Comentario de Texto Bloque II, Eduardo Morera. Historia Medieval de España en La Universidad de Huelva (UHU)

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Eduardo Morera Zorrilla.

Comentario de textos: Bloque II

- 1er. Texto: Batalla de Zalaca

La naturaleza del texto es historiográfica. Se trata de una crónica


historiográfica que ofrece información sobre la batalla de Zalaca (o de
Sagrajas). Para describir el relato de la lucha y el triunfo de los musulmanes, el
autor ofrece un relato minucioso y profundo de los incidentes.

El texto es un pasaje de Ibn Abi Zar, historiador y jurista andalusí que escribió
el libro Rawd al-qirtas en el siglo XIII. El autor, que escribe desde un punto de
vista musulmán, alaba el triunfo militar de los almorávides. En el texto no se
menciona a ningún destinatario en particular, pero se intuye que está escrito
de forma parcial, de modo que serviría para ensalzar el poderío musulmán de
la época ante el lector.

Aunque el suceso que se describe en el texto tuvo lugar el 23 de octubre de


1086, se sabe que la obra Rawd al-qirtas fue creada a principios del siglo XIV,
ya que es cuando vivía su autor, Ibn Abi Zar.

En el texto se describe, con perspectiva musulmana, la importante victoria de


Zalaca, de los almorávides de Yusuf sobre el rey Alfonso VI de León.
La Península Ibérica estaba dividida en varios reinos cristianos en el momento
de la batalla de Zalaca, además del territorio musulmán de al-Andalus. El rey
de León Alfonso VI "el Bravo" había invadido con frecuencia la región de al-
Andalus hasta el momento de la guerra en un esfuerzo por aumentar su reino.
Este conflicto tuvo una gran influencia en la zona, ya que supuso uno de los
primeros reveses significativos para los cristianos en su conflicto con los
musulmanes en al-Andalus. Además, supuso el inicio de la expansión territorial
de los almorávides y su posterior conquista de buena parte del territorio
perdido, si bien no lograrían conquistar Toledo.

El trasfondo histórico del texto se refiere esencialmente a una lucha y batalla


que tuvo lugar en la Península Ibérica en el siglo XI entre ejércitos cristianos y
musulmanes que se disputaban el control de la región. Este conflicto, que
influyó notablemente en la zona y en la Historia de al-Andalus, incluyó como
enfrentamiento importante la batalla de Zalaca.

En el primer párrafo se describe cómo Alfonso VI estaba enzarzado en combate


con Dawu ben 'A'ycha cuando Yusuf y su ejército llegaron al campamento del
rey. También el ataque al campamento de Alfonso VI por parte de Yusuf y su
ejército mientras éste luchaba contra Dawu ben 'A'ycha. El campamento de
Alfonso VI fue destruido por Yusuf, que también masacró a los jinetes de su
campamento vencido y a los valientes y guerreros que allí acampaban. Yusuf y
sus tropas querían expulsar al ejército cristiano y establecer un mayor dominio
musulmán sobre la Península Ibérica.

Yusuf, llamado emir de los musulmanes, es el primer personaje que aparece.


Yusuf es miembro de la dinastía musulmana conocida como los almorávides,
que tuvo sus inicios en el Magreb y posteriormente se extendió por el norte de
África y la Península Ibérica. Bajo el liderazgo de Yusuf, los almorávides se
convirtieron en un formidable enemigo de los reinos cristianos de la península.
El texto también hace referencia al ejército de Lamtuna y las cabilas
almorávides de Sindhaja, que acompañan a Yusuf en su campaña militar. Las
cabilas eran tribus nómadas que habitaban en el norte de África, mientras que
Lamtuna se refiere a una confederación de tribus bereberes que formaban
parte de los almorávides.

Alfonso VI, rey de Castilla y León, es la siguiente figura mencionada en el libro.


