Finanzas (Resumen Final de La Materia)
Finanzas (Resumen Final de La Materia)
Finanzas (Resumen Final de La Materia)
Las finanzas públicas tienen por objeto examinar cómo el Estado obtiene sus ingresos y efectúa
sus gastos. A la ciencia de las finanzas suele también denominársela “ciencia de la hacienda”. La
ciencia de las finanzas públicas es el estudio valorativo de cómo y por qué el Estado tiene ingresos,
y cómo y por qué tiene erogaciones.
Para los autores de la economía clásica, las finanzas públicas debían comportarse igual que las
privadas (finanzas privadas: hace referencia a problemas monetarios, cambiarios y bancarios en
general, que conciernen a los particulares), es decir, el Estado debía actuar como el particular en el
manejo de su patrimonio, ingresos y gastos. Pero, las teorías modernas refutaron esa tesis.
Evolución histórica: en un primer período, a las finanzas se les designaba una decisión judicial,
después una multa fijada en juicio, y finalmente los pagos y prestaciones en general; en un
segundo período, alrededor del siglo xix, se consideró que negocios financieros eran los
monetarios, a su vez, la palabra “finanz” estaba relacionada con la usura y el engaño; en un
tercer período, primero en Francia, se empleó la palabra “finanzas” únicamente con respecto
a los recursos y gastos del Estado.
Necesidades públicas: cuando el individuo resuelve integrarse en una colectividad surgen
ideales comunes que, primariamente, son defenderse recíprocamente, crear normas de
convivencia y velar por su acatamiento, así como buscar el medio de resolver las controversias
y castigar las infracciones con el mayor grado de justicia. Estos ideales dan lugar a las
necesidades públicas que, como las necesidades humanas, son múltiples y aumentan en razón
directa de la civilización; algunas son satisfactoriamente indispensables para la vida normal del
hombre, pudiendo ser inmateriales o materiales.
Las necesidades públicas son de imposible satisfacción mediante esfuerzos aislados, será el Estado,
que pasa a estar orgánicamente constituido, el que ejerza su poder de imperio sustituyendo al jefe
de la antigüedad. El sinónimo de Estado para las finanzas públicas es gobierno. El Estado es
representado por el gobierno, quien resguarda la soberanía impidiendo tanto las invasiones
extranjeras armadas como los intentos de sometimiento por otras vías. Es el Estado, asimismo,
quien dicta los preceptos normativos básicos de las necesidades públicas: regular la conducta
social recíproca, contar con la coactividad suficiente para que tales preceptos normativos sean
respetados y limitar la propia acción gubernamental mediante las cartas fundamentales o
constitucionales. Para velar por el cumplimiento de estos preceptos, crea organismos de seguridad
interna.
Las funciones públicas y los servicios públicos son considerados como las actividades,
comportamientos, movimientos o intervenciones que lleva a cabo el Estado para satisfacer las
necesidades públicas. Tal accionar es el que justifica la obtención de ingresos y la realización de
gastos, o sea, la actividad financiera. Las funciones públicas son actividades que deben cumplirse
en forma ineludible, se identifican por la razón de ser del Estado, que atañen a su soberanía, que
son exclusivas e indelegables y cuya prestación es, en principio, gratuita, lo que puede alterarse si
el Estado resuelve utilizar su poder de imperio para exigir prestaciones a los individuos a quienes
atañan tales actuaciones. Los servicios públicos son las actividades del Estado que no constituyen
funciones públicas y que tienden a satisfacer necesidades básicas de la población.
“Servicio” refiere a una actividad tomada como conjunto, consustanciada con la organización que
efectúa tales acciones o prestaciones, y “público” refiere al destinatario del servicio. El Estado es
prestador de quien decide qué servicios deben ser considerados como públicos.
Los servicios públicos se clasifican en esenciales y no esenciales, pero esta clasificación no depende
de que los servicios sean la razón de ser del Estado o de su soberanía ni de que su presentación
sea exclusiva e indelegable, sino que se subordine al grado de prioridad que para la población
llegan a adquirir ciertas necesidades. La realidad contemporánea demuestra que hay servicios
públicos que se han tornado indispensables, que son aquellos que no pueden dejar de ser
prestados en forma ininterrumpida por el propio Estado, con prescindencia de que también lo
puedan suministrar los particulares. Los servicios se tornaron en esenciales porque fueron
requeridos cada vez con mayor intensidad y urgencia de la comunidad al Estado, sin permitir su
inacción o dilación. Tienen tal carácter la seguridad social, la instrucción en sentido amplio y la
salud individual y general de la comunidad. En estos casos, el Estado no puede prescindir de
suministrar estos servicios; de nada sirve proteger la frontera, dictar buenas leyes o proporcionar
una correcta justicia, si estas funciones están destinadas a una población sumida en la extrema
miseria.
Además, el Estado puede tomar a su cargo otros servicios que también atañen al interés político,
ya sea por razones de mejor convivencia social o por motivos especiales que inducen al Estado a
proteger o tutelar intereses particulares. En la medida en que requieran financiación estatal, estos
servicios públicos no esenciales también interesan a las finanzas públicas. En el caso de que los
servicios no sean atendidos en forma directa por el Estado, y lo sean indirectamente mediante la
intervención de particulares intermediarios o concesionarios, siempre se estará en presencia de
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una actividad estatal manifestada en forma de control, pero que tiende a satisfacer necesidades
humanas.
Tanto los servicios públicos esenciales como los no esenciales son, a su vez, divisibles e indivisibles.
Son divisibles aquellos servicios que, aun siendo útiles para la colectividad en general, se prestan
concretamente a particulares que los requieren por determinadas circunstancias. Son indivisibles
los servicios cuya naturaleza es tal que, favoreciendo a numerosos componentes de la comunidad,
existe la posibilidad práctica de efectuar su particularización con respecto a personas
determinadas. Si el servicio es divisible su costo puede repartirse de una manera más o menos
precisa entre aquellos a quienes esa actividad beneficia, en cambio, si es indivisible, el costo lo
afrontará toda la comunidad.
Requisitos de eficiencia del servicio público: la generalidad significa que todos los habitantes
tienen derecho a usar de los servicios públicos según las normas que los rigen, la igualdad
implica que todos los habitantes tienen derecho a exigir y recibir el servicio en igualdad de
condiciones, la regularidad quiere decir que el servicio debe ser prestado o realizado
conforme a reglas preestablecidas, y la continuidad implica que la actividad de que se trate
debe funcionar sin detenciones.
Actividad financiera del Estado: La actividad financiera es el conjunto de operaciones del
Estado, que tiene por objeto tanto la obtención de recursos como la realización de gastos
públicos necesarios para movilizar las funciones y servicios que satisfagan las necesidades de
la comunidad. Tiene como objetivo examinar cómo el Estado obtiene recursos y realiza gastos,
la finalidad es el cumplimiento de los objetivos, los cuales dependen del modelo de Estado.
Las entradas de dinero constituyen los ingresos públicos, que son transferencias monetarias
realizadas en favor de los organismos públicos. Las entidades estatales pueden disponer de los
medios de pago necesarios para realizar las funciones encomendadas.
