario50.
49
Definición tomada de Protocolo para juzgar con perspecriva de género. México. P 40.
50
Cfr. Caso campo algodonero vs. México. Párr. 133.
51
Idem
También de acuerdo al informe de la Relatora sobre la violencia contra la mujer de la
ONU, que sirvió como criterio esencial para el análisis de la violencia estructural en
México, la violencia de Ciudad Juárez sólo puede entenderse en el contexto de una
“desigualdad de género arraigada en la sociedad”, en este contexto, la relatora se refirió
a “fuerzas de cambio que ponen en entredicho las bases mismas del machismo”, entre las
que incluyó la incorporación de las mujeres a la fuerza de trabajo, lo cual proporciona
independencia económica y ofrece nuevas oportunidades de formarse52.
En base al análisis precedentemente anotado, la Corte IDH, señaló que estos factores,
aunque a la larga permitan a las mujeres superar la discriminación estructural, pueden
excacerbar la violencia y el sufrimiento a corto plazo. Además, agregó que “la
incapacidad de los hombres para desempeñar su papel tradicionalmente machista de
proveedores de sustento conduce al abandono familiar, la inestabilidad en las relaciones
o al alcoholismo, lo que a su vez hace más probable que se recurra a la violencia. Incluso
los casos de violación y asesinato pueden interpretarse como intentos desesperados por
aferrarse a normas discriminatorias que se ven superadas por las cambiantes condiciones
socioeconómicas y el avance de los derechos humanos”53.
52
Ídidem, párr. 134.
53
Ídem.
54
Torres, Laura; Antón, Eva (2010).- Lo que Usted debe saber sobre Violencia de Género. Ed. Obra Social
de Caja España. León (España).
este escenario, la violación sexual de las mujeres fue una práctica del Estado, ejecutada
en el contexto de las masacres, dirigida a destruir la dignidad de la mujer a nivel cultural,
social, familiar e individual55. En este caso, desde un enfoque de discriminación sistémica
que generó una violencia descarnada contra las mujeres en medio de un conflicto armado,
la Corte además observó que “…las mujeres embarazadas fueron víctimas de abortos
inducidos y otros actos de barbarie…56”, y, en base a un peritaje estableció que “las
torturas ejemplificantes, las violaciones sexuales y los actos de crueldad extrema,
produjeron en las víctimas …un daño grave a la integridad mental”57. Sin duda, estas
consideraciones debieron haber sido realizadas por Guatemala par la persecución penal
por hechos de violencia contra la mujer, empero, la omisión de una perspectiva de género
implicó denegatoria de justicia para muchas mujeres víctimas de este conflicto armado,
por esta razón, la Corte estableció la responsabilidad internacional de Guatemala.
13 El enfoque de interseccionalidad
55
Caso de la Masacre de las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de noviembre de 2009, párr. 139.
56
Íbidem, parr. 41.
57
Ídem.
“…la mujer por motivos de sexo y género está unida de manera
indivisible a otros factores que afecta a la mujer, como la raza,
el origen étnico, la religión o las creencias, la salud, el estatus,
la edad, la clase, la casta, la orientación sexual y la identidad de
género. La discriminación por motivos de sexo o género puede
afectar a las mujeres de algunos grupos en diferente medida o
forma que a los hombres. Los estados partes deben reconocer y
prohibir en sus instrumentos jurídicos estas formas
entrecruzadas de discriminación y su impacto negativo
combinado en las mujeres afectadas. También deben aprobar y
poner en práctica políticas y programas para eliminar estas
situaciones y, en particular, cuando corresponda, adoptar
medidas especiales de carácter temporal…”58.
La Corte IDH, aplicó el enfoque interseccional en el caso Inés Fernandez vs. México.
Inés Fernández, era una mujer indígena del pueblo Me´phaa que fue agredida física,
psicológica y sexualmente por tres miembros del Ejército Mexicano. Luego de habérsele
negado la justicia por los tribunales mexicanos, la Corte IDH determinó la
responsabilidad internacional del Estado por la violación a sus derechos a la integridad
personal, a la dignidad, a la vida privada y a no ser objeto de injerencias arbitrarias en su
domicilio, para establecer la responsabilidad internacional, aplicó el enfoque de
interseccionalidad y estableció que el Estado, al no tomar en cuenta la situación de
vulnerabilidad de la víctima, basada en su idioma y etnicidad, había incumplido “su
obligación de garantizar, sin discriminación, el derecho de acceso a la justicia”59.
58
Comité CEDAW. Recomendación General 28, párr.. 18. Ver también Recomendación Genera 25 del
Comité de la CEDW, párr.. 12.
59
Caso Inés Fernandes Vs. México, op. cit, párr. 201.
Estándar internacional de protección a derechos
La Corte reitera que durante la investigación y el
juzgamiento, el Estado debe asegurar el pleno acceso y
capacidad de actuar de la víctima en todas las etapas. En
un caso como el presente en el que la víctima, mujer e
indígena, ha tenido que enfrentar diversos obstáculos
en el acceso a la justicia, el Estado tiene el deber de
continuar proporcionando los medios para que la víctima
acceda y participe en las diligencias del caso, para lo cual
debe asegurar la provisión de intérprete y apoyo desde
una perspectiva de género, en consideración de sus
circunstancias de especial vulnerabilidad (Caso
Fernández Ortega vs. México párr. 230) (resaltado
ilustrativo).
60
Un ejemplo de la interpretación intercultural de derechos se encuentra en la SCP 1235/2018-S1, la cual
interpreta el art. 391 del Código de Procedimiento Penal y establece que en relación a un miembro de un
pueblo indígena, no puede formularse imputación sin un peritaje cultural previo que ayude a realizar una
interpertación intercultural de la norma.
CAPÍTULO II
LA TIPOLOGÍA DE LA
VIOLENCIA EN RAZÓN DE
GÉNERO A LA LUZ DE LAS
LEYES 348 Y 243
1 La Ley 348. Su alcance extensivo a la violencia en razón de género y la
comprensión, dentro de ese ámbito, de la Ley 243
La perspectiva de género está incluida en la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres
una Vida Libre de Violencia No. 348 de 9 de marzo de 2013. Esta perspectiva, tal como
se señaló en el anterior acápite, no sólo es pertinente en casos relacionados con
mujeres, sino que debe ampliarse a todas las personas LGBTI, niñas, niños
adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad o cualquier persona que
se encuentre en situación de violencia por los roles de género, por tanto, la Ley 348,
no tiene un alcance sólo para violencia contra mujeres, sino su aplicación se extiende
a violencia en razón de género.
61
El Art. 3 de la Ley 348 establece: “I. El Estado Plurinacional de Bolivia asume como prioridad la
erradicación de la violencia hacia las mujeres, por ser una de las formas más extremas de discriminación
en razón de género”.
la protección es extensible a niñas, niños y adolescentes, a personas adultas mayores y a
personas con discapacidad que también se encontrarían dentro del ámbito de protección
de esta norma.
En este marco, la violencia en razón a género, que como se dijo no sólo contempla a
mujeres, sino también a personas LGBTI, que se encuentran en situación de violencia
como consecuencia del sistema binario género/sexo.
Este alcance amplio a la Ley 348 ya fue establecido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional en la SCP 0346/2018-S2 de 18 de julio, tal como lo evidencia la siguiente
ficha jurisprudencial.
Respecto a la Ley 243, “Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las
Mujeres”, cabe señalar que es una Ley especial referida al Acosos o y Violencia Política
hacia las mujeres, por ende, si bien su ámbito de aplicación está dirigido a la protección
de las mujeres en el ámbito político, en razón a la desigualdad histórica que han tenido
en el ejercicio de los derechos políticos; ello no impide que, desde una interpretación a
partir de los estándares internacionales sobre la violencia en razón de género, el principio-
derecho a la igualdad y no discriminación, su alcance se extienda a las personas de la
comunidad LGBTI, ello debido a que los prejuicios, subordinación y discriminación que
históricamente han sufrido está vinculada a los roles, prejuicios y estereotipos construidos
cultural y socialmente.
Violencia Violencia
Violencia física
Feminicida Psicológica
Violencia Contra
Violencia
Violencia la Dignidad, la
Simbólica y/o
Mediática Honra y el
Encubierta
Nombre
Violencia en el
Violencia
Violencia Sistema
Patrimonial y
Laboral Educativo
Económica Plurinacional
Violencia en el
Ejercicio Político Violencia Violencia en las
y de Liderazgo Institucional Familias
de la Mujer
62
ONU MUJERES, ALTO COMINSIONADO PARA LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS NACIONES UNIDAS,
Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones
de género (femmicidio/feminicidio), p. 15.
respondiendo a la pregunta ¿qué se debe investigar en los casos de femicidios?; hace
referencia a los “contextos, escenarios, sujetos activos, sujetos pasivos, formas de
violencia y manifestaciones de violencia anteriores o posteriores a lo feminicidios”,
expresando, respecto a uno de los elementos asociados a las características de las
víctimas, que “las personas transexuales o transgénero transgreden las referencias que
imponen la cultura androcéntrica a los hombres y a las mujeres a través de la asignación
rígida de rosles: son ‘malos hombres’ y ‘malas mujeres’ por romper con su sexo. En su
nueva identidad son consideradas como una especie de traidores y traidoras ya que
denigran de su sexo original por no poder asumir los roles vinculados a él. Las personas
transexuales o transgénero son consideradas de forma negativa y critica en lo estructural
(por el cambio de sexo) y en lo relacional (por el comportamiento que asumen tras el
cambio), de manera que la violencia que se dirige contra ellas se potencia sobre esa
doble referencia enaraizada en razones contruidas sobre los géneros y los roles
asignados”63
63
Ib. P. 51
Marca indeleble o de formación permanente en cualquier parte del
cuerpo. 6. Peligro inminente de perder la vida. Cuando la víctima
sea una niña, niño o adolescente la pena será agravada en dos
tercios tanto en el mínimo como en el máximo. (resaltado nuestro)
De acuerdo al art. Séptimo de la Ley 348, la violencia sexual es toda conducta que
ponga en riesgo la autodeterminación sexual, tanto en el acto sexual como en toda forma
de contacto o acceso carnal, genital o no genital, que amenace, vulnere o restrinja el
derecho al ejercicio a una vida sexual libre segura, efectiva y plena, con autonomía y
libertad sexual de la mujer.
Para este tipo penal, debe considerarse lo establecido por la Corte IDH.
Por otra parte, debe mencionarse al art. 309 del CP (Estupro), modificado por el
art. 16 de la Ley 0504 de 8 de noviembre de 2010, de Protección Legal de Niñas, Niños
y Adolescentes, que establece:
Artículo 309. Quien mediante seducción o engaño, tuviera
acceso carnal con persona de uno y otro sexo mayor de catorce
(14) y menor de dieciocho (18) años, será sancionado con
privación de libertad de tres a seis años.
Cabe aclarar que si bien la Ley 348 no modifica el tipo penal Estupro, sin
embargo, es un delito que se enmarca dentro de la definición de violencia sexual anota
precedentemente, pues vulnera la autodeterminación sexual de la víctima adolescente, en
la medida en que se utiliza la seducción y/o el engaño para lograr el acceso carnal; por
ende, también, en este caso, se deben aplicar los estándares internacionales e internos
mencionados en este Protocolo.
El código penal boliviano, en cuanto a violencia sexual, también contiene otros tipos
penales, entre ellos el abuso sexual, cuya tipificación es la siguiente:
La Ley 348, en su art. Séptimo, también se refiere a la Violencia Contra los Derechos
Reproductivos, señalando que es la acción u omisión que impide, limita o vulnera el
derecho de las mujeres a la información, orientación, atención integral y tratamiento
durante el embarazo o pérdida, parto, puerperio y lactancia; a decidir libre y
responsablemente el número y espaciamiento de hijas e hijos; a ejercer su maternidad
segura y a elegir métodos anticonceptivos seguros.
La cesárea fue iniciada por el médico residente de tercer año pasadas las 19:00
horas. Sin embargo, en el transcurso del procedimiento quirúrgico de la cesárea se
verificó la presencia de múltiples adherencias a nivel del segmento inferior del útero, por
lo cual, en consideración de la dificultad del caso, el médico ginecólogo obstetra se hizo
cargo de la cirugía en su condición de instructor. Con posterioridad a que el neonatólogo
se llevara a la niña recién nacida, se realizó a la señora I.V. una salpingoclasia bilateral
bajo la técnica pomeroy, conocida comúnmente como ligadura de las trompas de Falopio.
Ambos procedimientos quirúrgicos fueron realizados encontrándose la paciente bajo
anestesia epidural, por lo que la señora I.V. nunca fue consultada de manera previa, libre
e informada respecto de la esterilización, sino que se enteró que había perdido su
capacidad reproductiva permanentemente, al día siguiente de practicada la misma,
cuando el médico residente se lo comunicó.
La misma Sentencia con relación al tipo penal aborto (art. 263 del CP), exhortó a
la Asamblea Legislativa Plurinacional para que en el marco de la interpretación efectuada por
el Tribunal, las recomendaciones de los organismos internacionales y el principio de
progresividad de los derechos de la mujer, “desarrollen normas que garanticen el ejercicio
de los derechos sexuales y reproductivos conforme a lo establecido en el art. 66 de la CPE,
y que las mismas coadyuven a resolver los abortos clandestinos”.
La Ley 348, en el art. 7, señala que la Violencia Contra los Derechos y la Libertad
Sexual, es toda acción u omisión, que impida o restrinja el ejercicio de los derechos de
las mujeres a disfrutar una vida sexual libre, segura, afectiva y plena o que vulnere su
libertad de elección sexual. Desde este enfoque, la Ley 263 de 31 de julio de 2012,
denominada Ley Integral Contra la Trata y Tráfico de Personas, incorpora tipos penales
vinculados a esta forma de violencia, entre ellos el de trata de personas, en los siguientes
términos:
“ARTÍCULO 281 Bis. (TRATA DE PERSONAS). I. Será
sancionado con privación de libertad de diez (10) a quince (15)
años, quien por cualquier medio de engaño, intimidación, abuso
de poder, uso de la fuerza o cualquier forma de coacción,
amenazas, abuso de la situación de dependencia o vulnerabilidad
de la víctima, la concesión o recepción de pagos por si o por
tercera persona realizare, indujere o favoreciere la captación,
traslado, transporte, privación de libertad, acogida o recepción de
personas dentro o fuera del territorio nacional, aunque mediare el
consentimiento de la víctima, con cualquiera de los siguientes
fines: 1. Venta u otros actos de disposición del ser humano con o
sin fines de lucro. 2. Extracción, venta o disposición ilícita de
fluidos o líquidos corporales, células, órganos o tejidos humanos.
3. Reducción a esclavitud o estado análogo. 4. Explotación
laboral, trabajo forzoso o cualquier forma de servidumbre. 5.
Servidumbre costumbrista. 6. Explotación sexual comercial. 7.
Embarazo forzado. 8. Turismo sexual. 9. Guarda o adopción. 10.
Mendicidad forzada. 11. Matrimonio servil, unión libre o de hecho
servil. 12. Reclutamiento de personas para su participación en
conflictos armados o sectas religiosas. 13. Empleo en actividades
delictivas. 14. Realización ilícita de investigaciones biomédicas.
Además, de acuerdo al tercer parágrafo del art. 281.bis, la sanción será de quince
a veinte años cuando la víctima fuere un niño, niña o adolescente, persona con
discapacidad física, enfermedad o deficiencia psíquica, mujer embarazada, o el autor sea
parte de una organización criminal, se produzca una lesión gravísima o se ponga en
peligro la vida, la integridad o la seguridad de la víctima. Finalmente, el numeral IV
señala que si a causa del delito se produce la muerte de la víctima, se impondrá la sanción
para el delito de asesinato, sin embargo, es importante precisar que desde la perspectiva
de género, estos delitos en tanto y cuanto se enmarcan a los delitos contra los derechos y
la libertad sexual, en caso de producir la muerte de la víctima, deben ser tipificados como
feminicidio, no como asesinato.
En una interpretación sistémica del art. 7 de la Ley 348, con la Ley 263, debe
hacerse referencia al tipo penal de prexenetismo que se encuentra tipificado de la
siguiente forma:
También en una interpretación sistémica de la Ley 348 con la Ley 263, es importante
establecer que se encuentra tipificado el delito de pornografía en los siguientes términos:
De la misma forma, el art. 178 de la Ley 263, modifica el tipo penal de omisión
de denuncia en los siguientes términos:
“ARTÍCULO 178. (OMISIÓN DE DENUNCIA). El servidor o
servidora pública que en razón de su cargo, teniendo la
obligación de promover la denuncia de delitos y delincuentes,
dejare de hacerlo, recibirá una pena privativa de libertad de uno
(1) a tres (3) años. Si el delito tuviere como víctima a un niño,
niña o adolescente, la pena se aumentará en un tercio.”
Desde esta perspetiva, también es importante invocar otros tipos penales que
deben ser abordados desde la violencia en razón de género, entre ellos, el homicidio
suicidio64, el aborto forzado65, la substracción de un menor o incapaz66, entre otros.
64
Artículo 256º (HOMICIDIO-SUICIDIO) La persona que instigare a otra al suicidio o el ayudare a cometerlo,
si la muerte se hubiere intentado o consumado, incurrirá en reclusión de dos (2) a seis (6) años
65
Artículo 267º bis. (ABORTO FORZADO). Quien mediante violencia física, psicológica o sexual contra la
mujer el causare un aborto, será sancionado con reclusión de cuatro (4) a ocho (8) años.
66
"Artículo 246.(SUBSTRACCIÓN DE UN MENOR O INCAPAZ). Quien substrajere a un menor de dieciséis
años (16) o a un incapaz, de la potestad de sus padres, adoptantes, tutores o curadores, y el que retuviere
al menor contra su voluntad, será sancionado con privación de libertad de uno (1) a tres (3) años. La
misma pena se aplicará si el menor tuviere más de dieciséis (16) años y no mediare consentimiento de su
parte. La pena será agravada en el doble si el delito es cometido por uno de los progenitores con el objeto
de ejercer contra el otro cualquier tipo de coacción.
grado. 4. La persona que estuviere encargada del ciudado o guarda de
la víctima, o si ésta se encontrara en el hogar, bajo situación de
dependencia o autoridad. En los demás casos la parte podrá hacer
valer su pretensión por ante la vía correspondiente."
El art. 3.1 del Decreto Supremo 2145 de 14 de octubre de 2014 que reglamenta la
Ley 348.I, regula las contravenciones de violencia contra las mujeres que no constituyen
delitos, en este marco, estos hechos, de acuerdo a esta disposición, deben ser denunciados,
investigados y sancionados por la vía administrativa. En este contexto, el segundo
parágrafo de la referida disposición legal, en su inciso c), señala que “El acoso laboral y
la violencia laboral serán denunciados ante el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión
Social; asimismo, la discriminación a través de agresiones verbales o maltrato e
incumplimiento de deberes ante la misma institución donde se hubiere producido el
hecho, todas estas contravenciones como parte de la violencia laboral”.
El art. 3.1 del Decreto Supremo 2145 de 14 de octubre de 2014 que reglamenta la
Ley 348.I, regula las contravenciones de violencia contra las mujeres que no constituyen
delitos, en este marco, éstos hechos de acuerdo a esta disposición deben ser denunciados,
investigados y sancionados por la vía administrativa. En este contexto, el segundo
parágrafo de la referida disposición legal, en su inciso a), establece que constituye falta
de violencia contra las mujeres “La publicación y difusión de mensajes o imágenes
estereotipadas que promuevan la sumisión de las mujeres o hagan uso sexista de su
imagen como parte de la violencia mediática, simbólica y/o encubierta”.
El art. 3.II.b del DS 2145 que reglamenta la Ley 348, establece que son
contravenciones las agresiones verbales, denegación de acceso al servicio o maltrato por
motivos discriminatorios, maltrato e incumplimiento de deberes como parte de la
violencia contra los derechos reproductivos, el derecho a la salud y la libertad sexual.
2.13 Violencia institucional
El art. 7.14 de la Ley 348 establece que la violencia institucionaol es una forma
de violencia, conceptualizándola como “toda acción u omisión de servidoras o servidores
públicos o de personal de instituciones privadas, que implique una acción discriminatoria,
prejuiciosa, humillante y deshumanizada que retarde, obstaculice, menoscabe o niegue a
las mujeres el acceso y atención al servicio requerido”.
