Examen Nietzsche
Examen Nietzsche
Examen Nietzsche
En cuanto al contexto filosófico, en la segunda mitad del siglo XIX, el positivismo es el movimiento dominante, pero a
medida que el siglo avanza, nacen reacciones contra sus principios. Así surgen el historicismo de Dilthey y el
vitalismo, en el que se sitúa el propio Nietzsche. Ambas corrientes pretenden comprender la realidad más allá de la
explicación científica.
El positivismo de Comte identifica la razón con la razón científica, y la verdad científica con el modelo de verdad.
Nietzsche se opuso, para él, la realidad no es objetiva sino un conjunto de interpretaciones. Su filosofía se presenta
como una radical crítica al pensamiento que va desde la Ilustración hasta el idealismo de Hegel. Según este autor, la
Ilustración asume los mismos valores que el cristianismo: la verdad, la bondad y la belleza. Y el positivismo no sería
sino un paso más en la misma dirección.
Las teorías de Freud también se oponen al racionalismo. El psicoanálisis concede una decisiva importancia a los
instintos para explicar la personalidad. El principio del placer rige la vida del ser humano, y la represión o satisfacción
de este principio determina qué somos y en qué nos convertimos. Esto supuso una conmoción y una crítica a la
sociedad neurótica de su época.
Otro crítico de la visión ilustrada es Schopenhauer. Defendió que el mundo es nuestra "representación", fruto de la
organización, mediante las categorías del entendimiento, del material proporcionado por las percepciones. Este mundo
es "voluntad" de existir, ansia de perdurar. Esa voluntad es lo que explica toda acción, todo cambio que se produce en
el mundo. Por eso el mundo es, como señala su obra más conocida, "voluntad y representación".
El papel que Schopenhauer atribuye a la voluntad, mucho más importante y primaria que la razón, será una influencia
decisiva en Nietzsche. Con Schopenhauer, la razón deja de ser lo que nos define, y se convierte en un instrumento al
servicio de nuestro instinto por perdurar la vida. En segundo lugar, Nietzsche asume de este autor su crítica a la
concepción ilustrada de la historia como progreso y su visión cíclica del devenir. Sin embargo, Nietzsche se separa de
su pesimismo, proponiendo un SÍ rotundo a la vida.
Actualmente la "muerte de dios", es un hecho que estamos viviendo. El nihilismo, esa negación de valores que siempre
se han considerado como "los buenos" parece evidente. Esto ha provocado que el ateísmo se expanda rápidamente. Ha
surgido una especie de nihilismo activo o positivo que se parecía en el orgullo del éxito, en la competitividad.
Nietzsche propone adoptar una actitud optimista ante la vida, enfrentarse a los problemas con fortaleza, con vitalidad.
y ello frente a las enseñanzas de la tradición, que ha pretendido hacer del resentimiento, de la debilidad, de la cobardía
y la resignación virtudes. También actualmente se puede comprobar en determinados países o situaciones, cierta
opresión del hombre débil por el fuerte. El cine, la prensa, la televisión, manifiestan en continuas ocasiones estos
aspectos.
No obstante también han aparecido en nuestro tiempo sectas que han buscado la salvación en otra realidad, han
intentado redimir a la persona y darle un consuelo por el sufrimiento terrenal, actitud connatural al ser humano, esto ha
sido contrapuesto al pensamiento de Nietzsche.
En el campo estrictamente filosófico, la filosofía de Nietzsche, centrada en el concepto de vida, dará lugar a varias
corrientes del vitalismo: Dilthey u Ortega y Gasset también ha recibido la influencia nietzscheana. La persona es el
sujeto que vive, lucha, sufre, se alegra, ama, desea... la realidad depende de la perspectiva que adoptemos. No existe la
"verdad", sino verdades parciales igualmente válidas y defendibles. Pero esta actitud puede ser mal interpretada pues,
por un lado, es negar cualquier fanatismo sea religioso, político o de cualquier índole, pues acepta las distintas formas
de concebir y valorar la realidad; pero al mismo tiempo puede desembocar en un relativismo absoluto, donde cualquier
opinión, cualquier hecho, puede justificarse y considerarse válido.