Nulidad

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PROCEDIMIENTO : Aplicación General.


MATERIA : Reconocimiento de la Relación Laboral, Despido
Injustificado, Nulidad del Despido y Cobro De Prestaciones.
DEMANDANTE : WILMA MAGDALENA AGUILERA OSORIO.
R.U.N : 9.801.294-K.
DOMICILIO : Miguel Faraday N°02521 - Temuco.
ABOGADO : ÍTALO CARLOS JALABERT ARIAS.
R.U.N : 16.794.602-K.
DOMICILIO : Hochstetter #560, Oficina N°508 - Temuco.
DEMANDADO : SECRETARÍA REGIONAL MINISTERIAL DE BIENES
NACIONALES REGIÓN DE LA ARAUCANÍA.
R.U.T : 61.402.018-0.
DOMICILIO : Arturo Prat 535, Temuco.
REPRESENTANTE : ÁMBAR VANESSA CASTRO MARTÍNEZ.
R.U.N : 15.651.703-8.
DOMICILIO : Arturo Prat 535, Temuco.
REPRESENTANTE : FISCO DE CHILE. Consejo de Defensa.
R.U.T : 61.806.000-4.
DOMICILIO : Arturo Prat N°847, 2° piso, OF. N°202, Temuco.
REPRESENTANTE : ÁLVARO SÁEZ WILLER.
R.U.N : 8.152.561-7.
DOMICILIO : Arturo Prat N°847, 2° piso, OF. N°202, Temuco.

EN LO PRINCIPAL: Demanda por Declaración de Reconocimiento de la Relación Laboral, Despido


Injustificado, Nulidad del Despido y Cobro de Prestaciones; PRIMER OTROSÍ: Acompaña
documentos; SEGUNDO OTROSÍ: Actuaciones electrónicas y forma de notificación; TERCER
OTROSÍ: Patrocinio y Poder.

S. J. L. DEL TRABAJO DE TEMUCO.

ÍTALO CARLOS JALABERT ARIAS, chileno, Abogado, cédula de identidad número


16.794.602-K, domiciliado en Avda. Hochstetter #560, Oficina N°508, de la comuna y ciudad de
Temuco, Provincia de Cautín; Región de La Araucanía; en representación convencional, según se
acreditará; de doña WILMA MAGDALENA AGUILERA OSORIO, chilena, Asistente Dental, cédula
de identidad número 9.801.294-K, domiciliada en calle Miguel Faraday N°02521, de la comuna y
ciudad de Temuco, Provincia de Cautín; Región de La Araucanía; a U.S., con respeto digo:

Que, por este acto, en la representación que invisto y de conformidad a lo dispuesto en los
artículos 162, 168, 446 y demás disposiciones pertinentes del Código del Trabajo, y encontrándome dentro
de plazo legal, vengo en deducir demanda en Procedimiento de Aplicación General Laboral por
Declaración de Reconocimiento de la Relación Laboral, Nulidad del Despido, Despido Injustificado y Cobro
de Prestaciones Laborales Adeudadas en contra de la SECRETARÍA REGIONAL MINISTERIAL DE
BIENES NACIONALES REGIÓN DE LA ARAUCANÍA, Persona Jurídica de Derecho Público, R.U.T N°
61.402.018-0; representada por la Secretaria Regional Ministerial de Bienes Nacionales de La Araucanía,
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doña ÁMBAR VANESSA CASTRO MARTÍNEZ; cédula de identidad número 15.651.703-8, Abogada,
ambos domiciliados en calle Arturo Prat 535, de la comuna y ciudad de Temuco; a su vez representada
por el FISCO DE CHILE, Persona Jurídica de Derecho Público, representada legalmente por el Procurador
Fiscal del Consejo de Defensa del Estado, don ÁLVARO SÁEZ WILLER, Abogado, ambos con domicilio
en calle Arturo Prat N°847, Segundo piso, Oficina N° 202, de la comuna y ciudad de Temuco, Provincia de
Cautín; Región de La Araucanía, para efectos que se decrete la existencia de la relación laboral y que el
despido de que fue objeto mi representada es ilegal, indebido e improcedente, y se dé lugar a las
peticiones que se señalarán, ello en razón de los argumentos de hecho y de derecho que a continuación
expongo:

LOS HECHOS.

ANTECEDENTES DE LA CONTRATACIÓN.

Que, desde el día 01 de JULIO del año 2020, doña WILMA MAGDALENA AGUILERA
OSORIO, ya individualizada, fue contratada por la Secretaría Regional Ministerial de Bienes
Nacionales de la Región de la Araucanía, en la función de Apoyo Administrativo de la Unidad de
Regularización, en la ciudad de Temuco, a fin de ejecutar labores en sus dependencias ubicadas en
calle Arturo Prat #535, comuna y ciudad de Temuco.

Que, para el desempeño de sus funciones se extendieron por la demandada sucesivos


documentos contractuales con la denominación de tratarse de convenios “a honorarios” o con la
utilización de otras variadas y distintas denominaciones o figuras que fijaban parcialmente las
labores y alguna otra modalidad de la relación contractual, la que en los hechos, en forma
permanente e inalterada, se desarrolló con la descripción y con los requisitos que prevé el artículo 7°
del Código del Trabajo, reuniendo lo necesario de esa regla. En especial, la prestación de servicios
personales bajo subordinación y dependencia a cambio de una remuneración.

A fin de ilustrar a S.S., la existencia de la relación laboral entre el Servicio aludido y mi


representada y los contratos suscritos de forma sucesiva, se desglosa el siguiente detalle:

I. Contrato N° 1. Desde el 01 de Julio de 2020 al 31 de diciembre de 2020 con una


remuneración de $750.000.- (setecientos cincuenta mil pesos); y un aguinaldo de $25.000.-
(veinticinco mil pesos) para los meses de septiembre y diciembre ambos del año 2020.

II. Contrato N° 2. Desde el 01 de Enero de 2021 al 31 de Marzo de 2021 con una


remuneración de $750.000.- (setecientos cincuenta mil pesos).

III. Contrato N° 3. Desde el 01 de Abril de 2021 al 31 de Diciembre de 2021 con una


remuneración de $750.000.- (setecientos cincuenta mil pesos); y un aguinaldo de $25.000.-
(veinticinco mil pesos) para los meses de septiembre y diciembre ambos del año 2021.

IV. Contrato N° 4. Desde el 01 de Enero de 2022 al 31 de Enero de 2022 con una


remuneración de $750.000- (setecientos cincuenta mil pesos).

