Benito Pablo Juárez García (San Pab

Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1de 22

Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Intendencia de Oaxaca; 21 de marzo

de 1806-Ciudad de México, 18 de julio de 1872), conocido como El Benemérito de las


Américas,2 fue un jurista y político mexicano de origen indígena de la etnia
zapoteca que se desempeñó como presidente de México en varias ocasiones, desde el
21 de enero de 1858 hasta el 18 de julio de 1872.3 Es célebre su frase: «Entre los
individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz».4

Benito Juárez vivió una época crucial en la formación del Estado mexicano,
considerada por muchos historiadores como la consolidación de la nación como
república. Juárez marcó un parteaguas en la historia nacional y fue protagonista de
primer nivel de esta época. A pesar de tratarse de un presidente sin antecedentes
militares, fue una figura clave tanto en la Guerra de Reforma como en la segunda
intervención francesa. Su biografía durante los años que ocupó la presidencia es
una parte sobresaliente de la historia de México.

Primeros años

La residencia Maza en la ciudad de Oaxaca donde Juárez trabajaba cuando era joven
ahora se conoce como Casa de Juárez y se conserva como museo.
Benito Pablo Juárez García nació el 21 de marzo de 1806 en el poblado de San Pablo
Guelatao (palabra esta última que en zapoteco quiere decir "noche honda"),5
población ubicada en la cadena montañosa ahora conocida como Sierra Juárez y
entonces perteneciente a la jurisdicción de Santo Tomás de Ixtláncotoyol en el
estado de Oaxaca (en el presente el municipio de Guelatao de Juárez). Fue bautizado
al día siguiente de su nacimiento en la parroquia de Santo Tomás Ixtlán.6

«En la Iglesia parroquial de Santo Tomas de Ixtlan, á veinte y dos de marzo del año
de mil ochocientos seis, yo D. Ambrosio Puche, vecino de este distrito, bauticé
solemnemente á Benito Pablo, hijo legitimo y de legitimo matrimonio de Marcelino
Juárez y de Brígida García, indígenas del pueblo de San Pablo Guelatao,
pertenecientes á esta cabecera. Sus abuelos paternos son Pedro Juárez y Justa
López, los maternos Pablo García y María García. Fue madrina Apolonia García,
indígena, casada con Francisco García, advirtiendoles sus obligaciones y parentesco
espiritual, —Y para constancia firmó con el Señor Cura. Mariano Cortarrabia
—.Ambrosio Puche.»
Iglesia parroquial de Santo Tomás Ixtlán, 22 de marzo de 1806
El nombre de sus padres era Marcelino Juárez y Brígida García de acuerdo al acta de
bautismo levantada al día siguiente de su nacimiento7 y quien según sus propias
palabras, eran «indígenas de la raza primitiva del país»8 y ambos fueron
agricultores. Los dos padres murieron cuando él tenía tres años; su madre durante
el alumbramiento de su hermana María Alberta Longinos. Benito junto con sus
hermanas María Josefa y Rosa quedaron bajo el amparo de sus abuelos paternos Pedro
Juárez y Justa López igualmente indios de la «nación zapoteca» y su muy pequeña
hermana María Longinos con su tía materna Cecilia.8 A los pocos años murieron
también sus abuelos y las dos hermanas mayores de Juárez se casaron, quedando él
finalmente bajo la custodia de su tío Bernardino Juárez. A partir de entonces
trabajó como peón del campo y como pastor de ovejas hasta la edad de doce años. Su
tío Bernardino conocía el español y se lo enseñaba a Juárez que mostraba entusiasmo
en aprenderlo, sin embargo, las labores del campo y el hecho de que en el pueblo no
se hablara el español no permitieron que Juárez avanzase mucho en su aprendizaje.
En su pueblo, como sucedía en las poblaciones pequeñas, no existía ni la más
elemental escuela. Juárez se daba cuenta que quienes aprendían a leer lo hacían
viajando a la ciudad, ya sea costeándose una pensión o trabajando como sirvientes
en las casas ricas, lo que alimentó su deseo de ir a la ciudad, lo cual solicitaba
a su tío con mucha frecuencia sin concederle este jamás su deseo. Finalmente, el 17
de diciembre de 1818 Juárez decidió marcharse de su pueblo natal después de haber
elegido entre los sentimientos y su deseo de educarse. Dirigió sus pasos a la
ciudad de Oaxaca.8 Esta fuga pudo motivarse tras haber perdido una oveja y evitar
el castigo que le esperaba.910 Hasta este momento la lengua única de Juárez era el
zapoteco siendo sus conocimientos del idioma español básicos.

Primeros estudios en Oaxaca


Al llegar a la ciudad, por la noche del mismo día, Juárez le pidió alojamiento a su
hermana Josefa quien trabajaba como cocinera para una rica familia de un
comerciante extranjero de nombre Antonio Maza. Con el visto bueno del señor Maza,
Juárez se inició cuidando la granja teniendo asignado un salario de dos reales.8 La
hija adoptiva del señor Maza, Margarita Maza, muchos años después se convertiría en
la esposa de Juárez.

En días posteriores, el joven Juárez conoció al sacerdote franciscano de la tercera


orden Antonio Salanueva quien le admitió como aprendiz de encuadernador. En
palabras de Juárez: «aunque muy dedicado a la devoción y a las prácticas
religiosas, era bastante despreocupado y amigo de la educación de la juventud».8 El
7 de enero de 1819, a tan solo 21 días de haber llegado a la ciudad, Salanueva
recibió a Juárez en su hogar y taller, además de ofrecerle enviarlo a la escuela.
Luego de cambiarse una vez de escuela debido a que no sentía avance en su
aprendizaje, inició nuevos cursos en La Escuela Real bajo el preceptorado de José
Domingo González quien le dio un fuerte regaño por considerar su escritura
deficiente, cuestión que ofendió profundamente al joven Juárez.8 Juárez sufría
además, junto con los demás niños de su condición indígena y pobre, de
discriminación, ya que mientras que el preceptor impartía a los niños llamados
"decentes", a los de su condición les instruía el ayudante. Por lo anterior Juárez
abandonó la escuela a la que consideraba tenía un pésimo método de enseñanza y
decidió aprender por su cuenta.

Seminario
Habiéndose percatado de que los jóvenes seminaristas de ese entonces gozaban de
buena educación y reconocimiento social, y apoyado también por los consejos que le
daba su tío Bernardino, aún a pesar de que sentía «instintiva repugnancia» por los
asuntos clericales, tomó la decisión de pedirle al clérigo Salanueva que lo apoyara
a entrar al seminario de la ciudad. Gracias al apoyo de su preceptor, Juárez logró
salvar el requisito de tener bienes para sostenerse durante sus estudios y de
poseer la lengua española como lengua materna, según lo estipulado por las leyes
eclesiásticas de América de ese tiempo. Salanueva fue por tanto pieza clave en la
formación intelectual de Juárez, por lo que en el futuro lo llegó a considerar como
su padrino.8

El 18 de octubre de 1821, apenas finalizada la guerra de independencia, Juárez


inició estudios de gramática latina en el Seminario de Santa Cruz como capense. En
agosto de 1823 concluyó estos estudios después de haber obtenido en los dos
exámenes realizados nota de excelencia.8 Se le presentó entonces a Juárez una
dificultad grave consistente en que su mentor Salanueva deseaba que él estudiase
teología moral y recibir así las órdenes sagradas, idea que repugnaba a Juárez no
solo por su desdén hacia lo clerical sino también por la fama que tenían los que a
ese camino aspiraban en el seminario, a los cuales se les llamaba "padres de misa y
olla" o "lárragos".8nota2 1 Juárez convenció a Salanueva con el argumento de que su
edad no era suficiente aún para ordenarse así que, mientras tanto, podía estudiar
el curso de artes. Inició en el año de 1824 los cursos de latín, filosofía y
teología. El seminario no era su vocación y en especial le aburría la teología,
clase en donde se dormía[cita requerida]. Concluyó este curso de artes en 1827
después de haber sostenido dos actos en público y haber sido aprobado con
calificación de Excelente nemine discrepante los exámenes reglamentarios y con
notas honrosas de sus sinodales.8 No obstante la oposición de su protector
Salanueva, abandonó el seminario y se inclinó por el derecho.

Juárez abogado
Ingresó en la carrera de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de
Oaxaca, en donde obtuvo en 1834 el primer título de abogado expedido por la Corte
de Justicia del estado.11 Varios de sus profesores eran masones.[cita requerida] En
una ocasión le pidieron representar un papel de una obra de Virgilio en una
escenificación donde se incluía recitar algunos versos en latín, para parecer
romano siendo él muy moreno, siguiendo un consejo de un compañero, se blanqueó la
cara, lo hizo tan grotescamente que daba risa verlo. Sin embargo cuando inició el
recital habló en perfecto latín por ello le admiraron y le aplaudieron.[cita
requerida]

Luego de graduarse como abogado trabajó durante algún tiempo defendiendo


comunidades indígenas, trabajo que lo hacía viajar entre diversas comunidades y la
ciudad de Oaxaca e incluso lo llevó a la cárcel.

Juárez podía leer textos en latín, francés e inglés además de que conocía el
derecho canónico y el derecho civil.12

Inicios en la política

Benito Juárez en compañía de su hermana Nela (izquierda) y de su esposa Margarita.


El 26 de mayo de 1830 Juárez es nombrado encargado del Aula de Física del Instituto
de Ciencias y Artes de Oaxaca.13

Se desempeñó como rector de su Instituto en 1831, en el cual siempre profesó y


defendió ante todo las ideas liberales. El 11 de diciembre de 1831 el ayuntamiento
de Oaxaca comunicó a Juárez haber sido elegido regidor para el periodo que iniciaba
el 1 de enero de 183213 comenzando así su carrera política. El 25 de agosto de 1832
el gobernador de Oaxaca José López de Ortigoza emitió un decreto comunicando los
nombramientos para la Corte de Justicia del estado de Oaxaca, siendo Benito Juárez
nombrado ministro suplente.13 El 11 de febrero de 1833 Juárez fue nombrado
formalmente diputado electo de la Legislatura del estado de Oaxaca, es decir,
diputado local.13 En su cumpleaños 26 Juárez es nombrado capitán de la 5.ª Compañía
del 1.er Batallón de Milicia Cívica de su estado.13 El 3 de febrero de 1834 se
nombró a Juárez miembro de la Junta de Sanidad de su estado.13 El 7 de febrero se
nombró a Juárez ministro interino de la Corte de Justicia del estado.13 El 7 de
abril fue nombrado miembro de la Junta Calificadora y Premiadora de los méritos
que, en el fuerte de Santo Domingo, contrajeron los valientes defensores de
nuestras instituciones.13 El 6 de abril de 1838 se nombró a Juárez secretario
interino de la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia del departamento de
Oaxaca.13 El 31 de diciembre de 1839 fue nombrado ministro suplente del mismo
Tribunal Superior de Justicia.13 El 23 de agosto de 1840 se nombró a Juárez
compositor por la Quinta Sección de Oaxaca.13 El 31 de diciembre de 1840 fue
nombrado de nuevo ministro suplente del mismo Tribunal Superior de Justicia.13 El
22 de julio de 1841 el Tribunal Superior de Justicia del departamento oaxaqueño
emitió a favor de Juárez un despacho de juez de la instancia del ramo civil para la
ciudad de Oaxaca.13 El 3 de octubre de 1843 recibió un nombramiento como segundo
vocal suplente de la Junta Electoral de Oaxaca.13 El 1 de junio de 1844 se emitió
un comunicado a la Asamblea Departamental del estado acerca de que Juárez no podía
cubrir la plaza de vocal de esa Asamblea por estar desempeñando el cargo de
secretario de Gobierno del departamento del estado.13 El 3 de enero de 1853 Juárez
recibió un despacho de catedrático sustituto de Derecho Civil en el Instituto de
Ciencias y Artes de Oaxaca.13 El 22 de febrero se le concedió una licencia sin goce
de sueldo por un mes a Juárez para ausentarse del Instituto. El 30 de septiembre de
1858 fue inscrito Juárez como socio honorario del Conservatorio Dramático Mexicano
mediante un documento firmado por el presidente del mismo, José Valero y el
prosecretario Justo Sierra.13

