1a Sesión Orígenes

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ORÍGENES DE LA PESCA EN EL MUNDO

Se considera que la pesca se originó hace miles de años. Cuentan las leyendas japonesas que en el
primer siglo de la era actual, la emperatriz Zingo elaboró un anzuelo con una aguja, utilizó granos de arroz
como cebo y con un hilo de uno de sus trajes confeccionó la cuerda con la que lo amarró a una larga vara;
con estos avíos fue como capturó una trucha en uno de los ríos cercanos. Por otro lado, existen algunos
documentos chinos, más antiguos, que contienen relatos sobre la pesca como una actividad recreativa.

Los primeros pobladores humanos de


Oceanía procedían del sureste de Asia:
de ellos descienden los actuales papúes
y nativos australianos. A esta primera
oleada humana siguió la de
los austronesios, también de origen
asiático, que se extenderían hacia el
este hasta la Isla de Pascua. Tanto la
migración pre-austronesia como la
posterior inmigración autronesia se
dieron en oleadas diferentes que
abarcaron diversos varios milenios en
completarse. Hace 18 mil años Nueva
Guinea y Australia formaba una única
masa de tierra poblada por seres
humanos, posteriormente la subida del nivel del mar aisló a las poblaciones en tres grupos Nueva Guinea,
Australia y Tasmania (además de algunas pocas islas menores). Dichas poblaciones evolucionaron
separadamente bajo condiciones ecológicas divergentes. El poblamiento americano proviene tanto del
Asia por el estrecho de Behring como de Oceanía. Existe una teoría que afirma que el poblamiento ocurrió
hace entre 14 mil y 13 mil años  (teoría del poblamiento tardío).  Por otro lado, la teoría del poblamiento
temprano dice que los humanos llegaron a América mucho antes, basados en el descubrimiento de restos
cuyos fechamientos por carbono 14 dan una antigüedad mayor que 14 mil años antes del presente pero lo
cierto es que el hombre que llegó a America ya sabía navegar por el mar y también pescar.
La pesca es, sin lugar a dudas, una de las primeras actividades del hombre, encaminada a satisfacer sus
necesidades alimenticias. Podemos remontarnos a los inicios de la pesca marina bajo su forma más
simple, tal como se practicó en las costas del mundo durante la Edad de Piedra. En un principio la pesca
se limitaba a una simple recolección, principal actividad del hombre prehistórico, pasando a usarse
posteriormente ingenios habituales de caza, tales como lanzas, el arco y las flechas, tanto en las aguas
continentales como en el mar. Prácticamente la totalidad de los pueblos de la Tierra, han llevado a cabo
prácticas pesqueras, sea en ríos, lagos o el mar: Es una de las bases de la dieta alimenticia de los pueblos
costeros. La pesca sirvió, en un principio, para satisfacer las necesidades individuales, pero enseguida el
incremento de la producción a causa de esta actividad, hizo nacer un comercio floreciente.
Poco a poco se fueron aprendiendo las propiedades conservantes de la sal, de hecho hace ahora 3.000
años que el comercio del pescado salado y seco era uno de los más florecientes del área mediterránea.
Los fenicios en especial, llevaban a cabo con este producto un comercio activísimo, según atestiguan los
nombres de muchas ciudades: por ejemplo, Sidón, significa "pueblo de pescadores".
Los documentos y referencias que la historia ha ido dejando son muy variados, siendo la pintura más
antigua que se conoce la de un pescador con caña del antiguo Egipto, que tiene alrededor de 4.000 años
de antigüedad. En la Antigua Grecia también encontramos que Platón y Aristóteles mencionan la pesca
con caña, y Plutarco da consejos sobre los sedales para pescar. El romano Claudio Aelian (170-235 d.C.)
escribió sobre los pescadores de trucha de Macedonia, que usaban moscas artificiales o anzuelos con
cebos emplumados.
La evolución de los artilugios de pesca.
Tras todos estos antecedentes, en el mundo occidental, durante los primeros siglos antes de Cristo, la
pesca estaba aparentemente reservada a las clases ricas, ya que sólo sus miembros disponían de tiempo
para practicarla. Por ejemplo, algunos documentos del Imperio Romano se refieren a opulentos romanos
que construían estanques para pescar, con la finalidad de proveerse de presas fáciles para la mesa o
simplemente entretenerse.
Pero con el paso de los siglos, la pesca se convirtió en algo más que un mero pasatiempo para algunos y
llegó a convertirse en toda una institución comercial. En la Edad Media, en la Europa medieval era
imposible transportar el pescado fresco a distancias considerables. Sólo en los propios lugares de pesca o
en otros muy próximos era posible encontrar pescado fresco de procedencia marina. En el interior tan sólo
cabía la posibilidad de obtenerlo de las aguas dulces, que desempeñaban en aquel entonces un papel
mucho más importante a este respecto que hoy. A finales de la Edad Media la sal fue gravada con un pesado
impuesto, como lo son en nuestros días el tabaco y el café; ello dio lugar a un comercio clandestino contra el
cual se dictaron medidas de control y leyes.
La técnica de la pesca a lo largo de la historia, se ha ido perfeccionando hasta alcanzar los sofisticados
métodos actuales. Utensilios y aparejos han ido adaptándose a los niveles de evolución humanos,
llegando desde los primitivos anzuelos de madera o hueso a los actuales de materiales. El anzuelo, uno de
los útiles que hace más tiempo que fabrica el hombre, se utiliza todavía hoy en el mundo entero,
habiéndose ideado de él unos 4.000 tipos diferentes. En la Europa Occidental y Septentrional la demanda
de anzuelos es satisfecha sobre todo por firmas inglesas y noruegas. Se forjan en acero, raramente en
latón y con gran frecuencia son galvanizados para que no se oxiden.
Los primeros anzuelos fueron agujas puntiagudas por ambos extremos, en forma de huso, como las que
todavía utilizan ciertos pueblos primitivos. A pesar de que el anzuelo en su forma típica fue inventado más
tarde que la flecha y el arpón, era conocido también en la Edad de Piedra. Se tallaban anzuelos en piedra,
cuerno, hueso y madera; pero hay que tener en cuenta que no fue inventado simultáneamente en todas
partes. En Australia y gran parte de África, el anzuelo fue introducido por los árabes y los europeos.
El anzuelo tenía ya en la Edad del Bronce y al comienzo de la del Hierro la forma ideal con la que hoy lo
conocemos. Se considera que fueron los chinos los que, una vez más, revolucionaron la técnica de pesca
introduciendo el carrete, tal como indican algunas pinturas de los siglos XI y XII.
Un manuscrito europeo del siglo XVI describe cómo se confeccionaban cañas de pescar a partir de un
hueso de ballena, lo que las hacía flexibles. Se asegura que en la antigüedad, las cañas de bambú en
Oriente tenían tanta aceptación como en la actualidad. Asimismo, pronto empezaron a tejerse nasas
utilizando ramitas de sauce con una técnica que ha perdurado hasta nuestros días. En las tierras del
interior las redes eran utilizadas en las luchas cuerpo a cuerpo, y para capturar aves, pero el ser humano
pronto aprendió a utilizarlas también para capturar peces.
En la actualidad, la pesca tiene un carácter más comercial. Multitud de capturas se desechan por no ser
"atractivas comercialmente".
Los métodos y equipos o aparejos usados para pescar han evolucionado lentamente a través de los siglos
y hasta el siglo XV la pesca no se había desarrollado realmente como se conoce ahora. A lo largo del
tiempo y al igual que ocurrió con otras actividades de primera necesidad, se derivaron actividades
paralelas a la necesidad, actividades deportivas.
De necesidad a ocio.