V. Contrato N° 5. Desde el 01 de Febrero de 2022 al 31 de Diciembre de 2022 con una


remuneración de $800.000- (ochocientos mil pesos) y un aguinaldo de $25.000.- (veinticinco
mil pesos) para los meses de septiembre y diciembre ambos del año 2022; cuyo término lo
fue sin ajustarse a derecho, según se dirá.

Así las cosas, desde su ingreso al Servicio, mi representada desempeñó labores para la
demandada como Administrativa en la Unidad de Regularización de la SEREMI de Bienes
Nacionales de la Región de la Araucanía, en sus dependencias y domicilio ya indicados, cargo
evidentemente estable, permanente e indispensable en la organización funcional de la SEREMI
referida; todo ello dentro del marco de los convenios suscritos por la demandada; a saber;

Para el primer contrato suscrito S.S., mi representada fue contratada con cargo a la
ejecución del convenio Gobierno Regional de la Región de la Araucanía un Convenio de
Transferencia de recursos denominado “PROGRAMA DE REGULARIZACIÓN DE LA PROPIEDAD
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RAÍZ MEDIANTE DEMANDA ESTRUCTURADA EN LA REGIÓN”, Código BIP N° 30112538, cuyas


modificaciones fueron aprobadas por resolución N°095 de fecha 29 de Noviembre del 2013 y N°129
de fecha 25 de noviembre de 2014 , N°4 de fecha 20 de Enero de 2016 ,N° 129 de fecha 29 de
Diciembre del 2016, N° 138 de Fecha 28 de Septiembre de 2018 y Nº 216 de fecha 18 de marzo de
2019 y Nº 103 de fecha 11 de octubre de 2019, por el Gobierno Regional de La Araucanía.

Luego, para el segundo y hasta el último contrato suscrito por mi representada S.S., fue
contratada con cargo a la ejecución del convenio de colaboración suscrito entre la Subdirección
Nacional de Temuco de CONADI y la Secretaría Regional Ministerial de Bienes Nacionales de la
Región de la Araucanía, Resolución Exenta N°197 del 22 de abril de 2020 y sus posteriores
renovaciones y/o modificaciones conforme a las Resoluciones Exentas de aprobación.

Cabe destacar S.S., que la prestación de servicios efectuada por la demandante de autos lo
fue física y materialmente en las dependencias de la demandada, sin existir, en la realidad,
variaciones sustanciales en la naturaleza de los servicios que se desarrollaron desde el inicio de la
relación laboral, con la excepción lógica y evidente conforme a las circunstancias especiales de
pandemia que se suscitaron, las que se expondrán a lo largo de este relato.

En virtud del último contrato celebrado por mi representada para efectuar las labores
asociadas a la Unidad de Regularización del Servicio aludido, a mi representada le correspondía
realizar las siguientes funciones:

1. Envío de Documentación a Beneficiarios: Mediante carta certificada.

2. Envío de la siguiente documentación: Oficios Servicio Electoral y Servicio de Registro Civil.


Envío y exhibición de Carteles. Envío de Oficios SII a fin de que Informe dentro de los 15
días siguientes de la recepción del oficio. Notificación Titular del Rol. Prestar apoyo en el
envío a Difrol. Despacho para la Mensura y Plano.

3. Efectuar las diligencias correspondientes para las 2 Publicaciones para el diario de


circulación regional, la que deberá efectuarse los días 1 o 15 de mes e inscripción en el
CBR: Ingreso de las resoluciones "C" al Conservador de Bienes Raíces, para lograr su
Inscripción en Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces competente.

4. Finalización y archivo: Recopilación de todas las Copias de Resoluciones C, con sus


respectivas Inscripciones, las cuales son adjuntadas a la postulación, dando por terminada
la tramitación.

5. Atención de público, casos de competencia de la Seremi y que digan relación con el


Convenio de Transferencia ya señalado y ejecutar cualquier otra labor encomendada por la
Seremi que diga relación con las prestaciones profesionales contratadas y relacionadas con
materias propias del Servicio.

Sin embargo, desde que mi representada ingresó a la Secretaría Regional Ministerial de


Bienes Nacionales Región de La Araucanía, estuvo sujeta a jornadas de trabajo establecidas y
determinadas de forma expresa y unilateral por su ex empleador y en la ejecución de sus labores
siempre estuvo sujeta y condicionada por constantes supervisiones provenientes del poder de
mando de sus superiores, situación que denotaba la obligación de cumplir con un deber de
obediencia en el desempeño de sus funciones; por lo que sin perjuicio de realizar las funciones
descritas anteriormente, se le encomendaba permanentemente labores propias de un Servicio, tales
como:

I. Labores asociadas al funcionamiento de Oficina de Partes en cuanto a la digitalización y


carga de documentos al sistema de tramitación digital de expedientes SISTRED de dicho Servicio;
respecto de toda documentación que ingresaba por Oficina de Partes a los expedientes de
regularización, sin distinción alguna del origen del Convenio al que pertenecían u origen del
financiamiento para los “Proyectos”, sino que de acuerdo a la asignación de la Jefa de Unidad; sean
estos con cargo al Fondo Ministerial, Convenio con el Gobierno Regional (GORE), Ventana Única de
Regularización (VUR), Convenio con Ministerio de Desarrollo Social (Convenio MDS), CONADI
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Regional y/o Nacional, etc., documentos en expedientes con financiamiento particular, en


expedientes rezagados, digitalizar y cargar recursos de reposición, oficios, cartas, etc.

II. Velar que la nomenclatura del sistema SISTRED sea coherente con la etapa en que debía
transitar el expediente según el flujo de tramitación que establece el Servicio, y en caso de error,
solucionar vía solicitud o Ticket dirigido a la unidad informática en Nivel Central, para que corrigieran
los errores que se producían.

III. Además, diariamente recibía una minuta de despacho interno desde Oficina de Partes con
toda la documentación que en lo pertinente, ingresaba al Servicio desde dicha ventanilla.

IV. Durante la Pandemia, estuvo a cargo del control de ingreso en la puerta de acceso al
Servicio, debiendo tomar y controla la temperatura de los usuarios, instar el uso de los elementos
personales de protección que dictaba la Autoridad Sanitaria, debiendo dejar registro de todo ello en
una bitácora que el Servicio le proporcionaba diariamente.

