A. Manual de Prácticas Formativas para La IPS
A. Manual de Prácticas Formativas para La IPS
A. Manual de Prácticas Formativas para La IPS
UPB BUCARAMANGA
REVISÓ APROBÓ
Nombre: Yeferson Jahir Matajira Camacho Nombre: Ángela Pilar Albarracín Rodríguez
Cargo: Coordinador IPS Cargo: Director(a) Facultad de Psicología
Cualquier impresión o copia tomada de este documento se considera como copia NO CONTROLADA
En el año 2003, desde el Centro de Servicios Psicológicos se realizó el proceso de habilitación del servicio
de consulta psicológica dentro de los lineamientos legales existentes en ese momento, por lo que en el 2003
se registra como IPS UPB, y se habilita por la Secretaría de Salud de Santander como un prestador de
servicios con Objeto social diferente a la Prestación de Servicios de Salud, con el distintivo DHS204587 para
prestar el servicio de consulta externa de Psicología.
En el año 2009 la oferta de atención en el área clínica de psicología (IPS UPB) es incluida en el portafolio de
servicios del Instituto de Familia y Vida, organización creada y puesta en funcionamiento en ese año en la
ciudad de Bucaramanga.
En el año 2016, dada la nueva configuración administrativa de la Universidad como sistema nacional, la IPS
UPB sale del portafolio de servicios del Instituto de Familia y Vida y retoma su funcionamiento desde la
Facultad de Psicología, se crea como organización y se asigna el código BCIP. Desde el año 2018 se habilita
la segunda sede de la IPS para prestar el servicio de consulta externa en psicología en el Centro de
Proyección Social su Santidad Papa Francisco en el municipio de Piedecuesta.
Generar información y conocimiento contextualizado sobre las condiciones de salud mental de los
consultantes a partir de la formulación de proyectos de investigación con semilleros, estudiantes en
trabajo de grado y procesos de investigación formal.
2. ALCANCE
El alcance del proceso de atención en la IPS, inicia con la recepción del caso hasta el cierre del mismo por
sus 4 causales: cumplimiento de objetivos, inasistencia continuada, desistir del servicio, remisión a
psiquiatría.
3. NORMATIVIDAD
Haciendo referencia específicamente a la normatividad legal que rige a las IPS registradas como Prestadores
de Servicios con Objeto Social Diferente a la Prestación de Servicios de Salud, los lineamientos de la Resolución
2003 de 2014 del Ministerio de Salud y Protección Social, señalan que dichas entidades son aquellas en las
que los servicios de salud “son prestados por entidades cuyo objeto social no es la prestación de servicios de
salud y que por requerimientos propios de la actividad que realizan, brindan servicios de baja complejidad y/o
consulta especializada, que no incluyen servicios de hospitalización, ni quirúrgicos. Estos servicios se
habilitarán con el cumplimiento de las condiciones de capacidad técnico – científicas y deberán cumplir con los
requisitos legales de acuerdo con la normatividad vigente respecto a su existencia, representación legal y
naturaleza jurídica, según lo previsto en el Sistema Obligatorio de Garantía de Calidad, no requerirán presentar
el PAMEC y no podrán ser ofrecidos en contratación dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud”
(p. 16).
Esta identidad normativa ubica las acciones desarrolladas en la IPS UPB, las cuales tienen como alcance
específico la realización de las prácticas profesionales de estudiantes de pregrado y posgrado de la Facultad
de Psicología y exime a la Universidad de realizar procesos y procedimientos ante instancias como la
Superintendencia de Salud, el Ministerio de Salud y Protección Social y, la Secretaría de Salud Departamental.
No obstante, sí compete cumplir con los procedimientos establecidos en la Resolución mencionada en lo
• Criterio 5: Los prestadores de servicios de salud, determinarán para cada uno de los servicios que se
utilicen como escenarios de práctica formativa en el área de la salud, el número máximo de estudiantes
que simultáneamente accederán por programa de formación y por jornada, teniendo en cuenta:
capacidad instalada, relación oferta-demanda, riesgo en la atención, mantenimiento de las condiciones
de respeto y dignidad del paciente y oportunidad.
En concordancia con lo anterior es pertinente anotar que según la Ley 1090 de 2006 por la cual se reglamenta
el ejercicio de la profesión de Psicología, se dicta el Código Deontológico y Bioético y otras disposiciones, en
el parágrafo del Artículo 1, consagra que: “La definición de salud por parte de OMS; En la que se subraya la
naturaleza biopsicosocial del individuo, que el bienestar y la prevención son parte esencial del sistema de
valores que conduce a la sanidad física y mental, que la Psicología estudia el comportamiento en general de la
persona sana o enferma. Se concluye que, independientemente del área en que se desempeña en el ejercicio
tanto público como privado, pertenece privilegiadamente al ámbito de la salud, motivo por el cual se considera
al psicólogo también como un profesional de la salud”.
Así mismo, la Ley 1164 de 2007, por la cual se dictan las disposiciones en materia de Talento Humano en
Salud, señala en el Capítulo III, parágrafo 1° que “Los programas de formación en el área de la salud deberán
contener prácticas formativas que se desarrollen en los escenarios que cumplan las condiciones definidas
para el efecto, a fin de garantizar la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades, actitudes y
aptitudes requeridas por los estudiantes en cada disciplina. En cualquier caso, la Institución de Salud u otro
escenario de práctica garantizará la supervisión por un docente responsable de la práctica formativa que
realiza el estudiante, así como las normas de calidad exigidas por la normatividad vigente”.
De la misma forma, aplican la Resolución 1995 de 1999 y la Resolución 839 de 2017 (que modifica en lo
pertinente a la Resolución 1995 de 1999) por las cuales se establecen las normas para el manejo de la Historia
Clínica y su gestión documental en el ejercicio de los profesionales de la salud.
Es fundamental entonces que desde la IPS se contemple la normatividad existente para los profesionales en
salud y que por lo tanto en los procesos de práctica se tengan en cuenta los lineamientos del Decreto No 2376
de 2010, del Ministerio de Protección Social, por medio del cual se regula la relación docencia – servicio para
los programas de formación de talento humano del área de la salud y en la prestación del servicio.
Normas sobre las cuales se contempla la IPS UPB y las prácticas formativas:
Resolución 14861 de 1985 (personas en condición de discapacidad)
Resolución 4445 de 1996 (condiciones sanitarias)
Decreto 1011 de 2006 (SOGCS)
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Resolución 1043 de 2006 (habilitación)
Resolución 1445 de 2006 (acreditación)
Resolución 1446 de 2006 (sistema de información)
Circular 049 de 2008 SNS
Resolución 1995 de 1999 (historia clínica)
Resolución 839 de 2017 (modifica lo pertinente a la historia clínica)
Ley de Salud Mental 1616 de 2013
Resolución 2003 de 2014 (habilitación IPS)
Decreto 2376 de 2010 (docencia servicio)
Ley 1188 de 2008 (Registro Calificado de Programas de Educación Superior)
Decreto 1295 de 2010 (Reglamentación del Registro Calificado)
Ley 1438 de 2011. (Reforma al Sistema General de Seguridad Social en Salud) Pautas y guías
indicativas de auditoría de MSPS
4. CONDICIONES GENERALES
4.1 REQUERIMIENTOS PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LA IPS UPB
Realizar la habilitación anual de las dos sedes de la IPS ante la Secretaría de Salud.
Mantener un convenio de prácticas donde se especifique la relación docencia – servicio entre la IPS
y la institución de educación superior (IES), para estudiantes de pregrado, posgrado y trabajo de
grado (proyecto de grado, pasantía o servicio social).
Incluir en el archivo de la IPS UPB las hojas de vida de los profesionales supervisores de práctica y
del Coordinador de la IPS, las cuales deben tener la inscripción al RETHUS y diploma de pregrado.
Así mismo, deben reposar las hojas de vida, ARL y pólizas de los estudiantes. Este archivo debe ser
actualizado cada semestre de acuerdo con la asignación por cada programa.
Socializar a las entidades que remiten consultantes a la IPS, que la atención se realiza a través de
estudiantes en práctica de pre y posgrado.
En las sedes de la IPS UPB, cumplir con la norma que exige la oferta de batería de baños para
usuarios, incluyendo el baño para personas en condición de discapacidad.
Supervisar los espacios locativos, técnicos y tecnológicos necesarios para el desarrollo de las
prácticas formativas en ambas sedes.
Deber: obligación moral de hacer o dejar de hacer algo. Es lo que no puede ser de otra manera y
que nace de un mandato. Es un término que transmite un sentido de compromiso moral u obligación
de cualquier persona o cosa. El compromiso moral debe determinar una acción; no es una cuestión
de mero sentimiento o reconocimiento pasivo. Cuando alguien reconoce el deber, esa persona está
de acuerdo con el cumplimiento teóricamente sin tener en cuenta su propio interés.
Escenarios de prácticas formativas: Espacios en los cuales se desarrollan las prácticas formativas
del área de la salud, pueden ser institucionales o comunitarios, que intervienen en la atención en
salud de la población.
Prácticas formativas en salud: Estrategia pedagógica planificada y organizada desde una institución
educativa que busca integrar la formación académica con la prestación de servicios de salud, con
el propósito de fortalecer y generar competencias, capacidades y nuevos conocimientos en los
estudiantes y docentes de los programas de formación en salud.
Relación docencia servicio: Vínculo establecido entre dos actores, instituciones educativas e
instituciones de salud o espacios comunitarios, o con instituciones educativas cuando por lo menos
una de ellas disponga de Escenarios de prácticas; con el propósito de formar talento humano en
salud.
A continuación, se presentan los derechos y deberes de usuarios, estudiantes, docentes y personal de la IPS
UPB:
Recibir una atención respetuosa, segura y cómoda por parte de estudiantes y docentes.
No aceptar la presencia de profesores en la prestación del servicio.
Recibir información veraz y oportuna por parte de estudiantes y docentes.
A que se le respete su intimidad.
A que se guarde confidencialidad acerca de su estado de salud e información personal.
Manifestar las inquietudes y dudas que tenga con respecto al proceso de atención.
Los usuarios en las prácticas formativas tienen el deber de:
Conocer, aplicar y cumplir los reglamentos, normativas, protocolos, guías y procedimientos de la IPS
y la institución.
Cumplir con las normas establecidas en el régimen dicente de la institución de educación superior.
Participar en las actividades necesarias para su formación bajo supervisión del personal docente y
de la IPS.
Presentar los siguientes soportes: afiliación a EPS (estudiantes posgrado), hoja de vida, afiliación a
ARL, póliza de responsabilidad civil.
Estar siempre acompañado del docente.
Contar con espacios físicos y equipos adecuados para el desarrollo de la supervisión de las prácticas
formativas.
Tener acceso a las historias clínicas.
Recibir un trato respetuoso por el personal de la IPS y la institución.
Participar en las reuniones académicas.
Adquirir información y orientación con relación al desarrollo de las prácticas formativas.
Participar de las actividades académicas que la institución educativa haya programado para los
docentes.
Lograr de la institución educativa, el reconocimiento y remuneración correspondientes a las
actividades asistenciales y docentes desarrollados en el marco de la relación docencia servicio.
Conocer, aplicar y cumplir los reglamentos, normativas, protocolos, guías y procedimientos de la IPS
y la institución.
Cumplir con el reglamento docente de la institución de educación superior a la que pertenece.
Promover la responsabilidad ética, legal y social para el desarrollo de la relación docencia servicio.
Brindar garantías de seguridad, protección y bienestar a usuarios y estudiantes.
Analizar y resolver en primera instancia, las dificultades, diferencias y conflictos que puedan surgir
en desarrollo de la relación docencia-servicio y remitir a las instancias pertinentes los casos que así
lo ameriten.
Conocer, aplicar y cumplir los reglamentos, normativas, protocolos, guías y procedimientos de la IPS
y la institución.
Cumplir con el reglamento interno de la institución de educación superior a la que pertenece.
Asegurar espacios adecuados para la docencia, la extensión, la investigación, la generación de
conocimiento y el desarrollo de soluciones a los problemas de salud de la población.
Realizar la autoevaluación para determinar el cumplimiento de las condiciones necesarias para el
desarrollo adecuado de las prácticas formativas.
Garantizar que los estudiantes desarrollen sus prácticas formativas en condiciones adecuadas de
seguridad, protección y bienestar, conforme a las normas vigentes.
Favorecer la formación de talento humano en salud competente, con alto sentido ético, de
responsabilidad y compromiso social con la salud de la población.
6. PROCEDIMIENTOS DE LA IPS
7. PROTOCOLOS
• Forma 1: Por vía telefónica: la secretaria agenda y toma datos básicos de contacto (nombre
de quien solicita cita y teléfono). Posteriormente le indica al usuario que ingresará a la lista
de espera para asignar cita de atención (Utilizar formato PS-FO-207 control de usuarios-
banco de lista de espera)
• Forma 2: Asistiendo a la IPS: la secretaria realiza el primer contacto, diligencia datos básicos
(nombre de quien solicita cita y teléfono) y le comunica al usuario que hará parte de la lista
de espera para asignar cita de atención (Utilizar formato -FO-207 control de usuarios- banco
de lista de espera)
Nota 1: En este primer acercamiento que se realiza es importante que se le aclaré al usuario que, como
institución, somos una IPS con objeto social diferente, lo cual significa que los servicios brindados de atención
psicológica son de baja complejidad y se llevan a cabo en el marco de la realización de las prácticas
profesionales de estudiantes de pregrado y posgrado de la Facultad de Psicología y por tal motivo, tiene un
alcance netamente académico. De esta manera, se le aclara al usuario también, que nuestros servicios de
atención psicológica no influyen en decisiones, fallos o procesos legales que se estén llevando a cabo ante
instancias como, por ejemplo: ICBF, Comisarias, fiscalías, Superintendencia de Salud, Ministerio de Salud y
Protección Social y Secretaría de Salud Departamental. (Resolución 2003 de 2014 del Ministerio de Salud y
Protección).
Si se cuenta con un pasante de servicio social en la institución, pero no con estudiantes de práctica para
atención clínica (pregrado o posgrado), la secretaria se comunica con los usuarios que están en lista de espera
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y le agenda consultantes al pasante (utilizar formato PS-FO-152 recepción de citas). El estudiante debe
corroborar las asignaciones realizadas e iniciar el proceso de atención con los consultantes.
Nota 2: Si el usuario ya ha sido atendido en la IPS, es importante tener presente que no se abre una nueva
historia clínica. Por otro lado, es necesario que la persona encargada de realizar las recepciones de cita,
diligencie en el apartado de observaciones generales del formato PS-FO-152, esta información, para que así,
el estudiante que acompañará el caso pueda solicitar con anticipación la historia del consultante para preparar
la atención
Nota 3: Para asignar usuarios a los estudiantes, es importante tener en cuenta su disponibilidad de horario para
consultas (formato PS-FO-075 asignación de citas) En este formato, el estudiante plasma los espacios
disponibles para atención y a partir de él, se les comunica a los usuarios en que espacios pueden ser atendidos.
