Protocolo Ley 243

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MINISTERIO PÚBLICO

PROTOCOLO DE ACTUACIONES
DE INVESTIGACIÓN PARA LA
PERSECUCIÓN DE CASOS
PREVISTO EN LA LEY 243

Marco teórico, lineamientos procedimentales con


perspetiva de género y caja de herramientas
ÍNDICE

Prólogo (Fiscal General del Estado)


Abreviaturas
MARCO TEÓRICO
CAPÍTULO I

1 Objetivos del protocolo


2 La aplicación directa de derechos desde el mandato constitucional
3 La doctrina del bloque de constitucionalidad
4 La doctrina del estándar jurisprudencial más alto
5 El deber de ejercer control de convencionalidad
6 La violencia en razón de género desde las históricas relaciones asimétricas
de poder entre hombres y mujeres
7 El derecho a la igualdad sustantiva
8 Los estereotipos de sexo, género y roles de género
9 La garantía de prohibición de discriminación y las categorías sospechosas
o criterios prohibidos de discriminación
10 El sistema binario del género/sexo
11 La perspectiva de género
12 La directa relación entre discriminación y violencia en razón de género
12.1 Discriminación directa e indirecta en razón al sexo/género
12.2 Discriminación sistémica o estructural
12.2.1 La discriminación sistémica en el Estado Plurinacional de Bolivia
12.3 Discriminación múltiple
13 El enfoque de interseccionalidad

CAPÍTULO II
LA TIPOLOGÍA DE LA VIOLENCIA EN RAZÓN DE GÉNERO A LA LUZ
DE LA LEY 348

1 La Ley 348. Su alcance extensivo a la violencia en razón de género


2 La violencia en razón a género y su tipología de acuerdo a la Ley 348
2.1 Violencia feminicida
2.2 Violencia psicológica
2.3 Violencia sexual
2.4 Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos
2.5 Violencia contra los derechos y la libertad sexual
2.6 Violencia en la Familia
2.7 Violencia patrimonial y económica
2.8 Violencia laboral
2.9 Violencia mediática
2.10 Violencia simbólica y/o encubierta
2.11 Violencia en servicios de salud
2.12 Violencia institucional
2.13 Otras formas de violencia
3. Especial referencia a la Violencia en el Ejercicio Político y de Liderazgo de la
Mujer

CAPÍTULO III
EL DEBER DE INVESTIGACIÓN DESDE LA DEBIDA DILIGENCIA

1 Consideraciones previas
2 Los principios rectores para una debida diligencia en casos de violencia en
razón de género
3 Las garantías de la víctima desde el deber de la debida diligencia
3.1 La garantía de inicio de oficio y de manera eficaz de las investigaciones
3.2 La garantía de prohibición de revictimización
4 La denuncia. Criterios de actuación y marco institucional establecido
4.1 La denuncia ante la Policía Boliviana
4.1.1 Presentación directa de la denuncia o conocimiento por derivación de
instituciones públicas, privadas o particulares
4.1.2 Intervención policial preventiva o acción directa
4.2 Denuncia ante el Ministerio Público
5 Las instancias promotoras de denuncia y sus roles desde la debida diligencia
5.1 Los Servicios Legales Municipales Integrales SLIMs
5.2 Defensorías de la Niñez y Adolescencia
5.3 Los Servicios Integrados de Justicia Plurinacional SIJPLU
5.4 Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima SEPDAVI
6 Las Autoridades Indígena originaria campesinas
7 Otras instancias que deben denunciar hechos vinculados con violencia política
en razón a género
8 Organizaciones de la Sociedad Civil

CAPÍTULO IV
EL PRIMER CONTACTO, LA ATENCIÓN A VÍCTIMAS Y LAS MEDIDAS DE
PROTECCIÓN

1 Los actos procesales a la luz de la debida diligencia


2 El primer contacto
2.1 Atención a la víctima en estado de crisis
2.2 Primer contacto y atención a víctimas LGBTI
2.3 Primer contacto y atención a víctimas que son personas con discapacidad
2.4 Primer contacto y atención a víctimas adultas mayores
3 Medidas de protección
3.1 Medidas de protección por violencia en razón de género
3.2 Medidas de protección sujetas a reserva judicial exclusiva
3.3 Medidas de protección sujetas a control jurisdiccional ulterior
3.4 Medidas de protección en acoso y violencia política en razón de género
3.5 La valoración de riesgos en el ámbito político
3.6 La interpretación conforme al bloque de constitucionalidad sobre las
garantías mutuas
3.7 Seguimiento de medidas de protección
3.8 Lineamientos esenciales para las medidas de protección de acuerdo a la Ley
1173

CAPÍTULO V
LA INVESTIGACIÓN, SANCIÓN Y REPARACIÓN DE DAÑOS A LA LUZ
DEL DEBER DE LA DEBIDA DILIGENCIA

1 Investigación preliminar y actos preliminares de investigación


2 Requerimiento de inicio de diligencias preliminares para la investigación
3 Informe de investigación preliminar
4 Conclusión de la etapa preliminar
4.1 Requerimiento fiscal de complementación de diligencias
4.2 Imputación formal
4.3 Rechazo de denuncia
4.4 Salidas alternativas
4.4.1 La suspensión condicional del proceso
4.4.2 La conciliación
5 Desarrollo y conclusión de la etapa preparatoria
5.1 Desarrollo de la etapa preparatoria
5.2 Informe conclusivo
5.3 Requerimiento conclusivo
6 Juicio oral
7 Procedimiento especial en caso de flagrancia
8 Otros actos procesales
8.1 Las notificaciones
8.2 La detención preventiva en delitos de violencia en razón a género
9 La sanción a la luz de la debida diligencia
9.1 Las sanciones alternas en delitos de violencia en razón a género
10 Reparación integral de daños
10.1 Deber de reparación integral de daños con enfoque de género y de oficio
10.2 Especial mención a las medidas de rehabilitación

CAPÍTULO VI
LA PRUEBA

1. Introducción a la temática
2. La carga de la prueba en violencia en razón a género corresponde al
Ministerio Público
3. El anticipo de prueba y la utilización de mecanismos que eviten la
revictimización
4. Declaración de la víctima
5. Las pericias en la investigación desde la debida diligencia
6. Los certificados médicos
7. Criterios para el manejo diligente de la prueba
8. La violencia en razón de género, en especial la sexual como una forma de
tortura
8.1 Estándares internacionales que abordan la violencia en razón de género, en
especial la sexual, desde la tortura
8.2 Estándares internacionales sobre la tortura psicológica
8.3 Criterios de valoración de prueba en violencia sexual a la luz de los
estándares sobre tortura, tratos crueles e inhumanos
8.3.1 La declaración de la víctima de violencia sexual
8.3.2 Los exámenes médicos y las pericias en violencia sexual
8.4 La prohibición de aplicación del régimen de prescripción o de amnistía en
delitos de violencia sexual
8.5 En violencia sexual, la revictimización en la actividad probatoria es
considerada violencia institucional

CAPÍTULO VII
La readecuación competencial de acuerdo a la Ley 1173: Sus alcances desde el
acceso a la justicia y la debida diligencia.

1. La readecuación competencial en delitos de violencia en razón a género


1.1 Competencia de los tribunales de sentencia para sustanciación de delitos de
violencia en razón de género
1.2 Competencia de los jueces de sentencia
1.3 Competencia de los jueces de instrucción
2. La adecuación competencial en el marco de la garantía de prohibición de
discriminación y del deber de establecimiento de procedimientos justos
3. Estándares internacionales que deben ser aplicados por la jurisdicción
ordinaria para el acceso a la justicia desde la debida diligencia
4. El deber de adecuación del Sistema de Justicia para una protección reforzada
a niñas, niños y adolescentes y a toda persona en situación de vulnerabilidad
5. Deber de remoción de obstáculos para el acceso a la justicia desde los
estándares internacionales de protección a derechos

LINEAMIENTOS DE ACTUACIÓN CON ENFOQUE DE GÉNERO PARA


EL MINISTERIO PÚBLICO

CAJA DE HERRAMIENTAS

REFERENCIAS
Abreviaturas

AIOCs Autoridades Indígena originarias campesinas


CADH Convención Americana de Derechos Humanos
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
CEDAW Convención para la Eliminación de todas formas de
discriminación contra la mujer (en sus siglas en inglés)
CEPAT Centros Especializados de Prevención y Atención Terapéutica
CPE Constitución Política del Estado
CPP Código de Procedimiento Penal
Corte IDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
CN Convención de los Derechos del Niño
CNNA Código Niño, Niña y Adolescente
CPP Código de Procedimiento Penal
DCP Declaración Constitucional Plurinacional
DNA Defensoría de la Niñez y Adolescencia
DVTMP Dirección de Protección a las Víctimas, Testigos y Miembros del
Ministerio Público
ETA Entidad Territorial Autónoma
FELCV Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia hacia la mujer
FEVAP Fiscalía Especializada para víctimas de Atención Prioritaria
FUD Formulario Único de Denuncias
IDIF Institto de Investigaciones Forenses
IITCUP Instituto de Investigación Técnico Científico de la Universidad
Policial
ILE Interrupción Legal del Embarazo
JIOC Jurisdicción Indígena originaria campesina
LGBTI Lesbiana, gay, bisexual, trans sexual, trans género e intersex
LOMP Ley Orgánica del Ministerio Público
MP Ministerio Público
NAPIOs Naciones y Pueblos Indígena originaria campesinas
NNA Niña, niño y adolescente
OC Opinión consultiva
OG Observación Genera
PB Polícia Boliviana
SCP Sentencia Constitucional Plurinacional
RG Recomendación General
SerMujer Servicio Plurinacional de la mujer y de la Despatriarcalización
SEPDAVI Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima
SIDH Sistema Interamericano de Protección a Derechos Humanos
SIPASSE Sistema Integral Plurinacional de Prevención, Atención, Sanción
y Erradicación de la Violencia en razón de Género
SIJPLU Servicios Integrados de Justicia Plurinacional
SLIM Servicio Legal Integral Municipal
SRD Sistema de Registro de Denuncias
SUDH Sistema Universal de Derechos Humanos
TCP Tribunal Constitucional Plurinacional
UPAVIT Unidad de Protección a Víctimas y Testigos
MARCO TEORICO
CAPÍTULO I
LA VIOLENCIA EN RAZÓN DE
GÉNERO
1 Objetivos del protocolo

El presente protocolo tiene el objetivo de brindar lineamientos con perspectiva de


género para que el Ministerio Público investigue, procure la sanción y asegure la
reparación integral de daños a víctimas de acoso y violencia política en razón de
género.

En base a lo señalado, este Protocolo tiene los siguientes objetivos específicos:

Desarrollar el marco teórico y los estándares internos


e internacionales de protección por acos y violencia
política en razón de género

Describir las obligaciones del Estado respecto a los


derechos políticos de las mujeres

Precisar los lineamientos de actuación para el


Ministerio Público en el primer contacto con la
víctima, la atención reforzada que debe prestársele y
las medidas de protección que deben ser brindadas

Precisar los lineamientos de actuación para la


investigación, sanción y reparación integral de daños a
las víctimas de violencia política en razón de genero

Establecer lineamientos de actuación en el ámbito


probatorio con perspectiva de género.

Identificar criterios de asignación competencial a


autoridades judiciales a la luz de los derechos al
acceso a la justicia y la debida diligencia.
Sistematizar en armonía con el bloque de
constitucionalidad y el estándar jurisprudencial más
alto lineamientos procesales de actuación con
perspectiva de género para el Minsiterio Público.

Desarrollar una caja de herramientas para una


pedagogía penal con perspectiva de género.

En base a lo señalado, este Protocolo tendrá la finalidad de unificar criterios y


armonizarlos con el bloque de constitucionalidad, para que así, el Estado Plurinacional
de Bolivia, cumpla sus obligaciones internacionales de buena fe y garantice a la víctima
de violencia política en razón de género una investigación, sación y reparación de daños
en el marco de la debida diligencia y en armonía con estándares que aseguren un debido
proceso reforzado.

2 La aplicación directa de derechos desde el mandato constitucional

La Constitución de 2009, como uno de sus rasgos esenciales, contempla la igual


jerarquía, directa aplicabilidad y directa justiciabilidad de los derechos, los cuales, a su
vez, pueden ser indiduales y trans-individuales, en esta última categoría se encuentran los
derechos colectivos de los pueblos indígenas, o los derechos de la Madre Tierra.

Estos tres principios, es decir el de igual jerarquía de derechos, directa aplicabilidad


y directa justiciabiliad de derechos, se encuentran reconocidos en el art. 109.1 de la
Constitución Política del Estado CPE.

Art. 109.I de la CPE


Todos los derechos reconocidos en la Constitución son
directamente aplicables y gozan de iguales garantías
para su protección

Además, la igualdad jerárquica de derechos, emerge de una interpretación sistémica


del Art. 109.I de la Constitución, con el Art. 13.III.
Art. 13.III de la CPE
La clasificación de los derechos establecidos en esta
Constitución no determina jerarquía alguna ni
superioridad de unos derechos sobre otros.

De acuerdo a lo anotado, el art. 109.1 de la Constitución tiene una importancia


esencial en el ejercicio de los roles jurisdiccionales y también en el cumplimiento del
mandato constitucional encomendado al Ministerio Público, ya que los derechos
reconocidos en la Constitución, en Tratados Internacionales referentes a Derechos
Humanos y en Estándares Internacionales de Protección a Derechos, deben ser
directamente aplicados por estas autoridades, es decir, que en caso de ausencia de ley, en
el caso concreto, a través del ejercicio del control de convencionalidad y de acuerdo al
principio de favorabilidad, los derechos deben ser aplicados de manera directa y
preferente; pero además, cuando no exista ley, cuando exista una contradicción entre ley
interna y un estándar internacional referente a derechos humanos o cuando la norma
interna sea incompleta u obscura en relación a derechos desarrollados en el avance del
derecho internacional de los derechos humanos, estos derechos deben ser aplicados de
manera directa y preferente en aplicación del art. 109.1 de la Constitución, el acual a su
es armónico con los arts. 410, 13.I, 13.IV, 14.II y 256 de la norma suprema.

En base a lo descrito, la aplicación directa de derechos encomendada por el Art.


109.I de la Constitución el rol de garante primario de los derechos que
constitucionalmente es atribuido tanto a las autoridades judiciales como al Ministerio
Público.

3 La doctrina del bloque de constitucionalidad

Otro rasgo esencial que caracterizará al modelo de Estado, es la doctrina del bloque
de constitucionalidad, cuyo objetivo primordial es lograr que el Estado Plurinacional de
Bolivia cumpla sus obligaciones internacionales de respeto y garantía a derechos, entre
ellas las obligaciones reforzadas en relación a mujeres y grupos de atención prioritaria.

El Tribunal Constitucional, interpretó extensivamente el art. 401.II de la Constitución


y realizó un desarrollo jurisprudencial de la doctrina del bloque de constitucionalidad a
través de la Sentencia Constitucional 0110/2010-R.
De acuerdo a la interpretación del Tribunal Constitucional, el
Bloque de Constitucionalidad está conformado por el texto
escrito de la Constitución; los tratados internacionales referentes
a Derechos Humanos incluidas las decisiones, directrices y
estándares que emanen tanto del Sistema Universal como
Interamericano de Protección de Derechos Humanos; los
Acuerdos de Integración y los principios y valores supremos de
carácter plural.

La relevancia de esta interpretación radica en la inclusión en el bloque de


constitucionalidad de los estándares jurisprudenciales emanados en particular de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos y los principios y directrices rectores para la
vigencia de derechos. Asimismo, a la luz de esta doctrina, los estándares de otros órganos
del Sistema Universal de Protección a Derechos Humanos, como el Comité de Derechos
Humanos, el Comité de la CEDAW encargado de la supervisión e implementación de la
Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer,
en sus siglas en inglés CEDAW, el Comité de Derechos Económicos Sociales y
Culturales, el Comité de Derechos del Niño, entre otros, forman parte del bloque de
constitucionalidad boliviano, aspecto muy importante porque asegura su aplicación por
parte de las autoridades judiciales y del Ministerio Público y por ende resguarda el fiel
cumplimiento por parte del Estado Plurinacional de Bolivia de sus obligaciones de respeto
y garantía de derechos.

La doctrina del bloque de constitucionalidad será muy importante para cumplir con
los objetivos de este protocolo, ya que no solamente se seguirá una ruta de actuación en
base a la normativa interna, sino también, de acuerdo a los tratados internacionales sobre
derechos humanos y también en cuanto a estándares internacionales de protección a
derechos.

En el marco de lo señalado, en violencia en razón de género forman parte del bloque


de constitucionalidad, entre otros, los siguientes tratados internacionales referentes a
derechos humanos:

Tratados Internacionales del Sistema Universal de protección a


Derechos Humanos que forman parte del bloque de constitucionalidad
boliviano
Declaración Universal de Derechos Humanos; Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; Pacto Internacional de Derechos Económicos
Sociales y Culturales; Convención de Derechos del Niño Convención
contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas y Degradantes;
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial; Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer CEDAW; Convención sobre los
derechos del Niño; Convención Internacional sobre la protección de los
derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias; Convención
de Viena sobre el Derecho de los Tratados; Convenio 169 de la OIT, entre
otros.

Tratados Internacionales del Sistema Interamericano de Protección a


Derechos humanosque forman parte del bloque de constitucionalidad
boliviano
Convención Americana sobre Derechos Humanos; Convención
Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas
de intolerancia; Convención Interamericana sobre la protección de los
derechos humanos de las personas adultas mayores; Convención
Interamericana para la eliminación de todas las formas de discriminación
contra las personas con discapacidad; Convención Interamericana para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Convención de
Belem do Para”, entre otros.

Estándares de la Corte IDH emanados de su rol interpretativo que


forman parte del bloque de constitucionalidad boliviano
Para violencia en razón de género, se tiene importantes estándares
internacionales en las siguientes Opiniones Consultivas:
OC-4/84 de 19 de enero de 1984, referente a la propuesta de modificación
a la Constitución Política de Cosa Rica relacionada con la naturalización;
OC-17/02 de 28 de agosto de 2002 referente a la condición jurídica y
derechos humanos del niño; OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003,
referente a la condición jurídica y derechos de los migrantes
indocumentados; OC-24/17 de 24 de noviembre de 2017 referente a la
identidad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo
sexo. Obligaciones estatales en relación con el cambio de nombre, la
identidad de género, y los derechos derivados de un vínculo entre parejas
del mismo sexo (Interpretación y alcance de los artículos 1.1, 3, 7, 11.2, 13,
17, 18 y 24, en relación con el artículo 1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos), entre otras.

Estándares de la Corte IDH emanados de su rol contencioso que


forman parte del bloque de constitucionalidad boliviano
Para violencia en razón de género, se tiene importantes estándares
internacionales que emergieron de los siguientes casos considerados
emblemáticos:
Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México de 16 de
noviembre de 2009; Caso de la masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala,
de 24 de noviembre de 2009; Caso Fernandez Ortega y otros Vs. México
de 30 de agosto de 2010; Caso Rosendo Cantú Vs. México de 31 de agosto
de 2010; Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile de 2 de febrero; Caso Masacre
de Río Negro Vs. Guatemala de 4 de septiembre de 2012; Caso Gudiel
Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala de 20 de noviembre de
2012; Caso J. Vs. Perú de 27 de noviembre; Caso Véliz Franco y otros Vs.
Guatemala de 19 de mayo; Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú de 20 de
noviembre de 2014; Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala de 19 de
noviembre de 2015; Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil de 16 de febrero
de 2017; Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros)
vs. Peru de 23 de noviembre de 2017; Caso V.R.P, V.C.P. y otros Vs.
Nicaragua de 8 de marzo; Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en
Atenco Vs. México de 28 de noviembre de 2018, entre otros.

Estándares del Comité de la CEDAW en cuanto a violencia en razón


de género que forman parte del bloque de constitucionalidad boliviano
Recomendación General 24 sobre la mujer y la salud (artículo 12 de la
Convención sobre a eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer): Recomendación General 25 sobre Medidas especiales de
carácter temporal (párrafo 1 del artículo 4 de la Convención sobre la
eleiminación de todas las formas de discriminación contra la mujer);
Recomendación General 28 relativa a las obligaciones básicas de los
Estados partes de conformidad con el artículo 2 de la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.;
Recomendación General 33 sobre el acceso de las mujeres a la justicia;
Recomendación efectuada al Estado de Bolivia el año 2015 relativa a la
Violencia contra la mujer, entre otras.

Estándares del Comité de Derechos del Niño que forman parte del
bloque de constitucionalidad boliviano
Observación General 11 del Comité de los Derechos del Niño (Los niños
indígenas y sus derechos en virtud de la Convención sobre los Derechos
del Niño); Observacón General 4 (La salud y el desarrollo de los
adolescentes en el contexto de la Convención sobre los Derechos del Niño).
Un.n. Doc. CRC/GC/2003/4 (2003); Observación Genearal 13 del Comité
de los derechos del Niño (Derecho del niño a no ser objeto de ninguna
forma de violencia). 18 de abril de 2011; y, Observación General 15 del
Comité de los Derechos del Niño (Derecho del niño al disfrute del más alto
nivel posible de salud (artículo 24)).

Los Tratados Internacionales referentes a Derechos Humanos y los estándares


anotados, así como otros esándares conexos, serán utilizados en este protocolo a efecto
de establecer lineamientos procesales con perspectiva de género para la investigación,
sanción y reparación integral de daños en violencia en razón de género.
4 La doctrina del estándar jurisprudencial más alto

En armonía con la doctrina del bloque de constitucionalidad y con el principio de


aplicación directa de derechos consagrado en el Art. 109.I de la Constitución, el Tribunal
Constitucional Plurinacional ha desarrollado la doctrina del estándar jurisprudencial más
alto a través de la SCP 2233/2013.

De acuerdo a la doctrina del estándar jurisprudencial más alto, será


fuente directa de derecho y por ende precedente en vigor, el
entendimiento más favorable, progresivo y extensivo del derecho a
ser aplicado. Este estándar podrá emanar de la Constitución, de
tratados internacionales referentes a derechos humanos, ó de órganos
supra-estatales de protección a derechos humanos como ser la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, el Comité de Derechos
Humanos, ó de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
Plurinacional.

Lo precisado líneas arriba, en el escenario del Estado Constitucional de Derecho,


tiene gran relevancia, ya que en materia de derechos fundamentales, el estándar vigente,
no está regido por un criterio de temporalidad, sino por el criterio de favorabilidad, es
decir, el estándar aplicable a cada caso, no es el último -si existieran entendimientos
diferentes por ejemplo emanados de las diferentes Salas del Tribunal Constitucional
Plurinacional- sino, que el estándar vigente es el más favorable, aunque tenga una data
anterior a una sentencia ulterior que plasme criterios que puedan considerarse más
restrictivos o limitativos al ejercicio de derechos fundamentales.

De la misma forma, a la luz de la doctrina del estándar jurisprudencial más alto,


en caso de existir conflicto entre un estándar interno emanado del Tribunal Constitucional
Plurinacional y un órgano supra-estatal de protección a derechos fundamentales, debe
aplicarse el estándar más favorable a la efectividad del derecho en juego, tal como lo
establece el art. 256 de la Constitución.

5 El deber de ejercer control de convencionalidad

La doctrina del Bloque de Constitucionalidad debe ser abordada a la luz de la doctrina


del Control de Convencionalidad, en este marco, debe precisarse que el art. 1.1 de la
Convención Americana de Derechos Humanos CADH constituye uno de los pilares
convencionales del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos
SIDH, disposición convencional que genera la obligación de los Estados Partes de
“respetar” los derechos y libertades ahí contenidos y “garantizar” su libre y pleno
ejercicio a toda persona o colectividad que esté sujeta a su jurisdicción “sin
discriminación alguna”1.

De acuerdo a lo señalado, la doctrina del control de convencionalidad encuentra


fundamento en la disposición convencional antes precisada y fue desarrollada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos Corte IDH, órgano del Sistema Interamericano de
Protección de Derechos Humanos con roles contencisos e interpretativos.

La doctrina del control de convencionalidad tiene un fundamento en dos principios


esenciales: El principio de buena fe del Estado, llamado también de la pacta sunt
servanda, consagrado en el art. 27 de la Convención de Viena sobre los Tratados
Internacionales; y, en el principio del efecto útil de la Convención, el cual encomienda a
todos los jueces y autoridades administrativas de los Estados Parte del SIDH, a velar por
la eficacia del Parámetro de Convencionalidad, aplicando en los casos objeto de
resolución con preferencia, los instrumentos y entendimientos supra-estatales más
favorables a los Derechos de las personas o las colectividades.

En la línea antes trazada, Néstor Pedro Sägues, señala que el Control de


Convencionalidad es un potente instrumento para el respecto y garantía efectiva de los
derechos humanos incluidos en el parámetro de convencionalidad2.

Así, en el marco de lo señalado, el primer caso en el cual se abordó la doctrina del


control de convencionalidad fue en Almonacid Avellano y otros vs. Chile3, en el cual, la
Corte IDH, señaló lo siguiente:

1
FERRER MAC-GREGOR, Eduardo y PELAYO MÖLLER, Carlos María “Artículo 1. Obligación de Respetar los
Derechos”, en Convención Americana sobre Derechos Humanos. Comentario. Introducción General.
STEINER Christian y URIBE Patricia (editores). Fundación Konrad Adenauer Stiftung. Plural Editores. 2013.
P 46.
2
SAGÜÉS, Néstor Pedro, “Obligaciones internacionales y control de convencionalidad”. En Estudios
Constitucionales, año 8, No. 1, 2010, p. 118.
3
Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas de
26 de septiembre de 2006, parrs. 124 y 123. Esta Doctrina del Control de Convencionalidad, fue también
“…los jueces y tribunales internos están sujetos al
imperio de la ley, y por ello, están obligados a aplicar
las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico.
Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como la Convención Americana, sus
jueces, como parte del aparato del Estado, también
están sometidos a ella, lo que obliga a velar porque los
efectos de las disposiciones de la Convención no se
vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a
su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de
efectos jurídicos. En otras palabras, el poder judicial
debe ejercer una especie de control de
convencionalidad entre las normas jurídicas internas
que aplican en los casos concretos y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el
Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo
ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de
la Convención Americana4.

Posteriormente, en el caso trabajadores Cesados del Congreso vs. Perú, la Corte


IDH, encomendó el ejercicio del control de convencionalidad ex oficio y en ese marco,
señaló:

“…los órganos del Poder Judicial deben ejercer no


sólo un control de constitucionalidad, sino también
de convencionalidad ex - oficio, entre las normas
internas y la Convención Americana,
evidentemente en el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales
pertinentes. Esta función no debe quedar limitada
exclusivamente por las manifestaciones o actos de
los accionantes en cada caso concreto, aunque
tampoco implica que ese control debe ejercerse
siempre, sin considerar otros supuestos formales y
materiales de admisibilidad y procedencia de este
tipo de acciones5.

utilizada en las sentencias de fondo de los siguientes casos: La cantuta vs. Perú, parr. 173; Boyce y otros
vs. Barbados, parr. 78; Trabajadores cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Peru, parr. 158;
Fermín Ramirez y Raxcaco Reyes vs. Guatemala parr. 63, entre otros.
4
Caso Almonacid Arellano vs. Chile, parr. 123.
5
Caso Trabajadores Cesados del Congreso vs. Peru, parr. 158.
Además, debe precisarse que el principio del efecto útil de la Convención
elemento esencial para el desarrollo de la doctrina del control de convencionalidad,
atribuye a las autoridades judiciales y también administrativas el carácter de primeros
garantes y celadores del parámetro de convencionalidad, por tanto, los obliga a velar
porque la efectividad de la convención no se vea mermada o anulada por la aplicación de
leyes contrarias a las disposiciones, objeto y fin del Sistema Interamericano de protección
de Derechos Humanos, a cuyo efecto, encomienda a estas autoridades ejercer un control
de convencionalidad ex oficio.

En el marco de lo señalado, debe precisarse que a partir de la visión plasmada en


el caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México, el Control de Convencionalidad,
debe ser realizado no solamente por autoridades jurisdiccionales, sino también por el
Ministerio Público.

Además, a la luz de la Doctrina del Control de Convencionalidad, es imperante


desarrollar el concepto del parámetro de convencionalidad, el cual está integrado por la
CADH y todos los instrumentos del SIDH, así como las Sentencias y Opiniones
Consultivas de la Corte IDH. También, en una interpretación progresiva y extensiva, debe
señalarse que los tratados internacionales, directrices, observaciones generales y otros
instrumentos o lineamientos del Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos,
forman también parte del parámetro de convencionalidad.

En el marco de lo señalado, debe precisarse que al Parámetro de Convencionalidad


le es aplicable el principio de constitucionalización del derecho internacional de los
Derechos Humanos, en virtud del cual, su contenido debe irradiar en toda la normativa
interna y los actos jurídicos realizados en los Estados Partes.

En el caso del Estado Plurinacional de Bolivia, merced al entendimiento plasmado en


la SC 0110/2010-R, el Parámetro de Convencionalidad, se encuentra inserto en el Bloque
de Constitucionalidad, por lo tanto, en el marco del modelo argumentativo vigente, el
Minsiterio Público, toda autoridad jurisdiccional y en última instancia el Tribunal
Constitucional Plurinacional, tienen el deber de ejercer el control de convencionalidad
antes señalado merced al principio de constitucionalización del derecho internacional de
los derechos humanos, a cuyo efecto, deben interpretar las normas infra-constitucionales
en conformidad y armonía con el bloque de constitucionalidad.

6 La violencia en razón de género desde las históricas relaciones asimétricas


de poder entre hombres y mujeres

Históricamente las relaciones de poder fueron desiguales entre hombres y mujeres,


por eso el ejercicio de derechos de las mujeres en términos de igualdad sustantiva fueron
anulados y aún ahora dicho ejercicio pleno de derechos es frecuentemente limitado o
suprimido, ya que estas asimetrías tal como lo señaló la Corte IDH, trascienden todos los
sectores de la sociedad, independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de
ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión.

Estándar internacional de protección a derechos


La Corte IDH estableció que la violencia contra la mujer no solo
constituye una violación de los derechos humanos, sino que es una
ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones
de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que
trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de
su clase, raza, etnia, cultura, nivel educacional, edad o religión y
que afecta negativamente sus propias bases. (Cfr. Caso Inés
Fernandez Ortega Vs. México párr. 118) (Cfr. Caso Rosendo
Cantú Vs. México pár. 108).

En Latinoamérica estas relaciones asimétricas de poder, consentidas y naturalizadas


por la propia legislación fueron un factor común que marcó el camino de
discriminaciones estructurales lapidarias para el ejercicio pleno de derechos en términos
de igualdad material. En este escenario, las mujeres fueron consideradas incapaces,
criterio que sustentó su exclusión del voto y del ejercicio de la ciudadanía. Además, la
legislación les impuso el requisito de la autorización del marido o un familiar hombre
para realizar cualquier acto jurídico, lo que conllevó su incapacidad para realizar negocios
jurídicos, ser sucesoras hereditarias y tener un proyecto de vida autónomo que les permita
gozar plenamente de sus derechos.

Bolivia, no estuvo al margen de este esquema, así lo refleja la primera codificación


civil y penal que entró en vigencia en 1831 durante la presidencia del Mariscal Andrés de
Santa Cruz. Este Código Civil, estableció en el art. 130 lo siguiente: “El marido debe
protección a su mujer, y esta obediencia al marido”. De la misma forma, el art. 132
establecía que: “La mujer no puede comparecer en juicio sin licencia de su marido”; desde
esta visión normativa, la mujer tampoco podía enajenar, hipotecar, ni adquirir por título
gratuito bienes, sin la concurrencia, consentimiento o ratificación del marido, así lo
estableció el art. 134 de este código civil abrogado6.

Estas relaciones asimétricas de poder son aún más evidentes en la codificación penal
de Santa Cruz que entró en vigencia el 2 de abril de 1831 con una reforma parcial en
1834. Esta legislación se centra en la figura del pater familis que esta vinculado a vínculos
familares en el marco de una jerarquía y autoridad en relación a la mujer y sus demás
dependientes protegida por el Estado. Así, el artículo 503 señaló: “…el marido que
excediéndose en el derecho de corregir a su mujer que le concede el artículo 447 la mate
en el arrebato de su enojo, será castigado con arreglo al artículo precedente (cuatro a seis
años de presidio)”, esta misma disposición establece atenuantes, en caso de que esa
corrección del marido a la mujer hubiera sido por motivos de honorabilidad.

Este dominio absoluto del hombre sobre la mujer, naturalizado por la legislación
republicana, se advierte también en el artículo 459 que estableció: “El homicidio
voluntario que alguno cometa en la persona de su hija, nieta o descendiente en línea recta,
cuando la sorprenda en acto carnal con un hombre, o el que cometa entonces en el hombre
que yace con ella, será castigado con: un arresto de seis meses a dos años. Si la sorpresa
no fuere en acto carnal sino en otro deshonesto i aproximado a, preparatorio del primero,
será la pena de uno a cuatro años de reclusión, Si la sorpresa i muerte se hiciese en la
persona de su cónyuge, o en la que yace con él, la pena de homicidio en el primer caso
será el arresto de un mes a un año; i en el segundo el duplo de la misma pena”.

6
Rafael Canedo, en un comentario al Código Civil boliviano señaló: “La mujer está destinada por la
naturaleza, a tener una sensibilidad dulce que anima la belleza de su sexo, y que tantas veces se enerva
por los más ligeros extravíos del corazón: ese ejercicio de la virtud: esa modestia tierna y encantadora
que sale triunfante en todos los peligros. Esa preeminencia del hombre, sobre la mujer, es la causa
determinante del deber de protección. La obediencia de la mujer, es un homenaje tributado al poder que
la protege: es una consecuencia necesaria de la sociedad conyugal, la cual no podría subsistir, sin el
principio de autoridad, o sin que uno de los esposos se subordine a la autoridad del otro... Al esposo le
corresponde, trabajar y obtener lo preciso, para dar subsistencia y habitación conveniente a su familia...
La mujer casada es incapaz de realizar acto alguno civil, susceptible de producir un efecto de derecho,
para, o contra ella”. Ver Protocolo para juzgar con perspectiva de género. TRIBUNAL SUPREMO DE
JUSTICIA. Estado Plurinacional de Bolivia, 2017, p 96.
El artículo 564 de este Código Penal, estableció además: “La mujer que cometa
adulterio perderá todos los derechos de la sociedad conyugal, i sufrirá una reclusión por
el tiempo que quiera el marido, con tal que no pase de seis años. El cómplice en el
adulterio, sufrirá igual tiempo de reclusión que la mujer, i será desterrado del pueblo
mientras viva el marido, a no ser que este consienta lo contrario” (sic).

La situación de la mujer indígena era peor aun, la república no suprimió prácticas de


opresión y violencia física, sexual y pscológica sistémica en contra de ellas, por ejemplo,
era frecuente el llamado derecho de la primera noche que tenía el patrón antes de un
matrimonio, práctica tolerada socialmente y que generó un contexto de violencia sexual
sistémica contra las mujeres indígenas y además una estigmatización en su propia
comunidad. Estos abusos por ejemplo fueron denunciados en el Congreso Indigenal de
1945, pero no tuvieron una respuesta efectiva por el Poder Judicial que históricamente
invisibilizó a la mujer indígena.

El derecho al voto de las mujeres fue una lucha que iniciaron las mujeres con mayor
fuerza a raíz del impacto que tuvo la guerra del Chaco en la sociedad, porque las mujeres
ingresaron masivamente a la esfera pública, lo que permitió transformar la mentalidad
respecto al lugar que debía ocupar la mujer en Bolivia. Así, el Partido Liberal expresó su
apoyo al sufragio femenino en 1934 y un grupo feminista abrió un "Registro de Sufragio
Femenino" y envió un memorial al Congreso explicando que en la Constitución no se
excluía explícitamente a las mujeres del derecho al voto, y que por lo tanto el sufragio
femenino debía ser considerado7. En la postguerra surigieron otros grupos en defensa
de los derechos de las mujeres, que también formularon su solicitud para el
reconocimiento de derechos civiles y políticos8.

7
ALVAREZ GIMENEZ, María Elvira. MOVIMIENTO FEMINISTA Y DERECHO AL VOTO EN BOLIVIA (1920 -
1952). Rev. Fuent. Cong. [online]. 2011, vol.5, n.15 [citado 2019-11-02], pp. 5-16 . Disponible en:
<http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1997-
44852011000400003&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1997-4485.
8
Ibid. Surgió la Legión Femenina de Educación Popular América, compuesta por mujeres de diferentes
clases sociales, cuyo objetivo principal fue la lucha por los derechos políticos de la mujer; organización
que envió una carta al Presidente David Toro, con el fin de reclamar los derechos civiles y políticos para
la mujer. También la Unión de Mujeres Americanas (UMA) y la Unión Femenina Universitaria.
A raíz de dichos reclamos, el Presidente David Toro pronunció el Decreto el 24 de
octubre de 1936, estableciendo derechos civiles para la mujer tales como el derecho
a ejercer profesión y a ocupar funciones, cargos u empleos sin otro requisito que la
idoneidad, la independencia jurídica, la capacidad de actuar como testigo a los 21
años, etc.; decreto que, sin embargo, nunca entró en vigencia9. En la Convención
nacional de 1938, bajo la presidencia de Busch, que incorporó importantes
postulados del constitucionalismo social, se debatió el sufragio femenino, sin
embargo fue rechazado por 55 votos contra 31; hasta que en la Convención de 1945
se aprobó la reforma constitucional que otorgó el voto a las mujeres que sabían leer
y escribir, para las elecciones municipales10. Asimismo, la reforma constitucional de
1945 establece ciertos derechos civiles de importancia para la mujer, tales como la
igualdad jurídica de los cónyuges11, la igualdad jurídica de los hijos12, autorización de
investigación de la paternidad, entre otros; finalmente, por Decreto de 21 de julio de
1952, se proclamó una de las reformas más trascendentales, cual es el sufragio
universal, por el que las mujeres bolivianas obtuvieron el derecho al voto.

Los antecedentes someramente descritos, evidencian en términos de la Corte IDH,


una cultura de discriminación en razón a género13, producto de la histórica relación
asimétrica de poder entre hombres y mujeres y que genera contextos de violencia, los
cuales, con mayor rigor afectan a mujeres y también a las niñas, niños y adolescentes,
personas adultas mayores, personas con discapacidad y también a hombres que no cuplen
con los roles de género establecidos en sociedades patriarcales14.

9
Ibid
10
El art. 46 de la Constitución reformada en 1945 señalaba: “Para la formación de las Municipalidades, se
reconoce el derecho de elección y elegibilidad a la mujer boliviana, en las mismas condiciones que al
hombre, con más el derecho ciudadano a que se refiere la segunda parte del art. 43 de esta Constitución”;
norma que hacía referencia que “la ciudadanía consiste en la admisibilidad a las funciones públicas, sin
otro requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas por la ley”.
11
El art. 131 de la CPE reformada en 1945, señala: “El matrimonio, la familia y la maternidad están bajo
la protección del Estado. Se establece la igualdad jurídica de los cónyuges”.
12
El art. 132 de la CPE sostiene “No se reconoce desigualdades entre los hijos, todos tienen los mismos
derechos y deberes. Es permitida la investigación de la paternidad conforme a ley”.
13
Ver Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009, párr. 164 y
14
Esta cultura de violencia fue identificad por la Corte IDH en el caso Campo Algodonero vs. México. En
este contexto, esta instancia señaló: “ Sin embargo, más allá de las cifras, sobre las cuales la Corte observa
no existe firmeza, es preocupante el hecho de que algunos de estos crímenes parecen presentar altos
grados de violencia, incluyendo sexual, y que en general han sido influenciados, tal como lo acepta el
Estado, por una cultura de discriminación contra la mujer, la cual, según diversas fuentes probatorias, ha
incidido tanto en los motivos como en la modalidad de los crímenes, así como en la respuesta de las
autoridades frente a éstos. En este sentido, cabe destacar las respuestas ineficientes y las actitudes
indiferentes documentadas en cuanto a la investigación de dichos crímenes, que parecen haber permitido
Además, esta cultura de discriminación, tiende a invisibilizar y naturalizar la
violencia15, e incide en la respuesta oportuna de los Estados para combatirla de manera
eficaz, afectando directamente a la plena vigencia del derecho a la igualdad sustantiva.

Por lo señalado, tanto el Sistema Interamericano como el Sistema Universal de


protección a derechos humanos, han centrado el debate en el derecho a la igualdad y la
prohibición de discriminación en razón a género y generacional, para poder así, mediante
acciones afirmativas e interpretaciones progresivas, superar estas históricas relaciones
asimétricas entre hombres y mujeres y garantizar a las mujeres, tal como establece el
artículo sexto de la Convención Belém do Pará, una vida libre de violencia.

Estándar internacional de protección a derechos


En el ámbito interamericano, la Convención Belém do
Pará señala que la violencia contra la mujer es una
manifestación de las relaciones de poder históricamente
desiguales entre mujeres y hombres y reconoce que el
derecho de toda mujer a una vida libre de violencia
incluye el derecho a ser libre de toda forma de
discriminación. (Caso Campo Algodonero vs. México
párr. 394)

7 El derecho a la igualdad sustantiva

El derecho a la igualdad, tiene carácter de jus cogens y por ende es una norma
imperativa de derecho internacional general que no admite ningún acuerdo en contrario16,

que se haya perpetuado la violencia contra la mujer en Ciudad Juárez”. 14 Caso González y otras (“Campo
Algodonero”) Vs. México, op. cit., párr. 164.
15
La Corte IDH, en el caso Véliz Franco y otros vs. Guatemala, como consecuencia de esta cultura de
discriminación, identificó la invisibilización de la violencia contra la mujer en Guatemala, ya que entre
otros aspectos, este país no contaba con datos estadísticos oficiales respecto a los delitos por razón de
género.
16
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados en cuanto al concepto de jus cogens establece
lo siguiente: “5.3. Tratados que están en oposición con una norma imperativa de derecho internacional
general (“jus cogens”). Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración esté en oposición con
una norma imperativa de derecho internacional general. Para los efectos de la presente Convención, una
norma imperativa de derecho internacional general es una norma aceptada y reconocida por la
comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y
que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el
mismo carácter.
pero que además genera efectos erga omnes17, en este marco, ningún tratado internacional
y ningún acto o decisión de los Estados miembros del Sistema Interamericano y Universal
de protección a derechos pueden ser contrarias a este derecho.

Estándar Internacional de Protección


La Corte IDH, en la OC-4/84 de 19 de enero, precisó lo
siguiente: “…la noción de igualdad…es inseparable de la
dignidad esencial de la persona, frente a la cual es incompatible
toda situación que, por considerar superior a un determinado
grupo, conduzca a tratarlo con privilegio; o que, a la inversa,
por considerarlo inferior, lo trate con hostilidad o de cualquier
forma lo discrimine del goce de derechos que sí se reconocen a
quienes no se consideran incursos en tal situación de
inferioridad” (OC- 4/84 de 19 de enero de 1984 párr. 55)

Ahora bien, en sociedades con históricas asimetrías entre hombres y mujeres, la


igualdad no debe ser concebida desde su faceta formal, sino más bien desde un criterio
sustancial. Al respecto, el Comité de la CEDAW en la Recomendación General 2518, para
consolidar una igualdad sustancial advierte lo siguiente:

“…no es suficiente garantizar a la mujer un trato


idéntico al de los hombres, también debe tenerse en
cuenta las diferencias biológicas que hay entre la mujer
y el hombre y las diferencias que la sociedad y la
cultura han creado…”

Lo señalado precedentemente, implica que en sociedades con grandes


desequilibrios históricos, las leyes “neutrales” o las interpretaciones que consideren a
todos iguales a pesar de realidades socio-culturales de profundas asimetrías y
desigualdades, nunca asegurarán una igualada sustantiva, en este marco, la igualdad
sustantiva, pretende superar el paradigma del “sujeto neutral universal”, para que desde
la diversidad y las asimetrías social y culturalmente generadas, se asegure el ejercicio
pleno de derechos sin discriminación.

17
La Corte Internacional de Justicia en el caso Barcelona Traction, estableció que la sobligaciones erga
omnes, se caracterizan por ser contraídas ante toda la comunidad internacional en el marco de una
aceptación uniforme. Ver Alicia Cebada Romero. “Los concpetos de obligación erga omnes, jus cogens y
violación grave a la luz del nuevo proyecto de la CDI sobre responsabilidad de los estados por hechos
ilícitos”. Revista Electrónica de studios internacionales, número 4, 202. Disponible en
http://reei.org/reei4/Cebada.pdf.
18
Recomendación General 25. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, párr.8.
En coherencia con lo señalado, las autoridades judiciales, fiscales y todo servidor
o servidora pública, para garantizar una igualdad sustantiva y el pleno ejercicio de
derechos de mujeres, antes de aplicar la norma o realizar una valoración probatoria o
cualquier acto procesal desde la igualdad formal, deberá identificar situaciones de
asimetría individual, múltiple o estructural19, para ello, será importante que en cada caso,
en base a una información contextual, se identifiquen los estereotipos o prejuicios en
razón a género que puedan generar asimetrías, para que así la decisión a ser asumida en
un problema jurídico concreto, consolide una real igualdad sustantiva, sin que ello
implique vulneración al derecho a la igualdad, pues el art. 4 de la Convención para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer establece:

Artículo 4 1 de la CEDAW.
La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de
carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto
entre el hombre y la mujer no se considerará discriminación en la
forma definida en la presente Convención, pero de ningún modo
entrañará, como consecuencia, el mantenimiento de normas
desiguales o separadas; estas medidas cesarán cuando se hayan
alcanzado los objetivos de igualdad de oportunidad y trato.

8 Los estereotipos de sexo, género y roles de género

Existen varios tipos de estereotipos, entre ellos los de sexo, género y roles
sexuales. Estos estereotipos en todo proceso penal deben ser identificados para garantizar
así una igualdad material o sustantiva.

“Un estereotipo de género se refiere a una pre-


concepción de atributos, conductas o características
poseídas o papeles que son o deberían ser ejecutados
por hombres y mujeres respectivamente, y que es
posible asociar la subordinación de la mujer a

19
Una asimetría individual debe ser analizada en el contexto cultural, personal, familiar, social o laboral
de cada persona. La asimetría múltiple debe identificarse en base a varios criterios o condiciones que
pueda generar discriminaciones múltiples, por ejemplo mujer, migrante, con discapacidad. Estos tres
criterios ocasionan profundas asimetrías para el ejercicio pleno de derechos. Las asimetrías estructurales
emergen de estereotipos o prejuicios arraigados en una sociedad o en una cultura que generan relaciones
asimétricas de poder.
prácticas basadas en estereotipos de genero
socialmente dominantes y persistentes. En este
sentido, su creación y uso se convierte en una de las
causas y consecuencias de la violencia de género en
contra de la mujer, condiciones que se agravan
cuando se refleja, implícitamente o explícitamente,
en políticas y prácticas, particularmente en el
razonamiento y lenguaje de las autoridades
estatales20”

En base a lo señalado, por ejemplo, el atribuir responsabilidad a la mujer víctima de


violencia por un supuesto comportamiento indebido, sin duda es un razonamiento basado
en estereotipos de género que implica un trato discriminatorio por el solo hecho de ser
mujer, tal cual lo señaló la Corte IDH21, criterio que sin duda no será coherente con el
derecho a una igualdad sustantiva, que tal como se señaló tiene carácter de jus cogens.

Por lo anotado, es necesario precisar que los estereotipos de género, están


relacionados con las características social y culturalmente asignadas a hombres y mujeres
a partir de las diferencias físicas basadas principalmente en su sexo, en este marco, dichos
estereotipos con mayor rigor afectan a mujeres en sociedades cuyas relaciones de poder
son históricamente asimétricas en un contexto de inferiorización, infravaloración e
invisibilización de la mujer22.

La naturalización y aceptación de los


estereotipos a los que deben adecuarse
hombres y mujeres legitiman, perpetúan e
invisibilizan tratos diferenciados
ilegítimos23.
20
Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco vs. México, p. 213.
21
En el caso Mujeres victimas de tortura sexual en Ateneco vs. México, la Corte estableció: “La Corte ya
ha señalado cómo justificar la violencia contra la mujer y, de alguna manera, atribuirles responsabilidad
en virtud de su comportamiento es un estereotipo de género reprochable que muestra un criterio
discriminatorio contra la mujer por el solo hecho de ser mujer. En el presente caso, las formas altamente
groseras y sexistas en que los policías se dirigieron a las víctimas, con palabras obscenas, haciendo
alusiones a su imaginada vida sexual y al supuesto incumplimiento de sus roles en el hogar, así como a su
supuesta necesidad de domesticación, es evidencia de estereotipos profundamente machistas, que
buscaban reducir a las mujeres a una función sexual o doméstica, y donde el salir de estos roles, para
manifestar, protestar, estudiar o documentar lo que estaba pasando en Texcoco y San Salvador de Atenco,
es decir, su simple presencia y actuación en la esfera pública, era motivo suficiente para castigarlas con
distintas formas de abuso”. Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Ateneco vs. México, op. cit. Párr.
216.
22
Cfr. Protoclo para juzgar con perspectiva de género. México, p. 49
23
Cfr. Rebecca Cood y Simone Cusack, Estereotipos de Género. Perspectivas Legales Transnacionales
(traducción de Andrea Parra). Filadelfia: University of Pennsylvanio Press, Pro Familia, 2009, p 76.
En sociedades con grandes desequilibrios históricos entre hombres y mujeres,
también existen los estereotipos sexuales que se estructuran en características o
cualidades sexuales que son, o deberían ser poseídas por hombres y mujeres en un marco
de interacción sexual entre ambos24. Por ejemplo, es un estereotipo de sexo la idea en
virtud de la cual la sexualidad de las mujeres está vinculada con la procreación, por lo
que a partir de este estereotipo, no sería socialmente aceptado el matrimonio entre
personas del mismo sexo.

De la misma forma, existen estereotipos sobre los roles sexuales que se construyen a
partir de conductas o el comportamiento atribuidos y esperados para un hombre y para
una mujer25, por ejemplo, el criterio en virtud del cual las mujeres son las encargadas de
cuidar a los hijos, por lo que aquellas que salen a trabajar serían “malas madres”. También
existen estereotipos compuestos, que asignan conductas en base a roles de género, sexo
o roles sexuales atribuidos socialmente a los hombres y mujeres26, por ejemplo, la
vinculación de la virginidad de la mujer con un rol de buena esposa, desde este
estereotipo, los hombres buscan mujeres vírgenes para el matrimonio.

En base a lo señalado, los estereotipos no sólo afectan a mujeres, sino también a las
personas que incumplen los roles asignados por la sociedad, como es el caso de las
personas Gays, lesbianas, bi-sexuales, intersexuales y transexuales (LGBTI)27, como lo
ha28 entendido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al equiparar la
violencia contra la mujer definida en la Convención Belem do Pará con la violencia y
discriminación respecto a las personas LGBTI:

24
Protocolo para juzgar con perspectiva de género Bolivia. op. cit. p 178.
25
Protocolo para juzgar con perspectiva de género Bolivia. op. cit. p 178.
26
Protocolo para juzgar con perspectiva de género Bolivia. op. cit. p 178.
27
El término LGBTI fue asumido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que si bien
reconocer que puede resultar limitada por la complejidad y diversidad existente, señala que la “situación
de violencia motivada por el prejuicio basado en la percepción de que la orientación sexual, y/o identidad
o expresión de género de las personas LGBT desafían normas y roles de género tradicionales, o, en el caso
de las personas intersex, porque sus cuerpos difieren del estándar de corporalidad femenina y masculina.
Como esta violencia está basada en la percepción que otras personas tienen sobre las orientaciones,
identidades, expresiones y cuerpos, la violencia se manifiesta independientemente de que la persona que
es víctima de violencia se identifique como lesbiana, gay, bisexual, trans o intersex”. COMISIÓN
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, Violencia contra personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans
e Intersex en América, op. cit., p. 30.
28
ÓRGANO JUDICIAL, COMITÉ DE GÉNERO, Protocolo para juzgar con perspectiva de género, Chuquisaca,
2017, p. 83.
ESTÁNDAR INTERNACIONAL DE PROTECCIÓN A
DERECHOS
49. “Finalmente, la Comisión toma nota que la Convención de
Belém do Pará es el único instrumento interamericano que incluye
una definición de la violencia contra un grupo particular. La
Convención de Belém do Pará define “violencia contra la mujer”
como “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer,
tanto en el ámbito público como en el privado”. La Corte
Interamericana ha sostenido que la discriminación contra las
mujeres incluye “violencia basada en el género”, definida como
violencia dirigida contra la mujer porque es mujer o que la afecta
en forma desproporcionada.
50. Asimismo, la Corte Interamericana ha señalado que en los
patrones de asesinatos de mujeres, la violencia sólo puede ser
comprendida en el contexto de una “desigualdad de género
socialmente arraigada” influenciada por una “cultura de
discriminación contra las mujeres”. De igual manera, la CIDH
considera que las normas sociales tradicionales sobre género y
sexualidad y la discriminación generalizada por parte de la sociedad
hacia las orientaciones e identidades no normativas, y respecto de
personas cuyos cuerpos difieren del estándar socialmente aceptado
de los cuerpos masculinos y femeninos, incentiva la violencia
contra las personas LGBTI. Como se explicó anteriormente, la
violencia basada en el prejuicio necesita de un contexto social
permisivo”29

Conforeme a lo anotados, los estereotipos, ya sea que afecten a mujeres o personas d


ela comunidad LGBTI, generan tratos discriminatorios que desde el derecho a la igualdad
sustantiva, deben ser identificados por las autoridades judiciales, fiscales o cualquier
servidora o servidor público antes de asumir una decisión.

Estándar internacional de protección a derechos


Un estereotipo de género se refiere a una pre-concepción de
atributos, conducas o características poseídas o papeles que
son o deberían ser ejecutados por hombres y mujeres
respectivamente, y que es posible asociar la subordinación de
la mujer a prácticas basadas en estereotipos de género
socialmente dominantes y persistentes. En este sentido, su
creación y uso se convierte en una de las causas y
consecuencias de la violencia de género en contra de la mujer,
condiciones que se agravan cuando se reflejan, implícita o
explícitamente, en políticas y prácticas, particularmente en el

29
COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, Violencia contra personas Lesbianas, Gay,
Bisexuales, Trans e Intersex en América, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Noviembre
2015. Disponible en http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/ViolenciaPersonasLGBTI.pdf
razonamiento y el lenguaje de las autoridades estatales. (Cfr.
Caso Campo Algodonero Vs. México, párr. 401) (Cfr.
Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco Vs.
México párr. 213)

Entonces, en base a lo anotado, se tiene que en sociedades con grandes desequilibrios


históricos entre hombres y mujeres agudizados por estereotipos o prejuicios de género,
sexo, rol sexual o estereotipos compuestos, sin duda, no es posible sustentar la vigencia
de una igualdad sustantiva, en ese marco, aún cuando la mayoría de los países
latinoamericanos, entre ellos el Estado Plurinacional de Bolivia, hayan puesto en vigencia
un marco normativo para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia y a pesar de
que exista un amplio plexo de protección a los derechos de las mujeres en instrumentos
y estándares internacionales, todavía persiste una cultura de discriminación en razón a
género, por lo que esta temática será abordada en el siguiente acápite, para evidenciar que
las autoridades judiciales, las y los fiscales especializados en violencia en razón de género
y todas y todos los servidores públicos que deben ejercer sus atribuciones en el marco de
la Ley 348 (Ley Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia) y todas
las normas conexas a esta ley, deben abordar los casos concretos, no desde la igualdad
formal, sino más bien, en el marco de la objetividad, la independencia y la imparcialidad,
deberán identificar los estereotipos y las asimetrías que pueda existir, para garantizar así
una igualdad sustancial acorde a los lineamientos de un Estado Constitucional
Plurinacional de derecho.

Estándar internacional de protección a derechos


La Corte reitera que la ineficacia judicial frente a casos individuales de
violencia contra las mujeres propicia un ambiente de impunidad que
facilita y promueve la repetición de los hechos de violencia en general
y envía un mensaje según el cual la violencia contra las mujeres puede
ser tolerada y aceptada, lo que favorece su perpetuación y la aceptación
social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de inseguridad de
las mujeres, así como una persistente desconfianza de éstas en el
sistema de administración de justicia. Dicha ineficacia o indiferencia
constituye en sí misma una discriminación de la mujer en el acceso a
la justicia. Por ello, cuando existan indicios o sospechas concretas de
violencia de género, la falta de investigación por parte de las
autoridades de los posibles móviles discriminatorios que tuvo un acto
de violencia contra la mujer, puede constituir en sí misma una forma
de discriminación basada en el género.(Caso Espinoza Gonzáles vs.
Perú párr. 280)
9 La garantía de prohibición de discriminación y las categorías sospechosas o
criterios prohibidos de discriminación

Las históricas relaciones asimétricas y desequilibradas de poder entre hombres y


mujeres descritas en el parágrafo anterior, los estereotipos y prejuicios enraizados en
sociedades profundamente patriarcales, y la vigencia de un derecho y un Estado
monocultural basado en la igualdad formal y circunscrito al “paradigma del sujeto neutral
universal”, entre muchas otras causas, han ocasionado tratos diferenciados arbitrarios e
ilegítimos en razón a género, por lo que, desde el derecho internacional de los derechos
humanos, la garantía de prohibición de discriminación ha sido ampliamente abordada tal
como se verá en las siguientes líneas, especialmente porque la violencia es una de las
formas más severas de discriminación30, además de constituir una violación de los
derechos humanos e implicar una ofensa a la dignidad humana31. Asimismo, sin duda, la
violencia es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre
mujeres y hombres que trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente
de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultural, nivel educacional, edad o
religión32.

Desde esta inter-dependencia entre discriminación-violencia, la garantía de


prohibición de discriminación tiene una fuente convencional en instrumentos
internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Arts. 2.1, 3
y 26); el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (Arts. 2.2 y
3); la Convención internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial (Art. 1.1); Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer, en su sigla en ingés CEDAW (Art. 1); Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Art. 4.1) y Convención contra la
Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes (Art. 1), entre otros
instrumentos del Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos.

30
Caso Véliz Franco vs. Guatemala, p. 207.
31
Caso Rosendo Cantú vs. México p. 108.
32
Corte IDH. Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C No. 333.
En el Sistema Interamericano de Protección a Derechos, se tiene la Convención
Americana de Derechos Humanos (Arts. 1 y 2); el Protocolo Adicional a la Convención
Americana de Derechos Humanos “Protocolo de San Salvador” (Art. 3); la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
“Convención de Belm do Para” (Art. 6.a), entro otros.

En la Constitución boliviana, la garantía de prohibición de discriminación se


encuentra contenida en el art. 14.II de la Constitución.

Art. 14.II de la Constitución


II. El Estado prohíbe y sanciona toda forma de
discriminación fundada en razón de sexo, color, edad,
orientación sexual, identidad de género, origen, cultura,
nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso,
ideología, filiación política o filosófica, estado civil,
condición económica o social, tipo de ocupación, grado de
instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que tenga por
objetivo o resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de
iguladad, de los derechos de toda persona.

La garantía de prohibición de discriminación está vinculada a lo que el derecho


internacional de los derechos humanos denomina categorías sospechosas o rubros
prohibidos de discriminación que constituyen criterios que generan discriminaciones
sistemáticas e históricas, por lo que desde una vigencia plena de la igualdad sustantiva,
las autoridades judiciales, fiscales y todo servidor o servidora pública deben realizar un
escrutinio estricto y además tienen la carga argumentativa en virtud de la cual, para
sustentar un sometimiento del Estado de buena fe a sus obligaciones internacionales de
respeto y garantía, deben sustentar sus decisiones en el marco de criterios de
razonabilidad y proporcionalidad, a través de los llamados test argumentativos de
razonabilidad, proporcionalidad y objetividad que tienen la finalidad de justificar la
legitimidad o necesidad de una distinción, exclusión o preferencia33.

Las categorías sospechosas o rubros prohibidos de discriminación, se encuentran en


un listado abierto y no limitativo, conforme se desprende del art. 14 de la CPE, al hacer

33
Protocolo para juzgar con perspectiva de género. México. P 56. Este test argumentativo se encuentra
desarrollado en la SCP 0025/2018-S2.
referencia, además de las categorías sospechosas detalladas en dicha norma, a “otras” no
enumeradas; así también lo entendió la Corte IDH:34

Estándar internacional de protección a derechos


Los criterios específicos en virtud de los cuales está prohibido
discriminar, según el artículo 1.1 de la Convención Americana, no son
un listado taxativo o limitativo sino meramente enunciativo. Por el
contrario, la redacción de dicho artículo deja abiertos los criterios con
la inclusión del término “otra condición social” para incorporar así a
otras categorías que no hubiesen sido explícitamente indicadas. La
expresión “cualquier otra condición social” del artículo 1.1. de la
Convención debe ser interpretada por la Corte, en consecuencia, en la
perspectiva de la opción más favorable a la persona y de la evolución
de los derechos fundamentales en el derecho internacional
contemporáneo.(Caso Atala Riffo vs. Chile párr. 85)

Los criterios prohibidos de discriminación pueden ser los siguientes:

Cualquier
Identidad Orientación
Sexo Género otra
de género sexual
condición

Es importante señalar que la Corte IDH, en la OC 24/17, señaló que al interpretar la


expresión “cualquier otra condición social” del artículo 1.1 de la Convención Americana
de Derechos Humanos, debe siempre elegirse la alternativa más favorable para la tutela
de los derechos protegidos por dicho tratado, según el principio pro homine35. En este
marco, en esta Opinión Consultiva se señaló también que los criterios específicos en
virtud de los cuales está prohibido discriminar, según el art. 1.1 de la Convención
Americana, no constituyen un listado taxativo o limitativo sino meramente enunciativo,
por lo que la redacción de este artículo deja abiertos los criterios con la inclusión del

34
La Corte IDH, en la OC-24/17 estableció lo siguiente: “La Corte ha establecido, además, que los criterios
específicos en virtud de los cuales está prohibido discriminar, según el artículo 1.1 de la Convención
Americana, no constituyen un listado taxativo o limitativo sino meramente enunciativo. De este modo, la
Corte estima que la redacción de dicho artículo deja abiertos los criterios con la inclusión del término
“otra condición social” para incorporar así a otras categorías que no hubiesen sido explícitamente
indicadas, pero que tengan una entidad asimilable. En tal virtud, al momento de interpretar dicho
término, corresponde escoger la alternativa hermenéutica más favorable a la tutela de los derechos de la
persona humana, conforme a la aplicación del principio pro persona”, párr. 67.
En base a lo precisado, esta instancia estableció también: En este sentido, al interpretar la expresión
“cualquier otra condición social” del artículo 1.1. de la Convención, debe siempre elegirse la alternativa
más favorable para la tutela de los derechos protegidos por dicho tratado, según el principio del principio
pro homine”, párr. 70.

35
Corte IDH. OC 24/17, párr. 70.
término “otra condición social” para incorporar así otras categorías que no hubiesen sido
explícitamente indicadas36.

Estándar internacional de protección a derechos


Un derecho que le está reconocido a las personas no puede ser negado
o restringido a nadie y bajo ninguna circunstancia con base en su
orientación sexual. Ello violaría el artículo 1.1. de la Convención
Americana. El instrumento interamericano proscribe la
discriminación, en general, incluyendo en ello categorías como las de
la orientación sexual la que no puede servir de sustento para negar o
restringir ninguno de los derechos establecidos en la Convención.
(Caso Atala Riffo vs. Chile, parr. 93)

10 El sistema sexo-género y la clasificación binaria sexo-género

Para comprender el sistema sexo-género, se han distinguido ambos términos,


señalando que sexo hace referencia a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres,
en tanto que género, a los atributos, conductas o actitudes que han sido construidas social,
histórica y culturalmente a partir del sexo biológico, y que son el fundamento de los
estereotipos o prejuicios que son la causa directa de discriminaciones en razón a género.

El término “sexo” se refiere a las diferencias biológicas entre el hombre


y la mujer. El término “género” se refiere a las identidades, las funciones
y los atributos construidos socialmente de la mujer y el hombre y al
significado social y cultural que la sociedad atribuye a esas diferencias
biológicas, lo que da lugar a relaciones jerárquicas entre hombres y
mujeres y a la distribución de facultades y derechos en favor del hombre
y en detrimento de la mujer. El lugar que la mujer y el hombre ocupan
en la sociedad, depende de factores políticos, económicos, culturales,
sociales, religiosos, ideológicos y ambientales que la cultural, la
sociedad y la comunidad pueden cambiar (Comité CEDAW, RG No. 28)

Así, la Ley de Identidad de Genero No. 807 de 21 de mayo de 2016, establece en


armonía con el estándar internacional referido, que Sexo es la “Condición biológica,
orgánica y genética que distingue a mujeres de hombres”; y “Género es la construcción
social de roles, comportamientos, usos, ideas, vestimentas, prácticas o características
culturales y otras costumbres para el hombre y mujer”.

36
Ídem
Conforme a ello, el género constituye sujetos, establece paradigmas, e inferioriza a
quienes se feminizan o se apartan de los roles y estereotipos impuestos por el sistema
sexo/ género, por el cual, a decir de Gayle Rubin, “la sociedad transforma la sexualidad
biológica en productos de la actividad humana y en las cuales estas necesidades sexuales
transformadas son satisfechas”37, siendo un elemento definitorio de este sistema la
producción social y cultural de los roles de género, como consecuencia de un proceso de
atribución de significados sociales38 que asegura la subordinación de lo femenino a lo
masculino.

El sistema sexo-género, se basa en una clasificación binaria de los sexos (hombre-


mujer) y de los géneros (masculino-femenino) con las consiguientes relaciones de poder
que entraña dicha clasificación, que ha significado no solo la discriminación de las
mujeres, sino también de todas aquellas personas que han sido concebidas históricamente
como “anormales”, “desviadas”, por cuanto en una sociedad heteronormativa39, se
legitima y privilegia la heterosexualidad como fundamental y natural dentro de la
sociedad.

El avance de la ciencia, ha determinado que existen diferentes factores que permiten


diferenciar el sexo de una persona, entre ellos el sexo genético o cromosómico (XY o
XX); el sexo gonadal (testículos u ovarios); el sexo morfológico interno (vesículas
seminales y próstata o vulva, útero y trompas de Falopio); el sexo morfológico externo
(pene y escroto o clítoris y labia); el sexo hormonal (andrógenos y estrógenos); el sexo
fenotípico (pectorales y más pelo o mamas y menos pelo)40.

A partir de ello, fuera del esquema binario, hombre-mujer, efectivamente existen


personas que presentan características, culturalmente asignadas, de ambos sexos, como

37
GAYLE Rubin,"El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo", 1996, p. 44
38
Águeda Gómez Suarez, “El sistema sexo/género y la etnicidad: sexualidades digitales y analógicas”.
Disponible en: https://www.google.com.mx/#q=sistema+sexo+g%C3%A9nero+definici%C3%B3
39
Heteronormativo: Cathy J. Cohen hace referencia a la heterosexualidad normativa como la práctica y
las instituciones “que legitiman y privilegian la heterosexualidad y las relaciones heterosexuales como
fundamentales y ‘naturales’ dentro de la sociedad”, Cit. en: Laguna Maqueda, Óscar Emilio Construcción
de las masculinidades y limitaciones a los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual,
Disponible en: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/mujer/article/viewFile/7481/7752
40
Esta clasificación se encuentra en el Protocolo para juzgar con perspectiva de género. Bolivia, p 143.
es el caso de las personas intersexuales41; o quienes se identifican con un género diferente
al que les fue asignado al nacer, como son las personas transgénero y transexuales,
históricamente discriminadas42; por ello, se impone la necesidad de reconocer esa
diversidad sexual y de género.

En la línea de pensamiento anotada, en el Preámbulo de los Principios de Yogyakarta


se señala que la identidad de género, “se refiera a la vivencia interna e individual del
género tal como cada persona la siente profundamente la cual podría corresponder o no
con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del
cuerpo (que podría involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a
través de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea
libremente acogida) y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de
hablar y los modales”43.

En coherencia con lo anotado, es importante precisar también el término expresión de


género que es “…la manifestación externa del género de una persona”, a través de sus
posturas, rasgos, formas de vestir, gestos, pautas de lenguaje, comportamiento e
interacciones sociales acordes con su identidad de género44.

De acuerdo a lo anotado, desde una deconstrucción de la lógica binaria hombre-mujer


y la construcción de roles asignados por las sociedades y culturas a éstos, debe señalarse
que la orientación sexual es otro criterio prohibido de discriminación, en este marco, la
Corte IDH, ha señalado que dicho criterio se encuentra ligado al concepto de libertad y
la posibilidad de todo ser humano de auto-determinarse y escoger libremente las opciones
y circunstancias que le dan sentido a su existencia, conforme a sus propias opciones y

41
La persona transexual es aquella que se siente como pertenenciente al género opuesto al que se les
asignó al nacer y que opta por una intervención médica para adecuar su apariencia física-biológica a su
ealidad psíquica y social. La persona trans género, es un hombre o mujer cuya identidad de género no
corresponde con su sexo asignado al momento del nacimiento, sin que esto implique intervención médica
de modificación corporal.
42
Las discriminaciones por sexo, especialmente en relación a las personas trans-sexuales e intersex fueron
abordadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el Informe de 12 de noviembre de
2015, relativo a la Violencia contra Personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersex en America, op.
cit.
43
Principios de Yogyakarta. Preámbulo. Disponible en: http://yogyakartaprinciples.org/wp-
content/uploads/2016/08/principles_sp.pdf
44
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Violencia contra personas lesbianas, Gay, Bisexuales,
Trans e Intersex, op. cit. p 32.
convicciones45. En este escenario, los Principios de Yogyakarta definen a la orientación
sexual como: “…la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción
emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo
género, o de más de un género, así como a la capacidad de mantener relaciones íntimas y
sexuales con estas personas”46.

La Corte IDH, en la OC-24/17 de 24 de noviembre de 2017 solicitada por la República


de Costa Rica sobre Identidad de Género, e Igualdad y No Discriminación a Parejas del
Mismo Sexo, a la luz de la garantía de prohibición de discriminación, en el párr. 32, ha
desarrollado importantes precisiones que se transcriben en los siguientes párrafos a
efectos de consagrar la garantía de prohibición de discriminación.

Sexo
En un sentido estricto, el término sexo se refiere a las
diferencias biológicas entre el hombre y la mujer, a sus
características fisiológicas, a la suma de las características
biológicas que define el espectro de las personas como
mujeres y hombres o a la construcción biológica que se
refiere a las características genéticas, hormonales,
anatómicas y fisiológicas sobre cuya base una persona es
clasificada como macho o hembra al nacer. En ese sentido,
puesto que este término únicamente establece
subdivisiones entre hombres y mujeres, no reconoce la
existencia de otras categorías que no encajan dentro del
binario mujer/hombre.

Sexo asignado al nacer


Esta idea trasciende el concepto de sexo como masculino
o femenino y está asociado a la determinación del sexo
como una construcción social. La asignación del sexo no
es un hecho biológico innato; más bien, el sexo se asigna
al nacer con base en la percepción que otros tienen sobre
los genitales. La mayoría de las personas son fácilmente
clasificadas pero algunas personas no encajan en el
binario mujer/hombre.

Sistema binario del género/sexo


modelo social y cultural dominante en la cultura occidental
que “considera que el género y el sexo abarcan dos, y sólo

45
Corte IDH, Karen Atala Riffo e hijas vs. Chile, párr. 136.
46
Priincipios de Yogyakarta. Preámbulo. Disponible en: http://yogyakartaprinciples.org/wp-
content/uploads/2016/08/principles_sp.pdf.
dos, categorías rígidas, a saber masculino/hombre y
femenino/mujer. Tal sistema o modelo excluye a aquellos
que no se enmarcan dentro de las dos categorías (como las
personas trans o intersex)

Intersexualidad
Todas aquellas situaciones en las que la anatomía sexual
de la persona no se ajusta físicamente a los estándares
culturalmente definidos para el cuerpo femenino o
masculino. Una persona intersexual nace con una anatomía
sexual, órganos reproductivos o patrones cromosómicos
que no se ajustan a la definición típica del hombre o de la
mujer. Esto puede ser aparente al nacer o llegar a serlo con
los años. Una persona intersexual puede identificarse como
hombre o como mujer o como ninguna de las dos cosas. La
condición de intersexual no tiene que ver con la orientación
sexual o la identidad de género: las personas intersexuales
experimentan la misma gama de orientaciones sexuales e
identidades de género que las personas que no lo son.

Género
Se refiere a las identidades, las funciones y los atributos
construidos socialmente de la mujer y el hombre y al
significado social y cultural que se atribuye a esas
diferencias biológicas.

Identidad de Género
La identidad de género es la vivencia interna e individual
del género tal como cada persona la siente, la cual podría
corresponder o no con el sexo asignado al momento del
nacimiento.

Expresión de Género
Se entiende como la manifestación externa del género de
una persona, a través de su aspecto físico, la cual puede
incluir el modo de vestir, el peinado o la utilización de
artículos cosméticos, o a través de manerismos, de la forma
de hablar, de patrones de comportamiento personal, de
comportamiento o interacción social, de nombres o
referencias personales, entre otros. La expresión de género
de una persona puede o no corresponder con su identidad
de género auto-percibida.

Transgénero o persona trans


Cuando la identidad o la expresión de género de una
persona es diferente de aquella que típicamente se
encuentran asociadas con el sexo asignado al nacer. Las
personas trans construyen su identidadindependientemente
de un tratamiento médico o intervenciones quirúrgicas.

Persona transexual
Las personas transexuales se sienten y se conciben a sí
mismas como pertenecientes al género opuesto que social
y culturalmente se asigna a su sexo biológico y optan por
una intervención médica –hormonal, quirúrgica o ambas–
para adecuar su apariencia física–biológica a su realidad
psíquica, espiritual y social.

Persona travesti
En términos generales, se podría decir que las personas
travestis son aquellas que manifiestan una expresión de
género –ya sea de manera permanente o transitoria–
mediante la utilización de prendas de vestir y actitudes del
género opuesto que social y culturalmente son asociadas al
sexo asignado al nacer. Ello puede incluir la modificación
o no de su cuerpo.

Persona cisgénero
Cuando la identidad de género de la persona corresponde
con el sexo asignado al nacer.

Orientación sexual
Se refiere a la atracción emocional, afectiva y sexual por
personas de un género diferente al suyo, o de su mismo
género, o de más de un género.

Gays
Se refiere a los hombres que se sienten emocional, afectiva
y sexualmente atraído por otros hombres, aunque el
término se puede utilizar para describir tanto a hombres
gays como a mujeres lesbianas (Opinión Consultiva
24/2017).

Persona heterosexual
Mujeres que se sienten emocional, afectiva y sexualmente
atraídas por hombres; u hombres que se sienten emocional,
afectiva y sexualmente atraídos por mujeres.

Lesbiana
Es una mujer que es atraída emocional, afectiva y
sexualmente de manera perdurable por otras mujeres.
Homofobia y transfobia
La homofobia es un temor, un odio o una aversión
irracional hacia las personas lesbianas, gay o bisexual; la
transfobia denota un temor, un odio o una aversión
irracional hacia las personas trans. Dado que el término
“homofobia” es ampliamente conocido, a veces se emplea
de manera global para referirse al temor, el odio y la
aversión hacia las personas LGBTI en general.

Lesbofobia
Es un temor, un odio o una aversión irracional hacia las
personas lesbianas.

Bisexual
Persona que se siente emocional, afectiva y sexualmente
atraída por personas del mismo sexo o de un sexo distinto.

LGBTI
Lesbiana, Gay, Bisexual, Trans o Transgénero e Intersex.
Las siglas LGBTI se utilizan para describir a los diversos
grupos de personas que no se ajustan a las nociones
convencionales o tradicionales de los roles de género
masculinos y femeninos.

De acuerdo a lo señalado, la discriminación en razón a género, no solamente afecta


a las mujeres, sino a toda persona que incumple los roles asignados en el sistema
dicotómico género/sexo, por lo que la discriminación en razón a género, también afecta
a personas LGBTI, quienes sufren tratos diferenciados arbitrarios por la asignación de
roles en el marco del sistema sexo/género antes descrito.

Asimismo, debe resaltarse que la dicotomía género-sexo desde el catalizador de los


estereotipos de género, sexo, de roles sexuales y compuestos, generan tratos diferenciados
arbitrarios contrarios a la clausula de igualdad sustantiva, la cual, tal como se señaló y de
acuerdo a la OC-18/03 es de jus cogens, por lo que todo acto o decisión contraria es
inválida para el orden internacional47. En este marco, todo acto u omisión que por razón

47
La Corte IDH, en la OC 18 de 17 de septiembre de 2003, emitida en virtud de la consulta mexicana sobre
la Condición Jurídica y derechos de los migrantes indocumentados, señaló: “…este Tribunal considera que
el principio de igualdad ante la ley, igual protección ante la ley y no discriminación, pertenece al jus
cogens, puesto que sobre él descansa todo el andamiaje jurídico del orden público nacional e
internacional y es un principio fundamental que permea todo ordenamiento jurídico. Hoy día no se admite
de sexo, género, orientación sexual, identidad de género u otro criterio prohibido de
discriminación genere un trato diferenciado arbitrario, será contrario al derecho a la
igualdad sustantiva.

11 La perspectiva de género

Por lo expuesto, desde los criterios prohibidos de discriminación, la perspectiva de


género, en el ámbito jurídico, es un método del derecho, destinado a identificar
discriminaciones en razón de sexo, género, identidad de género, orientación sexual u otros
criterios prohibidos de discriminación, para que las autoridades judiciales, fiscales, o
cualquier servidor público, realice actos procesales, valoración de la prueba o
interpretaciones a la normativa pluralmente concebida, de manera tal que se brinde una
real materialización a la igualdad sustantiva para el ejercicio pleno de derechos. Además,
la perspectiva de género, cuestiona la cisnormatividad y la heteronormatividad,

Cisnormatividad
Idea o expectativa de acuerdo a la cual, todas las personas
son cisgénero, y que aquellas personas a las que se les
asignó el sexo masculino al nacer siempre crecen para ser
hombres y aquellas a las que se les asignó el sexo o
femenino al nacer siempre crecen para ser mujeres (OC-
24/17 párr. 32).

Heteronormatividad
Sesgo cultural a favor de las relaciones heterosexuales, las
cuales son consideradas normales, naturales e ideales y son
preferidas por sobre relaciones del mismo sexo o del

ningún acto jurídico que entre en conflicto con dicho principio fundamental, no se admiten tratos
discriminatorios en perjuicio de ninguna persona, por motivos de género, raza, color, idioma, religión o
convicción, opinión política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, nacionalidad, edad, situación
económica, patrimonio, estado civil, nacimiento o cualquier otra condición. Este principio (igualdad y no
discriminación) forma parte del derecho internacional general. En la actual etapa de la evolución del
derecho internacional, el principio fundamental de igualdad y no discriminación ha ingresado en el
dominio del jus cogens”, párr. 101.
mismo género. Ese concepto apela a reglas jurídicas,
religiosas, sociales, y culturales que obligan a las personas
a actuar conforme a patrones heterosexuales dominantes e
imperantes (OC-24/17 párr. 32).

La perspectiva de género de-construye la falsa dicotomía basada en los cuerpos de las


personas así como las consecuencias que se les han atribuido a partir de los roles o
estereotipos de género, sexo, de roles sexuales y compuestos. Desde este enfoque, la
perspectiva de género cuestiona el “paradigma del sujeto neutral universal”, para analizar
los casos no desde la igualdad formal, sino desde las asimetrías propias de sociedades
patriarcales, para que así, la decisión judicial o fiscal, consagre el ejercicio pleno de
derechos, no desde la homogeneización o igualdad formal, sino desde la diversidad.

“La perspectiva de género no sólo es pertinente en casos


relacionados con mujeres. En tanto este enfoque se hace cargo de
detectar los impactos diferenciados que una norma genera y de
buscar soluciones a través del derecho, lo que determina si en un
proceso se debe o no aplicar la perspectiva de género es la
existencia de situaciones asimétricas de poder o bien de contextos
de desigualdad estructural basados en sexo, género o las
preferencias/orientaciones sexuales de las personas”48.

La perspectiva de género, también fue desarrollada por varios estándares de la Corte


IDH, entre los cuales se cita a los siguientes:

Estándar internacional de protección a derechos


Los Estados tienen el deber de incluir una perspectiva de género en las
investigaciones y procesos penales (Espinoza Gonzáles Vs. Perú
párr. 309) (Véliz Franco y otros vs. Guatemala párr. 251).

El Tribunal Constitucional Plurinacional, esableció el deber de los operadores de


justicia de incluir perspectiva de género en los juzgamientos penales.

48
Protocolo para juzgar con perspectiva de género. México, op. cit P 77.
SCP 0064/2018-S2 de 15 de marzo de 2018
“Independientemente de la conformación del Tribunal, ya sea por
varones o por mujeres, sus integrantes están obligados a aplicar una
perspectiva de género, en el marco de las obligaciones internacionales
asumidas por el Estado Boliviano, nuestra Constitución Política del
Estado y las normas internas; en ese sentido, el Tribunal Supremo de
Justicia, por Acuerdo de Sala Plena 126/2016 de 22 de noviembre,
aprobó el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, que
contiene los estándares internacionales e internos que tienen que ser
cumplidos de manera obligatoria por jueces, juezas y tribunales”.

Ademas, de manera específica es importante destacar el estándar jurisprudencial


más alto contenido en la SCP 0017/2019, por lo que se presenta su ficha jurisprudencial
para un análisis integral.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2019-S2 de 13 de marzo)


Interpretación del TCP.- El TCP en el marco de una interpretación
conforme al bloque de constitucionalidad y concretamente a la luz de la
Convención Belém do Pará y el art. 15 de la Constitución, y de acuerdo
a los estándares del Comité para la Eliminación de las Discriminación
Contra la Mujer CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a
Derechos, desarrolló el deber de los operadores jurídicos de incluir la
perspectiva de género para lograr una igualdad de hecho y de derecho,
para lo cual, los operadores del sistema, deben tramitar los casos
teniendo en cuenta las cuestiones de género, pero además, deben revisar
las normas sobre la carga de la prueba, para asegurar así esta igualdad
de hecho y de derecho. Esta perspectiva de género, debe ser asumida
desde el inicio de la etapa preparatoria, tanto en el control jurisdiccional
como en la fase de investigación. (FJ III.1.2).
Contextualización del caso.- El accionante activa la acción de libertad,
alegando que en el proceso penal que se le sigue por violencia familiar,
se dispuso su detención preventiva y luego de más de seis meses, el
Ministerio Público emitió el requerimiento conclusivo de
sobreseimiento, en virtud del cual solicitó la cesación de la detención
preventiva, sin embargo, la audiencia de cesación a la detención
preventiva fue indebidamente suspendida en más de tres oportunidades.
El TCP, revoca la decisión del juez de garantías y deniega la tutela, ya
que establece la interdependencia de la solicitud de cesación a la
detención preventiva con el sobreseimiento, en es este marco, desde el
principio iura novit curia, y desde un enfoque integral del problema
jurídico, estableció que el sobreseimiento fundado en una supuesta
dejadez de la víctima en la etapa de investigación, incumple las normas
internacionales de protección de los derechos de las mujeres víctimas de
violencia y los mandatos de la Ley 348, especialmente en cuanto a la
obligación de debida diligencia, por lo que en el marco de una
flexibilización de la legitimación pasiva, dispuso la nulidad de la
resolución de sobreseimiento aunque las autoridades fiscales no hayan
sido demandadas y a pesar de que la decisión este pendiente de
definición por el Fiscal Departamental, ya que en denuncias de violencia
en razón a género no es aplicable el principio de subsidiariedad por los
riesgos que puede correr la víctima.

La perspectiva de género, además de ser incluida en la labor jurisdiccional, también


debe ser asumida en otras áreas como la salud, especialmente en casos de violencia
sexual, así lo estableció la Corte IDH.

Estándar internacional de protección a derechos


En casos de violencia sexual, el Estado deberá, una vez conocidos los
hechos, brindar asistencia inmediata y profesional, tanto médica como
psicológica y/o psiquiátrica, a cargo de un profesional específicamente
capacitado en la atención de víctimas de este tipo de delitos y con
perspectiva de género y niñez.

12 La directa relación entre discriminación y violencia en razón de género

La violencia en razón de género, tiene una directa vinculación con la discriminación,


por lo que, desde un enfoque de género, debe ser contextualizada a los diferentes tipos de
discriminación desarrollados en el derecho internacional de los derechos humanos, entre
ellos: La directa, la indirecta, la múltiple y la sistemática.

12.1 Discriminación directa e indirecta en razón al sexo/género

Desde la interdependencia que existe entre la discriminación y la violencia en


razón a sexo/género, debe brindrársele a la discriminación directa el siguiente alcance:

La discriminación directa, es la que a través de


un acto concreto, como ser una decisión
judicial o fiscal, o una ley, genera se un trato
diferenciado ilegítimo por razón de sexo o
género

Por su parte, la discriminación indirecta en razón de sexo/género tiene el siguiente


alcance:
La discriminación indirecta es ocasionada por
leyes, políticas públicas o prácticas que en
apariencia son neutrales, pero que impactan
adversamente en el ejercicio de los derechos
de ciertas personas o grupos, en razón al sexo,
género u orientación sexual

12.2 Discriminación sistémica o estructural

La discriminación sistémica tiene el siguiente alcance:

La discriminación sistémica es aquella


que es omnipresente, fuertemente
arraigada en el comportamiento y
organización de la sociedad49

Por ejemplo, la Corte IDH, en Campo Algodonero vs. México, en el caso de la muerte
de mujeres en Ciudad Juárez de miles de mujeres, identificó un contexto de
discriminación sistémica contra la mujer, en este escenario, afirma que muchos de los
casos demuestran que el género de la víctima parece haber sido un factor significativo del
crimen, que influyó tanto en el motivo y el contexto del crimen como en la forma de
violencia a la que fueron sometidas las mujeres víctimas de violencia en este escenario50.

Como puede observarse, la Corte IDH, centró su análisis en una situación de


discriminación sistemática contra la mujer y, en base a informes como el de la Relatoría
de la CIDH, entre otros, estableció que la violencia contra las mujeres en Ciudad Jurárez
tenía sus raíces en conceptos referentes a la inferioridad y subordinación de las mujeres.
En este marco, estableció que la violencia de género, incluyendo los asesinatos,
secuestros, desapariciones y las situaciones de violencia doméstica e intrafamiliar no se
tratada de casos aislados, esporádicos o episódicos de violencia, sino de una situación
estructural y de un fenómeno social y cultural enraizado en las costumbres y mentalidades
y que estas situaciones de violencia estaban fundadas en una cultura de violencia y
discriminación basada en el género51.

49
Definición tomada de Protocolo para juzgar con perspecriva de género. México. P 40.
50
Cfr. Caso campo algodonero vs. México. Párr. 133.
51
Idem
También de acuerdo al informe de la Relatora sobre la violencia contra la mujer de la
ONU, que sirvió como criterio esencial para el análisis de la violencia estructural en
México, la violencia de Ciudad Juárez sólo puede entenderse en el contexto de una
“desigualdad de género arraigada en la sociedad”, en este contexto, la relatora se refirió
a “fuerzas de cambio que ponen en entredicho las bases mismas del machismo”, entre las
que incluyó la incorporación de las mujeres a la fuerza de trabajo, lo cual proporciona
independencia económica y ofrece nuevas oportunidades de formarse52.

En base al análisis precedentemente anotado, la Corte IDH, señaló que estos factores,
aunque a la larga permitan a las mujeres superar la discriminación estructural, pueden
excacerbar la violencia y el sufrimiento a corto plazo. Además, agregó que “la
incapacidad de los hombres para desempeñar su papel tradicionalmente machista de
proveedores de sustento conduce al abandono familiar, la inestabilidad en las relaciones
o al alcoholismo, lo que a su vez hace más probable que se recurra a la violencia. Incluso
los casos de violación y asesinato pueden interpretarse como intentos desesperados por
aferrarse a normas discriminatorias que se ven superadas por las cambiantes condiciones
socioeconómicas y el avance de los derechos humanos”53.

Es importante resaltar el método utilizado por la Corte IDH en el caso Campo


Algodonero vs. México, ya que esta instancia no analizó las denuncias de violencia de
manera individual o aislada, sino a partir de una discriminación sistémica. Este método,
considerando que la violencia por razón de género es el crimen encubierto más numeroso
del mundo54, debe ser utilizado por todas las autoridades encargadas de la prevención,
investigación, sanción y reparación de daños por violencia de género, por eso, una
herramienta muy útil para el análisis de la discriminación sistémica o estructural.

La Corte IDH, también identificó discriminación sistémica en razón a género en


contextos de conflictos armados, por ejemplo, en el caso de la Masacre de las Dos Erres
Vs. Guatemala, la Corte observó que en este conflicto armado, las mujeres fueron
particularmente seleccionadas como víctimas de violencia sexual, así, estableció que en

52
Ídidem, párr. 134.
53
Ídem.
54
Torres, Laura; Antón, Eva (2010).- Lo que Usted debe saber sobre Violencia de Género. Ed. Obra Social
de Caja España. León (España).
este escenario, la violación sexual de las mujeres fue una práctica del Estado, ejecutada
en el contexto de las masacres, dirigida a destruir la dignidad de la mujer a nivel cultural,
social, familiar e individual55. En este caso, desde un enfoque de discriminación sistémica
que generó una violencia descarnada contra las mujeres en medio de un conflicto armado,
la Corte además observó que “…las mujeres embarazadas fueron víctimas de abortos
inducidos y otros actos de barbarie…56”, y, en base a un peritaje estableció que “las
torturas ejemplificantes, las violaciones sexuales y los actos de crueldad extrema,
produjeron en las víctimas …un daño grave a la integridad mental”57. Sin duda, estas
consideraciones debieron haber sido realizadas por Guatemala par la persecución penal
por hechos de violencia contra la mujer, empero, la omisión de una perspectiva de género
implicó denegatoria de justicia para muchas mujeres víctimas de este conflicto armado,
por esta razón, la Corte estableció la responsabilidad internacional de Guatemala.

12.3 Discriminación múltiple

Asimismo, la discriminción múltiple es concebida de la siguiente forma:

La discriminación múltiple implica tratos


diferenciados ilegítimos y arbitrarios en
razón a varios criterios prohibidos de
discriminación

La discriminación múltiple, tiene una herramienta concreta: El enfoque


interseccional, que es un método del derecho para identificar las diversas situaciones que
pueden ocasionar múltiples discriminaciones, y otorgar respuestas considerando la
intersección de las diferentes categorías sospechosas.

13 El enfoque de interseccionalidad

El Comité de la CEDAW, en la Recomendación General 28, desarrolló el enfoque de


interseccionalidad en los siguientes términos:

55
Caso de la Masacre de las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de noviembre de 2009, párr. 139.
56
Íbidem, parr. 41.
57
Ídem.
“…la mujer por motivos de sexo y género está unida de manera
indivisible a otros factores que afecta a la mujer, como la raza,
el origen étnico, la religión o las creencias, la salud, el estatus,
la edad, la clase, la casta, la orientación sexual y la identidad de
género. La discriminación por motivos de sexo o género puede
afectar a las mujeres de algunos grupos en diferente medida o
forma que a los hombres. Los estados partes deben reconocer y
prohibir en sus instrumentos jurídicos estas formas
entrecruzadas de discriminación y su impacto negativo
combinado en las mujeres afectadas. También deben aprobar y
poner en práctica políticas y programas para eliminar estas
situaciones y, en particular, cuando corresponda, adoptar
medidas especiales de carácter temporal…”58.