V. En relación con el punto anterior; su trabajo fue presencial en tiempos de COVID, momentos
en lo que debió de ejecutar el trabajo administrativo de quienes se encontraban con teletrabajo;
imprimir, ensobrar, elaborar Sets de inscripción a Conservadores de la región, notificar, etc., sin
distinción alguna del origen del Convenio al que pertenecían u origen del financiamiento para los
“Proyectos”.

VI. Mandar notificar por carta certificada Resoluciones Exentas tipo A, B y/o C; positiva y/o
negativa, con cargo a cualquier convenio de los indicados; despachar oficios a otros servicios tales
como SII, Servel, Registro Civil, Notificar al presunto dueño, elaborar tres tipos de resoluciones; para
publicación, se manda a inscribir a conservador, hasta poder entregar el título de dominio al
solicitante

VII. Además, en más de alguna oportunidad mi representada prestó apoyo en el marco de las
salidas de la denominada Oficina Móvil de Bienes Nacionales, cuya finalidad era acercar la
atención del Servicio mediante un furgón multipropósito, que recorría todas las comunas de la
Región de la Araucanía, con la emisión del respectivo cometido funcionario y viático en caso de
corresponder.

Adicional a estas labores propias del Servicio, los requisitos de la subordinación que pide el
Código del Trabajo se verificaban en el cumplimiento del horario de 44 horas a la semana, desde las
08:30 a las 17:30 horas de lunes a jueves, y los viernes desde las 08:30 a 16:30 horas. Dicha
jornada laboral, mi representada la debió cumplir en las dependencias de la Secretaría Regional
Ministerial de Bienes Nacionales de la Región de la Araucanía, en la ciudad de Temuco, lugar donde
compartía oficina con otros funcionarios del Servicio.

Así como también, durante la pandemia y estado de emergencia sanitaria SARS-


COVID2019, como se dijo S.S., en tiempos de cuarentena y teletrabajo, se le exigía informar las
labores ejecutadas durante la semana, a través de correo electrónico, cumpliendo en todo momento,
con las obligaciones de horario y desempeño conforme a las instrucciones impartidas.

Sin perjuicio de lo anterior, dado sus funciones, mi representada fue una de las funcionarias
que regresó a la presencialidad, debiendo ir incluso a la oficina cuando se encontraban vigentes las
medidas restrictivas de cuarentena; acudiendo a sus labores con los permisos propios de la
autoridad que permitía el desplazamiento. Permiso único colectivo que debía solicitar el empleador a
sus “trabajadores indispensables”, tal como lo señala el instructivo de desplazamiento de la época, al
definirlo como tal. Al mismo tiempo señalaba que se otorgaría a “aquellos trabajadores
imprescindibles y cuya función sea crítica para la realización de la actividad propia del giro de la
institución y que, además, no puedan cumplir sus funciones de forma telemática, puedan asistir de
manera presencial al lugar de trabajo y/o circular en el ejercicio de sus funciones.” Por lo que
semanalmente se informaba los trabajadores que asistirían a cumplir labores, y se confeccionaban
los respectivos salvoconductos.
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En cada renovación, cada contrato contemplaba de forma expresa, el derecho de hacer uso
de descanso por un máximo de quince días hábiles durante el año calendario, o el equivalente
según periodo de contratación. Además, se le otorgó la posibilidad de solicitar permisos para
ausentarse de sus labores por motivos particulares hasta por seis días hábiles en el año calendario,
con goce de remuneraciones, los que podían ser fraccionados por días o medios días. (días
administrativos).

En los meses de septiembre y diciembre, adicionalmente a su remuneración, le pagaban


aguinaldo por las fiestas patrias y navidad respectivamente, lo cual, quedaba expresamente
estipulado en el contrato.

Cabe destacar que, durante el tiempo de trabajo, mi representada no tuvo reclamos, ni


amonestaciones de ninguna especie que pudieren derivar de su comportamiento y desempeño
laboral. Las contraprestaciones en dinero que percibió mi representada de su ex empleador por
causa del contrato de trabajo que la mantuvo ligada con dicha entidad, las percibía a través de un
documento confeccionado por la SEREMI, que se titulaba “INFORME MENSUAL DE
ACTIVIDADES”.

Cabe destacar que, a pesar de estar contratada a honorarios en el marco de los convenios
ya enunciados, le fue asignado por parte del Servicio un correo institucional propio del Ministerio de
Bienes Nacionales siendo este el correo: [email protected], el cual, junto a su clave le permitía
acceder a la red del Servicio y a diversas plataformas diseñadas para “sus trabajadores y/o
empleados”

Su jefa directa e inmediata fue doña Sumara Candia Roa, Abogada encargada de la Unidad
de Regularización de la Seremi de Bienes Nacionales de La Araucanía, desde que mi representada
ingresó al Servicio a la actualidad, quien diariamente se encargaba de impartir las órdenes vía
correo electrónico o vía telefónica y, a quien debía enviar un reportes cada vez que lo solicitaba,
dando cuenta de las labores realizadas durante el periodo requerido, o bien, a don Antonio Poblete
Hillerns, cuando éste último hacía las veces de encargado subrogante de la Unidad de
Regularización.

Sin embargo S.S., y según el vínculo de subordinación y dependencia que existía entre mi
representada y la demandada, el trabajo se realizó según “las pautas de dirección y organización
que impartía el empleador, quedando de manifiesto que se encontraba por tanto sujeta la
trabajadora a dependencia técnica y administrativa”, lo que se traduce en instrucciones y controles
acerca de la forma y oportunidad de la ejecución de las labores por parte de la trabajadora, es decir,
según las instrucciones recibidas por sus superiores.

Para afectos del artículo 172 del Código del Trabajo la última remuneración mensual
percibida por mi representada, remuneración de carácter fijo; lo fue por la suma de $800.000.-
(ochocientos mil pesos)

Es así, como mi representada prestó servicios para la Unidad de Regularización de la


SEREMI de Bienes Nacionales de la Región de La Araucanía.

ANTECEDENTES Y CIRCUNSTANCIAS DEL DESPIDO.

A finales del mes de diciembre del año 2022 S.S., antes del término de su jornada laboral, mi
representada mantiene una conversación con su jefatura directa doña Sumara Candia Roa, en la
que se le comunica que el cese de sus funciones en la SEREMI de Bienes Nacionales de La
Araucanía finalizaría el día 31 de Diciembre del año 2022, indicándole de esa forma la no renovación
para el año 2023.