Ese mismo año apoyó a Valentín Gómez Farías, quien buscaba debilitar y someter al
clero. Sin embargo, un año después se impuso de nuevo el centralismo en el país,
por lo que huyó a Puebla.14 Después de un par de años regresó a Oaxaca. Se le
otorgó el empleo de juez de primera instancia. Tuvo al menos dos hijos con una
mujer anónima del pueblo, a la que desconoció para luego casarse con Margarita
Maza, hija adoptiva de su antiguo patrón, Antonio Maza. Al celebrarse la boda, él
tenía 37 años, y ella 17.14

Sirvió como burócrata tanto a los centralistas como a los santannistas. Inclusive
hizo que se colocara en su sala de sesiones un retrato de Santa Anna, y cuando
murió la esposa de este, pidió a los empleados públicos que guardaran luto. En 1844
lo premiaron con el nombramiento de fiscal del Tribunal Supremo de Justicia
oaxaqueño.14

Al perder en las elecciones presidenciales el general Paredes Arrillaga, Juárez


resultó elegido diputado federal, por lo que en 1847 se trasladó a la ciudad de
México con esta calidad.14

Gobernador de Oaxaca y destierro


Durante la invasión de Estados Unidos, Juárez volvió a Oaxaca y fue nombrado
gobernador interino en 1847. Su gestión se caracterizó por lograr el equilibrio
económico y la realización de obras públicas como caminos, la reconstrucción del
palacio de gobierno, la fundación de escuelas normales, el levantamiento de una
carta geográfica y del plano de la ciudad de Oaxaca. Se duplicó el número de
escuelas en Oaxaca, de 50 que había en todo el estado a 100 o más.[cita requerida]
Creó el puerto de Huatulco y construyó el camino hacia la capital, lo que permitió
reducir el costo de varias mercancías que eran traídas de Veracruz o Acapulco.[cita
requerida] También reorganizó la Guardia Nacional y dejó excedentes en el tesoro.
Como gobernador, Juárez iniciaba actividades frecuentemente a las cinco de la
mañana y salía de su despacho muy tarde, pasadas las 10 de la noche. Instaló un
escritorio público para que cualquiera que lo solicitara pudiese hablar con él sin
importar su condición social o económica. También en ese cargo Juárez impidió la
entrada a Oaxaca al fugitivo Santa Anna, quien venía huyendo de la capital del país
debido a la ocupación estadounidense de entonces, ofensa que Santa Anna jamás
perdonaría.

En 1853 al llegar por undécima vez a la silla presidencial Antonio López de Santa
Anna, cobró venganza a Juárez por haberle impedido ingresar al estado. Tal como
Juárez se lo había advertido a su esposa, un día mientras impartía cátedra llegaron
por él unos militares para apresarlo. Solicitó cinco minutos para terminar su
cátedra e incluso le fue concedido pasar a su casa a despedirse de Margarita
pensando en un posible fusilamiento. Lo encerraron en las tinajas de San Juan de
Ulúa. Al poco tiempo lo trasladaron a Veracruz, donde lo embarcaron en nave de
bandera española rumbo al destierro en Cuba, en donde trabajó en una fábrica de
puros. Tiempo después Juárez se trasladó a Nueva Orleans, donde buscó el apoyo de
las logias masónicas locales. Juárez conoció ahí a Melchor Ocampo y otros exiliados
que habían sido desterrados o simplemente eran perseguidos políticos del dictador.
Todos ellos se reunían en esa ciudad en secreto para planear un golpe de Estado en
contra de Santa Anna.14

Revolución de Ayutla y Constitución de 1857


Juan Álvarez.PNG
El general Juan Álvarez nombró a Benito Juárez Ministro de Justicia e Instrucción
pública durante su breve periodo presidencial en 1855.
En el exilio Juárez buscó apoyar a la revolución que se estaba gestando en Ayutla.
Así que logró embarcarse a Panamá para luego llegar a Acapulco. Se le dio primero
un humilde puesto de escribiente.14 y asesoró al cacique guerrerense y héroe de la
independencia Juan N. Álvarez en la lucha revolucionaria. Ante el inminente triunfo
liberal, Santa Anna abandonó la presidencia el 9 de agosto de 185515 y el 16 de
septiembre los liberales llegaron a la capital. El 4 de octubre, una junta de
representantes estatales eligió presidente provisional al general Álvarez en
Cuernavaca emitiendo Juárez su voto en favor del general quien venció en las
elecciones por una amplia mayoría a Ignacio Comonfort, Santiago Vidaurri y Melchor
Ocampo.1617 Álvarez decidió formar su gabinete con la generación de liberales puros
como Melchor Ocampo en Relaciones, Guillermo Prieto en Hacienda y Benito Juárez fue
escogido para ser ministro de Justicia e Instrucción pública.141819

En esta época expidió la Ley Juárez, oficialmente conocida como Ley sobre
administración de justicia y orgánica de los tribunales de la Nación, del Distrito
y Territorios. Esta ley coartaba los derechos de militares y eclesiásticos, como
suprimir los tribunales "especiales" que tenían ambos organismos. Mas no fue una
solución completa como la que firmaron posteriormente Ignacio Comonfort y Sebastián
Lerdo de Tejada en la que se separaba la Iglesia del Estado. La Ley Juárez
simplemente era un esbozo de algo que tenía que llegar más completo.

En 1855, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, fue primero gobernador de


Oaxaca, para después ser nombrado ministro de Gobernación y presidente de la
Suprema Corte de Justicia. En diciembre de ese mismo año, durante el golpe de
Estado ocasionado por conflictos entre conservadores que apoyaban a la iglesia y
liberales que habían apoyado la separación Iglesia-Estado, Juárez fue apresado por
las fuerzas del propio Comonfort. La razón fue la duda de los golpistas ante su
posición, ya que Juárez nunca se declaró abiertamente en contra ni a favor del
conflicto, irónicamente causado por la ley cuyas bases él mismo había ayudado a
sentar.14

Sin embargo, el propio Comonfort, quien había organizado su propio golpe de Estado
contra su gobierno, acudió un mes después a pedirle a Juárez su ayuda, ya que tanto
liberales como conservadores no habían llegado a ningún acuerdo y el gobierno se
debilitaba cada vez más. Así que Juárez fue a Guanajuato a ver al general Manuel
Doblado, quien era gobernador del estado, para organizar otro golpe de Estado. Sin
embargo, este, junto con otros gobernadores, ya había desconocido a Comonfort y
nombrado sustituto al propio Juárez, mientras que Zuloaga en Ciudad de México
también se rebelaba en contra de Comonfort y de los liberales. Esto ocasionó la
Guerra de los Tres Años.14

Presidencia 1858-1861
Guerra de Reforma

Pintura al óleo de Benito Juárez.


Primera presidencia interina
En 1858, Juárez se convirtió en presidente de la República por primera vez tras el
autogolpe de estado de Ignacio Comonfort quien decidió aliarse al Plan de Tacubaya
y dimitió convirtiéndose de acuerdo a la Constitución en presidente al ser Ministro
de Justicia. Félix María Zuloaga, quien estaba apoyado por el ejército y el clero,
clases afectadas por las leyes promulgadas durante el mandato de Comonfort, basadas
en la Ley Juárez, fue declarado también presidente por los conservadores. Juárez
mantuvo un gobierno itinerante entre los distintos estados, perseguido por el
ejército federal y con ínfimos recursos. Su gobierno formó inicialmente una milicia
de unos cuantos cientos de hombres, entre los que se encontraban muchos de sus
amigos exiliados de Nueva Orleans, como Melchor Ocampo.14

En Guanajuato
Juárez tuvo que huir a Guanajuato, donde fue nombrado presidente oficialmente y
trató de organizar su gobierno, integrando en su gabinete en Relaciones y Guerra a
Melchor Ocampo, en Justicia a Manuel Ruiz, en Hacienda a Guillermo Prieto, Fomento
a León Guzmán, como jefe del ejército a Anastasio Parrodi y poco después nombró a
Santos Degollado como ministro de gobernación. Ahí desde Guanajuato, el presidente
interino Juárez envió su primer manifiesto a la nación el 19 de enero de 1858 en la
cual convocaba al pueblo mexicano a unirse a su causa la cual consideraba justa y
emanada de la voluntad del pueblo. Finalmente obligado por las circunstancias de la
guerra y ante el inminente avance de Osollo y Miramón salió con dirección a
Guadalajara el 13 de febrero.20
Intento de fusilamiento en Guadalajara
En 1858 Juárez llegó a Guadalajara el 14 de febrero, el aniversario de la fundación
de dicha ciudad, acompañado de su gabinete en pleno y algunos miembros del Congreso
entre quienes figuraba el vicepresidente Mateo Echais.21 Fue recibido por los
poderes estatales y municipales en San Pedro Tlaquepaque quienes protestaron su
lealtad.22 Juárez se hospedó en el Hotel Francés.23

Mientras realizaban una reunión de gabinete en el Palacio de Gobierno de Jalisco,


un oficial lo traicionó e interrumpió la reunión con algunos soldados, a quienes
les ordenó preparar armas. Juárez se levantó de su silla y se colocó de frente para
esperar su destino, pidiendo que le dispararan al pecho. El ministro Guillermo
Prieto salvó la vida de Juárez anteponiéndose a su persona y gritando su famosa
frase de «¡Los valientes no asesinan!», y continuó: «Si quieren sangre, bébanse la
mía, pero no toquen al presidente» cuando el conservador Filomeno Bravo había dado
la orden a soldados del 5° regimiento de fusilar al presidente.24

Segundo destierro
Ante el avance de las tropas federales llegó Juárez y su gobierno al Pacífico,
donde no tuvo otro remedio para salvarse que embarcarse junto con su gabinete y
otras personas con rumbo a Panamá, de donde cruzó al Océano Atlántico para viajar
hacia La Habana y luego a Nueva Orleans a donde llega el 28 de abril.25 En todos
estos puntos fue reconocido y recibió muestras de admiración por defender su causa.
En Nueva Orleans la prensa lo abordó incesantemente.