Como en el periodo académico semestral se cuenta con practicantes para atención clínica de pregrado
o posgrado es importante tener presente lo siguiente:
1. La coordinación del ejercicio de recepción de citas (formatoPS-FO-152) será realizado por: secretaria,
pasante y estudiante de pregrado (delegado)
2. Los estudiantes delegados para la recepción de citas en coordinación con la secretaria, deben revisar
el formato PS-FO-207 (control de usuarios- banco de lista de espera). Se deben distribuir el tiempo y
espacios en que se llamaran a los usuarios para agendarles cita en el formato PS-FO-152 (recepción
de citas). Al final de la jornada, la secretaria debe dejar actualizado el formato PS-FO-207 para poder
identificar que usuarios ya fueron llamados y cuales están en espera.
3. La persona encargada de realizar las llamadas debe tener presente lo estipulado en la nota 2 y 3)
4. Quien esté realizando las respectivas llamadas a los usuarios, debe contar en ese momento con la
carpeta de cada uno de los estudiantes que están en práctica clínica de pregrado y posgrado. En esta
carpeta, reposa el formato PS-FO-075 asignación de citas en el cual se establece los horarios
disponibles de los estudiantes para agendar usuarios. Si la recepción de la cita es exitosa, se debe
dejar el formato PS-FO-152 en la carpeta del estudiante que se le asignó el caso. De esta manera,
cada vez que el estudiante ingrese a la institución para cumplir sus prácticas, podrá identificar los
casos que se le han asignado.
5. Cuando el usuario acude a la primera sesión con el practicante, el estudiante debe encargarse desde
ese momento de su propia agenda. Para ello, cada vez que tenga atención programada, debe llevar
consigo al consultorio su carpeta en la que se encuentra el formato PS-FO-075, para poder definir con
el usuario la próxima cita. Si el estudiante en el desarrollo de la jornada, no tiene más usuarios para
atender, es importante que haga entrega de la carpeta a la secretaria o persona que en ese momento
está encargada de realizar las llamadas a los usuarios para agendarles citas.
7. Los estudiantes de pregrado y posgrado que realizan asesoramiento psicológico, deben estar
revisando periódicamente las citas que tienen programadas con la secretaria (Revisión de su
respectiva carpeta y formato PS-FO-075 asignación de citas). Si el usuario programado ya tiene
proceso de historia clínica abierta en la institución debe solicitar la carpeta a la secretaria. Si la atención
es por primera vez, se abre la historia clínica al usuario. El protocolo de atención de la institución tiene
establecido que inicialmente el practicante solicita a la secretaria las historias clínicas que tiene
programadas en el día. Cuando el usuario llega a la institución, estará en la sala de espera donde el
practicante que lo atenderá debe de ir, recibirlo y acompañarlo al consultorio. En este espacio, el
practicante dispone de 1 hora para realizar la sesión de acompañamiento y diligenciar los formatos
pertinentes mencionados a continuación según el caso.
Nota 4: Las decisiones tomadas frente al curso del acompañamiento de los usuarios deben ser coordinados
con el supervisor del estudiante. Si el usuario ya lleva un proceso de acompañamiento, se trabaja directamente
sobre el formato de seguimiento donde se registra las actividades que se realizan en consulta. No obstante,
para poder brindar un adecuado servicio, el estudiante debe conocer la historia Clínica del usuario y el trabajo
realizado hasta la fecha para que así pueda definir como realizará el proceso de acompañamiento. La lista de
chequeo de historia clínica es un formato que se diligencia al finalizar el proceso de acompañamiento por cierre
y es un documento de control que debe revisar el supervisor para evaluar las H.C a cargo del practicante.
8. Cada estudiante como mínimo, debe llevar de a 8 a 9 casos de acompañamiento psicológico durante
el desarrollo de su práctica. Si alguno de estos casos se cierra ya sea por inasistencia del usuario,
desistimiento del servicio, remisión o cumplimiento de objetivos, el estudiante debe dejar disponible en
su agenda de atenciones, este nuevo espacio para agendarle otro caso.
9. La distribución del total de horas que se deben cumplir a lo largo de la semana en el marco de las
practicas comprende: la atención de los usuarios en consulta, diligenciamiento de las historias clínicas,
asesoramiento individual y grupal por parte del docente encargado y demás actividades programadas
por parte de la coordinación de la IPS. Respecto a lo anterior, es importante tener presente, que se
debe dar prioridad a las horas asignadas para atención a los usuarios, esto quiere decir, que estas
deben ser mayores en comparación a las demás actividades anteriormente mencionadas.
10. Para el cumplimiento de las horas, el estudiante cuenta con la posibilidad de realizarlas en las jornadas
de la mañana y de la tarde. El total de estudiantes que pueden estar en cada jornada al día, guarda
relación con el número de consultorios con los que cuenta la IPS. En el caso del Centro de Proyección
Social se cuenta con 9 consultorios y para el Instituto de Familia y Vida hay disponibilidad de 10
consultorios.
11. Teniendo en cuenta el punto anterior, es importante que el estudiante organice el horario de tal manera
que se puedan ofrecer los servicios de atención de lunes a viernes en la IPS en cualquiera de las
jornadas establecidas.
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12. Es importante que el practicante que realiza los procesos de atención clínica, con anterioridad conozca
los diferentes instructivos que especifican como se diligencian los formatos de historia clínica. Por otro
lado, también es importante que este familiarizado con la Resolución 1995 de 1999 que establece la
normas para el manejo de la HC. Los instructivos en mención son los siguientes:
• PS-IN-027 Ins Elabo Hist Clínica Familiar Pareja
• PS-IN-030 Ins Elabo Hist Clínica Adultos
• PS-IN-031 Elaboración de historia clínica para niños y adolescentes
Material de apoyo
Para poder fortalecer las competencias en el ejercicio de acompañamiento a los usuarios, se recomienda
realizar un proceso de lectura a los siguientes documentos:
• Habilidades terapéuticas nivel 1.
• Fases del proceso terapéutico.
Nota 5: El estudiante cada mes debe reportar el balance de los usuarios atendidos. Para ello, debe diligenciar
el documento de Excel denominado “formato para control y revisión de historias clínicas” el cual dará entrega
el coordinador de la IPS
Principios generales
1. Expresar empatía: Significa aceptar y respetar al paciente intentando comprender sus pensamientos
y emociones en un acercamiento humano.
2. Establecimiento del rapport: Para proveer así el ambiente de confianza y confidencialidad
necesarias en la atención terapéutica
3. Evitar discutir con el paciente sobre puntos particulares de su relato.
Pautas específicas.
• Garantizar un ambiente adecuado y tranquilo para la entrevista.
• Procurar que todos los asistentes se sienten cómodamente y en una posición que permita el contacto
visual y relación directa.
• Adaptar el tiempo de la entrevista a las condiciones del o los entrevistados (1 hora el proceso de
consulta).
• Aunque es importante tener un cierto orden en la entrevista, se puede ir modificando el plan de la
misma de acuerdo con las circunstancias.
• Evitar las interrupciones frecuentes.
• Todos los temas abordados se consignan en el formato de historia Clínica (individual o familiar y de
pareja)
• Una vez que la (s) persona (s) haya (n) hablado libremente, comenzar con las preguntas pertinentes
de acuerdo con el caso, tanto para aclarar mejor lo relatado como para averiguar sobre aspectos que
no hayan sido tratados espontáneamente o hayan sido eludidos.
• Tratar de no comenzar las preguntas en “¿Por qué?” puesto que ello puede ser interpretado como una
intención de crítica o cuestionamiento directo.
• Mantener un orden lógico y coherente en las preguntas.
• No pretender agotar todo el tema en una sola entrevista, pueden quedar aspectos o informaciones
pendientes que pueden ser tratados en otras citas, cuando haya una mayor confianza o menor
alteración emocional.
• Se requiere contemplar los elementos señalados por la ética profesional con relación a los valores
éticos básicos (autonomía, justicia, beneficencia y no maleficencia) así como el principio de
confidencialidad.
Hacer una entrevista familiar siempre resulta útil para complementar y aclarar aspectos de la información
aportada y para buscar cooperación de la familia en el manejo. Consultar siempre con la persona su opinión
sobre hablar con su familia al respecto de sus problemas y comentar que el propósito es únicamente ayudarle
y facilitar su recuperación. Recopilación de antecedentes personales, en especial de índole psicosocial. Los
antecedentes personales pueden ser útiles para identificar condiciones de riesgo o protección. Generalmente,
los antecedentes se obtienen en la propia entrevista con la persona afectada o mediante familiares y amigos.
Comprenden los datos básicos de la historia personal y de su entorno familiar y social.
1. Orientación
Grado de ubicación de la persona con respecto al medio que lo rodea así como su disposición en él y el rol que
desempeña. Se evalúa Orientación en el tiempo, en el espacio y en la persona. Al describir se anota como:
Orientado/a en tiempo, espacio y persona, según sea el caso.
2. Nivel de conciencia
Pueden ser: Alerta. Estado de plena lucidez. Corresponde a la persona normal, Obnubilación, El paciente se
encuentra desorientado en el tiempo (no sabe la fecha) o en el espacio (no reconoce el lugar donde se
encuentra)
• Vigil
• Lucidez
• Hipervigil. Aumento del nivel de alerta, atención y consciencia
• confuso
• somnoliento
• estuporoso. Estado de inconsciencia parcial
3. Lenguaje
En la evaluación del lenguaje se aprecia si la persona es capaz de entender las preguntas que se le formulan,
de responderlas apropiadamente, de entender un texto escrito, de escribir, de nombrar objetos que se le
muestran.
• Taquilalia. Es un cuadro que afecta la velocidad del habla, por ello omiten letras y sílabas al hablar.
• Verborrea
• Disfasias/afasias (hablado)
• Dislexia. Alteración de la capacidad de leer por la que se confunden o se altera el orden de letras,
sílabas o palabras.
• Disgrafía. Trastorno en la facultad para escribir
4. Memoria
Es la capacidad de recordar hechos pasados. Estos pueden ser recientes o más antiguos (hechos remotos).
También se evalúa la capacidad para retener nueva información.
5. Pensamiento
El pensamiento es una de las funciones más complejas y características del humano. Se evalúa la Estructura
o curso del pensamiento, velocidad, y contenido.
Curso: velocidad
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• Taquipsiquico. Pensamiento rápido
• Bradipsiquico. Pensamiento lento.
• Perseverante
• Bloqueo
• Laxitud (flojo) en las asociaciones
• Incoherente
• Disgregado o tangencial. Trastorno del pensamiento que consiste en la pérdida del principio de
finalidad del pensamiento lógico, o sea, no existe un concepto hacia el cual apunte el pensamiento en
su discurso.
Contenido
• Normal
• ideas sobrevaloradas fijas, obsesivas fóbicas, ideas delirantes, ideas suicidas, preocupaciones.
6. Juicio
Evaluar sobre la forma en que la persona interpreta la realidad y opina sobre ella, presentar casos hipotéticos
y preguntar sobre su criterio. Por ejemplo, preguntar ¿si en este momento hubiera un incendio, usted que
haría?”.
7. Afectividad
El afecto es la forma de sentir o sentirse, y en él podemos distinguir:
• Eutímico. Normal
• Hipertimico. Hacia donde se dirige, a la exaltación o la inhibición
• Hipotimico. Tristeza
• Aplanado
• Incongruente
• Lábil
• alegría, miedo, ansiedad, pánico.
8. Percepción.
Evaluar la forma en que la persona percibe, procesa y expresa la realidad que le rodea. Preguntar por
percepciones que no se adaptan a la realidad:
• Alucinaciones (refiere percibir sensaciones sin un estímulo evidente) las más comunes son auditivas
y visuales, pero pueden ser sensoriales, gustativas y olfativas también.
• Ilusiones: (percepción de sensaciones distorsionadas sobre un estímulo evidente) por ejemplo un
gato puede ser percibido como un león o una silla como un vehículo.
9. Actitud
• Extravagante
• Sumiso
• Seductor
11. Psicomotricidad
• Agitado
• Enlentecido
• Acatisia. incapacidad para mantenerse quieto que se acompaña de una sensación de intranquilidad
a nivel corporal, sin llegar a la angustia
• Acinesia.Incapacidad para iniciar un movimiento cuando este movimiento es preciso.
• Manierismos. Trastorno de la psicomotricidad, caracterizado por un exceso y una exageración de los
movimientos (del lenguaje, de los gestos, de la mímica, de la marcha, etc.)
• Estereotipias
• Distonías. es un trastorno del movimiento que causa contracciones involuntarias de los músculos
• Temblores
• Tics
• Compulsiones
• catatonía (catalepsia, flexibilidad cérea, negativismo).
• Hipobulia (disminución de la actividad)
• Abulia Reducción notoria del deseo o de la motivación de actuar.
• Hiperbulia
NOTA: El examen mental es un apartado que da validez y criterio a la impresión diagnostica que se realiza del
caso tratado. Es por lo anterior, que cada una de las esferas que lo comprenden deben ser abordarlas para
tener un análisis integral de la condición del consultante. Por ejemplo, si se presenta un caso de una persona
que cumpla criterios para un trastorno depresivo, se abordan las esferas del pensamiento y el afecto con mayor
fuerza y elementos que justifiquen el diagnostico dado (estas esferas son las que por lo general se evidencian
en mayor medida los signos y síntomas propios de este cuadro) y las demás esferas se pueden referir de
manera general dependiendo de la condición del caso
Para los casos donde no se cumpla con criterios para un trastorno, es necesario tener presente los códigos z
que hacen referencia a otros problemas de consulta psicológica. Para esta codificación también es necesario
en el examen mental hacer énfasis a la esfera que brinde mayores elementos para justificar la impresión
diagnostica.
Alcance del proceso de atención por parte de los estudiantes de pregrado y posgrado
El alcance que determina que casos particulares debe llevar en seguimiento un estudiante de pregrado, está
relacionado por el nivel de complejidad del caso. El estudiante de pregrado en asesoría con el supervisor,
evalúan a partir de la impresión diagnostica realizada, si es necesario realizar la remisión a un practicante de
la especialización. Los estudiantes de pregrado pueden realizar asesorías, evaluación, orientación e
intervención tanto individual como grupal, siempre teniendo presente el nivel de complejidad. Con relación a los
estudiantes de especialización, se espera el desarrollo de las mismas funciones anteriormente expuestas
orientadas a casos de baja o moderada complejidad.