En dicha oportunidad, se le indicó que la razón de la no renovación nada tenía que ver con
su desempeño profesional, todo lo contrario, sino que lamentaban dicha comunicación pero que no
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dependía de ellos, señalando que la SEREMI no contaba con los recursos suficientes para seguir
costeando su sueldo.

Luego, el funcionario Jorge Beltrán, Abogado que ejercía labores de gabinete en el Servicio
aludido, le reitera y ratifica el hecho de su desvinculación.

Así las cosas S.S., mi representada concurre a su puesto de trabajo hasta el último día, a
pesar de la comunicación de no renovación, cumpliendo de manera responsable, profesional y
eficiente a cada una de sus funciones y dentro del horario establecido, en las dependencias del que
hasta ese momento fuera su lugar de trabajo durante más de dos años.

Así fue como se produjo la separación efectiva de funciones el día 31 de Diciembre del año
2022 como se acreditará en la etapa procesal correspondiente.

En consecuencia, y conforme lo señala el artículo 168 inciso primero, el despido debe


entenderse realizado “sin invocación de causa legal”, y por tal razón debe condenarse al
empleador al pago de las indemnizaciones contempladas en el artículo 162 inciso cuarto y 163 inciso
segundo, más el recargo del artículo 168 inciso primero letra b, todas normas del Código del
Trabajo.

II.- EL DERECHO.

EN CUANTO A LA NATURALEZA DE LA RELACIÓN LABORAL QUE UNÍA A LAS PARTES.

Si bien, mi representada fue contratada bajo la norma del artículo 11 de la Ley N° 18.834,
esto es, aquella que permite la contratación sobre la base de honorarios a profesionales y técnicos
de educación superior o expertos en determinadas materias, esta misma disposición establece
determinadas exigencias adicionales, las cuales son:

a) Que se traten de labores accidentales;

b) Que no sean habituales;

c) Que se trate de cometidos específicos;

No obstante en la realidad las labores prestadas por mi representada jamás fueron “no
habituales” dentro de la Institución, tampoco se trataron de labores “accidentales”, ni mucho menos
los servicios que prestó a su ex empleador se pueden catalogar de “específicos”, esto es, transitorios
y temporales, puesto que como se respaldará en la etapa procesal correspondiente, la
relación con el empleador se llevó́ a cabo fuera del marco legal que establece el artículo 11 de la
Ley N°18.834, siendo aplicable en este caso la norma común y general en Derecho Laboral, y el
Código del Trabajo en toda su extensión.

En esta parte, resulta interesante traer el razonamiento expresado por la Jueza Titular del
Juzgado de Letras del Trabajo de Temuco, doña Viviana Loreto Ibarra, en causa similar, RIT O-250-
2018, en la cual se indica: “Como se puede apreciar, no se trata de labores accidentales o un
cometido específico, pues estas labores no solo son habituales, sino que son de la esencia misma
de esta Secretaria Regional Ministerial de Bienes Nacionales de la Región de la Araucanía, la cual
tiene por objeto principal todo lo que dice relación con la regularización de la propiedad raíz. Que,
malamente podría concebirse la existencia de esta SEREMI sin la función de regularización de la
propiedad raíz y todo lo que dice relación con esta, tales como invalidaciones, saneamiento,
oposiciones, recursos de protección, requerimientos de usuarios o requerimiento de distintas
instituciones públicas e informes en relación a este tema. Cabe preguntarse ¿Qué sentido tendría la
existencia de esta Secretaria si no cumpliese estas funciones?”

Constituye un hecho manifiesto de la causa que la relación existente entre la demandada y


la demandante tiene la naturaleza propia de una relación laboral, regida por la normativa del Código
del Trabajo, ello pues se configuran con claridad sus elementos propios, definidos en los artículos
3°, 7° y 8° de dicho cuerpo legal.
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Al respecto, el artículo 3º del Código del Trabajo definiendo lo que debemos entender por
empleador, dispone que será "la persona natural o jurídica que utiliza los servicios intelectuales o
materiales de una o más personas en virtud de un contrato de trabajo" y definiendo lo que vamos a
entender como trabajador, indica que será: “toda persona natural que preste servicios personales
intelectuales o materiales, bajo dependencia o subordinación, en virtud de un contrato de trabajo”

Por su parte, y reiterando lo expresado, el artículo 7º del cuerpo legal citado, consagra como
elemento de la esencia del contrato de trabajo, la prestación de servicios personales bajo
dependencia y subordinación del empleador.

A su vez, el artículo 8º, inciso primero, del citado cuerpo legal, agrega: "Toda prestación de
servicios en los términos señalados en el artículo anterior, hace presumir la existencia de un contrato
de trabajo".

Del contexto de estas disposiciones legales es dable inferir que para que una persona sea
considerada trabajador de otra bastará con que preste a ésta servicios personales, ya sea
intelectuales o materiales, mediando subordinación y dependencia y que reciba a cambio de dicha
prestación una remuneración determinada.

En otros términos, para que una persona detente la calidad de trabajador basta con:

a) Que preste servicios personales, ya sean intelectuales o materiales;

b) Que, la prestación de dichos servicios la efectúe bajo un vínculo de subordinación o


dependencia, y

c) Que, como retribución a los servicios prestados, reciba una remuneración determinada.

La subordinación jurídica a la que se refieren los artículos 3º, 7º y 8º del Código del Trabajo,
corresponde a la situación de control y mando en que se encuentra el empleador en relación a su
contraparte del contrato, el trabajador, quien, a su turno, se encuentra en una situación de sujeción
personal que se caracteriza porque su trabajo se inserta en una organización de medios personales
y materiales -la empresa- que él no controla ni dirige.

No obsta a las consideraciones anteriores, el hecho de que el trabajador tenga suscrita una
contratación bajo la modalidad de “prestación de servicios”, como el caso de autos, pues la
presunción de laboralidad del artículo 8º del Código del Trabajo, fluye de la sola concurrencia de las
condiciones precedentemente enunciadas haciendo presumir la existencia de un contrato de trabajo
aun cuando las partes le hayan dado otra denominación a la respectiva relación jurídica. Esto nos
pone siempre en presencia de un contrato de trabajo si en la práctica se dan los elementos
señalados.

De este modo, en el caso de marras, más allá de las apariencias de las formas jurídicas
suscritas entre las partes, que llevarían, en principio, a entender que la demandante no es un
dependiente del demandado en los términos del citado artículo 3° del Código del Trabajo, es
necesario, en concordancia con las definiciones legales citadas, y en aplicación del denominado
principio de primacía de la realidad, determinar la realidad fáctica de su situación para así calificar
adecuadamente la naturaleza de la relación jurídica que les une.