Alfonso VI, uno de los gobernantes más importantes de la Edad Media en la
Península Ibérica, fue uno de los principales defensores de la llamada
"Reconquista" cristiana frente al control musulmán. Durante su mandato,
Alfonso VI conquistó numerosas ciudades importantes, como Toledo y
Zaragoza.

Alfonso VI y Dawu ben 'A'ycha, otro personaje que aparece en la narración, son
mencionados como combatientes en el texto. Dawu ben 'A'ycha es un hombre
del que se sabe poco, pero que muy posiblemente fue un comandante
musulmán en conflicto con los cristianos de la Península Ibérica en la Edad
Media.

La primera línea del segundo párrafo da a entender que los musulmanes


estaban dispuestos a perder la vida para defender su causa al afirmar que
lucharon aquel día "como quien busca el martirio y desea la muerte".

El autor menciona a al-Mutamid, rey taifa de Sevilla en la época del conflicto.


En el fragmento ""asaltad al enemigo de Dios", dijo al-Mutamid a sus
seguidores (...) declarando la derrota de los cristianos", se le representa como
un hombre audaz y decidido al dar la orden de asalto. Dirigió a los musulmanes
en su conflicto con los cristianos.

La frase "Acometed al enemigo de Dios" es una declaración que refuerza la


motivación religiosa de los musulmanes en la batalla, indicando que están
luchando por Alá y su fe. Además, esta orden también implica una muestra de
confianza en la victoria, alentando a los soldados musulmanes a atacar con
fuerza al enemigo.
"No cesó la pelea de cargar sobre él, hasta la puesta del sol" nos da a entender
que la batalla contra Alfonso VI continuó sin descanso y duró todo el día, lo
cual añade más valor a la insistencia de los musulmanes y pone a Alfonso VI
como un enemigo difícil de superar.

Otra frase a resaltar es la de "y al ver también la constancia de los almorávides


y su pura intención en la guerra santa". Esta frase resalta el cómo los
almorávides hacían de esta una guerra santa.

Con "Fue esta una de las mayores derrotas que sufrieron los enemigos de
Dios", se refiere de nuevo al significado religioso que tenía esta batalla para los
musulmanes (aunque también lo era para los cristianos, más aun la posterior
batalla de las Navas de Tolosa, 1212, pero eso ya lo trataremos en el siguiente
comentario de texto), quienes la consideraban una victoria en la guerra santa
contra los "enemigos de Dios" que eran los cristianos.

En la siguiente parte, "en la que murieron sus reyes politeístas y sus auxiliares,
sus defensores y sus valientes, y no se salvó de todos ellos sino Alfonso,
gravemente herido, y un puñado de quinientos caballeros, heridos también, de
los cuales cuatrocientos murieron en el camino", el autor descrube las bajas
sufridas por los cristianos en la batalla de Zalaca. Se dice que murieron en ella
todo tipo de importantes personajes cristianos y se refiere a estos como
politeístas, ya que los musulmanes no entendían que para los cristianos la
virgen María no es un dios más y tampoco entendían el misterio de la
Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). También es de resaltar la
parte en la que se dice que Alfonso VI fue herido en batalla, lo cual es correcto.
Además, solo un pequeño grupo de quinientos caballeros sobrevivieron, de los
cuales cuatrocientos murieron por el camino a Toledo.

Finalmente, cuando dice “sufriendo en ella el martirio cerca de tres mil


musulmanes, que habiendo ya recibido antes otros beneficios de Dios, lo
vieron coronado por este martirio” se vuelve a referir al ideal de una guerra
santa. De modo que a los caídos musulmanes durante la batalla los
consideraban mártires al dar su vida por su causa, la “yihad” (o guerra santa
para los musulmanes).

La intención del autor al realizar este texto fue la de mostrar la contundente


victoria musulmana y las consecuencias devastadoras para el bando cristiano,
permitiendo recuperar (de forma temporal) a los almorávides gran parte del
territorio conquistado por los cristianos. También es una forma de glorificar la
victoria musulmana y exaltar la importancia de la guerra santa contra los
"enemigos de Dios".