El art. 3.II.d del DS 2145, que reglamenta la Ley 348, señala que las agresiones
verbales, denegación injustificada de acceso al servicio o maltrato psicológico por
motivos discriminatorios o cualquier otra forma de maltrato que no constituye delito, será
denunciado ante las instancias donde se produjo el hecho como parte de la violencia
institucional.
La tipología contenida en el art. Séptimo de la Ley 348, es abierta, por lo que esta
disposición incluye a otras formas de violencia en razón de género, aunque no estén
expresamente citadas.
Debe también señalarse que los hechos que constituyan violencia en razón de
género y en el marco de la tipificación de violencia descrita en el art. Séptimo de la Ley
348, deben ser analizados por las autoridades fiscales y jurisdiccionales, desde un enfoque
de género, el cual, tal como se señaló, es una herramienta del derecho destinada a
identificar discriminaciones individuales, múltiples a través del enfoque interseccional o
sistémicas, por tanto, la persecución penal en los tipos penales descritos, no puede omitir
una análisis contextual para así evitar juzgamientos con sesgos de género, de manera tal
que se emitan decisiones objetivas y razonables.
El art. 14 de CEDAW determina que se deben adoptar las medidas apropiadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en las zonas rurales para asegurar su
participación en el desarrollo rural y en las actividades comunitarias; norma sobre la cual
la Recomendación 33 de la CEDAW, sobre acceso a la Justicia, señala que los Estados
deben tomar medidas para asegurar que los sistemas de justicia religiosos,
consuetudinarios, indígenas y comunitarios armonicen sus normas, procedimientos y
prácticas con los derechos humanos consagrados en la CEDAW y otros instrumentos
internacionales de derechos humanos y aseguren que las mujeres puedan elegir, con un
consentimiento informado, la ley y los tribunales judiciales aplicables en los que
preferirían que se tramitaran sus reclamaciones68.
67
Art. 5 de la CEDAW
68
64.El Comité recomienda que, en cooperación con entidades no estatales, los Estados partes:
a)Tomen medidas inmediatas, incluidos los programas de capacitación y de fomento de la capacidad sobre la Convención
y los derechos de la mujer para el personal de los sistemas de justicia, a fin de asegurar que los sistemas de justicia
religiosos, consuetudinarios, indígenas y comunitarios armonicen sus normas, procedimientos y prácticas con los
derechos humanos estándar consagrados en la Convención y otros instrumentos internacionales de derechos humanos;
b)Promulguen legislación para regular las relaciones entre los diferentes mecanismos de los sistemas de la justicia plural
a fin de reducir posibles conflictos;
En la Recomendación General 34, la CEDAW establece que los Estados partes
deberían realizar un análisis de las consecuencias de las leyes vigentes en función del
género para evaluar su efecto en las mujeres rurales, eliminar los obstáculos que impiden
a las mujeres rurales acceder a la justicia, y que se debería sensibilizar a mujeres,
hombres, niñas y niños del medio rural, líderes locales, religiosos y comunitarios sobre
los derechos de las mujeres y las niñas rurales, con el objetivo de eliminar las actitudes
y prácticas sociales discriminatorias, adoptar medidas eficaces encaminadas a prevenir,
investigar, juzgar y castigar los actos de violencia contra las mujeres y las niñas del medio
rural.
c)Proporcionen salvaguardias contra las violaciones de los derechos humanos de la mujer permitiendo un examen por
tribunales estatales y órganos administrativos de las actividades de todos los componentes de los sistemas de justicia
extraoficiales, prestando especial atención a los tribunales de aldea y los tribunales tradicionales;
d)Aseguren que las mujeres puedan elegir, con un consentimiento informado, la ley y los tribunales judiciales aplicables
en los que preferirían que se tramitaran sus reclamaciones;
e)Garanticen la disponibilidad de servicios de asistencia jurídica para las mujeres a fin de que puedan reclamar sus
derechos dentro de los diversos sistemas de justicia extraoficiales dirigiéndose al personal local cualificado de apoyo
para que les presten asistencia;
f)Aseguren la participación en pie de igualdad de la mujer en los órganos establecidos para vigilar, evaluar y comunicar
las actuaciones de los sistemas extraoficiales de justicia a todos los niveles; y
g)Fomenten un diálogo constructivo y formalicen los vínculos entre los sistemas extraoficiales de justicia, incluso
mediante la adopción de procedimientos para compartir información entre ellos.
de 2010, Ley del Régimen Electoral, que contemplan el principio de equivalencia que
sostiene que la democracia boliviana se sustenta en la equidad de género y la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres, aplicando la paridad y alternancia en las listas de
candidatas y candidatos para todos los cargos de gobierno y de representación en la
elección interna de las dirigencia y candidaturas no sólo de las organizaciones políticas,
sino también en las normas propias y procedimientos propios de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos.
69
El art. 11.a) señala: “Las listas de candidatas y candidatos a Senadoras y Senadores, Diputadas y Diputados,
Asambleístas Departamentales y Regionales, Concejalas y Concejales Municipales, y otras autoridades electivas,
titulares y suplentes, respetarán la paridad y alternancia de género entre mujeres y hombres, de tal manera que exista
una candidata titular mujer y, a continuación, un candidato titular hombre; un candidato suplente hombre y, a
continuación, una candidata suplente mujer, de manera sucesiva”.
70
El art. 11.b) sostiene: “En los casos de elección de una sola candidatura en una circunscripción, la igualdad, paridad y
alternancia de género se expresará en titulares y suplentes. En el total de dichas circunscripciones por lo menos el
cincuenta por ciento (50%) de las candidaturas titulares pertenecerán a mujeres”.
71
Esta ley, en el artículo séptimo diferencia el acoso de la violencia política. Desde este marco, el inciso a) establece:
“Se entiende por acoso político al acto o conjunto de actos de presión, persecución, hostigamiento o amenazas,
cometidos por una persona o grupo de personas, directamente o a través de terceros en contra de mujeres candidatas,
electas, designadas o en ejercicio de la función político-pública o en contra de sus familias con el propósito de acordar,
suspender, impedir o restringir las funciones inherentes a su cargo, para inducirla u obligarla a que realice, en contra de
su voluntad, una acción o incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus derechos.
El inciso b) señala que se entiende por violencia política a las acciones, conductas y/o agresiones físicas, psicológicas,
sexuales cometidas por una persona o grupo de personas, directamente o a través de terceros, en contra de las mujeres
candidatas, electas, designadas o en ejercicio de la función político-pública, o en contra de su familia, para acortar,
prevención, atención, sanción contra actos individuales o colectivos de acos y/o violencia
política hacia las mujeres para garantizar el ejercicio pleno de sus derechoso políticos”.
El art. 4 de la Ley determina que ésta se aplica en todos los nivels de la Organización
Territorial del Estado, de todos los estantes y habitantes del territorio boliviano, y los
lulgares sometidos a su jurisdicción y, en el art. 5, referido alámbvito de protección, que
con la Ley se protege a todas las mujeres candidatas, electas, designadas o en el ejercicio
de la función político-pública,
El art. 6 de la Ley 243 establece los principios y valores por los cuales se encuentra
regida, y que deben orientar la labor de las autoridades de los diferentes niveles de la
organización territorial del Estado, y también, claro está, del Ministerio Público, que son:
suspender, impedir o restringir el ejercicio de su cargo o para inducirla u obligarla a que realice, en contra de su voluntad,
una acción o incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus derechos.
igualdad de oportunidades72, no violencia73, no discriminación74, equidad75, participación
política76, control social77, despatriarcalización78, interculturalidad79, acción positiva80.
72
“a) Igualdad de oportunidades.- El Estado garantiza a todas las mujeres el ejercicio pleno de sus
derechos políticos a participar como electoras, y elegibles para ejercer funciones político - públicas, en
igualdad de condiciones y oportunidades”.
73
“b) No Violencia.- El Estado previene y sanciona cualquier forma de violencia hacia las mujeres”
74
“c) No Discriminación.- El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación, entendida como
distinción, exclusión, desvalorización, denegación y/o restricción que tenga por objeto o resultado anular
o menoscabar el reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos políticos de las mujeres en la vida
política-pública del país”.
75
d) Equidad.- El Estado garantiza el ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres, generando
las condiciones, oportunidades y medios que contribuyan a la participación equitativa y en igualdad de
condiciones entre hombres y mujeres, aplicando la paridad y alternancia en la representación política -
pública en todas las entidades territoriales autónomas”.
76
“e) Participación Política.- Se fortalece la forma democrática participativa, representativa y
comunitaria, a través de los propios mecanismos de la Sociedad civil organizada”.
77
“f) Control Social.- La sociedad civil organizada velará por el cumplimiento de los preceptos
constitucionales de paridad y alternancia, en todos los espacios del servicio público a través de las
facultades otorgadas reconocidas y garantizadas constitucionalmente, como son la fiscalización,
supervisión vigilancia y control”.
78
“g) Despatriarcalización.- El Estado implementará un conjunto de acciones, políticas y estrategias
necesarias para desestructurar el sistema patriarca basado en la subordinación, desvalorización y exclusión
sustentadas en las relaciones de poder, que excluyen y oprimen a las mujeres en lo social económico,
político y cultural”.
79
“h) Interculturalidad.- El Estado boliviano fomentará la convivencia armoniosa, pacífica y de respeto en
la diversidad cultural, institucional normativa y lingüística en el ejercicio de los derechos políticos y el
particular de las mujeres para garantizar la dignidad e igualdad entre toda las personas”.
80
“i) Acción Positiva.- Es obligación del Estado adoptar mecanismos para disminuir las brechas de
desigualdad entre mujeres y hombres, que buscan revertir las situaciones de inequidad, exclusión, acoso y
violencia política en contra de las mujeres en los diferentes espacios de participación política”.
inducirla u obligarla a que realice, en contra de su voluntad, una acción o incurra en
una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus derechos.
La Ley 243, en el art. 20 incorpora nuevos tipos penales: acoso político contra mujeres
y violencia política contra las mujeres, de acuerdo a los siguientes términos:
De acuerdo al art. 22 de la Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres,
los delitos de acoso y violencia política contra las mujeres se agravarán con un tercio de
la pena en los casos descritos en el art. 17, parágrafo II de la misma Ley, es decir, en los
siguientes casos:
Tal como lo estableció la SCP 0112/2012, el orden normativo interno debe estar
impregnado de valores y principios supremos, en ese sentido, desde el deber de la debida
diligencia para casos de violencia en razón de género, la respuesta del Estado
Plurinacional de Bolivia, debe estar guiada por principios y valores esenciales del modelo
de Estado81, entre ellos el Vivir bien82, la igualdad sustantiva83, la inclusión84, el trato
digno85, la complementariedad86, la armonía87, la igualdad de oportunidades88, la equidad
social89, la equidad de género90, la cultura de paz91, la despatriarcalización92, la atención
diferenciada93, la especialidad, entre otros.
81
Estos principios y valores fueron desarrollados por la SCP 0112/2012.
82
De acuerdo al art. 4 de la Ley 348, el Vivir Bien es la condición y desarrollo de una vida íntegra material,
espiritual y física, en armonía consigo misma, el entorno familiar, social y la naturaleza.
83
El Estado garantiza la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, el respeto y la tutela de los
derechos, en especial de las mujeres, en el marco de la diversidad como valor, eliminando toda forma de
distinción o discriminación por diferencias de sexo, culturales, económicas, físicas, sociales o de cualquier
otra índole, esta definición esta descrita en el art. 4.2 de la Ley 348.
84
La inclusión, de acuerdo al art. 4.3 de la Ley 348, implica tomar en cuenta la cultura y origen de las
mujeres, para adoptar, implementar y aplicar los mecanismos apropiados para resguardar sus derechos,
asegurarles el respeto y garantizar la provisión de medios eficaces y oportunos para su protección.
85
Las mujeres en situación de violencia reciben un trato prioritario, digno y preferencial, con respeto,
calidad y calidez, así lo establece el art. 4.4 de la Ley 348.
86
La complementariedad asegura la comunión entre mujeres y hombres de igual, similar o diferente
forma de vida e identidad cultural que conviven en concordia amistosa y pacíficamente, así lo establece
el art. 4.5 de la Ley 348.
87
La armonía de acuerdo al art. 4.6 de la Ley 348, plantea la coexistencia y convivencia pacífica entre
mujeres y hombres, y con la Madre Tierra.
88
De acuerdo al art. 4.7 de la Ley 348, Las mujeres, independientemente de sus circunstancias personales,
sociales o económicas, de su edad, estado civil, pertenencia a un pueblo indígena originario campesino,
orientación sexual, procedencia rural o urbana, creencia o religión, opinión política o cualquier otra;
tendrán acceso a la protección y acciones que esta Ley establece, en todo el territorio nacional.
89
Es el bienestar común de mujeres y hombres, con participación plena y efectiva en todos los ámbitos,
para lograr una justa distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, así lo establece el
art. 4.8 de la Ley 348.
90
De acuerdo al art. 4.9 de la Ley 348, tiene la finalidad de eliminar las brechas de desigualdad para el
ejercicio pleno de las libertades y los derechos de mujeres y hombres.
91
Las mujeres y hombres rechazan la violencia contra las mujeres y resuelven los conflictos mediante el
diálogo y el respeto entre las personas, así define la cultura de paz el art. 4.10 de la Ley 348.
92
De acuerdo al art. 4.12, la despatriarcalización consiste en la elaboración de políticas públicas desde la
identidad plurinacional, para la visibilización, denuncia y erradicación del patriarcado, a través de la
transformación de las estructuras, relaciones, tradiciones, costumbres y comportamientos desiguales de
poder, dominio, exclusión opresión y explotación de las mujeres por los hombres.
93
En todos los niveles de la administración pública y en especial aquellas de atención, protección y sanción
en casos de violencia hacia las mujeres, las y los servidores públicos deberán contar con los conocimientos
necesarios para garantizar a las mujeres un trato respetuoso, digno y eficaz. Este principio esta
establecido en el art. 4.14 de la Ley 348.
En el marco del principio de oficiosidad reforzada, el
Estado Plurinacional de Bolivia, con la debida
diligencia, debe iniciar de oficio la investigación, en
el marco del máximo informalismo, de acuerdo a los
principios de atención prioritaria a la víctima, interés
superior de la víctima, prohibición de
revictimización, inversión de la carga de la prueba al
Ministerio Público, verdad material, prevalencia de
la justicia material
94
El art. 193 del CNNA, regula los siguientes principios: a) Especialidad. La justicia en materia de Niña,
Niño y Adolescente, se desarrolla con la intervención de personal interdisciplinario especializado;b.
Desformalización. Se debe flexibilizar el procedimiento, evitando toda ritualidad o formalidad en el
acceso a la justicia; c. Presunción de Verdad. Para asegurar el descubrimiento de la verdad, todas las
autoridades del sistema judicial deberán considerar el testimonio de una niña, niño o adolescente como
cierto, en tanto no se desvirtúe objetivamente el mismo; d.Reserva. En todo proceso se guardará la
reserva necesaria para garantizar la dignidad e integridad de la niña, niño o adolescente; e.
Concentración. Determina el desarrollo de la actividad procesal en el menor número de actos para evitar
su dispersión; f. Proporcionalidad. La aplicación de cualquier medida judicial a una niña, niño o
adolescente debe estar relacionada con su edad y etapa de desarrollo, valorando toda circunstancia que
pueda vulnerar sus derechos; g. Transparencia. Los actos procesales se caracterizan por otorgar a las
partes información útil y fiable, facilitando la publicidad de los mismos con el objeto de que la jurisdicción
cumpla con la finalidad de proteger derechos e intereses que merezcan tutela jurídica; y, h.
Pronunciamiento. La autoridad jurisdiccional tiene la obligación de pronunciarse sobre las peticiones
presentadas por las partes, en cada etapa de los procesos.
Debe considerarse los principios del interés
superior de las niñas, niños y adolescentes, el del
ejercicio progresivo de derechos, el de prioridad
absoluta, no discriminación, en el marco de su
evolución en el derecho internacional de los
derechos humanos95.
95
Estos principios se encuentran contenidos en la Opinión Consultiva OC 19/02.
obligación de actuar de manera inmediata y agilizar los actos
investigativos necesarios en cada uno de los casos, brindando las
acciones de protección y auxilio a las víctimas niñas, niños y
adolescentes. (FJ III.4)
96
Ver art. 45 de la Ley 348.
Desde la debida diligencia, una de las garantías de la víctima es el inicio de oficio y
de manera eficaz de las investigaciones, garantía desarrollada por la Corte IDH en los
siguientes términos:
Estándar internacional de protección a derechos
El Estado tiene el deber de iniciar de oficio y de
inmediato una investigación imparcial, independiente y
minuciosa que permite determinar la naturaleza y el
origen de las lesiones advertidas, identificar a los
responsables e iniciar su procesamiento, aun cuando los
actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes
no hayan sido denunciados ante las autoridades
competentes por la propia víctima (Caso Espinoza
Gonzáles Vs. Perú, párr. 266).
El Estado, a través de todos los operadores del sistema, deben asegurar que las
personas víctimas de violencia en razón a género y con mayor razón las niñas, niños y
adolescentes víctimas de violencia, no sufran mayores daños al recordar y revivir la
situación de violencia a la cual fueron sometidas, en este marco, debe evitarse las
97
Art. 94 de la Ley 348.
98
Este principio esta contenido en el art. 45 nums. 7 y 8 de la Ley 348.
declaraciones múltiples de la víctima, deben reducirse plazos, debe solicitarse anticipo de
pruebas, debe evitarse cualquier tipo de contacto con la persona o personas denunciadas,
no debe contradecirse a la versión de la víctima en el momento de la denuncia, ni
cuestionar su palabra, menos aún asumir conductas o criterios estereotipados por su
apariencia o su expresión de género, debe resguardarse el derecho a la reserva y debe
brindárseles una atención eficaz y efectiva para su debida protección.
99
Se encuentra en vigencia la Guía de Uso de la Cámara Gesell de la Fiscalía General del Estado.
brinde acceso a asistencia jurídica gratuita a la víctima
durante todas las etapas del proceso, y vii) se brinde atención
médica, sanitaria y psicológica a la víctima, tanto de
emergencia como de forma continuada si así se requiere,
mediante un protocolo de atención cuyo objetivo sea reducir
las consecuencias de la violación (Caso Mujeres víctimas
de tortura sexual en Ateneco Vs. México párr.. 272).
En el ámbito de los delitos de acoso político contra mujeres (art. 148 Bis del CP) y
violencia política contra las mujeres (art. 148 Ter del CP), el art. 21 de la Ley contra el
Acoso y violencia Política hacia las Mujeres señala que dichos delitos serán deunciados
ante el Ministerio Público y sometidos a la jurisdicción ordinaria de acuerdo a la
normativa procesal penal vigente.
Esta norma debe ser intepretada de manera sistémica con la Ley 348, que es la norma
especial para la violencia en razón de género, que disciplina las atribuciones de las
instancias de de denuncia y de las promotoras de denuncia, encargadas de presentar la
denuncia ante el Ministerio Público, entre ellas los Servicios Legales Municipales
Integrales SLIMs, las Defensorías de la Niñez y Adolescencia, los Servicios Integrados
de Justicia plurinacional SIJPLU, el Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima
SEPDAVI, entre otros; muchas de las instancias anotadas, conforme se explicará en los
siguientes puntos, también intervienen en casos de acoso y violencia política. De la misma
forma, en un Estado Plurinacional, debe analizarse de manera específica el rol de las
autoridades de las Naciones y Pueblos Indígena originario campesinos, con énfasis en los
delitos de acoso y violencia política.
100
Art. 42.I de la Ley 348.
Por otra parte, debe señalarse que de acuerdo al art. 14 de la Ley 243, la denuncia por
acoso y violencia política “podrá ser presentada por la víctima, sus familiares o cualquier
persona natural o jurídica, en forma verbal o escrita ante las autoridades competentes”
101
Mediante Ley No. 734 de 8 de abril de 1985 se promulgó la Ley Orgánica de la Policia Nacional, hoy
Policía Boliviana.