En Veracruz
El 4 de mayo de 1858 llegó Juárez a Veracruz,25 donde el gobierno de Manuel
Gutiérrez Zamora le era afín junto con el general Ignacio de la Llave. Al llegar al
puerto de Veracruz ya lo esperaban su esposa e hijos en el muelle, junto con gran
parte de la población, que ese día se desbordó al malecón para recibirlo. Allí pasó
varios meses sin sobresaltos hasta el ataque de Miguel Miramón quien finalmente
levantó el sitio sobre el puerto el 30 de marzo de 1859.26 El 6 de abril recibe al
representante diplomático de los Estados Unidos Robert MacLane.27

Nacionalización de los bienes del clero


El 12 de julio de 1859 Juárez decreta la primera de las normas de reforma: la Ley
de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, que impidió a la Iglesia tener
propiedades en México.2829

Ante la fragilidad del gobierno juarista, los conservadores Félix María Zuloaga y
Leonardo Márquez tenían oportunidad para recuperar el poder. Ante esto, Juárez
solicitó al congreso facultades extraordinarias. Los miembros liberales del
congreso se negaron, con el principal argumento de que haber colocado al país bajo
una constitución había costado una guerra muy sangrienta y no era posible que
Juárez que había impulsado dicha Constitución ahora quisiera violar los principios
de legalidad dándose facultades de virtual dictador. Sin embargo, dos grupos de
conservadores atraparon a Ocampo y a Santos Degollado, respectivamente, y los
mataron, desviando la atención de los liberales en el congreso cambiando la opinión
de estos decidiendo otorgar dinero y permisos a Juárez para acabar con ellos.[cita
requerida]

Tuvo finanzas excepcionales durante su mandato. Su gobierno arrojó un déficit


presupuestario de 400.000 pesos mensuales. Solo logró recaudar un millón de pesos
de la venta de las propiedades de la Iglesia.[cita requerida]

Intervención francesa y Segundo Imperio Mexicano


Artículo principal: Segunda intervención francesa en México
Francia invade México
Por no poder pagar sus deudas con Europa debido al precario erario público
consecuencia de la guerra de reforma, el puerto de Veracruz fue invadido el 15 de
diciembre de 1861 por una fuerza española de 6000 hombres que no encontró
resistencia. El 9 de enero de 1862, se les unieron 3000 franceses y 800 ingleses.

Los invasores ingleses y españoles salieron del país, ya que los franceses
sabotearon las conversaciones para obtener el pago pacífico de las deudas. Napoleón
III estaba buscando secretamente establecer un Imperio Mexicano.

El papa Pío IX también apoyó la invasión de México. La iglesia católica estaba


fuertemente disgustada con la aplicación de las Leyes de Reforma en México. La
encíclica del Vaticano Quanta cura,30 incluía el Syllabus errorum que era un
catálogo de infracciones a los presuntos derechos de la Iglesia en que incurrían,
en Europa y en América, gobiernos de países antaño sometidos al dominio
eclesiástico.31

"Levantamos nuestra voz pontificia con libertad apostólica en esta vuestra plena
asamblea para condenar, reprobar y declarar írritos y sin ningún valor los
mencionados decretos".
Papa Pío IX respecto a las Leyes de Reforma en México[cita requerida].
Los franceses perdieron el 5 de mayo de 1862 la Batalla de Puebla, contra las
tropas mexicanas bajo el mando de Ignacio Zaragoza. El General Zaragoza mandó a
Palacio Nacional su famoso telegrama:32

"Las armas nacionales se han cubierto de gloria".


General Ignacio Zaragoza al presidente Juárez. 5 de mayo de 1862
Francia, luego de un año después de la batalla del 5 de mayo mandó a 25000 hombres
más que entraron a la Ciudad de Puebla en poco más de dos meses luego de haberle
puesto un sitio a la ciudad, mismo que provocó la escasez severa de bienes y en
especial alimentos lo cual mermó las posibilidades defensivas que desde el
principio eran inferiores, pero también la población en su gran mayoría vio en los
invasores a los enemigos en contra de lo que los conservadores querían promover.
Varios comandantes del ejército mexicano, entre ellos Porfirio Díaz y González
Ortega fueron capturados.

Gobierno itinerante
Luego de haber efectuado una sesión extraordinaria del Congreso de la República,
donde se le dieron poderes especiales a Juárez y el Congreso, decretó la suspensión
de trabajos hasta nuevo aviso, seguido de una sesión solemne que acabó en el Zócalo
capitalino con miles de mexicanos que fueron a despedir a Juárez, el 31 de mayo de
1863. Juárez abandonó la capital junto con una gran caravana para llevar consigo el
Gobierno de la República hacia el norte, a salvo de los invasores. En la caravana
iban los principales ministros de Juárez, así como muchas carretas cargadas de
papeles que contenían los archivos de la nación. La caravana era custodiada por
unas tres centenas de soldados bien pertrechados.

Al pasar la caravana de Juárez cerca de Dolores Hidalgo, Guanajuato, Juárez ordenó


desviarse hacia tal población. Ahí se efectuó una reunión con el jefe municipal y
los pobladores. Juárez visitó la casa de Miguel Hidalgo que se encontraba en buenas
condiciones. Allí el jefe municipal le hizo saber al presidente que tal anciano que
se veía por ahí era el que custodiaba la propiedad, además de que este había sido
amigo de Miguel Hidalgo. Juárez se acercó al hombre que pretendió reclinarse ante
Juárez, pero este lo detuvo y le dijo que era él quien debiese reclinarse ante el
viejo por ser un héroe de la independencia. Juárez le preguntó al hombre sobre cómo
era Hidalgo, a lo que este respondió que era un hombre extraordinario. Juárez le
dijo que él luchaba por los mismos ideales que Hidalgo. Juárez llegó a San Luis
Potosí donde intentó rehacer su gobierno. Él había decretado una ley, el 25 de
enero del año anterior, donde serían traidores todos los que apoyaran con armas y
tomaran puestos del gobierno de los invasores. También, todo el que pidiera la
abolición de las Leyes de Reforma sería traidor.
Los franceses entraron a la capital mexicana sin disparar un solo tiro, ya que
Juárez y su gabinete estaban gobernando desde San Luis Potosí. De ahí se cambió
estratégicamente a Monterrey y a Saltillo. Echó al cacique por medio de sus
contactos, para luego perder las ciudades ante los franceses. Juárez había enviado
a Margarita y sus hijos a Nueva York, Estados Unidos, donde recibió el apoyo de
Matías Romero y el Secretario de la Embajada de México en aquel país, que seguía
funcionando. Luego de recibir en la estación de ferrocarril a Margarita y su
familia, Matías Romero los instaló en una casa en los suburbios. Las órdenes de
Juárez habían sido conseguirles una casa suficiente pero modesta. Inmediatamente,
Matías Romero encargó a Margarita y su familia a su secretario y partió a la Ciudad
de Washington, donde se entrevistó con el secretario de Estado. La encomienda de
Juárez era asegurarse que los Estados Unidos estuvieran del lado de la República y
en contra del imperialismo francés. Abraham Lincoln, presidente estadounidense en
ese entonces, tenía grandes problemas en medio de la Guerra de secesión, que se
entablaba entre el Norte y el Sur del país. Matías Romero consiguió que el
secretario de Estado estadounidense pidiera a su embajador ante España que
influyera para evitar que ese país apoyara la empresa francesa en México. Para
ello, se amenazó a España en que, si insistía en apoyar la invasión a México, los
Estados Unidos tendrían que intervenir a favor de la República.

Maximiliano se dirige a México y escribe una carta a Juárez, invitándole a


participar en su gobierno imperial. Juárez le contesta desde la Ciudad de Monterrey
el 1 de marzo de 1864, rechazando tal propuesta, denostándolo por ser un agente de
Napoleón III y advirtiéndole que la historia los juzgará.

Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes,
atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes
un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance
de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará.
Carta de Benito Juárez a Maximiliano. Monterrey, NL. 1 de marzo de 1864.

Casa en Cuatillos, Durango, donde Benito Juárez dio el grito de independencia la


noche del 15 de septiembre de 1864.
Juárez se mudó a Coahuila, estableciéndose en varios pueblos y haciendas. Pero el
lugar más sobresaliente fue el poblado del Gatuño (hoy Congregación Hidalgo), ya
que fue aquí donde el 4 de septiembre de 1864 ordenó a varios caciques que
escondieran los archivos de la nación. Dichos caciques escondieron los archivos en
la Cueva del Tabaco.33 De ahí, entra a la Comarca Lagunera del estado de Durango,
donde viaja a la Hacienda de Pedriceña en el poblado de Cuatillos. Aquí arribaron
la tarde del 15 de septiembre de 1864. Fue aquí donde Juárez da el Grito de
Independencia en 1864. Después se trasladaron hacia la Hacienda del Sovaco en Nazas
y de ahí a la Hacienda de Santa Rosa (hoy Gómez Palacio), donde tuvo una reunión
con los primeros oficiales de la nación. De allí se trasladó a Mapimí, Durango en
donde se hospedó varios días en una casa de hospicio. Una vez saliendo de Durango,
ingresa a Chihuahua, con cada vez menos apoyo. Maximiliano y su esposa Carlota,
luego de una gira por Europa, llegaron a la Ciudad de México. El general Jesús
González Ortega, que había sido leal a la causa de la República y había combatido
en Puebla a los invasores franceses, era titular de la Secretaría de la Guerra y de
la Suprema Corte de la Nación. González Ortega combatió el avance francés hacia el
norte sin éxito.

En Chihuahua

Hospicio en Mapimí, Durango donde Benito Juárez fue un huésped distinguido entre
los lugareños.
En 1864 el presidente Benito Juárez y sus ministros Sebastián Lerdo de Tejada, José
María Iglesias y Miguel Negrete arriban a territorio chihuahuense e instalan en la
ciudad la sede del gobierno republicano.34 En Chihuahua la república gozaba de
bastante apoyo tanto del gobierno como del pueblo. Exactamente un año antes de que
terminara el período constitucional de Juárez, González Ortega entró a la oficina
de Lerdo de Tejada preguntando si se le entregaría la presidencia ese día o al
siguiente argumentando que la Constitución de 1857 no era muy clara al respecto a
lo que Lerdo le pidió unas horas para responder. Lerdo acudió a hablar con el
presidente Juárez de tal reclamación. Este le contó al presidente sobre la
reclamación de González Ortega además de decirle que González Ortega era corrupto
pues tenía pruebas de que había desviado fondos para el ejército republicano para
sí mismo. La conclusión fue que González Ortega se confundió pues el período
constitucional de Juárez terminaba hasta un año después. La confusión fue debido al
hecho de que Juárez había ocupado la presidencia de forma interina, pero ese tiempo
no contaba dentro del período constitucional. En la tarde González Ortega tocó a la
oficina de Lerdo y al pasar este le aclaró el asunto. González Ortega no tuvo más
que decir y ante tal ridículo se fue al poco tiempo con su hermano a Norteamérica
en un autoexilio.

En Nueva York, Pepito, uno de los hijos de Juárez, yacía enfermo de pulmonía debido
a los fuertes fríos que azotaban aquella región. De esto había tenido noticia
Juárez. Estados Unidos se encontraba en guerra civil. Matías Romero por tren a
Nueva York y junto con otros funcionarios de la embajada fueron a ver a Margarita y
a su enfermo. Cuando llegaron los recibió Pedro Santacilia,35 yerno de Margarita
que vivía allí con su esposa y tenía la encomienda de Juárez de velar por la
familia. El niño Pepito acababa de fallecer. La temperatura rondaba los 12 grados
bajo cero. La casa estaba sumamente fría debido a que la leña y los víveres en
general escaseaban mucho en aquel invierno y en medio de la guerra. Lo poco que
había era sumamente caro y el hogar de Margarita no contaba con esos recursos. La
escena era desgarradora según contó Don Pedro. Margarita gritaba inconsolable
abrazando el cuerpo. Los funcionarios de la embajada esperaron en la Sala. Don
Pedro tuvo que usar los muebles como leña para calentar un poco la casa.36
Margarita se opuso a realizar los funerales de su hijo en "esa ciudad ajena" (Nueva
York) y decidió embalsamar el cuerpo hasta poderlo enterrar en su tierra, Oaxaca.
Pedro Santacilia enteró de esto a Juárez a lo que le replicó que ella (Margarita)
es su madre y sabe lo que hace. Tal disposición violaba las leyes sanitarias de
Nueva York como Matías Romero se lo hizo saber a Pedro Santacilia.