En base a lo señalado, se tiene que el enfoque de interseccionalidad visibiliza la


realidad de las víctimas que frecuentemente son sometidas a actos de discriminación
concatenados e interdependientes con estereotipos y prejuicios de género, sexo, rol
sexual, u otro tipo de estereotipos o concepciones sociales, históricas o culturales que las
coloca en una situación de mayor vulnerabilidad, por lo que, desde un enfoque de género,
estos múltiples factores de discriminación, deben ser identificados por las autoridades
encargadas de la prevención, investigación, sanción y reparación de daños por violencia
de género.

La Corte IDH, aplicó el enfoque interseccional en el caso Inés Fernandez vs. México.
Inés Fernández, era una mujer indígena del pueblo Me´phaa que fue agredida física,
psicológica y sexualmente por tres miembros del Ejército Mexicano. Luego de habérsele
negado la justicia por los tribunales mexicanos, la Corte IDH determinó la
responsabilidad internacional del Estado por la violación a sus derechos a la integridad
personal, a la dignidad, a la vida privada y a no ser objeto de injerencias arbitrarias en su
domicilio, para establecer la responsabilidad internacional, aplicó el enfoque de
interseccionalidad y estableció que el Estado, al no tomar en cuenta la situación de
vulnerabilidad de la víctima, basada en su idioma y etnicidad, había incumplido “su
obligación de garantizar, sin discriminación, el derecho de acceso a la justicia”59.

58
Comité CEDAW. Recomendación General 28, párr.. 18. Ver también Recomendación Genera 25 del
Comité de la CEDW, párr.. 12.
59
Caso Inés Fernandes Vs. México, op. cit, párr. 201.
Estándar internacional de protección a derechos
La Corte reitera que durante la investigación y el
juzgamiento, el Estado debe asegurar el pleno acceso y
capacidad de actuar de la víctima en todas las etapas. En
un caso como el presente en el que la víctima, mujer e
indígena, ha tenido que enfrentar diversos obstáculos
en el acceso a la justicia, el Estado tiene el deber de
continuar proporcionando los medios para que la víctima
acceda y participe en las diligencias del caso, para lo cual
debe asegurar la provisión de intérprete y apoyo desde
una perspectiva de género, en consideración de sus
circunstancias de especial vulnerabilidad (Caso
Fernández Ortega vs. México párr. 230) (resaltado
ilustrativo).

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en las SCP 0358/2018-S2 aplicó y


desarrolló el enfoque de interseccionalidad en los siguientes términos:

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0358/2018-S2 de 25 de julio)


Interpretación del TCP.- El TCP establece que el enfoque de
interseccionalidad es una herramienta para analizar vulneraciones al
derecho a la igualdad cuando se presentan múltiples factores de
discriminación que afecten el ejercicio pleno de derechos, en este marco,
a partir del enfoque de género puede tenerse una mirada plural de la
discriminación y violencia hacia diversas categorías biológicas, sociales
y culturales, como el sexo, el género, la clase, la discapacidad, la
orientación sexual, la religión, la edad, la nacionalidad y otros ejes de
identidad que se interaccionan en múltiples y a menudo simultáneos
niveles de discriminación y violencia, comprendiendo las desigualdades
y necesidades de esta población en los casos concretos, las cuales
pueden estar atravesadas por diversas identidades y otros factores que
las coloquen en situaciones mayores de subordinación, violencia y
discriminación. (FJ III.3.1.).
Contextualización del caso.- A través de una acción de libertad, el
accionante, acusado por el delito de violencia sexual contra una mujer
con discapacidad, denunció que fue arrestado ilegalmente sin que se le
hubiese informado las causas del mismo y en un periodo de tiempo que
excede el lapso legal permitido para el arresto. El TCP revocó la decisión
del tribunal de garantías y denegó la tutela, a cuyo efecto, estableció que
si bien no se cumplieron con las causales permitidas para la aprehensión,
empero, afirmó que los servidores policiales actuaron en el marco del
art. 225 del CPP, ya que debían proceder con urgencia ante la denuncia
de violación contra una persona con discapacidad, ya que desde un
enfoque de interseccionalidad, debe otorgarse una atención inmediata en
el marco de la debida diligencia a las mujeres víctimas de violencia y
con discapacidad, porque éstas gozan de una protección reforzada.
El TCP en la SCP 0358/2018-S2, también desarrolló el enfoque de
interseccionalidad para las mujeres con discapacidad, en los siguientes términos:

SCP 0358/2018-S2 de 25 de julio


Interpretación del TCP.- El TCP establece que las personas con
discapacidad, de conformidad con el bloque de constitucionalidad,
tienen una protección reforzada, que implica una protección adicional,
basada en una atención positiva, preferencia y sin discriminación, desde
este marco, el enfoque interseccional que debe ser aplicado en relación
a personas con discapacidad, permitirá dar concreción al principio de
igualdad, comprendido desde una perspectiva material; pues analiza las
situaciones que colocaron a una persona con discapacidad en mayores
niveles de vulnerabilidad, con la finalidad de resolver un asunto,
aplicando medidas, cuando corresponda, que permitan reparar y
transformar las situaciones de subordinación, discriminación o
violencia, no solo de la víctima en concreto, sino también de todas las
personas que se encuentren en una situación similar. (FJ III.3.2).

El TCP, en la SCP 0358/2018-S2, señaló también que el Ministerio Público y la


Policia boliviana tienen el deber de aplicar el enfoque de interseccionalidad.

SCP 0358/2018-S2 de 25 de julio


Interpretación del TCP.- El TCP establece que si bien internamente se
tiene un adecuado normativo para la protección de violencia en razón de
género; sin embargo, es evidente que las disposiciones legales, en
muchos casos requiere ser interpretadas, considerando el contexto de
violencia estructural y concreta de la víctima, así como su situación de
especial vulnerabilidad, por lo que las autoridades judiciales, el
Ministerio Público y la policía Boliviana, deben tomar en cuenta el
enfoque interseccional cuandos e trate de víctimas niñas, adolescentes o
personas con discapacidad víctimas de violencia, a efecto de actuar
inmediatamente y con prioridad, adoptando las medidas de protección
que sena necesarias; y evitando todas aquellas acciones que se
constituyen en revictimizantes. (FJ III.3.2).

El enfoque interseccional, a su vez, conlleva la aplicación del enfoque intercultural,


en virtud del cual, desde la diversidad cultural, deben analizarse los factores que en
sociedades con profundas creencias e instituciones monoculturales, generan
discriminación para el ejercicio pleno de derechos de personas pertenecientes a Naciones
y Pueblos Indígena originario campesinas. Este enfoque, en el Estado Plurinacional de
Bolivia, será esencial para una interpretación intercultural de derechos60.

60
Un ejemplo de la interpretación intercultural de derechos se encuentra en la SCP 1235/2018-S1, la cual
interpreta el art. 391 del Código de Procedimiento Penal y establece que en relación a un miembro de un
pueblo indígena, no puede formularse imputación sin un peritaje cultural previo que ayude a realizar una
interpertación intercultural de la norma.
CAPÍTULO II
LA TIPOLOGÍA DE LA
VIOLENCIA EN RAZÓN DE
GÉNERO A LA LUZ DE LAS
LEYES 348 Y 243
1 La Ley 348. Su alcance extensivo a la violencia en razón de género y la
comprensión, dentro de ese ámbito, de la Ley 243

La perspectiva de género está incluida en la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres
una Vida Libre de Violencia No. 348 de 9 de marzo de 2013. Esta perspectiva, tal como
se señaló en el anterior acápite, no sólo es pertinente en casos relacionados con
mujeres, sino que debe ampliarse a todas las personas LGBTI, niñas, niños
adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad o cualquier persona que
se encuentre en situación de violencia por los roles de género, por tanto, la Ley 348,
no tiene un alcance sólo para violencia contra mujeres, sino su aplicación se extiende
a violencia en razón de género.

Art. 5.IV de la Ley 348


Las disposiciones de la presente Ley serán aplicables a toda
persona que por su situación de vulnerabilidad, sufra
cualquiera de las formas de violencia que esta Ley sanciona,
independientemente de su género.

En coherencia con lo anotado y en armonía con los estándares internacionales de


protección a derechos y en concordancia con el principio de progresividad, será
importante brindarle al art. 2 de la Ley 348, una interpretación conforme al bloque de
constitucionalidad, por lo que los mecanismos, medidas y políticas integrales de
prevención, atención, protección y reparación, no deben ser aplicables sólo a las mujeres
en situación de violencia, sino también a mujeres lesbianas, trans-género, trans-sexuales,
intersex o cualquier persona que por razón de género, sexo o roles sexuales se encuentre
en una situación de vulnerabilidad que implique violencia, que, es la forma más extrema
de discriminación61.

Además, en una interpretación armónica con el bloque de constitucionalidad del


artículo 5.IV de la Ley 348, que señala que las disposiciones de esta Ley serán aplicables
a toda persona que por su situación de vulnerabilidad, sufra cualquiera de las formas de
violencia que esta ley sanciona, independiente de su género, debe entenderse también que

61
El Art. 3 de la Ley 348 establece: “I. El Estado Plurinacional de Bolivia asume como prioridad la
erradicación de la violencia hacia las mujeres, por ser una de las formas más extremas de discriminación
en razón de género”.
la protección es extensible a niñas, niños y adolescentes, a personas adultas mayores y a
personas con discapacidad que también se encontrarían dentro del ámbito de protección
de esta norma.

En este marco, la violencia en razón a género, que como se dijo no sólo contempla a
mujeres, sino también a personas LGBTI, que se encuentran en situación de violencia
como consecuencia del sistema binario género/sexo.

Este alcance amplio a la Ley 348 ya fue establecido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional en la SCP 0346/2018-S2 de 18 de julio, tal como lo evidencia la siguiente
ficha jurisprudencial.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0346/2018-S2 de 18 de


julio)
Interpretación del TCP.- El TCP, en cuanto al ámbito de
aplicación de la Ley 348, estableció que las previsiones de esta
norma se amplían a toda persona en situación de
vulnerabilidad, independientemente de su género; por cuanto,
la violencia reprochada en dicha ley, si bien tiene como sujeto
de protección a la mujer, por la violencia y la discriminación
estructural que existe contra ella; sin embargo, también puede
extenderse a varones, en los casos en los cuales éste sea víctima
de violencia en razón de género. En este marco, el TCP establece
también que la violencia en razón de género, no solo debe ser
entendida como aquella ejercida contra mujeres, sino contra
todos quienes se aparten de los roles y estereotipos asignados a
hombres y mujeres; de tal suerte que, si un varón “no cumple”
con dichos roles que social, histórica y culturalmente se le
asignó -proveedores, jefes de familia, etc.- y a consecuencia de
dicho incumplimiento es sometido a violencia por parte de su
entorno, indudablemente también será víctima de violencia en
razón de género; y por lo tanto, debe ser protegido por la Ley
348. Sin embargo, la sentencia aclara que los casos de violencia
contra la mujer son mayores; pues, como se tiene señalado, fue
histórica y culturamente discriminada, de ahí, la preeminencia de
su protección; de donde se concluye que en los casos en los que
los varones aleguen violencia en razón de género, deberá
demostrase su situación de vulnerabilidad a consecuencia de las
agresiones y violencia ejercida en su contra o producto de los
estereotipos y roles de género, que lo sitúan en una desventaja y
subordinación en su entorno; para ello, será conveniente efectuar
el análisis de cada problema jurídico en su contexto y motivaciones
propias, que serán diferentes en cada caso, debiendo demostrarse
de manera objetiva dicha situación de vulnerabilidad; pues, si ésta
no se presente, corresponderá que el caso sea resuelto a partir de
las normas penales y procesales penales. (FJ III.3) (subrayado
ilustrativo).
Contextualización del caso.- A través de una acción de amparo
constituional, la accionante, denunciada por su cónyuge varón por
violencia familiar, sostuvo que en el proceso penal seguido en su
contra por violencia familiar, la fiscal demandada impuso medidas
de protección para el denunciante y sus hijos sin la debida
motivación y fundamentación, lo que vulneraría sus derechos al
debido proceso, a la libertad de residencia y locomoción, a la
igualdad, a la propiedad y al principio de seguridad jurídica y los
derechos de sus hijos, uno de ellos con discapacidad. El TCP
concedió la tutela en relación únicamente a la fiscal demandada ya
que las medidas de protección también pueden ser extendidas al
varón cuando sea víctima de violencia familiar y esté en situación
de vulnerabilidad, sin embargo, ni la fundamentación, tampoco la
motivación del requerimiento fiscal, contemplaron estos aspectos
para establecer la medida de protección a favor de un hombre y sus
hijos.

Respecto a la Ley 243, “Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las
Mujeres”, cabe señalar que es una Ley especial referida al Acosos o y Violencia Política
hacia las mujeres, por ende, si bien su ámbito de aplicación está dirigido a la protección
de las mujeres en el ámbito político, en razón a la desigualdad histórica que han tenido
en el ejercicio de los derechos políticos; ello no impide que, desde una interpretación a
partir de los estándares internacionales sobre la violencia en razón de género, el principio-
derecho a la igualdad y no discriminación, su alcance se extienda a las personas de la
comunidad LGBTI, ello debido a que los prejuicios, subordinación y discriminación que
históricamente han sufrido está vinculada a los roles, prejuicios y estereotipos construidos
cultural y socialmente.

El ámbito de aplicación d ela Ley 243, no sólo alcanza a


mujeres, sino que también se extiende a las personas de la
comunidad LGBTI, debido a los prejuicios, subordinación y
discriminación que históricamenente han sufrido en virtud a
los roles, prejuicos y estereotipos construidos cultural y
socialmente.

2 La violencia en razón a género y su tipología de acuerdo a las Leyes 348 y 243


La Ley 348, en armonía con la progresividad del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, ha positivizado la tipología de la violencia, que debe ser considerada
como un catalogó abierto y no cerrado, en ese marco, el art.7 describe los siguientes tipos
de violencia:

Violencia Violencia
Violencia física
Feminicida Psicológica

Violencia Contra
Violencia
Violencia la Dignidad, la
Simbólica y/o
Mediática Honra y el
Encubierta
Nombre

Violencia contra Violencia en


Violencia Sexual los derechos Servicios de
reproductivos Salud

Violencia en el
Violencia
Violencia Sistema
Patrimonial y
Laboral Educativo
Económica Plurinacional

Violencia en el
Ejercicio Político Violencia Violencia en las
y de Liderazgo Institucional Familias
de la Mujer

Violencia Contra Cualquier otra


los Derechos y la forma de
Libertad Sexual violencia

3.1 Violencia feminicida


De acuerdo al artículo séptimo de la Ley 348, la violencia feminicida es la acción de
extrema violencia que viola el derecho fundamental a la vida y causa la muerte de la
mujer por el hecho de serlo. Desde una pespectiva de género, la Ley 348 tipifica el delito
de feminicidio, diferenciándolo del asesinato.

"Artículo 252 bis.(FEMINICIDIO). Se sancionará con la pena de


presidio de treinta (30) años sin derecho a indulto, a quien mate
a una mujer, en cualquiera de las siguientes circunstancias: 1. El
autor sea o haya sido cónyuge o conviviente de la víctima, esté o
haya estado ligada a ésta por una análoga relación de afectividad
o intimidad, aun sin convivencia; 2. Por haberse negado la
víctima a establecer con el autor, una relación de pareja,
enamoramiento, afectividad o intimidad; 3. Por estar la víctima
en situación de embarazo; 4. La víctima que se encuentre en una
situación o relación de subordinación o dependencia respecto del
autor, o tenga con éste una relación de amistad, laboral o de
compañerismo; 5. La víctima se encuentre en una situación de
vulnerabilidad; 6. Cuando con anterioridad al hecho de la muerte,
la mujer haya sido víctima de violencia física, psicológica, sexual
o económica, cometida por el mismo agresor; 7. Cuando el hecho
haya sido precedido por un delito contra la libertad individual o
la libertad sexual; 8. Cuando la muerte sea conexa al delito de
trata o tráfico de personas; 9. Cuando la muerte sea resultado de
ritos, desafíos grupales o prácticas culturales."

En coherencia con lo ya establecido, es importante establecer que el feminicidio,


al enmarcarse en la tipología de violencia en razón de género, no solo es un tipo penal en
relación a la violencia extrema que ocasiona la muerte de una mujer, sino también se
incluyen las mujeres lesbianas, las mujeres transgénero, las personas intersex y otras que
en razón a género se encuentren en situación de vulnerabilidad.

Esta interpretación es conforme a lo sostenido por las Naciones Unidos, que el


Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de
mujeres por razones de género (feminicidio/feminicidio), sostiene que los feminicidios
activos o directos, incluyen, entre otros, “las muertes de mujeres relacionadas con la
identidad de género y con la orientación sexual (femicidios lesbofóbicos)”62, y

62
ONU MUJERES, ALTO COMINSIONADO PARA LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS NACIONES UNIDAS,
Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones
de género (femmicidio/feminicidio), p. 15.
respondiendo a la pregunta ¿qué se debe investigar en los casos de femicidios?; hace
referencia a los “contextos, escenarios, sujetos activos, sujetos pasivos, formas de
violencia y manifestaciones de violencia anteriores o posteriores a lo feminicidios”,
expresando, respecto a uno de los elementos asociados a las características de las
víctimas, que “las personas transexuales o transgénero transgreden las referencias que
imponen la cultura androcéntrica a los hombres y a las mujeres a través de la asignación
rígida de rosles: son ‘malos hombres’ y ‘malas mujeres’ por romper con su sexo. En su
nueva identidad son consideradas como una especie de traidores y traidoras ya que
denigran de su sexo original por no poder asumir los roles vinculados a él. Las personas
transexuales o transgénero son consideradas de forma negativa y critica en lo estructural
(por el cambio de sexo) y en lo relacional (por el comportamiento que asumen tras el
cambio), de manera que la violencia que se dirige contra ellas se potencia sobre esa
doble referencia enaraizada en razones contruidas sobre los géneros y los roles
asignados”63

2.2 Violencia psicológica

La violencia psicológica de acuerdo al art. Séptimo de la Ley 348, es el conjunto de


acciones sistemáticas de desvalorización, intimidación y control del comportamiento, y
decisiones de las mujeres, que tienen como consecuencia la disminución de su autoestima,
depresión, inestabilidad psicológica desorientación e incluso el suicidio.

El daño psicológico que pueda ocasionar la violencia en razón de género se


encuentra comprendido en el tipo penal de lesiones gravísimas y también en el de lesiones
graves.

Artículo 270º (LESIONES GRAVÍSIMAS) Se sancionará con


privación de libertad de cinco (5) a doce (12) años, a quien de
cualquier modo ocasione a otra persona, una lesión de la cual
resulte alguna de las siguientes consecuencias: 1. Enfermedad o
discapacidad psíquica, intelectual, física, sensorial o múltiple. 2.
Daño psicológico o psiquiátrico permanente. 3. Debilitación
permanente de la salud o la pérdida total o parcial de un sentido,
de un miembro, de un órgano o de una función. 4. Incapacidad
permanente para el trabajo o que sobrepase de noventa días. 5.

63
Ib. P. 51
Marca indeleble o de formación permanente en cualquier parte del
cuerpo. 6. Peligro inminente de perder la vida. Cuando la víctima
sea una niña, niño o adolescente la pena será agravada en dos
tercios tanto en el mínimo como en el máximo. (resaltado nuestro)

Artículo 271º (LESIONES GRAVES Y LEVES) Se sancionará


con privación de libertad de tres (3) a seis (6) años, a quien de
cualquier modo ocasione a otra persona un daño físico o
psicológico, no comprendido en los casos del Artículo anterior,
del cual derive incapacidad para el trabajo de quince (15) hasta
noventa (90) días. Si la incapacidad fuere hasta de catorce (14)
días, se impondrá al autor sanción de trabajos comunitarios de uno
(1) a tres (3) años y cumplimiento de instrucciones que la jueza o
el juez determine. Cuando la víctima sea una niña, niño o
adolescente la pena será agravada en dos tercios tanto en el
mínimo como en el máximo.

Es importante establecer que la violencia psicológica, puede ser interdependiente


a otros tipos de violencia, especialmente a la violencia sexual.

2.3 Violencia sexual

De acuerdo al art. Séptimo de la Ley 348, la violencia sexual es toda conducta que
ponga en riesgo la autodeterminación sexual, tanto en el acto sexual como en toda forma
de contacto o acceso carnal, genital o no genital, que amenace, vulnere o restrinja el
derecho al ejercicio a una vida sexual libre segura, efectiva y plena, con autonomía y
libertad sexual de la mujer.

La violencia sexual, está tipificada como delito en la normativa penal boliviana, en


los siguientes términos:

Artículo 308º (VIOLACIÓN) Se sancionará con privación de libertad


de quince (15) a veinte(20) años a quien mediante intimidación,
violencia física o psicológica realice con persona de uno u otro sexo,
actos sexuales no consentidos que importen acceso carnal, mediante
la penetración del miembro viril, o de cualquier otra parte del cuerpo,
o de un objeto cualquiera, por vía vaginal, anal u oral, con fines
libidinosos; y quien, bajo las mismas circunstancias, aunque no
mediara violencia física o intimidación, aprovechando de la
enfermedad mental grave o insuficiencia de la inteligencia de la
víctima o que estuviera incapacitada por cualquier otra causa para
resistir.

Para este tipo penal, debe considerarse lo establecido por la Corte IDH.

Estándares internacional de protección a derechos


La Corte ha establecido que en casos que involucran
alguna forma de violencia sexual, se ha precisado que las
violaciones a la integridad personal conllevan la
afectación de la vida privada de las personas, protegida
por el artículo 11 de la Convención, la cual abarca la vida
sexual o sexualidad de las personas. La violencia sexual
vulnera valores y aspectos esenciales de la vida privada
de las personas, supone una intromisión en su vida sexual
y anula su derecho a tomar libremente las decisiones
respecto a con quien tener relaciones sexuales, perdiendo
de forma completa el control sobre sus decisiones más
personales e íntimas, y sobre las funciones corporales
básicas (Caso víctimas de tortura sexual en Atenco Vs.
México párr. 179).

La violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, también esta tipificada en


los siguientes términos:

Artículo 308º bis. (VIOLACIÓN DE INFANTE, NIÑA,


NIÑO O ADOLESCENTE). Si el delito de violación fuere
cometido contra persona de uno u otro sexo menor de catorce
(14) años, será sancionado con privación de libertad de veinte
(20) a veinticinco (25) años, así no haya uso de la fuerza o
intimidación y se alegue consentimiento. En caso que se
evidenciare alguna de las agravantes dispuestas en el Artículo
310 del Código Penal, y la pena alcanzara treinta (30) años, la
pena será sin derecho a indulto. Quedan exentas de esta sanción
las relaciones consensuadas entre adolescentes mayores de doce
(12) años, siempre que no exista diferencia de edad mayor de tres
(3) años entre ambos y no se haya cometido violencia o
intimidación.

Por otra parte, debe mencionarse al art. 309 del CP (Estupro), modificado por el
art. 16 de la Ley 0504 de 8 de noviembre de 2010, de Protección Legal de Niñas, Niños
y Adolescentes, que establece:
Artículo 309. Quien mediante seducción o engaño, tuviera
acceso carnal con persona de uno y otro sexo mayor de catorce
(14) y menor de dieciocho (18) años, será sancionado con
privación de libertad de tres a seis años.

Cabe aclarar que si bien la Ley 348 no modifica el tipo penal Estupro, sin
embargo, es un delito que se enmarca dentro de la definición de violencia sexual anota
precedentemente, pues vulnera la autodeterminación sexual de la víctima adolescente, en
la medida en que se utiliza la seducción y/o el engaño para lograr el acceso carnal; por
ende, también, en este caso, se deben aplicar los estándares internacionales e internos
mencionados en este Protocolo.

En los casos anotados (violación y estupro), además, se establecen los siguientes


agravantes:

Artículo 310º (AGRAVANTE) La pena será agravada en los casos


de los delitos anteriores, con cinco (5) años cuando: a) Producto de
la violación se produjera alguna de las circunstancias previstas en
los Artículos 270 y 271 de este Código; b) El hecho se produce
frente a niñas, niños o adolescentes; c) En la ejecución del hecho
hubieran concurrido dos o más personas; d) El hecho se produce
estando la víctima en estado de inconsciencia; e) En la comisión del
hecho se utilizaren armas u otros medios peligrosos susceptibles de
producir la muerte de la víctima; f) El autor fuese cónyuge,
conviviente, o con quien la víctima mantiene o hubiera mantenido
una relación análoga de intimidad; g) El autor estuviere encargado
de la educación de la víctima, o si ésta se encontrara en situación de
dependencia respecto a éste; h) El autor hubiera sometido a la
víctima a condiciones vejatorias o degradantes. i) La víctima tuviere
algún grado de discapacidad; j) Si la víctima es mayor de 60 años;
k) Si la víctima se encuentra embarazada o si como consecuencia
del hecho se produce el embarazo; Si como consecuencia del hecho
se produjere la muerte de la víctima, se aplicará la pena
correspondiente al feminicidio o asesinato.

El código penal boliviano, en cuanto a violencia sexual, también contiene otros tipos
penales, entre ellos el abuso sexual, cuya tipificación es la siguiente:

Artículo 312º (ABUSO SEXUAL) Cuando en las mismas circunstancias


y por los medios señalados en los Artículos 308 y 308 bis se realizaran
actos sexuales no constitutivos de penetración o acceso carnal, la pena
será de seis (6) a diez (10) años de privación de libertad. Se aplicarán las
agravantes previstas en el Artículo 310, y si la víctima es niña, niño o
adolescente la pena privativa de libertad será de diez (10) a quince (15)
años.

El Código Penal, en el marco de los delitos en razón de género, tipifica también


el rapto en los siguientes términos:

Artículo 313º (RAPTO) Quien con fines lascivos y mediante


violencia, amenazas graves o engaños, substrajere o retuviere a
una persona, será sancionada con privación de libertad de cuatro
(4) a ocho (8) años. La pena será agravada en un tercio tanto en el
mínimo como en el máximo, cuando la víctima sea niña, niño o
adolescente.

De la misma forma, desde el enfoque de la violencia en razón a género, el Código


Penal boliviano tipifica los actos sexuales abusivos en los siguientes términos:

"Artículo 312 bis.(ACTOS SEXUALES ABUSIVOS). Se


sancionará con privación de libertad de cuatro (4) a seis (6) años, a
la persona que durante la relación sexual consentida, obligue a su
pareja o cónyuge a soportar actos de violencia física y humillación.
La pena se agravará en un tercio cuando el autor obligue a su
cónyuge, conviviente o pareja sexual a tener relaciones sexuales con
terceras personas."

También, el Código Penal, tipifica el delito de padecimientos sexuales en los


siguientes términos:

"Artículo 312 ter.(PADECIMIENTOS SEXUALES). Será


sancionada con pena privativa de libertad de quince (15) a treinta
(30) años, quien en el marco de un ataque generalizado o sistemático
contra una población o grupo humano, incurra en las siguientes
acciones: 1. Someta a una o más personas a violación o cualquier
forma de abuso sexual, humillaciones y ultrajes sexuales. 2. Someta
a una o más personas a prostitución forzada. 3. Mantenga confinada
a una mujer a la que se haya embarazado por la fuerza con la
intención de influir en la composición étnica de una población."

Finalmente, en cuanto a la violencia sexual descrita en el art. 7 de la Ley 348, es


importante señalar que el Código Penal, también tipifica el acoso sexual en los siguientes
términos:
"Artículo 312 quater.(ACOSO SEXUAL). I. La persona que
valiéndose de una posición jerárquica o poder de cualquier índole
hostigue, persiga, exija, apremie, amenace con producirle un daño
o perjuicio cualquiera, condicione la obtención de un beneficio u
obligue por cualquier medio a otra persona a mantener una relación
o realizar actos o tener comportamientos de contenido sexual que
de otra forma no serían consentidos, para su beneficio o de una
tercera persona, será sancionada con privación de libertad de cuatro
(4) a ocho (8) años. II. Si la exigencia, solicitud o imposición fuera
ejercida por un servidor público en el ámbito de la relación
jerárquica que ostenta, será destituido de su cargo y la pena será
agravada en un tercio."

La persecusion de los tipos penales descritos, deberán considerar los estándares


internacionales de protección a derechos descritos en esta parte del trabajo y los
específicos para cada etapa de la investigación penal que se encuentran descritos en este
protocolo.

2.4 Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos

La Ley 348, en su art. Séptimo, también se refiere a la Violencia Contra los Derechos
Reproductivos, señalando que es la acción u omisión que impide, limita o vulnera el
derecho de las mujeres a la información, orientación, atención integral y tratamiento
durante el embarazo o pérdida, parto, puerperio y lactancia; a decidir libre y
responsablemente el número y espaciamiento de hijas e hijos; a ejercer su maternidad
segura y a elegir métodos anticonceptivos seguros.

El Código penal, tipifica el delito de esterilización forzada en los siguientes términos:

"Artículo 271 bis.(ESTERILIZACIÓN FORZADA). La


persona que prive a otra de su función reproductiva de forma
temporal o permanente sin su consentimiento expreso,
voluntario, libre e informado, o de su representante legal en
caso de persona con discapacidad intelectual severa, será
sancionada con pena privativa de libertad de cinco (5) a doce
(12) años. La pena será agravada en un tercio cuando el delito
sea cometido contra una mujer menor de edad o aprovechando
su condición de discapacidad, o cuando concurran las
circunstancias previstas en el Artículo 252. Si el delito se
cometiera como parte del delito de genocidio perpetrado con
la intención de destruir total o parcialmente a un grupo
nacional, social, pueblo indígena originario campesino o
grupo religioso como tal, adoptando para ello medidas
destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo, se
aplicará la pena de treinta (30) años de privación de libertad
sin derecho a indulto."

La violencia en contra de derechos sexuales y reproductivos, fue analizada por la


Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso IV Vs. BOLIVIA.

El 1 de julio de 2000, en horas de la tarde, la señora I.V. ingresó al Hospital de la


Mujer de La Paz, luego de que se le produjera una ruptura espontánea de membranas a la
semana 38.5 de gestación y dolor a nivel de la cesárea que había tenido anteriormente en
el año 1982. Debido a que el médico tratante constató que ella había tenido una cesárea
previa, que no había trabajo de parto y que el feto se encontraba en situación transversa,
decidió someter a la señora I.V. a una cesárea.

La cesárea fue iniciada por el médico residente de tercer año pasadas las 19:00
horas. Sin embargo, en el transcurso del procedimiento quirúrgico de la cesárea se
verificó la presencia de múltiples adherencias a nivel del segmento inferior del útero, por
lo cual, en consideración de la dificultad del caso, el médico ginecólogo obstetra se hizo
cargo de la cirugía en su condición de instructor. Con posterioridad a que el neonatólogo
se llevara a la niña recién nacida, se realizó a la señora I.V. una salpingoclasia bilateral
bajo la técnica pomeroy, conocida comúnmente como ligadura de las trompas de Falopio.
Ambos procedimientos quirúrgicos fueron realizados encontrándose la paciente bajo
anestesia epidural, por lo que la señora I.V. nunca fue consultada de manera previa, libre
e informada respecto de la esterilización, sino que se enteró que había perdido su
capacidad reproductiva permanentemente, al día siguiente de practicada la misma,
cuando el médico residente se lo comunicó.

La Corte IDH, meniante sentencia de fondo de 30 de noviembre de 2016, declaró


la responsabilidad internacional del Estado Plurinacional de Bolivia en el marco del
incumplimiento de su deber de respeto y garantía a derechos sexuales y reproductivos.

También, respecto a los derechos reproductivos, cabe mencionar a la SCP


206/2014 que, por una parte, declaró la inconstitucionalidad de los requisitos de inicio de
la acción penal y autorización judicial para la práctica del aborto impune, que estaban
contenidos en el art. 266 del CP, al considerar que constituían disposiciones
incompatibles “con los derechos a la integridad física, psicológica y sexual, a no ser
torturada, ni sufrir tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes, a la salud
física y a la dignidad en sus componentes al libre desarrollo de la personalidad y
autonomía de las mujeres, consagrados en los arts. 15, 18 y 22 de la CPE”.La Sentencia
señaló:

“… se deja claramente establecido además, que a efectos de la


vigencia y eficacia de esta previsión normativa desde y conforme
a la Norma Suprema, la misma deberá ser interpretada en sentido
de que no será exigible la presentación de una querella, ni la
existencia de imputación y acusación formal y menos sentencia.
Será suficiente que la mujer que acuda a un centro público o
privado de salud a efecto de practicarse un aborto -por ser la
gestación producto de la comisión de un delito-, comunique esa
situación a la autoridad competente pública y de ese modo el
médico profesional que realizará el aborto tendrá constancia
expresa que justificará la realización del aborto”.

La misma Sentencia con relación al tipo penal aborto (art. 263 del CP), exhortó a
la Asamblea Legislativa Plurinacional para que en el marco de la interpretación efectuada por
el Tribunal, las recomendaciones de los organismos internacionales y el principio de
progresividad de los derechos de la mujer, “desarrollen normas que garanticen el ejercicio
de los derechos sexuales y reproductivos conforme a lo establecido en el art. 66 de la CPE,
y que las mismas coadyuven a resolver los abortos clandestinos”.

2.5 Violencia contra los derechos y la libertad sexual

La Ley 348, en el art. 7, señala que la Violencia Contra los Derechos y la Libertad
Sexual, es toda acción u omisión, que impida o restrinja el ejercicio de los derechos de
las mujeres a disfrutar una vida sexual libre, segura, afectiva y plena o que vulnere su
libertad de elección sexual. Desde este enfoque, la Ley 263 de 31 de julio de 2012,
denominada Ley Integral Contra la Trata y Tráfico de Personas, incorpora tipos penales
vinculados a esta forma de violencia, entre ellos el de trata de personas, en los siguientes
términos:
“ARTÍCULO 281 Bis. (TRATA DE PERSONAS). I. Será
sancionado con privación de libertad de diez (10) a quince (15)
años, quien por cualquier medio de engaño, intimidación, abuso
de poder, uso de la fuerza o cualquier forma de coacción,
amenazas, abuso de la situación de dependencia o vulnerabilidad
de la víctima, la concesión o recepción de pagos por si o por
tercera persona realizare, indujere o favoreciere la captación,
traslado, transporte, privación de libertad, acogida o recepción de
personas dentro o fuera del territorio nacional, aunque mediare el
consentimiento de la víctima, con cualquiera de los siguientes
fines: 1. Venta u otros actos de disposición del ser humano con o
sin fines de lucro. 2. Extracción, venta o disposición ilícita de
fluidos o líquidos corporales, células, órganos o tejidos humanos.
3. Reducción a esclavitud o estado análogo. 4. Explotación
laboral, trabajo forzoso o cualquier forma de servidumbre. 5.
Servidumbre costumbrista. 6. Explotación sexual comercial. 7.
Embarazo forzado. 8. Turismo sexual. 9. Guarda o adopción. 10.
Mendicidad forzada. 11. Matrimonio servil, unión libre o de hecho
servil. 12. Reclutamiento de personas para su participación en
conflictos armados o sectas religiosas. 13. Empleo en actividades
delictivas. 14. Realización ilícita de investigaciones biomédicas.

En este tipo de delitos, de acuerdo al numeral II de la disposición citada, la sanción


se agravará en los siguientes casos: 1. Si la autora o el autor, o partícipe, sea cónyuge,
conviviente o pareja de la víctima, tenga parentesco hasta el cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, tenga a su cargo la tutela, custodia, curatela o
educación de la víctima; 2. Cuando la autora o el autor sea servidora o servidor público,
goce de inmunidad diplomática, o sea profesional médico o afín; 3. Cuando se utilicen
drogas, medicamentos o armas.

Además, de acuerdo al tercer parágrafo del art. 281.bis, la sanción será de quince
a veinte años cuando la víctima fuere un niño, niña o adolescente, persona con
discapacidad física, enfermedad o deficiencia psíquica, mujer embarazada, o el autor sea
parte de una organización criminal, se produzca una lesión gravísima o se ponga en
peligro la vida, la integridad o la seguridad de la víctima. Finalmente, el numeral IV
señala que si a causa del delito se produce la muerte de la víctima, se impondrá la sanción
para el delito de asesinato, sin embargo, es importante precisar que desde la perspectiva
de género, estos delitos en tanto y cuanto se enmarcan a los delitos contra los derechos y
la libertad sexual, en caso de producir la muerte de la víctima, deben ser tipificados como
feminicidio, no como asesinato.
En una interpretación sistémica del art. 7 de la Ley 348, con la Ley 263, debe
hacerse referencia al tipo penal de prexenetismo que se encuentra tipificado de la
siguiente forma:

“ARTÍCULO 321. (PROXENETISMO). I. Quien mediante


engaño, abuso de una situación de necesidad o vulnerabilidad,
de una relación de dependencia o de poder, violencia,
amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción,
para satisfacer deseos ajenos o con ánimo de lucro o beneficio
promoviere, facilitare o contribuyere a la prostitución de
persona de uno u otro sexo, o la que obligare a permanecer en
ella, será sancionado con privación de libertad de diez (10) a
quince (15) años. II. La pena privativa de libertad será de doce
(12) a dieciocho (18) años cuando la víctima fuere menor de
dieciocho (18) años de edad, persona que sufra de cualquier
tipo de discapacidad. III. La pena privativa de libertad será de
quince (15) a veinte (20) años, si la víctima fuere menor de
catorce (14) años de edad, aunque fuere con su
consentimiento y no mediaren las circunstancias previstas en
el parágrafo I, o el autor o participe fuere el ascendiente,
cónyuge, conviviente, hermano, tutor, curador o encargado de
la custodia de la víctima. Igual sanción se le impondrá a la
autora, autor o participe que utilizare drogas, medicamentos y
otros para forzar, obligar o someter a la víctima. IV. La pena
privativa de libertad será de ocho (8) a doce (12) años, a quien
por cuenta propia o por terceros mantuviere ostensible o
encubiertamente una casa o establecimiento donde se
promueva la explotación sexual y/o violencia sexual
comercial.”

En una interpretación sistémica de la Ley 348 con la Ley 263, es importante


establecer también que se encuentra tipificado el delito de tráfico de personas en los
siguientes términos:
“ARTÍCULO 321 Bis. (TRÁFICO DE PERSONAS). I. Quien
promueva, induzca, favorezca y/o facilite por cualquier medio
la entrada o salida ilegal de una persona del Estado
Plurinacional de Bolivia a otro Estado del cual dicha persona
no sea nacional o residente permanente, con el fin de obtener
directa o indirectamente beneficio económico para sí o para un
tercero, será sancionado con privación de libertad de cinco (5)
a diez (10) años. La sanción se agravará en la mitad, cuando: 1.
Las condiciones de transporte pongan en peligro su integridad
física y/o psicológica. 2. La autora o el autor sea servidor o
servidora pública. 3. La autora o el autor sea la persona
encargada de proteger los derechos e integridad de las personas
en situación vulnerable. 4. La autora o el autor hubiera sido
parte o integrante de una delegación o misión diplomática, en
el momento de haberse cometido el delito. 5. El delito se
cometa contra más de una persona. 6. La actividad sea habitual
y con fines de lucro. 7. La autora o el autor sea parte de una
organización criminal. II. La sanción se agravará en dos tercios
cuando la víctima sea un niño, niña o adolescente, persona con
discapacidad física, enfermedad o deficiencia psíquica o sea
una mujer embarazada.
III. Quién promueva, induzca, favorezca y/o facilite por
cualquier medio el ingreso o salida ilegal de una persona de un
departamento o municipio a otro del cual dicha persona no sea
residente permanente, mediante engaño, violencia, amenaza,
con el fin de obtener directa o indirectamente beneficio
económico para sí o para un tercero, será sancionada con
privación de libertad de cuatro (4) a siete (7) años. IV. Si con
el propósito de asegurar el resultado de la acción se somete a la
víctima a cualquier forma de violencia o situación de riesgo que
tenga como consecuencia su muerte, incluido el suicidio, se
impondrá la pena establecida para el delito de asesinato.”

También en una interpretación sistémica de la Ley 348 con la Ley 263, es importante
establecer que se encuentra tipificado el delito de pornografía en los siguientes términos:

“ARTÍCULO 323 Bis. (PORNOGRAFÍA). I. Quien procure,


obligue, facilite o induzca por cualquier medio, por si o tercera
persona a otra que no dé su consentimiento a realizar actos
sexuales o de exhibicionismo corporal con fines lascivos con el
objeto de video grabarlos, fotografiarlos, filmarlos, exhibirlos
o describirlos a través de anuncios impresos, transmisión de
archivos de datos en red pública o de comunicaciones, sistemas
informáticos, electrónicos o similares, será sancionada con
pena privativa de libertad de diez (10) a quince (15) años. Igual
sanción será impuesta cuando el autor o participe reproduzca o
almacene, distribuya o venda material pornográfico. II. La pena
privativa de libertad será agravada en un tercio cuando: 1. La
víctima sea niño, niña o adolescente o persona con
discapacidad. 2. La autora o el autor sea cónyuge, conviviente,
padre, madre o la persona que ejerza algún tipo de autoridad o
responsabilidad legal sobre la víctima. 3. La autora o el autor
mantenga una relación laboral, de parentesco consanguíneo o
de afinidad con la víctima. 4. La víctima sea una mujer
embarazada.
5. La autora o el autor sea servidora o servidor público. 6. La
autora o el autor sea la persona encargada de proteger los
derechos e integridad de las personas en situación vulnerable.
7. La autora o el autor hubiera sido parte o integrante de una
delegación o misión diplomática, en el momento de haberse
cometido el delito. 8. El delito se cometa contra más de una
persona. 9. La actividad sea habitual y con fines de lucro. 10.
La autora o el autor sea parte de una organización criminal. III.
Quien compre, arriende o venda material pornográfico, donde
se exhiba imágenes de niños, niñas y adolescentes, será
sancionado con pena privativa de libertad de cinco (5) a ocho
(8) años.”

También, desde un enfoque de género debe analizarse el tipo penal de violencia


sexual comercial, el cual fue introducido por la Ley 263 en los siguientes términos:

ARTÍCULO 322. (VIOLENCIA SEXUAL COMERCIAL).


Quien pagare en dinero o especie, directamente a un niño, niña o
adolescente o a tercera persona, para mantener cualquier tipo de
actividad sexual, erótica o pornográfica con un niño, niña y
adolescente, para la satisfacción de sus intereses o deseos
sexuales, será sancionado con privación de libertad de ocho (8)
a doce (12) años. La pena privativa de libertad se agravará en dos
tercios, cuando: 1. La víctima sea un niño o niña menor de 14
años. 2. La víctima tenga discapacidad física o mental. 3. La
autora o el autor utilice cualquier tipo de sustancia para controlar
a la víctima. 4. La autora o el autor tenga una enfermedad
contagiosa. 5. Como consecuencia del hecho, la víctima quedara
embarazada. 6. La autora o el autor sea servidora o servidor
público.”

En un contexto de violencia de género, es también pertinente destacar la


incorporación que realiza la Ley 263 del tipo penal referente a la revelación de identidad
de víctimas, testigos o denunciantes, en los siguientes términos:

ARTÍCULO 321 ter. (REVELACIÓN DE IDENTIDAD DE


VÍCTIMAS, TESTIGOS O DENUNCIANTES). La servidora o
servidor público que sin debida autorización revele información
obtenida en el ejercicio de sus funciones que permita o dé lugar
a la identificación de una víctima, testigo o denunciante de Trata
y Tráfico de Personas, y delitos conexos, será sancionado con
pena privativa de libertad de tres (3) a ocho (8) años.

De la misma forma, el art. 178 de la Ley 263, modifica el tipo penal de omisión
de denuncia en los siguientes términos:
“ARTÍCULO 178. (OMISIÓN DE DENUNCIA). El servidor o
servidora pública que en razón de su cargo, teniendo la
obligación de promover la denuncia de delitos y delincuentes,
dejare de hacerlo, recibirá una pena privativa de libertad de uno
(1) a tres (3) años. Si el delito tuviere como víctima a un niño,
niña o adolescente, la pena se aumentará en un tercio.”

Desde esta perspetiva, también es importante invocar otros tipos penales que
deben ser abordados desde la violencia en razón de género, entre ellos, el homicidio
suicidio64, el aborto forzado65, la substracción de un menor o incapaz66, entre otros.

2.6 Violencia en la familia

La Ley 348, también en el art. Séptimo en el marco de la tipología de la violencia,


hace referencia a la Violencia en la Familia y afirma que es toda agresión física,
psicológica o sexual cometida hacia la mujer por el cónyuge o ex cónyuge, conviviente o
ex conviviente, o su familia, ascendientes, descendientes, hermanas, hermanos, parientes
civiles o afines en línea directa y colateral, tutores o encargados de la custodia o cuidado.

En el marco de esta tipología, esta forma de violencia, está tipificada de la


siguiente manera:

"Artículo 272 bis.(VIOLENCIA FAMILIAR O DOMÉSTICA).


Quien agrediere físicamente, psicológica o sexualmente dentro los
casos comprendidos en el numeral 1 al 4 del presente Artículo
incurrirá en pena de reclusión de dos (2) a cuatro (4) años, siempre
que no constituya otro delito. 1. El cónyuge o conviviente o por quien
mantenga o hubiera mantenido con la víctima una relación análoga
de afectividad o intimidad, aún sin convivencia. 2. La persona que
haya procreado hijos o hijas con la víctima, aún sin convivencia. 3.
Los ascendientes o descendientes, hermanos, hermanas, parientes
consanguíneos o afines en línea directa y colateral hasta el cuarto

64
Artículo 256º (HOMICIDIO-SUICIDIO) La persona que instigare a otra al suicidio o el ayudare a cometerlo,
si la muerte se hubiere intentado o consumado, incurrirá en reclusión de dos (2) a seis (6) años
65
Artículo 267º bis. (ABORTO FORZADO). Quien mediante violencia física, psicológica o sexual contra la
mujer el causare un aborto, será sancionado con reclusión de cuatro (4) a ocho (8) años.
66
"Artículo 246.(SUBSTRACCIÓN DE UN MENOR O INCAPAZ). Quien substrajere a un menor de dieciséis
años (16) o a un incapaz, de la potestad de sus padres, adoptantes, tutores o curadores, y el que retuviere
al menor contra su voluntad, será sancionado con privación de libertad de uno (1) a tres (3) años. La
misma pena se aplicará si el menor tuviere más de dieciséis (16) años y no mediare consentimiento de su
parte. La pena será agravada en el doble si el delito es cometido por uno de los progenitores con el objeto
de ejercer contra el otro cualquier tipo de coacción.
grado. 4. La persona que estuviere encargada del ciudado o guarda de
la víctima, o si ésta se encontrara en el hogar, bajo situación de
dependencia o autoridad. En los demás casos la parte podrá hacer
valer su pretensión por ante la vía correspondiente."

2.7 Violencia patrimonial y económica

La Ley 348 también disciplina la violencia Patrimonial y Económica entendida


como toda acción u omisión que al afectar los bienes propios y/o gananciales de la mujer,
ocasiona daño o menoscabo de su patrimonio, valores o recursos; controla o limita sus
ingresos económicos y la disposición de los mismos, o la priva de los medios
indispensables para vivir. Esta forma de violencia está tipificada de la siguiente forma:

Artículo 85°.- (Delitos contra la familia) Se modifica el Título VII


del Código Penal "Delitos contra la familia", incorporando el
Capítulo III denominado "Delitos de violencia económica y
patrimonial". "Artículo 250 bis.(VIOLENCIA ECONÓMICA).
Será sancionada con pena privativa de libertad de dos (2) a cuatro
(4) años, la persona que incurra en alguna de las siguientes
conductas: a) Menoscabe, limite o restrinja la libre disposición del
ingreso económico de la mujer. b) Destruya u oculte documentos
justificativos de dominio, de identificación personal, títulos
profesionales o bienes, objetos personales, instrumentos de trabajo
de la mujer que el sean indispensables para ejecutar sus
actividades habituales. c) Restrinja o suprima el cumplimiento de
sus obligaciones económicas familiares que pongan en riesgo el
bienestar de su cónyuge, hijas e hijos, como medio para someter
la voluntad de la mujer. d) Controle los ingresos o flujo de recursos
monetarios que ingresan al hogar mediante violencia psicológica,
sexual o física. e) Impida que la mujer realice una actividad laboral
o productiva que el genere ingresos.

También la violencia patrimonial, se encuentra tipificada en los siguientes


términos:

Artículo 250º ter.(VIOLENCIA PATRIMONIAL). Quien por cualquier


medio impida, limite o prohíba el uso, el disfrute, la administración, la
transformación, o la disposición de uno o varios bienes propios de la mujer
con quien mantenga una relación de matrimonio o unión libre, será sancionado
con multa de cien (100) hasta trescientos sesenta y cinco (365) días.
Asimismo, desde el enfoque de la violencia en razón de género, la sustracción de
utilidades de actividades económicas y familiares está tipificada en los siguientes
términos:

Artículo 250º quater.(SUSTRACCIÓN DE UTILIDADES DE


ACTIVIDADES ECONÓMICAS FAMILIARES). La persona que disponga
unilateralmente de las ganancias derivadas de una actividad económica
familiar o disponga de ellas para su exclusivo beneficio personal, en perjuicio
de los derechos de su cónyuge o conviviente, será sancionada con pena de
privación de libertad de seis (6) meses a un (1) año más multa de hasta el
cincuenta por ciento (50%) del salario del sancionado hasta trescientos sesenta
y cinco (365) días."

2.8 Violencia laboral

El art. Séptimo de la Ley 348 en la tipificación de la violencia en razón de género


considera a la Violencia Laboral y establece que es toda acción que se produce en
cualquier ámbito de trabajo por parte de cualquier persona de superior, igual o inferior
jerarquía que discrimina, humilla, amenaza o intimida a las mujeres; que obstaculiza o
supedita su acceso al empleo, permanencia o ascenso y que vulnera el ejercicio de sus
derechos.

El art. 3.1 del Decreto Supremo 2145 de 14 de octubre de 2014 que reglamenta la
Ley 348.I, regula las contravenciones de violencia contra las mujeres que no constituyen
delitos, en este marco, estos hechos, de acuerdo a esta disposición, deben ser denunciados,
investigados y sancionados por la vía administrativa. En este contexto, el segundo
parágrafo de la referida disposición legal, en su inciso c), señala que “El acoso laboral y
la violencia laboral serán denunciados ante el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión
Social; asimismo, la discriminación a través de agresiones verbales o maltrato e
incumplimiento de deberes ante la misma institución donde se hubiere producido el
hecho, todas estas contravenciones como parte de la violencia laboral”.

2.10 Violencia mediática

También el art. 348 de la Ley 348 hace referencia a la Violencia Mediática y


establece que es aquella producida por los medios masivos de comunicación a través de
publicaciones, difusión de mensajes e imágenes estereotipadas que promueven la
sumisión y/o explotación de mujeres, que la injurian, difaman, discriminan, deshonran,
humillan o que atentan contra su dignidad, su nombre y su imagen.

El art. 3.1 del Decreto Supremo 2145 de 14 de octubre de 2014 que reglamenta la
Ley 348.I, regula las contravenciones de violencia contra las mujeres que no constituyen
delitos, en este marco, éstos hechos de acuerdo a esta disposición deben ser denunciados,
investigados y sancionados por la vía administrativa. En este contexto, el segundo
parágrafo de la referida disposición legal, en su inciso a), establece que constituye falta
de violencia contra las mujeres “La publicación y difusión de mensajes o imágenes
estereotipadas que promuevan la sumisión de las mujeres o hagan uso sexista de su
imagen como parte de la violencia mediática, simbólica y/o encubierta”.

2.11 Violencia simbólica y/o encubierta

De la misma forma, de acuerdo al art. Séptimo de la Ley 348, la Violencia


Simbólica y/o Encubierta está constituida por mensajes, valores, símbolos, íconos, signos
e imposiciones sociales, económicas, políticas, culturales y de creencias religiosas que
transmiten, reproducen y consolidan relaciones de dominación, exclusión, desigualdad y
discriminación, naturalizando la subordinación de las mujeres.

2.12 Violencia en servicios de salud

La Ley 348, establece también que la Violencia en Servicios de Salud, es toda


acción discriminadora, humillante y deshumanizada y que omite, niega o restringe el
acceso a la atención eficaz e inmediata y a la información oportuna por parte del personal
de salud, poniendo en riesgo la vida y la salud de las mujeres.

El art. 3.II.b del DS 2145 que reglamenta la Ley 348, establece que son
contravenciones las agresiones verbales, denegación de acceso al servicio o maltrato por
motivos discriminatorios, maltrato e incumplimiento de deberes como parte de la
violencia contra los derechos reproductivos, el derecho a la salud y la libertad sexual.
2.13 Violencia institucional

El art. 7.14 de la Ley 348 establece que la violencia institucionaol es una forma
de violencia, conceptualizándola como “toda acción u omisión de servidoras o servidores
públicos o de personal de instituciones privadas, que implique una acción discriminatoria,
prejuiciosa, humillante y deshumanizada que retarde, obstaculice, menoscabe o niegue a
las mujeres el acceso y atención al servicio requerido”.

El art. 3.II.d del DS 2145, que reglamenta la Ley 348, señala que las agresiones
verbales, denegación injustificada de acceso al servicio o maltrato psicológico por
motivos discriminatorios o cualquier otra forma de maltrato que no constituye delito, será
denunciado ante las instancias donde se produjo el hecho como parte de la violencia
institucional.

2.14 Otras formas de violencia

La tipología contenida en el art. Séptimo de la Ley 348, es abierta, por lo que esta
disposición incluye a otras formas de violencia en razón de género, aunque no estén
expresamente citadas.

Debe también señalarse que los hechos que constituyan violencia en razón de
género y en el marco de la tipificación de violencia descrita en el art. Séptimo de la Ley
348, deben ser analizados por las autoridades fiscales y jurisdiccionales, desde un enfoque
de género, el cual, tal como se señaló, es una herramienta del derecho destinada a
identificar discriminaciones individuales, múltiples a través del enfoque interseccional o
sistémicas, por tanto, la persecución penal en los tipos penales descritos, no puede omitir
una análisis contextual para así evitar juzgamientos con sesgos de género, de manera tal
que se emitan decisiones objetivas y razonables.

De la misma forma, en el contexto de este catálogo abierto descrito en el art. 7 de


la Ley 348, el DS 2145 establece que el maltrato o agresiones verbales por motivos
discriminatorios, que no constituyan delito, serán denunciados ante la institución donde
se produjo el hecho como parte de la violencia psicológica, contra la dignidad, la honra y
el nombre.

3. Especial referencia a la Violencia en el Ejercicio Político y de Liderazgo de la


Mujer

Como se ha señalado, tanto las normas constitucionales e internacionales, como la


Convención para la Eliminación de la Discriminación hacia la mujer (CEDAW),
condenan la discriminación contra la mujer en todas sus formas, estando el Estado
obligado a adoptar medidas para modificar los patrones socioculturales de conductas de
hombres y mujeres con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas
consuetudinarias, basadas en la idea de inferioridad o superioridad de cualquiera de los
sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres67. Así, el art. 7 de la CEDAW
sostiene que el Estado debe adoptar las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en la vida política y pública del país, asegurando la
participación de las mujeres en todas las elecciones, así como a ocupar cargos públicos y
ejercer todas las funciones públicas y participar activamente en todos los partidos
políticos y organizaciones de todo tipo.

El art. 14 de CEDAW determina que se deben adoptar las medidas apropiadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en las zonas rurales para asegurar su
participación en el desarrollo rural y en las actividades comunitarias; norma sobre la cual
la Recomendación 33 de la CEDAW, sobre acceso a la Justicia, señala que los Estados
deben tomar medidas para asegurar que los sistemas de justicia religiosos,
consuetudinarios, indígenas y comunitarios armonicen sus normas, procedimientos y
prácticas con los derechos humanos consagrados en la CEDAW y otros instrumentos
internacionales de derechos humanos y aseguren que las mujeres puedan elegir, con un
consentimiento informado, la ley y los tribunales judiciales aplicables en los que
preferirían que se tramitaran sus reclamaciones68.

67
Art. 5 de la CEDAW
68
64.El Comité recomienda que, en cooperación con entidades no estatales, los Estados partes:
a)Tomen medidas inmediatas, incluidos los programas de capacitación y de fomento de la capacidad sobre la Convención
y los derechos de la mujer para el personal de los sistemas de justicia, a fin de asegurar que los sistemas de justicia
religiosos, consuetudinarios, indígenas y comunitarios armonicen sus normas, procedimientos y prácticas con los
derechos humanos estándar consagrados en la Convención y otros instrumentos internacionales de derechos humanos;
b)Promulguen legislación para regular las relaciones entre los diferentes mecanismos de los sistemas de la justicia plural
a fin de reducir posibles conflictos;
En la Recomendación General 34, la CEDAW establece que los Estados partes
deberían realizar un análisis de las consecuencias de las leyes vigentes en función del
género para evaluar su efecto en las mujeres rurales, eliminar los obstáculos que impiden
a las mujeres rurales acceder a la justicia, y que se debería sensibilizar a mujeres,
hombres, niñas y niños del medio rural, líderes locales, religiosos y comunitarios sobre
los derechos de las mujeres y las niñas rurales, con el objetivo de eliminar las actitudes
y prácticas sociales discriminatorias, adoptar medidas eficaces encaminadas a prevenir,
investigar, juzgar y castigar los actos de violencia contra las mujeres y las niñas del medio
rural.

Asimismo, en la Recomendación antes anotada se establece que los Estados deberían


establecer cuotas y objetivos de representación de las mujeres rurales en los puestos
decisorios, en concreto en los parlamentos y órganos de gobernanza a todos los niveles,
para que puedan influir en la formulación, la aplicación y el seguimiento de políticas a
todos los niveles y en todos los ámbitos que les afectan mediante su participación en
partidos políticos y en órganos locales y de autogobierno. La Recomendación también
señala que los Estados deberían establecer y aplicar medidas especiales de carácter
temporal para acelerar el logro de la igualdad sustantiva de las mujeres rurales en todas
las esferas en las que están insuficientemente representadas o en desventaja, entre ellas la
vida política y pública.
A nivel interno, cabe mencionar que el art. 26 de la CPE, sostiene que todas las
ciuddans y ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la formación, ejercicio
y control del poder político, directamente o por medio de sus representantes, y de manera
individual o colectiva, añadiendo expresamente que “la participación será equitativa y en
igualdad de condiciones entre hombres y mujeres”; norma constitucional desarrollada en
la Ley 018 de 16 de junio de 2010, Ley del Órgano Electoral y la Ley 026 de 30 de junio

c)Proporcionen salvaguardias contra las violaciones de los derechos humanos de la mujer permitiendo un examen por
tribunales estatales y órganos administrativos de las actividades de todos los componentes de los sistemas de justicia
extraoficiales, prestando especial atención a los tribunales de aldea y los tribunales tradicionales;
d)Aseguren que las mujeres puedan elegir, con un consentimiento informado, la ley y los tribunales judiciales aplicables
en los que preferirían que se tramitaran sus reclamaciones;
e)Garanticen la disponibilidad de servicios de asistencia jurídica para las mujeres a fin de que puedan reclamar sus
derechos dentro de los diversos sistemas de justicia extraoficiales dirigiéndose al personal local cualificado de apoyo
para que les presten asistencia;
f)Aseguren la participación en pie de igualdad de la mujer en los órganos establecidos para vigilar, evaluar y comunicar
las actuaciones de los sistemas extraoficiales de justicia a todos los niveles; y
g)Fomenten un diálogo constructivo y formalicen los vínculos entre los sistemas extraoficiales de justicia, incluso
mediante la adopción de procedimientos para compartir información entre ellos.
de 2010, Ley del Régimen Electoral, que contemplan el principio de equivalencia que
sostiene que la democracia boliviana se sustenta en la equidad de género y la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres, aplicando la paridad y alternancia en las listas de
candidatas y candidatos para todos los cargos de gobierno y de representación en la
elección interna de las dirigencia y candidaturas no sólo de las organizaciones políticas,
sino también en las normas propias y procedimientos propios de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos.

La Ley del Órgano Electoral hace referencia a la paridad y alternancia (art. 8)


obligatoria en la elección y designación de todas las autoridades y representantes del
Estado; en la elección interna de las dirigencias y candidaturas de las organizaciones
políticas; y en la elección, designación y nominación de autoridades, candidaturas y
representantes de las naciones y pueblos indígena originario campesinos mediante
normas y procedimientos propios; asimismo, el art. 11 de la Ley del Régimen Electoral
establece criterios básicos para garantizar la equidad de género y la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres, como el respeto de la paridad y alternancia de
género entre mujeres y hombres en las candidaturas a Senadoras y Senadores, Diputadas
y Diputados, Asambleístas Departamentales y Regionales, Concejalas y Concejales
Municipales y otras autoridades electivas69; tratándose de una sola candidatura, la
igualdad y alternancia se manifiesta en titulares y suplentes70; criterios que de acuerdo a
la misma norma, deben ser observados por la lista de candidatas y candidatos de las
NPIOC.
En el marco de las obligaciones internacionales del Estado, se promulgó la Ley 243
de 28 de mayo de 2012 denominada Ley contra el acoso y violencia política hacia las
mujeres71, que tienen por objeto, de acuerdo al art. 2, “establecer mecanismos de

69
El art. 11.a) señala: “Las listas de candidatas y candidatos a Senadoras y Senadores, Diputadas y Diputados,
Asambleístas Departamentales y Regionales, Concejalas y Concejales Municipales, y otras autoridades electivas,
titulares y suplentes, respetarán la paridad y alternancia de género entre mujeres y hombres, de tal manera que exista
una candidata titular mujer y, a continuación, un candidato titular hombre; un candidato suplente hombre y, a
continuación, una candidata suplente mujer, de manera sucesiva”.
70
El art. 11.b) sostiene: “En los casos de elección de una sola candidatura en una circunscripción, la igualdad, paridad y
alternancia de género se expresará en titulares y suplentes. En el total de dichas circunscripciones por lo menos el
cincuenta por ciento (50%) de las candidaturas titulares pertenecerán a mujeres”.
71
Esta ley, en el artículo séptimo diferencia el acoso de la violencia política. Desde este marco, el inciso a) establece:
“Se entiende por acoso político al acto o conjunto de actos de presión, persecución, hostigamiento o amenazas,
cometidos por una persona o grupo de personas, directamente o a través de terceros en contra de mujeres candidatas,
electas, designadas o en ejercicio de la función político-pública o en contra de sus familias con el propósito de acordar,
suspender, impedir o restringir las funciones inherentes a su cargo, para inducirla u obligarla a que realice, en contra de
su voluntad, una acción o incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus derechos.
El inciso b) señala que se entiende por violencia política a las acciones, conductas y/o agresiones físicas, psicológicas,
sexuales cometidas por una persona o grupo de personas, directamente o a través de terceros, en contra de las mujeres
candidatas, electas, designadas o en ejercicio de la función político-pública, o en contra de su familia, para acortar,
prevención, atención, sanción contra actos individuales o colectivos de acos y/o violencia
política hacia las mujeres para garantizar el ejercicio pleno de sus derechoso políticos”.

El art. 3 de la Ley 243, señala que tiene los siguientes fines:

1. “Eliminar actos, conductas y manifestaciones


individuales o colectivas de acoso y violencia política que
afecten directa o indirectamente a las mujeres en el
ejercicio de funciones político-públicas”.
2. Garantizar el ejercicio de los derechos políticos de las
mujeres candidatas, electas, designadas o en el ejericio de
funcionies político públicas.
3. Desarrollar e implementar políticas y estrategias
públicas para la erradicación de toda forma de acoso y
violencia política”

El art. 4 de la Ley determina que ésta se aplica en todos los nivels de la Organización
Territorial del Estado, de todos los estantes y habitantes del territorio boliviano, y los
lulgares sometidos a su jurisdicción y, en el art. 5, referido alámbvito de protección, que
con la Ley se protege a todas las mujeres candidatas, electas, designadas o en el ejercicio
de la función político-pública,

Conforme a ello, la Ley 243 también se aplica al ejercicio de la democracia


comunitaria y, como se ha señalado en párrafos anteriores, desde una interpretación
conforme al bloque de constitucionalidad y al principio de igualdad y no discriminación,
también se extiende a la población LGBTI.

El art. 6 de la Ley 243 establece los principios y valores por los cuales se encuentra
regida, y que deben orientar la labor de las autoridades de los diferentes niveles de la
organización territorial del Estado, y también, claro está, del Ministerio Público, que son:

suspender, impedir o restringir el ejercicio de su cargo o para inducirla u obligarla a que realice, en contra de su voluntad,
una acción o incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus derechos.
igualdad de oportunidades72, no violencia73, no discriminación74, equidad75, participación
política76, control social77, despatriarcalización78, interculturalidad79, acción positiva80.

En ese contexto, la Ley 348, hace referencia a la Violencia en el Ejercicio Político y


de Liderazgo de la Mujer, efectuando una remisión al art. 7 de la Ley 24, Contra el Acoso
y la Violencia Política hacia las Mujeres para la definición de este tipo de violencia:

Art. 7 (DEFINICIONES) Ley 243


a) Acoso Político.- Se entiende por acoso político al acto o conjunto de actos de
presión, persecución, hostigamiento o amenazas, cometidos por una persona o grupo
de personas, directamente o a través de terceros, en contra de mujeres candidatas,
electas, designadas o en ejercicio de la función político - pública o en contra de sus
familias, con el propósito de acortar, suspender, impedir o restringir las funciones
inherentes a su cargo, para inducirla u obligarla a que realice, en contra de su voluntad,
una acción o incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el
ejercicio de sus derechos.
b) Violencia Política.- Se entiende por violencia política a las acciones, conductas
y/o agresiones físicas, psicológicas, sexuales cometidas por una persona o grupo de
personas, directamente o a través de terceros, en contra de las mujeres candidatas,
electas, designadas o en ejercicio de la función político - publica; o en contra de su
familia, para acortar, suspender, impedir o restringir el ejercicio de su cargo o para

72
“a) Igualdad de oportunidades.- El Estado garantiza a todas las mujeres el ejercicio pleno de sus
derechos políticos a participar como electoras, y elegibles para ejercer funciones político - públicas, en
igualdad de condiciones y oportunidades”.
73
“b) No Violencia.- El Estado previene y sanciona cualquier forma de violencia hacia las mujeres”
74
“c) No Discriminación.- El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación, entendida como
distinción, exclusión, desvalorización, denegación y/o restricción que tenga por objeto o resultado anular
o menoscabar el reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos políticos de las mujeres en la vida
política-pública del país”.
75
d) Equidad.- El Estado garantiza el ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres, generando
las condiciones, oportunidades y medios que contribuyan a la participación equitativa y en igualdad de
condiciones entre hombres y mujeres, aplicando la paridad y alternancia en la representación política -
pública en todas las entidades territoriales autónomas”.
76
“e) Participación Política.- Se fortalece la forma democrática participativa, representativa y
comunitaria, a través de los propios mecanismos de la Sociedad civil organizada”.
77
“f) Control Social.- La sociedad civil organizada velará por el cumplimiento de los preceptos
constitucionales de paridad y alternancia, en todos los espacios del servicio público a través de las
facultades otorgadas reconocidas y garantizadas constitucionalmente, como son la fiscalización,
supervisión vigilancia y control”.
78
“g) Despatriarcalización.- El Estado implementará un conjunto de acciones, políticas y estrategias
necesarias para desestructurar el sistema patriarca basado en la subordinación, desvalorización y exclusión
sustentadas en las relaciones de poder, que excluyen y oprimen a las mujeres en lo social económico,
político y cultural”.
79
“h) Interculturalidad.- El Estado boliviano fomentará la convivencia armoniosa, pacífica y de respeto en
la diversidad cultural, institucional normativa y lingüística en el ejercicio de los derechos políticos y el
particular de las mujeres para garantizar la dignidad e igualdad entre toda las personas”.
80
“i) Acción Positiva.- Es obligación del Estado adoptar mecanismos para disminuir las brechas de
desigualdad entre mujeres y hombres, que buscan revertir las situaciones de inequidad, exclusión, acoso y
violencia política en contra de las mujeres en los diferentes espacios de participación política”.
inducirla u obligarla a que realice, en contra de su voluntad, una acción o incurra en
una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus derechos.

La Ley 243, en el art. 20 incorpora nuevos tipos penales: acoso político contra mujeres
y violencia política contra las mujeres, de acuerdo a los siguientes términos:

"Artículo 148 Bis (ACOSO POLÍTICO CONTRA MUJERES).- Quien o quienes


realicen actos de presión, persecución, hostigamiento y/o amenazas en contra
de una mujer electa, designada o en el ejercido de la función político - pública
y/o de sus familiares, durante o después del proceso electoral, que impida el
ejercicio de su derecho político, será sancionado con pena privativa de libertad
de dos (2) a cinco (5) años."

"Artículo 148 Ter. (VIOLENCIA POLÍTICA CONTRA MUJERES).- Quien o quienes


realicen, actos y/o agresiones físicas y psicológicas contra mujeres candidatos,
electas, designadas o en ejercicio de la función político - pública y/o en contra
de sus familiares, para acortar, suspender e impedir el ejercicio de su mandato
o su función, será sancionado con pena privativa de libertad de tres (3) a ocho
(8) años.
En casos de actos o agresiones sexuales contra las mujeres candidatos, electas,
designadas o en ejercicio de la función político – publica, se sancionará
conforme dispone este Código Penal."

De acuerdo al art. 22 de la Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres,
los delitos de acoso y violencia política contra las mujeres se agravarán con un tercio de
la pena en los casos descritos en el art. 17, parágrafo II de la misma Ley, es decir, en los
siguientes casos:

1. Los actos que se cometan en contra de una mujer embarazada.


2. El acto que se cometa en contra de una mujer mayor de sesenta años.
3. Los actos que se cometan en contra de mujeres sin inistrucción
escolarizada básica o limitada.
4. Cuando el autor, autora o autores, materiales o intelecutales,
pertenezcan y estén en funciones de dirección de partidos políticos,
agrupaciones ciudadanos, dirigencias orgánicas o de cualquier otra
forma de organización político y/o sea autoridad o servidor público.
5. El acto que se cometa en contra de una mujer con discapacidad.
6. Si como resultado de los hechos, se hubiere producido el aborto.
7. Cuando el autor, autora o autorres sean reincidentes en la comisión de
actos de acoso y/o violencia política contra las mujeres
8. Involucren a los hijas o hijas de la víctima como medio de presión
para vulnerar los derechos de las autoridades electas.
9. Cuando los actos de acoso y/o violencia contra de las mujeres, sean
cometidos por dos o más personas.
CAPÍTULO III
EL DEBER DE INVESTIGACIÓN
DESDE LA DEBIDA DILIGENCIA
1 Consideraciones previas

La Corte IDH, a la luz de la debida diligencia, ha brindado criterios esenciales de


investigación de hechos vinculados con violencia de género, que son aplicables a todos
los tipos de violencia, incluida la política, y ha establecido la importancia de desarrollar
un marco normativo eficaz para la investigación de estos hechos, pero además, ha
resaltado la necesidad de asumir medidas administrativas y judiciales eficaces para una
real materialización de los derechos de las mujeres y de cualquier persona para su
ejercicio pleno y sin discriminación. De la misma forma, ha resaltado la importancia de
desarrollar procedimientos penales y administrativos en plazos razonables y de acuerdo
a garantías reforzadas para las víctimas.

Estos estándares interamericanos se resumen en los siguientes cuadros:

Estándar internacional de protección a derechos


De manera específica el art. 7.b de la Convención Belém do
Pará obliga de manera específica a los Estados Partes, desde
su entrada en vigor, a utilizar la debida diligencia para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer,
por lo que las autoridades a cargo de la investigación deben
llevarla con determinación y eficacia, teniendo en cuenta el
deber de la sociedad de rechazar la violencia contra las
mujeres y las obligaciones del Estado de erradicarla y de
brindar confianza a las víctimas en las instituciones estatales
para su protección (Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 241)
(Caso Gudiel Álvarez y otros (Diario Militar) Vs. Guatemala,
párr. 275) (Caso J vs. Péru párr. 350)

Estándar internacional de protección a derechos


En relación con los casos de violencia sexual contra las
mujeres, el Tribunal ha establecido que los Estados deben
adoptar medidas integrales para cumplir con la debida
diligencia. En particular, deben contar con un adecuado marco
jurídico de protección, con una aplicación efectiva del mismo
y con políticas de prevención y prácticas que permitan actuar
de una manera eficaz ante las denuncias . (Caso Fabela Nova
Brasilia vs. Brasil párr. 243)

Estándar internacional de protección a derechos


El Estado debe conducir eficazmente la investigación penal
para determinar las correspondientes responsabilidades
penales y aplicar efectivamente las sanciones y consecuencias
que la ley prevea. Esta obligación debe ser cumplida en un
plazo razonable (Rosendo Cantú y otra vs. México párr.
211)

Estándar internacional de protección a derechos


La ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia
contra las mujeres propicia un ambiente de impunidad que
facilita y promueve la repetición de los hechos de violencia
en general y envía un mensaje según el cual la violencia
contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que
favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno,
en sentimiento y la sensación de inseguridad de las mujeres,
así como una persistente desconfianza de éstas en el sistema
de administración de justicia. Dicha ineficacia constituye en
sí mismo una discriminación de la mujer en el acceso a la
justicia. Por ello, cuando existan indicios o sospechas
concretas de violencia de género, la falta de investigación por
parte de las autoridades de los posibles móviles
discriminatorios que tuvo un acto de violencia contra la mujer,
puede constituir en sí misma una forma de discriminación
basada en el género. (Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr.
280)

Los estándares citados, de acuerdo a la SC 0110/2010-R forman parte del bloque


de constitucionalidad boliviano, por lo cual, deben ser aplicados por toda autoridad
judicial, fiscal o cualquier operador de los sistemas de justicia vigentes en el Estado
Plurinacional de Bolivia.

2 Los principios rectores para una debida diligencia en casos de violencia en


razón a género

Tal como lo estableció la SCP 0112/2012, el orden normativo interno debe estar
impregnado de valores y principios supremos, en ese sentido, desde el deber de la debida
diligencia para casos de violencia en razón de género, la respuesta del Estado
Plurinacional de Bolivia, debe estar guiada por principios y valores esenciales del modelo
de Estado81, entre ellos el Vivir bien82, la igualdad sustantiva83, la inclusión84, el trato
digno85, la complementariedad86, la armonía87, la igualdad de oportunidades88, la equidad
social89, la equidad de género90, la cultura de paz91, la despatriarcalización92, la atención
diferenciada93, la especialidad, entre otros.

El deber reforzado de investigación que en casos de violencia en razón a género se


genera para el Estado a partir de la debida diligencia, conlleva la aplicación de principios
esenciales que asegurarán una protección reforzada del Estado para las víctimas, como el
de la oficiosidad reforzada, el cual, de acuerdo al artículo 13.1 de la Constitución
boliviana es interdependiente a los principios de verdad material, prevalencia de la
justicia material y protección reforzada.

81
Estos principios y valores fueron desarrollados por la SCP 0112/2012.
82
De acuerdo al art. 4 de la Ley 348, el Vivir Bien es la condición y desarrollo de una vida íntegra material,
espiritual y física, en armonía consigo misma, el entorno familiar, social y la naturaleza.
83
El Estado garantiza la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, el respeto y la tutela de los
derechos, en especial de las mujeres, en el marco de la diversidad como valor, eliminando toda forma de
distinción o discriminación por diferencias de sexo, culturales, económicas, físicas, sociales o de cualquier
otra índole, esta definición esta descrita en el art. 4.2 de la Ley 348.
84
La inclusión, de acuerdo al art. 4.3 de la Ley 348, implica tomar en cuenta la cultura y origen de las
mujeres, para adoptar, implementar y aplicar los mecanismos apropiados para resguardar sus derechos,
asegurarles el respeto y garantizar la provisión de medios eficaces y oportunos para su protección.
85
Las mujeres en situación de violencia reciben un trato prioritario, digno y preferencial, con respeto,
calidad y calidez, así lo establece el art. 4.4 de la Ley 348.
86
La complementariedad asegura la comunión entre mujeres y hombres de igual, similar o diferente
forma de vida e identidad cultural que conviven en concordia amistosa y pacíficamente, así lo establece
el art. 4.5 de la Ley 348.
87
La armonía de acuerdo al art. 4.6 de la Ley 348, plantea la coexistencia y convivencia pacífica entre
mujeres y hombres, y con la Madre Tierra.
88
De acuerdo al art. 4.7 de la Ley 348, Las mujeres, independientemente de sus circunstancias personales,
sociales o económicas, de su edad, estado civil, pertenencia a un pueblo indígena originario campesino,
orientación sexual, procedencia rural o urbana, creencia o religión, opinión política o cualquier otra;
tendrán acceso a la protección y acciones que esta Ley establece, en todo el territorio nacional.
89
Es el bienestar común de mujeres y hombres, con participación plena y efectiva en todos los ámbitos,
para lograr una justa distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, así lo establece el
art. 4.8 de la Ley 348.
90
De acuerdo al art. 4.9 de la Ley 348, tiene la finalidad de eliminar las brechas de desigualdad para el
ejercicio pleno de las libertades y los derechos de mujeres y hombres.
91
Las mujeres y hombres rechazan la violencia contra las mujeres y resuelven los conflictos mediante el
diálogo y el respeto entre las personas, así define la cultura de paz el art. 4.10 de la Ley 348.
92
De acuerdo al art. 4.12, la despatriarcalización consiste en la elaboración de políticas públicas desde la
identidad plurinacional, para la visibilización, denuncia y erradicación del patriarcado, a través de la
transformación de las estructuras, relaciones, tradiciones, costumbres y comportamientos desiguales de
poder, dominio, exclusión opresión y explotación de las mujeres por los hombres.
93
En todos los niveles de la administración pública y en especial aquellas de atención, protección y sanción
en casos de violencia hacia las mujeres, las y los servidores públicos deberán contar con los conocimientos
necesarios para garantizar a las mujeres un trato respetuoso, digno y eficaz. Este principio esta
establecido en el art. 4.14 de la Ley 348.
En el marco del principio de oficiosidad reforzada, el
Estado Plurinacional de Bolivia, con la debida
diligencia, debe iniciar de oficio la investigación, en
el marco del máximo informalismo, de acuerdo a los
principios de atención prioritaria a la víctima, interés
superior de la víctima, prohibición de
revictimización, inversión de la carga de la prueba al
Ministerio Público, verdad material, prevalencia de
la justicia material

Como se señaló, este principio es interdependiente al de verdad material, el cual fue


desarrollado por el Tribunal Constitucional Plurinacional en la SCP 0017/2019-S2, en la
cual desde este principio de oficiocidad, las autoridades fiscales y las autoridades
judiciales deben aplicar el enfoque integral del problema jurídico a ser analizado,
enfoque que tiene fundamento en el principio constitucional de verdad material, así lo
evidencia la siguiente ficha jurisprudencial:

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2018-S2 de 13


de marzo)
Contextualización del caso.- El accionante activa la acción
de libertad, alegando que en el proceso penal que se le sigue
por violencia familiar, se dispuso su detención preventiva y
luego de más de seis meses, el Ministerio Público emitió el
requerimiento conclusivo de sobreseimiento, en virtud del
cual solicitó la cesación de la detención preventiva, sin
embargo, la audiencia de cesación a la detención preventiva
fue indebidamente suspendida en más de tres oportunidades.
El TCP, revoca la decisión del juez de garantías y deniega la
tutela, ya que establece la interdependencia de la solicitud de
cesación a la detención preventiva con el sobreseimiento, en
es este marco, desde el principio iura novit curia, estableció
que el sobreseimiento fundado en una supuesta dejadez de la
víctima en la etapa de investigación, incumple las normas
internacionales de protección de los derechos de las mujeres
víctimas de violencia y los mandatos de la Ley 348,
especialmente en cuanto a la obligación de debida diligencia,
por lo que en el marco de una flexibilización de la
legitimación pasiva, dispuso la nulidad de la resolución de
sobreseimiento aunque las autoridades fiscales no hayan
sido demandadas y a pesar de que la decisión este pendiente
de definición por el Fiscal Departamental, ya que en
denuncias de violencia en razón a género no es aplicable el
principio de subsidiariedad por los riesgos que puede correr
la víctima.
Interpretación del TCP.- El TCP ha señalado que en un
proceso penal por violencia en razón a género, si bien debe
protegerse los derechos del acusado, es fundamental también
precautelar los derechos de la víctima; por ello, no puede
dejar de abordarse el problema jurídico material que dio
origen al proceso penal, equilibrando los derechos del
imputado y de la víctima, considerando que ésta tiene una
protección reforzada y que el enfoque integral del problema
jurídico debe ser abordado desde el principio de verdad
material, es decir, en el marco de la verdad que corresponde
a la realidad, superando cualquier limitación formal que
restrinja, parcialice o distorcione la percepción de los hechos
a la autoridad jurisdiccional, o de definir sus derechos y
obligaciones, dando lugar a una decisión injusta e
irrazonable que no responda a los principios y valores de la
Constitución. Además el TCP estableció que el principio de
verdad material no solo es predicable respecto a las o los
jueces, sino también debe ser aplicado por todos los
operadores de justicia, que de manera inexcusable deben
aplicarlo en casos de violencia contra las mujeres, en los
cuales, deben considerar la verdad de los hechos
comprobados por ellos, más allá de la formalidad pura y
simple. (FJ III.1 y III.1.4)

Además, en casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes, los operadores de


justicia y en especial las y los fiscales especializados, deberán considerar principios
específicos que son de aplicación obligatoria en la persecución penal, entre ellos los
contenidos en el Código Niña, Niño y Adolescentes CNNA, como ser el de especialidad,
desformalización, presunción de verdad, reserva, concentración, proporcionalidad,
trasparencia, y pronunciamiento94.

94
El art. 193 del CNNA, regula los siguientes principios: a) Especialidad. La justicia en materia de Niña,
Niño y Adolescente, se desarrolla con la intervención de personal interdisciplinario especializado;b.
Desformalización. Se debe flexibilizar el procedimiento, evitando toda ritualidad o formalidad en el
acceso a la justicia; c. Presunción de Verdad. Para asegurar el descubrimiento de la verdad, todas las
autoridades del sistema judicial deberán considerar el testimonio de una niña, niño o adolescente como
cierto, en tanto no se desvirtúe objetivamente el mismo; d.Reserva. En todo proceso se guardará la
reserva necesaria para garantizar la dignidad e integridad de la niña, niño o adolescente; e.
Concentración. Determina el desarrollo de la actividad procesal en el menor número de actos para evitar
su dispersión; f. Proporcionalidad. La aplicación de cualquier medida judicial a una niña, niño o
adolescente debe estar relacionada con su edad y etapa de desarrollo, valorando toda circunstancia que
pueda vulnerar sus derechos; g. Transparencia. Los actos procesales se caracterizan por otorgar a las
partes información útil y fiable, facilitando la publicidad de los mismos con el objeto de que la jurisdicción
cumpla con la finalidad de proteger derechos e intereses que merezcan tutela jurídica; y, h.
Pronunciamiento. La autoridad jurisdiccional tiene la obligación de pronunciarse sobre las peticiones
presentadas por las partes, en cada etapa de los procesos.
Debe considerarse los principios del interés
superior de las niñas, niños y adolescentes, el del
ejercicio progresivo de derechos, el de prioridad
absoluta, no discriminación, en el marco de su
evolución en el derecho internacional de los
derechos humanos95.

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su jurisprudencia, para una


investigación reforzada de violencia hacia niñas, niños y adolescentes, en la SCP
0130/2018-S2, ha desarrollado el principio de atención prioritaria e inmediata para este
sector en condiciones de vulnerabilidad, en los siguientes términos:

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0130/2018-S2 de 16 de abril)


Contextualización del caso.- En una acción de libertad, el accionante,
persona adulta mayor, denunció la vulneración a sus derechos a la
libertad, a la vida, al debido proceso, a la presunción de inocencia, a la
defensa en el proceso penal que se le sigue por la presunta violencia
sexual contra su nieta. Entre estas irregularidades denució que efectivos
policiales y servidoras públicas de la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia de El Alto del departamento de La Paz, ingresaron a su
domicilio de manera intempestiva y violenta señalando que rescatarían
a su nieta supuestamente porque habría sido agredida sexualmente por
él, luego lo aprehendieron y lo llevaron a celdas de la FELCV, donde la
Fiscal de Materia asignada al caso, mantuvo su aprehensión sin cumplir
lo regulado en el Código de Procedimiento Penal. Además denunció que
luego de incumplirse los plazos para llevar a cabo su audiencia esta se
instaló sin presencia de sus abogado de confianza quien se apersonó para
presentar sus descargos, pero su participación fue denegada por haberse
ya dispuesto su detención preventiva. Además denuncia que es una
persona de la tercera edad y que no se fundamentó la decisión de
detención preventiva. El Tribunal Constitucional Plurinacional denegó
la tutela solicitada al advertir que la autoridad policial demandada actuó
con la finalidad de proteger derechos de la menor de edad, víctima de
violencia sexual y que la autoridad judicial demandada no vulneró sus
derechos puesto que si bien se suspendió la audiencia por más de una
hora debido a la recarga procesal, empero se le aseguró el derecho a la
defensa técnica.
Interpretación del TCP.- El TCP estableció a la luz del corpus iure
internacional de protección de derechos de las niñas, niños y
adolescentes que forman parte del bloque de constitucionalidad, que
tiene una aplicación directa y preferente en el orden interno, que una vez
recibida la denuncia o información fehaciente de un caso de violencia
sexual contra niñas, niños y adolescentes, se debe dar prioridad absoluta
a su atención; por lo que, los operadores de justicia, Policía Boliviana,
Ministerio Público y Defensorías de la Niñez y Adolescencia, tienen la

95
Estos principios se encuentran contenidos en la Opinión Consultiva OC 19/02.
obligación de actuar de manera inmediata y agilizar los actos
investigativos necesarios en cada uno de los casos, brindando las
acciones de protección y auxilio a las víctimas niñas, niños y
adolescentes. (FJ III.4)

En base a todo lo señalado, se puede concluir en lo siguiente:

El Ministerio Público y todos los operadores de justicia


en el marco de la debida diligencia, en el ejercicio de la
persecución penal, deben realizar todos los actos de
investigación de manera tal que sean armónicos con los
principios y valores esenciales del modelo de estado y
de aquellos específicos para la violencia en razón a
género.

3 Las garantías de la víctima desde el deber de la debida diligencia

El deber de debida diligencia en casos de violencia en razón de género, desde la


perspectiva de género que ya fue desarrollada, implica para todos los operadores del
sistema, centrar los esfuerzos y enmarcar los actos procesales en la protección reforzada
de la víctima en el marco de un enfoque diferencial e interseccional, que tal como ya se
dijo, intenta identificar las múltiples situaciones de asimetría en aras a generar una
igualdad material y un acceso a la justicia sin discriminación.

De acuerdo a lo establecido, la debida diligencia en la investigación penal, en


coherencia con los principios y valores supremos del Estado Plurinacional de Bolivia y
de acuerdo a los estándares internacionales en cuanto a violencia en razón de género, es
interdependiente a la garantía de la víctima de acceso a la justicia, garantía que tiene un
carácter plural desde un enfoque intercultural, tal cual lo estableció la SCP 0037/2013, en
este marco, la víctima, en todo momento de la persecución penal, deberá tener un acceso
a la justicia y a los servicios de atención integral, gratuito, oportuno y eficaz, acorde a los
principios que rigen la investigación penal para hechos referentes a violencia en razón de
género96

3.1 La garantía de inicio de oficio y de manera eficaz de las investigaciones

96
Ver art. 45 de la Ley 348.
Desde la debida diligencia, una de las garantías de la víctima es el inicio de oficio y
de manera eficaz de las investigaciones, garantía desarrollada por la Corte IDH en los
siguientes términos:
Estándar internacional de protección a derechos
El Estado tiene el deber de iniciar de oficio y de
inmediato una investigación imparcial, independiente y
minuciosa que permite determinar la naturaleza y el
origen de las lesiones advertidas, identificar a los
responsables e iniciar su procesamiento, aun cuando los
actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes
no hayan sido denunciados ante las autoridades
competentes por la propia víctima (Caso Espinoza
Gonzáles Vs. Perú, párr. 266).

El Tribunal Constitucional Plurinacional también desarrolló esta garantía en la SCP


0017/2018-S2, en los siguientes términos:

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2018-S2 de 13 de marzo)


El TCP en el marco de una interpretación conforme al bloque de
constitucionalidad y concretamente a la luz de la Convención Belém do
Pará y el art. 15 de la Constitución, y de acuerdo a los estándares del
Comité para la Eliminación de las Discriminación Contra la Mujer
CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a Derechos,
desarrolló la debida diligencia, en virtud de la cual el Estado
Plurinacional de Bolivia debe prevenir, investigar, castigar y ofrecer
reparación integral de daños en delitos de violencia contra la mujer y
también debe incluir y adaptar su normativa y asumir medidas
legislativas, administrativas y judiciales para el goce pleno y eficaz de
los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, considerando
que la violencia no está en la esfera privada, sino su prevención,
investigación, sanción y reparación son obligaciones internacionales del
Estado que deben ser cumplidas de buena fe. Asimismo, en el marco de
los estándares internacionales e internos de protección a las mujeres
víctimas de violencia, el Estado tiene la obligación de acutar con la
debida dilegencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia
contra la mujer; debida diligencia que, en la labor de investigación, se
traduce en la investigación de oficio de los hechos de violencia hacia las
mujeres, la celeridad en su actuación, la protección inmediata a la
misma, la prohibición de revictimización y que la carga de la prueba
corresponde al Ministerio Público y no a la víctima. (FJ III.1.3)

En el marco señalado, las autoridades judiciales, fiscales y policiales, en respeto a esta


garantía deberán considerar lo siguiente:
La persona sometida a violencia en razón de
género, no tiene la responsabilidad de demostrar
judicialmente aquellas acciones, actos,
situaciones o hechos relacionados con su
situación de violencia; será el Ministerio Público
quien, como responsable de la investigación de
los delitos, reúna las pruebas necesarias, dentro el
plazo máximo de ocho (8) días bajo
responsabilidad, procurando no someter a la
mujer agredida a pruebas médicas,
interrogatorios, reconstrucciones o peritajes,
careos que constituyan revictimización97.

También, es importante destacar que la debida diligencia en interdependencia con el


acceso a la justicia, garantizan a las mujeres una participación plena en todo el desarrollo
de la investigación y de la persecución penal, con carácter reforzado, en el caso de niñas,
niños y adolescentes, tal como lo establece el art. 195 del CNNA, deberá considerarse su
edad y el grado de desarrollo mental y afectivo de acuerdo a sus circunstancias.
Es importante señalar que la garantía de acceso a la
justicia asegura a las víctimas la emisión de
sentencias judiciales o decisiones fiscales sin sesgo
de género y exentas de todo estereotipo o prejuicio
que desde los estándares internacionales implicaría
un trato discriminatorio indebido.

3.2 La garantía de prohibición de revictimización

La debida diligencia en cuanto a la obligación de investigación reforzada de casos de


violencia en razón de género, es interdependiente a una garantía esencial: La prohibición
de revictimización el marco de un trato digno a las víctimas de violencia en razón de
género98.

El Estado, a través de todos los operadores del sistema, deben asegurar que las
personas víctimas de violencia en razón a género y con mayor razón las niñas, niños y
adolescentes víctimas de violencia, no sufran mayores daños al recordar y revivir la
situación de violencia a la cual fueron sometidas, en este marco, debe evitarse las

97
Art. 94 de la Ley 348.
98
Este principio esta contenido en el art. 45 nums. 7 y 8 de la Ley 348.
declaraciones múltiples de la víctima, deben reducirse plazos, debe solicitarse anticipo de
pruebas, debe evitarse cualquier tipo de contacto con la persona o personas denunciadas,
no debe contradecirse a la versión de la víctima en el momento de la denuncia, ni
cuestionar su palabra, menos aún asumir conductas o criterios estereotipados por su
apariencia o su expresión de género, debe resguardarse el derecho a la reserva y debe
brindárseles una atención eficaz y efectiva para su debida protección.