El Estado tiene personalidad propia, y una finalidad y autoridad independiente de los individuos. El
Estado es el gestor de la decisión financiera y esta se manifiesta en el presupuesto, que se ajustará
al modelo de Estado del que se trate. Al ser el Estado el sujeto de la actividad financiera, se hayan
sometidas a su autoridad las personas y entidades nacionales y extranjeras vinculadas por razones
de pertenencia política, económica y social, y que por diferentes medios contribuyen a
proporcionar ingresos al Estado.
El orden de las fases es didáctico. En realidad, dicho orden se invierte ya que la actividad financiera
del Estado se materializa en función de las erogaciones públicas, las cuales sólo son efectuadas si
realmente corresponden a necesidades de la población. Generalmente el Estado indaga primero
sobre sus probables erogaciones, las cuales están en función de los servicios públicos a movilizar
para atender las necesidades públicas, y sobre tal base calcula y trata de obtener los ingresos
necesarios para la correspondiente cobertura.
Dentro de la ciencia jurídica, las finanzas tienen especial vinculación con el derecho
administrativo: el Estado, como sujeto de la actividad financiera, procura recursos para cubrir
servicios públicos y desarrolla su actividad mediante actos administrativos. El derecho
administrativo fija las normas dentro de las cuales el Estado desenvuelve esas actividades. A su
vez, las finanzas se relacionan con el derecho constitucional ya que la configuración de las
finanzas suele estar delineada en la Constitución Nacional, y con el derecho privado (civil y
comercial): la actividad financiera ejercida es por el Estado, pero quienes están sujetos a ella
son las personas físicas y las entidades, que son sujetos de derecho privado.
Método en la ciencia financiera: la ciencia financiera se ocupa tanto de nociones y leyes
generales como de exposiciones y descripciones de hechos concretos. De este doble carácter
se desprende que debe emplear el método deductivo e inductivo.
El método deductivo debe ser utilizado siempre que se trate de explicar en forma general el
fenómeno financiero. La deducción parte de ciertas suposiciones cuya validez requiere un examen
riguroso. El método inductivo tiene por objeto observar y describir los fenómenos financieros
dentro del proceso económico y verificar y confirmar su relación con las condiciones naturales, los
factores morales, políticos, etc.
2. GASTOS PÚBLICOS.
Los gastos públicos son erogaciones dinerarias que realiza el Estado en virtud de ley para
satisfacer necesidades públicas. Para movilizar las funciones y servicios públicos, y para que éstos
luego sigan siendo ejecutados ininterrumpidamente, el gobierno debe realizar gastos. Pero, el
gobierno solamente podrá hacer frente a erogaciones dinerarias si cuenta con los medios
pecuniarios. El gobierno debe tener ingresos, los cuales derivan de sus recursos públicos.
Los gastos públicos forman parte de la ciencia de las finanzas. Gastos y recursos no son aspectos
distintos, sino que forman parte del mismo problema y se condicionan recíprocamente: los
recursos deben obtenerse proporcionalmente a lo que se debe gastar, y los gastos sólo se
entenderán razonablemente calculados si se tienen en cuenta los recursos posibles. Los gastos
públicos son la indicación más segura de la actividad que despliega el Estado: el hecho de que
ciertos gastos se destinen a determinados fines antes que a otros, pone de manifiesto no sólo el
estado social de un país, sino también sus tendencias.
La denominación de “gastos públicos” comprende dos clases de gastos: las erogaciones públicas,
que comprenden todos aquellos gastos públicos derivados de los servicios públicos y del pago de
la deuda pública, y las inversiones patrimoniales, que comprenden los gastos relacionados con la
adquisición de bienes de uso o producción y con las obras y servicios públicos.
Los ingresos pueden originarse de diferentes maneras. A veces, surgen del propio patrimonio del
Estado. Ello puede suceder cuando el ente público explota, arrienda o vende sus propiedades
mobiliarias o inmobiliarias, cuando privatiza empresas públicas, cuando obtiene ganancias
mediante sus acciones en dichas empresas o en otras privadas en las que haya resuelto invertir, o
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cuando los ingresos se obtienen de otras actividades que resultan productivas. Pero, la mayor
parte de los ingresos son obtenidos recurriendo al patrimonio de los particulares en forma
coactiva y mediante los tributos. Puede, así mismo, recurrir al crédito público.
La decisión sobre el gasto estatal presupone dos valoraciones previas: a) la selección de las
necesidades de la colectividad que consideran públicas, aspecto variable y ligado a la concepción
sobre el papel del Estado, y b) la comparación entre la intensidad y urgencia de tales necesidades y
la posibilidad material de satisfacerlas.
Evolución del concepto “gasto público”: para los clásicos, los gastos públicos constituyen una
absorción de una parte de los bienes que están a disposición del país, siendo el Estado un
consumidor de bienes. Para las concepciones modernas, el Estado no es un consumidor sino
un redistribuidor de riqueza, la cual no desaparece, sino que es devuelta al circuito
económico. Es decir, el conjunto de sumas repartidas a los particulares es equivalente al
conjunto que le fue recabado mediante el recurso político.
Características: los gastos públicos son erogaciones dinerarias (consiste en el empleo de
bienes valuables pecuniariamente) efectuadas por el estado (todas las sumas que por
cualquier concepto salen del tesoro público consisten en empleos de riqueza) en virtud de ley
(el principio de legalidad hace que no haya gasto público legítimo sin ley que lo autorice) para
cumplir sus fines de satisfacer las necesidades públicas (la erogación estatal debe ser
congruente con los fines de interés público asignados al Estado).
Reparto: el reparto de los gastos públicos es con relación al lugar y al tiempo.
Con relación al lugar, por un lado, se considera que el reparto debe efectuarse proporcionalmente
al importe comparativo de los ingresos que el Estado obtiene en cada región o provincia en
particular, se dice que es totalmente injusto que el Estado obtenga los ingresos de un lugar y que
luego los gaste en otro; por otro lado, se sostiene que el gasto debe efectuarse en aquellas
regiones donde su utilidad sea máxima, sin considerar el origen de los recursos.
Con relación al tiempo, cuando son gastos muy cuantiosos es justificado distribuir el gasto en
diversos ejercicios financieros, ya que ese costo no podría ser afrontado en un solo ejercicio, más
que nada teniendo en cuenta que las obras mismas no podrían ser finalizadas en el breve tiempo
que supone el ejercicio presupuestario. Se recurre, entonces, al empréstito para financiar las
obras.
Límites del gasto público: respecto a los límites, se plantea que la utilidad social máxima
enuncia que el Estado deberá ampliar sus gastos hasta el nivel en que la ventaja social de un
aumento de dichas erogaciones se vea compensada por el inconveniente social de un
aumento correspondiente de las exacciones públicas. Los entes públicos no pueden superar un
cierto límite en la expansión del gasto, límite que se impone para no agravar la presión
tributaria y no crear inflación, es necesario tener presente el equilibrio entre actividad
económica y actividad financiera.
