Clasificacion de Los Bienes

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CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES

BIENES Y DERECHOS REALES

SINDY YAMILY CORAL LANZ


DOCENTE: DARANY GARRIDO
 CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES
En el lenguaje jurídico se entiende por cosa, todo lo que puede ser objeto del
material de derechos.
El derecho real forzosamente presupone la existencia de una cosa sobre la cual
va a recaer la conducta autorizada al titular, entendiéndose por cosa o bien —res
—todo objeto del mundo exterior que puede producir alguna utilidad al hombre así
mismo a toda entidad externa al sujeto que tiene un valor económico.
Según el Derecho romano no todas las cosas podían ser susceptibles de
apropiación por el particular; éstas eran las cosas que estaban fuera del comercio
(res extra commercium). Las cosas que sí podían ser apropiadas por los
particulares eran aquellas que estaban dentro del comercio (res in commercium).
Las cosas podían estar fuera del comercio por razones de derecho divino o de
derecho humano.
Estaban fuera del comercio por razones del derecho divino: la res sacrae o
sagradas, como los terrenos, edificios y objetos consagrados al culto.
La res religiosae o religiosas, que eran las cosas destinadas al culto doméstico,
como los sepulcros.
La res sactae o santas, como los muros y puertas de la cuidad, estaban
encomendados a la protección de alguna divinidad.
Estaban fuera del commercio por razones del derecho humano:
La res communes, que son aquellas cuyo uso es común a todos los hombres,
como el aire, el agua corriente, el mar y la costa del mar.
La res publicae o publica, que pertenecen al pueblo romano considerado como un
ente jurídico, como las carreteras, los puertos, los ríos, los edificios públicos y las
calles de la ciudad.

A su vez, las cosas in commercium pueden clasificarse de la siguiente manera:


1. Res mancipi y res nec mancipi
la res mancipi eran aquellas cosas destinadas a la agricultura, incluye a los
terrenos y casas propiedad de los ciudadanos romanos, situados en suelo itálico,
a las servidumbres de paso o de acueducto constituidas en esos terrenos, así
como a los esclavos y a los animales de tiro y carga,
representan las cosas más valiosas para un pueblo agricultor como lo fue el
romano de los primeros tiempos.
Todas las demás son cosas no mancipi; es decir, nec mancipi.
Para la transmisión de las primeras había que acudir a alguno de los modos
solemnes del derecho civil, como la mancipatio.
para las cosas nec mancipi era suficiente la simple transmisión o traditio.
existía una gran diferencia entre los ciudadanos y los peregrinos, y entre los
terrenos itálicos y los terrenos provinciales. Al desaparecer estas diferencias
también desapareció la razón de ser de la clasificación, que fue abolida
formalmente por Justiniano, al igual que la mancipatio.
2. Cosas inmuebles y cosas muebles
Esta distinción vino a sustituir a la anterior, siendo los bienes inmuebles los más
importantes. Entre ellos tenemos a los terrenos y edificios; muebles son los demás
bienes.
En el derecho imperial la enajenación de las cosas inmuebles requería de
mayores requisitos y de formas solemnes.

3. Cosas corporales e incorporales


Son corporales las cosas que pueden apreciarse con los sentidos, que son
tangibles, que pueden ser tocadas; son incorporales las cosas no tangibles, como
un derecho o una herencia.

4. Cosas divisibles e indivisibles


Las cosas divisibles son aquellas que sin detrimento de su valor pueden
fraccionarse en otras de igual naturaleza, como una pieza de tela, por ejemplo; las
cosas indivisibles, por el contrario, no pueden fraccionarse sin sufrir menoscabo,
tal es el caso de una obra de arte.
5. Cosas principales y accesorias
Son principales aquellas cosas cuya naturaleza está determinada por sí sola, y
sirven de inmediato y por ellas mismas a las necesidades del hombre; por
ejemplo, un terreno.
Son accesorias aquellas cosas cuya naturaleza y existencia están determinadas
por otra cosa de la cual dependen; por ejemplo, un árbol. Pertenecen a la
categoría de las cosas accesorias los frutos, que son los productos de una cosa, y
que adquieren individualidad al separarse de la cosa principal.
Los romanos incluían entre los frutos a los productos de la tierra, de los animales,
de las minas, y también a los productos que se obtenían de otras cosas, como las
rentas de un edificio, pero no consideraban en esta categoría —es decir, como
fruto— al hijo de una esclava.
Distinguían entre los frutos pendentes, que todavía no han sido separados de la
cosa principal y pertenecen al dueño de esta, y los frutos separados o percepti,
que pueden pertenecer a otra persona que tenga algún derecho sobre la cosa,
aunque no sea el propietario.
6. Cosas fungibles y no fungibles
Son cosas fungibles las que pueden ser sustituidas por otras del mismo género,
como el vino, el trigo o el dinero; para los romanos estas cosas se individualizaban
al contarlas, pesarlas o medirlas.
Son cosas no fungibles las que no pueden sustituirse las unas por las otras, ya
que están dotadas de individualidad propia; un cuadro, por ejemplo.
7. Cosas consumibles y no consumibles
Las cosas consumibles son las que generalmente se acaban con el primer uso,
como los comestibles. El dinero también es consumible, porque su uso normal lo
hace salir del patrimonio.
Las cosas no consumibles son las que pueden usarse repetidamente, como los
muebles de una casa o la casa misma.
8. Los bienes mostrencos son todos aquellos bienes, ya sean muebles o
semovientes, que se encuentran perdidos, abandonados o deshabitados y sin
saberse su dueño. Los bienes mostrencos al estar vacantes y carentes de dueño
son susceptibles de adquisición por ocupación.
9. Los bienes mostrencos o vacantes son aquellos que no tienen dueño conocido.
Pueden ser adquiridos por ocupación los bienes mostrencos o vacantes
"apropiables por su naturaleza", como los animales objeto de caza y pesca,
tesoros ocultos y cosas muebles abandonadas.
10. Artículo 27.- La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los
límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha
tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares,
constituyendo la propiedad privada.
11. De acuerdo con el artículo 27 constitucional, la propiedad de tierras y aguas se
divide en pública, privada y social.

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