En el marco del principio de especialidad y en virtud a las obligaciones contraídas por
el Estado Plurinacional de Bolivia en el caso MZ vs. Bolivia102, la Ley 348 creó la Fuerza
Especial de Lucha contra la Violencia FELCV. En efecto, el art. 53.I establece la creación
de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, como organismo especializado de la
Policía Boliviana encargado de la prevención, auxilio e investigación, identificación y
aprehensión de los presuntos responsables de hechos de violencia hacia las mujeres y 1a
familia, bajo la dirección funcional del Ministerio Público, en coordinación con entidades
públicas y privadas. Su estructura, organización y procedimientos serán establecidos de
acuerdo a reglamento y contarán con cuatro niveles de actuación103.
102
EXPLICAR EL CASO.
103
EXPICAR LOS CUATRO NIVELES VER ARTÍCULOS ANTERIORES AL ART. 54 DE LA LEY 348
7) Orientar a las víctimas sobre los recursos que la Ley
los confiere y los servicios de atención y protección
existentes a su disposición.
8) Conducir a la persona agredida a los servicios de
salud, promoviendo su atención inmediata
9) Levantar inventario e informar al Juez o Ministerio
Público
10) Si la mujer en situación de violencia lo solicita,
acompañarla y asistirla mientras retira sus
pertenencias personales de su domicilio u otro lugar,
evitando la retención de cualquier efecto o
documentos personales y llevarla donde ella indique
o a una casa de acogida o refugio temporal.
11) Hacer seguimiento a la mujer por setenta y dos (72)
horas, con el fin de garantizar la eficacia de la
protección brindada a la mujer en situación de
violencia y las otras personas que estuvieran en
riesgo.
Es importante destacar también que el art. 58.II de la Ley 348 establece que ninguna
funcionaria o funcionario policial negará el auxilio y apoyo a mujeres en situación de
violencia alegando falta de competencia, aunque no forme parte de la Fuerza Especial de
Lucha Contra la Violencia.
El art. 55 de la Ley 348, crea las Unidades Móviles contra la Volencia, en este marco,
señala que la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, en su atención móvil, contará
con equipo y personal especializado para la recepción de denuncias y el auxilio inmediato,
en coordinación con las y los Fiscales de Materia, en el lugar donde se suscite el hecho,
priorizando su acción en el área rural.
También de acuerdo al art. 55 de la Ley 348, deberá contar con Unidades Móviles
contra la Violencia, las cuales deben estar conformadas por un equipo especilizado para
recepción de denuncias y el auxilio inmedianto de víctimas, en coordinación con las y los
Fiscales de Materia, quienes deberán trasladarse a los lugares donde se susciten hechos
de violencia de género, debiendo además priorizar su acción en el área rural.
Las denuncias presentadas directamente ante la Policía Nacional por la víctima o sus
familiares, así como las denuncias conocidas por esta instancia por derivación de
instituciones públicas, privadas o particulares, deberán ser registradas en el sistema de
registro de denuncias, pare este fin, la autoridad policial que recepcione la denuncia,
deberá registrar su constancia en el Formulario Único de Denuncia, el cual se adjunta
en anexos. Si no se tuviera acceso al sistema informático, la autoridad policial que
recepcione la denuncia, deberá llenar el formulario de forma digital o física.
El parágrafo II del art. 59 de la Ley 348 establece que en caso de existir peligro
inminente para la integridad física de las personas protegidas por la Ley, el cumplimiento
de las formalidades no se convertirá en impedimento para la intervención oportuna de la
policía. Además, de acuerdo a la Ley 1173, la FELCV en caso de urgencia podrá disponer
las siguientes medidas de protección, que también pueden ser aplicables, en lo pertinente,
en los casos de violencia política:
104
El delito de incumplimeinto de deberes se encuentra tipificado en los arts. 154 y 154 bis de la Ley 348.
otro espaciio que frecuente la mujer que se encuentra en
situación de violencia.
105
Este documento se encuentra disponible en:
https://www.comunidad.org.bo/assets/archivos/publicacion/39ae558376204bc83b3578dee8b02e9c.pd
f
106
La obligación de establecer el domicilio de la víctima ha sido señalada en la SCP 502/2018-S2 de 14 de3
septiembre, que señala: “Conforme a ello, es el Ministerio Público el que debe identificar el domicilio de la
víctima, no pudiendo recaer dicha obligación en las o los imputados; pues ello, implicaría invertir los roles
que hacen al proceso penal y exigir a la o el imputado -que esencialmente ejerce el derecho a la defensa-
efectuar labores de investigación e inculparse, alegando la existencia de otra u otras víctimas, lo que
efectivamente vulnera el derecho del imputado a no ser obligado a declarar contra sí mismo, previsto en
el art. 121 de la CPE”.
4.1.2 Intervención policial preventiva o acción directa
Las y los servidores que participen en una acción directa, deben hacer constar en el
Formulario de Intervención Policial Preventiva o Acción Directa, los datos de la víctima,
las lesiones que sean visibles y el estado emocional en el momento de la intervención.
Las y los servidores policiales deben cumplir con el deber de información, en este
marco deberán informar sobre el procedimiento de denuncia, la intervención de oficio en
temas de violencia de género, los servicios de atención y las posibles medidas de
protección y seguridad que puede asumirse para su protección.
Cuando la denuncia sea presentada ante la Policía Nacional, deberá elaborarse un
Informe de Presentación Policial Preventiva, en este marco, deberá cumplirse con los
siguientes lineamientos:
107
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f
108
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https://www.comunidad.org.bo/assets/archivos/publicacion/ddbdcaa6f6be9ac3f3024b15b81d3e93.pdf
ü La identificación del funcionario policial a
cargo de la investigación y la dependencia a la
que pertenece.
La Ley 260 denominada Ley Orgánica del Ministerio Público, establece que esta es
una institución constitucional que representa a la sociedad ante los órganos
jurisdiccionales para velar por el respeto de los derechos y las garantías constitucionales.
En este marco, las y los fiscales de materia ejercerán la acción penal pública, la cual debe
enmarcarse al principio de especialidad.
109
Art. 40.7 de la Ley 260, modificada por la disposición adicional de la Ley 1173.
personas afectadas por el hecho delictivo110; derivar, cuando corresponda, a las víctimas
directas e indirectas a las instituciones de protección a las víctimas y testigos111; y,
asegurarse que todos los indicios y elementos de prueba recolectados sean debidamente
resguardados dentro de la cadena de custodia, en particular los recolectados de la
víctima112, entre otras113.
La denuncia puede ser verbal o escrita, en ese marco, de acuerdo a los principios
rectores que deben ser cumplidos en violencia de género, la recepción de la denuncia debe
respetar al máximo la dignidad de las personas, debe estar exenta de todo estereotipo o
prejuicio, debe ser realizada en un ambiente que genere confianza y protección a la
persona denunciante, pero además debe regir el principio de máximo informalismo para
garantizar un real y oportuno acceso a la justicia por violencia en razón de género.
110
Íbidem, num. 8.
111
Íbidem, num. 9.
112
Íbidem, num. 10.
113
Al margen de los fiscales de materia, la Ley 260 disciplina en el art. 42 las atribuciones de las y los
fiscales asistentes.
El ejercicio de las atribuciones descritas nececitan ser cumplidas por fiscales en el
marco del principio de especialidad para garantizar a las mujeres una vida libre de
violencia, en este marco, el Miniserio Público cuenta con la Fiscalía Especializada para
Vítimas de Atención Prioritaria FEVAP.
El personal del Ministerio Público que tenga el primer contacto con la víctima debe
establecer si se encuentra en estado de crisis, supuesto en el cual, debe prestarse atención
urgente e inmediata, para este fin, la autoridad fiscal de materia, convocará a la Unidad
de Protección a Víctimas y Testigos (UPAVT) o en su defecto, dependiendo el caso,
deberá también convocar a las instancias promotoras de denuncia como el SLIM,
SIJPLU, ó, SEPDAVI para la atención inmediata de la víctima.
De acuerdo al art. 63 de la Ley 348, las y los fiscales de Materia contra la violencia
hacia las mujeres contarán con personal de apoyo especializado, para proporcionar a cada
mujer en situación de violencia una atención eficaz y adecuada. En cada Departamento
el Ministerio Público contará con al menos un equipo de asesoras y asesores profesionales
especializados para la investigación de casos de violencia hacia las mujeres, para lo cual
podrán también solicitar la colaboración de organismos e instituciones de derechos
humanos y de mujeres.
114
La Ley No. 260 en su art. 88, contempla a la Direccion de Protección a las Víctimas, Testigos y Miembros
del Ministerio Público. Por su parte, la Ley No. 458 de 9 de diciembre de 2013 denominada Ley de
Protección de Denunciates y Testigos, en su art. 2 establece que esta instancia tiene la finalidad de
Proteger a las servidoras y los servidores públicos, ex servidoras y ex servidores públicos, personas
particulares y su entorno familiar cercano, que sean susceptibles de sufrir una represalia. Además, esta
ley en su art. 3 establece que se aplica a a personas que realizaron, realicen o se dispongan a realizar una
actividad protegida respecto a los delitos de crimen organizado, terrorismo, corrupción y narcotráfico, en
contra de niñas, niños y adolescentes, violencia contra la mujer, trata y tráfico de personas y/o violación
de derechos fundamentales. También se apica a las personas de su entorno familiar cercano, y aquellas
determinadas por la persona protegida.
De acuerdo a la garantía de prohibición de revictimización en el marco de un trato
digno para la víctima de violencia en razón a género, deberá considerarse lo siguiente:
115
El art. 55.III de la LOMP, señala: “En las denuncias verbales, cuando la denuncia sea realizada en sede
Fiscal, el o la Fiscal ordenará inmediatamente a las o los investigadores a concurrir al lugar del hecho a
objeto de verificar el mismo sin perjuicio de acudir personalmente, y deberá informar estos aspectos a la
o el Fiscal, de existir suficientes elementos se procederá a realizar las investigaciones que correspondan,
caso contrario la denuncia será desestimada”.
Para aperturar la denuncia, no se puede exigir a la víctima la
presentación de certificados médicos, informes psicológicos o
cualquier otra formalidad (Arts. 86.9 y 92 de la Ley 348; Art.
285 de la Ley 1173; y, Art. 193.b de la Ley 548).
El parágrafo II del art. 59 de la Ley 348 establece que en caso de existir peligro
inminente para la integridad física de las personas protegidas por la Ley, el cumplimiento
de las formalidades no se convertirá en impedimento para la intervención oportuna de la
policía. Además, de acuerdo a la Ley 1173, la o el fiscal especializado, en caso de
urgencia podrá disponer las siguientes medidas de protección:
116
El delito de incumplimeinto de deberes se encuentra tipificado en los arts. 154 y 154 bis de la Ley 348.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o
molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.
ü Realizar el inventario de los bienes muebles e
inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disoner la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas
e hijos dependientes.
Defensorías de
SLIMs la Niñez y
Adolescencia
Autoridades
Indígena
SIJPLU
originarias
campesinas
SEPDAVI
Por otra parte, es importante señalar que de acuerdo al art. 23 de la Ley contra el
Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, queda prohibida la conciliación en los
delitos de acoso y/o violencia política contra las mujeres; por lo tanto, no será posible,
bajo ninguna circunstancia que el Minsiterio Público adopte dicha salida alternativa, de
donde se extrae que, en virtud al principio de especialidad, en este tipo de violencia –
política- no resulta aplicable el art. 46 de la Ley 348, referido los supuestos excepcionales
en los que procede la conciliación.
El art. 42.II de la Ley 348 establece que los Servicios Legales Integrales Municipales
SLIMs, deben promover la denuncia, es decir presentarla al Ministerio Público cuando
los hechos de violencia en razón a género estén tipificados como delitos, y reportarla al
SIPPASE.
Asimismo, la Ley 348, en el art. 50.1, establece que los Gobiernos Autónomos
Municipales tienen la obligación de organizar estos servicios o fortalecerlos si ya existen,
con carácter permanente y gratuito, para la protección y defensa psicológica, social y legal
de las mujeres en situación de violencia, para garantizar la vigencia y ejercicio pleno de
sus derechos. En este marco, el nivel municipal, para su funcionamiento, deberá asignar
el presupuesto, infraestructura y personal necesario y suficiente para brindar una atención
adecuada, eficaz y especializada a toda la población, en especial aquella que vive en el
área rural de su respectiva jurisdicción.
Los SLIMs de acuerdo al art. 50 de la Ley 348, brindan los siguientes servicios
especializados, transdisciplinarios e integrales:
En base a todolo señalado, se colige que los SLIMs, en armonía con la normativa
interna e internacional, para cumplir con sus roles esenciales, debe cumplir con los
lineamientos que se detallan a continuación, y que son aplicables, en lo pertinente,
también a las denuncias por acoso y violencia política:
Los SLIMs pueden brindar las siguientes medidas de protección de carácter urgente:
117
En el marco de la interpretación efectuada por la SCP 0019/2018-S2 del art. 19.4 de la Ley 348 que,
como se tiene señalado establece que el traspaso inmediato de unidad educativa a los hijos o hijas de
mujeres víctimas de violencia, extendiendo su alcance a las propias víctimas.
Las medidas urgentes de protección para mujeres son:
ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor
del domicilio conyugal o donde habite la mujer en
situación de violencia, independientemente de la
acreditación de propiedad o posesión del inmueble, y
ordenar que el agresor se someta a una terapia
psicológica en un servicio de rehabilitación. También
podrá ordenarse la restitución de la víctima al
domicilio del cual hubiera sido expulsada por la
violencia o que por esta razón hubiera tenido que
abandonar.
ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al
domicilio, lugar de trabajo o de estudios, domicilio de
las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier
otro espaciio que frecuente la mujer que se encuentra
en situación de violencia.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar
por cualquier medio o a través de terceras personas, a
la mujer que se encuentra en situación de violencia,
así como a cualquier integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.
ü Realizar el inventario de los bienes muebles e
inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disponer la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas e
hijos dependientes.
ü La retención de documentos de propiedad de bienes
muebles o inmuebles, mientras se decide la reparación
de daños.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto del
agresor con la mujer, sin que se vean afectados los
derechos laborales de la mujer.
ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido
frecuente de la víctima.
Los roles atribuídos por la normativa interna a los SLIMs, responden a estándares
interamericanos de protección, entre ellos, los siguientes:
Estándar internacional de protección a derechos
El Estado tiene el deber de posibilitar a los familiares de la
víctima información sobre los avances de la investigación de
conformidad con la legislación interna (Caso Veliz Franco y
otros vs. Guatemala párr. 251).
El art. 42.II de la Ley 348 establece que los SIJPLU, una vez conocido un hecho de
violencia en razón de género, deben promover la denuncia, es decir presentarla al
Ministerio Público cuando los hechos de violencia en razón a género estén tipificados
como delitos.
118
De acuerdo al art. 48.I de la Ley 348, los SIJPLU deben brindar orientación y patrocinio legal gratuito,
para este efecto, deberán aplicar enfoque de derechos humanos a mujeres en situación de violencia según
la disposición referida.
Política hacia las Mujeres; Ley N° 045, Ley Contra el Racismo y Toda Forma de
Discriminación; Ley N° 369 y Ley General de las Personas Adultas Mayores; y la Ley
233 Ley General para personas con discapacidad, entre otras.
Específicamente, con relación a los delitos de acos y violencia política hacia las
mujeres, el DS 2935, Reglamento a la Ley N° 243, contra el Acoso y Violencia Política
hacia las Mujeres, señala en el art. 8, en cuanto a la asistencia a las víctimas, que el
SIJPLU y el SEPDAVI, como promotores de denuncia, deben:
Las o lo abogados patrocinantes de acuerdo al art. 29 de la Ley 464, tienen las siguientes
atribuciones:
Ejerce la defensa técnica de la
Brindar orientación legal e
víctima, para este fin, no requiere
información durante el desarrolo del
mandato específico de
proceso penal
representación
Gestiona el cumplimiento de
Realiza actuaciones oportunas de
condiciones de trato diferenciado
intervención para agotar la acción
para la recepción de testimonio de
penal, debiendo velar por el
víctimas de delitos de violencia
cumplimiento de la garantía de no
sexual o en caso de delitos
revictimización
vinculados a NNA
Coordinar sus actividades con los otros Realizar todas las actividades
profesionales del equipo vinculadas a sus atribucciones
interdisciplinario principales
Las y los psicólogos de acuerdo al art. 32 de la Ley 464, tienen las siguientes
atribuciones:
Indagar y evaluar el riesgo para
Procurar una relación de confianza
tomar decisiones que apoyen
con la víctima, para obtener la
prioritariamente la participación de
suficiente información
la víctima en el proceso penal
El art. 41.I de la Ley 348 establece que las autoridades de las comunidades indígena
originario campesinas y afrobolivianas, adoptarán medidas de atención y protección a
mujeres en situación de violencia, en el marco de sus competencias y de sus normas y
procedimientos propios, con participación de las mujeres que ejercen cargos de
autoridad, y con participación y control social comunitario. El segundo parágrafo
señala que todos los casos de violencia sexual, feminicidio y delitos análogos serán
derivados a la jurisdicción ordinaria, de conformidad a la Ley de Deslinde Jurisdiccional.
En ese sentido, el art. 52.I de la Ley 348, establece que a los efectos de esta ley, serán
aplicables los ámbitos de vigencia establecidos en la Ley de Deslinde Jurisdiccional, en
casos de surgir conflictos de intereses se remitirá el caso a la jurisdicción ordinaria. El
segundo parágrafo del mismo artículo determina que en caso de conflicto de
competencias entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la ordinaria, éste se
resolverá según lo dispuesto en el Código Procesal Constitucional.
En mérito a la remisión que la Ley 348 efectúa a la Ley del Deslinde Jurisdiccional,
cabe señalar que dicha Ley, en el art. 5.IV, dispone que todas las jurisdiccionies
reconocidas constitucionalmente, prohíben y sancionan toda forma de violencia contra
niñas, niños, adolescentes y mujeres, y que es ilegal cualquier forma de conciliación
erespecto de este tema.
En ese sentido, inicialmente se concluye que esta norma no establece una prohibición
de conocer los casos de violencia contra mujeres, niños, niñas y adolescentes, sino que
determina, como concluyó el Protocolo de actuación intercultural de las juezas y jueces,
en el marco del pluralismo jurídico igualitario119, que todas las jurisdicciones, entre ellas,
la jurisdicción indígena originaria campesina, deben sancionar la violencia, siempre que,
en el marco de su derecho a la libre determinación, hubieren decidido conocer el caso.
No obstante lo anotado, cabe señalar que el art. 10.II de la Ley del Deslinde
Jurisdiccional, excluye del ámbito de vigencia material de la jurisdicción indígena
originaria campesina, entre otros, a los delitos cometidos en contra de la integridad
corporal de niños, niñas y adolescentes, violación, asesinato u homicidio.
119
MINISTERIO DE JUSTICIA Y TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL, Protocolo de actuación intercultural
de las juezas y jueces, en el marco del pluralismo jurídico igualitario, La Paz, Bolivia 2018, p. 185.
y progresiva posible, para que se asegure la vigencia de la plurinacionalidad y el respeto
al ejercicio pleno de la libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos y, en sentido contrario, las exclusiones competenciales contenidas en el art.
10 de la LDJ deben ser interpretadas de manera restrictiva y excepcional120.
120
Por todas, la SCP SCP 0764/2014 establece: “(…) de acuerdo a los principios de progresividad y de
favorabilidad para el ejercicio pleno y eficaz del derecho a la libre determinación de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, postulado que encuentra sustento en una interpretación armónica de los
arts. 13.I, 256 y 2 de la CPE, se tiene que todos los actos, hechos y conflictos que histórica y
tradicionalmente conocieron las naciones y pueblos indígena originario campesinos bajo sus normas,
procedimientos propios y saberes, son de conocimiento de la jurisdicción indígena originario campesina,
por tanto, el ámbito de aplicación material de esta jurisdicción, debe ser interpretado de la manera más
amplia y progresiva posible, para que se asegure la vigencia de la plurinacionalidad y el respeto al
ejercicio pleno de la libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. El
postulado expuesto, constituye precedente jurisprudencial vinculante”.
