Benito Pablo Juárez García (San Pab
Benito Pablo Juárez García (San Pab
Benito Pablo Juárez García (San Pab
Benito Juárez vivió una época crucial en la formación del Estado mexicano,
considerada por muchos historiadores como la consolidación de la nación como
república. Juárez marcó un parteaguas en la historia nacional y fue protagonista de
primer nivel de esta época. A pesar de tratarse de un presidente sin antecedentes
militares, fue una figura clave tanto en la Guerra de Reforma como en la segunda
intervención francesa. Su biografía durante los años que ocupó la presidencia es
una parte sobresaliente de la historia de México.
Primeros años
La residencia Maza en la ciudad de Oaxaca donde Juárez trabajaba cuando era joven
ahora se conoce como Casa de Juárez y se conserva como museo.
Benito Pablo Juárez García nació el 21 de marzo de 1806 en el poblado de San Pablo
Guelatao (palabra esta última que en zapoteco quiere decir "noche honda"),5
población ubicada en la cadena montañosa ahora conocida como Sierra Juárez y
entonces perteneciente a la jurisdicción de Santo Tomás de Ixtláncotoyol en el
estado de Oaxaca (en el presente el municipio de Guelatao de Juárez). Fue bautizado
al día siguiente de su nacimiento en la parroquia de Santo Tomás Ixtlán.6
«En la Iglesia parroquial de Santo Tomas de Ixtlan, á veinte y dos de marzo del año
de mil ochocientos seis, yo D. Ambrosio Puche, vecino de este distrito, bauticé
solemnemente á Benito Pablo, hijo legitimo y de legitimo matrimonio de Marcelino
Juárez y de Brígida García, indígenas del pueblo de San Pablo Guelatao,
pertenecientes á esta cabecera. Sus abuelos paternos son Pedro Juárez y Justa
López, los maternos Pablo García y María García. Fue madrina Apolonia García,
indígena, casada con Francisco García, advirtiendoles sus obligaciones y parentesco
espiritual, —Y para constancia firmó con el Señor Cura. Mariano Cortarrabia
—.Ambrosio Puche.»
Iglesia parroquial de Santo Tomás Ixtlán, 22 de marzo de 1806
El nombre de sus padres era Marcelino Juárez y Brígida García de acuerdo al acta de
bautismo levantada al día siguiente de su nacimiento7 y quien según sus propias
palabras, eran «indígenas de la raza primitiva del país»8 y ambos fueron
agricultores. Los dos padres murieron cuando él tenía tres años; su madre durante
el alumbramiento de su hermana María Alberta Longinos. Benito junto con sus
hermanas María Josefa y Rosa quedaron bajo el amparo de sus abuelos paternos Pedro
Juárez y Justa López igualmente indios de la «nación zapoteca» y su muy pequeña
hermana María Longinos con su tía materna Cecilia.8 A los pocos años murieron
también sus abuelos y las dos hermanas mayores de Juárez se casaron, quedando él
finalmente bajo la custodia de su tío Bernardino Juárez. A partir de entonces
trabajó como peón del campo y como pastor de ovejas hasta la edad de doce años. Su
tío Bernardino conocía el español y se lo enseñaba a Juárez que mostraba entusiasmo
en aprenderlo, sin embargo, las labores del campo y el hecho de que en el pueblo no
se hablara el español no permitieron que Juárez avanzase mucho en su aprendizaje.
En su pueblo, como sucedía en las poblaciones pequeñas, no existía ni la más
elemental escuela. Juárez se daba cuenta que quienes aprendían a leer lo hacían
viajando a la ciudad, ya sea costeándose una pensión o trabajando como sirvientes
en las casas ricas, lo que alimentó su deseo de ir a la ciudad, lo cual solicitaba
a su tío con mucha frecuencia sin concederle este jamás su deseo. Finalmente, el 17
de diciembre de 1818 Juárez decidió marcharse de su pueblo natal después de haber
elegido entre los sentimientos y su deseo de educarse. Dirigió sus pasos a la
ciudad de Oaxaca.8 Esta fuga pudo motivarse tras haber perdido una oveja y evitar
el castigo que le esperaba.910 Hasta este momento la lengua única de Juárez era el
zapoteco siendo sus conocimientos del idioma español básicos.