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Efectos económicos: para dar cuenta de los efectos que produce el gasto público debe
considerarse lo importante que resulta el volumen de los gastos con relación al producto
bruto interno (PBI). El gasto público suele exceder el 30% del PBI; cualquier modificación en su
cuantía tiene un inevitable efecto económico. También la tiene cualquier modificación de los
diversos elementos que integran el gasto.
Los efectos de los gastos públicos no se limitan al impulso momentáneo que puede percibirse en la
economía. Tienen efectos secundarios, que amplían su acción económica creando en la misma
medida gastos y producciones, así como ulteriores acciones de intercambio.
Los efectos económicos dependen en gran medida de la naturaleza de los gastos que se realizan o
se aumentan. No obstante, las consideraciones que ciertos países hacen respecto a cómo
solventar sus gastos, tienen un alto grado de relatividad, ya que la política financiera depende de
las circunstancias particulares de cada economía y del Estado en que ésta se encuentre. Por tal
razón, la aplicación de medidas que dieron buenos resultados en algunos países, puede fracasar en
otros.
Para poder efectuar una correcta y adecuada elección de gastos públicos, se deben tener en
cuenta la estructura económica, es decir, si se trata de una economía desarrollada o en vías de
desarrollo, su estado o coyuntura, o sea, un estado de recesión o un estado de expansión, y los
medios o recursos con los cuales se habrán de financiar tales gastos públicos. Sólo teniendo
presente estos factores se sabrá cuáles son las políticas de gastos adecuados para producir los
efectos deseados en la economía.
Según el instrumento de pago con que han sido efectuados: en especie y en moneda.
Según el lugar en que se han efectuado: internos o externos.
Gastos personales: son los que se pagan en concepto de sueldos y remuneraciones del
personal.
Gastos reales: se emplean para la adquisición de bienes.
Gastos ordinarios: son los que atienden al normal desenvolvimiento del país.
Gastos extraordinarios: son los que deben hacer frente a situaciones imprevistas.
Según el criterio jurídico-administrativo:
1. Jurisdiccional o institucional: atiende a la estructura organizativa del Estado y expone las
distintas unidades institucionales que ejecutarán el presupuesto. Cada unidad institucional
se denomina “jurisdicción”, y comprende cada uno de los poderes integrantes de la
estructura administrativa (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y de sus respectivas
dependencias.
2. Finalidades o funciones: los gastos pueden ser distribuidos según la necesidad a cuya
satisfacción tienden o al fin del Estado que pretenden llenar.
3. Constancia o permanencia del gasto: según la constancia, son gastos fijos los que no
dependen de una mayor actividad o de que aumente el rendimiento de los entes
dedicados a la prestación de servicios divisibles; son gastos variables los directamente
vinculados con la mayor actividad o producción. Según la permanencia, son gastos fijos los
repetidos de un ejercicio a otro con un monto prácticamente invariable; son gastos
variables los que sufren alteraciones notorias en su monto o tienen carácter
extraordinario.
Según el criterio económico:
1. Gastos ordinarios son las erogaciones habituales o normales de la Administración, es
decir, las reiteradas en el curso de los ejercicios financieros de la hacienda.
2. Gastos extraordinarios son las erogaciones destinadas a satisfacer necesidades
imprevistas, excepcionales, eventuales o contingentes, no repetidas con regularidad en
los distintos ejercicios de la hacienda.
3. Gastos de funcionamiento: son los pagos que el ente público debe realizar en forma
indispensable para el correcto y normal desenvolvimiento de los servicios públicos y de la
administración en general. Estos gastos no significan un incremento directo del
patrimonio nacional, pero contribuyen a la productividad general del sistema económico.
4. Gastos de inversión: son todas aquellas erogaciones del Estado que significan un
incremento directo del patrimonio público. Pueden consistir en pagos por la adquisición
de bienes de producción o por inversiones destinadas a industrias clave, ya sean de
explotación pública o privada.
5. Gastos de servicio o gastos con contrapartida: se cambia el dinero del gasto por un
servicio prestado o una cosa comprada.
6. Gastos de transferencia o gastos sin contrapartida: no hay contravalor alguno y el
propósito de la erogación es exclusivamente promocional o redistributivo.
Rosella Pasetti.
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Los recursos públicos son aquellas riquezas que se devengan a favor del Estado para cumplir sus
fines, y que en tal carácter ingresan en su tesorería.
Las concepciones financieras modernas consideran que el recurso no puede limitarse a asegurar la
cobertura de los gastos indispensables de administración, sino que es uno de los medios de que se
vale el Estado para llevar a cabo su intervención en la vida general de la Nación.
Los ingresos devengados a favor del Estado suelen designarse indistintamente con las palabras
recursos, ingreso o entrada. Recurso tiene el carácter de toda suma devengada, mientras que
ingreso y entrada se refieren específicamente a aquellas sumas que efectivamente entran en la
tesorería.
1. Recursos ordinarios: son todos los percibidos por el Estado en forma regular y continua.
2. Recursos extraordinarios: son aquellos excepcionales u ocasionales que carecen de la
regularidad de los anteriores.
3. Recursos efectivos: importan un ingreso de dinero para el Estado sin que se produzca una
salida patrimonial equivalente; no originan una transferencia correlativa de bienes
patrimoniales.
4. Recursos no efectivos: son entradas para el Estado compensadas por una salida
patrimonial.
Clasificaciones originarias:
1. Recursos originarios: son los que provienen de los bienes patrimoniales del Estado o de
diversos tipos de actividades productivas realizadas por aquél.
2. Recursos derivados: son los que las entidades públicas se procuran mediante
contribuciones provenientes de las economías de los individuos pertenecientes a la
comunidad.
Clasificación por rubros: se utiliza para preparar el presupuesto general.
1. Recursos corrientes: se dividen en tributarios, describiéndose allí los diferentes
gravámenes e incluso los aportes de previsión social, y no tributarios, entre los cuales se
consignan rentas, utilidades, tarifas, etc.
2. Recursos de capital: se consideran tales la venta de activos fijos, el reembolso de
préstamos, el uso del crédito y los remanentes de ejercicios anteriores.
3. Recursos de financiamiento: son los adelantos otorgados a proveedores y contratistas en
ejercicios anteriores, y las contribuciones de la Administración nacional, incluyéndose en
ese rubro los aportes para financiar erogaciones corrientes, de capital y otras erogaciones
diferentes.
Recursos patrimoniales propiamente dichos o de dominio: dentro de esta categoría se
comprenden los ingresos que el Estado obtiene de los bienes de dominio público y de los
de dominio privado. Los bienes pertenecientes al Estado le corresponden en virtud de un
derecho de dominio que, según nuestro ordenamiento jurídico, es de carácter público o
privado.
a) Bienes de dominio público: el Estado posee bienes destinados al disfrute de toda la
comunidad, y que son utilizables por sus componentes en forma directa y general. Estos
bienes surgen por causas naturales o artificiales. No pueden ser objeto de apropiación
privada. Su destino es de uso común, en virtud de lo cual, su apropiación por ciertos
particulares con exclusión de los demás, ocasionaría perjuicio a la comunidad. Son,
generalmente, de utilización por los particulares de forma gratuita, pero en ocasiones
especiales el Estado puede exigir el pago de sumas de dinero para su uso particularizado,
lo cual se materializa en forma de concesiones o autorizaciones de uso, permisos,
derechos de acceso o visita. Estos recursos entran en las arcas estatales, corresponde su
inclusión como ingresos del Estado.
b) Bienes de dominio privado: el Estado posee bienes que pueden satisfacer necesidades
individuales o colectivas, pero que no se afectan al uso de todos los habitantes sino al de
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determinadas personas vinculadas a ellos por algún tipo de contratación. Por tanto, son
bienes generalmente enajenables y sujetos a los efectos de la prescripción.