121
MINISTERIO DE JUSTICIA, Protocolo de actuación intercultural de las juezas y jueces, en el marco del
pluralismo jurídico igualitario, , op. cit., p. 185-186.
Considerando tales elementos, el el Protocolo de actuación intercultural de las juezas
y jueces, en el marco del pluralismo jurídico igualitario, concluyó:
122
El art. 192.II de la CPE, establece: “El Estado promoverá y fortalecerá la justicia indígena originaria
campesina. La Ley de Deslinde Jurisdiccional, determinará los mecanismos de coordinación y cooperación
entre la jurisdicción indígena originaria campesina con la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
agroambiental y todas las jurisdicciones constitucionalmente reconocidas”.
123
El art. 13 de la Ley del Deslinde Jurisdiccional señala: I.La jurisdicción indígena originaria campesina, la
ordinaria, la agroambiental y las demás jurisdicciones legalmente reconocidas, en el marco del pluralismo
jurídico, concertarán medios y esfuerzos para lograr la convivencia social armónica, el respeto a los
derechos individuales y colectivos y la garantía efectiva del acceso a la justicia de manera individual,
colectiva o comunitaria.
del sistema ordinario, incluidas las autoridades fiscales,los SLIMS, las Defensorías de la
Niñez y Adolescencia y otras instituciones, así como las autoridades indígena originario
campesinas, coordinen entre ellas con la finalidad no sólo de establecer los casos que
serán conocidos por una u otra jurisdicción, sino también para adoptar las medidas que,
desde un enfoque intercultural, permitan garantizar los derechos de las mujeres y, por otra
parte, que la jurisdicción ordinaria, en las diferentes instituciones, preste la cooperación
necesaria a las autoridades indígena originaria campesinas, colaborando en temas
probatorios, de contención, de rehabilitación, y posibilitando la ejecución de sus
determinaciones vinculadas a medidas de protección y a la resolución del caso.
Cabe aclarar que si la persona víctima de violencia en razón de género, elige ser
juzgada a partir de las normas y procedimientos propios del sistema indígena originario
campesino, ello no significa que, posteriormente, no pueda denunciar posible lesiones a
derechos y garantías; pues ello puede suceder en los casos, por ejemplo, en los que no se
garantice un verdadero acceso a la justicia, o cuando no se sancione al agresor. En dichos
supuestos, la labor del Minsiterio Público es fundamental, pues como garante de los
derechos de las víctimas, y en mérito a las labores de coordinación y cooperación
señaladas precedentemente, le corresponderá actuar a favor de los derechos de la víctima,
acudiendo a la justicia constitucional a través de la acción de amparo constitucional,
conforme lo permiten las normas de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que en su
art. 12, señala que dicha institución, para el cumplimiento de sus fines tiene, entre otras
funciones, la de “3. Promover acciones de defensa, en el ejercicio de la acción penal
pública, en el marco de la Constitución Política del Estado y las leyes”.
II. La coordinación entre todas las jurisdicciones podrá realizarse de forma oral o escrita, respetando sus
particularidades.
Dicho entendimiento también es aplicable a los delitos de acoso y violencia política
contra mujeres; pues, si bien el art. 21 de la Ley 243 establece que dichos delitos serán
sometidos a la jurisdicción ordinaria; sin embargo, desde una interpretación conforme a
la Constitución Política del Estado y las normas del bloque de constitucionalidad, y
considerando los principios de pluralismo jurídico, descolinización e interculturalidad,
así como los derechos colectivos de las naciones y pueblos indígena originariio
campesinos a la libre determinación y a ejercer sus sistemas jurídicos, debe entenderse
que la jurisdicción indígena originaria campesina sí tiene competencia para conocer los
casos de acoso y violencia política, en el marco de sus normas y procedimientos propios;
más aún si se considera que la norma constitucional reconoce plenamente la posibilidad
que las naciones y pueblos indígenas elijan a sus propias autoridades; así, el art. art. 284
de la CPE determina que el concejo municipal estará compuesto por concejalas y
concejales elegidas y elegidos mediante sufragio universal, y que en los municipios donde
existan naciones o pueblos indígena originario campesinos, que no constituyan una
autonomía indígena originaria campesina, éstos podrán elegir sus representantes ante el
Concejo Municipal de forma directa mediante normas y procedimientos propios y de
acuerdo a la Carta Orgánica Municipal.
En ese sentido, deberá considerarse el art. 21.II de la Ley 243 que señala que “Cuando
el caso así lo exija se establecerán los mecanismos de coordinación y cooperación con la
jurisdicción indígena originaria campesina”. Conforme a lo anotado, es indispensable que
las y los fiscales, y las diferentes instituciones receptoras y promotoras de denuncia,
generen mecanismos de coordinación y cooperación, en los casos de violencia en razón
de género, en el marco de los siguientes lineamientos:
Desde una perspectiva intercultural, las y los fiscales, una vez tengan conocimiento de
la denuncia, incluida una denuncia de acoso y violencia política, deben constatar la
existencia de una decisión de la víctima respecto a que su caso sea conocido por la
jurisdicción ordinaria, brindándole la información necesaria sobre la posibilidad que
ella elija la jurisdicción a la que quiere ser sometida, en el marco de la Recomendación
33 de la CEDAW a la que se ha hecho referencia.
Por otra parte, en los casos de remisión de antecedentes al Ministerio Público, las
instituciones públicas, podrán otorgar medidas de protección urgentes; pues, el art. 14 de
la Ley 1173, abre la posibilidad que las medidas de protección sean impuestas con
carácter urgente por la o el fiscal, la servidora o servidor policial, y “cualquier otra
autoridad prevista para la atención a mujeres en situación de violencia”.
Por su parte, el art. 13de la Ley 1173, incorpora el art. 393 duoter al Código de
procedimiento penal, conforme al siguiente texto:
2. El primer contacto
La crisis tiene un impacto específico y diferente en cada víctima, por esta razón deberá
considerarse el caso y la situación particular de cada víctima, además deberá aplicarse un
enfoque interseccional que considere su edad, su salud su condición de discapacidad u
otros criterios importantes que deben ser identificados a efecto de brindar una protección
efectiva y reforzada a la víctima, más aún en casos en los que pudiera existir causas de
discriminación múltiple que genere mayor vulnerabilidad en la víctima.
Paso 3.- Si existe una situación de riesgo que amerite una protección
inmediata y urgente, la o el fiscal, la servidora o servidor policial o
cualquier otra autoridad vinculada a la atención de casos de violencia
en razón a género podrán disponer medidas de protección urgente de
acuerdo a lo establecido en la Ley 1173.
La Ley 223 de 2 de marzo de 2012, denominada Ley General para Personas con
Discapacidad, y el Decreto Supremo 1893, contienen aspectos esenciales que deben ser
considerados tanto en el primer contacto y también en la atención ulterior que debe
brindarse a víctimas de violencia que son personas con discapacidad.
Debe resaltarse que de acuerdo al art. 32.V, para la atención en el ámbito de salud,
establece que el Estado Plurinacional de Bolivia, incorporará la estrategia de la
rehabilitación basada en la comunidad en políticas sociales, culturales, interculturales y
económicas para personas con discapacidad.
La Ley 369 de 1 de mayo de 2013, denominada Ley General de las Personas Adultas
Mayores y el Decreto Supremo 1807. Esta normativa interna específica tiene por objeto,
tal como lo establece su art. 1, regular los derechos, garantías y deberesde las personas
adultas mayores, así como la institucionalidad para su protección.
Discriminación
Cualquier distinción, exclusión, restricción que tenga como objetivo o
efecto anular o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en
igualdad de condiciones de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en la esfera política, económica, social, cultural o en
cualquier otra esfera de la vida pública y privada.
Discriminación múltiple
Cualquier distinción, exclusión o restricción hacia la persona mayor
fundada en dos o más factores de discriminación.
Paso 2.- Si existe una situación de riesgo que amerite una protección
inmediata y urgente, la o el fiscal, la servidora o servidor policial o cualquier
otra autoridad vinculada a la atención de casos de violencia en razón a género
podrán disponer medidas de protección urgente de acuerdo a lo establecido
en la Ley 1173.
Paso 3.- Deberá coordinarse con los Servicios Municipales del Adulto
Mayor y con el SIJPLU, insancia que de acuerdo al art. 9 del DS 1807
brindará asistencia reforzada a víctimas de violencia que sean personas
adultas mayores.
3. Medidas de protección
Uno de los avances más importantes consignados en la Ley 1173, es el referente a las
medidas de protección para casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes y contra
mujeres. En este marco, tal cual ya se desarrolló en este protocolo, estas medidas de
protección alcanzan a todas las víctimas de violencia en razón de género, es decir, a
mujeres o personas LGBTI, considerando su situación de vulnerabilidad.
La Corte IDH, en una interpretación del art. 7.b de la Convención Belé do Pará,
estableció lo siguiente:
De acuerdo al Art. 14 la Ley 1173, las medidas de protección son aquellas que tienen
por fin evitar que el hecho produzca mayores consecuencias, que se cometan nuevos
hechos de violencia, reducir la sitaución de vulnerabilidad de la víctima y otorgarle el
auxilio y protección indispensable en resguardo de su integridad. Esta disposición legal
establece también que estas medidas pueden ser dispuestas con carácter de urgencia
habiéndose establecido la situación de riesgo en la que se encuentra la víctima y cuando
las circunstancias del caso exijan la inmediata protección a su integridad.
Las medidas de
protección son de Puede recurrirse a la
ejecución inmediata fuerza pública para lograr
su cumplimiento
inmediato
Viceministerio de Autonomías
Ministerio Público
Organizaciiones
representativas de
autoridades electas a nivel
nacional
Organizaciones
representativas de
autoridades electas de las
Entidades Territoriales
Autónomas ETAs
Es importante señalar también que el Reglamento de la Ley 243, establece la
utilización de una herramienta importante para el sustento probatorio en casos de acoso
y violencia política contra la mujer.
Por otra parte, el DS 2935, de manera específica prevé medidas de protección a favor
de las víctimas de acoso y violencia política, y si bien dichas medidas están previstas para
el Régimen Administrativo para faltas de acoso y violencia política, a ser aplicables por
los órganos deliberativos de los diferentes niveles del Estado; sin embargo, por su
especificidad y por ser las medidas idóneas para proteger del acoso y violencia política,
desde una interpretación sistémica de dichas medidas con lo previsto en la Ley 348, la
Ley 1173, la Constitución Política del Estados y las normas internacionales sobre
derechos humanos, dichas medidas también pueden ser aplicadas por las instancias de
denuncia o de promoción de denuncia.
Por otra parte, también se deberán considerar las definicioines contenidas en el art. 2 del
DS 2935, Reglamento a la Ley N° 243, contra el Acoso y Violencia Política hacia las
Mujeres, conforme a lo siguiente:
Lineamiento 3.- Con carácter de urgencia las o los fiscales y las o los
servidores policiales o cualquier otra autoridad prevista para la atención a
mujeres en situación de violencia, entre ellas las entididades promotoras
de denuncia y otras autoridades encargadas de la protección de los
derechos de las víctimas, podrán asumir medidas de protección de
carácter urgente.
ü Dejar sin efecto las actividades y tareas impuestas ajenas a las funciones y
atribuciones del cargo que desem-peña la víctima.
ü Proporcionar información correcta y precisa a la afectada a fin qué ejerza
adecuadamente sus funciones político – públicas
ü Garantizar la participación en las sesiones ordinarias, extraordinarias o
cualquier otra actividad de toma de decisión;
ü Levantar todas las medidas que restrinjan o limiten el ejercicio de derechos
políticos de la mujer en situación de acoso o violencia política;
ü Exigir el cese de intimidación o presión a la mujer en situación de acoso o
violencia política;
ü Otras necesarias para prevenir actos de acoso o violencia política, de acuerdo a
normativa vigente.
Asimismo, será importante que todas las diligencias preliminares se realicen por los
funcionarios y agentes de la policía bajo la dirección del fiscal en los términos
establecidos por el art. 293 del CPP.
La o el fiscal especializado, deberá realizar una planificación estratégica del caso, que
incluya el plan de trabajo y el dibujo de ejecución o control estratégico del caso que
incluya una pespectiva de género.
Este plan de caso debe identificar con claridad los hechos investigados, la adecuación
a los tipos penales reglados, la proposición fáctica por cada elemento del o los tipos
penales, las proposiciones probatorias identificadas, contextualizadas y descritas de
manera relacional con las proposiciones fácticas; la identificación de los elementos
colectados; la identificación de los elementos por colectar; el cronograma de actos
investigativos; y el análisis de riesgos para efectos de determinar la aplicación de medidas
de protección o de seguridad. Pero además, deberá cumplir con el mandato contenido en
la SCP 0017/2019-S2 que, en el marco de los estándares internacionales e internos,
estableció que “el Estado tiene la obligación de actuar con la debida diligencia para
prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer; debida diligencia que, en
la labor de investigación, se traduce en la investigación de oficio de los hechos de
violencia hacia las mujeres, la celeridad en su actuación, la protección inmediata a la
misma, la prohibición de revictimización y que la carga de la prueba corresponde al
Ministerio Público y no a la víctima”.
FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2019-S2 de 13 de
marzo)
Interpretación del TCP.- El TCP en el marco de una
interpretación conforme al bloque de constitucionalidad y
concretamente a la luz de la Convención Belém do Pará y el art.
15 de la Constitución, y de acuerdo a los estándares del Comité
para la Eliminación de las Discriminación Contra la Mujer
CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a Derechos,
desarrolló el deber de los operadores jurídicos de incluir la
perspectiva de género para lograr una igualdad de hecho y de
derecho, para lo cual, los operadores del sistema, deben tramitar
los casos teniendo en cuenta las cuestiones de género, pero
además, deben revisar las normas sobre la carga de la prueba, para
asegurar así esta igualdad de hecho y de derecho. Esta perspectiva
de género, debe ser asumida desde el inicio de la etapa
preparatoria, tanto en el control jurisdiccional como en la fase de
investigación. (FJ III.1.2).
Contextualización del caso.- El accionante activa la acción de
libertad, alegando que en el proceso penal que se le sigue por
violencia familiar, se dispuso su detención preventiva y luego de
más de seis meses, el Ministerio Público emitió el requerimiento
conclusivo de sobreseimiento, en virtud del cual solicitó la
cesación de la detención preventiva, sin embargo, la audiencia de
cesación a la detención preventiva fue indebidamente suspendida
en más de tres oportunidades. El TCP, revoca la decisión del juez
de garantías y deniega la tutela, ya que establece la
interdependencia de la solicitud de cesación a la detención
preventiva con el sobreseimiento, en es este marco, desde el
principio iura novit curia, y desde un enfoque integral del
problema jurídico, estableció que el sobreseimiento fundado en
una supuesta dejadez de la víctima en la etapa de investigación,
incumple las normas internacionales de protección de los derechos
de las mujeres víctimas de violencia y los mandatos de la Ley 348,
especialmente en cuanto a la obligación de debida diligencia, por
lo que en el marco de una flexibilización de la legitimación pasiva,
dispuso la nulidad de la resolución de sobreseimiento aunque las
autoridades fiscales no hayan sido demandadas y a pesar de que la
decisión este pendiente de definición por el Fiscal Departamental,
ya que en denuncias de violencia en razón a género no es aplicable
el principio de subsidiariedad por los riesgos que puede correr la
víctima.
También desde el enfoque integral del problema jurídico, el plan del caso deberá
identificar las asimetrías, tal como lo estableció el TCP en la SCP 394/2018- S2 y además
deberá cumplir con los estándares internacionales de protección que se resumen en los
siguientes criterios esenciales que desde un enfoque de género deben ser considerados:
Primer criterio.- Deberá considerarse la situación de vulnerabilidad
o de desventaja en la que se encuentren la víctima o denunciante de
violencia en razón a género (SCP 394/2018- S2).
124
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f
ü El objeto de la investigación o la denuncia, los
nombres de los testigos y cualquier otro dato
que pueda facilitar la investigación posterior.
ü El número de orden en el libro de registro
policial; y,
ü La identificación del funcionario policial a
cargo de la investigación y la dependencia a la
que pertenece.
La etapa preliminar concluirá con las actuaciones descritas en el art. 301 del CPP125,
en este marco, la o el fiscal especializado podrá:
125
El art. 301 del CPP, modificado por la ley Nº 586 de 30 de octubre de 2014, establece:
Artículo 301. (Estudio de las Actuaciones Policiales).
I. Recibidas las actuaciones policiales, el fiscal analizará su contenido para:
1. Imputar formalmente el hecho atribuido calificándolo provisionalmente, si se encuentran
reunidos los requisitos legales;
2. Ordenar de manera fundamentada la complementación de las diligencias policiales, fijando plazo
al efecto no mayor a sesenta (60) días, en investigaciones complejas o hechos que se encuentran
vinculados a delitos cometidos por organizaciones criminales o existan pericias pendientes, la prórroga
del plazo no excederá a ochenta (80) días; y en casos donde exista cooperación internacional o
investigación financiera, a ciento veinte (120) días; siendo obligatoria la comunicación de la prórroga a la
o el Juez de Instrucción, quien, una vez vencido el término, conminará a la o el Fiscal del caso a través de
la o el Fiscal Departamental, para que en el plazo de cinco (5) días emita resolución conclusiva de la
investigación preliminar;
3. Disponer el rechazo de la denuncia, la querella o las actuaciones policiales y en consecuencia su
archivo; y,
4. Solicitar a la o el Juez de Instrucción, la suspensión condicional del proceso, la aplicación de un
criterio de oportunidad, la sustanciación del procedimiento abreviado o la conciliación.
Emitir requerimiento fiscal de complementación
de diligencias
Rechazar la denuncia
II. El plazo establecido en el Artículo 134 del presente Código, comenzará a correr desde la última
notificación de la o el Juez con la imputación al o los imputados
El CPP, en cuanto a la emisión del requerimiento fiscal de complementación de
diligencias establece lo siguiente:
Es importante recordar que en los procesos por violencia en razón a género, todas las
actuaciones deben ser realizadas a la luz de la debida diligencia, por tanto, el
requerimiento inicial y el plan de trabajo descritos precedentemente, serán esenciales para
que no se realicen solicitudes de complementación por deficiencias en la dirección
funcional del proceso, en todo caso, para que el Estado Plurinacional de Bolivia cumpla
con sus obligaciones internacionales de respeto y garantía a derechos, esta atribución
deberá ser ejercida en casos estrictamente necesarios en los cuales no se haya podido
prever situaciones que deben ser contempladas en el requerimiento inicial de
investigación.
En todo caso, el iniforme complementario debe cumplir con los lineamientos establecidos
para el informe de investigación preliminar, que han sido referidos en el punto 3, con el
advertido que:
La complementación requerida, no debe afectar la garantía de no
revictimización.
El art. 12 de la Ley 1173, modifica el art. 302 del CPP en los siguientes términos:
En virtud del cual, antes del rechazo de una denuncia de violencia en razón a género,
la o el fiscal especializado debe considerar los siguientes lineamientos:
De acuerdo al art. 12 de la Ley 1173, que modifica el art. 305 del CPP, el Ministerio
Público notificará la resolución de rechazo a las partes y a los abogados dentro del plazo
de 24 horas, a través de los buzones de notificaciones de ciudadanía digital.
Las partes podrán objetar la resolución de rechazo dentro del plazo de cinco días
siguientes a su notificación ante el fiscal que la dictó. En casos de violencia en razón a
género, considerando que las normas contenidas en la Ley 348 y 1173, así como las
disposiciones del Código Niña, Niño y Adolescente, son de aplicación especial y
preferente, por lo que las instancias promotoras de denuncia deberán formular la objeción
a la resolución de rechazo en defensa de los derechos de la víctima.