En 1.653 Izaak Walton, contribuyó al conocimiento de los métodos de pesca, y divulgó, con extensas
observaciones, los hábitos de alimentación de los peces, sus ciclos vitales y los problemas que los
pescadores debían superar para engañar a sus presas. Walton postulaba también que el verdadero
pescador es el que pesca por amor a esta actividad, y no aquel que pesca por obtener un beneficio.
Con Walton, la pesca evolucionó hacia un arte, y además hacia una ciencia. Desde entonces los
pescadores no sólo se esfuerzan en mejorar su aparejo, tácticas y conocimiento de sus presas, sino que
también se han dado cuenta de que deben proteger su deporte si quieren que sobreviva. La reproducción
de la pesca en viveros, impedir la contaminación del aire y el agua, la restricción de la pesca en ciertas
zonas, los límites de las capturas diarias y la legislación protectora se han iniciado en nombre de la

preservación del deporte.


PESCA MOCHICA
Emilio Rubio Díaz
En el proceso civilizatorio de los Andes Centrales, la pesca fue un factor importante, tanto que, los
arqueólogos aún no han agotado el debate si es que fue ésta o la agricultura, la que volvió sedentarias a
las tribus nómades. Por la abundante y variada riqueza biológica del mar peruano, algunos arqueólogos
sostienen que, por esa  razón, los grupos humanos no tenían que desplazarse de un lugar a otro en busca
de alimentos, sino que, fue el mar una despensa natural. De esa manera, se empezó a generar las
primeras poblaciones en el litoral, las que después se desarrollaron hasta alcanzar el nivel de urbes.

LA CULTURA MOCHE.
En la costa norte del Perú, se desarrolló desde los inicios de nuestra era hasta aproximadamente 700 d.C.
la cultura llamada Mochica o Moche. En la literatura arqueológica a este espacio cronológico se le llama;
“Intermedio temprano”. Para entonces se encontraban ya consolidadas sociedades complejas que no son
sino, resultado de un largo proceso evolutivo.

