Demanda de Responsabilidad Extracontractual Ana Sáez
Demanda de Responsabilidad Extracontractual Ana Sáez
Demanda de Responsabilidad Extracontractual Ana Sáez
RUT : 12.552.904-6
RUT : 14.456.302-5
RUT : 10.040.637-3
RUT : 76.544.864-6
RUT : 11.794.567-7
S.J. L. de Angol
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NORTE, organismo estatal del giro de su nombre, Rut 76.544.864-6, representado por
don Ernesto Yáñez Selamé, ingeniero, ambos con domicilio en calle Pedro de Oña 544,
Angol, con el objeto de que dicho Servicio Público sea condenado a reparar los perjuicios
ocasionados a mi representada en la calidad que se indicará producto de la grave acción en
que incurrió la demandada al implantar una prótesis de caderas de tamaño inadecuado a mi
representada, ocasionando una rotura de la vena iliaca en su pierna izquierda, la que tuvo
que ser reparada en la Clínica Alemana de Temuco, pero que dejó graves y permanentes
secuelas en mi representada, para toda su vida. en base a los argumentos de hecho y de
derecho que expongo a continuación:
1.- El día 30 de marzo de 2019, alrededor de las 13:00 horas, mi representada fue sometida
a una intervención quirúrgica programada de artoplastía total de cadera. Fue la última
paciente de 15 que el Hospital de Angol tenía programados para esa jornada, en el contexto
de una compra de servicios médicos que el mismo hospital realiza a sus médicos. Es en este
contexto que los médicos don Vittorio Cassuni Fonseca y don Javier Delgado Obanda
actuaron de manera negligente, implantando una prótesis de cadera que era de mayor
tamaño a la que correspondía por contextura y anatomía, ocasionándole rotura de la vena
iliaca izquierda con un tornillo de sujeción de la prótesis, el que fue erróneamente
introducido, sobrepasando 10 milímetros la cortical medial del hueso iliaco, causando en mi
representada una hemorragia interna y un shock hipovolémico. Producto de lo anterior, los
señores Cassuni y Delgado le comunican al marido de mi representada que la operación no
salió bien, que ingrese a la sala a despedirse de su esposa, porque no hay probabilidades de
que sobreviva.
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y la vena, causando un daño que le podría haber hecho perder la vida. No la perdió, pero le
dejó secuelas para toda su vida, lo que, al día de hoy, le impide sentarse cómodamente, le
impide dormir de corrido toda la noche, le impide caminar sin dolor, le impide mantenerse
de pie por largo rato, ni hablar de trabajar, bailar o hacer el amor.
De las disposiciones citadas se desprende que para que surja el derecho de cualquier
persona para reclamar ante los Tribunales de Justicia y para que nazca para el Estado o para
el respectivo órgano del Estado, la obligación correlativa de resarcir o indemnizar el daño
causado se requiere la concurrencia de los siguientes requisitos:
a) Que la persona titular del derecho a reclamo haya sufrido un daño o lesión a alguno
de sus derechos; b) Que dicha lesión se haya producido por la Administración del Estado de
sus organismos o Municipalidades; c) Que los órganos de la Administración hayan actuado
en el ejercicio de sus funciones.
Todo lo expuesto en esta demanda, relativo a los hechos, sirve de sustento para
deducir esta acción, toda vez que en la especie se han afectado los atributos esenciales del
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derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de las personas que consagra el articulo
19 N° 1 de la Constitución Política de la República de Chile, al generar un daño irreparable
a doña Ana María Saéz en su pierna izquierda, sin entregar una atención medica integral,
suficiente, comprometida y oportuna ya que al ser intervenida y atendida por los
especialistas, en vez de mejorar su calidad de vida, lo único que hicieron fue empeorarla.