Sin perjuicio de la impugnación, de acuerdo al art. 61.10 de la Ley 348, las o los
fiscales especializados que rechacen la denuncia en violencia en razón a género, deberán
remitir de oficio una copia de la resolución a la o el Fiscal Departamental. También
deberán consignar los rechazos en los datos que semestralmente deben remitir al Sistema
integral Plurinacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia
en razón de Género SIPASSE
El art. 12 de la Ley 1173 modificó el art. 326 del CPP, que disciplina las reglas para
la aplicación de salidas alternativas, en este marco, señala que el imputado podrá acogerse
al procedimiento abreviado, criterio de oportunidad, suspensión condicional del proceso
o conciliación, en los términos de los arts. 21, 23, 24, 373 y 374 del Código de
Procedimiento Penal, y los arts. 65 y 67 de la Ley Nº 025 de 24 de junio de 2010, del
Órgano Judicial, siempre que no se prohíba expresamente por Ley, aun cuando la causa
se encuentre con acusación o en audiencia de juicio oral, hasta antes de dictar la sentencia.
De acuerdo a la Ley 1173 que modificó los arts. 23126 y 24127 del CCP, la
suspensión condicional no es procedente en delitos contra la libertad sexual, cuyas
126
“Artículo 23. (SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO). Cuando sea previsible la suspensión
condicional de la pena o se trate de delitos que tengan pena privativa de libertad cuyo máximo legal sea
igual o inferior a seis (6) años, las partes podrán solicitar la suspensión condicional del proceso.
Esta suspensión procederá si el imputado presta su conformidad y, en su caso, cuando haya reparado el
daño ocasionado, firmado un acuerdo con la víctima en ese sentido o afianzado suficientemente esa
reparación.
La solicitud se podrá presentar hasta antes de finalizada la etapa preparatoria. Excepcionalmente, podrá
ser planteada durante el juicio, siempre y cuando se haya reparado integralmente el daño causado a la
víctima y no exista de parte de ésta ningún reclamo pendiente.
La suspensión condicional del proceso, no será procedente cuando se trate de delitos contra la libertad
sexual cuyas víctimas sean niñas, niños o adolescentes.
Previo a su otorgamiento, la jueza o el juez verificará que el imputado haya cumplido satisfactoriamente
las medidas de protección impuestas durante el proceso en favor de la víctima.”
127
“Artículo 24. (CONDICIONES Y REGLAS). Al resolver la suspensión condicional del proceso, el juez fijará
un período de prueba, que no podrá ser inferior a un (1) año ni superior a tres (3) y en ningún caso
excederá el máximo de la pena prevista; determinará las condiciones y reglas que deberá cumplir el
imputado en ese plazo, seleccionando de acuerdo con la naturaleza del hecho entre las siguientes:
1. Prohibición de cambiar de domicilio sin autorización del juez;
2. Prohibición de frecuentar determinados lugares o personas;
3. Abstención del consumo de estupefacientes o de bebidas alcohólicas;
4. Someterse a la vigilancia que determine el juez;
5. Prestar trabajo a favor del Estado o de instituciones de asistencia pública, fuera de sus horarios
habituales de trabajo;
6. Permanecer en un trabajo o empleo, o adoptar en el plazo que el juez determine, un oficio, arte,
industria o profesión;
7. Someterse a tratamiento médico o psicológico;
8. Prohibición de tener o portar armas;
9. Prohibición de conducir vehículos; y,
10. Cumplir con las medidas de protección especial que se dispongan en favor de la víctima.
El juez podrá imponer otras reglas de conducta análogas, que estime convenientes para la reintegración
social del sometido a prueba. El juez notificará personalmente al imputado la suspensión condicional del
proceso, con expresa advertencia sobre las reglas de conducta, así como sobre las consecuencias de su
inobservancia.
La suspensión condicional del proceso sólo será apelable por el imputado y únicamente, cuando las reglas
sean ilegítimas, afecten su dignidad o sean excesivas.
El juez de ejecución penal velará por el cumplimiento de las reglas.”
víctimas sean niñas, niños o adolescentes, o cuando el delito tenga un máximo legal que
supere los seis años de privación de libertad:
La modificación al art. 23 del CPP realizada por la Ley 1173 establece que la
suspensión condicional del proceso procederá, cuando haya reparado el daño ocasionado,
firmado un acuerdo con la víctima en ese sentido o afianzado suficientemente esa
reparación; reparación que, desde una perspectiva de género, y en el marco de los
estándares internacionales de derechos humanos, supone que se hubieren cumplido con
las medidas de protección dispuestas, encaminadas a tutelar a la víctima y lograr la
restitución de sus derechos.
La misma Recomendación señala que los Estado deben asegurar que los casos de
violencia contra las mujeres, incluida la violencia doméstica, bajo ninguna circunstancia,
se remitan a cualquiera de los procedimientos alternativos de solución de controversias.
128
Recomendación General 33, págs. 21 y 22
Disponible en: https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2016/10710.pdf
de violencia contra la mujer y la remisión de casos de violencia contra las mujeres a los
procedimientos de conciliación; por ello, recomendó a Bolivia, entre otras medidas:
129
En el marco de la jurisprudencia comparada, cabe mencionar a un fallo de Argentina, cuyo maximo
Tribunal de Justicia, que en la causa Gongora, Gabriel Arnaldo, N° 14.092 G.61.XLVIII, por Resolucion de
23 de abril de 2013, señaló que “la concesion de la suspension del proceso a prueba al imputado frustraria
la posibilidad de dilucidar en aquel estadio procesal la existencia de hechos que prima facie han sido
calificados como de violencia contra la mujer, junto con la determinacion de la responsabilidad de quien
ha sido imputado de cometerlos y de la sancion que, en su caso, podria corresponderle. En segundo
termino, no debe tampoco obviarse que el desarrollo del debate es de
trascendencia capital a efectos de posibilitar que la victima asuma la facultad de comparecer para
efectivizar el “acceso efectivo” al proceso (cfr. tambien el inciso “f” del articulo 7 de la Convencion) de la
manera mas amplia posible, en pos de hacer valer su pretension sancionatoria. Cuestion esta ultima que
no integra, en ninguna forma, el marco legal sustantivo y procesal que regula la suspension del proceso a
prueba. De lo hasta aqui expuesto resulta que prescindir en el sub lite de la sustanciacion del debate
implicaria contrariar una de las obligaciones que asumio el Estado al aprobar la “Convencion de Belem do
Para” para cumplir con los deberes de prevenir, investigar y sancionar sucesos como los aquí
considerados”.
130
El art. 23 de la Ley 243 señala: “(PROHIBICIÓN DE CONCILIACIÓN). Queda prohibida la conciliación en
los delitos de acoso y/o violencia política contra las mujeres”.
disponer alguna de las contempladas en el art. 24 del CPP, modificado por la Ley 1173,
u otras reglas que considere pertinente la autoridad judicial.
4.4.2 La conciliación
131
Sobre el tema, el Voto Disidente a la SCP 0709/2018-S2 de 31 de octubre sostiene:
Ahora bien, del conjunto de disposiciones legales desarrolladas, a partir de un análisis integral de las
mismas, se puede concluir que la normativa interna boliviana, en el marco de los derechos reconocidos
en el art. 15 de la CPE y los estándares internacionales de protección de los Derechos Humanos, incluidas
las recomendaciones efectuadas al Estado boliviano, no admiten la conciliación en hechos de violencia
familiar o doméstica, por la desigualdad de condiciones entre las partes, acentuado por el vínculo afectivo
y familiar que media y que hacen más probable viciar la voluntad de la víctima.
Complementando este análisis con lo establecido en el parágrafo IV del mencionado art. 46 de la Ley 348,
se abre una excepcionalidad respecto a la posibilidad de conciliar, conforme al siguiente texto:
“Excepcionalmente la conciliación podrá ser promovida únicamente por la víctima, sólo por única vez y
no siendo posible en casos de reincidencia”.
Ahora bien, a partir de los argumentos señalados en párrafos precedentes, dicha excepción debe ser
interpretada de manera restrictiva, en el marco de los estándares universales e interamericanos que
fueron anotados y conforme a los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos,
dispuesto en los arts. 13 y 256 de la CPE. En ese sentido, debe entenderse que dicha excepción, solo
procede en los casos no contemplados en el parágrafo I del art. 46 de la Ley 348; es decir, aquellos delitos
que no contengan hechos de violencia contra las mujeres que comprometan su vida e integridad sexual;
además, deben exigirse los siguientes presupuestos, que: 1) Sea promovida por la víctima, por única vez;
y, 2) No exista reincidencia.
De lo que se extrae, que aquellos casos derivados de agresiones físicas, solo excepcionalmente,
resultarían conciliables, ya que su conveniencia dependerá del grado de afectación de los derechos de la
víctima; vale decir, a la vida y a la integridad sexual; por tanto, se torna necesario que el Ministerio Público
adopte todas las medidas para verificar que estos derechos no se encuentren comprometidos; y en su
caso, si dicha entidad no cumple con su deber, con la responsabilidad que ello conlleva, prevista en el art.
46.I de la Ley 348, es obligación de la autoridad jurisdiccional, antes de homologar dicha conciliación,
adoptar aquellas medidas que permitan verificar y ponderar de manera objetiva su conveniencia;
considerando para el efecto, la relevancia social del hecho que motivó el inicio del proceso penal, los
alcances del daño causado y si el agresor efectuó una reparación del mismo.
Entre las medidas que pueden ser adoptadas por las autoridades antes mencionadas, se tiene el análisis
del perfil del caso a conciliar, el contexto y los elementos que se hallen involucrados; en ese entendido,
podrá solicitar informes psicológicos y sociales, entre otros.
Cuando sea
promovida por la
víctima
Cuando no exista
reincidencia
Cabe señalar que uno de los requisitos establecidos por la Ley 348 para la
procedencia de la conciliación es que no exista reincidencia, la cual debe ser entendida
como la existencia de antecedentes de violencia contra la víctima, y no necesariamente,
la existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada, en mérito a la protección
reforzada que se tiene que dar a las mujeres víctimas de violencia132
132
Sobre el tema, el Voto Disidente a la SCP 0709/2018-S2 de 31 de octubre sostiene: Por otra parte, otro
de los requisitos para la procedencia de la conciliación, es que se trate de una primera vez y que no exista
reincidencia; último supuesto, que no debe ser comprendido en los términos previstos por el art. 41 del
CP, que exige la existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada y que no hubiera transcurrido
desde el cumplimiento de la condena un plazo de cinco años; pues ello, no resultaría conforme a los
estándares universales e interamericanos citados en este Voto Disidente, que exigen la protección de las
mujeres víctimas de violencia y que recomiendan a los Estados Partes rechazar la conciliación, debido a
que no existe igualdad en las relaciones de poder entre ambas partes y a que los acuerdos generalmente
no son cumplidos por el agresor; supuestos que en caso de reiteración de la conducta violenta, se torna
más evidente; pero además, deben considerarse los bajos índices de sentencias condenatorias existentes,
debido al uso constante de la conciliación y de salidas alternativas como la suspensión condicional del
proceso; aspecto que, como se analizó, fue advertido por el CEDAW.
En ese marco, la reincidencia a la que se refiere el art. 46 de la Ley 348, debe ser entendida como la
reiteración de la violencia en razón de género, ya sea que exista con anterioridad un rechazo de denuncia,
una conciliación, una suspensión condicional del proceso, o cualquier otra medida; pues, lo que interesa
-a efecto de garantizar los derechos de las víctimas de violencia- es la existencia de un antecedente como
tal y no una sentencia condenatoria ejecutoriada.
Cabe señalar que este entendimiento, no vulnera el derecho a la defensa del agresor ni supone una
violación al principio de presunción de inocencia; por cuanto, no se está asumiendo ninguna medida
punitiva contra él, sino, simplemente, se está negando la posibilidad de conciliar, en aras de defender los
derechos de la víctima, en el marco de los instrumentos internacionales de protección de Derechos
Humanos, asumidos por el Estado boliviano.
El razonamiento desarrollado en los párrafos precedentes, también es aplicable a los supuestos de
conciliación en la jurisdicción indígena originaria campesina (JIOC), cuyas autoridades deben velar, a partir
de sus propias normas y procedimientos, que los casos sometidos a conciliación no impliquen lesión a los
derechos a la vida e integridad sexual de las mujeres, que no exista presión a la víctima para la conciliación
y que no se trate de una conducta reiterada del agresor; para el efecto, las autoridades deben efectuar
un seguimiento del caso, en el marco de sus valores ancestrales, del equilibrio, de la armonía y de la
complementariedad.
En síntesis, es posible señalar las siguientes subreglas para efectos de la conciliación:
En virtud al principio de protección reforzada a la víctima, la autoridad judicial
que ejerce control jurisdiccional, luego de una valoración de riesgo podrá asumir medidas
de protección a la víctima, aunque exista conciliación excepcional.
i) La conciliación solo procede en los supuestos en que no esté comprometida la vida e integridad
sexual de las víctimas; para el efecto:
i.a) El Ministerio Público está obligado a adoptar todas las medidas para verificar que los derechos a la
vida e integridad sexual no se encuentren comprometidos; y,
i.b) Si el Ministerio Público no cumple con su obligación, la autoridad jurisdiccional está en el deber de
solicitar las medidas necesarias para verificar y ponderar la conveniencia de homologar o no, la
conciliación pedida por el Ministerio Público;
ii) La conciliación solo procede a pedido de la víctima; para el efecto:
ii.1) El Ministerio Público está obligado a adoptar las medidas necesarias para analizar, si la voluntad de
la víctima no fue viciada; y,
ii.2) Si el Ministerio Público no cumple con esa obligación, la autoridad judicial debe solicitar las medidas
necesarias para verificar la ausencia de vicios en la voluntad de la víctima;
iii) La conciliación solo puede ser dispuesta por una vez y no se aplica en casos de reincidencia; la cual,
debe ser entendida como la reiteración de la violencia, sin necesidad que exista sentencia condenatoria
ejecutoriada; y,
iv) Las autoridades de la JIOC, deben velar, a partir de sus propias normas y procedimientos, por el
cumplimiento de todas las subreglas antes anotadas, efectuando un seguimiento del caso, en el marco de
sus valores ancestrales, el equilibrio, la armonía y la complementariedad.
Lineamiento 4.- En aplicación directa de los estándares
internacionales antes descritos, la o el fiscal especializado, deberá
solicitar al SLIM, SIJPLU, SEPDAVI o a la UPAVT, la emisión
de un informe psico-social.
De acuerdo al art. 277 del CPP, la etapa preparatoria tiene la finalidad de preparar
el juicio oral y público, mediante la recolección de todos los elementos que permitan
fundar la acusación del fiscal o del querellante y la defensa del imputado. Esta etapa debe
concluir en un plazo máximo de seis meses que excepcionalmente y por la complejidad
del caso podrá ampliarse a dieciocho meses, pero únicamente cuando la investigación sea
compleja en razón a que los hechos se encuentren vinculados a delitos cometidos por
organizaciones criminales, como lo determina el art. 134 del CPP133.
133
El art. 134 del CPP, establece: “(Extinción de la acción en la etapa preparatoria). La etapa preparatoria
deberá finalizar en el plazo máximo de seis meses de iniciado el proceso.
Cuando la investigación sea compleja en razón a que los hechos se encuentren vinculados a delitos
cometidos por organizaciones criminales, el fiscal podrá solicitar al juez de la instrucción la ampliación de
la etapa preparatoria hasta un plazo máximo de dieciocho meses, sin que ello signifique una ampliación
del plazo máximo de duración del proceso. El fiscal informará al juez cada tres meses sobre el desarrollo
de la investigación”.
En el marco de dichos principios, y los estándares internacionales de protección
se encuentra en el art. 94 de la Ley 348 que respecto a la responsabilidad del Ministerio
Público sostiene:
Art. 79 de la LOMP
I Las servidoras y los los servidores policiales, realizarán
investigaciones preliminares e informarán al Ministerio
Público de las diligencias practicadas, al término de la etapa
preparatoria deberán elaborar el informe técnico conclusivo
de la investigación.
II El Ministerio Público, antes de emitir su informe
conclusivo en delitos de violencia contra la mujer, requerirá
informes psicosociales a la instancia pública correspondiente,
debiendo considerar y adjuntar una copia en el informe
técnico conclusivo de la investigación.
134
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f
ü Los hechos deben ser redactados en forma
clara y siguiendo una cronología coherente.
ü Debe precisarse de manera clara el lugar del
hecho, la fecha y hora de la comisión del
mismo, el tipo de violencia ejercido.
ü Deben consignarse todas las actividades
investigativas
ü Debe narrarse las condiciones de la
investigación, inclusive las dificultades que
se tuvieron y todos los detalles del proceso
investigativo
ü Deben precisar la conducta del presunto
agresor.
Decrectar el sobreseimiento
El tribunal, sobre estos argumentos, señaló que los mismos resultaban contrarios
a la obligación del Estado de actuar con la debida diligencia y a los derechos de las
mujeres a una vida libre de violencia, a su integridad física, piscológica y sexual, y a las
obligaciones concretas derivadas de la Ley 348 que, en el marco de la debida diligencia,
establece que los delitos de violencia contra la mujer son perseguibles de oficio y que
corresponde al Ministerio Público la carga de la prueba, al ser ésta una garantía de la
víctima; pues, no se le puede exigir su presencia para “coadyuvar” en la investigación; es
más, sostiene la Sentencia, aún frente a un desistimiento de denuncia, la obligación de
investigar que tiene la Policía Boliviana y el Ministerio Público se mantiene, por el
carácter público de los delitos de violencia contra las mujeres; “además, la exigencia de
la participación de la víctima no resulta razonable -dado que, tanto las normas
internacionales como internas, prohiben la revictimización y la exigencia de su presencia
dentro del proceso penal-, porque puede involucrar, en la mayoría de los casos, su
revictimización”
6. Juicio oral
La etapa de juicio debe ser realizada hasta su conclusión, y en los delitos de violencia
en razón a género, a la luz de la protección reforzada que debe brindar el Estado a las
víctimas, el juicio debe ser desarrollado a la luz de los principios procesales previstos en
el art. 86 de la Ley 348:
Es importante mencionar, además, las garantías previstas por el art. 45 de la Ley 348,
entre ellas:
Adicionalmente, las juezas y los jueces, deben considerar las siguientes reglas
jurídicas contenidas en la Ley 348, que son una manifestación, entre otros, de los
principios de celeridad, accesibilidad y verdad material:
Además, durante la etapa del juicio oral el equipo multidisciplinario de las entidades
promotoras de denuncia, debe preparar a la víctima para el juicio y coordinar con la o el
fiscal especializado para la comparecencia de la victíma, salvo que ésta decida acogerse
a los medios alternativos para la presentación de prueba, de conformidad al art. 93 de la
Ley 348, que señala:
La flagrancia tiene criterios especiales que deben ser cumplidos y está regulada en el
art. 230 del CPP.
Esta disposición establece también que en caso de tratarse de una causa seguida
contra varios imputados, sólo será posible la aplicación del procedimiento especial para
casos de flagrancia si todos se encuentran en esta situación y estén implicados en el
mismo hecho.
Asimismo, sin perjuicio de desarrollar este tipo de proceso, se deberán aplicar las
medidas de protección, en el marco de lo establecido por la Ley 1173.
Este proceso deberá respetar todas las garantías de la víctima y, en particular, deberá
evitar su revictimización.
8. Otros actos procesales
1.1.Las notificaciones
135
El art. 232 del CPP, modificado por la Ley 1226 de 23 de septiembre de 2019, señala “(IMPROCEDENCIA DE LA DETENCIÓN
PREVENTIVA).
I. No procede la detención preventiva:
1. En los delitos de acción privada;
2. En los delitos que no tengan prevista pena privativa de libertad;
3. Cuando se trate de personas con enfermedad en grado terminal, debidamente certificada;
4. Cuando se trate de personas mayores de sesenta y cinco (65) años;
5. En los delitos sancionados con pena privativa de libertad, cuyo máximo legal sea inferior o igual a cuatro (4) años;
6. En los delitos de contenido patrimonial con pena privativa de libertad cuyo máximo legal sea inferior o igual a seis (6) años, siempre
que no afecte otro bien jurídico tutelado;
7. Cuando se trate de mujeres embarazadas;
8. Cuando se trate de madres durante la lactancia de hijos menores de un (1) año; y,
9. Cuando la persona imputada sea la única que tenga bajo su guarda, custodia o ciudado a una niña o niño menor de seis (6) años o a
una persona con un grado de discapacidad que el impida valerse por sí misma”.
con posterioridad a la comisión del delito, para
determinar si dicha conducta puso y pone en
evidente riesgo de vulneración, los derechos tanto
de la víctima como del denunciante;
b) De manera específica, tratándose del delito de
trata de personas, deberá considerarse la especial
situación de vulnerabilidad de las víctimas que
sufrieron engaño, fraude, violencia, amenaza,
intimidación, coerción, abuso de autoridad, o en
general, ejercicio de poder sobre ellas; y,
c) En casos de violencia contra las mujeres, la
solicitud de garantías personales o garantías mutuas
por parte del imputado, como medida destinada a
desvirtuar el peligro de fuga previsto en el art.