El Ministerio Público, a través de los fiscales


espcializados y la Unidad de Protección a Víctimas y
Testigos del Ministerio Púbico, deberán tomar todas
las medidas necesarias para evitar el encuentro directo
de la víctima con la persona denunciada, para este
efecto, las declaraciones deberán ser realizadas a
través de las cámaras Gesell99. Además, deberán
asegurarse que en los actos de notificación u otras
diligencias no se ponga en contacto a la víctima con la
persona o personas denunciadas.

La Corte IDH, también desde la garantía de prohibición de revictimización, ha


sistematizado los criterios de la investigación en violencia en razón de género y en
especial en violencia sexual, que pueden remumirse en los siguientes:

Estándar internacional de protección a derechos


En una investigación penal por violencia sexual es necesario
que i) la declaración de la víctima se realice en un ambiente
cómodo y seguro, que le brinde privacidad y confianza; ii)
la declaración de la víctima se registre de forma tal que se
evite o limite la necesidad de su repetición; iii) se brinde
atención médica, sanitaria y psicológica a la víctima, tanto
de emergencia como de forma continuada si así se requiere,
mediante un protocolo de atención cuyo objetivo sea reducir
las consecuencias de la violación; iv) se realice
inmediatamente un examen médico y psicológico completo
y detallado por personal idóneo y capacitado, en lo posible
del género que la víctima indique, ofreciéndole que sea
acompañada por alguien de su confianza si así lo desea; v)
se documenten y coordinen los actos investigativos y se
maneje diligentemente la prueba, tomando muestras
suficientes, realizando estudios para determinar la posible
autoría del hecho, asegurando otras pruebas como la ropa de
la víctima, investigando de forma inmediata el lugar de los
hechos y garantizando la correcta cadena de custodia; vi) se

99
Se encuentra en vigencia la Guía de Uso de la Cámara Gesell de la Fiscalía General del Estado.
brinde acceso a asistencia jurídica gratuita a la víctima
durante todas las etapas del proceso, y vii) se brinde atención
médica, sanitaria y psicológica a la víctima, tanto de
emergencia como de forma continuada si así se requiere,
mediante un protocolo de atención cuyo objetivo sea reducir
las consecuencias de la violación (Caso Mujeres víctimas
de tortura sexual en Ateneco Vs. México párr.. 272).

4 La denuncia. Criterios de actuación y marco institucional establecido

La denuncia de violencia en razón de género, debe cumplir con los estándares


internacionales y los mandatos internos en coherencia con la debida diligencia. Desde
esta concepción, la Ley 348 establece que todo hecho de violencia contra las mujeres
podrá ser denunciado por la víctima o cualquier otra persona que conozca de un delito,
sin ninguna exigencia formal, de manera escrita o verbal ante la Policía Boliviana o el
Ministerio Público100.

En el ámbito de los delitos de acoso político contra mujeres (art. 148 Bis del CP) y
violencia política contra las mujeres (art. 148 Ter del CP), el art. 21 de la Ley contra el
Acoso y violencia Política hacia las Mujeres señala que dichos delitos serán deunciados
ante el Ministerio Público y sometidos a la jurisdicción ordinaria de acuerdo a la
normativa procesal penal vigente.

Esta norma debe ser intepretada de manera sistémica con la Ley 348, que es la norma
especial para la violencia en razón de género, que disciplina las atribuciones de las
instancias de de denuncia y de las promotoras de denuncia, encargadas de presentar la
denuncia ante el Ministerio Público, entre ellas los Servicios Legales Municipales
Integrales SLIMs, las Defensorías de la Niñez y Adolescencia, los Servicios Integrados
de Justicia plurinacional SIJPLU, el Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima
SEPDAVI, entre otros; muchas de las instancias anotadas, conforme se explicará en los
siguientes puntos, también intervienen en casos de acoso y violencia política. De la misma
forma, en un Estado Plurinacional, debe analizarse de manera específica el rol de las
autoridades de las Naciones y Pueblos Indígena originario campesinos, con énfasis en los
delitos de acoso y violencia política.

100
Art. 42.I de la Ley 348.
Por otra parte, debe señalarse que de acuerdo al art. 14 de la Ley 243, la denuncia por
acoso y violencia política “podrá ser presentada por la víctima, sus familiares o cualquier
persona natural o jurídica, en forma verbal o escrita ante las autoridades competentes”

4.1 La denuncia ante la Policía Boliviana

De acuerdo al art. 251 de la Constitución, la Policía Boliviana es la fuerza pública,


con la misión específica de la defensa de la sociedad, la conservación del orden público
y el cumplimiento de las Leyes en todo el territorio boliviano101.

En las investigaciones penales la Policía Nacional es la instancia especializada para


la investigación y actúa bajo la dirección funcional del Ministerio Público.

Art. 4 de la Ley 1173 que modificó los arts. 69 y 75 del CPP


La Policía Boliviana a través de sus instancias competentes, tiene
la función de realizar la investigación de los delitos bajo la
dirección funcional del Ministerio Público, conforme establece la
Constitución Política del Estado, las Leyes y con los alcances
establecidos en el CPP.

Asimismo, de acuerdo al art. 57 de la Ley 348, la Policía Nacional debe coordinar y


ejecutar procedimientos operativos legales en vigencia y la investigación de delitos contra
la vida, contra la integridad corporal y la salud, contra la libertad sexual, de violencia
económica y patrimonial, violencia política, y otros que constituyan violencia en razón a
género.

La Policía Nacional, también tiene la atribución de


recibir las diligencias realizadas en intervención
policial preventiva, denuncias y querellas, a través de
la plataforma de atención y recepción de denuncias,
actos que tendrán calidad de prueba.

101
Mediante Ley No. 734 de 8 de abril de 1985 se promulgó la Ley Orgánica de la Policia Nacional, hoy
Policía Boliviana.
En el marco del principio de especialidad y en virtud a las obligaciones contraídas por
el Estado Plurinacional de Bolivia en el caso MZ vs. Bolivia102, la Ley 348 creó la Fuerza
Especial de Lucha contra la Violencia FELCV. En efecto, el art. 53.I establece la creación
de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, como organismo especializado de la
Policía Boliviana encargado de la prevención, auxilio e investigación, identificación y
aprehensión de los presuntos responsables de hechos de violencia hacia las mujeres y 1a
familia, bajo la dirección funcional del Ministerio Público, en coordinación con entidades
públicas y privadas. Su estructura, organización y procedimientos serán establecidos de
acuerdo a reglamento y contarán con cuatro niveles de actuación103.

Para este efecto se


La FELCV tiene un nivel de atención implementó la Plataforma
y recepción de denuncias de atención y recepción
de denuncias

La FELCV en su nivel de atención y recepción de denuncias, de acuerdo al artículo


54 de la Ley 348, tiene las siguientes funciones:

1) Recibir denuncias de mujeres en situación de


violencia o de terceros que conozcan el hecho.
2) Practicar las diligencias orientadas a la
individualización de los autores y partícipes, asegurar
su comparecencia, aprehenderlos de inmediato en
caso de delito flagrante y ponerlos a disposición del
ministeriio Público en el plazo de 8 horas
3) En caso de flagrancia, socorrer a las personas
agredidas y a sus hijas e hijos u otros dependientes,
aun cuando se encuentren dentro de un domicilio, sin
necesidad de mandamiento ni limitación de hora y
día, con la única finalidad de prestarles protección y
evitar mayores agresiones.
4) Levantar acta sobre los hechos ocurridos, para lo cual
deberán recoger información de familiares, vecinos u
otras personas presentes.
5) Reunir y asegurar todo elemento de prueba
6) Decomisar las armas y los objetos utilizados para
amenazar y agredir, poniéndolos a disposición del
Ministerio Público.

102
EXPLICAR EL CASO.
103
EXPICAR LOS CUATRO NIVELES VER ARTÍCULOS ANTERIORES AL ART. 54 DE LA LEY 348
7) Orientar a las víctimas sobre los recursos que la Ley
los confiere y los servicios de atención y protección
existentes a su disposición.
8) Conducir a la persona agredida a los servicios de
salud, promoviendo su atención inmediata
9) Levantar inventario e informar al Juez o Ministerio
Público
10) Si la mujer en situación de violencia lo solicita,
acompañarla y asistirla mientras retira sus
pertenencias personales de su domicilio u otro lugar,
evitando la retención de cualquier efecto o
documentos personales y llevarla donde ella indique
o a una casa de acogida o refugio temporal.
11) Hacer seguimiento a la mujer por setenta y dos (72)
horas, con el fin de garantizar la eficacia de la
protección brindada a la mujer en situación de
violencia y las otras personas que estuvieran en
riesgo.

El art. 58 de la Ley 348 establece las principales medidas de actuación de esta


instancia, entre ellas las siguientes:

1. Asistir, orientar y evaluar la atención y protección que


deberá prestarse a las mujeres en situación de violencia, a
través de un equipo multidisciplinario.

2. Respetar y proteger la dignidad, la intimidad y los derechos


de las mujeres en situación de violencia.

3. Evitar el contacto, careo o cualquier tipo de proximidad de


la mujer con su agresor.

4. Realizar acciones de coordinación con todas las instancias


del sistema integral de atención a mujeres en situación de
violencia.

5. Evitar toda acción que implique revictimización, bajo


responsabilidad.

6. Organizar y diseñar campañas de prevención y orientación


a la ciudadanía, a través de las organizaciones de la sociedad
civil con el fin de disminuir los índices de violencia contra las
mujeres.
Como puede advertirse, estas atribuciones se enmarcan a los estándares de la debida
diligencia que consagran las garantias de la víctima y que ya fueron descritos
precedentemente.

De acuerdo al art. 57 de la Ley 348, la FELCV tiene las siguientes funciones


específicas:

Recibir las diligencias realizadas en


Coordinar y ejecutar procedimientos intervención policial preventiva, denuncias y
operativos legales en vigencia y la querellas, a través de la plataforma de
investigación de delitos en razón a género atención y recepción de denuncias, actos
que tendrán calidad de prueba

Es importante destacar también que el art. 58.II de la Ley 348 establece que ninguna
funcionaria o funcionario policial negará el auxilio y apoyo a mujeres en situación de
violencia alegando falta de competencia, aunque no forme parte de la Fuerza Especial de
Lucha Contra la Violencia.

La citada disposición establece que la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia,


en las Estaciones Policiales Integrales o lugares donde la Policía Boliviana preste
servicios, tendrá personal especializado para atender denuncias de violencia, diligencias
investigativas y otros bajo la dirección del Ministerio Público. El art. 56.II de la Ley 348
establece además que todas las diligencias realizadas por estos servicios serán remitidas
al nivel de investigación y tendrán valor de prueba.

El art. 55 de la Ley 348, crea las Unidades Móviles contra la Volencia, en este marco,
señala que la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, en su atención móvil, contará
con equipo y personal especializado para la recepción de denuncias y el auxilio inmediato,
en coordinación con las y los Fiscales de Materia, en el lugar donde se suscite el hecho,
priorizando su acción en el área rural.

La FELCV cumple con los criterios de especialidad para la atención de casos de


violencia en razón de género, en este marco, y en coherencia con dicho principio, el art.
53.II de la Ley 348 garantiza la permanencia de las y los investigadores especiales,
conforme al art. 80 de la Ley del Ministerio Público. Además, el art. 56.I garantiza la
prestación de servicios desconcentrados en el marco del principio de especialidad. El
parágrafo II de la indicada disposición establece que todas las diligencias realizadas por
estos servicios serán remitidas al nivel de investigación y tendrán valor de prueba.

También de acuerdo al art. 55 de la Ley 348, deberá contar con Unidades Móviles
contra la Violencia, las cuales deben estar conformadas por un equipo especilizado para
recepción de denuncias y el auxilio inmedianto de víctimas, en coordinación con las y los
Fiscales de Materia, quienes deberán trasladarse a los lugares donde se susciten hechos
de violencia de género, debiendo además priorizar su acción en el área rural.

La Policía Boliviana puede tener conocimiento del caso


a través de las siguientes formas: Presentación directa,
derivación por instituciones públicas o privadas,
denuncias de particulares, e intervención policial
preventiva o acción directa del funcionario o
funcionaria policial que hubiera conocido el hecho.

En el ámbito de la violencia política, cabe señalar que el art. 21 de la Ley 243


establece que los delitos de acoso y violencia política serán denunciados ante el
Ministerio Público y sometidos a la jurisdicción ordinaria de acuerdo a la normativa
procesal vigente; sin embargo, esta norma, debe ser comprendida –como se tiene dicho-
en armonía con la Ley 348 y, en ese sentido, aunque sólo haga referencia al Ministerio
Público, es evidente que las denuncias también pueden ser presentadas ante la Policía
boliviana, sin que ésta institución pueda rechazarla argumentando no tener competencia;
pues, conforme a los estándares antes anotados, tiene la obligación de recibir las
denuncias de mujeres en situación de violencia o de terceros que conozcan el hecho y
actuar de manera inmediata brindando protección a la víctima.

4.1.1 Presentación directa de la denuncia o conocimiento por derivación de


instituciones públicas, privadas o particulares.

Las denuncias presentadas directamente ante la Policía Nacional por la víctima o sus
familiares, así como las denuncias conocidas por esta instancia por derivación de
instituciones públicas, privadas o particulares, deberán ser registradas en el sistema de
registro de denuncias, pare este fin, la autoridad policial que recepcione la denuncia,
deberá registrar su constancia en el Formulario Único de Denuncia, el cual se adjunta
en anexos. Si no se tuviera acceso al sistema informático, la autoridad policial que
recepcione la denuncia, deberá llenar el formulario de forma digital o física.

La autoridad policial deberá asegurarse de


consignar datos mínimos, entre ellos la fecha del
hecho denunciado, el lugar, los posibles autores,
la descripción lo más clara posible sobre los
hechos denunciados y todos los aspectos que
considere relevantes y vinculados al hecho
denunciado, para este efecto, deberá entrevistar
a la víctima de acuerdo al principio de dignidad,
prohibición de discriminación y no podrá
contradecir, juzgar o cuestionar a la persona
denunciante.

De acuerdo a la garantía de prohibición de revictimización en el marco de un trato


digno para la víctima de violencia en razón a género, deberá considerarse lo siguiente:

Debe brindarse a la víctima la información clara sobre sus


derechos, además, deberá informarsele sobre las medidas de
protección y la atención médica, psicológica y legal gratuita que
le debe brindar el Estado. Si la lengua materna de la víctima no
es el español, deberá proporcionársele un intérprete. Asimismo,
se le informará sobre su derecho a estar acompañada de una
persona de su confianza.

Debe aplicarse el principio de máximo informalismo consagrado


en el art. 4.11 de la Ley 348.

La denuncia puede ser verbal o escrita

Para abrir la denuncia, no se puede exigir a la víctima la


presentación de certificados médicos, informes psicológicos o
cualquier otra formalidad (Arts. 86.9 y 92 de la Ley 348; Art.
285 de la Ley 1173; y, Art. 193.b de la Ley 548).

El registro de datos tiene carácter reservado (Art. 89 Ley 348)


La denuncia no podrá dejar de ser recepcionada porque el
domicilio de la vícitma o el hecho se hubiera producido en un
distrito o zonal distinto al lugar de presentación de la misma.

No se podrá sugerir a la víctima la no presentación de su


denuncia o el desistimiento de la misma, bajo responsabilidad104.

No se cuestionará a la víctima sobre su vida personal, ni


realizarán comentarios basados en estereotipos o prejuicios en
razón de género, sexo o roles sexuales.

De acuerdo al art. 59.I de la Ley 348, la investigación se seguirá de oficio,


independientemente del impulso de la denunciante. Toda denuncia deberá ser
obligatoriamente remitida al Ministerio Público y reportada al Sistema Integral
Plurinacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia en razón
de Género – SIPPASE, indicando el curso que ha seguido.

El parágrafo II del art. 59 de la Ley 348 establece que en caso de existir peligro
inminente para la integridad física de las personas protegidas por la Ley, el cumplimiento
de las formalidades no se convertirá en impedimento para la intervención oportuna de la
policía. Además, de acuerdo a la Ley 1173, la FELCV en caso de urgencia podrá disponer
las siguientes medidas de protección, que también pueden ser aplicables, en lo pertinente,
en los casos de violencia política:

Las medidas urgentes de protección para mujeres son:

ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor


del domicilio conyugal o donde habite la mujer en
situación de violencia, independientemente de la
acreditación de propiedad o posesión del inmueble, y
ordenar que el agresor se someta a una terapia
psicológica en un servicio de rehabilitación. También
podrá ordenarse la restitución de la víctima al domicilio
del cual hubiera sido expulsada por la violencia o que
por esta razón hubiera tenido que abandonar.

ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al


domicilio, lugar de trabajo o de estudios, domicilio de
las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier

104
El delito de incumplimeinto de deberes se encuentra tipificado en los arts. 154 y 154 bis de la Ley 348.
otro espaciio que frecuente la mujer que se encuentra en
situación de violencia.

ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar


por cualquier medio o a través de terceras personas, a la
mujer que se encuentra en situación de violencia, así
como a cualquier integrante de su familia.

ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción


a los testigos de los hechos de violencia.

ü Realizar el inventario de los bienes muebles e


inmuebles de propiedad común o de posesión legítima.

ü Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos


personales de la mujer y de sus hijas e hijos
dependientes.

ü La retención de documentos de propiedad de bienes


muebles o inmuebles, mientras se decide la reparación
de daños.

ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto del


agresor con la mujer, sin que se vean afectados los
derechos laborales de la mujer.

ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido


frecuente de la víctima.

En caso de establecerse una medida de protección urgente, ésta deberá ser


comunicada al Ministerio Público, para que en un plazo que no exceda las 24 horas desde
que se asumió la medida, esta sea sometida a control jurisdiccional, para que la jueza o
juez de instrucción en el marco del control de legalidad que ejerce, ratifique, modifique
o surpima la medida asumida.

Cuando la denuncia sea presentada ante la Policía Nacional, deberá elaborarse un


Informe de inicio de denuncia, en este marco, deberá cumplirse con los siguientes
lineamientos:

Lineamiento 1.- Debe realizarse la comunicación policial a la o el fiscal


especializado sobre la recepción de una denuncia a través de un Informe
de Inicio de Denuncia.
Lineamiento 2.- La finalidad del informe de inicio de denuncia es que
el Ministerio Público, conozca sobre hechos tipificados como delitos de
violencia en razón a género, para que la o fiscal especializado, en su
calidad de director del proceso, dicte las medidas conducentes para el
inicio de investigaciones.

Lineamiento 3.- El informe de inicio de denuncia debe contener los


requisitos establecidos en el art. 298 del Código de Procedimiento Penal.
Debe cumplirse con el formanto de informe contenido en la Guía
Práctica para la realización de Entrevistas y Elaboración de Informes
Policiales en casos de Violencia contr las Mujeres105 (Este formulario se
encuentra en el Anexos).

El art. 298 de CPP establece los siguientes


requisitos mínimos que debe contener el informe de
inicio de denuncia:
ü Lugar, fecha y hora del hecho, y de la
aprehensión.
ü La identificación del denunciante y su
domicilio.
ü El nombre y domicilio de la víctima106;
ü La identificación o descripción del imputado,
su domicilio y el nombre del defensor si ya lo
ha nombrado o propuesto.
ü El objeto de la investigación o la denuncia, los
nombres de los testigos y cualquier otro dato
que pueda facilitar la investigación posterior.
ü El número de orden en el libro de registro
policial; y,
ü La identificación del funcionario policial a
cargo de la investigación y la dependencia a la
que pertenece.

Lineamiento 4.- Recibido el informe, la o el fiscal especializado debe


impartír instrucciones investigativas e informará al juez de la instrucción
sobre el inicio de la investigación, dentro de las veinticuatro horas
siguientes.

105
Este documento se encuentra disponible en:
https://www.comunidad.org.bo/assets/archivos/publicacion/39ae558376204bc83b3578dee8b02e9c.pd
f
106
La obligación de establecer el domicilio de la víctima ha sido señalada en la SCP 502/2018-S2 de 14 de3
septiembre, que señala: “Conforme a ello, es el Ministerio Público el que debe identificar el domicilio de la
víctima, no pudiendo recaer dicha obligación en las o los imputados; pues ello, implicaría invertir los roles
que hacen al proceso penal y exigir a la o el imputado -que esencialmente ejerce el derecho a la defensa-
efectuar labores de investigación e inculparse, alegando la existencia de otra u otras víctimas, lo que
efectivamente vulnera el derecho del imputado a no ser obligado a declarar contra sí mismo, previsto en
el art. 121 de la CPE”.
4.1.2 Intervención policial preventiva o acción directa

Los órganos de prevención policial o todo servidor o servidora policial, cuando


tengan noticia de un hecho que pueda implicar la comisión de un delito pueden realizar
la intervención policial preventiva, que también es denominada acción directa, la cual
tiene el objetivo de prevenir la comisión de delitos y en caso de haber sido consumados,
debe tomarse todas las previsiones adecuadas en cuanto al lugar del hecho y las medidas
destinadas a preservar la escena del hecho a efectos de una reconstrucción histórica;
Asimismo, a través de esta intervención policial directa, debe prestarse apoyo y auxilio
público a la víctima y a su entorno más cercano, y además tiene la finalidad de identificar
y arrestar a posibles autores, participes o testigos del hecho.

La acción directa en coherencia con el principio de


especialidad, tiene un carácter estrictamente preventivo y
para una reconstrucción de la verdad histórica del hecho
debe asumir medidas para conservar intacta la escena del
hecho. Deberá ser el personal especializado de acuerdo al
hecho, el que realice la colección probatoria. En el marco
de este carácter preventivo las y los servidores que realicen
toda acción directa brindarán a las víctimas contención
emocional, además, en el marco del principio de dignidad,
se deberá escuchar el relato de las víctimas sin emitir
juicios de valor o cualquier comentario que implique
contradecir o contrariar su versión

Las y los servidores que participen en una acción directa, deben hacer constar en el
Formulario de Intervención Policial Preventiva o Acción Directa, los datos de la víctima,
las lesiones que sean visibles y el estado emocional en el momento de la intervención.

Las y los servidores policiales deben cumplir con el deber de información, en este
marco deberán informar sobre el procedimiento de denuncia, la intervención de oficio en
temas de violencia de género, los servicios de atención y las posibles medidas de
protección y seguridad que puede asumirse para su protección.
Cuando la denuncia sea presentada ante la Policía Nacional, deberá elaborarse un
Informe de Presentación Policial Preventiva, en este marco, deberá cumplirse con los
siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- Debe realizarse la comunicación de Intervención


policial preventiva o acción directa a la o el fiscal especializado sobre la
recepción de una denuncia a través de un Informe circunstanciado de los
hechos y la actuación de esta instancia.

Lineamiento 2.- Si existiere una persona arrestada o aprehendida, debe


darse conocimiento del hecho al Ministerio Público en un plazo que no
deberá exceder las ocho horas, tal como lo establece el art. 227 del CPP.

Lineamiento 3.- El informe debe contener los requistios establecidos en


el art. 298 del Código de Procedimiento Penal. Debe cumplirse con el
formanto de informe contenido en la Guía Práctica para la realización
de Entrevistas y Elaboración de Informes Policiales en casos de
Violencia contra las Mujeres107 (Este formulario se encuentra en el
Anexo….). También deben cumplirse con los lineamientos de la Guía
de “Acción Directa” en hechos de violencia contra las mujeres de la
FELCV108,

El art. 298 de CPP establece los siguientes


requisitos mínimos que debe contener el informe de
inicio de denuncia:
ü Lugar, fecha y hora del hecho, y de la
aprehensión.
ü La identificación del denunciante y su
domicilio.
ü El nombre y domicilio de la víctima;
ü La identificación o descripción del imputado,
su domicilio y el nombre del defensor si ya lo
ha nombrado o propuesto.
ü El objeto de la investigación o la denuncia, los
nombres de los testigos y cualquier otro dato
que pueda facilitar la investigación posterior.
ü El número de orden en el libro de registro
policial; y,

107
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f

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ü La identificación del funcionario policial a
cargo de la investigación y la dependencia a la
que pertenece.

Lineamiento 4.- Recibido el informe, la o el fiscal especializado debe


impartír instrucciones investigativas e informará al juez de la instrucción
sobre el inicio de la investigación, dentro de las veinticuatro horas
siguientes.

4.2 Denuncia ante el Ministerio Público

La Ley 260 denominada Ley Orgánica del Ministerio Público, establece que esta es
una institución constitucional que representa a la sociedad ante los órganos
jurisdiccionales para velar por el respeto de los derechos y las garantías constitucionales.
En este marco, las y los fiscales de materia ejercerán la acción penal pública, la cual debe
enmarcarse al principio de especialidad.

En el ámbito de la violencia política, el art. 21 de la Ley 243, de manera expresa


señala que los delitos de acoso y violencia política serán denunciados ante el Ministerio
Público y sometidos a la jurisdicción ordinaria de acuerdo a las normas procesales, por
ende, las y los fiscales deberán ejercer sus atribuciones también en dichos delitos con una
perspectiva de género, en el marco de los estándares internacionales e internos.

La Ley No. 1173 denominada Ley de Abreviación Procesal Penal y de


Fortalecimiento de la lucha integral contra la violencia a niñas, niños, adolescentes y
mujeres, a través de las disposiciones adicionales, modifica los arts. 40 y 42 de la Ley
260 y establece las atribuciones de las y los fiscales de materia, entre las cuales se puede
destacar el deber de atender las solicitudes de las víctimas e informarles acerca de sus
derechos, asegurándose de que sea asistida por una abogada o abogado particular o
estatal; y en su caso se le nombre una traductora o un traductor o intérprete, cuando así lo
solicite109, requerir las medidas para que la víctima reciba atención médica y psicológica
de urgencia, evitar su revictimización, y que se ponga en peligro su integridad física y
psicológica, así como las medidas conducentes para que se haga extensiva a testigos y

109
Art. 40.7 de la Ley 260, modificada por la disposición adicional de la Ley 1173.
personas afectadas por el hecho delictivo110; derivar, cuando corresponda, a las víctimas
directas e indirectas a las instituciones de protección a las víctimas y testigos111; y,
asegurarse que todos los indicios y elementos de prueba recolectados sean debidamente
resguardados dentro de la cadena de custodia, en particular los recolectados de la
víctima112, entre otras113.

La denuncia puede ser verbal o escrita, en ese marco, de acuerdo a los principios
rectores que deben ser cumplidos en violencia de género, la recepción de la denuncia debe
respetar al máximo la dignidad de las personas, debe estar exenta de todo estereotipo o
prejuicio, debe ser realizada en un ambiente que genere confianza y protección a la
persona denunciante, pero además debe regir el principio de máximo informalismo para
garantizar un real y oportuno acceso a la justicia por violencia en razón de género.

Para la persecusión penal de hechos punibles vinculados a violencia en razón de


género, entre ellos la violencia política, la investigación por parte del Minsiterio Público
debe considerar los siguientes estándares interamericanos:

Estándar internacional de protección a derechos


Deber del Estado de iniciar de oficio, dentro de una plazo razonable,
de una manera seria, imparcial y efectiva una vez que tomen
conocimiento de los hechos que constituyen violencia contra la
mujer, incluyendo la violencia sexual (Espinoza Gonzáles Vs.
Perú párr. 241) (Caso Gudiel Álvarez y otros (Diario Militar)
Vs. Guatemala, párr. 275)

Estándar internacional de protección a derechos


El deber de investigación de oficio una investigación seria,
imparcial y efectiva debe tomar en cuenta el deber de la sociedad de
rechazar la violencia contra las mujeres y las obligaciones del
Estado de erradicarla y de brindar confianza a las víctimas en las
instituciones estatales para su protección (Caso Gudiel Álvarez y
otros (Diario Militar) Vs. Guatemala, párr. 275).

110
Íbidem, num. 8.
111
Íbidem, num. 9.
112
Íbidem, num. 10.
113
Al margen de los fiscales de materia, la Ley 260 disciplina en el art. 42 las atribuciones de las y los
fiscales asistentes.
El ejercicio de las atribuciones descritas nececitan ser cumplidas por fiscales en el
marco del principio de especialidad para garantizar a las mujeres una vida libre de
violencia, en este marco, el Miniserio Público cuenta con la Fiscalía Especializada para
Vítimas de Atención Prioritaria FEVAP.

Ejercen la acción penal en Se rige por el principio de


delitos de trata y tráfico de espcialidad y por un trabajo
personas multidisciplinario
Fiscalía Especializada para
víctimas de Atención
Prioritaria FEVAP
Ejercen la acción penal en
Debe aplicar el enfoque de
delitos de violencia en razón
interseccionalidad
a género

De acuerdo al art. 37 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y a la Disposición


Transitoria Quinta del la Ley No. 348, mediante Resolución
FGE/RJGP/DPVTMMP/DGFSE No. 026/2013 de 7 de junio, se creó la Fiscalía
Especializada para Víctimas de Atención Prioritaria FEVAP, para que al amparo del
principio de especialidad, ejerzan la persecusión penal de delitos referentes a la Trata y
Tráfico de Personas y de violencia en razón a género.

El ministerio Público para la contensión y apoyo a las víctimas de violencia de género


cuenta con dos instancias importantes:

La Direccion de Protección a las


Víctimas, Testigos y Miembros del
Ministerio Público DVTMP

La Unidad de Protección a Víctimas y


Testigos UPAVT

El personal del Ministerio Público que tenga el primer contacto con la víctima debe
establecer si se encuentra en estado de crisis, supuesto en el cual, debe prestarse atención
urgente e inmediata, para este fin, la autoridad fiscal de materia, convocará a la Unidad
de Protección a Víctimas y Testigos (UPAVT) o en su defecto, dependiendo el caso,
deberá también convocar a las instancias promotoras de denuncia como el SLIM,
SIJPLU, ó, SEPDAVI para la atención inmediata de la víctima.

La UPAVT, es parte de la estructura organizacional de las Fiscalías Departamentales


y dependen administrativamente de la o el Fiscal Departamental y tienen una dependencia
funcional y técnica de la Dirección de Protección a las Víctimas, Testigos y Miebros del
Ministerio Público.

La Dirección de Protección a las Víctimas, Testigos y Miembros del Ministerio


Público estará encargada de promover la protección y asistencia a las víctimas de delitos,
testigos, personas que colaboran con la persecución penal y servidoras y servidores del
Ministerio Público, para evitar represalias114.

De acuerdo al art. 63 de la Ley 348, las y los fiscales de Materia contra la violencia
hacia las mujeres contarán con personal de apoyo especializado, para proporcionar a cada
mujer en situación de violencia una atención eficaz y adecuada. En cada Departamento
el Ministerio Público contará con al menos un equipo de asesoras y asesores profesionales
especializados para la investigación de casos de violencia hacia las mujeres, para lo cual
podrán también solicitar la colaboración de organismos e instituciones de derechos
humanos y de mujeres.

En aplicación del principio de protección


reforzada y prioritaria para víctimas de
violencia sexual, es esencial que la
UPAVIT o las instancias promotoras de
denuncias realicen la contención cuando la
persona denunciante se encuentra en crisis

114
La Ley No. 260 en su art. 88, contempla a la Direccion de Protección a las Víctimas, Testigos y Miembros
del Ministerio Público. Por su parte, la Ley No. 458 de 9 de diciembre de 2013 denominada Ley de
Protección de Denunciates y Testigos, en su art. 2 establece que esta instancia tiene la finalidad de
Proteger a las servidoras y los servidores públicos, ex servidoras y ex servidores públicos, personas
particulares y su entorno familiar cercano, que sean susceptibles de sufrir una represalia. Además, esta
ley en su art. 3 establece que se aplica a a personas que realizaron, realicen o se dispongan a realizar una
actividad protegida respecto a los delitos de crimen organizado, terrorismo, corrupción y narcotráfico, en
contra de niñas, niños y adolescentes, violencia contra la mujer, trata y tráfico de personas y/o violación
de derechos fundamentales. También se apica a las personas de su entorno familiar cercano, y aquellas
determinadas por la persona protegida.
De acuerdo a la garantía de prohibición de revictimización en el marco de un trato
digno para la víctima de violencia en razón a género, deberá considerarse lo siguiente:

La o el fiscal Analista de la Plataforma de Atención Ingegral al


Público o el Fiscal de turno, cuando recepcionen una denuncia o
tengan noticia sobre un hecho de violencia en razón de género,
aperturarán el proceso penal y a través del sistema informático
en el Formulario único de denuncia, en un plazo no mayor a 24
horas informarán el inicio de investigación a la o el juez
instructor.

La o el fiscal deberá admitir la denuncia. En casos de violencia


en razón a género no es aplicable el art. 55.III de la LOMP como
causal para desestimar la denuncia, más aun en circunstancias en
las cuales por el estado emocional de la víctima, ésta no pueda
relatar de manera clara los hechos115.

De acuerdo al principio de máximo informalismo que guía la


persecución penal en violencia en razón a género, la falta de
prueba a tiempo de plantear al denuncia, no impedirá la admisión
de la misma (Art. 97 de la Ley 348).

La investigación se seguirá de oficio, independientemente del


impulso procesal de la denuncia (Art. 59 de la Ley 348)

Debe brindarse a la víctima la información clara sobre sus


derechos, además, deberá informarsele sobre las medidas de
protección y la atención médica, psicológica y legal gratuita que
le debe brindar el Estado. Si la lengua materna de la víctima no
es el español, deberá proporcionársele un intérprete. Asimismo,
se le informará sobre su derecho a estar acompañada de una
persona de su confianza.

La o el fiscal deberá requerir el acompañamiento del SLIM.

Debe aplicarse el principio de máximo informalismo consagrado


en el art. 4.11 de la Ley 348.

La denuncia puede ser verbal, escrita o mediante querella.

115
El art. 55.III de la LOMP, señala: “En las denuncias verbales, cuando la denuncia sea realizada en sede
Fiscal, el o la Fiscal ordenará inmediatamente a las o los investigadores a concurrir al lugar del hecho a
objeto de verificar el mismo sin perjuicio de acudir personalmente, y deberá informar estos aspectos a la
o el Fiscal, de existir suficientes elementos se procederá a realizar las investigaciones que correspondan,
caso contrario la denuncia será desestimada”.
Para aperturar la denuncia, no se puede exigir a la víctima la
presentación de certificados médicos, informes psicológicos o
cualquier otra formalidad (Arts. 86.9 y 92 de la Ley 348; Art.
285 de la Ley 1173; y, Art. 193.b de la Ley 548).

El registro de datos tiene carácter reservado (Art. 89 Ley 348)

La denuncia no podrá dejar de ser recepcionada porque el


domicilio de la víctima o el hecho se hubiera producido en un
distrito o zonal distinto al lugar de presentación de la misma.
No se podrá sugerir a la víctima la no presentación de su
denuncia o el desistimiento de la misma, bajo responsabilidad116.

No se cuestionará a la víctima sobre su vida personal, ni


realizarán comentarios basados en estereotipos o prejuicios en
razón de género, sexo o roles sexuales.

El parágrafo II del art. 59 de la Ley 348 establece que en caso de existir peligro
inminente para la integridad física de las personas protegidas por la Ley, el cumplimiento
de las formalidades no se convertirá en impedimento para la intervención oportuna de la
policía. Además, de acuerdo a la Ley 1173, la o el fiscal especializado, en caso de
urgencia podrá disponer las siguientes medidas de protección:

Las medidas urgentes de protección para mujeres


son:
ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al
agresor del domicilio conyugal o donde habite la
mujer en situación de violencia,
independientemente de la acreditación de
propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que
el agresor se someta a una terapia psicológica en
un servicio de rehabilitación. También podrá
ordenarse la restitución de la víctima al domicilio
del cual hubiera sido expulsada por la violencia o
que por esta razón hubiera tenido que abandonar.
ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar
al domicilio, lugar de trabajo o de estudios,
domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espaciio que
frecuente la mujer que se encuentra en situación
de violencia.

116
El delito de incumplimeinto de deberes se encuentra tipificado en los arts. 154 y 154 bis de la Ley 348.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o
molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.
ü Realizar el inventario de los bienes muebles e
inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disoner la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas
e hijos dependientes.

ü La retención de documentos de propiedad de


bienes muebles o inmuebles, mientras se decide
la reparación de daños.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto
del agresor con la mujer, sin que se vean afectados
los derechos laborales de la mujer.

ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido


frecuente de la víctima.

En caso de establecerse una medida de protección urgente, ésta deberá ser


comunicada en un plazo de 24 horas a la jueza o juez de instrucción en el marco del
control de legalidad que ejerce, para que sea ratificada, modificada o suprimida.

Para que la o el fiscal especializado establezca una medida de protección debe


realizar la valoración de riesgo con perspectiva de género.

La o el fiscal especializado, debe valorar el riesgo a efectos de


determinar la aplicación de medidas de protección. En esta
valoración deberá considerar, entre otros aspectos: a) El uso de
armas y sus características; b) la existencia de amenazas; c) La
existencia de antecedentes previos de violencia; d) la relación de
poder o asimetrías entre la víctima y el presunto agresor; e) la
existencia de grupos de atención prioritaria en el entorno de la
víctima. Esta valoración deberá aplicar el enfoque interseccional y
en enfoque de interculturalidad. Esta valoración deberá ser
coordinada con la UPAVT y los equipos interdisciplinarios de las
entidades promotoras de denuncias.

5 Las instancias promotoras de denuncia y sus roles desde la debida diligencia


Las Instancias Promotoras de Denuncia desde el principio de especialidad cumplen
un rol primordial para el apoyo, asistencia y atención integral a las víctimas de violencia
en razón a género y en particular cumplen un rol fundamental en el primer contacto con
las víctimas.

Estas instancias no ejercen la persecución penal y tampoco pueden realizar actos


investigativos, ya que tal como se señaló, el Ministerio Público y la Policía Nacional son
las instancias receptoras de la denuncia. Además, de acuerdo a la debida diligencia, para
la investigación de actos de violencia en razón a género, el Ministerio Público ejerce la
acción penal pública y el control funcional de la investigación realizada por la Policía
Nacional. En el marco de estos roles claramente delimitados, las instancias promotoras
de denuncia, tienen el deber de interponer la denuncia ante el Ministerio Público por
delitos de violencia en razón a género.

De acuerdo al art. 44 de la Ley 348, el personal responsable de la recepción,


investigación y tramitación de denuncias deberá ser especializado o tener experiencia
laboral en derechos humanos, derechos de las mujeres o en atención a situaciones de
violencia en razón a género.

En coherencia con lo señalado, se tienen las siguientes instancias promotoras de


denuncia y de atención integral:

Defensorías de
SLIMs la Niñez y
Adolescencia

Autoridades
Indígena
SIJPLU
originarias
campesinas

SEPDAVI

Estas instancias, al margen de ser instancias promotoras de denuncia, cumplen un


rol esencial para la atención de la víctima, especialmente porque suelen tener el primer
contacto con la víctima, por tal razón, deben enmarcar el ejercicio de sus atribuciones a
los principios de trato digno y además deben evitar cualquier forma de revictimización.

Es importante señalar también que las instancias promotoras de denuncia, están


prohibidas de promover la conciliación, bajo responsabilidad, así lo estableció de manera
expresa la jurisprudencia del TCP.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 1961/2013 de 4 de


noviembre)
Interpretación del TCP.- El TCP establece que ninguna
institución receptora de denuncias ni su personal, podrán
promover la conciliación ni suscripción de ningún tipo de
acuerdo entre la mujer y su agresor, bajo responsabilidad (FJ
III.2)
Contextualización del caso.- En una acción de libertad, la
accionante denunció una persecución ilegal y amenazas al
derecho a su vida e integridad física y psicológica porque las
demandadas, que eran la Trabajadora Social y la Psicóloga de
la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno
Autónomo Municipal de La Paz, incumplieron las medidas de
seguridad establecidas por el Ministerio Público por las
agresiones sufridas y la expusieron a una situación de violencia
y maltrato porque se le obligó a conciliar con su agresor bajo
amenaza de llevar a sus hijos a un albergue. El TCP concedió
la tutela porque las autoridades demandadas no cumplieron las
medidas de seguridad impuestas por la autoridad fiscal, y
expusieron a una mujer denunciante de violencia familiar ante
la angustiante situación de encontrarse con su presunto agresor,
poniendo en riesgo la integridad de la accionante. Además, se
estableció que las demandadas, al obligar a la accionante a
conciliar con su presunto agresor a pesar de contar con medidas
de protección, afectaron su derecho a la vida libre de violencia
y la garantía de trato digno que debe brindarse a las mujeres
víctimas de violencia.

Ahora bien, en el marco de la violencia política, desde una interpretación armónica


de la Ley 243 con la Ley 348, y considerando los roles que tienen las instancias
promotoras de denuncia, muchas de estas instancias también pueden intervenir en los
casos de acoso y violencia política, conforme se explicará a continuación.

Así, cabe mencionar al DS ° 2935, Reglamento a la Ley N° 243, contra el Acoso


y Violencia Política hacia las Mujeres, que en el art. 7 señala que las instituciones
encargadas en el ámbito penal de la atención, procesamiento y sanción de los delitos de
violencia previstos en la Ley 348, son competentes para conocer y procesar los delitos de
acoso y violencia política hacia las mujeres establecidos en la Ley 243, no admitiéndose
ningún tipo de negativa en su atención.

Por otra parte, es importante señalar que de acuerdo al art. 23 de la Ley contra el
Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, queda prohibida la conciliación en los
delitos de acoso y/o violencia política contra las mujeres; por lo tanto, no será posible,
bajo ninguna circunstancia que el Minsiterio Público adopte dicha salida alternativa, de
donde se extrae que, en virtud al principio de especialidad, en este tipo de violencia –
política- no resulta aplicable el art. 46 de la Ley 348, referido los supuestos excepcionales
en los que procede la conciliación.

5.1 Los Servicios Legales Municipales Integrales SLIMs

El art. 42.II de la Ley 348 establece que los Servicios Legales Integrales Municipales
SLIMs, deben promover la denuncia, es decir presentarla al Ministerio Público cuando
los hechos de violencia en razón a género estén tipificados como delitos, y reportarla al
SIPPASE.

Asimismo, la Ley 348, en el art. 50.1, establece que los Gobiernos Autónomos
Municipales tienen la obligación de organizar estos servicios o fortalecerlos si ya existen,
con carácter permanente y gratuito, para la protección y defensa psicológica, social y legal
de las mujeres en situación de violencia, para garantizar la vigencia y ejercicio pleno de
sus derechos. En este marco, el nivel municipal, para su funcionamiento, deberá asignar
el presupuesto, infraestructura y personal necesario y suficiente para brindar una atención
adecuada, eficaz y especializada a toda la población, en especial aquella que vive en el
área rural de su respectiva jurisdicción.

Los SLIMs de acuerdo al art. 50 de la Ley 348, brindan los siguientes servicios
especializados, transdisciplinarios e integrales:

Prestan servicios de apoyo psicológico, social y legal


Brindan terapia psicológica especializada individual y grupalcon
enfoque de género
Orientan respecto a los procedimientos para denunciar ante instancia
administrativa, policial o judicial en materias penal, familiar, laboral,
civil o cualquier otra en la que sus derechos sean menoscabados como
consecuencia de hechos de violencia.
Intervienen de manera inmediata ante la denuncia de un hecho de
violencia en razón a género.
Brindan patrocinio legal gratuito en instancias administrativas,
policiales y judiciales para la prosecución de los procesos hasta
conseguir una sentencia firme.
Promueven la difusión, defensa y ejercicio de los derechos de las
mujeres con la participación activa de las y los ciudadanos.
Desarrollan acciones de prevención, en coordinación con
instituciones públicas, privadas y organizaciones de mujeres.
Solicitan, a través de la autoridad competente, la adopción judicial de
medidas provisionales, medidas cautelares y medidas de protección
inmediata, coordinando su cumplimiento con las Casas de Acogida,
instituciones de apoyo y de atención en salud. Y en casos de
urgencia, adoptan medidas de protección de acuerdo a la Ley
1173.
Realizan visitas domiciliarias de apoyo y seguimiento e informes
sociales.
Derivan al Ministerio Público, de forma inmediata, los casos que
constituyan delito, con los informes correspondientes.
Elaboran informes médicos, psicológicos, sociales y legales de oficio
o a requerimiento de la interesada, del Ministerio Público o de la
autoridad judicial que conozca el hecho de violencia.
Reportan todas las denuncias recibidas, el procedimiento aplicado y
el resultado final del caso, ante el Sistema Integral Plurinacional de
Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia en
razón de Género – SIPPASE.
Realizan cuanta acción sea necesaria para la defensa y protección de
las víctimas de violencia de género.

Los SLIMs para el ejercicio de sus atribuciones, cuentan con un equipo


multidisciplinario conformado por profesionales psicólogos, asesores legales y
trabajadores sociales.

Las y los psicólogos tienen las siguientes atribuciones:


Realizan la contención a la víctima
Promueve y realiza atención terapéutica a la
víctima
A requerimiento del MP y de autoridades
judiciales realiza entrevistas a la víctima
Brinda orientación psicológica en cuanto a la
violencia en razón a género
Prepara y acompaña a la víctima en todo el
proceso
Realiza la preparación y asesoramiento a la
víctima para la recepción de su testimonio,
interrogatorio y contra-interrogatorio a
requerimiento del MP.
Promueve y realiza atención terapéutica a la
víctima
Elabora informes psicológicos y realiza
seguimientos en los casos solicitados por el
MP o cualquier otra autoridad jurisdiccional.
Realiza la valoración de riesgo de la víctima,
dispone medidas de protección especial en
casos de urgencia.
Sugiere la aplicación de medidas de protección
para su consideración por la autoridad
jurisdiccional.

Por su parte, los asesores legales tienen las siguientes atribuciones:

Realizar la denuncia ante el MP


Asesorar y patrocinar a las víctimas de
violencia en razón a género
Realizar el acompañamiento para el resguardo
a los derechos y garantías de las víctimas
Coadyuvar con el MP en la persecusión penal
cuando lo requiera
Disponer las medidas de protección especial de
carácter urgente de acuerdo a la Ley 1173 e
informar a MP
Realiza la preparación y asesoramiento a la
víctima para la recepción de su testimonio,
interrogatorio y contra-interrogatorio a
requerimiento del MP.
Coordinar con la Policía Nacional Boliviana la
ejecución de las medidas de protección.
Elabora informes psicológicos y realiza
seguimientos en los casos solicitados por el
MP o cualquier otra autoridad jurisdiccional.
Solicitar la declaración de la victima en cámara
Gesell, especialmente en casos de violencia
sexual.
Solicitar la protección especial cuando los
factores de riesgo así lo exijan.
Solicitar anticipo de pruebas.
Por su parte, la Trabajadora Social tiene las siguientes funciones:

Realizar el apoyo y orientación social


Realizar la investigación social y supervisión a
solicitud del MP
Realizar visitas domiciliarias y seguimiento a
las víctimas.
Realizar un estudio de las características socio-
familiar y económico de la población atendida.
Elaborar informes y asistencia social a
requerimiento del MP.
Realizar seguimiento social al cumplimiento
de medidas de protección.

En el marco de las atribuciones descritas, los SLIMs, cuando tengan el primer


contacto con la víctima deberán:

Asistir a la víctima en el marco de un trato digno y acorde con su interés superior

Realizar la contención emocional si fuere el caso y de manera coordinada remitir


a los servicios de atención que la víctima requiera, en especial la atención
médica, informando a la víctima sobre la pastilla de anticoncepción de
emergencia y la interrupción legal del embarazo.

Registrar los hechos de violencia relatados por la víctima en el formulario de


esta institución

Presentar inmediatamente la denuncia verbal o escrita al Ministerio Público,


adjuntando los informes elaborados por el equipo interdisciplinario y
adjuntando todos los indicios o medios probatorios que se encuentren bajo su
custodia.

En casos de agresión física o sexual, mientras la víctima se encuentra recibiendo


la atención médica o psicológica que requiera, la o el abogado del SLIM denunciará el
hecho al ministerio Público de manera verbal o escrita. En esta denuncia se deberán
consignar datos de identificación de la o las víctimas, domicilio de la víctima si puede
identificarse, la relación de hechos, las condiciones de la víctima que deberán ser descritas
desde un enfoque interseccional, la indicación del servicio de salud donde esta siendo
atentida y las medidas de protección especiales y urgentes que se hubieran asumido.

El o la asesora legal debe asesorar a la víctima y sus familiares sobre la


importancia y la forma de preservar las pruebas. El o la asesora legal, en coordinación
con el Ministerio Público, deben asumir medidas de resguardo del lugar de los hechos
para efectos de recolección probatoria.

Esta instancia además, en el marco de su deber de acompañamiento a la vícitima, tiene


el deber de brindar toda la información requerida a la víctima y a su familia, en el marco
del concepto de las familias diversas.

En base a todolo señalado, se colige que los SLIMs, en armonía con la normativa
interna e internacional, para cumplir con sus roles esenciales, debe cumplir con los
lineamientos que se detallan a continuación, y que son aplicables, en lo pertinente,
también a las denuncias por acoso y violencia política:

LINEAMIENTOS DE ACTUACION DE LAS


INSTANCIAS PROMOTORAS DE DENUNCIA
Deben interponer la denuncia por delitos de violencia en razón a
género ante el Ministerio Público (Art. 42 Ley 348).
Deben actuar en el marco de la reserva y resguardar la identidad
de la víctima de violencia en razón a género.
Con carácter previo a la denuncia, deben realizar la contención
cuando la víctima se encuentra en crisis.
Deben verificar la necesidad de atención médica, procurar la
misma y acompañar a la víctima en todo momento.
Deben priorizar la atención de víctimas NNA, personas víctimas
de violencia sexual, mujeres embarazadas, personas adultas
mayores, personas con discapacidad, personas migrantes o
cualquier persona que por su particular situación de asimetría y
desventaja requiera una atención prioritaria.
Deben informar a la víctima sobre los procedimientos judiciales,
los actos investigativos, la importancia y forma de preservar
indicios, la declaración a través de cámaras Gesell los roles de las
instituciones que deben prestar sus servicios en casos de
violencia en razón a género y en relación a todos sus derechos y
garantías. También deben informar sobre la asistencia médica
gratuita, los servicios psicológicos gratuitos, las medidas de
protección y sobre la situación que genera la violencia en razón
a género para la víctima y sus familiares. Para este efecto debe
utilizarse un lenguaje claro, deberá generarse un ambiente de
confianza y deberá proveerse un traductor o intérprete de ser
necesario.
En los casos de violencia sexual, deben informar sobre los
derechos de la víctima a practicarse todos los exámenes
necesarios, a la pastilla de anticoncepción de emergencia y la
interrupción legal del embarazo.
Las instancias promotoras deben registrar en el Registro Único
de Violencia RUV los casos de violencia que sean conocidos y
atentidos.
En caso de urgencia, deben disponer medidas de protección y
comunicar a la autoridad competente de acuerdo al
procedimiento establecido por la Ley 1173.
Coordinar acciones con otras instancias promotoras de denuncia,
con la Policía Nacional, con el Ministerio Público, con las
Promotoras Comunitarias, con el nivel municipal que gestiona
las casas de acogida, con el nivel departamental, con el CEPAT,
CODEPEDIS, UMADIS, Servicio Municipal del Adulto Mayor,
Representaciones Consulares, Defensor del Pueblo, instituciones
de la sociedad civil y con las autoridades de las naciones y
pueblos indígena originario campesinas.
Deberán coordinar con el ámbito educativo el traspaso inmediato
a las unidades educativas que corresponda, de las víctimas en
situación de violencia117 o de sus hijas o hijos.
Deberán supervisar las condiciones laborales de la víctima de
violencia en razón de género, verificar el cumplimiento de la
garantía de inamobilidad funcionaria de víctimas de violencia en
razón de género y en su caso solicitar las medidas de protección
al ministerio público, para que a su vez este requiera al juez de
instrucción.
Deben brindar un trato digno y respetuoso a la víctima y su
familia, acorde a su situación, facilitando al máximo las
gestiones que deba realizar (Art. 43 Ley 348)
Deben solicitar y promover con los Servicios de Atención
Integral la atención que la víctima en razón de género requiera.
Deben elaborar un informe que contenga todos los elementos que
hubiera conocido, detectado o determinado, que sirvan para el
esclarecimiento de los hechos, para anexarlo a la denuncia (Art.
43.4 de la Ley 348)
Deben brindar asesoramiento legal y psicológico gratuito y
especializado a la víctima y sus familiares.

Los SLIMs pueden brindar las siguientes medidas de protección de carácter urgente:

117
En el marco de la interpretación efectuada por la SCP 0019/2018-S2 del art. 19.4 de la Ley 348 que,
como se tiene señalado establece que el traspaso inmediato de unidad educativa a los hijos o hijas de
mujeres víctimas de violencia, extendiendo su alcance a las propias víctimas.
Las medidas urgentes de protección para mujeres son:
ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor
del domicilio conyugal o donde habite la mujer en
situación de violencia, independientemente de la
acreditación de propiedad o posesión del inmueble, y
ordenar que el agresor se someta a una terapia
psicológica en un servicio de rehabilitación. También
podrá ordenarse la restitución de la víctima al
domicilio del cual hubiera sido expulsada por la
violencia o que por esta razón hubiera tenido que
abandonar.
ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al
domicilio, lugar de trabajo o de estudios, domicilio de
las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier
otro espaciio que frecuente la mujer que se encuentra
en situación de violencia.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar
por cualquier medio o a través de terceras personas, a
la mujer que se encuentra en situación de violencia,
así como a cualquier integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.
ü Realizar el inventario de los bienes muebles e
inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disponer la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas e
hijos dependientes.
ü La retención de documentos de propiedad de bienes
muebles o inmuebles, mientras se decide la reparación
de daños.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto del
agresor con la mujer, sin que se vean afectados los
derechos laborales de la mujer.
ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido
frecuente de la víctima.

En caso de establecerse una medida de protección urgente, ésta deberá ser


comunicada a la o el fiscal especializado para que, a vez, ésta o éste comunique al juez
cautelar en un plazo que no exeda las 24 horas; autoridad judicial que, en el marco del
control de legalidad que ejerce, la ratificará, modificará o suprimirá.

Los roles atribuídos por la normativa interna a los SLIMs, responden a estándares
interamericanos de protección, entre ellos, los siguientes:
Estándar internacional de protección a derechos
El Estado tiene el deber de posibilitar a los familiares de la
víctima información sobre los avances de la investigación de
conformidad con la legislación interna (Caso Veliz Franco y
otros vs. Guatemala párr. 251).

Estándar Internacional de protección a derechos


Los Estados miembros tienen el deber de brindar acceso a
asistencia jurídica gratuita a la víctima durante todas las
etapas del proceso (Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 242)

5.2 Los Servicios Integrados de Justicia Plurinacional SIJPLU

Los Servicios Integrados de Justicia Plurinacional (SIJIPLU), dependen del


Ministerio de Justicia y fueron creados por Resolución Ministerial No. 092/2012 de 30
de mayo de 2012, tienen roles de atención prioritaria a víctimas de violencia en razón de
género y de promover la denuncia ante el Ministerio Público en casos de violencia de
género tipificados como delitos, entre ellos, el acoso político contra mujeres y la violencia
política en razón de género. El Ministerio de Justicia y Transparencia, de acuerdo al art.
48.II de la Ley 348, deberá crear e implementar progresivamente estos servicios en todo
el país.

Los SIJPLU debe brindar orientación y


patrocinio legal gratuito a victimas de
violencia en razón de género118

El art. 42.II de la Ley 348 establece que los SIJPLU, una vez conocido un hecho de
violencia en razón de género, deben promover la denuncia, es decir presentarla al
Ministerio Público cuando los hechos de violencia en razón a género estén tipificados
como delitos.

Las atribuciones de los SIJPLU no sólo se circunscriben a los mandatos de la Ley


348, sino también a toda la normativa conexa, como la Ley 263 denominada Ley Integral
contra la Trata y Tráfico de Personas; Ley N° 243, Ley contra el Acoso y Violencia

118
De acuerdo al art. 48.I de la Ley 348, los SIJPLU deben brindar orientación y patrocinio legal gratuito,
para este efecto, deberán aplicar enfoque de derechos humanos a mujeres en situación de violencia según
la disposición referida.
Política hacia las Mujeres; Ley N° 045, Ley Contra el Racismo y Toda Forma de
Discriminación; Ley N° 369 y Ley General de las Personas Adultas Mayores; y la Ley
233 Ley General para personas con discapacidad, entre otras.

Específicamente, con relación a los delitos de acos y violencia política hacia las
mujeres, el DS 2935, Reglamento a la Ley N° 243, contra el Acoso y Violencia Política
hacia las Mujeres, señala en el art. 8, en cuanto a la asistencia a las víctimas, que el
SIJPLU y el SEPDAVI, como promotores de denuncia, deben:

a) Informar, asesorar legalmente y dar asistencia integral a


mujeres en situación de acoso y violencia política.
b) Otorgar patrocinio legal gratuito en procesos penales y/o
constitucionales sobre casos de acoso y violencia política
hacia las mujeres.
Realizar, a solicitud de parte, el seguimiento a casos de acoso
y/o violencia política interpuestos en la vía ad-ministrativa,
penal y constitucional cuando la denuncia no haya sido
procesada, exista demora injustificada o incumplimiento de
plazos, solicitando se proceda al tratamiento correspondiente.
d) Otras funciones previstas en la Ley N° 348 para los casos
de violencia política

Lineamientos de actuacion para el SIJPLU


Deben interponer la denuncia por delitos de violencia en razón
a género ante el Ministerio Público (Art. 42 Ley 348)
Deben actuar en el marco de la reserva y resguardar la identidad
de la víctima de violencia.
Con carácter previo a la denuncia, deben realizar la contención
cuando la víctima se encuentra en crisis.
Deben verificar la necesidad de atención médica, procurar la
misma y acompañar a la víctima en todo momento.
Deben asistir a las víctimaS, en el marco de una protección
prioritaria y precautelando siempre su interés superior.
Deben informar a sus familias sobre los procedimientos
judiciales, los actos investigativos, la importancia y forma de
preservar indicios, la declaración a través de cámaras Gesell los
roles de las instituciones que deben prestar sus servicios en
casos de violencia en razón a género y en relación a todos sus
derechos y garantías. También deben informar sobre la
asistencia médica gratuita, los servicios psicológicos gratuitos,
las medidas de protección y sobre la situación que genera la
violencia en razón a género para la víctima y sus familiares.
Para este efecto debe utilizarse un lenguaje claro, deberá
generarse un ambiente de confianza y deberá proveerse un
traductor o intérprete de ser necesario.
Deben acompañar en todo momento a la víctima.
En los casos de violencia sexual, deben informar sobre los
derechos de la víctima a practicarse todos los exámenes
necesarios, a la pastilla de anticoncepción de emergencia y la
interrupción legal del embarazo.
Deben registrar el caso en el Registro Único de Violencia RUV
los casos de violencia que sean conocidos y atentidos.
Deben coordinar acciones con otras instancias promotoras de
denuncia, con la Policía Nacional, con el Ministerio Público,
con las Promotoras Comunitarias, con el nivel municipal que
gestiona las casas de acogida, con el nivel departamental, con
el CEPAT, CODEPEDIS, UMADIS, Servicio Municipal del
Adulto Mayor, Representaciones Consulares, Defensor del
Pueblo, instituciones de la sociedad civil y con las autoridades
de las naciones y pueblos indígena originario campesinas.
En caso de urgencia pueden disponer medidas de protección y
comunicar a la autoridad competente de acuerdo al
procedimiento establecido por la Ley 1173.
Deberán coordinar con el ámbito educativo el traspaso
inmediato a las unidades educativas que corresponda, de las
mujeres en situación de violencia o de sus hijas e hijos.
Deberán solicitar y promover con los Servicios de Atención
Integral la atención que la víctima requiera.
Deben brindar un trato digno y respetuoso a la víctima y su
familia, acorde a su situación, facilitando al máximo las
gestiones que deba realizar (Art. 43 Ley 348)
Deben brindar asesoramiento legal y psicológico gratuito y
especializado a la víctima y sus familiares.
Deben elaborar un informe que contenga todos los elementos
que hubiera conocido, detectado o determinado, que sirvan para
el esclarecimiento de los hechos, para anexarlo a la denuncia
(Art. 43.4 de la Ley 348)

Podrán asumir las siguientes medidas de protección de carácter urgente:


Las medidas urgentes de protección para mujeres
son:
ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al
agresor del domicilio conyugal o donde habite la
mujer en situación de violencia,
independientemente de la acreditación de
propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que
el agresor se someta a una terapia psicológica en
un servicio de rehabilitación. También podrá
ordenarse la restitución de la víctima al domicilio
del cual hubiera sido expulsada por la violencia o
que por esta razón hubiera tenido que abandonar.
ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar
al domicilio, lugar de trabajo o de estudios,
domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espaciio que
frecuente la mujer que se encuentra en situación
de violencia.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o
molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.

ü Realizar el inventario de los bienes muebles e


inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disoner la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas
e hijos dependientes.
ü La retención de documentos de propiedad de
bienes muebles o inmuebles, mientras se decide
la reparación de daños.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto
del agresor con la mujer, sin que se vean afectados
los derechos laborales de la mujer.
ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido
frecuente de la víctima.

En caso de establecerse una medida de protección urgente, ésta deberá ser


comunicada a la o el fiscal especializado para su comunicación al juez cautelar en un
plazo que no exeda las 24 horas. La jueza o juez de instrucción en el marco del control
de legalidad que ejerce, la ratificará, modificará o suprimirá.

5.3 Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima SEPDAVI

El Servicio Plurinacional de Defensa a la Víctima SEPDAVI es un institución


descentralizada que se encuentra bajo la tuición del Ministerio de Justicia. Fue creada
mediante Ley 464 de 19 de diciembre de 2013. Sus oficinas departamentales estan
conformadas por equipos multidisciplinarios permanentes compuestos por profesionales
abogados, abogadas, psicólogas, psicólogos, trabajadoras y trabajadores sociales, entre
otros. En cada departamento, existirá una o un coordinador departamental.
El art. 3 de la Ley 464 señala que El Servicio Plurinacional
de Asistencia a la Víctima tiene por finalidad garantizar el
acceso a la justicia a la persona de escasos recursos
económicos que sea víctima de un delito, brindándole el
patrocinio legal, asistencia social y psicológica durante los
actos iniciales y el proceso penal hasta la ejecución de la
sentencia, promoviendo la reparación del daño y evitando
fundamentalmente la revictimización.

De acuerdo al art. 49 de la Ley 348, el SEPDAVI tiene como misión brindar


patrocinio legal gratuito y apoyo psicológico a las víctimas de violencia en razón de
género carentes de recursos económicos, para garantizar su acceso a la administración de
justicia y la sanción a los agresores. Esta disposición establece también que el SEPDAVI,
para el cumplimiento de sus funciones debe lograr la solución más favorable a la víctima.

El art. 42.II de la Ley 348 establece que el Servicio Plurinacional de Defensa de la


Víctima debe promover la denuncia, es decir presentarla al Ministerio Público cuando los
hechos de violencia en razón a género estén tipificados como delitos, entre ellos, el acoso
político contra mujeres y la violencia política contra las mujeres.

Las o lo abogados patrocinantes de acuerdo al art. 29 de la Ley 464, tienen las siguientes
atribuciones:
Ejerce la defensa técnica de la
Brindar orientación legal e
víctima, para este fin, no requiere
información durante el desarrolo del
mandato específico de
proceso penal
representación

Gestiona el cumplimiento de
Realiza actuaciones oportunas de
condiciones de trato diferenciado
intervención para agotar la acción
para la recepción de testimonio de
penal, debiendo velar por el
víctimas de delitos de violencia
cumplimiento de la garantía de no
sexual o en caso de delitos
revictimización
vinculados a NNA

Solicitar actuaciones procesles para


Asumir las medidas de protección
la adopación de medidas de
urgente de acuerdo a la Ley 1173.
protección judicial y extra judicial.

Realizar labores de coordinación de


acciones con el equipo
Solicitar la reparación integral del
interdisciplinario y otras actividades
daño a la víctima
acordes con los fines de esta
entidad.

Las trabajadoras y trabajadores sociales tienen las siguientes atribuciones de acuerdo al


art. 31 de la Ley 464:
Colaborar con el trabajo de la abogada
o abogado patrocinante, para obtener
Indagar y evaluar la realidad socio-
elementos de convicción, consistentes
económica de la víctima, a cuyo fin,
en pruebas testificales y documentales,
deberá elaborar un informe dirigido a
mediante la inestigación ocial,
la Coordinadora o Coordinador
contemplando las perspectivas de
Departamental
género, generacional e
interculturalidad

Realizar visitas periódicas al domiciio Elaboarar informes sociales que sean


de la víctima, con el fin de obtener solicitados por la Coordinadora o el
información sobre aspectos socio- Coordinador Departamental, o por la
económicos de la misma. abogada o el abogado patrocinante.

Coordinar sus actividades con los otros Realizar todas las actividades
profesionales del equipo vinculadas a sus atribucciones
interdisciplinario principales

Las y los psicólogos de acuerdo al art. 32 de la Ley 464, tienen las siguientes
atribuciones:
Indagar y evaluar el riesgo para
Procurar una relación de confianza
tomar decisiones que apoyen
con la víctima, para obtener la
prioritariamente la participación de
suficiente información
la víctima en el proceso penal

Otorgar a la víctima tratamiento de


contención en crisis, así como a su
entorno familiar, aplicando técnicas
Realizar entrevistas individuales o
que permitan ofrecer orientación y
en grupo, a la familia de la víctima.
terapias para resolver problemas
psicológicos cauados por el delito
cuando sea necesario.

Elaborar los informes psicológicos


que sean solicitados por la
Coordinadora o Coordinador
Departamental, y los que sena
necesarios para atender las
necesidades específicas de la
víctima.

Asimismo, la o el pscólogo deberá:

Cooperar en la selección y aplicación de


métodos, técnicas y procedimientos Participar junto a la víctima, en
adecuados para evitar la revictimización, actuaciones judiciales y en todos los
obteniendo de la víctima la informacion escenarios que sean posibles para evitar
que coadyuve en el proceso de su revictimización.
investigación y en el proceso judicial.

Proponer en coordinación con la


abogada o abogado patrocinante, la
credibilidad del relato como medio de
prueba.
El SEPDAVI, podrá asumir las siguientes medidas de protección de carácter
urgente:

Las medidas urgentes de protección para mujeres


son:
ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al
agresor del domicilio conyugal o donde habite la
mujer en situación de violencia,
independientemente de la acreditación de
propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que
el agresor se someta a una terapia psicológica en
un servicio de rehabilitación. También podrá
ordenarse la restitución de la víctima al domicilio
del cual hubiera sido expulsada por la violencia o
que por esta razón hubiera tenido que abandonar.
ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar
al domicilio, lugar de trabajo o de estudios,
domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espaciio que
frecuente la mujer que se encuentra en situación
de violencia.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o
molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.
ü Realizar el inventario de los bienes muebles e
inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disoner la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas
e hijos dependientes.
ü La retención de documentos de propiedad de
bienes muebles o inmuebles, mientras se decide
la reparación de daños.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto
del agresor con la mujer, sin que se vean afectados
los derechos laborales de la mujer.
ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido
frecuente de la víctima.

En caso de establecerse una medida de protección urgente, ésta deberá ser


comunicada a la o el fiscal especializado para su comunicación al juez cautelar en un
plazo que no exeda las 24 horas. La jueza o juez de instrucción en el marco del control
de legalidad que ejerce, la ratificará, modificará o suprimirá.

Finalmente, al igual que el SIJPLU, el DS 2935, Reglamento a la Ley N° 243, contra


el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, señala en el art. 8, en cuanto a la
asistencia a las víctimas, que el el SEPDAVI debe:

a) Informar, asesorar legalmente y dar asistencia integral


a mujeres en situación de acoso y violencia política.
b) Otorgar patrocinio legal gratuito en procesos penales
y/o constitucionales sobre casos de acoso y violencia
política hacia las mujeres.
Realizar, a solicitud de parte, el seguimiento a casos de
acoso y/o violencia política interpuestos en la vía ad-
ministrativa, penal y constitucional cuando la denuncia
no haya sido procesada, exista demora injustificada o
incumplimiento de plazos, solicitando se proceda al
tratamiento correspondiente.
d) Otras funciones previstas en la Ley N° 348 para los
casos de violencia política

6. Autoridades Indígena originaria campesinas

El art. 41.I de la Ley 348 establece que las autoridades de las comunidades indígena
originario campesinas y afrobolivianas, adoptarán medidas de atención y protección a
mujeres en situación de violencia, en el marco de sus competencias y de sus normas y
procedimientos propios, con participación de las mujeres que ejercen cargos de
autoridad, y con participación y control social comunitario. El segundo parágrafo
señala que todos los casos de violencia sexual, feminicidio y delitos análogos serán
derivados a la jurisdicción ordinaria, de conformidad a la Ley de Deslinde Jurisdiccional.

El art. 42.II contempla a las autoridades indígena originario campesinas como


promotoras de denuncia, lo que inicialmente significaría que tendrían que presentar la
denuncia al Ministerio Público ante hechos de violencia en razón de género; sin embargo,
el parágrafo III de la misma norma, excluye a dichas autoridades del deber de remisión
al Ministerio Público, lo que significa que, desde una interpretación sistemática de las
normas de la Ley 348, la jurisdicción indígena originaria campesina tiene
competencia para conocer las denuncias vinculadas a violencia en razón de género,
salvo, como señala el art. 41.II antes citado, los casos de violencia sexual, feminicidio
y delitos análogos de acuerdo a la Ley del Deslinde Jurisdiccional.

En ese sentido, el art. 52.I de la Ley 348, establece que a los efectos de esta ley, serán
aplicables los ámbitos de vigencia establecidos en la Ley de Deslinde Jurisdiccional, en
casos de surgir conflictos de intereses se remitirá el caso a la jurisdicción ordinaria. El
segundo parágrafo del mismo artículo determina que en caso de conflicto de
competencias entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la ordinaria, éste se
resolverá según lo dispuesto en el Código Procesal Constitucional.

En mérito a la remisión que la Ley 348 efectúa a la Ley del Deslinde Jurisdiccional,
cabe señalar que dicha Ley, en el art. 5.IV, dispone que todas las jurisdiccionies
reconocidas constitucionalmente, prohíben y sancionan toda forma de violencia contra
niñas, niños, adolescentes y mujeres, y que es ilegal cualquier forma de conciliación
erespecto de este tema.

En ese sentido, inicialmente se concluye que esta norma no establece una prohibición
de conocer los casos de violencia contra mujeres, niños, niñas y adolescentes, sino que
determina, como concluyó el Protocolo de actuación intercultural de las juezas y jueces,
en el marco del pluralismo jurídico igualitario119, que todas las jurisdicciones, entre ellas,
la jurisdicción indígena originaria campesina, deben sancionar la violencia, siempre que,
en el marco de su derecho a la libre determinación, hubieren decidido conocer el caso.

No obstante lo anotado, cabe señalar que el art. 10.II de la Ley del Deslinde
Jurisdiccional, excluye del ámbito de vigencia material de la jurisdicción indígena
originaria campesina, entre otros, a los delitos cometidos en contra de la integridad
corporal de niños, niñas y adolescentes, violación, asesinato u homicidio.

Ahora bien, en el marco de la jurisprudencia constitucional contenida, entre otras, en


las SSCCPP 26/2013, 37/2013 y 764/2014, el ámbito de aplicación material de la
jurisdicción indígena originaria campesina debe ser interpretado de la manera más amplia

119
MINISTERIO DE JUSTICIA Y TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL, Protocolo de actuación intercultural
de las juezas y jueces, en el marco del pluralismo jurídico igualitario, La Paz, Bolivia 2018, p. 185.
y progresiva posible, para que se asegure la vigencia de la plurinacionalidad y el respeto
al ejercicio pleno de la libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos y, en sentido contrario, las exclusiones competenciales contenidas en el art.
10 de la LDJ deben ser interpretadas de manera restrictiva y excepcional120.

Sin embargo, considerando que en el tema de violencia en razón de género, no sólo


están involucrados los derechos de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos, sino también los derechos de las mujeres, es importante considerar la
Recomendación 33 del Comité para la Eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer, Recomendación que forma parte del bloque de constitucionalidad de
acuerdo a la SC 0110/2010-R, que establece, en el acápite sobre “Sistemas de Justicia
Plurales”, que que debe ser la mujer víctima de violencia y no el Estado quien defina
la jurisdicción a la cual quiere someterse; decisión que debe constar en un
consentimiento informado.

En coherencia con dichos razonamientos, cabe señalar que en el proceso de


socialización y consulta del Proyecto de Ley de Deslinde Jurisdiccional a las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, las mujeres que participaron en la consulta
señalaron que existen altos niveles de violencia intrafamiliar, y que si bien existen
problemas en la jurisdicción indígena originaria campesina en el tema de género, sin
embargo, se constituye en un espacio para hacer respetar sus derechos, por lo que
concluyeron que la violencia física y sexual debe ser conocida por las autoridades
indígenas originarias, en coordinación y cooperación con las autoridades de la
jurisdicción ordinaria, eliminando la conciliación en ambas jurisdicciones121.

120
Por todas, la SCP SCP 0764/2014 establece: “(…) de acuerdo a los principios de progresividad y de
favorabilidad para el ejercicio pleno y eficaz del derecho a la libre determinación de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, postulado que encuentra sustento en una interpretación armónica de los
arts. 13.I, 256 y 2 de la CPE, se tiene que todos los actos, hechos y conflictos que histórica y
tradicionalmente conocieron las naciones y pueblos indígena originario campesinos bajo sus normas,
procedimientos propios y saberes, son de conocimiento de la jurisdicción indígena originario campesina,
por tanto, el ámbito de aplicación material de esta jurisdicción, debe ser interpretado de la manera más
amplia y progresiva posible, para que se asegure la vigencia de la plurinacionalidad y el respeto al
ejercicio pleno de la libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. El
postulado expuesto, constituye precedente jurisprudencial vinculante”.

121
MINISTERIO DE JUSTICIA, Protocolo de actuación intercultural de las juezas y jueces, en el marco del
pluralismo jurídico igualitario, , op. cit., p. 185-186.
Considerando tales elementos, el el Protocolo de actuación intercultural de las juezas
y jueces, en el marco del pluralismo jurídico igualitario, concluyó:

“…es la mujer la que debe decidir en qué jurisdicción efectuar


la denuncia y llevar adelante el proceso, con la aclaración que
todos estos aspectos deben ser coordinados en la reunión entre
autoridades de la jurisdicción ordinaria e indígena originaria
campesina…" aclarando luego “que la inicial determinación de
que un caso sea conocido por una u otra jurisdicción, no impide
que luego, la mujer, frente a la lesión a sus derechos en
cualquiera de las jurisdicciones, pueda presentar una acción de
defensa”

Entonces, conforme a los principios de plurinacionalidad, pluralismo jurídico,


interculturalidad y despatriarcalización, armonizando los derechos colectivos de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, como el derecho a la libre
determinación y a ejercer sus sistemas jurídicos, y los derechos de las mujeres al acceso
a la justicia, a una vida libre de violencia, a la integridad física, psicológica y sexual, entre
otros, corresponde señalar que la jurisdicción indígena originaria campesina, es
competente para conocer los casos de violencia contra la mujer, si es que la víctima así
lo decide en el marco de lo establecido por la Recomendación 33, con la aclaración que
dicha competencia -que podrá ser o no ejercida, en el marco del derecho a la libre
determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos- implica que las
autoridades indígenas deben garantizar el respeto a los derechos de las mujeres y, por
ende, deben adoptar medidas a favor de las víctimas y sanciones contra el agresor, en el
marco de los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.

Además de lo anotado, el mandato de coordinación y cooperación entre jurisdicciones


establecido en la Constitución Política del Estado122, desarrollado por la Ley del Deslinde
Jurisdiccional123, supone, por una parte, que ante la comisión de un hecho, las autoridades

122
El art. 192.II de la CPE, establece: “El Estado promoverá y fortalecerá la justicia indígena originaria
campesina. La Ley de Deslinde Jurisdiccional, determinará los mecanismos de coordinación y cooperación
entre la jurisdicción indígena originaria campesina con la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
agroambiental y todas las jurisdicciones constitucionalmente reconocidas”.
123
El art. 13 de la Ley del Deslinde Jurisdiccional señala: I.La jurisdicción indígena originaria campesina, la
ordinaria, la agroambiental y las demás jurisdicciones legalmente reconocidas, en el marco del pluralismo
jurídico, concertarán medios y esfuerzos para lograr la convivencia social armónica, el respeto a los
derechos individuales y colectivos y la garantía efectiva del acceso a la justicia de manera individual,
colectiva o comunitaria.
del sistema ordinario, incluidas las autoridades fiscales,los SLIMS, las Defensorías de la
Niñez y Adolescencia y otras instituciones, así como las autoridades indígena originario
campesinas, coordinen entre ellas con la finalidad no sólo de establecer los casos que
serán conocidos por una u otra jurisdicción, sino también para adoptar las medidas que,
desde un enfoque intercultural, permitan garantizar los derechos de las mujeres y, por otra
parte, que la jurisdicción ordinaria, en las diferentes instituciones, preste la cooperación
necesaria a las autoridades indígena originaria campesinas, colaborando en temas
probatorios, de contención, de rehabilitación, y posibilitando la ejecución de sus
determinaciones vinculadas a medidas de protección y a la resolución del caso.

Cabe aclarar que si la persona víctima de violencia en razón de género, elige ser
juzgada a partir de las normas y procedimientos propios del sistema indígena originario
campesino, ello no significa que, posteriormente, no pueda denunciar posible lesiones a
derechos y garantías; pues ello puede suceder en los casos, por ejemplo, en los que no se
garantice un verdadero acceso a la justicia, o cuando no se sancione al agresor. En dichos
supuestos, la labor del Minsiterio Público es fundamental, pues como garante de los
derechos de las víctimas, y en mérito a las labores de coordinación y cooperación
señaladas precedentemente, le corresponderá actuar a favor de los derechos de la víctima,
acudiendo a la justicia constitucional a través de la acción de amparo constitucional,
conforme lo permiten las normas de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que en su
art. 12, señala que dicha institución, para el cumplimiento de sus fines tiene, entre otras
funciones, la de “3. Promover acciones de defensa, en el ejercicio de la acción penal
pública, en el marco de la Constitución Política del Estado y las leyes”.

En ese sentido, corresponderá a la justicia constitucional analizar la posible lesión de


derechos y garantías de las mujeres y, en su caso, determinar que las autoridades de la
jurisdicción indígena originaria campesina, modifiquen sus actos, normas o
procedimientos para proteger los derechos de las mujeres, en el marco de una protección
reforzada, como lo estableció la SCP 1422/2012 que se encuentra en armonía tanto con
la Declaración de Naciones Unidas sobre derechos de los Pueblos Indígenas y la
Declaración Americana sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.

II. La coordinación entre todas las jurisdicciones podrá realizarse de forma oral o escrita, respetando sus
particularidades.
Dicho entendimiento también es aplicable a los delitos de acoso y violencia política
contra mujeres; pues, si bien el art. 21 de la Ley 243 establece que dichos delitos serán
sometidos a la jurisdicción ordinaria; sin embargo, desde una interpretación conforme a
la Constitución Política del Estado y las normas del bloque de constitucionalidad, y
considerando los principios de pluralismo jurídico, descolinización e interculturalidad,
así como los derechos colectivos de las naciones y pueblos indígena originariio
campesinos a la libre determinación y a ejercer sus sistemas jurídicos, debe entenderse
que la jurisdicción indígena originaria campesina sí tiene competencia para conocer los
casos de acoso y violencia política, en el marco de sus normas y procedimientos propios;
más aún si se considera que la norma constitucional reconoce plenamente la posibilidad
que las naciones y pueblos indígenas elijan a sus propias autoridades; así, el art. art. 284
de la CPE determina que el concejo municipal estará compuesto por concejalas y
concejales elegidas y elegidos mediante sufragio universal, y que en los municipios donde
existan naciones o pueblos indígena originario campesinos, que no constituyan una
autonomía indígena originaria campesina, éstos podrán elegir sus representantes ante el
Concejo Municipal de forma directa mediante normas y procedimientos propios y de
acuerdo a la Carta Orgánica Municipal.

En ese sentido, deberá considerarse el art. 21.II de la Ley 243 que señala que “Cuando
el caso así lo exija se establecerán los mecanismos de coordinación y cooperación con la
jurisdicción indígena originaria campesina”. Conforme a lo anotado, es indispensable que
las y los fiscales, y las diferentes instituciones receptoras y promotoras de denuncia,
generen mecanismos de coordinación y cooperación, en los casos de violencia en razón
de género, en el marco de los siguientes lineamientos:
Desde una perspectiva intercultural, las y los fiscales, una vez tengan conocimiento de
la denuncia, incluida una denuncia de acoso y violencia política, deben constatar la
existencia de una decisión de la víctima respecto a que su caso sea conocido por la
jurisdicción ordinaria, brindándole la información necesaria sobre la posibilidad que
ella elija la jurisdicción a la que quiere ser sometida, en el marco de la Recomendación
33 de la CEDAW a la que se ha hecho referencia.

Desde una perspectiva intercultural y en el marco de lo decidido por la víctima, las y


los fiscales, deben coordinar con las autoridades indígena originaria campesina, ya sea
para remitir el caso ante dichas autoridades, brindándoles toda la cooperación, o para
informar sobre el conocimiento del hecho ante la jurisdicción ordinaria, solicitándoles,
a dichas autoridades, la cooperación correspondiente.

Desde una perspectiva intercultural, y en el marco de lo decidido por la víctima, las y


los fiscales deben articular a las diferentes instituciones que trabajan en el tema de
violencia en razón de género, para cooperar con la víctima y la jurisdiccion indígen
originaria campesina.

Desde una perspectiva intercultural, el Ministerio Público, ante vulneración de los


derechos de la víctima en la jurisdicción indígena originaria campesina, podrá
formular una acción de amparo constitucional , resguardando sus derecho y garantías,
conforme lo permite el art. 12 de la LOMP.

7 Otras instancias que deben denunciar hechos vinculados con violencia


política en razón a género

Cualquier instancia pública o privada que conozca un hecho de violencia en razón a


género, entre ellas, el acoso y violencia política, tipificada en la normativa penal
sustantiva vigente, deberá poner en conocimiento el hecho ante la autoridad compente, es
decir ante el Ministerio Público.

En delitos de acoso y violencia política tienen singular importancia las instituciones


públicas, ante quienes, de acuerdo al art. 16 de la Ley 243, la víctima puede formular
su denuncia por actos de acoso y/o violencia política previstos en el art. 8 de la misma
Ley; entendiéndose que si bien dichos actos no llegan a ser delictivos y por ello mismo
se acude a la vía administrativa y disciplinaria ante su denuncia; sin embargo, puede
suceder que en el desarrollo del proceso disciplinario o administrativo se advierta
responsabilidad penal, supuesto en el cual el hecho debe ser remitido ante el Ministerio
Público, conforme además lo determina el art. 17.IV de la Ley 243:

“IV. En caso de determinarse en el proceso interno administrtivo


o disciplinario, indicios de responsabilidad penal, descritas por
esta Ley u otros, o cuando el acoso o violencia política hacia las
mujeres sean realizados por personas particulares o privadas, el
hecho deberá ser remitido al Ministerio Público”

Se debe aclarar que la existencia de responsabilidad penal, de ninguna manera


determina que no se continúe con el proceso administrativo o disciplinario iniciado, pues,
conforme al art-. 18 de la Ley 348, la aplicación de las sanciones aministrativas o
disciplinarias se cumplirá sin perjuicio de la acción penal, cuando corresponda; bajo el
entendido, como lo comprendió la jurisprudencia constitucional en la SC 506/2005-R de
10 de mayo, que el fundamento de las sanciones –penal y administrativa- es diferente:

De acuerdo a las normas transcritas, cuando por un mismo


hecho se impone una sanción penal y otra administrativa,
el principio del non bis in idem no es aplicable, toda vez
que en estos casos se vulneran diferentes bienes jurídicos,
tutelados por distintas ramas o ámbitos del derecho: el
penal y el administrativo y, en consecuencia, el
fundamento de las sanciones es diferente. Así, cuando un
funcionario contraviene el ordenamiento jurídico
administrativo y las normas que regulan la conducta
funcionaria, se le impone una sanción administrativa en
virtud a la potestad disciplinaria del Estado, que tiene un
componente fundamentalmente ético, toda vez que su
finalidad es el resguardo del prestigio y dignidad de la
institución pública, el servicio de los intereses generales y
la eficacia de los servicios públicos.

Por otra parte, en los casos de remisión de antecedentes al Ministerio Público, las
instituciones públicas, podrán otorgar medidas de protección urgentes; pues, el art. 14 de
la Ley 1173, abre la posibilidad que las medidas de protección sean impuestas con
carácter urgente por la o el fiscal, la servidora o servidor policial, y “cualquier otra
autoridad prevista para la atención a mujeres en situación de violencia”.

También cabe hacer referencia a la instancia electoral; pues, de acuerdo al art. 25


de la Ley 243, las autoridades y/o servidores o servidoras públicas del Órgano Electoral
que tengan conocimiento de la comisión de actos de acoso y violencia política, remitirán
los antecedentes, bajo responsabilidad, al Ministerio Público.

8. Organizaciones de la sociedad civil


El art. 15 de la Ley 348 establece que las organizaciones sociales y de mujeres de la
sociedad civil, ejercerán la participación y control social en el marco de la Ley
correspondiente, participando en el diseño, evaluación y gestión de las políticas públicas
de prevención, atención y protección a las mujeres y la calidad de los servicios
especializados, públicos y a los privados que presten servicios básicos o que administren
recursos fiscales en todos los niveles del Estado.

Por su parte, el art. 13de la Ley 1173, incorpora el art. 393 duoter al Código de
procedimiento penal, conforme al siguiente texto:

Art. 393 duoter (PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD


CIVIL)
A solicitud expresa de la víctima, las organizaciones de la sociedad
civil especializadas en atención y asesoramiento a casos de violencia
a niñas, niños, adolescentes o mujeres, podrán apersonarse ante la
Policía Boliviana, Ministerio Público o la autoridad judicial
competente, participando e interviniendo en condición de
coadyuvante en los actos procesales, en resguardo de los derechos de
la víctima y del cumplimiento de la debida diligencia en los procesos
penales por delitos de violencia, pudiendo participar en audiencias,
incluso si éstas fueran declaradas en reserva y brindar cualquier tipo
de apoyo a las víctimas.
CAPÍTULO IV
EL PRIMER CONTACTO, LA
ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS Y
LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN
1 Los actos procesales a la luz de la debida diligencia

Como ya se señaló, el deber de la debida diligencia requiere la actuación pronta,


oportuna y efectiva del Ministerio Público y de todas las instancias competentes para la
investigación, es así que deben ser abordados actos probatorios específicos, como ser la
actividad probatoria, las medidas de protección y los actos procesales más relevantes en
materia de procesamiento penal con perspectiva de género para delitos de violencia en
razón a género, los cuales, en armonía con estándares interamericanos de protección a
derechos, serán desarrollados en este acápite.

En base a lo señalado, la investigación debe iniciarse de oficio, tal como ya se señaló,


pero además, el Ministerio Público y la autoridad jurisdiccional tienen en el marco de sus
atribuciones el impulso de oficio.

Estándar internacional de protección a derechos

El Estado tiene el deber de iniciar de oficio y de inmediato una


investigación imparcial, independiente y minuciosa que permite
determinar la naturaleza y el origen de las lesiones advertidas,
identificar a los responsables e iniciar su procesamiento, aún cuando
los actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes no
hayan sido denunciados ante las autoridades competentes por la
propia víctima (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú, párr. 266).

Asimismo, en el Estado Plurinacional de Bolivia, debe eliminarse obstáculos


normativos o burocráticos tanto en el inicio de la investigación como en el decurso de
todo el proceso penal por violencia en razón a género.

Estándar internacional de protección a derechos

Deber de eliminar cualquier obstáculo de hecho o de derecho que le


reste efectividad a la búsqueda o que haga imposible su inicio como
exigir investigaciones o procedimientos preliminares (Campo
algodonero vs. México párr. 506)

De la misma forma, la investigación y el desarrollo del proceso debe estar encaminado


a materializar el derecho a la verdad desde una perspectiva de género y de acuerdo a los
estándares internacionales vigentes.
Estándares internacional de protección a derechos
Los Estados tienen el deber de realizar una investigación por todos
los medios legales disponibles y orientada a la determinación de la
verdad y la persecución, captura, enjuiciamiento y, en su caso, el
castigo de los responsables, cualquiera que haya sido su participación
en los hechos (Campo Algodonero vs. México párr. 506)

2. El primer contacto

Toda instancia en el primer contacto con la víctima de violencia en razón a género,


deberá brindarle atención, apoyo y protección en el marco de los derechos y garantías de
la víctima que obligan a brindarle una atención enmarcada en un trato digno, en base al
interés superior de la víctima.

En el primer contacto se tiene el deber de atención prioritaria a la víctima. Este deber


a la luz de la debida diligencia, debe ser realizado de manera oportuna y coordinada con
todo el aparato institucional implementado para la atención de casos de violencia en razón
a género.

En el primer contacto, deberá considerarse las siguientes directrices de actuación:

Primera directriz.- Todas las servidoras y servidores públicos


deberán prestar una atención integral a las víctimas directas e
indirectas, es decir a sus familiares o personas cercanas que se
encuentren afectadas por la situación de violencia.

Segunda directriz.- Esta atención integral implica asistencia legal,


psicológica, médica, social u otro tipo de asistencia especializada
que requiera la víctima directa y las víctimas indirectas.

Tercera directriz.- Deberá prestarse a la víctima directa y las


víctimas indirectas el acompañamiento continuo no sólo en la etapa
de denuncia, sino durante todo el proceso y después del mismo en
el marco de las medidas de rehabilitación que sean asumidas.

2.1.Atención a la víctima en estado de crisis


Las víctimas de violencia en razón a género, como consecuencia de la experiencia
traúmática de la violencia, pueden presentar estados temporales de trastorno que
requieren desde la debida diligencia una atención y contención emocional inmediata.

La crisis tiene un impacto específico y diferente en cada víctima, por esta razón deberá
considerarse el caso y la situación particular de cada víctima, además deberá aplicarse un
enfoque interseccional que considere su edad, su salud su condición de discapacidad u
otros criterios importantes que deben ser identificados a efecto de brindar una protección
efectiva y reforzada a la víctima, más aún en casos en los que pudiera existir causas de
discriminación múltiple que genere mayor vulnerabilidad en la víctima.

El Ministerio Público, la Policía Bolivia, la entidad promotora de denuncia o cualquier


instancia que tenga el primer contanto con la víctima, cuando ésta se encuentre en un
estado de crisis, deberán seguir los siguientes pasos:

Paso 1.- Deberá realizarse la contención emocional para estabilizar a


la víctima, la contención tiene un alcance temporal y en ningún caso
suplirá las medidas de rehabilitación que deberán adoptarse para las
víctimas de violencia en razón a género. La contención emocional está
destinada a que la víctima pueda relatar los hechos y por ende pueda
realizar la denuncia.

Criterios importantes que deben ser seguidos:


ü Se debe asegurar un ambiente que genere a la víctima
confianza en el marco de una atención que denote
que existe empatía con la víctima, es decir que la
perona que realiza la contención no sólo debe
escuchar a la víctima, sino debe hacerle sentir que
entiende su situación.
ü Debe realizarse una escucha activa, en este marco,
no puede contradecirse su versión, cuestionarse su
relato ni contradecir el mismo; tampoco se pueden
realizar juicios de valor, o verter criterios
prejuiciosos o estereotipados.

Paso 2.- Luego de la contención, en el marco de una coordinación


interinstitucional, con la debida diligencia, si el caso así lo amerita,
remitirá a la víctima a un servicio especializado.

