Apuntes Metafísica
Apuntes Metafísica
Apuntes Metafísica
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30-01-2023
No hay ningún elemento en metafísica que nos lleve hacia la irreflexión. La propia
palabra metafísica lo indica. Es una palabra que viene de Aristóteles. En los documentos
del Liceo había una serie de papeles que Andrónico de rodas no supo dónde colocar.
Estos apuntes estaban colocados más allá de la física, de aquí metafísica (más allá de la
física). La física trata de algo distinto a lo que hoy entendemos por física. A lo que
entendemos por física los griegos lo trataban como lo natural. La física es la ciencia del
principio del movimiento de las cosas. En Aristóteles esto era de la luna hacia abajo
(mundo sublunar). Este era un mundo violento de movimiento circular inercial
violentado. No solo en un sentido cuantitativo, sino también en el del movimiento
cualitativo, la transformación. La metafísica no es más que la ubicación de unos
elementos que no cabían en otro lugar y se colocaron allí. Luego estos generaron una
estructuración de lo real en la que de algún modo habita aquello que está detrás de lo
físico.
Aunque debemos aclarar que todo esto tiene un elemento de cara al público, otro más
personal o privado que no se ponía de cara al público. Había niveles de enseñanza, se
enseñaban distintas materias y los alumnos retocaban las enseñanzas. Por otro lado,
estaban los apuntes escritos que son de los que hablamos en este caso de Aristóteles.
Con la metafísica sucede que se habla de una filosofía primera, ciencias de los primeros
principios, etc., pero que no están inscritas en ningún ultramundo. No hay nada que
“religiosizar” en el dios del objeto inmóvil aristotélico, nuestra idea de Dios está
contaminada por el dios cristiano. Con la incorporación del pensamiento griego a la
filosofía occidental a través del cristianismo se crea una arquitectura de lo real.
Entonces, se segrega lo real en dos mundos separados por una diferencia ontológica
radical en el que hay una habitación que tiene un carácter no físico pero equivalente a lo
físico y más.
Este es el espacio metafísico. El poder de la creación es lo que nos lleva a pasar al límite
y construir como territorios este tipo de cuestiones. Es importante entender que la idea
que nosotros tenemos, del pensamiento griego secularizado, de que lo real que va de lo
más superficial a lo más denso es una topología de ficción. Hemos convertido la
metafísica en la estructura profunda de la realidad siguiendo la idea occidental
aristocrática. Hemos separado el mundo en distintas habitaciones entre las que
distinguimos una serie de capas que van de mayor a menor profundidad, con mayor o
menor valor y que van ligadas a unos determinados cuerpos. Nuestra posición de algún
modo es capaz de situarse en una distinción entre el aparecer y el ser, siendo así que
todo aparecer mostraría una línea que obligaría a ir profundizando en sus capas hasta
llegar al secreto de la capa metafísica. Se llegaría al secreto metafísico de lo que hay.
Esto deriva totalmente de la operación de lo real ficcionada a partir del poder que un
grupo de individuos tiene sobre otros (amo sobre siervo, varón sobre mujer…) Hay una
realidad en sí, que es “así” y que de algún modo nos está esperando y nos está
envolviendo.
Esto se extiende con el cristianismo desde occidente desde el s. V-VI hasta el XIX-XX
de nuestra era en nuestra cultura. Esta idea cursa diciendo que hay una realidad en sí
misma con una determinación y unidad total en sí misma. Se expresa de tres modos. A
modo de lo Dios o lo eidético, de lo yo o lo alma y de las cosas o del mundo (objetos).
De tal manera que estas regiones o Ideas suponen una ontología general, que trata sobre
la realidad en sí misma. La idea metafísica clásica trata la estructura general dominada
por el ente dios que luego se manifiesta en lo cotidiano a través de la idea de yo o de
mundo. Tiene carácter realista porque se piensa que tanto el yo como los objetos y el
dios está en el conjunto de las cosas (res).
Kant hace un poco más que Descartes. Su posición deriva de Hume, el cual deriva de
Malebranche. Malebranche sostiene una distinción entre mundo material y mental que
solo se puede explicar mediante dios. Refuta la metafísica tradicional. Dios, alma y
mundo no son cosas, no tienen realidad. Esto lo hace mediante las antinomias. No hay
conexión necesaria entre esos ámbitos. Entonces, Kant hace un cartesianismo de
segunda generación. Quiere evitar el precio de la objetividad. El sujeto ya no necesita
del Dios para explicar el mundo. Se llega a la plenitud moderna, por eso Kant es el
filósofo moderno por antonomasia. Este sujeto se presenta como el ser que se da a sí
mismo su propia posibilidad de convertirse en un yo mediante una operación
trascendental. El yo se inviste a sí mismo de una posibilidad plena para el cual ya no
hay una existencia cósica de un dios o un mundo. Termina con la idea de metafísica
como algo real con una estructura de varios niveles.
31-01-2023 (LUIS)
No hay una realidad que corresponda a la metafísica, sino una apertura histórica y
sistemática que se abre paulatinamente hasta llegar a ella. Tal apertura es ficcional y
fáctica y va desechando (reprimiendo u olvidando) otros hechos. La metafísica es un
determinante de posibilidad. Partimos de una consideración de lo que hay.