Seminario
Habiéndose percatado de que los jóvenes seminaristas de ese entonces gozaban de
buena educación y reconocimiento social, y apoyado también por los consejos que le
daba su tío Bernardino, aún a pesar de que sentía «instintiva repugnancia» por los
asuntos clericales, tomó la decisión de pedirle al clérigo Salanueva que lo apoyara
a entrar al seminario de la ciudad. Gracias al apoyo de su preceptor, Juárez logró
salvar el requisito de tener bienes para sostenerse durante sus estudios y de
poseer la lengua española como lengua materna, según lo estipulado por las leyes
eclesiásticas de América de ese tiempo. Salanueva fue por tanto pieza clave en la
formación intelectual de Juárez, por lo que en el futuro lo llegó a considerar como
su padrino.8
Juárez abogado
Ingresó en la carrera de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de
Oaxaca, en donde obtuvo en 1834 el primer título de abogado expedido por la Corte
de Justicia del estado.11 Varios de sus profesores eran masones.[cita requerida] En
una ocasión le pidieron representar un papel de una obra de Virgilio en una
escenificación donde se incluía recitar algunos versos en latín, para parecer
romano siendo él muy moreno, siguiendo un consejo de un compañero, se blanqueó la
cara, lo hizo tan grotescamente que daba risa verlo. Sin embargo cuando inició el
recital habló en perfecto latín por ello le admiraron y le aplaudieron.[cita
requerida]
Juárez podía leer textos en latín, francés e inglés además de que conocía el
derecho canónico y el derecho civil.12
Inicios en la política
Ese mismo año apoyó a Valentín Gómez Farías, quien buscaba debilitar y someter al
clero. Sin embargo, un año después se impuso de nuevo el centralismo en el país,
por lo que huyó a Puebla.14 Después de un par de años regresó a Oaxaca. Se le
otorgó el empleo de juez de primera instancia. Tuvo al menos dos hijos con una
mujer anónima del pueblo, a la que desconoció para luego casarse con Margarita
Maza, hija adoptiva de su antiguo patrón, Antonio Maza. Al celebrarse la boda, él
tenía 37 años, y ella 17.14
Sirvió como burócrata tanto a los centralistas como a los santannistas. Inclusive
hizo que se colocara en su sala de sesiones un retrato de Santa Anna, y cuando
murió la esposa de este, pidió a los empleados públicos que guardaran luto. En 1844
lo premiaron con el nombramiento de fiscal del Tribunal Supremo de Justicia
oaxaqueño.14
En 1853 al llegar por undécima vez a la silla presidencial Antonio López de Santa
Anna, cobró venganza a Juárez por haberle impedido ingresar al estado. Tal como
Juárez se lo había advertido a su esposa, un día mientras impartía cátedra llegaron
por él unos militares para apresarlo. Solicitó cinco minutos para terminar su
cátedra e incluso le fue concedido pasar a su casa a despedirse de Margarita
pensando en un posible fusilamiento. Lo encerraron en las tinajas de San Juan de
Ulúa. Al poco tiempo lo trasladaron a Veracruz, donde lo embarcaron en nave de
bandera española rumbo al destierro en Cuba, en donde trabajó en una fábrica de
puros. Tiempo después Juárez se trasladó a Nueva Orleans, donde buscó el apoyo de
las logias masónicas locales. Juárez conoció ahí a Melchor Ocampo y otros exiliados
que habían sido desterrados o simplemente eran perseguidos políticos del dictador.
Todos ellos se reunían en esa ciudad en secreto para planear un golpe de Estado en
contra de Santa Anna.14
En esta época expidió la Ley Juárez, oficialmente conocida como Ley sobre
administración de justicia y orgánica de los tribunales de la Nación, del Distrito
y Territorios. Esta ley coartaba los derechos de militares y eclesiásticos, como
suprimir los tribunales "especiales" que tenían ambos organismos. Mas no fue una
solución completa como la que firmaron posteriormente Ignacio Comonfort y Sebastián
Lerdo de Tejada en la que se separaba la Iglesia del Estado. La Ley Juárez
simplemente era un esbozo de algo que tenía que llegar más completo.
Sin embargo, el propio Comonfort, quien había organizado su propio golpe de Estado
contra su gobierno, acudió un mes después a pedirle a Juárez su ayuda, ya que tanto
liberales como conservadores no habían llegado a ningún acuerdo y el gobierno se
debilitaba cada vez más. Así que Juárez fue a Guanajuato a ver al general Manuel
Doblado, quien era gobernador del estado, para organizar otro golpe de Estado. Sin
embargo, este, junto con otros gobernadores, ya había desconocido a Comonfort y
nombrado sustituto al propio Juárez, mientras que Zuloaga en Ciudad de México
también se rebelaba en contra de Comonfort y de los liberales. Esto ocasionó la
Guerra de los Tres Años.14
Presidencia 1858-1861
Guerra de Reforma
En Guanajuato
Juárez tuvo que huir a Guanajuato, donde fue nombrado presidente oficialmente y
trató de organizar su gobierno, integrando en su gabinete en Relaciones y Guerra a
Melchor Ocampo, en Justicia a Manuel Ruiz, en Hacienda a Guillermo Prieto, Fomento
a León Guzmán, como jefe del ejército a Anastasio Parrodi y poco después nombró a
Santos Degollado como ministro de gobernación. Ahí desde Guanajuato, el presidente
interino Juárez envió su primer manifiesto a la nación el 19 de enero de 1858 en la
cual convocaba al pueblo mexicano a unirse a su causa la cual consideraba justa y
emanada de la voluntad del pueblo. Finalmente obligado por las circunstancias de la
guerra y ante el inminente avance de Osollo y Miramón salió con dirección a
Guadalajara el 13 de febrero.20
Intento de fusilamiento en Guadalajara
En 1858 Juárez llegó a Guadalajara el 14 de febrero, el aniversario de la fundación
de dicha ciudad, acompañado de su gabinete en pleno y algunos miembros del Congreso
entre quienes figuraba el vicepresidente Mateo Echais.21 Fue recibido por los
poderes estatales y municipales en San Pedro Tlaquepaque quienes protestaron su
lealtad.22 Juárez se hospedó en el Hotel Francés.23
Segundo destierro
Ante el avance de las tropas federales llegó Juárez y su gobierno al Pacífico,
donde no tuvo otro remedio para salvarse que embarcarse junto con su gabinete y
otras personas con rumbo a Panamá, de donde cruzó al Océano Atlántico para viajar
hacia La Habana y luego a Nueva Orleans a donde llega el 28 de abril.25 En todos
estos puntos fue reconocido y recibió muestras de admiración por defender su causa.
En Nueva Orleans la prensa lo abordó incesantemente.