Para esta coordinación debe considerarse lo siguiente:


ü Los SLIMs tienen un equipo interdisciplinario
conformado por un pscólogo, abogado y trabajador
social (Ver parte III de este protocolo).
ü Las Defensorías de la Niñez y adolescencia, también
tienen un equipo multidisciplinario (Ver parte III de
este protocolo).
ü También el SIJPUL y el SEPDAVI cuentan con un
equipo multidisciplinario (Ver parte III de este
protocolo).
ü También debe considerarse las otras instancias de
acompañamiento a víctimas de violencia, como el
CEPAT que brindan atención terapéutica a niñas,
niños, adolescentes y mujeres que hayan sufrido
violencia sexual, las unidades especializadas para
personas con discapacidad, los servicios
especializados para personas adultas mayores, las
casas de acogida o los refugios temporales.

Paso 3.- Si existe una situación de riesgo que amerite una protección
inmediata y urgente, la o el fiscal, la servidora o servidor policial o
cualquier otra autoridad vinculada a la atención de casos de violencia
en razón a género podrán disponer medidas de protección urgente de
acuerdo a lo establecido en la Ley 1173.

Las medidas urgentes de protección para mujeres o


personas en situación de violencia en razón a género
son:
ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al
agresor del domicilio conyugal o donde habite la
mujer en situación de violencia,
independientemente de la acreditación de
propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que
el agresor se someta a una terapia psicológica en
un servicio de rehabilitación. También podrá
ordenarse la restitución de la víctima al domicilio
del cual hubiera sido expulsada por la violencia o
que por esta razón hubiera tenido que abandonar.
ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar
al domicilio, lugar de trabajo o de estudios,
domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espaciio que
frecuente la mujer que se encuentra en situación
de violencia.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o
molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.
ü Realizar el inventario de los bienes muebles e
inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disponer la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas
e hijos dependientes.
ü La retención de documentos de propiedad de
bienes muebles o inmuebles, mientras se decide
la reparación de daños.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto
del agresor con la mujer, sin que se vean afectados
los derechos laborales de la mujer.
ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido
frecuente de la víctima.

Paso 4.- Si la contención fue realizada por la Instancia Promotora de


Denuncia, esta instancia deberá elaborar un informe que relate la
intervención efectuada, además deberá describirse el estado de la
víctima y las recomendaciones que sean necesarias. Este informe
deberá ser adjuntado a la denuncia.

2.2.Primer contacto y atención a víctimas LGBTI

El Ministerio Público, la Policía Boliviana y las instancias promotora de denuncia,


deben considerar, tal como se fundamentó en la primera parte del trabajo, que las personas
LGBTI también tienen una protección reforzada en casos de violencia en razón a género
y se encuentran amparados por la ley 348, por tanto, deberán seguir los siguientes
lineamientos:

Lineamiento 1.- Si la víctima así lo requiere se realizará la contención


emocional

Lineamiento 2.- Para el registro de los hechos se consignarán los datos


en el marco de su derecho a la identidad de género

Lineamiento 3.- Si la contención fue realizada por la instancia promotora


de denuncia, esta instancia deberá elaborar un informe que relate la
intervención efectuada, además de describir el estado de la víctima y las
recomendaciones que sean necesarias. Este informe deberá ser adjuntado
a la denuncia.
Lineamiento 4.- La o el fiscal, la autoridad policial o las instancias
promotoras, podrán adoptar las medidas de protección urgente de acuerdo
a lo establecido por la Ley 1173.

Deben considerarse los Principios sobre la aplicación de la legislación internacional


de derechos humanos con relación a la orientación sexual y la identidad de género, más
conocidos como Principios de Yogyakarta.

El preámbulo de estos Principios, identifica y reconoce prácticas y concepciones de


estigmatización, prejuicios y exclusión en el ejercicio de derechos por criterios de
orientación sexual e identidad de género. Así, el primer principio garantiza que todos los
seres huanos, de todas las orientaciones sexuales e identidades de género, tienen derecho
al pleno disfrute de los derechos humanos. De la misma forma, el segundo principio
garantiza el derecho a la igualdad y no discriminación en los siguientes términos:

Principio 2: Los derechos a la igualdad y a la no


discriminación
Todas las personas tienen derecho al disfrute de todos los derechos
humanos, sin discriminación por motivos de orientación sexual o
identidad de género. La ley prohibirá toda discriminación y
garantizará a todas las personas protección igual y efectiva contra
cualquier discriminación.

En la progresividad del derecho internacional de los derechos humanos, es importante


destacar que la Corte IDH, en su rol interpretativo, a solicitud de Costa Rica, emitió la
Opinión Consultiva OC 24/2017, de 24 de noviembre, sobre identidad de género e
igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo, en la cual estableció estándares
importantes de protección reforzada para garantizar los derechos de las personas LGBTI,
entre estos se puede destacar el siguiente:

Estándar internacional de protección a derechos

La Corte, teniendo en cuenta las obligaciones generales de respeto y


garantía establecidas en el art. 1.1 de la Convención Americana, los
criterios de interpretación fijados en el artículo 29 de dicha
Convención, lo estipulado en la Convención de Viena sobre el Derecho
de los Tratados, las Resolciones de la Asamblea General de la OEA,
los esándares establecidos por el Tribunal Europeo y los organismos
de Naciones Unidas, ha establecido que la orientación sexual y la
identidad de género de las personas son categorías protegidas por la
Convención. Por ello, está proscrita por la Convención, cualquier
norma, acto o práctica discriminatoria basada en la orientación sexual
o en la identidad de género de las personas por ser contrarias al art. 1.1
de la Convención Americana. (OC 24/14 párr. 68)

2.3.Primer contacto y atención a víctimas que son personas con discapacidad

En el marco de las obligaciones internacionales de respeto y garantía asumidas por el


Estado Plurinacional de Bolivia, debe considerarse que el primer contacto y la atención a
personas con discapacidad, debe considerar la normativa interna específica para este
sector de atención prioritaria y también la normativa internacional.

La Ley 223 de 2 de marzo de 2012, denominada Ley General para Personas con
Discapacidad, y el Decreto Supremo 1893, contienen aspectos esenciales que deben ser
considerados tanto en el primer contacto y también en la atención ulterior que debe
brindarse a víctimas de violencia que son personas con discapacidad.

La Ley 223, consagra en su art. 4 los principios de igualdad en dignidad, no


discriminación, inclusión, accesibilidad, equidad de género, igualdad de oportunidades,
no violencia y asistencia económica estatal.

Art. 4.b de la Ley 233 (No discriminación)


No se anula o afecta el reconocimiento, goce o ejercicio pleno
de los derechos en base a cualqier forma de distinción,
eclusión, restricción o preferencia, fundada en razón de su
situación de persona con discapacidad.

Art. 4.b de la Ley 233 (No Violencia)


Garantía y protección a las personas con discapacidad, en
énfasis a mujeres, niños, niñas y adolescentes contra toda
forma de violencia física, psicológica o sexual.

Es importante señalar también que la Ley 233 introduce el concepto de ajustes


razonables para personas con discapacidad en los siguientes términos:

Art. 5.v de la Ley 233 (Ajustes Razonables)


Se entenderán las modificaciones, adaptaciones necesarias y
adecuadas, que no impongan una carga desproporcionada o
indebida, cuando se requiera en un caso particular para
garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio
en iguladad de condiciones, de los derechos humanos y
libertades fundamentales.

La prescripción sobre ajustes razonables también está contenida en el art. 2 de la


Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.

Es importante resaltar también el derecho al acceso a servicios de salud integrales


y gratuitos consagrados en la Ley 233.

Art. 5.v de la Ley 233 (Derecho a servicios de salud


integrales y gratuitos)
El Estado Plurinacional de Bolivia garantiza el acceso de las
personas con discapacidad a los servicios integrales de
promoción, prevención, atención, rehabilitación y
habilitación, con carácter gratuito, de calidad y con calidez,
en la red de Servicios Públicos y en los tres niveles de
atención.

Además, de acuerdo a lo establecido por el art. 21 de la Ley 233, las personas a


cargo de una persona con discapacidad, perderán los beneficios a su favor cuando
cometan actos de violencia familiar, de abuso, malos tratos o discriminación en contra de
personas con discapacidad, o cuando se cometa contra ellos, delitos contra la libertad
sexual, explotación, trabajos denigrantes o insalubres.

Debe resaltarse que de acuerdo al art. 32.V, para la atención en el ámbito de salud,
establece que el Estado Plurinacional de Bolivia, incorporará la estrategia de la
rehabilitación basada en la comunidad en políticas sociales, culturales, interculturales y
económicas para personas con discapacidad.

También es importante establecer que los derechos de las personas con


discapacidad, en el ámbito del Sistema Universal de Protección de Derechos, cuentan con
la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, este instrumento,
aborda de manera específica la protección reforzada que el Estado debe brindar a mujeres,
así como a niñas y niños con discapacidad.
Art. 6 Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (Mujeres con discapacidad)
1. Los Estados Partes reconocen que las mujeres y niñas con
discapacidad están sujetas a multiples formas de
discriminación y, a ese respecto, adoptarán medidas para
asegurar que puedan disfrutar plenamente y en igualdad de
condiciones de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales.
2. Los Estados Partes tomarán todas las medidas pertinentes para
asegurar el pleno desarrollo, adelanto y potenciación de la
mujer, con el propósito de garantizarle el ejercicio y goce de
los derechos humanos y las libertades fundamentales
establecidos en la presente Convención.

Art. 7 Convención sobre los Derechos de las Personas con


Discapacidad (Niños y niñas con discapacidad)

1. Los Estados Partes tomarán todas las medidas necesarias para


asegurar que todos los niños y las niñas con discapacidad gocen
plenamente de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales en igualdad de condiciones con los demás niños
y niñas.
2. En todas las actividades relacionadas con los niños y las niñas
con discapacidad, una consideración primordial será la
protección del interés suprior del niño.
3. Los Estados Partes garantizarán que los niños y las niñas con
discapacidad tengan derecho a expresar su opinión libremente
sobre todas las cuestiones que les afecten, opinión que recibirá
la debida consideración teniendo en cuanta su edad y madurez,
en igualdad de condiciones con los demás niños y niñas, y a
recibir asistencia apropiada con arreglo a su discapacidad y
edad para poder ejercer ese derecho.

El art. 16 de este instrumento internacional que forma parte del bloque de


constitucionalidad, establece la obligación reforzada del Estado de asumir medidas de
protección para evitar explotación, violencia y abuso contra personas con discapacidad.

Art. 16.1 Convención sobre los Derechos de las Personas


con Discapacidad (Protección contra la explotación, la
violencia y el abuso)
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas de carácter
legislativo, administrivo, social, educativo y de otra índole
que sean pertinentes para proteger a las personas con
discapacidad, tanto en el seno del hogar como fuera de él,
contra todas las formas de explotación, violencia y abuso,
incluidos los aspectos relacionados con el género.

Art. 16.5 Convención sobre los Derechos de las Personas


con Discapacidad (Protección contra la explotación, la
violencia y el abuso)
Los Estados Partes adoptarán legislación y políticas efectivas,
incluidas legislación y políticas centradas en la mujer y en la
infancia, para asegurar que los casos de explotación, violencia
y abuso contra personas con discapacidad sean detectados,
investigados y, en su caso, juzgados.

También se debe considerar la Convención Interamericana para la Eliminación de


todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad, cuyo
objetivo es la prevención y eliminación de todas las formas de discriminación contra
las personas con discapacidad.

A la luz de la Ley 348 interpretada de manera sistémica en relación a la normativa


interna específica y los intrumentos internacionales citados, deben considerarse los
siguientes lineamientos para el primer contacto y atención de personas con
discapacidad víctimas de violencia.

Lineamiento 1.- Deberá realizarse la contención emocional para


estabilizar a la víctima, la contención tiene un alcance temporal y en
ningún caso suplirá las medidas de rehabilitación que deberán adoptarse
para las víctimas de violencia en razón a género. La contención emocional
está destinada a que la víctima pueda relatar los hechos y por ende pueda
realizar la denuncia.

Lineamiento 2.- Se solicitará el apoyo de las unidades municipales


creadas para la atención de las personas con discapacidad.

Lineamiento 3.- Si existe una situación de riesgo que amerite una


protección inmediata y urgente, la o el fiscal, la servidora o servidor
policial o cualquier otra autoridad vinculada a la atención de casos de
violencia en razón a género podrán disponer medidas de protección
urgente de acuerdo a lo establecido en la Ley 1173.

2.4.Primer contacto y atención a víctimas adultas mayores


En el marco de las obligaciones internacionales de respeto y garantía asumidas por el
Estado Plurinacional de Bolivia, debe considerarse que el primer contacto y la atención a
personas con discapacidad, debe considerar la normativa interna específica para este
sector de atención prioritaria y también la normativa internacional.

La Ley 369 de 1 de mayo de 2013, denominada Ley General de las Personas Adultas
Mayores y el Decreto Supremo 1807. Esta normativa interna específica tiene por objeto,
tal como lo establece su art. 1, regular los derechos, garantías y deberesde las personas
adultas mayores, así como la institucionalidad para su protección.

Art. 2 Ley 369 (Titulares de Derechos)


Son titulares de los derechos las personas adultas mayores de
sesenta (60) o más años de edad, en el territorio boliviano.

El art. 7 de la citada ley, establece el trato preferente en el acceso a servicios que


debe ser brindado a personas adultas mayores.

Art. 7 Ley 369 (Trato Preferente en el Acceso a Servicios)


I. Las instituciones públicas y privadas brindarán trato
preferente a las personas adultas mayores de acuerdo
a los siguientes criterios: 1. Uso eficiente de los
tiempos de atención. 2. Capacidad de respuesta
institucional. 3. Capacitación y sensibilización del
personal. 4. Atención personalizada y especializada.
5. Trato con calidad y calidez. 6. Erradicación de toda
forma de maltrato. 7. Uso del idioma materno.
II. Todo trámite administrativo se resolverá de manera
oportuna, promoviendo un carácter flexible en su
solución, de acuerdo a Ley.

En el ámbito interamericano, se cuenta con la Convención Interamericana sobre


la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores, cuyo
objeto, tal como lo establece su primer artículo, es promover, proteger y asegurar el
reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en condiciones de igualdad, de todos los
derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a fin de contribuir
a su plena inclusión, integración y participación en la sociedad.
La citada confención, en el artículo segundo, define a la discriminación, la
discriminación múltiple y la discriminación por edad en la vejez en los siguientes
términos:

Discriminación
Cualquier distinción, exclusión, restricción que tenga como objetivo o
efecto anular o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en
igualdad de condiciones de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en la esfera política, económica, social, cultural o en
cualquier otra esfera de la vida pública y privada.

Discriminación múltiple
Cualquier distinción, exclusión o restricción hacia la persona mayor
fundada en dos o más factores de discriminación.

Discriminación por edad en la vejez


Cualquier distinción, exclusión o restricción basada en la edad que
tenga como objetivo o efecto anular o restringir el reconocimiento,
goce o ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos humanos
y libertades fundamentales en la esfera política, económica, social,
cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública y privada.

De acuerdo a la normativa interna e internacional citada que debe ser interpretada


de manera sistémica con la Ley 348, la Convención Belem do Pará y la CEDAW, se
deben seguir los siguientes lineamientos:

Paso 1.- Deberá realizarse la contención emocional para estabilizar a la


víctima, la contención tiene un alcance temporal y en ningún caso suplirá las
medidas de rehabilitación que deberán adoptarse para las víctimas de
violencia en razón a género. La contención emocional está destinada a que
la víctima pueda relatar los hechos y por ende pueda realizar la denuncia.

Paso 2.- Si existe una situación de riesgo que amerite una protección
inmediata y urgente, la o el fiscal, la servidora o servidor policial o cualquier
otra autoridad vinculada a la atención de casos de violencia en razón a género
podrán disponer medidas de protección urgente de acuerdo a lo establecido
en la Ley 1173.

Paso 3.- Deberá coordinarse con los Servicios Municipales del Adulto
Mayor y con el SIJPLU, insancia que de acuerdo al art. 9 del DS 1807
brindará asistencia reforzada a víctimas de violencia que sean personas
adultas mayores.
3. Medidas de protección

Uno de los avances más importantes consignados en la Ley 1173, es el referente a las
medidas de protección para casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes y contra
mujeres. En este marco, tal cual ya se desarrolló en este protocolo, estas medidas de
protección alcanzan a todas las víctimas de violencia en razón de género, es decir, a
mujeres o personas LGBTI, considerando su situación de vulnerabilidad.

Las medidas de protección tienen fundamento en el art. 7.d de la Convención Belém


do Para, la cual, tal como se señaló, forma parte del bloque de constitucionalidad.

Art. 7.d Convención Belém do Pará


Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia
contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios
apropiados y sin dilaciones, políticas, orientadas a prevenir,
sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo
siguiente:
d. adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a
abstenerse de hostigar, intimar, amenazar, dañar o poner en
peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra
su integridad o perjudique su propiedad.

La Corte IDH, en una interpretación del art. 7.b de la Convención Belé do Pará,
estableció lo siguiente:

Estándar Internacional de protección a derechos

El Estado tiene el deber de implementar medidas de protección para las


mujeres en situación de violencia (Veliz Franco y otros Vs.
Guatemala, párr. 89)

Estándar Internacional de protección a derechos


El deber del Estado de brindar protección a las victimas a través de
medidas provisionales, especialmente cuando se encuentran en situación
de extrema gravedad y urgencia por estar sus vidas e integridad personal
amenazadas y en grave riesgo. (Caso Rosendo Cantú y otra Vs.
México párr. 314).

De acuerdo a los estándares interamericanos referidos, las medidas de protección


tienen fundamento en la protección reforzada que el Estado debe brindar a las víctimas,
en este marco, pretenden brindar seguridad a la víctima directa y también a las indirectas
y precautelar su derecho a la vida, integridad física, emocional, sexual, sus derechos
patrimoniales, económicos y laborales, así como su dignidad. Entonces, las medidas de
protección son mecanismos destinados a brindar apoyo y protección a las víctimas para
impedir que continuén los actos de violencia o que se agraven en el proceso del ciclo de
violencia.

Art. 32.I Ley 348 (Finalidad)


Las medidas de protección tienen por objeto interrumpir e
impedir un hecho de violencia contra las mujers, o garantizar,
en caso de que éste se haya consumado, que se realice la
investigación, procesamiento y sanción correspondiente.

De acuerdo al Art. 14 la Ley 1173, las medidas de protección son aquellas que tienen
por fin evitar que el hecho produzca mayores consecuencias, que se cometan nuevos
hechos de violencia, reducir la sitaución de vulnerabilidad de la víctima y otorgarle el
auxilio y protección indispensable en resguardo de su integridad. Esta disposición legal
establece también que estas medidas pueden ser dispuestas con carácter de urgencia
habiéndose establecido la situación de riesgo en la que se encuentra la víctima y cuando
las circunstancias del caso exijan la inmediata protección a su integridad.

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 0364/2018-S2, ha definido a las


medidas de protección en los siguientes términos:

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0346/2018-S2 de 18 de


julio)
Interpretación del TCP.- El TCP, al interpretar el art. 32 de la Ley
348, estableció que las medidas de protección son mecanismos
procesales de carácter preventivo y disuasivo, destinados a
neutralizar o minimizar los efectos nocivos del ejercicio de la
violencia contra la mujer y la persona que por su situación de
vulnerabilidad sufra cualquiera de las formas de violencia contra la
mujer, independiente de su género; salvaguardando de esta manera,
la vida, la integridad física, psicológica, sexual, los derechos
patrimoniales, económicos y laborales de la víctima y sus
dependientes, las cuales, son de aplicación inmediata. En este
marco, las medidas de protección contenidas en la Ley 348, son
medidas integrales, pues no solo están dirigidas a interrumpir o
impedir la violencia física como tal, sino a otorgar los medios
necesarios para afrontar la violencia e inclusive, disponer de los
medios económicos necesarios que les permitan cubrir sus propias
necesidades y las de sus hijos (FJ III.3).
Contextualización del caso.- A través de una acción de amparo
constitucional, la accionante, denunciada por su cónyuge varón por
violencia familiar, sostuvo que en el proceso penal seguido en su
contra por violencia familiar, la fiscal demandada impuso medidas
de protección para el denunciante y sus hijos sin la debida
motivación y fundamentación, lo que vulneraría sus derechos al
debido proceso, a la libertad de residencia y locomoción, a la
igualdad, a la propiedad y al principio de seguridad jurídica y los
derechos de sus hijos, uno de ellos con discapacidad. El TCP
concedió la tutela en relación únicamente a la fiscal demandada ya
que las medidas de protección también pueden ser extendidas al
varón cuando sea víctima de violencia familiar y esté en situación
de vulnerabilidad, sin embargo, ni la fundamentación, tampoco la
motivación del requerimiento fiscal, contemplaron estos aspectos
para establecer la medida de protección a favor de un hombre y sus
hijos.

Tal como ya se señaló, el TCP en la SCP 0346/2018-S2, estableció que las


medidas de protección son mecanismos procesales de carácter preventivo y disuasivo,
destinados a neutralizar o minimizar los efectos nocivos del ejercicio de la violencia
contra la mujer y la persona que por su situación de vulnerabilidad sufra cualquiera de las
formas de violencia contra la mujer, independiente de su género; salvaguardando de esta
manera, la vida, la integridad física, psicológica, sexual, los derechos patrimoniales,
económicos y laborales de la víctima y sus dependientes, las cuales, son de aplicación
inmediata y no puede condicionarse a ninguna situación su directa y eficaz ejecución por
su carácter preventivo.

Las medidas de
protección son de Puede recurrirse a la
ejecución inmediata fuerza pública para lograr
su cumplimiento
inmediato

En coherencia con lo señalado, es importante establecer que las medidas de


protección no pueden generar actuaciones revictimizantes para las víctimas de violencia
en razón de género mediante actuaciones o procedimientos que impliquen un sufrimiento
a la víctima por la repetición de la experiencia traumática vivida.
Asimismo, las medidas de protección deben respetar la dignidad de las víctimas
y en particular de niñas, niños y adolescentes.

Asimismo, es importante la aplicación del enfoque interseccional en medidas de


protección que realizó el TCP, tal como lo evidencia la siguiente ficha jurisprudencial:

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0358/2018-S2 de 25 de


julio)
Interpretación del TCP.- El TCP establece que si bien
internamente se tiene un adecuado marco normativo para la
protección de violencia en razón de género; sin embargo, es evidente
que las disposiciones legales, en muchos casos requieren ser
interpretadas, considerando el contexto de violencia estructural y
concreta de la víctima, así como su situación de especial
vulnerabilidad, por lo que las autoridades judiciales, el Ministerio
Público y la policía Boliviana, deben tomar en cuenta el enfoque
interseccional cuando se trate de víctimas niñas, adolescentes o
personas con discapacidad víctimas de violencia, a efecto de actuar
inmediatamente y con prioridad, adoptando las medidas de
protección que sean necesarias; y evitando todas aquellas acciones
que se constituyen en revictimizantes. (FJ III.3.2).
Contextualización del caso.- A través de una acción de libertad, el
accionante, acusado por el delito de violencia sexual contra una
mujer con discapacidad, denunció que fue arrestado ilegalmente sin
que se le hubiese informado las causas del mismo y en un periodo
de tiempo que excede el lapso legal permitido para el arresto. El
TCP revocó la decisión del tribunal de garantías y denegó la tutela,
a cuyo efecto, estableció que si bien no se cumplieron con las
causales permitidas para la aprehensión, empero, afirmo que los
servidores policiales actuaron en el marco del art. 225 del CPP, ya
que debían proceder con urgencia ante la denuncia de violación
contra una persona con discapacidad, ya que desde un enfoque de
interseccionalidad, debe otorgarse una atención inmediata en el
marco de la debida diligencia a las mujeres víctimas de violencia y
con discapacidad, porque éstas gozan de una protección reforzada.

3.1 Medidas de protección por violencia en razón de género

En el marco de la naturaleza jurídica de las medidas de protección para víctimas de


violencia en razón a género, las cuales son de ejecución inmediata tal cual se señaló, la
Ley 1173, establece un catálogo abierto de medidas de protección tanto para niñas, niñas
y adolescentes, como para mujeres en situación de violencia; sin embargo, este último
catálogo es extensible a personas con discapacidad, personas adultas mayores, personas
LGBTI o cualquier otra persona que se encuentre en violencia en razón de género.

La Ley 348 también contempla un listado de medidas de protección, que de acuerdo


a su art. 32 tienen por objeto interrumpir e impedir un hecho de violencia contra las
mujeres, o garantizar, en caso de que el hecho se hubiere consumado, que se realice la
investigación, procesamiento y sanción correspondiente. Conforme se tiene señalado,
estas medidas de protección, desde una interpretación de la norma con perspectiva de
género, no sólo pueden ser aplicadas a víctimas mujeres, sino a quienes se encuentren en
una situación de vulnerabilidad, conforme lo entendió la SCP 17/2019-S2, que ha sido
anteriormente referida. Las salidas previstas por elart. 35 de Ley 348, son las siguientes:

1. Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del domicilio


conyugal o donde habite la mujer en situación de violencia,
independientemente de la acreditación de propiedad o posesión del inmueble,
y ordenar que el agresor se someta a una terapia psicológica en un servicio de
rehabilitación.
2. Prohibir al agresor enajenar, hipotecar, prendar, disponer o cambiar la
titularidad del derecho propietario de bienes muebles o inmuebles comunes.
3. Disponer la asistencia familiar a favor de hijas, hijos y la mujer.
4. Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de
trabajo o de estudios, domicilio de las y los ascendientes o descendientes, o a
cualquier otro espacio que frecuente la mujer que se encuentra en situación de
violencia.
5. Restituir a la mujer al domicilio del cual hubiera sido alejada con violencia,
cuando ella lo, solicite, con las garantías suficientes para proteger su vida e
integridad.
6. Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar por cualquier medio
o a través de terceras personas, a la mujer que se encuentra en situación de
violencia, así como a cualquier integrante de su familia.
7. Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción a los testigos de los
hechos de violencia.
8. Suspender temporalmente al agresor del régimen de visitas y convivencia
con sus hijas e hijos.
9. Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad
común o de posesión legítima.
10. Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos personales de la
mujer y de sus hijas e hijos o dependientes.
11. Retener los documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles,
mientras se decide la reparación del daño.
12. Disponer la tolerancia o reducción del horario de trabajo dé la mujer que
se encuentra en situación de violencia, sin que se vean afectados sus derechos
laborales y salariales.
13. Ordenarla anotación preventiva de los bienes sujetos a registro del agresor,
así como el congelamiento de cuentas bancarias para garantizar las
obligaciones de asistencia familiar.
14. Velar por el derecho sucesorio de las mujeres.
15. Disponer la remoción del agresor de acoso sexual en el medio laboral.
16. Disponer medidas para evitar la discriminación en la selección,
calificación, permanencia y ascenso en su fuente laboral.
17. Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor con la mujer,
sin que se vean afectados los derechos laborales de la mujer.
18. Disponer cualquier medida cautelar de protección a las mujeres que se
encuentran en situación de violencia señalada en el Código de Procedimiento
Penal y el Código de Procedimiento Civil.
19. Todas las que garanticen la integridad de las mujeres que se encuentran en
situación de violencia.

Por su parte, la Ley 1173, complementa el listado de las medidas de protección


establecidas en la Ley 348, que consisten en las siguientes:

1 Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del


domicilio conyugal o donde habite la mujer en situación de
violencia, independientemente de la acreditación de propiedad o
posesión del inmueble, y ordenar que el agresor se someta a una
terapia psicológica.
2. Prohibir al agresor enajenar, hipotecar, prendar, disponer o
cambiar la titularidad del derecho propietario de bienes muebles o
inmuebles comunes.
3. Disponer la asistencia familiar a favor de hijas, hijos y la
mujer.
4. Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio,
lugar de trabajo o estudios, domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espacio que frecuente la mujer
que se encuentra en situación de violencia.
5. Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar por
cualquier medio o a través de terceras personas, a la mujer que se
encuentra en situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.
6. Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción a los
testigos de los hechos de violencia.
7. Suspender temporalmente al agresor del régimen de visitas y
convivencia con sus hijas e hijos.
8. Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de
propiedad común o de posesión legítima.
9. Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos
personales de la mujer y de sus hijas e hijos o dependientes.
10. La retención de documentos de propiedad de bienes muebles o
inmuebles, mientras se decide la reparación del daño.
11. Ordenar la anotación preventiva de los bienes sujetos a registro
del agresor, así como el congelamiento de cuentas bancarias para
garantizar las obligaciones de asistencia familiar.
12. Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor
con la mujer, sin que se vean afectados los derechos laborales de
la mujer.
13. Prohibición de interferir, de cualquier forma, en el ejercicio de
la guarda, crianza y educación de los hijos.
14. Prohibición de transitar por los lugares de recorrido frecuente
de la víctima.
15. Someterse a programas de tratamientos reflexivos, educativos
o psicológicos tendientes a la modificación de conductas violentas
y delictuales.

En una interpretación extensiva de las medidas de protección, debe establecerse que


también pueden ser aplicadas para proteger a la familia, especialmente de la víctima, en
casos de feminicido:

Como medida de protección, la jueza, juez o tribunal podrá


prohibir al imputado de feminicidio, comunicarse,
intimidar o acercarse por cualquier medio o mediante
terceras personas a la familia de la víctima y a los hijos de
la víctima.

Las medidas de protección descritas en la Ley 1173 deben ser interpretadas en un


sentido extensivo, ya que no sólo son aplicables a mujeres en situación de violencia,
niñas, niños o adolescentes, sino también a las personas que sufran violencia en razón a
género, entre ellas, las personas LGBTI; por lo tanto, estas medidas de protección
especificamente normadas, deben ser también efectivas para estas personas.

Podrá establecerse una o varias medidas de protección, de manera fundada y por su


carácter de inmediatez, las medidas de carácter urgente podrán ser asumidas y
ejecutadas de manera directa por la fiscalía, la policía, la entidad promotora de
denuncia, u otras autoridades previstas para la atención de la violencia en razón de género,
sujetas siempre a control jurisdiccional ulterior. También podrán ser determinadas por
cualquier autoridad indígena originaria campesina en el ámbito de su competencia
territorial.
También debe resalatarse que la Ley 1173, modifica el Código de Procedimiento
Penal y establece medias vinculadas a las medidas de protección, como la solicitud de
divorcio o desviculación de la unión libre por ruptura del protecto de vida en común.

Art. 393 deciter del CPP, modificado por el art…de la Ley


1173 (Resolución integral)
En cualquier etapa de procedimiento especial en los casos de
violencia física o sexual contra mujeres, por delitos con pena igual
o superior a cuatro (4) años, la víctima o su representate podrá
solicitar a la instancia jurisdiccional, el divorcio o desvinculación
de la unión libre por ruptura del proyecto de vida en común, con
el único efecto de la disolución del vínculo conyugal o de la unión
libre de hecho, para que resuelva conforme establece el
procedimiento previsto en la Ley No. 603 de 19 de noviembre de
2014 “Código de las Familias y del Proceso Familiar”.

3.2 Medidas de protección sujetas a reserva judicial exclusiva

De acuerdo al catálogo abierto de medidas de protección, existen algunas que están


sujetas a la garantía de reserva judicial, es decir, que solamente podrán ser asumidas por
las o los jueces de instrucción; las juezas o jueces de sentencia; los tribunales de sentencia,
de acuerdo a la repartición competencial, o los vocales de las salas penales en apelación,
o las o los magistrados/as de la sala penal en Casación.

Las medidas de protección sujetas a reserva judicial son las siguientes:

ü La prohibición al agresor de enajenación,


hipoteca, prenda o la disposición o cambio de
titularidad del dercho propietario de bienes
muebles o inmuebles comunes.

ü La fijación de asistencia familiar a favor de


hijas, hijos y la mujer.

ü La suspensión temporal al agresor del régimen


de visitas y convivencia con sus hijas e hijos.

ü La orden de anotación preventiva de los bienes


sujetos a registro del agresor, así como el
congelamiento de cuentas bancarias para
garantizar las obligaciones de asistencia
familiar.
ü La prohibición de interferir, de cualquer forma,
en el ejercicio de la guarda, crianza y educación
de los hijos.

ü El sometimiento a programas de de tratamiento


reflexivos, educativos o psicológicos tendientes
a la midificación de conductas violentas y
delictuales.

Las medidas de protección sujetas a reserva judicial exclusiva, deberán ser


aplicadas por la autoridad judicial de oficio o a petición de parte y no es requisito que la
víctima se constituye en parte querellante.

Para la aplicación de estas medidas, debe considerarse el mandato específico del


art. 88 de la Ley 348.

Art. 88 de la Ley 348 (Atención permanente)


Las y los jueces de Instrucción en materia de violencia hacia
las mujeres, por turno, deberán estar disponibles las
veinticuatro (24) horas para adoptar las medidas de protección
y restricción necesarias.

3.3. Medidas de protección sujetas a control jurisdiccional ulterior

Un aspecto progresivo y favorable para las víctimas de violencia en razón de


genero contenidos en la ley 1173, es la facultad que tienen tanto las y los fiscales
especializados, la fuerza especial de lucha contra la violencia FELCV, las autoridades
de la jurisdicción indígena originaria campesina, las instancias promotoras de
denuncia y, en general, como establece la Ley 1173, cualquier otra autoridad prevista
para la atención de casos de violencia en razón de género, de adoptar de manera
directa y con carácter de urgencia medidas de protección, las cuales están sujetas a
control jurisdiccional ulterior. Entre las autoridades que atienden los casos de
violencia en razón de género en el ámbito político, cabe señalar conforme se concluyó
en el anterior capítulo a las instituciones públicas, ante quienes la víctima puede
formular su denuncia por actos de acoso y/o violencia política, así como la
instancia electoral.
Las medidas de protección que pueden ser adoptadas de manera directa y con
carácter de urgencia las siguientes medidas de protección:

ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al


agresor del domicilio conyugal o donde habite la
mujer en situación de violencia,
independientemente de la acreditación de
propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que
el agresor se someta a una terapia psicológica en
un servicio de rehabilitación. También podrá
ordenarse la restitución de la víctima al domicilio
del cual hubiera sido expulsada por la violencia o
que por esta razón hubiera tenido que abandonar.

ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar


al domicilio, lugar de trabajo o de estudios,
domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espaciio que
frecuente la mujer que se encuentra en situación
de violencia.

ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o


molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.

ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o


coacción a los testigos de los hechos de violencia.

ü Realizar el inventario de los bienes muebles e


inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.

ü Disponer la entrega inmediata de objetos y


documentos personales de la mujer y de sus hijas
e hijos dependientes.

ü La retención de documentos de propiedad de


bienes muebles o inmuebles, mientras se decide
la reparación de daños.

ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto


del agresor con la mujer, sin que se vean afectados
los derechos laborales de la mujer.

ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido


frecuente de la víctima.
En caso de establecerse una medida de protección urgente, ésta deberá ser
comunicada al Ministerio Público, para que en un plazo que no exceda las 24 horas desde
que se asumió la medida, esta sea sometida a control jurisdiccional, para que la jueza o
juez de instrucción en el marco del control de legalidad que ejerce, ratifique, modifique
o surpima la medida asumida.

3.4.Medidas de protección en acoso y violencia política en razón de género

Para casos de acoso y violencia política en razón de género, es posible la aplicación,


en lo pertinente, de las medidas de protección anotadas precedentemente, previstas tanto
en la Ley 348 como en la Ley 1173. Además, de manera específica, el Decreto Supremo
2935, que Reglamenta la Ley 243, establece medidas de protección exclusivas para la
violencia política.

El citado reglamento disciplina el Mecanismo de Prevención y Atención Inmediata


de defensa de los derechos de las mujeres en situación de acoso y/o violencia política,
para la coordinación, atención y articulación de acciones en casos que requieran su
intervención.

Art. 5.II.- (Mecanismo de prevención y atención inmediata)


El Mecanismo de Prevención y Atención Inmediata será activado por
alguno de sus miembros cuando tenga conocimiento de un caso de
acoso o violencia política hacia las mujeres de notoria gravedad y/o
riesgo que pongan en peligro inminente la vida o la integridad física
de la afectada y que requieran acciones inmediatas, a través de:

a) La intervención en situaciones de conflicto que pudieran


derivar o agravar la situación de acoso y violencia política, en
el marco de sus atribuciones.

b) La intervención de la fuerza pública en los casos que


requieran auxilio inmediato.

El Mecanismo de Prevención y Atención inmediata de defensa de los derechos de las


mujeres en situación de acoso y/o violencia política, implica un gran avance normativo
especialmente para una intervención preventiva que evite daños mayores a las mujeres
víctimas de este tipo de violencia, en este marco, el citado reglamento, en el art. 5.III
establece una composición plural, es decir, conformada por miembros de la estructura
estatal, pero también por sociedades representativas de autoridades electas a nivel
nacional y de las entidades territoriales autónomas. Esta composición esta prevista de la
siguiente forma:

Representante del Ministerio de


Justicia

Representante del Ministerio de


Gobierno (Incluye a Policia Boliviana)

Viceministerio de Autonomías

Órgano Electoral Plurinacional

Ministerio Público

Defensoría del Pueblo

Las instancias descritas integran el Mecanismo de Prevención y Atención


Inmediata en el marco de una representación Estatal inter-orgánica, sin embargo, la
riqueza de este mecanismo, puede advertirse en la composición plural en base a lo
siguiente:

Organizaciiones
representativas de
autoridades electas a nivel
nacional

Organizaciones
representativas de
autoridades electas de las
Entidades Territoriales
Autónomas ETAs
Es importante señalar también que el Reglamento de la Ley 243, establece la
utilización de una herramienta importante para el sustento probatorio en casos de acoso
y violencia política contra la mujer.

Art. 4.- (Mecanismo de prevención)


I Los órganos deliberativos de las entidades territoriales autónomas
implementarán video grabaciones de sus sesiones, debiendo
mantener obligatoriamente y bajo responsabilidad, el archivo de las
grabaciones por orden cronológico, a fin de prevenir y registrar
cualquier acto de acoso y violencia política.

II.Las grabaciones de las sesiones y la transcripción de las mismas


son de acceso público y podrán ser solicitadas por las o los integrantes
de los órganos deliberativos o cualquier ciudadana o ciudadano
debiendo ser facilitadas con carácter obligatorio a costo de la o el
solicitante. La transcripción de las sesiones incluirá la nómina de las
y los representantes que hayan asistido a las sesiones.

Por otra parte, el DS 2935, de manera específica prevé medidas de protección a favor
de las víctimas de acoso y violencia política, y si bien dichas medidas están previstas para
el Régimen Administrativo para faltas de acoso y violencia política, a ser aplicables por
los órganos deliberativos de los diferentes niveles del Estado; sin embargo, por su
especificidad y por ser las medidas idóneas para proteger del acoso y violencia política,
desde una interpretación sistémica de dichas medidas con lo previsto en la Ley 348, la
Ley 1173, la Constitución Política del Estados y las normas internacionales sobre
derechos humanos, dichas medidas también pueden ser aplicadas por las instancias de
denuncia o de promoción de denuncia.

Las medidas de protección previstas en el DS 2935, son las siguientes:

a) Dejar sin efecto las actividades y tareas impuestas ajenas a


las funciones y atribuciones del cargo que desem-peña la
víctima;
b) Proporcionar información correcta y precisa a la afectada a
fin qué ejerza adecuadamente sus funciones político - públicas
c) Garantizar la participación en las sesiones ordinarias,
extraordinarias o cualquier otra actividad de toma de decisión;
d) Levantar todas las medidas que restrinjan o limiten el
ejercicio de derechos políticos de la mujer en situación de
acoso o violencia política;
e) Exigir el cese de intimidación o presión a la mujer en
situación de acoso o violencia política;
f) Otras necesarias para prevenir actos de acoso o violencia
política, de acuerdo a normativa vigente.

Cabe señalar que de acuerdo al mismo Decreto Supremo, las instancias


representativas de autoridades electas podrán solicitar las medidas de protección que
consideren necesarias, en favor de la afectada, e inclusive, se podrá solicitar el auxilio de
la fuer<a pública para la ejecución de las medidas de protección

En base a lo señalado, en una interpretación sistémica de la Ley 243, su reglamento,


la Ley 348 y la Ley 1173 y también para asegurar que el Estado boliviano cumpla sus
obligaciones internacionales de respeto y garantía a derechos de buena fe en el marco de
los avances del derecho internacional de los derechos humanos, se suguiere seguir los
siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- El Ministerio Público, una vez conocida la denuncia


sobre violencia y/o acoso político contra las mujeres, está facultado a
asumir de manera urgente las siguientes medidas de protección:

ü Prohibir al agresor o a terceros, acercarse,


concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo,
domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espaciio que
frecuente la mujer que se encuentra en situación
de acoso o violencia política.

ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o


molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación acoso o violencia política, así como a
cualquier integrante de su familia.

ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o


coacción a los testigos de los hechos de violencia.

ü Realizar el inventario y establecer la custodia de


documentos relevantes vinculados a la denuncia
de acoso y violencia política contra la mujer.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto
del agresor con la mujer, sin que se vean afectados
los derechos laborales de la mujer.

ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido


frecuente de la víctima.

ü Dejar sin efecto las actividades y tareas impuestas


ajenas a las funciones y atribuciones del cargo que
desem-peña la víctima;

ü Proporcionar información correcta y precisa a la


afectada a fin qué ejerza adecuadamente sus
funciones político – públicas

ü Garantizar la participación en las sesiones


ordinarias, extraordinarias o cualquier otra
actividad de toma de decisión;

ü Levantar todas las medidas que restrinjan o


limiten el ejercicio de derechos políticos de la
mujer en situación de acoso o violencia política;

ü Exigir el cese de intimidación o presión a la mujer


en situación de acoso o violencia política;

ü Otras necesarias para prevenir actos de acoso o


violencia política, de acuerdo a normativa
vigente.

Lineamiento 2.- El Ministerio Público, solicitará al juez de instrucción


las siguientes medidas sujetas a reserva judicial exclusiva:

ü El sometimiento a programas de tratamiento


reflexivos, educativos o psicológicos tendientes
a la midificación de conductas violentas y
delictuales.

ü Cualquier otra medida destinada a brindar una


protección eficaz a las mujeres víctimas de
acoso y violencia política contra la mujer.

Lineamiento 3.- El Ministerio Público debe coordinar las medidas de


protección con el Mecanismo de Prevención y Atención Inmediata de
defensa de los derechos de las mujeres en situación de acoso y/o violencia
política.
Lineamiento 4.- El SIJPLU Y EL SEPDAVI, debe brindar asistencia
legal y psicológica a la víctima; además de realizar el patrocinio legal y
acompañamiento pertinente.

Lineamiento 5.- El Ministerio Público, el Mecanismo de Prevención y


Atención Inmediata de defensa de los derechos de las mujeres en situación
de acoso y/o violencia política, el SIJPLU y el SEPDAVI, deben realizar
el seguimiento de las medidas de protección asumidas.

3.5.La valoración de riesgos en el ámbito político

Para las medidas de protección es importante establecer que la violencia en razón a


género en el ámbito político no suele ser un hecho aislado, sino que deviene de la
discriminación y violencia estructural hacia la mujer que ha sido reconocida por los
diferentes órganos de protección tanto del sistema unviersal como del sistema
interamericanao de derechos humanos; por ello, es desde ese punto de partido que se se
deben aplicar las medidas de protección en el ámbito de la violencia política.

En el contexto del ciclo de violencia, será esencial realizar la valoración de riegos


a efecto de establecer una medida de protección. La valoración de riesgos de violencia
tiene por objetivo recolectar información contextual sobre la situación de la persona
víctima de violencia de género y su político y laboral más cercano; también recoge
información contextual del agresor y las relaciones de poder que pueda ejercer en relación
a la víctima. Esta información será esencial para asumir medidas de protección eficaz
destinadas a evitar que el suceso de violencia se repita, pero además precautelará la vida,
integridad física, pscológica y sexual de las víctimas y también generará
recomendaciones de seguridad para la víctima y su familia.

La SCP 0394/2018-S2, estableció importantes criterios que deben ser


considerados para la valoración de riesgos en cuanto a la imposición de medidas
cautelares, concretamente respecto al riesgo procesal previsto en el 234.10 del CPP; sin
embargo dichos criterios también deben ser considerados en la aplicación de medidas de
protección, que se traducen en los siguientes:

Deberá considerarse la situación de vulnerabilidad o de desventaja en


la que se encuentren la víctima o denunciante respecto al imputado;
así como las características del delito, cuya autoría se atribuye al
mismo; y, la conducta exteriorizada por éste contra las víctimas, antes
y con posterioridad a la comisión del delito, para determinar si dicha
conducta puso y pone en evidente riesgo de vulneración, los derechos
tanto de la víctima como del denunciante.

En base a estos criterios, para la valoración de riesgos considerando situaciones


asiméticas de poder de la víctima en el ámbito político, es necesario acudir a la
definición de actos de acoso y/o violencia política contra las mujeres, que se encuentran
se encuentran descritos en el art. 8 de la Ley 243, y son los siguientes:

a) Impongan por estereotipos de género, la realización de


actividades y tareas ajenas a las funciones y atribuciones
de su cargo.
b) Asignen responsabilidades que tengan como resultado
la limitación del ejercicio de la función político - pública.
c) Proporcionen a las mujeres candidatas o autoridades
electas o designadas información falsa, errada o imprecisa
que induzca al inadecuado ejercicio de sus funciones
político - públicas.
d) Eviten por cualquier medio que las mujeres electas,
titulares o suplentes, o designadas asistan a las sesiones
ordinarias o extraordinarias o a cualquier otra actividad
que implique la toma de decisiones, impidiendo o
suprimiendo el derecho a voz y voto en igualdad de
condición que los hombres.
e) Proporcionen al Órgano Electoral Plurinacional, datos
falsos o información incompleta de la identidad o sexo de
la persona candidata.
f) Impidan o restrinjan su reincorporación al cargo cuando
hagan uso de una licencia justificada.
g) Restrinjan el uso de la palabra, en las sesiones u otras
reuniones y su participación en comisiones, comités y otras
instancias inherentes a su cargo, conforme a
reglamentación establecida.
h) Restrinjan o impidan el cumplimiento de los derechos
políticos de las mujeres que ejercen función político -
pública o que provengan de una elección con
procedimientos, propios de las Naciones y Pueblos
Indígena Originario Campesinos y Afrobolivianos.
i) Restrinjan o impidan el uso de las acciones
constitucionales y legales para proteger sus derechos frente
a los actos o eviten el cumplimiento de las Resoluciones
correspondientes.
j) Impongan sanciones injustificadas, impidiendo
o/restringiendo el ejercicio de sus derechos políticos.
k) Apliquen sanciones pecuniarias, descuentos arbitrarios
e ilegales y/o retención de salarios.
l) Discriminen por razones de sexo, color, edad,
orientación sexual, cultura, origen, idioma, credo religioso,
ideología, afiliación política o filosófica, estado civil,
condición económica, social o de salud, profesión,
ocupación u oficio, grado de instrucción, condición de
discapacidad, procedencia, apariencia física, vestimenta,
apellido u otras que tengan por objetivo o resultado anular
o menoscabar el reconocimiento, goce u ejercicio en
condiciones de igualdad de derechos humanos y libertades
fundamentales reconocidas por Ley.
m) Discriminen a la autoridad electa designada o en el
ejercicio de la función político - pública, por encontrarse
en estado de embarazo, parto o puerperio, impidiendo o
negando el ejercicio de su mandato o el goce de sus
derechos sociales reconocidos por Ley o los que le
correspondan.
n) Divulguen o revelen información personal y privada, de
las mujeres candidatas, electas, designadas o en el ejercicio
de funciones político -públicas, con el objetivo de
menoscabar su dignidad como seres humanos y utilizar la
misma para obtener contra su voluntad la renuncia y/o
licencia al cargo que ejercen o postulan.
o) Divulguen información falsa relativa a las funciones
político - públicas, con el objetivo de desprestigiar su
gestión y obtener contra su voluntad la renuncia y/o
licencia al cargo que ejercen o postulan.
p) Presionen o induzcan a las autoridades electas o
designadas a presentar renuncia al cargo.
q) Obliguen mediante la fuerza o intimidación a las
autoridades electas o designadas en el ejercicio de sus
funciones político - públicas, suscribir todo tipo de
documentos y/o avalar decisiones contrarias a su voluntad,
al interés público o general.

Por otra parte, también se deberán considerar las definicioines contenidas en el art. 2 del
DS 2935, Reglamento a la Ley N° 243, contra el Acoso y Violencia Política hacia las
Mujeres, conforme a lo siguiente:

RESPECTO A LOS ACTOS DE ACOSO POLÍTICO


a) Presión. Influencia negativa que se ejerce sobre una
mujer, con acciones u omisiones para que actúe de deter-
minada manera o tome decisiones incluida su renuncia,
impidiendo el libre ejercicio de su mandato o función
b) Persecución. Seguimiento constante y permanente a una
mujer para que actúe de determinada manera o tome
decisiones incluida su renuncia, impidiendo el libre
ejercicio de su mandato o función
c) Hostigamiento. Acciones o ataques continuos o
recurrentes a una mujer causándole inquietud y angustia,
con el fin que realice u omita actos contrarios a su mandato
o función, o impidan temporal o definitivamente su ejer-
cicio
RESPECTO A LOS ACTOS DE VIOLENCIA
POLÍTICA
a) Amenaza. Advertencia de producir daño físico,
psicológico, sexual, patrimonial o laboral que se constituya
en un riesgo o posible peligro, para la mujer y/o sus
familiares, en relación a la función político - pública que
ejerce.
b) Agresión Física. Es toda acción que ocasiona lesión o
daño corporal, interno y/o externo, temporal o perma-
nente, que se manifiesta de forma inmediata o a largo
plazo.
c) Agresión Psicológica. Es toda acción de
desvalorización, intimidación o humillación;
d) Agresión Sexual. Toda conducta que atente contra la
libertad sexual o la autodeterminación sexual.

En síntesis, en el análisis de valoración de riesgo, deberán considerar los


siguientes lineamientos acordes con estándares internacionales de protección a derechos
y con precedentes constitucionales en vigor:

Lineamiento 1.- Debe valorase la información contextual considerando


la situación de vulnerabilidad de la víctima, las características del delito,
la relación de dependencia, ejercicio de poder o asimetría entre la víctima
y el agresor; y, la conducta exteriorizada por éste contra las víctimas, antes
y con posterioridad a la comisión del delito (SCP 0394/2018-S2) (Caso
Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú párr. 311) (Caso J. Vs. Perú párr.
361).

Lineamiento 2.- En el marco del principio de informalismo, en otros


casos de violencia en razón de género y que requieran una medida de
protección se impondrán las medidas urgentes sin necesidad de llenar el
formulario de valoración de riesgos.

Lineamiento 3.- En medidas de protección para víctimas de violencia en


razón de género, debe aplicarse el principio precautorio, en virtud del cual
no se necesitan certezas, sino indicios para la aplicación de una medida
de protección y en caso de duda, a la luz del principio de protección
reforzada a las víctimas, debe optarse por aplicar una o más medidas de
protección.
Lineamiento 6.- La valoración de riesgos debe considerar el contexto de
discriminación sistémica contra la mujer ya que estos factores pueden
exacerbar la violencia (Cfr. Caso Campo Algodonero Vs. México párr.
133 y 134).

Lineamiento 4.- La valoración de riesgos debe estar exenta de cualquier


patron sociocultural discriminatorio basado en estereotipos o prejuiciios
que puedan implicar descalificación de la credibilidad de la víctima, que
le atribuyan a ella responsabilidad por los hechos, entre otros factores, por
ejemplo por su forma de vestir, por su ocupación laboral, conducta sexual,
relación o parentesco con el agresor (Cfr. Penal Castro Castro Vs. Perú
párr. 397).

Lineamiento 5.- La valoración de riesgos debe estar excenta de cualquier


patron sociocultural discriminatorio basado en estereotipos o prejuicios
en razón de género, basados por ejemplo en la concepción “tradicional”
sobre el rol social de las mujeres como madres (Cfr. Caso Atala Riffo Vs.
Chile párr. 140).

Lineamiento 6.- Para la valoración de riesgo debe aplicarse un enfoque


interseccional para identificar las situaciones múltiples de discriminación
que afecten el goce efectivo de derechos, entre estos factores deben
considerarse por ejemo la condición de mujer indígena, la condición de
migrantes, su posición económica, su situación de especial vulenrabilidad
que se acentua en casos de desplazamientos, etc. (Cfr. I.V Vs. Bolivia
párr. 242; Caso Fernandez Ortega Vs. México párr. 223; y, Caso Masacre
de Mapiripán Ves. Colombia párr. 175).

Lineamiento 7.- La valoración de riesgos debe considerar de manera


particular la situación de una mujer durante la gestación, el parto y el
periodo de lactancia, en estos casos el Estado debe establecer medidas
adecuadas y eficaces de protección (Cfr. Caso Comunidad Indígena
Sawhoyamaxa Vs. Paraguay párr. 177)

Lineamiento 8.- La valoración de riesgos debe considerar las


manifestaciones de violencia de género como indicios de gravedad, por
ejemplo palabras nocivas, conductas posesivas, infra-valorización de la
mujer, u otros indicios que a partir de la declaración de la víctima deben
ser considerados para la aplicación de una medida de protección ( Cfr.
Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala párr. 192)

Lineamiento 9.- Luego de la valoración de riesgo, se elaborará un acta


de imposición de medidas de protección de carácter urgente si es que se
asume esta medida. Una copia de esta acta será entregada a la víctima.
Lineamiento 10.- Las medidas de protección de carácter urgente
asumidas, serán puestas a conocimiento del agresor; sin embargo, la
notificacion no incluirá la copia del formulario de valoración de riesgo.
El acto de comunicación debe ser realizado por el Ministerio Público y no
por la víctima, porque sino implicaría un grave acto de revictimización.

Lineamiento 11.- Las medidas de protección de carácter urgente


asumidas, indicarán la forma, periodo y demás circunstancias para la
supervisión de la misma.

Lineamiento 12.- Si se decide no aplicar una medida de protección


urgente, el formulario de valoración de riesgo debe ser de todas maneras
remitido ante la autoridad judicial para efectos de control de legalidad y
para que en su caso disponga una medida de protección de oficio o a
petición de parte.

Lineamiento 13.- En valoración de riesgos debe considerarse que el


Estado boliviano tiene el deber de incorporar normas para prevenir,
sancionar, reparar y erradicar la violencia, sin embargo, para cumplir sus
obligaciones, no es suficiente la vigencia de esta normativa, sino su
eficacia (Veliz Franco y otros vs. Guatemala pár. 322).

Lineamiento 14.- Para los casos de violencia política, la valoración del


riesgo debéra analizar los actos de acoso y/violencia política previstos en
el art. 8 de la Ley 243 y en el art. 2 del DS 2935.

3.6.La interpretación conforme al bloque de constitucionalidad sobre las


garantías mutuas

Es importante recordar que el TCP en la SCP 0394/2018-S2, en cuanto a la solicitud


de garantías personales o garantías mutuas por parte del imputado, como medida
destinada a desvirtuar el peligro de fuga previsto en el art. 234.10 del CPP, estableció que
ésta se constituye en una medida revictimizadora, que desnaturaliza la protección que el
Estado debe brindar a las víctimas; pues, en todo caso, es la víctima y no el imputado, la
que tiene el derecho, en el marco del art. 35 de la Ley 348, de exigir las medidas de
protección que garanticen sus derechos.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0394/2018-S2 de 3 de agosto)


Interpretación del TCP.- El TCP estableció criterios sobre los riesgos
procesales de fuga, para casos en los que debe valorarse el peligro o
riesgo que corre la víctima, en este marco, el máximo contralor de
constitucionalidad interpretó el art. 234.10 del CPP de conformidad con
el bloque de constitucionalidad y desde una perspectiva de género y
estableció las siguientes sub-reglas jurisprudenciales:
a) En los casos de violencia contra las mujeres, para evaluar el peligro
de fuga contenido en el art. 234.10 del CPP, deberá considerarse la
situación de vulnerabilidad o de desventaja en la que se encuentren la
víctima o denunciante respecto al imputado; así como las características
del delito, cuya autoría se atribuye al mismo; y, la conducta exteriorizada
por éste contra las víctimas, antes y con posterioridad a la comisión del
delito, para determinar si dicha conducta puso y pone en evidente riesgo
de vulneración, los derechos tanto de la víctima como del denunciante;
b) De manera específica, tratándose del delito de trata de personas,
deberá considerarse la especial situación de vulnerabilidad de las
víctimas que sufrieron engaño, fraude, violencia, amenaza,
intimidación, coerción, abuso de autoridad, o en general, ejercicio de
poder sobre ellas; y,
c) En casos de violencia contra las mujeres, la solicitud de garantías
personales o garantías mutuas por parte del imputado, como
medida destinada a desvirtuar el peligro de fuga previsto en el art.
234.10 del CPP, se constituye en una medida revictimizadora, que
desnaturaliza la protección que el Estado debe brindar a las
víctimas; pues, en todo caso, es ella y no el imputado, la que tiene el
derecho, en el marco del art. 35 de la Ley 348, de exigir las medidas
de protección que garanticen sus derechos. (resaltado ilustrativo) (FJ
III.2).
Contextualización del caso.- A través de una acción de libertad, el
accionante denunció la vulneración a sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la celeridad, porque en el proceso penal seguido en
su contra por el delito de violencia sexual, para efectos de desvirtuar los
riesgos procesales y solicitar cesación a la detención preventiva, pidió a
la jueza demandada audiencia de ofrecimiento de garantías
constitucionales a favor de la víctima, solicitud que le fue negada con el
argumento de que debe acudir al Ministerio Público. El TCP aprobó la
resolución de la jueza de garantías y denegó la tutela porque en casos de
violencia contra las mujeres, la solicitud de garantías personales o
mutuas por marte del imputado como medida destinada a desvirtuar el
peligro de fuga previsto en el art. 234.10 del CPP, se constituye en una
medida de revictimización que desnaturaliza la protección que el Estado
debe brindar a las víctimas que merecen una protección reforzada, como
son las niñas, niños y adolescentes, ya que es la víctima y no el imputado
la que tiene el derecho de exigir las medidas de protección que
garanticen sus derechos.

Dicho lineamiento, también se aplica a los casos de acoso y violencia política en


razón de género.

3.7.Seguimiento a las medidas de protección


El seguimiento a las medidas de protección tiene fundamento en el principio de
coordinación interinstitucional e interdisciplinaria, que debe articular las labores de las
entidades descritas en el segundo capítulo de este protocolo para un eficaz cumplimiento
a las medidas dispuestas. En este marco, el seguimiento a las medidas de protección
deberá considerar los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- Una vez establecidas las medidas de protección, debe


realizarse un primer seguimiento a la situación de la víctima durante las
primeras setenta y dos horas de implementada, para verificar su eficacia
y correcta aplicación. Podrá coordinarse con la polícia y las instancias
promotoras de denuncia esta supervisión.

Lineamiento 2.- La o el policía encargado de la supervisión o la instancia


promotora de denuncia u otra institución que, en el marco de una
coordinación interinstitucional esté encargada del seguimiento, debe
elaborar un informe de seguimiento de medidas de protección en el cual
consigne todos los elementos observados y realice recomendaciones de
seguridad para precautelar la integridad de la víctima directa e indirecta
de violencia en razón de género.

Lineamiento 3.- De manera coordinada e interdisciplinaria, el Ministerio


Público, la FELCV y las entidades promotoras de denuncias, deberán
supervisar periódicamente las medidas de protección establecidas para la
víctima y si fuera el caso las víctimas indirectas.

Lineamiento 4.- La supervisión debe considerar aspectos esenciales


como el estado de salud físico y emocional de las víctimas directas e
indirectas, la continuidad de los tratamientos o terapias establecidas,
deberá identificar las condiciones de vida de la víctima, su domicilio, su
lugar de trabajo, o si ésta abandonó el proceso o llegó a una conciliación,
entre otros aspectos esenciales que deben ser considerados por los equpos
multidisciplinarios de las instancias promotoras de denuncia.

Lineamiento 5.- Si fuera necesario, deberán aplicarse directamente otras


medidas de carácter urgente; o solicitar al juez de instrucción o a la
autoridad judicial competente la aplicación de medidas de protección
cuando las que se requieran estén sujetas a reserva judicial exclusiva.

Lineamiento 6.- Tratándose de violencia política, la supervisión de las


medidas cautelares impuestas serán supervisadas en las funciones o en el
cargo que desempeña la víctima
3.8.Lineamientos esenciales para las medidas de protección de acuerdo a la Ley
1173

En base al mandato contenido en la Ley 1173 y de acuerdo a una interpretación


acorde con estándares internacionales de protección, se tiene lo siguiente:

Lineamiento 1.-Desde el primer contacto que el Ministerio Público tenga


con la víctima, puede asumir una medida de protección urgente.

Lineamiento 2.-De manera reforzada en casos de estar afectada la


integridad física, psicológica y sexual de personas víctimas de violencia
sexual, debe asumir medidas destinadas a su eficaz protección para
preservar la integridaad física, psicológica y sexual de las mujeres y de
toda persona en situación de vioencia en razón de género, por lo que
deberán disponer su ingreso tanto de las víctimas directas e indirectas a la
Unidad de Atención y Protección a Víctimas y Testigos de Delitos (Arts.
46.II de la ley 348 y 61.9 de la LOMP).

Lineamiento 3.- Con carácter de urgencia las o los fiscales y las o los
servidores policiales o cualquier otra autoridad prevista para la atención a
mujeres en situación de violencia, entre ellas las entididades promotoras
de denuncia y otras autoridades encargadas de la protección de los
derechos de las víctimas, podrán asumir medidas de protección de
carácter urgente.

Las medidas urgentes de protección para mujeres u otras


personas en situación de violencia en razón a género son:
ü Ordenar la salida, desocupación, restricción al
agresor del domicilio conyugal o donde habite la
mujer en situación de violencia,
independientemente de la acreditación de
propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que
el agresor se someta a una terapia psicológica en
un servicio de rehabilitación. También podrá
ordenarse la restitución de la víctima al domicilio
del cual hubiera sido expulsada por la violencia o
que por esta razón hubiera tenido que abandonar.
ü Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar
al domicilio, lugar de trabajo o de estudios,
domicilio de las y los ascendientes o
descendientes, o a cualquier otro espaciio que
frecuente la mujer que se encuentra en situación
de violencia.
ü Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o
molestar por cualquier medio o a través de
terceras personas, a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier
integrante de su familia.
ü Prohibir acciones de intimidación, amenazas o
coacción a los testigos de los hechos de violencia.
ü Realizar el inventario de los bienes muebles e
inmuebles de propiedad común o de posesión
legítima.
ü Disoner la entrega inmediata de objetos y
documentos personales de la mujer y de sus hijas
e hijos dependientes.
ü La retención de documentos de propiedad de
bienes muebles o inmuebles, mientras se decide
la reparación de daños.
ü Restringir, en caso de acoso sexual, todo contanto
del agresor con la mujer, sin que se vean afectados
los derechos laborales de la mujer.
ü Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido
frecuente de la víctima.

Tratándose de violencia política, el Ministerio Público, la Policía Boliviana, las instancias


promotoras de denuncia, las autoridades de las instituciones públicas a cargo del
procesamiento adminsitrativo y disciplinario y la instancia electora, pueden imponer, de
manera especializada, las siguientes medidas:

ü Dejar sin efecto las actividades y tareas impuestas ajenas a las funciones y
atribuciones del cargo que desem-peña la víctima.
ü Proporcionar información correcta y precisa a la afectada a fin qué ejerza
adecuadamente sus funciones político – públicas
ü Garantizar la participación en las sesiones ordinarias, extraordinarias o
cualquier otra actividad de toma de decisión;
ü Levantar todas las medidas que restrinjan o limiten el ejercicio de derechos
políticos de la mujer en situación de acoso o violencia política;
ü Exigir el cese de intimidación o presión a la mujer en situación de acoso o
violencia política;
ü Otras necesarias para prevenir actos de acoso o violencia política, de acuerdo a
normativa vigente.

Lineamiento 4.- En el marco de la garantía de reserva judicial, existen


medidas de protección de exclusiva competencia de la autoridad
judicial, las cuales deben ser aplicadas de oficio o a petición de la o el
fiscal. También pueden ser pedidas por la víctima.
Son medidas de protección de exclusiva competencia
de la autoridad judicial, de acuerdo a la Ley 1173:
ü La prohibición al agresor de enajenación,
hipoteca, prenda o la disposición o cambio de
titularidad del dercho propietario de bienes
muebles o inmuebles comunes.
ü La fijación de asistencia familiar a favor de
hijas, hijos y la mujer.
ü La suspensión temporal al agresor del régimen
de visitas y convivencia con sus hijas e hijos.
ü La orden de anotación preventiva de los bienes
sujetos a registro del agresor, así como el
congelamiento de cuentas bancarias para
garantizar las obligaciones de asistencia
familiar.
ü La prohibición de interferir, de cualquer forma,
en el ejercicio de la guarda, crianza y educación
de los hijos.
ü El sometimiento a programas de tratamiento
reflexivos, educativos o psicológicos tendientes
a la modificación de conductas violentas y
delictuales.

Lineamiento 5.- Si las entidades promotoras de denuncia y la o el


fiscal que conoce el caso, no hubieran asumido una medida de
protección, la jueza o juez de instrucción, de oficio o a petición de la
víctima, podrá disponer cualquiera de las medidas de protección,
incluidas las denominadas de urgencia.

Lineamiento 6.- Si la medida de urgencia fue asumida por la o el


fiscal, la autoridad policial o la entidad promotora de denuncia, en un
plazo de 24 horas se debe comunciar a la jueza o juez de instrucción
para el control de legalidad, para efectos de ratificación, modificación
o supresión por parte de la autoridad judicial.

Lineamiento 7.- La medida de protección será ejecutada de manera


inmediata, sin perjuicio de su tramitación ante el juez de instrucción.
Para la ejecución de ser necesario, se solicitará el auxilio inmediato
de la Policía Boliviana y no será excusable el alegar no ser miembro
de la FELCV.

Lineamiento 8.- Una vez conocida la aplicación de una medida de


protección, el juez o la jueza de instrucción decidirá sobre la
ratificación, modificación o supresión de esta medida, para este
efecto, podrá señalar día y hora de audiencia siguiendo el
procedimiento para la aplicación de medidas cautelares, ó, podrá
resolver sin audiencia, en cuyo caso deberá pronunciar la resolución
dentro de las setenta y dos horas siguientes a la comunicación.

Lineamiento 9.- Si la o el fiscal solicitan la aplicación de una medida


de protección de competencia exclusiva de la autoridad judicial, ésta
podrá señalar día y hora de audiencia siguiendo el procedimiento de
medidas cautelares, o las resolverá directamente en un plazo que no
exceda las setenta y dos horas desde la petición.

Lineamiento 10.- Las medidas de protección durarán en tanto


subsistan los motivos que fundaron su aplicación y pueden ser
aplicadas en cualquier etapa del proceso penal.

Lineamiento 11.- Las entidades promotoras de denuncia, en el marco


de las competencias de sus equipos multidisciplinarios, deberán
realizar un seguimiento constante para verificar el cumplimiento de
las medidas de protección. La o el fiscal de materia también realizará
la supervisión de estas medidas, para lo cual podrá requerir informes
a las entidades promotoras de denuncia.

Lineamiento 12.- En caso de incumplimiento de las medidas de


protección especial, impuestas por la jueza o el juez, de oficio o a
solicitud del fiscal, la víctima, representante legal, querellante o la
instancia de defensa de los derechos de la niñez y adolescencia o de
las mujeres, en audiencia, la autoridad jurisdiccional dispondrá
detención preventiva del infractor de un mínimo de tres a un máximo
de seis días, según la gravedad.

Lineamiento 13.- Si despues de asumida una medida de protección


se requiere que sea aplicada otra, en caso de estar sujeta a la garantía
de reserva judicial exclusiva, la o el fiscal deberá solicitar su
aplicación.
CAPÍTULO V
LA INVESTIGACIÓN, SANCIÓN Y
REPARACIÓN DE DAÑOS A LA LUZ
DEL DEBER DE LA DEBIDA
DILIGENCIA
1. Investigación preliminar y actos preliminares de la investigación

En los casos de violencia en razón a género, el Ministerio Público es el director


funcional de la investigación tal como lo establece el art. 297 del CPP.

Art. 297 del CPP (Dirección funcional)

La Fiscalía ejerce la dirección funcional de la actuación policial en la


investigación del delito. Dirección que tiene los siguentes alcacenes:
1. El cumplimiento obligatorio por parte de los funcionarios
policiales de todas las órdenes relativas a la investigación del
delito emitidas por la Fiscalía o los jueces.
2. A requerimiento del fiscal la asignación directa y obligatoria de
funcionarios policiales para la investigación del hecho
delictivo. Asignados los funcionarios, la autoridad
administrativa policial no podrá apartarlos de la investigación
ni encomendarles otras funciones que les impidan el ejercicio
de su comisión espcial, sin autorización del fiscal.
3. La separación de la investigación del funcionario policial
asignado, con noticia a la autoridad policial, cuando no cumpa
una orden judicial o fiscal, actúe negligentemente o no sea
eficiente en el desempeño de sus funciones
4. Cuando corresponda, el fiscal podrá solicitar a la autoridad
policial competente, a través de la Fiscalía del Distrito (ahora
Departamental), la aplicación de sanciones disciplinarias para
los funcionarios policiales separados de la investigación.

Es además importante considerar las modificaciones que el art. 17 de la Ley 1173


realizó a la Ley Órgánica del Ministerio Público, en este marco, en relación a las
atribuciones de los fiscales de materia en la etapa preparatoria, establecen su deber de
intervenir en todas las diligencias de la etapa preliminar, preparatoria e intermedia
determinadas por ley, velando por el cumplimiento en plazo legal de la finalidad de estas
etapas del proceso; además, de acuerdo a esta disposición, las y los fiscales de materia,
deben emitir los requerimientos correspondientes dentro del plazo previsto por ley, bajo
responsabilidad.

En temas de violencia en razón de género las y los fiscales especializados, deberán


dirigir las actividades investigaciones aplicando con carácter preferente las previsiones
establecidas en la Ley 348 y 1173.
De acuerdo a la debida diligencia, las investigaciones deben realizarse
de manera inmediata y en el marco de criterios y actuaciones que
aseguren la eficacia de las pruebas y su preservación; además, deben ser
realizadas en plazos razonables en consideración a la situación de
vulnerabilidad de toda persona sometida a violencia en razón a género.
Debe también evitarse la revictimización y debe brindarse a la víctima
una protección reforzada.

La garantía de prohibición de revictimización, obliga al Ministerio Público a asegurar


que la víctima no esté en contacto con el agresor por ninguna razón, en este marco, esta
prohibido el careo u otro acto que implique el contacto contacto entre ambos.

La garantía de prohibición de revictimización se encuentra contenida en el art. 13


de la Ley 1173 que modifica el art. 393 octer del CPP, en los siguientes términos:

Art. 393 octer (PROHIBICIÓN DE REVICTIMIZACIÓN)


I. La jueza, el juez o fiscal dispondrá que los testimonios o
declaraciones que deba prestar la víctima, sean realizados
por una sola vez y con carácter privado, con el auxilio de
familiares o peritos especializados, utilizando medios
especiales y teconológicos apropiados para garantizar que
la declaración sea válida en todas las etapas del proceso,
en el marco del respeto a las condiciones inherentes al
declarante o evitar su revictimización.
II. Cuando debar realizarse diferntes pruebas periciales a la
víctima, se concentrará la actividad de los peritos
ordenando que actúen conjutna e interdisciplinariamente
observando con rigor las reglas especiales de protección,
presenrvando la salud y la intimidad de la vícitam y evitar
su revictimización. Al acto podrá asistir una persona de
confianza de la persona examinada.

Asimismo, será importante que todas las diligencias preliminares se realicen por los
funcionarios y agentes de la policía bajo la dirección del fiscal en los términos
establecidos por el art. 293 del CPP.

Art. 293 del CPP (Diligencias preliminares)


Los funcionarios y agentes de la policía que tengan noticia fehaciente
de la comisión de un delito de acción pública informarán dentro de
las ocho horas de su primera intervención a la Fiscalía. Bajo la
dirección del fiscal encargado de la investigación, practicarán las
diligencias preliminares para reunir o asegurar los elementos de
convicción y evitar la fuga u ocultamiento de los sospechosos (…)
Será esencial considerar los siguientes estándares internacionales:
Estándar internacional de protección a derechos
La investigación deberá incluir una perspectiva de género, emprender
líneas de investigación específicas respecto a la posible violencia
sexual, y además debe posibilitar a los familiares de la víctima
información sobre los avances en la investigación, de conformidad con
la legislación interna y, en su caso, la participación adecuada en el
proceso penal. Asimismo, la investigación debe realizarse por
funcionarios capacitados en casos similares y en atención a víctimas
de discriminación y violencia por razón de género. Por último, deberá
asegurarse que las personas encargadas de la investigación y del
proceso penal, así como, de ser el caso, otras personas involucradas,
como testigos, peritos, o familiares de la víctima, cuenten con las
debidas garantías de seguridad. (Caso Velásquez Paíz Vs. Guatemala
párr. 229)

Estándares internacionales de protección


El Estado tiene el deber de investigar de forma inmediata el lugar de
los hechos (Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 242)

Estándares internacionales de protección de derechos


El Estado tiene el deber de iniciar de oficio y de inmediato una
investigación imparcial, independiente y minuciosa que permite
determinar la naturaleza y el origen de las lesiones advertidas, identificar
a los responsables e iniciar su procesamiento, aun cuando los actos de
tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes no hayan sido
denunciados ante las autoridades competentes por la propia víctima
(Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú, párr. 266).

Estándares internacionales de protección


El Estado tiene el deber de adoptar medidas adecuadas para proteger,
examinar o conservar el lugar del delito (Veliz Franco y otros Vs.
Guatemala, párr. 89)

Estándares internacionales de protección


Deber de documentar y coordinar los actos investigativos con
carácter reforzado en violencia sexual (Espinoza Gonzáles Vs. Perú
párr. 242)

Estándar internacional de protección a derechos


El Estado debe cumplir con el deber de debida diligencia en las
primeras fases de investigación, ya que estas son cruciales para la
investigación eficaz, porque las fallas que se puedan producir en
diligencias tales como las autopsias y en la recolección y
conservación de evidencias físicas pueden llegar a impedir u
obstaculizar la prueba de aspectos relevantes, como por ejemplo, la
violencia sexual (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala
párr. 148)

La o el fiscal especializado dará a conocer al juez de instrucción el inicio de las


investigaciones y someterá a control jurisdiccional las medidas de protección especial de
carácter urgente que haya asumido.

1 Requerimiento de inicio de diligencia preliminares para la investigación

A la luz de la debida diligencia, en el marco de los actos preliminares de investigación


la o el fiscal deberá emitir el requerimiento de inicio de diligencias preliminares y además,
deberá requerir vía sistema la designación de un investigador o investigadora.

La o el fiscal especializado, deberá realizar una planificación estratégica del caso, que
incluya el plan de trabajo y el dibujo de ejecución o control estratégico del caso que
incluya una pespectiva de género.

Este plan de caso debe identificar con claridad los hechos investigados, la adecuación
a los tipos penales reglados, la proposición fáctica por cada elemento del o los tipos
penales, las proposiciones probatorias identificadas, contextualizadas y descritas de
manera relacional con las proposiciones fácticas; la identificación de los elementos
colectados; la identificación de los elementos por colectar; el cronograma de actos
investigativos; y el análisis de riesgos para efectos de determinar la aplicación de medidas
de protección o de seguridad. Pero además, deberá cumplir con el mandato contenido en
la SCP 0017/2019-S2 que, en el marco de los estándares internacionales e internos,
estableció que “el Estado tiene la obligación de actuar con la debida diligencia para
prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer; debida diligencia que, en
la labor de investigación, se traduce en la investigación de oficio de los hechos de
violencia hacia las mujeres, la celeridad en su actuación, la protección inmediata a la
misma, la prohibición de revictimización y que la carga de la prueba corresponde al
Ministerio Público y no a la víctima”.
FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2019-S2 de 13 de
marzo)
Interpretación del TCP.- El TCP en el marco de una
interpretación conforme al bloque de constitucionalidad y
concretamente a la luz de la Convención Belém do Pará y el art.
15 de la Constitución, y de acuerdo a los estándares del Comité
para la Eliminación de las Discriminación Contra la Mujer
CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a Derechos,
desarrolló el deber de los operadores jurídicos de incluir la
perspectiva de género para lograr una igualdad de hecho y de
derecho, para lo cual, los operadores del sistema, deben tramitar
los casos teniendo en cuenta las cuestiones de género, pero
además, deben revisar las normas sobre la carga de la prueba, para
asegurar así esta igualdad de hecho y de derecho. Esta perspectiva
de género, debe ser asumida desde el inicio de la etapa
preparatoria, tanto en el control jurisdiccional como en la fase de
investigación. (FJ III.1.2).
Contextualización del caso.- El accionante activa la acción de
libertad, alegando que en el proceso penal que se le sigue por
violencia familiar, se dispuso su detención preventiva y luego de
más de seis meses, el Ministerio Público emitió el requerimiento
conclusivo de sobreseimiento, en virtud del cual solicitó la
cesación de la detención preventiva, sin embargo, la audiencia de
cesación a la detención preventiva fue indebidamente suspendida
en más de tres oportunidades. El TCP, revoca la decisión del juez
de garantías y deniega la tutela, ya que establece la
interdependencia de la solicitud de cesación a la detención
preventiva con el sobreseimiento, en es este marco, desde el
principio iura novit curia, y desde un enfoque integral del
problema jurídico, estableció que el sobreseimiento fundado en
una supuesta dejadez de la víctima en la etapa de investigación,
incumple las normas internacionales de protección de los derechos
de las mujeres víctimas de violencia y los mandatos de la Ley 348,
especialmente en cuanto a la obligación de debida diligencia, por
lo que en el marco de una flexibilización de la legitimación pasiva,
dispuso la nulidad de la resolución de sobreseimiento aunque las
autoridades fiscales no hayan sido demandadas y a pesar de que la
decisión este pendiente de definición por el Fiscal Departamental,
ya que en denuncias de violencia en razón a género no es aplicable
el principio de subsidiariedad por los riesgos que puede correr la
víctima.

También desde el enfoque integral del problema jurídico, el plan del caso deberá
identificar las asimetrías, tal como lo estableció el TCP en la SCP 394/2018- S2 y además
deberá cumplir con los estándares internacionales de protección que se resumen en los
siguientes criterios esenciales que desde un enfoque de género deben ser considerados:
Primer criterio.- Deberá considerarse la situación de vulnerabilidad
o de desventaja en la que se encuentren la víctima o denunciante de
violencia en razón a género (SCP 394/2018- S2).

Segundo criterio.- De manera específica, tratándose del delito de


trata de personas, deberá considerarse la especial situación de
vulnerabilidad de las víctimas que sufrieron engaño, fraude,
violencia, amenaza, intimidación, coerción, abuso de autoridad, o en
general, ejercicio de poder sobre ellas. (SCP 394/2018- S2).

Tercer criterio.- Debe asumir líneas de investigación específicas


respecto a la violencia sexual, en este marco, cuando los hechos se
refieren a la muerte violenta de una persona, la investigación iniciada
debe ser conducida de tal forma que pudiese garantizar el debido
análisis de las hipótesis de autoría surgidas a raíz de la misma (Veliz
Franco y otros vs. Guatemala párr. 251).

En el marco del plan de trabajo diseñado, el requerimiento deberá brindar las


directrices investigativas para que la o el investigador realice los actos investigativos, tal
como prescribe el art. 295 del CPP.

Art. 295 del CPP (Facultades)


Los miembros de la Policía Nacional, cuando cumplan funciones de
policía judicial, en el marco de las disposiciones establecidas en este
Código, tendrán las siguientes facultades:
1. Recibir las denuncias levantando acta de las verbales, así como las
declaraciones de los denunciantes;
2. Recibir declaraciones de quienes hayan presenciado la comisión
de los hechos e identificarlos;
3. Practicar las diligencias orientadas a la individualización de los
presuntos autores y partícipes del delito;
4. Recabar los datos que sirvan para la identificación del imputado;
5. Aprehender a los presuntos autores y partícipes del delito;
6. Practicar el registro de personas, objetos y lugares;
7. Prestar el auxilio que requieran las víctimas y proteger a los
testigos;
8. Vigilar y proteger el lugar de los hechos a fin de que no sean
borrados los vestigios y huellas del delito;
9. Levantar planos, tomar fotografías y realizar grabaciones en
vídeo;
10. Recoger y conservar los objetos e instrumentos relacionados con
el delito;
11. Secuestrar, con autorización del fiscal, documentos, libros
contables, fotografías y todo elemento material que pueda servir a
la investigación; y,
12. Custodiar, bajo inventario, los objetos secuestrados.

En este requerimiento, se deberá instruir de manera textual a los investigadores


asignados al caso que eviten cualquier acto que implique revictimización.

Actos considerados revictimizadores


ü La realización de más de una entrevista a la víctima.
ü Dilaciones indebidas
ü Omisión de priorización de atención
ü Burocracia y formalismos innecesarios
ü Realizar más de una declaración
ü Tomar fotografías innecearias o impertinentes a la víctima
ü Brindar un trato contrario a su dignidad
ü Descalificar o restar crédito a la víctima
ü Minimizar los hechos
ü Cuestionar el relato de la víctima
ü Realizar comentarios prejuiciosos o estereotipados
ü Omitir la prestación de atención y escucha contínua
ü Cuestionar o exponer su vída íntima o sexual
ü Omitir brindar información integral
ü Omitir asumir medidas que eviten el encuentro de la presunta
víctima con el agresor
ü Exigir a la víctima la carga de la prueba
ü Vulnerar la confidencialidad
ü Exponer a la víctima a un ambiente que no cuente con privacidad
ü Omitir un trato amable y respetuoso que genere un ambiente de
confianza para la víctima

Las conductas consideradas revictimizantes, están prohibidas tanto para los


investigadores asignados al caso, cuanto para las o los fiscales, tal como lo establece el
art. 297 del CPP.

2 Informe de investigación preliminar

En el marco de requerimiento de dirección funcional emitido por la o el fiscal


especializado, de acuerdo a lo establecido por el art. 94 de la Ley 348, la o el investigador
deberá remitir el informe preliminar de la investigación en el plazo de 8 días computables
desde la recepción del referido requerimiento. Asimismo, deberá adjuntar los elementos
probatorios recolectados.
De acuerdo al art. 1 de la Ley 007 que modificó el CPP, la investigación preliminar
debe ser realizada en un plazo de 20 días, sin embargo, el art. 94 de la Ley 348 que es una
norma especial establece que debe reunirse las pruebas en un plazo máximo de ocho días,
por lo que esta norma es de aplicación preferente para hechos de violencia en razón a
género.

Art. 94 de la Ley 348


Ninguna mujer debe tener la responsabilidad de demostrar
judicialmente aquellas acciones, actos, situaciones o hechos
relacionados con su situación de violencia; será el Ministerio Público
quien, como responsable de la investigación de los delitos, reúna
las pruebas necesarias, dentro el plazo máximo de ocho (8) días
bajo responsabilidad, procurando no someter a la mujer agredida a
pruebas médicas, interrogatorios, reconstrucciones o peritajes, careos
que constituyan revictimización (resaltado ilustrativo).

Lineamientos que deben ser considerados para estos informes:

Lineamiento 1.- El informe debe contener los requistios establecidos en


el art. 298 del Código de Procedimiento Penal. Debe cumplirse con el
formanto de informe contenido en la Guía Práctica para la realización
de Entrevistas y Elaboración de Informes Policiales en casos de
Violencia contr las Mujeres124 (Este formulario se encuentra en el
Anexos).

El art. 298 de CPP establece los siguientes


requisitos mínimos que debe contener el informe de
inicio de denuncia:
ü Lugar, fecha y hora del hecho, y de la
aprehensión.
ü La identificación del denunciante y su
domicilio.
ü El nombre y domicilio de la víctima;
ü La identificación o descripción del imputado,
su domicilio y el nombre del defensor si ya lo
ha nombrado o propuesto.

124
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f
ü El objeto de la investigación o la denuncia, los
nombres de los testigos y cualquier otro dato
que pueda facilitar la investigación posterior.
ü El número de orden en el libro de registro
policial; y,
ü La identificación del funcionario policial a
cargo de la investigación y la dependencia a la
que pertenece.

Lineamiento 2.- El informe debe contener, con precisión y claridad, los


actos investigativos realizados, el detalle del registro del lugar de los
hechos o la escena del hecho, el inventario de los bienes secuestrados o
entregados con especificación del lugar de depósio de los objetos y
forma de conservación. Asimismo, se deberá identificar y explicar las
medidas de protección aplicadas al caso para resguardar la cadena de
custodia y los elementos indiciarios recolectados.

Lineamiento 3.- A este informe se debe adjuntar los informes


elaborados por el equipo multidisciplinario de las entidades promotoras
de denuncia. Además, se adjuntará todos los documentos recolectados.

Lineamiento 4.- Debe especificarse las sugerencias sobre la existencia


de algún tipo de violencia tipificado en la Ley 348.

3 Conclusión de la etapa preliminar

La etapa preliminar concluirá con las actuaciones descritas en el art. 301 del CPP125,
en este marco, la o el fiscal especializado podrá:

125
El art. 301 del CPP, modificado por la ley Nº 586 de 30 de octubre de 2014, establece:
Artículo 301. (Estudio de las Actuaciones Policiales).
I. Recibidas las actuaciones policiales, el fiscal analizará su contenido para:
1. Imputar formalmente el hecho atribuido calificándolo provisionalmente, si se encuentran
reunidos los requisitos legales;
2. Ordenar de manera fundamentada la complementación de las diligencias policiales, fijando plazo
al efecto no mayor a sesenta (60) días, en investigaciones complejas o hechos que se encuentran
vinculados a delitos cometidos por organizaciones criminales o existan pericias pendientes, la prórroga
del plazo no excederá a ochenta (80) días; y en casos donde exista cooperación internacional o
investigación financiera, a ciento veinte (120) días; siendo obligatoria la comunicación de la prórroga a la
o el Juez de Instrucción, quien, una vez vencido el término, conminará a la o el Fiscal del caso a través de
la o el Fiscal Departamental, para que en el plazo de cinco (5) días emita resolución conclusiva de la
investigación preliminar;
3. Disponer el rechazo de la denuncia, la querella o las actuaciones policiales y en consecuencia su
archivo; y,
4. Solicitar a la o el Juez de Instrucción, la suspensión condicional del proceso, la aplicación de un
criterio de oportunidad, la sustanciación del procedimiento abreviado o la conciliación.
Emitir requerimiento fiscal de complementación
de diligencias

Formular imputación formal

Rechazar la denuncia

Aplicar salidas alternativas cuando corresponda

La Instancia Promotora de Denuncia o la organización de la sociedad civil que brinde el


patrocinio legal a la víctima, deberá explicar de forma clara los alcances del requerimiento
y las acciones posibles en caso de no estar de acuerdo con el rechazo o la aplicación de
una salida alternativa.

La o el fiscal especializado también tiene el deber de explicar a la víctima y sus


familiares el alcance de sus decisiones.

La o el fiscal especializado deberá informar al Juez Cautelar el requerimiento


conclusivo en el plazo de veinticuatro horas.

Art. 61.10 de la Ley 348


Además de las atribuciones comunes que establece la Ley
Orgánica del Ministerio Público, las y los Fiscales de Materia
que ejerzan la acción penal pública en casos de violencia hacia
las mujeres, deberán adoptar en el ejercicio de sus funciones las
siguientes medidas:
(...)
Remitir una copia de las resoluciones de rechazo y los
requerimientos conclusivos a la o el Fiscal Departamental en
investigaciones de oficio y presentar ante el Sistema Integral
Plurinacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación
de la Violencia en razón de Género - SIPPASE, sus informes
semestrales, con detalle de todas las causas atendidas,
desagregadas al menos por sexo, edad y tipo de delito.

3.1 Requerimiento fiscal de complementación de diligencias

II. El plazo establecido en el Artículo 134 del presente Código, comenzará a correr desde la última
notificación de la o el Juez con la imputación al o los imputados
El CPP, en cuanto a la emisión del requerimiento fiscal de complementación de
diligencias establece lo siguiente:

Art. 301 (Estudio de las actuaciones policiales)


Recibidas las actuaciones policiales, el fiscal analizará su contenido para:
(…)
2. Ordenar la complementación de las diligencias policiales, fijando plazo
para este efecto.

Es importante recordar que en los procesos por violencia en razón a género, todas las
actuaciones deben ser realizadas a la luz de la debida diligencia, por tanto, el
requerimiento inicial y el plan de trabajo descritos precedentemente, serán esenciales para
que no se realicen solicitudes de complementación por deficiencias en la dirección
funcional del proceso, en todo caso, para que el Estado Plurinacional de Bolivia cumpla
con sus obligaciones internacionales de respeto y garantía a derechos, esta atribución
deberá ser ejercida en casos estrictamente necesarios en los cuales no se haya podido
prever situaciones que deben ser contempladas en el requerimiento inicial de
investigación.

En base a lo señalado, para cumplir con los estándares internacionales referentes a la


debida diligencia en violencia en razón de género, este requerimiento de
complementación de diligencias debe ser excepcional y estrictamente necesario.

Estándar internacional de protección a derechos


El Estado debe conducir eficazmente la investigación penal para
determinar las correspondientes responsabilidades penales y aplicar
efectivamente las sanciones y consecuencias que la ley prevea. Esta
obligación debe ser cumplida en un plazo razonable, considerando los
criterios señalados sobre investigaciones en este tipo de casos. (Caso
Rosendo Cantú y otra vs. México párr. 148)

En todo caso, el iniforme complementario debe cumplir con los lineamientos establecidos
para el informe de investigación preliminar, que han sido referidos en el punto 3, con el
advertido que:
La complementación requerida, no debe afectar la garantía de no
revictimización.

4.2 Imputación formal

El art. 12 de la Ley 1173, modifica el art. 302 del CPP en los siguientes términos:

Artículo 302. (IMPUTACIÓN FORMAL)

Cuando el fiscal objetivamente identifique la existencia del


hecho y la participación del imputado, formalizará la
imputación mediante resolución fundamentada, que deberá
contener:
1. Los datos de identificación del imputado y de la víctima, o
su individualización más precisa;
2. El buzón de notificaciones de ciudadanía digital del
imputado, de la víctima y en su caso del querellante;
3. El nombre y buzón de notificaciones de ciudadanía digital de
los abogados de las partes;
4. La descripción del hecho o los hechos que se imputan, con
indicación de tiempo, modo y lugar de comisión y su
calificación provisional; la descripción de los hechos deberá
estar exenta de adjetivaciones y no puede ser sustituida por la
relación de los actos de investigación, ni por categorías
jurídicas o abstractas; y,
5. La solicitud de medidas cautelares, si procede; tratándose de
detención preventiva, además la indicación del plazo de su
duración.
En caso de multiplicidad de imputados, la imputación formal
deberá establecer de manera individual y objetiva, con la mayor
claridad posible, el o los hechos atribuibles a cada uno de ellos,
su grado de participación y los elementos de prueba que
sustentan la atribución de cada uno de los hechos.

De acuerdo a la Ley 1173, con la imputación, las o los fiscales especializados


podrán solictar la detención preventiva del agresor. En este caso, en el requerimiento de
imputación formal deberá establecerse el plazo de duración de la detención preventiva, si
esta medida fuera solicitada, y además, se especificarán los actos investigativos a
desarrolarse; además, se deberá indicar el plazo razonable que se requerira para las
investigaciones y para la detención preventiva.
Para la solicitud de detención preventiva, será esencial que las o los fiscales, en
delitos de violencia en razón de género, consdieren el art. 86.13 de la Ley 348, que
establece como principio iprocesal a la “Imposición de medidas cautelares”, que señala:

Una vez presentada la denuncia, la autoridad judicial dictará


inmediatamente las medidas cautelares previstas en el Código
Procesal Penal, privilegiando la protección y seguridad de la mujer
durante la investigación, hasta la realización de la acusación formal.
En esta etapa, ratificará o ampliará las medidas adoptadas.