Es importante tener presente que, como IPS con objeto social diferente, los servicios brindados de atención
psicológica son de baja complejidad y se llevan a cabo en el marco de la realización de las prácticas
profesionales de estudiantes de pregrado y posgrado de la Facultad de Psicología y por tal motivo, tiene un
alcance netamente académico. Nuestros servicios de atención psicológica no influyen en decisiones, fallos o
procesos legales que se estén llevando a cabo ante instancias como, por ejemplo: ICBF, Comisarias, fiscalías,
Superintendencia de Salud, Ministerio de Salud y Protección Social y Secretaría de Salud Departamental.
(Resolución 2003 de 2014 del Ministerio de Salud y Protección).
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Es por lo anterior, que casos relacionados a: intento, ideación o conducta suicida, maltrato infantil violencia
intrafamiliar, y abuso sexual a menores o mayores de edad, son casos que no se les da continuidad de proceso
y seguimiento en la IPS. Tan pronto se identifica casos de esta complejidad, se realiza la orientación inicial en
consulta se hace remisión a la instancia pertinente y se cierra el caso. Sin embargo, como institución, si
podemos brindar asesoría psicológica a los familiares de manera indirecta.
Definiciones
Una conducta suicida hace referencia a pensamientos y comportamientos intencionales de hacerse daño a sí
mismo, que puede llegar a tener un resultado fatal para la víctima. La Guía Operativa del Sistema de Vigilancia
Epidemiológica de la Conducta Suicida (SISVECOS) de la SDS, desde el cual se hace seguimiento y monitorea
los casos de conducta suicida, plantea cuatro tipos de conducta suicida, a saber, ideación, amenaza, intento y
suicidio consumado:
Ideación suicida: pensamiento de querer morir generado por dificultades emocionales, de las cuales no se ha
establecido una solución para resolver el problema. Las dificultades emocionales pueden ser trascendentales
o no para la persona y ante la imposibilidad de encontrar una respuesta, puede llegar a establecer un plan
estructurado para llevar a cabo el suicidio (comité distrital de convivencia escolar, 2016)
Amenaza suicida: situación en la cual la persona se comporta de manera desafiante y advierte con querer
quitarse la vida ante un familiar o cualquier persona. Estas situaciones requieren atención médica especializada
y hasta su hospitalización. (Comité distrital de convivencia escolar, 2016)
Suicidio consumado: todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente, de un acto realizado por la
víctima misma, sabiendo que debía producir dicho resultado.
Es importante que el psicólogo, aborde al NNA en un espacio seguro, en un diálogo individual, con un lenguaje
y tono de voz adecuado, con actitud de escucha, permitiéndole al NNA expresarse tranquilamente y
garantizando la confidencialidad de la situación, un espacio en el que pueda hablar acerca de lo que le sucede
y encontrar apoyo empático por parte de quien lo escucha
Durante el abordaje inicial no se debe reprochar al NNA sobre su expresión de ideas o conductas relacionadas
con la posibilidad de quitarse la vida; también es importante evitar hablar acerca de los sentimientos y
emociones que pueden estar vinculadas con la ideación o amenaza suicida. Por otro lado, es importante
analizar la situación dependiendo del riesgo que puede estar asociado con la ideación o amenaza suicida:
• La ideación suicida, podría considerarse con riesgo moderado, cuando se identifican “pensamientos
constantes de querer morir con antecedente de un problema emocional, sin establecer estrategias
para resolver el problema”. Los pensamientos constantes pueden estar asociados a dificultades en la
familia del NNA, maltrato infantil, rechazo por parte de sus compañeros, carencias personales entre
otros, situaciones que inciden considerablemente en su estado emocional.
La amenaza suicida, por si sola representa un riesgo severo para el NNA, por cuanto advierte con quitarse la
vida ante sus compañeros, docentes, padres de familia o cualquier otro miembro de la comunidad, razón por la
cual requiere intervención de emergencia y apoyo especializado en salud mental. (Comité distrital de
convivencia escolar, 2016)
Es posible que la ideación o amenaza suicida se centre en la ambivalencia, es decir que el NNA tiene razones
a favor y en contra para la ejecución de la conducta suicida. En este sentido, la labor es concentrarse en esa
ambivalencia y hacer más relevantes las razones en contra, de tal manera que la balanza se incline en favor
de conductas que preserven la vida. (Comité distrital de convivencia escolar, 2016)
El apoyo emocional permite que se puedan establecer acciones que promuevan la vida y la integridad del NNA,
identificando con él alternativas diferentes al suicidio, con las cuales pueda afrontar de manera más adaptativa
las problemáticas por las que está atravesando. Uno de los resultados de este proceso de atención y apoyo
emocional es generar acuerdos con el NNA, mediante los cuales se comprometa a conservar su vida y a
ejecutar aquellas alternativas que se consideran apropiadas.
Es responsabilidad de los padres de familia o acudientes solicitar los servicios especializados en salud mental,
para lo cual la remisión a la entidad de salud se hará mediante el reporte escrito de la situación que emite el
psicólogo o la persona encargada de abordar el caso.
Es posible que durante el proceso de atención y apoyo emocional al NNA, no sea efectiva la intervención
realizada, la crisis no sea superada y persista la ideación o amenaza suicida, en este caso, es necesario
comunicarse con la línea 123 o la línea 106 o también comunicarse con ISNOR o el hospital psiquiátrico San
camilo. Tan pronto se realice la atención, se realiza cierre del proceso, se remite a la instancia y se psicoeduca
al acudiente y al usuario de la importancia de continuar el proceso con otras instancias especializadas en estos
casos.
Situaciones
Nota 1: El Usuario no debe retirarse del establecimiento sin algún acudiente o familiar que se responsabilice
de la situación. De ser necesario se contacta a Policía y demás instancias dependiendo del estado emocional
del Usuario
Nota 2: Recuerde que el Hospital Local de Piedecuesta se puede remitir a un consultante siempre y cuando
acuda con un acompañante
Referencias
Comité distrital de convivencia escolar (2016). Directorio de atención integral para la convivencia escolar y el
ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos. Recuperado de:
https://www.educacionbogota.edu.co/portal_institucional/sites/default/files/inline-
files/Protocolos%20de%20atencion%20consolidados%20V%202.0_0.pdf
• Físico
Es toda agresión física a un menor causado por parte de los padres, personas del grupo familiar o cuidadores.
Puede ser de intensidad leve, moderada o grave y su ocurrencia antigua, reciente o recurrente. (Seguro Social
1998 citado en República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
• Abuso Sexual
Contacto o interacción entre un menor y un adulto, en el que el menor es utilizado para la satisfacción sexual
del adulto o de terceros, desconociendo el desarrollo psicosexual del menor. El abusador puede ser un menor
cuando es significativamente mayor que la víctima o tiene una posición de poder o control sobre el menor (Kent,
Hymel, Carole, Jenny. Child, 1996 citado en República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
Dentro de esta variante de maltrato se encuentran numerosas conductas que padres, maestros y cuidadores
que realizan con los niños, por ejemplo el rechazo, la crítica, la constante burla de sus aptitudes o de sus errores
y equivocaciones infantiles, la ridiculización de sus acciones, la amenaza de abandono o daño si no cumplen
con las expectativas de los padres, las demandas y exigencias inapropiadas para la edad del niño, que terminan
confiriéndole un papel adulto o de paternidad que no le corresponde, así como la sobreprotección mediante
actitudes que inhabilitan e inmovilizan el normal desarrollo del niño. (República de Colombia, Ministerio de
Salud, 2000)
El maltrato psicológico del menos se clasifica en leve, como aquel que es reparable en un corto tiempo de
tratamiento; moderado, el que requiere una intervención prolongada al niño y a su familia; y grave, aquel que
no tiene retroceso y sus secuelas acompañan a la víctima toda la vida. Como se mencionó anteriormente, es
importante recordar que todos los tipos de maltrato a los niños y niñas están acompañados de maltrato
psicológico. (República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
Epidemiologia
Existen factores que permiten tener una idea del maltrato que puede definirse como la agresión o lesión injusta
infligida a un menor de edad comprendido desde su nacimiento hasta los 18 años de edad, ya sea en forma
física, sexual o psicológica.
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En la Región de América Latina y el Caribe, no menos de 6 millones de niños, niñas y adolescentes son objeto
de agresiones severas y 80 mil mueren cada año por la violencia que se desata al interior del núcleo familiar.
Quejas frecuentes
Dentro del maltrato infantil se encuentran signos frecuentes que se relacionan directamente con las víctimas de
maltrato. Aspectos físicos como las pesadillas y problemas de sueño, cambio de hábitos de comida y problemas
para controlar las heces y la orina, además se presentas aspectos conductuales como temor al contacto con
los adultos, comportamientos agresivos o retraimientos no propios de la edad, cambios en el rendimiento
escolar ( falta de concentración) y/o social (no se interesa por el juego o juega poco),frecuentes quejas de
dolores (cabeza, estómago, etc.), a nivel emocional se presenta miedo generalizado, culpa y vergüenza,
síndrome de estrés postraumático, aislamiento y dificultad para expresar sentimientos
Pautas de actuación
Valoración del paciente y estado mental: exploración de su situación actual, tipo de violencia ejercida, agentes
maltratantes, dinámica familiar (roles, manejo de la autoridad, formas de corrección). El profesional podrá
ayudar al niño brindándole confianza y facilitarle la expresión de emociones para de esta manera permitirle al
niño relatar los hechos, así mismo es necesaria la evaluación del impacto psicológico por experiencia de
maltrato. Por otra parte, es importante involucrar a los miembros de la familia en el proceso terapéutico:
identificar agente maltratante, tipo de violencia, frecuencia, formas de maltrato, factores desencadenantes y
patrones de relación.
Nota: Todos los miembros de una institución de salud que tengan conocimientos o sospecha que un niño o
niña ha sido víctima de maltratos, tienen la OBLIGACIÓN de denunciar el hecho ante la Comisaría de Familia
el Centro Zonal del ICBF o el Juzgado de Familia. En su defecto debe informarse a la Policía, a la Personería,
a la Procuraduría a la Defensoría o a la Fiscalía. Para facilitar el cumplimento de este deber las Instituciones
deberán crear mecanismos para denunciar con oportunidad
Nota 1: El menor no puede salir de la Institución hasta no comunicar a las instancias correspondientes quienes
orientaran el paso a seguir
DIRECTORIOS DE CONTACTO:
• ICBF: 141/0180000918080
• Policía Nacional Emergencias: 123
• Comisaria de Familia: 6337000 ext. 119—120
La violencia tiene que ver con la utilización de la fuerza física, de la coacción psíquica o moral por parte de un
individuo o grupo de sujetos, en contra de sí mismo, de objetos o de otra persona o grupo de personas víctimas,
esta adquiere particular relevancia cuando se presenta en el seno del hogar dado los actores involucrados y
las potenciales consecuencias que esto genera. (República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
La violencia doméstica o violencia intrafamiliar comprende las agresiones que ocurren dentro de una unidad
familiar o doméstica, siendo esta: maltrato infantil, violencia contra la pareja o contra los adultos mayores, contra
los hermanos, o contra las demás personas que formen parte de dicha unidad. “Consideramos la violencia como
una situación en la que una persona con más poder abusar de otra con menos poder. Las diferencias y
desigualdades en la familia están dados por el género y la edad. El término violencia familiar alude a todas las
formas de abuso que tienen lugar en las relaciones entre los miembros de una familia. Para definir una situación
de violencia familiar, la relación de abuso debe ser permanente, periódica o cíclica. Se excluyen las situaciones
de maltrato aisladas que constituyen la excepción y no la regla dentro de las relaciones familiares. 13
“Denominamos violencia intrafamiliar a toda acción u omisión protagonizada por los miembros que conforman
el grupo familiar (por afinidad, sangre o afiliación) y que transforma en maltratantes la relaciones entre ellos
causando daño físico, emocional, sexual, económico o social a uno o varios de ellos.
Violencia Física
Forma de agresión producida por la aplicación de la fuerza física no accidental, caracterizada por lesiones
variables sobre el cuerpo de la persona agredida, con consecuencias leves o graves, incluso la muerte, pero
que siempre tienen efectos traumáticos de orden psicológico o emocional ya que es generada con una
intencionalidad específica. Se expresa cotidianamente en el ámbito familiar, como consecuencia de una
dinámica de poderes donde histórica y culturalmente la mujer se sitúa en un plano inferior al hombre. (República
de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
Violencia Psicológica
Se refiere a todo tipo de agresión a la vida afectiva lo cual genera múltiples conflictos, frustraciones y traumas
de diferentes órdenes, emocional, psicológico, social, en forma temporal o permanente. Además de estar
íntimamente relacionado con las agresiones físicas y sexuales puede presentarse como una relación cotidiana
en la convivencia familiar expresada en 3 formas:
• Agresión verbal utilizada para humillar, ridiculizar, amenazar o denigrar al agredido. Expresa el deterioro en
las formas de comunicación entre los integrantes del grupo familiar.
• Lenguaje corporal: manifestaciones exageradas y permanentes miradas de insatisfacción, de rechazo o
burlescas; ausencia de expresiones afectivas, la exclusión y el aislamiento llegan a formar parte del lenguaje
cotidiano como una forma de hostilidad y agresión emocional.
• Chantaje afectivo que se ejerce entre la pareja y entre padres e hijos. En este caso la violencia emocional se
expresa en la negación a la libertad del otro (a).
• El abuso emocional o psicológico puede preceder o acompañar la violencia física como una forma de control
a través del miedo y la degradación. Al igual que la violencia física tiene como base la subvaloración o
descalificación de la mujer y el autoritarismo, la imposición de ideas y deseos
Violencia Sexual
“Denominamos Violencia sexual a toda acción u omisión, voluntaria o involuntaria, protagonizada por un hombre
o una mujer, contra otro hombre o mujer, que causando daño físico o emocional , vulnera los derechos sexuales
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de la otra persona, le impide o limita la satisfacción de sus necesidades sexuales e inhibe el pleno desarrollo
de su sexualidad.” La violencia sexual atenta contra la libertad sexual que se refiere a la capacidad de
autodeterminación de mujeres y hombres sobre su vida sexual y reproductiva, teniendo en cuenta los derechos
de los demás. La libertad entraña la capacidad de elección, control y la responsabilidad acerca de los asuntos
que competen con la sexualidad y la vida reproductiva incluidos la salud sexual y la salud reproductiva sin sufrir
discriminaciones, coacción o violencia. (República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
La libertad sexual comprende:
Es la forma de violencia que produce un impacto emocional más grave puesto que atenta contra la intimidad,
la dignidad, la imagen, la estima y la libertad de la persona.