El principio de la Primacía de la Realidad definido por Américo Plá en su obra “Los


Principios Del Derecho Del Trabajo”, “Significa que en caso de discordancia entre lo que ocurre en la
práctica y lo que surge de documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a
lo que sucede en el terreno de los hechos” y es aplicable a la especie porque en ningún caso resulta
posible negar el carácter realista del Derecho del Trabajo. La existencia de una relación de trabajo
depende, no de lo que las partes hubieren pactado, sino de la situación real en que el trabajador se
encuentre colocado; y es que el Derecho de Trabajo depende cada vez menos de una relación
jurídica subjetiva, sino de una situación objetiva, cuya existencia es independiente del acto que
condiciona su nacimiento. Por esto resulta erróneo pretender juzgar la naturaleza de la relación de
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acuerdo con lo que las partes hubieren pactado, ya que si las estipulaciones consignadas en el
contrato no corresponden a la realidad, carecen de todo valor.

Prima, entonces, la verdad de los hechos, sobre la apariencia, la forma o la denominación


que las parte asignaron al contrato.

Así, por lo demás, lo ha declarado en reiteradas ocasiones la Corte Suprema, que ha


sostenido que "entre los principios imperantes en materia del Derecho del Trabajo, y que sirven de
inspiración al derecho positivo en esta rama, se encuentra el de la primacía de la realidad que
significa que en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de los
documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el terreno
de los hechos” (Rol 21.950, 16.03.1987). En el mismo sentido Corte de Apelaciones de Concepción
en causa Rol 2307-2001. “Que en autos, si bien formalmente el actor aparece prestando servicios a
la Municipalidad en base a un contrato a honorarios, lo cierto es que la fisonomía de ese contrato
presenta una realidad distinta: que a Orellana lo vinculaba una relación laboral con la demandada,
que recibía instrucciones y órdenes precisas, que cumplía horario y estaba obligado a asistir
diariamente a la Corporación Edilicia y dar cuenta de la labor realizada, que tenía un jefe directo, que
gozaba de vacaciones y permisos, que trabajaba exclusivamente para una persona y recibía un
pago mensual, que ocupaba oficina e infraestructura de la demandada y no era ni profesional
universitario ni técnico calificado. En Derecho del Trabajo opera el principio de la “Primacía de la
Realidad” por sobre las apariencias formales que en caso de discrepancia entre lo que ocurre en la
práctica y lo que surge de documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a
lo que sucede en el terreno de los hechos (Américo Plá Rodríguez: Los principios del Derecho del
Trabajo Tercera Edición 1998, página 13). Y, la realidad en el presente caso es que el actor se
encontraba, sin duda, unido a su contraparte por un contrato de trabajo y no por uno a honorarios,
ya que las cosas son según su esencia y no como las partes deseen denominarlas, a lo que
cabe agregar que los derechos que otorga la legislación laboral son irrenunciables”

Igual criterio emplea nuevamente la Corte Suprema: “el principio de la primacía de la


realidad en el Derecho del Trabajo que implica que en caso de desacuerdo entre lo que ocurre en la
práctica y lo que surge de documentos o acuerdos, debe estarse preferentemente a lo primero, es
decir, a lo que sucede en el terreno de los hechos, informa lo previsto en el artículo 8º del Código del
Trabajo, que presume la existencia de contrato de trabajo siempre que exista una situación en que
una persona se obliga a prestar servicios bajo dependencia y subordinación de otra, que se obliga a
pagar por estos servicios una remuneración determinada.”

Y a mayor abundamiento la Corte de Apelaciones de Santiago, en la causa “Palmara


Iribarre, María con Fisco de Chile” señaló: “que si bien es cierto el artículo 4º de la Ley 18.746 hizo
declaración en el sentido que las contrataciones efectuadas por la demandada por prestaciones de
servicios se encontraban conforme a derecho y debían entenderse que lo habían sido sobre la base
de honorarios, es un principio interpretativo de la ley que ésta no puede alterar la realidad de las
cosas, y que dicha realidad constituye un límite al legislador que no puede éste sobrepasar” por lo
procedió a dar por establecido que los servicios fueron prestados en calidad de trabajador
dependiente y la existencia del contrato de trabajo”

Entonces, al tener en cuenta las condiciones en que el trabajador desempeñó sus funciones
durante el plazo que duró en vínculo, esto es, bajo órdenes debiendo cumplir un horario obligatorio,
y permaneciendo en las dependencias de propiedad del demandado, se configuran los elementos
básicos de la relación laboral, es decir, la subordinación o dependencia.

Que, además es necesario considerar que las labores que cumplía mi representada en el
Servicio eran de carácter permanente, puesto que dicho Servicio siempre requerirá la presencia de
un trabajador en la calidad que se desempeñó mi representada, siendo esas funciones esenciales y
permanentes en el tiempo, no estimándose por esta parte que dichas funciones se encuadren en
una de carácter transitorio, por lo que no cabe más que concluir según la normativa analizada y
según los principios que informan nuestro derecho, la presencia de un vínculo de naturaleza laboral,
más allá del nombre que las partes hayan otorgado a la relación en los documentos respectivos.
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NULIDAD DEL DESPIDO.

Como es sabido, los incisos 5° y 6° del artículo 162 del Código del Trabajo, agregados por
la ley N° 19.631, de 1999, disponen: “Para proceder al despido de un trabajador por alguna de las
causales a que se refieren los incisos precedentes o el artículo anterior, el empleador le deberá
informar por escrito el estado de pago de las cotizaciones previsionales devengadas hasta el último
día del mes anterior al del despido, adjuntando los comprobantes que lo justifiquen. Si el empleador
no hubiere efectuado el íntegro de dichas cotizaciones previsionales al momento del despido, éste
no producirá el efecto de poner término al contrato de trabajo". “Con todo, el empleador podrá
convalidar el despido mediante el pago de las imposiciones morosas del trabajador lo que
comunicará a éste mediante carta certificada acompañada de la documentación emitida por las
instituciones previsionales correspondientes, en que conste la recepción de dicho pago.”