Recursos de las empresas estatales: las empresas públicas son unidades económicas de
producción que desarrollan actividades de índole diversa, produciendo bienes o servicios
con destino al mercado interno o externo.
Privatización: las privatizaciones proporcionaron ingresos mediante el pago de los
adquirientes, a lo cual se adicionan la eliminación del gasto público, donde desaparecen
los aportes del Estado para cubrir déficit operativo y financiamiento de inversiones,
nuevas inversiones, aumento de la eficiencia y reducción de la deuda externa.
Monopolios fiscales (recursos mixtos): con relación a ciertos productos, el Estado puede
monopolizarlos y venderlos a precio más elevado que el del costo, incluyendo no sólo la
ganancia comercial normal, sino un excedente que puede considerarse tributario.
Recursos gratuitos: el Estado puede obtener ingresos en virtud de la entrega no onerosa
de bienes por parte de terceros.
Recursos por sanciones patrimoniales: el Estado está obligado a mantener y asegurar el
orden jurídico normativo, castigando mediante sanciones o penalidades a quienes lo
infringen. Entre estas sanciones están las de tipo patrimonial, que son prestaciones
pecuniarias coactivamente exigidas a los particulares para reprimir las acciones ilícitas, e
intimidar a los potenciales transgresores. A pesar de que estas penalidades proporcionan
algún ingreso al Estado, carecen de tal finalidad.
Recursos monetarios: el Estado obtiene ingresos mediante el manejo de la banca central y
el derecho a emitir moneda.
El emisionismo monetario puede ser considerado desde dos puntos de vista: como procedimiento
estatal de regulación económica y como medio de obtener ingresos. Como regulador económico,
el papel de la emisión es fundamental, por cuanto la existencia de medios de pago debe estar en
correcta proporción al volumen de los bienes y servicios disponibles en una economía nacional. Es
decir, los medios de pago deben aumentar al mismo ritmo que se incrementa el volumen
producido de bienes y servicios a pagar. Como medio de obtener ingresos, el Estado cubre su
déficit presupuestario con la emisión de papel moneda, pero, tal finalidad, en la medida en que no
vaya acompañada del proporcional incremento de bienes y servicios a disposición de los
consumidores, constituye un elemento de presión inflacionaria.
Recursos del crédito público: las teorías clásicas concebían al empréstito como un recurso
extraordinario, al cual sólo debía recurrirse en circunstancias excepcionales, las teorías
modernas se orientan hacia la idea de que el empréstito es un recurso de sumo riesgo pero
no anormal, y que no puede estar limitado a circunstancias excepcionales.
Los recursos provenientes del crédito público tienen sus limitaciones, las cuales dependen de
razones de política financiera. Por un lado, se tendrá en cuenta la especial situación del país en el
momento en que decide emitirse el empréstito, por lo que será necesario que exista un ahorro
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nacional suficiente y la correspondiente propensión a prestarlo. Por otro lado, deberán tenerse en
cuenta los especiales efectos económicos a que puede dar lugar el empréstito.
Los tributos: son prestaciones obligatorias exigidos por el Estado en virtud de su imperio
para atender sus necesidades y realizar sus fines políticos, económicos y sociales. Son
detraimientos de parte de la riqueza individual o particular que se operan a favor del Estado
merced a su poder de imposición. La tributación queda sujeta a reglas de derecho, según lo
establecido por la Constitución y las leyes dictadas en su consecuencia.
Actividad financiera y normas jurídicas: el ordenamiento que regula las conductas recíprocas
de los individuos está integrado por normas jurídicas, que cuyas particularidades son:
a) Tienen carácter obligatorio.
b) Imponen deberes o conceden derechos, ya que su fin consiste en provocar ciertos
comportamientos y prohibir otros.
c) Sus destinatarios son seres libres capaces de optar entre la violación y obediencia.
d) Su fuerza obligatoria no depende de la justicia, sino de ciertos elementos relativos a la
forma de creación de cada precepto y del poderío del jefe para lograr su acatamiento.
e) Mandan que algo ocurra en determinada forma, lo cual no implica indicar que así es como
deben ocurrir las cosas.
4. CRÉDITO PÚBLICO.
“Crédito” proviene del latín creditum, que proviene del verbo credere, que significa tener confianza
o fe. “Público” hace referencia a la persona que hace uso de la confianza depositada en el Estado.
Crédito público es la aptitud política, económica, jurídica y moral de un Estado para obtener
dinero o bienes en préstamo; empréstito es la operación crediticia concreta mediante la cual el
Estado obtiene dicho préstamo; y deuda pública es la obligación que contrae el Estado con los
prestamistas como consecuencia del empréstito.
Evolución histórica: en el siglo xix los préstamos entre los Estados de la antigüedad se hacían
muy difíciles a causa de las bancarrotas, y con frecuencia se omitía el pago de las deudas, por
ello, los préstamos se hacían a breves plazos y por pequeñas sumas con garantías reales o
personales. A partir de este siglo, los Estados se organizan jurídicamente, la gestión
administrativa mejora, los recursos pasan a ser permanentes, elásticos y productivos, y la
responsabilidad del Estado adquiere relevancia; a ello se suma el gran desarrollo de los valores
mobiliarios y el nacimiento de bolsas y mercados para esos valores.
Características:
Concepción clásica: el crédito público debe ser utilizado en forma excepcional y
restringidamente, y no para cubrir gastos considerados normales.
Concepción moderna: el crédito público es un verdadero recurso que no puede estar
limitado por circunstancias excepcionales. El empréstito estatal es un recurso que nada tiene
de anormal, y que no puede estar rígidamente limitado a circunstancias excepcionales que
requieran lugar a gastos imprevistos o urgentes.
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Límites: el empréstito tiene sus limitaciones, pero el hecho de que se recurra o no a esta
medida no depende de la necesidad de contar con recursos extraordinarios para gastos
extraordinarios, sino de razones de política financiera que tengan en cuenta diversos factores,
como la existencia de ahorro nacional, la propensión a prestarlo, los efectos que tendrá en sus
diferentes fases sobre la marcha económica de la Nación y las distintas clases sociales que
pagan impuestos o suscriben empréstitos.