Históricamente se toman unas determinaciones que van creciendo, no porque existieran
en un principio, sino porque generan un sistema. Este sistema no es a posteriori. Hay
filosofías meramente históricas (la historia es el manantial del sistema) o sistémicas
(estructuralismo, filosofías analíticas…). Con la metafísica tradicional se va
“construyendo” un territorio hasta su auge “arquitectónico” que en este caso estaría en
la Edad Media con Tomás de Aquino (el gran metafísico de nuestra tradición, que no
Aristóteles. La gran obra de Aristóteles es la Física, por construir sistemas (éticos,
políticos, metafísicos) posteriormente).
El caso es que Santo Tomás convierte la filosofía de Aristóteles en una metafísica. Esta
es de corte realista. Lo que hace es decir que todas las entidades que conforman el
mundo tienen una consistencia real. La realidad se constituye en tres regiones (alma,
Dios y mundo) unidas por una generalidad, que es la idea de Ser. De este modo, la
ideación histórica original se convierte en una cosa sistemáticamente, olvidando su
génesis para transformarse en una estructura.
01-02-2023
El espacio del que hablamos no se corresponde con algo real, es ficcional. Toda
posición de naturaleza o realidad es una modalidad de ficción. No una arbitrariedad sino
un procedimiento que constituye una de las estructuras más puras de lo que llamamos
razón. El momento tradicional del momento de razón no es otra cosa que creer que lo
que se da se da en proporciones que podrían estar en lo que hay, pensamiento o
lenguaje. Lo que hay se da en una proporción equivalente a lo que se da en el lenguaje y
pensamiento. Esto es una modalidad de la razón. Pero no hay una distinción u oposición
originaria entre la razón y lo que llamamos ficción. Lo que llamamos razón es una
modalidad epocal e histórica de una capacidad que tenemos los mamíferos de
determinar lo que hay. La razón no es nada en sí mismo independientemente de los
acontecimientos de la vida.
Sin embargo, a partir del siglo XIX y la revolución francesa (que tiene la parte de la
revolución liberal y la parte de la revolución socialista que es aparte) se hace un
replanteamiento total de la metafísica y la ontología. Esto ocurre porque en el s XIX se
introduce un elemento determinante en la consideración de la posición. La posición se
desarrolla históricamente, no está dada totalmente en el principio que la fija como
posición. De algún modo la historia de cómo se llega a una posición es determinante
para saber sobre la posición.
Hay un desfondamiento que se puede cubrir de varias maneras. Los primeros que lo
cubren son Fichte y Hegel. Fichte lo cubre mediante un sistema de reflexiones o
posiciones que multiplica la cuestión kantiana (el yo es trascendental y de algún modo
se pone a sí mismo en el sistema de categorías). Kant une al “a sí mismo” la autonomía
con la universalidad. Fichte la multiplica, dialectiza la posición. El no-yo aparece como
parte de la posición. Así, se pasa de cuestiones simples a cuestiones complejas que
desfondan la ontología de la inmediatez. El yo soy yo se convierte en el yo llego a ser
yo, aunque sea instantáneamente. Esta idea aparece en la filosofía moderna no referida
al yo, sino al Dios. Esta posición aparece en la postura del filósofo francés Arnauld,
sobre las meditaciones metafísicas cartesianas.
Se le hizo una objeción muy importante a Arnauld. Spinoza dice que dios es causa sui,
su propia causa. En un universo de causación en que todo lo real está empaquetado, la
noción de Dios sufre un problema que causa Descartes. Todo está causado excepto
Dios, pero al ser este sustancia infinita tiene que estar vinculado al mecanismo de la
causa. Como no puede estar causado por otro, tiene que ser causa sui. La causa tiene
entonces una relación, no es automática. Pero, al aplicarle la noción de causalidad
vemos que de algún modo tiene este esquema un momento en el que dios no es sí
mismo, aunque sea por una milésima de segundo. Entonces en Dios hay un proceso, no
es instantáneo. De aquí viene la filosofía de Spinoza. Es una autoposición que no es
autoposición, se mete el momento de alteridad. A partir de aquí, en unas sociedades en
que la estructura política cambia y se pasa de un universo cerrado donde la
determinación de lo real se rompe, surge la revolución francesa. No es ya el elemento
objetivo, sino que la subjetividad se libera en todos los órdenes. El individuo es el
principio. Entonces, el individuo tiene que crear un nuevo marco de convivencia en que
la posición de la realidad está vibrando y evolucionando. Esto no existía en el mundo
tradicional circular (primavera, verano, otoño, invierno). En los nuevos modelos, esta
posición que parecía inmediata se abre a la consideración.
Esto dura poco, luego llega Hegel y le da contenido material a esto que viene de Kant y
Descartes y se plasma en Fichte. La filosofía kantiana es sin tiempo y sin historia, pero
Hegel se toma en serio el elemento vibratorio y dinamiza la posición. La posición se
abre a la historia y lo que era un sistema o composición total todo el tiempo, se
convierte en un final. La historia, entonces, nos lleva al sistema. El sistema va creciendo
y solo al final se determina. La posición inicial es fichtiana pero con Hegel es vacía. En
un primer momento la posición es vacía. El ser es lo más vacío e indigente. Este ser se
dice sustancia en términos filosóficos, es un ser inerte. Esta sustancia lo que hace es
desarrollarse mediante una lógica y concluir, pasando por todas las estaciones de lo que
Hegel conocía. A través de estos caminos denigra el paso de la filosofía occidental y la
sustancia se convierte en un “para sí”, en un sujeto. Lo que se produce es una noción de
la posición como una conciencia. Esto se conoce de manera perfecta mediante el
nombre de Idea.