El abuso sexual de la mujer al interior de la familia reviste la mayor gravedad no sólo por su frecuencia, sino
por los vínculos afectivos de intimidad y confianza que se tienen con el agresor y porque es más difícil de
evidenciar y visibilizar. Este tipo de violencia incluye violación, forzamiento, incesto, abuso, acoso sexual, burlas
respecto a su comportamiento, insultos y agresión durante la relación, sadismo y obligación a tener relaciones
cuando no se desea. Sobre las víctimas de violencia sexual se suele tender un manto de duda, sospecha y
culpabilización. Se tiende a considerarlas provocadoras de la agresión que sufren. Estas atribuciones negativas,
sobre las mujeres, implican que la víctima tenga que entrar a demostrar “que no es culpable” de la violación o
del abuso, con el agravante de que no se cree suficientemente en su palabra. (República de Colombia,
Ministerio de Salud, 2000)
La forma como una mujer violada es atendida puede alentar o acabar totalmente con la posibilidad de denunciar
el hecho y restablecer sus derechos.
Epidemiología
Aunque este es uno de los problemas de salud mental que se encuentran íntimamente relacionados con
factores culturales locales se calcula que, en general, el 20% de los pacientes con traumatismos físicos y 25%
de los homicidios de mujeres, registrados en los servicios de urgencia de los hospitales relacionados con
violencia conyugal. Es importante señala que el 95% de los casos de violencia familiar tendrán a una mujer
como víctima.
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Quejas presentes.
Aún y cuando la prevalencia del problema es bastante alta, se estima que existe un subregistro importante
motivado por la falta de denuncia por parte de las víctimas quienes, temerosas ante las potenciales
consecuencias, prefieren callar.
En general existen signos clínicos que deben levantar las sospechas y obligar un interrogatorio sutil y
respetuoso, pero consistente. A continuación, alguna descripción de los signos más frecuentemente
relacionados con violencia y luego una descripción más detallada de los problemas específicos por categoría
de violencia:
Pautas Diagnósticas
Aunque como vemos, son muchas y diversas, algunas pautas en general pueden ser:
Generalidades
Todas las violencias sexuales, físicas, psicológicas o por negligencia y abandono resultado de acciones o
conductas agresivas basadas en relaciones de poder y asimétricas o relacionadas con la sobrevaloración de lo
masculino y subvaloración de femenino deben notificarse:
• Todas las violencias sexuales y ataques con agentes químicos (independientemente del sexo o la edad de la
víctima)
• Todas las violencias físicas y psicológicas contra niños, niñas y adolescentes, mujeres y personas con
identidades de género y orientaciones sexuales no normativas (en el contexto de la definición de caso)
• Todos los casos de negligencia y abandono contra niños, niñas, adolescentes, adultos mayores y personas
con discapacidad.
Normativa legal
• Ley 1257 de 2008 por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia
y discriminación contra las mujeres.
• Decreto 4796 de 2011 el cual define las acciones necesarias para detectar, prevenir y atender integralmente
a través de los servicios que garantiza el Sistema General de Seguridad Social en Salud a las mujeres víctimas
de violencia e implementar mecanismos para hacer efectivo el derecho a la salud.
• Ley 1639 de 2013 por medio de la cual se fortalecen las medidas de protección a la integridad de las víctimas
de crímenes con ácido.
• Resolución 4568 de 2014 por la cual se adopta el protocolo de atención de urgencias a víctimas de ataques
con agentes químicos.
• Decreto 1033 de 2014 por medio de la cual se fortalecen las medidas de protección a la integridad de las
víctimas de crímenes con ácido y se adopta la ruta de atención integral para las víctimas de ataques con ácidos,
álcalis o sustancias similares o corrosivas que generen daño o destrucción al entrar en contacto con el tejido
humano.
• Ley 985 de 2005 por medio de la cual se adoptan medidas contra la trata de personas y normas para la
atención y protección de las víctimas de la misma.
• Decretos 1069 de 2014 y 1066 de 2015 que reglamentan las competencias, beneficios, procedimientos y
trámites que deben adelantar las entidades responsables en la adopción de las medidas de protección y
asistencia a las personas víctimas del delito de la trata de personas.
• Decreto 1066 de 2015 por medio del cual se reglamentan las competencias, beneficios, procedimientos y
trámites que deben adelantar las entidades responsables en la adopción de las medidas de protección y
asistencia a las personas víctimas del delito de la trata de personas.
• Ley 1146 de 2007 por medio de la cual se expiden normas para la prevención de la violencia sexual y atención
integral de los niños, niñas y adolescentes abusados sexualmente.
• Resolución 0459 de 2012 por la cual se adopta el protocolo y modelo de atención integral en salud para
víctimas de violencia sexual.
Según la Resolución 0459 de 2012, Un profesional debe brindar a la mujer información sobre el procedimiento
en condiciones de confidencialidad, con una actitud cálida, escucha activa, tiempo suficiente para atender sin
prisa, transmisión de confianza y plena aceptación, transmisión de certeza de que la paciente será atendida en
sus necesidades en esa u otra institución, explicación de pasos a seguir, programación de consulta médica y
psicológica.
Pautas de Tratamiento
Muchas mujeres indican que se sienten más cómodas de hablar sobre este problema si el proveedor del servicio
es una mujer. Siempre que sea posible, procurar atención a las víctimas con prestadores del mismo sexo.
Soporte Afectivo
Las víctimas de violencia intrafamiliar serán, usualmente, personas con un largo historial de agresión en su
contra. No es raro entonces, encontrarse ante personas emocionalmente frágiles e integralmente debilitadas.
Las intervenciones psicosociales encaminadas a brindar apoyo y acompañamiento a todo nivel, serán siempre
bien recibidas y tendrán un efecto aliviante y esperanzador para la víctima.
Documentación
Poner cuidado particular a todos los documentos que se generen de la visita y evaluación clínica de la víctima.
De nuevo, ellos podrán convertirse en documentos invaluables al momento de los procesos penales. No
obstante, al ser una IPS de objeto social diferente donde la atención es realizada por practicantes, es necesario
que los estudiantes realicen la primera atención que por lo general será para hacer contención o intervención
en crisis y se active la ruta de inmediato, ya que los procesos por violencia intrafamiliar no pueden ser atendidos
en la IPS, Como tampoco los casos de violencia sexual, ideación o intento suicida
Confidencialidad
Es particularmente relevante el mantener la confidencialidad al máximo para evitar cualquier riesgo adicional a
la víctima en el caso que el agresor se entere de la consulta. No confiar la información a nadie sin antes consultar
con la víctima y, en general, no divulgar detalles de la misma.
Referencia
Las personas víctimas de cualquier tipo de violencia deberán ser referidas de acuerdo al Protocolo de Atención
a Víctimas de Violencia Sexual y al Protocolo de Atención Integral a personas afectadas por Violencia de la Red
del Buen Trato del Municipio de Bucaramanga. Es necesario activar ruta.
En caso de mujeres menores de edad, la institución debe remitir a la menor a las instituciones de protección y
asegurar que sea recibida y debidamente atendida en las mismas. En todos los casos se debe dar información
sobre los servicios locales disponibles para la atención y protección de víctimas, así mismo un listado con
nombres y números telefónicos de personas o sitios a los que puede acudir en un momento de emergencia
(ICBF, Comisarías de Familia, Policía, DABS, Fiscalía).
Directorio de atención
• Línea de atención 155 donde se atienden y orientan casos de violencia de género. A traes de la línea
se puede solicitar medidas de protección
• CAVIF: Centro de atención e investigación integral contra la violencia intrafamiliar Bucaramanga.
Teléfono: 6522222
• Comisaria de familia: 63370000 ext 119-120
• Policía Nacional: 123
• ICBF: línea de atención 141 /0180000918080
Definición
El abuso sexual infantil ocurre cuando un adulto utiliza la seducción, el chantaje, las amenazas o la manipulación
psicológica para involucrar a un niño o niña en cualquier tipo de actividades sexuales.
Reconocer el abuso sexual es difícil para muchos médicos y para otros profesionales quienes condenan el
hecho de que haya adultos que abusan de los niños para su propia gratificación; esto es particularmente difícil
cuando el niño ha sido abusado por un familiar que puede ser también su paciente. Otro problema relacionado
con el reconocimiento del abuso sexual, es que en la formación médica inicial no se enseña la anatomía genital
en niños prepúbe-res.(República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
En muchos casos de abuso físico, los hallazgos médicos son obvios, sea como lesiones recientes o signos de
fracturas antiguas que pueden ser vistas con rayos x, y puede ser comparativamente más fácil reconocer la
existencia previa del abuso. No pasa lo mismo con el abuso sexual. (República de Colombia, Ministerio de
Salud, 2000)
Análisis de historias clínicas en casos de abuso sexual conocido o sospechado, revelan que por encima del
80% de los niños pueden no presentar lesiones recientes o antiguas. En la mayoría de las investigaciones por
abuso sexual, la información obtenida de una entrevista apropiada con el niño es mejor eviden-cia que el
examen médico. Es importante recordar que una proporción de niños (as) quienes han sido abusados
sexualmente también pueden haber sido abusados físicamente. (República de Colombia, Ministerio de Salud,
2000)
La ausencia de hallazgos al examen en menores abusados (as) sexualmente puede explicarse por el tiempo
transcurrido desde la ofensa, (lesiones del área genital sanan rápidamente y pueden sanar sin dejar cicatriz.),
porque el ofensor (a) pudo haber restringido su actuación a besos, frotamiento, caricias y masturbación o a
otros actos para conseguir en forma deliberada gratificación sexual del abusador (a) , sin causar lesiones
visibles al niño(a). La penetración pudo ser anal y no dejar lesiones o solo dejar pequeñas lesiones. El abuso
anal lo realizan en niños y niñas.
Los mitos o falsas creencias acerca del abuso sexual dificultan su prevención y manejo; los más frecuentes
son:
• Los abusos sexuales suelen ser actos brutales con graves heridas; se ha demostrado que la mayoría
de abusos son sutiles y no dejan mayores huellas físicas.
• Los abusos sexuales son incidentes aislados, que ocurren en callejones oscuros; la verdad es que son
más frecuentes de lo que se imagina y ocurren generalmente en los hogares o en sitios donde se cree
que los niños están seguros (escuela, tienda, consultorio, iglesia entre otros).
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• Los abusadores son personas de estratos socioculturales bajos; existen entre los abusadores
personas de alto rango social y elevado nivel académico.
• Los niños hombres son raramente abusados; las estadísticas muestran cómo los niños son cada vez
más víctimas de abuso sexual.
• Los niños mienten acerca del abuso sexual; nunca un niño inventa este tipo de relatos, por eso siempre
se debe prestar atención a ellos.
• Sólo se abusa de los (las) adolescentes; se abusa de niños (as) de todas las edades.
• Los niños/niñas provocaron el abuso y hubieran podido defenderse; jamás un niño provoca a un adulto,
está en estado de indefensión y el adulto usa el poder, la autoridad, la fuerza, y se aprovecha del temor
y/o la ignorancia del niño.
Diagnostico
• Dificultad para caminar o sentarse, dolor o molestias en el área genital, sangrado en boca, ano o
vagina.
• Enfermedades de transmisión sexual.
• Infecciones urinarias a repetición.
• Cuerpos extraños en ano o vagina.
• Embarazo precoz.
• Masturbación excesiva.
• Enuresis o encopresis.
• Desordenes de la alimentación.
• Miedo a dormir solo.
• Regresión del lenguaje.
• Autoestima disminuida.
• Preocupación por temas sexuales.
• Consumo de alcohol o drogas.
• Trastornos somáticos.
• Depresión con o sin ideación suicida.
• Cambios en el rendimiento escolar.
• Temor a los adultos.
• Promiscuidad con un adolescente.
• Trastornos del sueño.
• Ansiedad, inestabilidad emocional.
• Fugas de la realidad.
• Intento de suicidio.
• Pérdida de la memoria.
• Rechazo hacia el padre u otros familiares.
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• No querer llevar el apellido del padre.
Se recomienda entrevistar primero a los padres o acompañantes sin la presencia del menor, en orden a
establecer los antecedentes médicos, realizar una revisión de síntomas por sistemas encaminada a identificar
signos o síntomas que pudieran ser indicativos de abuso sexual, que pueden sintetizarse en: cambios de
conducta y quejas anogenitales. (República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
También se interroga por la historia familiar social y desarrollo del menor; teniendo en mente los factores de
riesgo y de protección. Luego se pregunta por el abuso sexual; nunca enfrente del niño(a).
Deben conocerse las palabras que el menor utiliza para referirse a sus genitales. Debe recolectarse toda la
información posible sobre el abuso de fuentes diferentes antes de la entrevista con el niño(a). (Paradise, 1990
citado en República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
Aunque la conducta y las quejas somáticas pueden indicar un diagnóstico de abuso sexual, sobre todo cuando
tiene lugar poco después de tal abuso, éstas por sí solas no permiten un presunto diagnóstico de abuso. Al
valorar a un niño con conducta inespecífica o dificultades somáticas, el abuso sexual ha de ser una de las
muchas explicaciones a considerar por parte de quien establezca el diagnóstico
Cuando durante una visita médica se plantea la posibilidad de abuso sexual, el médico debe ante todo decidir
si procede o no a entrevistar al niño inmediata-mente acerca del abuso: Si esta información no se le ha solicitado
al niño(a) previamente y si parece dispuesto a describir el abuso y si no se ha notificado aún a una autoridad,
en estos casos es importante proceder lo antes posible a una entrevista. (República de Colombia, Ministerio de
Salud, 2000)
Es posible que más tarde el niño(a) se muestre reacio a hablar del tema por temor del agresor (a), miedo,
vergüenza o simplemente cambio de estado de ánimo. Esta información bien registrada en la historia clínica,
utilizando entre comillas las palabras del niño(a), puede ser de gran utilidad como evidencia en la investigación
judicial.
A la inversa, hay circunstancias en las que el médico no debe invitar al niño a describir el abuso:
Cuando el menor parece no tener deseo, o es demasiado pequeño(a) para hablar, cuando ya se ha investigado
y escrito un informe de sospecha de abuso sexual y cuando la víctima ha sido entrevistada más de una vez.
(República de Colombia, Ministerio de Salud, 2000)
En estos casos, el médico debe obtener la mayor información del adulto y determinar la mejor manera de hacer
las preguntas diagnósticas y terapéuticas correspondientes al caso.
Para realizar la entrevista el médico requiere ganar el interés del menor y conocer su nivel de entendimiento,
debe sentarse a nivel del niño, no detrás de un escritorio, decirle la verdad al niño, contarle el propósito de la
misma.
Primero debe enfocarse el diálogo sobre aspectos neutrales, como la escuela, las amistades, la televisión,
evitando hablar inicialmente sobre la familia, ni sobre aspectos relacionados con el área sexual. Luego al hablar
sobre los hechos es importante permitir que el niño(a) se tome el tiempo que requiera.