Clasificación de la deuda pública:
a) Interna y externa: desde una consideración económica, la deuda es interna cuando el
dinero obtenido en préstamo por el Estado surge de la propia economía nacional, en
cambio, la deuda es externa si el dinero prestado proviene de economías foráneas. En el
momento de la emisión y negociación, la deuda interna significará una transferencia del
poder de compra privado hacia el sector público, y en el caso de la deuda externa la
transferencia provendrá del exterior. Desde el punto de vista jurídico, deuda interna es
aquella que se emite y se paga dentro del país, siendo aplicables las leyes nacionales y
teniendo jurisdicción los tribunales nacionales. Desde este punto de vista, es indiferente
que los prestamistas sean nacionales o extranjeros y que los fondos amortizados queden
en el país o vayan al exterior. La deuda es externa cuando el pago debe hacerse en el
exterior, mediante transferencia de valores, y especialmente cuando no es aplicable ley
nacional sino la extranjera.
b) Flotante y consolidada: deuda consolidada es aquella deuda pública permanente atendida
por un fondo que no requiere el voto anual de los recursos correspondientes. La deuda
flotante es la que el tesoro del Estado contrae por un breve período para proveer a
momentáneas necesidades de caja por gastos imprevistos o retraso en los ingresos
ordinarios.
c) Perpetua y redimible: las deudas perpetuas son las que el Estado asume con la sola
obligación del pago de intereses, sin compromiso de reembolso o con reserva de
reembolsar cuando él lo decida. Las deudas redimibles son aquellas en que el Estado se
obliga al reembolso y al pago de intereses, con diferencia en los términos de duración y
planes de amortización.
Posibilidad de contraer deuda externa: dentro de un plan de inserción en el mundo
globalizado por parte de los países rezagados, suele ser vital la necesidad de recurrir a
inversionistas del exterior, lo cual será posible si se ha logrado la suficiente fe o confianza en
las finanzas internacionales.
El aspecto más relevante para los inversionistas extranjeros es el análisis de si las sumas recibidas
en préstamo tienen o no a incrementar las exportaciones y a disminuir el volumen de importantes
y otros pagos al exterior. Estos resultados influirán en el “riesgo país”, que consiste en el exceso
de interés que paga la deuda de ciertos países respecto de la tasa internacional equivalente. Uno
de los aspectos preponderantes a tener en cuenta es la relación entre el costo de la deuda pública
externa y la capacidad de un país de generar recursos por vía de sus exportaciones.
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El hecho de que no haya confianza para los acreedores hace que se nieguen a seguir prestando. La
contrapartida es que la atención de la deuda pública se convertirá en un gasto presupuestario
excesivo para sus reales posibilidades. En este caso, una vez pagada la deuda externa, se producirá
como consecuencia el default.
Régimen legal del crédito público en general: el crédito público se rige por la ley 24.156, su
reglamento y por las leyes que aprueban las operaciones específicas. Crédito público es la
capacidad que tiene el Estado de endeudarse con el objeto de captar medios de
financiamiento con la finalidad de realizar inversiones reproductivas, atender casos de evidente
necesidad nacional, reestructurar la organización del Estado y refinanciar los pasivos del
Estado, incluidos los intereses respectivos. Se prohíbe realizar operaciones de crédito público
para financiar gastos operativos.
Está vedado a toda entidad del sector público nacional iniciar trámites para realizar operaciones
de crédito público sin la autorización previa de la Secretaría de Hacienda. Compete asimismo a esa
Secretaría:
a) Fijar las características y condiciones, que no estuviesen previstas en la propia ley, para las
operaciones de crédito público que realicen las entidades del sector público nacional.
b) Redistribuir o reasignar los medios de financiamiento obtenidos mediante operaciones de
crédito público, siempre que así lo permitan las condiciones de la operación respectiva y las
normas presupuestarias.
Organismo de control: la Oficina Nacional de Crédito Público será el órgano rector del sistema
de crédito público, con la misión de asegurar una eficiente programación, utilización y control
de los medios de financiamiento que se obtengan mediante operaciones de crédito público. Se
le asigna competencia para:
a) Participar en la formulación de los aspectos crediticios de la política financiera que elabore
la Secretaría de Hacienda para el sector público nacional,
b) Organizar un sistema de información sobre el mercado de capitales de crédito,
c) Coordinar las ofertas de financiamiento recibidas por el sector público nacional,
d) Tramitad las solicitudes de autorización para iniciar operaciones de crédito público,
e) Normalizar las operaciones de emisión, colocación y rescate de empréstitos, así como la
negociación, contratación y amortización de préstamos, en todo el ámbito del sector
público nacional,
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Se impone a las entidades del sector público el deber de formular sus presupuestos previendo los
créditos necesarios para atender el servicio de la deuda. Faculta al Poder Ejecutivo para debitar,
en las cuentas bancarias de las entidades que no cumplan en término con el pago del servicio de la
deuda pública, el monto de dicho servicio y efectuarlo directamente.
De las normas legales surgen obligaciones. La ley 24.156 anula y deja sin efecto las operaciones de
crédito público realizadas en contravención de las normas dispuestas, sin perjuicio de la
responsabilidad personal de quienes la realicen. Además, las obligaciones derivadas de tales
operaciones no serán oponibles ni a la Administración central ni a cualquier otra entidad
contratante del sector público nacional. Tampoco esas disposiciones sufren mayores variantes, y
se supone que funcionarán cuando las cosas se normalicen.
EMPRÉSTITO.
Naturaleza jurídica: existen dos posturas: por un lado, se considera al empréstito como acto
de soberanía y, por otro lado, como contrato.
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a) Empréstito como acto de soberanía: los empréstitos son emitidos en virtud del poder
soberano del Estado; surgen de autorización legislativa, siendo sus condiciones
establecidas por la ley; no hay persona determinada en favor de la cual se establezcan
obligaciones; el incumplimiento de las cláusulas no da lugar a acciones judiciales, y el
servicio es atendido o suspendido en virtud de actos de soberanía; no hay acuerdo en
voluntades en el empréstito, porque los títulos se lanzan al mercado con valor establecido,
y la voluntad de los prestamistas no interviene en el proceso formativo de la obligación.
b) Empréstito como contrato: el empréstito es indiscutiblemente un contrato, porque nace
de la voluntad de las partes, salvo el caso del empréstito forzoso; es un régimen especial
de derecho público porque la ley aprobatoria de la emisión concede derechos a esos
prestamistas que no se otorgan a los prestamistas ordinarios; las partes no discuten las
condiciones, el Estado las fija unilateralmente, y el prestamista no hace sino adherirse; los
empréstitos surgen únicamente de la ley, ya que se requiere autorización legislativa para
contraerlos; los títulos son lanzados al mercado con condiciones fijadas; no existen
acciones judiciales para reclamar el cumplimiento.
Empréstitos voluntarios, patrióticos y forzosos: el empréstito es voluntario cuando el Estado,
sin coacción alguna, recurre al mercado de capitales en demanda de fondos, con promesa de
reembolso y pago de interés. El empréstito es patriótico cuando se ofrece en condiciones
ventajosas para el Estado, y no es enteramente voluntario, pues se configura en el caso una
especie de coacción. Son empréstitos cuyas cláusulas contienen ventajas para el Estado
deudor, y se hacen suscribir mediante propaganda y apelando a los sentimientos patrióticos
de la comunidad. El empréstito es forzoso cuando los ciudadanos están obligados a suscribir
los títulos.