En Veracruz
El 4 de mayo de 1858 llegó Juárez a Veracruz,25 donde el gobierno de Manuel
Gutiérrez Zamora le era afín junto con el general Ignacio de la Llave. Al llegar al
puerto de Veracruz ya lo esperaban su esposa e hijos en el muelle, junto con gran
parte de la población, que ese día se desbordó al malecón para recibirlo. Allí pasó
varios meses sin sobresaltos hasta el ataque de Miguel Miramón quien finalmente
levantó el sitio sobre el puerto el 30 de marzo de 1859.26 El 6 de abril recibe al
representante diplomático de los Estados Unidos Robert MacLane.27
Ante la fragilidad del gobierno juarista, los conservadores Félix María Zuloaga y
Leonardo Márquez tenían oportunidad para recuperar el poder. Ante esto, Juárez
solicitó al congreso facultades extraordinarias. Los miembros liberales del
congreso se negaron, con el principal argumento de que haber colocado al país bajo
una constitución había costado una guerra muy sangrienta y no era posible que
Juárez que había impulsado dicha Constitución ahora quisiera violar los principios
de legalidad dándose facultades de virtual dictador. Sin embargo, dos grupos de
conservadores atraparon a Ocampo y a Santos Degollado, respectivamente, y los
mataron, desviando la atención de los liberales en el congreso cambiando la opinión
de estos decidiendo otorgar dinero y permisos a Juárez para acabar con ellos.[cita
requerida]
Los invasores ingleses y españoles salieron del país, ya que los franceses
sabotearon las conversaciones para obtener el pago pacífico de las deudas. Napoleón
III estaba buscando secretamente establecer un Imperio Mexicano.
"Levantamos nuestra voz pontificia con libertad apostólica en esta vuestra plena
asamblea para condenar, reprobar y declarar írritos y sin ningún valor los
mencionados decretos".
Papa Pío IX respecto a las Leyes de Reforma en México[cita requerida].
Los franceses perdieron el 5 de mayo de 1862 la Batalla de Puebla, contra las
tropas mexicanas bajo el mando de Ignacio Zaragoza. El General Zaragoza mandó a
Palacio Nacional su famoso telegrama:32
Gobierno itinerante
Luego de haber efectuado una sesión extraordinaria del Congreso de la República,
donde se le dieron poderes especiales a Juárez y el Congreso, decretó la suspensión
de trabajos hasta nuevo aviso, seguido de una sesión solemne que acabó en el Zócalo
capitalino con miles de mexicanos que fueron a despedir a Juárez, el 31 de mayo de
1863. Juárez abandonó la capital junto con una gran caravana para llevar consigo el
Gobierno de la República hacia el norte, a salvo de los invasores. En la caravana
iban los principales ministros de Juárez, así como muchas carretas cargadas de
papeles que contenían los archivos de la nación. La caravana era custodiada por
unas tres centenas de soldados bien pertrechados.
Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes,
atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes
un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance
de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará.
Carta de Benito Juárez a Maximiliano. Monterrey, NL. 1 de marzo de 1864.
En Chihuahua
Hospicio en Mapimí, Durango donde Benito Juárez fue un huésped distinguido entre
los lugareños.
En 1864 el presidente Benito Juárez y sus ministros Sebastián Lerdo de Tejada, José
María Iglesias y Miguel Negrete arriban a territorio chihuahuense e instalan en la
ciudad la sede del gobierno republicano.34 En Chihuahua la república gozaba de
bastante apoyo tanto del gobierno como del pueblo. Exactamente un año antes de que
terminara el período constitucional de Juárez, González Ortega entró a la oficina
de Lerdo de Tejada preguntando si se le entregaría la presidencia ese día o al
siguiente argumentando que la Constitución de 1857 no era muy clara al respecto a
lo que Lerdo le pidió unas horas para responder. Lerdo acudió a hablar con el
presidente Juárez de tal reclamación. Este le contó al presidente sobre la
reclamación de González Ortega además de decirle que González Ortega era corrupto
pues tenía pruebas de que había desviado fondos para el ejército republicano para
sí mismo. La conclusión fue que González Ortega se confundió pues el período
constitucional de Juárez terminaba hasta un año después. La confusión fue debido al
hecho de que Juárez había ocupado la presidencia de forma interina, pero ese tiempo
no contaba dentro del período constitucional. En la tarde González Ortega tocó a la
oficina de Lerdo y al pasar este le aclaró el asunto. González Ortega no tuvo más
que decir y ante tal ridículo se fue al poco tiempo con su hermano a Norteamérica
en un autoexilio.
En Nueva York, Pepito, uno de los hijos de Juárez, yacía enfermo de pulmonía debido
a los fuertes fríos que azotaban aquella región. De esto había tenido noticia
Juárez. Estados Unidos se encontraba en guerra civil. Matías Romero por tren a
Nueva York y junto con otros funcionarios de la embajada fueron a ver a Margarita y
a su enfermo. Cuando llegaron los recibió Pedro Santacilia,35 yerno de Margarita
que vivía allí con su esposa y tenía la encomienda de Juárez de velar por la
familia. El niño Pepito acababa de fallecer. La temperatura rondaba los 12 grados
bajo cero. La casa estaba sumamente fría debido a que la leña y los víveres en
general escaseaban mucho en aquel invierno y en medio de la guerra. Lo poco que
había era sumamente caro y el hogar de Margarita no contaba con esos recursos. La
escena era desgarradora según contó Don Pedro. Margarita gritaba inconsolable
abrazando el cuerpo. Los funcionarios de la embajada esperaron en la Sala. Don
Pedro tuvo que usar los muebles como leña para calentar un poco la casa.36
Margarita se opuso a realizar los funerales de su hijo en "esa ciudad ajena" (Nueva
York) y decidió embalsamar el cuerpo hasta poderlo enterrar en su tierra, Oaxaca.