Durante febrero de 1865 Juárez fue avisado de la tragedia lo que lo apartó una
semana de su oficina en Chihuahua. Sus colaboradores lo animaron y a la vez se
asombraron del temple de aquel indígena, en especial su Secretario de Hacienda José
María Iglesias y su Secretario de Gobernación Miguel Lerdo de Tejada. El 21 de
marzo de 1865, sus colaboradores y el gobernador de Chihuahua le organizaron una
fiesta de cumpleaños, Juárez al enterarse señaló que no quería que se gastara ni un
centavo del erario en ninguna fiesta, a lo que le replicaron que no lo harían, que
los gastos serían personales. Ante tal realidad Juárez acudió al evento organizado
a las 18.00, donde asistieron unas 800 personas. Por su parte, en Estados Unidos
las tropas al mando de Abraham Lincoln tomaron la capital del Sur y derrotaron al
general Robert E. Lee ganando definitivamente la guerra civil. Matías Romero
presentó las felicitaciones del gobierno de la República Mexicana en los primeros
lugares al presidente Lincoln. Al poco tiempo Lincoln fue asesinado. Mientras
tanto, Maximiliano desde la Ciudad de México, informó a su gabinete que el país
estaba pacificado y que en pocos días el ejército imperial entraría a Chihuahua
para acabar con Juárez. Napoleón ordenó el retiro de algunos miles de efectivos ya
que Francia sufría el embate del congreso por los excesivos gastos que representaba
la invasión de México. El general Bazaine al mando del ejército francés desde antes
que tomara el puesto Maximiliano, le advirtió a este que el retiro de tropas
fortalecería a Juárez. Maximiliano celebró su cumpleaños en Ciudad de México. En el
ambiente hubo una gran satisfacción porque la República, Juárez y los brotes
insurrectos de republicanos a lo largo del país, se suponen aniquilados. Con esto
se celebró además del cumpleaños el triunfo de la monarquía. Maximiliano en
agradecimiento al mariscal francés y comandante en jefe del ejército monárquico
Bazaine, le regaló a este una mansión para que la habitara con su esposa mexicana
conocida entre la corte como Pepita.

Ante el inminente ataque francés, Juárez y su gobierno destruyeron la papelería


importante para que no cayera en manos francesas. En una madrugada de mayo de 1865
los franceses atacaron Chihuahua al mando del General Agustín E. Brincourt. La
ciudad fue bombardeada y se defendió tenazmente pero finalmente cayó en manos de
los franceses. Sin embargo, Juárez y su gabinete habían logrado ser evacuados a
salvo escapando rumbo al norte. Mientras tanto algunos generales republicanos
combatieron heroicamente el avance francés. El general Brincourt obligó a los
republicanos a firmar el acta de sumisión al imperio. El gobierno de la República
reducido a un pequeño número de personas llegó a Villa Paso del Norte, lo que hoy
es Ciudad Juárez, Chihuahua. Al ser perseguidos por los franceses tuvieron que huir
por lo que Lerdo de Tejada le dijo a Juárez que deberían escapar a Estados Unidos a
lo que Juárez contestó que eso equivalía a darse por vencidos y aniquilar la
República. Juárez preguntó señalando una serranía si aquello aún es territorio
nacional a lo que un militar oriundo de aquella región le aseguró que sí. Juárez
ordenó moverse para allá a pesar de que le advirtieron que no había nadie allí,
sólo matorrales, víboras y demás alimañas. A esta serranía hoy se le conocer como
Sierra de Juárez (Chihuahua). Los franceses al llegar son informados que Juárez
cruzó la frontera lo que dio por terminada la persecución y fue lo que reportaron a
la Ciudad de México.

El 14 de agosto de 1865 quedó establecido en la Villa de Paso del Norte el gobierno


nacional.37 Las fuerzas republicanas retomaron la ciudad de Chihuahua, por lo que
los franceses abandonaron la ciudad el 29 de octubre.34 Los franceses planearon
retomar por sorpresa la ciudad de Chihuahua pocos días antes de la Navidad de 1865
pero José María Pérez Esquivel, telegrafista septuagenario se enteró del plan
francés y mandó a avisar a Juárez quienes nuevamente lograron huir a tiempo hacia
el norte. El 11 de diciembre las fuerzas francesas retomaron la capital. Los
franceses capturaron a José María Pérez Esquivel y luego de golpearlo lo mandaron
fusilar la mañana del 24 de diciembre de 1865 ante la gran indignación del pueblo
chihuahuense en contra de los invasores.

Los militares Manuel Ojinaga, Manuel Díaz Mori (hermano de Porfirio Díaz) y otros
militares estuvieron al lado de Juárez en la defensa de su gobierno errante. En la
huida hacia el norte, el gobierno de la república pensó detenerse en el lugar
llamado El ojo de la laguna, pero Luis Terrazas, gobernador de Chihuahua les dio
alcance para persuadirlos de que debían continuar la marcha durante toda la
Nochebuena y la madrugada de Navidad pues los franceses los perseguían. La comitiva
continuó su marcha. Terrazas advirtió que algunos indígenas de la región se pasaron
al lado imperialista por lo que la comitiva debería cuidarse también de estos.
Llegaron al desierto de Samalayuca. El 28 de diciembre de 1865 llegaron a la
frontera siendo perseguidos por los franceses a menos de un día de camino. Muchos
persuadieron a Juárez de cruzar la frontera, pero este tomando un puño de tierra en
la rivera del Río Bravo exclamó que preferiría refugiarse en algún cerro agreste y
morir con la bandera en el pecho que abandonar el suelo patrio. Todos entendieron
el mensaje y se ordenó a la pequeña tropa que los acompañaba hacerle frente a los
franceses.

Mientras tanto, Matías Romero y el secretario de la Embajada Mexicana ante los


Estados Unidos llegaron a la casa de doña Margarita para acompañarla a la recepción
que en Washington le preparaba el gobierno estadounidense de Andrew Johnson. Este
había desconocido al Imperio de Maximiliano y reconocido en Juárez al único
presidente legítimo de la República Mexicana. Johnson anunció el envío de unos 100
000 hombres a la frontera con México para amedrentar a los invasores de México.
También el embajador de los Estados Unidos en París presionaba a Napoleón III para
que retiraran sus tropas de México. Maximiliano ofreció a los confederados que
habían perdido la guerra en los Estados Unidos la posibilidad de establecerse en
Veracruz. Esto fue mal visto en el gobierno de Washington.

Las fuerzas republicanas al mando del general Luis Terrazas Fuentes contraatacaron
a los franceses y retomaron la capital de Chihuahua el 25 de marzo de 1866; luego
recuperaron Parral y avanzaron sobre el estado de Durango. Luego de tales hechos,
el presidente Juárez distinguió al general Terrazas con su amistad.38 Juárez entró
a la capital chihuahuense el 7 de junio de 1866 ante el gran júbilo de la
población. Se organizó una ceremonia donde les dieron lugares de honor a los
lisiados de las batallas acaecidas en aquella región y se entregaron medallas de
bronce a los héroes de la República. Cuando Juárez colocó una medalla a un joven de
unos 16 años, este estalló en lágrimas y le dijo al presidente que sus cinco
hermanos murieron combatiendo por él (Juárez) y que él también con gusto habría
muerto por la misma causa. El presidente contestó que lo entendía y que él también
perdió un hijo. Y le dijo que no murieron por él, sino por el aire y la tierra de
la Patria, que murieron por la libertad.

En esas mismas fechas el imperio de Maximiliano tuvo cada vez más problemas. El
clero mexicano se había rebelado ante el imperio porque Maximiliano no dio marcha
atrás a las leyes de Reforma. Francia había ordenado ya el retiro total de su
ejército a más tardar para inicios de 1867. Estados Unidos ya no estaba en guerra y
el presidente Johnson se pronunció en su congreso por el total apoyo al presidente
Juárez y la República. 100 000 hombres enviados a la frontera con México
amedentrarían a los franceses. La Emperatriz Carlota de México partió a Europa la
madrugada del 7 de julio de 1866 con el plan de buscar apoyo del papa Pío IX, de
Napoleón III y del hermano de Maximiliano, entre otros. La división entre los
republicanos en México se hizo más dramática, ya que el período constitucional de
Juárez se acercaba a su fin. Por tal motivo, Juárez publicó un decreto en donde,
argumentando que el país estaba en guerra, extendía su mandato hasta que se
normalizara la República y se convocara a elecciones. González Ortega, autoexiliado
en los Estados Unidos, buscó el reconocimiento de ese país como presidente,
mientras que recibía la ayuda de Ignacio Ramírez, "El Nigromante".

Mientras que Carlota buscaba apoyo en Europa para el imperio, Maximiliano dejó la
capital y los múltiples problemas que allí tenía y se fue a pasar un tiempo a la
ciudad de Cuernavaca, al Palacio de San Cloff, donde vivía su amante María Bonita,
hija del jardinero en jefe de ese palacio. La Emperatriz Carlota había recibido la
negativa de Napoleón III para entrevistarse, pero ella insistió y se trasladó a
París. Allí se hospedó en el Gran Hotel de París, donde consiguió una entrevista
con los ministros de Napoleón III y con la emperatriz Eugenia, reunión que no
prosperó pues estos últimos tenían instrucciones de no ceder en nada. Después
Carlota consiguió una cita con Napoleón III a las 10 de la mañana del 18 de agosto
de 1866 en su hotel. Los acompañaban representantes del imperio mexicano como Juan
Nepomuceno Almonte y Pedro Hidalgo y representantes del gobierno francés como el
ministro de Estado; sin embargo, la entrevista se dio sólo entre Carlota y
Napoleón, encuentro donde Carlota mostró la desesperación por conseguir algún apoyo
y Napoleón la de negar cualquiera. Carlota sugirió incluso la disolución del
congreso de París a Napoleón. Este último terminó la reunión diciendo que
Maximiliano tenía que abdicar ya, pues no tenía otra opción.

