1a Sesión Orígenes
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1a Sesión Orígenes
Se considera que la pesca se originó hace miles de años. Cuentan las leyendas japonesas que en el
primer siglo de la era actual, la emperatriz Zingo elaboró un anzuelo con una aguja, utilizó granos de arroz
como cebo y con un hilo de uno de sus trajes confeccionó la cuerda con la que lo amarró a una larga vara;
con estos avíos fue como capturó una trucha en uno de los ríos cercanos. Por otro lado, existen algunos
documentos chinos, más antiguos, que contienen relatos sobre la pesca como una actividad recreativa.
En 1.653 Izaak Walton, contribuyó al conocimiento de los métodos de pesca, y divulgó, con extensas
observaciones, los hábitos de alimentación de los peces, sus ciclos vitales y los problemas que los
pescadores debían superar para engañar a sus presas. Walton postulaba también que el verdadero
pescador es el que pesca por amor a esta actividad, y no aquel que pesca por obtener un beneficio.
Con Walton, la pesca evolucionó hacia un arte, y además hacia una ciencia. Desde entonces los
pescadores no sólo se esfuerzan en mejorar su aparejo, tácticas y conocimiento de sus presas, sino que
también se han dado cuenta de que deben proteger su deporte si quieren que sobreviva. La reproducción
de la pesca en viveros, impedir la contaminación del aire y el agua, la restricción de la pesca en ciertas
zonas, los límites de las capturas diarias y la legislación protectora se han iniciado en nombre de la
LA CULTURA MOCHE.
En la costa norte del Perú, se desarrolló desde los inicios de nuestra era hasta aproximadamente 700 d.C.
la cultura llamada Mochica o Moche. En la literatura arqueológica a este espacio cronológico se le llama;
“Intermedio temprano”. Para entonces se encontraban ya consolidadas sociedades complejas que no son
sino, resultado de un largo proceso evolutivo.
Fue el arqueólogo alemán Max Uhle quien descubre la cultura Moche en 1899. De ella todavía se pueden
observar ahora muchas construcciones monumentales, como las huacas del Sol y la Luna en el valle de
Moche, el complejo El Brujo en el valle Chicama, Pampa Grande y Sipán en el departamento de
Lambayeque, también abundantes objetos de cerámica y orfebrería. Es a partir de la documentación
gráfica que nos ha dejado esta cultura, y de los objetos hallados en las excavaciones arqueológicas, que
hoy en día podemos conocer muchas de sus actividades cotidianas, sus rituales y su tecnología.
Al ser los mochicas una cultura altamente desarrollada para tu tiempo, nos han dejado restos materiales
que evidencian sus logros tecnológicos alcanzados en textilería, cerámica, metalurgia, desde luego,
también en la agricultura y la pesca.
Si bien es cierto que la pesca a gran escala provenía del mar, no era éste la única fuente para la
extracción de pescado. A parte de la pesca en los ríos en tiempos de lluvia, existe información que, eran
lugares de pesca también, pantanos, lagunas, ciénagas y albuferas, que a lo largo de la costa existían en
gran número. Las lagunas del litoral fueron muy importantes para proveer alimentos a la población desde
los inicios del poblamiento costeño. Actualmente han desaparecido por la excesiva extracción de agua del
subsuelo y por la desecación de éstas con fines agrícolas.
Importante información de cómo pescaban los mochicas, se puede obtener del registro gráfico que se hiso
de esta actividad en los ceramios, pues en ellos se ha graficado no sólo la forma de pescar sino también
las especies que se extraían. Por otro lado, las investigaciones arqueológicas reportan para este tiempo el
hallazgo de anzuelos, arpones, cordeles y redes. Lo que pone de manifiesto las diferentes técnicas que
usaron para extraer los recursos marinos. Mención especial debemos hacer de las embarcaciones para la
pesca en alta mar, se destaca dentro de ellas, el “caballito de totora”, que por su sencilla fabricación, bajo
costo, eficacia de maniobrabilidad y fácil traslado, hasta hoy podemos ver que todavía es usado en
algunas caletas de pesca tradicional en la costa norte peruana. Quizá sea ésta la herencia tecnológica
más importante que nos han dejado los moche. Según M. Rostworowski, “Los españoles …llamaron
“caballitos” porque los naturales montaban en ellos con los pies en el mar”. (1981:106) También se usó
embarcaciones hechas con troncos y odres, elaborado con cuero de lobos de mar. Mayormente estas
embarcaciones se las representa asociadas al uso de redes.
En cuanto a las especies que pescaban los moche, podemos decir que, por ser el mar en esta parte del
planeta muy abundante y variado en fauna, se ha registrado básicamente las mismas especies que
actualmente se consumen, tanto de peces, moluscos, lobos, nutrias de mar (hoy casi extinguidas), y algas.
En las lagunas se pescó la lisa (Mugil cephalus), en los ríos el camarón y life, entre otros.
PESCA Y RELIGIÓN
Pero la pesca no solamente fue una actividad cotidiana con el fin de obtener alimento. En las ilustraciones
que han dejado los moche, se puede ver a personajes míticos haciendo faenas de pesca en alta mar,
sobre embarcaciones en forma de animales estilizados, lo que nos hace ver que la pesca también estuvo
ligada al pensamiento religioso, prueba de ello es que, en la representación de sus dios AI-APAEC hecha
en los templos, se encuentran especies marinas como pulpo, raya, cangrejo. Por otro lado, la extracción
de moluscos sirvió también para hacer chaquiras, adornos o también incrustaciones en metal o madera.
Moluscos como el Spondyllus, el Strombus y Conus, han sido hallados como objetos rituales en las
tumbas.
Por todo ello, la importancia de la pesca, del mar y sus recursos, no sólo han dado a los pobladores de
esta parte de los Andes el sustento material para sobrevivir, ha propiciado también el sustento ideológico
de su sociedad. En la creencia de los mochicas, del mar no sólo vino el alimento, allí habitaban también
sus dioses, el mismo mar era su Dios. Siglos después, según la leyenda, por el mar llegarían personajes
que fundaron otros imperios, como Naymlap y Taykanamo y la veneración al mar y sus especies continuó
por siglos.
Cita María Rostworowski de Díez Canseco. Recursos Naturales Renovables y Pesca, Siglos XVI y XVII. IEP.1981. Lima.
Con todos estos elementos, sumados al uso del metal y la cerámica, descubierta hace 4 mil años, la pesca
se desarrolló en gran escala, tanto que, se generó dentro de la sociedad una especialización: los
pescadores, que, a decir de Rostworowski, no labraban la tierra, ni eran artesanos, tampoco comerciantes.
De aquellas personas dedicadas a la pesca, todavía podemos ver actualmente en la costa peruana, en el
lago Titicaca y otros lagos del altiplano, poblaciones herederas de esa tradición, que conservan aún la
herencia de sus embarcaciones y la técnica de pescar.