Pedro Santacilia enteró de esto a Juárez a lo que le replicó que ella (Margarita)
es su madre y sabe lo que hace. Tal disposición violaba las leyes sanitarias de
Nueva York como Matías Romero se lo hizo saber a Pedro Santacilia.
Durante febrero de 1865 Juárez fue avisado de la tragedia lo que lo apartó una
semana de su oficina en Chihuahua. Sus colaboradores lo animaron y a la vez se
asombraron del temple de aquel indígena, en especial su Secretario de Hacienda José
María Iglesias y su Secretario de Gobernación Miguel Lerdo de Tejada. El 21 de
marzo de 1865, sus colaboradores y el gobernador de Chihuahua le organizaron una
fiesta de cumpleaños, Juárez al enterarse señaló que no quería que se gastara ni un
centavo del erario en ninguna fiesta, a lo que le replicaron que no lo harían, que
los gastos serían personales. Ante tal realidad Juárez acudió al evento organizado
a las 18.00, donde asistieron unas 800 personas. Por su parte, en Estados Unidos
las tropas al mando de Abraham Lincoln tomaron la capital del Sur y derrotaron al
general Robert E. Lee ganando definitivamente la guerra civil. Matías Romero
presentó las felicitaciones del gobierno de la República Mexicana en los primeros
lugares al presidente Lincoln. Al poco tiempo Lincoln fue asesinado. Mientras
tanto, Maximiliano desde la Ciudad de México, informó a su gabinete que el país
estaba pacificado y que en pocos días el ejército imperial entraría a Chihuahua
para acabar con Juárez. Napoleón ordenó el retiro de algunos miles de efectivos ya
que Francia sufría el embate del congreso por los excesivos gastos que representaba
la invasión de México. El general Bazaine al mando del ejército francés desde antes
que tomara el puesto Maximiliano, le advirtió a este que el retiro de tropas
fortalecería a Juárez. Maximiliano celebró su cumpleaños en Ciudad de México. En el
ambiente hubo una gran satisfacción porque la República, Juárez y los brotes
insurrectos de republicanos a lo largo del país, se suponen aniquilados. Con esto
se celebró además del cumpleaños el triunfo de la monarquía. Maximiliano en
agradecimiento al mariscal francés y comandante en jefe del ejército monárquico
Bazaine, le regaló a este una mansión para que la habitara con su esposa mexicana
conocida entre la corte como Pepita.
Los militares Manuel Ojinaga, Manuel Díaz Mori (hermano de Porfirio Díaz) y otros
militares estuvieron al lado de Juárez en la defensa de su gobierno errante. En la
huida hacia el norte, el gobierno de la república pensó detenerse en el lugar
llamado El ojo de la laguna, pero Luis Terrazas, gobernador de Chihuahua les dio
alcance para persuadirlos de que debían continuar la marcha durante toda la
Nochebuena y la madrugada de Navidad pues los franceses los perseguían. La comitiva
continuó su marcha. Terrazas advirtió que algunos indígenas de la región se pasaron
al lado imperialista por lo que la comitiva debería cuidarse también de estos.
Llegaron al desierto de Samalayuca. El 28 de diciembre de 1865 llegaron a la
frontera siendo perseguidos por los franceses a menos de un día de camino. Muchos
persuadieron a Juárez de cruzar la frontera, pero este tomando un puño de tierra en
la rivera del Río Bravo exclamó que preferiría refugiarse en algún cerro agreste y
morir con la bandera en el pecho que abandonar el suelo patrio. Todos entendieron
el mensaje y se ordenó a la pequeña tropa que los acompañaba hacerle frente a los
franceses.
Las fuerzas republicanas al mando del general Luis Terrazas Fuentes contraatacaron
a los franceses y retomaron la capital de Chihuahua el 25 de marzo de 1866; luego
recuperaron Parral y avanzaron sobre el estado de Durango. Luego de tales hechos,
el presidente Juárez distinguió al general Terrazas con su amistad.38 Juárez entró
a la capital chihuahuense el 7 de junio de 1866 ante el gran júbilo de la
población. Se organizó una ceremonia donde les dieron lugares de honor a los
lisiados de las batallas acaecidas en aquella región y se entregaron medallas de
bronce a los héroes de la República. Cuando Juárez colocó una medalla a un joven de
unos 16 años, este estalló en lágrimas y le dijo al presidente que sus cinco
hermanos murieron combatiendo por él (Juárez) y que él también con gusto habría
muerto por la misma causa. El presidente contestó que lo entendía y que él también
perdió un hijo. Y le dijo que no murieron por él, sino por el aire y la tierra de
la Patria, que murieron por la libertad.
En esas mismas fechas el imperio de Maximiliano tuvo cada vez más problemas. El
clero mexicano se había rebelado ante el imperio porque Maximiliano no dio marcha
atrás a las leyes de Reforma. Francia había ordenado ya el retiro total de su
ejército a más tardar para inicios de 1867. Estados Unidos ya no estaba en guerra y
el presidente Johnson se pronunció en su congreso por el total apoyo al presidente
Juárez y la República. 100 000 hombres enviados a la frontera con México
amedentrarían a los franceses. La Emperatriz Carlota de México partió a Europa la
madrugada del 7 de julio de 1866 con el plan de buscar apoyo del papa Pío IX, de
Napoleón III y del hermano de Maximiliano, entre otros. La división entre los
republicanos en México se hizo más dramática, ya que el período constitucional de
Juárez se acercaba a su fin. Por tal motivo, Juárez publicó un decreto en donde,
argumentando que el país estaba en guerra, extendía su mandato hasta que se
normalizara la República y se convocara a elecciones. González Ortega, autoexiliado
en los Estados Unidos, buscó el reconocimiento de ese país como presidente,
mientras que recibía la ayuda de Ignacio Ramírez, "El Nigromante".
