Cerámica Artesanal Peruana
Cerámica Artesanal Peruana
Cerámica Artesanal Peruana
Si bien utilizar el término “cerámica” e “historia del Perú” en una misma frase puede
llegar a ser redundante, sin embargo, a riesgo de caer en ello, se debe señalar que
una gran parte de la historia del Perú no puede ser contada sin la presencia de la
cerámica, ya que es una manifestación cultural donde se registra y narra parte del
pasado peruano.
La cerámica popular llega al grado de alfarería, por el grado de cocción con que se
trabaja. En diversos lugares del Perú se sigue elaborando la cerámica en las mismas
zonas de hace siglos, pues las canteras de arcilla son las mismas; es por eso que se
puede observar a la cerámica peruana como una actividad artística continua de más
de tres mil años.
Actualmente, en diversos lugares del Perú, en las mismas zonas donde hace siglos se
realizaba la alfarería, se mantienen las costumbres de elaborar la cerámica artesanal
peruana, debido a que las canteras de arcilla son las mismas utilizadas en la
antigüedad. No es de extrañar que por más de tres mil años se haya mantenido la
cerámica peruana como una actividad artística. Aunque también han cambiado
algunas de sus formas, como es el caso de los toritos de Pucará y toritos de
Quinua.
En la actualidad, algunas de las cerámicas de gran renombre a nivel mundial del país,
debido a su valor cultural y estético, son las que provienen de lugares como
Chulucanas (Piura), Pucará (Puno), Quinua (Ayacucho), Cusco y Shipiba
(Ucayali).
Las ollas, a pesar de haber sufrido algunos cambios, se siguen fabricando en pueblos
como Simbilá, Taricá, Santo Domingo de los Olleros, Mankalluta, entre otros.
Por otra parte, las formas y decoraciones de la cerámica artesanal de la selva han
tenido que variar con el fin de acceder al mercado comercial, pero siguen usado las
técnicas de confección y quema tradicional.