Sucede que Hegel, Marx y todos estos, aunque tengan un esquema revolucionario,
desde un punto de vista más amplio no es más que un despliegue en la historia de la
posición formal de las metafísicas tradicionales. La realidad es un proceso mediante el
cual se informa a sí mismo. A mucha gente les escandalizó, ¿cómo puede ser Dios
indigente y luego ir creciendo? Si postulas la omnipotencia de Dios tienes que evacuar
el problema del mal, tiene que ser un malentendido. Se habla de un dios que se
compadece y otros asuntos similares. El marxismo se conforma con esta idea hegeliana
y materializa el idealismo hegeliano. Por eso el marxismo, desde el punto de vista
filosófico, es una historia de la filosofía tradicional. Son filosofías que llegan hasta los
años finales del siglo XX.
En esta época hay un avance sobre la determinación de la posición. Las filosofías del
siglo XX van ligadas a nuevas subjetividades y desfondan la posición. La posición se
convierte en un punto de partida que no es principio ni llegada. La posición como forma
de determinar lo que hay, ya no es cosa. Lo que sucede es que el aspecto construido del
kantismo y el sentido de la historia hegeliano se desfondan como lugares a los que
acudir. No solo nosotros la deconstruimos (las categorías son acontecimientos
históricos...) sino que el concepto mismo que todavía sostenía el universo total cae.
Nosotros navegamos doblemente hacia una intemperie. Desfondamos la categorización
y la idea de sistemas categorizantes estructurales. Ya no puedes legitimar una posición
de verdad desde estas estructuras. Se desfonda la cualidad, modalidad, causalidad,
finalidad, regresión, posibilidad, realismo… La cosa en sí kantiana tenía realidad, se
consideraba un “en sí” pero era alcanzable. Podíamos solucionar cualquier problema,
pero ahora ya no. La posición se desfonda paulatinamente y por todos los lados. La
posición antigua es de asimetría y de fuerza.
Hay cierta acumulación originaria, hay que ser consciente de que hay una disposición
histórica. Esta acumulación originaria origina la desigualdad. Lo que hace el feminismo
es discutir no la posición de ahora sino la acumulación originaria, lo mismo ocurre con
el animalismo. Siempre hay una necesidad de sistema y ajustes sistémicos.
2-02-2023
Día de digresiones
6-02-2023
Los universos modernos, por ejemplo, la economía moderna, tienen como categoría
central las categorías de relación. El concepto de relación antes no tenía operatividad en
ontología, pero a partir del siglo XIX sí. Las interacciones son las que dan el todo, el
comercio sube x. En las sociedades industriales lo importante no es el producto, sino el
proceso. Cuando quieres mejorar un producto mejoras el proceso. Lo que importa no es
el Ford que vendes, sino el proceso que va cambiando los objetos. La expresión de la
moda es otra manera de decir esto. Tú compras un computador y al mes compras otro.
Esto se ve muy bien en el marxismo. Las entidades son cruces de relaciones, como en
otras filosofías con carácter comunitario. Esto se ve en E. Stein, también, que enfatiza
grandemente en las relaciones y en la empatía. Para poder tener la libertad en el
pensamiento te tienes que alejar del mundo físico. La libertad te da la posición teórica
pero no la práctica. En el siglo XX la economía y la antropología son filosofías
primeras, ya no la teoría del conocimiento, aunque se mantiene la idea del yo burgués.
El yo cognoscente es posterior a la trabazón afectiva o económica. Todavía la
relacionalidad funda mundos que tienen un carácter universal, cuasiobjetivo. Son
universos que de algún modo aspiran a la totalidad.
Lo que sucede a partir de 1970/80/90, con influencia de la IGM y IIGM se dan ciertas
posturas. Con la IGM termina la ontología como objetividad y realidad. La categoría
central que se establece entonces es la de posibilidad. Ya hay una manera última, la
justificación, que no es reducible a los universos de unidad anteriores. La categoría de
posibilidad empieza a acabar con los mundos tradicionales, es irreductible. Esta
categoría se opone a la idea de que lo real es presente. Se abandona la filosofía de la
presencia. Esto coincide con el final de la primacía imperial de occidente con la
aparición del capitalismo financiero, donde los procesos no desencadenan productos,
sino que juegan en su propia posibilidad. Los procesos no tienen un principio y fin. No
se sabe donde están, aunque se saben algunas cosas como que el BBVA se está forrando
con la crisis. No hay posibilidades de reconstrucción lineales que te explican todo, sino
que hay un desbordamiento circular. Se rompe el primer saco de la filosofía hasta el
siglo XX, el saco del argumento ontológico.
7-02-2023
El pensamiento más bajo son las imágenes, sombras de sombras (la eikasía). Estas se
piensan con la imaginación (eikasía). Luego están las cosas físicas, que se piensan o
captan con la sensibilidad. En el mundo de la verdadera realidad está el conocimiento de
la verdadera realidad. Uno se corresponde con el entendimiento y otro con la razón.
