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Campo semántico: qué es, tipos y ejemplos - Significados

¿Qué es Campo semántico?


El campo semántico, en lingüística, es aquel que conforma un grupo de
palabras que comparten uno o varios rasgos en su significado.
Por ejemplo, podemos decir que verja, muro y pared comparten un mismo
campo semántico pues las tres palabras designan barreras.

Todas las palabras pertenecen a distintos campos léxicos. Así, podemos decir
que bombilla comparte campo semántico con vela, pero también con luz
artificial o electricidad, al contrario de vela, que estaría en el mismo campo
semántico que fuego.

Vea más sobre Semántica.

Tipos de campos semánticos


Campo semántico cerrado
Es aquel al que ya no pueden agregarse nuevos elementos. Por ejemplo: los
días de la semana, que son solo siete, o los meses del año, que son doce.

Campo semántico abierto


Es aquel al cual siempre podremos agregar nuevos términos. Por ejemplo,
accesorios de una computadora: cámara, teclado, ratón, pen drive, audífonos,
etc.

Campo semántico gradual


Es el tipo de campo en el cual los elementos implican una escala con sus
diferentes matices. Por ejemplo, los estados de ánimo: entusiasta, contento,
alegre, gozoso, jubiloso, dichoso, feliz.

Campos semánticos antónimos


Son aquellos formados por palabras entre las cuales se establecen relaciones
de oposición. Por ejemplo: feliz/triste, paz/guerra, noche/día.

Campo semántico asociativo


Es aquel que se conforma debido a la proximidad de la realidad que refieren.
Por ejemplo, bosque, árbol, selva, breña, flora, fauna, silvestre, sombra. Este
tipo de asociación suele ser más subjetiva.
Los procedimientos de cohesión « (unc.edu.ar)

Los procedimientos de cohesión


Por cohesión se entienden las relaciones de conexión que se establecen entre los
diferentes elementos del texto. Esta propiedad se refiere a las articulaciones mediante
las cuales se logra la interrelación entre los enunciados. Existen diferentes
procedimientos para lograr la cohesión en un texto. Aquí mencionaremos sólo algunos,
de manera que Ud. pueda aplicarlos cuando realice sus producciones escritas y
apoyarse en ellos a la hora de leer, comprender e interpretar textos.

Como lo indica el esquema y como se desarrolla en la bibliografía, dentro de


los procedimientos o mecanismos de cohesión diferenciamos entre gramaticales y
léxicos. Entre los gramaticales, a su vez, se diferencia entre cohesión referencial
(remisión de unos elementos a otros) y cohesión secuencial (tipo de ordenamiento
lógico que se sigue en la relación de unas partes del contenido con otras).
 

Referencia
La relación de referencia se establece en dos direcciones:
a.  hacia afuera del texto, es la relación que se entabla entre las expresiones
contenidas en el texto y las entidades del mundo real;

b.  hacia adentro del texto, la relación que se establece ente las expresiones
contenidas en un texto.
 
Ud. puede acceder aquí al análisis de algunos ejemplos de referencia que hemos
tomado de colegas de la Universidad de Rosario. Lo invitamos a explorarlos.
 

Elipsis
El término elipsis significa omitido, tácito o sobreentendido. El procedimiento de
cohesión denominado elipsis consiste en omitir (elidir) términos o construcciones que
ya han aparecido antes en el texto y que el receptor puede reconstruir.
 
  ¿Dijo el Decano que firmaría el convenio? Sí. Lo dijo (lo eludido/suprimido:
que firmaría).
   El profesor no vino a tomar examen. Está enfermo (lo eludido/suprimido: él,
el profesor).
 
Lea los siguientes ejemplos de recurrencia y sustitución. Advertirá que en la segunda
oración de cada caso se aplicó algún mecanismo para evitar repeticiones.
 
 Los encontramos en el  laboratorio de informática. Allí  estaba también el otro
alumno.
 El profesor titular y la  profesora adjunta rindieron el concurso.  Él aprobó,
pero  ella no.
 Estudió de memoria  la guía. Lo cual no quiere decir que  la haya entendido.
 Los  consiliarios se retiraron del salón al terminar la sesión.  Algunos se
quedaron discutiendo en el pasillo.  Otros, lo hicieron en el bar de al lado.
 El escritorio estaba repleto de  expedientes, fotocopias, notas, boletines y
revistas. Tenía que revisar  todo ese material para elaborar el informe.
 