En Chihuahua, Juárez recibía buenas noticias de todo el territorio nacional


respecto a la recuperación del control de la patria. El ministro de Guerra, el
general Ignacio Mejia, rendía los informes correspondientes. Porfirio Díaz avanzaba
en Oaxaca desde el sur. El obispo de Oaxaca había pedido garantías a Díaz ante su
inminente entrada a la capital oaxaqueña, a lo que Díaz respondió que le dejaría
vestir sus mejores prendas para su fusilamiento. Este huyó de Oaxaca junto con
muchas personalidades, sobre todo de la alta sociedad, que habían sido afines al
imperio. El gobierno de Juárez retomó el control de las aduanas de San Blas,
Mazatlán y Guaymas, que representaban importantes recursos para su gobierno. Luego
el ejército republicano tomó las ciudades de Guadalajara, Monterrey y Tampico y
logró controlar más aduanas de esas regiones. El ejército francés y el republicano
de México tuvieron batallas pero no en grandes cantidades de hombres, pues los
franceses se iban retirando hacia el sur y los republicanos en algunas ocasiones
esperaban en muchos casos que los franceses se fueran para avanzar; sin embargo,
hubo batallas de significación, como las de Miahuatlán, La Carbonera, Juchitán, San
Pedro (Sinaloa), Santa Gertrudis (Tamaulipas), Naco (Sonora), Mazatlán y otras, en
las cuales los republicanos derrotaron al ejército francés, aunque la mayoría de
ellas serían ejecutadas a manera de guerrillas, no de un ejército a gran escala. El
general Mejía informó a Juárez de la recuperación del Valle de Guayana y de la
ciudad capital de Durango. Ante la realidad geopolítica de México, Juárez decidió
trasladar su gobierno al sur hacia Durango. El día de la partida en el mes de
diciembre de la ciudad de Chihuahua Juárez exclamó: "Gracias, tierra bendita, nunca
te olvidaré", en agradecimiento a aquella ciudad y estado que le había dado alojo a
su gobierno y a la causa republicana y en donde llegó acorralado y salió
triunfante. Juárez, seguido de una larga comitiva, salió con destino final Durango,
rumbo a Hidalgo del Parral. En su famosa carroza negra lo acompañaban Sebastián
Lerdo de Tejada y José María Iglesias. En 1867, Juárez, a su regreso para la
restauración de la República desde el Paso del Norte, fue hospedado por unos días
en el Palacio de Zambrano en la ciudad de Durango, durante los cuales el palacio
fue sede del poder ejecutivo de México.

Caída del imperio


El 22 de agosto de 1866 Carlota sale del Gran Hotel de París con planes de ir a ver
al papa Pío IX, pero antes su comitiva la convence de hacer una escala en el
Castillo de Miramar en Italia, su antiguo hogar. El 27 de septiembre de 1866
Carlota visita al papa Pío IX. Ella da muestras ante el papa de problemas mentales;
le dice que la bebida que le habían ofrecido estaba envenenada y toma la de él. No
se quería ir y tuvieron que invitarla a la biblioteca vaticana, para distraerla.
Luego su hermano fue por ella. Carlota era atendida por el médico en jefe del
hospital de enfermos mentales de su ciudad. Maximiliano, decidido a abdicar,
recorre el Palacio de Chapultepec mientras indica las pertenencias a embarcar; deja
la mayoría de las habitaciones intactas, pues muchos objetos habían sido regalos al
pueblo de México y no a la persona de él ni a la de la emperatriz. Sale
sigilosamente rumbo a Veracruz. En Orizaba, en noviembre de 1866, el Padre Fisher
había organizado, junto con los conservadores de la región, una multitudinaria
manifestación en apoyo a Maximiliano, para impedir que se fuera. Maximiliano decide
quedarse entonces en Orizaba por un mes, para pensar qué hacer.

Tres personajes influían en Maximiliano poderosamente: el padre Fisher, su médico


el doctor Samuel Basch, de origen prusiano-judío, y su viejo amigo personal y
colaborador Stephan Haspan. El primero lo persuadía para que se quedara; los otros
dos, para que se fuera a Europa, pues veían la causa del Imperio perdida.
Maximiliano recibió el apoyo de los generales Leonardo Márquez, apodado "El Tigre
de Tacubaya", y Miguel Miramón, expresidente de México. Miramón le notificó que se
había conseguido que la Iglesia ofreciera 11 millones de pesos, además de que se
tenía la posibilidad de reunir 29 000 hombres y de que la junta de notables
apoyaría a Maximiliano. Maximiliano formó un nuevo gabinete en Orizaba y su plan
incluía:

Sostener a los franceses totalmente en México, ya que Maximiliano también sabía que
ellos eran su mayor apoyo;
Crear un Congreso para legitimar su gobierno e invitar a los liberales a formar
parte de su iniciativa, incluido Juárez.
Al poco tiempo se le informó a Maximiliano que se contaba con 29, 663 soldados, más
de 2000 hombres de oficialía y 10 cañones para iniciar. La iglesia entregó un
adelanto de 2 millones de pesos. Una afición de Maximiliano era cazar mariposas. En
Orizaba lo siguió haciendo, junto con un ilustre botánico europeo que deseaba
fundar un museo de historia natural en México (el actual Museo de Historia Natural
de Ciudad de México), considerada la vasta riqueza natural que había encontrado en
el país. A finales de noviembre, Maximiliano preparaba su regreso a la Ciudad de
México. Juárez y su gobierno llegan a Durango los primeros días de noviembre y
realizan una reunión con su gabinete de guerra. Deliberan sobre la toma de
Matamoros, que era el único punto importante y estratégico en el norte que aún
quedaba en manos del imperio. Se decidió utilizar un sitio, como el utilizado por
los franceses contra los liberales para rendir a la Ciudad de Puebla. El plan se
llevó a cabo.

Luego de tres semanas y algunas escaramuzas menores entre los ejércitos, el general
Tomás Mejía, que defendía la ciudad de Matamoros, finalmente se rindió. Con esta
victoria, los liberales controlaban todo el norte del país. Hubo entonces una gran
fiesta popular frente al Palacio de Zambrano en Durango, que funcionaba como
Palacio Nacional. Todo el norte era republicano. Ante el avance del control del
país por los republicanos, Juárez traslada su gobierno rumbo a Zacatecas, siempre
escoltado por el Batallón de Supremos Poderes. Juárez escribe una carta a Margarita
en la que le comunica que pronto podrá regresar a México y podrán reencontrarse
ella y sus hijos (tanto los vivos como los muertos) y él. Aún en Orizaba,
Maximiliano, que pensaba que su hermano, el emperador Francisco José I de Austria
lo apoyaría, sigue considerando irse a Viena. Napoleón manda un enviado, Francis de
Casternons, con un plan muy negativo: ofrecerle el grueso del armamento francés y a
su vez desestabilizar al mismo gobierno de Juárez y dar también más armas a algún
general conservador. A sabiendas de sus intenciones, Maximiliano se niega a
recibirlo. La madre de Maximiliano, Sofía de Baviera, le escribe una carta desde el
Palacio de Schönbrunn: "Hijo mío,... no abdiques,... tu posición en Europa sería
ridícula si lo hicieras,...lo más correcto, hijo mío, y lo más justo es que no
regreses a Viena...". A raíz de esta carta, Maximiliano hizo traer de inmediato a
Miramón, pues decidió regresar a la Ciudad de México.

El general Miramón fue derrotado en San Jacinto. Solo quedaba fuerte el general
Leonardo Márquez, en las fuerzas conservadoras, y el no menos numeroso contingente
francés que estaba bajo sus órdenes (la mayoría eran parte de la llamada Legión
Extranjera). Ignacio Mejía dio un parte a Juárez en una reunión de gabinete en
Zacatecas, donde le informó que el general Mariano Escobedo tenía entre 8000 y 10
000 hombres y que otro general tenía otros 6000. Una tarde, a las 15.00 horas, el
gobierno republicano deja Zacatecas para salir rumbo a San Luis Potosí, en medio de
un desfile y algarabía popular. Maximiliano se reúne con sus generales en la
Hacienda de la Teja. El 13 de febrero de 1867 sale Maximiliano de la Ciudad de
México rumbo a Querétaro con 9 000 hombres mal equipados (tanto conservadores como
la legión francesa que se quedó con él). Lo acompañaban, entre otros personajes, el
mariscal Albert Hans y Leonardo Márquez, este último conocido como "El Tigre de
Tacubaya" por la masacre de médicos que realizó allí (conocidos como "Los mártires
de Tacubaya"). Maximiliano salió de la Ciudad de México una semana después de que
la mayoría de las tropas francesas se habían retirado. Maximiliano lanzó una
proclama a su ejército en donde, poniéndose a la cabeza, dijo que este era "Un
ejército que lleva consigo la dignidad y el amor a México".

Antonio López de Santa Anna se encontraba en Estados Unidos negociando con


financieros, empresarios y con el secretario de Estado de aquel país, Mr. Siward,
el apoyo para ocupar por duodécima vez la presidencia de México. A finales de
marzo, Juárez recibió un mensaje de Matías Romero desde Nueva York que informaba
que Santa Anna preparaba su regreso a México. En esos días recibió también noticias
de la embajada de México en los Estados Unidos de que el gobierno de aquel país
manifestaba su apoyo a Juárez y no a Santa Anna. Sebastián Lerdo de Tejada le
comentó a Juárez que Santa Anna seguramente pretendía provocar un golpe de Estado
al llegar a México. Comentó que redoblaría la vigilancia para que, si Santa Anna
llegaba a Veracruz, fuese aprehendido inmediatamente. Juárez le contestó: "No se
afane mucho usted porque, si Santa Anna no cuenta con apoyo de Estados Unidos, no
vale nada... Santa Anna ya no vale nada.".
El día 19 de febrero de 1867 entra el ejército de Maximiliano a la Ciudad de
Querétaro. Durante los días 20 y 21 siguen llegando contingentes de Michoacán, San
Luis Potosí y Guanajuato entre otros Estados. El día 21 entran 4,000 hombres. En
Querétaro se celebró una verbena popular celebrando la llegada de los
imperialistas. En total eran entre 10 000 y 12 000 hombres en las filas de
Maximiliano. El gobierno republicano avista las Torres de la Ciudad de San Luis
Potosí a las 13.00, de 21 de febrero, poco después llega con Juárez a la cabeza a
establecer el gobierno de la República en esa Ciudad. Hubo gran verbena popular
para celebrar este hecho. La gente gritaba vivas: "Viva México, Viva la
Independencia, Viva la República y Viva Juárez". Con respecto a lo militar, los
generales liberales Ramón Corona al frente del Ejército de Occidente y el Gral.
Mariano Escobedo se reunieron en una unión de caminos que llevaban a la Ciudad de
Querétaro. con un total de 60,000 soldados. Un parte militar entregado a
Maximiliano decía que las fuerzas enemigas eran 28,000 hombres, siendo 2,000 de
caballería. El Gral. Mariano Escobedo realizó un recorrido por una eminencia desde
donde pudo contemplar el campo de batalla próximo, Exclamó: "Mañana comenzará el
principio del fin para el imperio".

Se presentaron algunas batallas. Los liberales impusieron un sitio a la Ciudad de


Querétaro, con lo cual no podía entrar ni salir nada ni nadie, incluidos víveres o
comunicados (telégrafo, correspondencia, etc.), durante una de esas batallas, el
último reducto del ejército francés fue totalmente derrotado. Bombardearon algunos
arcos del acueducto para cortar el suministro de agua a la Ciudad. Los liberales
lanzaron muertos imperialistas al río para contaminarlo con miras en doblegar a los
imperialistas. Ante el sitio y en una junta de Maximiliano con su comitiva,
Leonardo Márquez propone al emperador que se le dé un contingente de caballería
para ir a la Ciudad de México por refuerzos y víveres. Se le da el aval. Mediante
una maniobra de distracción por la madrugada Márquez y su grupo logran atravesar el
sitio no sin perder varias decenas de hombres, lo cual estaba contemplado. Los
liberales no persiguen a este grupo considerando que no tenían posibilidades de
juntar apoyo ni de regresar.