Por otra parte, también corresponde considerar el estándar jurisprudencial


contenido en la SCP 0394/2018-S2 en cuanto los riesgos procesales de fuga que deben
ser valorados.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0394/2018-S2 de 3 de


agosto)
Interpretación del TCP.- El TCP estableció criterios sobre los
riesgos procesales de fuga, para casos en los que debe valorarse
el peligro o riesgo que corre la víctima, en este marco, el
máximo contralor de constitucionalidad interpretó el art.
234.10 del CPP de conformidad con el bloque de
constitucionalidad y desde una perspectiva de género y
estableció las siguientes sub-reglas jurisprudenciales:
a) En los casos de violencia contra las mujeres, para evaluar el
peligro de fuga contenido en el art. 234.10 del CPP, deberá
considerarse la situación de vulnerabilidad o de desventaja en
la que se encuentren la víctima o denunciante respecto al
imputado; así como las características del delito, cuya autoría
se atribuye al mismo; y, la conducta exteriorizada por éste
contra las víctimas, antes y con posterioridad a la comisión del
delito, para determinar si dicha conducta puso y pone en
evidente riesgo de vulneración, los derechos tanto de la
víctima como del denunciante;
b) De manera específica, tratándose del delito de trata de
personas, deberá considerarse la especial situación de
vulnerabilidad de las víctimas que sufrieron engaño, fraude,
violencia, amenaza, intimidación, coerción, abuso de
autoridad, o en general, ejercicio de poder sobre ellas; y,
c) En casos de violencia contra las mujeres, la solicitud de
garantías personales o garantías mutuas por parte del
imputado, como medida destinada a desvirtuar el peligro de
fuga previsto en el art. 234.10 del CPP, se constituye en una
medida revictimizadora, que desnaturaliza la protección que
el Estado debe brindar a las víctimas; pues, en todo caso, es
ella y no el imputado, la que tiene el derecho, en el marco del
art. 35 de la Ley 348, de exigir las medidas de protección que
garanticen sus derechos. (FJ III.2).
Contextualización del caso.- A través de una acción de
libertad, el accionante denunció la vulneración a sus derechos
a la libertad, al debido proceso y a la celeridad, porque en el
proceso penal seguido en su contra por el delito de violencia
sexual, para efectos de desvirtuar los riesgos procesales y
solicitar cesación a la detención preventiva, pidió a la jueza
demandada audiencia de ofrecimiento de garantías
constitucionales a favor de la víctima, solicitud que le fue
negada con el argumento de que debe acudir al Ministerio
Público. El TCP aprobó la resolución de la jueza de garantías y
denegó la tutela porque en casos de violencia contra las
mujeres, la solicitud de garantías personales o mutuas por marte
del imputado como medida destinada a desvirtuar el peligro de
fuga previsto en el art. 234.10 del CPP, se constituye en una
medida de revictimización que desnaturaliza la protección que
el Estado debe brindar a las víctimas que merecen una
protección reforzada, como son las niñas, niños y adolescentes,
ya que es la víctima y no el imputado la que tiene el derecho de
exigir las medidas de protección que garanticen sus derechos.

A partir de la imputación formal se inicia la etapa preparatoria.

4.3 Rechazo de denuncia

El rechazo de la denuncia en violencia en razón a género, por su naturaleza y por las


obligaciones reforzadas de respeto y garantía a derechos de las víctimas asumidas por el
Estado Plurinacional de Bolivia y que deben ser cumplidas de buena fé, debe respetar
estándares internacionales vigentes.

Estándares internacionales de protección a derechos


La Corte considera que la ineficacia judicial frente a casos
individuales de violencia contra las mujeres propicia un ambiente de
impunidad que facilita y promueve la repetición de los hechos de
violencia en general y envía un mensaje según el cual la violencia
contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que favorece su
perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la
sensación de inseguridad de las mujeres, así como una persistente
desconfianza de estas en el sistema de administración de justicia.
Dicha ineficacia o indiferencia constituye en sí misma una
discriminación [de la mujer] en el acceso a la justicia. Por ello,
cuando existan indicios o sospechas concretas de violencia de género,
la falta de investigación por parte de las autoridades de los posibles
móviles discriminatorios que tuvo un acto de violencia contra la
mujer, puede constituir en sí misma una forma de discriminación
basada en el género (Caso Véliz Franco vs Guatemala párr. 208)

En virtud del cual, antes del rechazo de una denuncia de violencia en razón a género,
la o el fiscal especializado debe considerar los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- En el marco de la inversión de la carga de la prueba


y la protección reforzada a las víctimas de violencia en razón a
género, no se podrá fundamentar un rechazo en el abandono de la
víctima ni en la omisión de presentación de pruebas

Lineamiento 2.- En delitos de violencia en razón a género, la


declaración de la víctima constituye una prueba fundamental sobre
el hecho.

Efectivamente, el art. 59 de la Ley 348 dispone que la investigación debe ser


seguida de oficio, independientemente del impulso de la denunciante; por ello, conforme
lo entendió la SCP 0017/2019-S2, que consagra el deber de debida diligencia y la
prohibición de rechazo de denuncia o de sobreseimiento por abandono de la víctima, “aun
la víctima desista o abandonde la investigación, el Ministerio Público debe seguirla de
oficio; por ello, no es sostenible rechazar denuncias por falta de colaboración de la
víctima, o porque ésta, una vez efectuada la denuncia, no volvió a oficinas de la Fuerza
Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) o del Ministerio Público; pues, dichas
afirmaciones vulneran no solo la norma expresa contenida en el citado art. 59 de la Ley
348, sino también, el principio de la debida diligencia; la obligación internacional del
Estado de investigar, sancionar y reparar los hechos de violencia hacia las mujeres; y,
el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2018-S2 de 13 de marzo)


Interpretación del TCP.- El TCP en el marco de una interpretación
conforme al bloque de constitucionalidad y concretamente a la luz de
la Convención Belém do Pará y el art. 15 de la Constitución, y de
acuerdo a los estándares del Comité para la Eliminación de las
Discriminación Contra la Mujer CEDAW y de la Corte Interamericana
de Protección a Derechos, a la luz de la debida diligencia, estableció el
deber de investigación de oficio de todo proceso judicial o
administrativo vinculado a violencia de género, en este marco señaló
que aún cuando la víctima desista o abandone la investigación, el
Ministerio Público debe seguirla de oficio; por ello, no es sostenible
rechar denuncias por falta de colaboración de la víctima, o porque
ésta, una vez efectuada la denuncia, no volvió a oficinas de la
Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia FELCV o del
Ministerio Público; pues, dichas afirmaciones vulneran no solo la
norma expresa contenida en el art. 59 de la Ley 348, sino también,
el principio de la debida diligencia; la obligación internacional del
Estado de investigar, sancionar y reparar los hechos de violencia hacia
las mujeres; y, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
(FJ III.1.3) (resaltado ilustrativo).
Contextualización del caso.- El accionante activa la acción de
libertad, alegando que en el proceso penal que se le sigue por violencia
familiar, se dispuso su detención preventiva y luego de más de seis
meses, el Ministerio Público emitió el requerimiento conclusivo de
sobreseimiento, en virtud del cual solicitó la cesación de la detención
preventiva, sin embargo, la audiencia de cesación a la detención
preventiva fue indebidamente suspendida en más de tres
oportunidades. El TCP, revoca la decisión del juez de garantías y
deniega la tutela, ya que establece la interdependencia de la solicitud
de cesación a la detención preventiva con el sobreseimiento, en es este
marco, desde el principio iura novit curia, estableció que el
sobreseimiento fundado en una supuesta dejadez de la víctima en la
etapa de investigación, incumple las normas internacionales de
protección de los derechos de las mujeres víctimas de violencia y los
mandatos de la Ley 348, especialmente en cuanto a la obligación de
debida diligencia, por lo que en el marco de una flexibilización de la
legitimación pasiva, dispuso la nulidad de la resolución de
sobreseimiento aunque las autoridades fiscales no hayan sido
demandadas y a pesar de que la decisión este pendiente de definición
por el Fiscal Departamental, ya que en denuncias de violencia en razón
a género no es aplicable el principio de subsidiariedad por los riesgos
que puede correr la víctima.

De manera específica en delitos de violencia sexual, deberá considerar:

Lineamiento 1.- La violación sexual es un tipo particular de


agresión que, en general, se caracteriza por producirse en ausencia
de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los agresores.
Dada la naturaleza de esta forma de violencia, no se puede esperar
la existencia de pruebas gráficas o documentales y, por ello, la
declaración de la víctima constituye una prueba fundamental sobre
el hecho (Caso Fernandez Ortega y otros Vs. México párr. 100).

Lineamiento 2.- La falta de investigación de una denuncia de


violación sexual, implica un incumplimiento del deber de garantizar
la integridad personal así como la protección a la vida sexual,
incluida en el artículo 11 de la Convención. (Caso Gudiel Álvarez
y otros (Diario Militar Vs. Guatemala párr. 276)

De acuerdo al art. 12 de la Ley 1173, que modifica el art. 305 del CPP, el Ministerio
Público notificará la resolución de rechazo a las partes y a los abogados dentro del plazo
de 24 horas, a través de los buzones de notificaciones de ciudadanía digital.

Las partes podrán objetar la resolución de rechazo dentro del plazo de cinco días
siguientes a su notificación ante el fiscal que la dictó. En casos de violencia en razón a
género, considerando que las normas contenidas en la Ley 348 y 1173, así como las
disposiciones del Código Niña, Niño y Adolescente, son de aplicación especial y
preferente, por lo que las instancias promotoras de denuncia deberán formular la objeción
a la resolución de rechazo en defensa de los derechos de la víctima.

Sin perjuicio de la impugnación, de acuerdo al art. 61.10 de la Ley 348, las o los
fiscales especializados que rechacen la denuncia en violencia en razón a género, deberán
remitir de oficio una copia de la resolución a la o el Fiscal Departamental. También
deberán consignar los rechazos en los datos que semestralmente deben remitir al Sistema
integral Plurinacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia
en razón de Género SIPASSE

En caso de ser confirmada la resolución por el Fiscal Departamental, las instancias


promotoras podrán activar la acción de amparo constitucional o la acción de libertad, de
acuerdo a los estándares jurisprudenciales establecidos en la parte IV de este Protocolo.

4.4 Salidas alternativas

El art. 12 de la Ley 1173 modificó el art. 326 del CPP, que disciplina las reglas para
la aplicación de salidas alternativas, en este marco, señala que el imputado podrá acogerse
al procedimiento abreviado, criterio de oportunidad, suspensión condicional del proceso
o conciliación, en los términos de los arts. 21, 23, 24, 373 y 374 del Código de
Procedimiento Penal, y los arts. 65 y 67 de la Ley Nº 025 de 24 de junio de 2010, del
Órgano Judicial, siempre que no se prohíba expresamente por Ley, aun cuando la causa
se encuentre con acusación o en audiencia de juicio oral, hasta antes de dictar la sentencia.

En el presente protocolo, se prestará particular atención a dos salidas alternativas


específicas: la suspensión condicional del proceso y la conciliación excepcional y
restringida.

4.4.1 La suspensión condicional del proceso

De acuerdo a la Ley 1173 que modificó los arts. 23126 y 24127 del CCP, la
suspensión condicional no es procedente en delitos contra la libertad sexual, cuyas

126
“Artículo 23. (SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO). Cuando sea previsible la suspensión
condicional de la pena o se trate de delitos que tengan pena privativa de libertad cuyo máximo legal sea
igual o inferior a seis (6) años, las partes podrán solicitar la suspensión condicional del proceso.
Esta suspensión procederá si el imputado presta su conformidad y, en su caso, cuando haya reparado el
daño ocasionado, firmado un acuerdo con la víctima en ese sentido o afianzado suficientemente esa
reparación.
La solicitud se podrá presentar hasta antes de finalizada la etapa preparatoria. Excepcionalmente, podrá
ser planteada durante el juicio, siempre y cuando se haya reparado integralmente el daño causado a la
víctima y no exista de parte de ésta ningún reclamo pendiente.
La suspensión condicional del proceso, no será procedente cuando se trate de delitos contra la libertad
sexual cuyas víctimas sean niñas, niños o adolescentes.
Previo a su otorgamiento, la jueza o el juez verificará que el imputado haya cumplido satisfactoriamente
las medidas de protección impuestas durante el proceso en favor de la víctima.”
127
“Artículo 24. (CONDICIONES Y REGLAS). Al resolver la suspensión condicional del proceso, el juez fijará
un período de prueba, que no podrá ser inferior a un (1) año ni superior a tres (3) y en ningún caso
excederá el máximo de la pena prevista; determinará las condiciones y reglas que deberá cumplir el
imputado en ese plazo, seleccionando de acuerdo con la naturaleza del hecho entre las siguientes:
1. Prohibición de cambiar de domicilio sin autorización del juez;
2. Prohibición de frecuentar determinados lugares o personas;
3. Abstención del consumo de estupefacientes o de bebidas alcohólicas;
4. Someterse a la vigilancia que determine el juez;
5. Prestar trabajo a favor del Estado o de instituciones de asistencia pública, fuera de sus horarios
habituales de trabajo;
6. Permanecer en un trabajo o empleo, o adoptar en el plazo que el juez determine, un oficio, arte,
industria o profesión;
7. Someterse a tratamiento médico o psicológico;
8. Prohibición de tener o portar armas;
9. Prohibición de conducir vehículos; y,
10. Cumplir con las medidas de protección especial que se dispongan en favor de la víctima.
El juez podrá imponer otras reglas de conducta análogas, que estime convenientes para la reintegración
social del sometido a prueba. El juez notificará personalmente al imputado la suspensión condicional del
proceso, con expresa advertencia sobre las reglas de conducta, así como sobre las consecuencias de su
inobservancia.
La suspensión condicional del proceso sólo será apelable por el imputado y únicamente, cuando las reglas
sean ilegítimas, afecten su dignidad o sean excesivas.
El juez de ejecución penal velará por el cumplimiento de las reglas.”
víctimas sean niñas, niños o adolescentes, o cuando el delito tenga un máximo legal que
supere los seis años de privación de libertad:

Art. 23 del CPP modificado por la Ley 1173 (Suspensión


Condicional del Proceso)
La suspensión condicional del proceso, no será procedente cuando se
trate de delitos contra la libertad sexual cuyas víctimas sean niñas,
niños o adolescentes.

La modificación al art. 23 del CPP realizada por la Ley 1173 establece que la
suspensión condicional del proceso procederá, cuando haya reparado el daño ocasionado,
firmado un acuerdo con la víctima en ese sentido o afianzado suficientemente esa
reparación; reparación que, desde una perspectiva de género, y en el marco de los
estándares internacionales de derechos humanos, supone que se hubieren cumplido con
las medidas de protección dispuestas, encaminadas a tutelar a la víctima y lograr la
restitución de sus derechos.

Ahora bien, la posibilidad de aplicar la suspensión condicional de proceso debe


ser analizada con perspectiva de género y en el marco de las normas del bloque de
constitucionalidad y las recomendaciones efectuadas por los órganos de protección de los
derechos humanos. Así, el Comité de la CEDAW ha establecido en la Recomendación
General 33128 que los Estados Partes deben ejercer la debida diligencia para prevenir,
investigar, castigar y ofrecer reparación por todos los delitos cometidos contra mujeres;
además, que tomen medidas apropiadas para crear un entorno de apoyo que aliente a las
mujeres a reclamar sus derechos, denunciar delitos cometidos contra ellas y participar
activamente en los procesos.

La misma Recomendación señala que los Estado deben asegurar que los casos de
violencia contra las mujeres, incluida la violencia doméstica, bajo ninguna circunstancia,
se remitan a cualquiera de los procedimientos alternativos de solución de controversias.

También el Comité, en la Recomendación efectuada al Estado de Bolivia el año


2015, observó el bajo número de procesamientos y condenas de los autores en los casos

128
Recomendación General 33, págs. 21 y 22
Disponible en: https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2016/10710.pdf
de violencia contra la mujer y la remisión de casos de violencia contra las mujeres a los
procedimientos de conciliación; por ello, recomendó a Bolivia, entre otras medidas:

(C) Asegurar que todos los casos de violencia contra


las mujeres, incluidos los casos de feminicidio y la violencia
sexual, sean investigados de manera efectiva, y los
perpetradores enjuiciados y castigados adecuadamente;
(D) Velar por que los casos de violencia contra la
mujer, incluida la violencia doméstica, bajo ninguna
circunstancia sean derivados a procedimientos alternativos
de solución de controversias...

Por su parte, la Convención de Belém do Pará, en el art. 7, establece las


obligaciones de los Estados de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y
sancionar la violencia contra la mujer e incluir en su legislación interna normas para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, entre otras y, en ese sentido,
como lo estableció la SCP 721/2018-S2 de 31 de octubre, asume la norma de la debida
diligencia, que conlleva una responsabilidad internacional, encaminada a eliminar las
limitaciones jurídicas, institucionales, culturales discriminatorias por razones de género,
lo que conlleva la “responsabilidad en llevar adelante diferentes acciones -legislativas,
administrativas y judiciales- para prevenir, intervenir, erradicar y sancionar la violencia
en el seno de las familias (…)”.

Dicha Sentencia, analizando si resultaba aplicable la suspensión condicional de la


pena en los casos de violencia en razón de género, entendió que de acuerdo a los distintos
instrumentos internacionales, se impone el deber de evitar la impunidad en los dichos
casos de violencia, de ahí que surge el deber de sancionar la violencia; pues sólo de ese
modo se desalientan las futuras violaciones a los derechos de las mujeres. La Sentencia,
concluye que:

“…la obligación de sancionar a los culpables debe


ser cumplida indefectiblemente, no existiendo
posibilidad de perdonar el cumplimiento de la pena
o suspender de modo condicional su cumplimiento;
pues lo contrario, implicaría incumplir con las
obligaciones internacionales del Estado”
A partir de los estándares internacionales antes anotados, se concluye que la
aplicación de la suspensión condicional del proceso a los casos de violencia en razón de
género, incluida la violencia política, incumple con los estándares internacionales de
derechos humanos y la obligación del Estado de sancionar la violencia; pues, no permite
que se dilucide en juicio la existencia o no de violencia en razón de género129 y, por ende,
tampoco permite la sanción del agresor, de donde se concluye que no corresponde la
aplicación de la suspensión condicional del proceso en los casos de violencia en razón de
género, salvo en los casos en los que, de acuerdo a la Ley 348, es posible la conciliación,
es decir, cuando no se encuentre comprometida la vida e integridad sexual de la víctima,
la salida alternativa sea solicitada por la víctima, no se trate de violencia reiterada hacia
la mujer y, específicamente, no se trate decasos de violencia política, pues en ellos, de
acuerdo a la norma especial (art. 23 de la Ley 243), está prohibida la conciliación130.

En los casos de acos y violencia política en razón de


género, está prohibida la conciliación y también la
suspensión condicional del proceso, en mérito a que, con
dicha salida alternativa, no existiría una sanción a los
agresores.

En los casos permitidos, cuando se dispone la aplicación de la suspensión


condicional del proceso, la autoridad juidicial debe fijar el periodo de prueba,
estableciendo las condiciones y reglas que debe cumplir el imputado y que tendrán que
estar encaminadas a dar protección a la víctima de violencia. En ese sentido, se podrá

129
En el marco de la jurisprudencia comparada, cabe mencionar a un fallo de Argentina, cuyo maximo
Tribunal de Justicia, que en la causa Gongora, Gabriel Arnaldo, N° 14.092 G.61.XLVIII, por Resolucion de
23 de abril de 2013, señaló que “la concesion de la suspension del proceso a prueba al imputado frustraria
la posibilidad de dilucidar en aquel estadio procesal la existencia de hechos que prima facie han sido
calificados como de violencia contra la mujer, junto con la determinacion de la responsabilidad de quien
ha sido imputado de cometerlos y de la sancion que, en su caso, podria corresponderle. En segundo
termino, no debe tampoco obviarse que el desarrollo del debate es de
trascendencia capital a efectos de posibilitar que la victima asuma la facultad de comparecer para
efectivizar el “acceso efectivo” al proceso (cfr. tambien el inciso “f” del articulo 7 de la Convencion) de la
manera mas amplia posible, en pos de hacer valer su pretension sancionatoria. Cuestion esta ultima que
no integra, en ninguna forma, el marco legal sustantivo y procesal que regula la suspension del proceso a
prueba. De lo hasta aqui expuesto resulta que prescindir en el sub lite de la sustanciacion del debate
implicaria contrariar una de las obligaciones que asumio el Estado al aprobar la “Convencion de Belem do
Para” para cumplir con los deberes de prevenir, investigar y sancionar sucesos como los aquí
considerados”.
130
El art. 23 de la Ley 243 señala: “(PROHIBICIÓN DE CONCILIACIÓN). Queda prohibida la conciliación en
los delitos de acoso y/o violencia política contra las mujeres”.
disponer alguna de las contempladas en el art. 24 del CPP, modificado por la Ley 1173,
u otras reglas que considere pertinente la autoridad judicial.

4.4.2 La conciliación

Conforme se ha señalado, la conciliación en los delitos de acoso y violencia


política, se encuentra prohibida por el art. 23 de la Ley 243; consecuentemente, aún la
Ley 348 y la Ley 1173 permitan la aplicación de dicha salida alternativa, bajo algunas
condiciones, conforme se analizará posteriormente, en casos de violencia política esto no
es posible, lo que se explica desde la perspectiva de las normas del bloque de
constitucionalidad y los pronuncionamientos de los órganos del sistema universal e
interamericano de derechos humanos que expresamente establecen que no procede la
conciliación en violencia en razón de género.

Efectivamente, conforme se ha señalado en el anterior punto, la Recomendación


33 del Comité de la CEDAW, recomienda a los Estado a que se aseguren que los casos
de violencia contra las mujeres, incluida la violencia doméstica, bajo ninguna
circunstancia, se remitan a cualquiera de los procedimientos alternativos de solución de
controversias.

El mismo Comité, en la Recomendación efectuada al Estado de Bolivia el año


2015, observó el bajo número de procesamientos y condenas de los autores en los casos
de violencia contra la mujer y la remisión de casos de violencia contra las mujeres a los
procedimientos de conciliación; por ello, recomendó a Bolivia, entre otras medidas:

(C) Asegurar que todos los casos de violencia contra


las mujeres, incluidos los casos de feminicidio y la violencia
sexual, sean investigados de manera efectiva, y los
perpetradores enjuiciados y castigados adecuadamente;
(D) Velar por que los casos de violencia contra la
mujer, incluida la violencia doméstica, bajo ninguna
circunstancia sean derivados a procedimientos alternativos de
solución de controversias...
También cabe mencionar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
que en el Informe de seguimiento-Acceso a la justicia e inclusión social: El camino hacia
el fortalecimiento de la democracia en Bolivia, señala:

201. La Comisión reitera que la figura de conciliación asume que


las partes involucradas se encuentran en igualdad de condiciones
de negociación, lo que no sucede en el ámbito de la violencia
contra la mujer. En efecto, se ha verificado que en muchos casos
los acuerdos realizados en el marco de la mediación aumentan el
riesgo físico y emocional de las mujeres, por la desigualdad en
las relaciones de poder entre las partes. Además, los acuerdos
generalmente no son cumplidos por el agresor y no abordan las
causas y consecuencias de la violencia244. La Comisión insta al
Estado boliviano a asegurar que las mujeres víctimas de
violencia no sean presionadas para involucrarse en procesos de
conciliación. Asimismo, el Estado debe garantizar que el uso de
estas figuras esté acompañado de las garantías necesarias para
que las víctimas cuenten con asesoramiento suficiente y con la
información necesaria para adoptar decisiones libres e
informadas.

En similar sentido, el Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de la SCP


1961/2013 de 4 de noviembre, hace referencia, en el Fundamento Jurídico III.2., a la
prohibición de conciliar, en aquellos procesos penales derivados de hechos de violencia
familiar y doméstica, ante un supuesto en el que funcionarias de la Defensoría de la Niñez
y Adolescencia obligaron a conciliar a la víctima:

“…el accionar al margen del ordenamiento jurídico por parte de


las servidoras públicas demandadas, amenazó el derecho a la vida
de la accionante en sus vertientes integridad psicológica y física,
pues independientemente de si evidentemente fue o no víctima de
violencia intrafamiliar, al estar en curso una denuncia penal y
medidas de seguridad impuestas, todas las autoridades públicas
tienen el deber supremo de no arriesgar la vida ni la integridad
física y emocional de las mujeres supuestamente agredidas; en esa
dimensión al volver a citarla a efectos de reunirla con su agresor y
crear nuevos escenarios angustiantes procurando una conciliación
prohibida por la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una
Vida Libre de Violencia, incurrieron en persecución indebida que
eventualmente pone en riesgo el derecho a la integridad personal
que conglomera al derecho a la integridad psicológica y en
definitiva a la vida digna de la accionante; así cabe recordar lo
estipulado por el art. 46 de la Ley Integral para Garantizar a las
Mujeres una Vida Libre de Violencia, que establece que la
conciliación está prohibida en cualquier hecho de violencia contra
las mujeres, que comprometa su vida e integridad sexual. Ninguna
institución receptora de denuncias ni su personal, podrá promover
la conciliación ni suscripción de ningún tipo de acuerdo entre la
mujer y su agresor, bajo responsabilidad”.

En el marco antes anotado, es importante establecer que si bien el art. 12 de la Ley


1173 que modifica el art. 326 del Código de Procedimino Penal, en el parágrafo III
establece que “La o el fiscal deberá, de forma obligatoria y bajo responsabilidad,
promover la conciliación y otras salidas alternativas desde el primer momento del
proceso hasta antes de concluida la etapa preparatoria, dejando constancia de la
promoción. La o el fiscal informará a la autoridad jurisdiccional sobre la promoción de
la conciliación y las demás salidas alternativas correspondientes”; sin embargo, esa es
una visión de la conciliación para delitos que no impliquen violencia en razón a género,
ya que en estos casos se aplica con preferencia la Ley 348, la cual establece como regla
la prohibición de conciliación y la conciliación bajo condiciones específicas y
excepcionales.

Art. 46 (Prohibición de conciliar)


I. La conciliación está prohibida en cualquier hecho de
violencia contra las mujeres, que comprometa su vida e
integridad sexual. Ninguna institución receptora de
denuncias ni su personal, podrá promover la conciliación ni
suscripción de ningún tipo de acuerdo entre la mujer y su
agresor, bajo responsabilidad.

La conciliación conforme se ha señalado, también esta prohibida en casos de


acoso y violencia política hacia la mujer, tal como lo establece la Ley 243.

Art. 23 Ley 243 (Prohibición de conciliación)


Queda prohibida la conciliación en los delitos de acoso y/o violencia
política contra las mujeres.

La prohibición de conciliación y sus excepciones, también se aplica en el ámbito


de la jurisdicción indígena originaria campesina; pues, si la mujer opta por dicha
jurisdicción, en el marco de lo previsto en la Recomendación General 33 del Comité de
la CEDAW, las autoridades de dicha jurisdicción debe actuar bajo las previsiones de la
Ley 348, brindando una protección reforzada a la mujer.
Art. 52 de la Ley 348 (Autoridades indígena originario
campesinas)
III. La conciliación se podrá realizar en el marco de lo establecido en el
Artículo 46 de la presente Ley.

En violencia contra niñas, niños y adolescentes, en el marco de la protección


reforzada que merecen, está prohibida la conciliación. Tampoco procede la conciliación
en relación a personas con discapacidad o personas adultas mayores.

La conciliación en violencia en razón a género excepcionalmente procederá,


siempre que no se encuentre comprometida su vida e integridad sexual, en los siguientes
casos131:

131
Sobre el tema, el Voto Disidente a la SCP 0709/2018-S2 de 31 de octubre sostiene:
Ahora bien, del conjunto de disposiciones legales desarrolladas, a partir de un análisis integral de las
mismas, se puede concluir que la normativa interna boliviana, en el marco de los derechos reconocidos
en el art. 15 de la CPE y los estándares internacionales de protección de los Derechos Humanos, incluidas
las recomendaciones efectuadas al Estado boliviano, no admiten la conciliación en hechos de violencia
familiar o doméstica, por la desigualdad de condiciones entre las partes, acentuado por el vínculo afectivo
y familiar que media y que hacen más probable viciar la voluntad de la víctima.
Complementando este análisis con lo establecido en el parágrafo IV del mencionado art. 46 de la Ley 348,
se abre una excepcionalidad respecto a la posibilidad de conciliar, conforme al siguiente texto:
“Excepcionalmente la conciliación podrá ser promovida únicamente por la víctima, sólo por única vez y
no siendo posible en casos de reincidencia”.
Ahora bien, a partir de los argumentos señalados en párrafos precedentes, dicha excepción debe ser
interpretada de manera restrictiva, en el marco de los estándares universales e interamericanos que
fueron anotados y conforme a los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos,
dispuesto en los arts. 13 y 256 de la CPE. En ese sentido, debe entenderse que dicha excepción, solo
procede en los casos no contemplados en el parágrafo I del art. 46 de la Ley 348; es decir, aquellos delitos
que no contengan hechos de violencia contra las mujeres que comprometan su vida e integridad sexual;
además, deben exigirse los siguientes presupuestos, que: 1) Sea promovida por la víctima, por única vez;
y, 2) No exista reincidencia.
De lo que se extrae, que aquellos casos derivados de agresiones físicas, solo excepcionalmente,
resultarían conciliables, ya que su conveniencia dependerá del grado de afectación de los derechos de la
víctima; vale decir, a la vida y a la integridad sexual; por tanto, se torna necesario que el Ministerio Público
adopte todas las medidas para verificar que estos derechos no se encuentren comprometidos; y en su
caso, si dicha entidad no cumple con su deber, con la responsabilidad que ello conlleva, prevista en el art.
46.I de la Ley 348, es obligación de la autoridad jurisdiccional, antes de homologar dicha conciliación,
adoptar aquellas medidas que permitan verificar y ponderar de manera objetiva su conveniencia;
considerando para el efecto, la relevancia social del hecho que motivó el inicio del proceso penal, los
alcances del daño causado y si el agresor efectuó una reparación del mismo.
Entre las medidas que pueden ser adoptadas por las autoridades antes mencionadas, se tiene el análisis
del perfil del caso a conciliar, el contexto y los elementos que se hallen involucrados; en ese entendido,
podrá solicitar informes psicológicos y sociales, entre otros.
Cuando sea
promovida por la
víctima

Por una sola vez

Cuando no exista
reincidencia

Cabe señalar que uno de los requisitos establecidos por la Ley 348 para la
procedencia de la conciliación es que no exista reincidencia, la cual debe ser entendida
como la existencia de antecedentes de violencia contra la víctima, y no necesariamente,
la existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada, en mérito a la protección
reforzada que se tiene que dar a las mujeres víctimas de violencia132

132
Sobre el tema, el Voto Disidente a la SCP 0709/2018-S2 de 31 de octubre sostiene: Por otra parte, otro
de los requisitos para la procedencia de la conciliación, es que se trate de una primera vez y que no exista
reincidencia; último supuesto, que no debe ser comprendido en los términos previstos por el art. 41 del
CP, que exige la existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada y que no hubiera transcurrido
desde el cumplimiento de la condena un plazo de cinco años; pues ello, no resultaría conforme a los
estándares universales e interamericanos citados en este Voto Disidente, que exigen la protección de las
mujeres víctimas de violencia y que recomiendan a los Estados Partes rechazar la conciliación, debido a
que no existe igualdad en las relaciones de poder entre ambas partes y a que los acuerdos generalmente
no son cumplidos por el agresor; supuestos que en caso de reiteración de la conducta violenta, se torna
más evidente; pero además, deben considerarse los bajos índices de sentencias condenatorias existentes,
debido al uso constante de la conciliación y de salidas alternativas como la suspensión condicional del
proceso; aspecto que, como se analizó, fue advertido por el CEDAW.
En ese marco, la reincidencia a la que se refiere el art. 46 de la Ley 348, debe ser entendida como la
reiteración de la violencia en razón de género, ya sea que exista con anterioridad un rechazo de denuncia,
una conciliación, una suspensión condicional del proceso, o cualquier otra medida; pues, lo que interesa
-a efecto de garantizar los derechos de las víctimas de violencia- es la existencia de un antecedente como
tal y no una sentencia condenatoria ejecutoriada.
Cabe señalar que este entendimiento, no vulnera el derecho a la defensa del agresor ni supone una
violación al principio de presunción de inocencia; por cuanto, no se está asumiendo ninguna medida
punitiva contra él, sino, simplemente, se está negando la posibilidad de conciliar, en aras de defender los
derechos de la víctima, en el marco de los instrumentos internacionales de protección de Derechos
Humanos, asumidos por el Estado boliviano.
El razonamiento desarrollado en los párrafos precedentes, también es aplicable a los supuestos de
conciliación en la jurisdicción indígena originaria campesina (JIOC), cuyas autoridades deben velar, a partir
de sus propias normas y procedimientos, que los casos sometidos a conciliación no impliquen lesión a los
derechos a la vida e integridad sexual de las mujeres, que no exista presión a la víctima para la conciliación
y que no se trate de una conducta reiterada del agresor; para el efecto, las autoridades deben efectuar
un seguimiento del caso, en el marco de sus valores ancestrales, del equilibrio, de la armonía y de la
complementariedad.
En síntesis, es posible señalar las siguientes subreglas para efectos de la conciliación:
En virtud al principio de protección reforzada a la víctima, la autoridad judicial
que ejerce control jurisdiccional, luego de una valoración de riesgo podrá asumir medidas
de protección a la víctima, aunque exista conciliación excepcional.

La autoridad judicial, la o el fiscal especializado y las instancias promotoras de


denuncia, al ser garantes de los derechos de la víctima, deberán asegurarse que la víctima
no esté sometida a ningún tipo de presión por parte del agresor o del entorno familiar, en
este caso, podrá pedirse informes psico-sociales como medios idóneos para advertir
cualquier tipo de presión o amedrentamiento de la víctima. En este informe, además, debe
consignarse el perfil psicológico del agresor y las recomendaciones terapéuticas.
En base a lo señalado, para la conciliación excepcional en delitos de violencia en
razón a género, debe cumplirse con los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- La conciliación se encuentra prohibida en los


casos de acoso y violencia política en razón de género.

Lineamiento 2.- La solicitud de conciliación excepcional, en los


casos permitidos, puede ser presentada por la víctima de forma oral
o escrita.

Lineamiento 3.- Si fuera realizada de forma verbal, se levantará


acta en la cual constará la voluntad de la víctima y que deberá ser
suscrita por ella. Será deber de la o el fiscal informar a la víctima
sobre los efectos de la suscripción del acta.

i) La conciliación solo procede en los supuestos en que no esté comprometida la vida e integridad
sexual de las víctimas; para el efecto:
i.a) El Ministerio Público está obligado a adoptar todas las medidas para verificar que los derechos a la
vida e integridad sexual no se encuentren comprometidos; y,
i.b) Si el Ministerio Público no cumple con su obligación, la autoridad jurisdiccional está en el deber de
solicitar las medidas necesarias para verificar y ponderar la conveniencia de homologar o no, la
conciliación pedida por el Ministerio Público;
ii) La conciliación solo procede a pedido de la víctima; para el efecto:
ii.1) El Ministerio Público está obligado a adoptar las medidas necesarias para analizar, si la voluntad de
la víctima no fue viciada; y,
ii.2) Si el Ministerio Público no cumple con esa obligación, la autoridad judicial debe solicitar las medidas
necesarias para verificar la ausencia de vicios en la voluntad de la víctima;
iii) La conciliación solo puede ser dispuesta por una vez y no se aplica en casos de reincidencia; la cual,
debe ser entendida como la reiteración de la violencia, sin necesidad que exista sentencia condenatoria
ejecutoriada; y,
iv) Las autoridades de la JIOC, deben velar, a partir de sus propias normas y procedimientos, por el
cumplimiento de todas las subreglas antes anotadas, efectuando un seguimiento del caso, en el marco de
sus valores ancestrales, el equilibrio, la armonía y la complementariedad.
Lineamiento 4.- En aplicación directa de los estándares
internacionales antes descritos, la o el fiscal especializado, deberá
solicitar al SLIM, SIJPLU, SEPDAVI o a la UPAVT, la emisión
de un informe psico-social.

El informe previo solicitado, deberá contener lo


siguiente:
ü Debe consigar el perfil psicológico del agresor y
las correspondientes indicaciones terapéuticas si
fuera el caso.
ü La situación de la víctima. En este caso deberá
identificar situaciones de asimetría en relación a
su agresor, o estereotipos que puedan generar una
situación contínua de violencia.
ü La situación de la víctima en el contexto en su
contexto familiar materno y paterno y en el
contexto familiar del argresor.
ü El grado de cumplimiento de las medidas de
protección si fuera el caso.

Lineamiento 5.- En resguardo de la protección reforzada a las víctimas de


violencia en razón a género, la o el fiscal especializado deberá analizar el
informe proporcionado. En caso de sugerirse terapia para el agresor, no podrá
dar curso a la conciliación; asimismo, en caso de identificarse elementos que
impliquen indicios de violencia persistente en el marco de un ciclo de
violencia, la o el fiscal especializado, tampoco podrá dar curso a la solicitud
de conciliación.

Lineamiento 6.- Desde el momento de la solicitud de conciliación, hasta la


suscripción del acta de conciliación, deberá asegurarse un traductor a la
víctima en caso de que su idiona manterno no fuera el español.

5. Desarrollo y conclusión de la etapa preparatoria.

5.1.Desarrollo de la etapa preparatoria

De acuerdo al art. 277 del CPP, la etapa preparatoria tiene la finalidad de preparar
el juicio oral y público, mediante la recolección de todos los elementos que permitan
fundar la acusación del fiscal o del querellante y la defensa del imputado. Esta etapa debe
concluir en un plazo máximo de seis meses que excepcionalmente y por la complejidad
del caso podrá ampliarse a dieciocho meses, pero únicamente cuando la investigación sea
compleja en razón a que los hechos se encuentren vinculados a delitos cometidos por
organizaciones criminales, como lo determina el art. 134 del CPP133.

Tratándose de delitos de violencia en razón de género, el fiscal de materia está


obligado a actuar a partir de los principios procesales contenidos en el art. 86 de la Ley
348, entre ellos:

1. Gratuidad. Las mujeres en situación de violencia estarán


exentas del pago de valores, legalizaciones, notificaciones,
formularios, testimonios, certificaciones, mandamientos,
costos de remisión, exhortos, órdenes instruidas, peritajes y
otros, en todas las reparticiones públicas.
2. Celeridad. Todas las operadoras y operadores de la
administración de justicia, bajo responsabilidad, deben dar
estricto cumplimiento a los plazos procesales previstos, sin
dilación alguna bajo apercibimiento.
5. Publicidad. Todos los procesos relativos a la violencia contra
las mujeres serán de conocimiento público, resguardando la
identidad, domicilio y otros datos de la víctima.
9. Accesibilidad. La falta de requisitos formales o materiales en
el procedimiento no deberá retrasar, entorpecer ni impedir la
restitución de los derechos vulnerados y la sanción a los
responsables.
11. Verdad material. Las decisiones administrativas o judiciales
que se adopten respecto a casos de violencia contra las mujeres,
debe considerar la verdad de los hechos comprobados, por
encima de la formalidad pura y simple.
12. Carga de la prueba. En todo proceso penal por hechos que
atenten contra la vida, la seguridad o la integridad física,
psicológica y/o sexual de las mujeres, la carga de la prueba
corresponderá al Ministerio Público.
14. Confidencialidad. Los órganos receptores de la denuncia,
los funcionarios de las unidades de atención y tratamiento, los
tribunales competentes y otros deberán guardar la
confidencialidad de los asuntos que se someten a su
consideración, salvo que la propia mujer solicite la total o
parcial publicidad. Deberá informarse previa y oportunamente
a la mujer sobre la posibilidad de hacer uso de este derecho.

133
El art. 134 del CPP, establece: “(Extinción de la acción en la etapa preparatoria). La etapa preparatoria
deberá finalizar en el plazo máximo de seis meses de iniciado el proceso.
Cuando la investigación sea compleja en razón a que los hechos se encuentren vinculados a delitos
cometidos por organizaciones criminales, el fiscal podrá solicitar al juez de la instrucción la ampliación de
la etapa preparatoria hasta un plazo máximo de dieciocho meses, sin que ello signifique una ampliación
del plazo máximo de duración del proceso. El fiscal informará al juez cada tres meses sobre el desarrollo
de la investigación”.
En el marco de dichos principios, y los estándares internacionales de protección
se encuentra en el art. 94 de la Ley 348 que respecto a la responsabilidad del Ministerio
Público sostiene:

Ninguna mujer debe tener la responsabilidad de demostrar


judicialmente aquellas acciones, actos, situaciones o hechos
relacionados con su situación de violencia; será el Ministerio
Público quien, como responsable de la investigación de los delitos,
reúna las pruebas necesarias, dentro el plazo máximo de ocho (8)
días bajo responsabilidad, procurando no someter a la mujer
agredida a pruebas médicas, interrogatorios, reconstrucciones o
peritajes, careos que constituyan revictimización. En caso de
requerirse peritajes técnicos, no deberán ser exigidos a la mujer.
Si se tratara de delito flagrante, será el imputado el responsable de
pagar por éstos; si fuera probadamente insolvente, se recurrirá a
los servicios gratuitos de los Servicios Integrales de Atención. La
o el Fiscal deberá acortar todos los plazos de la etapa
preparatoria hasta la acusación en casos de violencia contra la
mujer por su situación de riesgo.

Entonces, de acuerdo al deber de debida diligencia, y a la norma específica antes


glosada, la o el fiscal asignado debe asegurar la máxima celeridad en la investigación y,
por ende, deberá acortar todos los plazos de la etapa preparatoria hasta la acusación.

Además, durante el desarrollo de la etapa preparatoria, se deberá considerar lo


siguiente:

Art. 79 de la LOMP
I Las servidoras y los los servidores policiales, realizarán
investigaciones preliminares e informarán al Ministerio
Público de las diligencias practicadas, al término de la etapa
preparatoria deberán elaborar el informe técnico conclusivo
de la investigación.
II El Ministerio Público, antes de emitir su informe
conclusivo en delitos de violencia contra la mujer, requerirá
informes psicosociales a la instancia pública correspondiente,
debiendo considerar y adjuntar una copia en el informe
técnico conclusivo de la investigación.

5.2 Informe conclusivo


En el informe conclusivo, de acuerdo a la normativa vigente, los estándares
internacionales de protección a derechos y la Guía Práctica para la realización de
Entrevistas y Elaboración de Informes Policiales en casos de Violencia contra las
mujeres, la investigadora o investigador asignado al caso deberan considerar los
siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- El informe debe contener los requistios establecidos en


el art. 298 del Código de Procedimiento Penal. Debe cumplirse con el
formanto de informe contenido en la Guía Práctica para la realización
de Entrevistas y Elaboración de Informes Policiales en casos de
Violencia contra las Mujeres134 (Este formulario se encuentra en el
Anexos).

El art. 298 de CPP establece los siguientes requisitos


mínimos que debe contener el informe de inicio de
denuncia, que son los mismos requisitos para el
informe conclusivo:
ü Lugar, fecha y hora del hecho, y de la
aprehensión.
ü La identificación del denunciante y su
domicilio.
ü El nombre y domicilio de la víctima;
ü La identificación o descripción del imputado,
su domicilio y el nombre del defensor si ya lo
ha nombrado o propuesto.
ü El objeto de la investigación o la denuncia, los
nombres de los testigos y cualquier otro dato
que pueda facilitar la investigación posterior.
ü El número de orden en el libro de registro
policial; y,
ü La identificación del funcionario policial a
cargo de la investigación y la dependencia a la
que pertenece.

Lineamiento 2.- El informe debe realizar una narración de la forma en


la cual se hizo conocer el hecho, en este marco, deberá especificarse si
la denuncia fue verbal, escrita o a través de querella, intervención
preventiva o por remisión de las instancias promotoras de denuncia u
otras instancias públicas o privadas.

134
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f
ü Los hechos deben ser redactados en forma
clara y siguiendo una cronología coherente.
ü Debe precisarse de manera clara el lugar del
hecho, la fecha y hora de la comisión del
mismo, el tipo de violencia ejercido.
ü Deben consignarse todas las actividades
investigativas
ü Debe narrarse las condiciones de la
investigación, inclusive las dificultades que
se tuvieron y todos los detalles del proceso
investigativo
ü Deben precisar la conducta del presunto
agresor.

Lineamiento 3.- El informe debe identificar a las víctimas directas y


también a las víctimas indirectas. En este marco, deberá contemplar
toda la información relevante a la víctima, la cual deberá ser plasmada
e identificada con perspectiva de género.

Deberá considerarse la situación de vulnerabilidad o de


desventaja en la que se encuentren la víctima o
denunciante respecto al imputado; así como las
características del delito, cuya autoría se atribuye al
mismo; y, la conducta exteriorizada por éste contra las
víctimas, antes y con posterioridad a la comisión del
delito, para determinar si dicha conducta puso y pone en
evidente riesgo de vulneración, los derechos tanto de la
víctima como del denunciante (SCP 0394/2018-S2).

De manera específica, tratándose del delito de trata de


personas, deberá considerarse la especial situación de
vulnerabilidad de las víctimas que sufrieron engaño,
fraude, violencia, amenaza, intimidación, coerción,
abuso de autoridad, o en general, ejercicio de poder sobre
ellas (SCP 0394/2018-S2).

Deberan consignarse las valoraciones psicológicas y


sociales realizadas por los especialistas en el caso.

Lineamiento 4.- Deben relatarse todos los elementos vinculados con


el imputado y las circunstancias de su participación en el hecho. En
este punto deberá precisarse la relación que tuvo con la víctima y
circustancias esenciales que desde una perspectiva de género
impliquen identificar estereotipos o relaciones asimétricas de poder.
La Guía Práctica para la Realización de Entrevistas y
Elaboración de Informes Policiales en casos de Violencia
contra las Mujeres, establece que deben considerarse los
factores preparantes y los factores desencadenantes.
ü Los factores preparantes pueden ser el consumo
de drogas, alcohol, etc.
ü El factor desencadenante se refiere al momento en
que se precitita los hechos de violencia. Por
ejemplo el contexto de la discusión que generó el
acto de violencia hacia una mujer.

Lineamiento 5.- El informe debe presentar los actuados invesgativos


de manera ordenada.

Será importante identificar, agrupar y describir


los actuados investigativos en base a los siguientes
criterios:
ü Declaraciones (víctima, testigos, imputado)
ü Careos
ü Estudios Periciales
ü Elementos documentales
ü Elementos materiales
ü Registro del lugar
ü Allanamientos efectuados
ü Inspecciones y reconstrucciones
ü Análisis de archivos y registros,
representados en flujogramas, lineas de
tiempo, cruce de llamadas y otras
herramientas.

Lineamiento 6.- El informe debe describir los actuados de cargo,


consistentes en actos y diligencias propuestas por la parte denunciante.

Lineamiento 7.- El informe debe describir los actuados de descargo,


consistentes en actos y diligencias propuestas por la parte denunciada.

Lineamiento 8.- El informe debe precisar las acciones inmediatas de


prevención asumidas para el resguardo de los elementos indiciarios
recolectados.

Lineamiento 9.- El informe debe precisar las medidas de protección


brindadas a la víctima directa y a sus familiares. En este caso deberá
precisar las medidas asumidas y deberá contemplar aspectos esenciales
sobre el grado de cumplimiento de las mismas.
Lineamiento 10.- El informe debe contemplar las conclusiones a
través de enunciados claros y precisos.

5.3 Requerimiento conclusivo

Finalizada la etapa preparatoria, de acuerdo a la atribución establecida en el art. 40.22


de la LOMP, modificado por la Ley 1173, la o el fiscal especializado deberá elaborar
requerimiento conclusivo que deberá ser de conocimiento del juez de instrucción en
materia penal en un plazo de 24 horas, en este el fiscal deberá optar de manera motivada
por:

Presentar ante la autoridad


judicial acusación formal

Requerir la aplicación de una


salida alternativa al juicio

Decrectar el sobreseimiento

En caso de decretarse el sobreseimiento, deberán considerarse los estándares


internacionales e internos eferidos a que la carga de la prueba corresponde al Ministerio
Público y no así a la víctima, conforme lo establecen de manera categórica los arts. 86.12
y. 94 de la Ley 348, que establece:

Ninguna mujer debe tener la responsabilidad de demostrar


judicialmente aquellas acciones, actos, situaciones o hechos
relacionados con su situación de violencia; será el Ministerio Público
quien, como responsable de la investigación de los delitos, reúna las
pruebas necesarias, dentro el plazo máximo de ocho (8) días bajo
responsabilidad, procurando no someter a la mujer agredida a pruebas
médicas, interrogatorios, reconstrucciones o peritajes, careos que
constituyan revictimización.
En ese sentido cabe mencionar también a la SC 0017/2019-S2 que de acuerdo a
los estándares internacionales vigentes en violencia en razón a género, establece que
“…el Estado tiene la obligación de actuar con la debida diligencia para prevenir,
investigar y sancionar la violencia contra la mujer; debida diligencia que, en la labor de
investigación, se traduce en la investigación de oficio de los hechos de violencia hacia
las mujeres, la celeridad en su actuación, la protección inmediata a la misma, la
prohibición de revictimización y que la carga de la prueba corresponde al Ministerio
Público y no a la víctima”.

Dicha Sentencia, analizando el requerimiento conclusivo de sobreseimiento,


conluyó que se incumplieron la snormas internacionales de protección de los derechos de
las mujeres víctimas de violencia y lo previsto en la Ley 348, porque dicho
sobreseimiento se basaba, por una parte, en que no se aportaron suficientes elementos de
prueba en la etapa preparatoria y en “la dejadez” de la denunciante en coadyuvar en la
investigación durante la etapa preparatoria.

El tribunal, sobre estos argumentos, señaló que los mismos resultaban contrarios
a la obligación del Estado de actuar con la debida diligencia y a los derechos de las
mujeres a una vida libre de violencia, a su integridad física, piscológica y sexual, y a las
obligaciones concretas derivadas de la Ley 348 que, en el marco de la debida diligencia,
establece que los delitos de violencia contra la mujer son perseguibles de oficio y que
corresponde al Ministerio Público la carga de la prueba, al ser ésta una garantía de la
víctima; pues, no se le puede exigir su presencia para “coadyuvar” en la investigación; es
más, sostiene la Sentencia, aún frente a un desistimiento de denuncia, la obligación de
investigar que tiene la Policía Boliviana y el Ministerio Público se mantiene, por el
carácter público de los delitos de violencia contra las mujeres; “además, la exigencia de
la participación de la víctima no resulta razonable -dado que, tanto las normas
internacionales como internas, prohiben la revictimización y la exigencia de su presencia
dentro del proceso penal-, porque puede involucrar, en la mayoría de los casos, su
revictimización”

Conforme a lo anotada, deberán considerarse los siguientes lineamientos:


Lineamiento 1.- En el marco de la inversión de la carga de la prueba
y la protección reforzada a las víctimas de violencia en razón a
género, no se podrá fundamentar un sobreseimiento en el abandono
de la víctima ni en la omisión de presentación de pruebas

Lineamiento 2.- En delitos de violencia en razón a género, la


declaración de la víctima constituye una prueba fundamental sobre
el hecho.

De manera específica en delitos de violencia sexual, deberá considerar:

Lineamiento 3.- La violación sexual es un tipo particular de


agresión que, en general, se caracteriza por producirse en ausencia
de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los agresores.
Dada la naturaleza de esta forma de violencia, no se puede esperar
la existencia de pruebas gráficas o documentales y, por ello, la
declaración de la víctima constituye una prueba fundamental sobre
el hecho (Caso Fernandez Ortega y otros Vs. México párr. 100)
(Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Ateneco vs. México
párr. 315)..

Lineamiento 4.- La falta de investigación de una denuncia de


violación sexual, implica un incumplimiento del deber de garantizar
la integridad personal así como la protección a la vida sexual,
incluida en el artículo 11 de la Convención. (Caso Gudiel Álvarez
y otros (Diario Militar Vs. Guatemala párr. 276)

En violencia en razón a género, de acuerdo a la Ley 348, las y los fiscales


especializados, de oficio, deberán remitir una copia del requerimiento conclusivo al Fiscal
Departamental y deberan consignar el mismo en la información semestral que deben
remitir al SIPASSE.

La entidad promotora de denuncia o la sociedad civil que realice el


acompañamiento a la víctima, deberá informarle los efectos jurídicos del sobreseimiento
y en caso de pronunciarse dicha determinación, de acuerdo a las características de cada
caso, deberán formular la impugnación para que sea resuelta por la o el Fiscal
Departamental y, en su caso, corresponderá la formulación de una acción de defensa, para
la tutela de los derechos de las víctimas.

6. Juicio oral
La etapa de juicio debe ser realizada hasta su conclusión, y en los delitos de violencia
en razón a género, a la luz de la protección reforzada que debe brindar el Estado a las
víctimas, el juicio debe ser desarrollado a la luz de los principios procesales previstos en
el art. 86 de la Ley 348:

1. Gratuidad. Las mujeres en situación de violencia estarán exentas del


pago de valores, legalizaciones, notificaciones, formularios,
testimonios, certificaciones, mandamientos, costos de remisión,
exhortos, órdenes instruidas, peritajes y otros, en todas las
reparticiones públicas.
2. Celeridad. Todas las operadoras y operadores de la
administración de justicia, bajo responsabilidad, deben dar
estricto cumplimiento a los plazos procesales previstos, sin dilación
alguna bajo apercibimiento.
3. Oralidad. Todos los procesos sobre hechos de violencia contra las
mujeres deberán ser orales.
4. Legitimidad de la prueba. Serán legítimos todos los medios de
prueba y elementos de convicción legalmente obtenidos que puedan
conducir al conocimiento de la verdad.
5. Publicidad. Todos los procesos relativos a la violencia contra las
mujeres serán de conocimiento público, resguardando la identidad,
domicilio y otros datos de la víctima.
6. Inmediatez y continuidad. Iniciada la audiencia, ésta debe concluir
en el mismo día. Si no es posible, continuará durante el menor número
de días consecutivos.
7. Protección. Las juezas y jueces inmediatamente conocida la causa,
dictarán medidas de protección para salvaguardar la vida, integridad
física, psicológica, sexual, los derechos patrimoniales, económicos y
laborales de las mujeres en situación de violencia.
8. Economía procesal. La jueza o juez podrá llevar a cabo uno o más
actuados en una diligencia judicial y no solicitará pruebas,
declaraciones o peritajes que pudieran constituir revictimización.
9. Accesibilidad. La falta de requisitos formales o materiales en el
procedimiento no deberá retrasar, entorpecer ni impedir la
restitución de los derechos vulnerados y la sanción a los
responsables.
10. Excusa. Podrá solicitarse la excusa del juez, vocal o magistrado
que tenga antecedentes de violencia, debiendo remitirse el caso
inmediatamente al juzgado o tribunal competente.
11. Verdad material. Las decisiones administrativas o judiciales
que se adopten respecto a casos de violencia contra las mujeres,
debe considerar la verdad de los hechos comprobados, por encima
de la formalidad pura y simple.
12. Carga de la prueba. En todo proceso penal por hechos que atenten
contra la vida, la seguridad o la integridad física, psicológica y/o sexual
de las mujeres, la carga de la prueba corresponderá al Ministerio
Público.
13. Imposición de medidas cautelares. Una vez presentada la denuncia,
la autoridad judicial dictará inmediatamente las medidas cautelares
previstas en el Código Procesal Penal, privilegiando la protección y
seguridad de la mujer durante la investigación, hasta la realización de
la acusación formal. En esta etapa, ratificará o ampliará las medidas
adoptadas.
14. Confidencialidad. Los órganos receptores de la denuncia, los
funcionarios de las unidades de atención y tratamiento, los tribunales
competentes y otros deberán guardar la confidencialidad de los asuntos
que se someten a su consideración, salvo que la propia mujer solicite
la total o parcial publicidad. Deberá informarse previa y
oportunamente a la mujer sobre la posibilidad de hacer uso de este
derecho.
15. Reparación. Es la indemnización por el daño material e inmaterial
causado, al que tiene derecho toda mujer que haya sufrido violencia.

Es importante mencionar, además, las garantías previstas por el art. 45 de la Ley 348,
entre ellas:

1. El acceso a la justicia de manera gratuita, real, oportuna y


efectiva, mediante un debido proceso en el que sea oída con las
debidas garantías y dentro un plazo razonable.
2. La adopción de decisiones judiciales ecuánimes e
independientes, SIN SESGOS DE GÉNERO o criterios
subjetivos que afecten o entorpezcan la valoración de pruebas y
la consiguiente sanción al agresor.
5. Una atención con calidad y calidez, apoyo y acogida para
lograr su recuperación integral a través de servicios
multidisciplinarios y especializados.
6. El acceso a información clara completa, veraz y oportuna
sobre las actuaciones judiciales, policiales y otras que se realicen
con relación a su caso, así como sobre los mecanismos y
procedimientos contemplados en la presente Ley y otras normas
concordantes.
7. La protección de su dignidad e integridad, evitando la
revictimización y maltrato que pudiera recibir de cualquier
persona responsable de su atención, tratamiento o de la
investigación del hecho.
8. La averiguación de la verdad, la reparación del daño y
prevención de la reiteración de los actos de violencia.

Adicionalmente, las juezas y los jueces, deben considerar las siguientes reglas
jurídicas contenidas en la Ley 348, que son una manifestación, entre otros, de los
principios de celeridad, accesibilidad y verdad material:

El imputado será declarado rebelde cuando no se presente a la


primera audiencia señalada por la autoridad jurisdiccional luego de
su legal notificación (art. 91 Ley 348)
Se admitirán como medios de prueba todos los elementos de
convicción que puedan conducir al conocimiento de los hechos
denunciados; prueba que será apreciada por la autoridad judicial,
exponiendo los razonamientos en que funda su valoración jurídica
(art. 92 Ley 348)
Las pruebas pueden ser presentadas junto a la denuncia, contestación,
audiencia o antes de emitirse la resolución; la falta de prueba a tiempo
de plantear la denuncia o demanda, no impedirá la admisión de la
misma (art. 97 Ley 348).

Las víctimas deben contar con el acompañamiento contínuo de las instancias


promotoras de denuncia, las cuales tienen el rol de velar por el respeto de los derechos de
la víctima, por lo que deben realizar un acompañamiento constante con apoyo legal y
psicológico a las víctimas de violencia y sus familias.

Además, durante la etapa del juicio oral el equipo multidisciplinario de las entidades
promotoras de denuncia, debe preparar a la víctima para el juicio y coordinar con la o el
fiscal especializado para la comparecencia de la victíma, salvo que ésta decida acogerse
a los medios alternativos para la presentación de prueba, de conformidad al art. 93 de la
Ley 348, que señala:

ARTÍCULO 93. (MEDIOS ALTERNATIVOS).


Para la presentación de la prueba, la mujer en situación de
violencia podrá decidir si se acoge al procedimiento regular o a
los medios optativos siguientes: 1. Prestar declaración o
presentar pruebas por medios alternativos, sin que comparezca
ante el juzgado. 2. Aportar pruebas en instancias judiciales sin
verse obligada a encontrarse con el agresor.

7. Procedimiento especial en caso de Flagrancia

La flagrancia tiene criterios especiales que deben ser cumplidos y está regulada en el
art. 230 del CPP.

Art. 230 del CPP (Flagrancia)


Se considera que hay flagrancia cuando el autor del hecho es
sorprendido en el momento de intentarlo, de cometerlo o
inmediatamente después mientras es perseguido por la fuerza
pública, el ofendido o los testigos presenciales del hecho.
En casos de flagrancia vinculados a delitos de violencia en razón a género, la o el
fiscal especializado, deberá solicitar la aplicación del procedimiento inmediato, el cual se
encuentra regulado en el art. 393 bis del CPP modificado por la Ley 007 de 18 de mayo
de 2010, denominada Ley de Modificaciones al Sistema Normativo Penal.

Art. 393 bis CPP modificado por la Ley 007 (Procedencia)


En la resolución de imputación formal, el fiscal podrá solicitar al
juez de instrucción la aplicación del procedimiento inmediato para
delitos flagrantes conforme a las normas del presente Título, cuando
el imputado sea sorprendido o aprehendido en la comisión de un
delito en flagrancia.

Esta disposición establece también que en caso de tratarse de una causa seguida
contra varios imputados, sólo será posible la aplicación del procedimiento especial para
casos de flagrancia si todos se encuentran en esta situación y estén implicados en el
mismo hecho.

El procedimiento especial en caso de flagrancia, cumplirá con los siguientes pasos


procesales:

PROCEDIMIENTO ESPECIAL EN CASO DE FLAGRANCIA


Audiencia.- De acuerdo al art. 393 ter., en audiencia oral, el juez de
instrucción escuchará a las partes y verificará las condiciones de
procedencia para la aplicación de este procedimiento.
Admisión.- Si el juez admite la aplicación de este procedimiento, el
fiscal podrá solicitar la aplicación de una salida alternativa, incluyendo
el procedimiento abreviado. Podrá también requerir la realización de
actos de investigación o de recuperación de evidencias
complementarias en un plazo no mayor a 45 días. Si considera que
cuenta con suficientes elementos de convicción, formulará acusación.
También podrá presentarse la acusación particular o el querellante
podrá adherirse a la acusación. En esta misma audiencia se ofrecerá las
pruebas de cargo.
Prueba.- La acusación pública y, en su caso, la acusación particular,
se pondrán en conocimiento del imputado en la misma audiencia para
que en el plazo máximo de cinco días, ofrezca la particular, si se
presentase en audiencia para que en cinco días ofrezca y acompañe
prueba de descargo.
Audiencia de preparación de juicio.- Luego de los cinco días para
ofrecer prueba de descargo, el juez instructor señalará hora de
audiencia de preparación de juicio que no podrá exceder un plazo de
tres días y que excepcionalmente y a pedido de la parte acusada podrá
ampliarse a 45 días.
Audiencia de preparación de juicio inmediato.- En esta audiencia
las partes podrán observar la acusación fiscal o particular por defectos
formales, deducir excepciones u otros medios de defensa cuando se
funden en hechos posteriores o nuevas causas, plantear incidentes de
exclusión probatoria u observaciones a la admisibilidad de la prueba,
proponer los hechos sobre los cuales no existe controversia y los jueces
darán por acreditados y plantear cualquier otra cuestión incidental.
Todas las pretensiones serán planteadas de manera oral. El juez deberá
resolver estas cuestiones en audiencia, salvo por lo avanzada de la hora
o por la complejidad de los cuestionamientos, supuestos en los cuales
podrá diferir el pronunciamiento de su decisión por cuarenta y ocho
horas. Las decisiones sobre la admisibilidad de la prueba y las
exclusiones probatorias no son recurribles.
En la misma audiencia se dictará auto de apertura de juicio y se remitirá
antecedentes al juez de sentencia.
Juicio inmediato.- Radicada la causa, el juez de sentencia señalará día
y hora de audiencia de sustanción de juicio en un plazo no mayor a 5
días. En el juicio se realizará el debate contradictorio en el marco de
un debido proceso.
Sentencia.- Finalizados los alegatos de las partes, el juez de sentencia
procederá a emitir la sentencia debidamente fundamentada y motivada.

De acuerdo a la debida diligencia estos procesos no concluyen con la sanción, sino


con la aplicación de la doctrina de reparación integral de daños, en los alcances que serán
desarrollados más adelante.

Asimismo, sin perjuicio de desarrollar este tipo de proceso, se deberán aplicar las
medidas de protección, en el marco de lo establecido por la Ley 1173.

Este proceso deberá respetar todas las garantías de la víctima y, en particular, deberá
evitar su revictimización.
8. Otros actos procesales

En procesos de violencia en razón a género deberá también considerarse los siguientes


actos procesales:

1.1.Las notificaciones

Desde la garantía de prohibición de revictimización, tal como ya se señaló, debe


evitarse el contacto de la presunta víctima con el o los presuntos agresores; por tal razón,
será esencial cumplir con las condiciones de notificación de actos del Ministerio Público,
establecidas en el art. 17 de la Ley 1173 que modificó el art. 58 de la Ley Orgánica del
Minsiterio Público, por tanto debe cumplirse los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- Las notificaciones que realice el Ministerio Público se


practicarán al buzón de notificaciones de ciudadanía digital de las partes
y de sus abogados, dentro del plazo de veinticuatro (24) horas de ser
emitido el requerimiento o resolución, según corresponda.
Excepcionalmente, cuando no se cuente con conectividad, podrán
notificarse por cualquier otro medio legal de comunicación que asegure
su conocimiento (art. 58.1 de la LOMP modificada por la Ley 1173).

Lineamiento 2.- En los casos en los que no fuera conocido el domicilio


real, ni el domicilio electrónico, las notificaciones se practicarán en el
portal electrónico del Ministerio Público, debiendo aplicarse en lo
pertinente lo previsto en el artículo 165 del Código de Procedimiento
Penal (Art. 58.1 de la LOMP modificada por la Ley 1173).

Lineamiento 3.- La publicación de los edictos en el portal electrónico de


notificaciones del Tribunal Supremo de Justicia y del Ministerio Público,
se mantendrá por un período de cinco (5) años, salvo que con anterioridad
el notificado haya solicitado su baja (art. 58.III de la LOMP modificada
por la Ley 1173)

Sub-regla.- La publicación de notificaciones por edicto,


continuará realizándose válidamente en medios escritos de
comunicación, hasta doce meses después de entrada en
vigencia plena de la Ley 1173, vencido este plazo, los
edictos serán publicados en el portal electrónico de
notificaciones del Ministerio Púbico a través del Sistema
Informático de Gestión de Causas.

Lineamiento 4.- Durante la etapa preparatoria, si el testigo citado no se


presentare en el término que se le fije, ni justifique un impedimento
legítimo, la o el Fiscal librará mandamiento de aprehensión con el objeto
de cumplir la diligencia correspondiente (art. 58.III de la LOMP
modificada por la Ley 1173).

8.2 La detención preventiva en delitos de violencia en razón a género

La Ley 1226 de 18 de septiembre de 2019, modifica la Ley 1173 y regula los


supuestos de detención preventiva, pero también establece criterios específicos para
la detención preventiva en violencia familiar, por lo que deberá considerarse los
siguientes lineamientos:

Lineamiento 1 En delitos por violencia familiar o doméstica, podrá


considerarse la aplicación de la detención preventiva (Art. 232.IV de
la Ley 1226 que modifica la Ley 1178)

Lineamiento 2 En los delitos de acoso y violencia política contra las


mujeres es posible la aplicación de la detención preventiva, dado que
están sancionadas con penas que oscilan entre los dos y ocho años, de
acuerdo a los arts. 148 bis y 148 ter del CP, modificado por la Ley
243)135.

Lineamiento 2.- Para la solicitud de la detención preventiva en delitos


de violencia en razón de género, deben considerarse los criterios
establecidos en el art. 86.13 de la Ley 348 y la SCP 0394/2018-S2,
privilegiando la protección y seguridad a la mujer.

Lineamiento 3.- “Una vez presentada la denuncia, la autoridad judicial


dictará inmediatamente las medidas cautelares previstas en el Código
Procesal Penal, privilegiando la protección y seguridad de la mujer
durante la investigación, hasta la realización de la acusación formal.
En esta etapa, ratificará o ampliará las medidas adoptadas” (art. 86.13
de la Ley 348)

La SCP 0394/2018-S2 estableció los siguientes


criterios:
a) En los casos de violencia contra las mujeres, para
evaluar el peligro de fuga contenido en el art.
234.10 del CPP, deberá considerarse la situación de
vulnerabilidad o de desventaja en la que se
encuentren la víctima o denunciante respecto al
imputado; así como las características del delito,
cuya autoría se atribuye al mismo; y, la conducta
exteriorizada por éste contra las víctimas, antes y

135
El art. 232 del CPP, modificado por la Ley 1226 de 23 de septiembre de 2019, señala “(IMPROCEDENCIA DE LA DETENCIÓN
PREVENTIVA).
I. No procede la detención preventiva:
1. En los delitos de acción privada;
2. En los delitos que no tengan prevista pena privativa de libertad;
3. Cuando se trate de personas con enfermedad en grado terminal, debidamente certificada;
4. Cuando se trate de personas mayores de sesenta y cinco (65) años;
5. En los delitos sancionados con pena privativa de libertad, cuyo máximo legal sea inferior o igual a cuatro (4) años;
6. En los delitos de contenido patrimonial con pena privativa de libertad cuyo máximo legal sea inferior o igual a seis (6) años, siempre
que no afecte otro bien jurídico tutelado;
7. Cuando se trate de mujeres embarazadas;
8. Cuando se trate de madres durante la lactancia de hijos menores de un (1) año; y,
9. Cuando la persona imputada sea la única que tenga bajo su guarda, custodia o ciudado a una niña o niño menor de seis (6) años o a
una persona con un grado de discapacidad que el impida valerse por sí misma”.
con posterioridad a la comisión del delito, para
determinar si dicha conducta puso y pone en
evidente riesgo de vulneración, los derechos tanto
de la víctima como del denunciante;
b) De manera específica, tratándose del delito de
trata de personas, deberá considerarse la especial
situación de vulnerabilidad de las víctimas que
sufrieron engaño, fraude, violencia, amenaza,
intimidación, coerción, abuso de autoridad, o en
general, ejercicio de poder sobre ellas; y,
c) En casos de violencia contra las mujeres, la
solicitud de garantías personales o garantías mutuas
por parte del imputado, como medida destinada a
desvirtuar el peligro de fuga previsto en el art.
234.10 del CPP, se constituye en una medida
revictimizadora, que desnaturaliza la protección
que el Estado debe brindar a las víctimas; pues, en
todo caso, es ella y no el imputado, la que tiene el
derecho, en el marco del art. 35 de la Ley 348, de
exigir las medidas de protección que garanticen sus
derechos. (FJ III.2).

Lineamiento 4.- La o el fiscal especializado deberá establecer un plazo


para la detención preventiva

Lineamiento 5.- La jueza o juez de ejecución penal se encargará de


controlar que el detenido preventivamente este debidamente
individualizdo y que se le brinde un trato con las debidas garantías a
su dignidad. Esta autoridad judicial, cuando constate violación al
régimen legal de detención preventiva o que ésta exceda los plazos
dispuestos, comunicará inmediatamente a la autoridad jurisdiccional
del proceso, quien resolverá sin más trámite la situación del detenido
preventivamente en audiencia.

Lineamiento 6.- La cesación a la detención preventiva cuando exceda


el plazo razonable, no implicará la suspensión de las medidas de
protección asumidas, más bien, será un elemento importante para
valorar el riesgo de la víctima y aplicar medidas de protección si no
hubieran sido asumidas con anterioridad, en el marco del principio de
protección reforzada a la víctima.

Es importante hacer referencia al régimen de improcedencia de la detención


preventiva, contenido en el art. 232 del CPP, modificado por la Ley 1226 de 23 de
septiembre de 2019, conforme a lo siguiente:
Improcedencia de la detención preventiva: No procederá la detención
preventiva en los siguientes casos:
ü En los delitos de acción privada.
ü En los delitos que no tengan pena privativa de libertad
ü Cuando se trate de personas con enfermedad en grado terminal,
debidamente certificada.
ü Cuando se trate de personas mayores de sesenta y cinco años.
ü En los delitos sancionados con pena privativa de libertad cuyo
máximo legal sea inferior o igual a seis años, siempre que no
afecte otro bien jurídico tutelado.
ü Cuando se trate de mujeres embarazadas.
ü Cuando se trate de madres durante la lactancia de hijos menores
de un años
ü Cuando la persona imputada sea la única que tenga bajo su
guarda, custodia o cuidado a una niña o niño menor de seis años
o a una persona con un grado de discapacidad que le impida
valerse por si misma.

Casos en los que no resulta aplicable la improcedencia de la


detención preventiva. No es aplicable la improcedencia de la detención
preventiva en los siguientes casos:
ü En delitos de lesa humanidad, terrorismo, genocidio, traición a
la patria y crímentes de guerra, aún cuando se trate de personas
mayores de sesenta y cinco años, mujeres embarazadas, madres
durante la lactancia de hijos menores de un año o cuando la
persona imputada sea la única que tenga bajo su guarda, custodia
o cuidado a una niña o niño menor de seis años, o una persona
con un grado de discapacidad que le impida valerse por sí misma.
ü En delitos contra la vida, integridad corporal o libertad sexual de
niñas, niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores, aún
cuando se trate de personas mayores de sesenta y cinco años,
mujeres embarazadas, madres durante la lactancia de hijos
menores de un año o cuando la persona imputada sea la única
que tenga bajo su guarda, custodia o cuidado a una niña o niño
menor de seis años o una persona con un grado de discapacidad
que le impida valerse por sí misma.
ü En delitos de contenido patrimonial que se ejerzan con violencia
física sobre las personas, aún cuando se trate de personas
mayores de sesenta y cinco años, mujeres embarazadas, madres
durante la lactancia de hijos menores de un año o cuando la
persona imputada sea la única que tenga bajo su guarda, custodia
o cuidado a una niña o niño menor de seis años o una persona
con un grado de discapacidad que le impida valerse por sí misma.
ü En delitos de contenido patrimonial con afectación al Estado, de
corrupción o vinculados, aún cuando se trate de personas
mayores de sesenta y cinco años, mujeres embarazadas, madres
durante la lactancia de hijos menores de un año o cuando la
persona imputada sea la única que tenga bajo su guarda, custodia
o cuidado a una niña o niño menor de seis años o una persona
con un grado de discapacidad que el impida valerse por sí misma.
ü En delitos de narcotráfico y sustancias controladas, aún cuando
se trate de personas mayores de sesenta y cinco años, mujeres
embarazadas, madres durante la lactancia de hijos menores de un
año o cuando la persona imputada sea la única que tenga bajo su
guarda, custodia o cuidado a una niña o niño menor de seis años
o una persona con un grado de discapacidad que el impida
valerse por sí misma. (Art. 232.III del CPP reformado por la
Ley 1226)

Criterio de interpretación conforme al precedente en vigor.- El


art. 232.III deberá ser interpetado de acuerdo a la SCP 0025/2018-
S2 que desarrolla el deber de argumentación de las medidas
cautelares a la luz del test de proporcionalidad, en ese marco, en los
delitos descritos en este numeral, también debe aplicarse el test de
proporcionalidad para justificar una detención preventiva, que es el
precedente en vigor que, además, se constituye en el estándar
jurisprudencial más alto.

Lineamiento 6.- La detención preventiva únicamente será impuesta cuando


las demás medidas cautelares personales sean insuficientes para asegurar la
presencia del imputado y el no entorpecimiento de la averiguación del hecho.
Será aplicable siempre previa imputación formal y a pedido del fiscal o
víctima, aunque no se hubiera constituido en querellante.
(Art. 232.IV del CPP reformado por la Ley 1226)

Lineamiento 7.- Para sustentar una detención preventiva, la o el fiscal o la


parte querellante -si ella la solicita- deberán realizar una motivación
debidamente acreditada de los siguientes extremos:
ü La existencia de elementos de convicción suficientes para sostener que
el imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un hecho
punible.
ü La existencia de elementos de convicción suficientes de que el
imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de
la verdad.
ü El plazo de duración de la detención preventiva solicitada y los actos
investigativos que realizará en dicho término, para asegurar la
averiguación de la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de
la Ley. En caso de que la medida sea solicitada por la víctima o el
querellante, únicamente deberá especificar de manera fundamentada el
plazo de duración de la medida.
(Art. 232.IV del CPP reformado por la Ley 1226)

Lineamiento 8.- De manera excepcional y motivada el plazo de la detención


preventiva podrá ser ampliado a petición fundada del fiscal y únicamente
cuando responda a la complejidad del caso. La ampliación también podrá ser
solicitada por el querellante cuando existan actos pendientes de investigación
solicitados oportunamente al fiscal y no respondidos por éste.
(Art. 232.IV del CPP reformado por la Ley 1226)

También es importante recordar los criterios para aplicar la detención preventiva a


personas adultas mayores; pues, con relación a ellas, existe un deber de valoración
reforzada de la prueba y de aplicación de la medida cautelar a partir del test de
proporcionalidad en casos de personas adultas mayores.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 010/2018-S2 de 28 de febrero)


Interpretación del TCP.- El TCP desde un enfoque de
interseccionalidad para personas adultas mayores, estableció que las
autoridades judiciales en la aplicación de medidas cautelares de
detención preventiva deben efectuar: i) Una valoración integral de la
prueba con carácter reforzado; y, ii) Un análisis de la aplicación de la
medida cautelar a partir del principio de proporcionalidad, en el que se
analicen las particulares condiciones de las personas adultas mayores.
Respecto al análisis de la medida cautelar a partir del principio o test de
proporcionalidad, la autoridad judicial debe analizar: ii.1) Si la
detención preventiva es idónea o adecuada para la finalidad buscada con
dicha medida; es decir, asegurar la averiguación de la verdad, el
desarrollo del proceso y la aplicación de la ley, ii.2) Si la detención
preventiva es necesaria o existen otras medidas menos graves, que
restrinjan en menor medida el derecho fundamental, que podrían ser
adoptadas en el caso concreto para alcanzar la finalidad perseguida,
considerando la especial situación de vulnerabilidad de las personas
adultas mayores; y por ende, interpretando la necesidad de la medida de
manera restrictiva, tomando en cuenta en todo momento su dignidad y
el mandato convencional que promueve la adopción de medidas
cautelares diferentes a las que impliquen privación de libertad; y, ii.3)
La proporcionalidad en sentido estricto, que consiste en analizar si la
afectación, restricción o limitación al derecho fundamental no resulta
exagerada o desmedida frente a las ventajas que se obtienen con tal
restricción y el cumplimiento de la finalidad perseguida; debiendo
considerarse todas las consecuencias que la medida cautelar conlleva,
tomando en cuenta la agravación de las condiciones de vulnerabilidad
de las personas adultas mayores.(FJ III.3)
Contextualización del caso.- En una acción de libertad, el accionante
denuncia la vulneración de sus derechos a la vida, a la libertad y a la
salud; toda vez que, las autoridades demandadas revocaron la cesación
a su detención preventiva, sin considerar que se trata de una persona
adulta mayor, emitiendo una Resolución que no valoró correctamente la
prueba cursante ni fundamentó suficientemente los motivos de su
decisión. El Tribunal Constitucional Plurinacional concedió la tutela
solicitada al constatar que los elementos probatorios deberion ser
analizados considerando que el imputado es adulto mayor y no exigirle
–a una persona de 78 años- una actividad laboral para desvirtuar el riesgo
de fuga; pues dicha exigencia resulta irrazonable por la avanzada edad
del imputado; por otra parte, se constató que un deficiente o casi
inexistente juicio de proporcionalidad.

9. La sanción a la luz de la debida diligencia

Como ya se señaló, el deber de debida diligencia en violencia en razón a género,


obliga al Estado Plurinacional de Bolivia a cumplir de buena fe con sus obligaciones
específicas de prevención, investigación, sanción y reparación de daños, por esta razón,
en los siguientes párrafos se aboradarán estas dos últimas obligaciones estatales.

9.1 Las sanciones alternas en delitos de violencia en razón a género

La Ley 348, en casos en los cuales no esté comprometida la libertad sexual o la vída,
establece las sanciones alternativas.

Art. 76 Ley 348 (Aplicación de sanciones alternativas)


I. En delitos de violencia hacia las mujeres, siempre que el
autor no sea reincidente, se podrán aplicar sanciones
alternativas a la privación de libertad…

Las sanciones alternas se aplicarán de acuerdo a dos criterios esenciales de


procedencia conforme al art. 76 de la Ley 348:

Procederá cuando la
pena impuesta no
sea mayor a 3 años

Procederá cuando el
condenado a pena
mayor a tres años
hubiere cumplido la
mitad de la sanción

Este mecanismo, en las condiciones antes descritas, establece el reemplazo de la pena


privativa de libertad por una sanción alternativa, la cual además tiene un fundamento
restaurativo en violencia en razón a género, pero además aseguran la aplicación de una
reparación integral de daño en el marco de los estándares internacionales vigentes para
este efecto, los cuales serán detallados en los siguientes párrafos.

Es importante señalar que las sanciones alternativas procederán a solicitud del


condenado a pena privativa de libertad y no podrá superar el tiempo de la condena
establecida.

Además, el art. 76.II de la Ley 348, establece que la autoridad judicial aplicará
una sanción alternativa junto a otras, cuando sea necesario para proteger a la mujer, hijos
e hijas o el núcleo familiar en situación de violencia.

Entre las sanciones alternas disciplinadas por la Ley 348, se tienen las siguientes:
La multa, la detención de fin de semana, los trabajos comunitarios, inhabilitación de
profesión, entre otras; las cuales, podrían ser aplicadas también en los casos de violencia
política en razón de género.

Art. 77 Ley 348 (Multa)


La imposición de una multa como sanción alternativa o accesoria no
sustituye la reparación a la mujer por el daño causado como efecto de
la violencia; no podrá ser mayor de trescientos sesenta y cinco días ni
comprender para el cálculo más del cincuenta por ciento (50%) del
salario del sancionado y cuando el salario es indeterminado, se
calculará sobre el cincuenta por ciento (50%) del salario mínimo
nacional. El día de privación equivale a un día multa y es revocable
ante el incumplimiento.

Además, de acuerdo al art. 77 de la Ley 348, las multas serán destinadas a los
Servicios de Atención Integral a cargo de los Gobiernos Autónomos Municipales, quienes
constituirán un fondo y abrirán una cuenta fiscal exclusiva para este propósito, debiendo
asignar los recursos con carácter preferente a las Casas de Acogida y Refugio Temporal
y costo por servicios de salud; además, de acuerdo a esta disposición, los fondos no
podrán ser destinados a otro fin.

Otra sanción alterna disciplinada por la Ley 348, es la detención de fin de semana,
en este marco, esta ley establece las siguientes condiciones:
Art. 78 de la Ley 348 (Detención de fin de semana)
Es una limitación de la libertad que se aplica desde el día viernes a horas
19:00 hasta el día lunes a horas 6:00. A fines de equivalencia, el día de
privación de libertad corresponde a un día de detención de fin de
semana. Podrá aplicarse también a los días feriados, bajo las mismas
condiciones

Otra forma de sanción alternativa son los trabajos comunitarios que se encuentran
expresamente disciplinados en la Ley 348, bajo las siguientes condiciones:

Art. 79 de la Ley 348 (Trabajos comunitarios)


El trabajo comunitario consiste en la prestación de trabajos en favor del
Gobierno Autónomo Municipal, que se realizará en fines de semana,
feriados y los días hábiles en horarios diferentes a los habituales. Esta
sanción se aplicará por un mínimo de un (1) año que equivale al trabajo
de cincuenta y dos (52) semanas, con sus respectivos feriados y días
hábiles, y un máximo de hasta ciento cuatro (104) semanas.

En este tipo de sanciones alternas, el Gobierno Autónomo Municipal deberá


supervisar y reportar el cumplimiento de la sanción al juzgado competente y al SIPPASE.

De acuerdo al art. 82 de la Ley 348, cuando se apliquen sanciones alternas que


impliquen su libertad total o parcial, la autoridad judicial podrá aplicar un plan de
conducta.
Art. 82 de la Ley 348 (Cumplimiento de instrucciones)
La autoridad judicial podrá aplicar un plan de conducta al condenado
cuando le sean aplicadas sanciones alternativas que impliquen su
libertad total o parcial, en virtud del cual deberá cumplir con
instrucciones que no podrán ser vejatorias o susceptibles de ofender la
dignidad o la autoestima…

Estas instrucciónes podrán ser modificadas durante la ejecución de la sentencia y


no puede extenderse más allá del tiempo que dure la pena principal.

Las autoridades judiciales competentes, podrán imponer las siguientes


instrucciones de acuerdo al art. 82 de la Ley 348:
Prohibición de portar cualquier tipo de arma,en especial de fuego.

Abstención de asistencia a lugares públicos en los que se expiden


bebidas alcohólicas y lenocinios

Abstención de consumir drogas o alcohol

Incorporación a grupos o programas para modificar


comportamientos que hayan incidido en la realización del hecho

Asistencia a un centro educativo o el aprendizaje de un oficio

La aplicación de las sanciones alternas, conllevan el deber a la autoridad judicial


de aplicar medidas de seguridad para la víctima de violencia de género y su familia.

Art. 80 de la Ley 348 (Medidas de seguridad)


La autoridad judicial en ejecución de sentencia, cuando se hayan
dispuesto sanciones alternativas, aplicará las medidas de seguridad
necesarias para proteger a la mujer que se encuentra en situación de
violencia, y a sus hijas e hijos o su núcleo familiar.

Por otra parte, también es posible la aplicación de la sanción de inhabilitación, en


los casos en los que el agresor:
“…ejerza una profesión u ocupación relacionada con la educación,
cuidado y atención de personas, independientemente de su edad o
situación, atención médica, psicológica, consejería o asesoramiento,
cargo administrativo en universidades o unidades educativas,
instituciones deportivas, militares, policiales; suspensión temporal de
autoridad paterna por el tiempo que dure la sanción, la clausura de locales
y la pérdida de licencias. Tiene un límite temporal de doce años y no
pueden imponerse todas las restricciones de esos derechos en una sola
sentencia. Transcurrida la mitad del plazo impuesto, o un mínimo de cinco
años, puede darse la rehabilitación” (art. 81 de la Ley 348)

Es importante destacar que la Ley 348, por su especialidad, tiene aplicación


preferente en cuanto al CPP, criterio asumido por el TCP en la SCP 0721/2018-S2, la cual
estableció que en delitos de violencia en razón a género, no es aplicable la suspensión
condicional de la pena, sino más bien las sanciones alternas.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0721/2018-S2 de 31 de octubre)


Interpretación del TCP.- El TCP identificó una antinomia entre el
Código de Procedimiento Penal que en el art. 366 disciplina la
suspensión condicional de la pena y la Ley 348 que en el art. 76 establece
las sanciones alternativas, en este marco, a partir de un análisis integral
de estas normas, concluyó que la normativa interna en armonía con el
art. 15 de la CPE y los estándares internacionales de protección, hacen
especial énfasis en la sanción de los agresores de violencia familiar o
doméstica, buscando de este modo, garantizar a las mujeres una vida
digna y el ejercicio pleno de sus derechos, por lo que la Ley 348 es de
aplicación preferente. Desde esta perspectiva, en casos de violencia en
razón a género, debe aplicarse las sanciones alternativas a la privación
de libertad cuando la pena impuesta no sea mayor de tres años o en las
condiciones establecidas en la Ley 348. (FJ III.3.3 y III.4)
Contextualización del caso.- A través de una acción de libertad, el
accionante por intermedio de su representante, denuncia la vulneración
de sus derechos a la libertad de locomoción, al debido proceso; y el
principio de celeridad; toda vez que, presentó una solicitud de
suspensión condicional de la pena, que no fue resuelta por la autoridad
judicial hasta el momento de la interposición de esta acción tutelar;
situación que impide sea puesto en libertad y la emisión del
mandamiento de libertad a su favor; por lo que, solicita se conceda la
tutela impetrada y que la autoridad demandada disponga su inmediata
libertad. El TCP revocó la decisión del juez de garantías y condedió la
tutela, ordenando que el Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la
Violencia Hacia la Mujer demandado, resuelva el pedido del accionante
de acuerdo al precedente establecido en esta sentencia, es decir, tomando
en cuenta que la suspensión condicional de la pena no procede en delitos
de violencia en razón a género, ya que son aplicables las sanciones
alternativas establecidas en la Ley 348.

10. Reparación integral del daño

Al margen de lo señalado, debe precisarse que desde la debida diligencia el Estado


Plurinacional de Bolivia, no sólo tiene la obligación de sancionar hechos de violencia en
razón a género, sino que también tiene el deber de reparar el daño en el marco de toda la
doctrina de reparación integral de daños desarrollada de manera muy progresiva por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos y también consagrada por el art. 113.1 de la
Constitución vigente.

Art. 113.1 de la Constitución


La vulneración de los derechos concede a las víctimas el derecho a la
indemnización, reparación y resarcimiento de daños y perjuicios en
forma oportuna.
Sin duda, en base a lo señalado, debe dársele al art. 98 de la Ley 348, un sentido más
amplio que el de responsabilidad civil136, ya que desde la debida diligencia el Estado
Plurinacional de Bolivia tiene el deber de brindar la reparación integral del daño a la
víctima y a sus familiares. En ese marco, en términos de la SCP 0019/2018-S2, la
vulneración de derechos, genera para las víctimas el derecho a la indemnización,
reparación y resaricimiento de daños de forma oportuna, y para el Estado, el deber de
reparación a las víctimas.

La Corte IDH, ha desarrollado la doctrina de reparación integral de daños a partir del


primer caso que conoció: Velásquez Rodríguez Vs. Honduras, en el cual pronunció la
sentencia sorbre Reparaciones y Costas el 21 de julio de 1998, este caso diseñó la
jurisprudencia interamericana en reparación de daños no únicamente desde un enfoque
patrimonial, sino desde un enfoque integral de reparación que contiene la restitución, las
indemnizaciones por daño material e inmaterial, las medidas de rehabilitación, las
medidas de satisfacción y las garantías de no repetición, las cuales, en ejercicio del control
de convencionalidad y en virtud a los principios del efecto útil de la Convención y de la
pacta sunt servanda, es decir, de cumplimiento de buena fé de obligaciones
internacionales, deben ser aplicados por los Estados Parte del Sistema Interamericano de
Protección de Derechos.
Estándar Internacional de Protección a Derechos
La reparación del daño ocasionado por la infracción de una
obligación internacional consiste en la plena restitución
(restitutio in integrum), lo que incluye el restablecimiento de la
situación anterior y la reparación de las consecuencias que la
infracción produjo y el pago de una indemnización como
compensación por los daños patrimoniales y extrapatrimoniales
incluyendo el daño moral (Caso Velásquez Rodríguez Vs.
Honduras párr. 26)

En ejercicio del control de convencionalidad, la SCP 0019/2018-S2 aplicó de manera


directa y preferente en el marco de los arts. 410, 13.1, 13.IV y 256 de la Constitución, la
doctrina de reparación integral de daños, tal como se evidencia en la siguiente ficha
jurisprudencial.