Conectores
Ya dijimos que los textos no se arman con oraciones aisladas sino que constituyen un
todo articulado. De lo contrario, no son textos.
Los conectores son eslabones que van relacionando distintas partes de un texto y
ayudan al lector a seguir el hilo facilitando su comprensión. Nos dan pistas, muestran
una marca, la señal de una conexión, por eso también se los denomina marcadores
textuales, por eso son tan importantes cuando leemos y redactamos.
Existen varias clasificaciones de conectores. Le sugerimos la que proponen Rueda de
Twentyman y Aurora, 1999:73). Note que en la columna de la función se consigna qué
tipo de conexión lógica establecen.
Clasificaciones de conectores
 
Cuando un texto está bien tejido decimos que es cohesivo. De lo contrario, parecerá
telegráfico y lo que es peor, el receptor no tendrá orientaciones para interpretar de
qué modo se han unido las ideas. Se corre el riesgo de que complete por sí mismo las
relaciones lógicas y las articulaciones gramaticales y de vocabulario y que lo haga en
un sentido alejado o diferente, del que quisimos expresar. Un texto poco cohesionado
pondrá en riesgo su coherencia y por lo tanto, sus posibilidades de ser eficazmente
interpretado.
 

Mecanismos léxicos
Otro procedimiento de cohesión es la reiteración léxica que se describe como la
repetición idéntica de un término o la reiteración conceptual por medio del uso de
sinónimos, antónimos, hiperónimos, hipónimos.
Sinónimos: por ejemplo, por universidad, casa de altos estudios.
Antónimos: por ejemplo, ausente-presente; sabiduría-ignorancia.
Hiperónimo: por ejemplo, planta docente de la facultad (abarca a todos las categorías
de profesores).
Hipónimo: profesores titulares, adjuntos, asistentes, ayudantes, ayudantes alumnos
(cada una de esas categorías, implica un detalle, una parte incluida en una categoría
abarcadora).
Cadena semántica: es un mecanismo de cohesión que opera entre términos que
pertenecen al mismo campo de sentido, se conectan conceptualmente contribuyendo a
crear el efecto de continuidad y unidad de tema. Por ejemplo: en una nota, o
resolución, referida al trámite de un concurso docente, seguramente aparecerán
expresiones conectadas habitualmente a ese tema como: postulantes, pruebas,
jurados, actas, dictámenes, impugnación, entrevista, puntaje.

CVC. Diccionario de términos clave de ELE. Referencia. (cervantes.es)

Referencia

La referencia es definida como la relación biunívoca que se establece entre ciertas unidades
o expresiones lingüísticas y una entidad del mundo o del universo creado en el discurso.
El referente, o entidad designada por la referencia, puede ser tanto real ([toro]) como
imaginario ([centauro]), un objeto material ([libro]) o abstracto ([justicia]), una entidad de
la realidad extralingüística ([el cielo]) o de la realidad lingüística o textual (en el
enunciado [te dejo mi ordenador; cuídalo,  es mi  herramienta de trabajo], la
palabra    [ordenador] es referente de [lo] y [herramienta de trabajo]). En el ejemplo se
aprecia cómo la referencia puede establecerse mediante procedimientos
léxicos ([herramienta de trabajo]) o gramaticales ([lo]).

El concepto de referencia se enmarca en el estudio de las funciones del lenguaje, pues


remite a uno de los fines con los que el lenguaje es empleado en la comunicación humana:
designar o representar la realidad. Es lo que se conoce como función
referencial o representativa de la lengua. Desde esta perspectiva, la referencia designa la
propiedad del signo lingüístico de remitir a una realidad, ya existente o bien construida
lingüísticamente.
Filósofos, lingüistas y lógicos han puesto de manifiesto la necesidad de distinguir entre el
valor referencial de un signo y su significado (o sentido). Para F. Saussure, el signo
lingüístico une un concepto (o significado) y una imagen acústica  (o significante). En
semántica, C. K. Ogden e I. A. Richards (1923) amplían este esquema bipolar de Saussure
al introducir los llamados triángulos semióticos, que representan la relación entre las tres
propiedades que definen el signo: 1) la forma  o significante (la imagen acústica), 2)
su significado (el concepto, el objeto mental) y 3) la cosa o referente  (entidad o
acontecimiento de la realidad) al que alude el signo.