Fue el arqueólogo alemán Max Uhle quien descubre la cultura Moche en 1899. De ella todavía se pueden
observar ahora muchas construcciones monumentales, como las huacas del Sol y la Luna en el valle de
Moche, el complejo El Brujo en el valle Chicama, Pampa Grande y Sipán en el departamento de
Lambayeque,  también abundantes objetos de cerámica y orfebrería. Es a partir de la documentación
gráfica  que nos ha dejado esta cultura, y de los objetos hallados en las excavaciones arqueológicas, que
hoy en día podemos conocer muchas de sus actividades cotidianas, sus rituales y su tecnología.

Al ser los mochicas una cultura altamente desarrollada para tu tiempo, nos han dejado restos materiales
que evidencian sus logros tecnológicos alcanzados en  textilería, cerámica, metalurgia, desde luego,
también en la agricultura y la pesca.

TECNOLOGÍA Y LUGARES DE PESCA


Debemos tener en cuenta que, la pesca, como toda actividad extractiva, para llevarse a cabo, es necesario
conocer el estado y comportamiento de los recursos. En ese sentido, la pesca por sencilla que parezca
implica tener conocimiento del mar en cuanto a sus mareas, a la localización de las especies y las técnicas
adecuadas para su extracción. Evidentemente, los moche poseían una larga tradición de cómo desarrollar
la actividad pesquera, pues a lo largo del litoral existieron desde épocas muy tempranas, asentamientos
humanos dedicados a esta actividad, algunos de los cuales, aún podemos verlos actualmente como
caletas tradicionales, tal es el caso de Guañape, Huanchaco, Monsefú, Pimentel, por nombrar sólo las más
conocidas.

Si bien es cierto que la pesca a gran escala provenía del mar, no era éste la única fuente para la
extracción de pescado. A parte de la pesca en los ríos en tiempos de lluvia, existe información que, eran
lugares de pesca también,  pantanos, lagunas, ciénagas y albuferas, que a lo largo de la costa existían en
gran número. Las lagunas del  litoral fueron muy importantes para proveer alimentos a la población desde
los inicios del poblamiento costeño. Actualmente  han desaparecido por la excesiva extracción de agua del
subsuelo y por la desecación de éstas con fines agrícolas.

Importante información de cómo pescaban los mochicas, se puede obtener del registro gráfico que se hiso
de esta actividad en los ceramios, pues en ellos se ha graficado no sólo la forma de pescar sino también
las especies que se extraían. Por otro lado, las investigaciones arqueológicas reportan para este tiempo el
hallazgo de anzuelos, arpones, cordeles y redes. Lo que pone de manifiesto las diferentes técnicas que
usaron para extraer los recursos marinos. Mención especial debemos hacer de las embarcaciones para la
pesca en alta mar, se destaca dentro de ellas, el “caballito de totora”, que por su sencilla fabricación, bajo
costo, eficacia de maniobrabilidad y fácil traslado, hasta hoy podemos ver que todavía es usado en
algunas caletas de pesca tradicional en la costa norte peruana. Quizá sea ésta la herencia tecnológica
más importante que nos han dejado los moche. Según M. Rostworowski, “Los españoles …llamaron
“caballitos” porque los naturales montaban en ellos con los pies en el mar”. (1981:106)  También se usó
embarcaciones hechas con troncos y odres, elaborado con cuero de lobos de mar. Mayormente estas
embarcaciones se las representa asociadas al uso de redes.

En cuanto a las especies que pescaban los moche, podemos decir que, por ser el mar en esta parte del
planeta muy abundante y variado en fauna, se ha registrado básicamente las mismas especies que
actualmente se consumen, tanto de peces, moluscos, lobos, nutrias de mar (hoy casi extinguidas), y algas.
En las lagunas se pescó la lisa (Mugil cephalus), en los ríos el camarón y life, entre otros.

PESCA Y RELIGIÓN
Pero la pesca no solamente fue una actividad cotidiana con el fin de obtener alimento. En las ilustraciones
que han dejado los moche, se puede ver  a personajes míticos haciendo faenas de pesca en alta mar,
sobre embarcaciones en forma de animales estilizados, lo que nos hace ver que la pesca también estuvo
ligada al pensamiento religioso, prueba de ello es que, en la  representación de sus dios AI-APAEC hecha
en los templos, se encuentran especies marinas como pulpo, raya, cangrejo. Por otro lado, la extracción
de moluscos sirvió también para hacer chaquiras, adornos o también incrustaciones en  metal o madera.
Moluscos como el Spondyllus, el Strombus y Conus, han sido hallados como objetos rituales en las
tumbas.