234.10 del CPP, se constituye en una medida
revictimizadora, que desnaturaliza la protección
que el Estado debe brindar a las víctimas; pues, en
todo caso, es ella y no el imputado, la que tiene el
derecho, en el marco del art. 35 de la Ley 348, de
exigir las medidas de protección que garanticen sus
derechos. (FJ III.2).
La Ley 348, en casos en los cuales no esté comprometida la libertad sexual o la vída,
establece las sanciones alternativas.
Procederá cuando la
pena impuesta no
sea mayor a 3 años
Procederá cuando el
condenado a pena
mayor a tres años
hubiere cumplido la
mitad de la sanción
Además, el art. 76.II de la Ley 348, establece que la autoridad judicial aplicará
una sanción alternativa junto a otras, cuando sea necesario para proteger a la mujer, hijos
e hijas o el núcleo familiar en situación de violencia.
Entre las sanciones alternas disciplinadas por la Ley 348, se tienen las siguientes:
La multa, la detención de fin de semana, los trabajos comunitarios, inhabilitación de
profesión, entre otras; las cuales, podrían ser aplicadas también en los casos de violencia
política en razón de género.
Además, de acuerdo al art. 77 de la Ley 348, las multas serán destinadas a los
Servicios de Atención Integral a cargo de los Gobiernos Autónomos Municipales, quienes
constituirán un fondo y abrirán una cuenta fiscal exclusiva para este propósito, debiendo
asignar los recursos con carácter preferente a las Casas de Acogida y Refugio Temporal
y costo por servicios de salud; además, de acuerdo a esta disposición, los fondos no
podrán ser destinados a otro fin.
Otra sanción alterna disciplinada por la Ley 348, es la detención de fin de semana,
en este marco, esta ley establece las siguientes condiciones:
Art. 78 de la Ley 348 (Detención de fin de semana)
Es una limitación de la libertad que se aplica desde el día viernes a horas
19:00 hasta el día lunes a horas 6:00. A fines de equivalencia, el día de
privación de libertad corresponde a un día de detención de fin de
semana. Podrá aplicarse también a los días feriados, bajo las mismas
condiciones
Otra forma de sanción alternativa son los trabajos comunitarios que se encuentran
expresamente disciplinados en la Ley 348, bajo las siguientes condiciones:
136
El art. 98 de la Ley 348 establece lo siguiente: “(Responsabilidad civil) Ejecutoriada la sentencia, la
autoridad judicial procederá a la calificación y reparación del daño civil”.
FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0019/2018-S2 de 28 de febrero)
Interpretación del TCP.- El Tribunal efectuó una comparación entre
los estándares internos e interamericanos sobre el derecho a la
reparación, y concluyó que el estándar jurisprudencial más altose
encuentra en la doctrina de reparación integral, en la jurisprudencia de
la Corte IDH, asumiéndose los siguientes criterios para su
determinación:
1) La restitución; esta medida resulta ser la que debería devolver a la
víctima a una situación idéntica a la que se encontraba antes de sufrir
alguna vulneración a sus derechos; 2) La indemnización; esta medida
de reparación es una de las más comunes utilizadas por la Corte IDH, se
refiere a una compensación económica tanto por los daños materiales
como por los inmateriales que haya sufrido la víctima, como
consecuencia de la vulneración de un derecho humano; 3) La
rehabilitación; en casos en los que la Corte IDH aplica esta medida de
reparación, señala que: “…es preciso disponer una medida de reparación
que brinde una atención adecuada a los padecimientos físicos y
psicológicos sufridos por las víctimas de las violaciones establecidas en
la presente Sentencia…”; por ende, las medidas de reparación serán
destinadas a los daños inmateriales, principalmente a los morales y
físicos que vaya a sufrir la víctima como consecuencia de las violaciones
a sus derechos humanos; 4) La satisfacción; esta medida tiende a
generar en la víctima un sentimiento de reconocimiento positivo como
consecuencia de los daños que pudiere haber sufrido por la violación de
sus derechos humanos. Al respecto, Martín Beristaín señala: “Las
medidas de satisfacción se refieren a la verificación de los hechos,
conocimiento público de la verdad y actos de desagravio; las sanciones
contra perpetradores; la conmemoración y tributo a las víctimas”. En
resumen, estas medidas corresponden principalmente a actos, por parte
del Estado responsable, de desagravio de los daños, tanto morales como
al proyecto de vida, ocasionados a consecuencia de una violación de
derechos humanos; y, 5) La garantía de no repetición; esta medida,
principalmente, está dirigida a mitigar los daños colectivos. Así por
ejemplo, con la tipificación de algún delito, se genera en toda la
sociedad, de alguna manera, un sentimiento de confianza hacia el
Estado, en el sentido de tener cierta seguridad que no se repetirán
circunstancias que originen violaciones de derechos humanos.
Contextualización del caso.- En la comunidad Antacollo, provincia
Pacajes del departamento de La Paz, una adolescente fue víctima de
sistemática violencia sexual por miembros de su entorno familiar lo que
derivó en un diagnóstico de “ideación y pensamiento suicida”, por lo
que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno Autónomo
Municipal de El Alto, determinó la urgencia de su traslado a un centro
especializado de esta ciudad. Para evitar la pérdida del año escolar, la
Defensoría solicitó al director de la escuela en la cual la víctima
estudiaba, realizar los trámites inmediatos para el cambio de unidad;
empero, el trámite no fue realizado con la debida diligencia, lo que dejó
subsistente la situación de riesgo en la que se encontraba la vida de la
víctima, razón por la cual se activó la acción de libertad que fue
denegada por la jueza de garantías de la ciudad de El Alto en una errónea
aplicación del principio de subsidiariedad excepcional de la acción de
libertad y que en revisión fue concedida por el TCP. En esta sentencia
se abordarón los siguientes problemas jurídicos: 1) La tutela inmediata
del derecho a la vida, en el marco del derecho de las mujeres a vivir
libres de violencia y discriminación; 2) La posibilidad de tutelar
derechos conexos que no se encuentran dentro del ámbito de protección
de la acción de libertad; 3) Los estándares normativos de protección y
jurisprudencia generada sobre los derechos de las niñas y adolescentes;
y 4) El alcance del derecho de reparación en el ordenamiento jurídico
boliviano y los instrumentos internacionales. En base a estos problemas
jurídicos planteados, la citada sentencia generó importantes precedentes
en vigor, uno de ellos en cuanto a la aplicación de la doctrina de
reparación integral de daños.
La restitución
La indemnización
La rehabilitación
La satisfacción
La garantía de no repetición
Daño
emergente
Daño material
Lucro cesante
Daño moral
Daño al proyecto
de vida
La doctrina de reparación integral de daños, a la luz del deber de la debida
diligencia, debe ser aplicada en hechos de violencia en razón a género, ya que tal como
se señaló, el Estado Plurinacional de Bolivia, tiene el deber de prevenir, investigar,
sancionar y reparar integralmente el daño ocasionado por la violencia, por lo que las
autoridades judiciales, al margen de establecer una sanción a los agresores, deben aplicar
la doctrina de la reparación integral de daños de acuerdo a los alcances de la SCP
0019/2018-S2.
El art. 382 del CPP, en su tenor literal, señala que ejecutoriada la sentencia de
condena (…), el querellante o el fiscal podrán solicitar al juez de sentencia que ordene la
reparación del daño causado o la indemnización correspondiente. Asimismo, establece
que la víctima que no haya intervenido en el proceso podrá optar por esta vía, dentro de
los tres meses de informada la sentencia firme.
Esta disposición del CPP debe ser interpretada de conformidad con el Bloque de
Constitucionalidad y en el marco del principio de debida diligencia y protección reforzada
a las víctimas de violencia en razón a género, por lo que, la reparación de daños debe ser
realizada de oficio por la autoridad judicial en el marco del principio iura novit curiae.
Desde esta perspectiva, en este capítulo se abordarán ejes temáticos esenciales que
deberán ser considerados tanto por el Ministerio Público cuanto por las autoridades
judiciales, entre ellos la presunción de veracidad como principio rector de la actividad
probatoria en delitos de violencia sexual, criterio a partir del cual, la declaración de la
víctima, sólo podrá ser desvirtuada a través de diligencias y actos que debe realizar el
Ministerio Público, que en este tipo de delitos asume la carga probatoria.
137
CORTE IDH, Caso V.R.P., V.C.P y otros Vs. Nicaragua, párr. 168.
través de la Camára Gesell y será esencial para evitar revictimización la declaración a
través de anticipo de prueba, con el consentimiento informado de la víctima.
El Ministerio Público, el año 2012, aprobó la Guía de uso de la Cámara Gesell, la cual
está en actual vigencia. Esta guía contiene aspectos esenciales que deben ser
considerados, pero además deben ser interpretados en armonía con la Ley 1173 y
estándares internacionales destinados a evitar revictimización.
En la sala de observación:
ü Técnico/Operador de Cámara Gesell
ü Juez de instrucción (En caso de anticipo de
prueba)
ü Fiscal de Materia
ü Trabajadora social (opcional)
ü Investigador o investigadora asignada/o al caso
ü Padres o tutores de la víctima
ü Personal de la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia
ü Abogada/o de la víctima
ü Peritos (Siempre y cuando exista requerimiento
fiscal)
ü La parte denunciada con su abogado si fuera en
anticipo de prueba (art. 333 CPP).
En cuanto a los roles de los participantes debe
considerarse lo siguiente:
ü En caso de anticipo de prueba, la o el juez
instructor, instalará y dirigirá la audiencia de
declaración a través de Cámara Gesell y
solicitará al psicólogo o psicóloga mediante el
intercomunicador, se realicen determinadas
preguntas a las víctimas. Una vez concluído el
acto de entrevista y recibiendo el informe del o
la Secretaria del Juzgado, se dará por finalizada
la audiencia.
ü El Secretario o Secretaria del Juzgado,
constatará la presencia de las partes que fueron
previamente notificadas, e informará al Juez o
Jueza para la procedencia o no de la instalación
de la audiencia del anticipo de prueba. Una vez
concluida la entrevista, se leerá el acta de la
audiencia y recepcionará el cd con a entrevista
grabada.
ü El fiscal especializado puede, a través de la
autoridad jurisdiccional, solicitar información
complementaria.
ü La o el Trabajador social, a través de la o el
fiscal, podrá solicitar información
complementaria.
ü La Defensoría de la Niñez y Adolescencia, debe
estar presente en casos de violencia contra niñas,
niños y adolescentes y pueden solicitar a través
de la autoridad jurisdiccional, información
complementaria.
ü La o el abogada/o defensor, también podrá
solicitar información complementaria a través
de la autoridad jurisdiccional.
ü La persona o personas denunciadas podrán
interrogar y contra-interrogar a través de la
autoridad jurisdiccional.
¿Cuál es el procedimiento?
De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, la víctima o el testigo,
brindarán su testimonio mediante una entrevista que en caso de violencia
sexual y con mayor razón en casos de violencia sexual contra niñas, niños
o adolescentes, estará guiada por una o u profesional psicólogo. Todo el
relato será grabado, y será recogido por única vez. En base a esta
grabación se podrán realizar otros peritajes o llevarse a juicio oral como
prueba.
De acuerdo a lo establecido por el art. 333 del CPP, las pruebas recibidas en
calidad de anticipo de prueba, serán presentadas en etapa de juicio.
La Cámara Gesell podrá ser utilizada también en juicio oral, de acuerdo a las reglas
establecidas en los arts. 119 y 203.II del CPP.
6. Declaración de la víctima
138
Dicho artículo establece que el Ministerio Público para el cumplimiento de sus fines tiene, entre otras,
las siguientes funciones: “3. Promover acciones de defensa, en el ejercicio de la acción penal pública, en
el marco de la Constitución Política del Estado y las leyes”.
En delitos de violencia sexual, en una interpetación conforme al bloque de la
normativa interna, deben considerarse los siguientes lineamientos:
De acuerdo a lo establecido por el art. 393 octer del CPP modificado por la ley
1173139, cuando deba realizarse diferentes pruebas periciales a la víctima, se concentrará
la actividad de los peritos ordenando que actúen conjunta e interdisciplinariamente
observando con rigor las reglas especiales de protección, preservando la salud y la
intimidad de la víctima y evitar su revictimización. Al acto podrá asistir una persona de
confianza de la persona examinada.
139
“Artículo 393 octer. (PROHIBICIÓN DE REVICTIMIZACIÓN).
I. La jueza, el juez o fiscal dispondrá que los testimonios o declaraciones que deba prestar la víctima, sean
realizados por una sola vez y con carácter privado, con el auxilio de familiares o peritos especializados,
utilizando medios especiales y tecnológicos apropiados para garantizar que la declaración sea válida en
todas las etapas del proceso, en el marco del respeto a las condiciones inherentes al declarante o evitar
su revictimización.
II. Cuando deba realizarse diferentes pruebas periciales a la víctima, se concentrará la actividad de los
peritos ordenando que actúen conjunta e interdisciplinariamente observando con rigor las reglas
especiales de protección, preservando la salud y la intimidad de la víctima y evitar su revictimización. Al
acto podrá asistir una persona de confianza de la persona examinada.”
Instituto de Investigación
Instituto de Investigación Forense Técnico Científico de la
Universidad Policial
El IDIF, fue creado mediante Resolución Fiscal 028/2013, en el marco del mandato
contenido en el art. 67 de la Ley 348. Posteriormente, fue modificado por la Ley 1173 y
luego por la Ley 1226 de 18 de septiembre de 2019 que modificó el art. 4 de la Ley 1173
y por ende el art. 75 del CPP, en los siguientes términos.
Esta disposición establece también que el juramento prestado por los peritos a tiempo
de ser posesionados en el Instituto de Investigaciones Forenses - IDIF, se tendrá como
válido y suficiente para el desempeño en los casos concretos en los que sean designados.”
De acuerdo al art. 10.b) del Decreto Supremo 3834, el IITCUP tiene la obligación de
realizar el trabajo de peritaje, independientemete de lugar en el cual se haya cometido el
hecho o se haya realizado la denuncia.
También, de acuerdo al reformado art. 75 del CPP, el juramento prestado por los
peritos a tiempo de ser posesionados en el Instituto de Investigaciones Técnico Científicas
de la Universidad Policial - IITCUP, se tendrá como válido y suficiente para el
desempeño en los casos concretos en los que sean designados.
La Ley 348, preveía un criterio restrictivo para el acceso a la justicia de las víctimas
de violencia en razón de género, ya que en el art. 65 de la Ley 348140 establecía que si
140
El art. 65 de la Ley 348, establecía:
“ARTÍCULO 65. (CERTIFICADOS MÉDICOS).
Para establecer el estado físico de la mujer que hubiera sufrido una agresión física o sexual, cualquier
profesional de salud que preste servicios en instituciones públicas o privadas acreditadas deberá extender
un certificado médico, de acuerdo al protocolo único de salud integrado al formulario único que se
establezca. Para fines judiciales, este certificado médico se lo tendrá como un indicio respecto a los delitos
establecidos en la presente Ley, una vez homologado, adquirirá valor probatorio. El certificado deberá ser
bien cualquier profesional de salud que prestara servicios en instituciones públicas o
privadas acreditadas podía extender un certificado médico, el mismo era tenido
únicamente como un indicio respecto a los delitos de violencia en razón de género, y sólo
una vez homologado, adquiría valor probatorio. La misma norma establecía que el
certificado debía ser homologado por un experto o una experta forense, quien debía
entrevistar a la o el profesional que extendió el certificado y, en caso de necesidad fundada
e ineludible, practicar otro examen médico a la mujer.
Bajo similar criterio, cabe señalar que la Ley 1173 introdujo uno de los cambios más
progresivos y favorables para las víctimas de violencia en razón de género, introduciendo
el art. 393 noveter del CPP, en los siguientes términos:
homologado por un experto o una experta forense, quien deberá entrevistar en primera instancia a la o
el profesional que extendió el certificado, y solamente en caso de que exista necesidad fundada e
ineludible, podrá practicar otro examen médico a la mujer”.
141
Dicha disposición señala: “Se deroga el Artículo 65 de la Ley N° 348 de 9 de marzo de 2013, “Ley Integral
para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia”.
142
Artículo 95°.- (Prueba documental) Además de otras establecidas por Ley se admitirá como prueba
documental, cualquiera de las siguientes: 1. Certificado médico expedido por cualquier institución de
salud pública o privada, homologado por médico forense. 2. Informe psicológico y/o de trabajo social,
expedido por profesionales que trabajen en instituciones públicas o privadas especializadas en la temática
y reconocidas legalmente. 3. Documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles en originales o
fotocopias. 4. Minutas o documentos privados. 5. Cartas, mensajes de texto, correos electrónicos u otros
obtenidos lícitamente. 6. Cualquier otro documento que conduzca al conocimiento de la verdad.
Art. 393 noveter (CERTIFICADOS MÉDICOS Y
RECOLECCIÓN DE EVIDENCIA
I Los certificados médicos que acrediten el estado físico de la víctima
niña, niño, adolescente o mujer, que hubiere sufrido una agresión
física o sexual, deberán extenderse de forma inmediata y obligatoria
por cualquier profesional de la salud perteneciente a institución
pública que hubiera efectuado el primer reconocimiento de la
víctima, de acuerdo al protocolo único de salud integrado al
formulario único y sin mayor formalidad se constituirán en indicio
(…) (resaltado ilustrativo)
Con relación a los certificados médicos emitidos por instituciones privadas de salud,
deberá considerarse el estándar jurisprudencial interno contenido en la SCP 0122/2015-
S3 de 10 de febrero, en la que se estableció que no corresponde negar arbitrariamente la
valoración del certificado médico particular por no haber sido avalado por un médico
forentes, por cuanto la autoridad jurisdiccional, en el marco de la libertad probatoria,
deberá valorar ya sea el certificado médico particular o el certificado del médico forense,
o ambos, pero en ningún caso podrá arbitrariamente negar la valoración del médico
particular únicamente por el hecho de no estar avalado por un médico forense; pues ello
implicaría admitir la existencia de una prueba tasada que contradice el principio de
libertad probatoria como uno de los pilares en que se asienta el modelo procesal
acusatorio vigente en nuestro ordenamiento:
Cabe aclarar que si bien dicho entendimiento fue pronunciado dentro de una acción
de libertad, en la que el accionante denunció la vulneración de sus derechos
fundamentales a la salud, a la integridad física, al debido proceso y a su libertad, por
cuanto la jueza demandada ordenó se libre mandamiento de aprehensión por supuesta
inasistencia injustificada a la audiencia conclusiva, sin valorar los certificados médicos;
sin embargo, el precedente, referido a que no es posible invalidar un certificado particular
por no haber sido avalado por un médico forense, resulta aplicable a los casos de
violencia en razón de género.
La Corte IDH, ha establecido que la violencia sexual es una forma de tortura, por
lo que la valoración de la prueba debe ser realizada tanto por el Minsiterio Público cuanto
por las autoridades judiciales de acuerdo a los estándares internacionales vigentes para la
tortura, tratos crueles e inhumanos, aspecto neurálgico en la violencia en razón de género
y que genera una diferencia sustancial con la valoración de la prueba de acuerdo a los
postulados generales del Código de Procedimiento Penal.