De las disposiciones legales antes citadas se desprende que para proceder al despido por
las causales de los números 4, 5, o 6 del artículo 159; del artículo 160 y del artículo 161 del Código
del Trabajo; el empleador deberá informar por escrito al trabajador el estado de pago de las
cotizaciones previsionales hasta el último día del mes anterior, y si ellas no estuvieren integradas
hasta esta fecha al momento del despido, éste no producirá el efecto de poner término al contrato de
trabajo, en este caso el empleador en todo el periodo efectivamente trabajado, jamás ha declarado
ni pagado cotizaciones previsionales.

En ese mismo orden de ideas, estamos eventualmente, ante un caso de no pago de


imposiciones, y en atención a lo dispuesto a los incisos ya citados del artículo 162 del Código del
Trabajo, la comunicación del despido no hace cesar la relación laboral, y por tanto subsiste la
obligación de mantener el pago de las remuneraciones y demás prestaciones del contrato de trabajo
hasta cuando se materialice la convalidación del despido pagando las cotizaciones morosas, e
informando de ello al trabajador mediante carta certificada, acompañando los comprobantes de las
instituciones previsionales que acrediten dicho pago.

En razón de lo anteriormente expuesto, concurren los requisitos exigidos por la ley para
ejercer la acción de nulidad del despido y solicitar a su vez las indemnizaciones que emanan en el
artículo 162 del Código del Trabajo.

EN CUANTO AL DESPIDO CARENTE DE CAUSAL Y LAS INDEMNIZACIONES QUE


PROCEDEN.

Atendido a lo dispuesto en el artículo 168 del Código del Trabajo, el trabajador cuyo contrato
termine por aplicación de una o más de las causales establecidas en los artículos 159, 160 y 161, y
que considere que dicha aplicación es injustificada, indebida o improcedente, o que no se haya
invocado ninguna causal legal, como en la especie, podrá recurrir al Juzgado competente, dentro del
plazo de sesenta días hábiles, contado desde la separación, a fin de que éste así lo declare. En este
caso, el Juez ordenará el pago de la indemnización a que se refiere el inciso cuarto del artículo 162 y
la de los incisos primero o segundo del artículo 163, según correspondiere, aumentada esta última
de acuerdo a las reglas que establece la misma norma invocada. En este caso en particular de
acuerdo a la letra b) de dicha disposición, que establece un aumento del 50% cuando se declarara
injustificado el mismo.

Todo esto porque la normativa contenida en el Código Laboral que regula la terminación del
contrato de trabajo, está inspirada en lo que la doctrina ha llamado "estabilidad relativa en el
empleo", conforme a la cual el trabajador tiene el derecho de permanecer indefinidamente en su
empleo mientras no se configure una justa causa de terminación de contrato, y si prospera el
despido injustificado, indebido o improcedente, tiene el derecho a la respectiva indemnización por
años de servicios.
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JURISPRUDENCIA.

REFERIDA A LA CALIFICACIÓN DE LA RELACIÓN LABORAL.

I. Excelentísima Corte Suprema de Justicia, que en Fallo de Unificación de Jurisprudencia, con


fecha 01 de Abril de 2015, en causa Rol N° 11.584-2014, dictaminó categóricamente que: “En otros
términos, se uniforma la jurisprudencia, en el sentido que corresponde calificar como vinculaciones
laborales, sometidos al Código del Trabajo, a las relaciones habidas entre una persona natural y un
órgano de la Administración del Estado, en la especie, una Municipalidad, en la medida que dichas
vinculaciones se desarrollen fuera del marco legal que establece -para el caso- el artículo 4° de la
Ley N° 18.883, que autoriza la contratación sobre la base de honorarios ajustada a las condiciones
que dicha norma describe, en la medida que las relaciones se conformen a las exigencias
establecidas por el legislador laboral para los efectos de entenderlas reguladas por la codificación
correspondiente”.

II. Fallo de Unificación de Jurisprudencia, Corte Suprema, en causa Rol Nº 31160-2016, con
fecha 10 de Noviembre de 2016 dictaminó: “Decimotercero: Que, entonces, la acertada
interpretación del artículo 1° del Código del Trabajo, en armonía con el artículo 11 de la Ley N°
18.834, está dada por la vigencia de dicho Código para las personas naturales contratados por la
Administración del Estado, que aun habiendo suscrito sucesivos contratos de prestación de servicios
a honorarios, por permitírselo el estatuto especial que regula a la entidad contratante, se
desempeñan en las condiciones previstas por el Código del ramo. Bajo este prisma debe
uniformarse la jurisprudencia, en el sentido que corresponde calificar como vinculaciones laborales,
sujetas al Código del Trabajo, a las relaciones habidas entre una persona natural y un órgano de la
Administración del Estado, en este caso, en la medida que dichos lazos se desarrollen fuera del
marco legal que establece el artículo 11 de la Ley N° 18.884, que autoriza la contratación, sobre la
base de honorarios, ajustada a las condiciones que dicha norma describe, en la medida que las
relaciones se conformen a las exigencias establecidas por el legislador laboral para los efectos de
entenderlas reguladas por la codificación correspondiente”.

III. Fallo de Unificación de Jurisprudencia, Corte Suprema, en causa Rol Nº 5699-2015, de


fecha 19 de Abril de 2016: “Decimoséptimo: Que, en consecuencia, la acertada interpretación del
artículo 1° del Código del Trabajo en relación con el artículo 4° de la Ley N° 18.883, está dada por la
vigencia de dicho Código para las personas naturales contratados por la Administración del Estado,
en la especie una Municipalidad, que aun habiendo suscrito sucesivos contratos de prestación de
servicios a honorarios, por permitírselo el estatuto especial que regula a la entidad contratante,
prestan servicios en las condiciones previstas por el Código del ramo; en otros términos,
corresponde calificar como vinculaciones laborales, sometidos al Código del Trabajo, las relaciones
habidas entre aquéllos en la medida que dichas vinculaciones se desarrollen fuera del marco legal
que establece –para el caso- el artículo 4° de la Ley N° 18.883, que autoriza la contratación sobre la
base de honorarios ajustada a las condiciones que dicha norma describe, y se conformen a las
exigencias establecidas por el legislador laboral para los efectos de entenderlas reguladas por la
codificación correspondiente. Tal es la correcta doctrina, que, además, ha mantenido esta Corte en
el último tiempo, v. gr., Roles N°11.584-14, N°24.388-14 y N°23.647-14 (este último, contra el
Servicio de Vivienda y Urbanismo).”