La referencia constituye además uno de los conceptos fundamentales de la lingüística del


texto, en que es descrita como uno de los mecanismos que garantizan la cohesión textual,
junto con la progresión temática y la conexión. La teoría de la enunciación distingue
distintos tipos de referencia según aludan a elementos del enunciado (intratextuales) o a
elementos del acto de la enunciación (extratextuales):

1. la referencia exofórica remite a la relación de un elemento del texto con entidades


de su entorno inmediato (tiempo, lugar, participantes) o compartido por los
interlocutores, esto es, el contexto discursivo. Algunos autores, como É. Benveniste
(1966 y 1974), denominan a este tipo referencia deíctica  o deíxis;
2. la referencia endofórica establece la relación de un elemento del texto con otro
mencionado en el propio texto, es decir, en el contexto lingüístico o cotexto.  Por
oposición a la referencia deíctica, Benveniste habla en este caso de referencia
anafórica.  Dentro de este tipo de referencia se distingue entre la remisión a
elementos anteriores en el texto o referencia anafórica, y la referencia a elementos
posteriores o referencia catafórica. Se denomina diáfora al fenómeno que subsume
la remisión anafórica y catafórica; de todos modos, el uso ha hecho que se utilice
generalmente anáfora como etiqueta única que incluye también la catáfora.

Cada uno de estos tipos se realiza lingüísticamente con expresiones


referenciales particulares, ya sean léxicas o gramaticales: los deícticos ([allí, eso, ahora,
etc.]), por ejemplo, constituyen formas gramaticales características de la referencia
exofórica; el artículo determinado puede funcionar con valor anafórico (como en la
frase [Acabo de asistir a un seminario. Toda  la  sesión ha sido muy interesante])

Al hecho de que dos o más palabras en un discurso remitan a un mismo referente se le


denomina correferencia; por ejemplo, en [He leído otra novela de Carlos Fuentes. La prosa
del escritor mexicano  es muy intensa],  el nombre propio [Carlos Fuentes] y el
común [escritor mexicano] al remitir al mismo referente son correferenciales. En sentido
estricto, los elementos correferenciales no dependen uno del otro para su interpretación, a
diferencia de lo que ocurre con los elementos de una cadena referencial, en que algunas de
las unidades dependen de su antecedente para que adquieran sentido: en [Quería hablar
con  María,  pero no  la  he visto], el pronombre [la] se interpreta por su referencia
a [María], y esta dependencia justifica la cadena.

En la didáctica de lenguas, la referencia es un concepto muy operativo para un aprendizaje


centrado en el dominio de la comprensión y producción de textos orales y escritos.
Reconocer los referentes principales de un texto facilita los procesos de interpretación del
discurso (identificación del tema principal y punto de vista del autor). Del mismo modo, en
la producción discursiva, algunos de los usos lingüísticos que presentan más dificultades en
niveles superiores de aprendizaje del ELE tienen que ver precisamente con la función
endofórica o exofórica de determinadas formas gramaticales: los pronombres
demostrativos  este, ese, aquel o los adverbios locativos aquí, ahí, allí, pueden remitir tanto
a entidades intratextuales como extratextuales, de ahí su complejidad. Es pertinente, por lo
tanto, atender a sus posibilidades de uso como expresiones referenciales y contrastarlas
con las formas propias de la lengua materna del aprendiente.
CVC. Diccionario de términos clave de ELE. Estructura textual. (cervantes.es)

Estructura textual

Se entiende por estructuras textuales los modos de organizar globalmente la información


en un texto. En otras palabras, las estructuras textuales hacen referencia a las partes que
componen un texto, la denominada superestructura textual, y también al tema que aborda,
la denominada macroestructura textual. La superestructura y la macroestructura tienen una
propiedad común: no se definen con respecto a oraciones o secuencias aisladas de un
texto, sino con respecto al texto en su conjunto o a determinados fragmentos de este. Esta
es la razón por la que se habla de estructuras textuales o globales, diferenciadas de las
estructuras locales o microestructuras en el nivel de las oraciones.

el texto es descrito como una unidad de comunicación que organiza su contenido en el


plano global en dos tipos de estructuras: la macroestructura y la superestructura textuales.