El decreto ley N° 2.763 del año 1979, que reorganizo el Ministerio de Salud y fundó
las entidades que están bajo la dependencia de esa Secretaría del Estado, en su artículo 16
creó el hoy denominado Servicio de Salud Araucanía Norte. Este mismo artículo expresa
textualmente en un inciso siguiente: “Los Servicios serán Organismos Estatales
funcionalmente descentralizados, dotados de personalidad jurídica y patrimonio propio para
la realización de las referidas acciones”. El artículo 18 del decreto ley, a su vez señala que
cada servicio estará a cargo de un director quien tiene la representación judicial y
extrajudicial del mismo, a quien le corresponde la supervisión, coordinación y control de
los establecimientos y servicios del sistema comprendidos en su territorio, territorio en el
cual se encuentra ubicado el Servicio de Salud demandado.
Por último, es cierto que el Servicio de Salud demandado al lesionar los derechos de
la demandante, lo hizo en ejercicio de sus funciones inherentes, ya que la negligencia
causante de los daños ocurrió cuando el Servicio efectuaba prestaciones de salud a doña
Ana María Sáez, las que son precisamente sus funciones propias.
La doctrina nacional ha señalado que “Los preceptos del artículo 38, inciso 2° de la
Constitución Política del Estado, de los artículos 4 y 44 de la Ley Orgánica constitucional
de Bases Generales de la Administración del Estado N° 18.575, de 1986, y del artículo 137
de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades N° 18.695, de 1988, acreditan que
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en nuestro ordenamiento jurídico al regular la materia en examen se ha consagrado un tipo
de responsabilidad objetiva. El establecimiento de una responsabilidad de derecho público
y de naturaleza objetiva es de singular trascendencia porque la hace procedente por el solo
hecho de que un ente administrativo cause un daño en el ejercicio de sus funciones, sin que
sea necesario individualizar a la persona que con su actuación u omisión causó el perjuicio,
ni probar la culpa o dolo de su conducta, ni tampoco discernir si la situación de la
Administración fue licita o ilícita o se materializo en un control administrativo. (Silva
Cimma Enrique: “Derecho Administrativo Chileno y Comparado. El control público”,
Santiago, 1994, N°s 53 y 54, pp, 216 y 217)
Además se ha señalado que “Al ser una responsabilidad de una persona jurídica y,
por ende de imposible estructuración técnica sobre la base de dolo o culpa, resulta una
responsabilidad objetiva, fundada sobre la bases de una causalidad material, vale decir,
atendida la relación causal entre un daño antijurídico (que la victima no estaba
jurídicamente obligada a soportar) producido por un órgano del Estado en ejercicio de sus
funciones, nace la obligación para este de indemnizar a aquella” (Soto Kloss Eduardo;
“Derecho Administrativo, Bases Fundamentales”, T. II. Santiago, 1996, p 309). La
jurisprudencia se ha pronunciado en igual sentido, entre otros, la sentencia de primera
instancia dictada por el Tercer Juzgado Civil de Valparaíso, en causa “Uribe y otros con
Fisco de Chile y Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota”, en donde se condenó al Estado
basado, entre otras motivaciones, en la siguiente: “30° que no es elemento de la falta de
servicio la negligencia o culpa, que si lo es tratándose de la responsabilidad
extracontractual. En esta ultima, el articulo 2284 del Codigo Civil señala como requisito del
cuasidelito la culpa. En cambio, tratándose de la falta de servicio, en el artículo 4° de la Ley
18.575 tal requisito no se consigna por el legislador dentro de la responsabilidad
administrativa, por ser esta de carácter objetivo”.
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En los hechos materia de la presente demanda, es evidente la falta de servicio que se
ha producido con motivo de la actuación de los médicos a cargo de la y por ende de la
demandada, Servicio de Salud Araucanía Norte, quienes actuaron negligentemente, pues la
prótesis elegida por los profesionales no era del tamaño adecuado para mi representada,
siendo 10 milímetros mayor el tornillo, causando una lesión en el hueso y la vena ilíaca
izquierda, provocando una hemorragia, dos paros cardiorrespiratorios, debiendo ser
trasladada a otro centro asistencial, en el que logran tratarla después de varias
intervenciones quirúrgicas, tal como SS., podrá apreciar de los informes médicos que
acompañaremos. Todo esto es de vital importancia, porque de haber obrado correctamente,
el resultado indudablente pudo ser otro.