143
La Corte en el caso Rosenda Cantú y otras, señaló que para analizar la severidad del sufrimiento
padecido, se debe tomar en cuanta las circunstancias específicas de cada caso. Para ello, se deben
considerar las características del trato, tales como la duración, el método utilizado o el modo en que
fueron infligidos los padecimientos, los efectos físicos y mentales que éstos pueden causar, así como las
condiciones de la persona que padece dichos sufrimientos, entre ellos, la edad, el sexo y el estado de
salud, entre otras circunstancias personales. (Caso Rosenda Cantú y otras Vs. México párr. 112). Este
criterio de gradación fue superado con el entendimiento plasmado en el párr. 252 del caso Caso Favela
Nova Brasilia Vs. Brasil, en el cual, de manera expresa y en una interpretación conforme a los alcances del
art. 1 de la Convención Interamericana contra la Tortura, establece que la violación es una forma de
tortura. Por esta razón en un análisis dinámico de la jurisprudencia de la Corte IDH, este último
entendimiento consagra el estándar jurisprudencial más alto.
emergencia, conmoción o conflicto interior, suspensión de garantías
constitucionales, inestabilidad política interna u otras emergencias o
calamidades públicas (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 141)
(Caso Penal Castro Castro Vs. Perú párr. 271) (Caso Mujeres
víctimas de tortura sexual en Atenco Vs. México párr. 178).
Este es uno de los ejes neurálgicos del procesamiento penal en delitos de violenca en
razón a género y en este ámbito se identifican las mayores debilidades en la persecusión
penal ya que no se considera que en delitos de violencia en razón de género por la
naturaleza de los mismos, se aplica la presunción de veracidad. La declaración de la
víctima constituye una prueba fundamental sobre el hecho, por lo que a partir de
ésta, desde un enfoque de género, que es un método del derecho, deben considerarse
los indicios de violencia a partir un análisis integral que consigne situaciones de
discriminación estructural, el contexto familiar de la víctima, la existencia de
estereotipos de género, prejuicios, etc.
La Corte IDH, generó el año 2018 un estándar importantísimo que marca un hito
importante de progresividad en el derecho interncional de los derechos humanos, ya que
en el caso V.R.P, VPC y otros vs. Nicaragua, estableció lo siguiente:
De acuerdo al art. 3 de la Ley 1173 que modificó el art. 53 del CPP, los jueces de
sentencia tendrán las siguientes competencias:
Delitos de violencia en razón de género que serán conocidos por los
jueces de sentencia
Delitos de acción privada
Delitos de acción pública, salvo los que sean de competencia de los
tribunales de sentencia
Los juicios por delitos da acción pública flagrantes.
En etapa de juicio, la imposición, ratificación o modificación de
medidas de protección especial en favor de la víctima, así como la
imposición de sanciones ante su incumplimiento.
El procedimiento para la reparación del daño, cuando se haya dictado
sentencia condenatoria.
La acción de libertad, cuando sea planteada ante ellos.
Es importante señalar también anotar que el art. 3 de la Ley 1173 que modificó el
art. 54 del CPP, establece las siguientes competencias para los jueces de instrucción:
La Corte IDH, para una protección reforzada por parte del órgano judicial a niñas,
niños y adolescentes y a mujeres, especialmente indígenas, estableció estándares
importantes, por lo que deben considerarse los siguientes lineamientos:
2. CONCILIACIÓN:
- La conciliación en los delitos de acoso y violencia política, se encuentra prohibida por
el art. 23 de la Ley 243.
- La conciliación está prohibida en cualquier hecho de violencia contra las mujeres, que
comprometa su vida e integridad sexual. Ninguna institución receptora de denuncias
ni su personal, podrá promover la conciliación ni suscripción de ningún tipo de acuerdo
entre la mujer y su agresor, bajo responsabilidad.
- La prohibición de conciliación también se aplica en el ámbito de la jurisdicción
indígena originaria campesina.
- En violencia contra niñas, niños y adolescentes, en el marco de la protección
reforzada que merecen, está prohibida la conciliación.
- Tampoco procede la conciliación en relación a personas con discapacidad o personas
adultas mayores.
- La conciliación procede excepcionalmente, siempre que no se encuentre
comprometida su vida e integridad sexual, sea promovida por la víctima, se trate de
una primera vez, y no exista reincidencia.
- En virtud al principio de protección reforzada a la víctima, la autoridad judicial que
ejerce control jurisdiccional, luego de una valoración de riesgo podrá asumir medidas
de protección a la víctima, aunque exista conciliación excepcional.
- La inexistencia de reincidencia, como requisito para la conciliación, debe ser
entendida como la existencia de antecedentes de violencia contra la víctima, y no
necesariamente, la existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada, en mérito
a la protección reforzada que se tiene que dar a las mujeres víctimas de violencia.
- La solicitud de conciliación excepcional puede ser presentada por la víctima de forma
oral o escrita.
- Si fuera realizada de forma verbal, se levantará acta en la cual constará la voluntad de
la víctima y que deberá ser suscrita por ella. Es un deber de la o el fiscal, informar a la
víctima sobre los efectos de la suscripción del acta.
- La autoridad judicial, la o el fiscal especializado y las instancias promotoras de
denuncia, al ser garantes de los derechos de la víctima, deberán asegurarse que la
víctima no esté sometida a ningún tipo de presión por parte del agresor o del entorno
familiar, pudiendo solicitar informes psico-sociales como medios idóneos para advertir
cualquier tipo de presión o amedrentamiento de la víctima; informe en el que, además,
se consignará el perfil psicológico del agresor y las recomendaciones terapéuticas.
- Los informes psico-sociales solicitados al SLIM, SIJPLU, SEPDAVI o a la UPAVT,
deberán contener lo siguiente:
ü El perfil psicológico del agresor y las correspondientes indicaciones
terapéuticas si fuera el caso.
ü La situación de la víctima. En este caso deberá identificar situaciones de
asimetría en relación a su agresor, o estereotipos que puedan generar una
situación contínua de violencia.
ü La situación de la víctima en su contexto familiar materno y paterno y respecto
a la familiar del agresor.
ü El grado de cumplimiento de las medidas de protección si fuera el caso.
- En resguardo de la protección reforzada a las víctimas de violencia en razón de
género, la o el fiscal especializado deberá analizar el informe proporcionado. En caso
de sugerirse terapia para el agresor, no podrá dar curso a la conciliación; asimismo, en
caso de identificarse elementos que impliquen indicios de violencia persistente en el
marco de un ciclo de violencia, la o el fiscal especializado, tampoco podrá dar curso a
la solicitud de conciliación.
Lineamiento.
- Desde el momento de la solicitud de conciliación, hasta la suscripción del acta de
conciliación, deberá asegurarse un traductor a la víctima, si es que su idioma materno
no fuera el español.
JUICIO
El juicio debe ser desarrollado a la luz de los principios procesales previstos en el art. 86 de la
Ley 348: Gratuidad, Celeridad, Oralidad, Legitimidad de la prueba, publicidad, inmediatez y
continuidad, economía procesal, accesibilidad, excusa, verdad material, carga de la prueba,
confidencialidad, reparación.
Se debe garantizar el acceso a la justicia de manera gratuita, real, oportuna y efectiva,
mediante un debido proceso en el que la víctima sea oída con las debidas garantías y dentro
un plazo razonable.
Se deben garantizar decisiones judiciales ecuánimes e independientes, SIN SESGOS DE
GÉNERO o criterios subjetivos que afecten o entorpezcan la valoración de pruebas y la
consiguiente sanción al agresor.
Se debe garantizar una atención con calidad y calidez, apoyo y acogida para lograr su
recuperación integral a través de servicios multidisciplinarios y especializados.
Se debe garantizar el acceso a información clara completa, veraz y oportuna sobre las
actuaciones judiciales, policiales y otras que se realicen con relación a su caso, así como sobre
los mecanismos y procedimientos contemplados en la presente Ley y otras normas
concordantes.
Se debe garantizar la protección de su dignidad e integridad, evitando la revictimización y
maltrato que pudiera recibir de cualquier persona responsable de su atención, tratamiento o
de la investigación del hecho.
Se debe garantizar La averiguación de la verdad, la reparación del daño y prevención de la
reiteración de los actos de violencia.
El imputado será declarado rebelde cuando no se presente a la primera audiencia señalada por
la autoridad jurisdiccional luego de su legal notificación
Se admitirán como medios de prueba todos los elementos de convicción que puedan conducir
al conocimiento de los hechos denunciados; prueba que será apreciada por la autoridad
judicial, exponiendo los razonamientos en que funda su valoración jurídica (art. 92 Ley 348)
Las pruebas pueden ser presentadas junto a la denuncia, contestación, audiencia o antes de
emitirse la resolución; la falta de prueba a tiempo de plantear la denuncia o demanda, no
impedirá la admisión de la misma (art. 97 Ley 348).
Las víctimas deben contar con el acompañamiento continuo de las instancias promotoras de
denuncia, las cuales tienen el rol de velar por el respeto de los derechos de la víctima, por lo
que deben realizar un acompañamiento constante con apoyo legal y psicológico a las víctimas
de violencia y sus familias.
Además, durante la etapa del juicio oral el equipo multidisciplinario de las entidades
promotoras de denuncia, debe preparar a la víctima para el juicio y coordinar con la o el fiscal
especializado para la comparecencia de la víctima, salvo que ésta decida acogerse a los medios
alternativos para la presentación de prueba, de conformidad al art. 93 de la Ley 348
LA PRUEBA
El Ministerio Público debe realizar un manejo diligente de la prueba, por lo que las y los fiscales
especializados, como directores funcionales del proceso, deben asegurar la cadena de
custodia, la toma de muestras suficientes, la preservación de las prendas de la víctima, que se
custodie el lugar de los hechos, que se verifiquen los hechos de violencia y que se asuman los
recaudos necesarios para la cadena de custodia, entre otras obligaciones primordiales.
El Estado tiene el deber de investigar actos de violencia en razón de género con la máxima
efectividad, para lo cual, debe evitarse omisiones en la recaudación de prueba y en el
seguimiento de líneas lógicas de investigación (Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala).
La carga de la prueba en violencia en razón a género corresponde al Ministerio Público, no
puede recaer en la víctima. Será el Ministerio Público el encargado de recolectar los medios
probatorios para el ejercicio de la acción penal contra los agresores (art. 94 Ley 348).
En el marco de la inversión de la carga de la prueba y la protección reforzada a las víctimas de
violencia en razón a género, no se podrá fundamentar un rechazo de denuncia o un
sobreseimiento en el abandono de la víctima ni en la omisión de presentación de pruebas.
Debe otorgarse a las denuncias de violencia en razón de género la presunción de veracidad, la
cual puede ser desvirtuada a través de una serie de diligencias, investigaciones y garantías.
(Caso J. Vs. Perú párr. 360)
Considerando que en delitos de violencia en razón de género por la naturaleza de los mismos
se aplica la presunción de veracidad, la declaración de la víctima constituye una prueba
fundamental sobre el hecho, por lo que a partir de ésta, desde un enfoque de género, que es
un método del derecho, deben considerarse los indicios de violencia a partir de un análisis
integral que consigne situaciones de discriminación estructural, el contexto familiar de la
víctima, la existencia de estereotipos de género, prejuicios, situaciones de asimetrías de poder,
etc.
Como director funcional de la investigación, la o el fiscal especializado, deberá requerir, de
oficio, informes o peritajes psicológicos y sociales que identifiquen desde una perspectiva de
género, discriminaciones estructurales, estereotipos de género, relaciones de asimetría de
poder u otros elementos indiciarios de violencia que serán elementos importantes para
sustentar hechos de violencia. Estos informes serán elaborados por los equipos
multidisciplinarios de los SLIMs, Defensorías de la Niñez y Adolescencia, SIJPLU, SEPDAVI y
también podrán coordinarse con la UPAVT.
Desde un enfoque de género e interseccional, deben considerarse la situación de
vulnerabilidad o de desventaja en la que se encuentra la víctima de violencia en razón a género
y también será esencial considerar la posición dominante o de abuso de poder en la cual pueda
encontrarse, en relación a la víctima, el presunto agresor.
Desde un enfoque de interseccionalidad, la vulnerabilidad de las mujeres se acentúa en casos
de desplazamientos como aquellos que producen movilidad del área rural al área urbana y
generan graves repercusiones psicológicas en las personas afectadas. Este problema afecta con
especial fuerza a las mujeres, quienes principalmente son cabezas de hogar y representan más
de la mitad de la población desplazada. En general, las mujeres, los niños y los jóvenes son los
grupos más afectados por el desplazamiento. La crisis del desplazamiento interno provoca a su
vez una crisis de seguridad. (Caso J. Vs. Perú)
La recolección y valoración de la prueba no puede ser realizada en base a estereotipos o
prejuicios en razón a género.
EL ANTICIPO DE PRUEBA Y LA UTILIZACIÓN DE MECANISMOS QUE EVITEN
REVICTIMIZACIÓN
En los procesos de violencia en razón de género, en mérito a la protección reforzada que tiene
la víctima, las y los fiscales especializados deberán solicitar que su declaración sea recibida en
anticipo de prueba y a través de la cámara Gesell.
Para la presentación de la prueba, la mujer en situación de violencia podrá decidir si se acoge
al procedimiento regular o a los medios optativos siguientes: 1. Prestar declaración o presentar
pruebas por medios alternativos, sin que comparezca ante el juzgado. 2. Aportar pruebas en
instancias judiciales sin verse obligada a encontrarse con el agresor.
La jueza, el juez o fiscal dispondrá que los testimonios o declaraciones que deba prestar la
víctima, sean realizados por una sola vez y con carácter privado, con el auxilio de familiares o
peritos especializados, utilizando medios especiales y tecnológicos apropiados para garantizar
que la declaración sea válida en todas las etapas del proceso, en el marco del respeto a las
condiciones inherentes al declarante o evitar su revictimización (art. 393 Octer., introducido
por la Ley 1173).
En el caso de niñas, niños y adolescentes, el deber de la declaración de la víctima por una sola
vez para evitar la revictimización, tiene carácter reforzado.
Deberá procurarse que las niñas, niños y adolescentes no sean interrogados en más ocasiones
que las estrictamente necesarias, atendiendo a su interés superior, para evitar la
revictimización o un impacto traumático (Caso V.R.P, V.C.P. y otros Vs. Nicaragua)
De acuerdo a lo señalado, para cumplir con los estándares internacionales destinados a evitar
la revictimización y con el mandato del art. 393 Octer (Modificación realizada por la Ley 1173),
la declaración de toda víctima debe ser realizada por una sola vez a través de la Camára Gesell
y será esencial para evitar revictimización la declaración a través de anticipo de prueba, con el
consentimiento informado de la víctima.
¿En qué momento procesal se debe hacer uso de la Cámara Gesell?
En el marco de la garantía de prohibición de revictimización, para brindar una protección
reforzada a la víctima, la o el fiscal especializado, en delitos de violencia en razón a género, en
especial en delitos de violencia sexual, deberá solicitar el anticipo de la prueba, la cual debe
ser autorizada por la autoridad judicial a la luz de la garantía antes citada. En este marco, a
diferencia de la investigación de otros delitos, en violencia en razón a género y en especial en
violencia sexual, la declaración informativa debe ser realizada a través de la Cámara Gesell y
en calidad de anticipo de prueba, sólo así se cumplirá con la garantía de prohibición de
revictimización en el marco de la debida diligencia y con el art. 393 Octer del CPP (Modificación
realizada por la Ley 1173).
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, en la etapa preliminar, dicha Cámara
será utilizada en la entrevista informativa. En el marco de los estándares
internacionales vigentes, y a la luz de la debida diligencia, será esencial que sea
utilizada en la entrevista informativa por una sola vez, y con validez probatoria en todas
las etapas del proceso.
ü En casos de anticipos de prueba, en una interpretación del art. 307 del CPP conforme
al bloque de constitucionalidad, que consagra la garantía de no revictimización, y
conforme al art. 393 Octer del CPP (Modificación realizada por la Ley 1173), deberá
citarse al denunciado para que acuda con su abogada/o defensor, para efectos de
garantizar el derecho a las partes a interrogar y contrainterrogar a través del fiscal.
Este razonamiento emerge de una ponderación de derechos de la víctima y el
imputado, en el marco de garantizar una única declaración para evitar la
revictimización, pero sin anular los derechos de la persona sindicada.
ü En coherencia con los estándares internacionales vigentes, si las y los fiscales
especializados cumplen su rol de solicitar el anticipo de prueba y realizar la declaración
informativa a través de la Cámara Gesell, debe entenderse que su uso en etapa
preparatoria o en juicio será excepcional, sólo para una complementación, la cual
deberá estar motivada para no incurrir así en una revictimización.
¿Cuál es el procedimiento?
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, la víctima o el testigo, brindarán su
testimonio mediante una entrevista que en caso de violencia sexual y con mayor razón
en casos de violencia sexual contra niñas, niños o adolescentes estará guiada por una
o u profesional psicólogo. Todo el relato será grabado, y será recogido por única vez.
En base a esta grabación se podrán realizar otros peritajes o llevarse a juicio oral como
prueba.
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, una vez concluido el acto procesal,
en especial cuando se trate un anticipo de prueba, luego de labrada el acta, conforme
al art. 120 CPP, debe dejarse constancia del registro del soporte técnico que contenga
la entrevista o declaración, cuyo original deberá ser guardado o custodiado en algún
lugar donde se garantice que no será manipulado ni destruido.
ü La o las personas que operan la Cámara Gesell, en los casos en que participen, deben
cuidar de que la información obtenida en el acto no sea divulgada por ningún medio,
considerando el interés superior del niño y evitando la revictimización.
¿Cuáles son las previsiones que deben ser asumidas?
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, para la realización de la entrevista
informativa, anticipo de prueba, pericia y audiencia en juicio oral, la víctima será la
última en ingresar a la Cámara Gesell (sala de entrevista).
ü Para la realización del reconocimiento de personas, la víctima debe ingresar a la sala
de observación, antes que el agresor ingrese a la Cámara Gesell.
ü Se debe considerar las características especiales de la víctima o del testigo, previendo
la necesaria participación de un traductor y/o intérprete.
¿Quién es responsable de la Cámara Gesell?
De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, la o el profesional psicólogo forense es la
persona que tiene bajo su responsabilidad el uso de esa Cámara.
ü La Guía de Uso de la Cámara Gesell establece que el personal de la Fiscalía, deberá
coordinar con él o la Psicóloga Forense los horarios de utilización de la Cámara.
ü En el caso de audiencia de anticipo de prueba o audiencia de juicio oral, él o la
Secretaria del Juzgado o Tribunal de Sentencia, deberá coordinar con el responsable
de la Cámara Gesell para los horarios de utilización, evitando tener dos actuaciones al
mismo tiempo.
ü El responsable de la Cámara Gesell, tendría que contar con un personal de apoyo tanto
para la utilización del equipo de grabación, como para la transcripción de las
entrevistas.
¿Cuál es el procedimiento cuando no existe Cámara Gesell?
En los lugares en los cuales no se ha implementado la Cámara Gesell deben usarse medios
análogos como los siguientes:
ü Circuito cerrado de televisión
ü Entrevista única
La Guía de Uso de la Cámara Gesell establece que se puede considerar la posibilidad de instalar
un circuito cerrado de televisión en dos ambientes, no necesariamente contiguos. Esto
permitirá que se pueda desarrollar la entrevista en un ambiente y ver y escuchar en otro
ambiente, lo que además permitiría poder grabar todas las actuaciones. Sin embargo, se
dificulta la comunicación entre las personas de la sala de observación y la sala de entrevista,
pues el circuito cerrado de televisión solo no se tendría un intercomunicador que permitiera la
comunicación entre las personas de ambas salas.
De acuerdo a lo establecido por el art. 333 del CPP, las pruebas recibidas en calidad de anticipo
de prueba, serán presentadas en etapa de juicio.
La Cámara Gesell podrá ser utilizada también en juicio oral, de acuerdo a las reglas establecidas
en los arts. 119 y 203.II del CPP; es decir que el Juez o Tribunal podrá constituirse en cualquier
lugar del territorio nacional, para la realización de los actos propios de su función y que por su
naturaleza sean indelegables y que cuando deba recibirse el testimonio de personas agredidas
sexualmente o de menores de dieciséis años, sin perjuicio de la fase en que se encuentre el
proceso, el juez o tribunal, dispondrá su recepción en privado con el auxilio de familiares o
peritos especializados en el tratamiento de esas personas para garantizar el respeto a las
condiciones inherentes al declarante.
La o el fiscal especializado, bajo responsabilidad, deberá impugnar la decisión judicial que
rechace el anticipo de la prueba, ya que, tal como se señaló, de acuerdo al art. 393 Octer del
CPP, la declaración debe ser realizada por única vez; en ese marco, esta garantía podrá ser
cumplida en la medida en la cual se tome la declaración a la víctima en calidad de anticipo de
prueba.