El entrevistador debe estar atento a sus propias reacciones, para manejar su propio disgusto, sorpresa o
rechazo de los hechos, pues aumentaría la ansiedad del menor.
Las preguntas que se hagan deben ser directas, pero no deben sugerir las respuestas, ni entrar en discusiones
minuciosas de lo sexual, ni preguntar por una persona específica. Las preguntas deben ser abiertas como, por
ejemplo: ¿Alguien te ha tocado de alguna forma que te haya disgustado? ¿Qué pasó? Cuéntame más. ¿Qué
más recuerdas?). Las preguntas no deben ser del estilo de: ¿Por Qué o Quién? pues hacen sentir al menor
culpable y lo confunden. Mirar fijamente al menor o tocarlo puede aumentar el temor, pues ya posiblemente ha
sido abusado; tocarlo puede ser interpretado como una provocación
Los padres no deben estar presentes durante la entrevista. Cuando excepcionalmente esto ocurra, deben
situarse en un lugar del consultorio donde no estén al alcance de la vista del menor, advirtiéndoles que no
deben intervenir en ningún momento hasta que se les solicite.
Al finalizar la entrevista hay que decirle al niño(a) que hizo bien contando acerca de lo que sucedió. Que no ha
hecho nada malo y que no debe afligirse Este debe ser el mensaje más importante que su paciente debe recibir
Remisión
Todos los casos de posible abuso sexual deben ser remitidos para tratamiento especializado por pediatría y
psicología o psiquiatría y demás entes de control.
Denuncia
Todos los miembros de una institución de salud, que tengan conocimientos o sospecha que un niño o niña ha
sido víctima de abuso sexual, tienen la OBLIGACION de denunciar el hecho ante las autoridades de protección
– ICBF y ante la fiscalía. Para facilitar estos trámites las Instituciones de salud deben desarrollar mecanismos
para denunciar oportunamente
Información importante
• Identificar y analizar las afectaciones en los niños, las niñas y adolescentes, se convierte en una
rigurosa tarea, que implica desarrollar habilidades de observación, escucha, análisis e interpretación
de la información que aporta la víctima y otras personas de su medio familiar, escolar, social entre
otros en los cuales participa.
• Toda situación de violencia sexual contra un niño, niña o adolescente debe ser denunciado en las 24
horas siguientes al conocimiento del hecho.
• Recuerde que en todas las diligencias que involucren a niños, niñas y adolescentes su opinión
prevalece sobre la de sus padres o representantes legales. Es importante el consentimiento de los
niños, niñas y adolescentes para todos los procedimientos.
• No olvide que en un caso de violencia sexual contra niños, niña y adolescente lo importante es
restablecer sus derechos, a la hora de atender un caso despréndase de sus prejuicios y opiniones
personales.
• Todos los casos de violencia sexual que se recepciones en los CAIVAS siempre y cuando el agresor
sea mayor de edad serán atendidos integralmente por el Equipo Técnico Interdisciplinario de
Defensoría del CAIVAS, conformado por psicólogo, trabajador social y defensor, en el proceso
administrativo de restablecimiento de derechos incluyendo la intervención terapéutica. (ICBF 2017).
• En caso de que la víctima de violencia sexual sea NNA no se podrá dar de alta hasta que no se inicie
el proceso de protección por parte del ICBF. Para ello, comuníquese con el ICBF (centro zonal, Casa
de Justicia, CAIVAS) del municipio o localidad. Remita los datos del NNA, la impresión diagnóstica y
solicite el acompañamiento del ICBF en el manejo del caso. En articulación con la Policía de Infancia
y Adolescencia el ICBF asistirá al hospital y deberá acompañar a la víctima y su familia en el proceso
de atención intersectorial (Ministerio de protección social UNFPA, 2011)
• Cuando por motivos de ubicación geográfica o por que no se cuente en el momento (fin de semana),
con los servicios del icbf, la institución de salud deberá garantizar la protección de la víctima de
violencia sexual realizando una hospitalización por protección. esto hasta que se garantice el inicio del
proceso de protección. (Ministerio de protección social UNFPA, 2011)
• Cuando quien detecta la situación de violencia sexual es un profesional independiente que hace la
detección en su práctica privada deberá poner en conocimiento de la autoridad de manera directa
(puede hacerse de manera formal o no formal). Las Instituciones a las que se debe contactar e informar
del posible caso de violencia en el municipio son: Fiscalía, Policía Judicial: CTI, URI. En los lugares
donde no hay Policía Judicial estas funciones las asume la Policía Nacional. El/la profesional
responsable de la coordinación del tema de violencias en la IPS: Identificará cuales son las entidades
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del sector justicia del municipio- localidad. • Se pondrá en contacto con ellas para definir cuáles serán
los procesos de reporte/denuncia del caso. Una vez se ha detectado el caso el médico tratante
informará al profesional que coordina la atención a víctimas. (Ministerio de protección social UNFPA,
2011)
• La violencia sexual es una urgencia médica que debe ser atendida con inmediatez y gratuidad
• Realice la carta de remisión inmediata del niño o adolescente para que sea atendido por la entidad de
salud.
• Recuerde que debe informarle los derechos que, como víctima de violencia sexual, se le deben
garantizar, incluida la opción de interrupción de embarazo IVE
• Informe a la víctima que así los hechos hayan ocurrido hace mucho tiempo, o no haya pruebas o
testigos, tiene derecho a la atención de urgencias por parte del sector salud y a denunciar ante la
Fiscalía General de la nación para que inicie la investigación pertinente
• Las instancias para denunciar casos de violencia sexual son: fiscalía general, CAIVAS, centro de
atención penal a victimas CAPIV, unidades de reacción inmediata URI, policía judicial, policía de
infancia y adolescencia y comisarías de familia
• Los 5 servicios fundamentales en salud para una víctima de violencia sexual ocurrido en las 72 horas
es: 1 atención médica y apoyo psicológico 2 medicamentos para prevenir infecciones de transmisión
sexual 3 anticoncepción de emergencia para prevenir un embarazo no deseado 4 asesoría para
interrupción voluntaria de embarazo 5 toma de muestras para tener evidencias del hecho
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20A%20V%C3%8DCTIMAS%20DE%20VIOLENCIA%20SEXUAL.pdf
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés
o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio
y falta de concentración. La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el
desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede
conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter
moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional. La depresión es un trastorno
que se puede diagnosticar de forma fiable y que puede ser tratado por no especialistas en el ámbito de la
atención primaria. (OMS, 2017)
Figura tomada de: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (2014)
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Figura tomada de: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (2014).
Por lo general, el paciente depresivo presenta los siguientes signos y síntomas. Sin embargo, es necesario
realizar una mirada detallada a cada uno de los trastornos mencionados anteriormente con sus respectivos
criterios.
• Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la
información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de
otras personas (p. ej., se le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser
irritable.)
• Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del
día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la observación).
• Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más del 5%
del peso corporal en un mes) o disminución o aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los
niños, considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.)
• Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
Leve: Pocos síntomas además de los necesarios para realizar el diagnóstico y síntomas que provocan sólo una
ligera incapacidad funcional en las actividades escolares, sociales habituales o en las relaciones con los demás.
Moderada: Síntomas de incapacidad funcional entre «leves» y «graves».
Grave: Sin síntomas psicóticos. Varios síntomas además de los necesarios para realizar el diagnóstico y
síntomas que interfieren notablemente las actividades escolares o sociales habituales, o las relaciones con los
demás.
Como la mayoría de los trastornos mentales, no hay una sola causa y las teorías más aceptadas proponen
modelos multicausales.
Factores biológicos: Muchos investigadores creen que puede ser causada por desequilibrios químicos en el
cerebro, los cuales pueden ser hereditarios o causados por sucesos de la vida de una persona. El principal
neurotransmisor relacionado con la depresión es la serotonina.
Factores ambientales: Incluyen el estrés, nivel socioeconómico que en los jóvenes se produce como una
reacción a problemas familiares económicos, la agresión de los padres, una disciplina punitiva y discordia entre
ellos constante, ausencia de redes de apoyo y grupo de pares, presión social ante actitudes tipificadas de la
edad, el acoso o bullying, la humillación, el trato indigno, las burlas o el sentirse ignorado.
Factores psicológicos: La afectividad negativa conlleva una mayor reactividad frente a los estímulos negativos,
y se asocia a una mayor probabilidad de trastornos emocionales, sobre todo en niñas.
B. Teorías explicativas
Con la exposición de las diferentes teorías podemos ver que un caso de depresión puede ser visto desde
diferentes ángulos ya sea como un trastorno, un tipo de personalidad, una manera de interpretar el mundo, una
secuencia de acciones reforzadas o una resultante de un sistema de fuerzas en interacción. De igual manera
el paciente y terapeuta tiene múltiples opciones para abordar su problemática
• Enfoque conductual
La evaluación y diagnóstico consideraría que la persona necesita un desaprender para reaprender. Para ello
utilizaría técnicas como la entrevista y los antecedentes del caso, así como observación y pruebas (Phares,
1992). Se exploraría el medio en el que vive para encontrar los estímulos que refuerzan su conducta. Se
buscarían las consecuencias con las que los asocia y que motivan su conducta. Una vez identificados aquellos
que refuerzan la depresión, se asociarían con otros que la contrarresten. Este tipo de terapia intentaría un
cambio del medio ambiente si fuesenecesario. Se haría una secuencia de las acciones que la conducen a su
estado depresivo para identificar el círculo vicioso que va de la búsqueda de ayuda hasta la ahuyentación de
aquellas personas en las que intenta encontrar refugio. El cambio propuesto por este enfoque iría encaminado
a eliminar patrones de autoagresión y de lograr una asociación más favorable de los estímulos ambientales.
Necesitaría el conductismo implementar en el paciente depresivo lo que ha dado en llamar “contingencia de
reforzamiento”, es decir, conocer las condiciones imperantes que tienen lugar en el reforzamiento (Nye, 2002).
• Enfoque cognitivo-conductual
Según el modelo cognitivo tradicional, la depresión inicia y se mantiene por la interpretación que hace la persona
de sí misma, el mundo y el futuro, proceso que Beck (1976) definió como tríada cognitiva negativa, en la cual
el individuo presenta tres percepciones erróneas: una cognición negativa de sí mismo, una cognición hostil
sobre su realidad y una cognición del futuro devastadora y desesperanzadora, que lo lleva a considerar que
todo en la vida es malo y que no hay razón para luchar.
Ahora bien, Según Beck, Rush, Shaw y Emery (1983), para comprender la depresión es necesario tener
presente 3 factores principales los cuales son: el concepto de triada cognitiva, los esquemas de los
pensamientos y los errores en el procesamiento de la información
La Triada Cognitiva.
Este concepto está relacionado a estilos de pensamiento donde la persona se percibe a sí misma, sus
experiencias y su futuro de manera negativa (Beck et al., 1983). Según estos autores, el primer componente de
Este concepto hace referencia a que cada individuo tiene una forma particular de atender selectivamente a
estímulos específicos los cuales combina, conceptualiza e interpreta a partir de sus propios esquemas
mentales. En ese sentido, el esquema es la base para transformar los datos en cogniciones (Estévez & Calvete,
2009).
Dichos esquemas se elaboran a lo largo de la vida (Wills & Sanders, 1997) y según Beck citado por Peterson y
Seligman (1985) en la depresión, sucesos estresantes estimulan la generación de estructuras o esquemas
cognitivos estables negativos. Los esquemas depresivos, son creencias o supuestos básicos disfuncionales,
mantenidos, que regulan la información sobre sí mismo ("esquema de sí"). Esta información de los esquemas
está almacenada en la memoria de largo plazo, e incluye reglas para la autoevaluación. En este sentido, una
persona con depresión puede tener una cantidad de "auto esquemas" que permanecen latentes y no están
sujetos a análisis racional, hasta que son activados por eventos interconectados. Estos esquemas son los que
precisamente subyacen a todas las condiciones negativas y constituyen el núcleo de la afección que hay que
intervenir (Kovacs & Beck, 1979)
Esta conceptualización hace referencia a los errores en el procesamiento de la información que mantiene la
persona con depresión y que al mismo tiempo soportan la creencia del paciente en la validez de sus conceptos
negativos, incluso a pesar de evidencia contraria. Algunas de las diferentes distorsiones cognitivas que se
presentan según Beck et al., (1983) son:
Como se puede observar, el modelo cognitivo ofrece una hipótesis acerca de la predisposición y la aparición
de la depresión que gira entorno, a cómo las experiencias tempranas, proporcionan la base para formar
conceptos negativos sobre uno mismo, el futuro y el mundo. Estos conceptos negativos (esquemas) pueden
permanecer latentes y ser activados por determinadas circunstancias análogas a las experiencias inicialmente
responsables de la formación de las actitudes negativas (Figueroa, 2002). Es por lo anterior, que para este
autor, las metas del tratamiento deben girar en torno a: Resolución de síntomas, restablecimiento psicosocial,
prevención de recaídas, prevención de recurrencias y adherencia.
Con relación a las técnicas de tratamiento desde este modelo cognitivo de la depresión, estas se dividen en
dos:
Las técnicas cognitivas en las que se encuentran según Rush y Beck (2000):
• Diseño de experimentos
• Ensayos de imaginaria
• Reestructuración cognitiva
• Actividades programadas
• Ensayos conductuales
• Uso de reforzamientos
• Juego de roles
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Enfoque humanista-existencial
Concibe al hombre con un potencial a desarrollar para lograr la autorrealización. El no hacerlo puede conducir
al hombre a la enfermedad. En cuanto a la forma de hacer evaluación y diagnóstico, se buscarían sus
necesidades no resueltas tales como las básicas, de seguridad, de pertenencia, de liderazgo, etc. para
orientarlas a la autorrealización según la escala de Abraham Maslow (Barón, 1997). La principal fuente de
información sería la propia persona (Phares, 1992); la terapia se centraría en buscar el sentido de la vida, un
motivo para seguir adelante. Se abordarían los problemas actuales y puntuales y se buscarían bloqueos en el
desarrollo de su potencial. Pero sobre todo lo importante aquí es la actitud del terapeuta que recomienda: no
dirigir sino acompañar, acogida y no iniciativa, centrarse en la vivencia del sujeto, interesarse en la persona del
cliente más que en el problema, respetar al cliente y darle consideración, y por último, facilitar la comunicación
y no hacer revelaciones (Castanedo, 1993).El objetivo del cambio de esta terapia sería ubicar a la persona en
su discurso en el aquí y en el ahora desde donde afrontaría y aclararía sus problemas. Recuperar el sentido de
la vida es lo que debe buscar de acuerdo a la logoterapia de Víctor Frankl (1999).
Primera Consulta (Sesión1) El propósito fundamental del contacto clínico inicial consiste en atender los
asuntos primordiales:
En este contacto clínico inicial, el practicante que atiende al usuario tomará la decisión de referir o remitir el
caso a otro profesional de psiquiatría u otra disciplina para su manejo especialista, interdisciplinario.