De los hechos relatados y las disposiciones citadas se desprende que respecto del
Servicio de Salud Araucanía Norte, se cumplen a cabalidad los presupuestos legales de su
obligación de indemnizar los daños ocasionados a la demandante. Lo que incluso acontece
si acogiendo otra postura, según la cual la responsabilidad no es objetiva pues la
demandante deben además probar la culpa o negligencia no de los funcionarios sino que del
ente público, en este caso del Servicio de Salud Araucanía Norte, ya que durante el periodo
de prueba, eso quedara acreditado sin ninguna duda.
III.- PERJUICIOS
En efecto, los daños morales derivan del sufrimiento provocado a la demandante, por la
muerte de su hija, dolor que los acompañará el resto de su vida, producto del actuar
negligente de los agentes de la demandada, lo que se hubiese evitado de haber existido una
actuación correcta, comprometida y profesional de los funcionarios del Servicio de Salud
de Salud Araucanía Norte.
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IV.- REPARACIÓN Y PRUEBA DEL DAÑO MORAL
Todo daño debe ser reparado por quien tenga legalmente la responsabilidad de
hacerlo. En este sentido y atendido en la especie que el daño sufrido por la actora.
Cito en este punto lo razonado por un fallo de la Excma. Corte Suprema del año
2015, respecto de la prueba del daño moral:
A pesar de su naturaleza particular, el daño moral debe ser probado por quien lo
reclama, toda vez que este constituye un presupuesto para el origen de la responsabilidad
civil, por tanto, aquel que intente beneficiarse de la concurrencia de la misma, tendrá la
carga probatoria de demostrar su existencia. Así la indemnización del daño moral requiere
que el mismo sea cierto, vale decir, que sea real y no hipotético, el que deberá ser
demostrado por los medios de prueba legalmente establecidos por nuestro ordenamiento
jurídico. Sin perjuicio de lo expuesto, la jurisprudencia ha entendido que tratándose de la
muerte de un padre, hijo o cónyuge, se presume su existencia a menos que se demuestre
en autos la carencia de un vínculo afectivo que ligue a la víctima con el solicitante.
QUINTO: Que, en primer lugar, en estos autos la actora acreditó el vínculo que la
ligaba con la víctima al acompañar el certificado de matrimonio que rola a fojas 15, de
manera tal que, considerando únicamente que el fundamento del daño moral, dado su
carácter netamente subjetivo, se encuentra en la propia naturaleza afectiva del ser
humano, puede decirse que bajo circunstancias de normalidad la muerte de un cónyuge
produce aflicción y dolor, más aún cuando dicho deceso es consecuencia de un hecho
ilícito que repentinamente interrumpe la vida de un ser querido.”
La tendencia actual y también atendido a que la reparación debe ser completa e íntegra
ha llevado a la jurisprudencia a elevar los montos los conceptos de indemnización para
velar efectivamente por el amparo de la persona, la calidad de sus derechos y la seguridad
e igualdad jurídica.
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Este daño lo avaluamos en subsidio, desde la fecha de la notificación de la demanda, o,
en subsidio, desde la fecha que SS. Estime procedente, hasta la de su pago efectivo, o en
subsidio en la forma y entre las fechas que SS., fije, mas costas, de la causa.