Por todo ello, la importancia de la pesca,  del mar  y sus recursos, no sólo han dado a los pobladores de
esta parte de los Andes el sustento material para sobrevivir, ha propiciado también el sustento ideológico
de su sociedad. En la creencia de los mochicas, del mar no sólo vino el alimento, allí habitaban también
sus dioses, el mismo mar era su Dios. Siglos después, según la leyenda, por el mar llegarían personajes
que fundaron otros imperios, como Naymlap y Taykanamo y la veneración al mar y sus especies continuó 
por siglos.

Cita María Rostworowski de Díez Canseco. Recursos Naturales Renovables y Pesca, Siglos XVI y XVII. IEP.1981. Lima.

TECNOLOGÍAS DE PESCA PREHISPÁNICAS


Emilio Rubio Díaz
Cuando en el Siglo XVI los conquistadores llegan al golfo de Guayaquil, vieron  con sorpresa, que los
pobladores de ese lugar usaban para transportarse y pescar, grandes balsas. El cronista Samano Xerez
(1528) refiere que Pizarro abordó  una de ellas, y pudo ver, junto  a  metales y piedras preciosas que “…
traían para rescatar por unas conchas de pescado de que ellos hacen cuentas coloradas como corales y
blancas que traían casi el navío cargado de ellas”.  Esas conchas no eran otras que el importante molusco
de nombre Spondylus, que en tiempos prehispánicos tuvo mucha importancia en las actividades rituales y
comerciales. Esto no debe sorprendernos si tenemos en cuenta que el hombre había poblado ya estas
tierras más de diez mil años antes y fue la pesca, junto a otras actividades extractivas lo que permitió su
desarrollo y sobrevivencia. Desde luego, lo que encontraron los conquistadores fue el resultado de un
largo proceso de evolución tecnológica que se dio en los Andes, en el caso de la pesca, esto permitió
hacerse a gran escala.
Esta es una evidencia que  en el Perú, la pesca es una actividad muy antigua. En ese aspecto, la
arqueología reporta para todas la épocas, restos de peces
y moluscos que formaron parte de la dieta de los antiguos
pobladores. La pesca por ser una actividad extractiva, se
originó mucho antes que la agricultura y se realizó como
hasta hoy, a parte del mar, en ríos y lagos de todas las
regiones.
Desarrollar la pesca demandó también desarrollar una
tecnología que permita la extracción o captura de especies
cada vez con más facilidad y a mayor escala. El proceso
evolutivo de los  instrumentos y la tecnología, pasó de la
pesca con lanzas de madera y arpones al uso de
anzuelos, redes y embarcaciones, estas no sólo permitieron la pesca en alta mar sino, también el traslado
de la producción a lugares distantes. Debo explicar que cada cambio de instrumento o tecnología es el
paso  a un nivel superior en el desarrollo social. Tenemos así que, en su etapa recolectora y trashumante, 
eran muy escasas las herramientas con las que contaba el hombre; la pesca se realizaba con ramas o
tallos a los que se les hacía punta. Un paso importante fue la talla de piedras y huesos, ello permitió
elaborar arpones, lanzas, flechas y algo novedoso para su tiempo: anzuelos. Hechos de conchas, huesos
y espinas, con el desarrollo de la metalurgia, se hicieron después de cobre. De esta etapa, encontramos
muchos conchales en varias partes del litoral, lo que nos indica la presencia permanente de poblaciones
en un solo lugar las mismas que tenían a la pesca como actividad principal para subsistir. Bonavia reporta
para el sitio llamado Los Gavilanes en Huarmey, una población de hace 6 mil años, cuya dieta tuvo como
base,  mamíferos marinos, pescado y moluscos. Lo mismo podemos decir  de Caral y Huaca Prieta en el
valle de Chicama.
El uso de los anzuelos no hubiera sido posible, si es que antes no se descubre la fibra del algodón para
hacer los cordeles. A esto sólo se pudo llegar con el descubrimiento de la agricultura, importante paso en
el desarrollo tecnológico del hombre, pues jugó un papel fundamental en el desarrollo de la pesca, al
proveer de fibra para la elaboración de cuerdas y la confección de redes para chinchorros, atarrayas y
trampas. Además, el algodón  sirvió también para hacer los cabos con los que se amarraron las maderas o
la totora para la fabricación de balsas de distintos tamaños y formas.

Con todos estos elementos, sumados al uso del metal y la cerámica, descubierta hace 4 mil años, la pesca
se desarrolló en gran escala, tanto que, se generó dentro de la sociedad una especialización: los
pescadores, que, a decir de Rostworowski, no labraban la tierra, ni eran artesanos, tampoco comerciantes.
De aquellas personas dedicadas a la pesca, todavía podemos ver actualmente en la costa peruana,  en el
lago Titicaca y otros lagos del altiplano, poblaciones herederas de esa tradición, que conservan aún la
herencia de sus embarcaciones y la técnica de pescar.

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