Maximiliano envió a un soldado apellidado Salvino como correo con miras en saber
algo de Márquez. El plan consistía en que debía hacerse pasar por liberal y luego
de mezclarse entre las tropas salir hacia la Ciudad de México. Al día siguiente
Salvino apareció colgado en un árbol con un cartel que decía: "Soy el correo del
emperador y estoy muerto". El día 24 de abril Mariano Escobedo en su campamento en
las afueras de Querétaro decide dar la batalla definitiva y la última para el 27 de
abril. Maximiliano tenía por cuartel general el Cerro de las Campanas y también se
pasaba bastante tiempo en el Convento de la Cruz, cerca de ahí. La comida de
Maximiliano era modesta, similar a la de los demás, y se complementaba con pan que
le hacían las monjas del convento. A Maximiliano se le veía sucio y desaliñado como
si estuviese en el frente de batalla. Padecía enfermedades gástricas-nerviosas.
Maximiliano acudía al frente de batalla para animar a su tropa y conocer la
situación de primera mano. (es más coherente pensar que Maximiliano y sus tropas
estaban pertrechadas en el convento de la cruz, recordemos que este convento fue el
bastión donde los franciscanos, durante la conquista tenían su "cuartel general"
desde donde partieron todas las misiones hacia el norte... este sitio estaba bien
atrincherado, y ahí es donde Mariano Escobedo con su tropa logró introducirse
derribando sólo un muro de la parte trasera y sorprendiendo cautelosamente así a la
tropa francesa que esperaban un ataque violento)

En un enfrentamiento de caballería murieron 300 hombres. Los liberales persiguieron


a los imperialistas llegando cerca de donde estaba Maximiliano quien quiso ir en
apoyo de estos. Un súbdito lo detuvo del brazo diciéndole que no debía arriesgarse
pues era el emperador. Maximiliano envió a un grupo a prestar apoyo de los
perseguidos. Los liberales se retiraron. Para el 2 de mayo no había noticias de
Leonardo Márquez. Para el 3 de mayo Maximiliano entregó en el Convento de la Cruz
medallas de bronce al honor. Fueron 135 los militares galardonados entre soldados y
oficiales. El día 5 de mayo de 1867 se cumplía un aniversario de la Batalla de
Puebla. Los liberales celebraban por todo el país, en especial en la sede del
gobierno de la República en San Luis Potosí y entre las tropas de Querétaro. Juárez
habló desde el balcón principal ante una multitud que se reunió frente al Palacio
Nacional provisional. En su discurso dijo:

"Pueblo de México, amados conciudadanos, el baño de sangre por el que ha pasado la


República no podrá ser olvidado jamás. La sangre de vuestros hijos, la sangre de
vuestros esposos, la sangre de vuestros padres, no será derramada de manera inútil
por que al afianzarse la República se afianza la soberanía nacional". Y el
concierto de todas las naciones admirará a este pueblo, hoy y por los siglos hasta
siempre jamás, recordad esto, no podemos flaquear, tenemos que seguir adelante
porque nuestra recompensa será la gloria eterna y el respeto de todos los pueblos y
naciones que sabrán que México no es lugar donde venir a buscar aventura ni rostrar
batalla para someter a un pueblo a la esclavitud. En este momento os digo,
¡mexicanos!, la libertad es una realidad, la libertad es un ejemplo para todas las
naciones y los pueblos y orgulloso estoy hoy de ser el presidente de los mexicanos
por que la nación realmente es hoy madura, hoy respetada, hoy temida, hoy bravía,
hoy fuerte, y esta lucha será el inicio, el comienzo de una grandeza que nunca
acabará."
Últimos días de Margarita y su familia en los Estados Unidos
Matías Romero le presentó a Margarita Maza al coronel McDown, comisionado por el
gobierno estadounidense de Ulises Grant para asegurar el regreso a México de
Margarita y su familia. El mismo coronel le dijo a Margarita que su misión era
protegerla y hacerla llegar con absoluto bien hasta México sin que nada le
ocurriera. A finales de abril se aprueba la ruta para regresar a Margarita, sus
hijos y su yerno Santacilia. Viajarían por ferrocarril a San Luis, luego en barco
fluvial por el Misisipi a Nueva Orleans y luego por un buque de guerra al Puerto de
Veracruz. Todo por órdenes del presidente Andrew Johnson, que eran velar por la
familia Juárez. En el mes de abril de 1867 Santa Anna estaba en una residencia en
una zona exclusiva de Nueva York. Santa Anna mantenía vigilados a Margarita, Matías
Romero y a Ignacio Mariscal. Santa Anna planeó rentar un barco grande llamado
"Virginia" y trasladarse junto con un gran arsenal al Puerto de Veracruz para
buscar un golpe de Estado con el apoyo de sus paisanos los veracruzanos. Sebastián
Lerdo y Juárez veían que el ejército republicano tuviera todo para salir avante en
su empresa. En eso llegó al Palacio Nacional provisional de San Luis Potosí el
gobernador liberal de Guanajuato León Guzmán. El Bajío era entonces la única región
que proveía con víveres al ejército republicano. El gobernador de Guanajuato se
entrevistó en reunión privada con Sebastián Lerdo y Juárez. El presidente lo
saludó, lo abrazó y le dijo "sabemos de las quejas sobre el mal uso del dinero...,
dígame que pasa en Guanajuato". El gobernador Guzmán les dijo: "Los rancheros de
Guanajuato, algunas áreas de Querétaro y el Norte de Michoacán se pusieron de
acuerdo para subir los precios exageradamente. No tenemos dinero para pagar." (En
referencia a los víveres para el ejército republicano).

Juárez dijo: "No puedo creer que los hacendados de la región piensen más en su
beneficio personal que en los inmensos sacrificios que la patria hace por darles
orden y paz; mándame una lista de todos los rancheros y agricultores, por ahora no
podemos ponerlos en nuestra contra, pero luego los castigaremos. Este egoísmo no
tiene límites". Una vez que el gobernador se fue Sebastián Lerdo le preguntó a
Juárez que lucía muy triste: "¿En qué piensa Don Benito?", respondió: "En el
egoísmo humano Don Sebastián, a mi me ha costado dos hijos esta guerra, Toñito y
Pepito, pero hay quienes solamente piensan en bienes materiales. ¡Vea estos
precios! ¡Hasta 4 veces más caro está el cuarterón de maíz! y créame no se si por
ser indio o por qué, pero no los entiendo, no entiendo a quienes se quieren
enriquecer de la miseria, de las masas, del dolor y del sufrimiento de los otros,
pero estaremos atentos Don Sebastián, ahora dejaremos que se hagan ricos, después
ya les cobraremos impuestos terribles para devolver esa riqueza a las manos de la
nación. Dejemos que se ilusionen, tarde o temprano se hará justicia. Ardo en deseos
de que esta guerra se acabe, ¿Por qué siempre es el pobre el que sufre más? ¿Por
qué siempre es el pobre el que lo tiene que dar todo mientras que otros se avorazan
y se envilecen buscando sólo la riqueza material?, pero ay de aquellos que lo han
hecho porque si yo sigo siendo el presidente ¡lo pagarán! lo juro ante usted." El
ejército republicano se tuvo que abastecer de altísimos costos por lo que los
impuestos en la región de Guanajuato se tuvieron que subir al doble y luego al
triple.

Proceso de Maximiliano
Maximiliano, luego de reflexionar pide a un general de su confianza de nombre
Miguel López ir como mensajero ante el Gral. Mariano Escobedo y plantearle su
rendición condicionada. Las condiciones eran que se le diera un salvoconducto para
salir de México, que nunca regresaría, que se respetara la vida y las propiedades
de los generales, oficiales y tropa. El general Escobedo ante tal propuesta dijo
que se lo consultaría al Sr. Presidente y que regresara en unos días a la misma
hora. Juárez fue consultado directamente por el Gral. Mejía, Ministro de la Guerra,
a lo que respondió: "Rendición incondicional". El emisario de Maximiliano regresó
por la respuesta y el general Escobedo le propuso que si le entregaba a Maximiliano
le perdonaría la vida planteando que así salvaría la vida de muchos hombres por lo
que López aceptó traicionar a su emperador.

Alrededor de las cuatro de la tarde, el traidor condujo a los liberales hasta el


Convento de la Cruz apartando a los hombres que cuidaban este. Cuándo Maximiliano
se dio cuenta los demás oficiales liberales ya habían entrado al Convento y estaban
apresando a los oficiales que aún dormían. Maximiliano pudo escapar hacia el Cerro
de las Campanas pero a las pocas horas fue rodeado y tuvo que entregar su espada al
Gral. Corona diciendo: "Esta espada es del Pueblo de México". Maximiliano pidió que
si debía de correr sangre fuera únicamente de él y volvió a pedir amnistía para sus
tropas y oficialía. A Maximiliano se le dijo que no era considerado como emperador
de México, sino como archiduque de Austria y que a partir de ese momento quedaba en
calidad de prisionero de la República". Se le notificó que se consultaría con el
presidente su petición. La noticia de Maximiliano y su imperio dio la vuelta al
mundo. En Europa hubo mucho movimiento diplomático pidiendo a través de los
embajadores en los Estados Unidos, que este país interviniera a favor de
Maximiliano. Aunque la mayoría de los gobiernos europeos, señalaban a Napoleón III
como el verdadero asesino, por negarle su apoyo (siendo él unos de los que lo
habían instaurado en el trono), y haber dejado al archiduque a su suerte.

En Nueva York, la familia Juárez Maza dejó por fin la casa que habían ocupado allí
por tanto tiempo y así Margarita, junto con sus hijos, su yerno, dos féretros con
sus dos hijos finados y personal de la Embajada de México en los E.U.A., partieron
en un tren oficial del gobierno estadounidense rumbo a Washington, D.C. Allí fueron
recibidos con gran júbilo y Margarita fue la noticia de primera plana en los
periódicos de entonces. Estuvieron allí tres semanas. El señor Siward dijo al
embajador mexicano Matías que tenía informes de que Antonio López de Santa Anna
planeaba secuestrar a Margarita por lo que se tomaron medidas respecto del
itinerario que sería distinto en lo anunciado que lo realizado. Santa Anna tenía
espías desde hace tiempo vigilando a la familia Juárez Maza, incluso en el
Departamento de Estado tenía espías.

Fusilamiento de Maximiliano, Miguel Miramón y Tomás Mejía en el Cerro de las


Campanas. (Édouard Manet).
Por consejo de Lerdo de Tejada a Juárez, se nombra un tribunal militar para juzgar
a Maximiliano y dos de sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, quienes fueron
llevados al teatro de la ciudad de Querétaro para ser juzgados. En dicho juicio
(que duraría tres días), a los tres se les condena a morir un día después del
proceso, por medio de un pelotón de fusilamiento. Todo ello bajo los delitos de,
entre otros, apoyo a los invasores franceses además de traición a la patria para
los mexicanos y de usurpación del poder para el austriaco. La condena dio la vuelta
al mundo, destacando en Europa donde los periódicos decían que "el indio sació su
sed de sangre", algunos dibujaban a Juárez vestido de indígena amerindio devorando
con grandes colmillos a Maximiliano.