POR TANTO,
RUEGO A SS., tener por interpuesta demanda en juicio ordinario en contra del Servicio
de Salud Aconcagua, ya individualizado, declarando en definitiva:
i.- Que el Servicio de Salud Araucanía Norte, es responsable, por falta de servicio en los
hechos, de los perjuicios ocasionados a la demandante, con motivo de los sucesos materia
del libelo;
ii.- Que, por tal motivo, el Servicio de Salud Araucanía Norte es obligado a pagar a la
demandante, por concepto de DAÑO MORAL, la suma para doña, o en subsidio en las
sumas que SS. Prudencialmente determine a favor de cada uno de la demandante según el
mérito de la causa.
iii.- Que las sumas que se ordenen a pagar de acuerdo a la letra anterior, deberán
reajustarse según el alza que experimente el índice de precios al consumidor y con mas el
interés corriente para operaciones reajustables simples o compuestas según se resuelva por
SS., ambos desde, o, en subsidio, desde la fecha que SS., estime procedente, hasta la de su
pago efectivo, o en subsidio en la forma y entre las fechas que SS., fije:
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NORTE, representado por don Ernesto Yañez Selamé, ya individualizados, con el fin de
que se le condene al pago de los perjuicios de orden moral que sufrió mi representada con
motivo de los hechos referidos en lo principal, en base a los argumentos de hecho y de
derecho que paso a exponer:
La culpa contractual se presume por la ley: artículo 1547 del Código Civil, inciso
penúltimo.
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Al igual como ocurre en materia extracontractual, en materia contractual existe la
responsabilidad por el hecho ajeno. Así lo ha puesto de manifiesto en sus trabajos, el
destacado autor don Carlos Ducci Claro (cfr. Por ejemplo, Revista de Derecho y
Jurisprudencia, año 1984, primera parte, N° 1.-). La base legal de esta afirmación está en el
artículo 1679 del Código Civil que establece que “en el hecho o culpa del deudor se
comprende el hecho o culpa de las personas por quienes fuere responsable”.
Los perjuicios que se demandan, son directos, emanados como una consecuencia del
actuar culpable de la demandada, y además son previsibles, por lo que se cumple
plenamente con el requisito señalado en el art. 1558 del Código Civil.
POR TANTO,
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RUEGO A SS.: En subsidio de la demanda interpuesta en lo principal de esta
presentación y para el evento de que SS., estime que entre la demandante y el Servicio de
Salud Araucanía Norte se celebró un contrato para la atención medica de doña Ana María
Sáez Rivas, sírvase tener por interpuesta demanda en juicio ordinario en contra del Servicio
de Salud Araucanía Norte, ya individualizado, declarando:
ii.- Que, por tal motivo, el Servicio de Salud Araucanía Norte es obligado a pagar a
la demandante, por concepto de DAÑO MORAL, la suma de, o en subsidio en las sumas
que SS. Prudencialmente determine a favor de cada uno de la demandante según el mérito
de la causa.
iii.- Que las sumas que se ordenen a pagar de acuerdo a la letra anterior, deberán
reajustarse según el alza que experimente el índice de precios al consumidor y con mas el
interés corriente para operaciones reajustables simples o compuestas según se resuelva por
SS., ambos desde la fecha en subsidio, desde la fecha de la notificación de la demanda, o,
en subsidio, desde la fecha que SS., estime procedente, hasta la de su pago efectivo, o en
subsidio en la forma y entre las fechas que SS., fije:
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Por economía procesal se da por integramente reproducidos los hechos relatados en
lo pricipal de esta presentación en el Punto I.-
En efecto, el artículo 2314 del Código Civil dispone que el que ha cometido un
delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es obligado a la indemnización, sin
perjuicio de la pena que le impongan las leyes por ese mismo hecho. Lo mismo establece el
artículo 2329 del mismo código.
El artículo 2320 del Código Civil preceptúa que “toda persona es responsable no
solo de sus propias acciones, sino del hecho de aquellos que estuvieren a su cuidado”.
Luego, el artículo señala algunos ejemplos, estableciendo en el inciso 4° que los
empresarios responden por el hecho de sus dependientes, mientras están bajo su cuidado.