Garantías y ventajas de los empréstitos:
a) Las garantías reales consisten en la afectación especial de bienes determinados, mediante
prenda o hipoteca.
b) La garantía personal consiste en el compromiso adoptado por un tercero de pagar las
sumas prestadas en caso de no hacerlo el deudor.
c) Las garantías especial afectan determinados recursos del Estado deudor, especialmente
derechos aduaneros, producto de monopolios fiscales, rentas portuarias, etc.
d) Las garantías contra fluctuaciones monetarias tienen a proteger al prestamista contra la
depreciación del dinero.
Además de las garantías, el Estado concede ventajas que hagan más conveniente la inversión.
Entre ellas se destacan las exenciones totales o parciales con relación a los ingresos que pueden
derivar de los títulos, tanto en lo que respecta a su interés como a su negociación o transmisión por
cualquier concepto.
Con respecto a la colocación de los títulos, los medios serán la licitación pública, la suscripción
directa y la licitación privada.
La restitución de las sumas prestadas se efectúa mediante la amortización; esta puede ser
obligatoria, si debe efectuarse en fecha determinada, o facultativa, si el Estado se reserva el
derecho de amortizar o no el empréstito y de fijar las fechas en que se hará efectiva la
amortización.
En los casos de incumplimiento suele hacerse mención al derecho de protección que tienen los
prestamistas extranjeros por parte de su Estado de origen. No puede aceptarse que la violencia,
opresión, coacción o presión de cualquier tipo sea medio de cobrar lo que los Estados adeudan por
empréstitos.
5. PRESUPUESTO.
Para realizar sus fines, el Estado necesita efectuar gastos y obtener recursos. Ello implica manejar
importantes cantidades de dinero que, por un principio de orden, deben ser calculadas y
autorizadas de antemano. Esta planificación se idealiza para un período. Ningún gasto puede ser
efectuado ni ningún ingreso percibido fuera de los incluidos en el plan. Este programa es el
presupuesto.
El presupuesto es un acto de gobierno mediante el cual se prevén los ingresos y los gastos
estatales, y se autorizan los gastos para un período futuro determinado, que generalmente es de
un año, y tiene carácter obligatorio.
Rosella Pasetti.
Finanzas. Profesor: Jiménez.
Origen y evolución: En Inglaterra, 1215, los barones del reino lograron que se estableciese la
Carta Magna, donde se establecía que ningún tributo, salvo casos excepcionales, podía ser
impuesto sin el consentimiento del Consejo del Reino. Esto se reprodujo años más tarde y
culminó en 1689 con la sanción de Derechos de los Lores y los Comunes, donde se estableció
que era ilegal toda cobranza de impuestos sin el consentimiento del Parlamento. Además, se
separaron las finanzas de la Corona de las finanzas de la Nación, diferenciándose los gastos del
Estado de los gastos del soberano, y adoptándose la decisión de que ciertos gastos periódicos
fueran aprobados anualmente por el Parlamento.
El presupuesto fue resultado político de las luchas por la supremacía libradas entre el soberano y
los representantes del pueblo. Consiguieron que el rey admitiese que ningún impuesto podía ser
establecido sin el consentimiento de los representantes del pueblo y, también, pudieron hacer que
se controlase el empleo de los fondos que habían votado, es decir, los gastos públicos.
Posteriormente se pudo percibir que los impuestos fuesen autorizados sólo por un año y, por
consiguiente, que tanto el gasto como los recursos debieran ser autorizados anualmente. Gastos y
recursos previstos debían ser, ahora, aprobados por el Parlamento.
Se le asigna al Estado una actividad general en la economía, cualquiera que sea su sistema de
gobierno. La acción estatal debe cumplirse conforme a un plan, del cual es manifestación esencial
el presupuesto, cuya noción original se amplía en el tiempo y en el espacio.
Naturaleza jurídica: en los Estados modernos, el presupuesto adopta la forma de una ley, en
consecuencia, para su elaboración, deben cumplirse todos los requisitos exigidos por la
legislación general de cada país. Es una ley formal en aquellos países cuyas constituciones o
leyes disponen que a ley presupuestaria no puede incluir disposiciones extrañas a la fijación de
gastos y a la previsión de ingresos, por lo cual el presupuesto sólo debe limitarse a calcular y
autorizar, sin que sea lícito incluir disposiciones de otro tipo, entre ellas las de carácter
sustancial.
Si se incluye tributos el presupuesto, para mantener vigencia, deben ser votados anualmente. Con
respecto a los recursos, el presupuesto sólo los calcula, pero no los maneja, ya que están
establecidos por otras leyes independientes de la del presupuesto; con respecto a los gastos, la ley
de presupuesto tampoco contiene normas sustanciales ya que se limita a autorizarlos sin obligar al
Ejecutivo a realizarlos.
UNIDAD: exige que todos los gastos y recursos del Estado sean reunidos o agrupados en
un único documento y presentados conjuntamente para su aprobación legislativa. Permite
Rosella Pasetti.
Finanzas. Profesor: Jiménez.
El presupuesto cuenta con partidas principales y parciales. El presupuesto indica todos los
conceptos de gasto y atiende a la necesidad de permitir al Poder Ejecutivo distribuir las partidas
parciales, que son enunciativas y sólo fijan el concepto de gasto, mas no el importe a gastar, que
queda librado a la decisión del poder administrador, siempre que la suma de los gastos de las
partidas parciales no exceda la partida principal correspondiente.
Este principio no rige para los ingresos provenientes de donaciones, legados o herencias a favor
del Estado nacional y con destino específico. Tampoco rige el principio respecto de recursos que
por las leyes especiales tengan afectación específica.
Las afectaciones especiales son perniciosas y atacan el principio de unidad, una de cuyas
condiciones es que los gastos del Estado sean atendidos indiscriminadamente con el conjunto de
los fondos del erario público. La existencia de afectaciones especiales lesiona esa regla porque no
se cumple la centralización de todos los ingresos en un solo fondo. Para estas afectaciones de
ingresos provenientes del crédito público, se dará cumplimiento a las normas establecidas en cada
contrato de préstamo y sus anexos y, en forma supletoria, a la legislación local siempre que no se
oponga a las primeras. La excepción basada en que por leyes especiales ciertos recursos tengan
afectación específica, se rige por un régimen legal propio.
PROCEDENCIA: significa que la aprobación legislativa por el Congreso debe ser anterior al
momento de iniciarse el ejercicio presupuestario.
ANUALIDAD: este principio designa el término de aplicación de un presupuesto. Conforme
al criterio clásico, debe ser anual, y no necesita ser votado más que una sola vez para todo
el año financiero. Para ese período es que se calculan y autorizan los gastos y se estiman
los recursos que los cubrirán.
El jefe de gabinete es quien envía al Congreso el proyecto de ley de presupuesto nacional, previo
tratamiento en acuerdo de gabinete, y con la aprobación del Poder Ejecutivo. También tiene este
funcionario la misión de hacer recaudar las rentas de la Nación, y de ejecutar la ley de presupuesto
nacional. Esta actividad del jefe de gabinete es supervisada por el presidente de la Nación.
