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INFORME

A FONDO 20
2

PIXABA
Y
E l Mundo no necesita
más comida, necesita
más gente comprometida
En el año 2016 comenzamos un trienio de lucha contra el hambre. Partíamos
de lo que Juan Pablo II definió como «paradoja de la abundancia»: hay alimentos para todos,
pero no todos pueden comer. El gran escándalo del hambre,
en palabras del papa Francisco, impide vivir dignamente a casi 800 millones
de personas. La gran mayoría de esas personas viven en los países en desarrollo, donde casi
el 13% de la población está desnutrida. Es una cifra vergonzante, ante la que no podemos
quedar ni indiferentes ni impasibles.

1
Manos Unidas/Irene H-Sanjuán

La UMOFC (Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Ca- cada tres en los países en desarrollo.
tólicas), a través de un manifiesto en el que promovía la lucha
contra el hambre, decía: «Sabemos, y queremos que se sepa, que
existen soluciones de vida, y que, si la conciencia mundial reac- ciona,
dentro de algunas generaciones las fronteras del hambre habrán
desaparecido…». Y concluía diciendo: «Declaramos la guerra al
Hambre». Ese fue el impulso fundacional de Manos Unidas y sigue
siendo el principal objetivo en su trabajo.
En el primer año del trienio, propusimos sembrar buenas se- millas
con las que hacer crecer un mundo más justo y fraterno; semillas que
son recursos, capacidades, responsabilidades y so- lidaridad.
Avanzando en nuestro análisis y reflexión, y, sobre todo, porque
creemos que el reto sigue siendo muy importante y urgente, este año
queremos seguir plantando cara al hambre impulsando el
compromiso.

EL HAMBRE E EL MUND
N O
Como decimos, todavía hoy hay cientos de millones de personas que
pasan hambre en el mundo. Según el último informe del Programa
Mundial de Alimentos, el hambre representa el mayor riesgo para la
salud en el mundo. De hecho, mata a más personas cada año que el
sida, la malaria y la tuberculosis juntos. Pode- mos destacar algunos
datos recogidos en el informe:
▲ Dos tercios del total de personas que pasan hambre se
encuentran en Asia, ya que es el continente más poblado. Sin
embargo, es el África subsahariana la región del mun- do donde
se encuentra el porcentaje más alto de ham- brientos: una de
cada cuatro personas está desnutrida.
▲ La desnutrición es la causa del 45% de las muertes de niños
y niñas menores de cinco años, más de tres millones cada año.
▲ Aproximadamente 100 millones de niños en los países en
desarrollo tienen un peso inferior al normal; son uno de cada
seis. Uno de cada cuatro niños y niñas en el mundo padecen
retraso en el crecimiento; una cifra que se incre- menta a uno de

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▲ En estos países hay 66 millones de niños y niñas que
asis- ten al colegio con hambre. Solo en África hay 23
millones. Se estima que con 3.200 millones de dólares
al año se po- dría solventar esta terrible situación.
En el planteamiento de nuestra Campaña Trienal,
destacá- bamos tres causas principales para tratar de explicar
el hambre. Por un lado, la reducción del alimento a mera
mercancía. Así, en general se prima el beneficio sobre el
reconocimiento y respeto del derecho humano fundamental
a la alimentación. Por otro lado, la producción alimentaria
se manifiesta claramente insos- tenible, económica, social y
medioambientalmente, sobre todo

Según el último informe del


Programa Mundial de Alimentos,
el hambre representa el mayor
riesgo para la salud en el mundo.

en las regiones donde viven las comunidades campesinas y


los pueblos más vulnerables. Por último, está el gran
problema del desperdicio de alimentos, tanto en la
producción, transforma- ción y almacenamiento -que se
da sobre todo en los países en desarrollo-, como en la
distribución y en el consumo. Una pérdida y desperdicio
ligados a estilos de vida individualistas, centrados en el
consumo.
El establecimiento de las causas nos permitió definir tres
ca- minos por los que tratar de lograr el derecho humano a
la ali- mentación: reforzar este derecho a través del apoyo a
los peque- ños productores; denunciar los elementos que
dentro de nuestro sistema alimentario bloquean o dificultan
el derecho a la alimen- tación y proponer alternativas; y
promover una educación en va- lores, motivando hacia un
consumo responsable y una vida más solidaria y sostenible.