Mientras que Carlota buscaba apoyo en Europa para el imperio, Maximiliano dejó la
capital y los múltiples problemas que allí tenía y se fue a pasar un tiempo a la
ciudad de Cuernavaca, al Palacio de San Cloff, donde vivía su amante María Bonita,
hija del jardinero en jefe de ese palacio. La Emperatriz Carlota había recibido la
negativa de Napoleón III para entrevistarse, pero ella insistió y se trasladó a
París. Allí se hospedó en el Gran Hotel de París, donde consiguió una entrevista
con los ministros de Napoleón III y con la emperatriz Eugenia, reunión que no
prosperó pues estos últimos tenían instrucciones de no ceder en nada. Después
Carlota consiguió una cita con Napoleón III a las 10 de la mañana del 18 de agosto
de 1866 en su hotel. Los acompañaban representantes del imperio mexicano como Juan
Nepomuceno Almonte y Pedro Hidalgo y representantes del gobierno francés como el
ministro de Estado; sin embargo, la entrevista se dio sólo entre Carlota y
Napoleón, encuentro donde Carlota mostró la desesperación por conseguir algún apoyo
y Napoleón la de negar cualquiera. Carlota sugirió incluso la disolución del
congreso de París a Napoleón. Este último terminó la reunión diciendo que
Maximiliano tenía que abdicar ya, pues no tenía otra opción.
Sostener a los franceses totalmente en México, ya que Maximiliano también sabía que
ellos eran su mayor apoyo;
Crear un Congreso para legitimar su gobierno e invitar a los liberales a formar
parte de su iniciativa, incluido Juárez.
Al poco tiempo se le informó a Maximiliano que se contaba con 29, 663 soldados, más
de 2000 hombres de oficialía y 10 cañones para iniciar. La iglesia entregó un
adelanto de 2 millones de pesos. Una afición de Maximiliano era cazar mariposas. En
Orizaba lo siguió haciendo, junto con un ilustre botánico europeo que deseaba
fundar un museo de historia natural en México (el actual Museo de Historia Natural
de Ciudad de México), considerada la vasta riqueza natural que había encontrado en
el país. A finales de noviembre, Maximiliano preparaba su regreso a la Ciudad de
México. Juárez y su gobierno llegan a Durango los primeros días de noviembre y
realizan una reunión con su gabinete de guerra. Deliberan sobre la toma de
Matamoros, que era el único punto importante y estratégico en el norte que aún
quedaba en manos del imperio. Se decidió utilizar un sitio, como el utilizado por
los franceses contra los liberales para rendir a la Ciudad de Puebla. El plan se
llevó a cabo.
Luego de tres semanas y algunas escaramuzas menores entre los ejércitos, el general
Tomás Mejía, que defendía la ciudad de Matamoros, finalmente se rindió. Con esta
victoria, los liberales controlaban todo el norte del país. Hubo entonces una gran
fiesta popular frente al Palacio de Zambrano en Durango, que funcionaba como
Palacio Nacional. Todo el norte era republicano. Ante el avance del control del
país por los republicanos, Juárez traslada su gobierno rumbo a Zacatecas, siempre
escoltado por el Batallón de Supremos Poderes. Juárez escribe una carta a Margarita
en la que le comunica que pronto podrá regresar a México y podrán reencontrarse
ella y sus hijos (tanto los vivos como los muertos) y él. Aún en Orizaba,
Maximiliano, que pensaba que su hermano, el emperador Francisco José I de Austria
lo apoyaría, sigue considerando irse a Viena. Napoleón manda un enviado, Francis de
Casternons, con un plan muy negativo: ofrecerle el grueso del armamento francés y a
su vez desestabilizar al mismo gobierno de Juárez y dar también más armas a algún
general conservador. A sabiendas de sus intenciones, Maximiliano se niega a
recibirlo. La madre de Maximiliano, Sofía de Baviera, le escribe una carta desde el
Palacio de Schönbrunn: "Hijo mío,... no abdiques,... tu posición en Europa sería
ridícula si lo hicieras,...lo más correcto, hijo mío, y lo más justo es que no
regreses a Viena...". A raíz de esta carta, Maximiliano hizo traer de inmediato a
Miramón, pues decidió regresar a la Ciudad de México.
El general Miramón fue derrotado en San Jacinto. Solo quedaba fuerte el general
Leonardo Márquez, en las fuerzas conservadoras, y el no menos numeroso contingente
francés que estaba bajo sus órdenes (la mayoría eran parte de la llamada Legión
Extranjera). Ignacio Mejía dio un parte a Juárez en una reunión de gabinete en
Zacatecas, donde le informó que el general Mariano Escobedo tenía entre 8000 y 10
000 hombres y que otro general tenía otros 6000. Una tarde, a las 15.00 horas, el
gobierno republicano deja Zacatecas para salir rumbo a San Luis Potosí, en medio de
un desfile y algarabía popular. Maximiliano se reúne con sus generales en la
Hacienda de la Teja. El 13 de febrero de 1867 sale Maximiliano de la Ciudad de
México rumbo a Querétaro con 9 000 hombres mal equipados (tanto conservadores como
la legión francesa que se quedó con él). Lo acompañaban, entre otros personajes, el
mariscal Albert Hans y Leonardo Márquez, este último conocido como "El Tigre de
Tacubaya" por la masacre de médicos que realizó allí (conocidos como "Los mártires
de Tacubaya"). Maximiliano salió de la Ciudad de México una semana después de que
la mayoría de las tropas francesas se habían retirado. Maximiliano lanzó una
proclama a su ejército en donde, poniéndose a la cabeza, dijo que este era "Un
ejército que lleva consigo la dignidad y el amor a México".