Aunque el jefe de gabinete tiene a cargo la ejecución del presupuesto, en realidad tal facultad
corresponde al presidente de la Nación, como responsable político de la administración general
del país.
debe iniciar la ineludible labor de tratamiento por cualquiera de sus Cámaras, tomando
como anteproyecto el vigente en el ejercicio o formulando su propio proyecto que
permita el debate.
La Constitución Nacional otorga amplias atribuciones al Poder Legislativo para modificar, reformar
o cambiar el proyecto, es decir, que el Congreso tiene iniciativa en materia de gastos, ya que el
texto fundamental le otorga la facultad de fijar el presupuesto anual.
Conforme a ello, la ejecución del presupuesto comprendería dos tipos de operaciones: las
relacionadas con la recaudación de los recursos y las vinculadas con la realización de los gastos. En
la práctica financiera, sin embargo, se efectúan sólo las operaciones relativas a los gastos.
a) EN MATERIA DE GASTOS.
1. Orden de disposición de fondos: una vez en vigencia legal el presupuesto, el Poder
Ejecutivo debe dictar una orden de disposición de fondos para cada jurisdicción, hasta
el importe de los créditos otorgados en favor de los respectivos directores generales
de administración o funcionarios que hagan sus veces. Mediante esta norma, el Poder
Ejecutivo emite una sola orden de disposición en favor de los funcionarios
correspondientes, quienes quedan facultados para distribuir los fondos concedidos
por el presupuesto a sus áreas de acción.
2. Compromiso: una vez puestos los fondos a disposición de los jefes de servicios
administrativos, éstos se hallan en condiciones de llevar a cabo las erogaciones
previstas en el presupuesto, pero antes de realizar el gasto, éste debe
comprometerse. El “compromiso” es el acto administrativo interno por el cual se
afecta el gasto al crédito pertinente autorizado por el presupuesto, a fin de que no
pueda utilizarse para objetivos distintos de los previstos. El compromiso tiene gran
importancia en los presupuestos de competencia, ya que basta con que los gastos
estén en esta etapa para que sean imputados al ejercicio en que el compromiso se
produce, con prescindencia de la fecha de su materialización.
3. Devengamiento: el Devengamiento implica, entre otras cosas, la liquidación del gasto
y la simultánea emisión de la respectiva orden de pago, que debe efectivizarse dentro
de los tres días hábiles del cumplimiento de la recepción de conformidad con los
bienes o servicios oportunamente contratados, o con los requisitos administrativos
dispuestos para los gastos sin contraprestación. Asimismo, implica la afectación
definitiva de los créditos presupuestarios correspondientes.
4. Pago: el pago no es únicamente la operación material de entrega del dinero, sino
también una operación jurídica, ya que el tesoro no es ejecutor ciego de la orden de
pago, sino un controlador de la “regularidad jurídica” del libramiento, que
compromete su responsabilidad.
b) EN MATERIA DE RECURSOS: la diversidad de recursos del Estado y sus distintos regímenes
de percepción hacen que los procedimientos de ejecución carezcan de la uniformidad que
tienen los de gastos.
7. CONTROL DEL PRESUPUESTO: este control tiene una finalidad técnico-legal, vinculada a la
comprobación sistemática de la regularidad de cumplimiento de los actos de gestión y el
de adecuado manejo de los fondos públicos.
Rosella Pasetti.
Finanzas. Profesor: Jiménez.
Derecho tributario es el conjunto de normas jurídicas que regulan los tributos en sus distintos
aspectos. Tributo es toda prestación patrimonial obligatoria establecida por la ley, a cargo de las
personas físicas y jurídicas que se encuentren en los supuestos de hecho que la propia ley
determine, y que vaya dirigida a dar satisfacción a los fines que al Estado y a los restantes entes
públicos estén encomendados.
Caracterización jurídica: son las prestaciones en dinero que el Estado exige en ejercicio de su
poder de imperio, en virtud de una ley y para cubrir los gastos que demanda la satisfacción de
necesidades públicas. Mediante el tributo, los integrantes del Estado contribuyen al
sostenimiento del gobierno en proporción a su respectiva capacidad económica.
Prestaciones en dinero: conforme a la economía monetaria vigente, las prestaciones
tributarias son en dinero, es decir, es pecuniariamente valuable.
Exigidas en su poder de imperio: la prestación que configura el tributo se exige mediante
la coacción, o sea, la facultad de “compeler” el pago de la exacción requerida. La coacción
se manifiesta especialmente en la prescindencia de la voluntad del obligado en cuanto a la
creación del tributo. La “bilateralidad” de los negocios jurídicos es sustituida por la
“unilateralidad” en cuanto al nacimiento de la obligación.
Rosella Pasetti.
Finanzas. Profesor: Jiménez.
Para que el Estado pueda exigir contribuciones a las personas que se hallan en su jurisdicción, se lo
dota de poder tributario. Este poder es de naturaleza política, es expresión de soberanía; es un
poder inherente al de gobernar, porque no hay gobierno sin tributos, y su contrapartida es el
deber ético-político-social del individuo de contribuir al sostenimiento del Estado.
En virtud de ley: no hay tributo sin ley previa que lo establezca, lo cual significa limitar
formalmente la coacción y respetar el principio de legalidad. La potestad tributaria
consiste en la facultad de dictar normas jurídicas creadoras de tributos, normas que
establecen obligaciones, son reglas hipotéticas cuyo mandato se concreta cuando ocurren
las circunstancias previstas en ellas. Tal circunstancia se denomina “hecho imponible”, y su
acatamiento trae como consecuencia que una persona deba pagar al Estado la prestación
tributaria.
Para cubrir los gastos que demanda la satisfacción de necesidades públicas: el objetivo
del tributo es fiscal; pero esta finalidad puede no ser la única. El tributo puede perseguir
también fines extra fiscales, que son adicionales, aun siendo la motivación prevaleciente
de alguna medida tributaria. La extra fiscalidad no puede constituir la esencia jurídica de la
institución del tributo.
Clasificación jurídica: el tributo se divide en impuestos, tasas y contribuciones especiales. Estas
categorías son especies de un mismo género; la desemejanza se justifica por razones políticas,
técnicas y jurídicas.
Impuesto es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador una situación independiente
de toda actividad relativa al contribuyente.
La tasa es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador una prestación efectiva o
potencial de un servicio público individualizado en el contribuyente.
La contribución especial es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador los beneficios
derivados de actividades estatales.
forma tal que se integra con una actividad o gasto a cargo del Estado, que de alguna forma afecta
al obligado o repercute en su patrimonio. La actividad o el gasto estatal beneficia al obligado.
IMPUESTO.
El impuesto es el tributo típico. Es el más redituable para el fisco y el que ha originado mayores
aportes de la doctrina especializada. Es el tributo exigido por el Estado a quienes se hallan en las
situaciones consideradas por la ley como generadoras de la obligación de tributar situaciones
vinculadas a los pagadores.
Como todos los tributos, el impuesto es una institución de derecho público. No es un contrato
bilateral, es una obligación unilateral impuesta coactivamente por el Estado en virtud de su poder
de imperio.