IV. Fallo de Unificación de Jurisprudencia, Corte Suprema, en causa Rol Nº 7091-2015 de fecha
28 de Abril de 2016, dictaminó: “Séptimo: Que, por consiguiente si una persona se incorpora a la
dotación de una municipalidad bajo la modalidad contemplada en el artículo 4 de la Ley N° 18.883,
pero, no obstante ello, en la práctica presta un determinado servicio que no tiene la característica
específica y particular que expresa dicha norma, o que tampoco se desarrolla en las condiciones de
temporalidad que indica, corresponde aplicar el Código del Trabajo si los servicios se han prestado
bajo los supuestos fácticos ya señalados en el motivo anterior, que importan un concepto, para este
caso, de subordinación clásico, esto es, a través de la verificación de indicios materiales que dan
cuenta del cumplimiento de las ordenes, condiciones y fines que el empleador establece, y que
conducen necesariamente a la conclusión que es de orden laboral. Lo anterior, porque dicho código
constituye la regla general en el ámbito de las relaciones laborales, y, además, porque una
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conclusión en sentido contrario significaría admitir que, no obstante concurrir todos los elementos de
un contrato de trabajo, el trabajador queda al margen del Estatuto Laboral, en una situación de
precariedad que no tiene justificación alguna.”

REFERIDA A LA APLICACIÓN DE LA SANCIÓN DE NULIDAD ESTABLECIDA EN EL


ARTÍCULO 162 INCISO QUINTO Y SIGUIENTES DEL CÓDIGO DEL TRABAJO.

I. Fallo de Unificación de Jurisprudencia, Corte Suprema, en causa Rol Nº 45842-2016 de


fecha 7 de diciembre de 2016, dictaminó: Décimo quinto: Que las reflexiones anteriores permiten
concluir que si la sentencia determina que la relación habida entre las partes es de naturaleza
laboral, el trabajador puede reclamar que el empleador no ha efectuado el íntegro de las
cotizaciones previsionales a la época del despido, y, por consiguiente, el pago de las
remuneraciones y demás prestaciones que correspondan durante el período comprendido entre la
fecha del despido y la de envío al trabajador de la misiva informando el pago de las imposiciones
morosas, puesto que la sentencia es declarativa, unido al hecho que, como se señaló, la finalidad de
la citada norma es proteger los derechos de los trabajadores afectados por el incumplimiento del
empleador en el pago de sus cotizaciones de seguridad social contenida en el artículo 162 del
Código del Trabajo, decidió que la de la instancia no incurrió en el vicio denunciado, concluyendo
que es procedente aplicar al demandado la sanción señalada en esa disposición, al haberse
determinado la existencia de la relación laboral entre las partes. Por su parte, en el motivo
duodécimo del fallo de la instancia, se asentó que al haberse acreditado la existencia de un contrato
de trabajo, la ocurrencia de un despido, y que a la fecha del despido las cotizaciones no estaban
declaradas y menos pagadas, era plenamente procedente aplicar al demandado la sanción que
consigna el inciso 7° del artículo 162 del estatuto laboral, sin perjuicio de su obligación de pago de
las cotizaciones de seguridad social cuyo cobro debe hacerse por la instituciones respectivas.”

II. Fallo acoge Recurso de Unificación de Jurisprudencia, dicta Sentencia de Reemplazo Corte
Suprema, en causa Rol Nº 8.318-2014 de fecha 3 de Marzo de 2015: “Sexto: Que sobre la base de
la existencia de una situación jurídica dada, en el caso de autos una relación laboral, se dedujo
demanda con el objeto que se declarara además de la injustificación del despido, que este fue nulo e
ineficaz porque las cotizaciones de seguridad social no habían sido “íntegramente pagadas” a lo cual
se accedió́. Se constató o declaró su existencia, pero en ningún caso se constituyó, puesto que ésta
no registra su nacimiento desde que quede ejecutoriada la decisión en que el tribunal la reconoció,
sino desde la fecha que en cada caso se indica, que corresponde a la oportunidad en que las partes
la constituyeron. Cosa distinta es que una de ellas se resista a dar cumplimiento a las prestaciones
que de esa relación jurídica se desprenden, las que el tribunal especificará en su sentencia,
condenando al demandado a su pago; condena que tiene por antecedente el reconocimiento del
derecho que le asiste al actor, el cual también ha sido declarado. Se conjugan las acciones
declarativas y de condena. De estimarse que se constituye el derecho en la sentencia, nada ha
existido con anterioridad y no procedería hacer lugar a la demanda contemplada en los incisos 5° y
7° del artículo 162 del Código del Trabajo, independiente de que haya retenido o no de las
remuneraciones de los trabajadores las cotizaciones previsionales y de salud, pues el presupuesto
fáctico que autoriza para obrar de esa manera se configura, según se aprecia de su tenor, por el no
entero de las referidas cotizaciones en los órganos respectivos en tiempo y forma; razón por la que,
verificado, el trabajador puede reclamar el pago de las remuneraciones y demás prestaciones de
orden laboral durante el período comprendido entre la fecha del despido y la de envío de la misiva
informando el pago de las imposiciones morosas¨.

PRINCIPIO DE LA IRRENUNCIABILIDAD DE LOS DERECHOS Y TEORÍA DE LOS ACTOS


PROPIOS EN MATERIA LABORAL.

I. La calificación de laboralidad de un contrato es un derecho irrenunciable por excelencia. Si


se cumplen los requisitos para que una vinculación sea considerada como laboral, esa calificación
debe preferirse siempre, cualquiera que sea la denominación que le hayan asignado las partes,
justamente porque está involucrado un derecho indisponible. (SIERRA, Alfredo. “La Teoría de los
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Actos Propios en el Ámbito Laboral”. En: Cuadernos de Extensión Jurídica, Universidad de Los
Andes N° 18, 2010, pp. 141 y ss.). Lo contrario, supondría aceptar que el Derecho tolera que un
acuerdo de voluntades viole o infrinja la ley. En este sentido, no resulta procedente aplicar dicha
teoría para el caso de marras, toda vez que operaría contra el trabajador la circunstancia de que
hubiera consentido en la contratación a honorarios, sin protesta alguna durante toda la prestación de
servicios. Esta aseveración es incorrecta en varios sentidos, así también lo ha entendido la
jurisprudencia de nuestros Tribunales Superiores de Justicia al sostener que “dicha aseveración
importa contrariar el principio de la primacía de la realidad, cuya manifestación más relevante es la
de hacer que prevalezca lo que sucede en el terreno de los hechos, por sobre aquello que indiquen
los documentos; es decir, actúa como un criterio de apreciación de la prueba, en la medida que
permite desvirtuar el contenido instrumental, haciéndole perder toda la significación y valía;
seguidamente, porque comporta desconocer tanto la frecuencia con la que se celebra este tipo de
contratos en relación que, tras su escrutinio, son de índole laboral; y finalmente, porque significa
olvidar proverbial asimetría de las partes contratantes en esta clase de asuntos, hasta llegar a la
resignación de la libertad de una de ella, para mantener su fuente de ingresos” . Corte de
Apelaciones de Santiago, 08.01.2014, Rol N° 1.205-2013.