Esto es muy importante, pues hay una distinción que atraviesa toda la tradición de la
filosofía. Hay dos niveles, el del entendimiento. Es un nivel de pensamiento superior al
de las meras cosas, pero tiene elementos materiales (las hipótesis). Tiene un carácter
procedimental sobre la materia. Kant dice que el nivel máximo es el entendimiento, no
aceptamos en Kant el elemento de pensamiento superior que todavía Platón entiende (el
que diferencia la metafísica de la ontología). La dianoia es el concepto matemático en
Platón, es un nivel muy alto pero intermedio. El nivel superior es la noesis (razón), el
pensamiento verdadero. La noesis conoce sin experiencia sensible, sin hipótesis y sin
imágenes. Es un conocimiento verdadero de la realidad, lo que normalmente se traduce
por intuición.
Las cualidades no tienen una sola determinación absoluta, son variables. Esto luego se
introduce en la Edad Media, cuando se dice que la bondad que tiene un humano es la
misma que la que tiene dios, pero más pequeña. Dios es bueno, yo soy bueno, y siendo
la misma bondad la que tenemos nuestra bondad es diferente. Luego está la analogía de
proporcionalidad, base de la epikeia, forma de la phronesis (prudencia). En Aristóteles
es lo que te permitía orientarte en el mundo, pues el conocimiento científico y filosófico
no basta para abordar todos los problemas. La phrónesis implica que ante una colección
de hechos los habitúas de una manera u otra. Esto permite la afloración de los cuerpos,
permite un cuerpo no encorsetado con movimiento libre. Todos estos elementos sirven
para modular ontologías flexibles, mediante la ontología. Se permite tener un marco
general que no se decide por determinaciones absolutamente ontológicas, se va llegando
a lugares más flexibles. Martha Nussbaum habla de esto comparando el sistema del bien
de Platón con el de Aristóteles en La fragilidad del bien. El universo ya no unívoco ni
equívoco.
Había culturas heterogéneas: las semíticas, chinas, … Pero también había lenguas como
el latín, el griego, las lenguas escandinavas, el tocario, etc. que tenían una estructura que
se podía reducir a un origen común. Lo que hicieron los sánscritos fue reconstruir las
palabras de diversos idiomas para ver sus raíces comunes. Vemos que lo que creíamos
que era un pensamiento racional elaborado en algún lugar del mediterráneo griego es
una cosa que tiene su propia modalidad en Afganistán, Siria… Podemos decir, como los
filólogos, que dado que los hombres tienen 200000 años y conseguimos analizar hasta el
6000, nos quedan 194000 años. Es a lo que se dedican algunos sabios políglotas. Se
reconstruye el nostrático1, los elementos comunes a las lenguas indoeuropeas. La parte
indoeuropea del pensamiento oriental es el budismo y el hinduismo. La parte no
indoeuropea está el confucionaismo y el taoísmo. En la parte de Japón está el sintoísmo.
El argumento ontológico es la base de la filosofía occidental y de la oriental
indoeuropea. En el pensamiento oriental la relación entre pensar y ser no está orientada
hacia la aprehensión, de conceptos. Es una filosofía de ir soltando manos.
8-02-2023
La realidad que te asegura que estás en una realidad social y política no es de una sola
manera, tienes una base muy potente pero a partir de esta holgura prudencial se dan
ciertas determinaciones que influyen en la disposición que se entiende de lo real. Si no
tuviéramos el precedente de reconducir lo real a un esquema de este tipo, mediante la
analogía, no estaríamos aquí.
Nosotros tenemos que pensar ya a nivel de especie, pues lo que examinamos repercute
en procesos fundamentalmente ligado a lo ecológico. Pues los procesos políticos no los
consideramos lo suficientemente significativos para decir que son el límite de la
especie. Tenemos el problema filosófico de que no asumimos esto. No ocurre que se
delimiten los conceptos filosóficos que recuperen la multiplicad de la diversidad a partir
de la realidad biológica. Entonces no se entiende la disposición humana como punto de
partida del universo de debate, aunque a veces se engañe diciendo que sí. En filosofía
tenemos que operar de manera que sepamos solucionar los problemas que sabemos que
se nos dan. Hay que recuperar la unidad de la especie desde una realidad insaturable. No
sabemos cómo llegar a lo unitario biológico desde la humanidad. Lo que es la
reconstrucción de los horizontes de las distintas realidades del mundo es importante
porque se junta esta unicidad con la multiplicidad. Todo elemento que de algún modo
componga las realidades humanas sirven para la recomposición.
1
https://es.wikipedia.org/wiki/Macrofamilia_nostr%C3%A1tica
mirando hacia oriente y el que mira hacia occidente se pueden unir por lo que
consideramos el argumento ontológico.