Clasificación jurídica:
Ordinarios y extraordinarios (permanentes y transitorios): son impuestos permanentes
aquellos cuya vigencia no tiene límite de tiempo, rigen mientras no se deroguen; son
impuestos transitorios los que tienen un lapso determinado de duración, transcurrido el
cual, supuestamente dejan de existir.
Rosella Pasetti.
Finanzas. Profesor: Jiménez.
las alternativas de que disponía cuando sólo estaba “anoticiado”; ya que no puede librarse
con una abstención de consumir o con una economía de opción. Le queda la posibilidad de
la elusión fraudulenta.
3. Traslación: es el fenómeno por el cual el contribuyente de iure consigue transferir el peso
del impuesto sobre otra persona (contribuyente de facto). Esta transferencia está regulada
exclusivamente por la economía y se efectúa con total prescindencia de disposiciones
legales que expresamente faculten el traspaso de la carga impositiva.
4. Incidencia: se materializa cuando una persona se hace efectivamente cargo del impuesto.
5. Difusión: consiste en la irradiación a todo el mercado de los efectos económicos del
impuesto mediante lentas, sucesivas y fluctuantes variaciones, tanto en la demanda como
en la oferta de mercaderías y también en los precios. Como consecuencias del impuesto se
producen variaciones en el consumo, en la producción y en el ahorro.
TASAS.
Las tasas son prestaciones tributarias exigidas a aquellos a quienes de alguna manera afecta o
beneficia una actividad estatal. Es una prestación pecuniaria exigida compulsivamente por el
Estado en virtud de ley, por la realización de una actividad que afecta especialmente al obligado.
Es el tributo cuya obligación está vinculada jurídicamente a determinadas actividades del Estado
relacionadas directamente con el contribuyente.
Características:
Naturaleza del tributo: la tasa tiene carácter tributario, o sea que el Estado la exige en
virtud de su poder de imperio.
Principio de legalidad.
Actividad efectiva: el hecho imponible de las tasas está integrado con una actividad que el
Estado cumple y que está vinculada con el obligado de pago. La actuación estatal
vinculante es el elemento caracterizador más importante del instituto.
Prueba de prestación: tradicionalmente se sostuvo que la carga de la prueba con relación
a la prestación del servicio correlativo a la tasa correspondía al contribuyente.
Destino del producto: el producto de la recaudación es exclusivamente destinado al
servicio.
Divisibilidad del servicio: si se trata de tasas que requieren del elemento
“individualización del servicio”, la divisibilidad de tal servicio es necesario, dado que si no
puede fragmentarse en unidades de uso o consumo, será imposible su particularización en
persona alguna; si se trata de servicios que no prestan en forma estrictamente
individualizada, el elemento de “divisibilidad” pasa a carecer de relevancia.
Obligatoriedad y gratuidad de los servicios: la actividad vinculante del Estado está
constituida por la administración de justicia, la actividad legislativa, la defensa exterior, el
mantenimiento del orden interno, las relaciones exteriores, etc., es decir, por las
funciones públicas. Estas deben cumplirse en forma tan ineludible y perentoria que se
identifican con la razón de ser del Estado, que hacen a su soberanía; son exclusivas e
indelegables y su prestación es, en principio, gratuita. Todo ello puede alterarse si el
Rosella Pasetti.
Finanzas. Profesor: Jiménez.
Estado resuelve utilizar su poder de imperio para exigir prestaciones a los individuos a
quienes tales actuaciones atañen.
Diferencia con los otros tributos: la diferencia con el impuesto consiste en que la tasa integra
su hecho imponible con una actividad estatal, circunstancia que no se da en el impuesto, que
es percibido con prescindencia de todo accionar concreto del Estado.
En cuanto a la diferencia entre tasa y contribución especial, la tasa requiere una actividad
particularizada en el obligado, en cambio, en la contribución especial necesita de una actividad o
gasto estatal que repercuta beneficiosamente en el patrimonio o la renta de una persona
determinada.
Desde un punto de vista teórico, el precio es un ingreso no tributario, cuya fuente jurídica radica
en el acuerdo de voluntades entre el Estado, prestador del servicio, y el usuario, que paga por el
servicio. La tasa es una de las especies del género tributo y halla su fuente jurídica en la voluntad
unilateral y coactiva del Estado, que impone al contribuyente el pago de una determinada suma
por la realización de una actividad o la prestación de un servicio con relación a ese contribuyente.
Tasa y precio son dos figuras jurídicas, dos técnicas, dos instituciones que incorporan un régimen
jurídico diferente. El legislador, a la hora de elegir entre tasa y precio, debe tener presente el
régimen jurídico que tal elección predeterminada y, en virtud del régimen debe establecer y
fundamentalmente teniendo en cuenta las condiciones constitucionales a que está sometido el
establecimiento de un tributo, deberá efectuar su opción. La elección del tributo implica
privilegios para la Administración y, como contrapartida, la intervención del Poder Legislativo. El
precio carece, para su cobro, de privilegios.
OTROS TRIBUTOS.
CONTRIBUCIONES ESPECIALES: son tributos debidos en razón de beneficios individuales o de
grupos sociales derivados de la realización de obras o gastos públicos o de especiales
actividades del Estado.
Rosella Pasetti.
Finanzas. Profesor: Jiménez.
Se caracteriza por la existencia de un beneficio que puede derivar no sólo de la realización de una
obra pública, sino también de actividades o servicios estatales especiales, destinado a beneficiar a
una persona determinada o a ciertos grupos sociales. El beneficio es el criterio de justicia
distributiva particular de la contribución especial, puesto que entraña una ventaja económica
reconducible a un aumento de riqueza. Sin embargo, el beneficio sólo tiene eficacia en el
momento de redacción de la norma, el beneficio se agota jurídicamente en el pensamiento del
legislador. Es así porque el beneficio de los contribuyentes deriva, en general, de obras públicas.
CONTRIBUCIÓN DE MEJORAS: son las contribuciones especiales en las que el beneficio del
obligado proviene de una obra pública que presuntamente beneficia a dicho contribuyente al
incrementar el valor de su o sus inmuebles.
PEAJE: significa la prestación dineraria que se exige por circular en una vía de comunicación
vial o hidrográfica.
Es un tributo por ser una prestación pecuniaria que el Estado exige coactivamente y ejerciendo su
poder de imperio. Las vías de comunicación son bienes de dominio público por naturaleza y
gratuitos. Su onerosidad puede ser admisible ante determinadas y especiales circunstancias;
entonces el Estado cobra por su uso particularizado.
Es una contribución especial porque existe actividad estatal vinculante productora de un beneficio
individual que ciertas personas reciben como consecuencia del aprovechamiento de determinadas
obras públicas de comunicación.
CONTRIBUCIONES PARAFISCALES: son las exacciones recabadas por ciertos entes públicos
para asegurar su financiamiento autónomo, razón por la cual generalmente su producido
no ingresa en la tesorería estatal o rentas generales, sino en los entes recaudadores o
administradores de los fondos obtenidos.