Maximiliano envió a un soldado apellidado Salvino como correo con miras en saber
algo de Márquez. El plan consistía en que debía hacerse pasar por liberal y luego
de mezclarse entre las tropas salir hacia la Ciudad de México. Al día siguiente
Salvino apareció colgado en un árbol con un cartel que decía: "Soy el correo del
emperador y estoy muerto". El día 24 de abril Mariano Escobedo en su campamento en
las afueras de Querétaro decide dar la batalla definitiva y la última para el 27 de
abril. Maximiliano tenía por cuartel general el Cerro de las Campanas y también se
pasaba bastante tiempo en el Convento de la Cruz, cerca de ahí. La comida de
Maximiliano era modesta, similar a la de los demás, y se complementaba con pan que
le hacían las monjas del convento. A Maximiliano se le veía sucio y desaliñado como
si estuviese en el frente de batalla. Padecía enfermedades gástricas-nerviosas.
Maximiliano acudía al frente de batalla para animar a su tropa y conocer la
situación de primera mano. (es más coherente pensar que Maximiliano y sus tropas
estaban pertrechadas en el convento de la cruz, recordemos que este convento fue el
bastión donde los franciscanos, durante la conquista tenían su "cuartel general"
desde donde partieron todas las misiones hacia el norte... este sitio estaba bien
atrincherado, y ahí es donde Mariano Escobedo con su tropa logró introducirse
derribando sólo un muro de la parte trasera y sorprendiendo cautelosamente así a la
tropa francesa que esperaban un ataque violento)
Juárez dijo: "No puedo creer que los hacendados de la región piensen más en su
beneficio personal que en los inmensos sacrificios que la patria hace por darles
orden y paz; mándame una lista de todos los rancheros y agricultores, por ahora no
podemos ponerlos en nuestra contra, pero luego los castigaremos. Este egoísmo no
tiene límites". Una vez que el gobernador se fue Sebastián Lerdo le preguntó a
Juárez que lucía muy triste: "¿En qué piensa Don Benito?", respondió: "En el
egoísmo humano Don Sebastián, a mi me ha costado dos hijos esta guerra, Toñito y
Pepito, pero hay quienes solamente piensan en bienes materiales. ¡Vea estos
precios! ¡Hasta 4 veces más caro está el cuarterón de maíz! y créame no se si por
ser indio o por qué, pero no los entiendo, no entiendo a quienes se quieren
enriquecer de la miseria, de las masas, del dolor y del sufrimiento de los otros,
pero estaremos atentos Don Sebastián, ahora dejaremos que se hagan ricos, después
ya les cobraremos impuestos terribles para devolver esa riqueza a las manos de la
nación. Dejemos que se ilusionen, tarde o temprano se hará justicia. Ardo en deseos
de que esta guerra se acabe, ¿Por qué siempre es el pobre el que sufre más? ¿Por
qué siempre es el pobre el que lo tiene que dar todo mientras que otros se avorazan
y se envilecen buscando sólo la riqueza material?, pero ay de aquellos que lo han
hecho porque si yo sigo siendo el presidente ¡lo pagarán! lo juro ante usted." El
ejército republicano se tuvo que abastecer de altísimos costos por lo que los
impuestos en la región de Guanajuato se tuvieron que subir al doble y luego al
triple.
Proceso de Maximiliano
Maximiliano, luego de reflexionar pide a un general de su confianza de nombre
Miguel López ir como mensajero ante el Gral. Mariano Escobedo y plantearle su
rendición condicionada. Las condiciones eran que se le diera un salvoconducto para
salir de México, que nunca regresaría, que se respetara la vida y las propiedades
de los generales, oficiales y tropa. El general Escobedo ante tal propuesta dijo
que se lo consultaría al Sr. Presidente y que regresara en unos días a la misma
hora. Juárez fue consultado directamente por el Gral. Mejía, Ministro de la Guerra,
a lo que respondió: "Rendición incondicional". El emisario de Maximiliano regresó
por la respuesta y el general Escobedo le propuso que si le entregaba a Maximiliano
le perdonaría la vida planteando que así salvaría la vida de muchos hombres por lo
que López aceptó traicionar a su emperador.
En Nueva York, la familia Juárez Maza dejó por fin la casa que habían ocupado allí
por tanto tiempo y así Margarita, junto con sus hijos, su yerno, dos féretros con
sus dos hijos finados y personal de la Embajada de México en los E.U.A., partieron
en un tren oficial del gobierno estadounidense rumbo a Washington, D.C. Allí fueron
recibidos con gran júbilo y Margarita fue la noticia de primera plana en los
periódicos de entonces. Estuvieron allí tres semanas. El señor Siward dijo al
embajador mexicano Matías que tenía informes de que Antonio López de Santa Anna
planeaba secuestrar a Margarita por lo que se tomaron medidas respecto del
itinerario que sería distinto en lo anunciado que lo realizado. Santa Anna tenía
espías desde hace tiempo vigilando a la familia Juárez Maza, incluso en el
Departamento de Estado tenía espías.
Restauración de la república
Juárez prepara su regreso a la Ciudad de México. El general imperial Leonardo
Márquez seguía oponiendo resistencia en Ciudad de México con un grupo de hombres.