Sin embargo, esta victoria fue en realidad una bastante amarga para sus
vencedores musulmanes, ya que en ella murió el heredero de Yusuf y tuvo que
volverse a África, de modo que no pudo consolidar el territorio recuperado a
Alfonso VI.

Aunque Alfonso VI se mantuvo a la defensiva tras la derrota de Zalaca,


posteriormente hizo las paces con el Cid, que viajó a Toledo a finales de 1086 o
principios de 1087, para reforzar su posición. Las taifas andalusíes dejaron de
pagarle parias a raíz de este importante revés, lo que supuso una importante
disminución de los recursos militares de la Corona de León. Debido a esta
escasez de recursos, el monarca se vio obligado a depender cada vez más de
poderosos señores para proteger la frontera: Entre Valencia y Toledo, Alvar
Fáñez; El Cid en el este; y Pedro Ansúrez en Toledo. El mismo cometido se
encomendó al conde Raimundo, yerno del monarca, más al oeste. En los dos
años siguientes, el Cid consiguió hacer que las taifas del Levante se sometiesen
a Alfonso VI.

A pesar de estar escrita desde un punto de vista musulmán y ser un tanto


tendenciosa, la obra puede considerarse muy fiable porque el autor es un
historiador del siglo XIII, utilizó fuentes primarias para su obra.

La batalla tuvo una gran importancia para el devenir de la “Reconquista”, pues


supuso un freno temporal a la expansión cristiana hacia el sur peninsular. Esta
batalla es comparable a otras batallas similares y cercanas en el tiempo, como
la de Las Navas de Tolosa, la cual conllevo la victoria definitiva sobre los
almohades y la irreversible consolidación de la supremacía militar cristiana en
la península.

Desde el punto de vista de la historiografía, la Batalla de Zalaca ha sido un


objeto de debate entre historiadores, concretamente en lo que atañe a su
importancia y trascendencia en este período de la Historia. Mientras unos
historiadores consideran que fue un suceso decisivo en la lucha por el control
de la península, otros ven este suceso como otra batalla más en el conflicto
popularmente conocido como la “Reconquista”. Si bien pienso que la Batalla
de Zalaca tuvo consecuencias a largo plazo en la Historia Medieval de España
ya que, al prolongar la existencia de Al-Andalus, contribuyó a conformar la
identidad cultural y religiosa de España, dando al sur de España unas
características distintivas.

- 2º. Texto: Campañas de Alfonso VIII: Batalla de Las Navas de


Tolosa

El texto en cuestión es de naturaleza historiográfica, ya que en él se relata la


batalla de las Navas de Tolosa, que tuvo lugar el 12 de julio de 1212, durante el
reinado de Alfonso VIII de Castilla. El texto presenta una narración detallada de
los hechos, incluyendo información sobre la estrategia y las tácticas utilizadas
en la batalla, así como sobre la organización y composición de las fuerzas que
participaron en ella. Además, el texto es un documento histórico importante
ya que proporciona información valiosa sobre un evento clave en la Historia
Medieval de España.

No se especifica el autor, si bien la cita del documento es un estudio realizado


por A. Huici Miranda y editado por R. Jimeno en 2011.
El destinatario del contenido es la hermana de la reina de León y Galicia,
Blanca, esposa de Luis, primogénito del rey de Francia. El destinatario puede
considerarse importante, ya que Berenguela le está transmitiendo una buena
noticia para toda la cristiandad, la victoria sobre los almohades en las Navas de
Tolosa (campaña a la que el papa daría la condición de Cruzada).

La noticia emana de Berenguela, reina de León y Galicia (esposa de Alfonso IX


de León e hija de Alfonso VIII de Castilla), y se dirige a su hermana Blanca, que
es la esposa del rey Luis VIII de Francia.

En cuanto a la datación cronológica, el texto fue realizado en 2011, pero el


contenido data necesariamente de 1212 o levemente posterior a esta fecha.