La macroestructura textual da cuenta del contenido semántico que representa el tema del
texto; por ejemplo, el título de una noticia constituye muchas veces la macroestructura de
ese texto periodístico, si resume efectivamente la información presentada en el cuerpo de
la noticia.

En cambio, la superestructura textual representa el esquema de composición del texto, esto


es, la forma como el contenido se organiza en partes reconocibles; así, en el texto de un
relato periodístico, la superestructura estará constituida por las siguientes partes: episodio,
antecedentes, reacciones verbales y conclusiones.

La macroestructura y la superestructura, aunque son independientes como estructuras, se


superponen; es decir, las partes del esqueleto formal o superestructura de un texto se
rellenan con el contenido semántico de las macroproposiciones que resumen el sentido del
texto o macroestructura.

Otro enfoque sobre el trabajo con estructuras textuales es el desarrollado desde la


lingüística francesa. Tanto Adam (1992) como Charaudeau (1992) han descrito esquemas
regulares de organización de la información en los textos. Adam distingue cinco tipos de
«secuencias textuales» o formas características de estructurar el contenido de un texto:
secuencia narrativa, descriptiva, argumentativa, explicativa y dialogada. A diferencia de las
superestructuras textuales, las secuencias constituyen un nivel intermedio de
estructuración, entre la oración y el texto. Por ello, en un mismo texto, según Adam,
coexisten diversas secuencias, aunque siempre haya una que predomine sobre las demás.
Por su parte, Charaudeau (1992) habla de «modos de organización del discurso»,
relacionados con funciones textuales como narrar, describir, argumentar, etc.

Es decir, las macroestructuras definen cuáles son los asuntos más importantes que tratar
en cada género discursivo, y las superestructuras indican cómo organizar eficazmente en
partes el contenido en una determinada situación de comunicación y qué tipo de
información se relaciona con cada parte. Por ejemplo, conocer la superestructura de una
carta comercial y saber discriminar las macroestructuras posibles la competencia
discursiva de los aprendientes.
COMPRENDIENDO LA ESTRUCTURA:

PARA IDENTIDICAR EL CONTENIDO: SIEMPRE TENER EN CUENTA EL SUJETO.

TAMBIEN: LAS PALABRAS QUE SE REPITEN Y SON SINÓNIMOS (SINONIMIAS)

RELACION ENTRE ELEMENTOS QUE SE HAN MENCIONADO ANTERIORMENTE O


SE MENCIONARÁN DESPUÉS.

¿Cómo desentrañar el contenido de un texto y no perderme en el intento? 

Para analizar un texto, debemos reconocerlo y dominar su contenido. Al realizar el reconocimiento


de este, es relevante plantearnos los siguientes interrogantes, ¿Qué es y cómo se estructura?, ya
preguntas nos permitirán establecer las estrategias de lectura para dominarlo. En este sentido,
podemos describir al texto como una unidad de comunicación que organiza su contenido en dos
tipos de estructuras: Macroestructuras y Superestructuras. La primera se refiere al contenido
semántico que representa el tema del texto, mientras que la segunda representa la forma en
cómo el contenido se organiza.

Ahora bien, para dominar este texto, debemos reconocer el contenido semántico, los conceptos
centrales, las relaciones propuestas a lo largo del texto, así como los conectores y las relaciones
que vinculan una información con otra. Una vez estén identificados, podríamos plantear tres
estrategias principales:

1. Tener siempre en cuenta el sujeto.


2. Identificar las palabras y expresiones que se repiten.

3. Establecer una relación entre los elementos mencionados y los que se mencionarán.

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