Porfirio Díaz tenía la encomienda de hacerle frente. Antonio López de Santa Anna
había llegado a Veracruz en un barco alquilado que era su cuartel general y en el
cual también dormía. Su propósito era llamar a la rebelión en contra de Juárez y
continuar con el gobierno imperial con él a la cabeza. En el puerto de Veracruz y
la ciudad de Xalapa contaba con muchos adeptos, ya que él era del estado de
Veracruz. Estas dos ciudades lo recibieron con ceremonias oficiales. En una
polémica intervención norteamericana, el consulado de los Estados Unidos en
Veracruz notifica de los planes de Santa Anna al presidente Johnson, quien decide
que un cañonero estadounidense que estaba cerca del puerto de Veracruz bombardease
el barco de Santa Anna para obligarlo a partir fuera de costas mexicanas y con esto
evitar toda posibilidad de llevar a cabo su plan y con esto consolidar el gobierno
de Juárez. Santa Anna, que en ese momento estaba en reunión en el barco, no tuvo
más remedio que partir hacia Cuba.
Juárez sale de San Luis Potosí, pasa por Dolores Hidalgo, donde hace una ceremonia
a los héroes de la independencia nacional, luego visita Tepeji del Río y llega a
Tlalnepantla, donde se encuentra con Porfirio Díaz, con quien tenía diferencias. En
todos los lugares por donde pasaba Juárez la algarabía popular era inmensa. Debido
a que no estaban concluidos los preparativos en Ciudad de México se le pide a
Juárez que se quede tres días en el Castillo de Chapultepec. Se encontraron con que
este estaba convertido en un palacio austriaco, por lo que le sugirieron a Juárez
cambiar la decoración y sacar ese mobiliario. A lo que Juárez dijo: "Están locos,
esto es la historia de México." Juárez sale rumbo a Palacio Nacional por "El paseo
de la Emperatriz", que desde ese momento cambia de nombre a Paseo de la Reforma. En
la Alameda Central se liberan una gran cantidad de palomas blancas. Luego de pasar
por el Paseo de la Reforma, Juárez y su comitiva se dirigen hacia el Palacio de
Minería por la que hoy es la avenida Juárez. Juárez había decretado que se dejara
en libertad a todos los presos que apoyaron la causa imperial. Iniciaba la
reconciliación nacional. En el Palacio de Minería Juárez da el más célebre de sus
discursos, que contiene la más célebre de sus frases.
El 15 de julio de 1867 Juárez entra a la Ciudad de México. Izó la bandera en la
Plaza de la Constitución. Existían diversas obras de arte en Palacio Nacional;
Juárez dio órdenes de retirar adornos y objetos suntuarios y darle un toque
republicano y no imperial a la sede del gobierno nacional. Entre otros, se redecoró
el gran salón de acuerdos. El 20 de julio el gabinete se reunió en Palacio Nacional
a las 9.00. Allí se trataron algunos temas importantes, como el de la existencia de
disputas con el Reino Unido y sobre la deuda pública de México, que era algo
grande. El Reino Unido deseaba reconciliarse con México (luego de que participó en
la incursión militar en México junto con Francia y España). El gobierno de la Reina
Victoria ofreció dos años de moratoria a cambio de renegociar la deuda y
restablecer relaciones diplomáticas.Juárez ordenó que se aceptaran tales
ofrecimientos. El presidente comentó que era importante la paz con todas las
naciones, así que aceptó. Pidió al ministro del Exterior informar que se les daría
parte de la franquicia para la construcción del ferrocarril de Veracruz a la Ciudad
de México.Juárez dijo que se debía convocar a elecciones para que su gobierno fuese
legítimo, y que él se presentaría a las elecciones. Porfirio Díaz reclamaba también
elecciones. Juárez instruyó a Sebastián Lerdo de Tejada que se encargara de
convocar las elecciones. José María Iglesias dijo: "En esta mesa todos somos
juaristas, señor Presidente." Juárez puntualizó: "¡Eso no! En esta mesa todos somos
republicanos, no juaristas. Si el designio del pueblo es que otro los gobierne,
todos seremos dóciles a la voluntad ciudadana."
Educación e infraestructura
En este nuevo período Juárez crea dos despachos nuevos, el de instrucción pública y
el de fomento estando a la cabeza de ellos respectivamente Francisco Mejía y el
ingeniero Lasz Barcasten. Juárez planeaba educar e industrializar al país. También
pretendía expandir la educación pública con carácter gratuito y laico en todo el
país con la construcción de cientos de escuelas. En ese tiempo la población de
México era de siete millones de personas de las cuales cinco millones no contaban
con estudios básicos y estaban en situación de pobreza. Solo unos 800 000 sabían
leer y escribir. Para hacerse de recursos Juárez despidió 60 000 militares
("Maestros por soldados" -decía-); también pidió negociar el aplazamiento de pago
en la deuda extranjera con algunas naciones como Inglaterra. La educación sería
laica, en ese entonces ello constituía una catarsis para la iglesia y el
pensamiento que ésta suministraba a la población creyente. Se llevó a cabo un gran
plan de alfabetización nacional. Con respecto a la infraestructura, Juárez deseaba
terminar la línea férrea de Veracruz a la Ciudad de México antes de terminar su
mandato. Eran en total 478 km de ferrocarril con sus respectivos puentes, túneles y
desvío de aguas entre otros. Juárez lograría instalar 5.000 km de telégrafo en tres
años con el apoyo de inversionistas mexicanos y extranjeros.
Inestabilidad política
Unos 700 conservadores planeaban una conspiración contra Juárez, se reunían en
secreto en el Templo de San Andrés, donde habían reposado por un tiempo los restos
de Maximiliano. Este templo de extraordinaria arquitectura estaba frente al Palacio
de Minería, sobre el terreno que hoy ocupa "La estatua del caballito". En febrero
de 1868, con diversos informes de inteligencia sobre lo que acontecía en el Templo
de San Andrés. Juárez decidió demolerlo con veinte templos más de la capital, entre
ellos el de Santo Domingo y el de la Merced. Sus ministros le advirtieron que esa
medida pondría a la población en su contra pero él no cambió su decisión que meditó
durante varias semanas y dijo que asumía la responsabilidad histórica de su
decisión. Le dijo a Sebastián Lerdo que no necesitaban templos sino escuelas,
"Telégrafos, escuelas, caminos, futuro y no pasado es lo que México necesita" decía
Juárez para justificar su decisión. Los periódicos de la época hicieron eco de tal
decisión y acción con su consecuente caída de popularidad.