El texto trata sobre la batalla de Las Navas de Tolosa de 1212, en la que se


produjo la importante victoria cristiana sobre los almohades.

En cuanto al contexto histórico de la batalla. Desde finales del siglo XII,el


Imperio almohade, un estado islámico que había surgido en el norte de África,
se había expandido por el norte de África y el sur de la Península Ibérica. Esta
expansión había llevado a los almohades a enfrentarse con los reinos cristianos
de la península en diversas ocasiones, y en el año 1212 se produjo la batalla de
las Navas de Tolosa, una de las más importantes de la Edad Media; ya que
supuso la retirada almohade, la creación de nuevas taifas y abrió el valle del
Guadalquivir a la conquista cristiana.

La carta comienza con una fórmula de saludo que se ajusta a las convenciones
literarias de la época, y expresa el afecto que une a las dos hermanas.

Berenguela de Castilla y León (1180-1246) fue hija del rey Alfonso VIII de
Castilla y de Leonor de Plantagenet, que a su vez era hija de Enrique II de
Inglaterra. Berenguela sería madre de Fernando III el Santo, quien continuaría
las políticas de su padre en la expansión y unificación del territorio peninsular,
mayormente a costa de Al-Andalus.

Blanca de Castilla (1188-1252), también era hija de Alfonso VIII y de Leonor de


Plantagenet. En 1200, contrajo matrimonio con Luis VIII, hijo del rey de Francia
Felipe II Augusto, con quien tendrá muchos hijos, entre los que estaría el
futuro rey Luis IX de Francia.

La afectividad del principio del texto contrasta con la marcialidad del resto del
mensaje, en el cual va a describirse la batalla de las Navas de Tolosa. La carta,
por tanto, puede ser vista como un intento de mantener las buenas relaciones
entre ambas cortes, en un momento en que la alianza entre los reyes de
Castilla y de Francia era importante para la defensa la cristiandad occidental
frente a un gran enemigo.

Primero se menciona a su padre, Alfonso VIII de Castilla, quien (obviamente)


fue rey de Castilla desde 1158 hasta su muerte en 1214. En su reinado intentó
expandir el territorio castellano hacia el sur, tratando de conquistar territorios
andalusíes. En esta campaña sería acompañado por órdenes militares
(concretamente las del Temple, Santiago, Calatrava y Hospital) y por los reyes
de Aragón y Navarra (Alfonso IX de León no participó, pero envió caballeros
leoneses).

Antes de la batalla, Alfonso conquistó los castillos que se encontraban entre


Toledo y el puerto de montaña (tras lo cual se retiraron los voluntarios
franceses al no estar de acuerdo con los hispanos en su modo de hacerle la
guerra al “infiel”), y se dirigía hacia dicho puerto para continuar con su avance.

Miramamolín, como le mal llamaban los cristianos; título que en árabe se dice
Amir ul - Muslimim o príncipe de los creyentes, su nombre real era
Muhámmad an-Násir. Este era el emir almohade, y estaba en el poder durante
el mismo periodo que Alfonso VIII. Miramamolín gobernó durante un tiempo
de relativa inestabilidad y se mantendría en el poder prácticamente hasta su
asesinato en 1213, en Marrakech.

Cuando dice que Miramamolín cerró los pasos de montaña a Alfonso VIII y que
los castellanos tuvieron que buscar otro camino para continuar su avance, la
intención de Berenguela sería resaltar las dificultades que enfrentó la coalición
liderada por su padre para conseguir derrotar a un enemigo formidable.

Y cuando dice “esto sucedió el día de la sexta feria, o sea, el 13 de julio”, se


refiere a una fecha concreta, pues estas ferias eran importantes eventos,
principalmente comerciales, que podían ser semanales o mensuales.

En la parte en la que se menciona quienes conforman la primera línea, nos dice


que la lideraba Diego López II de Haro. Este es el señor de Vizcaya, y fue
acompañado por su hijo en batalla. Sabemos que los señores del norte, como
este, tenían intereses en expandir sus dominios en nuevas zonas del sur.