El gobierno de Juárez recibió gran cantidad de notas diplomáticas y toda clase de


correspondencia para pedir clemencia por la vida de Maximiliano. La princesa Inés
de Salm-Salm, cuyo esposo, el príncipe Félix de Salm-Salm era del grupo cercano de
Maximiliano y también estaba detenido, acude ante Juárez para rogar por la vida del
emperador y de su esposo. Incluso se arrodilla ante Juárez. Este le dice que no
puede hacer nada ante la justicia (dice la tradición que las palabras de Juárez
fueron: "No mato al hombre. Mato la idea"). Luego de toda esta presión por la vida
de Maximiliano y el resto de imperialistas, Juárez concede tres días de retraso
para el fusilamiento de Maximiliano, el general Miguel Miramón y el general Tomás
Mejía. En esos días acuden más personas a ver a Juárez, sobre todo mujeres. La
esposa de Miramón va con sus dos pequeños hijos a pedir por su esposo y la esposa
del Gral. Tomás Mejía hizo lo propio con un embarazo avanzado. Luego de lo cual dio
a luz en el camino rumbo a Querétaro donde el recién nacido pudo ser visto por su
padre prisionero. No a todas las personas que lo solicitaron se les permitió ver a
Juárez, pero si a la princesa de Salm-Salm que lo vio por segunda vez. Igualmente
le rogó, esta vez con más ahínco. Juárez argumentó que no podía cambiar la justicia
y que de hacerlo los mexicanos se le echarían encima, incluso podían pedir su
muerte. La sentencia se consumó la mañana del 19 de junio de 1867 en el Cerro de
las Campanas. La noticia dio la vuelta al mundo.

Restauración de la república
Juárez prepara su regreso a la Ciudad de México. El general imperial Leonardo
Márquez seguía oponiendo resistencia en Ciudad de México con un grupo de hombres.
Porfirio Díaz tenía la encomienda de hacerle frente. Antonio López de Santa Anna
había llegado a Veracruz en un barco alquilado que era su cuartel general y en el
cual también dormía. Su propósito era llamar a la rebelión en contra de Juárez y
continuar con el gobierno imperial con él a la cabeza. En el puerto de Veracruz y
la ciudad de Xalapa contaba con muchos adeptos, ya que él era del estado de
Veracruz. Estas dos ciudades lo recibieron con ceremonias oficiales. En una
polémica intervención norteamericana, el consulado de los Estados Unidos en
Veracruz notifica de los planes de Santa Anna al presidente Johnson, quien decide
que un cañonero estadounidense que estaba cerca del puerto de Veracruz bombardease
el barco de Santa Anna para obligarlo a partir fuera de costas mexicanas y con esto
evitar toda posibilidad de llevar a cabo su plan y con esto consolidar el gobierno
de Juárez. Santa Anna, que en ese momento estaba en reunión en el barco, no tuvo
más remedio que partir hacia Cuba.

Juárez sale de San Luis Potosí, pasa por Dolores Hidalgo, donde hace una ceremonia
a los héroes de la independencia nacional, luego visita Tepeji del Río y llega a
Tlalnepantla, donde se encuentra con Porfirio Díaz, con quien tenía diferencias. En
todos los lugares por donde pasaba Juárez la algarabía popular era inmensa. Debido
a que no estaban concluidos los preparativos en Ciudad de México se le pide a
Juárez que se quede tres días en el Castillo de Chapultepec. Se encontraron con que
este estaba convertido en un palacio austriaco, por lo que le sugirieron a Juárez
cambiar la decoración y sacar ese mobiliario. A lo que Juárez dijo: "Están locos,
esto es la historia de México." Juárez sale rumbo a Palacio Nacional por "El paseo
de la Emperatriz", que desde ese momento cambia de nombre a Paseo de la Reforma. En
la Alameda Central se liberan una gran cantidad de palomas blancas. Luego de pasar
por el Paseo de la Reforma, Juárez y su comitiva se dirigen hacia el Palacio de
Minería por la que hoy es la avenida Juárez. Juárez había decretado que se dejara
en libertad a todos los presos que apoyaron la causa imperial. Iniciaba la
reconciliación nacional. En el Palacio de Minería Juárez da el más célebre de sus
discursos, que contiene la más célebre de sus frases.
El 15 de julio de 1867 Juárez entra a la Ciudad de México. Izó la bandera en la
Plaza de la Constitución. Existían diversas obras de arte en Palacio Nacional;
Juárez dio órdenes de retirar adornos y objetos suntuarios y darle un toque
republicano y no imperial a la sede del gobierno nacional. Entre otros, se redecoró
el gran salón de acuerdos. El 20 de julio el gabinete se reunió en Palacio Nacional
a las 9.00. Allí se trataron algunos temas importantes, como el de la existencia de
disputas con el Reino Unido y sobre la deuda pública de México, que era algo
grande. El Reino Unido deseaba reconciliarse con México (luego de que participó en
la incursión militar en México junto con Francia y España). El gobierno de la Reina
Victoria ofreció dos años de moratoria a cambio de renegociar la deuda y
restablecer relaciones diplomáticas.Juárez ordenó que se aceptaran tales
ofrecimientos. El presidente comentó que era importante la paz con todas las
naciones, así que aceptó. Pidió al ministro del Exterior informar que se les daría
parte de la franquicia para la construcción del ferrocarril de Veracruz a la Ciudad
de México.Juárez dijo que se debía convocar a elecciones para que su gobierno fuese
legítimo, y que él se presentaría a las elecciones. Porfirio Díaz reclamaba también
elecciones. Juárez instruyó a Sebastián Lerdo de Tejada que se encargara de
convocar las elecciones. José María Iglesias dijo: "En esta mesa todos somos
juaristas, señor Presidente." Juárez puntualizó: "¡Eso no! En esta mesa todos somos
republicanos, no juaristas. Si el designio del pueblo es que otro los gobierne,
todos seremos dóciles a la voluntad ciudadana."

Regreso a México de Margarita Maza


Margarita y familia desembarcaron del guardacostas estadounidense en Veracruz,
luego se trasladaron en el ferrocarril que para entonces tenía ya más de 90 km. Lo
abordaron en medio de la algarabía popular y aplausos. Sebastián Lerdo de Tejada
informó a Juárez que Margarita y familia ya habían desembarcado en Veracruz y que
se encontraban cerca de Orizaba. Que en no más de cuatro días llegarían a la Ciudad
de México. Juárez le preguntó a Sebastián Lerdo de Tejada si lo veía bien y no
demasiado avejentado. Le comentó que iría al barbero, pues deseaba estar
presentable para el encuentro. Le dijo también que no le daba tiempo para ir con el
sastre pero que podía ir a una tienda por un traje ya confeccionado. Sebastián
Lerdo de Tejada le dijo que el lo acompañaría a la tienda que se llamaba "La
Concordia". Juárez comentó también que el departamento presidencial en Palacio
Nacional no estaba terminado. Sebastián Lerdo de Tejada le sugirió alquilar una
habitación en el hotel Iturbide. Juárez dijo que Iturbide era un emperador, que si
no había mejor hotel. Sebastián Lerdo de Tejada le dijo que el nombre no era
importante, que los imperios ya no volverían a México. Ambos rieron. Una vez que
Margarita y familia llegaron a Orizaba fueron recibidos por mucha gente con tañer
de campanas y cohetones. Ahora viajaban en carrozas. En un carro de mulas iba el
equipaje y en un carro grande iban los ataúdes de Toñito y Pepito. En la Ciudad de
Puebla también hubo aplausos, multitudes y tañer de campanas.

El 23 de julio de 1867 luego de pernoctar y antes de que saliera el sol, Margarita


y familia partieron rumbo a la Ciudad de México. Juárez les dio alcance en el
Pueblo de Ayotla, librando de esa forma en gran medida la algarabía popular y
facilitándose recibirlos personalmente. En ese pueblo igual que en todo el
recorrido la comitiva fue recibida con campanas y multitudes. Juárez llegó en su
clásico carruaje negro, vestía levita nueva, una gran chistera y un bastón de 2000
pesos que le había sido obsequiado en Zacatecas como símbolo de la República.
Llevaba unas flores en la mano para Margarita. Margarita lucía más delgada y era
escoltada junto con su familia por el ejército republicano. Una vez cerca,
Margarita caminó directamente hacia Juárez, él corrió hacia ella en los últimos
momentos. Juárez escribió días después: "Aquel momento valía por todas las
recompensas que un hombre puede recibir". Hubo también abrazos y caricias del
presidente para sus hijos y para su yerno Santacilia. Una vez en Ciudad de México
los recibió una muchedumbre así como miembros del gabinete y del gobierno, la
familia se alojó en el Hotel Iturbide conforme a lo planeado y después de unas
horas Juárez y Margarita al fin pudieron estar solos luego de tantos años.
Segundo mandato constitucional
Luego de ganar en las elecciones, el 16 de enero de 1868 Juárez se reinstala en la
presidencia con una reunión de todo su gabinete. Juárez decía a menudo que eran los
tiempos de la paz y la concordia.

Educación e infraestructura
En este nuevo período Juárez crea dos despachos nuevos, el de instrucción pública y
el de fomento estando a la cabeza de ellos respectivamente Francisco Mejía y el
ingeniero Lasz Barcasten. Juárez planeaba educar e industrializar al país. También
pretendía expandir la educación pública con carácter gratuito y laico en todo el
país con la construcción de cientos de escuelas. En ese tiempo la población de
México era de siete millones de personas de las cuales cinco millones no contaban
con estudios básicos y estaban en situación de pobreza. Solo unos 800 000 sabían
leer y escribir. Para hacerse de recursos Juárez despidió 60 000 militares
("Maestros por soldados" -decía-); también pidió negociar el aplazamiento de pago
en la deuda extranjera con algunas naciones como Inglaterra. La educación sería
laica, en ese entonces ello constituía una catarsis para la iglesia y el
pensamiento que ésta suministraba a la población creyente. Se llevó a cabo un gran
plan de alfabetización nacional. Con respecto a la infraestructura, Juárez deseaba
terminar la línea férrea de Veracruz a la Ciudad de México antes de terminar su
mandato. Eran en total 478 km de ferrocarril con sus respectivos puentes, túneles y
desvío de aguas entre otros. Juárez lograría instalar 5.000 km de telégrafo en tres
años con el apoyo de inversionistas mexicanos y extranjeros.

Inversión privada y extranjera


En ese tiempo Antonio Escandón era el hombre más rico de México por lo que Juárez
lo llamó para pedir su apoyo en el desarrollo del país. Escandón ofreció crear un
club de industriales y llevar allí los intereses de industriales norteamericanos y
de otros países. Escandón vendió una hacienda y terrenos aledaños de lo que hoy es
en su honor la Colonia Escandón, para apoyar la construcción de un ferrocarril. Los
ministros le aconsejaron a Juárez atraer inversión extranjera para los proyectos
del gobierno. Una idea fue invitar a Mr. Siward, exsecretario de estado de Estados
Unidos, a México para atraer el interés de los inversionistas estadounidenses.
Siward llegó por barco a México por el puerto de Manzanillo, el 2 de octubre de
1869, donde el gobernador de Colima brindó una cálida bienvenida a él y a los
industriales que lo acompañaban.

Inestabilidad política
Unos 700 conservadores planeaban una conspiración contra Juárez, se reunían en
secreto en el Templo de San Andrés, donde habían reposado por un tiempo los restos
de Maximiliano. Este templo de extraordinaria arquitectura estaba frente al Palacio
de Minería, sobre el terreno que hoy ocupa "La estatua del caballito". En febrero
de 1868, con diversos informes de inteligencia sobre lo que acontecía en el Templo
de San Andrés. Juárez decidió demolerlo con veinte templos más de la capital, entre
ellos el de Santo Domingo y el de la Merced. Sus ministros le advirtieron que esa
medida pondría a la población en su contra pero él no cambió su decisión que meditó
durante varias semanas y dijo que asumía la responsabilidad histórica de su
decisión. Le dijo a Sebastián Lerdo que no necesitaban templos sino escuelas,
"Telégrafos, escuelas, caminos, futuro y no pasado es lo que México necesita" decía
Juárez para justificar su decisión. Los periódicos de la época hicieron eco de tal
decisión y acción con su consecuente caída de popularidad.