Por su parte el artículo 2322 señala la misma responsabilidad indirecta al establecer que los
amos responderán por la conducta de sus criados o sirvientes.
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impedirlo. (Sentencia de la Corte de Concepción, 7 de noviembre 1985, Revista de Derecho
y Jurisprudencia, t. 82, Sec. 4°, p. 288).
En efecto, el servicio de Salud Araucanía Norte debe responder por los daños
causados por sus dependientes a la demandante al haber faltado a su deber de atención
integral durante el procedimiento de cirugía empleado en la atención de doña Ana María
Sáez Rivas, hechos ya latamente relatados en lo principal de este libelo.
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Por otra parte, la jurisprudencia chilena ha establecido, reiteradamente, y con
claridad meridiana, que el demandante no está en la necesidad jurídica de
individualizar con precisión al dependiente o trabajador por cuya acción u omisión
se produjeron los daños que el empresario está obligado a reparar.
4. Existencia de relación de causalidad entre la acción u omisión de este y el daño
producido por la existencia de culpa.
En el caso de autos resulta evidente esta relación de causalidad. De haberse
realizado la cirugía con los implementos adecuados para ello, con un tornillo del
tamaño adecuado, ningún daño hubiera sucedido.
Estando establecida la ilicitud de los hechos de los dependientes del Servicio
de Salud Araucanía Norte, y reuniéndose de este modo todos los elementos para
configurar un caso de responsabilidad civil extracontractual por el hecho ajeno, el
Servicio de Salud Araucanía Norte, debe reparar los perjuicios ocasionados a la
demandante.
POR TANTO,
i.- Que el Servicio de Salud Araucanía Norte es responsable conforme a las normas
de responsabilidad extracontractual, de los perjuicios ocasionados a la demandante, con
motivo de los sucesos materia del libelo;
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ii.- Que, por tal motivo, el Servicio de Salud Araucanía Norte es obligado a pagar a
la demandante, por concepto de DAÑO MORAL, la suma de, o en subsidio en las sumas
que SS. Prudencialmente determine a favor de cada uno de la demandante según el mérito
de la causa.
iii.- Que las sumas que se ordenen a pagar de acuerdo a la letra anterior, deberán
reajustarse según el alza que experimente el índice de precios al consumidor y con mas el
interés corriente para operaciones reajustables simples o compuestas según se resuelva por
SS., ambos desde la fecha o, en subsidio, desde la fecha de la notificación de la demanda, o,
en subsidio, desde la fecha que SS., estime procedente, hasta la de su pago efectivo, o en
subsidio en la forma y entre las fechas que SS., fije:
TERCER OTROSI: Rogamos a SS., ordenar, con citación, se despache oficio a la propia
demandada, SERVICIO DE SALUD ARAUCANÍA NORTE, representada para estos
efectos por don Ernesto Yáñez Selamé, ingeniero, ambos con domicilio en calle Pedro de
Oña Nº 544, comuna de Angol, a fin de que acompañe a este Tribunal las fichas clínicas y
todos los antecedentes documentales que posean respecto de doña Ana María Sáez Rivas.
CUARTO OTROSI: Rogamos a Us, tener por acompañados, con citación, los siguientes
documentos:
1.- Certificado otorgado por el Consejo de Defensa del Estado que acredita el fracaso de
mediación intentada ante ese organismo y que por lo tanto da cuenta que se ha cumplido
con el procedimiento de mediación establecido en el inciso primero del artículo 43 de la
Ley 19.966.
2.-
QUINTO OTROSI: Ruego a SS., tener presente que mi personería para representar a la
demandante consta de mandatos judiciales otorgados por escritura pública en la ciudad de
Angol con fecha los que acompaño en este acto, con citación
SEXTO OTROSI: Ruego a SS., tener presente que en mi calidad de abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión, asumo personalmente el patrocinio y el poder otorgados en
estos autos.
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