Karl Jaspers tiene una teoría sobre el nacimiento de las filosofías occidentales y
orientales. A partir del siglo VI a.C. se da lo que él llama el tiempo eje. En estos siglos
nacen las grandes filosofías básicas de todavía hoy, nuestro tiempo. En estos siglos VI,
V, IV, nacen estas filosofías que tienen sus raíces en lo que decimos. En la India hay
dos filosofías muy importantes, que siguen vivas: budismo y hinduismo. De ellas el
budismo es muy potente y variado al expandirse por todo el continente surasiático. Se
mezcló con el taoísmo y confucianismo. Tanto el budismo como el hinduismo pueden
ser entendidas como una modulación del argumento ontológico, al ser filosofías
indoeuropeas. El cinismo es el mayor ejemplo del argumento ontológico, hay cierto
esfuerzo. Pero, el budismo rompe con esta concepción diciendo que es el deseo sobre lo
que se puede entender lo real. El carácter ascético es tan inverso como el carácter de
aprehensión. Hay una realidad o un ser que se caracteriza por la privación respecto al
dominio. Por eso los grandes conceptos de la filosofía son apofánticos. Los dos
principios fundamentales del hinduismo es que la entidad no es real. El ser es
impermanente, la impermanencia es la estructura de la realidad. Este planteamiento nos
permite mostrar que la filosofía oriental y la occidental son idénticas. Son filosofías
contrapuestas. El conocimiento, en ambos, está ligado al esclarecimiento. En este
sentido, las dos son de corte guerrero, ascético y patriarcal. Hay que superar tanto el
pensamiento occidental como el oriental y reconstruir la perspectiva general desde el
punto de vista sesgado y heredado occidental.
09-02-2023
Las lenguas son el compendio no solo de los datos que se dieron previamente, sino del
modo. Hay que leer siempre, entonces, los grandes textos de la filosofía hindú donde se
ve claramente que el origen de la filosofía es la guerra. La teoría de la impermanencia,
que nosotros podemos considerar que son cuestiones metafísicas, pero sin embargo
tiene una justificación metafísica. Teníamos la idea de que había habido hasta ahora dos
fundamentaciones del territorio. La de la prima filosofía, metafísica, que llega hasta el s
XVII-XVIII en la que hay tres niveles subjetivos: dios, alma, mundo. Pueden ser
conocidos de manera directa mediante la analogía. El segundo nivel es el de la ontología
en el que la idea de que la realidad es estructurada cede ante el flujo del yo. Se pasa de
una teoría objetivista a una subjetivista y de la primacía del qué es sobre el cómo es. No
te puedes remontar a cómo es la realidad, pero hay cierto espacio de libertad que
permite determinar representaciones de la realidad y no como sometida a las
aristocracias o al contexto dado. Esto se corresponde con el movimiento del s VI a.C. al
XVII.
Aquí se produce un punto de retorno, la entrada de una nueva manera de determinar lo
real. Se da a finales del XIX. Esto se da como un movimiento doble, de positivización y
feopmweom. El movimiento de positivización hace que lo metafísico se vea como algo
turbio que tiene que ser reducido a sus determinaciones empíricas. La ontología se
considera como una especie de lógica. Se abre de nuevo paso a un nuevo territorio que
llamamos metafísica u ontología del positivismo lógico, que se quiebra o cierra en sí
mismo. No logra lo que era su objetivo, resolver todos los objetivos de lo real
atendiendo a estos esquemas. La eliminación de la metafísica se queda en un recorte de
los espectros verbales de la metafísica.
Para Heidegger (que viene de un universo rural) la técnica está igualada en la entraña de
la metafísica y ontología tradicional. Consiste en el intento de aprender lo real como
algo que se puede dominar, y someterlo a todos los elementos de nuestro dominio. Las
fórmulas de la metafísica tradicional hace que el ser se componga de la manera que
queremos que se componga. Entonces Heidegger pretende despegar del ser la ontología.
La ontología es reabrir la pregunta por el ser, y por el sentido del ser. Hay una
redefinición del concepto ontológico. La ontología no es la acumulación de las cosas
que componen la realidad, es el estudio de las distintas aperturas que nosotros hacemos
de lo real que hacen que lo real aparezcan de una manera u otra. Lo real, los entes, no
derivan del ser sin más, sino que hay una visión distinta. Los entes no son lo primario
que tienen la huella del ser, sino que los entes son entidades de una abertura previa de lo
real que realizamos mediante la acción. No hay una estructura profunda de la realidad,
aunque una parte me quede oculta. La ontología de Heidegger se basa
fundamentalmente en la posibilidad y en la skkssk.
La filosofía tradicional es teorética, intelectualista. Hay pensar y hay ser, el ser es una
plenitud y el pensar es el medio. Con la revolución industrial reaparece un elemento de
la humanidad como elemento no intelectualista, la voluntad. La voluntad ya no está por
encima de la libertad. Se depende de la posición en que se representa, diferenciándose
así de la razón (que solo se da de una posición). Esto ocurre porque la realidad es
histórica, no presente. La estructura no es, sino que acontece. Se pasa de la metafísica
de la esencia a la de la existencia.
13-02-2023
Una forma tan buena como otra cualquiera para entrar a la ontología o metafísica es la
de las determinaciones que se dan a las palabras a lo largo de la historia, que son
determinaciones performativas. La ontología es la determinación de lo que se puede
determinar como categoría trascendental. Es importante decir que las determinaciones
que llegan hasta el siglo XVIII sufren una lapidación en el XIX y XX porque se
positiviza y la filosofía deja lugar a las ciencias y a las reflexiones filosóficas de la
ciencia. Hasta el punto que la teoría del Círculo de Viena parece que todo queda
reabsorbido por la positividad de las ciencias y la única ontología posible es la del
ámbito científica. La metafísica queda reducida a un delirio. Sin embargo, ya a
principios del siglo XX y coincidiendo con el momento de mayor positivización de los
saberes resurge la cuestión metafísico-ontológica. Esta es una ontología nueva, la de
Heidegger. Se apoya sobre las crisis de la ciencia.