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Manos Unidas/Javier Fernández

Este año, y con el lema «El mundo no necesita más comida. gestos de generosidad, solidaridad y cuidado» (LS 58). La soli- daridad
Necesita más gente comprometida», volvemos sobre la cuestión del se concreta cuando todas las personas participan de ma- nera real del
hambre: conjunto de bienes disponibles. Estos deben ser dis- tribuidos sin
a) Proponiendo una fundamentación a la lucha de Manos excluir a nadie, sin discriminación y con justicia. Sa- bemos que se
unidas contra esa lacra. producen alimentos para alimentar a más perso- nas de las que hoy
b) Desde el análisis de la insostenibilidad del modelo actual, habitamos el planeta, por lo que podemos deducir que acabar con el
manifestando nuestro compromiso por un modelo global de pro- hambre depende más de una distribu- ción equitativa de alimentos que
ducción agrícola y consumo sostenibles. de la producción de los mismos. Según el filósofo Emmanuel
Así, abordaremos: Lévinas, el hambre es uno de los pocos fenómenos que con mayor
▲ una cosecha de productos agrícolas como alimentos para las
radicalidad reclama nuestro compromiso ético personal. Según
personas, al margen de las redes de la especulación, pero abierta
escribe: «Dejar a los hombres sin alimento es una falta que ninguna
a un comercio justo;
circunstancia atenúa; a ella no se aplica la distinción de lo voluntario
▲ una producción agrícola respetuosa con el medioambiente, que
y lo involuntario (…). Ante el hambre de los hombres, la
garantice el consumo local;
responsabilidad solo se mide “objetivamente”. Es irrecusable».
▲ y un aprovechamiento integral de la producción agrícola, con
dos objetivos: minimizar las pérdidas de alimentos en los países Por otro lado, en todos los países, la lucha contra el hambre es una
en desarrollo y controlar el desperdicio de alimen- tos, obligación de derechos humanos jurídicamente vincu- lante, aunque
especialmente en los países desarrollados, mejorando la sigue siendo una asignatura pendiente por falta de voluntad política
distribución, el etiquetado y las pautas de consumo. y cauces jurídicos para exigirlos. El recono- cimiento universal del
Derecho Humano a la Alimentación, desde la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948, ha convivido con su vulneración
LOS FUNDAMENTOS
sistemática. Esta es la razón por la que Manos Unidas acompaña a
DE NUESTRO COMPROMISO nuestros socios locales y sus co- munidades en los procesos de
Manos Unidas es una ONGD de la sociedad civil y una Asociación
gobernabilidad democrática que permitirán un respeto efectivo del
Pública de Fieles de la Iglesia Católica de España. Esta doble natu-
derecho a una alimentación adecuada; apoyando la realización de
raleza exige que busquemos los fundamentos de nuestro actuar tanto en
proyectos de seguridad ali- mentaria, que sean sostenibles
el discurso racional compartido con el resto de la sociedad civil, como
medioambientalmente; y parti- cipando en la denuncia de los
en el ámbito específico de nuestro compromiso cre- yente. Por eso,
mecanismos que provocan o man- tienen el hambre en el mundo.
nuestro trabajo se fundamenta, por un lado, en el valor ético de la
solidaridad y la defensa del derecho humano a la alimentación y, por
otro, en nuestra propia fe cristiana.
DESDE NUESTRA FE CRISTIANA
El Evangelio y la doctrina social de la Iglesia nos aportan razones
El concepto de solidaridad es ampliamente asumido como eje
decisivas en la lucha contra el hambre.
de un modelo de sociedad auténticamente humano. Como dice el
La opción por los pobres es característica fundamental del amor
papa Francisco en la encíclica Laudato si’, «el ser humano todavía es
cristiano. La raíz de la pobreza se sitúa en la injusticia hu-
capaz de intervenir positivamente. Como ha sido crea- do para amar,
en medio de sus límites brotan inevitablemente