136
El art. 98 de la Ley 348 establece lo siguiente: “(Responsabilidad civil) Ejecutoriada la sentencia, la
autoridad judicial procederá a la calificación y reparación del daño civil”.
FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0019/2018-S2 de 28 de febrero)
Interpretación del TCP.- El Tribunal efectuó una comparación entre
los estándares internos e interamericanos sobre el derecho a la
reparación, y concluyó que el estándar jurisprudencial más altose
encuentra en la doctrina de reparación integral, en la jurisprudencia de
la Corte IDH, asumiéndose los siguientes criterios para su
determinación:
1) La restitución; esta medida resulta ser la que debería devolver a la
víctima a una situación idéntica a la que se encontraba antes de sufrir
alguna vulneración a sus derechos; 2) La indemnización; esta medida
de reparación es una de las más comunes utilizadas por la Corte IDH, se
refiere a una compensación económica tanto por los daños materiales
como por los inmateriales que haya sufrido la víctima, como
consecuencia de la vulneración de un derecho humano; 3) La
rehabilitación; en casos en los que la Corte IDH aplica esta medida de
reparación, señala que: “…es preciso disponer una medida de reparación
que brinde una atención adecuada a los padecimientos físicos y
psicológicos sufridos por las víctimas de las violaciones establecidas en
la presente Sentencia…”; por ende, las medidas de reparación serán
destinadas a los daños inmateriales, principalmente a los morales y
físicos que vaya a sufrir la víctima como consecuencia de las violaciones
a sus derechos humanos; 4) La satisfacción; esta medida tiende a
generar en la víctima un sentimiento de reconocimiento positivo como
consecuencia de los daños que pudiere haber sufrido por la violación de
sus derechos humanos. Al respecto, Martín Beristaín señala: “Las
medidas de satisfacción se refieren a la verificación de los hechos,
conocimiento público de la verdad y actos de desagravio; las sanciones
contra perpetradores; la conmemoración y tributo a las víctimas”. En
resumen, estas medidas corresponden principalmente a actos, por parte
del Estado responsable, de desagravio de los daños, tanto morales como
al proyecto de vida, ocasionados a consecuencia de una violación de
derechos humanos; y, 5) La garantía de no repetición; esta medida,
principalmente, está dirigida a mitigar los daños colectivos. Así por
ejemplo, con la tipificación de algún delito, se genera en toda la
sociedad, de alguna manera, un sentimiento de confianza hacia el
Estado, en el sentido de tener cierta seguridad que no se repetirán
circunstancias que originen violaciones de derechos humanos.
Contextualización del caso.- En la comunidad Antacollo, provincia
Pacajes del departamento de La Paz, una adolescente fue víctima de
sistemática violencia sexual por miembros de su entorno familiar lo que
derivó en un diagnóstico de “ideación y pensamiento suicida”, por lo
que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno Autónomo
Municipal de El Alto, determinó la urgencia de su traslado a un centro
especializado de esta ciudad. Para evitar la pérdida del año escolar, la
Defensoría solicitó al director de la escuela en la cual la víctima
estudiaba, realizar los trámites inmediatos para el cambio de unidad;
empero, el trámite no fue realizado con la debida diligencia, lo que dejó
subsistente la situación de riesgo en la que se encontraba la vida de la
víctima, razón por la cual se activó la acción de libertad que fue
denegada por la jueza de garantías de la ciudad de El Alto en una errónea
aplicación del principio de subsidiariedad excepcional de la acción de
libertad y que en revisión fue concedida por el TCP. En esta sentencia
se abordarón los siguientes problemas jurídicos: 1) La tutela inmediata
del derecho a la vida, en el marco del derecho de las mujeres a vivir
libres de violencia y discriminación; 2) La posibilidad de tutelar
derechos conexos que no se encuentran dentro del ámbito de protección
de la acción de libertad; 3) Los estándares normativos de protección y
jurisprudencia generada sobre los derechos de las niñas y adolescentes;
y 4) El alcance del derecho de reparación en el ordenamiento jurídico
boliviano y los instrumentos internacionales. En base a estos problemas
jurídicos planteados, la citada sentencia generó importantes precedentes
en vigor, uno de ellos en cuanto a la aplicación de la doctrina de
reparación integral de daños.

En base a lo señalado, puede establecerse que la doctrina de reparación integral de


daños tiene cinco elementos que deben ser considerados frente a vulneración de derechos:

La restitución

La indemnización

La rehabilitación

La satisfacción

La garantía de no repetición

A su vez, es importante destacar los sub-niveles de análisis de la doctrina de reparación


integral de daños en cuanto a la indemnización, que consisten en los siguientes:

Daño
emergente
Daño material
Lucro cesante

Daño moral

Daño inmaterial Daño familiar

Daño al proyecto
de vida
La doctrina de reparación integral de daños, a la luz del deber de la debida
diligencia, debe ser aplicada en hechos de violencia en razón a género, ya que tal como
se señaló, el Estado Plurinacional de Bolivia, tiene el deber de prevenir, investigar,
sancionar y reparar integralmente el daño ocasionado por la violencia, por lo que las
autoridades judiciales, al margen de establecer una sanción a los agresores, deben aplicar
la doctrina de la reparación integral de daños de acuerdo a los alcances de la SCP
0019/2018-S2.

Pero además, es importante establecer que esta doctrina de repación integral de


daños debe tener un enfóque de género, por lo que en el marco de los estándares internos
e interamericanos más altos, se deberá considerar los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1- El Estado tiene el deber de reparar con una


vocación transformadora de situaciones de discriminación
estructural (Campo algodonero vs. México párr. 450).

Lineamiento 2- Desde las garantías de no repetición, el Estado


tiene el deber de evitar repeticiones de hechos de violencia de
género (Veliz Franco y otros vs. Guatemala).

Lineamiento 3- El Estado tiene el deber de disponer una medida


de reparación que brinde una atención adecuada a los
padecimientos físicos y psicológicos sufridos por las víctimas,
atendiendo a sus especificidades de género y etnicidad
(Fernández Ortega vs. México párr. 251)

Lineamiento 4- El Estado tiene el deber de brindar de forma


gratuita e inmediata el tratamiento médico y psicológico que
requiera la víctima (Fernández Ortega vs. México párr. 251)

Lineamiento 5- El Estado tiene el deber de implementar


reparaciones que tengan un alcance comunitario y que permitan
reintegrar a la víctima en su espacio vital y de identificación
cultural, además de reestablecer el tejido comunitario
(Fernandez Ortega vs. México párr. 267 ).

Lineamiento 6- El Estado tiene el deber de evitar repeticiones


de hechos de violencia de género (Veliz Franco y otros vs.
Guatemala)
Lineamiento 7- Desde las garantías de no repetición, el Estado
tiene el deber de implementar cursos de especialización en
violencia de género dirigidos a servidoras y servidores públicos
(Caso Fabela Nova Brasilia Vs. Brasil párr. 324)

Lineamiento 8- Desde las garantías de no repetición, el Estado


tiene el deber de capacitación a funcionarios públicos en
derechos humanos, orientación sexual y no discriminación
(Atala Riffo y niñas vs. Chile párr. 271)

Lineamiento 9- El Estado tiene el deber de identificar normas o


prácticas en el derecho interno, que puedan tener efecto
discriminatorios en el ejercicio de derechos contra las personas
LGBTI (Atala Riffo y niñas vs. Chile, párr.. 172).

Lineamiento 10- En el marco de las garantías de no repetición,


el Estado tiene el deber de implementar programas de protección
de los derechos de la comunidad LGBTI (Atala Riffo y niñas
vs. Chile párr. 271)

Lineamiento 11- El deber de capacitación no sólo debe tener la


finalidad que los funcionarios aprendan las normas, sino debe
generar que todos los funcionarios reconozcan la existencia de
discriminación contra la mujer y las afectaciones que generan en
estas las ideas y valoraciones estereotipadas en lo que respecta al
alcance y contenido de los derechos humanos. (Espiniza
Gonzáles vs. Perú párr. 326).

Lineamiento 12- Si la víctima autoriza, el Estado tiene el deber


de publicar los resultados del proceso con la finalidad de que la
sociedad conozca la verdad de los hechos (Rosendo Cantú y
otra Vs. México párr. 213) (Fernandez Ortega vs. México
párr. 230).

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 0017/2019-S2, ha establecido


un precedente en vigor en cuanto al deber del Estado Plurinacional de Bolivia de
reparación integral de daños con enfoque de género, así se advierte en la siguiente ficha
jurisprudencial:

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2019-S2 de 13 de marzo)


Interpretación del TCP.- El TCP en el marco de una interpretación
conforme al bloque de constitucionalidad y concretamente a la luz de la
Convención Belém do Pará y el art. 15 de la Constitución, y de acuerdo
a los estándares del Comité para la Eliminación de las Discriminación
Contra la Mujer CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a
Derechos, desarrolló el deber de reparación integral de daños con
enfoque de género, en ese marco, estableció que no es suficiente la
sanción al agresor, sino que debe además repararse el daño más allá de
la naturaleza sancionadora del hecho de violencia, para este efecto, debe
adoptarse un enfoque integral para cumplir con una reparación acorde
con la debida diligencia, para este efecto, el Estado Plurinacional de
Bolivia debe adecuar sus estructuras orgánicas, procesos y
procedimientos; y, debe armonizarlos con la Convención Belém do Pará.
(FJ III.1.2).
Contextualización del caso.- El accionante activa la acción de libertad,
alegando que en el proceso penal que se le sigue por violencia familiar,
se dispuso su detención preventiva y luego de más de seis meses, el
Ministerio Público emitió el requerimiento conclusivo de
sobreseimiento, en virtud del cual solicitó la cesación de la detención
preventiva, sin embargo, la audiencia de cesación a la detención
preventiva fue indebidamente suspendida en más de tres oportunidades.
El TCP, revoca la decisión del juez de garantías y deniega la tutela, ya
que establece la interdependencia de la solicitud de cesación a la
detención preventiva con el sobreseimiento, en este marco, desde el
principio iura novit curia, estableció que el sobreseimiento fundado en
una supuesta dejadez de la víctima en la etapa de investigación,
incumple las normas internacionales de protección de los derechos de
las mujeres víctimas de violencia y los mandatos de la Ley 348,
especialmente en cuanto a la obligación de debida diligencia, por lo que
en el marco de una flexibilización de la legitimación pasiva, dispuso la
nulidad de la resolución de sobreseimiento aunque las autoridades
fiscales no hayan sido demandadas y a pesar de que la decisión este
pendiente de definición por el Fiscal Departamental, ya que en
denuncias de violencia en razón a género no es aplicable el principio de
subsidiariedad por los riesgos que puede correr la víctima.

10.1.Deber de reparación integral de daños con enfoque de género y de oficio.

El CPP regula el procedimiento para la reparación integral del daño, el cual en el


marco de la debida diligencia deberá cumplirse en todo proceso concluido de violencia
en razón a género, incluido la violencia política.

El art. 382 del CPP, en su tenor literal, señala que ejecutoriada la sentencia de
condena (…), el querellante o el fiscal podrán solicitar al juez de sentencia que ordene la
reparación del daño causado o la indemnización correspondiente. Asimismo, establece
que la víctima que no haya intervenido en el proceso podrá optar por esta vía, dentro de
los tres meses de informada la sentencia firme.
Esta disposición del CPP debe ser interpretada de conformidad con el Bloque de
Constitucionalidad y en el marco del principio de debida diligencia y protección reforzada
a las víctimas de violencia en razón a género, por lo que, la reparación de daños debe ser
realizada de oficio por la autoridad judicial en el marco del principio iura novit curiae.

Estándar internacional de protección a derechos


El iura novit curia es un principio general de Derecho en virtud del cual
el juzgador puede aplicar las disposiciones jurídicas pertinentes en una
causa, aun cuando las partes no las invoquen expresamente (Caso
Velásquez Rodríguez Vs. Honduras párr. 163)

Además, en el marco de losl principios de prevalencia de la justicia y verdad material,


debe flexibilizarse todo ritualismo desproporcional para una víctima de violencia de
género a efecto de obtener la reparación integral de daños, por lo que todo el
procedimiento de la etapa de reparación de daños, debe ser interpretato a la luz de estos
principios y en el marco del enfoque integral que aborde el problema jurídico material
que dio origen la proceso penal, por lo que tal como señaló el TCP en la SCP 0017/2019-
S2 debe superarse cualquier limitación formal que pueda suprimir o restringir el derecho
a la reparación integral de daños de la víctima directa y de las víctimas indirectas.
En dicha Sentencia, el Tribunal, en el marco de los instrumentos internacionales de
derechos humanos, sostuvo:

“Por su parte, la Convención de Belém do Pará, señala en su art.


7.g, la obligación para los Estados de establecer los mecanismos
judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la mujer
objeto de violencia, tenga acceso efectivo al resarcimiento,
reparación del daño u otros medios de compensación justos y
eficaces. Por tanto, la protección que otorgan los Estados, a través
de este instrumento internacional, se extiende a los distintos
momentos en los que se identifiquen indicios de violencia que
afecta el ejercicio de los derechos de las mujeres, pero va más allá,
ya que la simple sanción al agresor no resulta suficiente; pues lo
que se busca, es la reparación y compensación justa del daño
causado, superando la naturaleza sancionadora del hecho de
violencia, encaminándose hacia un enfoque integral para cumplir
con la debida diligencia en casos de violencia contra las mujeres.
Todo lo cual, representa la obligación de los Estados de adecuar
sus estructuras orgánicas, procesos y procedimientos; y, de
armonizarlos con la Convención de Belém do Pará; lo cual,
aconteció con la Ley 348 en el caso boliviano, conforme se
analizará en el punto siguiente”.

Para la aplicación de los criterios de reparación de daño, espcialmente en el


componente de la indemnización, en ejecución de sentencia, las autoridades judiciales de
oficio o a petición de parte podrán solicitar pericias que detallen la situación emocional,
familiar y social de la víctima y su familia.

Si se hubiera aplicado la conciliación excepcional, deberá procederse a la reparación


integral del daño en los términos aquí expuestos,

10.2 Especial mención a las medidas de rehabilitación

En cuanto a medidas de rehabilitación, es importante considerar que en delitos de


violencia en razón a género, ésta medida no necesita sentencia condenatoria con calidad
de cosa juzgada para su aplicación, por lo que debe ser establecida desde el inicio del
proceso, especialmente en casos de violencia sexual, trata y tráfico. En este marco, deben
seguirse los siguientes lineamientos específicos para que el Estado Plurinacional de
Bolivia cumpla con sus obligaciones internacionales de respeto y garantía a derechos:

Lineamiento 1- Desde el inicio del proceso, las entidades


promotoras de denuncia deben manejar una ruta de atención a la
víctima y sus familiares, la cual debe ser presentada a la
autoridad judicial.

Lineamiento 2- En la medida de rehabilitación se buscará la


reincorporación psicoafectiva de la víctima en los primeros
espacios donde viva o desarrolle sus actividades.

Lineamiento 3- El Estado tiene el deber de mantener terapias de


apoyo a las víctimas que incluya el acceso de los profesionales
al lugar donde se encuentra la víctima, así como los traslados a
las instituciones de salud que la víctima requiera. (Caso Véliz
Franco y otros Vs. Guatemala párr.. 314).

Lineamiento 4- El Estado tiene el deber de prestar tratamientos


en centros más cercanos al lugar de residencia de la víctima
(Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala párr. 314).
Lineamiento 5- El Estado tiene el deber de brindar tratamientos
médicos y psicológicos diferenciados en relación al trámite y
procedimiento de deben seguirse para atención médica en los
hospitales públicos (Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala
párr. 314).

Lineamiento 6- El Estado tiene el deber de brindar


tratamientos terapéuticos, los cuales deben durar el tiempo
que sea necesario (Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala
párr. 314).

Lineamiento 7- En situaciones de violencia estructural, el


Estado debe brindar a todas las mujeres víctimas el acceso
gratuito a una rehabilitación, a través de las instituciones
públicas del Estado, a una rehabilitación especializada de
carácter médico, psicológico y/o psiquiátrico dirigido a reparar
este tipo de violaciones (Espinoza Gonzáles vs. Perú párr.
331).

Lineamiento 8- El Estado tiene el deber de fortalecer la atención


y los centros de salud para el tratamiento de mujeres que hayan
sufrido violencia, para lo cual se deberá proveer recursos
materiales y personales, inclyendo la disposición de traductores
al idioma de las víctimas, así como a través de la implementación
de protocolos adecuados (Rosendo Cantú vs. México párr.
260).

Lineamiento 9- El Estado tiene el deber de superar las barreras


institucionales que dificulta la atención a la violencia en zonas
indígenas y rurales, para lo cual, debe desconcentrar los servicios
e impulsar servicios itinerantes de sensibilización y de
capacitación en detección y atención a la violencia y mejorar el
acceso a servicios telefónicos para las comunidades indígenas,
para una mejor atención a mueres víctimas de violencia
(Fernandez Ortega vs. México parr. 277)
CAPÍTULO VII
LA PRUEBA
1. Introducción a la temática

Desde el deber de la debida diligencia, uno de los aspectos neurálgicos de la violencia


en razón a género, es el ámbito probatorio, por esta razón, en esta parte del protocolo, en
armonía con los estándares internacionales de protección, se brindarán lineamientos
esenciales para la efectividad del proceso penal y para que luego de una investigación se
sancione y repare integralmente los daños ocasionados por la violencia.

Desde esta perspectiva, en este capítulo se abordarán ejes temáticos esenciales que
deberán ser considerados tanto por el Ministerio Público cuanto por las autoridades
judiciales, entre ellos la presunción de veracidad como principio rector de la actividad
probatoria en delitos de violencia sexual, criterio a partir del cual, la declaración de la
víctima, sólo podrá ser desvirtuada a través de diligencias y actos que debe realizar el
Ministerio Público, que en este tipo de delitos asume la carga probatoria.

Además, por la naturaleza de estos hechos, el Ministerio Público debe realizar un


manejo diligente de la prueba, por lo que las y los fiscales especializados, como directores
funcionales del proceso, deben asegurar la cadena de custodia, la toma de muestras
suficientes, la preservación de las prendas de la víctima, que se custodie el lugar de los
hechos, que se verifiquen los hechos de violencia y que se asuman los recaudos necesarios
para la cadena de custodia, entre otras obligaciones primordiales.

Estándares internacional de protección a derechos


El Estado tiene el deber de investigar actos de violencia en razón de
genero con la máxima efectividad, para lo cual, debe evitarse omisiones
en la recaudación de prueba y en el seguimiento de líneas lógicas de
investigación (Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala párr. 169).

Además, en este capítulo, se identificarán los estándares emanados de la Corte IDH


en virtud de los cuales la violencia sexual ha sido considerada como una forma de tortura,
por lo que la actividad probatoria deberá enmarcarse a los estándares desarrollados en el
marco de la tortura y los tratos crueles e inhumanos.
2. La carga de la prueba en violencia en razón a género corresponde al
Ministerio Público

En violencia en razón de género la carga de la prueba no puede recaer en la víctima,


por tanto, será el Ministerio Público el encargado de recolectar los medios probatorios
para el ejercicio de la acción penal contra los agresores.

Art. 94 Ley 348 (Responsabilidad del Ministerio


Público)
Ninguna mujer debe tener la responsabilidad de demostrar
judicialmente aquellas acciones, actos, situaciones o
hechos relacionados con su situación de violencia; será el
Ministerio Público quien, como responsable de la
investigación de los delitos, reúna las pruebas necesarias,
dentro el plazo máximo de ocho (8) días bajo
responsabilidad, procurando no someter a la mujer
agredida a pruebas médicas, interrogatorios,
reconstrucciones o peritajes, careos que constituyan
revictimización (resaltado ilustrativo).

En base al mandato legal transcrito y de acuerdo a estándares internacionales emandados


de la Corte IDH, debe considerarse los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- En el marco de la inversión de la carga de la prueba


y la protección reforzada a las víctimas de violencia en razón a
género, no se podrá fundamentar un rechazo de denuncia o un
sobreseimiento en el abandono de la víctima ni en la omisión de
presentación de pruebas.

Lineamiento 2.- Debe otorgarse a los delitos de violencia en razón


de género la presunción de veracidad, la cual puede ser desvirtuada
a través de una serie de diligencias, investigaciones y garantías.
(Caso J. Vs. Perú párr. 360)

Lineamiento 3.- Considerando que en delitos de violencia en razón


de género por la naturaleza de los mismos se aplica la presunción
de veracidad, la declaración de la víctima constituye una prueba
fundamental sobre el hecho, por lo que a partir de ésta, desde un
enfoque de género, que es un método del derecho, deben
considerarse los indicios de violencia a partir de un análisis integral
que consigne situaciones de discriminación estructural, el contexto
familiar de la víctima, la existencia de estereotipos de género,
prejuicios, situaciones de asimetrías de poder, etc.

Como director funcional de la investigación, la o el


fiscal especializado, en todos los delitos de
violencia en razón de género que promueve la
acción penal, deberá requerir de oficio, informes o
peritajes psicológicos y sociales que identifiquen
desde una perspectiva de género discriminaciones
estructurales, estereotipos prejuicios de género,
relaciones de asimetría de poder u otros elementos
indiciarios de violencia que serán elementos
importantes para sustentar hechos de violencia.
Estos informes serán elaborados por los equipos
multidisciplinarios de los SLIMs, Defensorías de
la Niñez y Adolescencia, SIJPLU, SEPDAVI y
también podrán coordinarse con la UPAVT.

Lineamiento 4.- Desde un enfoque de género e interseccional, debe


considerarse la situación de vulnerabilidad o de desventaja en la que
se encuentra la víctima de violencia en razón a género, y también
será esencial considerar la posición dominante o de abuso de poder
en la cual pueda encontrarse en relación a la víctima el presunto
agresor.

Lineamiento 5.- Desde un enfoque de interseccionalidad, la


vulnerabilidad de las mujeres se acentua en casos de
desplazamientos como aquellos que producen movilidad del área
rural al área urbana y generan graves repercusiones psicológicas en
las personas afectadas. Este problema afecta con especial fuerza a
las mujeres, quienes principalmente son cabezas de hogar y
representan más de la mitad de la población desplazada. En general,
las mujeres, los niños y los jóvenes son los grupos más afectados
por el desplazamiento. La crisis del desplazamiento interno provoca
a su vez una crisis de seguridad. (Caso J. Vs. Perú párr. 361)

Lineamiento 6.- La recolección y valoración de la prueba no puede


ser realizada en base a estereotipos o prejuicios en razón a género.

ü Por ejemplo, la Corte reconoce, visibiliza y


rechaza el estereotipo de género por el cual en los
casos de violencia contra la mujer las víctimas son
asimiladas al perfil de una pandillera y/o una
prostituta y/o una “cualquiera”, y no se
consideran lo suficientemente importantes como
para ser investigados, haciendo además a la mujer
responsable o merecedora de haber sido atacada
(Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala
párr. 183).
ü La Corte rechaza toda práctica estatal mediante la
cual se justifica la violencia contra la mujer y se
le culpabiliza de esta, toda vez que valoraciones
de esta naturaleza muestran un criterio
discrecional y discriminatorio con base en el
origen, condición y/o comportamiento de la
víctima por el sólo hecho de ser mujer (Caso
Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala párr.
183) (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual
en Ateneco vs. México párr. 216).
ü Los funcionarios o servidores públicos no pueden
desacreditar a la víctima. La desacreditación de la
víctima por parte de altos funcionarios no solo
revictimiza a la mujer, sino que tiene un impacto
en el cuidado y diligencia con que los
funcionarios judiciales encaran la investigación.
Esto puede tener un efecto particularmente grave
cuando dichas desacreditaciones ocurren durante
los primeros momentos de la investigación, que
es cuando se requiere mayor celeridad y
diligencia por parte de las autoridades (Caso
Mujeres víctimas de tortura sexual en Ateneco
vs. México párr. 312).

3. El anticipo de prueba y la utilización de mecanismos que eviten


revictimización

En los procesos de violencia en razón de género, incluida la violencia política, en


mérito a la protección reforzada que tiene la víctima, las y los fiscales especializados
deberán solicitar que su declaración sea recibida en anticipo de prueba y a través de la
cámara Gesell, previo consentimiento de la víctima.

El art. 93 de la Ley 348


Para la presentación de la prueba, la mujer en
situación de violencia podrá decidir si se acoge al
procedimiento regular o a los medios optativos
siguientes: 1. Prestar declaración o presentar
pruebas por medios alternativos, sin que
comparezca ante el juzgado. 2. Aportar pruebas en
instancias judiciales sin verse obligada a
encontrarse con el agresor.
Para el anticipo de prueba, será esencial brindar una interpretación sistémica del art.
93 de la Ley 348 con el art. 393.I del CPP, que establece lo siguiente:

Art. 393 Octer (Modificación realizada por la


Ley 1173)
I. La jueza, el juez o fiscal dispondrá que los
testimonios o declaraciones que deba prestar la
víctima, sean realizados por una sola vez y con
carácter privado, con el auxilio de familiares o
peritos especializados, utilizando medios
especiales y tecnológicos apropiados para
garantizar que la declaración sea válida en todas las
etapas del proceso, en el marco del respeto a las
condiciones inherentes al declarante o evitar su
revictimización (resaltado ilustrativo).

La disposición contenida en el art. 393 Octer, modificado por la Ley 1173, es


absolutamente armónica con estándares internacionales que desde la garantía de
prohibición de revictimización obligan al Estado a garantizar la declaración por una sola
vez, a cuyo efecto podrán utilizar mecanismos como la cámara Gesell. Al respecto, la
Corte IDH, ha destacado como buena práctica de algunos Estados, entre ellos el Estado
Plurinacional de Bolivia, el utilizar la Cámara Gesell, y ha establecido que estas son
herramientas tecnológicas que tienen la finalidad de evitar la revictimización y además
aseguran el derecho de defensa del imputado137.

En el caso de niñas, niños y adolescentes, el deber de la declaración de la víctima por


una sóla vez para evitar la revictimización, tiene carácter reforzado.

Estándar internacional de protección a derechos


Deberá procurarse que las niñas, niños y adolescentes no sean
interrogados en mas ocasiones que las estrictamente necesarias,
atendiendo a su interés superior, para evitr la revictimización o
un impacto traumático (Caso V.R.P, V.C.P. y otros Vs.
Nicaragua)

De acuerdo a lo señalado, para cumplir con los estándares internacionales destinados


a evitar la revictimización y con el mandato del art. 393 Octer (Modificación realizada
por la Ley 1173), la declaración de toda víctima debe ser realizada por una sola vez a

137
CORTE IDH, Caso V.R.P., V.C.P y otros Vs. Nicaragua, párr. 168.
través de la Camára Gesell y será esencial para evitar revictimización la declaración a
través de anticipo de prueba, con el consentimiento informado de la víctima.

El Ministerio Público, el año 2012, aprobó la Guía de uso de la Cámara Gesell, la cual
está en actual vigencia. Esta guía contiene aspectos esenciales que deben ser
considerados, pero además deben ser interpretados en armonía con la Ley 1173 y
estándares internacionales destinados a evitar revictimización.

¿Qué es una cámara Gesell?


De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, para el trabajo forense,
la Cámara Gesell, es un ambiente especialmente acondicionado que
permite la realización de entrevistas a las víctimas y testigos. Está
conformada por un vidrio unidireccional o de visión unilateral que divide
al ambiente en dos salas, las mismas que son denominadas como sala de
observación y sala de entrevista. La sala de observación cuenta con un
equipo de audio y video para la grabación de las entrevistas, un micrófono
intercomunicador y mobiliario para las personas que observarán el acto a
desarrollarse. La sala de entrevista, por su parte, cuenta con un micrófono
imperceptible, una cámara de filmación y mobiliario adecuado para las
víctimas o testigos que participaran en el acto a desarrollarse.

En la sala de entrevista estarán presentes:


ü Psicólogo o Psicóloga Forense
ü Víctima
ü Padre o madre de la víctima (En caso de NNA,
con autorización del fiscal y coordinación con el
o la psicóloga)
ü Traductor o intérprete si el caso amerita

En la sala de observación:
ü Técnico/Operador de Cámara Gesell
ü Juez de instrucción (En caso de anticipo de
prueba)
ü Fiscal de Materia
ü Trabajadora social (opcional)
ü Investigador o investigadora asignada/o al caso
ü Padres o tutores de la víctima
ü Personal de la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia
ü Abogada/o de la víctima
ü Peritos (Siempre y cuando exista requerimiento
fiscal)
ü La parte denunciada con su abogado si fuera en
anticipo de prueba (art. 333 CPP).
En cuanto a los roles de los participantes debe
considerarse lo siguiente:
ü En caso de anticipo de prueba, la o el juez
instructor, instalará y dirigirá la audiencia de
declaración a través de Cámara Gesell y
solicitará al psicólogo o psicóloga mediante el
intercomunicador, se realicen determinadas
preguntas a las víctimas. Una vez concluído el
acto de entrevista y recibiendo el informe del o
la Secretaria del Juzgado, se dará por finalizada
la audiencia.
ü El Secretario o Secretaria del Juzgado,
constatará la presencia de las partes que fueron
previamente notificadas, e informará al Juez o
Jueza para la procedencia o no de la instalación
de la audiencia del anticipo de prueba. Una vez
concluida la entrevista, se leerá el acta de la
audiencia y recepcionará el cd con a entrevista
grabada.
ü El fiscal especializado puede, a través de la
autoridad jurisdiccional, solicitar información
complementaria.
ü La o el Trabajador social, a través de la o el
fiscal, podrá solicitar información
complementaria.
ü La Defensoría de la Niñez y Adolescencia, debe
estar presente en casos de violencia contra niñas,
niños y adolescentes y pueden solicitar a través
de la autoridad jurisdiccional, información
complementaria.
ü La o el abogada/o defensor, también podrá
solicitar información complementaria a través
de la autoridad jurisdiccional.
ü La persona o personas denunciadas podrán
interrogar y contra-interrogar a través de la
autoridad jurisdiccional.

¿Por qué se debe usar la Cámara Gesell ?


Porque de acuerdo a los estándares internacionales de protección a
derechos y en cumplimiento a lo establecido por el art. 393 Octer del CPP
(Modificación realizada por la Ley 1173), la declaración de la víctima en
delitos de violencia sexual debe ser única para evitar su
revictimización.

¿En qué momento procesal se debe hacer uso de la Cámara Gesell?


En el marco de la garantía de prohibición de revictimización, para brindar
una protección reforzada a la víctima, la o el fiscal especializado, en
delitos de violencia en razón a género, en especial en delitos de violencia
sexual, deberá solicitar el anticipo de la prueba, la cual debe ser
autorizada por la autoridad judicial a la luz de la garantía antes
citada. En este marco, a diferencia de la investigación de otros delitos, en
violencia en razón a género y en especial en violencia sexual, la
declaración informativa debe ser realizada a través de la Cámara
Gesell y en calidad de anticipo de prueba, sólo así se cumplirá con la
garantía de prohibición de revictimización en el marco de la debida
diligencia y con el art. 393 Octer del CPP (Modificación realizada por la
Ley 1173).

ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara


Gesell, en la etapa preliminar, la Cámara Gesell
será utilizada en la entrevista informativa. En el
marco de los etándares internaciones vigentes y
a la luz de la debida diligencia, será esencial que
esta sea utilizada en la entrevista informativa
por una sóla vez y con validez probatoria en
todas las etapas del proceso.
ü De acuerdo a la citada Guía, la entrevista
informativa a la víctima y/o testigo, es aquella
que se desarrolla cuando él o la Fiscal de
Materia conocen un hecho que amerita la
realización de la entrevista informativa que le
podrá otorgar los elementos primarios para
fundamentar una imputación.
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara
Gesell, ésta será utilizada en el reconocimiento
de personas y en pericias psicológicas.
ü Conforme a la citada guía, sólo en caso
excepcional podrá usarse la Cámara Gesell para
desarrollar la entrevista informativa en la etapa
preparatoria, por ejemplo, cuando producto de
las investigaciones, se tenga evidencia de más
víctimas.
ü En la etapa de juicio será utilizada en audiencias.
ü En casos de anticipos de prueba, en una
interpretación del art. 307 del CPP conforme al
bloque de constitucionalidad que consagra la
garantía de no revictimización y conforme al art.
393 Octer del CPP (Modificación realizada por
la Ley 1173), deberá citarse al denunciado para
que acuda con su abogada/o defensor, para
efectos de garantizar el derecho a las partes a
interrogar y contrainterrogar a través del fiscal.
Este razonamiento emerge de una ponderación
de derechos de la víctima y el imputado en el
marco de garantizar una única declaración para
evitar la revictimización, pero sin anular los
derechos de la persona sindicada.
ü En coherencia con los estándares
internacionales vigentes, si las y los fiscales
especializados cumplen su rol de solicitar el
anticipo de prueba y relizar la declaración
informativa a través de la Cámara Gesell, debe
entenderse que su uso en etapa preparatoria o en
juicio será excepcional, sólo para una
complementación, la cual deberá estar motivada
para no incurrir así en una revictimización.

¿Cuál es el procedimiento?
De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, la víctima o el testigo,
brindarán su testimonio mediante una entrevista que en caso de violencia
sexual y con mayor razón en casos de violencia sexual contra niñas, niños
o adolescentes, estará guiada por una o u profesional psicólogo. Todo el
relato será grabado, y será recogido por única vez. En base a esta
grabación se podrán realizar otros peritajes o llevarse a juicio oral como
prueba.

ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara


Gesell, una vez concluido el acto procesal, en
especial cuando se trate un anticipo de prueba,
luego de labrada el acta, conforme al Art. 120
C.P.P., debe dejarse constancia del registro del
soporte técnico que contenga la entrevista o
declaración, cuyo original deberá ser guardado
o custodiado en algún lugar donde se garantice
que no será manipulado ni destruido.
ü La o las personas que operan la Cámara Gesell,
en los casos en que participen, deben cuidar de
que la información obtenida en el acto no sea
divulgada por ningún medio, considerando el
interés superior del niño y evitando la
revictimización.

¿Cuáles son las previsiones que deben ser asumidas?


ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, para la
realización de la entrevista informativa, anticipo de prueba, pericia
y audiencia en juicio oral, la víctima será la última en ingresar a la
Cámara Gesell (sala de entrevista).
ü Para la realización del reconocimiento de personas, la víctima
debe ingresar a la sala de observación antes que el agresor a la
Cámara Gesell.
ü Se debe considerar las características especiales de la víctima o
del testigo, previendo la necesaria participación de un traductor
y/o intérprete.
¿Quién es responsable de la Cámara Gesell?
De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, la o el profesional
psicólogo forense es la persona que tiene bajo su responsabilidad el uso
de esta cámara.

ü La Guía de Uso de la Cámara Gesell establece


que el personal de la Fiscalía, deberá coordinar
con él o la Psicóloga Forense los horarios de
utilización de la cámara.
ü En el caso de audiencia de anticipo de prueba o
audiencia de juicio oral, él o la Secretaria del
Juzgado o Tribunal de Sentencia, deberá
coordinar con el responsable de la Cámara
Gesell para los horarios de utilización, evitando
tener dos actuaciones a mismo tiempo.
ü El responsable de la Cámara Gesell, tendría que
contar con un personal de apoyo tanto para la
utilización del equipo de grabación, como para
la transcripción de las entrevistas.

¿Cuál es el procedimiento cuando no existe Cámara Gesell?


En los lugares en los cuales no se ha implementado la Cámara Gesell
deben usarse medios análogos como los siguientes:
ü Circuito cerrado de televisión
ü Entrevista única

La Guía de Uso de la Cámara Gesell establece que se


puede considerar la posibilidad de instalar un circuito
cerrado de televisión en dos ambientes, no
necesariamente contíguos. Esto permitirá que se pueda
desarrollar la entrevista en un ambiente y ver y escuchar
en otro ambiente, lo que además permitiría poder grabar
todas las actuaciones. Sin embargo, se dificulta la
comunicación entre las personas de la sala de
observación y la sala de entrevista, pues el circuito
cerrado de televisión solo no se tendría un
intercomunicador que permitiera la comunicación entre
las personas de ambas salas.

La Guía de Uso de la Cámara Gesell establece que


podrá realizarse una sola entrevista con la participación
de todos los agentes involucrados, por ejemplo, que la
entrevista sea tomada por la o el Psicólogo a la víctima
y que el acto se realice en un ambiente donde además
este presente, por ejemplo, el Fiscal de Materia, el
investigador, el Médico Forense, etc. Se debe tener en
cuenta que esta modalidad solo sería aplicable para la
entrevista informativa.

De acuerdo a lo establecido por el art. 333 del CPP, las pruebas recibidas en
calidad de anticipo de prueba, serán presentadas en etapa de juicio.

Es importante señalar que la Cámara Gesell también se utiliza para el


reconocimiento de personas y en la realización de pericias de acuerdo a los arts. 204, 205,
207 y 209 del CPP.

Art. 204 del CPP (Pericia)


Se ordenará una pericia cuando para descubrir o valorara un
elemento de prueba sean necesarios conocimientos
especializados en alguna ciencia, arte o técnica.

Art. 205 del CPP (Peritos)


Serán designados peritos quienes, según reglamentación
estatal, acrediten la idoneidad en la materia. Si la ciencia,
técnica o arte no está reglamentado o si no es posible contar con
un perito en el lugar del proceso, se designará a una persona de
idoneidad manifiesta. Las reglas de este Título regirán para los
traductores e intérpretes.

Art. 207 del CPP (Consultores técnicos)


El juez o tribunal, según las reglas aplicables a los peritos,
podrá autorizar la internvención en el proceso de los
consultores técnicos propuestos por las partes. El consultor
técnico podrá presenciar la pericia y hacer observaciones
durante su transcruso, sin emitir dictamen. En las audiencias
podrán asesorar a las partes en los actos propios de su función,
interrogar directamente a los peritos, traductores o intérpretes y
concluir sobre la prueba pericial, siempre bajo la dirección de
la parte a la que asisten. La Fiscalia nombrará a sus consultores
técnicos directamente, sin necesidad de autorización judicial.

Art. 209 del CPP (Designación y alcance)


Las partes podrán proponer peritos, quienes serán designados
por el fiscal durante la etapa preparatoria, siempre que no se
trate de un anticipo jurisdiccional de prueba, o por el juez o
tribunal en cualquier etapa del proceso. El número de peritos
será determinado según la complejidad de las cuestiones por
valorarse. El fiscal, juez o tribunal fijarán con precisión los
temas de pericia y el plazo para la presentación de los
dictámenes. Las pares podrán proponer u objetar los temas de
la pericia.

El Perito ingresará a la sala de entrevistas, bajo la dirección funcional de la o el fiscal


especializado.

La Cámara Gesell podrá ser utilizada también en juicio oral, de acuerdo a las reglas
establecidas en los arts. 119 y 203.II del CPP.

Art. 119 del CPP (Lugar)


El juez o tribunal podrá constituirse en cualquier lugar del
territorio nacional, para la realización de los actos propios de
su función y que por su naturaleza sean indelegables

Art. 203 del CPP (Testimonios especiales)


Cuando debe recibirse testimonio de personas agredidas
sexualmente o de menores de dieciséis años, sin perjuicio de la
fase en que se encuentre el proceso, el juez o tribunal, dispondrá
su recepción en privado con el auxilio de familiares o peritos
especializados en el tratamiento de esas personas para
garantizar el respeto a las condiciones inherentes al declarante.

La o el fiscal especializado, bajo responsabilidad, deberá impugnar la decisión


judicial que rechace el anticipo de la prueba, ya que tal como se señaló, de acuerdo al art.
393 Octer del CPP (Modificación realizada por la Ley 1173), la declaración debe ser
realizada por única vez, en ese marco, esta garantía podrá ser cumplida en la medida en
la cual se tome la declaración a la víctima en calidad de anticipo de prueba.

En caso de rechazo del anticipo de prueba, la víctima o el Ministerio Público, en


mérito a lo establecido por el art. 12.3. de la LOMP138, podrá asimismo activar la acción
de libertad de acuerdo a lo establecido por la SCP 0019/2018-S2, sentencia cuya ficha
jurisprudencial está desarrollada en la parte VII de este protocolo.

6. Declaración de la víctima

138
Dicho artículo establece que el Ministerio Público para el cumplimiento de sus fines tiene, entre otras,
las siguientes funciones: “3. Promover acciones de defensa, en el ejercicio de la acción penal pública, en
el marco de la Constitución Política del Estado y las leyes”.
En delitos de violencia sexual, en una interpetación conforme al bloque de la
normativa interna, deben considerarse los siguientes lineamientos:

Paso 1.- Se deberá tomar la declaración a través de la cámara


Gesell. En los asientos fiscales en los cuales no exista cámara Gesell,
deberá coordinarse el uso de la misma con otras instituciones. En caso
de ser imposible el acceso a la cámara Gesell, el fiscal tomará la
declaración de la víctima con asistencia utilizando médios análogos
para evitar revictimizaciones. Esta grabación deberá ser custodiada
de acuerdo a criterios para resguardar la cadena de custodia.

Paso 2.- La declaración debe ser realizada en privado de acuerdo a lo


estabecido por el art. 203 del CPP y una sóla vez para evitar
revictimización.

Paso 3.- Deberá tomarse la declaración de la víctima con la asistencia


de un psicólogo o psicóloga. Las declaraciones de NNA deberán ser
realizadas en presencia de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.

Paso 3.- La violación sexual es un tipo particular de agresión que, en


general, se caracteriza por producirse en ausencia de otras personas
más allá de la víctima y el agresor o los agresores. Dada la naturaleza
de esta forma de violencia, no se puede esperar la existencia de
pruebas gráficas o documentales y, por ello, la declaración de la
víctima constituye una prueba fundamental sobre el hecho (Caso
Fernandez Ortega y otros Vs. México párr. 100) (Caso Mujeres
víctimas de tortura sexual en Ateneco vs. México párr. 315).

7. Las pericias en la investigación desde la debida diligencia

La o el fiscal especializado requerirá al Instituto de Investigacion Forense IDIF o al


Instituto de Investigacción Técnico Científico de la Universidad Policial, los estudios o
pericias necesarias en el marco de su planificación investigativa.

El requerimiento de pericias deberá contener lo siguiente:


Breve relato de los hechos que contenga datos relevantes para evitar
nuevos interrogatorios que impliquen revictimización

Debe acompañarse una copia de la denuncia. Debe acompañarse el


informe elaborado por la instancia promotora de denuncia o la UPAVT

Debe contener los puntos de pericia y los tiempos para la realización de la


pericia

De acuerdo a lo establecido por el art. 393 octer del CPP modificado por la ley
1173139, cuando deba realizarse diferentes pruebas periciales a la víctima, se concentrará
la actividad de los peritos ordenando que actúen conjunta e interdisciplinariamente
observando con rigor las reglas especiales de protección, preservando la salud y la
intimidad de la víctima y evitar su revictimización. Al acto podrá asistir una persona de
confianza de la persona examinada.

La o el perito tendrá acceso irrestricto al cuaderno de investigaciones. La o el fiscal


deberá además facilitar cualquier documento o diligencia requerida por el perito. En el
marco de la debida diligencia, deben realizar actuaciones coordinadas e informadas.

Existen dos instancias importantes para la pericia científica en casos de violencia en


razón de género:

139
“Artículo 393 octer. (PROHIBICIÓN DE REVICTIMIZACIÓN).
I. La jueza, el juez o fiscal dispondrá que los testimonios o declaraciones que deba prestar la víctima, sean
realizados por una sola vez y con carácter privado, con el auxilio de familiares o peritos especializados,
utilizando medios especiales y tecnológicos apropiados para garantizar que la declaración sea válida en
todas las etapas del proceso, en el marco del respeto a las condiciones inherentes al declarante o evitar
su revictimización.
II. Cuando deba realizarse diferentes pruebas periciales a la víctima, se concentrará la actividad de los
peritos ordenando que actúen conjunta e interdisciplinariamente observando con rigor las reglas
especiales de protección, preservando la salud y la intimidad de la víctima y evitar su revictimización. Al
acto podrá asistir una persona de confianza de la persona examinada.”
Instituto de Investigación
Instituto de Investigación Forense Técnico Científico de la
Universidad Policial

El art. 85 de la LOMP, establece que el IDIF tendrá las siguientes funciones: 1.


Practicar pericias, análisis y exámenes científico técnicos y de laboratorio, y realizar
estudios forenses que sean solicitados por la o el Fiscal y/o encomendadas por orden
judicial. 2. Desarrollar y elaborar programas científicos de investigación forense y
criminalista aplicando los resultados de tales avances. 3. Editar y publicar las actividades,
programas e investigaciones científicas resultantes, incluyendo datos estadísticos que
permitan establecer factores de violencia y criminalidad en el país.4. Coordinar
programas de capacitación y de intercambio en avances científicos con organismos de
investigación nacional e internacional, así como con entidades encargadas de
conocimientos en el área penal. 5. Colaborar dentro y fuera del Estado Plurinacional, con
gobiernos, instituciones, autoridades y personas, en relación a la investigación criminal
en coordinación con la administración del Ministerio Público. 6. Asegurar que, en la
cadena de custodia, los indicios o elementos probatorios que le sean entregados, no se
contaminen, extravíen, alteren y/o deterioren; bajo responsabilidad. 7. Otras que le asigne
la Ley.

El IDIF, fue creado mediante Resolución Fiscal 028/2013, en el marco del mandato
contenido en el art. 67 de la Ley 348. Posteriormente, fue modificado por la Ley 1173 y
luego por la Ley 1226 de 18 de septiembre de 2019 que modificó el art. 4 de la Ley 1173
y por ende el art. 75 del CPP, en los siguientes términos.

Art. 75 CPP reformado por el art. 2.II de la Ley 1226


(INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN FORENSE
El Instituto de Investigaciones Forenses - IDIF, es un órgano
dependiente administrativa y financieramente de la Fiscalía General del
Estado.
(…)
El Ministerio Público requerirá indistintamente la realización de
estudios científico - técnicos al Instituto de Investigaciones Forenses -
IDIF o al Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la
Universidad Policial - IITCUP, para la investigación de delitos o la
comprobación de otros hechos mediante orden judicial.
De acuerdo al art. 75 del CPP modificado por la ley 1226, las Directoras o los
Directores y demás personal del Instituto de Investigaciones Forenses - IDIF, serán
designados mediante concurso público de méritos y antecedentes. La organización y
funcionamiento del Instituto de Investigaciones Forenses - IDIF, será reglamentada por
el Ministerio Público.

Esta disposición establece también que el juramento prestado por los peritos a tiempo
de ser posesionados en el Instituto de Investigaciones Forenses - IDIF, se tendrá como
válido y suficiente para el desempeño en los casos concretos en los que sean designados.”

Por otro lado, de acuerdo a la Resolución Administrativa 1526/10 del Comando


General de la Policía Boliviana de 28 de diciembre de 2010, el Instituto de Investigación
Técnico Científico de la Universidad Policial IITCUP, es un organismo especializado de
la Policía Boliviana que tiene por finalidad desarrollar investigación científica, realizar
estudios técnico – científicos y coadyuvar en la especialización de recursos humanos, en
busca de aportar soluciones y enfrentar los desafíos del progreso institucional y nacional.
Entre sus atribuciones están las de prestar servicios periciales, formación e investigación
científica. Se constituye en el único instituto dentro de la Policía Boliviana que autoriza
y valida la elaboración de pericias, debiendo regirse a las normas y lineamientos
establecidos y normas vigentes.

De acuerdo al art. 10.b) del Decreto Supremo 3834, el IITCUP tiene la obligación de
realizar el trabajo de peritaje, independientemete de lugar en el cual se haya cometido el
hecho o se haya realizado la denuncia.

Art. 75 CPP reformado por el art. 2.II de la Ley 1226


(…)
El Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad
Policial - IITCUP, depende de la Policía Boliviana.
El Ministerio Público requerirá indistintamente la realización de
estudios científico - técnicos al Instituto de Investigaciones Forenses
- IDIF o al Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la
Universidad Policial - IITCUP, para la investigación de delitos o la
comprobación de otros hechos mediante orden judicial.
Las Directoras o Directores del Instituto de Investigaciones Técnico Científicas
de la Universidad Policial - IITCUP, serán designados mediante normativa de la Policía
Boliviana de acuerdo al reformado art. 75.

Asimismo, esta disposición legal establece que en casos en los cuales la


designación recaiga en personal activo de la Policía Boliviana, éstos serán declarados en
comisión de servicio sin afectar su carrera policial.

También, de acuerdo al reformado art. 75 del CPP, el juramento prestado por los
peritos a tiempo de ser posesionados en el Instituto de Investigaciones Técnico Científicas
de la Universidad Policial - IITCUP, se tendrá como válido y suficiente para el
desempeño en los casos concretos en los que sean designados.

En base a todo lo señalado, desde la debida diligencia, para las pericias en


violencia en razón de género, será importante considerar los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- No puede exigirse peritajes a la mujer o la persona


víctima de violencia en razón de género.

Lineamiento 2.- El Estado tiene el deber de brindar personal


especializado para la investigación penal (Caso Veliz Franco y
otros vs. Guatemala párr. 251)

Lineamiento 3.- El Estado tiene el deber de desarrollar la


investigación por funcionarios capacitados en atención a víctimas
de violencia por razón de género sexual (Espinoza Gonzáles Vs.
Perú párr. 242)

8. Los certificados médicos

La Ley 348, preveía un criterio restrictivo para el acceso a la justicia de las víctimas
de violencia en razón de género, ya que en el art. 65 de la Ley 348140 establecía que si

140
El art. 65 de la Ley 348, establecía:
“ARTÍCULO 65. (CERTIFICADOS MÉDICOS).
Para establecer el estado físico de la mujer que hubiera sufrido una agresión física o sexual, cualquier
profesional de salud que preste servicios en instituciones públicas o privadas acreditadas deberá extender
un certificado médico, de acuerdo al protocolo único de salud integrado al formulario único que se
establezca. Para fines judiciales, este certificado médico se lo tendrá como un indicio respecto a los delitos
establecidos en la presente Ley, una vez homologado, adquirirá valor probatorio. El certificado deberá ser
bien cualquier profesional de salud que prestara servicios en instituciones públicas o
privadas acreditadas podía extender un certificado médico, el mismo era tenido
únicamente como un indicio respecto a los delitos de violencia en razón de género, y sólo
una vez homologado, adquiría valor probatorio. La misma norma establecía que el
certificado debía ser homologado por un experto o una experta forense, quien debía
entrevistar a la o el profesional que extendió el certificado y, en caso de necesidad fundada
e ineludible, practicar otro examen médico a la mujer.

Sin embargo, dicha norma ha sido derogada por la Disposición abrogatoria y


derogatoria Quinta de la Ley 1173141, de donde se desprende que actualmente no existe
el deber de homologar los certificados médicos emitidos por las instituciones
públicas de salud para que tengan valor probatorio, como lo exigía el art. 65 de la Ley
348, ahora derogado; aclarándose que si bien el art. 95142 de la Ley 348 –que no ha sido
formalmente derogado- señala que se admitirá como prueba documental, entre otros, el
“Certificado médico expedido por cualquier institución de salud pública o privada,
homologado por médico forense”; dicha norma debe ser interpretada sistemáticamente
con lo previsto por la la disposición abrogatoria y derogatoria Quinta de la Ley 1173 que
–como se ha señalado- deroga el art. 65 de la Ley 348, que elimina el deber de
homologación; consiguientemente, es posible la admisión, como prueba documental, de
los certificados médicos emitidos por las instituciones públicas de salud.

Bajo similar criterio, cabe señalar que la Ley 1173 introdujo uno de los cambios más
progresivos y favorables para las víctimas de violencia en razón de género, introduciendo
el art. 393 noveter del CPP, en los siguientes términos:

homologado por un experto o una experta forense, quien deberá entrevistar en primera instancia a la o
el profesional que extendió el certificado, y solamente en caso de que exista necesidad fundada e
ineludible, podrá practicar otro examen médico a la mujer”.
141
Dicha disposición señala: “Se deroga el Artículo 65 de la Ley N° 348 de 9 de marzo de 2013, “Ley Integral
para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia”.
142
Artículo 95°.- (Prueba documental) Además de otras establecidas por Ley se admitirá como prueba
documental, cualquiera de las siguientes: 1. Certificado médico expedido por cualquier institución de
salud pública o privada, homologado por médico forense. 2. Informe psicológico y/o de trabajo social,
expedido por profesionales que trabajen en instituciones públicas o privadas especializadas en la temática
y reconocidas legalmente. 3. Documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles en originales o
fotocopias. 4. Minutas o documentos privados. 5. Cartas, mensajes de texto, correos electrónicos u otros
obtenidos lícitamente. 6. Cualquier otro documento que conduzca al conocimiento de la verdad.
Art. 393 noveter (CERTIFICADOS MÉDICOS Y
RECOLECCIÓN DE EVIDENCIA
I Los certificados médicos que acrediten el estado físico de la víctima
niña, niño, adolescente o mujer, que hubiere sufrido una agresión
física o sexual, deberán extenderse de forma inmediata y obligatoria
por cualquier profesional de la salud perteneciente a institución
pública que hubiera efectuado el primer reconocimiento de la
víctima, de acuerdo al protocolo único de salud integrado al
formulario único y sin mayor formalidad se constituirán en indicio
(…) (resaltado ilustrativo)

Conforme a dicha norma, actualmente, no existe el deber de homologar los


certificados médicos emitidos por las instituciones públicas de salud para que tengan
valor probatorio, como antes lo exigía el art. 65 de la Ley 348, ahora derogado y, en ese
marco, si bien el art. 393 noveter antes referido, señala que los certificados se constituyen
en un “indicio”; empero, a partir del estándar más alto de protección a nivel normativo,
en el marco del principio de favorabilidad y progresividad, es evidente que corresponde
dar aplicación a la derogatoria expresa antes referida y, en ese sentido, los certificados
médicos emitidos por instituciones públicas de salud, sí tienen valor probatorio, sin
necesidad de homologación.

El razonamiento antes anotado, es armonioco con el estándar desarrollado por la


Corte IDH en el caso V.R.P, V.C.P y otros Vs. Nicaragua.

Estándar internacional de protección a derechos


En cuanto al exámen físico, las autoridades deberán evitar en la
medida de lo posible que las víctimas de violencia sexual sean
sometidos a más de una evaluación física, ya que podría ser
revictimizante (caso V.R.P, V.C.P y otros Vs. Nicaragua,
párr. 169).

Con relación a los certificados médicos emitidos por instituciones privadas de salud,
deberá considerarse el estándar jurisprudencial interno contenido en la SCP 0122/2015-
S3 de 10 de febrero, en la que se estableció que no corresponde negar arbitrariamente la
valoración del certificado médico particular por no haber sido avalado por un médico
forentes, por cuanto la autoridad jurisdiccional, en el marco de la libertad probatoria,
deberá valorar ya sea el certificado médico particular o el certificado del médico forense,
o ambos, pero en ningún caso podrá arbitrariamente negar la valoración del médico
particular únicamente por el hecho de no estar avalado por un médico forense; pues ello
implicaría admitir la existencia de una prueba tasada que contradice el principio de
libertad probatoria como uno de los pilares en que se asienta el modelo procesal
acusatorio vigente en nuestro ordenamiento:

SCP 0122/2015-S3 de 10 de febrero


“En el marco de lo señalado, esta Sala considera que respecto a la
acreditación de un impedimento físico como justificación de
inasistencia a determinado acto procesal, para considerarse legítimo
no es preciso que necesariamente sea avalado o certificado por el
médico forense; pues ello, implica admitir la existencia de una
prueba tasada que contradice el principio de libertad probatoria
como uno de los pilares en que se asienta el modelo procesal
acusatorio vigente en nuestro ordenamiento jurídico, y en
consecuencia, no permite que la autoridad jurisdiccional en apego a
su sano criterio y experiencia, asuma convicción de dicho
impedimento, ya sea alejándose del criterio médico forense y
admitiendo la opinión de un médico particular o viceversa, o en base
a la ponderación de ambos se pronuncie admitiendo o rechazando
la legitimidad del impedimento alegado. En todo caso -como se
dijo-, ello dependerá del sano criterio de la autoridad jurisdiccional
que en virtud del principio de libertad probatoria determina en cada
caso, si el aval del médico forense resulta necesario o no para asumir
convicción, o de ser presentados los criterios de un médico
particular y uno forense, en base a su prudente arbitrio se incline de
forma motivada y fundamentada por dar credibilidad a cualquiera
de ellos o finalmente a ambos, pero de ninguna manera puede negar
la valoración del certificado médico particular solo porque este no
está avalado por el médico forense. Por ello, es conveniente
reconducir el criterio expuesto, en aras de garantizar la naturaleza y
esencia del modelo procesal penal vigente, estableciendo que la
autoridad jurisdiccional puede apegarse si así lo considera su
prudente arbitrio, justificando dicha decisión debidamente, ya sea al
certificado médico particular o al avalado por el médico forense, o
ambos, pero en ningún caso podrá arbitrariamente negar la
valoración del primero solo por el hecho de no estar avalado por un
médico forense. No obstante lo anterior, se aclara que ello no
implica una negación de la facultad que tiene la autoridad
jurisdiccional, cuando así lo considere necesario, para requerir de
oficio un pronunciamiento del médico forense acreditado por el
Ministerio Público, para la comprobación de hechos mediante orden
judicial, conforme lo prescribe el art. 75 del CPP, concordante con
los arts. 83.1 y 85.1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público
(LOMP).” FJ.III.1.

Cabe aclarar que si bien dicho entendimiento fue pronunciado dentro de una acción
de libertad, en la que el accionante denunció la vulneración de sus derechos
fundamentales a la salud, a la integridad física, al debido proceso y a su libertad, por
cuanto la jueza demandada ordenó se libre mandamiento de aprehensión por supuesta
inasistencia injustificada a la audiencia conclusiva, sin valorar los certificados médicos;
sin embargo, el precedente, referido a que no es posible invalidar un certificado particular
por no haber sido avalado por un médico forense, resulta aplicable a los casos de
violencia en razón de género.

Conforme a todo lo señalado, corresponde la aplicación de los siguientes lineamientos


en cuanto al certificado médico forense:

Lineamiento 1.- Los certificados médicos que acrediten el


estado físico de la víctima niña, niño, adolescente o mujer, que
hubiere sufrido una agresión física o sexual, deberán extenderse de
forma inmediata y obligatoria por cualquier profesional de la
salud perteneciente a institución pública que hubiera efectuado
el primer reconocimiento de la víctima.

Lineamiento 2.- No existe el deber de homologar los


certificados médicos emitidos por las instituciones públicas de salud
para que tengan valor probatorio.

Lineamiento 3.- No corresponde inivalidar un certificado


médico particular por no haber sido homologado; pues, será la
autoridad judicial que efectúe la valoración correspondiente, en el
marco de la sana crítica.

7. Criterios para el manejo diligente de la prueba

Desde el deber de la debida diliegencia, la Corte IDH, ha desarrollado estándares


importantes en cuanto al manejo diligente de prueba en violencia en razón de género, por
lo que deberán considerarse los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- En aras de garantizar su efectividad, en la


investigación de violaciones de los derechos humanos se debe evitar
omisiones en la recaudación de prueba y en el seguimiento de líneas
lógicas de investigación (Caso Velásquez Paíz y otros Vs.
Guatemala, párr. 169)
Lineamiento 2.- El Estado debe asegurar que en delitos de
violencia sexual se tomen las muestras suficientes para efectos de
efectividad probatoria (Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 242)

Lineamiento 3.- Al tomar conocimiento de actos de violencia


contra la mujer, es necesario que se realice inmediatamente un
examen médico y psicológico completo y detallado por personal
idóneo y capacitado, en lo posible del sexo que la víctima indique,
ofreciéndole que sea acompañada por alguien de su confianza si así
lo desea. Dicho examen deberá ser realizado de conformidad con
protocolos dirigidos específicamente a documentar evidencias en
casos de violencia de género. (Caso Mujeres víctimas de tortura
sexual en Ateneco Vs. México párr. 275).

Lineamiento 4.- En una investigación penal por violencia sexual es


necesario que se documenten y coordinen los actos investigativos y
se maneje diligentemente la prueba, tomando muestras suficientes,
realizando estudios para determinar la posible autoría del hecho,
asegurando otras pruebas como la ropa de la víctima, la
investigación inmediata del lugar de los hechos y garantizando la
correcta cadena de custodia. (Caso Véliz Franco y otros Vs.
Guatemala párr. 188)

Lineamiento 5.- Debe asegurarse otras pruebas como la ropa de la


víctima durante todas las etapas del proceso sexual (Espinoza
Gonzáles Vs. Perú párr. 242)

Lineamiento 6.- El Estado a través del Ministerio Público tiene el


deber de asumir medidas eficaces para la cadena de custodia (Veliz
Franco y otros Vs. Guatemala, párr. 89) (Espinoza Gonzáles Vs.
Perú párr.242)
Lineamiento 7.- El Estado tiene el deber de verificar las señales de
violencia de las víctimas (Veliz Franco y otros Vs. Guatemala,
párr. 89)

Lineamiento 8.- La falta de diligencia tiene como consecuencia que


conforme el tiempo vaya transcurriendo, se afecte indebidamente la
posibilidad de obtener y presentar pruebas pertinentes que permitan
esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades que
corresponda, con lo cual el Estado contribuye a la impunidad (Caso
Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala párr. 148).

8. La violencia en razón de género, en especial la sexual, como una forma de


tortura

La Corte IDH, ha establecido que la violencia sexual es una forma de tortura, por
lo que la valoración de la prueba debe ser realizada tanto por el Minsiterio Público cuanto
por las autoridades judiciales de acuerdo a los estándares internacionales vigentes para la
tortura, tratos crueles e inhumanos, aspecto neurálgico en la violencia en razón de género
y que genera una diferencia sustancial con la valoración de la prueba de acuerdo a los
postulados generales del Código de Procedimiento Penal.

El alcance de los actos que se consideran tortura se encuentran en el art. 2 de la


Convención Interamericana para prevenir y Sancionar la Tortura, instrumento que forma
parte del bloque de constitucionalidad boliviano.

Art. 2 de la Convención Interamericana para prevenir y


Sancionar la Tortura
Para los efectos de la presente Convención se entenderá por
tortura todo acto realizado intencionalmente por el cual se
inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o
mentales, con fines de investigación criminal, como medio
intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva,
como pena o con cualquier otro fin. Se entenderá también como
tortura la aplicación sobre una persona de métodos tendientes a
anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad
física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia
psíquica. No estarán comprendidos en el concepto de tortura las
penas o sufrimientos físicos o mentales que sean únicamente
consecuencia de medidas legales o inherentes a éstas, siempre
que no incluyan la realización de los actos o la aplicación de los
métodos a que se refiere el presente artículo (resaltado
ilustrativo).

A la luz de este instrumento interamericano, en hechos de violencia sexual, la Corte ha


establecido el siguiente entendimiento:

Estándar Internacional de Protección a Derechos


La Corte ha señalado que de la Convención Interamericana
contra la Tortura surgen dos supuestos que accionan el deber
estatal de investigar: por un lado, cuando se presente denuncia,
y, por el otro, cuando exista razón fundada para creer que se ha
cometido un acto de tortura en el ámbito de la jurisdicción del
Estado. En estas situaciones, la decisión de iniciar y adelantar
una investigación no es una facultad discrecional del Estado, sino
que constituye una obligación estatal imperativa que deriva del
derecho internacional y no puede desecharse o condicionarse por
actos o disposiciones normativas internas de ninguna índole.
Además, como ya ha señalado este Tribunal, aun cuando los
actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes no
hayan sido denunciados ante las autoridades competentes, en
todo caso en que existan indicios de su ocurrencia, el Estado
deberá iniciar de oficio y de inmediato una investigación
imparcial, independiente y minuciosa que permita determinar la
naturaleza y el origen de las lesiones advertidas, identificar a los
responsables e iniciar su procesamiento. (Caso J Vs. Perú párr.
347).
8.1 Estándares internacionales que abordan la violencia en razón de género, en
especial la sexual, desde la tortura

La Corte IDH, ha desarrollado importantes estándares interamericanos que


abordan la violencia sexual desde la tortura, los cuales de acuerdo a lo establecido por la
SC 0110/2010-R froman parte del bloque de constitucionalidad, por lo que en base a estos
estándares, el Ministerio Público y las autoridades judiciales deben considerarse los
siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- La violación sexual es una forma de tortura. En ese


sentido, la obligación de investigar se ve reforzada por lo dispuesto
en los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para
Prevenir y Sancionar la Tortura que obligan al Estado a tomar
medidas efectivas para prevenir y sancionar la tortura en el ámbito
de su jurisdicción, así como a prevenir y sancionar otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes. (Caso Favela Nova Brasilia Vs.
Brasil párr. 252) (resaltado y subrayado ilustrativo)143.

Lineamiento 2.- La garantía de prohibición de tortura es un principio de


jus cogens internacional, en este marco, la Corte ha establecido que la
tortura y las penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes están
absoluta y estrictamente prohibidos por el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos. Esta prohibición es absoluta e inderogable, aún en las
circunstancias más difíciles, tales como guerra, amenaza de guerra, lucha
contra el terrorismo y cualesquiera otros delitos, estado de sitio o de

143
La Corte en el caso Rosenda Cantú y otras, señaló que para analizar la severidad del sufrimiento
padecido, se debe tomar en cuanta las circunstancias específicas de cada caso. Para ello, se deben
considerar las características del trato, tales como la duración, el método utilizado o el modo en que
fueron infligidos los padecimientos, los efectos físicos y mentales que éstos pueden causar, así como las
condiciones de la persona que padece dichos sufrimientos, entre ellos, la edad, el sexo y el estado de
salud, entre otras circunstancias personales. (Caso Rosenda Cantú y otras Vs. México párr. 112). Este
criterio de gradación fue superado con el entendimiento plasmado en el párr. 252 del caso Caso Favela
Nova Brasilia Vs. Brasil, en el cual, de manera expresa y en una interpretación conforme a los alcances del
art. 1 de la Convención Interamericana contra la Tortura, establece que la violación es una forma de
tortura. Por esta razón en un análisis dinámico de la jurisprudencia de la Corte IDH, este último
entendimiento consagra el estándar jurisprudencial más alto.
emergencia, conmoción o conflicto interior, suspensión de garantías
constitucionales, inestabilidad política interna u otras emergencias o
calamidades públicas (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 141)
(Caso Penal Castro Castro Vs. Perú párr. 271) (Caso Mujeres
víctimas de tortura sexual en Atenco Vs. México párr. 178).

Lineamiento 3.- El Estado tiene el deber de garantizar el derecho de


acceso a la justicia conforme a las obligaciones específicas que le
imponen las Convenciones especializadas en materia de prevención y
sanción de la tortura y de la violencia contra la mujer. Dichas
disposiciones especifican y complementan las obligaciones que tiene el
Estado con respecto al cumplimiento de los derechos consagrados en la
Convención Americana, así como el corpus juris internacional en materia
de protección de la integridad personal (Caso Masacres de Río Negro
Vs. Guatemala párr. 222).

Lineamiento 4.- La Corte, siguiendo la jurisprudencia internacional y


tomando en cuenta lo dispuesto en la Convención contra la Tortura, ha
considerado anteriormente que la violencia sexual se configura con
acciones de naturaleza sexual que se cometen contra una persona sin su
consentimiento, que además de comprender la invasión física del cuerpo
humano, pueden incluir actos que no involucren penetración o incluso
contacto físico alguno. En particular, la violación sexual constituye una
forma paradigmática de violencia contra las mujeres cuyas consecuencias,
incluso, trascienden a la persona de la víctima. (Caso Inés Fernandez vs.
México párr. 119). (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en
Atenco Vs. México párr. 181).

Lineamiento 5.- La Corte, siguiento la definición establecida en la


Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura,
entendió que se está frente a un acto de tortura cuando el maltrato cumple
con los siguientes requisitos: i) es intencional; ii) causa severos
sufrimientos físicos o mentales, y iii) se comete con determinado fin o
propósito. (Caso Fernandez Ortega Vs. México párr. 120) (Caso
Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco vs. México párr. 191).

Lineamiento 6.- La Corte considera que, en términos generales, la


violación sexual, al igual que la tortura, persigue entre otros, los fines de
intimidar, degradar, humillar, castigar o controlar a la persona que la
sufre. (Caso Fernandez Ortega Vs. México párr. 127)

Lineamiento 7.- Desde la garantía de prohición de tortura, tratos crueles


e inhumanos, la Corte consideró la situación de vulnerabilidad de la
víctima y el abuso de poder del agresor. (Caso Favela Nova Brasilia Vs.
Brasil párr. 255).

Lineamiento 8.- De acuerdo con lo dispuesto en el art. 8 de la Convención


Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, el Estado debe
garantizar a toda persona que denuncie haber sido sometida a tortura en
el ámbito de su jurisdicción el derecho a que el caso sea examinado
imparcialmente. Asimismo, cuando exista denuncia o razón fundada para
creer que se ha cometido un acto de tortura en el ámbito de su jurisdicción,
los Estados partes garantizarán que sus respectivas autoridades
procederán de oficio y de inmediato a realizar una investigación sobre el
caso y a iniciar, cuando corresponda, el respectivo proceso penal (Caso
Favela Nova Brasilia Vs. Brasil párr. 252).

Lineamiento 9.- En relación con el artículo 5 de la Convención, la Corte


ha considerado que la violación sexual es una experiencia sumamente
traumática que tiene severas consecuencias y causa gran daño físico y
psicológico que deja a la víctima “humillada física y emocionalmente”,
situación difícilmente superable por el paso del tiempo, a diferencia de lo
que acontece en otras experiencias traumáticas. De ello se desprende que
es inherente a la violación sexual el sufrimiento severo de la víctima,
aun cuando no exista evidencia de lesiones o enfermedades físicas. En
efecto, no en todos los casos las consecuencias de una violación sexual
serán enfermedades o lesiones corporales. Las mujeres víctimas de
violación sexual también experimentan severos daños y secuelas
psicológicas, e inclusive, sociales. (Caso Masacres de Río Negro Vs.
Guatemala párr. 132) (resaltado ilustrativo).

Lineamiento 10.- La ausencia de señales físicas no implica que no se han


producido maltratos, ya que es frecuente que estos actos de violencia
contra las personas no dejen marcas ni cicatrices permanentes. Lo mismo
es cierto para los casos de violencia y violación sexual, en los cuales no
necesariamente se verá reflejada la ocurrencia de los mismos en un
examen médico (Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil párr. 249).

Lineamiento 11.- En denuncias sobre violencia en razón a género, debe


valorarse los sentimientos de angustia, desesperación y miedo. Esta
consideración es relevante en violencia sexual, ya que la violación sexual
es una experiencia sumamente traumática que tiene severas consecuencias
y causa gran daño físico y psicológico que deja a la víctima humillada
física y emocionalmente, pero además la violencia sexual genera graves
daños también sociales.

El criterio antes señalado, obliga a la o el fiscal a que


estos aspectos sean consignados en los informes o
pericias psicológicas que debe requerir. Este deber
además respaldará medidas de protección para la
víctima y será un elemento esencial para la reparación
integral de daños.

La Corte IDH, para establecer responsabilidad


internacional de un Estado Parte demandado, estableció
su omisión de considerar los sentimientos de grave
angustia, desesperación y miedo que experimentó una
víctima de violencia en razón a género. Caso Gelman
Vs. Uriguay párr. 98).

Lineamiento 13.- En casos de violencia sexual, la Corte ha destacado que


la investigación debe intentar evitar en lo posible la revictimización o
reexperimentación de la profunda experiencia traumática a la presunta
víctima. (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 256).

Lineamiento 14.- Las violaciones masivas tienden a destruir la dignidad


de la mujer a nivel cultural, social, familiar e individual y causan por el
efecto traumático que generan a la víctima se constituyen un sufuimento
a la víctima que implica para ella una forma de tortura. (Caso Masacre
de Río Negro Vs. Guatemala párr. 132).

8.2 Estándares internacionales sobre la tortura psicológica

La Corte IDH, también ha desarrollado estándares importantes referentes a la tortura


psicológica y su aplicación en violencia sexual, en ese orden, tal como lo señaló el TCP
deberá cumplir con el mandato contenido en la SCP 0017/2018-S2, es deber debe plantear
el caso desde un enfoque integral del problema jurídico a la luz del principio de verdad
material, en este escenario, debe considerar también los actos que constituyan tortura
psicológica, más aun en casos en los cuales la víctima sufre amenazas anteriores al acto
o los actos de violencia sexual y también de manera posterior, aspecto que debe ser
considerado en la investigación, no solamente para la sanción, sino también para la
reparación de daños.

En base a lo señalado y en ejercicio del control de convencionalidad, el Misiterio


Público, debe cumplir con los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- De acuerdo a la Corte, la infracción del derecho a la


integridad física y psíquica de las personas es una clase de violación que
tiene diversas connotaciones de grado y que abarca desde la tortura hasta
otro tipo de vejámenes o tratos crueles, inhumanos o degradantes cuyas
secuelas físicas y psíquicas varían de intensidad según los factores
endógenos y exógenos que deberán ser demostrados en cada situación
concreta (duración de los tratos, edad, sexo, salud, contexto,
vulnerabilidad, entre otros). Además, siguiendo el criterio de la Corte
Europea de Derechos Humanos, ha establecido que aún en la ausencia de
lesiones, los sufrimientos en el plano físico y moral, acompañados de
turbaciones psíquicas durante los interrogatorios, pueden ser considerados
como tratos inhumanos. El carácter degradante se expresa en un
sentimiento de miedo, ansia e inferioridad con el fin de humillar, degradar
y de romper la resistencia física y moral de la víctima. (Caso Tamayo Vs.
Perú párr. 57) (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco
vs. México párr. 177) (Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil párr.
250).

Lineamiento 2.- La Corte, ha establecido que la prohibición contenida en


la Convención comprende la tortura física y psicológica, y que con
respecto a esta última se ha reconocido que las amenazas y el peligro real
de someter a una persona a lesiones físicas produce, en determinadas
circunstancias, una angustia moral de tal grado que puede ser considerada
“tortura psicológica”. Añade que de acuerdo a las circunstancias de cada
caso en particular, algunos actos de agresión infligidos a una persona
pueden calificarse como torturas psíquicas, particularmente los actos que
han sido preparados y realizados deliberadamente contra la víctima para
suprimir su resistencia psíquica y forzarla a ciertos actos como auto-
inculparse o a confesar determinadas conductas delictivas o para
someterla a modalidades de castigos adicionales a la privación de la
libertad en sí misma. (Caso Maritza Urrutia Vs. Guatemala párr. 177).

Lineamiento 3.- La Corte, ha establecido que se ha conformado un


régimen jurídico internacional de prohibición absoluta de todas las formas
de tortura, tanto física como psicológica, y respecto de esta última, se ha
reconocido que las amenazas y el peligro real de someter a una persona a
graves lesiones físicas produce, en determinadas circunstancias, una
angustia moral de tal grado que puede ser considerada “tortura
psicológica. (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco Vs.
México párr. 192)

Lineamiento 4.- La Corte, establece que son actos crueles, inhumanos y


degradantes, aquellos en virtud de los cuales las víctimas pudieron temer
y prever que serían privadas de su vida de manera arbitraria y violenta o
sometidas a tortura. (Caso Masacres de Ituango Vs. Colombia párr.
256).

Lineamiento 5 .- En casos donde se alegue agresiones sexuales, la falta


de evidencia médica no disminuye la veracidad de la declaración de la
presunta víctima. En tales casos, no necesariamente se verá reflejada la
ocurrencia de violencia o violación sexual en un examen médico, ya que
no todos los casos de violencia y/o violación sexual ocasionan lesiones
físicas o enfermedades verificables a través de dichos exámenes (Caso
Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 153). En estos casos, con mayor
razón se deberá analizar el caso desde los etándares de la tortura
psicológica en una interpretación sistémica de los estándares de la Corte
IDH.

8.3 Criterios de valoración de la prueba en violencia sexual a la luz de los


estándares sobre tortura, tratos crueles e inhumanos

Este es uno de los ejes neurálgicos del procesamiento penal en delitos de violenca en
razón a género y en este ámbito se identifican las mayores debilidades en la persecusión
penal ya que no se considera que en delitos de violencia en razón de género por la
naturaleza de los mismos, se aplica la presunción de veracidad. La declaración de la
víctima constituye una prueba fundamental sobre el hecho, por lo que a partir de
ésta, desde un enfoque de género, que es un método del derecho, deben considerarse
los indicios de violencia a partir un análisis integral que consigne situaciones de
discriminación estructural, el contexto familiar de la víctima, la existencia de
estereotipos de género, prejuicios, etc.

En base a lo señalado, será esencial que El Ministerio Público y las autoridades


judiciales, ejerzan control de convencionalidad y apliquen directamente los estándares
internacionales vigentes que serán sistematizados en los siguientes lineamentos:

Lineamiento 1.- Debe otorgarse a los delitos de violencia en razón


de género la presunción de veracidad, la cual puede ser desvirtuada
a través de una serie de diligencias, investigaciones y garantías.
(Caso J. Vs. Perú párr. 360)

Lineamiento 2.- Los Estados tienen el deber de investigar con la


debida diligencia hechos de violencia sexual considerados como
torturas en conflictos armado y/o dentro de patrones sistemáticos,
la omisión de investigación constituye un incumplimiento de las
obligaciones del Estado frente a graves violaciones a derechos
humanos, las cuales contravienen normas inderogables (jus cogens)
y generan obligaciones para los Estados como la de investigar y
sancionar dichas prácticas (Caso Masacre de las Dos Erres vs.
Guatemala párr. 140)

Lineamiento 3.- Se debe tomar en cuenta que las agresiones


sexuales corresponden a un tipo de delito que la víctima no suele
denunciar, por el estigma que dicha denuncia conlleva usualmente
(Caso J. Vs. Perú párr. 323)

Por ejemplo, la Corte estableció que las mujeres


indígenas víctimas de violencia sexual suelen ser
estigmatizadas en sus comunidades y en muchos
casos la impunidad en la que permanecen estos
hechos ha impedido que las mujeres participen en
los procesos de justicia. (Caso Masacre Plan de
Sánchez Vs. Guatemala párr. 19)

Lineamiento 4.- Se debe tomar en cuenta las dificultades al acceso


a la justicia de la víctima y analizar su situación desde su diversidad
cultural.

Por ejemplo, la Corte valoró la situación de la Sr.


Rosendo Cantú, una víctima de violencia en razón
de genero, mujer, indígena que en el momento de
los eros era adolescente, vivía en una zona
montañosa aislada, que tuvo que caminar varias
horas para recibir asistencia médica por las
agresiones físicas sufridas y varios obstáculos
para denunciar la violencia sexual ante diversas
autoridades que hablaban un idioma que ella no
dominaba, además, la denuncia de estos hechos,
podían tener repercusiones negativas en su medio
social y cultura, como un posible rechazo de la
comunidad, además que en su zona todavía
existían militares los cuales habían sido
denunciados. Estas circunstancias fueron
valoradas desde un enfoque interseccional por la
Corte, por lo que a partir de este análisis puede
colegirse que los Estados Parte, a través del
Ministerio Público y las autoridades judiciales, en
violencia sexual, deben realizar la valoración de
las circunstancias culturales y de acceso a la
justicia (Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México
párr. 93)

Lineamiento 5.- El Estado debe actuar con la debida diligencia para


evitar actos de tortura o tratos crueles, inhumanos y degradantes,
tomando en cuenta, por otra parte, que la víctima suele abstenerse,
por temor, de denunciar los hechos, sobre todo cuando ésta se
encuentra privada de la libertad bajo la custodia del Estado. (Caso
Favela Nova Brasilia Vs. Brasil párr. 253).

Lineamiento 6.- El Estado debe asegurar la obtención de toda la


prueba que pueda acreditar las denuncias sobre actos de tortura.
(Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil párr. 253).

Lineamiento 7.- Las pruebas relativas a los antecedentes sexuales


de la víctima son en principio inadmisibles, por lo que la apertura
de líneas de investigación sobre el comportamiento social o sexual
previo de las víctimas en casos de violencia de género no es más
que la manifestación de políticas o actitudes basadas en estereotipos
de género. (Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala parr. 209).

8.3.1 La declaración de la víctima de violencia sexual

La declaración de la víctima de violencia sexual debe cumplir con estándares


interncionales, especialmente por la vinculación de la violencia sexual con la torutra,
tratos crueles e inhumanos y para evitar la revictimización, por lo que el Minsiterio
Público y las autoridades judiciales en ejercicio del control de convencionalidad, deben
aplicar los siguientes estándares internacionales:

Lineamiento 1.- La violación sexual es un tipo particular de


agresión que, en general, se caracteriza por producirse en ausencia
de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los agresores.
Dada la naturaleza de esta forma de violencia, no se puede
esperar la existencia de pruebas gráficas o documentales y, por
ello, la declaración de la víctima constituye una prueba
fundamental sobre el hecho (Caso Fernandez Ortega y otros Vs.
México párr. 100), (Cfr. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr.
150), (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Ateneco vs.
México párr. 315) (resaltado ilustrativo).

Lineamiento 2 .- En casos donde se alegue agresiones sexuales, la


falta de evidencia médica no disminuye la veracidad de la
declaración de la presunta víctima. En tales casos, no
necesariamente se verá reflejada la ocurrencia de violencia o
violación sexual en un examen médico, ya que no todos los casos
de violencia y/o violación sexual ocasionan lesiones físicas o
enfermedades verificables a través de dichos exámenes (Caso
Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 153).

Lineamiento 3.- Una negación de la ocurrencia de una agresión


sexual inicialmente denunciada no necesariamente desacredita las
declaraciones donde se indicó que había sucedido, sino que debe ser
analizado tomando en cuenta las circunstancias propias del caso y
de la víctima. (Caso J. Vs. Perú párr. 324)

Lineamiento 4.- La calificación jurídica de los hechos que utilice


la presunta víctima en sus declaraciones tiene que ser valorada
tomando en cuenta el significado comúnmente dado a las palabras
utilizadas, el cual no necesariamente corresponde a su definición
jurídica. Lo relevante es evaluar si los hechos descritos, y no la
calificación jurídica dada a los mismos, fueron consistentes.. (Caso
J. Vs. Perú párr. 324)

Lineamiento 5.- La Corte ha señalado que, en cuanto a la entrevista


que se realiza a una presunta víctima de actos de violencia o
violación sexual, es necesario que la declaración de ésta se realice
en un ambiente cómodo y seguro, que le brinde privacidad y
confianza, y que la declaración se registre de forma tal que se evite
o limite la necesidad de su repetición. Dicha declaración deberá
contener, con el consentimiento de la presunta víctima: i) la fecha,
hora y lugar del acto de violencia sexual perpetrado, incluyendo la
descripción del lugar donde ocurrió el acto; ii) el nombre, identidad
y número de agresores; iii) la naturaleza de los contactos físicos de
los que habría sido víctima; iv) si existió uso de armas o retenedores;
v) el uso de medicación, drogas, alcohol u otras substancias; vi) la
forma en la que la ropa fue removida, de ser el caso; vii) los detalles
sobre las actividades sexuales perpetradas o intentadas en contra de
la presunta víctima; viii) si existió el uso de preservativos o
lubricantes; ix) si existieron otras conductas que podrían alterar la
evidencia, y x) detalles sobre los síntomas que ha padecido la
presunta víctima desde ese momento. (Caso Espinoza Gonzáles
Vs. Perú 249) (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en
Atenco Vs. México párr. 273).

8.3.2 Los exámenes médicos y las pericias en violencia sexual

Será importante también que el Ministerio Público y las autoridades judiciales, en


ejercicio del control de convencionalidad, apliquen directamente los estándares
internacionales referentes a los exámenes médicos y pericias, por lo tanto se deben
considerar los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- La Corte ha señalado que, en casos de violencia


contra la mujer, al tomar conocimiento de los actos alegados, es
necesario que se realice inmediatamente un examen médico y
psicológico completo y detallado por personal idóneo y capacitado,
en lo posible del sexo que la víctima indique, ofreciéndole que sea
acompañada por alguien de su confianza si así lo desea. Dicho
examen deberá ser realizado de conformidad con protocolos
dirigidos específicamente a documentar evidencias en casos de
violencia de género. (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú 252) .

Lineamiento 2.- En casos de violencia sexual para niñas, niños y


adolescentes, el examen médico deberá llevarse a cabo luego del
consentimiento informado de la víctima o su representante legal,
según su grado de madurez, tomando en cuanta el derecho de la
niña, niño o adolescente a ser oído, en un lugar adecuado y
respetándose su derecho a la intimidad y privacidad. Además,
deberá permitirse la presencia de un acompañante de confianza de
la víctima. (Cfr. Caso V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua párr.
196)

Lineamiento 3.- En cuanto al exámen físico, las autoridades


deberán evitar en la medida de lo posible que sean sometidos a más
de una evaluación física, ya que podrá ser revictimizante. ( Caso
V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua párr. 169)

Lineamiento 4.- Respecto de exámenes de integridad sexual, la


Corte, de acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de
Salud, ha establecido que, en este tipo de casos, el peritaje
ginecológico debe realizarse lo más pronto posible. (Caso
Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 256).

Lineamiento 5.- Respecto de exámenes de integridad sexual, la


Corte, de acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de
Salud, ha establecido que, el peritaje ginecológico y anal debe ser
realizado, de considerarse procedente su realización y con el
consentimiento previo e informado de la víctima, durante las
primeras 72 horas a partir del hecho denunciado, con base en un
protocolo específico de atención a las víctimas de violencia sexual.
Esto no obsta a que el peritaje ginecológico se realice con
posterioridad a este período, con el consentimiento de la presunta
víctima, toda vez que evidencias pueden ser encontradas tiempo
después del acto de violencia sexual, particularmente con el
desarrollo de la tecnología en materia de investigación forense.
(Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 256).
Lineamiento 6.- Respecto de exámenes de integridad sexual, la
Corte, ha establecido que los plazos límite establecidos para la
realización de un examen de esta naturaleza deben ser considerados
como guía, más no como política estricta. De esa manera, la
procedencia de un peritaje ginecológico debe ser considerada sobre
la base de un análisis realizado caso por caso, tomando en cuenta el
tiempo transcurrido desde el momento en que se alega que ocurrió
la violencia sexual. (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr.
256).

Lineamiento 7.- Respecto de exámenes de integridad sexual, la


Corte, ha establecido que la procedencia de un peritaje ginecológico
debe ser motivada detalladamente por la autoridad que la solicita y,
en caso de no ser procedente o no contar con el consentimiento
informado de la presunta víctima, el examen debe ser omitido, lo
que en ninguna circunstancia debe servir de excusa para
desacreditar a la presunta víctima y/o impedir una investigación.
(Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú párr. 256) . (Cfr. Caso
V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua párr. 196)

Lineamiento 8.- Desde un enfoque de género e interseccional, debe


considerarse la situación de vulnerabilidad o de desventaja en la que
se encuentra la víctima de violencia en razón a género y también
será esencial considerar la posición dominante o de abuso de poder
en la cual pueda encontrarse en relación a la víctima el presunto
agresor. En este marco, es imortante señalar que la Corte IDH, para
el análisis de actos de violencia sexual, consideró dos criterios
esenciales: La vulnerabilidad de la víctima y el abuso de poder del
agente (Caso Penal Miguel Castro Castro vs. Perú párr. 311)
(Caso J. Vs. Perú párr. 361)

Como director funcional de la investigación, la o el


fiscal especializado, en todos los delitos de violencia en
razón a género que promueve la acción penal, deberá
requerir de oficio, informes o peritajes psicológicos y
sociales que identifiquen desde una perspectiva de
género discriminaciones estructurales, estereotipos
prejuicios de género, que serán elementos indiciarios
para sustentar hechos de violencia. Estos informes serán
elaborados por los equipos multidisciplinarios de los
SLIMs, Defensorías de la Niñez y Adolescencia,
SIJPLU, SEPDAVI y también podrán coordinarse con
la UPAVT.

8.4 La prohibición de aplicación del régimen de prescripción o de amnistía en


delitos de violencia sexual

La Corte IDH, al establecer que la violencia sexual es una forma de tortura, ha


establecido que los Estados no pueden aplicar la figura de la prescripción o la amnistía.

Lineamiento 1.- Por tratarse de una violación grave de derechos


humanos, el Estado debe absternerse de recurri a figuras como la
prescripción (Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala párr. 309). En
este marco, más bien para cumplir sus obligaciones de buena fe deverá
investigar los hechos en el marco de la debida diligencia y será
responsable por dilaciones indebidas.

Lineamiento 2.- Por tratarse de una violación grave de derechos


humanos, el Estado debe abstenerse de recurrir a figuras como la amnistía
en beneficio de los autores. (Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala
párr. 309).

Lineamiento 3.- Por tratarse de una violación grave de derechos


humanos, el Estado debe abstenerse de recurrir a figuras como la
irretroactividad de la ley penal, cosa juzgada, ne bis in idem o cualquier
eximente similar de responsabilidad, para excusarse de sus obligaciones
de investigar, sancionar y reparar el daño. (Caso Veliz Franco y otros vs.
Guatemala párr. 309).

8.5 En violencia sexual, la revictimización en recolección probatoria es


considerada violencia institucional

La Corte IDH, generó el año 2018 un estándar importantísimo que marca un hito
importante de progresividad en el derecho interncional de los derechos humanos, ya que
en el caso V.R.P, VPC y otros vs. Nicaragua, estableció lo siguiente:

Estándar internacional de protección a derechos


La revictimización que sufrió la niña víctima de violencia
sexual en la fase probatoria, ocasionada y tolerada tanto por
el Sistema Judicial de Nicaragua debe ser analizada desde
una doble violencia: por un lado, la violencia sexual por
parte de un agente no estatal; y por el otro, la violencia
institucional durante el proceso judicial, en particular en
razón del exámen médico forense y la reconstrucción de sus
derechos. En este marco, la Corte precisó que la niña y su
familia acudieron al sistema judicial en busca de protección
para obtener la restitución de sus derechos vulnerados, sin
embargo, el Estado no solo no cumplió con la debida
diligencia reforzada y protección especial requerida en el
proceso judicial donde se investigó una situación de
violencia sexual, sino que respondió con una nueva forma
de violencia (Cfr. Caso V.R.P., VPC y otros Vs.
Nicaragua párr. 298)

El caso emblemático citado, además desarrolló estándares esenciales en cuanto a la


prohibición de revictimización de niñas, niños y adolescentes en aras de evitar una
violencia institucional, por lo que deben considerarse los siguientes lineamientos:
Lineamiento 1.- Tomando en cuanto el intéres superior de las
niñas, niños y adolescentes, no solo se debe evitar la
revictimización, sino que, a través de las protecciones especiales y
acompañamiento especializado, se deberán generar las condiciones
adecuadas para que la niña, niño o adolescente pueda partiipar de
forma efectiva en el proceso penal, por lo que la actuación estatal
deberá estar encaminada a la protección reforzada de sus derechos,
a través de la actuación multidisciplinaria y coordinada de las
agencias estatales de prtección y apoyo psicosocial, investigación y
juzgamiento, entre ellas el ministerio público, las autoridades
judiciales, los profesionales de salu, los servidores sociales y
legales, la policía nacional, entre otros. Estos servicios deben actuar
coordinadamente desde que el Estado conozca la violación de sus
derechos y de forama ininterrumpida, hasta que esos servicios dejen
de ser necesarios, a fin de evitar que su participación en el proceso
pena les cause nuevos perjuicios y traumas adicionales,
revictimizándolos (Cfr. Caso V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua
párr. 164)

Lineamiento 2.- Los Estados deben garantizar el derecho de las


víctimas a ser oidas en un entorno que no sea intimidatorio, hostil,
insensible o inadecuado especialmente para niñas, niños y
adolescentes´(Cfr. Caso V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua párr.
166)

Lineamiento 3.- En especial, las niñas, niños y adolescentes


víctimas de violencia sexual, deben ser tratadas con sensibilidad, en
este marco, se les expicará la razón y utilidad de las diligencias a
llevarse a cabo o la naturaleza de los peritajes a los cuales se les
someterá, siempre con base en su edad, grado de madurez y
desarrollo y conforme a su derecho a la información. ´(Cfr. Caso
V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua párr. 166)
CAPÍTULO VII
LA READECUACIÓN
COMPETENCIAL DE ACUERDO A
LA LEY 1173: SUS ALCANCES DESDE
EL ACCESO A LA JUSTICIA Y LA
DEBIDA DILIGENCIA
1. La readecuación competencial en delitos de violencia en razón a género en el
marco de la Ley 1173

Es importante establecer que la Ley 1173 contempló una importante readecuación


competencial por la gravedad de los delitos, en ese orden, en los siguientes cuadros se
identificar los hechos de violencia en razón a género que serán sustanciados por los
tribunales y jueces de sentencia.

1.1 Competencia de los tribunales de sentencia para la sustanciación de delitos


de violencia en razón de género

Delitos de violencia en razón a género que serán conocidos por


los tribunales de sentencia
Feminicidio (Art. 252 CP)
Infanticidio (Art. 258 CP)
Lesiones gravísimas (Art. 270 CP)
Esterilización Forzada (Art. 271 CP)
Trata de personas (Art. 281 bis CP)
Desaparición Forzada de Personas (Art. 292 CP)
Vejaciones y torturas (Art. 295 CP)
Violación (Art. 308 CP)
Violación de Infante, Niña, Niño o Adolescente (Art. 308 bis CP)
Padecimientos sexuales (Art. 312 ter CP)
Rapto (Art. 313 CP)
Proxenetismo (Art. 321 CP)
Tráfico de personas (Art. 321 bis CP)
Violencia sexual comercial (Art. 322 CP)
Pornografía ( Art. 323 bis)

1.2 Competencia de los jueces de sentencia

De acuerdo al art. 3 de la Ley 1173 que modificó el art. 53 del CPP, los jueces de
sentencia tendrán las siguientes competencias:
Delitos de violencia en razón de género que serán conocidos por los
jueces de sentencia
Delitos de acción privada
Delitos de acción pública, salvo los que sean de competencia de los
tribunales de sentencia
Los juicios por delitos da acción pública flagrantes.
En etapa de juicio, la imposición, ratificación o modificación de
medidas de protección especial en favor de la víctima, así como la
imposición de sanciones ante su incumplimiento.
El procedimiento para la reparación del daño, cuando se haya dictado
sentencia condenatoria.
La acción de libertad, cuando sea planteada ante ellos.