De algún modo existe el espacio para que filosofías que ya no son filosofías de la
ciencia ni piensan que el logos matemático de el espacio de la realidad, vayan
quebrando la situación metafísica con su aparición. Husserl, en un libro que no se
publicó hasta después de su muerte, se lamenta de que su creencia original de la
estructura lógica del mundo le haya llevado a desconsiderar el mundo de la vida. Todo
está inserto y absorbido en el mundo de la vida. La matemática es un saber (muy
potente) que está inserto en el mundo de la vida. Heidegger, en este sentido, dice que la
pregunta de la filosofía no es ya sobre la posibilidad del conocimiento, sino que la
pregunta es sobre la estructura del ser o la existencia. Tenemos una ontología 2 distinta
a la 1. Ya no es ingenua, no acontece por primera vez. Es una ontología muy reflexiva
sobre la historia de la tradición. La filosofía del s XX es muy consciente de ocupar un
lugar y no otro y de estar en unas circunstancias y no otras. La idea de Heidegger es
muy potente y renueva todos los estudios de este territorio. No estudia lo que estudiaba
la metafísica tradicional (Dios, alma, mundo) que trata regiones que nos hacen
confundirnos. La metafísica tradicional es una violencia que sustantiva un discurso
verbal. Esta es una filosofía que sitúa la ontología 2 en un plano potente de filosofía,
porque obliga a retrasar la mirada. Nos dice que todas las entidades que nosotros hemos
considerado como tales y que hemos tratado no son entidades inmediatas, son puestas y
significadas por la forma ontológica del ser. Tratamos el ser de forma violenta, entonces
los entes que resultan de él son entes orientados al horizonte hermenéutico violento.
Esta es la diferencia entre las ontologías tradicionales y estas ontologías del S XX-XXI.
La estructura de lo real no está dada por unas características dadas que podemos
conocer más o menos. Lo real se desnaturaliza y tenemos una estructura histórica y
existencial. Lo real, en sí mismo, no tiene ningún significado definido. El significado
acontece de tantas maneras como se acceda a lo real. Lo real sucede según nosotros lo
vayamos determinando. La interpretación es lo que sustancia la ontología. La
determinación hermenéutica se puede dar individual o colectivamente, son formas que
son compatibles totalmente. Lo importante no es si es existencial privada o existencial
pública, sino que ya no hay una realidad dada a conocer sino que mi existencia va
determinando lo que es lo real. Estamos muy lejos del naturalismo griego y muy cerca
del pensamiento contemporáneo. Esta estructura hermenéutica la vemos en Heidegger,
pero vemos que muchas filosofías del s XIX ya tienen un carácter hermenéutico. Esto
pasa con el marxismo, que dice que la realidad se determina por el trabajo. Lo real no
tiene una significación, sino que la determinación de lo real va cambiando y puede
cambiar. YA desde el s XIX bajo otras especies distintas hay una ontología
hermenéutica que se introduce como una determinación profunda de la realidad. Por
esto la filosofía contemporánea mezcla a Marx con Heidegger.
Todas las determinaciones del género empiezan así, y luego se pasa a las
determinaciones del sexo, una de las raíces de la teoría queer es Lévinas. Lévinas saca
la totalidad del horizonte de perfección. Él lo saca por Yahvé (cosa que critica Méndez)
pero otros lo sacan por el capitalismo y las estructuras capitalistas.
14-02-2023
Este aristocratismo se concreta en la teoría de las esencias o las Ideas. La realidad tiene
un carácter eidético o de esencia. El devenir de lo real se abrocha sin problema, sin dejar
restos. El arché y telos de lo real es el mundo eidético. Se entiende la filosofía con la
pregunta por el qué es, ontológicamente. Se envuelve la aceptación del mundo de las
esencias en la misma pregunta por el por qué. Una de las maneras en que se dice esto es
la cuestión de la justicia en el Gorgias. Por un lado, está la posición de los sofistas, que
dicen que las estructuras profundas de la realidad se podían enseñar. Los platónicos
dicen que estas estructuras (belleza, justicia…) no se pueden enseñar, porque son como
intuiciones que no están al alcance de cualquier mortal. Para los sofistas todo es techne
conjunto de reglas que nos permite hacer una cosa), desde hacer unos zapatos hasta
construir la virtud. La verdad, justicia… se construye mediante el proceso técnico de
epeizo de modo social. Se crean verosimilitudes en las que se circunscribe la realidad.
Esto para los platónicos tiene un peligro inmenso, no crea la ciudad desde un elemento
real. Se llega a la guerra civil, pues no hay estructuras verdaderas.
15-02-2023
Ya que hemos mencionado el cristianismo, también debemos tener presente que lo que
nosotros llamamos filosofía occidental no es una filosofía que venga directamente de la
filosofía griega. La filosofía occidental es principalmente cristiana. La propia tradición
cristiana es compleja y no obsta para entender la gran verdad que queremos tratar. El
cristianismo fue el que seleccionó lo griego que pasó a nosotros. Segregó filosofías
como la epicúrea, la cínica, y el resto de las filosofías alejandrinas. Solo se rescataron
como componibles desde el cristianismo. El cristianismo se basó en las filosofías de
Platón y Aristóteles. Aquí fue muy importante todo el elemento neoplatónico y el árabe.