Inicio de Tratamiento - Seguimiento (Sesiones 2 a 9, una semanal) La primera actividad para el inicio de
cada sesión de acá en adelante será emplear la técnica de escucha activa, el análisis de las novedades, tareas
(auto reportes), ejercicios que se sugieran al usuario. De acuerdo con el encuadre y el plan de tratamiento, las
metas a conseguir, el terapeuta elige una o varias y trabaja con ellas desde el modelo de intervención que sea
acorde según el caso del consultante (cognitivo conductual, sistémico, logoterapia, terapias de tercera
generación etc.)
Referencias
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González, J., & Hernández, A. (2012). La desesperanza aprendida y sus predictores en jóvenes: análisis desde
el modelo de Beck, Enseñanza e Investigación en Psicología, 313-327
Estévez, A., & Calvete, E (2009) Mediación a través de pensamientos automáticos de la relación entre
esquemas y síntomas de depresión, Anales de Psicología, 27-35
Wills, F. & Sanders, D. (1997). Cognitive Therapy. Transforming the image. London: Sage Publications
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8.2.7 GUÍA PARA CASOS DE DUELO
Durante el ciclo vital, las personas podemos enfrentar pérdidas, ante las cuales presentamos una reacción
normal o proceso el cual es llamado “Duelo”. Suele ser un periodo doloroso y de difícil adaptación a la situación.
La intensidad y las alteraciones que provoca dependen de varios factores, entre los cuales se encuentra la
relación emocional y de dependencia con el ser perdido, las circunstancias de la muerte, el tiempo de
preparación para la pérdida, el tiempo de relación, la edad del fallecido, etc. También tiene mucha importancia
los recursos internos de los que se disponen, tanto en el ámbito personal como familiar y social, así como las
reacciones de respuesta en situaciones emocionales intensas previas en la experiencia del doliente. La
duración del duelo es muy variable dependiendo de cada persona y situación. La mayoría de artículos clásicos
refieren una duración inferior a un año. Otros más recientes consideran que la persona que ha tenido una
pérdida importante comienza a recuperarse en el segundo año. Sin embargo, no hay claridad con respecto a la
adaptación del sujeto a la pérdida, por lo que puede variar en cada individuo. (Corporación de salud rural la
serena, 2017)
El proceso del duelo es una respuesta vital esencial del ser humano ante la inevitable experiencia de la pérdida.
Aunque este proceso de duelo se puede aplicar, con distintos grados de intensidad, a diversos tipos de pérdidas
vitales (de amistades, de estructuras o grupos sociales que han tenido una gran importancia en una etapa de
la vida, etc) la intensidad de la repercusión emocional que tiene la pérdida de un ser querido hace que el proceso
de duelo esté centrado prácticamente en esta circunstancia. Es importante recordar que el duelo es una
respuesta normal a la pérdida, y en modo alguno todo el mundo necesita una intervención o consejo de un
experto para procesarlo correctamente. De hecho, el duelo bien realizado supone un proceso de maduración
personal, que permite a la persona salir del duelo siendo mejor de lo que era cuando lo empezó. Por ello, es un
error considerar que todos los duelos sean perjudiciales para la persona. (Chacón, Martínez & González, 2017)
Como se ha afirmado antes, el duelo es una experiencia humana universal, no necesariamente dañina y que
muchas personas pueden afrontar con solvencia por sus propios medios. El elemento más importante de la
Aunque el duelo se ha descrito en términos de etapas o tareas a realizar, la mayoría de los autores destacan
de que no se trata de un proceso rígido, claro y ordenado, sino que está formado por fases que se solapan
entre sí y que son una mezcla de emociones y respuestas ante ellas. (Sheldom, 1998 citado en Chacón,
Martínez & González, 2017)
Incluso, cuando la muerte es esperada se puede producir la reacción de shock que caracteriza a la primera
etapa, y que se manifiesta por emociones de incredulidad, negación de lo que ha sucedido, alivio ante la muerte,
insensibilidad emocional. Todas ellas aparecen de forma desordenada, a veces consecutivas, y en muchas
ocasiones solapadas o mezcladas. Durante esta primera etapa, la principal tarea es aceptar la pérdida. La
diferencia fundamental entre las muertes esperadas y las bruscas es que en éstas la reacción de shock es
mucho más intensa y dura más tiempo.
La segunda etapa es la del Dolor Intenso (los anglosajones la denominan “Pangs of grief”, que se podría traducir
por “Punzadas de dolor”). Durante esta etapa pueden aparecer síntomas físicos, con frecuencia secundarios a
la ansiedad, y que en muchas ocasiones remedan a síntomas que padeció el fallecido. Esta es la etapa en la
que se experimentan con mayor intensidad el dolor de la pérdida y la añoranza del ser querido, muchas veces
acompañados de intensa ansiedad. Durante esta etapa disminuyen todos los apetitos, se pierde peso y el
doliente experimenta dificultades de concentración y de retención de la memoria reciente. La memoria del
fallecido está presente de forma constante, y alrededor del 50% de las viudas describen alucinaciones
hipnagógicas, al conciliar el sueño o en momentos de relajación, en las que están presentes la imagen, la voz
o ambas cosas de la persona muerta. (Parkes, 1998 citado en Chacón, Martínez & González, 2017)
Estas alucinaciones suelen ser de corta duración y desaparecen en cuanto el doliente recupera el estado vigil.
Para muchos dolientes esta etapa es en la que se cuestionan sus creencias más profundas, generalmente de
carácter religioso. Por el contrario, otros muchos las reafirman y les sirven de refugio y consuelo. En este caso,
estas personas buscan la compañía y el apoyo de otras que compartan su fe o creencias. Durante esta etapa
el doliente sigue realizando sus actividades habituales (alimentación, sueño, trabajo) de forma rutinaria y
apática. A medida que va pasando el tiempo, la intensidad y frecuencia de las punzadas de dolor va
disminuyendo, aunque vuelven con frecuencia, coincidiendo muchas veces con fechas, aniversarios o eventos
significativos en la vida del muerto. Por este motivo es fútil pretender que las etapas del duelo sean
compartimentos estancos. En todo caso, a medida que el dolor de la pérdida se va atenuando, el doliente se
introduce en la tercera etapa, la de la desorganización y la desesperación.
Después de una pérdida importante el primer apetito que se recupera es el de la comida. En general, hacia el
tercer o cuarto mes de duelo se recupera el peso perdido, y hacia el sexto muchos dolientes incluso pesan más
que antes de la pérdida. (Parkes, 1998 citado en Chacón, Martínez & González, 2017). La apetencia por las
relaciones sociales y el apetito sexual tardan más meses en recuperarse. Hacia el segundo año de la pérdida
la mayoría de las personas reconocen que en buena medida se han recuperado de ella. Sin embargo, las
secuelas emocionales, incluso entonces, son inevitables. Como se ha dicho antes, para la mayoría de la gente
estas cuatro etapas no son rígidas, y muchas veces se imbrican las emociones y experiencias de unas en otras.
Tanto las reacciones normales de duelo como el duelo complicado son un espectro de síntomas, que nunca se
presentan con límites nítidos. Por lo tanto, la distinción ente un duelo normal y otro patológico no siempre es
sencilla. Cuando aparecen trastornos psiquiátricos nítidos (p.ej., una depresión endógena o un brote psicótico)
el diagnóstico y el tratamiento son inmediatos. Sin embargo, resulta más difícil cuando el duelo complicado
aparece de forma larvada, sin síntomas psiquiátricos evidentes por sí mismos. La ausencia de un epígrafe
específico para el duelo complicado en la clasificación DSM-IV-TR dificulta el consenso (Lacasta & Soler 2004
citados en Chacón, Martínez & González, (2017) por lo que diversos autores ya han reclamado su inclusión
como tal en la nueva edición de la clasificación de trastornos psiquiátricos (DSM-V) (7). Lichtenthal, Cruess, &
Prigerson 2004 citados en Chacón, Martínez & González, (2017) El abordaje clínico del duelo complicado se
puede sistematizar agrupándolo en varias presentaciones clínicas diferentes, que exponemos a continuación.
Duelo inhibido o retardado. Se trata de una aplicación patológica del recurso de evitación, que puede ser normal
cuando se emplea al principio del duelo y durante un tiempo limitado. Su persistencia anormal se asocia con
personalidades hipomaníacas o con dificultades en la relación social y/o con la familia cercana. Para su
valoración es necesario depurar la forma en que influyen en la inhibición del duelo los factores culturales.
Cuando el duelo se inhibe de forma anormal aparece más tarde (meses o incluso años después de la pérdida)
como un conflicto no resuelto. Según Kissman, se produce en el 5% de los dolientes (Kissane & Bereavement
2003 citados en Chacón, Martínez & González, 2017)
Duelo Crónico. Esta frecuente forma de duelo complicado se produce especialmente en situaciones en las que
el doliente mantenía una intensa dependencia (económica o afectiva) del difunto. Para evitar la sensación de
desamparo, el doliente mantiene a través de la memoria del difunto intensos vínculos con él o ella. De esta
forma, se produce una situación de bloqueo en la que el llanto por el difunto aparece de forma inopinada ante
cualquier cosa que se lo recuerde al doliente, sin que estos recordatorios tengan que pasar necesariamente
por la esfera consciente. En estas circunstancias, las fantasías de reunión con el muerto hacen del suicidio una
posibilidad apetecible. La depresión y la anulación social son frecuentes en este cuadro. (Chacón, Martínez &
González, 2017)
Estas emociones se acompañan además de trastornos como ansiedad, insomnio y depresión. Muchos de estos
síntomas son subclínicos, y muchas veces emergen como un complejo de estrés postraumático completo, o
reaparecen muchos años después como causantes de una morbilidad significativa. Duelos desencadenantes
de patología psiquiátrica. El duelo es una situación suficientemente estresante y compleja como para actual
Como ya se ha mencionado antes, la principal dificultad del duelo complicado es su detección, siendo necesario
que el equipo de cuidadores sea capaz de discernir cuándo un síntoma es manifestación de una elaboración
normal de un duelo y cuándo forma parte de un proceso de duelo patológico. Prigerson y otros autores
elaboraron en 1999 los primeros criterios de consenso para el diagnóstico del duelo complicado (.
Recientemente han sido traducidos al español por García-García y cols. Se muestran en la Tabla 4, tomada de
la excelente revisión del duelo patológico de Lacasta y Sole.
Objetivo principal: Facilitar el proceso de adaptación y prevenir un duelo complicado. La atención al duelo
incluye tres periodos: antes del fallecimiento del ser querido, durante el proceso de agonía y después del
fallecimiento.
Remisión a especialista
Considere acudir a consulta si los síntomas de tristeza persisten de manera importante después de seis meses.
Si el duelo trae consigo ideación o conducta suicida, se debe de implementar la ruta de atención (llamar
acudiente, remisión a psiquiatría)
Tratamiento
Las intervenciones terapéuticas van dirigidas a los individuos que realizan duelos complicados sin embargo
varios de los siguientes elementos de intervención, pueden ser trabajados en duelos normales.
• En primer lugar, revisar los criterios diagnósticos antes de empezar la intervención terapéutica para estar
razonablemente seguros de que nos encontramos ante un duelo complicado y no ante una elaboración más o
menos lenta o peculiar del duelo, pero en todo caso normal.
• Intentar identificar, si existen, los elementos desencadenantes o agravantes del duelo complicado
(alcoholismo, disfunciones familiares graves, trastorno psiquiátrico previo, etc) para intervenir específicamente
sobre ese elemento.
• Favorecer la reconstrucción del propio yo después de la pérdida, así como de las relaciones con los otros y
el mundo.
• Dotar al individuo de herramientas necesarias para afrontar el duelo y sus complicaciones. De entre las más
importantes podemos destacar: - Técnicas de relajación que alivien o favorezcan el control de la ansiedad y de
los trastornos del sueño. - Enseñar técnicas de detención del pensamiento para los casos de pensamientos
• El tratamiento farmacológico debe utilizarse siempre que sea preciso. Cuando existen trastornos psiquiátricos
de fondo (depresión, psicosis, etc) su empleo es imperativo. Cuando no existen trastornos psíquicos orgánicos
no se deben utilizar como tratamiento inicial, pero tiene tan poco sentido emplearlos de entrada de forma
sistemática como no hacerlo cuando pueden resultar útiles
Referencias
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Las familias presentan actualmente una multiplicidad de realidades en relación a sus estructuras, límites,
funciones y roles de sus integrantes (Gimeno, 2007). En las últimas décadas, han tenido que vivir y sobrellevar
profundas trasformaciones, para algunos autores, una auténtica revolución familiar (Valdivia, 2007). Las familias
en tanto sistemas están constituidas por una red de relaciones, cumplen con las necesidades biológicas y
psicológicas para la supervivencia y conservación de la especie humana, son un pilar trascendente en la vida
psíquica de las personas (Ceberio, 2013). Son responsables por la estabilidad emocional de sus integrantes,
tanto en la niñez como en la adultez (Flaquer, 1998). No existe otra instancia social que logre reemplazarlas en
la satisfacción de las necesidades psicoafectivas de todos sus integrantes y su retroalimentación emocional
(Hernández, 1997).
Así concebidas, las familias se encargan de socializar a sus nuevos integrantes, y constituyen el lugar donde
se adquiere el lenguaje, los esquemas básicos para interpretar la realidad, una visión y un sentido de la vida y
también de sí mismo (Gervilla, 2008). Es en su seno que se alcanzan las habilidades cognitivas, emocionales
y sociales necesarias para el funcionamiento en la sociedad (Cortés, Cantón & Cantón Cortés, 2011) y donde
el ser humano permanece un largo tiempo en momentos cruciales de su desarrollo evolutivo como el neonatal,
la infancia y la adolescencia (Nardone, Giannotti & Rocchi, 2003). Es además el principal vehículo en la
transmisión cultural, donde se producen y desarrollan los estímulos relacionales de mayor relevancia para la
maduración individual, según Linares (2009), la nutrición relacional
Desde hace varias décadas el concepto de estilo parental acuñado por Baumrind (1966), ha sido ampliamente
utilizado en investigaciones acerca de las consecuencias de la socialización familiar sobre el desarrollo de niños
y adolescentes. Se habla de estilos parentales, cuando se presenta un conglomerado de acciones parentales
hacia los hijos que les son comunicadas a estos, y que, actuando conjuntamente, crean un clima emocional en
el que se manifiestan las conductas de los padres (Darling & Steinberg, 1993). El estilo educativo parental es
el contexto emocional donde toman relevancia las conductas educativas específicas (González Tornaría,
Vandemeulebroecke & Colpin, 2001). Se habla de estilo por su permanencia y estabilidad a lo largo del tiempo,
aunque pueden existir modificaciones (Climent, 2009), ya que los padres escogen dentro de un marco amplio
y flexible los posibles modelos educativos (Ceballos & Rodrigo, 1998). Dentro de la tipología de estilos se
encuentran el “modelo de autoridad parental” de Baumrind (1966) y el “modelo de Maccoby y Martín (1983)”.