1.3 Competencia de los jueces de instrucción

Es importante señalar también anotar que el art. 3 de la Ley 1173 que modificó el
art. 54 del CPP, establece las siguientes competencias para los jueces de instrucción:

Competencia de los jueces de instrucción


El control de la investigación.
La emisión de las resoluciones jurisdiccionales que correspondan
durante la etapa preparatoria y de la aplicación de criterios de
oportunidad
La sustanciación y resolución del proceso abreviado.
La resolución de la aplicación de procedimiento inmediato para delitos
flagrantes
La dirección de la audiencia de preparación de juicio y la resolución
sobre las cuestiones incidentales planteados en esta audiencia
La decisión sobre la suspensión del proceso a prueba
La homologación de la conciliación excepcional cuando sea procedente
Las decisiones sobre cooperación judicial internacional
El conocimiento y resolución de la acción de libertad, si no existieran
jueces de sentencia en el asiento jurisdiccional cuando haya sido
planteada ante ellos.
La determinación, ratificación o modificación de medidas de protección
especial a favor de la víctima
La imposición de sanciones frente al incumplimiento de las medidas de
protección establecidas.

2. La adecuación competencial en el marco de la garantía de prohibición de


discriminación y del deber de establecimiento de procedimientos justos

La Corte IDH, el año 2018 ha desarrollado el estándar más alto de la garantía de


prohibición de discriminación al establecer que es un principio de jus cogens.

Estándar internacional de protección a derechos


La Corte recuerda que en la actual etapa de la evolución del
derecho internacional, elprincipio fundamental de igualdad y
no discriminación ha ingresado en el dominio del jus cogens.
Sobre él descansa el andamiaje jurídico del orden público nacional
e internacional y permea todo el ordenamiento jurídico. Los
Estados deben abstenerse de realizar acciones que de
cualquier manera vayan dirigidas, directa o indirectamente, a
crear situaciones de discriminación de jure o de facto .En este
sentido, mientras la obligación general del artículo 1.1 de la
Convención Americana se refiere al deber del Estado de respetar
y garantizar, “sin discriminación”, los derechos contenidos en
dicho tratado, el artículo 24 protege el derecho a “igual protección
de la ley”. En definitiva, la Corte ha afirmado que si un Estado
discrimina en el respeto o garantía de un derecho convencional,
violaría el artículo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestión. Si, por
el contrario, la discriminación se refiere a una protección desigual
de la ley interna o su aplicación, el hecho debe analizarse a la luz
del artículo 24 de la Convención Americana. Por consiguiente, los
Estados tienen la obligación de no introducir en su ordenamiento
jurídico regulaciones discriminatorias, eliminar las regulaciones
de carácter discriminatorio, combatir las prácticas de este carácter
y establecer normas y otras medidas que reconozcan y aseguren la
efectiva igualdad ante la ley de todas las personas (Cfr. Caso
V.R.P, V.P.C. y otros Vs. Nicaragua) (resaltado ilustrativo)

En base al estándar citado, se tiene que toda la readecuación competencial relaizada


por la Ley 1173, debe evitar toda forma de discriminación en razón de género, máxime
porque este es un principio de jus cogens que debe ser cumplido de buena fe por el Estado
Plurinacional de Bolivia.

Además, es importante señalar que el TCP a través de la SCP 0017/2019-S2, en una


interpretación armónica de la Convención Belem do Pará con la normativa interna, ha
establecido el deber de establecer procedimientos justos y eficaces para la mujer víctima
de violencia tal como lo evidencia la siguiente ficha jurisprudencial.

FICHA JURISPRUDENCIAL (SCP 0017/2019-S2 de 13 de marzo)


Interpretación del TCP.- El TCP en el marco de una interpretación
conforme al bloque de constitucionalidad y concretamente a la luz de la
Convención Belém do Pará y el art. 15 de la Constitución, y de acuerdo
a los estándares del Comité para la Eliminación de las Discriminación
Contra la Mujer CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a
Derechos, desarrolló el principio de protección reforzada a las víctimas,
en virtud del cual, el Estado Plurinacional de Bolivia, tiene la obligación
de establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que
haya sido sometida a violencia, que incluyan entre otros, medidas de
protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a la justicia. (FJ
III.1.2).
Contextualización del caso.- El accionante activa la acción de libertad,
alegando que en el proceso penal que se le sigue por violencia familiar,
se dispuso su detención preventiva y luego de más de seis meses, el
Ministerio Público emitió el requerimiento conclusivo de
sobreseimiento, en virtud del cual solicitó la cesación de la detención
preventiva, sin embargo, la audiencia de cesación a la detención
preventiva fue indebidamente suspendida en más de tres oportunidades.
El TCP, revoca la decisión del juez de garantías y deniega la tutela, ya
que establece la interdependencia de la solicitud de cesación a la
detención preventiva con el sobreseimiento, en es este marco, desde el
principio iura novit curia, estableció que el sobreseimiento fundado en
una supuesta dejadez de la víctima en la etapa de investigación,
incumple las normas internacionales de protección de los derechos de
las mujeres víctimas de violencia y los mandatos de la Ley 348,
especialmente en cuanto a la obligación de debida diligencia, por lo que
en el marco de una flexibilización de la legitimación pasiva, dispuso la
nulidad de la resolución de sobreseimiento aunque las autoridades
fiscales no hayan sido demandadas y a pesar de que la decisión este
pendiente de definición por el Fiscal Departamental, ya que en
denuncias de violencia en razón a género no es aplicable el principio de
subsidiariedad por los riesgos que puede correr la víctima.

3. Estándares internacionales que deben ser aplicados por la jurisdicción


ordinaria para el acceso a la justicia desde la debida diligencia

La readecuación competencial debe cumplir con estándares internacionales de


acceso a la justicia, por lo que debe considerarse los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- El Estado tiene el deber de asegurar el pleno acceso


y la capacidad de actuar de la víctima en todas las etapas del proceso
penal (Rosendo Cantú y otra Vs. México párr. 213).

Lineamiento 2.- El Estado tiene el deber de posibilitar la


participación de la víctima y sus familiares en el proceso (Veliz
Franco y otros vs. Guatemala párr. 251)
Lineamiento 3.- La Corte establece que la ineficacia judicial frente
a casos individuales de violencia contra las mujeres propicia un
ambiente de impunidad que facilita y promueve la repetición de los
hechos de violencia en general y envía un mensaje según el cual la
violencia contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que
favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el
sentimiento y la sensación de inseguridad de las mujeres, así como
una persistente desconfianza de estas en el sistema de administración
de justicia. Dicha ineficacia o indiferencia constituye en sí misma una
discriminación hacia la mujer en el acceso a la justicia. Por ello,
cuando existan indicios o sospechas concretas de violencia de género,
la falta de investigación por parte de las autoridades de los posibles
móviles discriminatorios que tuvo un acto de violencia contra la
mujer, puede constituir en sí misma una forma de discriminación
basada en el género. (Cfr. Caso Veliz Franco Vs. Guatemala párr.
208)

Lineamiento 4.- La Corte establece que el deber de investigar es una


obligación de medio y no de resultado, que debe ser asumida por el
Estado como un deber jurídico propio y no como una simple
formalidad condenada de antemano a ser infructuosa, o como una
mera gestión de intereses particulares, que dependa de la iniciativa
porcesal de las víctimas o de sus familiares o de la aportaión privada
de elementos probatorios. La obligación referidas se mantiene
cualquiera sea el agente al cual peuda eventualmente atribuirse la
violación, aún los particulares, pues, si sus acto no son investigados
con seriedad, resultarían, en cierto modo, auxiliados por el poder
público, lo que comprometería la responsabilidad internacional del
Estado (Cfr. Caso V.R.P, VPC y otros Vs. Nicaragua párr. 151)

Lineamiento 5.- La Debida diligencia exige que el órgano que


investiga lleve a cabo todas aquellas actuaciones y averiguaciones
necesarias para procurar el resultado que se persigue. De otro modo,
la investigación no es efectiva en los términos de la Convención (Cfr.
Caso V.R.P, VPC y otros Vs. Nicaragua párr. 151)

4. El deber de adecuación del Sistema de Justicia para una protección reforzada


a niñas, niños y adolescentes y a toda persona en situación de vulnerabilidad

La Corte IDH, para una protección reforzada por parte del órgano judicial a niñas,
niños y adolescentes y a mujeres, especialmente indígenas, estableció estándares
importantes, por lo que deben considerarse los siguientes lineamientos:

Lineamiento 1.- El Estado tiene el deber de organizar el sistema de


justicia, de forma tal que el actuar de las autoridades conforme a la
debida diligencia implique la adopción de una serie de medidas y el
desarrollo de un proceso adaptado a las niñas, niños y adolescentes
(Cfr. Caso V.R.P, VPC y otros Vs. Nicaragua párr. 158)

Lineamiento 2.- El Estado tiene el deber de la protección especial


derivada del artículo 19 de la Convención lo que implica que la
observancia por parte del Estado de las garantías de debido proceso
se traduce en algunas garantías o componentes diferenciados en el
caso de niñas, niños y adolescentes, que se fundan en el
reconocimiento de que su participación en un proceso no se da en las
mismas condiciones que un adulto . (Cfr. Caso V.R.P, VPC y otros
Vs. Nicaragua párr. 158)

Lineamiento 3.- El sistema de justicia adaptado a las niñas, niños y


adolescentes importará que exista una justicia accesible y apropiada
a cada uno de ellos, que tome en consideración no solo el principio
del interés superior, sino también su derecho a la participación con
base en sus capacidades en constante evolución, conforme a su edad,
grado de madurez y nivel de comprensión, sin discriminación alguna.
(Cfr. Caso V.R.P, VPC y otros Vs. Nicaragua párr. 158)
En el caso de mujeres indígenas, la Corte IDH, estableció el siguiente estándar
importante:

Lineamiento.- El Estado tiene el deber de asegurar el acceso a la


justicia con carácter reforzado en el caso de mujeres indígenas, en
particular, deberá asegurar y proporcionar los medios para que acceda
y participe en todas las diligencias del caso, para lo cual, debe
asegurarle la provisión de intérprete y apoyo desde una perspectiva
de género, en consideración de sus circunstancias de especial
vulnerabilidad penal (Rosendo Cantú y otra Vs. México párr. 213)
(Fernández Ortega vs. México párr. 230)

5. Deber de remoción de obstáculos para el acceso a la justicia desde los


estándares internacionales de protección a derechos

La Corte IDH, ha establecido también los siguientes obstáculos en el proceso


investigativo que deben ser superados por el Estado:

Lineamiento 1.- Constituyen obstáculos a la marcha de un proceso


investigativo, entre otros: los actos de coacción, intimidaciones o
amenazas a testigos, investigadores, o jueces, que tengan como
finalidad entorpecer el proceso, evitar el esclarecimiento de los
hechos o encubrir a los responsables de los mismos. (Caso Mujeres
víctimas de tortura sexual en Ateneco Vs. México párr. 287)

Lineamiento 2.- De acuerdo a la Corte, constituyen también


obstáculos a la marcha de un proceso investigativo, las
irregularidades y dilaciones injustificadas que se originen en la falta
de voluntad y compromiso de las autoridades competentes para
asumir los respectivos procesos penales. (Caso Mujeres víctimas de
tortura sexual en Atenco Vs. México párr. 287)
Lineamiento 3.- También constituyen obstáculos a la marcha de un
proceso investigativo, la falta de acceso de las víctimas, sus
familiares o sus representantes a las investigaciones y procesos; la
alteración, ocultamiento y destrucción de prueba por parte de agentes
del Estado, así como los intentos de soborno y el robo de evidencias;
la falta de colaboración de entidades estatales con las autoridades
encargadas de la investigación, especialmente la negativa de aportar
información amparándose en el secreto del Estado, la intervención de
la jurisdicción militar para conocer hechos que constituyen
violaciones a derechos humanos, y la aplicación de leyes de amnistía
(Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco Vs. México
párr. 287)
LINEAMIENTOS DE ACTUACIÓN
PROCESAL CON PERSPECTIVA
DE GÉNERO PARA EL
MINISTERIO PÚBLICO
LINEAMIENTOS DE ACTUACIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO PARA EL
MINISTERIO PÚBLICO PARA LA PERSECUCIÓN DE LOS DELITOS
PREVISTOS EN LA LEY 243

PRINCIPIOS PROCESALES EN EL MARCO DE LOS ESTÁNDARES INTERNACIONALES E


INTERNOS
OFICIOSIDAD:
La investigación debe iniciarse de oficio, pero además, el Ministerio Público y la autoridad
jurisdiccional tienen en el marco de sus atribuciones el impulso de oficio (Caso Espinoza
Gonzáles Vs. Perú, párr. 266).
INFORMALIDAD Y ACCESIBILIDAD:
- Deben eliminarse los obstáculos normativos o burocráticos tanto en el inicio de la
investigación como en el decurso de todo el proceso penal (Campo Algodonero vs. México
párr. 506).
- No se exigirá el cumplimiento de requisitos formales o materiales que entorpezcan el proceso
de restablecimiento de los derechos vulnerados y la sanción a los responsables (art. 4.11 Ley
348).
- La falta de requisitos formales o materiales en el procedimiento no deberá retrasar,
entorpecer ni impedir la restitución de los derechos vulnerados y la sanción a los
responsables (art. 86.9 Ley 348).
VERDAD MATERIAL-DERECHO A LA VERDAD:
- La investigación y el desarrollo del proceso debe estar encaminado a materializar el derecho
a la verdad desde una perspectiva de género y de acuerdo a los estándares internacionales
vigentes (Campo Algodonero vs. México párr. 506).
- La averiguación de la verdad, la reparación del daño y prevención de la reiteración de los
actos de violencia (art. 45.8 Ley 348).
- Las decisiones administrativas o judiciales que se adopten respecto a casos de violencia contra
las mujeres, debe considerar la verdad de los hechos comprobados, por encima de la
formalidad pura y simple. (art. 86.11 Ley 348).
TRATO DIGNO:
- Los actos procesales deben respetar la dignidad de las víctimas y evitar cualquier forma de
revictimización. Los Estados deben asegurar la debida protección de los derechos de las niñas,
niños y adolescentes en su calidad de sujetos de derecho, tomando en cuenta sus
características propias y la necesidad de propiciar su desarrollo (OC 24/17 párr. 150).
- Las mujeres en situación de violencia reciben un trato prioritario, digno y preferencial, con
respeto, calidad y calidez (art. 4.4. Ley 348).
INTERÉS SUPERIOR DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES:
- Criterio rector en el diseño de las políticas pública y en la elaboración de normativa
concerniente a la infancia, como su aplicación en todos los órdenes relativos a la vida de la niña
o el niño. (OC 24/17 párr. 152).
- Es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad del interés superior de la
niña, niño y adolescente, que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en
recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los
servicios públicos y privados, y el acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y
con asistencia de personal especializado (art. 60 CPE)
DERECHO DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES A SER OÍDOS – AUTONOMÍA PROGRESIVA
DE LA VOLUNTAD:
- El Estado tiene la obligación de respetar plenamente el derecho de la niña o del niño a ser
escuchado en todas las decisiones que afecten su vida. La Corte especificó que el derecho a
ser escuchado de las niñas y niños constituye no solo un derecho en sí mismo, sino que también
debe tenerse en cuanta para interpreta y hacer respetar todos los demás derechos. (OC 24/17
párr. 152).
- Las niñas, niños y adolescentes serán escuchados y tomados en cuenta en los ámbitos de su
vida social y podrán opinar en los asuntos en los que tengan interés (art. 12.e).

PRIMER CONTACTO CON LA VÍCTIMA


Se encuentra a cargo de las instancias de denuncia, promotoras de denuncia, que deberán
brindar una atención prioritaria a la víctima, así como apoyo, protección y una atención
enmarcada en un trato digno, en base al interés superior de la víctima.
Todas las servidoras y servidores públicos deberán prestar una atención integral a las víctimas
directas e indirectas, es decir a sus familiares o personas cercanas que se encuentren afectadas
por la situación de violencia.
La atención integral implica asistencia legal, psicológica, médica, social u otro tipo de asistencia
especializada que requiera la víctima directa y las víctimas indirectas.
Deberá prestarse a la víctima directa y las víctimas indirectas el acompañamiento continuo no
sólo en la etapa de denuncia, sino durante todo el proceso y después del mismo en el marco
de las medidas de rehabilitación que sean asumidas.

ATENCIÓN A LA VÍCTIMA EN ESTADO DE CRISIS


El Ministerio Público, la Policía Bolivia, la entidad promotora de denuncia o cualquier instancia
que tenga el primer contacto con la víctima en estado de crisis, deberá seguir los siguientes
pasos:
1. Realizar la contención emocional para estabilizar a la víctima; contención que tiene un
alcance temporal, porque está destinada a que la víctima pueda relatar los hechos y
realizar la denuncia, y que en ningún caso suplirá las medidas de rehabilitación que
deben adoptarse.
Criterios importantes que deben ser seguidos:
- Asegurar un ambiente que genere confianza a la víctima. No sólo se debe escuchar a
la víctima, sino hacerle sentir que se entiende su situación (empatía).
- Realizar una escucha activa, sin contradecir la versión de la víctima, realizar juicios de
valor, o verter criterios prejuiciosos o estereotipados.
2. Luego de la contención, en el marco de una coordinación interinstitucional, con la
debida diligencia, se remitirá a la víctima a un servicio especializado, si el cas así lo
amerita.
3. Si existe una situación de riesgo que amerite una protección inmediata y urgente, la o
el fiscal, la servidora o servidor policial o cualquier otra autoridad vinculada a la
atención de casos de violencia en razón a género, podrán disponer medidas de
protección urgente de acuerdo a lo establecido en la Ley 1173:
- Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del domicilio conyugal o donde
habite la mujer en situación de violencia, y ordenar que el agresor se someta a una
terapia psicológica en un servicio de rehabilitación. También podrá ordenarse la
restitución de la víctima al domicilio del cual hubiera sido expulsada.
- Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo o de
estudios, domicilio de las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier otro
espacio que frecuente la mujer que se encuentra en situación de violencia.
- Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier integrante de su familia.
- Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción a los testigos de los hechos de
violencia.
- Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad común o de
posesión legítima.
- Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos personales de la mujer y de
sus hijas e hijos dependientes.
- La retención de documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles, mientras
se decide la reparación de daños.
- Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor con la mujer, sin que se
vean afectados los derechos laborales de la mujer.
- Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido frecuente de la víctima.
4. Si la contención fue realizada por la Instancia Promotora de Denuncia, esta instancia
deberá elaborar un informe que relate la intervención efectuada, además deberá
describirse el estado de la víctima y las recomendaciones que sean necesarias. Este
informe deberá ser adjuntado a la denuncia.

ATENCIÓN A VÍCTIMAS LGBTI


El Ministerio Público, la Policía Boliviana y las instancias promotora de denuncia, deben
considerar que las personas LGBTI también tienen una protección reforzada en casos
de violencia en razón a género y se encuentran amparados por la Ley 348, por tanto,
deberán seguir los siguientes lineamientos:
1. Si la víctima así lo requiere se realizará la contención emocional.
2. Para el registro de los hechos se consignarán los datos en el marco de su
derecho a la identidad de género.
3. Si la contención fue realizada por la instancia promotora de denuncia, deberá
elaborar un informe que relate la intervención efectuada, describiendo el
estado de la víctima y las recomendaciones que sean necesarias. Este informe
deberá ser adjuntado a la denuncia.
4. Deben considerarse los Principios sobre la aplicación de la legislación
internacional de derechos humanos con relación a la orientación sexual y la
identidad de género, más conocidos como Principios de Yogyakarta.

ATENCIÓN A VÍCTIMAS QUE SON PERSONAS CON DISCAPACIDAD


El Ministerio Público, la Policía Boliviana y las instancias promotoras de denuncia, deben
considerar que las personas con discapacidad tienen una protección reforzada en casos de
violencia en razón a género y se encuentran amparadas por la Constitución, las normas del
bloque de constitucionalidad y la Ley 233, por tanto, deberán seguir los siguientes
lineamientos:
1. Realizar la contención emocional para estabilizar a la víctima; contención que tiene un
alcance temporal, porque está destinada a que la víctima pueda relatar los hechos y
realizar la denuncia, y que en ningún caso suplirá las medidas de rehabilitación que
deben adoptarse.
2. Solicitar el apoyo de las unidades municipales creadas para la atención de las personas
con discapacidad.
3. Si existe una situación de riesgo que amerite una protección inmediata y urgente, la o
el fiscal, la servidora o servidor policial o cualquier otra autoridad vinculada a la
atención de casos de violencia en razón a género, podrán disponer medidas de
protección urgente de acuerdo a lo establecido en la Ley 1173.
4. Deben considerarse las normas del bloque de constitucionalidad para la protección de
los derechos de las personas con discapacidad.

ATENCIÓN A VÍCTIMAS ADULTAS MAYORES


El primer contacto y la atención a personas adultas mayores, debe considerar la
normativa interna específica para este sector de atención prioritaria y también la
normativa internacional, y se deberán asumir los siguientes criterios:
1. Realizar la contención emocional para estabilizar a la víctima; contención que
tiene un alcance temporal, porque está destinada a que la víctima pueda relatar
los hechos y realizar la denuncia, y que en ningún caso suplirá las medidas de
rehabilitación que deben adoptarse.
2. Si existe una situación de riesgo que amerite una protección inmediata y
urgente, la o el fiscal, la servidora o servidor policial o cualquier otra autoridad
vinculada a la atención de casos de violencia en razón a género, podrán
disponer medidas de protección urgente de acuerdo a lo establecido en la Ley
1173.
3. Deberá coordinarse con los Servicios Municipales del Adulto Mayor y con el
SIJPLU, instancia que de acuerdo al art. 9 del DS 1807 brindará asistencia
reforzada a víctimas de violencia que sean personas adultas mayores.
4. Deben considerarse las normas del bloque de constitucionalidad para la
protección de los derechos de las personas adultas mayores.

PROCEDIMIENTO PARA LA INTERRUPCIÓN LEGAL DEL EMBARAZO EN CASOS DE


VIOLENCIA SEXUAL
1. Tanto las instituciones de denuncia como de promoción de la denuncia están
obligadas a informar a la mujer víctima de violencia sexual, sobre sus derechos,
en especial los vinculados a la atención en salud y sus derechos sexuales y
reproductivos, en especial respecto a la pastilla de anticoncepción de
emergencia, la interrupción legal del embarazo, la anticoncepción post aborto.
Además, deberá asegurarse y respetarse la confidencialidad y privacidad tanto
del proceso informativo como del proceso quirúrgico posterior en el marco de
un trato digno.
2. Únicamente debe exigirse la presentación de la copia de la denuncia por
violencia sexual realizada ante el Ministerio Público, Policía Nacional o
Autoridades de las Naciones y Pueblos indígena originario campesinas.
3. El personal médico deberá solicitar el llenado del Consentimiento Informado,
para este efecto, el médico debe orientar a la víctima y verificar que dicho
consentimiento se realice sin ningún tipo de presión.
4. Si la víctima es una NNA, se convocará a la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia; sin embargo, su ausencia no impedirá que se realice la
interrupción legal del embarazo, en el marco de lo dispuesto por el art. 21 del
CNNA, por cuanto los procedimientos de interrupción legal del embarazo
deben ser cumplidos con la debida diligencia reforzada en el marco los
principios de atención prioritaria e interés superior de la niña o adolescente.
También debe brindarse una atención prioritaria a mujeres con discapacidad
víctimas de violencia sexual.
5. Debe procederse a la interrupción legal del embarazo dentro de las 24 horas
de haberse realizado la solicitud por la paciente. La atención a la víctima debe
ser inmediata y debe brindársele un tratamiento bajo procedimientos de
emergencias.
6. Toda atención de interrupción legal del embarazo debe ser anotada en el
cuaderno de registro de hemorragias de la primera mitad del embarazo
(HPME), AMEU, ILE y métodos anticonceptivos post aborto.
7. El personal médico, posterior al procedimiento, debe tener el cuidado en
recolectar la muestra de restos coriónicos o fetales, con la finalidad que a través
de un requerimiento fiscal sean entregados al IDIF, para la prueba de ADN.
8. El personal médico que practique la interrupción legal del embarazo, debe
tomar medidas de seguridad de las pruebas recolectadas, porque en el marco
de la debida diligencia, deben ser introducidas al proceso penal

MEDIDAS DE PROTECCIÓN GENERALES, PARA VÍCTIMAS DE VIOLENCIA EN RAZÓN DE


GÉNERO PREVISTAS EN LA LEY 348
1. Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del domicilio conyugal o
donde habite la mujer en situación de violencia, independientemente de la
acreditación de propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que el agresor se
someta a una terapia psicológica en un servicio de rehabilitación.
2. Prohibir al agresor enajenar, hipotecar, prendar, disponer o cambiar la titularidad
del derecho propietario de bienes muebles o inmuebles comunes.
3. Disponer la asistencia familiar a favor de hijas, hijos y la mujer.
4. Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo o
de estudios, domicilio de las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier otro
espacio que frecuente la mujer que se encuentra en situación de violencia.
5. Restituir a la mujer al domicilio del cual hubiera sido alejada con violencia, cuando
ella lo, solicite, con las garantías suficientes para proteger su vida e integridad.
6. Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar por cualquier medio o a
través de terceras personas, a la mujer que se encuentra en situación de violencia,
así como a cualquier integrante de su familia.
7. Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción a los testigos de los
hechos de violencia.
8. Suspender temporalmente al agresor del régimen de visitas y convivencia con sus
hijas e hijos.
9. Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad común o
de posesión legítima.
10. Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos personales de la mujer
y de sus hijas e hijos o dependientes.
11. Retener los documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles, mientras
se decide la reparación del daño.
12. Disponer la tolerancia o reducción del horario de trabajo dé la mujer que se
encuentra en situación de violencia, sin que se vean afectados sus derechos laborales
y salariales.
13. Ordenarla anotación preventiva de los bienes sujetos a registro del agresor, así
como el congelamiento de cuentas bancarias para garantizar las obligaciones de
asistencia familiar.
14. Velar por el derecho sucesorio de las mujeres.
15. Disponer la remoción del agresor de acoso sexual en el medio laboral.
16. Disponer medidas para evitar la discriminación en la selección, calificación,
permanencia y ascenso en su fuente laboral.
17. Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor con la mujer, sin
que se vean afectados los derechos laborales de la mujer.
18. Disponer cualquier medida cautelar de protección a las mujeres que se
encuentran en situación de violencia señalada en el Código de Procedimiento Penal
y el Código de Procedimiento Civil.
19. Todas las que garanticen la integridad de las mujeres que se encuentran en
situación de violencia.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN PARA VÍCTIMAS DE VIOLENCIA EN RAZÓN DE GÉNERO PREVISTAS


EN LA LEY 1173
1. Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del domicilio conyugal o
donde habite la mujer en situación de violencia, independientemente de la
acreditación de propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que el agresor se
someta a una terapia psicológica.
2. Prohibir al agresor enajenar, hipotecar, prendar, disponer o cambiar la titularidad
del derecho propietario de bienes muebles o inmuebles comunes.
3. Disponer la asistencia familiar a favor de hijas, hijos y la mujer.
4. Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo o
estudios, domicilio de las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier otro
espacio que frecuente la mujer que se encuentra en situación de violencia.
5. Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar por cualquier medio o a
través de terceras personas, a la mujer que se encuentra en situación de violencia,
así como a cualquier integrante de su familia.
6. Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción a los testigos de los
hechos de violencia.
7. Suspender temporalmente al agresor del régimen de visitas y convivencia con sus
hijas e hijos.
8. Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad común o
de posesión legítima.
9. Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos personales de la mujer y
de sus hijas e hijos o dependientes.
10. La retención de documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles,
mientras se decide la reparación del daño.
11. Ordenar la anotación preventiva de los bienes sujetos a registro del agresor, así
como el congelamiento de cuentas bancarias para garantizar la obligaciones de
asistencia familiar.
12. Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor con la mujer, sin
que se vean afectados los derechos laborales de la mujer.
13. Prohibición de interferir, de cualquier forma, en el ejercicio de la guarda, crianza
y educación de los hijos.
14. Prohibición de transitar por los lugares de recorrido frecuente de la víctima.
15. Someterse a programas de tratamientos reflexivos, educativos o psicológicos
tendientes a la modificación de conductas violentas y delictuales.

LINEAMIENTOS ESENCIALES PARA LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN DE ACUERDO A LA


LEY 1173
Desde el inicio del control jurisdiccional de la causa, las medidas de protección podrán
ser asumidas por la jueza o juez de instrucción de oficio o a instancia de partes. En
etapa de juicio oral también podrán ser aplicadas de oficio o a instancia de partes por
los jueces o tribunales de sentencia, dependiendo la competencia en razón al delito.
También podrán ser asumidas por las o los vocales de los Tribunales Departamentales
de Justicia en apelación y por el Tribunal Supremo de Justicia en casación.
Con carácter de urgencia, las o los fiscales y las o los servidores policiales, o cualquier
otra autoridad prevista para la atención a mujeres en situación de violencia, entre ellas
las entidades promotoras de denuncia, podrán asumir las siguientes medidas de
protección de carácter urgente cuando se trate de MUJERES U OTRAS PERSONAS EN
SITUACIÓN DE VIOLENCIA EN RAZÓN A GÉNERO:
- Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del domicilio conyugal o
donde habite la mujer en situación de violencia, independientemente de la
acreditación de propiedad o posesión del inmueble, y ordenar que el agresor
se someta a una terapia psicológica en un servicio de rehabilitación. También
podrá ordenarse la restitución de la víctima al domicilio del cual hubiera sido
expulsada por la violencia o que por esta razón hubiera tenido que abandonar.
- Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo
o de estudios, domicilio de las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier
otro espacio que frecuente la mujer que se encuentra en situación de violencia.
- Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar por cualquier medio o a
través de terceras personas, a la mujer que se encuentra en situación de
violencia, así como a cualquier integrante de su familia.
- Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción a los testigos de los
hechos de violencia.
- Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad común
o de posesión legítima.
- Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos personales de la mujer
y de sus hijas e hijos dependientes.
- La retención de documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles,
mientras se decide la reparación de daños.
- Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor con la mujer, sin
que se vean afectados los derechos laborales de la mujer.
- Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido frecuente de la víctima.
En el marco de la garantía de reserva judicial, existen medidas de protección de
exclusiva competencia de la autoridad judicial, las cuales deben ser aplicadas de oficio
o a petición de la o el fiscal y de la víctima.
Son medidas de protección de exclusiva competencia de la autoridad judicial PARA
MUJERES Y CUALQUIER PERSONA EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD, de acuerdo a la
Ley 1173:
ü La prohibición al agresor de enajenar, hipotecar, prendar, disponer o cambiar
la titularidad del derecho propietario de bienes muebles o inmuebles comunes.
ü La fijación de asistencia familiar a favor de hijas, hijos y la mujer.
ü La suspensión temporal al agresor del régimen de visitas y convivencia con sus
hijas e hijos.
ü La orden de anotación preventiva de los bienes sujetos a registro del agresor,
así como el congelamiento de cuentas bancarias para garantizar las
obligaciones de asistencia familiar.
ü La prohibición de interferir, de cualquier forma, en el ejercicio de la guarda,
crianza y educación de los hijos.
ü El sometimiento a programas de tratamiento reflexivos, educativos o
psicológicos tendientes a la modificación de conductas violentas y delictuales.
Si las entidades promotoras de denuncia y la o el fiscal que conoce el caso, no hubieran
asumido una medida de protección, la jueza o juez de instrucción, de oficio o a petición
de la víctima, podrá disponer cualquiera de las medidas de protección, incluidas las
denominadas de urgencia.
Si la medida de urgencia fue asumida por la o el fiscal, la autoridad policial o la entidad
promotora de denuncia, en un plazo de 24 horas se debe comunicar a la jueza o juez
de instrucción para el control de legalidad, para efectos de ratificación, modificación o
supresión por parte de la autoridad judicial.
Una vez conocida la aplicación de una medida de protección, el juez o la jueza de
instrucción decidirá sobre la ratificación, modificación o supresión de esta medida,
para este efecto, podrá señalar día y hora de audiencia siguiendo el procedimiento
para la aplicación de medidas cautelares, o podrá resolver sin audiencia, en cuyo caso
deberá pronunciar la resolución dentro de las setenta y dos horas siguientes a la
comunicación.
Si la o el fiscal solicitan la aplicación de una medida de protección de competencia
exclusiva de la autoridad judicial, ésta podrá señalar día y hora de audiencia siguiendo
el procedimiento de medidas cautelares, o las resolverá directamente en un plazo que
no exceda las setenta y dos horas desde la petición.
Las medidas de protección durarán en tanto subsistan los motivos que fundaron su
aplicación y pueden ser aplicadas en cualquier etapa del proceso penal.
Las entidades promotoras de denuncia, en el marco de las competencias de sus
equipos multidisciplinarios, deberán realizar un seguimiento constante para verificar
el cumplimiento de las medidas de protección. La o el fiscal de materia también
realizará la supervisión de estas medidas, para lo cual podrá requerir informes a las
entidades promotoras de denuncia.
En caso de incumplimiento de las medidas de protección especial, impuestas por la
jueza o el juez, de oficio o a solicitud del fiscal, la víctima, representante legal,
querellante o la instancia de defensa de los derechos de la niñez y adolescencia o de
las mujeres, en audiencia, la autoridad jurisdiccional dispondrá detención preventiva
del infractor de un mínimo de tres a un máximo de seis días, según la gravedad.
Es importante señalar que las autoridades indígena originaria campesinas también
podrán establecer medidas de protección en el marco de lo establecido por la
Recomendación General 33, es decir cuando la mujer previa información haya optado
por la jurisdicción indígena originaria campesina. Pero además, en los casos en los
cuales haya optado por la jurisdicción ordinaria, las autoridades de la jurisdicción
indígena originaria campesina podrán también adoptar medidas de protección
urgente, las cuales en 24 horas deberán ser puestas a conocimiento de la autoridad
jurisdiccional.
En una interpretación extensiva de las medidas de protección, debe establecerse que
también pueden ser aplicadas para proteger a la familia, especialmente de la víctima,
en casos de feminicidio, como la prohibición al imputado de comunicarse, intimidar o
acercarse por cualquier medio o mediante terceras personas a la familia de la víctima
y a los hijos de la víctima.
Las medidas de protección descritas en la Ley 1173 deben ser interpretadas en un
sentido extensivo, ya que no sólo son aplicables a mujeres en situación de violencia,
niñas, niños o adolescentes, sino también a cualquier persona que sufra violencia en
razón a género, entre ellas, personas LGBTI.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN EN ACOSO Y VIOLENCIA POLÍTICA EN


RAZÓN DE GÉNERO
Para casos de acoso y violencia política en razón de género, es posible la aplicación,
en lo pertinente, de las medidas de protección previstas tanto en la Ley 348 como en
la Ley 1173
El DS 2935, que Reglamenta la Ley 243, establece las siguientes medidas de protección
exclusivas para la violencia política:
a) Dejar sin efecto las actividades y tareas impuestas ajenas a las funciones y
atribuciones del cargo que desem-peña la víctima;
b) Proporcionar información correcta y precisa a la afectada a fin qué ejerza
adecuadamente sus funciones político - públicas
c) Garantizar la participación en las sesiones ordinarias, extraordinarias o cualquier otra
actividad de toma de decisión;
d) Levantar todas las medidas que restrinjan o limiten el ejercicio de derechos políticos
de la mujer en situación de acoso o violencia política;
e) Exigir el cese de intimidación o presión a la mujer en situación de acoso o violencia
política;
f) Otras necesarias para prevenir actos de acoso o violencia política, de acuerdo a
normativa vigente.
Las instancias representativas de autoridades electas podrán solicitar las medidas de
protección que consideren necesarias, en favor de la afectada, e inclusive, se podrá
solicitar el auxilio de la fuera pública para la ejecución de las medidas de protección

CRITERIOS PARA LA VALORACIÓN DE RIESGOS EN LOS CASOS DE ACOSO Y VIOLENCIA


POLITICA
Deberá considerarse la situación de vulnerabilidad o de desventaja en la que se encuentren la
víctima o denunciante respecto al imputado; así como las características del delito, cuya
autoría se atribuye al mismo; y, la conducta exteriorizada por éste contra las víctimas, antes y
con posterioridad a la comisión del delito, para determinar si dicha conducta puso y pone en
evidente riesgo de vulneración, los derechos tanto de la víctima como del denunciante (SCP
0394/2018-S2)
Deberá analizarse si existen los actos de acoso y/o violencia política establecidos en el art. 8 de
la Ley 243, es decir:
a) Impongan por estereotipos de género, la realización de actividades y tareas ajenas a las
funciones y atribuciones de su cargo.
b) Asignen responsabilidades que tengan como resultado la limitación del ejercicio de la
función político - pública.
c) Proporcionen a las mujeres candidatas o autoridades electas o designadas información falsa,
errada o imprecisa que induzca al inadecuado ejercicio de sus funciones político - públicas.
d) Eviten por cualquier medio que las mujeres electas, titulares o suplentes, o designadas
asistan a las sesiones ordinarias o extraordinarias o a cualquier otra actividad que implique la
toma de decisiones, impidiendo o suprimiendo el derecho a voz y voto en igualdad de
condición que los hombres.
e) Proporcionen al Órgano Electoral Plurinacional, datos falsos o información incompleta de la
identidad o sexo de la persona candidata.
f) Impidan o restrinjan su reincorporación al cargo cuando hagan uso de una licencia justificada.
g) Restrinjan el uso de la palabra, en las sesiones u otras reuniones y su participación en
comisiones, comités y otras instancias inherentes a su cargo, conforme a reglamentación
establecida.
h) Restrinjan o impidan el cumplimiento de los derechos políticos de las mujeres que ejercen
función político - pública o que provengan de una elección con procedimientos, propios de las
Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos y Afrobolivianos.
i) Restrinjan o impidan el uso de las acciones constitucionales y legales para proteger sus
derechos frente a los actos o eviten el cumplimiento de las Resoluciones correspondientes.
j) Impongan sanciones injustificadas, impidiendo o/restringiendo el ejercicio de sus derechos
políticos.
k) Apliquen sanciones pecuniarias, descuentos arbitrarios e ilegales y/o retención de salarios.
l) Discriminen por razones de sexo, color, edad, orientación sexual, cultura, origen, idioma,
credo religioso, ideología, afiliación política o filosófica, estado civil, condición económica,
social o de salud, profesión, ocupación u oficio, grado de instrucción, condición de
discapacidad, procedencia, apariencia física, vestimenta, apellido u otras que tengan por
objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce u ejercicio en condiciones
de igualdad de derechos humanos y libertades fundamentales reconocidas por Ley.
m) Discriminen a la autoridad electa designada o en el ejercicio de la función político - pública,
por encontrarse en estado de embarazo, parto o puerperio, impidiendo o negando el ejercicio
de su mandato o el goce de sus derechos sociales reconocidos por Ley o los que le
correspondan.
n) Divulguen o revelen información personal y privada, de las mujeres candidatas, electas,
designadas o en el ejercicio de funciones político -públicas, con el objetivo de menoscabar su
dignidad como seres humanos y utilizar la misma para obtener contra su voluntad la renuncia
y/o licencia al cargo que ejercen o postulan.
o) Divulguen información falsa relativa a las funciones político - públicas, con el objetivo de
desprestigiar su gestión y obtener contra su voluntad la renuncia y/o licencia al cargo que
ejercen o postulan.
p) Presionen o induzcan a las autoridades electas o designadas a presentar renuncia al cargo.
q) Obliguen mediante la fuerza o intimidación a las autoridades electas o designadas en el
ejercicio de sus funciones político - públicas, suscribir todo tipo de documentos y/o avalar
decisiones contrarias a su voluntad, al interés público o general.

LA INVESTIGACIÓN, SANCIÓN Y REPARACIÓN DE DAÑOS A LA LUZ DEL DEBER DE LA


DEBIDA DILIGENCIA
INVESTIGACIÓN PRELIMINAR Y ACTOS PRELIMINARES DE LA INVESTIGACIÓN:
ESTÁNDARES INTERNACIONALES
De acuerdo a la debida diligencia, las investigaciones deben realizarse de manera inmediata y
en el marco de criterios y actuaciones que aseguren la eficacia de las pruebas y su preservación;
además, deben ser realizadas en plazos razonables en consideración a la situación de
vulnerabilidad de toda persona sometida a violencia en razón a género. Debe también evitarse
la revictimización y debe brindarse a la víctima una protección reforzada.
La garantía de prohibición de revictimización, obliga al Ministerio Público a asegurar que la
víctima no esté en contacto con el agresor por ninguna razón, en este marco, está prohibido el
careo u otro acto que implique el contacto entre ambos.
La investigación deberá incluir una perspectiva de género, emprender líneas de investigación
específicas respecto a la posible violencia sexual, y además debe posibilitar a los familiares de
la víctima información sobre los avances en la investigación, de conformidad con la legislación
interna y, en su caso, la participación adecuada en el proceso penal. Asimismo, la investigación
debe realizarse por funcionarios capacitados en casos similares y en atención a víctimas de
discriminación y violencia por razón de género. Por último, deberá asegurarse que las personas
encargadas de la investigación y del proceso penal, así como, de ser el caso, otras personas
involucradas, como testigos, peritos, o familiares de la víctima, cuenten con las debidas
garantías de seguridad. (Caso Velásquez Paíz Vs. Guatemala párr. 229)
El Estado tiene el deber de investigar de forma inmediata el lugar de los hechos (Espinoza
Gonzáles Vs. Perú párr. 242)
El Estado tiene el deber de iniciar de oficio y de inmediato una investigación imparcial,
independiente y minuciosa que permita determinar la naturaleza y el origen de las lesiones
advertidas, identificar a los responsables e iniciar su procesamiento, aun cuando los actos de
tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes no hayan sido denunciados ante las
autoridades competentes por la propia víctima (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú, párr. 266).
El Estado tiene el deber de adoptar medidas adecuadas para proteger, examinar o conservar
el lugar del delito (Veliz Franco y otros Vs. Guatemala, párr. 89)
El Estado debe cumplir con el deber de debida diligencia en las primeras fases de investigación,
ya que estas son cruciales para la investigación eficaz, porque las fallas que se puedan producir
en diligencias tales como las autopsias y en la recolección y conservación de evidencias físicas
pueden llegar a impedir u obstaculizar la prueba de aspectos relevantes, como por ejemplo, la
violencia sexual (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala párr. 148)
La o el fiscal especializado dará a conocer al juez de instrucción el inicio de las investigaciones
y someterá a control jurisdiccional las medidas de protección especial de carácter urgente que
haya asumido.

REQUERIMIENTO DE INICIO DE DILIGENCIA PRELIMINARES PARA LA INVESTIGACIÓN


A la luz de la debida diligencia, en el marco de los actos preliminares de investigación
la o el fiscal deberá emitir el requerimiento de inicio de diligencias preliminares y
además, deberá requerir la designación de un investigador o investigadora.
La o el fiscal especializado, deberá realizar una planificación estratégica del caso, que
incluya el plan de trabajo y el dibujo de ejecución o control estratégico del caso que
incluya una perspectiva de género.
El plan de caso debe identificar con claridad los hechos investigados, la adecuación a
los tipos penales reglados, la proposición fáctica por cada elemento del o los tipos
penales, las proposiciones probatorias identificadas, contextualizadas y descritas de
manera relacional con las proposiciones fácticas; la identificación de los elementos
colectados; la identificación de los elementos por colectar; el cronograma de actos
investigativos; y el análisis de riesgos para efectos de determinar la aplicación de
medidas de protección o de seguridad.
Se debe cumplir con el mandato contenido en la SCP 0017/2019-S2 que, en el marco
de los estándares internacionales e internos, establece que “el Estado tiene la
obligación de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la
violencia contra la mujer; debida diligencia que, en la labor de investigación, se traduce
en la investigación de oficio de los hechos de violencia hacia las mujeres, la celeridad
en su actuación, la protección inmediata a la misma, la prohibición de revictimización
y que la carga de la prueba corresponde al Ministerio Público y no a la víctima
El plan del caso deberá cumplir con los estándares internacionales de protección que
se resumen en los siguientes criterios esenciales que desde un enfoque de género
deben ser considerados:
1. Deberá considerarse la situación de vulnerabilidad o de desventaja en la que
se encuentren la víctima o denunciante de violencia en razón a género (SCP
394/2018- S2).
2. De manera específica, tratándose del delito de trata de personas, deberá
considerarse la especial situación de vulnerabilidad de las víctimas que
sufrieron engaño, fraude, violencia, amenaza, intimidación, coerción, abuso
de autoridad, o en general, ejercicio de poder sobre ellas (SCP 394/2018- S2).
3. Debe asumir líneas de investigación específicas respecto a la violencia sexual,
en este marco, cuando los hechos se refieren a la muerte violenta de una
persona, la investigación iniciada debe ser conducida de tal forma que pudiese
garantizar el debido análisis de las hipótesis de autoría surgidas a raíz de la
misma (Veliz Franco y otros vs. Guatemala párr. 251).
En el marco del plan de trabajo diseñado, el requerimiento deberá brindar las
directrices investigativas para que la o el investigador realice los actos investigativos,
tal como prescribe el art. 295 del CPP. En este requerimiento, se deberá instruir de
manera textual a los investigadores asignados al caso que eviten cualquier acto que
implique revictimización, como los siguientes:
ü La realización de más de una entrevista a la víctima.
ü Dilaciones indebidas
ü Omisión de priorización de atención
ü Burocracia y formalismos innecesarios
ü Realizar más de una declaración
ü Tomar fotografías innecesarias o impertinentes a la víctima
ü Brindar un trato contrario a su dignidad
ü Descalificar o restar crédito a la víctima
ü Minimizar los hechos
ü Cuestionar el relato de la víctima
ü Realizar comentarios prejuiciosos o estereotipados
ü Omitir la prestación de atención y escucha contínua
ü Cuestionar o exponer su vida íntima o sexual
ü Omitir brindar información integral
ü Omitir asumir medidas que eviten el encuentro de la presunta víctima con el
agresor
ü Exigir a la víctima la carga de la prueba
ü Vulnerar la confidencialidad
ü Exponer a la víctima a un ambiente que no cuente con privacidad
ü Omitir un trato amable y respetuoso que genere un ambiente de confianza para
la víctima
Las conductas consideradas revictimizantes, están prohibidas tanto para los
investigadores asignados al caso, cuanto para las o los fiscales, tal como lo establece el
art. 297 del CPP.

INFORME DE INVESTIGACIÓN PRELIMINAR


En el marco de lo establecido por el art. 94 de la Ley 348, la o el investigador debe
remitir el informe preliminar de la investigación en el plazo de 8 días computables
desde la recepción del referido requerimiento; asimismo, deberá adjuntar los
elementos probatorios recolectados. De acuerdo al Art. 1 de la Ley 007 que modificó
el CPP, la investigación preliminar debe ser realizada en un plazo de 20 días, sin
embargo, se aplica la norma especial prevista en la Ley 348, que establece un plazo
máximo de ocho horas para la investigación preliminar.
El informe debe contener los requisitos establecidos en el art. 298 del Código de
Procedimiento Penal, y cumplir con el formato de informe contenido en la Guía
Práctica para la realización de Entrevistas y Elaboración de Informes Policiales en casos
de Violencia contra las Mujeres. El informe debe contener los siguientes requisitos
mínimos (art. 298 del CPP):
ü Lugar, fecha y hora del hecho, y de la aprehensión.
ü La identificación del denunciante y su domicilio.
ü El nombre y domicilio de la víctima;
ü La identificación o descripción del imputado, su domicilio y el nombre del
defensor si ya lo ha nombrado o propuesto.
ü El objeto de la investigación o la denuncia, los nombres de los testigos y
cualquier otro dato que pueda facilitar la investigación posterior.
ü El número de orden en el libro de registro policial; y,
ü La identificación del funcionario policial a cargo de la investigación y la
dependencia a la que pertenece.
El informe debe contener, con precisión y claridad, los actos investigativos realizados,
el detalle del registro del lugar de los hechos, el inventario de los bienes secuestrados
o entregados con especificación del lugar de depósito de los objetos y forma de
conservación. Asimismo, se deberá identificar y explicar las medidas de protección
aplicadas al caso para resguardar la cadena de custodia y los elementos indiciarios
recolectados.
Al informe se deben adjuntar los informes elaborados por el equipo multidisciplinario
de las entidades promotoras de denuncia. Además, se adjuntará todos los documentos
recolectados.
Deben especificarse las sugerencias sobre la existencia de algún tipo de violencia
tipificado en la Ley 348.

CONCLUSIÓN DE LA ETAPA PRELIMINAR


La etapa preliminar concluirá con las actuaciones descritas en el art. 301 del CPP: así,
la o el fiscal especializado podrá: 1. Emitir requerimiento fiscal de complementación
de diligencias; 2. Formular imputación formal; 3. Rechazar la denuncia; 4. Aplicar
salidas alternativas cuando corresponda.
La instancia promotora de denuncia, o la organización de la sociedad civil que brinde
el patrocinio legal a la víctima, deberá explicar de forma clara los alcances del
requerimiento y las acciones posibles en caso de no estar de acuerdo con el rechazo o
la aplicación de una salida alternativa. Este deber también recae en la o el fiscal
especializado.
La o el fiscal especializado deberá informar al Juez Cautelar el requerimiento conclusivo
en el plazo de veinticuatro horas.
Las y los fiscales de materia deben remitir una copia de las resoluciones de rechazo y
los requerimientos conclusivos a la o el Fiscal Departamental, en investigaciones de
oficio, y presentar ante el Sistema Integral Plurinacional de Prevención, Atención,
Sanción y Erradicación de la Violencia en razón de Género - SIPPASE, sus informes
semestrales, con detalle de todas las causas atendidas, desagregadas al menos por
sexo, edad y tipo de delito.
Si el Fiscal ordena la complementación de las diligencias policiales, las actuaciones
deben ser realizadas a la luz de la debida diligencia, por tanto, el requerimiento inicial
y el plan de trabajo descritos precedentemente, serán esenciales para que no se
realicen solicitudes de complementación por deficiencias en la dirección funcional del
proceso. Esta atribución deberá ser ejercida en casos estrictamente necesarios en los
cuales no se haya podido prever situaciones que deben ser contempladas en el
requerimiento inicial de investigación; es decir la complementación de diligencias,
debe ser excepcional y estrictamente necesaria.
El Estado debe conducir eficazmente la investigación penal para determinar las
correspondientes responsabilidades penales y aplicar efectivamente las sanciones y
consecuencias que la ley prevea. Esta obligación debe ser cumplida en un plazo
razonable, considerando los criterios señalados sobre investigaciones en este tipo de
casos. (Caso Rosendo Cantú y otra vs. México párr. 148)
El informe complementario debe cumplir con los lineamientos establecidos para el
informe de investigación preliminar, con el advertido que la complementación
requerida, no debe afectar la garantía de no revictimización.
SI LA O EL FISCAL REQUIERE POR LA IMPUTACIÓN FORMAL:
- Las o los fiscales especializados podrán solicitar la detención preventiva del
agresor, debiendo establecerse, en el requerimiento de imputación formal, el
plazo de duración de dicha medida cautelar.
- En la imputación también deben especificarse los actos investigativos que se
desarrollarán, y el plazo razonable que se requerirá para las investigaciones.
- Para la solicitud de detención preventiva, será esencial que las o los fiscales, en
delitos de violencia en razón de género, consideren el art. 86.13 de la Ley 348,
que establece que corresponde privilegiar “la protección y seguridad de la
mujer durante la investigación, hasta la realización de la acusación formal”; así
como el estándar jurisprudencial contenido en la SCP 0394/2018-S2, en el que
se señala que se debe considerar “la situación de vulnerabilidad o de desventaja
en la que se encuentren la víctima o denunciante respecto al imputado; así
como las características del delito, cuya autoría se atribuye al mismo; y, la
conducta exteriorizada por éste contra las víctimas, antes y con posterioridad a
la comisión del delito, para determinar si dicha conducta puso y pone en
evidente riesgo de vulneración, los derechos tanto de la víctima como del
denunciante”
SI LA O EL FISCAL RECHAZA LA DENUNCIA:
- El rechazo de la denuncia en violencia en razón a género, por su naturaleza y
por las obligaciones reforzadas de respeto y garantía a derechos de las víctimas,
debe respetar estándares internacionales e internos vigentes:
1. Cuando existan indicios o sospechas concretas de violencia de género, la
falta de investigación por parte de las autoridades de los posibles móviles
discriminatorios que tuvo un acto de violencia contra la mujer, puede
constituir en sí misma una forma de discriminación basada en el género
(Caso Véliz Franco vs Guatemala)
2. En el marco de la inversión de la carga de la prueba y la protección reforzada
a las víctimas de violencia en razón a género, no se podrá fundamentar un
rechazo en el abandono de la víctima ni en la omisión de presentación de
pruebas.
3. En casos de violencia sexual, no se puede esperar la existencia de pruebas
gráficas o documentales y, por ello, la declaración de la víctima constituye
una prueba fundamental sobre el hecho (Caso Fernández Ortega y otros Vs.
México).
4. La falta de investigación de una denuncia de violación sexual, implica un
incumplimiento del deber de garantizar la integridad personal así como la
protección a la vida sexual (Caso Gudiel Álvarez y otros, Diario Militar Vs.
Guatemala)
5. Corresponde la aplicación del precedente contenido en la SCP 17/2019-S2,
en el que el TCP estableció el deber de investigación de oficio de todo
proceso judicial o administrativo vinculado a violencia de género, señalando
que aún cuando la víctima desista o abandone la investigación, el Ministerio
Público debe seguirla de oficio; por ello, no es sostenible rechazar
denuncias por falta de colaboración de la víctima, o porque ésta, una vez
efectuada la denuncia, no volvió a oficinas de la Fuerza Especial de Lucha
contra la Violencia FELCV o del Ministerio Público; pues, dichas
afirmaciones vulneran no solo la norma expresa contenida en el art. 59 de
la Ley 348, sino también, el principio de la debida diligencia; la obligación
internacional del Estado de investigar, sancionar y reparar los hechos de
violencia hacia las mujeres; y, el derecho de las mujeres a una vida libre de
violencia. (FJ III.1.3)
- De acuerdo al art. 12 de la Ley 1173, que modifica el art. 305 del CPP, el
Ministerio Público notificará la resolución de rechazo a las partes y a los
abogados dentro del plazo de 24 horas, a través de los buzones de
notificaciones de ciudadanía digital.
- Las partes podrán objetar la resolución de rechazo dentro del plazo de cinco
días siguientes a su notificación ante el fiscal que la dictó.
- En casos de violencia en razón a género, considerando que las normas
contenidas en las Leyes 348 y 1173, así como las disposiciones del Código Niña,
Niño y Adolescente, son de aplicación especial y preferente, las instancias
promotoras de denuncia deberán formular la objeción a la resolución de
rechazo en defensa de los derechos de la víctima.
- Sin perjuicio de la impugnación, de acuerdo al art. 61.10 de la Ley 348, las o los
fiscales especializados que rechacen la denuncia de violencia en razón a
género, deberán remitir de oficio una copia de la resolución a la o el Fiscal
Departamental. También deberán consignar los rechazos en los datos que
semestralmente deben remitir al Sistema Integral Plurinacional de Prevención,
Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia en razón de Género (SIPASSE).
- En caso de ser confirmada la resolución por el Fiscal Departamental, las
instancias promotoras podrán activar la acción de amparo constitucional o la
acción de libertad.
SI LA O EL FISCAL RECHAZA DISPONE LA APLICACIÓN DE SALIDAS ALTERNATIVAS:

1. SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO:


- No corresponde la aplicación de la suspensión condicional del proceso en los casos
de violencia en razón de género, salvo en los casos en los que, de acuerdo a la Ley 348,
es posible la conciliación, es decir, cuando concurran los siguientes requisitos: 1. No se
encuentre comprometida la vida e integridad sexual de la víctima, 2. La salida
alternativa sea solicitada por la víctima, 3. No se trate de violencia reiterada hacia la
mujer.
- No procede la suspensión condicional del proceso en casos de violencia política, pues
en ellos, de acuerdo a la norma especial (art. 23 de la Ley 243), está prohibida la
conciliación.
- La suspensión condicional del proceso no es procedente en delitos contra la libertad
sexual, cuyas víctimas sean niñas, niños o adolescentes, o cuando el delito tenga un
máximo legal que supere los seis años de privación de libertad.
- La aplicación de la suspensión condicional del proceso a los casos de violencia en
razón de género, incumple con los estándares internacionales de derechos humanos y
la obligación del Estado de sancionar la violencia, por lo que su aplicación debe
limitarse a los casos en los que, de acuerdo a la Ley 348, es posible la conciliación.
- Cuando proceda la suspensión condicional del proceso, el art. 23 del CPP, modificado
por la Ley 1173, establece que, con carácter previo, la jueza o el juez verificará que el
imputado haya cumplido satisfactoriamente las medidas de protección en favor de la
víctima.
- Cuando se dispone la aplicación de la suspensión condicional del proceso, la autoridad
judicial debe fijar el periodo de prueba, estableciendo las condiciones y reglas que
deben ser cumplidas por el imputado y que tendrán que estar encaminadas a dar
protección a la víctima de violencia. En ese sentido, se podrá disponer alguna de las
contempladas en el art. 24 del CPP, modificado por la Ley 1173, u otras reglas que
considere pertinente la autoridad judicial.

2. CONCILIACIÓN:
- La conciliación en los delitos de acoso y violencia política, se encuentra prohibida por
el art. 23 de la Ley 243.
- La conciliación está prohibida en cualquier hecho de violencia contra las mujeres, que
comprometa su vida e integridad sexual. Ninguna institución receptora de denuncias
ni su personal, podrá promover la conciliación ni suscripción de ningún tipo de acuerdo
entre la mujer y su agresor, bajo responsabilidad.
- La prohibición de conciliación también se aplica en el ámbito de la jurisdicción
indígena originaria campesina.
- En violencia contra niñas, niños y adolescentes, en el marco de la protección
reforzada que merecen, está prohibida la conciliación.
- Tampoco procede la conciliación en relación a personas con discapacidad o personas
adultas mayores.
- La conciliación procede excepcionalmente, siempre que no se encuentre
comprometida su vida e integridad sexual, sea promovida por la víctima, se trate de
una primera vez, y no exista reincidencia.
- En virtud al principio de protección reforzada a la víctima, la autoridad judicial que
ejerce control jurisdiccional, luego de una valoración de riesgo podrá asumir medidas
de protección a la víctima, aunque exista conciliación excepcional.
- La inexistencia de reincidencia, como requisito para la conciliación, debe ser
entendida como la existencia de antecedentes de violencia contra la víctima, y no
necesariamente, la existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada, en mérito
a la protección reforzada que se tiene que dar a las mujeres víctimas de violencia.
- La solicitud de conciliación excepcional puede ser presentada por la víctima de forma
oral o escrita.
- Si fuera realizada de forma verbal, se levantará acta en la cual constará la voluntad de
la víctima y que deberá ser suscrita por ella. Es un deber de la o el fiscal, informar a la
víctima sobre los efectos de la suscripción del acta.
- La autoridad judicial, la o el fiscal especializado y las instancias promotoras de
denuncia, al ser garantes de los derechos de la víctima, deberán asegurarse que la
víctima no esté sometida a ningún tipo de presión por parte del agresor o del entorno
familiar, pudiendo solicitar informes psico-sociales como medios idóneos para advertir
cualquier tipo de presión o amedrentamiento de la víctima; informe en el que, además,
se consignará el perfil psicológico del agresor y las recomendaciones terapéuticas.
- Los informes psico-sociales solicitados al SLIM, SIJPLU, SEPDAVI o a la UPAVT,
deberán contener lo siguiente:
ü El perfil psicológico del agresor y las correspondientes indicaciones
terapéuticas si fuera el caso.
ü La situación de la víctima. En este caso deberá identificar situaciones de
asimetría en relación a su agresor, o estereotipos que puedan generar una
situación contínua de violencia.
ü La situación de la víctima en su contexto familiar materno y paterno y respecto
a la familiar del agresor.
ü El grado de cumplimiento de las medidas de protección si fuera el caso.
- En resguardo de la protección reforzada a las víctimas de violencia en razón de
género, la o el fiscal especializado deberá analizar el informe proporcionado. En caso
de sugerirse terapia para el agresor, no podrá dar curso a la conciliación; asimismo, en
caso de identificarse elementos que impliquen indicios de violencia persistente en el
marco de un ciclo de violencia, la o el fiscal especializado, tampoco podrá dar curso a
la solicitud de conciliación.
Lineamiento.
- Desde el momento de la solicitud de conciliación, hasta la suscripción del acta de
conciliación, deberá asegurarse un traductor a la víctima, si es que su idioma materno
no fuera el español.

DESARROLLO Y CONCLUSIÓN DE LA ETAPA PREPARATORIA. INFORME CONCLUSIVO Y


REQUERIMIENTO CONCLUSIVO
DESARROLLO DE LA ETAPA PREPARATORIA:
- Gratuidad: Las mujeres en situación de violencia estarán exentas del pago de valores,
legalizaciones, notificaciones, formularios, testimonios, certificaciones,
mandamientos, costos de remisión, exhortos, órdenes instruidas, peritajes y otros, en
todas las reparticiones públicas.
- Celeridad: Todas las operadoras y operadores de la administración de justicia, bajo
responsabilidad, deben dar estricto cumplimiento a los plazos procesales previstos, sin
dilación alguna bajo apercibimiento.
- De acuerdo al deber de debida diligencia la o el fiscal asignado debe asegurar la
máxima celeridad en la investigación y acortar todos los plazos de la etapa preparatoria
hasta la acusación.
- Accesibilidad: La falta de requisitos formales o materiales en el procedimiento no
deberá retrasar, entorpecer ni impedir la restitución de los derechos vulnerados y la
sanción a los responsables.
- Verdad material: Las decisiones administrativas o judiciales que se adopten respecto
a casos de violencia contra las mujeres, debe considerar la verdad de los hechos
comprobados, por encima de la formalidad pura y simple
- Carga de la prueba: En todo proceso penal por hechos que atenten contra la vida, la
seguridad o la integridad física, psicológica y/o sexual de las mujeres, la carga de la
prueba corresponderá al Ministerio Público,
- Confidencialidad: Los órganos receptores de la denuncia, los funcionarios de las
unidades de atención y tratamiento, los tribunales competentes y otros, deberán
guardar la confidencialidad de los asuntos que se someten a su consideración, salvo
que la propia mujer solicite la total o parcial publicidad. Deberá informarse previa y
oportunamente a la mujer sobre la posibilidad de hacer uso de este derecho.
- El Ministerio Público, antes de emitir su informe conclusivo en delitos de violencia
contra la mujer, requerirá informes psicosociales a la instancia pública
correspondiente, debiendo considerar y adjuntar una copia en el informe técnico
conclusivo de la investigación.
REQUERIMIENTO CONCLUSIVO- SOBRESEIMIENTO
- En el marco de la inversión de la carga de la prueba y la protección reforzada a las
víctimas de violencia en razón a género, no se podrá fundamentar un sobreseimiento
en el abandono de la víctima ni en la omisión de presentación de pruebas.
- En casos de violencia sexual, no se puede esperar la existencia de pruebas gráficas o
documentales y, por ello, la declaración de la víctima constituye una prueba
fundamental sobre el hecho (Caso Fernández Ortega y otros Vs. México).
- La falta de investigación de una denuncia de violación sexual, implica un
incumplimiento del deber de garantizar la integridad personal así como la protección
a la vida sexual, incluida en el artículo 11 de la Convención. (Caso Gudiel Álvarez y otros
(Diario Militar Vs. Guatemala párr. 276)
- Todas las autoridades del sistema judicial deberán considerar el testimonio de una
niña, niño o adolescente como cierto, en tanto no se desvirtúe objetivamente el
mismo.

JUICIO
El juicio debe ser desarrollado a la luz de los principios procesales previstos en el art. 86 de la
Ley 348: Gratuidad, Celeridad, Oralidad, Legitimidad de la prueba, publicidad, inmediatez y
continuidad, economía procesal, accesibilidad, excusa, verdad material, carga de la prueba,
confidencialidad, reparación.
Se debe garantizar el acceso a la justicia de manera gratuita, real, oportuna y efectiva,
mediante un debido proceso en el que la víctima sea oída con las debidas garantías y dentro
un plazo razonable.
Se deben garantizar decisiones judiciales ecuánimes e independientes, SIN SESGOS DE
GÉNERO o criterios subjetivos que afecten o entorpezcan la valoración de pruebas y la
consiguiente sanción al agresor.
Se debe garantizar una atención con calidad y calidez, apoyo y acogida para lograr su
recuperación integral a través de servicios multidisciplinarios y especializados.
Se debe garantizar el acceso a información clara completa, veraz y oportuna sobre las
actuaciones judiciales, policiales y otras que se realicen con relación a su caso, así como sobre
los mecanismos y procedimientos contemplados en la presente Ley y otras normas
concordantes.
Se debe garantizar la protección de su dignidad e integridad, evitando la revictimización y
maltrato que pudiera recibir de cualquier persona responsable de su atención, tratamiento o
de la investigación del hecho.
Se debe garantizar La averiguación de la verdad, la reparación del daño y prevención de la
reiteración de los actos de violencia.
El imputado será declarado rebelde cuando no se presente a la primera audiencia señalada por
la autoridad jurisdiccional luego de su legal notificación
Se admitirán como medios de prueba todos los elementos de convicción que puedan conducir
al conocimiento de los hechos denunciados; prueba que será apreciada por la autoridad
judicial, exponiendo los razonamientos en que funda su valoración jurídica (art. 92 Ley 348)
Las pruebas pueden ser presentadas junto a la denuncia, contestación, audiencia o antes de
emitirse la resolución; la falta de prueba a tiempo de plantear la denuncia o demanda, no
impedirá la admisión de la misma (art. 97 Ley 348).
Las víctimas deben contar con el acompañamiento continuo de las instancias promotoras de
denuncia, las cuales tienen el rol de velar por el respeto de los derechos de la víctima, por lo
que deben realizar un acompañamiento constante con apoyo legal y psicológico a las víctimas
de violencia y sus familias.
Además, durante la etapa del juicio oral el equipo multidisciplinario de las entidades
promotoras de denuncia, debe preparar a la víctima para el juicio y coordinar con la o el fiscal
especializado para la comparecencia de la víctima, salvo que ésta decida acogerse a los medios
alternativos para la presentación de prueba, de conformidad al art. 93 de la Ley 348

PROCEDIMIENTO ESPECIAL EN CASO DE FLAGRANCIA


En casos de flagrancia vinculados a delitos de violencia en razón a género, la o el fiscal
especializado, deberá solicitar la aplicación del procedimiento inmediato, el cual se encuentra
regulado en el art. 393 bis del CPP
Asimismo, sin perjuicio de desarrollar este tipo de proceso, se deberán aplicar las medidas de
protección, en el marco de lo establecido por la Ley 1173.
Este proceso deberá respetar todas las garantías de la víctima y, en particular, se deberá evitar
su revictimización.

OTROS ACTOS PROCESALES


NOTIFICACIONES:
Las notificaciones que realice el Ministerio Público se practicarán al buzón de
notificaciones de ciudadanía digital de las partes y de sus abogados, dentro del plazo
de veinticuatro (24) horas de ser emitido el requerimiento o resolución, según
corresponda. Excepcionalmente, cuando no se cuente con conectividad, podrán
notificarse por cualquier otro medio legal de comunicación que asegure su
conocimiento (art. 58.1 de la LOMP modificada por la Ley 1173).
En los casos en los que no fuera conocido el domicilio real, ni el domicilio electrónico,
las notificaciones se practicarán en el portal electrónico del Ministerio Público,
debiendo aplicarse en lo pertinente lo previsto en el artículo 165 del Código de
Procedimiento Penal (art. 58.1 de la LOMP modificada por la Ley 1173).
La publicación de los edictos en el portal electrónico de notificaciones del Tribunal
Supremo de Justicia y del Ministerio Público, se mantendrá por un período de cinco
(5) años, salvo que con anterioridad el notificado haya solicitado su baja (art. 58.III de
la LOMP modificada por la Ley 1173)
La publicación de notificaciones por edicto, continuará realizándose válidamente en
medios escritos de comunicación, hasta doce meses después de entrada en vigencia
plena de la Ley 1173. Vencido este plazo, los edictos serán publicados en el portal
electrónico de notificaciones del Ministerio Púbico a través del Sistema Informático de
Gestión de Causas.
Durante la etapa preparatoria, si el testigo citado no se presentare en el término que
se le fije, ni justifique un impedimento legítimo, la o el Fiscal librará mandamiento de
aprehensión con el objeto de cumplir la diligencia correspondiente (art. 58.III de la
LOMP modificada por la Ley 1173).

LA DETENCIÓN PREVENTIVA EN DELITOS DE VIOLENCIA EN RAZÓN A GÉNERO


En delitos por violencia familiar o doméstica, podrá considerarse la aplicación de la
detención preventiva (Art. 232.IV de la Ley 1226 que modifica la Ley 1178)
Para la solicitud de la detención preventiva en delitos de violencia en razón de género,
deben considerarse los criterios establecidos en el art. 86.13 de la Ley 348 y la SCP
0394/2018-S2, privilegiando la protección y seguridad a la mujer:
a) En los casos de violencia contra las mujeres, para evaluar el peligro de fuga contenido
en el art. 234.10 del CPP, deberá considerarse la situación de vulnerabilidad o de
desventaja en la que se encuentren la víctima o denunciante respecto al imputado; así
como las características del delito, cuya autoría se atribuye al mismo; y, la conducta
exteriorizada por éste contra las víctimas, antes y con posterioridad a la comisión del
delito, para determinar si dicha conducta puso y pone en evidente riesgo de
vulneración, los derechos tanto de la víctima como del denunciante;
b) De manera específica, tratándose del delito de trata de personas, deberá
considerarse la especial situación de vulnerabilidad de las víctimas que sufrieron
engaño, fraude, violencia, amenaza, intimidación, coerción, abuso de autoridad, o en
general, ejercicio de poder sobre ellas; y,
c) En casos de violencia contra las mujeres, la solicitud de garantías personales o
garantías mutuas por parte del imputado, como medida destinada a desvirtuar el
peligro de fuga previsto en el art. 234.10 del CPP, se constituye en una medida
revictimizadora, que desnaturaliza la protección que el Estado debe brindar a las
víctimas; pues, en todo caso, es ella y no el imputado, la que tiene el derecho, en el
marco del art. 35 de la Ley 348, de exigir las medidas de protección que garanticen sus
derechos. (FJ III.2).
La o el fiscal especializado deberá establecer un plazo para la detención preventiva.
La jueza o juez de ejecución penal se encargará de controlar que el detenido
preventivamente esté debidamente individualizado y que se le brinde un trato con las
debidas garantías a su dignidad. Esta autoridad judicial, cuando constate violación al
régimen legal de detención preventiva o que ésta exceda los plazos dispuestos,
comunicará inmediatamente a la autoridad jurisdiccional del proceso, quien resolverá
sin más trámite la situación del detenido preventivamente en audiencia.
La cesación a la detención preventiva, cuando exceda el plazo razonable, no implicará
la suspensión de las medidas de protección asumidas, más bien, será un elemento
importante para valorar el riesgo de la víctima y aplicar medidas de protección si no
hubieran sido asumidas con anterioridad, en el marco del principio de protección
reforzada a la víctima.
La detención preventiva únicamente será impuesta cuando las demás medidas
cautelares personales sean insuficientes para asegurar la presencia del imputado y el
no entorpecimiento de la averiguación del hecho. Será aplicable siempre previa
imputación formal y a pedido del fiscal o víctima, aunque no se hubiera constituido en
querellante.
(art. 232.IV del CPP reformado por la Ley 1226)
Para sustentar una detención preventiva, la o el fiscal o la parte querellante -si ella la
solicita- deberán realizar una motivación debidamente acreditada de los siguientes
extremos:
ü La existencia de elementos de convicción suficientes para sostener que el
imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un hecho punible.
ü La existencia de elementos de convicción suficientes de que el imputado no se
someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad.
ü El plazo de duración de la detención preventiva solicitada y los actos
investigativos que realizará en dicho término, para asegurar la averiguación de
la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de la Ley. En caso de que la
medida sea solicitada por la víctima o el querellante, únicamente deberá
especificar de manera fundamentada el plazo de duración de la medida. (art.
232.IV del CPP reformado por la Ley 1226)
De manera excepcional y motivada el plazo de la detención preventiva podrá ser
ampliado a petición fundada del fiscal y únicamente cuando responda a la complejidad
del caso. La ampliación también podrá ser solicitada por el querellante cuando existan
actos pendientes de investigación solicitados oportunamente al fiscal y no respondidos
por éste. (art. 232.IV del CPP reformado por la Ley 1226)
También es importante recordar los criterios para aplicar la detención preventiva a
personas adultas mayores; pues, con relación a ellas, existe un deber de valoración
reforzada de la prueba y de aplicación de la medida cautelar a partir del test de
proporcionalidad en casos de personas adultas mayores, en el marco de lo establecido
en la SCP 10/2018-S2.

LA SANCIÓN A LA LUZ DE LA DEBIDA DILIGENCIA


LAS SANCIONES ALTERNAS EN DELITOS DE VIOLENCIA EN RAZÓN A GÉNERO
- En delitos de violencia hacia las mujeres, se podrán aplicar sanciones alternativas a la
privación de libertad, siempre que la pena impuesta no sea mayor a 3 años, que el autor no
sea reincidente. También procederá cuando el condenado a pena mayor a tres años hubiere
cumplido la mitad de la sanción.
- Las sanciones alternativas proceden a solicitud del condenado a pena privativa de libertad y
no podrá superar el tiempo de la condena establecida.
- La autoridad judicial puede aplicar una sanción alternativa junto a otras, cuando sea necesario
para proteger a la mujer, hijos e hijas, o el núcleo familiar en situación de violencia.
- Las sanciones alternativas son las siguientes: Multa, detención de fin de semana, trabajos
comunitarios, inhabilitación de profesión, entre otras.
- Cuando se apliquen sanciones alternas que impliquen su libertad total o parcial, la autoridad
judicial podrá aplicar un plan de conducta en el que deberá cumplir con instrucciones que no
podrán ser vejatorias o susceptibles de ofender la dignidad o la autoestima.
- Estas instrucciones pueden ser modificadas durante la ejecución de la sentencia y no podrán
extenderse más allá del tiempo que dure la pena principal.
- Las instrucciones son las siguientes: Prohibición de portar cualquier tipo de arma, en especial
de fuego, abstención de asistencia a lugares públicos en los que se expiden bebidas alcohólicas
y lenocinios, abstención de consumir drogas o alcohol, incorporación a grupos o programas
para modificar comportamientos que hayan incidido en la realización del hecho, asistencia a
un centro educativo o el aprendizaje de un oficio.
- La aplicación de las sanciones alternas, conllevan el deber a la autoridad judicial de aplicar
medidas de seguridad para la víctima de violencia de género y su familia. (art. 80 Ley 348).
- Es posible la aplicación de la sanción de inhabilitación, en los casos en los que el agresor ejerza
una profesión u ocupación relacionada con la educación, cuidado y atención de personas,
independientemente de su edad o situación, atención médica, psicológica, consejería o
asesoramiento, cargo administrativo en universidades o unidades educativas, instituciones
deportivas, militares, policiales; suspensión temporal de autoridad paterna por el tiempo que
dure la sanción, la clausura de locales y la pérdida de licencias. Tiene un límite temporal de
doce años y no pueden imponerse todas las restricciones de esos derechos en una sola
sentencia. Transcurrida la mitad del plazo impuesto, o un mínimo de cinco años, puede darse
la rehabilitación (art. 81 Ley 348).
- La Ley 348, por su especialidad, tiene aplicación preferente en cuanto al CPP;
consiguientemente, en delitos de violencia en razón a género, no es aplicable la suspensión
condicional de la pena, sino más bien las sanciones alternativas (SCP 0721/2018-S2)
REPARACIÓN INTEGRAL DE DAÑOS
- Desde la debida diligencia el Estado no sólo tiene la obligación de sancionar hechos de
violencia en razón a género, sino que también tiene el deber de reparar el daño en el marco
de la doctrina de reparación integral de daños desarrollada de manera muy progresiva por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos y también consagrada por el art. 113.1 de la
Constitución vigente.
- La reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación internacional consiste
en la plena restitución (restitutio in integrum), lo que incluye el restablecimiento de la situación
anterior y la reparación de las consecuencias que la infracción produjo y el pago de una
indemnización como compensación por los daños patrimoniales y extrapatrimoniales
incluyendo el daño moral (Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras).
- La doctrina de reparación integral de daños a la luz del deber de la debida diligencia, debe ser
aplicada en hechos de violencia en razón a género, ya que tal como se señaló, en base a este
deber, el Estado Plurinacional de Bolivia, tiene el deber de prevenir, investigar, sancionar y
reparar integralmente el daño ocasionado por la violencia, por lo que las autoridades judiciales,
al margen de establecer una sanción a los agresores, deben aplicar la doctrina de la reparación
integral de daños de acuerdo a los alcances de la SCP 0019/2018-S2.
- La doctrina de reparación integral de daños debe tener un enfoque de género, por lo que en
el marco de los estándares internos e interamericanos más altos, se deberá considerar los
siguientes lineamientos:
- El Estado tiene el deber de reparar con una vocación transformadora de situaciones
de discriminación estructural (Campo algodonero vs. México párr. 450).
- Desde las garantías de no repetición, el Estado tiene el deber de evitar repeticiones
de hechos de violencia de género (Veliz Franco y otros vs. Guatemala).
- El Estado tiene el deber de disponer una medida de reparación que brinde una
atención adecuada a los padecimientos físicos y psicológicos sufridos por las víctimas,
atendiendo a sus especificidades de género y etnicidad (Fernández Ortega vs. México).
- El Estado tiene el deber de brindar de forma gratuita e inmediata el tratamiento
médico y psicológico que requiera la víctima (Fernández Ortega vs. México).
- El Estado tiene el deber de implementar reparaciones que tengan un alcance
comunitario y que permitan reintegrar a la víctima en su espacio vital y de
identificación cultural, además de reestablecer el tejido comunitario (Fernandez
Ortega vs. México).
- El Estado tiene el deber de evitar repeticiones de hechos de violencia de género (Veliz
Franco y otros vs. Guatemala).
- Desde las garantías de no repetición, el Estado tiene el deber de implementar curso
de especialización en violencia de género dirigidos a servidoras y servidores públicos
(Caso Fabela Nova Brasilia Vs. Brasil).
- Desde las garantías de no repetición, el Estado tiene el deber de capacitación a
funcionarios públicos en derechos humanos, orientación sexual y no discriminación
(Atala Riffo y niñas vs. Chile).
- El Estado tiene el deber de identificar normas o prácticas en el derecho interno, que
puedan tener efecto discriminatorios en el ejercicio de derechos contra las personas
LGBTI (Atala Riffo y niñas vs. Chile).
- En el marco de las garantías de no repetición, el Estado tiene el deber de
implementación de programas de protección de los derechos de la comunidad LGBTI
(Atala Riffo y niñas vs. Chile).
- El deber de capacitación no sólo debe tener la finalidad de que los funcionarios
aprendan las normas, sino debe generar que todos los funcionarios reconozcan la
existencia de discriminación contra la mujer y las afectaciones que generan en estas
las ideas y valoraciones estereotipadas en lo que respecta al alcance y contenido de
los derechos humanos. (Espinoza Gonzáles vs. Perú).
- Si la víctima autoriza, el Estado tiene el deber de publicar los resultados del proceso
con la finalidad de que la sociedad conozca la verdad de los hechos (Rosendo Cantú y
otra Vs. México, Fernández Ortega vs. México).
DEBER DE REPARACIÓN INTEGRAL DE DAÑOS CON ENFOQUE DE GÉNERO DE OFICIO
- El art. 382 del CPP debe ser interpretado de conformidad con el Bloque de Constitucionalidad
y en el marco del principio de debida diligencia y protección reforzada a las víctimas de
violencia en razón a género, por lo que, la reparación de daños debe ser realizada de oficio por
la autoridad judicial en el marco del principio iura novit curiae.
- El iura novit curia es un principio general de Derecho en virtud del cual el juzgador puede
aplicar las disposiciones jurídicas pertinentes en una causa, aun cuando las partes no las
invoquen expresamente (Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras).
- Debe superarse cualquier limitación formal que pueda suprimir o restringir el derecho a la
reparación integral de daños de la víctima directa y de las víctimas indirectas
- Para la aplicación de los criterios de reparación de daño, especialmente en el componente de
la indemnización, las autoridades judiciales, de oficio o a petición de parte, podrán solicitar
pericias que detallen la situación emocional, familiar y social de la víctima y su familia.
ESPECIAL MENCIÓN A LAS MEDIDAS DE REHABILITACIÓN
En cuanto a medidas de rehabilitación, es importante considerar que en delitos de violencia en
razón a género, esta medida no necesita sentencia condenatoria con calidad de cosa juzgada
para su aplicación, por lo que debe ser establecida desde el inicio del proceso, especialmente
en casos de violencia sexual, trata y tráfico de personas.
Desde el inicio del proceso, las entidades promotoras de denuncia deben manejar una ruta
de atención a la víctima y sus familiares, la cual debe ser presentada a la autoridad judicial.
En la medida de rehabilitación se buscará la reincorporación psicoafectiva de la víctima en los
primeros espacios donde viva o desarrolle sus actividades.
El Estado tiene el deber de mantener terapias de apoyo a las víctimas que incluya el acceso de
los profesionales al lugar donde se encuentra la víctima, así como los traslados a las
instituciones de salud que la víctima requiera. (Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala)
El Estado tiene el deber de prestar tratamientos en centros más cercanos al lugar de residencia
de la víctima (Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala).
El Estado tiene el deber de brindar tratamientos médicos y psicológicos diferenciados en
relación al trámite y procedimiento de deben seguirse para atención médica en los hospitales
públicos (Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala).
El Estado tiene el deber de brindar tratamientos terapéuticos, los cuales deben durar el tiempo
que sea necesario (Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala).
En situaciones de violencia estructural, el Estado debe brindar a todas las mujeres víctimas el
acceso gratuito a una rehabilitación, a través de las instituciones públicas del Estado, a una
rehabilitación especializada de carácter médico, psicológico y/o psiquiátrico dirigido a reparar
este tipo de violaciones (Espinoza Gonzáles vs. Perú).
El Estado tiene el deber de fortalecer la atención y los centros de salud para el tratamiento de
mujeres que hayan sufrido violencia, para lo cual se deberá proveer recursos materiales y
personales, incluyendo la disposición de traductores al idioma de las víctimas, así como a través
de la implementación de protocolos adecuados (Rosendo Cantú vs. México).
El Estado tiene el deber de superar las barreras institucionales que dificulta la atención a la
violencia en zonas indígenas y rurales, para lo cual, debe desconcentrar los servicios e impulsar
servicios itinerantes de sensibilización y de capacitación en detección y atención a la violencia
y mejorar el acceso a servicios telefónicos para las comunidades indígenas, para una mejor
atención a mujeres víctimas de violencia (Fernandez Ortega vs. México).

LA PRUEBA
El Ministerio Público debe realizar un manejo diligente de la prueba, por lo que las y los fiscales
especializados, como directores funcionales del proceso, deben asegurar la cadena de
custodia, la toma de muestras suficientes, la preservación de las prendas de la víctima, que se
custodie el lugar de los hechos, que se verifiquen los hechos de violencia y que se asuman los
recaudos necesarios para la cadena de custodia, entre otras obligaciones primordiales.
El Estado tiene el deber de investigar actos de violencia en razón de género con la máxima
efectividad, para lo cual, debe evitarse omisiones en la recaudación de prueba y en el
seguimiento de líneas lógicas de investigación (Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala).
La carga de la prueba en violencia en razón a género corresponde al Ministerio Público, no
puede recaer en la víctima. Será el Ministerio Público el encargado de recolectar los medios
probatorios para el ejercicio de la acción penal contra los agresores (art. 94 Ley 348).
En el marco de la inversión de la carga de la prueba y la protección reforzada a las víctimas de
violencia en razón a género, no se podrá fundamentar un rechazo de denuncia o un
sobreseimiento en el abandono de la víctima ni en la omisión de presentación de pruebas.
Debe otorgarse a las denuncias de violencia en razón de género la presunción de veracidad, la
cual puede ser desvirtuada a través de una serie de diligencias, investigaciones y garantías.
(Caso J. Vs. Perú párr. 360)
Considerando que en delitos de violencia en razón de género por la naturaleza de los mismos
se aplica la presunción de veracidad, la declaración de la víctima constituye una prueba
fundamental sobre el hecho, por lo que a partir de ésta, desde un enfoque de género, que es
un método del derecho, deben considerarse los indicios de violencia a partir de un análisis
integral que consigne situaciones de discriminación estructural, el contexto familiar de la
víctima, la existencia de estereotipos de género, prejuicios, situaciones de asimetrías de poder,
etc.
Como director funcional de la investigación, la o el fiscal especializado, deberá requerir, de
oficio, informes o peritajes psicológicos y sociales que identifiquen desde una perspectiva de
género, discriminaciones estructurales, estereotipos de género, relaciones de asimetría de
poder u otros elementos indiciarios de violencia que serán elementos importantes para
sustentar hechos de violencia. Estos informes serán elaborados por los equipos
multidisciplinarios de los SLIMs, Defensorías de la Niñez y Adolescencia, SIJPLU, SEPDAVI y
también podrán coordinarse con la UPAVT.
Desde un enfoque de género e interseccional, deben considerarse la situación de
vulnerabilidad o de desventaja en la que se encuentra la víctima de violencia en razón a género
y también será esencial considerar la posición dominante o de abuso de poder en la cual pueda
encontrarse, en relación a la víctima, el presunto agresor.
Desde un enfoque de interseccionalidad, la vulnerabilidad de las mujeres se acentúa en casos
de desplazamientos como aquellos que producen movilidad del área rural al área urbana y
generan graves repercusiones psicológicas en las personas afectadas. Este problema afecta con
especial fuerza a las mujeres, quienes principalmente son cabezas de hogar y representan más
de la mitad de la población desplazada. En general, las mujeres, los niños y los jóvenes son los
grupos más afectados por el desplazamiento. La crisis del desplazamiento interno provoca a su
vez una crisis de seguridad. (Caso J. Vs. Perú)
La recolección y valoración de la prueba no puede ser realizada en base a estereotipos o
prejuicios en razón a género.
EL ANTICIPO DE PRUEBA Y LA UTILIZACIÓN DE MECANISMOS QUE EVITEN
REVICTIMIZACIÓN
En los procesos de violencia en razón de género, en mérito a la protección reforzada que tiene
la víctima, las y los fiscales especializados deberán solicitar que su declaración sea recibida en
anticipo de prueba y a través de la cámara Gesell.
Para la presentación de la prueba, la mujer en situación de violencia podrá decidir si se acoge
al procedimiento regular o a los medios optativos siguientes: 1. Prestar declaración o presentar
pruebas por medios alternativos, sin que comparezca ante el juzgado. 2. Aportar pruebas en
instancias judiciales sin verse obligada a encontrarse con el agresor.
La jueza, el juez o fiscal dispondrá que los testimonios o declaraciones que deba prestar la
víctima, sean realizados por una sola vez y con carácter privado, con el auxilio de familiares o
peritos especializados, utilizando medios especiales y tecnológicos apropiados para garantizar
que la declaración sea válida en todas las etapas del proceso, en el marco del respeto a las
condiciones inherentes al declarante o evitar su revictimización (art. 393 Octer., introducido
por la Ley 1173).
En el caso de niñas, niños y adolescentes, el deber de la declaración de la víctima por una sola
vez para evitar la revictimización, tiene carácter reforzado.
Deberá procurarse que las niñas, niños y adolescentes no sean interrogados en más ocasiones
que las estrictamente necesarias, atendiendo a su interés superior, para evitar la
revictimización o un impacto traumático (Caso V.R.P, V.C.P. y otros Vs. Nicaragua)
De acuerdo a lo señalado, para cumplir con los estándares internacionales destinados a evitar
la revictimización y con el mandato del art. 393 Octer (Modificación realizada por la Ley 1173),
la declaración de toda víctima debe ser realizada por una sola vez a través de la Camára Gesell
y será esencial para evitar revictimización la declaración a través de anticipo de prueba, con el
consentimiento informado de la víctima.
¿En qué momento procesal se debe hacer uso de la Cámara Gesell?
En el marco de la garantía de prohibición de revictimización, para brindar una protección
reforzada a la víctima, la o el fiscal especializado, en delitos de violencia en razón a género, en
especial en delitos de violencia sexual, deberá solicitar el anticipo de la prueba, la cual debe
ser autorizada por la autoridad judicial a la luz de la garantía antes citada. En este marco, a
diferencia de la investigación de otros delitos, en violencia en razón a género y en especial en
violencia sexual, la declaración informativa debe ser realizada a través de la Cámara Gesell y
en calidad de anticipo de prueba, sólo así se cumplirá con la garantía de prohibición de
revictimización en el marco de la debida diligencia y con el art. 393 Octer del CPP (Modificación
realizada por la Ley 1173).
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, en la etapa preliminar, dicha Cámara
será utilizada en la entrevista informativa. En el marco de los estándares
internacionales vigentes, y a la luz de la debida diligencia, será esencial que sea
utilizada en la entrevista informativa por una sola vez, y con validez probatoria en todas
las etapas del proceso.
ü En casos de anticipos de prueba, en una interpretación del art. 307 del CPP conforme
al bloque de constitucionalidad, que consagra la garantía de no revictimización, y
conforme al art. 393 Octer del CPP (Modificación realizada por la Ley 1173), deberá
citarse al denunciado para que acuda con su abogada/o defensor, para efectos de
garantizar el derecho a las partes a interrogar y contrainterrogar a través del fiscal.
Este razonamiento emerge de una ponderación de derechos de la víctima y el
imputado, en el marco de garantizar una única declaración para evitar la
revictimización, pero sin anular los derechos de la persona sindicada.
ü En coherencia con los estándares internacionales vigentes, si las y los fiscales
especializados cumplen su rol de solicitar el anticipo de prueba y realizar la declaración
informativa a través de la Cámara Gesell, debe entenderse que su uso en etapa
preparatoria o en juicio será excepcional, sólo para una complementación, la cual
deberá estar motivada para no incurrir así en una revictimización.
¿Cuál es el procedimiento?
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, la víctima o el testigo, brindarán su
testimonio mediante una entrevista que en caso de violencia sexual y con mayor razón
en casos de violencia sexual contra niñas, niños o adolescentes estará guiada por una
o u profesional psicólogo. Todo el relato será grabado, y será recogido por única vez.
En base a esta grabación se podrán realizar otros peritajes o llevarse a juicio oral como
prueba.
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, una vez concluido el acto procesal,
en especial cuando se trate un anticipo de prueba, luego de labrada el acta, conforme
al art. 120 CPP, debe dejarse constancia del registro del soporte técnico que contenga
la entrevista o declaración, cuyo original deberá ser guardado o custodiado en algún
lugar donde se garantice que no será manipulado ni destruido.
ü La o las personas que operan la Cámara Gesell, en los casos en que participen, deben
cuidar de que la información obtenida en el acto no sea divulgada por ningún medio,
considerando el interés superior del niño y evitando la revictimización.
¿Cuáles son las previsiones que deben ser asumidas?
ü De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, para la realización de la entrevista
informativa, anticipo de prueba, pericia y audiencia en juicio oral, la víctima será la
última en ingresar a la Cámara Gesell (sala de entrevista).
ü Para la realización del reconocimiento de personas, la víctima debe ingresar a la sala
de observación, antes que el agresor ingrese a la Cámara Gesell.
ü Se debe considerar las características especiales de la víctima o del testigo, previendo
la necesaria participación de un traductor y/o intérprete.
¿Quién es responsable de la Cámara Gesell?
De acuerdo a la Guía de uso de la Cámara Gesell, la o el profesional psicólogo forense es la
persona que tiene bajo su responsabilidad el uso de esa Cámara.
ü La Guía de Uso de la Cámara Gesell establece que el personal de la Fiscalía, deberá
coordinar con él o la Psicóloga Forense los horarios de utilización de la Cámara.
ü En el caso de audiencia de anticipo de prueba o audiencia de juicio oral, él o la
Secretaria del Juzgado o Tribunal de Sentencia, deberá coordinar con el responsable
de la Cámara Gesell para los horarios de utilización, evitando tener dos actuaciones al
mismo tiempo.
ü El responsable de la Cámara Gesell, tendría que contar con un personal de apoyo tanto
para la utilización del equipo de grabación, como para la transcripción de las
entrevistas.
¿Cuál es el procedimiento cuando no existe Cámara Gesell?
En los lugares en los cuales no se ha implementado la Cámara Gesell deben usarse medios
análogos como los siguientes:
ü Circuito cerrado de televisión
ü Entrevista única
La Guía de Uso de la Cámara Gesell establece que se puede considerar la posibilidad de instalar
un circuito cerrado de televisión en dos ambientes, no necesariamente contiguos. Esto
permitirá que se pueda desarrollar la entrevista en un ambiente y ver y escuchar en otro
ambiente, lo que además permitiría poder grabar todas las actuaciones. Sin embargo, se
dificulta la comunicación entre las personas de la sala de observación y la sala de entrevista,
pues el circuito cerrado de televisión solo no se tendría un intercomunicador que permitiera la
comunicación entre las personas de ambas salas.
De acuerdo a lo establecido por el art. 333 del CPP, las pruebas recibidas en calidad de anticipo
de prueba, serán presentadas en etapa de juicio.
La Cámara Gesell podrá ser utilizada también en juicio oral, de acuerdo a las reglas establecidas
en los arts. 119 y 203.II del CPP; es decir que el Juez o Tribunal podrá constituirse en cualquier
lugar del territorio nacional, para la realización de los actos propios de su función y que por su
naturaleza sean indelegables y que cuando deba recibirse el testimonio de personas agredidas
sexualmente o de menores de dieciséis años, sin perjuicio de la fase en que se encuentre el
proceso, el juez o tribunal, dispondrá su recepción en privado con el auxilio de familiares o
peritos especializados en el tratamiento de esas personas para garantizar el respeto a las
condiciones inherentes al declarante.
La o el fiscal especializado, bajo responsabilidad, deberá impugnar la decisión judicial que
rechace el anticipo de la prueba, ya que, tal como se señaló, de acuerdo al art. 393 Octer del
CPP, la declaración debe ser realizada por única vez; en ese marco, esta garantía podrá ser
cumplida en la medida en la cual se tome la declaración a la víctima en calidad de anticipo de
prueba.
En caso de rechazo del anticipo de prueba, la víctima o el Ministerio Público, en mérito a lo
establecido por el art. 12.3. de la LOMP, podrá activar la acción de libertad de acuerdo a lo
establecido por la SCP 0019/2018-S2.