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PIXABA
Y
mana que adopta una doble naturaleza: injusticia activa y di- recta lar, del derecho humano fundamental a la alimentación. Como dice
que consiste en la explotación del débil; e injusticia pasiva e indirecta Francisco en la encíclica Laudato si’: «El bien común presu- pone el
que consiste en no brindar solidaridad a los que están apartados de la respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e
mesa común, en abandonar al pobre en su po- breza y exclusión. inalienables ordenados a su desarrollo integral (…) Toda la sociedad
Evidentemente, ambas manifestaciones de la injusticia humana están -y en ella, de manera especial el Estado– tiene la obligación de
muy presentes en el rostro hambriento del pobre. Como testigos de la defender y promover el bien común» (LS 157). Esta obligación de
Buena Nueva de Jesús de Nazaret y como una manifestación de nuestro defender y promover el bien común, enten- dido como mejora de
compromiso de fe, hace- mos nuestra la causa de los casi 800 millones las «condiciones de la vida social», es la que fundamenta la labor
de personas que pasan hambre en el mundo. de Manos Unidas dentro del ámbito concreto de la lucha contra el
Sabemos que, como dice el papa Francisco, «hoy, creyentes y no hambre. Así procuramos que el
creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencial- mente una «bien común» no siga siendo un mero recurso retórico para de- corar
herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los discursos con finalidades distintas a la defensa de la dig- nidad de la
creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, persona humana y de sus derechos.
porque Dios creó el mundo para todos. Por COMPROMISO CON UNA COSECHA DE
ALIMENTOS PARA EL CONSUMO
HUMANO, NO PARA LA ESPECULACIÓN
Abordaremos una cosecha de productos agrícolas La seguridad alimentaria (disponer de alimentos y tener acceso a ellos
de manera regular, segura y apropiada a las propias tra- diciones) de
como alimentos para
cientos de millones de personas está amenazada por la mercantilización
las personas, no para la especulación. de los alimentos. La comida no es un pro- ducto más del mercado, es
un derecho humano fundamental. Nuestro propósito es hacer ver que
los alimentos han dejado de ser comida para saciar el hambre de las
consiguiente, todo planteo ecológico debe incorporar una pers- pectiva personas y se han con- vertido en un activo financiero más con el que
social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más los inversionistas pueden especular para ganar dinero1.
postergados» (LS, 93). Esta convicción está en la base del destino Para entender esta cuestión, cabe recordar siempre el punto de
universal de los bienes que exige una distribución equitativa del partida de nuestro análisis: el hambre como gran escándalo de nuestro
trabajo, de la renta, de la riqueza y especialmente de los alimentos. tiempo. Mientras una pequeña parte de la humani- dad disfruta de
Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a los más altos niveles de prosperidad jamás al- canzados, casi 800
todos sus habitantes, sin excluir ni pri- vilegiar a nadie. millones de personas pasan hambre, sobre todo mujeres y niños que
El bien común presupone el respeto de la persona y de su ina- carecen de medios para producir o comprar alimento en África,
lienable dignidad que, para los cristianos, es manifestación de Asia y Latinoamérica. Y dentro de
nuestra condición de hijos e hijas de Dios. Ambos exigen el re- 1
Para más información: Olivier de Schutter, Especulación con alimentos básicos y crisis
conocimiento y garantía de los derechos humanos y, en particu- de los precios de los alimentos, FAO, Nota informativa 02 – sep. 2010.