Baumrind (1966), propone tres tipos de estilos parentales en función del grado de control que los padres ejercen
sobre sus hijos: el estilo autoritario, el permisivo y el democrático.
Los padres que ejercen el estilo democrático (afecto, control y exigencia de madurez) tienen hijos con un mejor
ajuste emocional y comportamental (Oliva, Parra, Sánchez-Queija & López, 2007). Son padres que estimulan
la expresión de las necesidades de sus hijos, promueven la responsabilidad y otorgan autonomía (Torío, Peña
& Inda, 2008), logran en estos una mejor adaptación y una menor propensión a experimentar ira o frustración
o a manifestar problemas como la agresión (Eisenberg et. al, 2005). Este estilo tiene un impacto muy positivo
en el desarrollo psicológico de los hijos (Valdivia, 2010), quienes manifiestan un estado emocional estable y
alegre, una elevada autoestima y autocontrol (Arranz, Bellido, Manzano, Martín & Olabarrieta, 2004), un nivel
superior de razonamiento moral y menos conductas externalizantes. El estilo democrático se asocia a:
• mayor autoestima
• mejor rendimiento académico
• mayor desarrollo moral y social
• mayor probabilidad de ser sociables
• menor impulsividad
• mayor intención de alcanzar metas positivas
• menor riesgo de consumo de drogas
Estilo permisivo
Los padres no resaltan la autoridad paterna. No establecen normas precisas ni en la distribución de tareas ni
en los horarios dentro del hogar (hora de llegar a casa, de las comidas, de acostarse, tiempo y programas de
televisión de se ven, etc.). Los padres acceden fácilmente a los deseos de los hijos. Son tolerantes en cuanto
a la expresión de impulsos, incluidos los de ira y agresividad oral; los padres van cediendo poco a poco ante la
presión de los hijos. Usan menos castigos que los padres autoritativos y autoritarios. El control laxo de los
padres no excluye su implicación y compromiso como tales. Les preocupa la formación de los hijos, a su vez,
atienden y responden a sus necesidades, pero son los hijos los que acaban dominando las situaciones.
Los niños y adolescentes que viven en hogares con estilo permisivo demuestran ser poco obedientes, tienen
dificultad en la interiorización de valores, viven situaciones de agresividad en la familia, tienen baja autoestima,
padecen de falta de confianza, tienen bajos niveles de control de sus impulsos, así como mayor riesgo de
consumo de drogas y alcohol (Torío, Peña & Inda, 2008).
Los padres permisivos les conceden la posibilidad de tomar decisiones que no les competen. Son padres con
miedo a influir demasiado en sus hijos, con temor a veces a sus reacciones, no sabiendo relacionarse con ellos,
se sienten culpables por el escaso tiempo que les dispensan (Valdivia, 2010), les plantean pocas exigencias,
confían solo en la razón, siendo los niños quienes regulan sus actividades (Cortés et al., 2011). Los padres
promueven una importante autonomía en sus hijos, los liberan del control, evitan el uso de las restricciones y
el castigo (Torío, Peña e Inda, 2008), ceden en su autoridad y les traspasan la responsabilidad de decidir a sus
hijos (Valdivia, 2010). El hijo/a pasa a ser dueño de la casa, de las decisiones y a veces también de las
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decisiones de sus padres. Según refieren en su estudio Cerezo, Casanova, de la Torre y Carpio (2011), los
alumnos con padres considerados tanto permisivos como democráticos utilizan en mayor medida estrategias
de aprendizaje autorregulado, incidiendo esto positivamente en el desempeño académico de los alumnos.
Estilo autoritario
Los padres con estilo autoritario valoran la obediencia (Martínez et al., 2013), como una virtud, mantienen a
sus hijos subordinados y restringen su autonomía, provocando problemas en su adaptación social y una
disminución de la seguridad en sí mismos (Torío, Peña &Inda, 2008). En cuanto a los hijos sus problemas se
plantean a nivel emocional, debido al escaso apoyo recibido, los hijos se muestran tímidos, tienen mínima
expresión de afecto con sus pares, pobre interiorización de valores, son irritables, vulnerables a las tensiones
y poco alegres (Maccoby y Martin, 1983). Este estilo es un factor de riesgo para el padecimiento en los hijos de
síntomas depresivos (Andrade, Bentancourt y Vallejo, 2012; Ato, Galián & Huéscar, 2007; Richaud de Minzi,
2005; Vallejo, Osorno & Mazadiego, 2008) y para el consumo de sustancias (Martínez et al., 2013). Asimismo,
se ha relacionado el estilo autoritario y el negligente con el estado nutricional de los adolescentes, asociándolo
con malnutrición por exceso o déficit (Alzate & Cánovas, 2013).
En un estudio llevado adelante por De la Torre, García-Linares y Casanova (2014), refieren que la percepción
por parte de los adolescentes de un estilo parental autoritario se encuentra asociada a mayores manifestaciones
de agresividad. En ese mismo sentido García-Linares (2014), refiere en su estudio que entre las variables que
mejor predicen la agresividad se encuentran las prácticas educativas rígidas e indulgentes. Por su parte
Patterson (1982, 2002), manifiesta que las prácticas de crianza coercitivas son un factor determinante en el
comportamiento antisocial del niño. En ese mismo sentido y a partir del estudio realizado por Patterson (1982,
2000), Prinzie et al., (2004), concluyen en su estudio que las prácticas parentales con características coercitivas
y un disciplinamiento imprudente se relacionan con problemas externalizantes en sus hijos (agresividad,
hiperactividad o delincuencia). En ese mismo sentido Iglesias y Romero (2009), refieren una relación entre este
estilo y las alteraciones externalizantes. Es frecuente que cuando el control es muy severo los hijos terminen
rebelándose ante sus padres, especialmente al principio de la adolescencia, momento en el que suelen buscar
una mayor libertad y autonomía, mientras que sus padres y madres intentan seguir manteniendo un control
estricto (Segura & Mesa, 2011).
• Establecer obligaciones y deberes al interior del hogar, con la participación de todos los miembros de la familia
y acorde a la edad de cada uno.
• Cuando el menor incumple una norma, los padres deben siempre preguntar lo que sucedió, valorar la situación
y decidir sí amerita una sanción.
• Hay que tener claridad que nunca se debe sancionar al menor haciendo uso de la fuerza física (golpes,
pellizcos, zarandeo entre otras) o emocional (insultos, chantajes, amenazas, humillaciones, comparaciones,
ridiculizaciones, entre otras), tampoco con aspectos relacionados con el afecto (con expresiones como ya no te
quiero, ya no eres mi hijo entre otras) o económicas (negación de las necesidades básicas del menor, como
alimento, estudio, ropa o salud).
• Entre los padres o personas encargadas del cuidado de los niños, niñas y adolescentes debe haber
concertación de las reglas, normas, límites y las sanciones, con el fin de no desautorizarse en presencia de
ellos(as).
• Los espacios de encuentro familiar, las actividades recreativas, ver la televisión, tener horarios para comer
juntos y apoyar en las labores académicas a los hijos(as), proporcionan mayor unión.
• El vínculo afectivo es muy importante, los padres, la familia y cuidadores deben expresar a los niños, niñas y
adolescentes palabras de cariño, motivación y manifestaciones de afecto como abrazos y caricias,
expresándoles lo importante que son para ellos, de ésta manera se les está brindando seguridad en sí mismos.
• Buscar actividades extracurriculares, identificando sus habilidades y preferencias con el fin de estimular su
desarrollo, como la danza, música, teatro, deportes.
Intervención
En La fase de evaluación se pueden identificar las pautas de crianza que implementan los padres y las
competencias parentales que presentan. Para la intervención se plantea el uso de psi coeducación con respecto
a las consecuencias que presenta el estilo de crianza disfuncional de la figura parental y los beneficios a corto
y largo plazo del establecimiento de pautas de crianza funcionales. Adicional a lo anterior, se puede trabajar
en el fortalecimiento de las competencias parentales como, por ejemplo, todas aquellas habilidades asociadas
al manejo y establecimiento de la norma, control y expresión emocional, asertividad en la comunicación, manejo
adecuado de refuerzos y castigos.
Referencias
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Valdivia, M. del C. (2010). Madres y padres competentes. Claves para optimizar las relaciones con nuestros
hijos e hijas. España: Graó
La orientación vocacional se ha desarrollado en el mundo desde el siglo XIX y se ha llevado a cabo de varias
maneras, de acuerdo a la coyuntura social y laboral, según las distintas miradas conceptuales acerca del ser
humano. En este proceso se ha ido definiendo y enriqueciendo el sentido que tiene la orientación vocacional
en el desarrollo de las personas. Este concepto es muchas veces asimilado al de orientación profesional, sin
embargo, nos remite a un significado más amplio y a una mirada integradora del desarrollo de las y los
estudiantes. A continuación, aclararemos los términos vocación, profesión y ocupación, para ayudarnos en la
reflexión. (Ministerio de educación Perú 2013)
Vocación. - Expresa el “conjunto de motivos e intereses que nos orientan hacia aquello que queremos ser y
hacer en nuestra vida” (MED, 2007b, p. 38) debiendo articularse con las oportunidades y limitaciones de la
realidad. Esta viene a ser un concepto dinámico y multidireccional. No se trata de un aspecto predeterminado
o innato de la persona, ni tampoco de algo que se decide en un momento puntual, la vocación se va formando
y construyendo a lo largo de la vida, a través de un proceso de reconocimiento de habilidades y destrezas,
así como de las resoluciones de diversas situaciones de la vida misma
La formación de la vocación es un proceso que se inicia desde las primeras etapas del desarrollo del niño o la
niña; es a través de sus juegos, exploraciones y comprensión del entorno, adaptación al grupo, roles y modelos
de los padres y las experiencias formativas en la escuela, que se va configurando la futura vocación. Por ello,
se considera importante que los docentes generen situaciones pedagógicas que permitan que las y los
estudiantes desde los primeros años de la escolaridad, aprendan a conocerse, desarrollen capacidades y se
valoren como personas que pueden contribuir al beneficio de los demás. (Ministerio de educación Perú 2013)
Un momento importante en la formación vocacional de las y los estudiantes, es cuando culminan la educación
secundaria, y se ven frente a la necesidad de elegir un camino: realizar estudios, decidir una profesión u
ocupación. En ese momento, necesitan tomar una decisión según la información que dispongan. Por tal razón,
la orientación vocacional se presenta de manera más específica como una “orientación para la elección de la
carrera”. Es importante recalcar que la necesidad de ser orientados no termina con la educación secundaria,
pues las y los estudiantes siguen un proceso de reflexión e investigación personal para la definición de su plan
de vida (Ministerio de educación Perú 2013).
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Profesión. - Se remite a una actividad laboral que emprende el individuo, luego de un periodo de preparación
profesional y la especialización que implica.
Ocupación. - Representa la actividad realizada por un individuo, que puede adquirir un carácter profesional
cuando se desarrolla un mayor nivel de especialización.
Profesión y ocupación no deben ser considerados procesos opuestos, sino complementarios, que abren la
posibilidad para que las y los estudiantes “conociendo las demandas del mercado laboral, desarrollen planes
creativos y flexibles que les permita dirigir su desarrollo personal en direcciones donde su vocación se vaya
desarrollando y su actividad se vaya profesionalizando
La autoestima es una actitud positiva o negativa hacia sí mismo que se va construyendo. Viene a ser el nivel
de aceptación o rechazo que un sujeto tiene de su propio ser y de su desempeño. Se basa en el
autoconocimiento, los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias vividas (Horna, 2005).
• Relaciones sociales
Desde que nace, el ser humano necesita relacionarse con otros para satisfacer sus necesidades. A lo largo
de la vida, el individuo establece continuamente relaciones familiares, de amistad y otras. La forma como se
manifiesten estas relaciones influirá decisivamente en su mundo psíquico. Es así como las relaciones sociales
satisfactorias brindan al individuo seguridad, confianza y sentimiento de pertenencia.
Durante la adolescencia, los vínculos, las redes y el soporte social adquieren mayor importancia, ya que las
y los adolescentes empiezan a buscar fuera del ámbito familiar, modelos para identificarse. Estas
experiencias sociales de los adolescentes van a influir en su proceso de formación personal y vocacional.
El contexto sociocultural en donde se desenvuelven las personas constituye la base sobre la cual sus
miembros van ideando y construyendo sus aprendizajes y expectativas de vida.
Las costumbres, las formas de vida de cada sociedad y la idiosincrasia de quienes las conforman, influyen y
orientan la manera cómo las personas plantean sus metas y toman decisiones en el campo ocupacional. Es
así que, según el entorno sociocultural en donde se desarrollan los grupos humanos, se encuentran
profesiones y ocupaciones que son más valoradas que otras, así como las que se orientan en función del
género o nivel socioeconómico.
El concepto de género se refiere a las concepciones, prácticas y expectativas elaboradas y construidas por
un grupo social respecto a cómo deben ser mujeres y varones a partir de las diferencias sexuales. Estas
formas de ser, pensar y actuar son adquiridas en el proceso de socialización y por esta razón es posible
modificarlas. Los roles y estereotipos de género organizan las relaciones sociales y varían según el contexto
cultural y la época.
Valdivia López (2004) señala que a pesar de que, en nuestro país, en los últimos años, las mujeres acceden
a profesiones y oficios no necesariamente vinculados al quehacer doméstico o al cuidado de otros, todavía
persiste la participación de estas en actividades laborales relacionadas a la actividad reproductiva. En efecto,
aún se ve a la mayoría de mujeres en profesiones y ocupaciones poco valoradas social y económicamente.
Con frecuencia, los hombres y las mujeres tienden a elegir opciones que contradicen lo menos posible los
estereotipos de género, lo que les lleva, a veces, a dejar de lado opciones que les interesa. Las mujeres
persisten menos en su interés por una carrera que no sea tradicionalmente para ellas (Fouad: 2007). Por
ejemplo, las mujeres también pueden llegar a ser cirujanas, choferes o soldadoras, pero como no son
ocupaciones que socialmente se espere que sigan, solo a algunas se les ocurre proyectarse en ese tipo de
profesiones, ya que tienen las capacidades.
El proceso de formación vocacional implica tomar decisiones, donde influye la información que se tiene de la
realidad externa.
En el caso de las y los estudiantes que culminan su educación secundaria, la información que reciban sobre
la realidad del país y la región en donde viven, el mercado laboral y la oferta educativa, marcarán su
orientación y toma de decisiones.