DECLARACIÓN DE LA VÍCTIMA
Se deberá tomar la declaración a través de la cámara Gesell, y en los asientos fiscales
en los cuales no exista cámara Gesell, deberá coordinarse el uso de la misma con otras
instituciones. En caso de ser imposible el acceso a la cámara Gesell, el fiscal tomará la
declaración de la víctima utilizando medios análogos para evitar revictimizaciones. Esta
grabación deberá ser custodiada de acuerdo a criterios para resguardar la cadena de
custodia.
La declaración debe ser realizada en privado de acuerdo a lo establecido por el art. 203
del CPP y una sola vez para evitar revictimización.
Deberá tomarse la declaración de la víctima con la asistencia de un psicólogo o
psicóloga. Las declaraciones de NNA deberán ser realizadas en presencia de la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
La violación sexual es un tipo particular de agresión que, en general, se caracteriza por
producirse en ausencia de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los
agresores. Dada la naturaleza de esta forma de violencia, no se puede esperar la
existencia de pruebas gráficas o documentales y, por ello, la declaración de la víctima
constituye una prueba fundamental sobre el hecho (Caso Fernandez Ortega y otros Vs.
México, Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Ateneco vs. México).

LAS PERICIAS EN LA INVESTIGACIÓN DESDE LA DEBIDA DILIGENCIA


El requerimiento de pericias deberá contener un breve relato de los hechos, que contenga
datos relevantes para evitar nuevos interrogatorios que impliquen revictimización. Debe
acompañarse una copia de la denuncia, así como el informe elaborado por la instancia
promotora de denuncia o la UPAVT.
De acuerdo a lo establecido por el art. 393 octer del CPP, cuando deban realizarse diferentes
pruebas periciales a la víctima, se concentrará la actividad de los peritos, ordenando que
actúen conjunta e interdisciplinariamente, observando con rigor las reglas especiales de
protección, preservando la salud y la intimidad de la víctima, evitando su revictimización.
No puede exigirse peritajes a la mujer o la persona víctima de violencia en razón de
género.
El Estado tiene el deber de brindar personal especializado para la investigación penal
(Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala)
El Estado tiene el deber de desarrollar la investigación por funcionarios capacitados
en atención a víctimas de violencia por razón de género sexual (Espinoza Gonzáles Vs.
Perú)

LOS CERTIFICADOS MÉDICOS


Los certificados médicos que acrediten el estado físico de la víctima niña, niño, adolescente o
mujer, que hubiere sufrido una agresión física o sexual, deberán extenderse de forma
inmediata y obligatoria por cualquier profesional de la salud perteneciente a institución
pública que hubiera efectuado el primer reconocimiento de la víctima.
No existe el deber de homologar los certificados médicos emitidos por las instituciones
públicas de salud para que tengan valor probatorio.
No corresponde invalidar un certificado médico particular por no haber sido homologado; pues,
será la autoridad judicial que efectúe la valoración correspondiente, en el marco de la sana
crítica.

CRITERIOS PARA EL MANEJO DILIGENTE DE LA PRUEBA


En aras de garantizar su efectividad, en la investigación de violaciones de los derechos
humanos se debe evitar omisiones en la recaudación de prueba y en el seguimiento de
líneas lógicas de investigación (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala)
El Estado debe asegurar que en delitos de violencia sexual se tomen las muestras
suficientes para efectos de efectividad probatoria (Espinoza Gonzáles Vs. Perú)
Al tomar conocimiento de actos de violencia contra la mujer, es necesario que se
realice inmediatamente un examen médico y psicológico completo y detallado por
personal idóneo y capacitado, en lo posible del sexo que la víctima indique,
ofreciéndole que sea acompañada por alguien de su confianza si así lo desea. Dicho
examen deberá ser realizado de conformidad con protocolos dirigidos específicamente
a documentar evidencias en casos de violencia de género. (Caso Mujeres víctimas de
tortura sexual en Ateneco Vs. México).
En una investigación penal por violencia sexual es necesario que se documenten y
coordinen los actos investigativos y se maneje diligentemente la prueba, tomando
muestras suficientes, realizando estudios para determinar la posible autoría del hecho,
asegurando otras pruebas como la ropa de la víctima, la investigación inmediata del
lugar de los hechos y garantizando la correcta cadena de custodia. (Caso Véliz Franco
y otros Vs. Guatemala)
Debe asegurarse otras pruebas como la ropa de la víctima durante todas las etapas del
proceso sexual (Espinoza Gonzáles Vs. Perú)
El Estado a través del Ministerio Público tiene el deber de asumir medidas eficaces para
la cadena de custodia (Veliz Franco y otros Vs. Guatemala, Espinoza Gonzáles Vs. Perú)
El Estado tiene el deber de verificar las señales de violencia de las víctimas (Veliz Franco
y otros Vs. Guatemala)
La falta de diligencia tiene como consecuencia que conforme el tiempo vaya
transcurriendo, se afecte indebidamente la posibilidad de obtener y presentar pruebas
pertinentes que permitan esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades que
corresponda, con lo cual el Estado contribuye a la impunidad (Caso Velásquez Paíz y
otros Vs. Guatemala).

LA VIOLENCIA EN RAZÓN DE GÉNERO, EN ESPECIAL LA SEXUAL, COMO UNA FORMA


DE TORTURA
ESTÁNDARES INTERNACIONALES QUE ABORDAN LA VIOLENCIA EN RAZÓN DE
GÉNERO, EN ESPECIAL LA SEXUAL, DESDE LA TORTURA:
La violación sexual es una forma de tortura. En ese sentido, la obligación de investigar
se ve reforzada por lo dispuesto en los artículos 1, 6 y 8 de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura que obligan al Estado a tomar
medidas efectivas para prevenir y sancionar la tortura en el ámbito de su jurisdicción,
así como a prevenir y sancionar otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
(Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil párr. 252)
La garantía de prohibición de tortura es un principio de jus cogens internacional, en
este marco, la Corte ha establecido que la tortura y las penas o tratos crueles, inhumanos
o degradantes están absoluta y estrictamente prohibidos por el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos. Esta prohibición es absoluta e inderogable, aún en las
circunstancias más difíciles, tales como guerra, amenaza de guerra, lucha contra el
terrorismo y cualesquiera otros delitos, estado de sitio o de emergencia, conmoción o
conflicto interior, suspensión de garantías constitucionales, inestabilidad política
interna u otras emergencias o calamidades públicas (Caso Espinoza Gonzáles Vs.
Perú párr. 141) (Caso Penal Castro Castro Vs. Perú párr. 271) (Caso Mujeres
víctimas de tortura sexual en Atenco Vs. México párr. 178).
El Estado tiene el deber de garantizar el derecho de acceso a la justicia conforme a las
obligaciones específicas que le imponen las Convenciones especializadas en materia de
prevención y sanción de la tortura y de la violencia contra la mujer. Dichas
disposiciones especifican y complementan las obligaciones que tiene el Estado con
respecto al cumplimiento de los derechos consagrados en la Convención Americana,
así como el corpus juris internacional en materia de protección de la integridad
personal (Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala).
La Corte, siguiendo la jurisprudencia internacional y tomando en cuenta lo dispuesto
en la Convención contra la Tortura, ha considerado anteriormente que la violencia
sexual se configura con acciones de naturaleza sexual que se cometen contra una
persona sin su consentimiento, que además de comprender la invasión física del cuerpo
humano, pueden incluir actos que no involucren penetración o incluso contacto físico
alguno. En particular, la violación sexual constituye una forma paradigmática de
violencia contra las mujeres cuyas consecuencias, incluso, trascienden a la persona de
la víctima. (Caso Inés Fernandez vs. México, Caso Mujeres víctimas de tortura sexual
en Atenco Vs. México).
La Corte, siguiendo la definición establecida en la Convención Interamericana para
Prevenir y Sancionar la Tortura, entendió que se está frente a un acto de tortura
cuando el maltrato cumple con los siguientes requisitos: i) es intencional; ii) causa
severos sufrimientos físicos o mentales, y iii) se comete con determinado fin o
propósito. (Caso Fernández Ortega Vs. México, Caso Mujeres víctimas de tortura
sexual en Atenco vs. México).
La Corte considera que, en términos generales, la violación sexual, al igual que la
tortura, persigue entre otros, los fines de intimidar, degradar, humillar, castigar o
controlar a la persona que la sufre. (Caso Fernandez Ortega Vs. México)
Desde la garantía de prohibición de tortura, tratos crueles e inhumanos, la Corte
consideró la situación de vulnerabilidad de la víctima y el abuso de poder del agresor.
(Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil).
De acuerdo con lo dispuesto en el art. 8 de la Convención Interamericana para Prevenir
y Sancionar la Tortura, el Estado debe garantizar a toda persona que denuncie haber
sido sometida a tortura en el ámbito de su jurisdicción el derecho a que el caso sea
examinado imparcialmente. Asimismo, cuando exista denuncia o razón fundada para
creer que se ha cometido un acto de tortura en el ámbito de su jurisdicción, los Estados
partes garantizarán que sus respectivas autoridades procederán de oficio y de inmediato
a realizar una investigación sobre el caso y a iniciar, cuando corresponda, el respectivo
proceso penal (Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil).
En relación con el artículo 5 de la Convención, la Corte ha considerado que la violación
sexual es una experiencia sumamente traumática que tiene severas consecuencias y
causa gran daño físico y psicológico que deja a la víctima “humillada física y
emocionalmente”, situación difícilmente superable por el paso del tiempo, a diferencia
de lo que acontece en otras experiencias traumáticas. De ello se desprende que es
inherente a la violación sexual el sufrimiento severo de la víctima, aun cuando no
exista evidencia de lesiones o enfermedades físicas. En efecto, no en todos los casos
las consecuencias de una violación sexual serán enfermedades o lesiones corporales.
Las mujeres víctimas de violación sexual también experimentan severos daños y
secuelas psicológicas, e inclusive, sociales (Caso Masacres de Río Negro Vs.
Guatemala).
La ausencia de señales físicas no implica que no se han producido maltratos, ya que es
frecuente que estos actos de violencia contra las personas no dejen marcas ni cicatrices
permanentes. Lo mismo es cierto para los casos de violencia y violación sexual, en los
cuales no necesariamente se verá reflejada la ocurrencia de los mismos en un examen
médico (Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil).
En denuncias sobre violencia en razón a género, debe valorarse los sentimientos de
angustia, desesperación y miedo. Esta consideración es relevante en violencia sexual,
ya que la violación sexual es una experiencia sumamente traumática que tiene severas
consecuencias y causa gran daño físico y psicológico que deja a la víctima humillada
física y emocionalmente, pero además la violencia sexual genera graves daños también
sociales.
- El criterio antes señalado, obliga a la o el fiscal a que estos aspectos sean
consignados en los informes o pericias psicológicas que debe requerir. Este
deber además respaldará medidas de protección para la víctima y será un
elemento esencial para la reparación integral de daños.
- La Corte IDH, para establecer responsabilidad internacional de un Estado Parte
demandado, estableció su omisión de considerar los sentimientos de grave
angustia, desesperación y miedo que experimentó una víctima de violencia en
razón a género (Caso Gelman Vs. Uruguay).
En casos de violencia sexual, la Corte ha destacado que la investigación debe intentar
evitar en lo posible la revictimización o reexperimentación de la profunda experiencia
traumática a la presunta víctima (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú).
Las violaciones masivas tienden a destruir la dignidad de la mujer a nivel cultural,
social, familiar e individual y causan por el efecto traumático que generan a la víctima
se constituyen un sufrimento a la víctima que implica para ella una forma de tortura
(Caso Masacre de Río Negro Vs. Guatemala).
“16. La violencia por razón de género contra la mujer puede constituir tortura o
trato cruel, inhumano o degradante en determinadas circunstancias, en particular
en los casos de violación, violencia doméstica o prácticas tradicionales nocivas. En
ciertos casos, algunas formas de violencia por razón de género contra la mujer también
pueden constituir delitos internacionales” (Recomendación 35 de la CEDAW).
“17. La Comisión respalda la opinión de otros órganos encargados de vigilar la
aplicación de los tratados y de los titulares de mandatos de procedimientos especiales
de que, para determinar si los actos de violencia por razón de género contra la
mujer constituyen tortura o trato cruel, inhumano o degradante, se requiere un
enfoque que tenga en cuenta las cuestiones de género para comprender el grado
de dolor y sufrimiento que experimentan las mujeres , y de que los requisitos de
propósito e intención para clasificar los actos como tortura se satisfacen cuando
los actos u omisiones están asociados al género o se cometen contra una persona por
motivos de sexo”. Recomendación 35 de la CEDAW
ESTÁNDARES INTERNACIONALES SOBRE LA TORTURA PSICOLÓGICA
De acuerdo a la Corte, la infracción del derecho a la integridad física y psíquica de las personas
es una clase de violación que tiene diversas connotaciones de grado y que abarca desde la
tortura hasta otro tipo de vejámenes o tratos crueles, inhumanos o degradantes cuyas secuelas
físicas y psíquicas varían de intensidad según los factores endógenos y exógenos que deberán
ser demostrados en cada situación concreta (duración de los tratos, edad, sexo, salud, contexto,
vulnerabilidad, entre otros). Además, siguiendo el criterio de la Corte Europea de Derechos
Humanos, ha establecido que aún en la ausencia de lesiones, los sufrimientos en el plano físico
y moral, acompañados de turbaciones psíquicas durante los interrogatorios, pueden ser
considerados como tratos inhumanos. El carácter degradante se expresa en un sentimiento de
miedo, ansia e inferioridad con el fin de humillar, degradar y de romper la resistencia física y
moral de la víctima (Caso Tamayo Vs. Perú, Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco
vs. México, Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil).
La Corte, ha establecido que la prohibición contenida en la Convención comprende la tortura
física y psicológica, y que con respecto a esta última se ha reconocido que las amenazas y el
peligro real de someter a una persona a lesiones físicas produce, en determinadas
circunstancias, una angustia moral de tal grado que puede ser considerada “tortura psicológica”.
Añade que de acuerdo a las circunstancias de cada caso en particular, algunos actos de agresión
infligidos a una persona pueden calificarse como torturas psíquicas, particularmente los actos
que han sido preparados y realizados deliberadamente contra la víctima para suprimir su
resistencia psíquica y forzarla a ciertos actos como auto-inculparse o a confesar determinadas
conductas delictivas o para someterla a modalidades de castigos adicionales a la privación de
la libertad en sí misma. (Caso Maritza Urrutia Vs. Guatemala).
La Corte, ha establecido que se ha conformado un régimen jurídico internacional de prohibición
absoluta de todas las formas de tortura, tanto física como psicológica, y respecto de esta última,
se ha reconocido que las amenazas y el peligro real de someter a una persona a graves lesiones
físicas produce, en determinadas circunstancias, una angustia moral de tal grado que puede ser
considerada “tortura psicológica” (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco Vs.
México)
La Corte, establece que son actos crueles, inhumanos y degradantes, aquellos en virtud de los
cuales las víctimas pudieron temer y prever que serían privadas de su vida de manera arbitraria
y violenta o sometidas a tortura (Caso Masacres de Ituango Vs. Colombia).
En casos donde se alegue agresiones sexuales, la falta de evidencia médica no disminuye la
veracidad de la declaración de la presunta víctima. En tales casos, no necesariamente se verá
reflejada la ocurrencia de violencia o violación sexual en un examen médico, ya que no todos
los casos de violencia y/o violación sexual ocasionan lesiones físicas o enfermedades
verificables a través de dichos exámenes (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú). En estos casos,
con mayor razón se deberá analizar el caso desde los estándares de la tortura psicológica en
una interpretación sistémica de los estándares de la Corte IDH.

CRITERIOS DE VALORACIÓN DE LA PRUEBA EN VIOLENCIA SEXUAL


A LA LUZ DE LOS ESTÁNDARES SOBRE TORTURA, TRATOS CRUELES
E INHUMANOS
Debe otorgarse a las denuncias por delitos de violencia en razón de género la presunción de
veracidad, la cual puede ser desvirtuada a través de una serie de diligencias, investigaciones y
garantías (Caso J. Vs. Perú).
Los Estados tienen el deber de investigar con la debida diligencia hechos de violencia sexual
considerados como torturas en conflictos armado y/o dentro de patrones sistemáticos, la
omisión de investigación constituye un incumplimiento de las obligaciones del Estado frente a
graves violaciones a derechos humanos, las cuales contravienen normas inderogables (jus
cogens) y generan obligaciones para los Estados como la de investigar y sancionar dichas
prácticas (Caso Masacre de las Dos Erres vs. Guatemala)
Se debe tomar en cuenta que las agresiones sexuales corresponden a un tipo de delito que la
víctima no suele denunciar, por el estigma que dicha denuncia conlleva usualmente (Caso J.
Vs. Perú)
Se debe tomar en cuenta las dificultades al acceso a la justicia de la víctima y analizar su
situación desde su diversidad cultural.
El Estado debe actuar con la debida diligencia para evitar actos de tortura o tratos crueles,
inhumanos y degradantes, tomando en cuenta, por otra parte, que la víctima suele abstenerse,
por temor, de denunciar los hechos, sobre todo cuando ésta se encuentra privada de la libertad
bajo la custodia del Estado (Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil).
El Estado debe asegurar la obtención de toda la prueba que pueda acreditar las denuncias sobre
actos de tortura (Caso Favela Nova Brasilia Vs. Brasil).
Las pruebas relativas a los antecedentes sexuales de la víctima son en principio inadmisibles,
por lo que la apertura de líneas de investigación sobre el comportamiento social o sexual previo
de las víctimas en casos de violencia de género no es más que la manifestación de políticas o
actitudes basadas en estereotipos de género. (Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala).

LA DECLARACIÓN DE LA VÍCTIMA DE VIOLENCIA SEXUAL


La violación sexual es un tipo particular de agresión que, en general, se caracteriza por
producirse en ausencia de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los agresores.
Dada la naturaleza de esta forma de violencia, no se puede esperar la existencia de pruebas
gráficas o documentales y, por ello, la declaración de la víctima constituye una prueba
fundamental sobre el hecho (Caso Fernández Ortega y otros Vs. México, Caso Espinoza
Gonzáles Vs. Perú, Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Ateneco vs. México).
En casos donde se alegue agresiones sexuales, la falta de evidencia médica no disminuye la
veracidad de la declaración de la presunta víctima. En tales casos, no necesariamente se verá
reflejada la ocurrencia de violencia o violación sexual en un examen médico, ya que no todos
los casos de violencia y/o violación sexual ocasionan lesiones físicas o enfermedades
verificables a través de dichos exámenes (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú).
Una negación de la ocurrencia de una agresión sexual inicialmente denunciada no
necesariamente desacredita las declaraciones donde se indicó que había sucedido, sino que
debe ser analizado tomando en cuenta las circunstancias propias del caso y de la víctima. (Caso
J. Vs. Perú)
La calificación jurídica de los hechos que utilice la presunta víctima en sus declaraciones tiene
que ser valorada tomando en cuenta el significado comúnmente dado a las palabras utilizadas,
el cual no necesariamente corresponde a su definición jurídica. Lo relevante es evaluar si los
hechos descritos, y no la calificación jurídica dada a los mismos, fueron consistentes (Caso J.
Vs. Perú)
La Corte ha señalado que, en cuanto a la entrevista que se realiza a una presunta víctima de
actos de violencia o violación sexual, es necesario que la declaración de ésta se realice en un
ambiente cómodo y seguro, que le brinde privacidad y confianza, y que la declaración se
registre de forma tal que se evite o limite la necesidad de su repetición. Dicha declaración
deberá contener, con el consentimiento de la presunta víctima: i) la fecha, hora y lugar del acto
de violencia sexual perpetrado, incluyendo la descripción del lugar donde ocurrió el acto; ii) el
nombre, identidad y número de agresores; iii) la naturaleza de los contactos físicos de los que
habría sido víctima; iv) si existió uso de armas o retenedores; v) el uso de medicación, drogas,
alcohol u otras substancias; vi) la forma en la que la ropa fue removida, de ser el caso; vii) los
detalles sobre las actividades sexuales perpetradas o intentadas en contra de la presunta víctima;
viii) si existió el uso de preservativos o lubricantes; ix) si existieron otras conductas que podrían
alterar la evidencia, y x) detalles sobre los síntomas que ha padecido la presunta víctima desde
ese momento. (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú, Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en
Atenco Vs. México).
LOS EXÁMENES MÉDICOS Y LAS PERICIAS EN VIOLENCIA SEXUAL
La Corte ha señalado que, en casos de violencia contra la mujer, al tomar conocimiento de los
actos alegados, es necesario que se realice inmediatamente un examen médico y psicológico
completo y detallado por personal idóneo y capacitado, en lo posible del sexo que la víctima
indique, ofreciéndole que sea acompañada por alguien de su confianza si así lo desea. Dicho
examen deberá ser realizado de conformidad con protocolos dirigidos específicamente a
documentar evidencias en casos de violencia de género (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú).
En casos de violencia sexual para niñas, niños y adolescentes, el examen médico deberá
llevarse a cabo luego del consentimiento informado de la víctima o su representante legal,
según su grado de madurez, tomando en cuenta el derecho de la niña, niño o adolescente a ser
oído, en un lugar adecuado y respetándose su derecho a la intimidad y privacidad. Además,
deberá permitirse la presencia de un acompañante de confianza de la víctima (Cfr. Caso V.R.P.,
VPC y otros Vs. Nicaragua).
En cuanto al examen físico, las autoridades deberán evitar en la medida de lo posible que sean
sometidos a más de una evaluación física, ya que podrá ser revictimizante ( Caso V.R.P., VPC
y otros Vs. Nicaragua)
Respecto de exámenes de integridad sexual, la Corte, de acuerdo a lo establecido por la
Organización Mundial de Salud, ha establecido que, en este tipo de casos, el peritaje
ginecológico debe realizarse lo más pronto posible (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú).
Respecto de exámenes de integridad sexual, la Corte, de acuerdo a lo establecido por la
Organización Mundial de Salud, ha establecido que, el peritaje ginecológico y anal debe ser
realizado, de considerarse procedente su realización y con el consentimiento previo e
informado de la víctima, durante las primeras 72 horas a partir del hecho denunciado, con base
en un protocolo específico de atención a las víctimas de violencia sexual. Esto no obsta a que
el peritaje ginecológico se realice con posterioridad a este período, con el consentimiento de la
presunta víctima, toda vez que evidencias pueden ser encontradas tiempo después del acto de
violencia sexual, particularmente con el desarrollo de la tecnología en materia de investigación
forense. (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú).
Lineamiento 6.- Respecto de exámenes de integridad sexual, la Corte, ha establecido que los
plazos límite establecidos para la realización de un examen de esta naturaleza deben ser
considerados como guía, más no como política estricta. De esa manera, la procedencia de un
peritaje ginecológico debe ser considerada sobre la base de un análisis realizado caso por caso,
tomando en cuenta el tiempo transcurrido desde el momento en que se alega que ocurrió la
violencia sexual (Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú).
Respecto de exámenes de integridad sexual, la Corte, ha establecido que la procedencia de un
peritaje ginecológico debe ser motivada detalladamente por la autoridad que la solicita y, en
caso de no ser procedente o no contar con el consentimiento informado de la presunta víctima,
el examen debe ser omitido, lo que en ninguna circunstancia debe servir de excusa para
desacreditar a la presunta víctima y/o impedir una investigación (Caso Espinoza Gonzáles Vs.
Perú, Caso V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua)
Desde un enfoque de género e interseccional, debe considerarse la situación de vulnerabilidad
o de desventaja en la que se encuentra la víctima de violencia en razón a género y también será
esencial considerar la posición dominante o de abuso de poder en la cual pueda encontrarse en
relación a la víctima el presunto agresor. En este marco, es importante señalar que la Corte
IDH, para el análisis de actos de violencia sexual, consideró dos criterios esenciales: La
vulnerabilidad de la víctima y el abuso de poder del agente (Caso Penal Miguel Castro Castro
vs. Perú, Caso J. Vs. Perú)
Como director funcional de la investigación, la o el fiscal especializado, en todos los delitos de
violencia en razón a género que promueve la acción penal, deberá requerir de oficio, informes
o peritajes psicológicos y sociales que identifiquen desde una perspectiva de género
discriminaciones estructurales, estereotipos prejuicios de género, que serán elementos
indiciarios para sustentar hechos de violencia. Estos informes serán elaborados por los equipos
multidisciplinarios de los SLIMs, Defensorías de la Niñez y Adolescencia, SIJPLU, SEPDAVI
y también podrán coordinarse con la UPAVT.
LA PROHIBICIÓN DE APLICACIÓN DEL RÉGIMEN DE PRESCRIPCIÓN O DE
AMNISTÍA EN DELITOS DE VIOLENCIA SEXUAL
Por tratarse de una violación grave de derechos humanos, el Estado debe abstenerse de recurrir
a figuras como la prescripción (Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala).
En este marco, para cumplir sus obligaciones de buena fe deberá investigar los hechos en el
marco de la debida diligencia y será responsable por dilaciones indebidas.
Por tratarse de una violación grave de derechos humanos, el Estado debe abstenerse de recurrir
a figuras como la amnistía en beneficio de los autores. (Caso Veliz Franco y otros vs.
Guatemala).
Por tratarse de una violación grave de derechos humanos, el Estado debe abstenerse de recurrir
a figuras como la irretroactividad de la ley penal, cosa juzgada, ne bis in idem o cualquier
eximente similar de responsabilidad, para excusarse de sus obligaciones de investigar,
sancionar y reparar el daño (Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala).

EN VIOLENCIA SEXUAL, LA REVICTIMIZACIÓN EN RECOLECCIÓN


PROBATORIA ES CONSIDERADA VIOLENCIA INSTITUCIONAL
Tomando en cuanto el interés superior de las niñas, niños y adolescentes, no solo se debe evitar
la revictimización, sino que, a través de las protecciones especiales y acompañamiento
especializado, se deberán generar las condiciones adecuadas para que la niña, niño o
adolescente pueda participar de forma efectiva en el proceso penal, por lo que la actuación
estatal deberá estar encaminada a la protección reforzada de sus derechos, a través de la
actuación multidisciplinaria y coordinada de las agencias estatales de protección y apoyo
psicosocial, investigación y juzgamiento, entre ellas el ministerio público, las autoridades
judiciales, los profesionales de salud, los servidores sociales y legales, la policía nacional, entre
otros. Estos servicios deben actuar coordinadamente desde que el Estado conozca la violación
de sus derechos y de forma ininterrumpida, hasta que esos servicios dejen de ser necesarios, a
fin de evitar que su participación en el proceso pena les cause nuevos perjuicios y traumas
adicionales, revictimizándolos (Cfr. Caso V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua).
Los Estados deben garantizar el derecho de las víctimas a ser oídas en un entorno que no sea
intimidatorio, hostil, insensible o inadecuado especialmente para niñas, niños y adolescentes
(Caso V.R.P., VPC y otros Vs. Nicaragua)
En especial, las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual, deben ser tratadas con
sensibilidad, en este marco, se les explicará la razón y utilidad de las diligencias a llevarse a
cabo o la naturaleza de los peritajes a los cuales se les someterá, siempre con base en su edad,
grado de madurez y desarrollo y conforme a su derecho a la información (Caso V.R.P., VPC
y otros Vs. Nicaragua)

LINEAMIENTOS PARA LA RECOLECCIÓN PROBATORIA


La Corte ha establecido que en casos de sospecha de homicidio por razón de género, la
obligación estatal de investigar con la debida diligencia incluye el deber de ordenar de
oficio los exámenes y pericias correspondientes tendientes a verificar si el homicidio
tuvo un móvil sexual o si se produjo algún tipo de violencia sexual. En este sentido, la
investigación sobre un supuesto homicidio por razón de género no debe limitarse a la
muerte de la víctima, sino que debe abarcar otras afectaciones específicas contra la
integridad personal, tales como torturas y actos de violencia sexual (Cfr. Caso Veliz
Franco y otros Vs. Guatemala).
Las primeras fases de la investigación pueden ser especialmente cruciales en casos de
homicidio contra la mujer por razón de género, ya que las fallas que se puedan producir
en diligencias tales como las autopsias y en la recolección y conservación de evidencias
físicas pueden llegar a impedir u obstaculizar la prueba de aspectos relevantes, como
por ejemplo, la violencia sexual. (Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala).
Un Estado puede ser responsable por dejar de ordenar, practicar o valorar pruebas que
hubieran sido de mucha importancia para el debido esclarecimiento de los
homicidios.(Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala).

MANEJO DE LA ESCENA DEL CRIMEN PARA UNA EFICAZ ACTIVIDAD


PROBATORIA
La Corte ha señalado que el manejo de la escena del crimen es un punto de partida de
la investigación y, por tanto, determinante para esclarecer la naturaleza, circunstancias
y características del delito, así como los participantes en el hecho. Es por ello que su
manejo debe ser mediante profesionales entrenados en la importancia de sus acciones,
la preservación de la escena del crimen, las actividades a realizar en esta, y en la
recuperación y preservación de la evidencia.(Caso Velásquez Paíz y otros Vs.
Guatemala).
En relación con la escena del crimen, los investigadores deben, como mínimo,
fotografiar dicha escena, cualquier otra evidencia física y el cuerpo como se encontró
y después de moverlo; todas las muestras de sangre, cabello, fibras, hilos u otras pistas
deben ser recogidas y conservadas; examinar el área en busca de huellas de zapatos o
cualquier otra que tenga naturaleza de evidencia, y hacer un informe detallando
cualquier observación de la escena, las acciones de los investigadores y la disposición
de toda la evidencia coleccionada. (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala).
Se debe cerrar la zona contigua al cadáver, y prohibir, salvo para el investigador y su
equipo, el ingreso a la misma. Mientras ello no suceda debe evitarse cualquier
contaminación de la misma y mantenerla bajo custodia permanente. Una de las
acciones en el sitio del hallazgo de mayor riesgo es la manipulación del cadáver, el cual
no debe ser manipulado sin la presencia de profesionales, quienes deben examinarlo y
movilizarlo adecuadamente según la condición del cuerpo. (Caso Velásquez Paíz y
otros Vs. Guatemala).
En cuanto al manejo de la escena del crimen, el levantamiento y tratamiento del cadáver
de la víctima, la necropsia, así como el mantenimiento de la cadena de custodia de todo
elemento de prueba forense debe regirse al Manual sobre la Prevención e Investigación
Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias de Naciones Unidas
(Protocolo de Minnesota). (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala, Caso Veliz
Franco y otros Vs. Guatemala).

AUTOPSIAS Y NECROPSIAS
En cuanto a la realización de autopsias en un contexto de homicidio por razón de género, la
Corte ha especificado que se debe examinar cuidadosamente las áreas genital y para-genital
en búsqueda de señales de abuso sexual, así como preservar líquido oral, vaginal y rectal, y
vello externo y púbico de la víctima. (Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala, Caso Velásquez
Paíz y otros Vs. Guatemala).
La Corte ha señalado en cuanto a las autopsias que tienen como objetivo recolectar, como
mínimo, información para identificar a la persona muerta, la hora, la fecha, causa y forma de
muerte. Estas deben respetar ciertas formalidades básicas, como indicar la fecha y hora de
inicio y finalización, así como el lugar donde se realiza y el nombre del funcionario que la
ejecuta. Asimismo, se debe fotografiar adecuadamente el cuerpo; tomar radiografías del
cadáver, de su bolsa o envoltorio y después de desvestirlo, documentar toda lesión. Se debe
documentar la ausencia, soltura o daño de los dientes, así como cualquier trabajo dental, y
examinar cuidadosamente las áreas genital y para-genital en búsqueda de señales de abuso
sexual. Asimismo, el Manual de Naciones Unidas indica que en los protocolos de autopsia se
debe anotar la posición del cuerpo y sus condiciones, incluyendo si está tibio o frío, ligero o
rígido; proteger las manos del cadáver, registrar la temperatura del ambiente y recoger
cualquier indicio (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala).

RECAUDOS EN LA CADENA DE CUSTODIA


La debida diligencia en una investigación médico-legal de una muerte exige el
mantenimiento de la cadena de custodia de todo elemento de prueba forense .La Corte
ha señalado que ello consiste en llevar un registro escrito preciso, complementado,
según corresponda, por fotografías y demás elementos gráficos, para documentar la
historia del elemento de prueba a medida que pasa por las manos de diversos
investigadores encargados del caso. (Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala).
La cadena de custodia puede extenderse más allá del juicio y la condena del autor,
dado que las pruebas antiguas, debidamente preservadas, podrían servir para el
sobreseimiento de una persona condenada erróneamente. La excepción la constituyen
los restos de víctimas positivamente identificadas que pueden ser devueltos a sus
familias para su debida sepultura, con la reserva de que no pueden ser cremados y que
pueden ser exhumados para nuevas autopsias. (Caso Velásquez Paíz y otros Vs.
Guatemala).
CAJA DE HERRAMIENTAS
CAJA DE HERRAMIENTAS
CONCEPTOS GENERALES

¿Cuál es la diferencia entre sexo y género?


El sexo es lo biológicamente dado, en tanto que género es lo culturalmente construido, es el
conjunto de características, actitudes y roles social, cultural e históricamente asignado a las
personas en virtud de su sexo.

¿Qué es el sexo?
“Es la condición biológica, orgánica y genética que distingue a mujeres de hombres” (Ley
807 de 21 de mayo de 2016). En un sentido estricto, el término sexo se refiere a las diferencias
biológicas entre el hombre y la mujer, a sus características fisiológicas, a la suma de las
características biológicas que define el espectro de las personas como mujeres y hombres o a
la construcción biológica que se refiere a las características genéticas, hormonales, anatómicas
y fisiológicas sobre cuya base una persona es clasificada como macho o hembra al nacer. En
ese sentido, puesto que este término únicamente establece subdivisiones entre hombres y
mujeres, no reconoce la existencia de otras categorías que no encajan dentro del binario
mujer/hombre (Opinión consultiva 24/2017).

¿Qué se entiende por sexo asignado al nacer?


Esta idea trasciende el concepto de sexo como masculino o femenino y está asociado a la
determinación del sexo como una construcción social. La asignación del sexo no es un hecho
biológico innato; más bien, el sexo se asigna al nacer con base en la percepción que otros tienen
sobre los genitales. La mayoría de las personas son fácilmente clasificadas pero algunas
personas no encajan en el binario mujer/hombre (Opinión Consultiva 24/2017).

¿Qué es el género?
“Es la construcción social de roles, comportamientos, usos, ideas, vestimentas, prácticas o
características culturales y otras costumbres para el hombre y la mujer” (Ley 807 de 21 de
mayo de 2016).

¿Qué es el sistema binario sexo género?


“Modelo social y cultural dominante en la cultura occidental que “considera que el género y el
sexo abarcan dos, y sólo dos, categorías rígidas, a saber masculino/hombre y femenino/mujer.
Tal sistema o modelo excluye a aquellos que no se enmarcan dentro de las dos categorías (como
las personas trans o intersex). Opinión Consultiva 24/2017

¿A quién se denomina persona cisgénero?


A las personas cuya identidad de género corresponde con el sexo asignado al nacer (Opinión
Consultiva 24/2017).

¿Qué se entiende por orientación sexual?


A la atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de
su mismo género, o de más de un género (Opinión Consultiva 24/2017).

¿Qué es la identidad de género?


Es la vivencia individual del género tal como cada persona la siente, la vive y la ejerce ante la
sociedad, la cual puede corresponder o no al sexo asignado al momento del nacimiento.
Incluye la vivencia personal del cuerpo que puede implicar la modificación de la apariencia
corporal libremente elegida, por medios médicos, quirúrgicos o de otra índole. (art. 3 Ley
807, Ley de Identidad de género)

¿Quiénes son las personas transexuales?


Personas que se sienten como pertenecientes al género opuesto al que se les asignó al nacer y
que optan por una intervención médica para adecuar su apariencia física - biológica a su
realidad psíquica y social (art. 3 Ley 807, Ley de Identidad de género).

¿Quiénes son las personas transgénero?


Hombre o mujer cuya identidad de género no corresponde con su sexo asignado al momento
del nacimiento, sin que esto implique intervención médica de modificación corporal. (art. 3
Ley 807, Ley de Identidad de género).

¿A quiénes se denomina gays?


A los hombres que se sienten emocional, afectiva y sexualmente atraído por otros
hombres, aunque el término se puede utilizar para describir tanto a hombres gays como
a mujeres lesbianas (Opinión Consultiva 24/2017).

¿A quiénes se denomina lesbianas?


A las mujeres que son atraídas emocional, afectiva y sexualmente de manera
perdurable por otras mujeres. (Opinión Consultiva 24/2017).

¿Qué es la homofobia y la transfobia?


La homofobia es un temor, un odio o una aversión irracional hacia las personas lesbianas, gay
o bisexual; la transfobia denota un temor, un odio o una aversión irracional hacia las personas
trans. Dado que el término “homofobia” es ampliamente conocido, a veces se emplea de
manera global para referirse al temor, el odio y la aversión hacia las personas LGBTI en
general. (Opinión Consultiva 24/2017).

¿Quiénes son las personas bisexuales?


Persona que se siente emocional, afectiva y sexualmente atraída por personas del mismo sexo
o de un sexo distinto (Opinión Consultiva 24/2017).
¿Qué significan las siglas LGBTI?
Lesbiana, Gay, Bisexual, Trans o Transgénero e Intersex. La sigla LGBTI se utilizan para
describir a los diversos grupos de personas que no se ajustan a las nociones convencionales o
tradicionales de los roles de género masculinos y femeninos. (Opinión Consultiva 24/2017).

¿Qué es la intersexualidad?
Todas aquellas situaciones en las que la anatomía sexual de la persona no se ajusta físicamente
a los estándares culturalmente definidos para el cuerpo femenino o masculino42. Una persona
intersexual nace con una anatomía sexual, órganos reproductivos o patrones cromosómicos que
no se ajustan a la definición típica del hombre o de la mujer. Esto puede ser aparente al nacer
o llegar a serlo con los años. Una persona intersexual puede identificarse como hombre o como
mujer o como ninguna de las dos cosas. La condición de intersexual no tiene que ver con la
orientación sexual o la identidad de género: las personas intersexuales experimentan la misma
gama de orientaciones sexuales e identidades de género que las personas que no lo son.
(Opinión Consultiva 24/2017).

¿Qué es la perspectiva de género?


Es una categoría de análisis que sostiene que las diferencias entre hombres y mujeres se
explican a partir de las condiciones sociales, culturales, políticas, económicas y jurídicas,
históricamente creadas para determinar la vida de hombres y mujeres a partir de su sexo
biológico. Este análisis, que en su conjunto se conoce como “sistema sexo-genero”, permite
comprender y profundizar sobre el comportamiento aprendido diferencialmente entre hombres
y mujeres. La perspectiva de género explica así, como los hombres y las mujeres
históricamente han estado regulados por comportamientos ‘permitidos’, ‘esperados’, ‘negados’
o ‘condenados ’por el ambiente social en que viven, el cual está basado en las ideas de la
dominación masculina que plantean –como fundamento principal– la inferioridad de las
mujeres y la superioridad de los hombres. (Scott W., Joan. “El género: una categoría útil para
el análisis histórico”)

¿En qué consiste la perspectiva de género desde el ámbito jurídico?


Es un método del derecho, destinado a identificar discriminaciones en razón de sexo, género,
identidad de género, orientación sexual u otros criterios prohibidos de discriminación, para que
las autoridades judiciales, fiscales, o cualquier servidor público, realice actos procesales,
valoración de la prueba o interpretaciones a la normativa pluralmente concebida, de manera tal
que se brinde una real materialización a la igualdad sustantiva para el ejercicio pleno de
derechos. Además, la perspectiva de género, cuestiona la cisnormatividad y la
heteronormatividad

¿Es exigible la perspectiva de género desde el bloque de constitucionalidad?


Sí, de acuerdo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, los Estados tienen el deber
de incluir una perspectiva de género en las investigaciones y procesos penales (Espinoza
Gonzáles Vs. Perú párr. 309) (Véliz Franco y otros vs. Guatemala párr. 251).

¿A nivel interno existe jurisprudencia vinculante que exija la aplicación de la


perspectiva de género?
SCP 0064/2018-S2 de 15 de marzo de 2018
“Independientemente de la conformación del Tribunal, ya sea por varones o por mujeres, sus
integrantes están obligados a aplicar una perspectiva de género, en el marco de las obligaciones
internacionales asumidas por el Estado Boliviano, nuestra Constitución Política del Estado y
las normas internas; en ese sentido, el Tribunal Supremo de Justicia, por Acuerdo de Sala Plena
126/2016 de 22 de noviembre, aprobó el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, que
contiene los estándares internacionales e internos que tienen que ser cumplidos de manera
obligatoria por jueces, juezas y tribunales”.
SCP 0017/2019-S2 de 13 de marzo
El TCP en el marco de una interpretación conforme al bloque de constitucionalidad y
concretamente a la luz de la Convención Belém do Pará y el art. 15 de la Constitución, y de
acuerdo a los estándares del Comité para la Eliminación de las Discriminación Contra la Mujer
CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a Derechos, desarrolló el deber de los
operadores jurídicos de incluir la perspectiva de género para lograr una igualdad de hecho y de
derecho, para lo cual, los operadores del sistema, deben tramitar los casos teniendo en cuenta
las cuestiones de género, pero además, deben revisar las normas sobre la carga de la prueba,
para asegurar así esta igualdad de hecho y de derecho. Esta perspectiva de género, debe ser
asumida desde el inicio de la etapa preparatoria, tanto en el control jurisdiccional como en la
fase de investigación. (FJ III.1.2).

¿Qué son los estereotipos de sexo?


Características o cualidades sexuales que son, o deberían ser poseídas por hombres y mujeres
en un marco de interacción sexual entre ambos. Por ejemplo, es un estereotipo de sexo la idea
en virtud de la cual la sexualidad de las mujeres está vinculada con la procreación, por lo que
a partir de este estereotipo, no sería socialmente aceptado el matrimonio entre personas del
mismo sexo.

¿Qué son los estereotipos de género?


Son pre-concepciones de atributos o características poseídas o papeles que son o deberían ser
ejecutados por hombres y mujeres respectivamente. Teniendo en cuenta las manifestaciones
efectuadas por el Estado es posible asociar la subordinación de la mujer a prácticas basadas
en estereotipos de género socialmente dominantes y persistentes. En este sentido, su creación
y uso se convierte en una de las causas y consecuencias de la violencia de género en contra
de la mujer, condiciones que se agravan cuando se reflejan, implícita o explícitamente, en
políticas y prácticas, particularmente en el razonamiento y el lenguaje de las autoridades
estatales. (Cfr. Caso Campo Algodonero Vs. México, párr. 401) (Cfr. Caso Mujeres víctimas
de tortura sexual en Atenco Vs. México párr. 213)

¿Qué son los estereotipos de roles sexuales?


Se fundan en los papeles o el comportamiento que son atribuidos y esperados de hombres y
mujeres a partir de construcciones culturales y sociales, o bien, sobre su físico, por ejemplo,
el criterio en virtud del cual las mujeres son las encargadas de cuidar a los hijos, por lo
que aquellas que salen a trabajar serían “malas madres”.

¿Qué son los estereotipos compuestos?


Son los que asignan conductas en base a roles de género, sexo o roles sexuales atribuidos
socialmente a los hombres y mujeres, por ejemplo, la vinculación de la virginidad de la mujer
con un rol de buena esposa, desde este estereotipo, los hombres buscan mujeres vírgenes para
el matrimonio.

¿A quiénes afectan los estereotipos de sexo, género y de roles sexuales?


Afectan a mujeres y también a los hombres que incumplen los roles asignados por la
sociedad, en especial a las personas gays, lesbianas, bi-sexuales, intersexuales y transexuales,
generando un trato discriminatorio.
Estos estereotipos deben ser identificados por las autoridades judiciales, fiscales o cualquier
otra u otro servidor públicos antes de asumir una decisión.

¿Cuál es la definición de discriminación?


A los efectos de la presente Convención, la expresión "discriminación contra la mujer"
denotará toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de
los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social,
cultural y civil o en cualquier otra esfera (art. 5 Convención sobre la Eliminación de todas las
formas de Discriminación hacia la Mujer)

¿Cuándo existe discriminación directa en razón de sexo/género?


Cuando un acto concreto, como ser una decisión judicial o fiscal, o una ley, genera se un trato
diferenciado ilegítimo por razón de sexo o género.

¿Cuándo existe discriminación indirecta en razón de sexo/género?


La discriminación indirecta es ocasionada por leyes, políticas públicas o prácticas que en
apariencia son neutrales, pero que impactan adversamente en el ejercicio de los derechos de
ciertas personas o grupos, en razón al sexo, género u orientación sexual

¿Qué es la discriminación sistémica o estructural?


La discriminación sistémica es aquella que es omnipresente, fuertemente arraigada en el
comportamiento y organización de la sociedad.

¿Cuándo hablamos de discriminación múltiple?


Existe discriminación múltiple cuando existen tratos diferenciados tratos diferenciados
ilegítimos y arbitrarios en razón a varios criterios prohibidos de discriminación, que
restringen, limitan o impiden ejercer los derechos humanos.
El enfoque interseccional es un método del derecho para identificar las diversas situaciones
que pueden ocasionar múltiples discriminaciones, y otorgar respuestas considerando la
intersección de las diferentes categorías sospechosas.

¿Qué es el enfoque interseccional?


El enfoque interseccional, que es un método del derecho para identificar las diversas
situaciones que pueden ocasionar múltiples discriminaciones, y otorgar respuestas
considerando la intersección de las diferentes categorías sospechosas.

¿El enfoque interseccional tiene sustento en el bloque de constitucionalidad?


Los estados partes deben reconocer y prohibir en sus instrumentos jurídicos estas formas
entrecruzadas de discriminación y su impacto negativo combinado en las mujeres afectadas.
También deben aprobar y poner en práctica políticas y programas para eliminar estas
situaciones y, en particular, cuando corresponda, adoptar medidas especiales de carácter
temporal. (Recomendación General 28, CEDAW).
La Corte reitera que durante la investigación y el juzgamiento, el Estado debe asegurar el pleno
acceso y capacidad de actuar de la víctima en todas las etapas. En un caso como el presente en
el que la víctima, mujer e indígena, ha tenido que enfrentar diversos obstáculos en el acceso a
la justicia, el Estado tiene el deber de continuar proporcionando los medios para que la víctima
acceda y participe en las diligencias del caso, para lo cual debe asegurar la provisión de
intérprete y apoyo desde una perspectiva de género, en consideración de sus circunstancias de
especial vulnerabilidad (Caso Fernández Ortega vs. México párr. 230).

¿El enfoque interseccional ha sido desarrollado en la jurisprudencia


constitucional?
SCP 0358/2018-S2 de 25 de julio
El TCP establece que el enfoque de interseccionalidad es una herramienta para analizar
vulneraciones al derecho a la igualdad cuando se presentan múltiples factores de
discriminación que afecten el ejercicio pleno de derechos, en este marco, a partir del enfoque
de género puede tenerse una mirada plural de la discriminación y violencia hacia diversas
categorías biológicas, sociales y culturales, como el sexo, el género, la clase, la discapacidad,
la orientación sexual, la religión, la edad, la nacionalidad y otros ejes de identidad que se
interaccionan en múltiples y a menudo simultáneos niveles de discriminación y violencia,
comprendiendo las desigualdades y necesidades de esta población en los casos concretos, las
cuales pueden estar atravesadas por diversas identidades y otros factores que las coloquen en
situaciones mayores de subordinación, violencia y discriminación. (FJ III.3.1.).

¿Cuáles son las categorías sospechosas o rubros prohibidos de discriminación?


Son criterios que históricamente, y de manera sistemática, han generado, y aún hoy generan
discriminación, como el sexo, la raza, la identidad de género, la orientación sexual, entre otros.
Desde una vigencia plena de la igualdad sustantiva, las autoridades judiciales, fiscales y todo
servidor o servidora pública deben realizar un escrutinio estricto y además tienen la carga
argumentativa en virtud de la cual, para sustentar un sometimiento del Estado de buena fe a
sus obligaciones internacionales de respeto y garantía, deben sustentar sus decisiones en el
marco de criterios de razonabilidad y proporcionalidad.

¿En qué normas internacionales sobre derechos humanos se encuentra previsto


el derecho-principio a la igualdad y no discriminación?
SISTEMA UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (arts. 2.1, 3 y 26)
Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (arts. 2.2 y 3)
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial
(art. 1.1)
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, en
su sigla en inglés CEDAW (art. 1)
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (art. 4.1)
Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes (art.
1)
SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS
Convención Americana de Derechos Humanos (arts. 1 y 2)
Protocolo Adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos “Protocolo de San
Salvador” (art. 3)
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
“Convención de Belem do Para” (art. 6.a)

¿Cuál es la norma constitucional que consagra el derecho-principio a la igualdad y no


discriminación?
Art. 14.II de la Constitución
II. El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color,
edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía,
idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición
económica o social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras
que tenga por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en
condiciones de iguladad, de los derechos de toda persona.
ESTÁNDARES SOBRE LA VIOLENCIA EN RAZÓN DE
GENERO

¿Cuál es el fundamento de las obligaciones del Estado de respeto y garantía a


derechos frente a la violencia en razón de género?
Tienen sustento en el bloque de constitucionalidad, el cual está compuesto por la Constitución,
Tratados Internacionales referentes a Derechos humanos y estándares internacionales de
protección a derechos. Desde este enfoque, los derechos de las mujeres a una vida libre de
violencia, derecho también extensible a cualquier persona que sufra violencia en razón de
género, tal cual ya se precisó, tienen sustento en el art. 15 de la Constitución, en la Convención
para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
denominada también Convención Belém do Para, la Convención Interamericana para prevenir
la tortura, entre otros instrumentos cuya interpretación por órganos autorizados generan
estándares universales e interamericanos que forman parte del bloque de constitucionalidad y
del corpus jure internacional de derechos de las mujeres.

¿Dónde se encuentra consagrado expresamente el deber de diligencia?


Se encuentra expresamente consagrado en el art. 7.b) y c) de la Convención Belem do
Pará
“Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen
adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir,
sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente: (…)
b. actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la
mujer; c. incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como
las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del caso.

¿En qué consiste el deber de diligencia de acuerdo a la jurisprudencia de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos?
A partir del emblemático caso Campo Algodonero vs. México, la Corte IDH ha desarrollado
el deber de la debida diligencia, el cual además lo abordó desde la discriminación estructural.
Desarrolló el deber de la debida diligencia y a partir de este los deberes específicos que los
Estados deben asumir para prevenir, investigar, sancionar y reparar los daños en violencia por
razón de género.
La Corte ha establecido que del derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia y los
demás derechos específicos consagrados en la Convención de Belém do Pará, surgen las
correlativas obligaciones del Estado para respetar y garantizarlos. Las obligaciones estatales
especificadas en el artículo 7 de la Convención de Belém do Pará deben alcanzar todas las
esferas de actuación del Estado, transversal y verticalmente, es decir, todos los poderes
públicos (legislativo, ejecutivo y judicial), tanto a nivel federal como estadual o local, así como
en las esferas privadas. Ello requiere la formulación de normas jurídicas y el diseño de políticas
públicas, instituciones y mecanismos destinados a combatir toda forma de violencia contra la
mujer, pero también requiere, la adopción y aplicación de medidas para erradicar los prejuicios,
los estereotipos y las prácticas que constituyen las causas fundamentales de la violencia por
razón de género contra la mujer. (Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco vs.
México párr. 215)
La Corte recuerda que en casos de violencia contra la mujer las obligaciones generales
establecidas en los artículos 8 y 25 de la Convención Americana se complementan y refuerzan
para aquellos Estados que son Parte, con las obligaciones derivadas del tratado interamericano
específico, la Convención de Belém do Pará. En su artículo 7.b dicha Convención obliga de
manera específica a los Estados Partes a utilizar la debida diligencia para prevenir, sancionar
y erradicar la violencia contra la mujer (Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala párr.
185).

¿El deber de la debida diligencia ha sido desarrollado por la jurisprudencia


constitucional?
SCP 0017/2018-S2 de 13 de marzo
El TCP en el marco de una interpretación conforme al bloque de constitucionalidad y
concretamente a la luz de la Convención Belém do Pará y el art. 15 de la Constitución, y de
acuerdo a los estándares del Comité para la Eliminación de las Discriminación Contra la Mujer
CEDAW y de la Corte Interamericana de Protección a Derechos, desarrolló la debida
diligencia, en virtud de la cual el Estado Plurinacional de Bolivia debe prevenir, investigar,
castigar y ofrecer reparación integral de daños en delitos de violencia contra la mujer y también
debe incluir y adaptar su normativa y asumir medidas legislativas, administrativas y judiciales
para el goce pleno y eficaz de los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia,
considerando que la violencia no está en la esfera privada, sino su prevención, investigación,
sanción y reparación son obligaciones internacionales del Estado que deben ser cumplidas de
buena fe. Asimismo, en el marco de los estándares internacionales e internos de protección a
las mujeres víctimas de violencia, el Estado tiene la obligación de actuar con la debida
diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer; debida diligencia
que, en la labor de investigación, se traduce en la investigación de oficio de los hechos de
violencia hacia las mujeres, la celeridad en su actuación, la protección inmediata a la misma,
la prohibición de revictimización y que la carga de la prueba corresponde al Ministerio Público
y no a la víctima. (FJ III.1.3)

¿Cuáles son los componentes esenciales que forman parte del núcleo esencial de
la debida diligencia?
• Deber prioritario de prevención
• Deber reforzado de Investigación
• Deber reforzado de sanción
• Deber reforzado de reparación

¿En qué consiste el deber prioritario de prevención del Estado a partir de la


debida diligencia?
La Corte IDH, estableció que los Estados, para cumplir con la obligación de prevención en
violencia de género, deben considerar la impunidad existente y la situación de riesgo en el país
para las mujeres y con carácter reforzado para niñas, niños y adolescentes (Caso Véliz Franco
y otros Vs. Guatemala).
El deber de prevención en el Estado Plurinacional de Bolivia, para su eficacia, debe considerar
los datos estadísticos sobre violencia contra la mujer, y tomar en cuenta la realidad social, ya
que muchos casos no llegan a ser denunciados.
También es importante reflexionar sobre la respuesta institucional en cuanto a la persecución
penal, medidas de protección y reparación de daños a la víctima

¿Qué comprende la prevención estructural?


Comprende todas aquellas medidas de carácter integral destinadas a modificar las actitudes,
prácticas, reacciones, acciones y omisiones que tienen como efecto y consecuencia la violencia
contra las mujeres, así como su sustitución por actitudes en el comportamiento individual, de
pareja, familiar, comunitario, social y estatal, a través de la sensibilización y educación en el
seno de la familia, en la escuela y otros niveles académicos, en el trabajo, los centros de
atención de la salud, las comunidades indígenas originario campesinas y afrobolivianas,
organizaciones políticas y sindicales, organizaciones sociales y cualquier otro ámbito de
interacción social (art. 17.1 de la Ley 348).

¿A qué se refiere la prevención individual?


Se refiere a las medidas destinadas a fortalecer y empoderar a cada mujer y promover sus
habilidades de identificar toda posible manifestación de violencia o agresión hacia ella y
enfrentarla de manera asertiva, con el propósito de adelantarse a su expresión o concreción y
evitar que se produzca o continúe (art. 17.2 de la Ley 348)

¿Cuál es la finalidad de la prevención colectiva?


Está destinada a la adopción de medidas orientadas a prevenir la violencia de género a través
de organizaciones, instituciones o cualquier colectividad a la que pertenezcan por afinidad
mujeres o colectivos LGBTI (sindicatos, juntas vecinales, gremios, comunidades, naciones,
pueblos indígena originario campesinos, interculturales y afrobolivianas).

¿Cuáles son los estándares del deber de investigación del Estado desde la debida
diligencia?
La Corte IDH, a la luz de la debida diligencia, ha establecido criterios esenciales de
investigación de hechos vinculados con violencia de género, en este marco, ha establecido la
importancia de establecer un marco normativo eficaz para la investigación de estos hechos,
pero además, la necesidad de asumir medidas administrativas y judiciales eficaces para una
real materialización de los derechos de las mujeres y de cualquier persona para su ejercicio
pleno y sin discriminación. De la misma forma, ha resaltado la importancia de desarrollar
procedimientos penales y administrativos en plazos razonables y de acuerdo a garantías
reforzadas para las víctimas.
El art. 7.b de la Convención Belém do Pará obliga de manera específica a los Estados Partes,
desde su entrada en vigor, a utilizar la debida diligencia para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer, por lo que las autoridades a cargo de la investigación deben llevarla
con determinación y eficacia, teniendo en cuenta el deber de la sociedad de rechazar la
violencia contra las mujeres y las obligaciones del Estado de erradicarla y de brindar confianza
a las víctimas en las instituciones estatales para su protección (Espinoza Gonzáles Vs. Perú,
Caso Gudiel Álvarez y otros (Diario Militar) Vs. Guatemala, Caso J vs. Perú).
En relación con los casos de violencia sexual contra las mujeres, el Tribunal ha establecido que
los Estados deben adoptar medidas integrales para cumplir con la debida diligencia. En
particular, deben contar con un adecuado marco jurídico de protección, con una aplicación
efectiva del mismo y con políticas de prevención y prácticas que permitan actuar de una manera
eficaz ante las denuncias (Caso Fabela Nova Brasilia vs. Brasil).
El Estado debe conducir eficazmente la investigación penal para determinar las
correspondientes responsabilidades penales y aplicar efectivamente las sanciones y
consecuencias que la ley prevea. Esta obligación debe ser cumplida en un plazo razonable
(Rosendo Cantú y otra vs. México)
La ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia contra las mujeres propicia un
ambiente de impunidad que facilita y promueve la repetición de los hechos de violencia en
general y envía un mensaje según el cual la violencia contra las mujeres puede ser tolerada y
aceptada, lo que favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno, en sentimiento
y la sensación de inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de éstas
en el sistema de administración de justicia. Dicha ineficacia constituye en sí mismo una
discriminación de la mujer en el acceso a la justicia. Por ello, cuando existan indicios o
sospechas concretas de violencia de género, la falta de investigación por parte de las
autoridades de los posibles móviles discriminatorios que tuvo un acto de violencia contra la
mujer, puede constituir en sí misma una forma de discriminación basada en el género.
(Espinoza Gonzáles Vs. Perú)
¿A nivel interno, como se traduce el deber de debida diligencia?
En el marco del principio de oficiosidad reforzada, el Estado Plurinacional de Bolivia, con la
debida diligencia, debe iniciar de oficio la investigación, en el marco del máximo
informalismo, de acuerdo a los principios de atención prioritaria a la víctima, interés superior
de la víctima, prohibición de revictimización, inversión de la carga de la prueba al Ministerio
Público, verdad material, prevalencia de la justicia material.
El Ministerio Público y todos los operadores de justicia en el marco de la debida diligencia, en
el ejercicio de la persecución penal, deben realizar todos los actos de investigación de manera
tal que sean armónicos con los principios y valores esenciales del modelo de estado y de
aquellos específicos para la violencia en razón a género.
De acuerdo a lo establecido, la debida diligencia en la investigación penal, en coherencia con
los principios y valores supremos del Estado Plurinacional de Bolivia y de acuerdo a los
estándares internacionales en cuanto a violencia en razón de género, es interdependiente a la
garantía de la víctima de acceso a la justicia, garantía que tiene un carácter plural desde un
enfoque intercultural, tal cual lo estableció la SCP 0037/2013 , en este marco, la víctima, en
todo momento de la persecución penal, deberá tener un acceso a la justicia y a los servicios de
atención integral, gratuito, oportuno y eficaz, acorde a los principios que rigen la investigación
penal para hechos referentes a violencia en razón de género

¿Qué precedentes constitucionales abordan el tema de la debida diligencia en la


investigación?
SCP 0017/2019-S2
El Estado tiene la obligación de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y
sancionar la violencia contra la mujer; debida diligencia que, en la labor de investigación, se
traduce en la investigación de oficio de los hechos de violencia hacia las mujeres, la celeridad
en su actuación, la protección inmediata a la misma, la prohibición de revictimización y que la
carga de la prueba corresponde al Ministerio Público y no a la víctima.
SCP 130/2018-S2
El TCP estableció a la luz del corpus iure internacional de protección de derechos de las niñas,
niños y adolescentes que forman parte del bloque de constitucionalidad, que tiene una
aplicación directa y preferente en el orden interno, que una vez recibida la denuncia o
información fehaciente de un caso de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, se
debe dar prioridad absoluta a su atención; por lo que, los operadores de justicia, Policía
Boliviana, Ministerio Público y Defensorías de la Niñez y Adolescencia, tienen la obligación
de actuar de manera inmediata y agilizar los actos investigativos necesarios en cada uno de los
casos, brindando las acciones de protección y auxilio a las víctimas niñas, niños y adolescentes.
(FJ III.4)

¿Qué estándares del deber de debida diligencia deben ser observados en la


actuación de funcionarios de la FELCV en casos de violencia en razón de
género?
1. Asistir, orientar y evaluar la atención y protección que deberá prestarse a las mujeres en
situación de violencia, a través de un equipo multidisciplinario.
2. Respetar y proteger la dignidad, la intimidad y los derechos de las mujeres en situación de
violencia.
3. Evitar el contacto, careo o cualquier tipo de proximidad de la mujer con su agresor.
4. Realizar acciones de coordinación con todas las instancias del sistema integral de atención
a mujeres en situación de violencia.
5. Evitar toda acción que implique revictimización, bajo responsabilidad.
6. Organizar y diseñar campañas de prevención y orientación a la ciudadanía, a través de las
organizaciones de la sociedad civil con el fin de disminuir los índices de violencia contra las
mujeres.
DUDAS FRECUENTES VINCULADAS A LA APLICACIÓN DE
LA LEY 348

¿A quiénes se aplica la Ley 348?


Se aplica a toda persona que por su situación de vulnerabilidad, sufra cualquiera de las
formas de violencia que esta Ley sanciona, independientemente de su género.
La violencia en razón de género, y por ende la aplicación de la Ley 348, no se limita a mujeres,
sino también a personas LGBTI y a cualquier persona que sufra violencia como consecuencia
de los roles asignados en el sistema género/sexo.
Los mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y
reparación, no deben ser aplicables sólo a las mujeres en situación de violencia, sino también
a mujeres lesbianas, trans-género, trans-sexuales, intersex, quienes se encuentran en situación
de vulnerabilidad.

¿Existe jurisprudencia interna sobre el ámbito de aplicación de la Ley 348?


SCP 0346/2018-S2 de 18 de julio
La violencia en razón a género, que como se dijo no sólo contempla a mujeres, sino también a
personas LGBTI, adultos mayores, niñas, niños y adolescentes y personas con discapacidad, o
cualquier persona que se encuentra en situación de violencia como consencuencia del sistema
binario género/sexo. El TCP, en cuanto al ámbito de aplicación de la Ley 348, estableció que
las previsiones de esta norma se amplían a toda persona en situación de vulnerabilidad,
independientemente de su género; por cuanto, la violencia reprochada en dicha ley, si bien
tiene como sujeto de protección a la mujer, por la violencia y la discriminación estructural que
existe contra ella; sin embargo, también puede extenderse a varones, en los casos en los cuales
éste sea víctima de violencia en razón de género. En este marco, el TCP establece también que
la violencia en razón de género, no solo debe ser entendida como aquella ejercida contra
mujeres, sino contra todos quienes se aparten de los roles y estereotipos asignados a hombres
y mujeres; de tal suerte que, si un varón “no cumple” con dichos roles que social, histórica y
culturalmente se le asignó -proveedores, jefes de familia, etc.- y a consecuencia de dicho
incumplimiento es sometido a violencia por parte de su entorno, indudablemente también será
víctima de violencia en razón de género; y por lo tanto, debe ser protegido por la Ley 348. Sin
embargo, la sentencia aclara que los casos de violencia contra la mujer son mayores; pues,
como se tiene señalado, fue histórica y culturamente discriminada, de ahí, la preeminencia de
su protección; de donde se concluye que en los casos en los que los varones aleguen violencia
en razón de género, deberá demostrase su situación de vulnerabilidad a consecuencia de las
agresiones y violencia ejercida en su contra o producto de los estereotipos y roles de género,
que lo sitúan en una desventaja y subordinación en su entorno; para ello, será conveniente
efectuar el análisis de cada problema jurídico en su contexto y motivaciones propias, que serán
diferentes en cada caso, debiendo demostrarse de manera objetiva dicha situación de
vulnerabilidad; pues, si ésta no se presente, corresponderá que el caso sea resuelto a partir de
las normas penales y procesales penales. (FJ III.3)

¿Cuántos tipos de violencia reconoce la Ley 348?


El art. 7 de la Ley 348 reconoce 17 tipos de violencia: 1. Violencia física, 2. Violencia
Feminicida, 3. Violencia Psicológica, 4. Violencia Mediática, 5. Violencia Simbólica y/o
Encubierta, 6. Violencia Contra la Dignidad, la Honra y el Nombre, 7. Violencia Sexual, 8.
Violencia contra los derechos reproductivos, 9. Violencia en Servicios de Salud, 10. Violencia
Patrimonial y Económica, 11. Violencia Laboral, 12. Violencia en el Sistema Educativo
Plurinacional, 13. Violencia en el Ejercicio Político y de Liderazgo de la Mujer, 14. Violencia
Institucional, 15. Violencia en las Familias, 16. Violencia Contra los Derechos y la Libertad
Sexual, 17. Cualquier otra forma de violencia.

¿Qué pasa si la denuncia es presentada ante una institución policial diferente a


la FELCV?
El art. 58.II de la Ley 348 establece que ninguna funcionaria o funcionario policial negará
el auxilio y apoyo a mujeres en situación de violencia alegando falta de competencia,
aunque no forme parte de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia.

¿Cómo puede tener conocimiento del caso la Policía?


La Policía Nacional puede tener conocimiento del caso a través de las siguientes formas:
Presentación directa, derivación por instituciones públicas o privadas, denuncias de
particulares, e intervención policial preventiva o acción directa del funcionario o funcionaria
policial que hubiera conocido el hecho.

¿Los funcionarios policiales y fiscales pueden disponer la aplicación de medidas de


protección?
El art. 389 bis del CPP, introducido por la Ley 1173, establece que las y los servidores fiscales,
policiales o cualquier otra autoridad, pueden adoptar las siguientes medidas de carácter urgente
para niñas, niños y adolescentes:
- Salida o desocupación del domicilio donde habita la víctima. También podrá ordenarse
la restitución de la víctima al domicilio del cual hubiera sido expulsada.
- Prohibición de ingreso al domicilio de la víctima, aunque se trate del domicilio
familiar.
- Prohibición de comunicación directa o indirecta con la víctima.
- Prohibición de intimidar a la víctima y su familia.
- Devolución inmediata de objetos y documentos personales de la víctima.
- Prohibición de acercarse, al lugar de residencia, trabajo, estudio, esparcimiento o a los
lugares de habitual concurrencia de la víctima
El mismo art. 389 bis del CPP, introducido por la Ley 1173, establece que las y los
funcionarios policiales pueden adoptar las siguientes medidas a favor de las mujeres:
- Ordenar la salida, desocupación, restricción al agresor del domicilio conyugal o donde
habite la mujer en situación de violencia, y ordenar que el agresor se someta a una
terapia psicológica en un servicio de rehabilitación. También podrá ordenarse la
restitución de la víctima al domicilio del cual hubiera sido expulsada.
- Prohibir al agresor acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo o de
estudios, domicilio de las y los ascendientes o descendientes, o a cualquier otro espacio
que frecuente la mujer que se encuentra en situación de violencia.
- Prohibir al agresor comunicarse, intimidar o molestar a la mujer que se encuentra en
situación de violencia, así como a cualquier integrante de su familia.
- Prohibir acciones de intimidación, amenazas o coacción a los testigos de los hechos de
violencia.
- Realizar el inventario de los bienes muebles e inmuebles de propiedad común o de
posesión legítima.
- Disponer la entrega inmediata de objetos y documentos personales de la mujer y de
sus hijas e hijos dependientes.
- La retención de documentos de propiedad de bienes muebles o inmuebles, mientras se
decide la reparación de daños.
- Restringir, en caso de acoso sexual, todo contacto del agresor con la mujer, sin que se
vean afectados los derechos laborales de la mujer.
- Prohibir el tránsito por los lugares de recorrido frecuente de la víctima.

¿Cuáles son los riesgos que deben ser valorados por las y los servidores policiales
y fiscales para la aplicación de medidas de protección?.
Para que las y los servidores policiales y fiscales establezcan una medida de protección debe
realizar la valoración de riesgo con perspectiva de género, que tome en cuenta: a) El uso de
armas y sus características; b) la existencia de amenazas; c) La existencia de antecedentes
previos de violencia; d) la relación de poder o asimetrías entre la víctima y el presunto agresor;
e) la existencia de grupos de atención prioritaria en el entorno de la víctima. Esta valoración
deberá aplicar el enfoque interseccional y en enfoque de interculturalidad. Esta valoración
deberá ser coordinada con la UPAVT y los equipos interdisciplinarios de las entidades
promotoras de denuncias.

¿Cuáles son las instancias promotoras de denuncia?


Los Servicios Legales Municipales Integrales SLIMs, Defensorías de la Niñez y Adolescencia,
Servicios Integrados de Justicia Plurinacional (SIJPLU), Servicio Plurinacional de Defensa de
la Víctima (SEPDAVI), Autoridades Indígena originarias campesinas

¿Las autoridades Indígena originaria campesinas tienen competencia para


conocer y resolver denuncias de violencia en razón de género?
Conforme a los principios de plurinacionalidad, pluralismo jurídico, interculturalidad y
despatriarcalización, armonizando los derechos colectivos de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos, como el derecho a la libre determinación y a ejercer sus sistemas
jurídicos, y los derechos de las mujeres al acceso a la justicia, a una vida libre de violencia, a
la integridad física, psicológica y sexual, entre otros, corresponde señalar que la jurisdicción
indígena originaria campesina, es competente para conocer los casos de violencia contra la
mujer, si es que la víctima así lo decide, con la aclaración que dicha competencia -que podrá
ser o no ejercida, en el marco del derecho a la libre determinación de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos- implica que las autoridades indígenas deben garantizar el
respeto a los derechos de las mujeres y, por ende, deben adoptar medidas a favor de las víctimas
y sanciones contra el agresor, en el marco de los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos.

¿Cuál es el rol del Ministerio Público y las demás instituciones del sistema
ordinario tratándose de casos de violencia en razón de género en las naciones y
pueblos indígena originario campesinos?
Desde una perspectiva intercultural, las y los fiscales, una vez tengan conocimiento de la
denuncia, deben constatar la existencia de una decisión de la víctima respecto a que su caso
sea conocido por la jurisdicción ordinaria, brindándole la información necesaria sobre la
posibilidad que ella elija la jurisdicción a la que quiere ser sometida, en el marco de la
Recomendación 33 de la CEDAW a la que se ha hecho referencia.
Desde una perspectiva intercultural y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales, deben coordinar con las autoridades indígena originaria campesina, ya sea para remitir
el caso ante dichas autoridades, brindándoles toda la cooperación, o para informar sobre el
conocimiento del hecho ante la jurisdicción ordinaria, solicitándoles, a dichas autoridades, la
cooperación correspondiente.
Desde una perspectiva intercultural, y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales deben articular a las diferentes instituciones que trabajan en el tema de violencia en
razón de género, para cooperar con la víctima y la jurisdicción indígena originaria campesina.
Desde una perspectiva intercultural, el Ministerio Público, ante vulneración de los derechos de
la víctima en la jurisdicción indígena originaria campesina, podrá formular una acción de
amparo constitucional, resguardando sus derecho y garantías, conforme lo permite el art. 12 de
la LOMP.

¿Las autoridades Indígena originaria campesinas tienen competencia para


conocer y resolver denuncias de niñas, niños y adolescentes por casos violencia
en razón de género?
La jurisdicción indígena originaria campesina, en el marco de una interpretación del art. 10 de
la LDJ, conforme al bloque de constitucionalidad, podría conocer los casos de violencia
cometidos contra niños niñas y adolescentes –siempre y cuando, en el marco de su libre
determinación decidan conocer esos hechos-, con la aclaración que se debe garantizar el
respeto de los derechos de las niñas, niños y adolescentes y, por ende, deben adoptar medidas
a favor de las víctimas y sanciones contra el agresor, en el marco de los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos.
Adicionalmente, debe considerarse que tratándose de violencia en razón de género, se debe
respetar la decisión de las víctimas niñas y adolescentes mujeres, en el marco del principio de
autonomía de la voluntad y la Recomendación 33 del Comité de la CEDAW, de ser juzgadas
por el sistema ordinario o el sistema indígena originario campesino.

¿Cuál es el rol del Ministerio Público y las demás instituciones del sistema
ordinario tratándose de casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes en
razón de género, en las naciones y pueblos indígena originario campesinos?
Desde una perspectiva intercultural, y considerando el principio de autonomía progresiva de la
voluntad de niñas y adolescentes, las y los fiscales, una vez tengan conocimiento de la
denuncia, deben constatar la existencia de una decisión de la víctima respecto a que su caso
sea conocido por la jurisdicción ordinaria, brindándole la información necesaria sobre la
posibilidad que ella elija la jurisdicción a la que quiere ser sometida, en el marco de la
Recomendación 33 de la CEDAW a la que se ha hecho referencia.
Desde una perspectiva intercultural y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales, deben coordinar con las autoridades indígena originaria campesina, ya sea para remitir
el caso ante dichas autoridades, brindándoles toda la cooperación, que incluye la asistencia de
personal especializado, o para informar que el hecho está siendo conocido por la jurisdicción
ordinaria, solicitándoles, a dichas autoridades, la cooperación correspondiente.
Desde una perspectiva intercultural, y en el marco de lo decidido por la víctima, las y los
fiscales deben articular a las diferentes instituciones que trabajan en el tema de violencia en
razón de género y defensa de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, para cooperar
con la víctima y la jurisdicción indígena originaria campesina.
Desde una perspectiva intercultural, el Ministerio Público, la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia, ante la vulneración de los derechos de la víctima en la jurisdicción indígena
originaria campesina, podrá formular una acción de amparo constitucional, resguardando sus
derecho y garantías, conforme lo permite el art. 12 de la LOMP y 188.e) del CNNA.

¿Quiénes son los sujetos pasivos en el delito de feminicidio?


El feminicidio, al enmarcarse en la tipología de violencia en razón de género, no solo es un
tipo penal en relación a la violencia extrema que ocasiona la muerte de una mujer, sino también
se incluyen las muertes relacionadas con la identidad de género y con la orientación sexual
(feminicidios lesbofóbicos y transfóbicos), así como las muertes de otras personas en razón de
género que se encuentren en situación de vulnerabilidad.

¿A quiénes es posible otorgar medidas de protección?


Las medidas de protección alcanzan a todas las víctimas de violencia en razón de género, es
decir, a mujeres, niñas, niños adolescentes, personas adultas mayores, personas LGBTI.

¿Es posible conceder medidas de protección a varones víctimas de violencia?


Las medidas de protección también pueden ser extendidas al varón cuando sea víctima
de violencia familiar y esté en situación de vulnerabilidad

DUDAS FRECUENTES VINCULADAS A LA APLICACIÓN DE


LA LEY 243

¿La Ley 243, sólo protege a las mujeres contra el acoso y violencia política?
El ámbito de aplicación d ela Ley 243, no sólo alcanza a mujeres, sino que también se
extiende a las personas de la comunidad LGBTI, debido a los prejuicios, subordinación
y discriminación que históricamenente han sufrido en virtud a los roles, prejuicos y
estereotipos construidos cultural y socialmente.

¿La denuncia por acoso y violencia política en razón de género, sólo puede
presentarse ante el Ministerio Público?
No. La denuncia puede ser presentada ante la FELCV, ante las instancias promotoras
de denuncia como el SLIM, el SIJPLU, SEPDAVI, e inclusive las autoridades de las
instituciones públicas que conocen proceso administrativos o disciplinarios, y la
instancia laboral pueden remitir el caso ante el Ministerio Público, si descubren la
existencia de responsabilidad penal.

¿Sólo la víctima directa puede formular la denuncia?


De acuerdo al art. 14 de la Ley 243, la denuncia por acoso y violencia política “podrá
ser presentada por la víctima, sus familiares o cualquier persona natural o jurídica, en
forma verbal o escrita ante las autoridades competentes”

¿Cuáles son los roles específicos que tienen las instancias promotoras de
denuncia enlos casos de violencia política en razón de género?
a) Informar, asesorar legalmente y dar asistencia integral a mujeres en situación de
acoso y violencia política.
b) Otorgar patrocinio legal gratuito en procesos penales y/o constitucionales sobre
casos de acoso y violencia política hacia las mujeres.
Realizar, a solicitud de parte, el seguimiento a casos de acoso y/o violencia política
interpuestos en la vía ad-ministrativa, penal y constitucional cuando la denuncia no
haya sido procesada, exista demora injustificada o incumplimiento de plazos,
solicitando se proceda al tratamiento correspondiente.
d) Otras funciones previstas en la Ley N° 348 para los casos de violencia política
¿Los hechos de acoso y violencia política, sólo pueden ser conocidos por la
jurisdicción ordinaria?
Desde una interpretación conforme a la Constitución Política del Estado y las normas
del bloque de constitucionalidad, y considerando los principios de pluralismo jurídico,
descolinización e interculturalidad, así como los derechos colectivos de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos a la libre determinación y a ejercer sus sistemas
jurídicos, debe entenderse que la jurisdicción indígena originaria campesina sí tiene
competencia para conocer los casos de acoso y violencia política, en el marco de sus
normas y procedimientos propios.

¿Las medidas de protección previstas en la Ley 348 y la Ley 1173 se aplican para
los casos de acoso y violencia política?
Sí, las medidas de protección previstas en la Ley 348 y en la Ley 1173 pueden ser
aplicadas, en lo pertinente a los casos de acoso y violencia política.

¿Existen medidas de protección específicas para las víctimas de acoso y violencia


política?
El DS 2935, de manera específica prevé medidas de protección a favor de las víctimas
de acoso y violencia política, y si bien dichas medidas están previstas para el Régimen
Administrativo para faltas de acoso y violencia política, a ser aplicables por los órganos
deliberativos de los diferentes niveles del Estado; sin embargo, por su especificidad y
por ser las medidas idóneas para proteger del acoso y violencia política, desde una
interpretación sistémica de dichas medidas con lo previsto en la Ley 348, la Ley 1173,
la Constitución Política del Estados y las normas internacionales sobre derechos
humanos, dichas medidas también pueden ser aplicadas por las instancias de denuncia
o de promoción de denuncia.

¿Cuáles son las medidas de protección específicas para casos de acoso y


violencia política?
a) Dejar sin efecto las actividades y tareas impuestas ajenas a las funciones y
atribuciones del cargo que desem-peña la víctima;
b) Proporcionar información correcta y precisa a la afectada a fin qué ejerza
adecuadamente sus funciones político - públicas
c) Garantizar la participación en las sesiones ordinarias, extraordinarias o cualquier
otra actividad de toma de decisión;
d) Levantar todas las medidas que restrinjan o limiten el ejercicio de derechos
políticos de la mujer en situación de acoso o violencia política;
e) Exigir el cese de intimidación o presión a la mujer en situación de acoso o
violencia política;
f) Otras necesarias para prevenir actos de acoso o violencia política, de acuerdo a
normativa vigente.
Referencias

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44852011000400003&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1997-4485.

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de género. Aprobado por Acuerdo de Sala Plena No. 126/2016, Bolivia. Disponible en:
http://tsj.bo/wp-content/uploads/2014/03/Protocolo-de-Genero-FINAL_Optimize.pdf

Normativa interna

Leyes

Ley No. 2033 de 29 de octubre de 1999. Ley de Protección a las víctimas de delitos
contra la libertad sexual.

Ley No. 3729 de 8 de agosto de 2007. Ley para la Prevención del VIH-SIDA, Protección
de los Derechos Humanos y Asistencia Integral Multidisciplinaria para las Personas que
Viven con el VIH-SIDA.

Ley No. 045 de 8 de octubre. Ley contra el racismo y toda forma de discriminación

Ley No 71 de 29 de diciembre de 2010. Ley de Deslinde Jurisdiccional

Ley No. 223 de 2 de marzo de 2012. Ley para personas con Discapacidad.

Ley No. 260 de 11 de julio de 2012. Ley Orgánica del Ministerio Público.

Ley No. 348 de 9 de marzo de 2013. Ley integral para garantizar a las mujeres una
vida libre de violencia
Ley No. 369 de 1 de mayo de 2013. Ley General de las Personas Adultas Mayores

Ley no. 458 de 19 de diciembre de 2013. Ley de Protección de Denunciantes y Testigos.

Ley No. 548 de 17 de julio de 2014. Código Niña, Niño y Adolescente


Ley No. 807 de 21 de marzo de 2016. Ley de Identidad de Genero

Ley No. 1173 de 3 de mayo de 2019. Ley de Abreviación Procesal Penal y de


Fortalecimiento de la lucha integral contra la violencia a niñas, niños, adolescentes y
mujeres.

Ley No. 1226 de 23 de septiembre de 2019. Ley de modificación a la Ley No. 1173 de 3
de mayo de 2019, de Abreviación procesal penal y de fortalecimiento de la lucha
integral contra la violencia a niñas, niños, adolescentes y mujeres.

Decretos Supremos

Decreto Supremo No. 451 de 17 de marzo de 2010. Reglamento de la Ley 3729 de 8 de


agosto de 2007, para la Prevención del VIH-SIDA, Protección de los Derechos Humanos
y Asistencia Integral Multidisciplinaria para las Personas que Viven con el VIH-SIDA.

Decreto Supremo No. 1302 de 1 de agosto de 2012. Establecimiento de mecanismo que


coadyuven a la erradicación de la violencia, maltrato y abuso que atente contra la vida
e integridad física, psicológica y/o sexual de niñas, niños y adolescentes estudiantes, en
el ámbito educativo.

Decreto Supremo No. 1320 de 8 de agosto de 2012. Modifica el Parágrafo I del Artículo
3 del Decreto Supremo No. 1302 e 1 de agosto de 2012.

Decreto Supremo 1807 de 28 de noviembre de 2013. Reglamento a la Ley 369 de 1 de


mayo de 2013, Ley General de las Personas Adultas Mayores.

Decreto Supremo No. 2145 de 14 de octubre de 2014. Reglamento de la Ley 348 “Ley
integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.

Decreto Supremo No. 2377 de 18 de enero de 2018. Reglamento a la Ley No. 548,
Código Niña, Niño y Adolescentes.

Protocolos y Guías de actuación

Guía Práctica para la realización de Entrevistas y Elaboración de Informes Policiales en


casos de Violencia contra las Mujeres

Modelo de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual. Aprobado por Resolución


Ministerial 1508 de 24 de noviembre de 2015.
Guía de Uso de la Cámara Gesell de la Fiscalía General del Estado.

Procedimiento Técnico para la Prestación de Servicios de Salud en el Marco de la


Sentencia Constitucional Plurinacional 0206/2014. Aprobado por Resolución Ministerial
No. 0027 de 29 de enero de 2019.

Resolución FGE/RJGP/DPVTMMP/DGFSE No. 026/2013 de 7 de junio, que creó la


Fiscalía Especializada para Víctimas de Atención Prioritaria FEVAP,

Protocolo interinstitucional para la atención a niñas, nios, adolescentes y mujeres


víctimas de violencia.

Tratados Internacionales referentes a Derechos Humanos

Tratados Internacionales referentes a Derechos Humanos del Sistema Universal

Declaración Universal de Derechos Humanos


Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales
Convención de Derechos del Niño
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas y Degradantes
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
CEDAW
Convención sobre los derechos del Niño
Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y sus familias
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
Convenio 169 de la OIT

Tratados Internacionales referentes a Derechos Humanos en el Sistema


Interamericano

Convención Americana sobre Derechos Humanos


Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas
de intolerancia
Convención Interamericana sobre la protección de los derechos humanos de las
personas adultas mayores
Convención Interamericana para la eliminación de todas las formas de discriminación
contra las personas con discapacidad
Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la
mujer “Convención de Belem do Para”

Corte Interamericana de Derechos Humanos


Casos contenciosos

Corte IDH. Caso Velásquez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 20 de enero de 1989.
Serie C No. 5

Corte IDH. Caso Masacre Plan de Sánchez Vs. Guatemala. Reparaciones. Sentencia de
19 de noviembre de 2004. Serie C. No. 116.

Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No.
154.

Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie
No. 205.

Corte IDH. Caso de la masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2009. Serie C No. 211.

Corte IDH. Caso Fernandez Ortega y otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010. Serie C No. 215.

Corte IDH. Caso Rosendo Cantú Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C No. 216.

Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220.

Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 2 de febrero de 2012. Serie C No. 239.

Corte IDH. Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Forndo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de septiembre de 2012. Serie C No. 250.
Corte IDH. Caso Gudiel Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2012. Serie C No. 253.

Corte IDH. Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275.

Corte IDH. Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Presilinares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277.

Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciónes y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289.

Corte IDH. Caso Velásquez Paíz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Senencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C No. 307.

Corte IDH. Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C No. 333.

Corte IDH. Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Peru.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
noviembre de 2017. Serie C No. 344.

Corte IDH. Caso V.R.P, V.C.P. y otros Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares,
Fondo, Costas. Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 350.

Corte IDH. Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de
2018. Serie C No. 371.

Rol interpretativo

Corte IDH. Propuesta de modificación a la Constitución Política de Costa Rica


relacionada con la naturalización. Opinión Consultiva OC-4/84 de 19 de enero de 1984.
Serie A No. 4.

Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-
17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17.

Corte IDH. Condición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados. Opinión


Consultiva OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18.

Corte IDH. Identidad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo.
Obligaciones estatales en relación con el cambio de nombre, la identidad de género, y los
derechos derivados de un vínculo entre parejas del mismo sexo (Interpretación y alcance
de los artículos 1.1, 3, 7, 11.2, 13, 17, 18 y 24, en relación con el artículo 1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-24/17 de 24
de noviembre de 2017. Serie A No. 24.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Soluciones amistosas

MZ vs. Bolivia. Informe No. 103/14. Caso 12.350. Informe de Solución Amistosa.
OEA/Ser.L/V/II.153. Doc. 19 de 7 de noviembre de 2014.

Comité de la CEDAW

Recomendación General 24 sobre la mujer y la salud (artículo 12 de la Convención sobre


a eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer)

Recomendación General 25 sobre Medidas especiales de carácter temporal (párrafo 1 del


artículo 4 de la Convención sobre la eleiminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer)

Recomendación General 28 relativa a las obligaciones básicas de los Estados partes de


conformidad con el artículo 2 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer.

Recomendación General 33 sobre el acceso de las mujeres a la justicia.

Recomendación efectuada al Estado de Bolivia el año 2015 relativa a la Violencia contra


la mujer.

Comité de Derechos del Niño

Observación General 11 del Comité de los Derechos del Niño (Los niños indígenas y
sus derechos en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño),

Observacón General 4 (La salud y el desarrollo de los adolescentes en el contexto de la


Convención sobre los Derechos del Niño). Un.n. Doc. CRC/GC/2003/4 (2003)

Observación Genearal 13 del Comité de los derechos del Niño (Derecho del niño a no
ser objeto de ninguna forma de violencia). 18 de abril de 2011.

Observación General 15 del Comité de los Derechos del Niño (Derecho del niño al
disfrute del más alto nivel posible de salud (artículo 24)).

Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

Observaciones finales sobre el informe inicial de Argentina, aprobadas por el Comité en


su octavo período de sesiones (17 a 28 de septiembre de 2012)

Principios y reglas
Principios de Yogyakarta. Preámbulo. Disponible en: http://yogyakartaprinciples.org/wp-
content/uploads/2016/08/principles_sp.pdf

Sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional

SC 0110/2010-R

SCP 0112/2012

SCP 1422/2012

SCP 0026/2013

SCP 0033/2013

SCP 0037/2013

SCP 1961/2013

SCP 2233/2013

SCP 0206/2014

SCP 0764/2014.

SCP 0010/2018-S2

SCP 0017/2018-S2

SCP 0025/2018-S2

SCP 1235/2018-S1

SCP 0130/2018-S2

SCP 0364/2018-S2

SCP 0385/2018-S2

SCP 0394/2018-S2,

SCP 0721/2018-S2

Voto Disidente a la SCP 0709/2018-S2

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