Últimos años
Fallecimiento de Margarita Maza
Al principio de este período Juárez solía trabajar hasta pasada la medianoche, sin
embargo por el año 1870 cambió su hora de salida a las 18.00 para pasar el resto
del día con su esposa y su familia. Margarita desde un tiempo atrás había empezado
a tener manifestaciones de una enfermedad que los médicos pensaban era
probablemente grave. Margarita y Juárez caminaban por el Paseo de Bucareli junto
con sus hijas e hijo. En ese tiempo Bucareli remataba en la actual Arcos de Belén,
era un centro de reunión social donde paseaban gente de todas las clases sociales.
Los ciudadanos podían acceder al presidente directamente. Los Juárez tenían una
casa en los límites de la ciudad, junto al Templo de San Cosme, número 4 de la
Calle Puente Levadizo. Juárez tenía cinco hijas: Manuela (apodada Nela por la
familia; casada con Pedro Santacilia); Felicitas; María de Jesús (casada con Pedro
Contreras, de origen español); Margarita; Soledad y Josefa. El más pequeño de sus
hijos era Benito, de unos 13 años. Antes de su matrimonio, Juárez había procreado
dos hijos naturales: Susana Juárez Chagoya (habida en su concubinato con Juana Rosa
Chagoya) y Tereso Juárez Ortiz, (procreado en un segundo concubinato con María de
la Cruz Ortiz, una indígena tehuana que al momento de su nacimiento tenía apenas 17
años de edad).39 En el caso de Susana, con el tiempo ella fue adoptada por
Margarita y era parte integral de la familia Juárez Maza, mientras que Tereso nunca
fue reconocido legalmente por su padre o recibió parte de la herencia familiar.
El Plan de la Noria
Porfirio Díaz se había separado del ejército y se trasladó a la hacienda de la
Noria en Estado de Oaxaca, donde se fabricaban cañones. Al poco tiempo Porfirio
Díaz pronunció el Plan de la Noria donde desconocía a Juárez y llamaba a levantarse
en su contra. La "no reelección" era una de las principales imputaciones contra
Juárez, Porfirio lo acusaba de dictador. El 1 de octubre de 1871 se manifestaron
muchos militares como los del cuartel de gendarmería, pretendieron tomar en la
Ciudadela una posición militar. En su desfile por las calles hacia la Ciudadela
gritaban: "¡Viva Porfirio Díaz! ¡Muera la reelección!". Juárez enfrentó la rebelión
enviando al Gral. Sóstenes Rocha a hacer frente a los rebeldes en la Ciudadela.
Otros militares se apostarían en los puntos altos cercanos a Palacio Nacional. A
las 18:00 inició la batalla. Los militares del gobierno doblegaron a los rebeldes.
Algunos generales y tropa huyeron hacia el Ajusco. Existieron otros altercados
militares durante 1871 que fueron controlados pero que reflejaban la inestabilidad
política de Juárez y el apoyo armado a Porfirio Díaz.
Fallecimiento
Días antes de su fallecimiento, Juárez había visitado una tarde junto a sus hijas
la tumba de Margarita. Él les platicó una anécdota de la tarde en la que llegó Mr.
Seward con el grupo de empresarios estadounidenses. No se le acomodaba el cabello y
le pidió a Margarita limón que era lo único que se lo controlaba. Margarita se lo
puso y lo peinó. Luego le hizo el nudo de la corbata pues Juárez estaba nervioso y
no le salía. Margarita le dijo "¡Que inútil eres!". Juárez les dijo a sus hijas que
ella tenía razón, ¡Sin Margarita se sentía un inútil! En ese mismo lugar Juárez
tuvo un mareo que lo hizo sentarse debido a un dolor en el pecho. Juárez tuvo otro
episodio de dolor en el pecho que le hizo doblegarse mientras Balandrano le leía
las noticias importantes. Balandrano era un periodista amigo de Juárez, secretario
particular de él y director del diario oficial.
Juárez siguió mal. Su familia estaba reunida, hijas, hijo, yernos y amigos. También
diversos amigos y políticos fueron llegando a la sala. Juárez tuvo la insistencia
de los ministros de relaciones exteriores José María Lafragua y el ministro de la
Guerra el general Alatorre, en esa tarde ambos pidieron ver al presidente para
recibir instrucciones. Juárez en ambos casos tuvo que vestirse y hablar con ellos,
escucharlos y darles instrucciones. Los médicos mexicanos más prestigiados de
entonces acudieron a Palacio Nacional: Gabino Barreda y Rafael Lucio pero nada
pudieron hacer. Juárez se tendió de lado izquierdo poniendo una mano bajo su
cabeza. Muy fatigado, con evidente falta de oxígeno sonrió e inmediatamente murió.
Eran las 23.35 del 18 de julio de 1872 cuando los tres médicos reunidos declararon
muerto al presidente. Sus hijas gritaban de dolor: "¡papá! ¡papá no te vayas!". La
causa fue angina de pecho. En la actualidad, una placa en el lugar de su muerte da
cuenta de ello. Juárez duró en el cargo de presidente catorce años. Hubo un mes de
solemnidades en todo el país en su honor