II. Excelentísima Corte Suprema de Justicia en Fallo de Unificación de Jurisprudencia


dictaminó categóricamente que: “los principios tradicionales del derecho privado no son aplicables
de modo absoluto en el campo del derecho laboral, desde que intervienen principios proteccionistas
a favor del operario, entre ellos, la irrenunciabilidad de los derechos, como principio de carácter
general, que impide que el trabajador por la vía del acuerdo renuncie a aquello que le beneficia,
porque eso haría ineficaz el Derecho Laboral”. Corte Suprema, 04.08.2015, Rol N° 24.091- 2014.

En consecuencia S.S., en base a lo latamente expuesto, estamos en presencia de un


despido completamente nulo e injustificado, como fue el de mi representada.

Así, con la finalidad de graficar los conceptos y respectivos montos demandados, hemos de
detallar a la siguiente tabla:

ÚLTIMA REMUNERACIÓN MENSUAL $800.000.-

1.- Indemnización Sustitutiva de Aviso Previo. $800.000.-


2.- Indemnización por años de Servicio. (2 años) $1.600.000.-
3.- Recargo legal del artículo 168 Código del Trabajo. $800.000.-
TOTAL 3.200.000.-

POR TANTO; en mérito de lo expuesto y según lo dispuesto en los artículos 168 y


siguientes del Código del Trabajo, y demás disposiciones legales vigentes y atingentes;

RUEGO A U.S.; se sirva tener por interpuesta demanda de Declaración de


Reconocimiento de la Relación Laboral, Despido injustificado, nulidad del despido, sanciones de la
nulidad del despido y cobro de prestaciones en contra de la SECRETARÍA REGIONAL
MINISTERIAL DE BIENES NACIONALES REGIÓN DE LA ARAUCANÍA, representada por la
Secretaria Regional de Bienes Nacionales de La Araucanía, doña ÁMBAR VANESSA CASTRO
MARTÍNEZ; a su vez representada por el FISCO DE CHILE, Persona Jurídica de Derecho Público,
representada legalmente por el Procurador Fiscal del Consejo de Defensa del Estado, don ÁLVARO
SÁEZ WILLER, todos ya individualizados en autos, acogerla en todas sus partes y declarar que el
despido que fue objeto mi representada es ilegal, indebido e improcedente, estableciéndose en
definitiva que:
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A) Que, la relación jurídica que ha unido a las partes de este juicio desde el 01 de Julio de 2020 al
31 de Diciembre de 2022 ha sido de naturaleza laboral, regida por la normativa del Código del
Trabajo;

B) Que, atendido a lo dispuesto en el artículo 489 del Código del Trabajo inciso tercero, y el artículo
162 del Código del Trabajo, la demandada debe pagar en favor de mi representada, una
remuneración mensual equivalente al mes de aviso previo. Es decir, una indemnización por mes de
aviso de $800.000.-

C) Que, atendido a lo dispuesto en el artículo 489 del Código del Trabajo inciso tercero y en el
artículo 163 del Código del Trabajo, una indemnización equivalente a una remuneración mensual por
cada año trabajado en el Servicio. Es decir, una indemnización por 02 años de servicio; la suma de
$1.600.000.-

D) Atendido lo dispuesto en el artículo 489 del Código del Trabajo inciso tercero, y en el artículo 168
del Código del Trabajo, un recargo a los años de servicio del 50% por no haberse invocado causa,
es decir $800.000.-

E) Que; se ordene el pago de las cotizaciones impagas durante todo el periodo que duró la relación
laboral, según liquidación que practique el Tribunal.

F) Que, se ordene el pago que deriven de la aplicación de los incisos 5° y 7° del artículo 162° del
Código del Trabajo, denominada “Ley Bustos”, según liquidación a practicar.

G) Que, todos los montos demandados sean pagados más intereses y reajustes correspondientes.

H) Que, se condene a la demandada al pago de las costas del juicio.

PRIMER OTROSÍ: Pido a S.S tener por acompañados, en conformidad a lo prescrito por el artículo
490 del Código del Trabajo:

1. Copia simple de Contrato suscrito entre las partes del juicio, cuya vigencia lo fue desde el 01 de
Julio de 2020 al 31 de diciembre de 2020.
2. Copia simple de Contrato suscrito entre las partes del juicio, cuya vigencia lo fue desde el 01 de
Enero de 2021 al 31 de Marzo de 2021.
3. Copia simple de Contrato suscrito entre las partes del juicio, cuya vigencia lo fue desde el 01 de
Abril de 2021 al 31 de Diciembre de 2021.
4. Copia simple de Contrato suscrito entre las partes del juicio, cuya vigencia lo fue desde el 01 de
Febrero de 2022 al 31 de Diciembre de 2022.
5. Escritura Pública de Mandato Judicial de fecha 23 de Febrero de 2023 otorgada ante la Notario
Público de Temuco doña Eliana Andrea Martínez Cárdenas, Suplente de la Titular doña Esmirna
Vidal Moraga, anotada en el Repertorio N° 2122-2023.

SEGUNDO OTROSÍ: Solicito a U.S., tener presente y se sirva autorizarme para realizar en este
juicio presentaciones por vía electrónica y además, que todas las notificaciones de resoluciones que
correspondan efectuar a esta parte, se realicen al correo electrónico: [email protected].

TERCER OTROSÍ: Ruego a U.S. tener presente que, atendida mi calidad de Abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión, vengo en asumir el patrocinio y poder en la presente causa, con
amplias facultades que ostento, que constan en la Escritura Pública de Mandato Judicial de fecha 23
de Febrero de 2023 otorgada ante la Notario Público de Temuco doña Eliana Andrea Martínez
Cárdenas, Suplente de la Titular doña Esmirna Vidal Moraga, anotada en el Repertorio N° 2122-
2023, cuya copia con firma digital avanzada acompaño en el primer otrosí de esta presentación.

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