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Manos Unidas/Javier Mármol

las causas tradicionales del hambre, aparece una nueva: la es- NUESTRAS LÍNEAS DE TRABAJO
peculación con los alimentos.
A nivel microeconómico, y en referencia a los consumidores, la DURANTE 2017 SERÁN:
especulación con los precios de los alimentos afecta con mayor
intensidad a las personas más pobres que pueden llegar a gastar hasta ✔ La denuncia de las causas estructurales de la
el 75% de sus ingresos en alimentos. Según Olivier de Schutter, se producción agrícola insostenible, sobre todo las
relacionadas con nuestro consumismo.
calcula que «los precios de los alimentos crecieron un 83% entre 2005
y 2008; entre enero de 2005 y junio de 2008 los precios del maíz casi ✔ La sensibilización de las poblaciones locales
se triplicaron, los del trigo aumentaron en un 127% y los del arroz en sobre el derecho a la alimentación ejercido
un 170%». Como constata Boubaker Ben-Belhassen: «Los altos precios desde el compromiso con una producción
reducen la cantidad y la cali- dad de la comida que pueden consumir, sostenible.
lo cual agrava la inse- guridad alimentaria y la malnutrición y coloca a
✔ La capacitación sobre técnicas de mejora de
más hogares por debajo del umbral de la pobreza. El carácter elevado y la productividad agrícola compatible con la
volátil de los precios de los alimentos pone en entredicho el derecho sostenibilidad medioambiental y la conservación
humano fundamental a una alimentación adecuada, pues la pobreza y la de la biodiversidad: con
inseguridad alimentaria no solo aumentan, sino que se agravan, semillas tradicionales, evitando la quema,
acarreando daños irreversibles. La reducción y la variabilidad de los mejorando las técnicas de labranza, con rotación
ingresos reales no solo conducen a la malnutrición, sino que también y asociación de cultivos, uso adecuado de agua y
fertilizantes naturales, utilización de los restos
consolidan la trampa de la pobreza al provocar una mengua del
de cosecha para conservar la humedad, fertilizar
capital físico y humano y una reducción del gasto en educación. El y evitar
impacto de unos precios de los alimentos altos y volátiles en los la erosión de los suelos o el barbecho como
consumidores es claramente negativo…»2. técnica de recuperación.
Es verdad que la naturaleza de la propia agricultura genera una
cierta volatilidad en los mercados, ya que está expuesta a ✔ La promoción y capacitación en mejores
perturbaciones naturales, como los fenómenos climáticos técnicas de conservación, almacenamiento y
procesamiento para evitar o reducir
–especialmente sequías e inundaciones–, las plagas y las enfer- drásticamente las pérdidas post-cosecha.
medades. También intervienen condicionantes políticos, econó- micos
y socioculturales. Pero gran parte de la volatilidad y, sobre todo, de la
subida de precios de los alimentos, proviene de es- trategias de
negocio con la intención de obtener ganancias. Así, cabe recordar:
2
Boubaker Ben-Belhassen, Fundamentos, propulsores y novedades sobre volatilidad y
especulación en los precios de los alimentos: Volatilidad en
los precios de los alimentos y el papel de la especulación, FAO, Roma 2012, 55.

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Manos Unidas/Javier Mármol

▲ La disminución calculada de inventarios o stocks globales de tación. Además, sensibilizar y capacitar a los campesinos y pro-
productos agrícolas, las restricciones a la exportación y la ductores familiares sobre la posibilidad de diversificar su produc- ción
intensificación del acopio o acaparamiento en países
para sortear la especulación. Por último, promover la creación de
productores para provocar una escasez ficticia.
reservas alimentarias y la gestión de los excedentes a nivel local,
▲ Los subsidios otorgados a los agro-combustibles y gana- dería
participando en la estabilización de los precios desde redes como el
intensiva, dado que el suministro de determinados productos
comercio justo o la cooperación sur-sur.
-especialmente el azúcar, el maíz y las semillas oleaginosas- se
desvía hacia la producción de tales carbu- rantes y del ganado.
▲ Los índices de los productos agrícolas elaborados con una
información carente de transparencia.
El resultado final es que, tanto en su versión de especulación Históricamente, la actividad agraria ha tenido como finalidad básica
productiva como bursátil, estamos ante un negocio muy lucra- tivo proporcionar alimentos a los seres humanos. Se trata de la actividad
si nos atenemos a la explosión en el número anual de los contratos a humana que más superficie terrestre ocupa en el planeta y, por
futuro negociados en los mercados globales, que ha subido tanto, la que, al menos a nivel territorial, puede generar más
exponencialmente de 418 millones en 2001 a 2,5 trillones en 2010. Es impactos. El medio rural acoge al 50% de la pobla- ción mundial y la
un negocio en manos de inversionistas que solo ven beneficios. Para agricultura es el elemento central de sus cul- turas y economías
ellos los alimentos constituyen un valor de re- fugio, sin tener en locales. Recordemos que antes de la agroin- dustria, las sociedades
cuenta que para millones de personas un in- cremento en el precio de rurales, especialmente en África, América y Asia, mantuvieron una
los cereales marcará la diferencia entre la vida y la muerte. Como dice agricultura tradicional (con diversidad de semillas) y una ganadería
el Papa: «Los mercados, procu- rando un beneficio inmediato, (con diversidad de razas) menos productivas pero más compatibles
estimulan todavía más la de- manda. Si alguien observara desde con la biodiversidad y con la necesidad de conservación de los recursos
afuera la sociedad planetaria, se asombraría ante semejante naturales, conscientes de que es la disponibilidad de recursos la que
comportamiento que a veces pa- rece suicida. Mientras tanto, los aseguraría su su- pervivencia. Era un modelo agrícola que basaba su
poderes económicos continúan justificando el actual sistema funcionalidad en la gestión de los suelos –especialmente con la técnica
mundial, en el que prima una es- peculación y una búsqueda de la del bar- becho para facilitar fertilidad y evitar erosión–; la cría de
renta financiera que tiende a ignorar todo contexto y los efectos ganado para consumo y fuerza de trabajo como animales de tiro; la plu-
sobre la dignidad humana y el medio ambiente. Así se manifiesta viometría para el acceso al agua; los aprovechamientos foresta- les
que la degradación ambiental y la degradación humana y ética como leña, frutos silvestres, pesca y caza. En general, se tra- taba de
están íntimamente unidas» (LS 55-56). una actividad agrícola dirigida a disponer de alimentos para consumo
En nuestra Campaña planteamos distintas alternativas a la humano, minimizando los impactos negativos sobre el medio
especulación con el precio de los alimentos. En primer lugar, de- ambiente, especialmente la quema de rastrojos. Eventualmente, esta
nunciar la especulación afirmando nuestro compromiso con una producción de alimentos de consumo era compatible con la
producción de alimentos que garantice el derecho a la alimen- producción de bienes de exportación (café, cacao, algodón, etc.),
pero siempre dentro del mismo modelo de producción agrícola.

