Trabajo 1 Dermoestética
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1. Definición de tejido
En biología, un tejido es un conjunto asociado de células de la misma
naturaleza, diferenciadas de un modo determinado, ordenadas regularmente,
con un comportamiento fisiológico común y mismo origen embrionario.
Un tejido puede estar constituido por células de una sola clase, todas iguales, o
por varios tipos de células ordenadamente dispuestas. La parte de la Biología
encargada del estudio los tejidos orgánicos es la Histología. Existe más de una
centena de tejidos diferentes en los animales y algunas decenas en los
vegetales. La estructura íntima de los tejidos escapa a simple vista, para lo cual
se usa el microscopio para visualizarla.
3. Tejidos epiteliales
Los epitelios constituyen uno de los cuatro tejidos fundamentales de los
animales. Representan en su conjunto más del 60 % de todas las células del
cuerpo humano. Los epitelios recubren superficies corporales, tanto internas
como externas, con funciones de protección. Además, los derivados epiteliales
son las principales células secretoras del organismo y en algunos casos, como el
hígado, forman el propio parénquima de los órganos. Algunas especializaciones
epiteliales forman estructuras sensoriales
1. Organización
Las células epiteliales se organizan formando uno o varios estratos que
descansan sobre una capa de matriz extracelular especializada denominada
lámina basal, bajo la cual casi siempre aparece tejido conectivo vascularizado.
La lámina basal tiene un componente producido por las células epiteliales y
otro por el tejido conectivo subyacente. Es característico también de los
epitelios su polaridad, entendiendo por ello las diferencias morfofuncionales
que presentan entre su dominio apical (orientado hacia la luz de un órgano o
hacia el exterior del cuerpo) y su dominio basal (orientado hacia la lámina
basal) (Figura 1). Esta polaridad se manifiesta en las células, especialmente
cuando el epitelio es una sola capa de células. Se dice entonces que las células
tienen un dominio apical y otro basolateral.
Los epitelios están formados por células dispuestas de manera contigua, sin
que exista prácticamente matriz extracelular, con lo que presentan una gran
superficie de contacto entre ellas. En estas zonas adyacentes existen
estructuras moleculares especializadas denominadas complejos de unión, los
cuales establecen uniones intercelulares para fortalecer la cohesión entre las
células epiteliales. Destacan las uniones estrechas, que hacen difícil o
imposibilitan el paso de determinadas moléculas por el espacio intercelular. Sin
embargo, las más frecuentes son uniones adherentes y desmosomas, que son
adhesiones mediadas por E-cadherinas. La unión de estas proteínas con el
citoesqueleto es lo que da consistencia a los epitelios. Estas uniones se pueden
modificar, reforzar o relajar, según las circunstancias. Las citoqueratinas son los
elementos del citoesqueleto típicos de las células epiteliales.
2. Funciones
Las funciones de los epitelios son muy variadas: protección frente a la
desecación o la abrasión, filtración, absorción selectiva, secreción, intercambio
de gases y otras moléculas, transporte de sustancias por su superficie, y
además pueden poseer células que actúan como células sensoriales.
3. Tipos
El epitelio que rodea las superficies corporales se denomina epitelio de
revestimiento. En algunas ocasiones las células epiteliales se agrupan y se
especializan en la secreción de diversas sustancias. Hablamos entonces de
epitelio glandular. Las porciones secretoras de estos epitelios están
normalmente rodeadas por las células mioepiteliales (son células de origen
epitelial con capacidad contráctil).
Hay algunos epitelios o células epiteliales que tienen funciones tan particulares
que algunos autores los clasifican como epitelios especiales. Entre éstos se
encuentran los neuroepitelios (epitelio olfativo y gustativo). En el encéfalo y en
la médula espinal hay un tipo de capa epitelial con células columnares o cúbicas
ciliadas que separa el líquido cefalorraquídeo de tejido nervioso y que se
denomina epéndimo. El epéndimo está formado por los ependimocitos. Se
diferencia del resto de epitelios porque no tiene una membrana basal que
separe a los ependimocitos de las neuronas.
El origen embrionario de los epitelios puede ser seguido hasta las tres hojas
embrionarias formadas durante la gastrulación. Por ejemplo, el epitelio
epidérmico procede del ectodermo, los que forman los capilares sanguíneos
proceden del mesodermo y el epitelio digestivo del endodermo.
4. Tejido conjuntivo
Se conoce con el nombre de tejido conjuntivo o tejido conectivo a un conjunto
diverso de tejidos orgánicos de relleno, sostén y conexión del organismo, es
decir, que conecta, separa y sostiene los diversos sistemas de órganos que
componen el cuerpo de los seres vivos.
Por otro lado, los tejidos conjuntivos especializados tienen también funciones
hematopoyéticas, linfoides o semejantes, contribuyendo con la producción de
células de diverso tipo o con la producción de sustancias específicas de
regulación interna del organismo.
5. Tejido adiposo
El tejido adiposo o grasa corporal, un tejido compuesto de unas células
llamadas adipocitos donde se almacena la energía en forma de grasa. Además
de servir como almacén de energía, también sirve para aislar el cuerpo y
proteger los órganos, así como para producir hormonas importantes en la
regulación del apetito. Hay dos tipos: el blanco y el marrón. Cuando se habla de
tejido adiposo generalmente se hace referencia al blanco, ya que es mucho
más abundante que el marrón.
Almacenamiento de grasa. Los lípidos son ricos en energía. El ser humano tiene
reservas grasas para permanecer hasta 40 días sin suministro de alimento.
Aislamiento. La capa de grasa bajo la piel nos protege de las pérdidas de calor.
Protección. La grasa proporciona un acolchamiento en determinadas zonas del
cuerpo que nos sirve como protección mecánica elástica a la presión, por
ejemplo en la planta del pie, las articulaciones, los glúteos, alrededor de los
órganos, los riñones, las arterias coronarias, bajo los ojos, etc..
Hay muy pocos lugares del cuerpo sin grasa: el dorso de manos y pies, el
escroto y el cartílago de la oreja. Las zonas con más grasa son el vientre y los
glúteos.