Primer - Ejercicio 2022-23 - TONO
Primer - Ejercicio 2022-23 - TONO
Primer - Ejercicio 2022-23 - TONO
2022-23
PINTURA
EJERCICIO 1: TONO
Duración: dos sesiones (8 h.)
Técnicas (a elegir): acrílico, gouache, papel, cartulina o cartón, 50 x 35 cm. c.u. aprox.
La pintura, en su definición mínima, se entiende como una superficie con una determinada
distribución de planos de color. Las relaciones cromáticas que se establecen entre estos planos
condicionan la percepción y la interpretación del espectador. En este ejercicio estudiaremos las
relaciones de tono, es decir, de composición del color, tal como se ha visto en la Teoría del Color,
a través de las dos nociones básicas de armonía y contraste.
A diferencia de la música tonal, en la pintura no hay una definición cerrada que haga
corresponder el nombre del color con un tono definido e inmutable. Decimos “amarillo” y nos
estamos refiriendo a una gama enorme de matices de este color. Los límites también son difusos,
hay diversos condicionantes culturales y perceptivos que impiden definir con exactitud en qué
punto un color dejar de llamarse de una manera y empieza a ser conocido con otro nombre.
¿Cuándo un color deja de ser amarillo verdoso y pasa a ser verde amarillento?
Sin embargo, todos tenemos una idea de los que es amarillo, verde, azul. Los colores están
vinculados a sus nombres y, de hecho, la asociación de un color a un nombre u otro condiciona
nuestra percepción y reproducción del mismo. Es muy habitual cometer el error, cuando se está
aprendiendo a pintar, de pintar el blanco de los ojos con blanco, debido precisamente a que ese
color, que en realidad es casi siempre un gris verdoso o azulado o rojizo, es conocido
convencionalmente como blanco.
Esta primera parte del ejercicio estudia los límites que el nombre impone a un color. Su objetivo
es, por un lado, explorar estos límites, los lugares en los que el color pierde su nombre, y, por
otro, mostrar la variedad y la complejidad dentro de la unidad. Con un solo nombre de color
podemos dar cientos o miles de tonos.
Planteamiento:
- Hacer una composición abstracta con una gama de colores que se agrupen bajo un mismo
nombre. Todos los verdes que puedas imaginar, o todos los azules, o todos los marrones.
Planos de color definido. No tiene por qué ser geométrica, puede ser con formas irregulares,
pero los límites entre los colores han de estar bien definidos, sin degradados ni borrones.
- Se valora la amplitud de la gama y la riqueza compositiva, así como la realización. No hay que
repetir colores en los diferentes planos, siempre buscar variaciones.
- En cuanto a gama, no es suficiente con trabajar con secundarios, hay que poner también
colores terciarios. Por ejemplo, si uso amarillo como color base, puedo mezclaron con azul
cyan por un lado para ir a amarillo verdoso, y con magenta por otro para ir hacia el amarillo
anaranjado. Pero también tendría que probar a mezclar con cyan y magenta a la vez para
explorar la gama de los amarillos ocres y mostaza. También podría mezclar con blanco y
negro, además de estos colores, lo que amplía mucho la gama hacia los tonos pastel y hacia
los grisáceos.
En esta segunda fase del ejercicio trabajaremos la idea de contraste. Dos colores contrastantes
son los que tienen poca o nada de tonalidad en común. Como sabéis, el máximo contraste se da
entre complementarios: el magenta con el verde, el cyan con el rojo y el amarillo con el violeta.
Pero también se da contraste entre colores que tienen cierto elemento en común pero en cuya
composición pesa más la diferencia. Un rojo puede contrastar mucho con un verde, a pesar de
que verde y rojo comparten en su composición el amarillo.
Una oposición muy habitual en los contrastes cromáticos es la de frío-cálido. Fríos son los
colores con un componente predominante azul, cálidos son los que tienen un componente alto
de rojo.
Planteamiento:
Con la misma pauta compositiva del primer trabajo, realizar una nueva obra oponiendo dos
gamas armónicas que contrasten entre sí. Por ejemplo, una gama de colores fríos, azulados,
contrastaría con una gama de colores cálidos, rojos, naranjas, rosas, marrón rojizo etc…
En la pintura los contrastes cromáticos son usados para dirigir la atención. En una gama
armónica, la introducción de un contraste gana en peso visual y dirige la atención del
espectador.
En esta obra de Etel Adnan, la gama armonizada en amarillos y verdes es contrastada por el círculo
rojo, que funciona por oposición de complementariedad con el verde, dirigiendo la atención como foco
principal hacia el lado derecho y creando dinamismo. Observad cómo este desplazamiento es
compensada por el azul violáceo claro de la izquierda, que hace también un contraste cercano al
complementario con el amarillo, aunque de menos intensidad, y con el rojo, creando una oposición o
tensión entre los dos polos. El beige rosado del centro funciona como un “apoyo” del rojo, que así se
relaciona con un campo de la composición.
En esta obra de Hans Hofmann encontramos una relación de complementarios y frío-cálido, entre la
gama de verdes azulados con azul y amarillo verdoso, por un lado, y la gama de magenta, naranja,
rojo anaranjado, por otro.
Comparemos estos dos trabajos de Mark Rothko. El primero está organizado como una armonía de
tonos rojos, con un fondo claro y diluido rosa salmón sobre el que flotan dos manchas, una roja más
ligera, arriba, y otra granate, más pesada, abajo. Es una composición intensa, cálida, pero estable. En
el segundo, la armonía de naranjas y amarillos contrasta con la mancha azul, que tiene el mayor peso
visual de la composición. Al situarse en un lugar elevado, genera una tensión, una sensación de
expectación.
Otros referentes: Mondrian, Paul Klee, Kandinsky, Robert y Sonia Delaunay, Mark Rothko,
Federico Herrero, Sol Lewitt, Odili Donald Odita.