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Manos Unidas/Javier Mármol
Raquel Majolero

Incidencia de la agroindustria en el
cambio climático
Ya en el siglo XIX, pero especialmente desde la segunda mitad
del último siglo, la agroindustria como modelo de producción a la La agroindustria tiene una incidencia significativa en el cambio
vez intensivo y extensivo, apoyada en la mecanización agraria, ha climático desde varios supuestos:
transformado el modo de producción de alimentos, su
accesibilidad, su destino y la magnitud de su impacto ■La deforestación. Esta modalidad de expansión de tierras,
medioambiental. Es el resultado final de la llamada modernización sobre todo mediante incendios forestales, supone por un
agraria que fue inicialmente impulsada, entre otros organismos, por la lado la reducción de un importante sumidero de car- bono y,
FAO, para luchar contra el hambre en el mundo. Pero hoy, tras varias por otro lado, la liberación a la atmósfera de gran parte del
décadas, parece evidente que la agroindustria no ha conseguido su carbono que estaba acumulado en los suelos en forma de
objetivo de salvar al mundo del hambre. Si bien la producción de materia orgánica. Esta actividad, según datos del IPCC (Panel
alimentos duplica a la población mundial, hay Intergubernamental sobre Cambio Cli- mático) genera el 20%
de las actuales emisiones de CO2.
■Los combustibles. Tanto por su uso directo como por las
Tras varias décadas, parece evidente que la
grandes distancias que recorren los alimentos, este sis- tema
agroindustria no ha conseguido necesita grandes cantidades de combustible que al final
su objetivo de salvar al mundo del hambre. aumentan la contaminación atmosférica. Y la si- tuación es
un tanto contradictoria en el caso de los agro- combustibles. Se
quería reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
800 millones de personas que no pueden acceder a ellos. Como dice pero, de hecho, el balance resulta negativo. Eso significa que
Olivier de Schutter: «En función del requisito de que debe- rían se libera una mayor cantidad de carbono al producir los agro-
contribuir al ejercicio del derecho a la alimentación, los sis- temas combustibles que la can- tidad equivalente en los
alimentarios que hemos heredado del siglo XX han fa- llado. combustibles fósiles.
Indudablemente se han logrado progresos considerables en relación con
■ La cría industrial de ganado. Si se considera la cadena
el fomento de la producción agrícola en los últi- mos 50 años. Sin
productiva completa del ganado, incluyendo la defores- tación
embargo, esto apenas ha reducido el número de personas que padecen
para tierras de pastoreo y producción de forraje y, sobre todo,
hambre y los resultados en materia de nutrición siguen siendo
los residuos animales, la producción de carne produce el 18-
deficientes»3.
25% de las emisiones mundiales de gases de efecto
La razón de todo ello podría estar en la siguiente reflexión del
invernadero, lo cual supera a todo el transporte mundial.
Papa: «Se tiende a creer que todo incremento del poder cons- tituye sin
más un progreso, un aumento de seguridad, de utili- dad, de
bienestar, de energía vital, de plenitud de los valores, como si la
realidad, el bien y la verdad brotaran espontánea- mente del mismo
poder tecnológico y económico. El hecho es
3
Olivier de Schutter, Informe final: El potencial transformador del derecho a la
alimentación, A/HRC/25/57/, 2014, p.4.