Porfirio Díaz se había revelado contra Juárez y con la bandera de la no reelección


incentivaba el alzamiento en diversos puntos del país. También los conservadores y
el clero estaban en contra de Juárez y veían positivos los alzamientos. En los
poblados veracruzanos de Tierra Quemada, Huatusco y Perote hubo varios
levantamientos contra el gobierno de Juárez durante los años de 1868 y 1869. El
Gral. Patoni y el Gral. Jesús González Ortega luego de estar en la cárcel
obtuvieron su libertad. Existía mucha delincuencia y corrupción de burócratas y
policías. Muchos lo atribuían a la desigualdad económica y a los 60,000 militares
despedidos en 1868. Juárez creó una policía para combatir la delincuencia. Juárez
repatrió a todos los religiosos en el exilio presuntamente por influencia de su
esposa.

Últimos años
Fallecimiento de Margarita Maza
Al principio de este período Juárez solía trabajar hasta pasada la medianoche, sin
embargo por el año 1870 cambió su hora de salida a las 18.00 para pasar el resto
del día con su esposa y su familia. Margarita desde un tiempo atrás había empezado
a tener manifestaciones de una enfermedad que los médicos pensaban era
probablemente grave. Margarita y Juárez caminaban por el Paseo de Bucareli junto
con sus hijas e hijo. En ese tiempo Bucareli remataba en la actual Arcos de Belén,
era un centro de reunión social donde paseaban gente de todas las clases sociales.
Los ciudadanos podían acceder al presidente directamente. Los Juárez tenían una
casa en los límites de la ciudad, junto al Templo de San Cosme, número 4 de la
Calle Puente Levadizo. Juárez tenía cinco hijas: Manuela (apodada Nela por la
familia; casada con Pedro Santacilia); Felicitas; María de Jesús (casada con Pedro
Contreras, de origen español); Margarita; Soledad y Josefa. El más pequeño de sus
hijos era Benito, de unos 13 años. Antes de su matrimonio, Juárez había procreado
dos hijos naturales: Susana Juárez Chagoya (habida en su concubinato con Juana Rosa
Chagoya) y Tereso Juárez Ortiz, (procreado en un segundo concubinato con María de
la Cruz Ortiz, una indígena tehuana que al momento de su nacimiento tenía apenas 17
años de edad).39 En el caso de Susana, con el tiempo ella fue adoptada por
Margarita y era parte integral de la familia Juárez Maza, mientras que Tereso nunca
fue reconocido legalmente por su padre o recibió parte de la herencia familiar.

En agosto de 1869 los médicos le dijeron a Juárez que la enfermedad de Margarita


era progresiva y mortal. Al parecer era cáncer. Juárez salía temprano de su oficina
pero llegaba alrededor de las 6:30 de la mañana. El 2 de enero de 1871, Margarita
recibió los Santos Óleos del cura del templo de San Cosme. Toda la familia se
reunió ese día incluyendo a Susana. Juárez estuvo allí desde las 10.30. A las
15.00, Margarita le pidió a Juárez velar por Susana e hijas solteras. Juárez lloró
mientras le reiteraba una y otra vez a su esposa que se pondría bien. Margarita le
pidió a Juárez cumplir con el deseo de sus hijas de casarse por la Iglesia. A las
16.00, Margarita murió con una sonrisa. Juárez gritó de dolor. Juárez no quiso
enviar esquelas; pidió a sus amigos que no lo hicieran y que manejaran el
fallecimiento con discreción. No obstante, Sebastián Lerdo dijo que no se podía
hacer aquello dado que ella era una mujer muy querida por la sociedad. Finalmente,
Juárez accedió y permitió a los periódicos publicar la noticia. En cuanto se supo
el deceso de la esposa del presidente, el país entró en luto. Se colgaron moños
negros en muchas edificaciones, hubo suspensión de obras teatrales y en varias
partes del país hubo diversas manifestaciones de duelo. El día del sepelio, cientos
de personas se dieron cita para acompañar el cuerpo rumbo al cementerio de San
Fernando; cientos de personas, tanto en coches como a pie, se dieron cita en el
lugar para despedir a Margarita.

Juárez instruyó para que no se le acercaran políticos; solamente amigos y


familiares cercanos. Venían tiempos electorales y Juárez no deseaba que tal
acontecimiento se mezclase con la política. Guillermo Prieto dijo en el sepelio:
"Es acaso posible que mueran las personas a quienes más amamos, pues que es posible
que sólo quede vibrante mi voz para caer como sombra de la muerte, como es posible
para mi señora objeto de mi devoción por años y años, contemplar su muerte... como
es posible señalar... joya blanca azucena de su hogar modesto, mujer acariciada con
los brazos de oro de la virtud y la fortuna". Juárez palideció al momento de que el
féretro descendía. Por semanas se habló mucho de esa ceremonia fúnebre y de cómo el
amor de Juárez por su esposa era un ejemplo a seguir. Tras las exequias, Juárez
permaneció en casa por una semana.
Elecciones de 1871
Sebastián Lerdo de Tejada le sugirió a Juárez que no se postulara en las elecciones
de 1871, por su salud. El mismo Juárez le había comentado que quizás ya no se
postularía. Lerdo, al poco tiempo que había regresado Juárez a su despacho luego
del sepelio de Margarita le pide su renuncia a Juárez, se la acepta. Desde hace
tiempo Lerdo deseaba ocupar la presidencia y deseaba lanzarse a la presidencia, él
mismo se lo dice a Juárez. Juárez tuvo muchas críticas por desear prolongarse tanto
tiempo en el poder. Muchos de sus antiguos amigos o colaboradores se habían vuelto
sus críticos. En julio de 1871 habría elecciones, los candidatos eran Sebastián
Lerdo, Porfirio Díaz y Benito Juárez. El 7 de octubre de 1871 la comisión
escrutadora dio el fallo definitivo: Lerdo 2874 votos electorales, Díaz 3555 y
Juárez 5837. Juárez era el ganador. Sin embargo, se acusó al gobierno de Juárez de
fraude electoral.

El Plan de la Noria
Porfirio Díaz se había separado del ejército y se trasladó a la hacienda de la
Noria en Estado de Oaxaca, donde se fabricaban cañones. Al poco tiempo Porfirio
Díaz pronunció el Plan de la Noria donde desconocía a Juárez y llamaba a levantarse
en su contra. La "no reelección" era una de las principales imputaciones contra
Juárez, Porfirio lo acusaba de dictador. El 1 de octubre de 1871 se manifestaron
muchos militares como los del cuartel de gendarmería, pretendieron tomar en la
Ciudadela una posición militar. En su desfile por las calles hacia la Ciudadela
gritaban: "¡Viva Porfirio Díaz! ¡Muera la reelección!". Juárez enfrentó la rebelión
enviando al Gral. Sóstenes Rocha a hacer frente a los rebeldes en la Ciudadela.
Otros militares se apostarían en los puntos altos cercanos a Palacio Nacional. A
las 18:00 inició la batalla. Los militares del gobierno doblegaron a los rebeldes.
Algunos generales y tropa huyeron hacia el Ajusco. Existieron otros altercados
militares durante 1871 que fueron controlados pero que reflejaban la inestabilidad
política de Juárez y el apoyo armado a Porfirio Díaz.

Fallecimiento
Días antes de su fallecimiento, Juárez había visitado una tarde junto a sus hijas
la tumba de Margarita. Él les platicó una anécdota de la tarde en la que llegó Mr.
Seward con el grupo de empresarios estadounidenses. No se le acomodaba el cabello y
le pidió a Margarita limón que era lo único que se lo controlaba. Margarita se lo
puso y lo peinó. Luego le hizo el nudo de la corbata pues Juárez estaba nervioso y
no le salía. Margarita le dijo "¡Que inútil eres!". Juárez les dijo a sus hijas que
ella tenía razón, ¡Sin Margarita se sentía un inútil! En ese mismo lugar Juárez
tuvo un mareo que lo hizo sentarse debido a un dolor en el pecho. Juárez tuvo otro
episodio de dolor en el pecho que le hizo doblegarse mientras Balandrano le leía
las noticias importantes. Balandrano era un periodista amigo de Juárez, secretario
particular de él y director del diario oficial.

El 17 de julio de 1872 por la tarde Juárez decidió no dar su acostumbrado paseo en


carruaje y le pidió a su yerno Santacilia que lo acompañara para luego ir al teatro
con su hermana Manuela y así contarle la función. Juárez dormía en su alcoba de
Palacio Nacional acompañado de su hijo menor Benito. Esa noche leyó un libro en
francés, en la página 232 que describía la entrada del Emperador Trajano a Roma y
el inicio de su gobierno de 20 años, Juárez dejó un pequeño papel con el texto:
"Cuando la sociedad está amenazada por la guerra; la dictadura o la centralización
del poder pueden ser un remedio para aquellos que atentan contra las instituciones,
la libertad o la paz". Esa noche solamente tomó un atole; tuvo náuseas que no lo
dejaron dormir, por lo que despertó a su hijo Benito. El 18 de julio a las 9:00
tuvo que llamar a su médico Ignacio Alvarado el cual llegó cerca de las 10:00. A
las 11:00 tuvo calambres muy dolorosos que lo llevaron forzosamente a la cama.
Tenía el pulso bajo y sus latidos débiles. El tratamiento típico de la época
aplicado, fue arrojarle agua hirviendo en el pecho, cosa que se le hizo luego de
colocarle la olla hirviendo en el pecho. Con tal remedio, Juárez reaccionó. La
familia pasó al comedor y se quedó en la recámara con el médico. Juárez platicó al
médico historias de su niñez. Le contó que el Padre Salvanueva era el hombre más
bondadoso que él conoció. Ante la pregunta al médico de si lo suyo era mortal, el
médico Alvarado le dijo: "Sr. Presidente: ¡Como lo siento!".

Juárez siguió mal. Su familia estaba reunida, hijas, hijo, yernos y amigos. También
diversos amigos y políticos fueron llegando a la sala. Juárez tuvo la insistencia
de los ministros de relaciones exteriores José María Lafragua y el ministro de la
Guerra el general Alatorre, en esa tarde ambos pidieron ver al presidente para
recibir instrucciones. Juárez en ambos casos tuvo que vestirse y hablar con ellos,
escucharlos y darles instrucciones. Los médicos mexicanos más prestigiados de
entonces acudieron a Palacio Nacional: Gabino Barreda y Rafael Lucio pero nada
pudieron hacer. Juárez se tendió de lado izquierdo poniendo una mano bajo su
cabeza. Muy fatigado, con evidente falta de oxígeno sonrió e inmediatamente murió.
Eran las 23.35 del 18 de julio de 1872 cuando los tres médicos reunidos declararon
muerto al presidente. Sus hijas gritaban de dolor: "¡papá! ¡papá no te vayas!". La
causa fue angina de pecho. En la actualidad, una placa en el lugar de su muerte da
cuenta de ello. Juárez duró en el cargo de presidente catorce años. Hubo un mes de
solemnidades en todo el país en su honor

También podría gustarte