Platón y Aristóteles son filósofos hipertrofiados por el cristianismo y recompuestos a
partir de él. San Agustín arrastra una ideación del neoplatonismo al cristianismo. La
filosofía de Aristóteles también fue recibida de varias maneras, pero fue recreada a
partir de la física y la metafísica. Aristóteles es un pensador muy complejo cuyo
pensamiento ha quedado opacado por la tradición cristiana. Desde filosofía, metafísica,
ética, biología, política, gobernanzas… pensamos de ellas desde el cristianismo como
un territorio cerrado sin variantes. Esto no es realmente así, no se puede hacer cristalizar
esto en una posición determinada.
Posteriormente el dios acaba siendo el único dios y los demás son ídolos y todos
primos. Es una sentencia que produce el Deuteronomio, que enuncia el monoteísmo. El
Deuteronomio es un libro de orden que clasifica todo a través del pacto entre orden
físico y moral de la realidad. Cualquier cosa que tú haces mal conlleva un castigo físico.
Esta conexión entre orden físico y moral propia nuestra viene de aquí. Este dios crea el
mundo de la nada, es el señor omnipotente de la naturaleza y la historia y ve el mundo
desde la nada. El fundamento de lo real, en el que lo físico y lo moral van
intrínsecamente relacionados, es una apocalíptica de este tipo. El mundo en su base
ontológica es nada sin el dios que lo crea y lo ordena. Este mundo no pertenece a los
seres humanos, solo son los administradores del mundo. Tienen que administrar el
mundo conforme al principio de la justicia que Yahvé enuncia. No puede haber nadie
que esté abandonado desde el punto de vista social y económico, vemos aquí el carácter
político. Pagas unos impuestos a tu dios que reparten con los pobres. A dios no le
gustan los pobres, tienen que ser atendidos. Aquí nace la figura del profeta (Isaías), que
ve el futuro políticamente. Dicen que si no se atiende a los pobres dios te castiga. El
profeta es el crítico político.
El judaísmo es una religión que no es dualista porque no hay dos dimensiones distintas
en lo real, solo está la dimensión de la vida. Una de las categorías centrales es la
categoría de vida. El judaísmo original de los saduceros es aquel en el que desaparece la
casta dominante. Después se convierte el judaísmo con los fariseos, estudiosos de la ley
que tenían el poder intelectual. Lo ideal en la vida es tener hijos y ganado. Eso es la
riqueza, la vida y la inmortalidad. Es una religión profundamente vitalista y no
humanista. Solo después empiezan a aparecer los elementos griegos. Hay un texto muy
importante de un diálogo entre Levinas y Bloch, dos filósofos judíos que destaca la
importancia de la vida en el judaísmo.
Estamos en un presente complejo y abierto del que tratamos de entender las condiciones
de su apertura. Este presente está en la filosofía occidental traído fundamentalmente por
el cristianismo. El cristianismo es el que se va construyendo a sí mismo y se pastorea.
Tenemos que entender que lo que sabemos de Grecia fue modulado por el cristianismo
desde el punto de vista de las ideas cristianas. Hay un doble alejamiento de la fuente
griega, aunque muchos consideren que la fuente griega es totalmente accesible. El
universo griego es a la vez tremendamente duro y finito, te puedes manejar en él. Es
eternamente igual, no tiene resquicios. Su percepción la basa en la proporción entre sus
partes, esto sería la razón, junto a la expresión de esta realidad mediante lenguajes y
pensamientos. Esto tiene un orden interno, por lo que esta filosofía es racional. El
universo cristiano es creado de la nada y no sostenido en ningún orden desde sí mismo,
sí en una razón histórica. El tipo de finitud es totalmente a la griega. La finitud griega es
imperfección y en el mundo cristiano la finitud es perfección (la perfección de Dios). Si
el universo es vacío quiere decir que es impensable. La estructura depende de la
voluntad de un dios, es así, pero podría ser de otra manera. Puede ser reconfigurado
dependiendo de la relación con el dios. El universo cristiano es profundamente
hermenéutico. Los filósofos cristianos intentaron racionalizar este proceso al modo
griego, para que nos pudiéramos remontar a las ideas de dios en la creación del mundo.
No se logra porque dios es superior a la forma humana. El cristianismo introduce el
concepto de encarnación. Dios tiene una parte que se incorpora en el mundo. No se
puede reducir el dios a la pasividad, hay una persona que encara al dios. Se presenta la
religión desde la encarnación y no desde el sobremundo paulino. Hay que leer la biblia
porque si no, no entendemos nuestro propio cuerpo.
Un tercer elemento que a veces se pasa por alto es el romano. El derecho por
antonomasia nuestro es el derecho romano, patriarcal y sesgado. A la vez nos permite
entender todas las acciones del ser humano.
Nadie tiene las soluciones ni idea de lo que va a pasar. Necesitamos todos los recursos
del pasado de otras culturas para empezar a entender lo que nos está pasando y actuar.
El principal determinante de la posición actual es el paso de los universos teóricos a los
prácticos y de los prácticos a los universos de acción.
