El Perdon Puerta Hacia A La Paz Mental

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EL PERDON: PUERTA HACIA LA PAZ MENTAL

Robin Casarjian.

Hay muchos modos de definir el perdón, porque el perdón es muchas cosas. Es


una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos
a otras personas y algo que aceptamos para nosotros.

El perdón es uña decisión: La de ver más allá de los límites de la personalidad


de otra persona, de sus miedos, idiosincrasias, neurosis y errores, la decisión de
ver una esencia pura, no condicionada por historia personales, que tiene una
capacidad ilimitada y siempre es digna de respeto y amor. En realidad cuando
perdonamos, es posible que veamos la pantalla(identidades basadas o
condicionadas por el miedo), pero la vemos en el contexto de la luz que ilumina el
núcleo interior de cada uno.

El perdón es una actitud, que supone estar dispuesto a aceptar la responsabilidad


de las propias percepciones, comprendiendo que son opciones, no hechos
Objetivos

El perdón es una actitud de elegir mirar a una persona que tal vez uno ha juzgado
automáticamente y advertir que en realidad es algo más que la persona
"espantosa" o insensible que vemos. Una consecuencia de comprender que las
percepciones son una opción, es que al cambiar las percepciones también
cambian las reacciones emotivas.

En lugar del hombre furioso que has visto que te atacaba hace cinco minutos,
puedes ver ahora al niño pequeño frustrado y asustado, que es el responsable de
su falta de delicadeza o de criterio maduro. Cuando somos adultos, en nosotros
este niño interior herido, si es nuestra infancia se nos negó el amor, la
comprensión y e consuelo. El perdón nos capacita para percibir, bajo un
comportamiento insensible, a ese niño herido, los condicionamientos pasados y el
grito pidiendo auxilio, el amor y respeto.

El perdón es un proceso: Que nos exige cambiar nuestras percepciones una y


otra vez. No es algo que sucede de una vez por todas. Nuestra visión habitual está
obnubilada por los juicios y percepciones del pasado proyectados al presente; en
esto las apariencias nos engañan con facilidad. Cuando elegimos cambiar nuestra
perspectiva por una visión más profunda, más amplia y abarcadora, podemos
reconocer y afirmar la mayor verdad de quiénes somos y quiénes son los demás.
Como resultado de este cambio surge una mayor comprensión y compasión por
nosotros mismos y por los demás.

Cada vez que hacemos este cambio, debilitamos el monopolio del ego sobre
nuestras percepciones y nos capacitamos para dejar marchar, liberar y olvidar el
pasado. El perdón suele experimentarse como un sentimiento de dicha, paz, amor
y apertura del corazón, alivio, expansión, confianza, libertad, alegría y una
sensación de estar haciendo lo correcto.
El perdón es una forma de vida: Que nos convierte gradualmente de victimas de
nuestras circunstancias en poderosos y amorosos cocreadores de nuestra
realidad. En cuanto forma de vida, supone compromiso de ver cada instante como
algo nuevo, con claridad y sin temor. Es la desaparición de las percepciones que
obstaculizaban nuestra capacidad de amar. Muchas personas, cuando piensan en
el perdón, creen que es algo que ha de hacerse en situaciones, de rabia en rabia.
En último término, es esencial perdonar en cada momento determinado si
deseamos ser libres, sanar y ser capaces de avanzar, pero, en su sentido más
amplio, el perdón es una manera de relacionarnos, que está siempre presente,
clara, compasiva y comprensiva.

El perdón nos enseña que podemos estar resueltamente en desacuerdo con


alguien sin retirarle nuestro cariño. Nos lleva más allá de los temores y
mecanismos de supervivencia hacia una visión valiente, que nos ofrece un nuevo
campo de elección y libertad, en donde podemos descansar de nuestras luchas.
Nos da la posibilidad de saber cuál es nuestra verdadera fuerza.

El perdón no esta en lo que "hacemos" sino en la manera como


"percibimos" A las personas y circunstancias. Es un modo distinto de mirar lo
que se está haciendo y lo que se ha hecho. Independientemente de lo que cada
uno eligiera hacer, el hecho de considerar su conducta como expresión de temor y
una petición de amor y respeto me habría permitido adoptar una actitud que no
contribuyera a aumentar el temor y, en consecuencia, que hiciera más probable
una respuesta verdaderamente útil.

A veces se toman decisiones en nombre el perdón cuando no se perdona en


absoluto. Es importante no confundir perdonar con negar los propios sentimientos,
necesidades y deseos. Perdonar no significa ser pasivo y mantener un trabajo o
una relación que evidentemente no funciona o nos hace daño.

Es importante tener muy claros los propios límites : Si estamos dispuestos a


permitir repetidos comportamientos inaceptables en nombre del "perdón", lo más
probable es que estemos utilizando el "perdón" a modo de excusa para no asumir
la responsabilidad de cuidar de nosotros mismos

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