La información adecuada y pertinente es aquella que permite a los individuos tomar decisiones, conociendo
sus implicancias y asumiendo sus consecuencias. Contar con información adecuada supone conocer:
• Cuáles son las carreras técnicas o profesionales que se pueden estudiar en el país y la región.
El objetivo de la evaluación en orientación vocacional es: identificar los intereses laborales del usuario, sus
expectativas vocacionales, el nivel de conocimiento y relación con el mercado laboral, así como la motivación
real hacia el trabajo. Algunos de los instrumentos empleados son:
- Test CIPSA, de F. Seara (1983), que permite al usuario valorar, desde un punto de vista personal, social y
económico, más de 160 profesiones de todos los campos. La información aportada por estas pruebas
estandarizadas nos sirve sólo a título de orientación o aproximación a la realidad del sujeto; no se deben usar
estos resultados como datos definitivos.
- Test IPP (Intereses y preferencias profesionales) (De la Cruz, 1993): Recoge más de 200 profesiones,
actividades y tareas sobre las que el usuario expresa su opinión: me gusta, no me gusta, la desconozco, me
resulta indiferente. El resultado nos permite clasificar sus intereses vocacionales por áreas de trabajo:
administrativa, creativa, manual, técnica, etc.
- Listado de items sobre acercamientos laborales (Galilea y Colis, 2000): Instrumento que nos indica el número
de aproximaciones que realiza el usuario hacia el mercado laboral, así como el tipo, la frecuencia, métodos que
utiliza, apoyos con los que cuenta, etc.
-Inventario de preferencias profesionales (Galilea, Pagola, 2001): Inventario que describe más de 50 tareas y
trabajos, a las que el usuario debe responder si las elige o no para desempeñarlas a corto y/o medio plazo, así
como si precisa formación para realizarlas. También indicará el grado de preferencia en que elige las distintas
profesiones.
-Listado de items de intereses vocacionales (Galilea, 2000) Instrumento que aporta información general sobre
las preferencias laborales del usuario, motivación para trabajar, apoyos recibidos de su red social, expectativas
laborales, etc.
- Entrevistas semiestructuradas con el usuario: Mediante estas entrevistas se tratará de conocer la historia
formativa y laboral del usuario, descripción de las tareas desempeñadas, sus preferencias laborales, el motivo
de despidos o abandonos, la relación con compañeros, jefes, sus expectativas laborales y el auto concepto del
usuario como empleable.
El objetivo de un Programa de Orientación Vocacional es ajustar las expectativas laborales del usuario,
teniendo en cuenta sus intereses vocacionales, sus preferencias, habilidades y conocimientos, así como las
demandas del mercado laboral. Algunos puntos de trabajo pueden ser:
Referencias
Horna, M. (2005.) Plan de vida. Un Programa de Vida para Proyectarse al Futuro. Lima, Save the Children
Suecia
Fouad N. (2007). Trabajo y Psicología Vocacional: Teoría, Investigación y Aplicaciones. Annual Review of
Psychology. Palo Alto. Tomo 58.
Chacón, O. (2003.). Diseño, aplicación y evaluación de una propuesta de orientación vocacional para la
Educación Media, Diversificada y Profesional venezolana. Tesis de doctorado.
Valdivia López, Betsey (2004), “El rol del docente en la orientación y elección vocacional en la secundaria
técnica, Lima, Grade.
Las habilidades sociales son las conductas necesarias para interactuar y relacionarse con los demás de forma
efectiva y mutuamente satisfactoria. Son una agrupación de conductas proyectadas por las personas en el
marco de las relaciones personales e impersonales en donde es posible expresar los deseos, las emociones,
Etiología
Los aspectos causales o etiológicos de la respuesta social adecuada se explican en función de la historia previa
en términos de castigos, recompensas, aprendizaje por observación o simplemente debido a factores
ambientales. En cuanto a la etiología del déficit en H.S. es posible establecer tres consideraciones básicas:
• La mayoría de las personas no han tenido la oportunidad de aprender repertorios asertivos, lo que no favorece
la adquisición de la habilidad específica.
• En gran medida la cultura no establece pautas para este aprendizaje del comportamiento social asertivo.
• Nuestra cultura no favorece (incluso suele sancionar) la expresión franca y honesta de sentimientos y
pensamientos positivos y negativos.
Las habilidades sociales constituyen una de las áreas prioritarias en el desarrollo social de cualquier persona,
su aprendizaje está condicionado por las experiencias vividas, el entorno en el que nos movamos y los modelos
que nos rodeen.
Hacen referencia al lenguaje corporal, a lo que no decimos, a cómo nos mostramos cuando interactuamos con
el otro. Esto es, a la distancia interpersonal, contacto ocular, postura, orientación, gestos y movimientos que
hacemos con brazos, piernas y cara cuando nos relacionamos con otros. Los componentes no verbales son lo
que se denominan habilidades corporales básicas, prioritarias e imprescindibles antes de trabajar cualquier
habilidad social más compleja. Si la persona a la que pretendo entrenar en habilidades sociales no mira a los
ojos cuando habla, o hace excesivas manifestaciones de afecto a sus compañeros cuando interactúa con ellos,
es imposible que pueda trabajar exitosamente con él habilidades como “Decir que no”, “Seguir instrucciones”,
etc. Los componentes no verbales en los que habitualmente presentan déficits algunas personas con retraso
mental son el contacto ocular, la distancia interpersonal, el contacto físico, la expresión facial y la postura.
• El contacto ocular resulta prioritario en el establecimiento de una comunicación y relación eficaz. La mirada
directa a los ojos de la otra persona le garantiza que se le está escuchando, que les estamos prestando
atención, además es necesario en el desarrollo de un aprendizaje eficaz.
• La distancia interpersonal, esto es la separación entre dos o más personas cuando están interactuando
posibilita o dificulta una comunicación cómoda. La invasión del espacio personal genera malestar y violencia
en el interlocutor que luchará por reestablecer una distancia apropiada dando pasos hacia atrás y acelerando
el final de la comunicación.
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• La expresión facial es la manifestación externa por excelencia de las emociones. Puede expresar tanto el
estado emocional del remitente como indicar un entendimiento del que escucha de los sentimientos de quien
los expresa. La expresión facial es clave en las relaciones sociales en donde lo que prima son los sentimientos
y las emociones.
• Otras conductas no verbales se relacionan con los gestos y movimientos de brazos y piernas, sin embargo,
estos aspectos han recibido menos atención en la población con discapacidad.
Hacen referencia al volumen de la voz, el tono, el timbre, la fluidez, el tiempo de habla, la entonación, la claridad
y la velocidad y el contenido del mensaje. Todos hemos tenido la experiencia de lo incómodo que resulta hablar
con alguien que acapara todo el tiempo de conversación, o que habla muy deprisa o muy despacio, o que da
mil rodeos para contar algo o que su timbre de voz es demasiado agudo. Además de lo que decimos es
importante el modo en que lo decimos.
Existe un gran número de habilidades sociales. Su pormenorización y detalle depende del criterio que se elija
para agruparlas. Podemos encontrar categorías referidas a contextos como familiar, laboral, personal; a
personas con las que se utilizan como niños, adultos, profesionales, conocidos, desconocidos, compañeros de
trabajo, o al área concreto al que se refieran, como habilidades básicas de interacción social, habilidades para
hacer amigos, habilidades conversacionales, habilidades relacionadas con sentimientos, emociones y
opiniones, habilidades de resolución de problemas interpersonales, etc.
• Grupo I: primeras habilidades sociales, relacionadas con la aptitud de escucha, iniciar una
conversación, mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse,
presentar a otras personas y hacer cumplidos. –
• Grupo II: habilidades sociales avanzadas, que comprenden competencias para saber pedir ayuda,
participar, dar instrucciones, seguir instrucciones, disculparse, convencer a los demás.
• Grupo III: habilidades relacionadas con las emociones y los sentimientos. - grupo iv: habilidades
alternativas para el manejo de la agresión.
• Grupo IV: habilidades para hacer frente al estrés.
• Grupo V: habilidades de planificación que facilitan tomar la iniciativa, discernir sobre la causa de un
problema, establecer un objetivo, recoger información, resolver los problemas según su importancia,
tomar decisiones y concentrarse en una tarea
Cuando la persona carece de habilidades sociales puede que afronte las situaciones de dos maneras
diferentes:
• Evitando las situaciones o accediendo a las demandas de los demás con la finalidad de no exponerse
a enfrentamientos. Conducta pasiva.
• Eligiendo por otros e infringiendo los derechos de los demás para obtener sus metas conducta
agresiva.
Las habilidades sociales o lo que técnicamente se conoce como conducta asertiva consiste en pedir lo que
quieres y negarte a lo que no quieres de un modo adecuado. Conseguir tus metas sin dañar a otros. Expresar
sentimientos y pensamientos, realizar elecciones personales y sentirse bien con uno mismo.
Factores de riesgo
Antes de diseñar o aplicar ningún programa de entrenamiento resulta imprescindible llevar a cabo una
evaluación rigurosa de la persona a la que va a ir dirigido. Ningún entrenamiento puede, ni debe partir de
suposiciones o generalidades. Existen numerosos procedimientos para evaluar las habilidades sociales que
permitirán dar una apreciación objetiva.
• Observación directa
• Entrevista:
Es una herramienta fundamental de análisis, ya que el sujeto es la mejor fuente de información sobre su
experiencia interpersonal y sobre los pensamientos y afectos asociados con esa experiencia.
• Autoinformes:
Son la información, descripción y valoración que el propio sujeto hace de su comportamiento interpersonal,
expresando la imagen que tiene de sí mismo y en concreto de su competencia social en las situaciones que le
plantean los ítems del auto-informe
• Informe de otros:
También es una observación directa, pero empleando como evaluadores a individuos que forman parte del
contexto social del sujeto: otros profesionales del centro, familiares del usuario, u otros usuarios.
• Identificar los contextos afectados en el individuo, en este caso en un sujeto con dificultades en
habilidades sociales se pueden ver afectados en multiplicidad todos sus ámbitos (personal, académico,
familiar y social).
• Determinar a través de la entrevista el funcionamiento de la dinámica familiar, el manejo de la
autoridad de modo que se puedan fortalecer las conductas favorables y modificar las desfavorables
en cuanto al fomento del desarrollo sano de habilidades sociales (concientización de la importancia
del reconocimiento emocional, estimular el trabajo en grupo y el dialogo, reforzar las conductas de
compañerismo y asertividad, entre otros)
• Identificar las afectaciones a nivel personal, es importante tener en cuenta la valoración del auto
concepto, la seguridad y el proyecto de vida del sujeto. Debe tener en cuenta el indagar acerca de las
expectativas de vida y aspiraciones futuras
Para corroborar los hallazgos realizados durante el proceso de evaluación es importante tener en cuenta la
aplicación de instrumentos que sustenten dichos hallazgos.
En cuanto a la intervención se debe tener en cuenta la selección y aplicación de la técnica adecuada bajo el
modelo idóneo según la afectación del consultante, se debe considerar la realización de un entrenamiento de
habilidades sociales (EHS) que configure de manera significativa los diferentes ámbitos afectados del
consultante.
Algunas de las técnicas que se pueden utilizar para abordar dicha situación pueden ser:
• Entrenamiento en habilidades sociales, que puede integrar diversos ejercicios que refuerzan el
aprendizaje social, entre ellos el modelado, reforzamiento, tareas practicas del entrenamiento,
instrucciones, ensayo de conducta (realizando sustituciones de conductas inapropiadas por las más
adecuadas) y retroalimentación
• Técnica de modelamiento, dicha técnica está dirigida al aumento y disminución de las conductas, en
este caso, se deben seleccionar adecuadamente los reforzadores que generen en el individuo interés
de modo que se puedan ir incluyendo las conductas reforzadoras de las habilidades sociales y
disminuyendo las que no permites su desarrollo.
Una crisis es “un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente, por la
incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la
solución de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo”. (Slaikeu,
1984) “Una crisis psicológica ocurre cuando un evento traumático desborda excesivamente la capacidad de
una persona de manejarse en su modo usual” (Benveniste, 2000)
Tipos de Crisis Las crisis pueden ser del desarrollo o evolutivas (esperables) o circunstanciales (accidentales
inesperadas o imprevisibles). (Erikson, 1959)
Crisis del desarrollo: Las crisis del desarrollo son más predecibles y sobrevienen cuando una persona va
cumpliendo etapas en su vida desde la niñez a la senectud. Presentan una conducta indiferenciada y marcan
un trastorno en el área intelectual y afectiva.
Es desde el punto de vista de ver las crisis como un periodo de transición entre etapas de la vida como se
entiende la intervención en crisis, pues es en estos momentos y según la forma en que se organice el
comportamiento, cuando la crisis puede representar una oportunidad para el desarrollo personal o un momento
crítico de vulnerabilidad para el trastorno mental. “Las estrategias de resignación son más fáciles de establecer
cuando son desastres naturales o accidentes de tráfico, pero cuando es una acción humana es más grave,
porque generan odio y rechazo y las terapias a aplicar son más complejas” (Echeburúa, 2004).
Para el trabajo en atención en crisis existen diferentes guías o documentos que pueden orientar el proceso. Se
recomienda a los estudiantes en prácticas realizar las siguientes lecturas para profundizar sobre estas
circunstancias, sus características y el proceder del profesional para la atención de estos casos.
Material de lectura:
Slaikeu, k (1996) intervención en crisis: manual para practica e investigación, México: Manual
Moderno.https://www.academia.edu/29060052/Intervencion_en_Crisis_Manual_para_Practica_e_Investigacio
n_Karl_A_Slaikeu_docx (Leer capítulo 5 y 6)
Robelo, J (sin año). Primeros auxilios psicológicos e intervención en crisis desde el Trabajo Social. Documentos
de Trabajo Social · nº47. Recuperado de: http://www.trabajosocialmalaga.org/archivos/revista_dts/47_07.pdf
Referencias
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ECHEBURÚA, E: “Superar un trauma”. Madrid: Piràmide. (2004)
La terapia de pareja es una de las ofertas de la intervención psicológica más útiles. Al contrario de lo que
ocurre en otras formas de psicoterapia, no es necesario haber recibido un diagnóstico de trastorno mental para
recurrir a ella, porque el núcleo en el que actúa la terapia de pareja no es el individuo, sino la relación. Para un
excelente abordaje de sesión terapéutica con parejas, realice las siguientes lecturas que le permitirán
profundizar sobre aspectos fundamentales que se deben tener en cuenta en sesión
Material de apoyo:
Espriella, R (2008). Terapia de pareja: abordaje sistémico. Revista Colombiana de Psiquiatría 37, 175-
185. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/pdf/rcp/v37s1/v37s1a14.pdf
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