La presencia en primera línea de tropas señoriales y de caballeros de las


ordenes militares indica que pusieron a la élite de su infantería (la más pesada)
en el frente, reservando las milicias concejiles a los flancos de la segunda línea
para prestar apoyo en el frente de batalla.

Cuando se nos describen el resto de las líneas, nos sitúa a cada rey en cada una
de las líneas restantes, conformando el propio Alfonso VIII la cuarta y última
línea. Lo cual nos indica que reservaban a la caballería de élite (los reyes con
sus caballeros) para una jugada de emergencia (como harían bien avanzada la
batalla).

También se nos menciona la famosa táctica andalusí de la falsa retirada:


primero una oleada la “carne de cañón”, es decir, tropas ligeras que absorban
la carga de las tropas pesadas para dejar que estas tropas ligeras se retiren y,
cuando los cristianos siguieran su avance, caerles encima con la tropa de élite
almohade y realizar un rodeo a su caballería pesada con una caballería más
ligera, capaz además de arrojar proyectiles.

Finalmente, la táctica que empleó Alfonso VIII sería la antigua táctica de


“decapitar a la serpiente”, es decir, asesinar o poner en fuga al líder enemigo
(en este caso al Miramamolín). Para ello, los tres reyes (Alfonso VIII de Castilla,
Alfonso IV de Aragón y Sancho VII de Navarra) cargarían contra la tienda del An
Násir, poniéndolo en retirada y, así, a todo su ejército.

También se nos describe cómo al día siguiente, ya terminada la batalla, se


dedicaron a perseguir a los enemigos que aún estaban a la fuga (“Hasta la
mañana siguiente persiguieron a los vencidos e hirieron a muchos de ellos”).
Esto fue también otro movimiento estratégico, pues así evitarían que el
ejército enemigo se reorganizara en un contraataque, evitando así futuros
problemas.

El objetivo de esta carta; teniendo en cuenta que Berenguela tuvo un


importante papel en la política de su época, participando activamente en
negociaciones y acuerdos con reinos cercanos; sería transmitir a la corte
francesa (a través de su hermana Blanca) la gran victoria de su padre. Por
tanto, transmitiendo la sensación de que Alfonso VIII era un monarca
prestigioso, buen estratega y habilidoso en las armas, además de representarlo
como salvador de la cristiandad occidental.

En lo que atañe a la fiabilidad del texto, es de tener en cuenta que estamos


tratando una carta escrita por una reina a su hermana, que además es la
esposa de un rey de otra potencia europea (Francia), por lo que es muy
probable que se haya omitido información (como la retirada de los cruzados
franceses tras la conquista pacífica de la fortaleza de Calatrava) o se haya dado
una versión parcial de lo ocurrido (como que la carga de los tres reyes contra la
tienda de An - Násir fue una carga desesperada además de una buena
estrategia). Sin embargo, al tratarse de un relato detallado y concreto de la
batalla, es una fuente de gran valor para conocer este hecho histórico, como
demuestra el que haya sido usado por A. Huici Miranda en su Estudio sobre la
campaña de las Navas de Tolosa.

La importancia histórica de la batalla de Las Navas de Tolosa es indudable, ya


que (como hemos dicho antes) abrió a los cristianos por primera vez en 500
años las puertas del valle del Guadalquivir. Por lo que supuso un cambio en la
balanza de poder del conflicto, que hasta entonces había sido favorable a los
musulmanes.

Otra batalla que podría compararse a las Navas de Tolosa por su importancia
histórica, pero (aunque encuadrada en la Edad Media española) algo lejana en
el tiempo.

Historiográficamente, es importante decir que la carta de Berenguela es una


fuente valiosa para conocer la batalla de Las Navas de Tolosa desde una
perspectiva cristiana, si bien sería interesante conocer otras versiones del
conflicto para conseguir una información lo más veraz posible. Sea como fuere,
la batalla de Las Navas de Tolosa es un hito importante en la Historia Medieval
de España.

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