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Manos Unidas/Pompeyo Sancho
que el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con En esa línea, Manos Unidas quiere apoyar un modelo pro-
acierto, porque el inmenso crecimiento tecnológico no es- tuvo ductivo sostenible que busca integrar la producción agrícola y el medio
acompañado de un desarrollo del ser humano en respon- sabilidad, ambiente, y donde el protagonismo sea de las familias campesinas
valores, conciencia»4. que luchan por su seguridad alimentaria. Un modelo compatible con
Tratar el alimento como si fuera una mercancía más implica los ecosistemas de cada región y su biodiversi- dad, con la cultura
promover los monocultivos en grandes extensiones de terreno, utilizar agraria, alimentaria y con los niveles de mo- dernización técnica de
métodos para almacenar y dejar fuera del mercado un producto y cada zona; respetuosa con distintos re- cursos naturales, sobre todo
forzar una subida de los precios, o usar tierra para producir agua y bosques.
combustibles o para forraje del ganado, según sea más rentable,
restándolos de la necesaria producción para que la gente pueda
comer. Estos problemas afectan sobre todo a los campesinos pobres,
que solo pueden cultivar pequeñas parcelas de tierra y que, la mayoría
de las veces, no pueden competir con sus productos en el mercado
Al escándalo del hambre y de la producción insostenible se une otro no
global. A pesar de ello, según reco- noce la FAO, unos 500 millones
menos grave: cada año, se tira o desperdicia un tercio de los alimentos
de pequeños agricultores ali- mentan casi al 80% de la humanidad.
que se producen. Esto supone, según la FAO, unos
La producción a gran escala de alimentos, o agroindustria, provoca
1.300 millones de toneladas de comida. Las regiones donde se produce
entre otras cosas acaparamiento de tierras por algunos países o
una mayor pérdida y desperdicio de alimentos son Amé- rica del Norte
empresas, aumento de la deforestación, aumento del uso de
y Europa. Donde menos comida se tira a la basura es en África
fertilizantes y pesticidas químicos, pérdida de biodiver- sidad y
Subsahariana, unos 6 kg por consumidor y año; en Europa, unos 95 kg;
aumento de gases de efecto invernadero causantes de la aceleración
en España son unos 60 kg. Todos tenemos parte en esta injusticia:
del cambio climático.
mientras unos no tienen para comer, otros tiramos la comida.
Desde Manos Unidas, invitamos a comprometemos con un
aprovechamiento integral de la producción de alimentos, evi- tando
el despilfarro. Si todos fuéramos más responsables, no
desperdiciando la comida, apoyando a los agricultores familiares en su
Como dice el Papa en la citada encíclica: «Es posible volver a am- lucha por su derecho a la alimentación basado en una pro- ducción
pliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limpiar la téc- sostenible; y haciendo ver que los alimentos no son una mercancía más,
nica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sino un elemento indispensable para la vida, po- dríamos ayudar a
sano, más humano, más social, más integral… Por ejemplo, cuando cambiar las cosas y avanzar hacia el fin del hambre en el mundo ■
comunidades de pequeños productores optan por siste- mas de
producción menos contaminantes, sosteniendo un mo- delo de vida, de Departamento de Estudios y Documentación
gozo y de convivencia no consumista»5.
4
Laudato si’ 105.
5
Laudato si’ 112.

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