20-02-2023
Estos giros los vemos desde el disyuntor del siglo XIX, en el que se empiezan a elaborar
las síntesis que ahora en el XXI comienzan a descomponerse. Aquí entra la historia
frente a la matemática. Visto desde hoy, en el s XIX se dinamizan los elementos
anteriores. Occidente es una cultura hegemónica cuyos grandes giros del XIX nos traen
lo anterior. El primer giro es el giro hacia la naturalización, que en el fondo es un
proceso de somatización de todo tipo de entidades que tenían otros estatutos
espirituales. Todo lo que hay se somete a una misma estructura o somatización. Se
entiende en el límite como la posibilidad de establecer en referente como a cualquier
signo que se pueda hacer en cualquier ámbito de nuestro hacer. Esta naturalización se
quiebra por la insuficiencia de la razón y la proporción como idea de lo humano.
También por una quiebra de la idea de la libertad como bien o positividad.
De algún modo los varones se apropian de un sistema de signos que antes era común y
las mujeres quedan fuera del proceso. Aquí se puede hablar de inicios del patriarcado.
Los signos son más realizativos que las cosas y tienen preponderancia. Esta es una de
las bases del pensamiento occidental. Cuando se dice que hay que componer una
filosofía de corte deconstructivo decimos que de algún modo necesitamos una narrativa.
21-02-2023 (LUIS)
El presente no se puede situar en unas posiciones concretas, dada la inestabilidad de la
realidad actual. Hay una serie de giros que inician en el XIX y que llevan al modo actual
de ver la filosofía. La forma periódica de narrar la filosofía es también cuestionable y
una forma de concebirla. Para el feminismo esta periodicidad está mal hecha. En el
primer giro lo real deja de darse como algo escalonado por un orden objetivo, sea este
de naturaleza, de idea o de cualquier tipo. Los giros se dan bajo presiones dadas a través
de formas externas de poder. Hoy en día se da como imposible a aquellas formas que se
dan como totalizadoras de la concepción de la realidad. En el giro del siglo XIX se pone
en manifiesto la idea de ideología, según la cual cada grupo social determinado explica
la realidad de una forma concreta e intenta imponerla sobre la de los demás.
Previamente, con la ganancia de poder de la burguesía, este grupo logró prevalecer su
ideología sobre la de los demás. Esto se rompe en el XIX con la reivindicación
ideológica del proletariado. Se da un elemento de socialidad, una sociologización a
través de la cual se conocen nuevas realidades (Hegel).
La idea culturalista radical sostiene que las culturas son radicalmente diferentes y, por
tanto, incompatibles.
23-02-2023
Vamos cada vez más a la realización simbólica. El segundo giro es el que tiene lugar en
el siglo XIX, la socialización. La determinación de lo real viene dado del punto de vista
social, de algún modo es uno de los nombres del perspectivismo. Esa apertura social es
diferente dependiendo del grupo social desde el que se haga esa apertura.
La filosofía se abre manteniendo como sea los ámbitos irresolubles de apertura. Se pasa
a filosofías de culturas pluri o multicultural e intercultural. Se conjuga con posiciones
críticas del colonialismo a las poscoloniales.
27-02-2023 (LUIS)
Giro de la sensibilidad como categoría general. Giro que tiene diversos territorios de
despliegue, que recupera la posición filosófica del epicureísmo. Fue abandonada
sistémicamente por el cristianismo naciente. Consiste en que lo real se abre desde la
sensación y la pasión, sin trascender a este ámbito. Solo desde ahí se llega a lo
filosófico. Desde el siglo IV al XIX se niega esta posición y después se recupera como
territorio general. Ampliación de lo real desde la sensibilización. Se despliega en
filosofías de corte epistemológico, donde las afecciones cumplen la función que en su
momento tomaba la racionalidad.
6-03-2023
Entonces, parece que una solución es negar la noción de realidad. Esta es una tendencia
del pensamiento contemporáneo que ha de ser explorada sistemáticamente. Lo que hay
no es la realidad, sino que son mundos que no tienen estructura de realidad, sino que la
realidad es una característica de los mundos. Los mundos no son reales o irreales, están
más allá de su determinación como realidad en sí.
La idea de realidad que abandonamos es la idea de que lo que hay se determina como un
en sí. Este es un concepto tardío que aparece como determinación de alguno de los
mundos. No es un concepto inicial en la filosofía. La solidez no es el punto en el que se
ancla la filosofía. La realidad no es la matriz o disposición de la filosofía, y mucho
menos la unicidad. No se puede aplicar ya la distinción apariencia/realidad o
ser/parecer.
09/03/2023 (GONZALO)
Max Scheler expone que la floración de los sistemas simbólicos muestra tanto la fuerza
como fragilidad extremas de su fundamento real. Los sistemas simbólicos más
superiores son los más frágiles. La creación de realidad en la contemporaneidad se basa
en la performatividad, en la posibilidad. De una realidad aceptada como natural,
mediante el despliegue performativo se diluye esta primera realidad, dando lugar a la
creación de una realidad en la que te puedes mover con casi absoluta libertad.
Desde aquí la filosofía contemporánea, como primer movimiento para intentar balizar el
campo, trata de retroceder hacia el origen de las aperturas que componen nuestro
campo. Si se estudian la historia de las emancipaciones se ve que desde el momento
actual se ve que al comienzo el movimiento emancipatorio se “vende al capitalismo”.
En el feminismo se observa esta idea, desde el feminismo contemporáneo se critica que
en el feminismo del siglo XIX se realizara el movimiento, planteando también el fin de
la esclavitud, pero, también apoyándose en el esclavismo. De este modo un movimiento
profundamente emancipatorio se pasa a ver, desde una perspectiva de carácter meta-
ontológico, como conservador.