En caso de rechazo del anticipo de prueba, la víctima o el Ministerio Público, en mérito a lo
establecido por el art. 12.3. de la LOMP, podrá activar la acción de libertad de acuerdo a lo
establecido por la SCP 0019/2018-S2.
DECLARACIÓN DE LA VÍCTIMA
Se deberá tomar la declaración a través de la cámara Gesell, y en los asientos fiscales
en los cuales no exista cámara Gesell, deberá coordinarse el uso de la misma con otras
instituciones. En caso de ser imposible el acceso a la cámara Gesell, el fiscal tomará la
declaración de la víctima utilizando medios análogos para evitar revictimizaciones. Esta
grabación deberá ser custodiada de acuerdo a criterios para resguardar la cadena de
custodia.
La declaración debe ser realizada en privado de acuerdo a lo establecido por el art. 203
del CPP y una sola vez para evitar revictimización.
Deberá tomarse la declaración de la víctima con la asistencia de un psicólogo o
psicóloga. Las declaraciones de NNA deberán ser realizadas en presencia de la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
La violación sexual es un tipo particular de agresión que, en general, se caracteriza por
producirse en ausencia de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los
agresores. Dada la naturaleza de esta forma de violencia, no se puede esperar la
existencia de pruebas gráficas o documentales y, por ello, la declaración de la víctima
constituye una prueba fundamental sobre el hecho (Caso Fernandez Ortega y otros Vs.
México, Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Ateneco vs. México).
AUTOPSIAS Y NECROPSIAS
En cuanto a la realización de autopsias en un contexto de homicidio por razón de género, la
Corte ha especificado que se debe examinar cuidadosamente las áreas genital y para-genital
en búsqueda de señales de abuso sexual, así como preservar líquido oral, vaginal y rectal, y
vello externo y púbico de la víctima. (Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala, Caso Velásquez
Paíz y otros Vs. Guatemala).
La Corte ha señalado en cuanto a las autopsias que tienen como objetivo recolectar, como
mínimo, información para identificar a la persona muerta, la hora, la fecha, causa y forma de
muerte. Estas deben respetar ciertas formalidades básicas, como indicar la fecha y hora de
inicio y finalización, así como el lugar donde se realiza y el nombre del funcionario que la
ejecuta. Asimismo, se debe fotografiar adecuadamente el cuerpo; tomar radiografías del
cadáver, de su bolsa o envoltorio y después de desvestirlo, documentar toda lesión. Se debe
documentar la ausencia, soltura o daño de los dientes, así como cualquier trabajo dental, y
examinar cuidadosamente las áreas genital y para-genital en búsqueda de señales de abuso
sexual. Asimismo, el Manual de Naciones Unidas indica que en los protocolos de autopsia se
debe anotar la posición del cuerpo y sus condiciones, incluyendo si está tibio o frío, ligero o
rígido; proteger las manos del cadáver, registrar la temperatura del ambiente y recoger
cualquier indicio (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala).
¿Qué es el sexo?
“Es la condición biológica, orgánica y genética que distingue a mujeres de hombres” (Ley
807 de 21 de mayo de 2016). En un sentido estricto, el término sexo se refiere a las diferencias
biológicas entre el hombre y la mujer, a sus características fisiológicas, a la suma de las
características biológicas que define el espectro de las personas como mujeres y hombres o a
la construcción biológica que se refiere a las características genéticas, hormonales, anatómicas
y fisiológicas sobre cuya base una persona es clasificada como macho o hembra al nacer. En
ese sentido, puesto que este término únicamente establece subdivisiones entre hombres y
mujeres, no reconoce la existencia de otras categorías que no encajan dentro del binario
mujer/hombre (Opinión consultiva 24/2017).
¿Qué es el género?
“Es la construcción social de roles, comportamientos, usos, ideas, vestimentas, prácticas o
características culturales y otras costumbres para el hombre y la mujer” (Ley 807 de 21 de
mayo de 2016).
¿Qué es la intersexualidad?
Todas aquellas situaciones en las que la anatomía sexual de la persona no se ajusta físicamente
a los estándares culturalmente definidos para el cuerpo femenino o masculino42. Una persona
intersexual nace con una anatomía sexual, órganos reproductivos o patrones cromosómicos que
no se ajustan a la definición típica del hombre o de la mujer. Esto puede ser aparente al nacer
o llegar a serlo con los años. Una persona intersexual puede identificarse como hombre o como
mujer o como ninguna de las dos cosas. La condición de intersexual no tiene que ver con la
orientación sexual o la identidad de género: las personas intersexuales experimentan la misma
gama de orientaciones sexuales e identidades de género que las personas que no lo son.
(Opinión Consultiva 24/2017).
¿Cuáles son los componentes esenciales que forman parte del núcleo esencial de
la debida diligencia?
• Deber prioritario de prevención
• Deber reforzado de Investigación
• Deber reforzado de sanción
• Deber reforzado de reparación
¿Cuáles son los estándares del deber de investigación del Estado desde la debida
diligencia?
La Corte IDH, a la luz de la debida diligencia, ha establecido criterios esenciales de
investigación de hechos vinculados con violencia de género, en este marco, ha establecido la
importancia de establecer un marco normativo eficaz para la investigación de estos hechos,
pero además, la necesidad de asumir medidas administrativas y judiciales eficaces para una
real materialización de los derechos de las mujeres y de cualquier persona para su ejercicio
pleno y sin discriminación. De la misma forma, ha resaltado la importancia de desarrollar
procedimientos penales y administrativos en plazos razonables y de acuerdo a garantías
reforzadas para las víctimas.
El art. 7.b de la Convención Belém do Pará obliga de manera específica a los Estados Partes,
desde su entrada en vigor, a utilizar la debida diligencia para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer, por lo que las autoridades a cargo de la investigación deben llevarla
con determinación y eficacia, teniendo en cuenta el deber de la sociedad de rechazar la
violencia contra las mujeres y las obligaciones del Estado de erradicarla y de brindar confianza
a las víctimas en las instituciones estatales para su protección (Espinoza Gonzáles Vs. Perú,
Caso Gudiel Álvarez y otros (Diario Militar) Vs. Guatemala, Caso J vs. Perú).
En relación con los casos de violencia sexual contra las mujeres, el Tribunal ha establecido que
los Estados deben adoptar medidas integrales para cumplir con la debida diligencia. En
particular, deben contar con un adecuado marco jurídico de protección, con una aplicación
efectiva del mismo y con políticas de prevención y prácticas que permitan actuar de una manera
eficaz ante las denuncias (Caso Fabela Nova Brasilia vs. Brasil).
El Estado debe conducir eficazmente la investigación penal para determinar las
correspondientes responsabilidades penales y aplicar efectivamente las sanciones y
consecuencias que la ley prevea. Esta obligación debe ser cumplida en un plazo razonable
(Rosendo Cantú y otra vs. México)
La ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia contra las mujeres propicia un
ambiente de impunidad que facilita y promueve la repetición de los hechos de violencia en
general y envía un mensaje según el cual la violencia contra las mujeres puede ser tolerada y
aceptada, lo que favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno, en sentimiento
y la sensación de inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de éstas
en el sistema de administración de justicia. Dicha ineficacia constituye en sí mismo una
discriminación de la mujer en el acceso a la justicia. Por ello, cuando existan indicios o
sospechas concretas de violencia de género, la falta de investigación por parte de las
autoridades de los posibles móviles discriminatorios que tuvo un acto de violencia contra la
mujer, puede constituir en sí misma una forma de discriminación basada en el género.
(Espinoza Gonzáles Vs. Perú)
¿A nivel interno, como se traduce el deber de debida diligencia?
En el marco del principio de oficiosidad reforzada, el Estado Plurinacional de Bolivia, con la
debida diligencia, debe iniciar de oficio la investigación, en el marco del máximo
informalismo, de acuerdo a los principios de atención prioritaria a la víctima, interés superior
de la víctima, prohibición de revictimización, inversión de la carga de la prueba al Ministerio
Público, verdad material, prevalencia de la justicia material.
El Ministerio Público y todos los operadores de justicia en el marco de la debida diligencia, en
el ejercicio de la persecución penal, deben realizar todos los actos de investigación de manera
tal que sean armónicos con los principios y valores esenciales del modelo de estado y de
aquellos específicos para la violencia en razón a género.
De acuerdo a lo establecido, la debida diligencia en la investigación penal, en coherencia con
los principios y valores supremos del Estado Plurinacional de Bolivia y de acuerdo a los
estándares internacionales en cuanto a violencia en razón de género, es interdependiente a la
garantía de la víctima de acceso a la justicia, garantía que tiene un carácter plural desde un
enfoque intercultural, tal cual lo estableció la SCP 0037/2013 , en este marco, la víctima, en
todo momento de la persecución penal, deberá tener un acceso a la justicia y a los servicios de
atención integral, gratuito, oportuno y eficaz, acorde a los principios que rigen la investigación
penal para hechos referentes a violencia en razón de género
¿Cuáles son los riesgos que deben ser valorados por las y los servidores policiales
y fiscales para la aplicación de medidas de protección?.
Para que las y los servidores policiales y fiscales establezcan una medida de protección debe
realizar la valoración de riesgo con perspectiva de género, que tome en cuenta: a) El uso de
armas y sus características; b) la existencia de amenazas; c) La existencia de antecedentes
previos de violencia; d) la relación de poder o asimetrías entre la víctima y el presunto agresor;
e) la existencia de grupos de atención prioritaria en el entorno de la víctima. Esta valoración
deberá aplicar el enfoque interseccional y en enfoque de interculturalidad. Esta valoración
deberá ser coordinada con la UPAVT y los equipos interdisciplinarios de las entidades
promotoras de denuncias.
¿Cuál es el rol del Ministerio Público y las demás instituciones del sistema
ordinario tratándose de casos de violencia en razón de género en las naciones y
pueblos indígena originario campesinos?
Desde una perspectiva intercultural, las y los fiscales, una vez tengan conocimiento de la
denuncia, deben constatar la existencia de una decisión de la víctima respecto a que su caso
sea conocido por la jurisdicción ordinaria, brindándole la información necesaria sobre la
posibilidad que ella elija la jurisdicción a la que quiere ser sometida, en el marco de la
Recomendación 33 de la CEDAW a la que se ha hecho referencia.
Desde una perspectiva intercultural y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales, deben coordinar con las autoridades indígena originaria campesina, ya sea para remitir
el caso ante dichas autoridades, brindándoles toda la cooperación, o para informar sobre el
conocimiento del hecho ante la jurisdicción ordinaria, solicitándoles, a dichas autoridades, la
cooperación correspondiente.
Desde una perspectiva intercultural, y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales deben articular a las diferentes instituciones que trabajan en el tema de violencia en
razón de género, para cooperar con la víctima y la jurisdicción indígena originaria campesina.
Desde una perspectiva intercultural, el Ministerio Público, ante vulneración de los derechos de
la víctima en la jurisdicción indígena originaria campesina, podrá formular una acción de
amparo constitucional, resguardando sus derecho y garantías, conforme lo permite el art. 12 de
la LOMP.
¿Cuál es el rol del Ministerio Público y las demás instituciones del sistema
ordinario tratándose de casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes en
razón de género, en las naciones y pueblos indígena originario campesinos?
Desde una perspectiva intercultural, y considerando el principio de autonomía progresiva de la
voluntad de niñas y adolescentes, las y los fiscales, una vez tengan conocimiento de la
denuncia, deben constatar la existencia de una decisión de la víctima respecto a que su caso
sea conocido por la jurisdicción ordinaria, brindándole la información necesaria sobre la
posibilidad que ella elija la jurisdicción a la que quiere ser sometida, en el marco de la
Recomendación 33 de la CEDAW a la que se ha hecho referencia.
Desde una perspectiva intercultural y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales, deben coordinar con las autoridades indígena originaria campesina, ya sea para remitir
el caso ante dichas autoridades, brindándoles toda la cooperación, que incluye la asistencia de
personal especializado, o para informar que el hecho está siendo conocido por la jurisdicción
ordinaria, solicitándoles, a dichas autoridades, la cooperación correspondiente.
Desde una perspectiva intercultural, y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales deben articular a las diferentes instituciones que trabajan en el tema de violencia en
razón de género y defensa de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, para cooperar
con la víctima y la jurisdicción indígena originaria campesina.
Desde una perspectiva intercultural, el Ministerio Público, la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia, ante la vulneración de los derechos de la víctima en la jurisdicción indígena
originaria campesina, podrá formular una acción de amparo constitucional, resguardando sus
derecho y garantías, conforme lo permite el art. 12 de la LOMP y 188.e) del CNNA.
¿La Ley 243, sólo protege a las mujeres contra el acoso y violencia política?
El ámbito de aplicación d ela Ley 243, no sólo alcanza a mujeres, sino que también se
extiende a las personas de la comunidad LGBTI, debido a los prejuicios, subordinación
y discriminación que históricamenente han sufrido en virtud a los roles, prejuicos y
estereotipos construidos cultural y socialmente.
¿La denuncia por acoso y violencia política en razón de género, sólo puede
presentarse ante el Ministerio Público?
No. La denuncia puede ser presentada ante la FELCV, ante las instancias promotoras
de denuncia como el SLIM, el SIJPLU, SEPDAVI, e inclusive las autoridades de las
instituciones públicas que conocen proceso administrativos o disciplinarios, y la
instancia laboral pueden remitir el caso ante el Ministerio Público, si descubren la
existencia de responsabilidad penal.
¿Cuáles son los roles específicos que tienen las instancias promotoras de
denuncia enlos casos de violencia política en razón de género?
a) Informar, asesorar legalmente y dar asistencia integral a mujeres en situación de
acoso y violencia política.
b) Otorgar patrocinio legal gratuito en procesos penales y/o constitucionales sobre
casos de acoso y violencia política hacia las mujeres.
Realizar, a solicitud de parte, el seguimiento a casos de acoso y/o violencia política
interpuestos en la vía ad-ministrativa, penal y constitucional cuando la denuncia no
haya sido procesada, exista demora injustificada o incumplimiento de plazos,
solicitando se proceda al tratamiento correspondiente.
d) Otras funciones previstas en la Ley N° 348 para los casos de violencia política
¿Los hechos de acoso y violencia política, sólo pueden ser conocidos por la
jurisdicción ordinaria?
Desde una interpretación conforme a la Constitución Política del Estado y las normas
del bloque de constitucionalidad, y considerando los principios de pluralismo jurídico,
descolinización e interculturalidad, así como los derechos colectivos de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos a la libre determinación y a ejercer sus sistemas
jurídicos, debe entenderse que la jurisdicción indígena originaria campesina sí tiene
competencia para conocer los casos de acoso y violencia política, en el marco de sus
normas y procedimientos propios.
¿Las medidas de protección previstas en la Ley 348 y la Ley 1173 se aplican para
los casos de acoso y violencia política?
Sí, las medidas de protección previstas en la Ley 348 y en la Ley 1173 pueden ser
aplicadas, en lo pertinente a los casos de acoso y violencia política.
CEBADA ROMERO, Alicia (2002). “Los concpetos de obligación erga omnes, jus
cogens y violación grave a la luz del nuevo proyecto de la CDI sobre responsabilidad de
los estados por hechos ilícitos”. En: Revista Electrónica de Estudios internacionales,
número 4. Disponible en http://reei.org/reei4/Cebada.pdf.
GAYLE, Rubin (1986),"El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo",
1996. En: Revista Nueva Antropología, año/vol. VIII, número 030. Universidad Nacional
Autónoma de México. Distrito Federal, México, pp 95-145.
Normativa interna
Leyes
Ley No. 2033 de 29 de octubre de 1999. Ley de Protección a las víctimas de delitos
contra la libertad sexual.
Ley No. 3729 de 8 de agosto de 2007. Ley para la Prevención del VIH-SIDA, Protección
de los Derechos Humanos y Asistencia Integral Multidisciplinaria para las Personas que
Viven con el VIH-SIDA.
Ley No. 045 de 8 de octubre. Ley contra el racismo y toda forma de discriminación
Ley No. 223 de 2 de marzo de 2012. Ley para personas con Discapacidad.
Ley No. 260 de 11 de julio de 2012. Ley Orgánica del Ministerio Público.
Ley No. 348 de 9 de marzo de 2013. Ley integral para garantizar a las mujeres una
vida libre de violencia
Ley No. 369 de 1 de mayo de 2013. Ley General de las Personas Adultas Mayores
Ley No. 1226 de 23 de septiembre de 2019. Ley de modificación a la Ley No. 1173 de 3
de mayo de 2019, de Abreviación procesal penal y de fortalecimiento de la lucha
integral contra la violencia a niñas, niños, adolescentes y mujeres.
Decretos Supremos
Decreto Supremo No. 1320 de 8 de agosto de 2012. Modifica el Parágrafo I del Artículo
3 del Decreto Supremo No. 1302 e 1 de agosto de 2012.
Decreto Supremo No. 2145 de 14 de octubre de 2014. Reglamento de la Ley 348 “Ley
integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.
Decreto Supremo No. 2377 de 18 de enero de 2018. Reglamento a la Ley No. 548,
Código Niña, Niño y Adolescentes.
Corte IDH. Caso Velásquez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 20 de enero de 1989.
Serie C No. 5
Corte IDH. Caso Masacre Plan de Sánchez Vs. Guatemala. Reparaciones. Sentencia de
19 de noviembre de 2004. Serie C. No. 116.
Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No.
154.
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie
No. 205.
Corte IDH. Caso de la masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2009. Serie C No. 211.
Corte IDH. Caso Fernandez Ortega y otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010. Serie C No. 215.
Corte IDH. Caso Rosendo Cantú Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C No. 216.
Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220.
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 2 de febrero de 2012. Serie C No. 239.
Corte IDH. Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Forndo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de septiembre de 2012. Serie C No. 250.
Corte IDH. Caso Gudiel Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2012. Serie C No. 253.
Corte IDH. Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275.
Corte IDH. Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Presilinares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277.
Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciónes y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289.
Corte IDH. Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Senencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C No. 307.
Corte IDH. Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C No. 333.
Corte IDH. Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Peru.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
noviembre de 2017. Serie C No. 344.
Corte IDH. Caso V.R.P, V.C.P. y otros Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares,
Fondo, Costas. Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 350.
Corte IDH. Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de
2018. Serie C No. 371.
Rol interpretativo
Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-
17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17.
Corte IDH. Identidad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo.
Obligaciones estatales en relación con el cambio de nombre, la identidad de género, y los
derechos derivados de un vínculo entre parejas del mismo sexo (Interpretación y alcance
de los artículos 1.1, 3, 7, 11.2, 13, 17, 18 y 24, en relación con el artículo 1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-24/17 de 24
de noviembre de 2017. Serie A No. 24.
Soluciones amistosas
MZ vs. Bolivia. Informe No. 103/14. Caso 12.350. Informe de Solución Amistosa.
OEA/Ser.L/V/II.153. Doc. 19 de 7 de noviembre de 2014.
Comité de la CEDAW
Observación General 11 del Comité de los Derechos del Niño (Los niños indígenas y
sus derechos en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño),
Observación Genearal 13 del Comité de los derechos del Niño (Derecho del niño a no
ser objeto de ninguna forma de violencia). 18 de abril de 2011.
Observación General 15 del Comité de los Derechos del Niño (Derecho del niño al
disfrute del más alto nivel posible de salud (artículo 24)).
Principios y reglas
Principios de Yogyakarta. Preámbulo. Disponible en: http://yogyakartaprinciples.org/wp-
content/uploads/2016/08/principles_sp.pdf
SC 0110/2010-R
SCP 0112/2012
SCP 1422/2012
SCP 0026/2013
SCP 0033/2013
SCP 0037/2013
SCP 1961/2013
SCP 2233/2013
SCP 0206/2014
SCP 0764/2014.
SCP 0010/2018-S2
SCP 0017/2018-S2
SCP 0025/2018-S2
SCP 1235/2018-S1
SCP 0130/2018-S2
SCP 0364/2018-S2
SCP 0385/2018-S2
SCP 0394/2018-S2,
SCP 0721/2018-S2